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Meditación en luz dorada

Meditación para desarrollar aura dorada

Para comenzar, ¿para qué desarrollar el dorado en el aura? ¿Qué es eso y para qué sirve?

Tal vez alguna vez lo hayas escuchado, que el aura de Gandi era dorada, la de Juan Pablo segundo,
la de teresa de Calcuta, la de Martin Luther King, la de Sai baba, la de Nelson Mandela y así una
larga lista de sujetos que cambiaron el mundo o por lo menos lo marcaron de alguna manera con
sus ideales y manera de ser. No significa esto que el aura dorada sea el pase a la fama mundial,
muchas personas existen en el mundo con el aura de este color que viven en el anonimato, lo
importante es la convicción y el sentido con los que viven su vida y el desarrollo del alma que
poseen estas personas.

El dorado es el color del 9 chakra y representa nuestra primera individualidad de la divinidad. Es la


parte de nosotros que es divina y a la vez nuestra esencia única y propia; es el núcleo de nuestra
alma.

Desarrollar el dorado es el camino para liberarnos de los miedos y prejuicios suspendidos en


nuestra alma, a través de los cuales vemos los acontecimientos, como si un caleidoscopio gigante
nos cubriera por completo los sentidos y nos pasáramos la vida intentando ver a través de él.
Sabemos que existe, pero no sabemos cómo sacarlo, simplemente nos resignamos a coexistir con
él. Liberarnos de él es posible, requiere práctica y algo de constancia. Está meditación es una
buena forma de comenzar a sentirlo y a limpiarlos.

Meditar es una forma de ejercitar la mente. Existen muchos tipos y con diversos fines, con distintos
niveles de dificultad. La más conocida tal vez, hecha famosa por el yoga, consiste en serenar la
mente de ideas y pensamientos y respirar, contener la respiración y exhalar, cada uno por una
cierta cantidad de segundos y a intervalos regulares. La primera observación de las personas es
“no puedo callar mi mente, sigue funcionando”. Luego quien dirige la meditación le indica que es
más fácil si se enfoca en su respiración, que cuente los segundos y se concentre solo en eso, al
asignar una tarea a su mente esa vocecilla incómoda se entretendrá en contar hasta cuatro y no
molestará más, trabajaran en equipo en lugar de estorbarse.

La meditación en dorado posee un enfoque completamente distinto, es una de alto grado de


dificultad. Comienza fácil, pero como se aprende rápido que su límite está donde nosotros lo
coloquemos, entre más lejos lleguemos más ardua y compleja se volverá, por eso es necesario
tener paciencia, fe y valor al practicarla.
Comienza con un ejercicio de visualización (o imaginación, es lo mismo, solo que cuando hablo de
visualización me refiero a una imaginación más dirigida, tanto en proceso como finalidad). ¿Por
qué visualización? Porque cuando estamos encarnados la imaginación es solo eso, imaginación.
Pero cuando nos desdoblamos, que es lo que suele ocurrir al meditar y al dormir (recuérdese que
solemos “meditar” inconscientemente para relajarnos y dormirnos. Por eso al dormir nos
desdoblamos). En este estado nuestra imaginación es un brazo o una pierna más, la concentración
y la visualización realmente nos permiten viajar espiritualmente. ¿es peligroso? Una buena
meditación (hecha por alguien con criterio) no es peligrosa, ya que incluye en su naturaleza el
aspecto protector, tal como dormir no es peligroso.

Entonces, comenzamos visualizándonos a nosotros mismos. Imaginémonos. Somos nosotros


rodeados por una luz amarilla. Un aura amarilla. Nuestros guías espirituales o ángeles guardianes,
como se prefiera están junto a nosotros. No importa si no sabemos como son y no podemos
imaginarlos, solo visualiza a un hombre y a una mujer junto a ti, uno a cada lado. Ellos son parte
fundamental de este ejercicio y a la vez nos protegen durante el mismo. La luz amarilla que nos
rodea pertenece a nuestro tercer chakra o plexo solar, es el chakra donde digerimos nuestra
comida y también la información que recibimos. Hay mucho que no digerimos y que queda
suspendido en esta aura; son creencias.

Solemos clasificar a las creencias en positivas y en negativas. Aprendemos códigos morales que
guían nuestros actos, los llamamos “positivos”. Aprendemos una serie de conductas que nuestra
sociedad critica o restringe, los llamamos “negativos”. Suele ser difícil, en muchos casos, cuando se
trabajan con la mente reconocer los límites entre unas o otras, mucho queda al criterio del
paciente y del especialista, normalmente regulado por sus culturas y generaciones.

Sabemos (quienes trabajamos con el aura) que las creencias negativas, así como los eventos
traumáticos, quedan suspendidas en el aura como manchas negras, pero se hace difícil encontrar
que forma adoptan las creencias positivas. Parecieran no existir… aun cuando muchas veces
aquello que culturalmente consideramos positivo está suspendido como manchas negras, porque
la manera como la persona lo aprendió fue traumática o hay otras creencias o temores enroscados
en ellas. La meditación en dorado es la forma de limpiar todas las creencias negativas, todas las
que hemos aprendido en la tierra a lo largo de muchas encarnaciones, para recordar aquellas que
son propias de nuestra alma, para escucharnos a nosotros mismos, nuevamente.

Primero relájate en algún lugar tranquilo, donde no serás sobresaltado o interrumpido

Visualízate en una esfera amarilla y a tus maestros a un lado


Pídeles que acrecienten el amarillo, vamos a “cargarlo” hasta hacerlo dorado (o conectar con el
chakra dorado a través de él)

Ellos te cargaran de energía amarilla, primero una vez. Esa esfera aumentará la luz de tú aura y en
el aumento del giro se condensará la oscuridad que estaba en ella. Estarán allí todas las creencias
que te atormentan periódicamente, las que te critica aquella vocecilla interna que surge cuando
intentas estar tranquilo y en silencio. Verás cuan oscura es y si está en tú cuerpo o alrededor de él.
Tras sentirla, renunciarás a ella; no la necesitas. La dirigirás con tus manos afuera de tu luz. Y
volverás a pedir a tus maestros una vez más.

Cada vez que lo hagas experimentaras un nuevo nivel de tu propia oscuridad, aquella que radica en
tu inconsciencia. “Sentirás” físicamente, más que intelectualmente aquella energía y cada vez que
la sientas entenderás que no es parte de ti y la dejaras ir.

Dejaras ir las críticas a ti mismo

Dejaras ir tus críticas a los demás

Dejaras ir las miradas indiferentes de quienes conoces hacia ti

Dejaras ir las críticas de quienes conoces hacia ti

Dejarás ir tus críticas hacia los grupos que te molesten

Hacia las instituciones que juzgas

Hacia las naciones que juzgas

Hacia los líderes que juzgas

Hacia los criminales que juzgas

Hacia los abusos que juzgas

Hacia la indiferencia a los abusos que juzgas

Y así en adelante, uno a uno los dejarás ir. Todos tus miedos y todos tus juicios. Sentirás la tristeza,
la ira y el miedo tras cada uno de tus juicios, te permitirás sentirla y dejarla ir y entenderás y
recordarás todas las heridas que cargas contigo y todo el temor que te han causado, que te han
llevado a recluirte, a formar un muro entre tú y los demás, ese es tú caleidoscopio. Pedazos rotos
de ti, acumulados y organizados en algún tipo de retazo. Los llevas contigo porque sabes que son
importantes, son parte tuya, pero en el momento que se dañaron no supiste como rearmarlos.
Ahora que los vuelves a ver, sin temor al dolor, recuperan su forma normal y comienzan a
acumularse en tú aura, hasta comenzar a hacer dorado.

luego profundizas y comienzas a sentir emociones negativas muy antiguas y a que eventos estaban
ligados; rabias o miedos ligados a maltratos,

temores ligados a muertes en vidas pasadas,

estres u opresión ligados a encarcelamientos

etc

Parte del ejercico conciste en progresar. si realizas todos los dias esta meditación con las mismas
emociones aqui descritas tus primeras dos meditaciones serán de aceptable a increible, pero en
todas las demás progresaras muy poco. La gracia de este ejercicio consiste en "sentir la oscuridad",
aquella que los guias bajan hasta ti, por eso te ensucias un poco con ella y una vez que la has
sentido regresarla a Dios. Por tanto, todas ellas se sentiran distinto, te hablaran de un problema
distinto, pero de la misma emoción gatillada y acumulada por distintas situaciones. así entenderás
también porque en ciertas ocaciones otras personas o tú mismo tal vez, sobre reaccionan tan
intensamente a situaciones que no lo ameritaban. Lo más probable es que esas personas (o tú) no
hayan estado "viviendo" a nivel emocional solo esa experiencia, sino que a través de ella se haya
conectado con muchas otras y haya sentido todo eso. entonces una persona deja caer su café
sobre ti y entras en crisis y estallas y luego te calmas y piensas "¿por qué habré perdido así el
juicio, cuando normalmente soy tan tranquilo y relajado con estas cosas?" tal vez si pudieras sentir
algo de la oscuridad en ti, que regula buena parte de tú autocensura interna habrias podido
entender que estabas experimentando simultaneamente la caida del cafe, con la perdida de algo
importante que otro te habia confiado en una vida previa, con alguna grave quemadura, alguna
muerte de hambre por "desperdiciar o perder la comida" o algun tipo de castigo terrible ligado al
fuego o al agua, o tal vez una serie de cosas completamente distintas, pero todas entre mezcladas,
con distintos niveles de gravedad y perjuicios, pero etiquetados bajo la misma emoción.

Solo con hacer este ejercicio por poco tiempo comenzarás a formar el color, pero tan rápido como
llega se diluirá, a menos que continúes limpiando y purificando hasta que esté lo bastante estable
como para “solidificarse” alrededor tuyo, como lo estaban las auras de los más nobles líderes
políticos y grandes líderes espirituales del siglo pasado y de siempre.

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