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Sergio A. Berumen
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788473 567770
Dirigido al ciudadano medio no
especializado en Economía, el propósito los países y las regiones, y de los procesos de innova-
de esta obra es explicar de manera clara ción en las empresas. Es conferenciante habitual en
y rigurosa las causas del repentino foros académicos y ha publicado más de cuarenta
colapso económico que vivimos y qué artículos en revistas de economía de reconocimiento
tipo de medidas podrían solucionarlo. internacional.
Su enfoque dominante es el neoschumpeteriano.
9
Librosprofesionales
www.esic.edu/editorial deempresa
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Págs.
Págs.
Págs.
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
ÍNDICE DE TABLAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
ÍNDICE DE GRÁFICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
ÍNDICE DE FICHAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
ÍNDICE DE MAPAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
ÍNDICE DE ESQUEMAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285
ÍNDICE DE CUADROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
Introducción
grupos de variables con significado común y conseguir de esta manera explicar mejor
las respuestas de los municipios estudiados. Se ha decidido formar cinco grupos, pen-
sando en cinco niveles de desarrollo socioeconómico. La lectura dada a estos cinco
conglomerados es de valores: altos, medio-altos, medios, medio-bajos y bajos. Una
vez asignado cada municipio al grupo al que pertenece, es posible completar la infor-
mación elaborando un mapa por cada componente, pudiendo identificar gráficamente
aquellos grupos de municipios que tienen niveles o características muy parecidas.
El cuarto y quinto capítulos están dedicados a mostrar la utilidad del Análisis Mul-
tidimensional para la identificación de las diferencias socioeconómicas locales. En
este caso, las técnicas utilizadas nos permiten elaborar una ordenación de los munici-
pios según su aportación de los factores socioeconómicos y se determina la posición
socioeconómica de los municipios de mayor a menor, en virtud de sus atributos y fac-
tores. Con dicha ordenación (ranking) se resalta la existencia de grupos de municipios
con o sin diferencias socioeconómicas.
Reconocemos que las herramientas aquí utilizadas son abstractas. Por esta razón
consideramos que era preciso mostrarlas sobre un caso concreto. De este modo, selec-
cionamos una unidad de análisis, la Comunidad Autónoma de Castilla y León, debido
a que mostraba unas particularidades idóneas. Esta Comunidad es muy vasta y socio-
económicamente muy compleja. Hasta ahora, la minería había desempeñado un papel
preponderante en su desarrollo económico, pero a la vista de los acontecimientos lo
GRÁFICO 1
INVERSIÓN POR ÁREA DE ACTUACIÓN. PLAN DEL CARBÓN 1998-2005
3.000
Millones de €
2.500
1.500
1.000
500
0
Ayudas sociales y a las Ayudas infraestructuras,
empresas mineras y proyectos y formación
eléctricas
más probable es que en los próximos años se verá obligada a emprender intensos pro-
cesos de reconversión industrial.
La última reconversión del sector minero (1998-2005) ha tenido un coste, sólo en
la Comunidad de Castilla y León, de algo más de 4.200 millones de euros. A estas
cifras hay que añadir las ayudas y ventajas tributarias que ofrecen los municipios. El
Plan del carbón mencionado 1998-2005 está estructurado en dos grandes áreas de
actuación. La primera se refiere a las medidas sociales y ayudas a las empresas tanto
mineras como eléctricas, y la otra gran área recoge las ayudas al desarrollo alterna-
tivo de las comarcas mineras.
Hay un cambio estratégico muy claro en la negociación del nuevo periodo 2006-
2012 respecto al anterior. En el Plan 1998-2005 en el marco del Tratado CECA que
expiró en junio de 2002, se negociaba fundamentalmente la reducción de la actividad
y aproximar los costes por tonelada de carbón autóctono con el precio más barato del
carbón de importación. En el actual periodo 2006-2012, se dedicará más esfuerzo eco-
nómico a la creación de empleo y menos a las infraestructuras, dado que una parte
importante de las mismas ya se ha realizado.
La actividad minera desarrollada en la región no ha rendido frutos de manera uni-
forme. Como se verá en los siguientes capítulos, unas regiones han optimizado mejor
los recursos que otras. Dicho lo anterior, cabe advertir que el trabajo aquí desarrollado
en modo alguno es concluyente. Nuestro interés primigenio ha sido el de mostrar la
manera como se pueden utilizan las herramientas cuantitativas aquí desarrolladas, y de
ninguna manera fue la de agotar exhaustivamente el análisis de la realidad socioeco-
nómica en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Capítulo 1
Los fundamentos del desarrollo
económico local
el interés en que el cambio tecnológico debe prestar especial cuidado a los efectos
negativos para el medioambiente.
El desarrollo local se ha situado en torno a la localización de las actividades eco-
nómicas y ha tenido la tarea de estudiar la conducta y las valoraciones de los costes de
transportación, del trabajo, de las materias primas, así como de la existencia de eco-
nomías de escala, de la dimensión del mercado local y de la disponibilidad financiera
de las ayudas públicas, entre otros. Este acercamiento ha dado origen a algunas pers-
pectivas distorsionadas, entre las cuales es conveniente mencionar:
La perspectiva local se refiere a las personas que viven fuera de las áreas metropo-
litanas y de los más grandes centros urbanos dentro de los países. Inicialmente, esta
perspectiva tuvo su origen en la década de los noventa, principalmente en algunos de
los países más desarrollados (muy en particular destacan los casos de Italia y Francia).
Fue del interés de algunos gobiernos nacionales la promoción del estudio de las loca-
lidades que hasta hacía muy poco tiempo habían permanecido casi ignoradas de los
planes y programas gubernamentales; posteriormente también se fueron interesando
empresas, universidades y centros de investigación, quienes destinaron más recursos
para investigar cómo vive la gente en esos lugares, su modo de pensar y las particula-
ridades de sus sistemas productivos. Los primeros estudios arrojaron la necesidad de
adaptar la globalización a lo local, e identificaron la necesidad de domesticar a la glo-
balización. Autores como Sengenberger (1993a y 1993b), y posteriormente Chell
(2001), Kjeldgaard y Askegaard (2006), Torrance (2008) y Sedda (2010), entre otros,
denominaron a este nuevo enfoque como glocalización, basado en el principio de:
pensar global, actuar local.
El desarrollo económico local es una rama de la economía relativamente reciente.
El trabajo pionero que abrió la brecha sobre el estudio de esta materia fue el escrito
por Isard (1956), quien se apoyó en diversas disciplinas con el interés de aportar ele-
mentos en los que reposaría lo que denominó como las ciencias regionales. Su interés
era el de buscar soluciones en la concreción de objetivos del desarrollo en un entorno
geográfico específicamente delimitado. A contrario–sensu, los economistas partida-
rios de un enfoque ortodoxo no siempre han aceptado el análisis del desarrollo econó-
Los fundamentos del desarrollo económico local 19
(2005), entre otros, señalan que en el desarrollo económico local adicionalmente tie-
nen lugar otra clase de aspectos, tales como las acciones encaminadas a generar un
ambiente propicio que motive a las empresas, tanto a las ya instaladas como a las que
en el futuro serán atraídas a la localidad, y que contribuirán al desarrollo local
mediante la implementación de una cultura basada en la competitividad y en la obten-
ción de resultados satisfactorios para los accionistas, directivos, trabajadores y en
general de la sociedad, todo lo cual genera progreso.
Para el Banco Mundial [2010] el desarrollo local se refiere al trabajo conjunto que
desempeña una comunidad con la finalidad de alcanzar un crecimiento económico
sostenido que permita beneficios económicos y mejoras en la calidad de vida de las
personas que viven en la comunidad. Para este organismo, la comunidad es entendida
como una ciudad, pueblo, área metropolitana o una localidad dentro de una nación.
Por tanto, en el desarrollo económico local intervienen los intereses de los gobiernos
locales (aunque también es deseable que los gobiernos regionales y nacionales parti-
cipen coordinadamente, pero nunca de manera impositiva), las empresas, las universi-
dades y los centros de investigación y, eventualmente, los sectores económicamente
no lucrativos (v.g. las ONG´s), con la finalidad de lograr una mejora en la economía
local; este proceso tiene lugar mediante la promoción de la competitividad y el interés
de lograr un desarrollo sostenible.
En términos temporales, fue a partir de la década de los sesenta cuando se desa-
rrollaron diversos programas orientados al desarrollo económico local, los cuales han
estado sustentados en tres enfoques fundamentales. El primero de estos enfoques tuvo
lugar a lo largo de la década de los sesenta y se prolongó hasta los ochenta. El centro
de atención consistía en hacer atractivas las localidades en base a la movilidad de los
factores de la producción, la captación de inversores externos (particularmente a tra-
vés de la inversión extranjera directa, IED) y la atracción de inversiones orientadas a
la generación de infraestructuras. Este enfoque implicaba que los gobiernos otorgaran
grandes concesiones, subsidios (en particular en el caso de las inversiones en infraes-
tructuras), así como la liberación del pago de impuestos durante un determinado
tiempo; las empresas mayormente beneficiadas fueron las extensivas en la utilización
de mano de obra. El segundo enfoque se desarrolló durante las década de los ochenta
y los noventa. El centro de atención se ubicó en torno a la retención de las empresas
ya instaladas en las localidades, y en la atracción de capitales, tanto de origen nacio-
nal como extranjero. Este enfoque se caracterizó por ser un camino idóneo para la
generación de empresas que trabajaban coordinadamente. Tuvo lugar: i) la colabora-
ción en renglones específicos entre las empresas más grandes con las más pequeñas
con las que estaban vinculadas, tales como: capacitación y re–entrenamiento del per-
sonal, provisión de apoyo técnico y apoyo para el lanzamiento de nuevas empresas; y
ii), la colaboración entre las grandes empresas y el Estado en la creación de moderna
y adecuada infraestructura (sobre estos dos enfoques ver Bretschger, 1999).
Finalmente, el tercer enfoque inició en los tempranos años noventa y actualmente
está vigente. El centro de atención se ubica en torno a la transformación del propicio
Los fundamentos del desarrollo económico local 21
ambiente general de negocios. Hoy en día, para hacer posible el desarrollo económico
local es necesario, entre otros aspectos: i) la generación de estrategias holísticas entre
los agentes; ii) la creación de un ambiente de certidumbre económica, política, jurídica
y social; iii) la potenciación de redes de trabajo y cooperación; iv) la creación de clus-
ters; v) la capacitación de mano de obra especializada y la atracción de profesionales
altamente calificados; vi) la inversión en infraestructura; vii) la inversión orientada a
crear ventajas competitivas y, en general, la inversión privada que a la postre genera
beneficios a la sociedad; viii) el cuidado y preservación del medio ambiente; ix) la
generación de una cultura de progreso, basada en la competitividad, en la innovación,
en la especialización y en la internacionalización; y x), el mejoramiento de la calidad
de vida de los trabajadores de las empresas y, fundamentalmente, de los habitantes de
las localidades, estén directa y laboralmente relacionados con las empresas, o no.
Colateralmente a la definición de las estrategias anteriores, desde la década de los
ochenta los gobiernos nacionales han hecho esfuerzos por la descentralización admi-
nistrativa, principalmente a través de una más eficiente y eficaz gestión de la política
y de los recursos municipales y locales, aunque también es cierto que los esfuerzos aún
están lejos de ser suficientes. En los últimos años muchos gobiernos han hecho nota-
bles esfuerzos por apartarse de los viejos esquemas populistas, empeñados en cuanti-
ficar las desigualdades y posteriormente en destinar magras cantidades que no palia-
ban la problemática; antiguamente, los programas implementados se orientaban a
combatir la pobreza y reducir las desigualdades, pero sólo en casos muy puntuales
tuvieron éxito. Hoy en día, en cambio, cada vez se presta un mayor énfasis al desa-
rrollo de sistemas que potencien la diversidad local y los sistemas de producción (ver
Hassink, 2002, pp. 153 a 165).
En este nuevo entorno, el papel de la competitividad ha fungido como el cataliza-
dor para que las empresas locales pasen de ser pintorescas factorías de pueblo, a cons-
tituir un entramado de agentes que han identificado que es posible vivir en el proceso
de la globalización y, por tanto, participar de los beneficios derivados (v.g. mayores
ingresos y desarrollo tecnológico), pero que para ello no tienen que vivir en los gran-
des centros urbanos y sufrir sus consecuencias (v.g. estrés, menos tiempo para el ocio,
desarticulación familiar y vivir en un medio ambiente más deteriorado). Los valores
derivados de una cultura basada en la competitividad han sido elementos potenciado-
res para la generación de riqueza a nivel local, pero adicionalmente han permitido nue-
vos canales para la generación de conocimiento tecnológico. El conjunto de ambas
posibilidades (una mayor riqueza y un mayor conocimiento tecnológico) permitirá
crear condiciones que conduzcan a la original tarea de generar progreso en áreas his-
tóricamente subdesarrolladas, como lo habían sido las localidades rurales más aleja-
das de los principales centros de producción. En el Cuadro 1 se muestran algunos
ejemplos representativos de iniciativas y estrategias de desarrollo económico local, los
cuales fueron desarrollados en consideración a las características del entorno y a las
necesidades de cada localidad.
22 Los métodos de decisión multicriterio y su aplicación al análisis del desarrollo local
CUADRO 1
EJEMPLOS DE DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL
Como se puede apreciar, en cada caso se empleó una estrategia específica y, cuando
menos, parcialmente diferenciada de las otras. Sin embargo, el común denominador de
las ciudades/regiones/localidades citadas en el cuadro anterior fue que en todos los
casos se trató de ciudades/regiones/localidades en las que:
• La estructura productiva se caracteriza por la producción del sector secundario,
especializado en una variedad limitada de ramas y que sus beneficios se poten-
cian a través de la cooperación entre empresas (Patrakos y Economou, 2000).
• El acelerado desarrollo del sector de los servicios (particularmente en las áreas
metropolitanas), gracias a los cuales las empresas están en la posibilidad de bene-
ficiarse de economías de escala (Keivani, Parsa y McGreal, 2002).
• La especialización en un número limitado de sectores industriales a las ciudades
les permite reducir los riesgos.
• La competitividad de las ciudades/regiones/localidades de mediano tamaño es
más específica y especializada que la de los grandes centros urbanos.
Los autores de pensamiento neoschumpeteriano no han sido ajenos al estudio del
desarrollo local. Algunos de los más destacados autores de este enfoque son Kogut,
Herrigel, Sorge et.al. (1993), Lydall (1998), Griffin (1999) y Paganetto (2004), Arend
y Feraz Cário (2004), Tausch y Heshmati (2009), Hodges y Østbye (2010), entre otros
(ver Cuadro 1). En virtud de lo anteriormente señalado podemos concluir en el
esquema 1, denominado como el sustento teórico integral del desarrollo económico
local desde la perspectiva neoschumpeteriana.
ESQUEMA 1
ESQUEMA INTEGRAL DEL DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL
Empresario innovador y
competitivo
Exportaciones Producción
Crecimiento Crecimiento
locales/ local/
económico económico
regionales regional
nacional y local/
mundial regional
Generación de
puestos de
Desarrollo trabajo y mejores
económico Precios locales/ Competitividad
condiciones
local regionales local/regional
laborales
La explicación de este esquema es que el desarrollo económico local parte del cre-
cimiento económico nacional y/o mundial, el cual impacta en las posibilidades del
crecimiento económico, que conduce a un mayor nivel de exportaciones y en general
de la producción. La competitividad es entendida en dos sentidos: i) la competitividad
es una consecuencia de una mayor productividad local; y ii), la competitividad es una
condicionante para las exportaciones locales. Una mayor competitividad implica una
mejora de los precios, lo cual conduce a mayores exportaciones. A su vez, una mayor
cantidad y calidad de las exportaciones conlleva a la generación de puestos de trabajo,
más especializados y mejores condiciones laborales. Toda esta dinámica permite que
se den las condiciones para que tenga lugar el desarrollo económico local, el cual, a su
vez, es generador de crecimiento económico nacional y, en último término, mundial.
El proceso se regenera en la medida en que las inercias sean aprovechadas por el
empresario innovador y competitivo.
lacionados. Así, hay autores como Benko (1995) que hace dos grandes enfoques, uno
de corte territorial, donde emergen demarcaciones de tipo industrial y sistemas pro-
ductivos locales, llevados a cabo por Vázquez Barquero (1988)1, Costa, Ibarra (1989)
y Becattini (1993), entre otros; otro grupo tiene que ver con las investigaciones sobre
la dinámica territorial de las grandes ciudades.
De las muchas aportaciones identificadas, las de mayor repercusión corresponden,
sin duda, a las del primer bloque. Han sido estas las que, junto con los trabajos realiza-
dos por Scott, Storper (1985 y 1987), entre otros, han quebrado definitivamente la tra-
dicional imagen de un modelo único y homogéneo de desarrollo, basado en la potencia
de la gran empresa verticalmente integrada y concentrada en focos muy concretos, por
lo general situados en el ámbito urbano o muy próximos a él, abriendo el camino a estu-
dios más profundos de las relaciones entre desarrollo económico y territorio.
Vázquez Barquero (1988 y 2005) identifica, al menos, dos dimensiones: una eco-
nómica y otra administrativa. La económica, en la que los empresarios locales usan su
capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad
suficiente para ser competitivos en los mercados; otro socio-cultural, en la que los
valores y las instituciones locales sirven de base al proceso de desarrollo. La estrate-
gia de desarrollo local, no obstante, debe considerar una dimensión adicional, la polí-
tico-administrativa, en la que las políticas territoriales permiten crear un entorno eco-
nómico local favorable, protegerlo de las interferencias externas y favorecer e
impulsar el desarrollo del potencial local.
Es en este contexto en el que cabe situar todo un conjunto de reflexiones en torno
a la diversidad de patrones de desarrollo local existentes. Modelos que, centrados
actualmente en los fenómenos de descentralización y dispersión, responden esencial-
mente, a una doble tipología: modelos de desarrollo local endógeno y modelos de
desarrollo local exógeno (Garofoli y Mazzoni, 1994).
Dentro de ambas “familias” es posible identificar una amplia variedad de modelos,
procesos o nuevas estrategias de desarrollo local (los más representativos se reflejan
en el esquema 2), todos ellos caracterizados por un elevado dinamismo, en la medida
en que, debido a la continua interacción de elementos económicos, sociales, y cultu-
rales, tanto de índole interna como externa, están sujetos a un proceso de crecimiento
y cambio continuo. La aplicación de este esquema interpretativo permite identificar
los escenarios posibles de los diferentes modelos o procesos de desarrollo local.
Los modelos y estrategias de desarrollo local están condicionados por el compor-
tamiento y las características de las tres variables estratégicas: de un lado, la capaci-
dad empresarial y organizativa, además los recursos locales y como tercer elemento
clave, las instituciones que apoyan las actividades de innovación y coordinación de las
empresas que permita el desarrollo de procesos colectivos.
1
Vázquez Barquero (1988, pág. 26) define el desarrollo local endógeno, como un proceso de crecimiento econó-
mico y cambio estructural que conduce a una mejora del nivel de vida de la población local.
26 Los métodos de decisión multicriterio y su aplicación al análisis del desarrollo local
ESQUEMA 2
MODELOS DE DESARROLLO LOCAL
Polos de Polos
crecimiento tecnológicos
Recursos externos
Procesos de desarrollo controlados desde fuera
Fuente: Elaboración propia a partir del modelo de desarrollo local (Vázquez Barquero, 1993).
Así, en primer lugar, se podrían considerar como modelos de desarrollo local exó-
geno, principalmente, los procesos dominados por la gran empresa, a menudo escasa-
mente interrelacionada con otras empresas y el entorno local. Este es el caso de gran-
des compañías en zonas de promoción industrial, sostenidas merced al gasto realizado
por la Administración del Estado, de los tradicionales polos de crecimiento, e incluso
de algunos polos tecnológicos. Estas experiencias son protagonizadas por agentes eco-
nómicos externos, correspondiendo al territorio un papel eminentemente pasivo. Fac-
tores como bajos salarios, coste reducido del suelo, incentivos financieros y fiscales,…
resultan, por lo general de crucial importancia en las pautas de localización de las uni-
dades productivas, más que la existencia de potenciales sinergias en el ambiente local.
En segundo lugar, en calidad de modelos de desarrollo local endógeno, destacan
como ejemplos más representativos los sistemas locales de empresas, en donde el
territorio desempeña un papel activo, como auténtico agente de transformación social
con incidencia en todo el tejido socioeconómico local. No son solo factores estricta-
mente económicos (de coste) los que influyen en la ubicación de las empresas, sino
que se constata una revalorización de aspectos cualitativos, según Becattini (1990),
una profunda y continua interacción entre los entornos económico, social, tecnológico,
urbanístico, político, histórico-cultural y ambiental.
Para el Banco Mundial (2001) el desarrollo local se refiere al trabajo conjunto que
desempeña una comunidad con la finalidad de alcanzar un crecimiento económico
sostenido que permita beneficios económicos y mejoras en la calidad de vida de las
Los fundamentos del desarrollo económico local 27
ESQUEMA 3
FACTORES ESENCIALES DEL DESARROLLO LOCAL
Capital humano
Si hay algún factor determinante en todo proceso de desarrollo endógeno ese es,
sin duda, el perfil del capital humano (Vázquez Barquero, 1988). Dado que su dispo-
nibilidad resulta esencial como elemento diferenciador, la presencia de una cierta enti-
dad demográfica aparece como uno de los principales activos con los que puede con-
tar una zona. Al hablar de población como recurso se está apuntando necesariamente
al mercado de trabajo. En este sentido, los niveles de actividad, el volumen y compo-
sición de la oferta de mano de obra su flexibilidad, grado de formación, cualificación
y la presencia de una cierta aptitud empresarial2, se configuran como la verdadera
esencia del patrimonio local.
No cabe duda de que el desarrollo en una zona determinada puede verse enorme-
mente favorecido por la abundancia de recursos materiales de muy diversa índole:
naturales, equipamientos e infraestructuras3 y por los recursos financieros. Los recur-
sos naturales (agrarios, materias primas y fuentes de energía) y la situación geográ-
fica han desempeñado históricamente un papel esencial en el nacimiento de iniciati-
vas de desarrollo local, marcando en muchos casos el rumbo de la especialización
productiva en numerosos territorios, sobre todo en aquellos con escasa accesibilidad,
habida cuenta de los elevados costes de transporte. Por otro lado, una suficiente dota-
ción de equipamientos sociales contribuye a dar una mayor cohesión el proceso de
desarrollo, siendo importante en este sentido, la presencia de establecimientos sani-
tarios y educativos, y de determinados servicios colectivos (justicia, protección
civil,…), socioculturales, etc., que faciliten la solución de los problemas de los ciu-
dadanos, y de gestión de las empresas, a través de una mayor formación y bienestar
de los trabajadores.
Por otro lado, resulta vital la presencia de servicios financieros privados (cada vez
más implicados en los procesos de desarrollo local) que faciliten el acceso a los fon-
dos necesarios para la inversión, atendiendo a las necesidades de tantas veces desin-
formados empresarios, el diseño de instrumentos financieros (capital riesgo, leasing,
préstamos a corto y medio plazo y mecanismos de garantía menos severos), así como
la más activa participación de los poderes públicos.
2
Una de las variables del capital humano más importante, si no la principal, es la presencia de una cierta apti-
tud empresarial (Costa 1992ª), capaz de generar empleo, de reemplazar los puestos de trabajo perdidos y de
renovar y diversificar rápidamente el tejido económico.
3
Las infraestructuras, entendidas como stock de capital social fijo, pueden incidir considerablemente en el apro-
vechamiento del potencial endógeno local, en la atracción de inversiones tanto locales como foráneas y, por ende,
en la generación de mayores niveles de ingresos, productividad y empleo a largo plazo (Villaverde, 1991).
Los fundamentos del desarrollo económico local 29
ridimensional e Institucional que conecte los proyectos de los empresarios locales con
las actuaciones de los organismos públicos (gobiernos, diputaciones, ....) y de los
demás agentes privados (sindicatos, patronales, cámaras de comercio, …), que si bien,
cada uno de estos actores desempeña un papel propio, el grado de coordinación, y
armonización de las acciones e intereses de los mismos, junto con el poder y capaci-
dad de organización a escala local, aparece como un factor clave en la consolidación
de los procesos de desarrollo.
Rodríguez-Pose (1999) indica que las instituciones juegan un papel fundamental en
el desarrollo de la actividad económica de un territorio. Por otro lado las instituciones
cumplen con la función de contribuir a generar mayor confianza entre los agentes eco-
nómicos y garantizar el cumplimento de los contratos. En esta doble faceta, las insti-
tuciones favorecen tanto la cooperación entre empresas como la creación de redes,
contribuyendo pues a aumentar el nivel de intercambio, a la vez que desempeñan un
papel capital en la aceptación de normas y en el fomento de la capacidad de aprendi-
zaje por parte de los agentes económicos. Considera el autor a las instituciones como
un elemento clave en el vínculo entre la investigación generalmente localizada en las
universidades y centros de investigación públicos y la aplicada, ligada en gran parte a
las empresas.
4
Según Vázquez Barquero (1993), el tratamiento de desarrollo local y la promoción de iniciativas locales de
empleo es más pragmático y eficaz en la CEE que en la OCDE, por dos razones fundamentalmente, por tener un
planteamiento más realista y menos ambiguo y por sufragar proyectos específicos a través de los Fondos Estruc-
turales.