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CONSTRUYENDO MI PROYECTO DE VIDA

Por: Ayala, S & Vargas, L

El proyecto de vida es la estrategia que más se utiliza a lo largo


de la existencia del ser humano, para el reconocimiento de las etapas
de desarrollo personal. Si se hace una observación detallada, desde el
momento en que se nace, hasta la edad actual, se han vivido y
practicado, una serie de actividades que otorgan diversas experiencias,
que a su vez definen actos, actitudes, formas de pensar y hasta ayudan
en el desarrollo de la personalidad. Dada la naturaleza del aprendizaje
humano, se hace importante, mantener un trabajo activo sobre la
forma en la que se direcciona la vida para encontrarse a sí mismo.

Es a partir de los conocimientos adquiridos, de la puesta en


práctica de los mismos, de los ensayos y los errores cometidos, que se
puede verificar si el proyecto establecido, permite realizar los cambios
importantes planteados en un principio. ¿pero cómo plantear el
principio? Si nos detenemos a pensar por dónde iniciar, citamos a Elie
Wiesel, premio nobel de la paz (1986), quien escribió: “...Pero ¿dónde
iba yo a comenzar? ¡El mundo es tan vasto! puedo empezar en el país
que mejor conozco, el mío. ¡Pero mi país es tan grande! Mejor empiezo
con mi pueblo, también, es muy grande. Mejor empiezo con mi calle.
No, con mi hogar. No, con mi familia. No, creo que mejor empezaré
conmigo mismo”.

¡E ahí la clave!, es indispensable, iniciar examinando los


autoesquemas: autorreconocimiento, autoconcepto, autoimagen,
autoestima y autoeficacia.
El autorreconocimiento es, según Paba, Cerchiaro, Mieles y
Pacheco (2004), “Filósofos y psicólogos han repetido muchas veces
“Todo lo que tienes es tu propia persona”. Por lo tanto, conócete y haz
de ti mismo(a) el ser más maravilloso y admirable que puedas. Cuando
reconocemos la importancia de recuperar el propio respeto, el amor a
uno mismo(a) y que todo procede de uno mismo(a), es entonces
cuando podemos darnos a los demás, puesto que solo se puede dar a
los otros lo que uno tiene”.

Iniciar con la pregunta ¿quién soy?, es el trampolín al encuentro


con la sorpresa de visualizar lo que hay en mí, es la inquietud que
permite hacerse consciente de los factores internos y externos que
componen la existencia individual, es allí, donde el análisis personal da
inicio desde la indagación, la afirmación y la verificación: soy un ser
biológico, un ser con un cuerpo, único e irrepetible, consciente de la
vida que lleva a cabo, de la responsabilidad que alberga en sí mismo
para experimentar en el mundo, un ser con emociones, capaz de darle
sentido a su vida, expresando libremente y comunicando, un ser
mental, lleno de capacidades para aprender, razonar, pensar, y tomar
decisiones, un ser social, estético y transformador del mundo, con
valores, principios, ética y moral, un ser que está ubicado en un tiempo
y un espacio determinado en la historia de la humanidad, desde su
cultura y sociedad.

Por otro lado, se hace imprescindible comenzar a ser consciente


del lenguaje utilizado internamente, es decir, ser capaz de ver, cuando
se habla de manera negativa. La mayoría del día, el pensamiento
negativo se hace presente en: lo que hago, lo que digo, lo que pienso,
lo que siento, etc., esto influye directamente sobre el comportamiento,
invalidando el quehacer diario; ante este aspecto hay que añadir, que
la sociedad y la cultura, también se encarga de reforzar
permanentemente este tipo de lenguaje, una vez instituido, el cerebro
almacena esta información negativa en la memoria a largo plazo, y se
visualiza con premisas, de la siguiente manera: ¡Tan bobo(a)!,
¡Bruto(a)!, ¡No lo va lograr!, ¡No puede!, ¡No está bien!, ¡Que mal! etc.
Al tener un aprendizaje sociocultural que invalida sobre lo que hago y
que se repite inconscientemente durante años, inicia la creación de un
mal hábito frente a la autovalidación y aparece un patrón o varios, de
manera silente que tal vez, se repita en comportamientos indeseables,
sin reconocer de dónde surgen.

Al desarrollar el proyecto de vida, hay que realizar cambios


extremos en las formas de pensamiento creadas y que son
identificadas como creencias limitantes o teorías sobre los
autoesquemas, para convertirlas en creencias de avance. De manera
que, retomando lo expuesto por Paba, Cerchiaro, Mieles y Pacheco
(2004), “...Tienes el derecho a quererte y a no sentirte culpable
por ello, a disponer de tu tiempo, a descubrir tus gustos, a
mimarte, a cuidarte, a elegir”.

Factores que se requieren para desarrollar los autoesquemas:


1. Autoconcepto: Al recibir o dar opiniones es importante ser
flexible consigo mismo y con otros. Verificar la realidad de la
consecución de las metas propuestas, es decir, saber que se
pueden cumplir. Ver lo bueno, no únicamente lo malo. Evitar
pensar mal de sí mismo.
2. Autoimagen: Definir criterios propios sobre lo que se relaciona
con la belleza y lo estético. Descartar la perfección en áreas
física, mental y emocional bajo criterios de pensamiento estricto
o limitante. Comenzar a descubrir los gustos y talentos. Crear
una concepción de interés y de amor propio que se pueda
transmitir sobre otros.
3. Autoestima: Siempre tener tiempo para mí mismo(a) y
disfrutarlo. Vivir buscando eventos placenteros y agradables
(hedonismo). Indaga, explorar y buscar novedad en la vida.
Aprender a dejar la mente de lado y sentir con agrado los
momentos. Autovalidarse, autoelogiarse de manera positiva
incrementando el amor propio. Evitar comportamientos o
sentimientos extremos que pueden ser propagados desde grupos
sociales, concepciones y hasta religiones.
4. Autoeficacia: Eliminar el “no puedo o no soy capaz”. Evitar el
pensamiento negativo fatalista y pesimista. Buscar la realidad de
las situaciones y las experiencias. Observar las capacidades y
validarlas. Asumir retos y arriesgarse, salir de la zona de confort.
Reconocer los gustos propios sobre el desarrollo de las metas
propuestas. Mantener focalizado el sentido que se le da a la vida.
Referencias
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Aires: Editorial Brujas.
http://site.ebrary.com/lib/biblioiberoamericanasp/reader.action
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http://www.biblionline.pearson.com/Pages/BookDetail.aspx?b=598
ISBN físico: 9788420543321 - ISBN eBook: 9788483226957
Frankl, V. (1991) El Hombre en busca de sentido Ed. Heber;
Barcelona.
https://markeythink.files.wordpress.com/2011/04/el_hombre_e
n_busca_de_sentido_viktor_frankl.pdf
Morales, F. (2007). Psicología social.España: McGraw Hill.
http://site.ebrary.com/lib/biblioiberoamericanasp/reader.action
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Magdalena. Facultad de Estudios Superiores (Cuestionario Habilidades
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Orozco, L. (1999). La formación integral. Mito y realidad. Bogotá:
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