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Revista de la Facultad de Medicina Servicios Personalizados
versión impresa ISSN 07980469
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RFM v.25 n.2 Caracas dic. 2002
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Referencias del artículo
CEFALOSPORINAS. DE LA PRIMERA A LA CUARTA Como citar este artículo
GENERACIÓN
Traducción automática
KB Rivas1, MA Rivas2, EL Dávila2 y M Rodríguez3. Enviar articulo por email
1. Médico rural. Ambulatorio de Fila de Mariches. Edo Indicadores
Miranda. Citado por SciELO
2. Médico Rural. Clínicas móviles de Miranda.
Accesos
3. Instructor por concurso de la Cátedra de Farmacología,
Escuela "Luis Razetti", Facultad de Medicina, U.C.V. Links relacionados
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RESUMEN:
Otros
Las cefalosporinas son antibióticos similares a las penicilinas
pero resultan más efectivas porque han mostrado tener una Otros
mejor resistencia contra las Blactamasas. Dichos antibióticos se
obtienen del ácido 7ACA el cual al ser modificado ha dado Permalink
origen a cuatro generaciones bien diferenciadas y actualmente
se esta ensayando producir cefalosporinas de acción dual
enlazando quinolonas a la posición 3’ de la cefalosporina, lo cual resulta en un aumento de su
actividad contra bacterias gram negativas y positivas las cuales tienen como mecanismo de
resistencia al antibiótico la hidrólisis del anillo betalactámico por inducción cromosomal de B
lactamasas tipo I. En la actualidad se esta estudiando un nuevo grupo de estos antibióticos
entre las que se encuentran el cefozopran, cefpiramide, E 1100, FK 037 y DQ2556 y han
mostrado buenos resultados en el manejo de infecciones por gérmenes gram positivos y
negativos especialmente en los casos de procesos nosocomiales en los que otros antibióticos
han visto su uso limitado.
Palabras Clave: Antibioticoterapia, Antimicrobianos, Cefalosporinas.
ABSTRACT:
Cephalosporins are antibiotics that one similar to penicilim but cephalosporins are more
effective because they have shown a better resistance against Blactamics. These Blactamics
are obtained from 7ACA acid. As a result of its modification it has originated four different
generations of antibiotics. Actually there are many clinical trials in progress in order to produce
dual action cephalosporin tie with quinolones to the cephalosporin 3‘ position that results in
increase its activity against gram + and – bacteries which has a antibiotic defense mechanism,
the Blactamic ring hidrolisis through cromosomal of Blactamases called type I. At this time
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there are many clinical studies in progress in order to find the new generation of those
antibiotics such as cefozopran, cefpiramide, E1100, FK 037 and DQ2556 which has shown
positive results against gram positive and negative bacteries specially in nosocomial processes
in which other antibiotics have shown their limited use.
Key Words: Antibiotic therapy, Antimicrobians, Cephalosporins.
INTRODUCCIÓN
Las Cefalosporinas son antibióticos BetaLactámicos muy parecidos a las penicilinas, sólo que
estas tienen la ventaja sobre los primeros. Al igual que las penicilinas actúan inhibiendo la
síntesis de la pared celular bacteriana. En la actualidad siguen siendo una gran herramienta para
el tratamiento de infecciones por gérmenes Gram positivos y Gram negativos, sobre todo si son
productores de betalactamasas, ya que estos antibióticos han mostrado tener una buena
resistencia a estas enzimas.
RELACIÓN ESTRUCTURA QUÍMICAACTIVIDAD FARMACOLÓGICA
Las cefalosporinas C, N y P se obtuvieron del Cephalosporium, siendo la C la base de las
nuevas cefalosporinas. A partir de ella se obtiene el ácido 7aminocefalosporánico (7ACA), que
ha sido modificado con diferentes cadenas laterales, dando lugar a tres generaciones bien
diferenciadas y a una cuarta que se está iniciando en la actualidad (Tablas 1 y 2). Las
variaciones introducidas en C7 del 7ACA modifican su actividad antibacteriana, la sustitución en
posición 3 del anillo dihidrotiazínico origina modificaciones de carácter farmacocinético, y la
presencia del grupo metiltiotetrazol en la posición 3 del anillo dihidrotiazolidínico está
relacionado con efectos adversos concretos: alteraciones de la coagulación e intolerancia al
alcohol. Las moléculas con un grupo metoxi en posición 7 del 7ACA constituyen el grupo de las
cefamicinas, que la mayoría de los autores no han reconocido como independiente. Se está
ensayando producir cefalosporinas con efecto antibacteriano dual, las cuales resultan
químicamente estables y han demostrado tener una gran actividad contra un amplio número de
bacterias grampositivas y gramnegativas. Estas cefalosporinas de acción dual se crean
enlazando quinolonas (ejemplo: ciprofloxacina) a la posición 3’ de la cefalosporinas a través de
un enlace ester, a una función carbonato o a una unión a través de un nitrógeno
cuaternario(1,2).
MECANISMOS DE RESISTENCIA BACTERIANA EN LAS CEFALOSPORINAS
Las bacterias logran hacerse resistentes a las cefalosporinas por diferentes mecanismos,
estos pueden deberse a la incapacidad del antibiótico para llegar al sitio donde ejerce su acción,
o por cambios que sufren las proteínas de unión, las cuales son blanco de las cefalosporinas, y
por lo tanto disminuye enormemente la afinidad del antibiótico a estas proteínas o no logran
ligarse a estas. Si el antibiótico se une sólo con una enzima a la que inactiva, una mutación en
dicha enzima puede llevar a la resistencia, por ejemplo: alteraciones en 2 proteínas de unión
PBPs (1A y 2X), hacen que la afinidad de las cefalosporinas disminuya y esto es suficiente para
lograr que se produzcan neumococos resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, ya
que las otras PBPs de alto peso molecular tienen una inherente baja afinidad, sin embargo, esta
no es aparentemente una causa común de resistencia, ya que la mayoría de estos antibióticos
se unen a varias proteínas de unión diferentes(2,3).
La forma de resistencia más común de las cefalosporinas es debido a la destrucción de las
mismas por hidrólisis del anillo betalactámico. Algunos microorganismos grampositivos liberan
grandes cantidades relativas de betalactamasas; la localización de sus enzimas en el espacio
periplasmático puede determinar de forma más efectiva su capacidad para destruir
cefalosporinas cuando se difunden a sus blancos en la membrana interna. Las cefalosporinas, sin
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embargo, tienen una sensibilidad variable a las betalactamasas. Por ejemplo, agentes de
primera generación como la cefazolina es más susceptible a la hidrólisis por parte de las beta
lactamasas del Staphylococcus aureus que la cefalotina. Cefoxitina, Cefuroxime y Cefalosporinas
de tercera generación son más resistentes a la hidrólisis por Betalactamasas producidas por
bacterias gramnegativas que las cefalosporinas de primera generación. Las cefalosporinas de
tercera generación son más susceptibles a la hidrólisis por inducción cromosomal de Beta
lactamasas tipo I. La inducción de estas Betalactamasas tipo I ha ido en aumento, al tratar
infecciones causadas por bacilos gramnegativos aerobios (ejemplo: P. aeruginosa, Enterobacter
sp, Serratia, entre otras), con cefalosporinas de segunda y tercera generación e imipenem y por
tanto ha crecido la resistencia hacia las cefalosporinas de tercera generación.
Las cefalosporinas de cuarta generación son pobres inductoras de Betalactamasas del tipo I
y por tanto son menos susceptibles a la hidrólisis por estas Betalactamasas en relación a las de
tercera generación. Algunas cepas bacterianas resultan resistentes a pesar de no poder producir
la hidrólisis de los antibióticos Betalactámicos y por otro lado, bacterias productoras de Beta
lactamasas que son capaces de destruir a las cefalosporinas resultan susceptibles a estas. Por lo
que podemos inferir que no siempre existe correlación entre resistencia a las Betalactamasas y
capacidad antibacteriana.
CLASIFICACIÓN DE LAS CEFALOSPORINAS
Estos preparados se clasifican según su generación, (Tabla 1); los miembros de una misma
generación comparten una actividad antibacteriana similar. El uso de los antibióticos de las
últimas generaciones, con un amplio espectro, se ha acompañado de la aparición de bacterias
con una resistencia clínicamente significativa, sobre todo en el caso de Enterobacter,
Pseudomonas Serratia y especies de Citrobacter.
Las cefalosporinas de primera generación son para administración oral y parenteral. Las
orales son llamadas fenilglicinas o derivados hidroxifenilglicinas que incluyen la cefalexina,
cefadroxilo y cefradina(4); entre las parenterales se cuenta con la cefalotina, cefazolina,
cefradina (administración oral también) y cefapirina. Este grupo de antibacterianos incluye
sustitutos de la penicilina G que son resistentes a las penicilinasas de los Staphylococcus, por
tanto tienen una buena actividad contra bacterias aerobias grampositivas (con excepción de
Enterococos, Staphylococcus resistentes a la meticilina, Staphilococcus epidermidis y
pneumococos resistentes a penicilina), y algunos organismos gramnegativos adquiridos en la
comunidad (P. mirabilis, E. coli, Klebsiella pneumoniae y Moraxella catarrhalis)(5).
Las cefalosporinas de segunda generación ofrecen una cobertura mayor frente a los bacilos
gramnegativos que las de primera generación. Todas estas cefalosporinas tienen actividad
contra la mayoría de los microorganismos destruidos por agentes de la primera generación, pero
su cobertura es más extensa ya que incrementan su actividad contra microorganismos gram
negativos, en especial tres: Haemophilus influenzae y Neisseria sp. Existe un subgrupo entre
estos agentes, los cuales son cefoxitina es la más potente del subgrupo cefotetan y
cefmetazole que son activos contra el grupo de B. fragilis. Con excepción de la cefuroxima, las
cefalosporinas de segunda generación no deben administrarse en meningitis. Estas, al igual que
las de primera generación se dividen en orales y parenterales. Las primeras son llamadas
también ésteresprodrogas e incluyen al Loracarbef (que a pesar de ser una droga fenilglicina,
se puede clasificar como de segunda generación por sus propiedades antibacterianas), cefaclor,
cefuroxime axetil y cefprozil(4). Las segundas son el cefamandol, cefonicid, cefoxitina,
ceforinida, cefuroxime, cefotetan y el cefmetazole(6,7,8).
Las cefalosporinas de tercera generación suelen resultar más eficaces in vitro frente a los
bacilos gramnegativos y frente a los cocos grampositivos (excepto S. Aureus) que los fármacos
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de primera y segunda generaciones. Las cefalosporinas de tercera generación son el tratamiento
de elección en la meningitis por bacilos gramnegativos y se utilizan también para combatir otras
infecciones por bacilos gramnegativos. Todo este grupo de tercera generación son
extremadamente activas contra la mayoría de las bacterias gramnegativas (excepto
Enterobacter y Citrobacter) incluyendo las mencionadas anteriormente, es decir, las
Enterobacteriaceae y otros organismos entéricos y Serratia marcescens, y también contra
bacterias productoras de Betalactamasas. La ceftazidime y el cefoperazone son activas contra
Pseudomonas aeruginosa, pero son menos activas que otros agentes de tercera generación
contra cocos grampositivos. Estos antibióticos no están indicados en la profilaxis quirúrgica de
rutina. Al igual que en los grupos anteriores hay parenterales y orales. Cefixime, cefdinir,
cefpodoxima proxetil y ceftibuten son las orales y cefoperazone, ceftazidime, moxalactam,
cefotaxime, ceftizoxime, cefmenoxime y ceftriaxone son parenterales. Las últimas cinco son
aminotiazoliliminometoxicefalosporinas.
Las cefalosporinas de cuarta generación de incluyen el cefepime y el cefpirone ambas de
administración parenteral tienen un extenso espectro de acción comparadas con las de tercera
generación y tienen una gran estabilidad contra Betalactamasas mediadas cromosomalmente y
por plásmidos, además de poca o ninguna capacidad para inducir la producción de Beta
lactamasas tipo I(2). Cubren Enterobacter y Citrobacter y tiene particular uso terapéutico en el
tratamiento de infecciones debidas a bacilos aerobios gramnegativos resistentes a
cefalosporinas de tercera generación con lo cual se logra su erradicación y tienen mejor
actividad contra algunos grampositivos(24).
Actualmente se encuentran en estudio un nuevo grupo de cefalosporinas inyectables, las
cuales incluyen el cefozopran, cefpiramide, E 1100, FK 037 y DQ2556. Esta última ha resultado
más activa que el cefepime pero menos activa que el cefpirone contra bacterias grampositivas,
además de ser el compuesto más activo contra los miembros de las Enterobacteriaceae, (Tabla
1).
Tabla 1: Clasificación de las cefalosporinas.
Cefazolina Cefadroxilo
Cefradina Cefradina
Cefapirina
Cefonicid Cefaclor
Cefoxitina Cefuroxime axetil
Cefuroxime Cefprozil
Cefotetan
Cefmetazole
Ceforanide
Ceforinida
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Tercera Ceftazidime Cefixime
Cefotaxime Ceftibuten
Ceftriaxone Cefdinir
Ceftizoxime Cefpodoxima proxetil
Cefoperazone
Moxalactam
Cefmenoxime
Cuarta Cefepime
Cefpirone
Cefpiramide
Cefozopran
E 1100
FK 037
DQ2556
TABLA 2: Cefalosporinas disponibles en Venezuela
Nombres comerciales Presentación
Suspensión de 125 y 250 mg/5ml.
Tabletas LP de 500 mg.
Frasco ampolla de 0.25, 0.5 y 1gr
Tabletas de 500 mg
Comprimidos de 400 mg.
Frasco vial de 0,5 y 1 gr.
Frasco de granulado/susp. 100 ml.
(sabor a banana)
Suspensión de 250 mg/5ml.
Suspensión 125 y 250 mg/5ml.
Tabletas de 1 gr.
Frasco ampolla de 0.25, 0.5 y 1
gr.
Suspensión de 36 mg/5ml. (1)
Suspensión de 125 mg/5ml.
Ampollas de 750 mg.
(1) En U.S.A., hay suspensión de 180 mg/5ml. (sabor a cereza). Es estable 14 días después de
reconstituida almacenada en el refrigerador.
FARMACOCINÉTICA DE LAS CEFALOSPORINAS
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En cuanto a su farmacocinética (Tabla 3), todas las cefalosporinas a excepción de la
cefalexina, cefadroxilo, cefradina, locararbef, cefaclor, cefuroxime axetil, cefprozil, cefixime,
cefpodoxima proxetil, ceftibuten y cefdinir, deben ser administradas parenteralmente porque
tienen una pobre absorción oral y no alcanzan concentraciones sistémicas y urinarias adecuadas
para el tratamiento. Estos antibióticos difunden bien a la mayor parte de los tejidos y líquidos
corporales, incluso líquido pleural, ascítico y tejido prostático; también atraviesan la placenta y
pasan a la leche materna. Ellas alcanzan altas concentraciones en líquido pericárdico y sinovial;
la penetración en humor vítreo es pobre, pero en humor acuoso se obtienen buenas
concentraciones después de una administración sistémica de cefalosporinas de tercera
generación. Cefapirina y cefamandol alcanzan niveles elevados en tejido óseo. Las
concentraciones en bilis son usualmente altas; las máximas son las obtenidas después de la
administración del cefoperazone y el cefpiramide.
La biotransformación de las cefalosporinas por el huésped no es clínicamente importante y
su eliminación ocurre a través de la vía renal por secreción tubular y/o filtración glomerular y
puede alcanzar valores de 200 a 2000 mg/ml, y se recupera entre un 55 – 90% de las dosis
administradas en las primeras horas. En caso de insuficiencia renal debe ajustarse la dosis o
espaciar los intervalos de dosificación. Los agentes bloqueadores de los túbulos (por ejemplo,
probenecid) pueden aumentar sustancialmente los valores séricos, porque retardan la
secreción tubular de la mayoría de las cefalosporinas, pero no del moxalactam. Cefoperazone
y cefpiramide que son las excepciones porque éstas se excretan por la bilis en las heces y es
por eso que son frecuentemente utilizadas en pacientes con insuficiencia renal. La
hiperbilirrubinemia induce un incremento en la excreción urinaria, lo cual conlleva a una
reducción en la excreción biliar. Aquellas cefalosporinas que contienen grupos acetilo en la
posición R (cefalotina, cefapirina y cefotaxime) son desacetiladas en el hígado y sus
metabolitos son biológicamente menos activos que los compuestos madre. Los metabolitos
desacetilados son también excretados por vía renal.
USOS TERAPÉUTICOS DE LAS CEFALOSPORINAS
En cuanto a sus usos terapéuticos estos son muy variados (Tabla 4); son efectivas tanto
para el tratamiento y profilaxis de infecciones producidas por bacterias sensibles a su efecto
antibacteriano. Pueden ser usadas como alternativa para las penicilinas en una variedad de
infecciones en pacientes que no pueden recibir penicilinas. Estas infecciones incluyen aquellas
causadas por Staphylococcus y Streptococcus. Las cefalosporinas han demostrado una mayor
eficacia comparadas con las penicilinas en la erradicación del Streptococcus Betahemolítico del
grupo A y son menos frecuentemente administradas a los pacientes portadores. En infecciones
faríngeas por Streptococcus Betahemolítico del grupo A previas no tratadas, las cefalosporinas
se ha visto que producen una alta tasa de cura bacteriológica, la cual oscila entre el 522%;
después de un tratamiento fallido con penicilina(9,10,11,12).
Las cefalosporinas de primera generación se emplean de forma segura y efectiva en la
profilaxis de intervenciones quirúrgicas, ya sea durante o después de la cirugía. Una dosis única
de cefazolina justo antes de la cirugía es la profilaxis recomendada para procedimientos en los
cuales la flora de la piel son los probables patógenos implicados. Dependiendo de su vida media
y la duración de la operación se empleará uno u otro fármaco. Los que poseen una corta vida
media cefapirina, cefalotina se eliminan de los tejidos en aproximadamente dos horas y
aquellos que tienen una vida media más larga cefazolina se eliminan como en seis horas. Se
recomienda que la primera dosis sea administrada más o menos 30 minutos antes de la incisión
de la piel (excepto en las cesáreas en que la primera dosis se debe administrar inmediatamente
después de ligar el cordón umbilical). Si la intervención dura más de dos horas, se debe
administrar una segunda dosis, si la cefalosporina que se usó es de acción corta se administrará
una tercera dosis 4 a 6 horas después.
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Las cefalosporinas, con o sin la adición de un aminoglicósido, son consideradas como los
agentes terapéuticos en infecciones severas causadas por Klebsiella, Enterobacter, Proteus,
Providencia, Serratia y especies de Haemophilus.
Las de primera generación deben ser empleadas para el tratamiento o la prevención de
infecciones por microorganismos grampositivos y particularmente como profilácticos en
intervenciones quirúrgicas de colocación de prótesis óseas y osteoarticulares. Asimismo, ha
sido reportado que el uso de cefazolina es de gran utilidad en emergencias ginecológicas
(cesárea)(25).
Las cefalosporinas de segunda generación se deben utilizar para el tratamiento o prevención
de infecciones por gérmenes gramnegativos, especialmente las producidas por
Enterobacteriaceae, debido a que son activas en altos porcentajes y a que estos gérmenes
habitualmente son resistentes a las primeras cefalosporinas. Existen diferencias entre
cefalosporinas de esta generación. Cefoxitina es muy activa contra B. fragilis por lo que se usa
en el tratamiento o profilaxis de sepsis intraabdominales. Cefamandol tiene mayor actividad
contra H. influenzae. Cefuroxime al igual que algunas cefalosporinas de tercera generación es
excelente para el tratamiento de neumonías adquiridas en la comunidad, por ejemplo, aquellas
causadas por Streptococcus pneumoniae (incluyendo las cepas resistentes a penicilinas), H.
Influenzae. Cetoxitina y cefotetan tienen buena actividad para las terapias combinadas bajo
ciertas condiciones(13).
Las cefalosporinas de tercera generación cubren enterobacterias poco habituales (Citrobacter,
Providencia) e inhiben a las más comunes a concentraciones mucho más bajas. Son eficaces
sobre un 5075% de especies de Psedomonas aeruginosa pero no deben ser usadas solas en el
tratamiento de infecciones producidas por estos microorganismos, debido a la rápida
presentación de resistencia.
Las infecciones por Pseudomonas aeruginosa pueden ser tratadas eficazmente con una
terapia combinada entre una cefalosporina de tercera generación (ejemplo: ceftazidime) y una
fluoroquinolona o un aminoglicósido, pero se ha visto en estudios realizados que el mejor efecto
sinérgico se obtiene empleando un aminoglicósido y una cefalosporina de tercera
generación(14,15,16).
Se ha observado que los niños hospitalizados tienen una alta frecuencia de colonización fecal
por bacilos gramnegativos resistentes a cefalosporinas de tercera generación, pero no se ha
encontrado hasta ahora una asociación significativa entre el uso de estos antibióticos o la
prolongada hospitalización con las nacientes bacterias resistentes(7), por lo que la principal
utilización de las cefalosporinas de tercera generación debería reservarse para el tratamiento de
infecciones hospitalarias por Enterobacteriaceae poco habituales a infecciones en pacientes con
inmunodeficiencias(17).
Para todas las formas de blenorragia, el Ceftriaxone es actualmente la terapia de elección(18)
salvo en aquellas áreas geográficas donde se conozca que las bacterias son sensibles a
penicilina. El Cefixime a resultado muy útil en el tratamiento de bronquitis y otitis media; está
indicada en exacerbaciones agudas de bronquitis crónica, faringitis, tonsilitis e infecciones del
tracto urinario, debido a que resulta más activo contra infecciones por H. influenzae, M.
catarrhalis y Streptococcus pneumoniae, que otras cefalosporinas. No resulta activo contra
neumococos penicilinoresistentes.
Cefotaxime o Ceftriaxone son drogas corrientemente usadas en el tratamiento de meningitis
en adultos inmunocompetentes, niños mayores de 3 meses (previamente identificado el agente
causal), por su actividad antimicrobiana, buena penetración en Sistema Nervioso Central, y gran
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eficacia de éxito clínico. Ellos son efectivos en el tratamiento de meningitis causada por H.
influenzae, Streptococcus pneumoniae sensible, Neisseria meningitidis y enterobacterias(19).
Ceftazidime más un aminoglicósido es el tratamiento de elección para meningitis por
Pseudomonas. Sin embargo, las cefalosporinas de tercera generación carecen de actividad
contra L. monocytogenes y neumococos resistentes a penicilina, las cuales son también
causantes de meningitis.
Las cefalosporinas de tercera generación son una buena alternativa para infecciones no
comunes y especialmente en salmonelosis del S.N.C., en vista que la resistencia de este género
a las drogas clásicas ha ido en aumento.
Si se requiere la combinación con otro antibiótico, por ejemplo un aminoglicósido, es
preferible sustituir la cefalosporina por una penicilina como Carbenicilina, Ticarcilina, Piperacilina
o Mezlocilina, ya que esta combinación es menos nefrotóxica.
Las infecciones nosocomiales son frecuentemente causadas por microorganismos que son
resistentes a la mayoría de los agentes comunes, tales como: algunas de las cefalosporinas,
ampicilina y algunas de las penicilinas antipseudomonas y aminoglicósidos. Las cefalosporinas
de tercera generación y el imipenen han sido usados en el tratamiento de estas situaciones,
pero la emergencia de Betalactamasas inducidas tanto cromosomalmente como las mediadas
por plásmidos, ha extendido el número de gérmenes nosocomiales resistentes, especialmente
los bacilos gramnegativos, por lo que su uso se ha visto también limitado. Las cefalosporinas de
cuarta generación aquí han jugado un papel muy importante porque han sido utilizadas con
éxito en el tratamiento de las infecciones nosocomiales resistentes a otros antibióticos.
Los pacientes severamente neutropénicos tienen que ser tratados cuidadosamente, ya sea
con una cefalosporina de tercera generación más un aminoglicósido y en pacientes
seleccionados pueden ser tratados con una cefalosporina antipseudomonas sin un
aminoglicósido, pero hay que estar pendiente de la emergencia de cepas resistentes a la
monoterapia.
Tabla 3: FARMACOCINÉTICA DE LAS CEFALOSPORINAS
0.51 gr 80160
Cefalotina c/46 hr. mg/kg/d c/46 3040 621 2030 70
hr.
12 gr TID 20 mg/kg/d
Cefazolina TID 120 64 0 80
84
14 gr QID 2550 mg/kg/d
Cefalexina c/612 hr 50 830 Alta 20
(1)
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24 gr c/4 2550 mg/kg/d
Cefradina (1) hr IMIV QID, IV, IM, 1846 1686 >90 <15
VO
12 gr BID 3050 mg/kg/d
Cefadroxilo BID 6090 15 Elevada 20
(1)
0.51 gr 50100
Cefamandol c/48 hr mg/kg/d c/48 3060 1325 56
hr (En 78
infecciones
severas 150
mg/kg/d)
12 gr c/4 80100
Cefoxitina 6 hr mg/kg/d TID o 40 6080 Buena
QID
12 gr qd 5075 mg/kg/d
Ceftriaxone Gonorrea qd o BID (100 500 4375 0 90
DU 125 mg mg/kg/d para 95
IM meningitis)
400 mg qd 8 mg/kg/d qd
Cefixime ó 200 BID o BID 180 35 4050
240
400 mg qd 9 mg/kg/d qd
Ceftibuten 120 20 7590 <25
(1)
600 mg qd 14 mg/kg/d qd
Cefdinir ó 300 mg ó 7 mg/kg/d 102 2025 >70
BID BID
7501500 250500
Cefuroxime mg IV/CM mg/kg/d BID 80 80100 buena
TID 250 VO 50100
500 mg TID mg/kg/d IV
c/68 hr
250500 2040 mg/kg/d
Cefaclor (1) mg TID BID o TID 3060 713 50 25
200400 1530 mg/kg/d
Locacarbef mg BID BID 60 10 Media
(1)
250500 15 mg/ kg/
Cefprozil mg qd o dosis BID 90 10 90
BID
12 gr qd
Cefonocid 240 200250
12 gr BID
Cefotetan 180 6080
1 gr IV/IM 3050 mg/kg/d
Ceftazidime ó 2 gr IV TID 120 100120 Alta Baja
c/812 hr
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12 gr c/6 3050 mg/kg/d
Cefotaxime 8 hr c/68 hr 75 1321 100 35
200800 10 mg/kg/d
Cefpodoxima mg BID BID 150 2 Alta
axetil (1)
12 gr IV 50 mg/ kg/
Ceftizoxime c/812 hr dosis IV c/68 100 80100 Alta
hr
24 gr BID
Cefoperazone 120 150 Alta
500200
Moxalactam mg/kg/d 120 6100
c/612 hr
0.52 gr
Cefepime BID 120 126193 >80
Después de la administración de 1 gr. IV / IM.
Bd: biodisponibilidad
(1) Basado en 0.5 g dosis oral.
Tabla 4: AGENTES ESPECÍFICOS
Droga Comentarios
Cefalotina Muy dolorosa cuando se usa la vía IM. Por ser la composición
cefalotina sódica, esta trae 2 mEq Na/gr(28).
Cefazolina Se ha ensayado la terapia tópica a través de microesferas que
liberan cefazolina para prevenir infecciones, ya sea por
Staphylococcus sensibles o resistentes a meticilina en piel en
aquellas personas que tengan un alto riesgo de desarrollar
infecciones postoperatorias sistémicas con esta misma
cefalosporina donde se ha asociado bacterias resistentes al
antibiótico(29).
Cefalexina
Cefadroxilo Es el análogo parahidroxi de la cefalexina. Potencia los efectos de
los anticoagulantes orales.
Cefamandol
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H. influenzae que sean productores de betalactamasas
mediadas por plásmidos son resistentes. Puede ser usado como
profilaxis de endocarditis pero una vez instalada la patología si el
germen es productor de penicilinasas se produce hidrólisis de la
droga, lo cual limita mucho su acción antibacteriana.
Cefuroxime Concentración en L.C.R. 10% de la plasmática por lo que sirve
para meningitis por H. influenzae, N. meningitidis y S.
Pneumoniae.
Loracarbef Se usa el doble de la dosis para O.M.A. en niños. Es tan efectivo
como el cefaclor y la amoxicilina/clavulonato en el tratamiento de
infecciones respiratorias(30).
Cefprozil Se usa la mitad de la dosis en faringitis en niños. Excelente
alternativa para sinusitis, tonsilitis, infecciones respiratorias
bajas, infecciones en piel y partes blandas(17).
Cefonicid Tiene actividad in vitro similar al cefamandol.
Cefotetan Buena actividad contra B. fragilis. Un poco más activa que la
cefoxitina contra aerobios gramnegativos.
Ceftazidime Aunque el cefotaxime y el cefuroxime pueden ser usados para el
tratamiento de laberintitis supurativa, el ceftazidime se considera
el agente de 1era línea para la prevención y cura de laberintitis
meningogénica y de la laberintitis como complicación de la
O.M.A. o crónica por ser la que alcanza mayor concentración
perilinfática(31).
Cefotaxime La dosis pediátrica es de 50 mg/kg cada 68 hr y para el adulto
es de 1 gr TID, actualmente se esta tratando de crear un proceso
de estandarización de dosis para que aquellos niños con un peso
mayor de 20 kg reciban la dosis adulta en infecciones leves a
moderadas, ya que se ha visto que es una dosificación que
resulta efectiva como en el adulto en términos de
concentraciones inhibitorias bacterianas(32).
Ceftriaxone Una sola dosis IM tiene la misma eficacia que 10 días de
tratamiento oral con TMP/SMX para la O:M:A:(33)
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Un gramo qid IV es tan efectivo como la terapia estándar IV para
las infecciones respiratorias bajas(34).
En la cirugía de mama el ceftriaxone resulta más efectivo que el
ceftazidime en la prevención de infecciones postoperatorias(36).
Cefdinir Un régimen de tratamiento de 5 días con cefdinir 7mg/kg/d BID
resulta tan efectivo como la penicilina V 10 mg/kg dosis diaria
por 10 días para lograr la cura clínica de faringitis por S.
pyogenes en niños y el porcentaje de erradicación con cefdinir es
de 90% mientras que con la penicilina V es de 72%(41).
Cefpodoxima Igual actividad que el cefexime pero es un poco más activo
contra S. aureus.
Ceftizoxime Espectro de acción in vitro similar al cefotaxime.
Cefoperazone Es más activo que el moxalactam y el cefotaxime contra P.
Aeruginosa.
Moxalactam Interfiere en la hemostasia en un alto porcentaje, por lo que su
uso clínico no se recomienda.
Cefepime Es uno de los primeros agentes usados para el manejo de
infección por P. aeruginosa y se ha visto que resulta más efectivo
cuando se administra en forma de infusión continua, ya que se
optimiza la actividad bactericida por maximizar el tiempo donde
la concentración de antibiótico permanece sobre la concentración
mínima inhibitoria de la síntesis de la pared bacteriana(42).
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EFECTOS ADVERSOS DE LAS CEFALOSPORINAS
Los efectos secundarios que se pueden observar con las cefalosporinas son principalmente las
reacciones de hipersensibilidad, las cuales son muy parecidas a las producidas por las
penicilinas, y esto puede que este relacionado con la estructura Betalactámica que comparten
estos dos grupos de antibióticos. Aproximadamente ocurren en un 2% de los pacientes y entre
las reacciones inmediatas se encuentran la anafilaxis, la urticaria y el broncoespasmo; las
reacciones tardías incluyen dermatitis, lesiones de la mucosa oral, fiebre y erupciones cutáneas.
Lo más común es que se presente una erupción maculopapular, habitualmente durante el
tratamiento, la cual puede en ciertas ocasiones acompañarse de fiebre y eosinofilia.
En vista de la similitud estructural que presentan los antibióticos Betalactámicos, se ha
observado a través de estudios inmunológicos que existe un 10 a 20% de pacientes alérgicos a
penicilinas que pueden presentar reacción cruzada con cefalosporinas(20,6), pero la frecuencia es
mucho menor, de solo un 1%; sin embargo, como no se cuenta con pruebas cutáneas que
permitan predecir la existencia de alergia a las cefalosporinas hay que ser muy cuidadoso con la
administración de éstas a los pacientes que han tenido reacción inmediata grave a la penicilina.
Pueden producir reacciones locales en la zona de la inyección intramuscular, además de flebitis y
tromboflebitis (1%) cuando se utiliza la vía intravenosa.
Puede aparecer náuseas, vómitos, dolor abdominal (3%), diarrea inespecífica o por Cl.
difficile con los preparados orales. Las cefalosporinas parenterales que se excretan con la bilis
causan diarrea en un 2% de los casos; la ceftriaxona puede producir la aparición de barro biliar.
Los pacientes que reciben grandes dosis de estos antibióticos pueden presentar una reacción
de Coombs positiva y aunque la hemólisis no suele asociarse con este fenómeno, ésta se ha
reportado en algunas oportunidades, particularmente con el ceftriaxone(21). Las cefalosporinas
tienden a producir en raras ocasiones depresión de la médula ósea, caracterizada por
granulocitopenia.
Aquellas que poseen un radical metiltiotetrazol en posición 3 (cefamandol, cefmetazole,
cefoperazone, cefotetan y moxolactam) pueden producir intolerancia al alcohol etílico (tipo
disulfiram) incluso 72 horas después de suspender el tratamiento. Cuando el alcohol se ingiere
antes que el fármaco, no se produce este efecto. Se han descrito alteraciones de la coagulación
por bloqueo de la síntesis de protrombina y de otros factores dependientes de la vitamina K,
además de alteraciones de la función plaquetaria (disminuyen el efecto del ADP), tras el empleo
de dosis altas de cefalosporinas, así como leucopenias, trombocitopenias, neutropenias,
disminución de hemoglobina y hematocrito, anemias hemolíticas (con Test de Coombs positivo)
en pacientes con déficit de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, ancianos, desnutridos, pacientes
con insuficiencia renal y pacientes obstétricas, sobre todo con moxalactam y también se ha visto
con cefotetan(17), por lo que es necesario determinar periódicamente el tiempo de protrombina
y/o administrar profilácticamente vitamina K en dichos pacientes.
Durante el tratamiento con estos antibióticos se pueden producir superinfecciones por
gérmenes resistentes a su acción antibacteriana como Pseudomonas, Enterococcus faecalis y
Candida. A altas dosis y en presencia de insuficiencia renal pueden producirse encefalopatía y
convulsiones (excepcional).
Las cefalosporinas son consideradas agentes nefrotóxicos potenciales. Con la cefaloridina se
ha visto que se produce necrosis tubular renal cuando se administra dosis diarias mayores de 4
g. Otras cefalosporinas son mucho menos tóxicas y rara vez ocasionan toxicidad renal
significativa en las dosis recomendadas para cada una de ellas. Se han reportado algunos casos
de necrosis tubular aguda con dosis altas de cefalotina y nefrotoxicidad con dosis usuales (8 a
12 g/día) en pacientes con enfermedad renal preexistente o cuando se asocia a un
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aminoglicósido o en pacientes mayores de 60 años. Pueden además producir aumentos ligeros y
transitorios de transaminasas y fosfatasas alcalinas, sobre todo el moxalactam(6,22).
Hay que tomar precauciones en el uso de la ceftriaxone, principalmente en niños, ya que se
ha asociado una correlación entre ésta, nefrolitiasis y pseudolitiasis biliar(26,27). En estos casos,
pacientes que reciban altas dosis de ceftriaxone y desarrollen dolor abdominal, debe
considerarse un cambio en la terapia antimicrobiana.
PRECAUCIONES EN EL USO DE LAS CEFALOSPORINAS
Alergias
Pueden producirse reacciones alérgicas hacia este medicamento. Hay que tomar en cuenta
que personas alérgicas a la penicilina pueden ser alérgicas a cefalosporinas porque
estructuralmente son semejantes.
Diabetes
Algunas cefalosporinas pueden causar resultados falsos positivos en las pruebas de azúcar en
orina para la diabetes. Estos pacientes deben acudir a su médico para ver si es necesario ajustar
la medicación o la dieta.
Fenilcetonuria
La suspensión oral de cefprozil contiene fenilalanina. Personas con fenilcetonuria deben
consultar al médico antes de tomar su medicina.
Embarazo
Las mujeres embarazadas o que presumen estarlo deben referírselo al médico antes de
comenzar a tomar cefalosporinas porque sus efectos sobre el feto no han sido comprobados,
aunque no se han descrito que tengan efectos teratogénicos.
Lactancia materna
Las cefalosporinas pueden pasar a la leche materna y pueden verse afectados los niños que
se encuentran lactando. Por tal motivo, si la madre debe tomar el antibiótico debe parar la
lactancia hasta que el tratamiento termine.
Otras condiciones médicas
Antes de usar cefalosporinas, las personas que presenten alguno de estos problemas médicos
deben indicárselo al médico para tomar las precauciones que sean necesarias.
• Problemas renales, la dosis de cefalosporinas probablemente necesiten ser disminuidas.
• Enfermedades del hígado, la dosis de cefalosporinas que se excretan por la bilis
probablemente deban ser disminuidas(23).
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS
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Las cefalosporinas pueden interactuar con diferentes fármacos, por ejemplo, si se administran
conjuntamente con otros Betalactámicos pueden resultar antagónicos mientras que si se
asocian con aminoglicósidos tienen una acción sinérgica, pero son incompatibles en la misma
solución.
Los anticonceptivos orales disminuyen su efecto cuando son tomados administrados con
cefalosporinas por lo que debe adicionarse otro método anticonceptivo mientras dure el
tratamiento con el antimicrobiano. Como algunas cefalosporinas pueden causar diarrea y hay
que tener en cuenta la diarrea medicamentosa, se puede estar en presencia de una colitis
pseudomembranosa y está contraindicado el uso de difenoxilatoatropina (Lomotil®).
Su efecto nefrotóxico se potencia al ser asociadas con diuréticos potentes, como furosemida o
ácido etacrínico y también si se están administrando junto con Probenecid o Fenilbutazona, ya
que tienen que competir con éstos por la secreción a nivel de los túbulos renales. El Probenecid
también puede prolongar la vida media biológica del medicamento al interferir con su
eliminación renal. Las que se unen a proteínas plasmáticas pueden desplazar o ser desplazadas
por otros fármacos como sulfamidas, oxifenbutazona, fenilbutazona, sulfonilureas, dicumarínicos
y pentotal sódico, por lo que estos casos se deben ajustar la dosis para evitar que se produzcan
efectos tóxicos.
La neurotoxicidad se presenta con el uso de cefalosporinas en pacientes con insuficiencia
renal. Presentan sinergismo con la fosfomicina y son antagónicos con Rifampicina, Cloranfenicol
y Tetraciclinas. Combinar cefalosporinas con cierto tipo de medicamentos puede aumentar el
riesgo de sangrado, ya que producen alteraciones de la coagulación sanguínea o de la
agregación plaquetaria. Entre las drogas que tienen este efecto cuando se toman con
cefalosporinas se encuentran; los anticoagulantes orales como la warfarina porque aumentan su
efecto farmacológico y esto se refleja en un aumento del tiempo de protrombina, los
medicamentos que reducen la viscosidad sanguínea, como la pentoxifilina y los
anticonvulsionantes como el ácido valproico(23).
La determinación de creatinina por el método de Jaffe es interferida por el uso de Cefoxitina,
Cefalotina y Ceforanida, dando falsos positivos en un alto porcentaje. Las cefalosporinas pueden
modificar las pruebas de laboratorio causando falsos positivos en la determinación de glucosuria
mediante pruebas de reducción de sulfato de cobre. La interferencia sólo se produce cuando la
concentración urinaria de la cefalosporina es superior a 600 mg/l. En general, estos valores sólo
se alcanzan durante las primeras 4 horas después de la administración.
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