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¿Por qué son importantes los manuscritos del mar Muerto?

Desde su hallazgo a finales de la década de los cuarenta, las referencias a los manuscritos del
mar Muerto constituyen una especie de ir y venir constante en los medios de comunicación.
Durante este tiempo casi no ha pasado un año sin que se anunciaran sensacionales revelaciones
conectadas con su presunto contenido o sin que se editaran magníficos ejemplos de literatura
amarilla en los que se manifestaba la pretensión de contar toda la verdad que se nos está,
supuestamente, ocultando.

Ante conductas así es lógico que el hombre de la calle se pregunte si los mencionados
manuscritos son realmente importantes o si, por el contrario, está siendo objeto de una sucesión
de operaciones comerciales de las que es involuntario copartícipe y, finalmente, víctima. Con los
pies en el suelo y los datos en la mano, ¿son tan relevantes los manuscritos del mar Muerto?

La respuesta resulta afirmativa y además es así por una serie de razones muy específicas. En
primer lugar, habría que señalar que la importancia de los manuscritos va más allá de la
trascendencia que, ya de por sí, se supone a otros restos arqueológicos como pueden ser los
relacionados con el hallazgo de la tumba de Tut-Anj-Amón realizado por Howard Cárter y Lord
Carnavon o con los descubrimientos relativos a los mayas de Copan.

Lejos de quedar circunscrito su interés a los especialistas de ciertas disciplinas o a los aficionados
a las mismas, los rollos del mar Muerto trascienden ese radio de acción y, en buena medida,
alcanzan al ser humano de a pie. Esto es así porque los citados documentos llevan insertos en si
mismos otros aportes de importancia especial y pocas veces comparable. Acotando al máximo el
alcance de esta afirmación, podría decirse que Qumrán reviste un interés especial por tres
aspectos muy concretos.

En primer lugar, el estudio de los manuscritos del mar Muerto nos proporciona la posibilidad de
analizar la transmisión del texto bíblico. No es extraño que personas interesadas por el mundo de
la Biblia se pregunten por la fiabilidad del texto que sostienen en las manos ni tampoco es
inhabitual que polemistas antisemitas o anticristianos insistan en el carácter alterado de los
documentos que componen las Escrituras de ambas fes.

Puede decirse sin temor a exagerar que los hallazgos de Qumrán han significado un golpe mortal
para este tipo de especulaciones. Pese a que los documentos encontrados anteceden en multitud
de siglos al Antiguo Testamento hebreo-arameo del que disponíamos, lo cierto, sin embargo, es
que el contenido es semejante.

Lejos, pues, de ser un semillero de revelaciones que llevarían a tambalearse a las grandes
religiones universales de corte monoteísta, en realidad la biblioteca de Qumrán es un palpable
testimonio de que las Escrituras del Antiguo Testamento se han transmitido con una fidelidad
extraordinaria a lo largo de los siglos.

No cabe duda de que ya por semejante circunstancia los restos de Qumrán tienen una
importancia trascendental, pero su relevancia va mucho más allá. En segundo lugar, la literatura
de Qumrán tiene una repercusión evidente en la imagen que ha existido hasta hace relativamente
poco tiempo en relación con el judaísmo del Segundo Templo y el cristianismo primitivo.

Para muchas personas, quizá ambos temas carezcan de interés, pero lo cierto es que,
prescindiendo de la postura que se tenga al respecto, los dos siguen teniendo una importancia
considerable para decenas de millones de personas y precisamente esa circunstancia,
proporciona un interés muy específico a los rollos del mar Muerto.

Para empezar, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el judaísmo del periodo conocido
como del Segundo Templo distó mucho de ser un bloque monolítico. Ciertamente contaba con
bases comunes —especialmente las referidas al monoteísmo y a la Torah o Ley de Moisés —
pero, a la vez, registraba una fecunda riqueza de interpretaciones de la Biblia.

Según se desprende de los documentos del mar Muerto, ya eran muy comunes las referencias a
cuestiones que a muchos les parecerán (erróneamente) cristianas. Me refiero a la visión de un
mesías que había de morir o que con su muerte expiaría los pecados; me refiero a la noción de
un Nuevo Pacto entre Dios e Israel; me refiero a la mención ferviente del Espíritu Santo.

Arrancando de la lectura directa del Antiguo Testamento, los sectarios de Qumrán habían
comenzado una fecunda tarea de reflexión ideológica sobre estos aspectos anterior en cerca de
dos siglos al nacimiento de Jesús. Conocer ese caldo de cultivo merece —poca discusión puede
haber al respecto— realmente la pena.

Finalmente, y en tercer lugar, Qumrán reviste una especial importancia porque resitua al
cristianismo original en su justo contexto. Por razones históricas, ha existido un cierto interés en
afirmar la absoluta originalidad del cristianismo como si hubiera, prácticamente, surgido de cero.
Las causas de tan equivocada pretensión han sido históricamente varias. Para algunos integristas
cristianos se trataba de «limpiarlo» de cualquier conexión con la fe judía.

Para los polemistas judíos significaba un intento de privar a la predicación de Jesús de legitimidad
histórica y teológica de cara a la nación de Israel. Para los enamorados del mundo clásico era
una oportunidad de deslindar el supuestamente zafio judaísmo del presuntamente superior
helenismo, helenismo en el que se insertaría la predicación de Jesús y sus primeros discípulos.
Para antisemitas y ocultistas (no pocas veces ambas categorías se superponen) de todos los
tiempos era la vía para seccionar al cristianismo de sus raíces y para imponer interpretaciones del
mismo propias y, sin lugar a dudas, disparatadas.

Todas esas visiones interesadas han carecido siempre de base pero quiebran de una manera
definitiva con los hallazgos de Qumrán. Ahora podemos afirmar más que nunca que Jesús fue un
judío que vivió, actuó y enseñó como tal y que lo mismo puede decirse de sus primeros
discípulos, incluido Pablo. La diferencia fundamental entre su enseñanza y el judaísmo de su
época no fue fundamentalmente ideológica —amplios sectores del judaísmo, por ejemplo, creían
entonces en un mesías que moriría de manera expiatoria por los pecados del pueblo — sino
personal. Donde el resto de los judíos esperaba, Jesús el judío y sus seguidores judíos
afirmaban: «ya ha llegado».

Poca duda puede haber de que estos tres aspectos mencionados van más allá de lo que,
comúnmente, se deriva de ningún hallazgo arqueológico. Precisamente por ello, constituyen un
eje de interés específico que se extiende más allá de las diversas disciplinas científicas y poseen
una relevancia que trasciende de lo meramente histórico para adentrarse en algunos de los
terrenos más íntimos y esenciales de la vivencia humana.

Así pues, los manuscritos del mar Muerto son importantes, aunque no porque en ellos se
escondan revelaciones de supuestos extraterrestres, antepasados de los Templarios o
rosacruces, o enseñanzas ocultistas al estilo de la Teosofía (esas y otras afirmaciones no pasan
de ser burdos disparates) sino, entre otras cosas, porque nos muestran la fidelidad de la
transmisión del texto bíblico y también porque nos permiten conocer mejor el judaísmo del
Segundo Templo y a través de esa luz podemos captar más cabalmente las raíces del judaísmo
posterior y del cristianismo primitivo.

Nunca se insistirá bastante en ello: sin conocer el judaísmo del Segundo Templo es imposible
captar lo que fue el cristianismo primitivo, pero para comprender aquel judaísmo es imprescindible
entender Qumrán. Eso es lo que vamos a intentar, siquiera a breve vuelo de pájaro, en las
páginas siguientes.

Antes, sin embargo, de adentrarnos en la identificación de la secta de Qumrán, en la trayectoria


del fundador de la secta y en la lectura de algunos pasajes de los manuscritos, debemos recalar a
una distancia menor del momento actual. Detengámonos siquiera por unos instantes, en las
circunstancias que rodearon el hallazgo de tan grandiosa biblioteca y en la aventura de su
publicación.

El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto representó un capítulo sorprendente,


sin paralelo en la historia de la arqueología. Los manuscritos son relevantes tanto para
los especialistas como para los legos en la materia. Sin embargo, para comprender su
importancia es necesario traer a colación sus contribuciones en los campos de la
ciencia y la religión:

1.- Comprobación del texto bíblico.

Durante siglos, la práctica común de los judíos era la de copiar el texto bíblico con
meticulosa exactitud y corregirlo cuidadosamente de acuerdo al texto original del siglo
IX a.e.c. El descubrimiento de los Rollos, mismos que contienen porciones de la Torá
anteriores a cualquier otro manuscrito hebreo existente, sirven al exégeta para
comparar y criticar textos, para apreciar la Biblia y confirmar la exactitud del texto
bíblico.

A través del estudio de los Rollos se han aclarado anormalidades en diversos versículos
y se ha demostrado a precisión con la que los escribas judíos preservaron el texto
bíblico a lo largo de los siglos.

2.- Material para el estudio del idioma hebreo.

Los Rollos del Mar Muerto muestran diversas etapas de transición en el desarrollo de la
ortografía hebrea, lo que permite comprender la formación de las palabras y la
pronunciación del hebreo de la época antigua.

3.- Contribución al judaísmo.

En los siglos que siguieron al periodo de la destrucción del primer Templo de


Jerusalem (586 a e.c.) se codificaron las normas autorizadas para la vida judía. Todos
los escritos anteriores que no estaban de acuerdo con ese judaísmo “normativo”
sufrieron del olvido o de la destrucción.

El judaísmo de esa época se encontraba más diversificado que en el período talmúdico.


En los Rollos del Mar Muerto encontramos una considerable cantidad de literatura
fomentada y producida por un grupo disidente de judíos, que expresa las diversas
concepciones del judaísmo, así como las variantes dentro del existente vocabulario
religioso.

“El Manual de la Disciplina”, por ejemplo, cita las reglas comunales de los eseneos y el
Salmo de Gracias ha proporcionado a los historiadores una nueva visión sobre la vida
judía antigua.

4.-Contribución al cristianismo.

Elementos esclarecedores del judaísmo de la época contemporánea a Jesús nos


permiten adentrarnos con mayor profundidad en las fuentes del cristianismo primitivo.

Aún queda mucho por investigar en relación a los Rollos del Mar Muerto. A pesar del
estudio exhaustivo realizado durante cuatro décadas, una cuarta parte de los hallazgos
no han sido publicados.
PREGUNTA 4 ¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN LOS ESCRITOS PARA LA VERACIDAD Y LA COMPRENSIÓN
DE LA BIBLIA?

GIORDANA: Creo…que lo que más aportaron estos rollos fue que justamente a través de los años,
los científicos siempre pusieron en duda en cuanto a ciudades, en cuanto a costumbres, en cuanto
a algunos acontecimientos. Hasta hoy en día se sigue pensando, y hay críticos que ponen en
tremendas dudas en cuanto a ciertas situaciones que presenta la palabra de Dios. Estos rollos
afirman que esto es veraz y afirman algo que quizás es lo más importante para mí, en el sentido de
qué concepto había en la época de Cristo en cuanto al Antiguo Testamento, qué se creía, cuál era
la cultura en cuanto a la verdad que supone que ellos tenían.

Q: En realidad, hacia atrás se tenía muy pocos manuscritos para saber como era la Biblia antes de
ese tiempo. Y la pregunta que siempre existía era, ¿cómo era la Biblia en los tiempos de
Cristo?…Había como una inquietud para saber si la Biblia hebrea de los tiempos de Cristo era la
misma que la Biblia hebrea que se tendría hoy.

Bueno, para el cristianismo digamos que su base está puesta en el Antiguo Testamento, aunque
tengamos el Nuevo Testamento. Pero fue muy bueno el descubrimiento de los Rollos del Mar
Muerto, porque se logra comparar toda la escritura que tenía hasta el año mil. Los rollos más
antiguos que teníamos, con aquellos Rollos del Mar Muerto que databan…cien años después de
Cristo. Entonces se logra ver que la Biblia que se tenía en los tiempos de Cristo era, por así decir,
comparable a la Biblia que teníamos desde el año mil por lo menos hasta ahora, lo que testifica el
manuscrito, o el códice de Leningrado.

G: Así que por eso, uno puede decir, estos rollos fueron parte de los escritos que el mismo
maestro leyó. Y eso es la importancia que tienen estos rollos, es decir, son parte de la cultura o de
la teología, o del ambiente cristiano de la época de Cristo. Eso era lo que se sostenía, eso era lo
que se hablaba, y esa es la mayor importancia que guarda, en saber que cuando el maestro habla
el “escrito está”, estaba hablando del contenido de rollos similares, o idénticos a estos rollos que
fueron descubiertos.

V: Yo tuve el privilegio de estar detrás de las murallas de algunos de estos lugares donde se
encontraban estos rollos, tanto en Princetown, New Jersey, como en Jerusalén, en el área donde
se encuentran los franciscanos. Y he tenido el privilegio de compartir en algunas ocasiones, con
uno de los últimos hombres que estuvo desde el proyecto inicial hasta nuestros días, (que) le ha
dedicado toda su vida a estos rollos. …Él publicó el último volumen, el último volumen en el año
2007 de los Rollos del Mar Muerto.

Así que nosotros sí podemos tener el cuerpo completo de esos escritos que han sido inalterados a
través de los siglos. Aquello que escribió Moisés, aquello que escribió Samuel, aquello que escribió
Isaías lo tenemos hasta nuestros días. Y tenemos evidencia de que ha sido consistente el uno con
el otro.
Q: Es decir, podemos comprobar que los manuscritos que existían doscientos años antes de Cristo
y cien años después de Cristo de la Biblia hebrea, del Antiguo Testamento, coinciden con los
manuscritos que teníamos en la actualidad, que no eran tan nuevos y que databan del año mil, del
año novecientos. Es decir, retrotraer, o llevar la antigüedad de la Biblia mil años hacia atrás, y
conseguir testigos mil, doscientos años más antiguos de los que uno tiene para determinar la
veracidad de un documento. Creo que los Rollos del Mar Muerto hicieron una contribución
maravillosa en beneficio de la confiabilidad y veracidad de la Biblia.

Tan pronto se dió el anuncio del descubrimiento de los pergaminos, los


debates de su significado y origen comenzaron. Los debates aumentaron
cuando el maravilloso contenido de los manuscritos fué exitosamente
revelado.

Los siete manuscritos originales, de la que se ha llamado "cueva 1"


comprenden lo siguiente: 1) Una copia bien conservada de la profecía de
Isaias completa --la copia más vieja de un libro del Antiguo Testamento
jamás descubierta; 2) otro fragmento de Isaias; 3) Un comentario de los
dos primeros capítulos de Habacuc --el comentarista explica el libro
alegóricamente em terminos de la hermandad Qumran; 4) El "Manual de
la Disciplina" o "Norma de la Comunidad" --la más importante fuente de
información acerca de la secta religiosa en Qumran --describe los
requisitos para aquellos que deseen ingresar a la hermandad; 5) los
"Himnos de Acción de Gracias" una colección de “salmos” devocionales de
acción de gracias y alabanza a Dios; 6) el libro de Génesis parafraseado en
arameo; y 7) la "Norma de Guerra" que trata de la lucha de los "hijos de la
luz" (los hombres de Qumran) y "los hijos de las tinieblas" (los romanos?)
a ocurrir en los "últimos días", los cuales los hombres de Qumran creían
que estaban por llegar.

Esos siete pergaminos originales eran sólo el principio. Más de 600


pergaminos y miles de fragmentos han sido encontrados en las 11 cuevas
del area de Qumran. Fragmentos de todos los libros Biblicos han sido
encontrados excepto Esther, así como muchos otros textos no biblicos.
Uno de los hallazgos más fascinantes fue un pergamino de cobre el cual
tuvo que se cortado en tiras para poder ser abierto, el cual contenía una
lista de 60 tesoros localizados en varias partes de Judea (ninguno de los
cuales ha sido encontrado). Otro pergamino, el cual fué recuperado por
arqueólogos israelies en 1967 de un vendedor de antigüedades en Belén,
describe con lujo de detalles como es que la comunidad veía un elaborado
templo para rituales. Esta ha sido llamado apropiadamente "El Pergamino
del Templo".

El contenido de los Pergaminos del Mar Muerto indica que los autores
eran un grupo de sacerdotes que mantenian una vida comunal
estrictamente dedicada a Dios. Su lider era llamado el "Maestro Justo". Se
veían a sí mismos como los únicos realmente elegidos de Israel --sólo ellos
eran fieles a la ley.

Se opusieron al "Sacerdote Cruel" --alto sacerdote judío en Jerusalén


quien representaba el establecimiento y quien los habia perseguido de
alguna manera. Este sacerdote cruel fué probablemente uno de los
legisladores macabeos quien ilegítimamente asumió la posición de alto
sacerdote entre los años 150 y 140 a.C. La mayoría de los estudiosos han
identificado a la hermandad Qumran como los Esenes, una secta judía
descrita en los dias de Jesús por Josefo y Filo.

Quienes quieran que hayan sido los hombres de Qumran, sus escritos nos
proveen de un cuadro histórico maravilloso del mundo religioso al cual
Jesús vino. Algunos han tratado de encontrar paralelismos entre las
figuras de los pergaminos y Juan el Bautista o Jesús, pero un análisis
objetivo de dichos paralelismos revelan que las diferencias son mayores
que las similitudes. Cualquier contacto de Jesús con Qumran es
completamente espectulativo y casi improbable. La sugerencia de que
Juan el Bautista haya pasado algún tiempo con la comunidad Qumran es
posible ya que los Evangelios nos dicen que él pasó un tiempo
considerable en el desierto cerca del área donde la comunidad Qumran se
localizaba. (Mateo 3:1-3, Marcos 1:4, Lucas 1:80; 3:2-3). El mensaje de
Juan, de cualquier forma, difiera marcadamente del de la hermandad
Qumran. El único punto común fué que ambos enseñaron que el "Reino
de Dios" estaba por venir.

Una de las contribuciones más importantes de los Pergaminos del Mar


Muerto son los numerosos manuscritos Bíblicos que han sido
descubiertos. Hasta los descubrimientos de Qumran, los manuscritos de
Escrituras Hebreas más antiguos eran copias de los siglos 9 y 10 d.C., de
un grupo de escribas judío llamado los Masoretes. Ahora tenemos
manuscritos 1,000 años más viejos aproximádamente. La asombrosa
verdad es que estos manuscritos son casi idénticos! Esto es un firme
ejemplo del cuidado que los escribas judíos ponian a través de los siglos
en un esfuerzo por copiar las Santas Escrituras. Podemos tener confianza
de que nuestras Escrituras del Viejo Testamento representan fielmente las
palabras dadas a Moisés, David y los profetas.

La Doctrina de los Pergaminos

Los hombres de Qumran creían fervientemente en la doctrina de "Las


últimas cosas". Habian huido al desierto y se preparaban para el juicio
inminente cuando sus enemigos fueran derrotados y ellos, escogidos de
Dios, fueran finalmente victoriosos de acuerdo con las predicciones de los
profetas. Fué en conexión con estos eventos del último tiempo que surge
una de las enseñanzas más fascinantes de esta secta. La esperanza
mesianica se encontraba profundamente arraigada en el pensamiento de
la hermandad. De hecho, las evidencias muestran que creían en tres
mesias -uno profeta, otro sacerdote y un tercero rey o príncipe.
En el documento mencionado anteriormente llamado el "Manual de la
Disciplina" o "Ley de la Comunidad", se establece que el creyente debe
continuar viviendo bajo la ley "hasta la llegada del profeta y los ungidos
(mesías) de Aaron e Israel"(columna 9, línea 11). Estas tres figuras
aparecerían con anticipación a la era para la cual la comunidad se estaba
preparando.

En otro documento encontrado en la cueva cuatro y conocido como el


“Testimonio”, se mencionan un número de pasajes del Viejo Testamento
que forman las bases de las expectaciones mesiánicas. La primera es una
cita de Deuteronomio 18:18-19 donde Dios le dice a Moisés: "profeta
levantaré de en medio de sus hermanos, como tú". Después viene una cita
de Números 24:15-17, donde Balaam prevee el levantamiento de un
príncipe conquistador. "Y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes
de Moab". El tercer pasaje es la bendición pronunciada por Moisés sobre
la tribu de Leví (la tribu sacerdotal) en Deuteronomio 33:8-11. Por la
forma como estos pasajes estan agrupados nos dice que el escritor
esperaba el advenimiento de un gran profeta, un gran príncipe o un gran
sacerdote.

Hubo tres individuos en el Viejo Testamento a los que se refería como


"mis ungidos" --el profeta, el sacerdote y el rey (refiérase a Exodo 29:29; 1
Samuel 16:13, 24:6; 1 Reyes 19:16; Salmos 105:15). Cada uno de ellos fué
consagrado a su trabajo a través de una unción de aceite. La palabra
hebrea para “ungido” es “meshiach”, de donde tomamos la palabra
mesías.

La maravillosa verdad de la doctrina del Mesías del Nuevo Testamento es


que cada uno de estos tres oficios encuentran su realización en la persona
y trabajo de Jesús de Nazareth! La gente se maravillaba cuando
alimentaba a las multitudes y decian "esto es verdad sobre ese profeta que
ha de venir a este mundo" (Juan 6:14; Juan 7:40; Hechos 3:22, 7:37).
Jesús también fué un sacerdote, no de la orden de Leví, pero de la orden
de Melquisedec (Salmos 110:4; Hebreos 7), quien se ofreció así mismo
como sacrificio e intercede por nosotros en la presencia de Su Padre
(Hebreos 9:24-26, 10:11-12). Jesús fué también anunciado como el que
recibiría "el trono de Su Padre David. Y el reinará sobre la casa de Jacob
por siempre, y su reino no tendrá final". (Lucas 1:32-33). El será aclamado
"REY DE REYES, SEÑOR DE SEÑORES" (Apocalipsis 19:16).

Thus, we have found an interesting point of contact between Qumran and


Christianity—a point of contact which is also a point of cleavage. The
Qumran community and the early Christians agreed that in the days of
the fulfillment of Old Testament prophecies there would arise a great
prophet, a great priest and a great king. But these three figures remained
distinct in Qumran expectation whereas the New Testament saw them
unified in the person of Jesus of Nazareth.

Un manuscrito más que ha salido a la luz en los años recientes provee de


un fascinante antecedente a la esperanza mesiánica del Nuevo
Testamento. Ha sido reconstruido a partir de doce pequeños fragmentos,
formando menos de dos columnas de escritos; pero es suficiente para
comprender su breve contenido. Es sobre la predicción del nacimiento de
un Admirable Niño, posiblemente descrito en Isaias 9:6-7 "Porque un
niño nos es hacido, hijo nos es dado… y se llamará su nombre Admirable".
Este niño tendrá marcas especiales en su cuerpo y se distinguirá por su
sabiduría e inteligencia. Será capaz de probar los secretos de todas las
criaturas vivientes e inaugurará la nueva era que el ferviente creyente ha
estado esperando.

No es notorio que poco después de que este manuscrito fué compuesto,


nació un niño que cumplía con las esperanzas de Israel e inauguraba una
nueva era? Aunque los hombres de Qumran estaban equivocados en los
detalles del mesías, ellos esperaban a alguien cuyas características
generales eran notoriamente ilustradas por Jesús de Nazareth, el Hijo de
Dios y Mesías. No se conoce si algún cristiano trajo el mensaje de Jesús a
esta comunidad en el desierto. Unicamente podemos especular sobre cual
hubiera sido su reacción al nacimiento del Admirable Niño en Belén quien
fue el Profeta, Sacerdote y Rey de Israel.

Acerca del autor: Dr. Will Varner es profesor del Viejo Testamento en The Master's College y
director de IBEX, campus Israel. Anteriormente sirvió con el Ministerio Evangélico de los Amigos
de Israel, y continua contribuyendo con artículos para su publicación, Mi Gloria Israel. © The
Friends of Israel Gospel Ministry Inc. utilizado con autorización.

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