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lN l 'l i ( ) l ) l l ( '( 'l ( ) N l ) l '.1 ¡ \l l '11) l <

N( )'l'A l)tr LOS EDITORES

Parano alterarIa terminologíadel autory de los pro- l'ste libro nacióentreabril y junio de 1982,cuandoyo y otros
tagonistasde nacionalidadbritánica.sehan respetado rrrl,': tlt' solclatkrs rasos,británicosy argentinos,nos encontramosen
l,', , ',,rr",rr de batallade las IslasFalkland.Los británicosestamos
algunasdenominaciones de sitiosgeográficosque se
utilizanen el ReinoUnido, comoFalklctndspor Islas lr,rl)rlrtit(l()\
u la guerradesdehacesiglos.La Argentina,porel contra-
Malvinasy PuerfoStanle¡-por PuertoArgentino. ilr, ('\ rrrrunuciónrelativamente joven y tiene una historiamás breve
, il l,r(|lrr'\ccuentanpocasgueras,ya que es un paísque ha padecido
rr.r,,r ('iurslr clcconflictosinternosque externos.
| .rrgLrcrrade las Falklands,comparadacon las dos guerras
rrrrrrrtlillcs v ()trosconflictosmuchomenores, fue algo en pequeña es-
,,rl,r.lx'r1)sin cludafue una guerra.Tal vez lo importantees que fue
un:r,r,uür'r¿r no declarada,a la que los políticosprefierenllamar "cam-
l,,urr''. lrslrdenominación no alterael hechode que cientosde solda-
,l,rr pr'rtliclorrsusvidasy otroscentenares fueronheridos.Y, tal como
lr.rrr¡r'etlickr cuandofinalizaron guerras de mayor magnítud,un régi-
nr('r)l)olílicosc ciesmoronó, el de la Juntamilitar presididapor el ge-
rrr'rrrl( irrlticri.
Iluce algunosañosme preguntéquiéneshabíansido los verda-
,l( r()\ [riunfadc¡res de esaguerra.¿Los isleñosde las Falklands?Ellos
rr'tobnulrnla libertad,pero su vida nuncavolvió a serlo que era antes
,lt' l(),\1.,,O firetal rcz-el gobiernobritánico'lNo cabedudade que el
I'rrlitlo ('()tlsL'rv¿rd()rconquist<i un segundoperíodode gobiernogra-
r r.rsirl t:rlto rlilitur.dc(lrr¡t Brclaña.quc proclujounaola de patriotis-
r¡l()y urrrcr'r()vado senlidodc unidaclll¿rciorral qur, lxrr trrr(ic¡rpg,sos Genielin.com
l . r ', l r , r l , r l l , t s l '. ..¡ x'l r t t¡ ttt't'l l r l r r r r t¡ r r t'( '\l :u r l x) t l t't'r tl r sr ¡ x'( 'n l ) :u l t' :,;l t'
layó los problemaseconómicos.Y hastael día tJehoy toclavíasc alc
r u r '. l r r r o 1 l t 's o l r t'u ti t u tt( ) s ( u i u l l ( ) s Jtctl l o s tt'l tl t's. l .:¡ l l ¡ l t:t r k'r 'o l ¡ t
rran a esepoder.
l r r 'r ¡ ', r ( ) r ( l u ( 'l l t'l tt't'l ¡ r tr l l l tco t:tt g e ttcr :r l l t( cr ( 'l t tl c l o r ¡ u t'tt'l tl t¡ r t'ttl t'
¿O los ganadoresfueron los soldados?El soldadorecibe una r y . r r r l r r : rs t 'r s o l tl l u kr sc n r t'l ta l tcc'h o r n l i s cvl tl cttl c a h o n r r ¡ r r c l tc vr ¡ cl
medallay retorna,a menudocon dificultades,a la vida civil. Tiene
t , ' , r l . r r ¡ r l l r t r vr l . N o d i g o q u c csto sc¿l J) ( ) rc<l r r r p l cl o cu l ¡ r l r tl cl p ú b l i
también la sensaciónde haber cumplido con su trabajo:combatir.pe-
, ( ' \ '. r , ¡ r r t ' t r t l rn tl o u n ci vi l sc cn cu cn tr a c( ) n u n so l d a tl o p r <l l 'csi o n i r l ,
ro me pareceque, además,sabeque ha servido a la democraciay, en
mi opinión, se justifica luchar en su defensacomo nosotroslo hici- ¡ ', '¡ l , r ¡ '1 '¡ ¡ ¡ '¡ l l , h a y u n d csco n o ci m i cn to In u tu o .
l l c r r r o s vi sto d c q u é m o d o n o s p r e se n t¿r n l a h i sto r i a , y é sta cs
mos. Por eso mismo es irónico que duranteuna guerraen la que se lu-
rrrr.r,k'l;rs¡rrincipales razonespor las cualesel público ignora las
chó por impedir que se eliminaran las libertadesdemocráticas,esas
, ur'',tr()rr('s
nriIilares.Pero el soldadopropiamentedicho se fbrma en
mismaslibertadeshayan sido violadasen nuestropaís.La guerrade.
las Falklandsfue rltamentecensuraday altamentemanipulaáapor la rrrr,rt rrltrrmquc lo aíslade la vida que estámásallá de las fuerzasar-
rrr,rtl.rsIl¿rblacon ojos brillantesde la camaraderíay los profundosla-
l)r'('nsir.No srikrhrrhí¿r hr¡rr'rcral¿rs
antinimosdel Ministeriode Defensa
./r),.(l('rrrrristad
que encontróen el ejército,y del sentidoque el regi-
tlr¡t't .,¡rtrrrllrbrr¡r
t'rritl¡¡tk)siu)|cnlc
la c0bcrturaque hacíala prensabri_
l;uut:r.\ln()(lu(',lrl r','lr,'r.r rur('nt()le otorgaa todo lo que hace.Un soldadono luchapor la reina,
lrl ¡rirís.rrrctli cucntade que la guerrahabía
(,l)()r \u país.lo hacepor los camaradas que quierey respetay. en se-
srrIrPulllrtil:rtl:rt.r,nrounir(.(]slsunlün)cnte prolija.
l,n t.s.stlllrsrrrt.rrrruginlrba ¡,rrrrtlo lLrgar.por sí mismo.
quc rnilesde seresanónimosdebían ('alculo que, a estaaltura,los civiles debenpensarque estefu-
lx'il";il "lrilt'l¡.,.
r'slt.;¡sr¡n(otlc lasFalklands pareceque no resultótan-
¡r¡.rl" Nr.lrslrrillt'.t'rn la pcrspectiva l.rrr. vig¡1gde Marte, o que le han lavado el cerebro.Pero les digo
que da el tiempo.tengola im_
(¡r(' no lne lavaronel cerebro.De lo que hablo es de la camaraderíay
l)rt'sr.iltk'r¡rrt'cl ¡rúblic<l no fue totalmente engañado por la censura
tlt'l Mirrisrc.i. dc Del'ensa. tlt'l st'rrtidode la disciplinaque nos inculcandesdeel momentomis-
se donaronmillonesde libras a los fami-
li.'rrcstlc los Inuertosy heridos,y eso me hacesentirorgullosode ser rtr('cn que nos enrolamoscomo soldados.Ahora bien, posiblemente
('l (oncepto de disciplina es algo en lo que ambos estaremosde
bril¿irico.Paramí, esasensación ha sido más importanteque el hecho
dc $lnar la guerra. ,rtucrdo,especialmente en estostiemposen que estátan desgastado
la
¡xrl ola de crímenesy falta de respetopor la personay la propie-
Sin embargo,aunquela gentese preocupó,no fue eso lo que su_
cedió en el gobierno,como lo demuestransin duda algunalas hiitorias rLrtlllrivada.
de los soldadosentrevistadospara hacerestelibro. La mejor oportuni- ¿.Quéforma asumela disciplinamilitar y cuálesson susresulta-
dad que tiene un ciudadanocomún de saberexactamentelo que suce- tlos,'E,lejércitobritánicotiene fama mundial por su disciplina.Esto
dió es estarrelacionadocon un soldadoque hayaparticipado.n lu gu.- t's rrlgoque los civiles sabenmuy bien, pero talvez no tenganidea de
(lu(' uno de los elementosmás importantesque lo sustentanes el eli-
rra de las Falklands,o encontrarsecon un veteranoen un pub y que
' t¡snro.No el elitismo de los oficiales,sino el orgullo que sientenlos
éstedecidacontarletodo lo que el Ministerio de Defensaocultó.
rt'grnientos por su propia superioridad.Cada miembro de un cuerpo
He pasadoalgunosañosestudiandohistoria militar y he llegado
a preguntarmequién escribela historia de nuestrasguerras.General- tlt' combatees educadoen una disciplina que preservaráeste sentido
mentees un historiadorprofesienal,un político, un periodistaque tra- rlc la superioridad,naturalmenteno para fanfarronear,sino para de-
ta de aprovecharla ola de interésque surge inmediatamentedespués rrrostrarlaa travésde accionesque se encuadrendentro del código de
de un conflicto, o un generalque escribesus memoriasy explica có- conductaaceptadopor todos.
mo ganó la guerra.Ninguno de ellos ha estadoen medio de lá batalla. Gran parte de la potencia del ejército se basa en la rivalidad
Pero si alguno hubiesellegado a estar,no hay que perdersela oportu- crrrblemática, en la competenciaentre sus diversasunidades.En el
nidad de oírlo. Rcgimientode Paracaidistasnos referimosa los otros regimientosco-
El resultadode estosrelatosde "expertos" es que el público si- ¡rrolos "gorrasde mierda".Los M¿rinesReales,aunqueson una uni-
gue sin sabercómo son los soldadoso qué sucede,realmente,durante tlaclde la M¿uinaReal, tambiénson goras de mierdao "cabezasdc
rcpoll<1"; en los dos casosdebidoal c<llorverdede sus gorrils.[.,ngc-

t0
tl
neral,todo aquel que no usa boina roja es un "gorra". Los olicialcs I'r'1,, l (| r tr' tl (| r' ,, (l l l (' l l { r
Genielin.com l ,} " r)l ()' , rl r | ,tl t
Ii l .,l t n(} l r.¡' ,1r l l l ,l (l rt' l l trl tt,t
superioresdel Ministerio de Defensason "gorraspesadas". , t.tl l .,i l ti l . l )l t(' ,, (l l i l n( (' i l t(' ..(' :, rl t' ..1r¡¡1' r,rl t' .,l r ¡rtrl tl l (,l ( l r' l l ( l rl l l (' l l , " tl l l :l
Se trata de rivalidad, ni más ni menos. otras unidadestienen rr¡\ r''.l rJ';¡( l (tr r l l c r' ,ttl ;t ;t t ;tl ro ¡ro¡ S 1 rtl l ;¡tttl \' :tttl
apelativospara ref'erirsea nosotrosque ni siquierame voy a dignar I'orl l l ;r t' s t l tl l l t' l otl rl ul t l tl rtrl s r¡l l l ' t' t' s l t' rl ol ol ()\() (' f )l s otl to. l tt:¡:,
mencionaraquí. No obstante,como la mayoríade mis camaradas,yo l ,' 1¡¡¡.' s;rl l tr:r l l t v ts l :t t' s l ;t l ()r' l x ' ./:t (' ()tt (l l t(' r' l t' ol l i t' l tl () tl l :l l l (' ¡ri l orl o
creo que durantela guerrade las Falklandsse puso demasiadoénfasis r.,tt ,rsl l rrl o. lil l nerrs l rl t' . rrrtl rrtl :rbl t' nl c ttl r' . (' l ' l (l tt(' s otl el l os l os t¡ttt'
en estarivalidad entreunidades.La responsabilidad es de ciertasfigu- nr.rn('¡:rrr l os l ri l t)s c t) ¿ts utrl os c onro i ' s l r' . A tr¡t tts í. c rc o l ' i l ' tttc l ttel tl t' t¡tl t'
ras de la superioridadque debieronhaber actuadode otro modo. Co- , | ,,ol rl :rthr c' ol l rri l l ti e:nc tl ul to c l c rc c ho c ()t)t() c tti tl c ¡tti c t' gc ttc ri tl o ¡l ol íl r
mo dijo uno de mis camaradas:"Hay gonas buenas,y hay.gorrasmuy r r vcr sir 'lnt lc cst it o dc cu¿t lqt r icrt lt r it gucr r ¿t .No t 'sloy
,,).r P rrl rl i t 'lr st
valicntes.El Regimientode Paracaidistas no podríahaber cumplido rl t' ,rtut' r' tl ocolr los bur r 'lcr at asque dist t t r sit lnanlclshccht t sv ct lt t t t 'lr t li
('on sr¡t¿rrcu si no hubicse' sid<lprlr las g<lrrits
que lo apoyaron',. r (' n dc quienescst uvicr onallí .
l r t' r¡rcr- ict t cia
l)t'l tt't'llo.cl ¡l'irrci¡rllohslriculoc¡uccncuentrahoy en día el l .os c scr it or esm ilit ar es t ienden a glor if icar la guer r a. Est c t l( )( 's
I t t ' ¡ ' ¡ ' l¡ lt ' ll l orl t' l ' l tl ' ;tt' ;ti tl i s l ¡rs
s o rr l l g rrnos f' unci t' l nari os
superi oresdel nrr l rl rro sobr e la glor ia. Es sim plem ent eel r elat o de individut ls ( lt r es( '
l' ¡ t ' r t t lo 1' tl t' l l \{ rl u s l t' n o tl t' l )t' l c n s tr. Nul tc¿rhan aprobadoel el i ti smo ('n(()ntrilron lanzadosa una guerra. He tratado de escribirlo de l¿tlltto
r lr ' unr r l; r rl t' (.,o n ro l o s l ' :u :rs .t' s ¡l c c i l tl ¡ ncl l tcen ti empos de paz, y este ,1. r¡rrt' cl m ensaje le llegue clar am ent e a cualquier lect or , dcst lc cl
. r l. t r ¡ t l(. 't lt n ,rn \:rl rrl :rrlt' o l rs l ru r' l i r,'cl s ti al ' ectandomuchos de l os com- Irrnt' i oni tri ode alt o r ango al hom br e com út n,que no t iene idea algt r lr t r
I t t r lr ( ' lt lr "r,l t' l ;r l t¡:r(l u ¡¡u u i :r
l n i l i t¿ u 'Pc
. ro cuando estal l auna guerra, l os r(' \l )r' ct(\de las cuest ionesm ilit ar es. Est e libr o t am poco eS un ens¿ly( )
r r lr t t . t lt " ' ; tl to n n u o stl t' l Mi n i s l c ri o d e D e fensaempi ezana rogar dé i n-
¡'olrtico. t.es pido que dejen de lado sus opiniones políticas sobrc li¡s
t lf ( ' ( ll; r l(lx t )r u rt:rv rt' l o ri ¿ rn
r i l i ta r e i mp ul san un el i ti smo a ul tranzapa- rrrtrrrl csy d ef ect osde las Falklands y lo lean com o un r elat o esc¡ 'ilo
lit : ls r ' ¡ r r r r;l l s (.s rrs ¡rrO ¡ri o ps u e s to sd e tra baj o. ¡rr:rt'ficarnentecon las palabras textuales de los soldados que lucharorr
l',rr t'stc pcríodo -probablemente breve- de paz, estos mis- ('n lnlbos lados. Dicho relato trata de las vidas de esos soldadosanlcs.
Inos ¡¡¡¿¡¡¡rl¿rrincs clcbenestar atacando,de algún otro modo, al corazón .l rrnrntcy de spuésde las Falklands,de cóm o llegar on a esasislas t lc
rltisllto dt: unidades de combate como el Regimiento de Paracaidistas. ',t,1;rtlils, cuáles fueron sus experiencias en combate y qué fue lo qtrc
f l¿u sacado de la manga un programa superfluo por medio del cual It's strcedióa ellos y a sus familias posteriormente.
cxcelentessoldadosse ven obligados a abandonara sus camaradaspa- E n j u nio de 1993 viajé por pr im er avez a Buenos Air es. capit : r l
ra luchar contra una marea de papelería burocrática. y como conse- tlt' l¿tArgentina, acompañadopor dos ex miembros del 3" Batallón clcl
cuencia, la moral de las filas está deteriorándose. lit.gimiento de Paracaidistas y por representantesdel diario ktdttv.
Pero es aun más grave cuando recordamos que hace sólo algu- ,,\llí. en un hotel apartado, nos encontramos frente a las cámaras coll
nas décadas un primer ministro británico descendió de un avión blan- rkrs argentinos veteranos de la batalla de Monte Longdon. El obictrr
diendo un documento y hablando de "la paz en nuestra era". Lo triste rlc nuestra visita era demostrar que los soldados de dos naciones quc
del caso es que esos oficiales de uniformes grises discuten con más lrrrhíanestado en gueffa podían encontrarseamigablemente sin intcr
pasión la suerte de las máquinas expendedoras de té o café de los pa- Icrcrci? o manipulación gubernamental. El encuentro tuvo lugar clr
sillos del Ministerio de Defensa, que la desaparición de otro cuerpo de ut) rnontento delicado, pues se estaba llevando a cabo una investig:r
hombres de combate magníficamente entrenado. t'irin sobre supuestos crímenes de guefra cometidos por los soldados
En 1991 se publicó mi primer libro, (Jna excursión al infierno. bri táni cos.
Allí exponía mi postura personal frente a la guerra de las Falklands y, Fue mientras conversaba con mi intérprete que surgió en nri
en particular, narraba la batalla de Monte Longdon. Traté de enfocar rnente la posibilidad de hacer un libro basado en las conversaciottcs
las cosas desde el punto de vista del soldado de filas, pero el gobierno c¡uemantuve con los veteranos argentinos y británicos. La infatigable
no tenía interés en conocer los hechos de la guerra tal como lo había- ayuda de Patricia Sarano, del Canal 1l de la Argentina, ha sido inv¿r
mos visto yo y otros como yo. No era la clase de libro que hubiera es- It-rrable.Le entregué una lista de preguntas para entrevistar a otros ve
crito un oficial superior, alguien perfectamente adoctrinado por el Mi- tcranos de l,ongdon. Se ocupó de ubicar a estos hombres y de erltrc

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NO'IA DE LOS EDITORES

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autory de los pro_ l,.srclibr. nació entreabril y junio de
tagonrstasde nacionalidad
británica,sehan respetado 19g2,cuandoyo y otros
rrrrlt'stlr' s.rdadosra^sos, británicosy argentinos,nos encontramos
algunasdenominaciones de sitiosgeográfi.o,qu. ,. en
l"' r'¡¡r,p,,*de batailade las Islas
utilizanen el ReinoUnido, ialkrand. Los británicosestamos
Fotínri, por Islas lr'rl)rrr.(l()\a la guenadesdehacesiglos.La Argentina,
Malvinasy puerto Stanleypor
"o^o
puertoAreentino. por el-contra-
rr'; 1'5rrllr naciónrerativamente joven y tiene una tristoiiamás
r'il r.rrluc \c cuentan.pocas breve
guenas,ya que es un paísque ha padecido
rr.r\;r('ltusade.conflictosinternosque
externos.
l.rr guerrade las.Falklands,comparada
con las dos guerras
'rrlrtlllrles y .tr.,s conflictosmuchoaanoaar,fue algo p"qu-"ñu
' 'rl'r' ¡rcr1rsin duda fue una guerra.Tar vez lo impJrtant""n "r_
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rr( r) r)olíticr se cresmoronó, el de la Juntamiliiar p."riaiau po..r g"_
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a serlo que era antes
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,r I r r ,tr tlt' t i l ¡: i t t t l l l ' (l s ' . ' Ittlt (l l l i l , , t rl l l l (l ' r(' rt ' : ' l l l l , l l l
l .t ¡ lt i l (' ¡l (' l ). t l l t ' .
Inglaterra.Tres mesesdespuésel editor había aprobadola sinopsisdc
(' l l (' l t t t g o . ' l:tlt t'l : t t r' l l l t l t'll
, 11,,., .l l r .r tr . ¡l l i l l 5 (. (' 9 l l s¡ ; ¡¡l l l ' l t () r' .1 ' t l l l t l l
estelibro.
1,,.r .,pr .r l r ¡ ,, ¡ro l rl rt ' o s rl r' l : r l l t ' n ' t ' l t l : t rl o l t ¡t ' l l t ' l l ; t
l l u (: n : r' / , , A t l t )t t l ¡l t l l l ¡l
Y allí comenzóel verdaderotrabajo. Estabaclaro que debíaex-
r l t. l ¡ t.l r l n : rs ' ' Ml l t ' s tlt' c t r¡z , l t l l l t l l ltll lllt'ttlt' l ¡t l t ' l l l l i l \ vl;l
r r .r ¡ ¡l t ' 1 ¡u l l l l t s
tender mi investigaciónmás allá de las conversaciones con cuatro o
. t 's¡ lt t t : st lt 'lr r
I.rl r.rr¡()\l r r¡ n t lor r r it 'ilr ost 'cr eloct t llr t 'lr llilt r llt r gct t t ir url)
cinco ex combatientes.Y para complicarmás las cosas,como resulta-
,l ,r l rol l o r¡r r t . s( . ,nunc¿t¿lnlcssc lt ¿rcscr it t l t llt lillnl c( ) lll( )t 'sle. t 't t yr r
do de la investigaciónpolicial, mi nombre aparecíaen los diarios cada
¡rrtr,rt orrrl l: r litti 'on l¿r slr r isnur sl) cr so¡ t asquc lucgo clt ll'cvisl: r .
tanto,de modo que se volvió bastantecomplicadoconvencera los Pa-
ras,junto a quieneshabíacombatido,de que prestarandeclaración. l f ¡r' ¡r osAir cs sc [ ) at 'eccnlucho a cualc¡ uierciut lat l ct t l'o¡ r cltllt ' t'
e inl'luenciapr ir r cipal es
r rt,rl rl t.¡tt.r r tlu cspañola, aunt ¡ ue:t ¿t t lt bit 'ltt 's
No obstante,entre octubre y diciembre de 1993, realicé largas
cn la ar qt t it ct 'lt r
rr.,t.rl rl lt.rr i lt l'luc¡ cia it alianae inglesa,especialm ent L-
entrevistascon cinco ex miembros del 3" de Paracaidistas,registrando
todos los detalles importantesde sus vidas privadas. Y pasé muchas r,r I os r.l rl ésy los quioscosde diar ios a lo lar go de las acer a¡ ti ¿t ¡ lt blt 'lt
l , r,tr)l f,l l ntt ¡ t s¿t boreur opeo.Per o lo que m ás m e sor pr endit ics cl lllt r
horas determinandocon precisión sus posicionesy movimientos
rl . t.n r¡rrcl a gcnt e conduce.Los conduct or esapr ovechanla t llás lt lt ¡ ll
exactosdurantela batalla de Longdon. En esa Navidad, despuésde y
largas y trabajosasnegociacionescon amigos que tratabande ayudar, rll.r ¡lxrrru¡idacl para ir a alta velocidad por calles poco señaliz.atl¿ls,
rlr..,prtr..s sc amontonan ante los semáforos como corredores dc cit¡¡cl:¡
convencí a un argentinode 24 años,que vive en Inglaterra,de que me
juntan hasta ocho autos apiñados donde no hay cs¡rir
ayudaraen mis investigacionesen la Argentina.Nos encontrábamos ' r¡ lir lrrrgatla,se
r r() ntiis (lue para cuatro o cinco.
en lugares confidenciales,principalmentepara evitar que la prensa ' l amb ién en G r an Br et aña hay conduct or es im pacienles t ¡ t t t '
británica o argentina se enterarandel segundo viaje que estabapla-
.r,t.lt't'lt¡y togan bOCinaen lOs SemáfOrOS, perg en BuenOsAircs stllt ll¡
neando.Todo esto puede sonar exageradamente dramático,pero en
¡()r¡rir. En los suburbios a menudo ignoran por completo los sclttliltr
esos días había periodistasque hacían todo lo posible para meter sus
r.\ y. cuanclo yo conducía por esas calles, me sentía manejando ull ¿ltl
naricesen mi vida y obstaculizarmi trabajo.Es algo que no les voy a
perdonar.¡Que se pudran! t,r r'lrocadoren un parque de diversiones. El estado de las callcs tltrrr
esttt y t'l
Conocí a Diego Kovadloff durante una breve entrevistaque di t'(x.()¡rermite un andar muy Suave.Después de experimentar
,r,rt¡r lrenético de conducir de los porteños, no he vuelto a que.irtlrrrt'
a una revistaargentina.Su inglés impecable,su inteligenciay su sen-
,lt'l t'st¿rdode las calles desde que volví a Inglaterra.
tido del humor nos acercarony casi inmediatamentenos hicimos ami-
gos. Este muchacho,que tenía 14 años durantela guerrade las Fal- En general, la gente de Buenos Aires me pareció honesta y c()l
It.s y loS mozos de los cafés y restaurantes,diligentes y amables. lrsll¡
klands, resultó un eslabónfundamentalen la cadenade producción de
este libro, como también lo fue su capacidadcomo intérprete. Des- lr.r etrnociendounarazaa la cual me habían enseñadoa consideritl'('()
pués de innumerablesllamados telefónicos a la Argentina, logramos rfl() sobreexcitable y de carácter volátil. Es innegable que nucsl¡'r¡s
( ulturas son diferentes en muchos aSpeCtOS, pero pronto me scltll :¡
que algunosveteranosde Longdon aceptaranque los entrevistiíramos
en sushogares. ruslo en esta ciudad vivaz, que nunca duerme-
En los suburbios pude ver la extrema pobreza en la quc vrv('
El 18 de enerode 1994,despuésde volar a Brasil vía Suiza,lle-
gamos a Buenos Aires para completar mi investigación.No estaba lrucna parte de la poblacign de la ciudad. No tienen compensacititr ¡xrr
,lcsempleo como en Gran Bretaña y no reciben casi nada del Hslr¡tltr
muy tranquilo al bajar del avión: sabíaque, al no hablar castellano,
lrra frecuente ver vendedores de seis años de edad parados en l¿tst's
dependíatotalmentede Diego para conversacionesque probablemen-
te iban a ser muy emotivas para ambaspartes. También sabíaque si t¡uinas o deambulando entre los autos detenidos en los semáfirros l,rt
(i¡:¡¡t
,algún periodista se enterabade mi presenciase am¡inarían seis meses pobreza que vi me llevó a pensar hasta qué punto la gente cll
llretaña está en mejores condiciones materiales, en términos rcl¿¡livos
de trabajo y, probablemente,los argentinosrehusaríanhablar conmi- 'l'enemos cierta pobreza en nuestros barrios marginales, pero ttittl:t st'
go. Sobre todo porque son comprensiblementereservadosen todo lo
que se refiere a las Falklands. compara con lo que vi allí.

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Genielin.com
!tl('llil\. tlo t'\trlt'nrtIlln \lsl('nlirt¡trceorrtcrrt¡tlcllt si(Lracitirt
dc los
habitanlos barrios subuLbitrtos'
La mayoríade las personasque en crtsi- s.ltlirtlrs(l.'\l)uL:\ tle rul c,lrl'lic(odc csc tipo. lrl gobiernono respon-
los veteranosde Longdon' viven
dondeteníaque entrevistara ditj aclccu¿rd¿uncntc a las necesidades de aquellosque sufiieronheri-
estar con cocina' uno o dos dormito-
tas de una planta que tienen un de clasf'ísicas o psíquicascomo resultadode la guerrade las Falklands.A
comparadascon las casascomunes
rios y un baño. Son p;;;ñt que pesarde todaslas diferenciasentre nuestrosdos países,estedato le
hay una mesagrande
dos plantasen Gran il'"'unu' Normalmente sonaráfamiliar a muchosveteranos británicosde esacampaña.
también por ro generalhay,un tele-
domina el living-co.Jor, donde de Los argentinoshan organizadogruposde veteranos,aunqueen
y hablan horas y horas alrededor
visor. Los o.upur""t^--'l 'i"n'on estosdoceañosel movimientose ha dividido. Algunosgruposconsi-
familiar'
*"ru, siguiendola larga tradición deransu posiciónprincipalmentecomo una cuestiónpolíticay hacen
"rru Los argentinot-'" de comer muy bien' en especial
cle públicossuspuntosde vista,en rantootrosrealizanuna rehabilitación
es común que tomen una especie
"ño'gullecen
la carneasada.o.'puá' ¿"f ár¿' a los indios silenciosaen grupos de ayuda mutua. Tengo perfectamenteclaro que
bombilla' Me recordó
té llamado mate en;; ";tt con que me algunosveteranosargentinosjamás soñaríancon sentarsea conversar
de ra paz. La primera vez
norteamericanospasandola pipa co- conmigo,con un inglés.Por esa razón me aseguréde concertarmis
se tratabade alguna droga líquida'
ofrecieronun mate ;;t¿ q"¿ entrevistas antesde partirde Gran Bretaña.
gusto'
mo el aceitede hashish'Pero me Durantecatorcedías seguidos.a partir de nuestrallegadaa
Los argentinosque tuve que eutrevistar vivían todos en Lanús
Todos BuenosAires, Diego y yo entrevistamos a mis antiguosenemigosy, a
del centrode BuenosAires'
y Banfield.a unos ueint" minutós menudo,llegamosa trabajardieciséiso dieciochohoraspor día. En
Motorizado' una unidad de
habían sido miemb'o' ¿"f 7" Regimiento cadacasono sabíamuy bien cómo seríarecibido.pero lo que vi en
I'onu' Esto es distinto en el Ejército
infantería, y eran ¿" fu tittn u misma cada uno de esoshogaresha cambiadocompletamente mi punto de
de todo el país sirviendo en la-
Británico, donde nay tromUres estructura vista.De soldadoa soldadoreconocimosnuestrasexperiencias comu-
ejército de voluntarioscon
unidad. Nosotrost"n"*o' un nes.y cadauno de estoshombresqueríaque el público conocierasu
operan con el sistema de cons-
profesional, en tanto los argentinos historia-tal como sucediócon mis camaradas del 3" de paracaidis-
cripciónmilitar' nacio- t¡s-. En cadauna de Ias casasque visité fui recibidocon un sincero
I recibeun documento
Al nacer,todo ciudadanoargentln( rrpretónde mano,un abrazoy, lo que para mí resultómás conmove-
al cumplir los l6 años',Paralos
nal de identidadÑ;;;";;nouuÁ" cual tkrr.una sonrisaamistosa.Ni una solavez me encontrécon sospechas
ser registraboen una "clase"' la
hombresestarenovaciónincluye de cada año se o t'altade cortesía.
nacimiento'En mayo
se determinaa part;d; aRoie una lotería Siempreservíancomida y algunaceryezapara facilitar el trá-
y se publica en los diarios
transmitepo, .uOio y i"f"ui'iOn cum- nritc.Otrosmiembrosde la familia se sentabana la mesaen la mayo-
ditig"n a los varonesque han
de conscripción.Los númerost" rírrde los encuentros y, en muchosde los casos,escuchaban las expe-
plidoloslgaños'e""pti"tipalmentelaclasedelaño'62laquesir- cifras ilr'r)ciasde su parienteen la guerrapor primeravez.Todosteníangran
Lo' jóvenescuyasúltimas tres
vió en la guerrao"lu' Éufftfund'' sorteados de- rrrlt'r-óspor saberacercadel modo en que vivimos en Gran Bretaña,
con los números
del documentode identidadcoinciden .r(r'l.cilde mis amigosy del sistemamilitar. uno de los veteranosme
benpresentarseaun.examenmédicoeneldistritomilitardesulocali. me- ,ir¡o:"Estaes unaexperienciamuy rara.Nuncase me ocurrióque uno
que seráexceptuadopor razones
dad. Puestoque hay un número necesitan'
rlr' nll\ enemigosinglesesde entoncespudieravenir a mi barrio y a mi
de los que se
dicas,siemprese tláma a más hombres , ,r\ir.iperolo másgraciosoes quc va a serun inglésel que va a contar
sistema voluntario' esto suenacom-
Paranosotros,con nuestro rrr('\tr.irhistoria! Nadie se ha interesadorealmentepor escuchamos.
es que' por ley' todos Ios
plicado, p"ro funJion''- Ot'u característica tie- l,'rl. el lrrundcl nos ignoraporqueperdimos.Al final de cuentasallí
en el momento de ser llamados
conscriptosque trenenun trabajo terminado el perío- rr,rtirt()n u n'luchos dc.mis amigos.Y esotodavíaduele".
una vez que han
nen tres vacantesa su disposición l)cs¡rurisclcconocera hombrescomo éstey de sentiruna cali-
paga un 75 ior ciento de su salariodu-
do de servicio militar, y se les ,l(./ l,('l)uinltr:n sr¡lristc ¡tarracirin. me di cuentade que cadauno de
ranteel mismo' l(', \( l('riln()\('()nt¡Lricncs hlrhler.haciendoa un lado la harrcraclel
tenido nuestraexperlenclaen
Dcbickra que la Argentinano ha
l/
rl()(lcsct)tonat'íit
ttliorlur, cn ttn ¡tttltltrilluricr¡
rut s¡rllirtkr
;r llr rr,Hlr, \ Genielin.com
paranlí esel.ucun dcscubrimiento importantc.
Tengoque agradecerahora a todaslas personasque me apoya-
y
ron me ayudaronen los dos años que me llevó investigary escribir
este libro. Sin la contribuciónde Patricia Saranono estaríanleyendo
estelibro hoy. Lo mismo sucedecon Diego Kovadloff, cuya excelente
interpretacióny traducción,apoyo y sentidodel humor han sido de in-
menso valor para mí. Quisiera agradecera Jorge Altieri, que trabajó
incansablementepara contactarmecon sus ex colegas,y a Edgardo
Esteban,que colaborócon discreciónprofesionalcuandonecesitamos
nuevos contactos.Agradezcotambién a la familia argentinaque me
alojó mientras estuve trabajandoen Buenos Aires. Me pidieron que
no mencionarasus nombres.Graciastambiéna Chuchú y a Juan,dos
civiles que me llevaron a cenary a tomar unos vinos cadavez que tu-
ve un rato libre.
Muchas graciasa Julie Adams y SteveTebbutt.(Graciaspor la
PnwrERA PARTE
fotocopiadora.)A todo el personalde Bloomsburry,especialmentea
David Reynoldsy Nigel Newton, que tuvieron fe en esteproyecto.A
Richar Dawes, cuyo asesoramientoprofesional y ayuda a lo largo de AMIGOSY ADVERSARIOS
estosaños,lo han convertidoen un valioso amigo. Y graciasespecial-
mentea Alastair McQueen,mi editor,que ha llevado mi manuscritoa
buen término y me ha ayudadoa apartarmede la persecusiónperiodís-
tica, que ha sido tan desagradable paramí en estosúltimos dos años.
Quiero agradecera mis amigos,que permanecieronfirmes jun-
to a mí en este difícil período,en especialPaul Read y Martin Ben-
son. Thmbiéna mis padres,Fred y Pam, y a mi tío Brian, cuyo apoyo
nunca me ha abandonado.Graciasespecialmentea mi hermano Rr¡s
sell, cuyas ilustracionesaparecenen algunaspáginas,y mi nriis t'rrlrr
roso agradecimientoa mi esposaKaron, que sufrió junto a rní rur¡tlro
tiempo. Ella y toda mi familia resultaronser verdaderos¡ril;rrt'rtlt'
fuerza.
Ofrezcoestelibro a la memoriade todos los t¡ttr'¡tt'trltt't,rrstt
vida en las Falklands, tantobritánicoscomoargcnlittosl'lhr',rrr'¡r¡¡1'
den contar su historia.

A la caída del xtl


y en la mañ¿tntt
los recordun'nt,,t I
\ l r¡r I r¡t l l t' rrl l I \
\1 ,1 , r'.l r,,l l ttl r,' rl , l r,') [
I
Genielin.com

SantiagoGautodio una largapitadaque hizo brillar la brasadel


ciganillo. Contuvo el humo y despuéslo lanzó hacia el techo.Hizo
una pausal' luegocomenzóa relajarse.y yo me alegréde haberl'eni-
do aquí,a estamodestacasitade BuenosAires, la capitalde la Argen-
tina, a encontrarme con un hombrea quienmis camaradas y yo había-
mos tratadode matar doce añosatrás.
Me saludóen la puertacon una sonrisade bienveniday un cáli-
do apretónde manosy despuésnos invitó a pasara Diego. mi intér-
prete.y' a mí a su cocina-comedor. Nos sentamosa la mesaiél me nli-
ró a los ojos y' me dijo: "Esta es mi casa,Vincent. Sentítecomo si
estuvierasen la tuya, por favor". Despuéssacóuna cervezafría de la
heladeray me dijo: "Tomémclnos una cerveza.Es un honor conocera
quien fue rni enemigo".
"¡Salud!" Levantamosnuestrasbotellasde cerveza,le ofrecí un
cigarrillo inglés.fumamosy bebimosjuntos, y así comenzamosa
charlar.Los dos habíamosestadoun poco nerviososy, en el fondo.
sentíamosalguna desconfianzapor este encuentro.Pero ahora había-
mos roto el hielo, habíamospasadola primeravalla y la conversación
fluía mientrasyo explicabapor qué habíavenidoa verlo. Los dos te-
níamosla mismacuriosidadrespectodel otro, como la que tienenlos
soldadosde faccionesopuestascuando se encuentranmucho tiempo
despuésde la batalla.
i

I 2l

I
.Sorrriri y lucgo tlijo con scriedad:"l'istot¡trr'
lx)r un nlor)lcllt()
Genielin.com
; \ ¡ r ; ¡ ¡ '1 , '. u( r ) ',u ¡ r l l ,' r ¡ t'l t'r y ( ( ) r r r ( 't¡ t( ) :"l l tr t'tto s
¡ r tttl to s, V¡ n tt'ttl
'
.',Sttb cs,
hacéscs muy valiente,venir solo desdetan lejos a un lugar dondees- Y s t 't o t t t ¡ r to t'l sl l cl l ci t¡ . y( ) cttl l ) cc( 'l t l i ¡ r ttl tt tt l o s t';tl '¡ t

tís rodeadode gente que -aunque haya pasadomucho tiempo- to- u e y t o t l a v r l r r r u p r r cr l o tl cci d i r si e s u r t h ír b i to o r r r r ae o r ttl xr r r ítr ."

davíapuedequererhacertedaño porquesos inglés.Aprecio lo que has Nos reímosy su miradarecorrióla habitacitin.


"Yo nací aquí, en estamesa,en estecuarto,a las cuatnrdc ltr
hecho, lo que estáshaciendo.Creémeque es algo corajudo e impor-
tante que estésaquí hoy. Me siento orgulloso de que me hayaselegi- tardedel 4 de mayo de 1962,soy el menor de una familia tlc cuatnr
do, Vincent. Tal vez esta sea una de esasbuenasoportunidadesque hermanosy una hermana.A la mujer que me trajo al mundo Ia llarnu-
nos da la vida... Alguien me seleccionó,te dio mi nombre y ahoraes- ban la parteradel barrio. pero no era una verdaderapartera,sino una
tamosaquí. Sí, hacefalta coraje,los dos tenemosque tenerlopara este vieja de fierro del barrio. Mis viejos, a diferenciade muchos,son vcr-
encuentroo'. daderosargentinos.El padre de mi mamá era un jefe guaraníde Co-
Mayra estabadetrásde una cortina que servíade puerta,obser- rrientes,una provincia que quedaen el Noreste.Cuandoyo tenía cua-
vándomecon ojos profundos,oscurose intrigados-una imagenclá- tro o cinco años vino de visita, a conocermea mí, su último niettl.
sica de la bellezae inocenciade la infancia-, azoradapor los extran- Teníaun gran facón de gauchoen el cinto, pero rio quiso dormir en la
jeros y el lenguajecon que hablabana su padre. casa.Durmió afueraporque pensabaque el techo se le podía caer en-
Al sentir su confusión,Santiagole dijo: "Mayra, vení con pa- cima. Veníade una cultura diferente,igual que mis padres,y las cosas
pi". Santiagole hablabacon voz calma y suavea su hija de sieteaños; eran diferentesentonces.Eran (iemposdifíciles. Pero cuando ves kr
me volví a observarsus labios mientras Diego traducía la conversa- que estápasandoen el mundo ahora,te preguntássi las cosasno esta-
ción. ban mejor antes.
"No tengasmiedo, Mayra -le dijo-. Este señor,Vincent. vi- "Cuando yo teníacinco años,mis padresse separarony mi ma-
no de otro país,de un país que estámuy lejos. Hace muchosaños,an- má se quedó con nosotroscinco. Fue muy difícil para ella tener que
tes de que vos nacieras,él y yo éramosenemigos.Estuvimostratando hacersecargo de nosotros,pero sobrevivimos.Uno tiene que sobrevi-
de matarnosporque los dos pensábamosque teníamosrazón. Pero no vir, ¿no?Tuve una infancia muy dura, pero no me quejo. Era dura pa-
te preocupes,ahoraestamosen paz. Ahora vamosa ser amigos." ra todos los chicos de por acá.Teniendoen cuentalas circunstancias,
Miré a Diego mientrasapagabami cigarrillo. Se le habíanlle- yo era feliz. No era brillanteen la escuela,peropaséla escuelaprima-
nado los ojos de lágrimas.Me volví a la chiquita, que se apafó de su ria y llegué hastatercer año de la secundaria.Estabaen la escuelacon
padre y vino y se subió a mis rodillas. Ella también estaballorando, Beto -Jorge Altieri-, otro veteranode la batalla dc Longdon. Nos
tenía la carita mojada de lágrimas.Entoncesme dio un besoen la me- conocíamosdel barrio.
jilla y me abrazó. "Conseguítrabajo en una imprenta,y pronto ganabamás plata
-Papá te respeta.Ahora vamosa ser amigos,¿sí? que mi mamá, aunqueella trabajabaen tres casas:en una cuidabaa
-Sí -le dije mientrasle secabalas lágrimasdel mismo modo dos chicos ciegos,en otra limpiaba y en la oira atendíaa una viejita.
que lo hago con mis propiashijas cuandotienen miedo o les ha pasa- Mi hermanase fue de casay uno de mis herinanosse casó. Otro se
do algo. fue al Sur a trabajarde mecánico.En esaépocayo pude ahorrarunos
Hubo un breve silencio en el cuarto, todos estábamossumidos pesos.Todoslos fines de semaname iba a bailar con mis mejorespil-
en nuestrospropios pensamientos:yo, estehombre inteligente,bueno chas.Me encantabanlas botas,las de tipo tejano.Me acuerdocuando
y hospitalarioque habíasido mi enemigo,y Diego, que era demasiado compré el primer par, esa sensacióninolvidable de conseguiralgo pa-
joven y no habíatenido que soportarla lejanalocura de los días de las ra lo que habíasestadoahorrando."
Falklands,eso que para los que estuvimosallí parecíahaber sucedido Justo antesde cumplir los diecinueveaños,Santiagofue llama-
la semanapasadao ayer nomás.Este hombre,que ayer fue mi enemi- do al servicio militar y así tuvo su primera experienciaen el caos y la
go, me ofreceahora su hospitalidady eserespetomutuo que se tienen confusión que reinabanen las fuerzasarmadasargentinasen esaépoca.
los soldadosque han combatidoen contra,que lo han dado todo y que "Eramos demasiados.Yo y otros cuatro estábamospor encirrra
ahoraaceptanque la guerraterminó y lo mejor es ser amigos. de los requerimientos,así que nos pusieronen un avión y nos manda

z3
22
r()ll ¿ r [)u cr.to l)cscltd tl, Sit t t t a ( ' r uz , c n el Sul. . Allí t a t r r p t l c o l l ( ) \ ( l t t ( ' , l , l . t r ( ) t t t l ) : l i l t;t ( 'o tttt.n /o ;r Genielin.com
l ¡ ;r l tt.l l l ¡ ts t'l r l tr .l ¡ r ¡ ¡ ( .¡ l ( ) \, .,( .l ( .tt¡ t¡ .r i tr ,l
rían.así que sietehorasdespuésestábamos arribade otro avión hacia l : r ', ¡ r ; ¡ ¡ l r r l : t st l t ' ;r ¡ t.tl tt.zt.o n l o s o l r t.i l tl t.s.
La Plata para reportarnosante el 7" Regimiento,que de todos modos " l i 't u l u l to s i ¡ tstl t¡ t'r .l r j ¡ t
Io tl l ts l l ts n o t.l l cs, r .o r r t.r l tl r ¡ tttt.r t l u tr :r
conespondíaa mi distritomilitar." l '. n r ¡ r v i c u l ( ) t t ( ) s cl r !tÍl l i tr tto s d c l i .ír l . N o s c¡ r scñ l r r r r tt¿rItr b r .i t.¿u .\,
l r t.o l r r
Lo mandarona recibir instrucciónen San Miguel del Monte' ( 'l l l t ¡ 'l l l l l l ) i l s ( '¿l l .l l b ( ) b ( ) s,n tl s cl i e r o n r n u ch ísi l ¡ r ¿r
r n ¿i si n s( r .t¡ t'ci r i l rtr t.r r r o
donde le sirvieronde ayuda las durascondicionesen las que había
1 't c r r i i r r r r r l s c ¡ u c cl csa r n ta r y a r m a r l a s a r n r a s co n l o s <l j o s vt,n tl r r r l .s
crecido,especialmente cuandolo hacíanbailaro, como decimosen el l l ¿ r s t a n <l s c n s cñ a r o n a d e te n e r u n tr e n e l é ctr i co , q u c n ( ) n o s si r vr ,
"bestializar". ¡r¡¡
EjércitoBritánico, r¿rnacla.;A lo mejorun día voy a la estacióna pararuno!
"En San Miguel los intructoresnos dijeron que iba a llover to- "Yo todavíaseguíade asistentede mi oficial.
Era un c.lcct.r'
dos los días, pero no fue así. Y estábamosmuy fastidiadosporque el nrstade armasy me llevabaa su casaa rimpiarras.Siemprernc voy rl
tiempo estuvobuenohastael último día. Aprendimoslo básicopara acordarque teníauna Luger preciosa,original.Tambiéntení.rrr,,,,¡,,,.
ser soldados,a marchar,a saludar,a disparar;por supuestonos hacían entrenarnos muchísimoparacompetiren carreras,que luegoganrrrrr,rs
'bailar', nos bailabanen todaspaftesy a todahora.Me hice muy ami- y por las cualesnos dieronmedallas.
go de un tipo que se llamabaDarío.Compañeros de fierro, la clasede "Unavez el brigadiergeneralJoffre,que comandabal¿rX lt,
amigos que hacésen momentos difíciles. gada y que también fue el comandantede las Fuerzasde J'ic'r¡¡t.'
"Una vez D¿rríoestuvoveinticuatrohorastirado en una tienda
Malvinas,vino a visitarnosy a ver algo que dabanen un teatrotrc
muy ent-ernro, con un testículohinchado.No podíamoverseni cami- ¡r.r
ahí. Nos ordenarona los treintaescoltarloy custodiarlo.Nos qucrrrr
nar hast¿r el ref'ectorioparacomer.Le dije que yo le iba a traer la co- mos sin francopor cuidarlo.pelotudos.
mida. El cabo nle hizo bailar todo el tiempo,haciéndomeavanzar "En generalla pasababien. Eramosun buen grupo,con
buc.;r
cuerpoa tierra,correr.gritándometodo el tiempo en la tlreja: '¡Dale, onda. nos portábamosbien y nos llevábamosbien. Teníamos
maricón!¡Dale!¡Traélela comidal'.Fue agotador, yo no dabamás,y francosque los demás,y a mí me dieron ra baja tempranopor brrt,rr ',ris
ellos seguíanbailándomesolamenteporquequise acercarlecomida a comportamiento. Salí el 23 de diciembre,justo paraNavidad,y cr¡¿rl
un compañero. do iba parami casaera el tipo más feliz de la tierra..
"Otra vez un cabo me estababailandoporque sí. sin ningún Santiagohizo lo que a muchos muchachosles gusta hact.r
motivo y vino un oficial y le preguntópor qué.El dijo que habíasido cuandose hberande las garrasde la autondad.Se dejó.r!..," el pcr..
impertinente.El oficial pidió testigosy toda la compañíame apoyó. volvió a su trabajo en la imprenta y era feliz. Habíacumplido c.n l'
El cabopasóquincedíasde arresto.Por lo menosuno de nuestrosofi- que su paísle pedía.
cialeseradecente.Cumplíacon las reglas,¿viste?" Pero cuatro mesesmás tardeestabade nuevo sentadoen la siilir
Al cabo de los primeroscuarentay cinco días de orden cerrado, del peluqueroen una basedel Ejército,con sus amadoscabellostrr¡r-
Santiagoera parte de un pequeñogrupo consideradolo mejor de esa dos en el piso y sus botasde cowboy reemplazadaspor ros botinesclc
camada.Lo premiaroncon cihco díasde licencia.Y tambiéna su ami- rigor. Santiagohabía sido convocadootra vez al7" Regimiento.per<r
go Darío Gonzálezque, a pesar de sus molestias.había calificado al menossu madreiba a estarbien, no importabalo que pasara.Segurr
bien.A Santiagolo mandaroncomo auxiliarde un tenientey a Darío la ley, sus empleadoresestabanobrigadosa pagarlesu sueldomicrr
de un capitán.Por un tiempo la pasaronbien, a vecesjugabanal aje- tras él estababajo bandera.IRecién cuando volvió de la guerra se t,rt-
drezcon los oficialesy en ocasiones hastales ganaban teró de que no le habíanpagado un solo peso.J
A Santiagole habíallamadola atencióndescubrirque casi to- "Salimosde El Palomaren un vuelo haciaMalvinas.Las
cailcs
dos los hombresde la compañíateníanel mismo grupo sanguíneo. estabanllenas de gente que aplaudíay gritaba. Todo muy patrióticr.
¿Eso lo decidíancuandoorganizabanla formación militar? Supuso Algunos se la creyeron.Pero otros pensabanen otrascosas.Me acucr
que. en casode guerra,facilitabalas cosaspara los médicossi todos do que yo me preguntaba¿a dóndemierdanos llevan?
teníanen mismo grupo de sangre. ¿paraqué...,1..
Conocía JorgeAltieri durantemi primeravisita a la Arsenlrnrr
Seleccionarona treinta para formar un grupo comando dentro en junio de 1993,onceañosdespués de las Falklands.Habíaii¿rr¡rk,

25
I
Genielin.com
mo tiempo, lo entendíamuy bien porque su relato de la guerra me
con Denzil Connick y Dominic Gray, dos de mis compañerosen el 3" recordabalas historias que me habían contado algunos de mis pro-
Paras,y con Alastair McQueen,del diario londinenseToday,que ha- pios camaradas.
bía cubiertola guerrade las Falklandspara el Daily Mirror, y también Hijo de madre inmigranteitaliana,Jorgeme contó: "Las calles
Ken Lennox, otro veteranodel Mirror que ahora era jefe de fotógra- de por aquí, estascalles de Monte Chingolo, son mis calles. Son las
fbs de Today.El equipo de Todal-iba con nosotrospara cubrir el pri- calles en las que crecí, dondejugaba. Mi madre antesestuvo casada
mer encuentrode veteranosde la batallade Monte Longdon. Era para con un policía que murió en cumplimiento del deber.Cuando se casó
lo único que habíamosviajado: para estrecharmanos y conversarde con mi papáya tenía dos hijos, mis hermanos.Tengopadresy herma-
nuestrasexperiencias. nos buenos.que me quieren.
Sin embargo,al conocer a Jorge y a otro veterano,el ex cabo "Como miles de otros pibes de esta zona, fui a la escuelapri-
Oscar Canizo, todo cambió. Los encuentroscon esoshombressenta- maria, pero dejé la secundariadespuésde primer año. No me interesa-
ron las basespara estelibro. Solamentehablé con ellos un poco, con ba. Hice un curso corto de radio y TV. Lo que verdaderamenteme
la ayuda de PatriciaSaranoy Daniel Fresco,dos investigadores de
gustabaeran las artes marciales.Descubríla maravilla de esastécni-
Canal I I de la Argentina.La información que recolecté en esas breves
cas cuando tenía quince o dieciséis años. Mi hermano Miguel y yo
charlas informales, fuera de cámafa,me dejó helado. Esos hombres íbamosa ver todas las películasde Bruce Lee. Iba a un club, el Club
teníanhistoriasque contar.Su guerratambiénhabíasido terrible. Banfield, y practicabayudo tres veces por semana,dos horas cada
Le dejé a Patriciaun cuestionarioy ella localizó a btros cuatro vez. Muchos otros pibesvenían.probabany abandonaban. Peroyo se-
veteranosy me hizo llegar sus respuestasy una visión de sus expe- guí y despuéspractiquéChan Do Kwan, otro arte marcial que hacía
riencias.Cuanto más investigabaPatricia,tanto más fascinadoestaba los lunes,miércolesy viernes.Al final terminé practicandoen el gim-
yo; la sinopsisoriginal de estelibro se basó en la investigaciónque nasioseisdíasa la semana.Ganéuna competencia de yudo en la Uni-
ella realizó. versidadde Belgrano.Era cinturón azul en Chan Do Kwan y cinturón
Seis mesesdespuésestabacon Diego en Lanús,que quedaen naranjaen yudo, y también secretariode eseclub. Me encantaba.Es-
las afuerasde Buenos Aires, justo en la hora pico; iba a encontrarme taba por empezara trabajar como instructor de autodefensapara la
con Jorge,esta vez sin cámaras,ni reporterosllenos de preguntasin- policía en nuestrazona, cuando me sortearony tuve que ir a cumplir
quisitivas.El había trabajadoincansablemente para contactara otros
con mi debercomo conscripto.
u"t"runot de Longdon y ahora me recibía como a un viejo amigo; me
"Podría haber zafado porque tenía un defecto nasal de naci-
guió por un laberintode callejuelashastasu casa,dondecomimos con miento y podría haberdemostradoque me causabadificultadesrespi-
su esposay suspadres. ratorias,pero quería hacer la conscripción.Hasta me imaginabaque
La casade Jorgepareceun saítuario dedicadoa susdíasde sol- a lo mejor podía convertirme en soldadoregular y llegar a cabo o a
dado. La banderacelestey blanca de la Argentina está apoyadacon sargento.
orgullo contrauna pared.Hay réplicasde armas,certificadosy recuer- "Me acuerdoque nos reunimos todos para ser transportadosal
dos colgadosde las paredes.Una planta de vid forma una glorieta so- campo del 7" Regimiento,esperábamosir en camiones,pero nos hi-
bre la mesaque estáen el patio de atrás' cieron caminar.Y cuandollegamosnos dijeron: 'Ahora son conscrip-
Despuésde la comida, los presentesnos observabany escu- tos. Las pelotaslas dejaronafuera.Aquí mandamosnosotrosen todo,
chabanmientrasJorge y yo estábamosenfrascadosen las fotos y ios asíque no se haganlos gallitos'.
mapasde Monte Longdon.estableciendo nuestrasrespectivasposi-
"Nos dieron los uniformes verdesde fajina y metimos la ropa
cionesen esefatítico día de junio de 1982.El trato amistosode Jor- civil en armarios.Yo sabíaque no teníaque llevarropa buena.fui con
ge. hacia su antiguoenemigo,pronto me hizo sentir muy cómodo y cosasviejas.Si llevabastus mejorespilchas,te las afanaban.Nos di-
los dos estábamosa nuestrasanchasa medidaque avanzabala vela- viclicrorrpor est¿rturasy nos mandarona diferentescompañías.A mí
da. De vez en cuandome sonreíacálidamentedesdeel otro lado de ¡llc nuurtlarona llr Cornpañía B.
la mesa,y mientrasme contabala historiade su vida con voz suave' "Mi rronllrre, Alticri, r'nccurrstinroblcrtras
cnscIuitlu.Iln c¿rbtr
yo no podía dejar de pensarque estehombrc era tln anrigo' Al rrris

' 1,
Genielin.com

llamadoRíos pensóque yo era un parientcdel generalGaltieri.No le obligaban a presentarmepara ir a la gueffa. Mi madre me dijo: 'No,
entrabaen la cabezaque mi nombreera dif'ercnte . Así que por causa no vayas.Te voy a esconderen el sótanode un vecino'.
de mi apellidome ganémi primeralecciónde 'bailc'. "Yo le contesté:'Prefiero morir defendiendola patria a que me
"Me entregaronun fusil FAL 7.62 mrn. A otros les dieronFAP, matenen la puertade mi casapor cobarde.Me voy a presentar'.
ametralladoraslivianas.y otros recibieronPAM, ametrulladorasde "A las I I de la mañanami padre y mi hermanome llevaron a
mano.Lo que más importabaen la prácticade tiro era hacerrendirca- La Plata a nuestroregimiento.Afuera era un loquero, con tipos que
da bala. Tanibiénme enseñarona usar una bazooka,a fhbricar y colo- gritaban:'¡Los vamosa reventar!'y '¡Viva Argentina!¡Viva Argenti-
car trampascazabobos,a orientarmede noche;también hicimos prác- na!'. Los que habíamossido llamadosestábamos reunidosa un costa-
ticas con helicópteros,ataquesdiurnos y nocturnos,y emboscadas. do afueradel campo.Me acuerdoque vi al Ruso y al Abuelo -lo lla-
Aunque nos enseñaronlos principios básicosdel soldado'nos pasába- mábamosasí porque tenía 30 años-. Estabaestudiandoderechoy
mos la mayor parte del tiempo 'bailando'. Todosen el regimiento lla- sufríade asma,pero aun así terminó yendo a las Malvinas.
mabana la CompañíaB, la 'compañíade baile'. "Me acuerdoque pensé: 'Son todos unos tarados,no se dan
"Todas las mañanas,a las seis en punto, teníamos formación cuentade lo que va a pasar'.
ante la bandera:la saludábamos,hacíamosorden cerrado saludándo- "Despuésabrieronlas puertasy nos recibieroncon los gritos y
nos unos a otros, nos bailabanpor todaspartes,nos hacíancavar 'ma- abusosde costumbre.Tuvimos que firmar papelespara un segurode
drigueras' o letrinas de campo simplementepara llenar el tiempo. vida del Estado.Un tipo que se llamaba Massadse estabaocupando
Nunca nos hicieron pasarverdaderaspruebase incluso,en los entrena- de eso.La ironía es que lo mataronallá.
mientosde tiro, recibíamostodo el tiempo armasdiferentes,de modo "Esa noche,despuésde haber sido asignadosa nuestrasrespec-
que nunca teníamosun arma que pudiéramoscalibrar adecuadamente tivas compañías,estábamosjodiendo, bromeando,tirándonoscon bo-
y considerarlanuestraarma personal.Parecíaun castigo continuo de litasde pan.Nadiese lo tomabaen serio.Y así siguiópor unosdías.
carreras,cuerpoa tierra,cavaro hacerguardias,y 'bailar'' "Después,los de la clase '63 -1ue habíanentradoal año si-
"Incluso despuésde los primeros cuarentay cinco días de en- guiente que nosotros- llegaron al regimiento al terminar el período
trenamientoinicial en San Miguel del Monte, seguíamosbajlando. de instrucción. Les sacaron las armas y nos las dieron a nosotros.
Nunca nos dejabanen paz. Desdeel amanecerhastala noche era bai- Teníasque verlas, estabantodas suciasy oxidadas.Las habían esta-
lar, bailar y bailar. Hastateníamosque bailar en los retretes'Después do usandopara las instruccionesdurantelos últimos cuatro o cinco
decidieronconvertir a la CompañíaB en un comandoespecialen el años. Tuvimos que desarmarlasy limpiarlas a fondo. Algunos de
regimiento.Eramosel'comandode baile'. los nuevosconscriptos-acordáte que solamentetenían45 días de
"El 9 de marzode 1982 me dieron la baja. Se había terminado entrenamientoen total- fueron incorporadosa nuestrascompañías
ll
mi conscripcióny ahora iba a empezara trabajaren la policía. Iba a para completar las filas. A algunos les dieron armas nuevas,pero
serun civil común.Grité: 'Nuncavoy a volver aquí' ¡Nunca!" me acuerdode haber visto algunos rifles Mauser que eran una anti-
"Estaba empezandoa acomodarmeen la vida civil cuando,el güedad, eran de 1909, y algunos hombres los tenían para disparar
30 de marzo de 1982, hubo una manifestaciónen Plaza de Mayo. desde algún escondite. Estaban totalmente pasadospara la guerra
frente a la Casade Gobiernoen Buenos Aires' Nunca me voy a olvi- moderna.
dar porque tres días despuéstomaron las Malvinas. Yo estabaconten- "Luego nos dieron los uniformesde fajina. Eso fue el 13 de
to porque habíamosrecuperadoalgo que nos pertenecíapor derecho, abril. Finalmentenos dieron un equipo de gimnasia.lmagináte,¡un
pero no podía evitar pensarque Galtieri habíaordenadola toma de las equipode gimnasia!¡Seguroque pensaban que íbamosa hacermucha
islas para salvar su posición en el poder, porque el pueblo se estaba gimnasiaen las Malvinas!
levantandoen su contra. "Los grupos de soldadospartían del campo en diferentesmo-
"Empezarona circular rumoresde que la clase '62 -mi cama- mentos.Nadie nos decíanada,pero suponíamos que nos estabanlle-
da de la conscripción- iba a ser llamadaotra vez. Estabaen la cama' v¿rndo a las Mllvinas. Cuandosubíamosa los ómnibus.los oficiales
a las 6 de la mañana.cuandovino un policíacon los papelesque nlc lrostlcr'ílrn(luc nucslr()s
l¿rnrilirrrcs
estlrhitn
cn llr pucrtlry t¡rrctcnílr-
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.¡Viva Argentina!' al salir, para que vieran que estába- El joven Kevin comenzóla escuelaen Singapury se hizo apa_
mos que gritar
mo6 contentosde ir a luchar. sionado del rugby, que también era el deporte favorito de su padre.
"Nos llevarona El Palomary esperamosmuchísimohastaabor- Pero nada perdurapara siempreen er ejército. Frank estabapor jubi-
dar un Boeing 707 que iba a Río Gallegos,en el Sur. Para muchosde larsey lo destinarona Marchwood,en Hampshire,para su úliimo pe-
nosotrosesafue la primera vez que volábamos.Pensábamos que iba a ríodo de servicio. Se acostumbraronrápidamentea vivir nuevamente
ser como en los avisos de la publicidad y hacíamos bromas sobre el en Inglaterra.Ya no habría más cambios ni mudanzas.poralgünos
servicioque nos iban a dar las azafatas. No había azafatas.Ni siquiera años,y Frank pronto consiguióotro trabajo.Las cuatrohermanasma-
había asientos.Los únicos que teníanasientoseran los oficiales y su- yores de Kevin y uno de sus hermanosse casarony dejaron la casa
boficiales.Todos los demástuvimos que sentarnossobrenuestrasmo- paterna,y Frank se ocupó del joven Kevin, de Seany de Kathleen.
chilas en el piso, todos apiñados.Despuésdespegóel avión...Todavía Kevin se convirtió en el "mozo" de la Legión Británica local:
lo puedo ver...Cuerpos,mochilas,arrnas,todo volando por todaspar- recogíalos vasosvacíosy los devolvíaal bar,ganabaalgúndinero,y
tes. Era como estaren un colectivo lleno cuandoel chofer pisa el fre- se embarcabaen una nueva travesía,esta vez relatada.Lo fascinaban
no de repente. las historiasque contabanlos viejos soldadosmientrastomabancer-
"En Río Gallegostuvimosque esperarotra vez. estavez duran- veza.Estabaabsolutamente embobadocon susrelatos.
te veinticuatrohoras.Aparentementela demoraera porque uno de los A los once añosKevin ingresóen la escuelasecundaria del lu-
avionesse había ido fuera de pista en el aeropuertode Malvinas. Así gar. "se llamabaHardley y la apodábamos'Hardley educativa',don-
que,en realidad,salimosparalas Malvinasel l5 de abril'" de pasécinco añosespantosos. acosadopor ros másgrandesy hacién-
dome la rata.
Kevin Connery era hijo de un soldado.Su padre. Frank, pasó "Era debilucho,chiquito y siempreme llevabanpor delante.
veinticincoaños con los IngenierosReales;estuvoen esa clasede lu- Me pasabanpapelde lija por la cara,me quemabanlas manoscon los
garesque el ejército solía fotografiar para los afiches de reclutamiento mecherosBunsen y me golpeaban;terminé teniendomiedo hastade
-y en algunosotros que nuncaaparecíanen ningún afiche-, con Wi- mi sombra.'
nifred, su mujeq y su numerosafamilia católicade tres hijos varonesy Ahora se da cuentade que permitióque los abusosy rasesca-
cinco niñas.Kevin nació en Southamptonen 1957y pronto se convir- padasencubrieransu inteligencianaturaly su capacidad.pero a pesar
tió en un viajero experimentado,ya que toda la familia acompañabaa de todo terminóla escuelaa los dieciséisañoscon todoslos exámenes
Frank a sus puestosen Turquía.Malasia y singapur.Los primerosre- aprobados.Ahora iba a hacerlo que siemprehabíadeseado:enrolarse
cuerdosde Kevin son del Cuartelde Gilman, en Singapur,dondehabía en el ejército.Había presentadola primera solicitud a los catorcey le
una piscinaen la cual el vivaz niño de cinco añosquemabapartede su habíandicho que lo recibirían con gusto en los IngenierosReales,el
interminableenergíay se refrescabadespuésde jugar bajo el sol tropi- regimientode su padre.Kevin no estabamuy seguroy, aunquecono-
cal. Allí tambiéntuvo su primer encuentrocon la muerte. cía todas las historias de los soldados,todavía no había resueltoqué
Se enfermó de malarial recuerda su miedo y su confusión, tipo de carrera militar prefería. pero tomó una decisión despuésde
mientrastoda la familia lloraba alrededorde su cama.Nadie creíaque asistira un cursillode dos díasen el centro de Reclutamiento paraJó-
pudiera sobrevivir.Pero había una veta de gran determinaciónen ese venesde Brookwood, cercade Camberley,en Surrey.
chiquito, estabadecidido a vivir, resueltoa disfrutar de muchos más "vi un afiche con la foto de un paracaidistaque atenizaba,
díasen la piscinadel CuartelGihnan. lísto paraentraren acción,e inmediatamente supeque eso era lo que
Kevin venció a la enfermedad."supongo que Dios me teníare- yo queríaser.Mi hermanoSeanya se habíaenroladoen el l" de pa-
servadopara cosasmejores", y se recuperó.Fue una larga convales- ras, y se habíaroto la columna.Toda la familia estabaen contra de
cencia,pero lo logró. Justo cuando todo empezabaa volver a la nor- rni decisión.pero yo esrabadecidido.Absolutamente decidido.El
malidad, su querida madre murió repentinamente.Algunas de sus hcch. dc quc Seanhubierasido un para no teníanadaque ver con
hermanasya eran adolescentesy la familia se unió todavía más para r n i l t 's t r l u r 'i t i l l . "
darsefuerzas. K t 'r 'i n c r t t ¡ re zr i t.l t l l r s [r tr r r .l tcl tsc( ) n to ..cl t( ,r .v( ) ". u n so l tl l tr l i t<l

t () rl
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bía servidoen Alemaniay cn ('anadú.pcro su úrricl participaciónen tas ya no necesitaban de esaclasede cosas.Todo eso era para los "go-
operaciones nrilitarcshabíatcnickrluglr cn Irlallrlirrlcl Norte.Era para rras". Ni tampoconecesitabanir a la guerraen esospodridosbarcos.
estoque se habíucnlistado,si ¡:sque llcglba ¿rsuccder.Porquehabía Eso era para los Marines. Siemprehabía pensadoque si había alguna
una vocecitacn su intcriorquc (oduvíl lc dccíac¡ucestaera otra "gue- guerradurantesu períodode servicio,a él lo lanzaríana la acción en
rra falsa",como lü de 1939.'fodosandahunpor ahí arnrados hastalos paracaídas. como el soldadodel anunciode reclutamiento,paraestable-
dientesdiciendo:"lremoshastaallá,y dcspue<s n()v¿ru sucedernada". cer una cabezade puentev mantenerla posiciónhastaque llegaranlos
"Dios -pensó-, porqué algúnirnbécilrrosc dccidey nosde-
goras a consolidarla línea.mientraslos Parasvolvíana combatirpara
ja ir a pelear,o nos echaa nuestracasa."
conquistarotra posiciónde avanzaday el enemigotrastabillababajo el
Cuandoel Canberrase alejabadc la isla Ascenci<in. esachime- ataquede los "DemoniosRojos".como los habíallamadoHitler.Pare-
nea volcánicapolvorientaen medio del Atlíultrctr."algún imbécll" se cía, en ciertomodo.poco digno de ellos ir a la guerraen una navede
habíadecidido.Ibamos a la guerra. desembarco que parecíaun hotelitoflotantede mierda.
Kevin observabacómo el inmensonavío blanco. rodeadode Como sucedíacon la mayoríade los paracaidistas, a Kevin no
otrosnavíosciviles y de un cordónde protección."los transatlánticos le caíanbien los Marines.En su opinión,eran una colecciónmás de
de chimeneasgrises" -l¿s ¡¿yss de guerra de la Arrnada Real-, gorras,y cuantoantesse alejarande ellos y estuvierancombatiendoa
avanzabacon seguridadhacia las agitadasaguasdel Atlántico Sur. Ios argentinos,tanto mejor. Pero segúnafirma Kevin, lo más aterra-
Cada día era más frío y más corto. Una fragatade la ArmaclaReal hi- dor que tuvo que haceren su vida despuésde esedía en el que subió
zo una demostraciónde su poder de fuego. Los Harriersde la Armada al ring en Aldershot,fue una maniobraque practicanlos Marinesa
y de la RAF pasabanvolandosobrela formación,exhibiendosu equi- menudo.
pamientobajo las alas.Todoparalevantary mantenerla moral. El ejerciciose llanla crucede cubiertas:se tratade bajar de un
Los transportadores Hércules,de los que Kevin había saltado barcoa una barcazade desembarco, y luegoabordirrotro barco.Y los
muchasvecesy que eran apodados"Gordo Alberto" por la RAF, re- de la Marina, sabiendobien lo que hacían,decidieronpracticaresta
tumbabanencimade ellos y lanzabanparacaídas con correspondencia maniobraen medio de la noche,en medio del Atlántico.Cargadoco-
y provisionesparaIa flota. Allí se dio cuentade que esoera un asunto mo una mula, Kevin se sumó a la larga fila de Parasque esperaban
serioy que definitivamente él iba a tomarparteen ello. parabajardesdeel barcoen movimientoa un lanchónde descmbarco,
Eso 1ollevó a reflexionar acercade lo que le esperaba,sintién- que corcoveaba locamentesobrelas olas,y que avanzósubiendoy ba-
dose invadido por un remolino de diferentesemociones.Dudas y re- jando hastael dock del sobrecargadonavío HMS Intrepirl. Todavíase
servasempezarona corroer su certezay su excitación. Y no era el esiremeceal recordarese pasodesdeel Canberra,con el océanoin-
único hombre a bordo con estaclase de ideasen la cabeza.La mayo- sondablebajo la resbaladiz¿r planchadadel lanchónde desembarco,
ría se las guardabapara sí. Despuésde todo eran soldadosprofesiona- que emitíabocanadas de diesel,como "una pruebafinal parami forta-
les,por el amorde Dios. lcza". Una vez que has forzadoa un Paraa haceralgo así.alguientie-
Oró en silencio:"¿,Quépasasi resultono ser un buen paracai- nL-que pagarpor ello. ¡Así que rnejorque hayaLrnaguen-a,y no es di-
dista?¡Dios mío!, ¿y si despuésde todo soy sólo un cobarde'J Por fa- l'ícil saberquién l'a a ganar! No sueñescon obligar a los Parasa
vor, Dios, no me dejesser cobardefrente a todos mis compañeros". romportarsede esemodo y luegosalirtecon la tuya.
Mientras la nave avanzabahacia el sur, Kevin. como muchosotros
paracaidistas, ya no podía aceptarel lujo que lo rodeaba.
Automáticamente,se veía obligado a pensarsólo en el entrena-
miento,la programación,las tradicionesde cómo se preparanlos para-
caidistaspara la batalla,y esetipo de cosas.Ya no necesitaban el cine.
exceptopara las conferencias,tampoco los baresbien provistosni el
cómodorestaurante. Habíancumplido su propósito,pero ya no erannt:-
cesariosparahombresque se preparabanparacombatir.Los paracuitlis

1. I
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dario suboficialdei Regimientode Paracaidistas. habíaconvertidoa
muy joven. como todos los demás,tuvo que pasarpor la compañÍa
un muchachoen un hombre.
P, la rigurosa instrucciónde una semanaque se hace para seleccionar
En 1978,en Alemania,Kevin se unió a las filas del 3" de Paras,
los miembrosdel Regimientode Paracaidistas, despuésde la cual es
el
con distintivo del rayo verde en la manga de su casacade paracai-
mayor la cantidadde hombresque renuncianque la de los que per-
dista.Paraentoncesse encontraba totalmentededicadoal batallóny al
manecen.La mayoríade los que abandonanlo hacenporqueno pue-
regimiento,a susconlpañeros y a las tradicionesde profesionalismo y
den aguantarel ritmo, o porquedecidenque esto no es para ellos o
valentÍa que debía respetary mantener.Kevin Connery,como todos
porqueprefierenprobarcon algunaotra disciplinamilitar en un regi-
nosotros,era un paracaidistade cuerpo entero. Todo lo que le hacía
miento que no seaaerotransportado. En resumen,se conviertenen lo
falta era una oportunidadpara probarlo.
que los Parasllaman "gorras de mierda", o simplemente"gorras". No
En el momentoen que Gran Bretañase indignabapor la inva-
existíaposibilidadalgunade que Kevin eligierao lo enviarancon las
sión a las Falklands,los hombresdel 3" de Parasdejabanpor unos
gorras.Hoy recuerdala instruccióncomo "una torturalarga,pero que
díasla baseTidworth,en Hampshire,por las Pascuas. Kevin les había
valió la pena".
ganadode mano. Estabade luna de miel con su esposaen Suiza.
Tambiénfue un procesode descubrimientopara é1,un largo y
Mientrastodo el personalde FerrocarrilesBritánicosgarabateaba a
dolorosocamino a lo largo del cual vio cómo un tipo miserabley débil'
las apuradascartelesque decían:"Todo el personaldel 3" de Parasde-
seconvertíaen un militar profesionallleno de confianzaen sí mismo.
be regresarinmediatamente a la base",y los pegabaen las estaciones,
"Cuando entré era un chico nada agresivo,era sólo un chico
Kevin ignorababeatíficamentetodo este drama. Estabasumamente
que siempreéeconvertíaen el blanco de todos.Las únicassituaciones
ocupadohaciendolo que hacentodoslos mielerosy conversando con
de violenciaque habíageneradoeranlos tacklesen el campode rug-
su mujer sobresu futura vida juntos, como para enterarsede lo que
by. El mismo día que ingresé,mandarona mi escuadraal gimnasio
pasabaen el restodel nlundo.
parahacerun pocode 'moledora',que ela una forma elenrentalde bo-
Mientraslos oticialesy suboficialesse afanabanpor alistaral
xeo, bajo la supervisióndel sargentodel pelotón,Frank Pye. ¡Esesí
batallón para la guerra, grupos de soldadosagitadosdejabantodo lo
queeraun cretinol
que teníanentremanosy volvíanal campo.Otrosequiposestabantra-
"Estabasentadoen el banco,esperandoque llegarami turno.
tando de ubicar a los soldadosque no se habíanenteradodel llamado.
Estabamuertode miedo.Todo eso me espantaba. Temblabapensando
Sabíanque algunosiban a protest¿rr y a quejarse,pero ni uno solo
cómo me iban a moler a golpes. Nunca he estado tan asustadoen mi
querríaperderseestaoportunidadde un verdaderoenfrentanliento. Ni
vida. Entré al ring a pelearcon un tipo que se llamabaNick Newbold,
siquieraKevin. CuandoIo localizaron,comenzóde inmediatosuspre-
más o menosde mi talla, y se puso a darme puñetazos.tal y como yo
parativospara regresara su unidad; una decisiónque sorprendióa su
esperaba,sin darme respiro.Entoncesintervino Frank Pye. Me arras-
esposa.pero a nadiemás que lo conocierabien. Aunqueestabarecién
tró a unaesquinadel gimnasio.
casado.todo lo que dijo fue: "Lo lamento.querida,tendremosque re-
"Me voy a acordarde su mirada hastael día que me nluera.Me
servarpara despuésel restode la luna de rniel". Paraserjustos con
miró a los ojos, fijamente,bien a lo hondo.Leyó la historiade mi vida
Kevin. digamosque él no estabademasiadofeliz con la llamadaya
en ese instante.Tenía una cara enorrne,de hombre grande.Me dijo:
que. al igual que muchosde sus compañeros,lo primero que pensó
'Andá allá y peleá con todos los que alguna vez te han atropelladov
fue que. una vez más. se tratabadel dicho de los altos mandos:"apú-
con todos los que te han eqtadomolestando.Andá y peleá,dejálo sa-
rensev esperen".Más o menosestoes lo que creíacuandole dio un
lir. hijo'.
beso de despedidaa su mujer y subió la planchadadel gigantesco
"Volví a subir a ese ring y, sabés,hicieron falta tres hombres
transatlántico SSCanberracargadocon todo su equipo.
para separarne.Peleabacon una agresividad...parecíabrotar de cada
Cinco años atrás Kevin había quedadoprendadodel anuncio
poro de mi cuerpo. Frankie me llevó a un lado y dijo simplemente:
con lu firlo del paracaidista. Ahora. de pie en cubierta.él era uno de
'Vasa andarbien'."
t'llos.l)clglrrkr. cn buenestadofísicov con su cabellorubio bien cor-
Esosmomentosde agresióncontroladacambiaronal joven Ke-
l().irl)('tllr\
r'isilrlt'hlrjrr
llr lroittirroirr.est¿rhl
listopunrlo c¡ucfirelu.l{¿r
vin Connery.Estab¿r resuelto a aprobarel curso.Frank Pye.un lcgcn

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Percibiendomi inseguridad, Félix dijo: "Este vecindariose cuida a sÍ pasabapor encima, pero yo nunca robé. Ese es uno de mis méritos:
mismo. Usted sabe,nadie le roba a otro de los alrededores. Pueden nuncale robé nadaa nadie.
dejarselas puertasabiertas.Casino hay delitos...". "Cuando teníadoce años-siguió narrandoFélix- vine a vivir
Cuandouno mira a Félix puedeentenderel porqué.Es una zo- cerca de Buenos Aires para conseguirmejor trabajo con más dinero.
na ruda, donde viven hombresduros. Y uno puedecreerlecuandodi- Conseguítrabajo en la construcción,que era realmenteduro para un
ce: "He tenidoque peleartoda mi vida, con puñoso con palabras,só- niño de mi edad.Me decidí a mejorar mi situacióny la de mi familia.
lo para sobrevivir.Los de afuera no entiendenlo que es tener que Luego fui a trabajaren una fábrica de zapatos.Era un taller grandey
pelearpor la supervivencia desdeel momentoen que sos grandeco- las máquinashacíantanto ruido que no se podía pensar.La fábrica se
mo paratener noción de las cosas". llamabaDelgado,trabajabaahí todaslas mañanas.A la tardetrabajaba
Estehombre,de cabellogruesoy oscuroy bigotenegro,es una en un negociode plásticos.A vecesdormía ahí mismo en el piso. Lue-
de esaspersonasque uno automáticamente respeta.Sus ojos celestes go penséque si me sorprendíanperderíael trabajo,entoncesdormía al
nuncaoscilancuandohablacon voz tranquilasobretodo lo que ha he- aire libre en alguna plazade BuenosAires. Algunos de mis compañe-
cho en la vida. Y uno se da cuentade que encararlopor el lado equi- ros de trabajome vieron y se dieron cuentade que yo estabapasando
vocadoes un riesgo.Su crianzafue dura, como la de muchossolda- un momentodifícil. entonceshablaroncon el jefe y el dueño dijo que
dos de muchosejércitos. yo podíadormir en la fábricahastaque cobrarael salarioa fin de mes.
Félix Barretonació el 3l de marzo de 1962,el primerode seis Ni bien tuve el dineroalquiléuna casitay mandéllamara mi madrey
hijos de un padrede ascendencia italianay una madreparaguaya. En- a mis hermanos.Mi madreconsiguiótrabajocomo mucamaen una clí-
tre él y su pequeñohermanollegaron al mundo cuatro niñas.Poco nica y en casasde familia. Pero no salíamosadelante.Ella sufría tre-
despuéssu padredejó su hogaren Resistencia, en la provincianorteña mendaspresiones. Volví a estudiarmientrastrabajaba,pero el sistema
del Chaco. era muy dif-erenteen BuenosAires. Lo que acáhacíanen segundogra-
"Todo lo que puedo recordares habertrabajadosiemprepara do en el Norte no lo hacíanhastasexto.Teníaque hacertodo de nuevo.
sobrevivir.Todostuvimosque hacerlo.Mi madrefue abandonada con Todoslos díasteníapeleassin motivo.Soy de sangrecalientey pelear
seishijos y aquíno existealgo como el segurode desernpleo. Si usted era mi segundanaturaleza,pero no sé por qué me peleabatanto. De
estuvodesocupado lo debehaberpercibido.Vir'íamosen la pobrezay cualquiermodo,me echarondel colegio.En casahabíabronca,asíque
la única forma de salir de ella era trabajar.Comencéa trabajara los me fui. Nunca volví; no hastael día anteriora serenviadoa Malvinas.
ocho años;vendíadiariosy fruta en las esquinasy repartíapan. mien- "Alquilé una piezaen una pensióncercade Banfield,en Lanús,
trastodavíaiba a la escuela.Cadacentavoque ganabase destinabaal y comencéa mantenermepor mi cuenta.Organicémi vida. Cuando
sustentode la familia. En la escuelame iba muy bien. era uno de los sólo tenía catorceaños conocí a la que seríami mujer y desdeenton-
primerosde la clase. ces hemos estadojuntos. Los sábadosy domingos íbamos a bailar a
"La vida en los barrios es dura ---continuó diciendo-. Nunca las discos y los lunes volvía a trabajar sin dormir. Yo me lavaba y
en la vida tuve un juguetepropio,ni siquierauna pelota.Crecí en el planchabala ropa,cocinabay limpiabami casa.Siempreme mantuve
mismo suburbioque el gran Diego Maradona.Lo conocí,algunavez impecable.Entré en un ritmo de trabajarduro en la fábrica de zapatos
jugamosjuntos, pero no era el fútbol sino las armaslo que dominaba y la de plásticosy salir a bailar los fines de semana.A los dieciséis
en eselugar. Era una zona violenta,y el que no sabíaarreglárselasno años vivía rodeadode tipos que me doblabanen edad.Me enseñaron
sobrevivía.Mi madreera estrictaconmigo y ahorale estoy agradeci- a sobrevivir.Uno de mis amigos tenía un camión y me enseñóa ma-
do, aunqueen esemomentome molestabapor suscastigos,como ha- nejarlo.Comencéa hacerrepartospara él en mi tiempo libre.
cerme quedaren casamientrastodosjugaban en la calle. Había cierta "A los diecinueveaños fui convocadoal servicio militar. No
gente con la que no se me permitíajuntarme. Fue su firmeza lo que me molcstóporqueera algo que debíahacerse.Miré el lado positivo
impidió que yo utilizara armas.Se veían chicos de once años con ar- (esoticne sus venta.jas). Por ley recibiríael setentay cinco por ciento
mas planeandorobos y la policía ni siquierapodía entrar al barrio ¡.t tlc rrrishrrbcrcsy el pucsl<lqucclaría
vacanteparamí. Entonccsingrcsé
buscarlos.Yo nuncale hice daño a nadie. Si no pelcab;ts.llt gcnlc le r r l I r j t i r t 'i t o .
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Eran las dos en punto de la mañanay acabábamos de engullir


un buenasadoen el jardín de Félix Barreto.Esteera como un recinto,
con una gran paredde concretoy una reja paradesalentar los ojos cu-
riosos de quienes todavía rondabanpor la calle empedradaexterior.
Durante tres horas habíamosandadopor las callejuelasdel suburbio
amenazante que rodeabala casade Félix. Craciasa Dios teníamosun
vehículoparatodo terreno.ya que un autocomún no hubieraresistido
esosbachesque hacíanque las huellasde tanquesparecierantersas
como una mesade billar. Nos sentíamosinsegurosen eseextrañolu-
gar. observadospor los ojos silenciososde grupos de jóvenes que re-
movíanresiduosbuscandobotellasdescartables de plásticopara ven-
derlaspor unas pocas monedas.Nos observabancon miradasfrías,
como a todoslos extrañosen esoslugares.Probablemente a la hora de
rcgresarseríaun áreano transitable.No habíanombresen las casasni
cn las calles.Cadatanto alguiennos señalabaalgún callejónque nos
podíaconducirhacialo de Félix. Lo encontramos mediahora después
tlc la rncdianoche, sentadopacientemente con su esposay su hijo, y
sirrrrrostrar ningúnsignode initación por nuestrademora.Nos recibió
t;rlitllullcntc y nossentimosaliviados-Diego, el veteranolondinense
,\rrloniollclrnontcy yo . Al fin estábamos a salvo.
lit'í intcriornlcnte
rnicntraspensaba: hacedoceañosyo trataba
t l t '¡ r r ¡ r l l u r r t 's l t 'l r o n r l r l e : csl l t n o ch c l r g r i tcl czco csta r a stl vo e n su ca sa .
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mera lengua.Los días más felices de mi vida fueron los que paséjun- padrea las muestras,y ahí veía a los coleccionistas, vestidosen sus
to a la tía Joan.La casaera de madera,cercade un gran lago y de una uniformes de la SegundaGuerra Mundial y creandosu mundo fingi-
granja.Cuandonos decíanque papá vendríaa visitarnos,Daniel y yo do. Dom disfrutabaesasaventurascon su padre como lo haría cual-
nos poníamosjunto a la carreterap¿ra oír el ruido de su motocicleta. quier niño. Extrañabaa su padrecuandoésteno estabacerca,pero sus
Todavíahoy puedoescucharel sonidoacercándose. La alegríade ver- devotosabuelosle proveíanun buenhogary estabilidademocional.
lo era indescriptible.Me hacíasentiruna vez más que era partede una Como todo lo demásen la vida de Dom, era demasiadobueno
familia." paradurar.Su abueloBill murió y su abuelaeraya demasiadovieja pa-
Pero la alegríade Dom duró poco. Su padre decidió que retor- ra arreglárselas sola con el niño y su casa.Se mudó a Londresy Peter
nara a Inglaterra"por unascortasvacaciones".En realidadqueríaque trasladóa su nuevaesposay a su nuevafamilia a la casade su madre.
su hijo mayor fuera educadoen Inglatelra y los hermanosfueron se- "Al principio fue bueno, pero la novedad de poder comer al-
parados.Daniel debíapermaneceren Francia. mendrastostadascuandoyo quisierao que se me permitieraquedar-
"Joan no hubiera estadode acuerdocon que me llevaran a In- me despiertohastatarde viendo TV (cosasque la abuelano hubiera
glaterra si hubiera conocido todo el plan. Nunca hubiera consentido permitidojamás) se desvaneciórápidamente.Las cosasse vinieron
de buena gana que mi hermano y yo fuésemosseparados.Ella, vir- abajo rápidamenteentre mi madrastray yo. Yo estabaen la secunda-
tualmente,nos habíaadoptadoy yo nunca anteshabíaestadolejos de ria y no me daba cuenta,al principio. de que ella sabíaque papátenía
Daniel. Lo extrañé,habíamoscrecido tan juntos que era como si fué- el éxito suficientecomo para alcanzargrandeslogros. Los planesde
semosuna misma persona.Yo permanecíen una casade la calle Lon- ella estabanhechosy no me incluíana mí. A tal punto,que ella estaba
dres, en Worthing, junto a los padresde mi padre. Estabacompleta- convencidade que la familia que acompañaba a mi padreen su éxito
mentedesconcertado. El tío Jeanme llevó a lo de mis abuelos,luego era la suyay no la familia anterior.
se fue. Me quedé en un rincón del cuarto totalmente confundido y "Las cosasiban de mal en peor.De regresodel colegio,Dom
desconcertado. Había pensadoque me iban a llevar de regresoa Fran- no encontrabaalmuerzopara é1.Peleabadiariamentecon sus herma-
cia con Daniel y Joan.Pero me dejaronahí, al cuidadode gentenueva nastros.Su padre estabasiempretrabajandoy cuando regresabasólo
y hablandofrancés." escuchaba una versiónde la historia.
Su abuela,de unos setentaaños,sentíaun gran amor por ese "Yo era un adolescenteen esaépoca,y los adolescentes no ha-
pequeñomuchachotriste de ojos claros.Profesabavaloresvictorianos blan realmentecon los adultosde susproblemas.Comencéa juntarme
y poseíaun gran sentido del deber hacia su pequeñonieto. Dom se con chicosque, yo creía,eran similaresa mí. No malos,sólo aventu-
encariñocon ella rápidamente,pero el dolor por la separaciónde su reros.Me volví ladrón,forzabapuertasde negociosy vendíalas cosas
hermano seguíaremordiéndolopor dentro. Volvió a ver a Daniel to- robadas.Trabajabapor mi cuenta.Pinchabaruedasde autosy de bici-
das las vacaciones,pero estabancreciendo apartadosy criados por cletas.Alguna vez me agarraríany eso sería la ocasiónperfectapara
gentemuy agradablepero muy diferente,en contextosmuy distintos' que mi madrastrase librara de mí."
Los padresde Dom eventualmentese divorciarona mediadosde Dom fue a la Corte y afrontó una sentenciaen un centro de de-
los añossesentay fue entoncescuandoél hizo la primera de susapari- tención,pero el Departamentode ServiciosSocialesde SussexOcci-
cionesen la Corte. Era paradecidir dóndevivirían Daniel y él y al cui- dental seguíauna nuevapolítica orientadaa rnantenerfuera de prisión
dado de quién quedarían.Su padreganó la custodiade los muchachos, a los jóvenes de trece y catorceaños.Fue adoptadopor una parejade
con los cualeshabía sido abandonado.Pronto volvió a casarsey tuvo trabajadoressocialesque administrabanun pequeñohotel. Sabíaque
dos hijos más. Dom lo veía sólo los fines de semana,cuandoél inició no debíameter la pata porqueun pasoen falso podía enviarlo de nue-
un nuevonegociocon vehículosde la SegundaGuérraMundial. vo a la Corte y a la detenciónforzada.Sabíatambiénque sus chances
La colección de Peter se transformóen una de las más impor- de unirse al Ejército eran escasasy que el menor problema podía
tantesde Inglaterray su negociocomenzóa darle una posición holga- i rutrlas
lurrr¡ e()mpletamente.
da, sino de riqueza.Además.ayudóa interesaral joven Dom en cosas "l)ció'cl colcgio¿¡los clie'ciséis
y fui a traba.iaren la cr¡nstruc-
militares,en especialporqueahoraviajabalos fines de semanacon su t'irin.llcirlrrrcntctnrbilic'rrrrry
tlrrnrv nlc nlilnluvclircrlrtlc problcrnas

It
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todo lo que pude. Fui a la oficina de reclutamientopara averiguarcó- do en Alemania,Canadá,Irlanda del Norte y Omán, ese sultanatosc-
mo podía entrar al Ejército. pero mi condición de convicto jugaba en creto y desiertodel Medio Orienteen dondelos SAS (ServiciosAé-
contra. Cuandollegó la revisión concurrí a la Corte y todos (policías, reos Especiales)había sostenidouna pequeñay amargaguerracontra
trabajadoressociales,padresadoptivos)estuvieronde acuerdoen que insurgentescomunistas.Habían presentadobatalla a terroristasadies-
mi ingresoal Ejército era la mejor solución." tradosen Moscú y, usandosus propias tácticas,los habíanderrotado.
Fue así como eseadolescentecorpulentoy no muy alto. que en- No sólo habíandetenidoel avancede los comunistas,sino que ade-
frentabaal mundo y al "sistema"todos los días de su vida, entró en la más los habíanllevado a una retiradacompletae indigna.En esaépo-
oficina de reclutamientoen Worthing y vio el mismo pósterque había ca los paracaidistaseran cortejadospor los SAS, la mayoría de ellos
visto Kevin en la pared de la oficina de reclutamientolocal de su ciu- había comenzadosu caffera militar en Aldershot.Queúan a los para-
dad y que mostrabaun paracaidistaaterrizandolisto para la acción. caidistascomo una retaguardiasiemprelista, hombresutilizadospara
"Esto es para mf', se dijo Dom. Pero se equivocaba.El sargentode movilizarseinmediatamente, soldadoslo suficientemente prudentes
reclutamientoechó una mirada sobreel adolescentey pronto lo disua- como para simplementedesaparecer de sus barracasen Gran Bretaña
dió de cualquier idea de convertirseen paracaidista.Había conocido y arrojarsesobreel campo de batalla,hombresacostumbradosa ope-
demasiadosparacaidistas, y este muchachotenía tantaschancesde rar sin apoyo más allá de las líneasenemigas,en pequeñosgruposo
convertirseen uno como él de caminar en el espacio.Era demasiado en grandesformaciones,hombresque podíanadaptarserápidamentea
bajo y delgadoy estabafuera de peso. cualquiersituaciónhostil, hombresque saboreaban el gusto de una
ParaDom era sólo un nuevo desafío.Había decidido ser un pa- buenabatalla,la oportunidadde poner en prácticatodo aquellopara lo
racaidistay ese viejo bastardono se interpondríaen su camino. Des- que habían sido entrenados.En otras palabras,soldadosque eran tan
pués de todo, él se había enfrentadoa personascomo ésta -pilares profesionalescomo ellos y en quienespodíandepositarconfianza.
del sistema- durantetoda su corta vida. La respuestafue simple.Vi- CuandoDom y sus camaradasde la CompañíaB subierona la
sitó a su médico, que lo puso en una dieta especialpara ganar peso. cubierta del Canberra y vieron la prisa de los preparativosde último
Lo que le faltaba en cuanto al físico le sobrabaen determinación.Y momento.él se esforzó por registrarlotodo. Estabansiendo arrastra-
esto último es lo que tiene que tener todo el que deseeser un paracai- dos por una gran mareapublicitaria.Las cámarasde TV los fotógra-
dista.A Dom Gray le sobrabadeterminación. fbs, los reporteros,todos estabanpara verlos partir. Era una alharaca
Cuandodejó el recinto de la Corte y llegó a la oficina de reclu- sobrela forma en que los paracaidistashabíansido convocadospara ir
tamiento pudo percibir el alivio de los policías y de los trabajadores a la guerra,saliendosigilosamentede algún campo de vuelo secretoy
sociales.Afortunadamente,no lo verían más. Dejen al pequeñobas- apartado.Cuando vio las cargasy se apartódel camino del mayor
tardo entrar en el Ejército, que ahí lo pondránen regla. No le dejarán NCO y su ira apoplética,se impacientópor estar en camino. Quería
pasar una. Dom, con su cabello grueso y oscuro y sus ojos siempre llegar,entraren lucha con el enemigoantesde que algún idiota los hi-
brillantes,era genuinamentemás bueno que malo, alguien que había ciera regresar.Esta iba a ser su gran oportunidad, una oportunidad
soportadodemasiadosgolpes en una vida tan corta, un pequeñoindi- única en la vida para probar su capacidadcomo soldado;era su gran
viduo que necesitabacanalizarsu energíay agresividadilimitadas,un oportunidadde mostrar,de regresoa casa,que cuandolos hombrestu-
muchachoque necesitabala "familia" que el Ejército habíaprovisto a vieran que levantarsey ser contadosél estaríaentreellos, no oculto en
miles de jóvenescomo él a lo largo de los siglos. un rincón de una taberna,con una copia del diario, ni mirando cuando
La CompañíaP era lo indicado para alguien como Dom. Lo las noticiasllegaranpor televisión.
formaría y educaríadándoleun sentidodel éxito y-el empeño,y --de Dom habíaadquiridomuchahabilidad.Habíatrabajadoduro en
igual importancia- un sentimientode pertenencia.Dominic Michael ef entrenamientocon el resto de la compañíay estabadesesperada-
Gray se encaminabaa ser un paracaidista,mal que le pesaraal sargen- rnenteansiosopor ver cuán bien podían funcionarjuntos en la acción
to de reclutamiento.Seríaun fusilero de fiero aspecto. vcrdadera.Nuncahabíapensadoque el EjércitoBritánicoiba a librar
Cuando en abril de 1982 sobrevinoel drama de las Falklands. ulraqt¡crraconvcncionalcn su época,y estaoportunidadera demasia-
Dom teníaveintiúnañosv cuatrode dura carreramilitar. Habíaservi- rkr hr¡enu panrscr dcscchada. de t<ldo.hahíaquicncsdurantc
l)cs¡lrrés

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"Estabasegurode que el Ejércitome gustaría,pero en seguida nuestrasviejas armasde entrenamiento.No podíamosir a pelearcon
me di cuentade que el sistemaera muy injusto.Acepto que la disci- ellas,¿o sí?
plina es la basede un sistemamilitar. pero desdeel principio fuimos "Corrí a mi casa.junté todasmis pertenenciasy las llevé a lo de
maltratados.Tomabansu cargo con superioridad.nos queríanpara mi madrepara mantenerlasseguras.Era la primeravezen añosque iba
servir a los oficiales con rango. Todo eso sencillamenteno era para a esacasa.pero no Ie conténadaa ella. Yo realmenteno sabíanada.
mí. Nunca serví a nadie. Ellos realmentequeríanhumillarnos.Nos "De regresoen el cuartel,corría la voz de que íbamosa vigilar
llamaban'clase'62' porqueerael año en que habíamosnacido. un territorioen el Sur. Abordamosun HérculesC-130 hacia Río Ga-
"Tenía instruccióncon un suboficialque me había tomado llegos.pero tuvimosque regresara causadel mal tiempo.Reciénen-
bronca.Un día yo queríallamar a mi novia durantela cena.El subofi- toncesnos dimos cuentade que habíamosestadovolando hacia las
cial empezóa provocarme.Quería 'bailarme': arriba, abajo. salto de Malvinas.Si la temperaturano nos hubieraobligadoa volver,no hu-
rana, etcétera.Yo ya había tenido bastantede esa humillación y me biéramossabidoadóndeestábamos yendohastahaberaterrizado."
neguéa bailar para é1.Le dije que no iba a hacernada más. Estaba
dispuestoa pelearcon é1.Entoncesun oficial que pasabase involucró. ParaDominic Gray la vida fue un desafíopor encarary disfru-
Le dijo al suboficialque estabaequivocadoy comenzóa bailarlo.El tar desdeel momento en que la parterapalrneósu cola al venir al
suboficial estabafurioso y puede imaginarseque desdeentonceslas mundo,el l2 de octubrede 1960,en Brighton.WestSussex.Su padre
cosasno mejoraronpara mí. Pero encontréuna forma de empeorarlas: Peter era ingenieroen la fábrica de motocicletasHarley-Davidson.
cadavez que íbamosa la cantinapedíauna Coca-Colay una hambur- Como Gran Bretañaestabasaliendode la última austeridadderivada
guesaparala cuentadel suboficialy falsificabasu firma. ¡Ja!No pue- de la SegundaGuerraMundial, se pennitíaa la gentecomprarautos.
do recordarcuántasCocasy hamburguesas obtuve antesde que me Las motoscomenzarona usarsemenos.por lo tantola ventade costo-
agaffaran.Obviamenteme llevaronal calabozo,luegode bailarme.¡Y sasmáquinasimportadasde los EE.UU. era una difícil tarea.
qué baile! Me bailarontodo el día. pero me salvédel calabozoporque Peter.que habíasido prisionerode los alemanesque ocruparon
fuimos convocadosa un gran ejercicioal día siguientey necesitaban a Jersey,tenía treintaaños cuandoconoció a la que seríala nladrede
todos los hombres ahí. Dom y se casócuandoella sólo teníadieciocho.No fue una unión fa-
"Perojusto cuandopensabaque mi castigohabíaterminado,vi- vorecidapor los dioses.Dom llegó a un mundodondesu padretraba-
nieronpor mí. Eran el suboficialy un tal tenienteBaldini. Me lleva- jaba todo el tiempoque podíaparavendery repararlas motocicletas y
ron al salón de duchasy me colgaronde los duchadorescon unastoa- su madrequeríamásque rock'n roll, motocicletasy quedara cargode
llas. No recuerdocuántotiempo estuveahí colgado,pero después un bebé demandante. EI matrimoniofracasó.[,a madrede Dom co-
Baldini dijo que yo no llegaríaa ningúnlado en el Ejército.En el fon- menzóa salir de nochepor la ciudad,v Dom recuerdapeleasy discu-
do yo queríapermaneceren el Ejército despuésde la conscripción, sionesviolentas.Inclusoel nasimientode su hermanoDanielcontri-
pero ahorano veía allí ningún futuro para mí. buyó a romper la débil unitin. "Un día simplementese levantóy se
"Sabeusted,pensándolodesdehoy, Baldini estabaequivocado. fue -cuenta Dom-. Nuncavolví a verla."
Era bastantebuen militar, pero como personaera intratable.No le in- Dom v el pequeñoDanielfuerona vivir con su abuelamaterna.
teresabala relacióncon sussoldadosni tratarlosdecentemente. Ella teníaun problemacon la bebiday Peterpensóque los niños po-
"En marzode 1982llegabala clase'63 y a mí me faltabancua- dían estardesatendidos. Se mudarona Londrespara permanecercon
tro días para salir cuandofue la ocupaciónde las Malvinas.Presentí su tía Barbara.duranteseis meses.antesde que Peterdecidierl rnu-
que no iba a ser dadode baja.Cuandosólo me quedabandos díasme darlosal n()rtede Franciaal cuicladode su hermanaJoan.quc sc hahíl
enviarona reemplazara otros que habíansido dadosde baja.No nos casarl<l con ul.rfrancésllamadoJean.Peterteníanegociosirllí v Dodírr
informabannada,todo era incierto.No nos decíansi íbamosa ir a las r,isitarlr sushi.joscon másregularitlacl.
Malvinaso al Sur a cubrir un regimientoque ya hubierasido enviado. "Yo t'rl rlruvlcliz con tía Blrrbara.
pcroFranciacr¿riclíliclr tli
Más bien parecíaque íbamosa reemplazara otros.porqueaunquenos .'¡ l)orrr l)rrnicl1 vo cslrrvinros ¿rhíct¡llro o cinco trñosl lrllr r',r
habíanmandadocon todos los pertrechosde viaje. todavíateníamos ri l r'tt/l l l tl ()\ r'l t ' ol t' Lttrl . ,\¡ttt' rttl i ttt()s l l -rtttt' ti s . r¡ttt' ¡} rs ri i t \(' r l l u(' \l r;r llil

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mo mandaderoparauna de mis hermanasmayores.Lo hice hustaquc


Me bajé del auto para saludara GermánChamorro.Este en- me llamaronpara el Ejército.Las cosashan cambiadomucho en la
cuentroseríadif-erentea los otros porque,como yo, Germánera un ex Argentinadesdeaquellosdías.
paracaidista. Habíaestadoen el controlde la artilleríacon un mortero "Sepaque cuandoíbamosa las discotecasa vecescorríanroscl
de 120mm en Monte Longdon.y yo sabíaque su embestidahabíasi- riesgo de que hubierauna rqzzia.Era verdaderamente arriesgadoestar
do una terribleexperienciapara tres paracaidistas durantela batalla. ahí. porquesi se encontraban drogaso algo similarpodíasconvertirte
Su apretónde manosera firme y nre recibió con una cálida sonrisa y sólo por estarahí. automáticamente,
en un NN Iclescr¡torecitlo] pasa-
cuandolo saludé. bas dos mesesen la cárcel.A veces.cuandomiro las calles hoy en
Entramostranquilamente en su casay nos sentamosalrededor día, añoro el estricto orden de aquellostiempos.Todavíateníamos
de la mesade la cocina;habíacierto nerviosismo.Diego intentóque- buenosmomentosy recuerdolos f-estejos del triunfo de la Argentina
brar la tensiónproponiéndole a Gennánhablarsobresu aprensiónpa- en el Mundialde Fútbolde 1978.
ra encontrarse con un soldadobritánicodespuésde la suerra:eso lo "Me convocaronal serviciomilitar en agostode 1980y fui a
hizo sentir lo suficientementerelajadocomo para sonreírmey admitir: La Platadestinadoal Regimientode Paracaidistas. Me enviarona
"Usted sabe,el idioma inglés me trae malos recuerdos,pero el pro- Córdoba.Allí habíacercade cincuentade nosotroshaciendofila para
yectoque ustedestáhaciendoes bueno.Despuésde todo,el que sufre un examenmédicoy nos dieron una inyeccióna todoscon la misma
es siempreel soldadoraso,no los oficialessuperiores".Cinco minu- aguja.No habíaSIDA todavía.Como iba a estarcon los paracaidistas,
tos despuéstodosnos estábamos riendoa carcajadas porqueestehom- mi serviciornilitar iba a ser más largcl.Todos mis amigospensaban
bre jovial teníaun extraordinariosentidodel humor.muy parecidoen que yo debíaestarloco porqueiba a perderdos añosde mi vida en el
su ironíaal de mi amigo Denzil Connick. Ejército.Fui al CuartoRegimientode Artilleríade Paracaidistas cerca
Germán siempresupo que se vería enl'ueltoen ulta guerra. de La Calerav. en el fondo.sabíaque estabaentrandoen algo diferen-
Siempreestuvofascinadopor los soldadosy por las historiasde gue- te. Estabalejosde mi hosary mi fan-rilia.
rra. Creíaque eseseríasu destinodesdequejugabaa los soldadosen "Repentinamente. a los l9 años.yo erasóloun pedazode mier-
las callesde Adrogué,el suburbiode BuenosAires dondecreciójunto da. un nadie.Lo que me molestabaera l¿rdura dtsciplina:comer.dor-
a suspadresy sustres hermanas.Suspadreshabíanemigradodel pa- mir y cagarsólo cuandolos nrilitareste lo decían.Esaprimerasenta-
raguay,donde su padre había aprendidoel oficio de albañil. Había na de iniciaciónfue un gran shock para el sistema.Doscientosde
mucho trabajoen la Argentinay él habíapodido darle un buen nivel nosotrosluimos L¡bicados dentrodel regimiento.Yo fui enviadoa la
de vida a su familia. BateríaC. que habíasido divididaen dos compañías. Mi ief'eerael te-
En aquellosdíasAdroguéeraun buenvecindarioy el.iovenCha- nienteSuárez.vera un buenoficial. contolo probaríamírstarde.Tenía
mofro era bastantemás educadoque muchosotroschicosde su genera- bolasde oro.
ción. Germán.nacidoel l2 de agostode 1952.volvió ala zctnadespués "El entrenamiento cra 'haile' desdeel principio.Nos despertí-
de la guerrade las Falklandsy vivió allí cuatroañosmás.Habíaido ¿rla bamosa las cinco de la mañanay nos vestí¿rmos en un minuto. En
escuelaprimariay lo habíadisfrutado.Al terminarlas clasescorríaa su nuestrodonnitorio la mitad se vestíamientraslos otros se lavabany
casaparajugar a los soldados, o al policíay el ladrón.en las apacibles luegocambiábarnos. Luego habíauna inspecci<irr se_euida de un baile
callesdel barrio.Perola escuelasecundariaf'uediferente. durantetreso cuatrohorasnrarchando, saludando. comiendoo hacien-
"Era difícil -dice-. muy difícil. Siemprereprobaba.Mis pa- do cualquierotra cosa.Básicamentenos estabandomesticando. Hsto
dres me dieron un ultimatum:estudiaro trabajar.Elegí lo más fácil: ril¡rócuarentav cinco días¡, lo que más extrañabaera mi casa.Siem-
trabajar.Me fascinabarcalmenteganar mi propio dinero. yo era un l)rc era lo mis¡no.salvocinco díasen las galeríasde tiro o aprendien-
adolescente y paramí el mundoeranlas discotecas, los clubes.los tra- tlr u usarlas armas.La comidaera mala.muy mala.No habíamesasy
gos y las mujeres.Tratéde hacerun bachilleratoacelerado(acápuede nos scntiiharrros cspaldacon espaldaparacomer"Recuerdoinsectos
hacerse)porquehabíadejadoel colegioa los catorceaños.Trabajócn ro¡osl'11r1¡¡¡11hr
r'¡ ¡11¡
conticia.
l-as letrinasL-ranun pozo sin papelhi-
l¿rconstruccióncon nri padredurantealgúntierrrpoy luegotrlhajti r.o 1 'r ( 'n r (( ) l ) t 'r r l í s t 'i s r t si cl t'ki l o s.

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"Algunos desertaban.Los que eran capturadosiban al calabo- teníamoshechasl¿tsdos terceraspartesde lo necesario. Los conscrip-
zo. Luegode cuarentay cinco díasde entrenamiento básico,yo podía tos hacenun total de sesentadías.Como nosotroséramosparacaidis-
marchar,saludary disparar.Nos dieron cuatrodías libres, pero el pri- tas hacíamosnoventa.Pero nos tomamosquincedías libres antesdel
mero lo invertí viajando a casa,y el último volviendo al cuartel; por entrenamientocon artillería pesaday luego estuve trabajandocon
lo tanto pasélos otros dos díascomiendo,durmiendoy bebiendotan- morterosy obuses.Ni bien terminamosde hacerlo fuimos a las ma-
to como pude. Mi corte de pelo me diferenciabade cualquier otra niobras, donde abríamosfuego y nos movíamosde posición a posi-
persona. ción con las pistolas,como se haceen las guerrasverdaderaspara se-
"A mi regresotuve que hacerotros cuarentay cinco días de pa- guir los cambiosde posicióndel enemigo.
racaídasy entrenamiento.Dos de mis compañerosdesertaronmien- "Todo estababien hastaque,accidentalmente, dejécaermi rifle
tras estabande licencia. Siempreteníamosque pararnosen formación sobrelas bolsasde pólvoraque estabanen una zanja.Ademásde sen-
para izar la banderapor la mañana,luego nos daban un sermón.El tirme un idiota,perdími siguientesaliday me bailaronobligándomea
áreade entrenamientoen paracaídasestabaa dos kilómetros de nues- gatearsobre los cardosy las espinas.Me confinarona las barracas
tras barracasy todos los días teníamosque corer hacia allí y volver mientrasel restose iba de licencia.Me sentíhumillado,se lo aseguro.
con nuestroscascospuestos.Hicimos todos los ejercicios de tierra y "Despuésde eso paséa trabajaren la oficina, a cargo de las sa-
un día trajeron un HérculesC-130, el tradicionalavión de paracaidis- lidas y las listas de efectivosde guardia.Era bueno para los números
mo. Tres días antesde nuestroprimer salto,nos poníamosen posición y pronto encontréun buen negocio aceptandosobornospara cambiar
de salto en el aeroplano,reconíamosel campo sin despegar,y tenía- los horariosde guardia.Todo el mundo odiaba la guardiade dos a
mos que tirarnosdesdelas puertasy rodar por el campo como si estu- cuatro de la mañana.Un tipo al que llamabanDrácula solía sobornar-
viéramosarrojándonosverdaderamente en paracaídas. me con cigarrillosy comidapara que le cambiarael tumo. Los ciga-
"Como todo paracaidista,siemprerecordarémi primer salto. rrillos eran monedacorrientey los podíacambiarpor lo que quisiera.
Ahí me veo en el aeroplano,con los huevosen la gargantade sólo Recordándolo. no era un mal trato.
pensarlo.Nos ordenanestarlistos, abrocharsey chequeardos vecesel "De cuandoen cuando,teníamosque hacer tna razz.iay patru-
equipo, golpearel cascodel compañeropara indicar que todo está llar las calles cerca de las barracas.Era un trabajo duro y aburrido.
bien. Estamostodos paradosmirando la luz roja, sabiendoque luego Corría 1981 y ya no había más terroristas,estabanbajo tiena. Noso-
se pondrá verde y tendremosque avanzar.El corazónme latía rápida- tros estábamosarmadoshastalos dientes enlaplaza de la ciudad de-
mente, podía oírlo en mi interior. De repente,luz verde, y los tipos teniendolos autosy revisandoa los conductores y ocupantes. A veces
van desapareciendo a través de las puertas.Estoy frente a la puerta. teníamosque hacer trabajosdifíciles. Si una novia estabamanejando,
Me encuentroempujandocontra el brazo del que nos despacha.Me irritábamosa los lugareñospor conversarcon susmujeres.El restode
estáhaciendovolver atrás.'¿Quémierdapasa?',le grito. la patrullapasabael tiempohaciendopavadas.
"Me contestaque soy el último y que ya hemos sobrevoladola "Teníamosun tipo asignado,un fornido comando del Regi-
zonaparaarrojarse.Le suplico al sargentode la FuerzaAérea. Ahí es- miento601. Un día en la oficina olvidé anunciarme('soldadoparacai-
taba yo, tenso y listo para saltar,y ese bastardome detiene.Sobre la distaChamorro.clase'62'). Me bailó alrededorde su oficina y luego
siguientezona me lanzo, cayendodurantetreinta segundosa gran ve- me dijo que me levantara.Ni bien lo había hecho saltó delantemío,
locidad y luego estoy en otro mundo: paz, una verdaderasensaciónde me pusoun cuchilloen la gargantay dijo: 'nuncadeje su guardia,sol-
paz, como flotando.Irreal. dado.Estésiemprealerta'.
"Tenemosuna tradición despuésdel primer salto exitoso. Ele- "El bastardohuyó durantela batallaen Darwin. ¡Jal Había his-
gís un padrino y todos te bautizancon sidra y harina. Yo era bastante tcrriasque contabanque una vezhabía matadoy destripadoa una ser-
gordinflón así que me bautizaronel Oso Yogui. Yo elegí al teniente piente.habíahechoque sus soldadosla comieran.Decíaque cuando
Suárezcomo padrino. Cuando ya has hecho tres saltoste entreganla tunsoklackrestíren guerradebecomerlo que encuentre.Ahora es una
boinaroja en una ceremonia.¡Yo hice diez! crtrclironíurccorrllrlo c¡ucnospasriclespués en las Malvinaspor tra-
"Al terminare¡ioscuarentay cinco días de entrenamiento ( r u t l e c o l r l t 'r - l o i ¡ 1 ¡ gcl ) ( '( ) n tl l i b l u r 'r ( ) \.
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"Comenzarona tratar mi ba.lajusto antesde la Navidad de diciendoque sabíaque me iban a mandary nris padrespidiéndome
198L Se fueronsesentatiposy yo estabaesperando mi turno.Luego, que me callara.
el 22 de diciembre.llc'garonrirdenesde hacerun saltoen paracaídas. "Mr madreestabafuriosaporqueella habíai'ivido la revolución
Nadie queríahacerlo.El tenicnteSuárezse puso furioso.El día 23 en el Paraguay, ella sabíalo que era la guerra.'Esto es una locura.van
saltarnos un Fokkcr y luegoél conlenzóa bailamos.Dijo que el
clesclc a matarte',me decía.Estábamospegadosa la radio y la televisiónmi-
que se caycrasc quedaríaen el canrpocluranteNavidad.Gateamosa rando los informes.Llamé a mi regimientoy me dijeron que no ha-
travésde las espinas,saltamos.corrimos.Hicimostodo lo rmaginable. bían recibidoórdenes.EI 18, cuandotenía que volver, me quedéen
Fui uno de los diez que se mantuvode pie, todo cubiertode suciedad casapara un gran asado.Decidí volver para gestionarmi baja. En la
y polvo. Al flnal nosdio dos díasde licencia. estaciónde trenesencontréalgunostipos que habíandesertado.Sa-
"Las licenciaseran muy apreciadasy no eran muy frecuentes. bían que el regimientoiba a viajar a las Malvinasen una semana.De-
Una vez algunosde nosotrosconocirnosa unas chicasen el tren v cidí llamar a casay decírseloa mi familia. Mi madrecontenzóa llo-
quedamosen encontrarnos con ellas en otro momento.Teníamosque rar: queríaque desertara. Peroyo sabíacuál era mi destino.
salir del campoy hacerdedohastadondeellasestaban.Estuvimosau- "Cuandovolví al campome encontrécon otrosque tambiénha-
sentestres días, pero mi sargentopref-eríaque pasáramoslos fines de bían vuelto tarde.LIn tenienteprimero nos llamó a su oficina y co-
semanaafuera. menzóa darnosun severosermón:'Ustedesson una mangade deser-
"En otra oportunidad.la PolicíaMilitar nos detuvoen un tren. tores,malos soldados.el país estáen guelra,etcétera,etcétera'.Dijo
No teníamospapelesde salida,así c¡uetuvin-losque bajarnosen la es- que los oficialesy los comandosya habíanviajadoy yo comencéa
taciónsiguiente.Siemprenos buscaron.Hay que teneren cuentaque reír. 'Chamorro,¿de qué se ríe?', gritó. 'Usted seráel primero en ir.
los malditosganabanun tiempomás de licenciapor cadaausenteque Vaya.Ya mismo,¡rajandol'."
agarraban. De todosmodos,muchagentenos escondíaen suscasasy Y entt'¡nces,como muchosotros, GermánChamorrocomenzó
una vez unosturistasjaponesesnos llevaronhastaBuenosAires. el viaiehaciasu destino.
"A comienzosde 1982estábamoscompletamente hartosy es-
perábamosla baja.La clase '63, nuestrosreemplazantes, comenzaron
a llegar en febrero.Me dijeron que seríadado de baja el 30 de marzo,
entoncesme lui de licencia a casapara volver al regimientoel día 30.
Ese día hubo un gran quilombo. Era un claro símbolodel descontento
que crecíaen el país.La CGT habíaorganizadouna marchade protes-
ta contrael gobierno.
"Al día siguiente,el 3l de marzo,todavíaestabaen el campo v
en el Ejérc:ito.Fui a ver a mi jefe y me dio otros dieciochodías de li-
cencia.Volví a casa,dondetodo estabatranquiloy calmo.
"Repentinamente, cerca<Ielas seisde la mañanasiguiente,mi
padreteníaencendidala radio y oímos: 'Hemos recuperadolas Malvi-
nas'. Luego pasabanmarchasmilitares.Comencéa darmecuentade
que el gobiernohabíacrrdenado la acciónparadesviarlos pensamien-
tos de la gentede las cosasque pasabanen el país.
"Luego llamó por teléfonoun amigo y le dijo a mi madreque
en las Malvinas habíauna compañíade paracaidistas y que él pensaba
que yo estabaahí. Hablé con é1.Yo no sabíanadaacercade las Malvi-
nas.Puedoescuchara mis padresmurmurando'milicos de mierda',y
duranteios r,isuientes dieciochodíasla casafue una iocura.conmigo

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veintidósañosnuncahabíanvisto acción,ni siquierasirviendoen Ir- díajodemos o agarrárselas con nosotros.Todo lo que queríamoshacer
landadel Norte. iba a ser interpretadode la maneraen que él mejor entendiera;los sol-
Cuando el Canberra zarpó de Southampton,Dom estabasolo dadosteníanderechosy podían emitir una opinión a veces.De cual-
entre la multitud metido en sus propios pensamientos.Había tratado quier modo, él llegó y le saltamosencima.Pudo librarsede todos no-
de enviar un saludocordial a su padre-a quien todavíaadoraba- en sotros. Terminamos todos con las narices sangrando,los rostros
la sala de despedidas. Había subido a la cubiertacuandolas bandas hinchadosy los ojos morados.Yo tuve ojos en compota durantedos
militares se preparabanpara despedirlos.Estabaorgulloso de ser bri- semanas.Stewart realmentese divirtió peleandocon nosotros.Pero
tánico y pronto, con la ayuda de Dios, probaría lo buena que era la como buen paracaidistaestabaorgullosode nosotrosporque le había-
nueva generaciónde paracaidistasy lo indicadosque eran para llevar mos dado un duro trabajo.
la capade suspredecesores. Probaríaa susamigos,a su nacióny a sí "Recorrimosel Canberrajunto con Stewarten buscade cerve-
mismo que era uno de los mejoresbritánicos. za. Una noche estábamosen uno de los baresde la tripulacióndel
Reciéncuandonavegabahacia la guerra.Dorn pudo comprender Canberra (un lugar que estabafuera de nuestroslímites) cuandouno
cuán diferentehubierasido todo para él si se le hubierapermitido per- de la tripulacióncomenzóa burlarsede nosotros,en particularde Ste-
maneceren Franciacon su tía Joan y su hermano.Es un pensamiento wart. Era una tonteríay Stewartrespondiólevantándoloy tratandode
que todavía lo cautiva, porque en 1990 ----ochoaños despuésde las sacarlopor la puerta.Esto hizo que el tipo se sintierainjuriado, y vi-
Falklands- Daniel fue encontradomuerto en un callejón de París y nieron los MP y fuimos castigados.A todos se nos abrieron causas
desdeentoncesDom siempreha creído que, si hubieranpermanecido disciplinarias.
juntos, su hermanomenorno hubieramuertotan trágicamente. "Siempre recordaréhabermarchadofrente a él y el shock cuando
En el largo viaje haciael Sur la actividadera,a veces.frenética mis ojos vieron el lujo de su camarote.No podíacreerlo espaciosoque
pero no consumíatoda la energíade Dom y sus compañeros.Pronto era comparadocon nuestroamontonamiento más abajo.Todavíaestaba
planearonextensionesno oficialesde su entrenamiento militar, "mi- deleitándomecon su camarotecuandotodosnosotrosnos cayeronenci-
sionesespeciales". ma una multa de 200 librasy tarcasextraordinarias. La multa no moles-
"Unos pocos de nosotrostendimosuna etnboscadaa los mari- tó a nadieporqueestábamos yendoa la guerray si no volvíamosno ten-
nerosde barco para una buenagolpiza. Nos orinamospor la peleaque dríamosque pagar.Era así de simple,pero las tareasextrassí dolían.
tuvimos con ellos, entoncesles dimos algo. Aunque se suponíaque "Luego nos cambiaronal Intrepid y nos llevaron por los corre-
estábamosdel mismo lado la rivalidad entrenosotrosera intensa.1Re- dores y mamparas.El barco estabarepleto_demarinesy soldadosab-
cuerdo que despuésde la guerra algunos de nosotros conversomos solutamenteapiñadoscon paracaidistasy marineros,todos aguardan-
sobre ellos y decidimosque no eran tan distintos de nosotrosen su do la luz verde,y nos dijeron que nos reportiíramosen la cocina para
aspectoprofesionalpero susoficiales eran completamenÍeineptos.l comenzarnuestrasjornadasde castigo.Ahí estábamos,limpiando las
"Pero en esaépoca-{ontinúa narrandoDom- tenía un juego ollas en las que hacíanla comida. Estábamosarremangadosy fregan-
libre. Nuestrojefe, StewartMclaughlin, era verdaderamente duro. do, había mucho que hacer a causadel número de personasa bordo.
Era contrario a todos los que no fueran paracaidistas.Su palabraera Había pila tras pila de fuentes,sartenesy cacerolas.Stewart estabafu-
ley. Parecíaextraídode una tira cómica de guerra.El último guelrero. rioso. Lo que nos puso peor fue que nos hicieranir a servir el desayu-
No soportabael desordenni la protesta.Si uno no hacíalo que él de- no a los marinerosde mierda. Realmenteeso era demasiado.Cual-
cía y no lo hacíainmediatamente,terminabasufriendo.Así era: casti- quiera que nos mirara mal o hiciera algún comeritarioestúpido
go inmediato.Lo respetábamos y nos sentíamosbien siendoliderados terminaríalastimado.
por é1,pero a vecesera demasiadomolesto.Una noche,decidimos "Todavía estábamoslavando vajilla y sirviendo la comida
darle algo de su propia medicina. Nos propusimostenderleuna em- cuando el Intrepid llegó cerca de las Falkland. Pasamosrápidamente
boscada.Le dijimos que teníamoscervezaen nuestrocamarote,lo tlc la cocina a las lanchasde desembarco. Tuve la sensaciónde que
cual era ilegal,y mordió el anzuelo.Eramosun grupo muy unido por- Itirbíundcltrrlr¿rdo cl dcscmbarco para asegurarse de que hubiéramos
que así lo queríaStewart.Eramosriussoldadosy nadienrásque él po- lrrv;ukrtotllrllr v¿riillu."

tl
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una zona de aterrizajede helicópteros. Era un buen lugar para un en-


ba, pero como estabadel otro lado de la frontera no pudimos perse-
Iacey los Parasconsideraron que no habíasido usadodurantebastan-
guirlos ni dispararles,porqueellos no tirabandesdeel auto'
"Mandamosun mensajepor radio, despuésnos reorganizamos te tiempo.
"Entoncesno lo sabíamos,pero había sido muy usado.Recuer-
y esperamosa que llegaraun helicópterocon una provisión de mu-
do muy bien la ocasión.Nos diseminamosen nuestrasposicionesde-
nicionesy un arma para Geordie.continuamospatrullandodurante
fensivas,unoscien metrosa lo largo de un seto.Habíanplantadouna
dos días."
bombay, por supuesto,no lo sabíamos. Como operadorde radio de la
Ademásde los hombresarmadosque les apuntabandesdeel
patrullayo me encontrabaen el punto más alejado.De repentesentí
otro lado de la frontera.en el sur de Armagh los soldadostambiénco-
una gran explosióny noté que la fuerzadel estallidohabíaalcanzado
rrían el riesgo de encontraraquello que los oficiales experimentados
de lleno a GeordieSnowdon.Casi no teníasignosvitalese hicimoslo
de las fuerzasde seguridadde Irlanda del Norte denominanDispositi-
que pudimos para resucitarlo.Entró en coma profundo. En el hospital
vos ExplosivosImprovisados(DEI). Parael hombre de la calle o el
lo manteníanvivo con aparatos.Estabamuy mal y nosotroslo sabía-
soldadoen tierra, estasson bombas"cazabobos",y los provos habían
mos. Estuvo en coma dos semanas.Sus padresse quedarontodo el
sembradola zonacon ellas. Sencillamenteestabanahí, esperandoser
tiempo con é1,hastaque otorgaronel permiso para desconectarlos
activadaspor control remoto'
aparatosy Geordiemurió. Nuncarecuperóla conciencia."
Son armasrepugnantes'sucias,diseñadaspor cobardesmalva-
La muerte de Geordie Snowdon dolió e initó a la patrulla. Por
dos y usadasde maneracobarde.Los soldadossiempreson cuidadosos
las nochesrepasaban una y otra vez la emboscada. Teníansedde ven-
con ellas,siempreestána la pescade signosque las delaten,siempre
ganza.Y cuandola oportunidadllegó, primó la ley de Sod.
buscanun punto que puedaser un detonante.A muchosparacaidistas
"Hicimos contactocon un francotiradordel IRA que nos dis,
les hubieraencantadotener la oportunidadde poner las manosencima
parabadesdela tionterao justo detrásde ella. no importaba.Lo divi-
de uno de los fabricantesde estasbombas,atarlosa una de sus artesa-
samosy nuestrooperadorde GPMG (ametralladoratodo propósito)
níasy hacérselaestallardebajode su pálido trasero'
le apuntó.Nos veníamosquejandotodo el tiempo de las condiciones
Aunque Denzil se había sentidoal mismo tiempo fascinadoy
en que se encontrabanlas municionesque nos habíanasignadopara
con miedo en su bautismode fuego, comenzóa darsecuentade que se
que la ametralladora. La cinta de balasestabavieja y doblada.Cuandoel
tenía confianzaa la hora de enfrentara los anónimosterroristas
pero vio- operador,Ian Long, abrió fuego, la maldita cosa hizo una sola des-
hostigabanel área de operacionesde su batallón. El breve
carga.Cada vez que pedimosmunición de repuestose nos habíaig-
lento contactohabía concentradosu mente y ahorapermanecíasiem-
norado.Ahora estábamosfuriososcon todo el mundo.Por supuesto,
pre alerta a los peligros que podían acechar.con sus sentidosincreí-
cuando esto pasó, nos dieron municionesnuevas.¡Paralo que nos
tl"."nt" aguzados.En el análisis posterior de la acción tomó
servíanahora!"
concienciade que habíaactuadode acuerdoa todo lo que se le enseñó
ParaDenzil, la respuesta de las autoridadesa la cuestiónde las
sobre reacción.Lo había hecho automáticamente:manejo del arma,
municionesera un perfectoejemplode su aproximación,tanto políti-
identificacióny ubicacióndel objetivo y respuestaal fuego. Todo fun-
ca como militar.a la heridaabiertaque es Irlandadel Norte.
cionó y demostróque la disciplinae instrucciónque había recibido
"Es demasiadoambivalente. Nos dicen que no podemosserde-
desdeque se unió ai regimientoerande lo mejor.En lo profundode sí
cle saberque, cuando se armó el lío, no rnasiadoagresivosy que deberíamosadoptaruna política de buena
mismo sentíala satisfac.ción
imagen.El IRA nuncaretrocedió,jamáscedió un palmo,nuncale im-
había fallado. No se había acobardadobajo el fuego ni le habíafalla-
do a sus tres camaradas.Los cuatro habíanrespondidoal desafíotal llortaronnuestrosbuenosmodalesy no creo que le importenalguna
i'cz. Deberíaautorizarse al Ejércitoa patrullarcon másagresividad.
como habíansido entrenados. "Vi cosasque jamás se olvidan.Recuerdocuandouno de los
En el sur de Armaghel peligroestásiemprepresente'Cadami-
rrrrrclurchosvolti cn pcrlaz-os.Recuerdoque metíanlo que quedaba
nuto de cadahorade cadadía, un soldadoestáen peligro.Se les insis- ('l
cn rlc elr bolslrstle polic(ilcn()iuttesdc poncrtockten una bolsapara
tía en que no fueranpredeciblesni delataranun patrónohscrvrrblc
t : r r l l i r t 'r 't 's . S r l o s p o l íl i t'o s vi cl tn
sus patrullas.Mái adelante..en la ntisiírn.la patrtrllltlitc asig'rrtl.rr e stl r cl ¿r sc r l c r ,'o sttsc( ) n su s l ) l 'r r p i o s
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Denzil Connick es galés y se siente orgulloso de serlo. Nació


en Tredegaren 1956, el mayor de los cuatro hijos de Ernie Connick,
un minero duro, y su mujer Carol. Denzil jugaba feliz con los hijos de
los otros minerosy, a medida que crecíanjuntos, los atrapabacon sus
travesuras y susincreíblescuentos.
Denzil era todavía niño cuando los cambios que empezarona
s¡.rcudir el mundo en los años60 se abrieronpasoal su:'de Gales,don-
,lc, bajo el suelo, su padre se deslomabafrente a la pared de carbón.
lrrnie percibió los aires de cambio y, con perspicacia,cambió de em-
lrlco; comenzó atrabajaren una industriaque era otra de las vértebras
,'tonómicasde Gales:el acero.Se mudó con (larol y los cuatroniños
, rrlle aniba, a Chepstow,del lado Galés de Scvern Bridge, y trabajó
,lrrrohastaque sejubiló.
El pequeñoDenzil se formó en ese ambientepráctico de clase
,,lrrcr¿r. Estole enseñóa enfrentarla adversidad con coraje,a no esqui-
r;rr los desafíosde la vida, a trabajarduro, a esforzarseaun más y a
rrrrrrca dejarque los canallaste volteen".A principiosde los 70 tenía
,¡rrirrt'cuños y decidióque queríaingresara la FuerzaAérea (RAF).
I't ro r't)nrosrrslnteccc'lentes escolareseran insuficientespara las exi-
,'r n( rir\ rlc llr RAF.dccicliriunirseal Regimientode Paracaidistas.
'lirrlrrl¿rllrnrililrcslr¡vocn el andénde la estaciónde Newport
l'.¡r.r,lt'spt'tlir rrl j,rrt'nI)clrzilt¡rrcinicilrbtr
cl largovia.iea Aldershot,
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ojos tal vez cambiaríande opinión. Son los soldadosque estánen el la segunda,le aplicó una multa de 300 libras esterlinas.No podía
terreno los que pagan la cuenta de los pijoteros culo fiuncido de creer semejantesuma-el salariode quince días- por una falta ino-
Whitehall." cente.De todosmodos,regresóal bar del 3" Paraen la popa,mirando
Seisañosdespués, Denzil,como muchosde suscamaradas. ad- de soslayouna de las piletasde natación,y se sometióa la regulación
mitía sin problemasque no sabíamucho acercade las Falklands,ni si- de dos lataspor hombrecadanochehastaque el hatallónrecibió la or-
quiera estabaseguro de dónde quedaban."El nombre Falklands me den de desembarco.
suenaescocés",decíacon acentogalésmientrasguiñabael ojo. No se
podía sabersi lo decía en serio o en broma. Denzil no era un militar Estuvimos sentadosalrededorde la mesa de Luis Leccese,en
rígido. su espaciosoy bien amuebladodepartamento,durante por lo menos
La idea de ir a la guerra guerrafrancacon reglasnorma- tres horas,charlandoy dandocuentade una cenamemorable.La con-
les,no esacosade pie de plomo y tarjetaamarillaque sucedíaen Uls- versaciónera interesantey amena.relajaday amistosa.A Luis no le
ter- no le preocupóal principio simplementeporquecreía que no iba interesabademasiadoaprenderacercade los paracaidistasbritánicos,
a pasarnada.Parecíasólo una maniobramás. Tenía que ser así. Des- pero sentíacuriosidadpor saberacercade Gran Bretañay de cómo vi-
pués de todo, ¿desdecuándoa los paracaidistas se los enviabaa la vimos. ¿Seríaél bienvenidoen nuestrascasascomo nosotroslo éra-
guerraen un crucerode lujo? ¿,Desde cuándolos iban a despedircien- mos en la de él? Esa nochesu actitud,al igual que la de cadauno de
tos de parientesmientrasuna bandaatacabala marchadel regimiento, los demásargentinoscon quienesme encontré,me hizo reconsiderar
La Cabalgatade las Walkirias?¿No les estaríantomandoel pelo'l lo que a muchosbritánicosnos han hechocreer acercade los colnpa-
Los paracaidistas, por lo general,se escabullíanen la noche triotasde Luis. No son calentones, rudosni impulsivos.Cadauno de
desdealgún aeropuertodiscretoy saltabansobreel campo de batalla los veteranosque entrevistéera un perfectoembajadorde su país.
antesde que el enemigose dieracuentade que habíansalido.Perosi Alberto Carbone,otro veteranode Monte Longdon y asiduo
esta vez los jef'esqueríanesto,¿,quiénera é1,un cabo primero,para amigo de Luis, tambiénse encontraba con nosotros.Nos reíamosmu-
discutir'l cho cuandobromeabanuno con el otro, el tipo de chanzasque uno
Cuandoel Cunberru soltó amarrasy fue suavementearrastrado puedeencontraren cualquierpub ingléscuandolos amigosse encuen-
aguasafuera,haci¿rsu largaruta al Sur,por los ruidososremolcadores tran para tomar unascervezasun sábadoa la noche.
aquel ViernesSanto,Denzil decidiórelajarse.consentirsey disfiutar Estudiamosjuntos mapasdel campo de batalla y fotografías.
de los lujos que se le ofiecían.Se unió a sus compañerosen el bar En uno de los mapasque llevabaconmigo,Luis pudo señalarcuál era
asignadoa los rangosinferioresdel 3" Para.Como es Denzil, pronto su posición en Longdon. Cuando más tarde le mostré fotografíasde
se hizo amigo de muchosy restableciócontactocon un viejo compa- prisionerosde guerray le preguntési conocíaalguno,se quedóhela-
ñero de escuela,Greg Quigley, de la tripulación del Canberra.Y qué do. Sus ojos se llenaronde lágrimasy, señalandocon el dedo uno de
podía ser más natural para Denzil y su antiguo compañeroque recor- los agobiadosprisioneros,dijo: "Este soy yo". Ahí estaba.sentadoen
dar su infancia con una o dos botellasde por medio. medio de un grupo de argentinoscapturados,una figura triste de ape-
Se divertíany entreteníana los demásbebedorescon los relatos nas diecinueveo veinteaños.Todo el mundo guardósilenciocuando
de sus andanzas, en especiallas de los díasen que se escapabanjuntos preguntó:"Dios mío, ¿asíse me veía?".
de la escuela.Se reuníanen el bar de la tripulación,lejos de las mira- La habitaciónse llenó de emoción-se podía sentir.casi pal-
das de los oficiales y de los NCO superiores,dondela hospitalidadde par- cuandoLuis le pasóla fotografíaa su esposay los recuerdosnos
los compañerosde Greg no tenía límites. Pero estar ahí, fuera de la inundarona todos. Ahora, despuésde doce años,Luis miraba en pro-
zona permitidaa Denzil y a cualquierotro soldadoen esegigantesco fundidadun pasadodoloroso.Dio una largay dura pitadaa su Marlbo-
buque.era contrarioa los reglamentos.Hastael día de hoy, Denzil no ro. exhalrlcl hunroazuladoy dejó fluir la emocióndel momento.
acept¿r que estuviesehaciendoalgo mal. En su opinión,su único "cri- Bstlibarnosen Banfield.a veinteminutosdel centrode Buenos
men" era serdescubierto. Ailcs crlll suselcganlcsavcnicllrs.
su atcstadotránsito.susbulliciosas
La primeravez. el oficial en comandole cliil una advcrte-nt'irt
v r ¡ r c \ i r \ r l t 't l r l r i r 't t l l r s r ( 't( '( l i t\ \,\u ( '( ) l tsl l n l c tr l u l l tr tl c si r cn l s. N tl t.s l r l
r
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con un oficial médico de mayor rango y me hizo hacerlo mismo. Los
que uno esperade una ciudadsudamericana. es máseuropea.nlás it.t-
dos se quedaronhablandoen voz baja hastaque el de mayor rango di-
lianaque española. jo: 'Mandáloigual'.
Como muchosargentinos, Luis es de ascendenciaitaliana.Atit-
"Tengo pie plano y no deberíahaberpasadola revisaciónmédi-
bos padresson italianos a
llegados Buenos Aires despuésde la Segun-
ca en esemismo instante.Perome metieronigual, me vacunaron,me
da GuerraMundial.
dieron un uniforme"equipo,botasy un fusil, y me subierona un óm-
"Mi padrees del norte de ltalia, pero no sé mucho sobresu pa-
nibus con los demáspara ir a San Miguel del Monte. Lcls dos meses
satlclporquenuncahabladel tema.Sé que estuvoen la SegundaGue- que paséahí en instrucciónme parecieronseis.Puedodecir con toda
rra Mundial, pero nunca me contó qué hizo ni de qué lado estaba' honestidadque la instrucciónque recibí ahí fue la más estúpidaque
Tengo cuatro hermanos.El mayor nació en Italia pero vino a la Ar- me tocó vivir.
gentinasiendoun bebé.No crecimoscon privaciones,pero tampoco "Nos levantabana las seis de la mañana,nos lavábamos,for-
nos sobrabanada.Habíatiernposen que nos f-altaba, pero lo mismo le
mábamosy salíamosal campo para el entrenamiento.Hacíamosun
ocurría a todos en esta zona. En estebarrio crecí. acá es dondejugaba
ejercicioqlre se llamabaidentificaciónde objetivo, en el que nos arro-
de niño, por estascallesde alrededor. dillábamos.o tirábamossobreel suelo,y levantábamos nuestrospul-
"Despuésde un tiempo en la escuelanre convertíen un verda-
gares o puños delante de nuestravista para tratar de localizar desde
dero azote.En un vago. Solía faltar a la escuelamás de lo que iba,
dónde nos tiraba el enemigo.Todavíame hace reír. Me daba siempre
porque me parecíademasiadotrabajo.Eramosuna pandilla que anda-
la impresiónde que paracuandoterminaracon todo el asuntodel pul-
ba vagandopor la calle todo el día. Inclusocuandoiba a la escuelame gar y el puño ya estaríamuerto.
escapabaa la calle ni bien podía,jamás hacíalos deberesy hastame "La instrucciónnocturnaequivalíaa orientarseen la oscuridad
saltabacomidas.A pesarde todo, nuncatuve que repetirnada en la y encontrarmensajesdejadosen puntosestratégicos. Tambiéntenía-
escuela.No sé cómo me las ingeniaba.Cuandolleguéa la secundaria
mos que pararnosfrente a un compañerosaludandoy gritando. Nos
se me hizo muy difícil y ahí fue donde se empezóa notar mi falta de
sentíamoscomo un grupo de perfectosimbéciles paradosahí gritán-
trabajoen la primaria.Fui a una escuelatécnica.al comercialdel tur-
donos y saludándonos. Era una completaboludez.Otra boludezque
no noche,pero al poco tiempo abandoné.Teníacatorceaños.
nos hacíanhacerera lo que llamabanlimpiezade área.Formábamos
"Mis padresme pusieronlas reglas:si no estabadispuestoa ir a
una fila y caminábamos por el campocon una sábana, juntandotodo
la escuela,mejor seríaque salieraa buscartrabajo.Trabajécon mi para que quedaralintpio, hastalos yuyos más chicos.El campoque-
hermanoen su zapateríahastaque se fundió. Luego él abrió un taller
dabatan limpio que,a la hora de terminar,sepodríahabercomido.
clondefabricabahornallasy yo me uní duranteun año. Mi hermano "Despuésde un mes de toda esa mierdafuimos a leccionesde
mayor tenía un pequeñotaller de confeccióny me f'ui a trabajarcon
tiro. Era una instrucciónelemental.Nos enseñaroncómo sostenerun
é1.La viclaera buena.Teníaquinceaños,ganabami dineroy todavía
arma y cómo respirarcuandotirábamos.Entoncesaparecíaun blanco
vivía en casa,me podíacomprarmi propiaropa y todavíame sobraba
y ¡pingl Una vez que hacíamoseso,avanzábamos haciael blancodis-
parair a las discosde la zona.
parandodesdela cintura.Eso fue todo lo que aprendimos,a disparar
"Hablábamosuna mezclade castellanoe italiano.Mi papáera
un fusil y una pistola9 mm. No volví a dispararun armaduranteun
italianopero con el tiempoaprendiócastellano. En marzode 1981me
año...hastaque tuve que hacerloen una guerraverdadera.
tocó la colimba.No me hacíagraciael serviciomilitar, pero si tenía "Hacia el final del período de instrucciónnos preguntaronqué
que hacerlo.lo haría.Era la única forma de verlo.
sabíamoshacer,como manejaro trabajarde mecánicoso algúnoficio.
"Me acuerdoque tuvimosque hacerdos revisaciones médicas.
Yo sabían-ranejar, así que me enviarona una playa de vehículos.Los
De la primerano me acuerdonada.En la segunda,a todosnos metie-
que no sabíanhacernadaque al Ejército le parecieraútil se quedaban
ron en un salón, nos hicieron desvestiry abrir el traseropara exami-
en la infantería.Se pasabanel restodel año haciendoguardiasy sal-
n¿rnos.Nos mirabandirectamente el ano. Luego vino el médico,me
I l u t r l o c o n l o ¡ r c l o l r r r l o s.
hizo pararderechoy me miró los pies.Me pidió que le mostraralas " l 't l l t 't l l o t l tt's l :r ','u t'n t sttr 'i ¡ r ' t¡ ttc l ttcr r o r i ¿l tb l t l l
¡ l tís sc csl tr -
plantasde mis pies,me hizo dar variasvueltasy se ftte. Al rato volviri
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serpientesy reptilesque vendíaa los habitantesdel lugar, que utiliza-
ba terminando.Parecíahabermenostensión.Hubo varios conscrip-
ban la piel para confeccionarbolsosde mano y billeterasque vendían
tos que simplementedesaparecieron cuando estabande guardia'
a los turistas.En Ia escuelalas cosasmarchabanbien. A la edad de
Cuandolos cabos.ibana inspeccionarel puesto.todo Io que encon-
ocho años,Jerry corría tan bien que se ganó un lugar en el equipo es-
trabanera el cascoy el fusil. El tipo se habíaesfumadoy nunca se
colarde compericiónde Singapur.
volvió a saberde é1.
El primer drama que Jerry recuerdaes una serpientevenenosa
"No era difícil darsecuentapor qué los tipos se iban. Se supo-
atacandoa su hermana.Mientras ella corría por su vida, Jerry entró
nía que nos iban a pagaruna asignaciónmensual.pero siempreencon-
en acción con un palo y golpeó a la serpientehasta que la mató.
trabanformas de quedarsecon el dinero, multándonospor lo que de-
"Siempre voy a recordaresamaldita víbora", dice. "Habría matado
cían era pérdida de equipo u otras estupideces.Si tenía suerte a
mi hermanade un solo mordisco.Fue mi primeraexperienciade te-
terminabael mescon cincuentapesos.A lo largo del año el regimien-
rror en la vida."
to tenía variasmaniobrasintensas,pero no fui a ningunaporque esta-
La siguientellegó prontocuando.en 196g,justo antesde cum-
ba'en la Compañíade Servicioscuidandoy manejandocamiones.
plir nueve años,el matrimoniode sus padresse quebró.Duranteun
Cuandosalíande maniobras,yo les alcanzabala comidaen camión.
"En marzode 1982empezarona llegar los próximosconscrip- tiempo la vida de Jerry se hizo trizas. peggie phillips y suscuatro hi-
jos eran ahora,para la FuerzaAérea, un sobrepeso,por lo que se los
tos. NosotrosIos esperábamos paraque cubrierannuestrospuestosasí
embarcóde regresoa Gran Bretaña,a unas instalacionesmilitares de
nos poclíamosir a casa.Yo estabaansiosopor volver a la vida civil.
para la SegundaGuerr¿iMundial donde se alojabantemporalmentelas fa-
Me faltabauna semanacuandonos dijeronque nospreparásemos
pero sospechaba que era milias rotas.La vida se hizo muy dura parapeggiey sushijos, y a la
algo. No nos dijeron de qué se trataba, vo
FuerzaAérea no le importaba.Pronto se mudaronotra vez, ahoraa Il-
Malvinas.
"Un minuto estabaahí sentadosoñandocon la libertad y con fracombe,en Devon,dondePeggieteníauna amigaque accedióa que
ella y sus hijos se apiñaranen un departamenfo de un ambiente.Du-
volver a casa,y al minuttl siguientehabíaagarradoel fusil ---el mis-
rante dos años vivieron uno encima del otro hastaque peggie consi-
mo que habíadisparadouna sola vez-. me habíansubidoa un Boe-
guió trabajocomo cocineraen una escuela.
ing 707 sin asientosy cruzábamos el Atlánticorumbo a Malvinas.Ntr
"La vida seguíasiendo dura", recuerdaJerry. ..A las cocineras
lo podíacreer.Ni por un momentome imaginéque iba a estaren una
se les paga muy poco y ella tenía que mantenera cuatrohijos. No po_
guerrade verdad."
díamoscompetir con los otros chicos de la escuela,con sus lindas ro-
pasy bicicletasnuevas."
Jeny Phillipsprovienede un trasfbndocomún a miles de otros
Para aportar algo, Jerry consiguió un mal pagado reparto de
soldadosbritánicos:una familia siempreitinerante.vinculadaal sec-
diarios, antesde descubrirque robar aportabamás.por las nochesso-
tor servicios.Su padre.Michael, era un técnicoaltamentecalifi'cado
lía escaparse, robar lo que pudieray luego lo vendía.
de la Real FuerzaAéreacuyo trabajoera el mantenimientode los si-
Vivir en Devon le despertóotra pasión:pescaren el mar. A ve_
muladoresde vuelo en ios cualesios pilotosde la FuerzaAérease po-
para volar avionesque costabanmi- ces pasabatoda la noche pescandoen la bahíade llfracombe, una ac-
nían al día con su entrenamiento
tividad mal vista por el departamentolocal de servicio social. ..vez
llones de libras, con sus sofisticadossistemasinfornratizados.Jerry
tras vez esos bastardosengreídosnos llamaban a sus oficinas y me
nació en Singapur.donde su padre,por entoncesun cabo. cumplía
pasarun tiempo decían que yo era un descarriadoporque prefería pescartoda la no-
destino.Cada dos años la familia debíatrasladarse.
Singapur. che. Jamás falté a la escuelapara ir a pescar.La actitud de ellos me
en Gran Bretaña y luego regresara
fastidiaba."
Al joven Jerry le gustabaSingapury su estilode vida. Allí au-
A la edad de quince añosJerry ya habíatenido bastantede De-
mentabasu dinerode bolsillo yendohastael bordede la selvaa cazar
von. por lo que decidió unirse al Ejército. El Regimientode paracai-
mariposasde coloresexóticosy pecestropicales,paraluego venderltls
que volr'íana suscasasdesdela 'car- distasera lo que prefería,porque otro de sushobbiesera coleccionar
norteamericanos
a los ef-ectivos
sokl¿rdos cn rniniaturay le gustabanlos paras.pasó las pruebasen la
nicería'de Vietnam.Mírs adelantecxpanditiel ncgocio.inc'ltt-rt'tr,l,'

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oficina de reclutamientolocal y fue enviadoal centro de recepciónde vínculos inuy fuertescon otros muchachosque veníande un trasfon-
Sutton Coldfield, Warwickshire.A poco de llegar fue entrevistadopor do parecidoal mío.
otro oficial de reclutamientoque tras ver suspruebas,trató de persua- "Los siguientesdos años pasaronvolando. En el aspectomili-
dirlo paraque se uniesea otra arma. tar, el entrenamientoera riguroso,porqueesaes la única forma de ser
"Cuando empezamosla entrevistayo ya me sentíamás conven- un profesional,entrenarduro y pelearfácil. Los Parassiempreentre-
cido que antes,porque pasó por ahí un oficial de paracaidistas. Había
namos duro y peleamosmás duro todavía,porque esaes nuestrama-
algo diferenteen é1.Lo primero que me llamó la atenciónfue la boina
nera de ser. En el aspectosocial era diferente.Buscábamosreyertas
roja, pero tenía una forma de caminar muy confiada, muy altiva' El
con los de otras annasen cualquierpr,ráo disco donde los encontrára-
oficial de reclutamientosiguió con su tarea:duranteuna hora intentó mos. Algunos teníanhuevosy nos enfrentaban.Buenaspeleasa trom-
hacermecambiarde parecer,hastaque desistió"' pada limpia casi todos los fines de semana.Los Parasme entrenaron
Jerry volvió a casaa esperarque lo convocarana los cuarteles correctamente:trabajarduro,jugar duro."
de Browning, Aldershot,para unirse a los Paras.Cuandollegó la cita- Por entoncesJerry también debió cumplir una misión en Irlan-
ción guardó sus pertenenciasen un bolso, incluso varias cosasroba- da del Norte, pero por tener sólo diecisieteaños no se le permitió pa-
das,y se puso en camino.Apenasllegó al regimientocuando,mien- trullar las calles.Cuandocumplió dieciochoy se le permitió salir a las
tras acomodabasus cosas,llegó la policía y lo arrestó.Una Corte lo calles hostiles,se aburrió. La mayor parte de la tareaera ineficaz de-
envió a un centro de detencióndondecumplió cinco semanasde "tra- bido a lo que él considerabafallas en la estructurade mandos.Jerry
bajos forzados" en una granja.Otra vez su vida estabaen ruinas pero, había sido catalogadodesdeel principio como un muchachobrillante
como muchos veteranoscaídosen desgracia,insiste en que "el regi- y los oficiales intentabanalejarlo de la infanteríaparaque se dedicase
miento de paracaidistases el más severo,pero el más perdonadordel a tareasmás "cerebrales".La única forma de cambiar las cosasera ir
EjércitoBritánico". en buscade un ascenso.
Apenascumplió su sentencia,los paracaidistaslo aceptaronde Al regresara Osnabrück,el comandantede Jerry lo eligió para
regreso.Todo había ocurrido antes de que se uniera y' en lo que a un curso que aprobó al mismo tiempo que ganabatodas las cafferas
ellos respecta,ya habíapagadosu deudacon la sociedad.Ahora esta- en las que participaba,en la semanade competenciasdeportivasdel
ba por arriesgarsu vida por su país y, si se sentíacapaz de hacerlo, batallón.Luego se lo envió a un curso de instructorfísico, que aprobó
podía caminarcon la frente en alto. sin problemas,tras lo cual fue destinadoa la CompañíaD, especialis-
En 1975,a la edadde dieciséisaños,se unió al Regimientode tas en patrullasde largo aliento y expertosen incursionestras las lí-
Paracaidistas Junior, el más severode Gran Bretaña."Durante diecio- neasenemigas.Ahora ya se sentíajugando en primera, en la compa-
cho mesesme tuvieron cagando.Me entrenarony me hicieron un sol- ñía donde recalabanlos mejoressoldados.Jerry estabaentusiasmado,
dado profesional.Me ganaronporqueyo queríaque me ganaran'" aprendíanuevashabilidadesy sentíamás libertad para desarrollarsus
Fue destinadoal 2" Pelotón de la CompañíaA del 3o de Para- propiastécnicas.A los diecinueveañosera uno de los militares de ca-
caidistas,con baseen Osnabrück,por entoncesAlemania Federal.En- rrera másjóvenes,graciasa la visión del comandantede su primer pe-
seguidase dio cuentade que el riguroso entrenamientoera sólo una lotón. Siguieronmás cursos,todos aprobados,incluso uno de los más
preparaciónpara la vida con los superioresen el batallón' exigentes,el de patrullajede reconocimientode largo alcance,dictado
"Era una vida dura, muy dura. Los tipos de mi batallón eran en Alemania por los SAS. A él acudíancomandosde toda la OTAN
unos desgraciados, y como yo era un 'cuervo' novato,me mandabana p¿raponer a pruebasu oficio. ParaJerry Phillips y para cualquierotro
hacer todos los trabajossucios.Así son las cosas,con todos igual. Ni paracaidistaque asistieraal curso,los demásestabanahí para ser ven-
en las cárcelesmásjodidas debede habertipos tan duros como los de cidos. Los paracaidistasno queríanser segundosde nadie.En un mo-
mi batallón. Recuerdo que repasabami vida: en Singapur teníamos mento fue discretamentellevado apartepor un hombre con una boina
dos sirvientes,luego nos quedamossin padre,luego la pobrezay aho- cokrr arcnay el característico escudocon una dagaalada,que lo invi-
ra esto.Pero una cosa valoraba:el 3" Parame devolvió la familia. Al tti ¿rullirsca los SAS lo rnírsprontoposible.El era la clasede soldado
principio me sentíasolo, pero pronto me hice de amigos y establecí t ¡ t r t ' l r r s r 'o l u l u r t k r s t¡ r r t'r 'ítr r t.
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asientotradicionaldel Eiército Británicov de su unidad más fuerte. una enormecuña de la Repúblicadentrodel blando bajo vientre de
los Paracaidistas. Ulster. Los combatientesdel IRA local desfilabanabiertamentepor
Con sólo quinceañosy medio.Denzil Connickse unió a los las callesde Crossmagleny por los solitarioscaminosaledaños,eli-
otros chicosque deiabanla escuelay, aqueldía de 1972.comenzóla giendo lugarespara posiblesemboscadasy forzandoal Ejército Britá-
primeragran aventurade sujoven vida ingresandoen el grupo de ca- nico y al RUC a entrary salirde su baseen helicópteros.
detesParas.Durantedieciochomesespasópor el entrenamiento rigu- Los hombresdel 3" de Parasdebíanmodificar esta situación.
roso,y con frecuenciabrutal,necesarioparaganarla codiciadaborna Denzil voló junto con el restodel 2" Pelotónde Ia CompañíaA. Pron-
roja y las apreciadas alasazulesde la tropa de los Paracaidistas, una to se lanzaronen buscade tiradoresde la guerrilla, con las carasoscu-
de las mejoresclasesde soldadosque podríaproducirGran Bretaña. recidaspor el betúnde camuflaje,en susespaldaslas mochilasllenas
En enerode 1914,con su pechorebosante de orgullo y su cora- con el equipo,las armascargadasy listas,poniéndoseen oferta.
zón galés impregnadode emoción,con su cabezaen las nubespero No tuvieron que esperarmucho para el primer contacto,que
con suspies firmementeen la tierra,Denzil y los muchachosdel Pelo- 1l llegó con una brutalidadrepentina,mientrasla patrullade cuatropara-
tón 400 se transfbrmaronen hombresdel Reeimientode Paracaidis-
tas.Lo habíalogrado.
ll caidistasmarchabaa campo abierto,cerca de Drumacaval,junto a la
mal definida frontera. Cuatro francotiradoresdel IRA Provisional
Ante la emergenciade Falklands,Denzil ya era un soldadcr (provos) comenzarona dispararlescon un rifle automáticonorteame-
templado.un caboque habíallegadoa ser lo que el ejércitollama "un ricano Garand,de la SegundaGuerra Mundial, balas perforadorasy
recursode conl'ianzapara su batallón".Era operadorde radio en el tresrifles Armalite.
pelotónantitanqueclela Compañíade Apoyo. los más sufiidosdel ba- "Surgieronde un pequeñobosque,a doscientoso trescientos
tallón.Se habíavuelto un pers()naje conocidoentrelos oficialesy los metrosde distancia,y nos agarrarona cincuentametrosde la cobertu-
soldados,y era f'amosopor su rnanerade cantarque. en las cantinas ra más cercana,una paredde piedra",recuerdaDenzil. "Se nos vino
de Aldershot1' los alrededores del 3'de Paracaidistas.habíaalegrado encimauna andanadade balas,pero nos arreglamosparaganarla pa-
a muchclsüor¿z{)nes --y nrolestado a muchosde susdueños-. Corno red despuésde una corridafrenética.Ahí descubrimos que nos tiraban
decíauno de sus compañeros:"Si los muchachosestabanaburridos. con balasperforadoras, porqueatravesaban la pareddetrásde.la que
se podíacontiar t:r)que Denzil los iba a tenercantandohastala hora nos escondimos.
de cerrar". "La únicarazónpor la que no nos dieronfue porquese nos vi-
En abril de 1982,cuandoel batallónse embarcóhacia Fal- nieron encimademasiadopronto. Si hubieranesperadoun poco po-
klands,Denzil ya habíaservidoen las filas durantediez años.Era uno dríanhabernosbajado,pero enseguidalocalizamoslas cuatroposicio-
de los pocclssoldadosjóvenesque habíavivido cómo se sienteque a nesde disparo.Kev, el comandantede nuestrapatrulla,nos dio orden
uno le disparende verdad.Tambiénhabíapociidorespondera los dis- de fuego.No necesitórepetirla.Kev, GeordieMelling, GeordieSnow-
paros.Ocurrió en lrlandadel Norte. dondeva habíahechotres r iajc's don y yo contestamos el ataque.Recuerdoque cadauno de nosotros
en nrisión.Era un hombreque conocíala exaltacióny ei miedo de la disparócuarentao cincuentadescargas. Nuestrasórdenesparacontra-
acción,que habíaenlientadola descarnada realidadde mataro morir. rrestarel fuego eran buenas,y las habíamospracticado.Funcionó.
habíavisto A un camaradaheridode muertey sabíaque la verdaddel Disparamosy nos movimos y disparamosy nos movimos y muy
campode batallaera muy diferentea las f'anfarronadas de bar de los pronto dejaron de disparar.Avanzamossobre ellos y nos metimos en
machos jór,enes,
sedientosde acción. el bosque.Mientrascruzábamosdisparos.el rifle de GeordieSnow-
Seisañosantcshabíasaltadodescleun helicópteroen Crossma- don fue alcanzadopor una bala que lo inutilizó.Así y todo les caímos
glen. al sur de Armagh. el corazónde la zona quc a los metliosles cncirlaa los malditos.
gustaballamar "El Paíscle los Bandidos".uua región donde parecía "E,ncontramos sus posicionesde fuego dentro del bosque,por
que las fuerzasde seguridadhabíanrenunciadoa la agresiónen bene- lus vlrirr¿rs
scn'iclas
c¡uehabíaen el piso.y encontramos sangre.Supi-
flcio de l¿¡contención.Era un ¿ircadorninadapor cl IRA. quc se tiltra- nl()\(luch¿rbilrrrros
lrlcanzarlopor lo mcnosa uno -\i ¡1¡io habíantos
ba iror la fronteradesdeel CondadoclcN'{onughun. rlu('pcri,Jtrir
c()nr() r t t i t l l r t l o . l o l r t 't i r ¡ t o s l 'r r tl i r r to s \e r '( l u c t'l l r tr to cn ( l u e l tr r íi tr t sc l tl c.i l t-
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cumpleañosen las Falklands,mientrassu país vivía la euforia que sl-


guióa la ocupaciónde ese empapadomontón de islas barridaspor el
viento, habitadaspor una colección de criadoresde ovejas y kelpers
que parecíantranscurrirsusvidas envueltosen variascapasde abrigos
de lana, sombreroscon orejerasy camperaspara desafiarlos vientos'
Su país siemprehabía consideradoa las Falklandscomo parte del te-
nitório urg"niino, y Oscar,uno de los cinco hijos de un obrero del pe-
tróleo, se sentíaorgullosode que la banderacelestey blancaflameara
sobre la casade gobierno de Puerto Stanley'
A los dieciochoaños se habíadespedidode sus padres,sus dos
hermanos y dos hermanas,y había dejado el modesto hogar familiar
en Mendoza,una provincia argentinaencaramadaen la Cordillera de
los Andes.
,.siempre quise ser soldadode carreraen el Ejército. Me casé
en 1981 y mi hijo nació en marzo de 1982.Todo andababien. Era pa-
dre y era cabo y me gustabavolver a casaa ver a mi hijo y a mi espo-
sa. Pero tan pronto las Malvinas fueron nuestras,se suspendieronlas
licenciasde todas las compañías.El l3 de abril de 1982 viajé con mi
unidad, el 7" Regimientode Infantería,a Río Gallegos.De ahí, dere- Ni bien Diego y yo estacionamos el auto, Antonio Belmonte
cho a las Malvinas. nos saludó desde la puerta, con una mirada amable y una sonrisa
"Todo lo que sé es que como militar me sentíaorgullosode es- abiena.Su aspectomaduroy calmo me inspiró confianzaaun antesde
tar en las islas peleandopor mi país y mi banclera.Envié un telegrama haberestrechadosu mano.
a mi esposaen Buenos Aires y otro a mi familia en Mendoza' Nadie Dentro de la casalos cuartoseran frescos,con grandesventila-
sabíaque me habíaido hastaque vieron el matasellosde Malvinas en dores de techo que soplabanuna suavebrisa encima de la mesa a la
los sobres." que nos sentamosa comer y a conversar.Antonio explicó que es ar-
gentino de primera generación,hijo de padresitalianos que, con mu-
cho esfuerzo,habíanlogrado reunir el dinero necesariopara cruzar el
Atlántico y escaparde la Europadevastadaa fines de la última Guerra
Mundial. Su padre fue soldadoen el ejército de Mussolini que junto
con otrasfuerzasdel Eje invadió Albania y partede Grecia,y luego se
desmoronóante el avancede la invasión de los Aliados en el sur de
Europa.Los aliadosnazis de los italianosles ofrecieronuna alternati-
va simple: o luchan con nosotroso van a parar a los camposde traba-
jo. Para algunoshubo una terceraalternativa,que fue la que eligió el
padrede Antonio:lucharjunto con los Aliadosparaexpulsara los na-
zis de ltalia. Pero lo capturarony lo enviarona un campamentode
¡rrisioneros. Pocotiempodespuésde finalizadala guerrase casó,pero
no lc resultófácil establecerse en la Italia de posguerra,así que deci-
tliri crnigrara Ia Argentinaen buscade una vida mejor para su esposa
v srrlrijito.[]rr año rnástardcellos sc leunicroncon él y clurante los
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siguientesdoce años trabajó muy arduamentepara asegurarseesa vl- trar en el clima militar y convertirnosen soldados.Me mandaron a
¿a. l-a familia empezóa crecer:primero vino una hija, en 1961'y un San Miguel del Monte como a todos los demásque enlistaronen el 7"
año despuésnacíaAntonio. Regimientoy les escribía mis padresparaque supieranpor dóndean-
creció en el senode una típica familia italiana.Sus padresse daba.En el ómnibus de camino al campo de entrenamientopenséque
integraronbien con sus vecinosargentinosde Lanús y aprendieronel no iba a ser tan malo, despuésde todo íbamosa acampar,viste, senta-
idioma. Sacrificandola posibilidad de tener una f'amilia numerosaen dos por ahí, tranquilos,pasándolabien. No fue para nadaasí. Nos ha-
los primeros años,se aseguraronuna posición de confort y seguridad cían bailar, hacersalto de rana,nos gritaban,nos hacíanandarcuerpo
para todos. A diferencia de muchasfamilias inmigrantesen muchos a tierra de aquí paraallá, y nos castigabansi no prestábamosatención.
países,no se aferrarona su viejo estilo de vida, de modo que Antonio Nos hicieron sudarde lo lindo, te aseguro.
creció sintiéndoseargentino,orgullosode su país de nacimiento.Tam- "Nos enseñaronlo básico,quiero decir lo más elementalde ser
bién estáorgullosode su padre,que trabajabamuchashoras extrasen soldado.Despuésnos mandaronde vuelta al regimiento,que me pare-
una fábricade jabón, y que pasabasu tiempo libre jugando con sushi- ció abunidísimo.Un plomo.Conozcoa algunosa quienesles interesa
jos y contándoleal joven Antonio historiasde susexperiencias cuan-
la carreramilitar, pero para mí fue un embole.A vecesme encontraba
do joven, durantela SegundaGuerraMundial' haciendoalgunaactividadde soldadopor la mañana,o recibíaalgo de
La conversaciónderivó al tema de las Falklands;le mostré a instrucciónpero, por lo que recuerdo,nos pasábamoslas tardeslim-
Antonio algunasfotos dc prisionerosde guerraargentinosparareavi- piando el lugar.En las barracasestábamosapiñados;éramosunos 900
var su memoria.Tomó la foto de un miembro del 3" de Parasque está y lo único que hacíamosera tropezarnosunoscon otros todo el día.
palpandode armasa un soldadoargentino,y dijo: "Estoy un noventa "Tambiénteníanun sistemapor el cual a los conscriptoscon al-
por ciento segurode que éste soy yo. Me acuerdoque esto me suce- gún oficio, como pintores,electricistas,maestrosmayoresde obra, et-
dió". Y la historiade Antonio comenzóa emerger' cétera,los mandabanafuera a trabajaren algún proyecto civil, como
"Sabés,cuandoestabaenlasMalvinas,enMonteLongdon'es- reparary decorarescuelas.Por alguna razón,a mí me mandarona una
perandoque empezarala guerra,me acordabade mis viejos' Estaba escuelay me perdí buena parte del entrenamiento,especialmentelas
sentadoañí, mojado, muerto de hambre,bajo la lluvia y el viento he- maniobrasgrandes.En una oportunidadestabanpreparandoun ejerci-
lado,y me acordabaespecialmente de mi padre.Era como si estuviera cio importanteen el que yo tenía muchasganasde participar,pero la
en comunicacióntelepáticacon é1.Estabasentadoallí, esperandoIa directorade la escuelale dijo a las autoridadesque queríaque termi-
guerra,preguntándomequé es lo que haría,y me acordabade sushis- nara el trabajo y me ordenaronquedarmey hacerlo,así que me perdí
iorias. Eso era todo lo que yo sabíade la guerra.Eramos una familia el ejercicio.
muy unida y a nosotrostres nuestrospadres nos cubrían de cariño. "El tiempo no pasabanunca y tenía la sensaciónde que me
Fuimos muy, muy felices de chicos.No podíamos habertenido mejo- vendíancomo esclavopara servir a interesesciviles afuera.A medi-
res padres. da que se acercabala fecha de la baja, el 30 de marzo de 1982,me
''Noscriaronpafaapreciarlaspequeñascosasdelavida.Por parecíaque el tiempo pasabamás lentamente.Empecé a sentir que
eso yo siempredigo que soy un hombre simple' No soy lento para en- nuncavolveríaa estarlibre. No tenía la menor noción de los proble-
tendlr, ni simplón, pero tampocoexijo demasiado.En la escuelaera mas existentesentre mi país y los británicos,y entoncesnos dijeron
unpocoflojo,peromimadremepusounamaestraparticularypasé que habían surgido algunos problemas en un cuartel militar que se
los exámenás.Dejé los estudiosdespuésdel cuarto año de la escuela llama Carnpo de Mayo y que tendríamosque custodiarlo durante
técnicay entoncesme llamaron a la conscripción.Estabacontentode dos semanas.
ir porque sabíaque en mi casatodo estababien. A diferenciade mu- "Me rcuerdo que pasépor la cantina a tomarme una Coca y
chos otros pibes que fueron llamados,yo no tenía que preocuparme dcscubríquc habíantomadolas Malvinas.Allí, en la pantallade la te-
por mi familia. lcvisirin.rrslahannucstrossoldadosmarchandosobrelas Malvinas.
"Paséel examenmédico y despuésme cortaronel pelo y empc- listiiblrnros allí, rrngru¡xlgrandchcbicndoy ntirandotodop<lr
¡rrrnrtlrs
zaronlos gritos.Pareceque creíanque los gritosnos iban a haccrcn tc lt'vi: irirr.
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gran cosa del de los reformatoriosjuveniles. Pero él no había hecho
"Esa SemanaSanta mi familia vino a verme al 7' Regimiento nada malo, exceptonacer.A los que atrapabanconversandodespués
porqueestabanpreocupados.Yo no había ido a casa,ni me habíanda- de apagarselas luces de los dormitorios los dejabansentadosen los
do la baja. Cuando llegaron,yo ya había panido a Campo de Mayo. heladoscorredoreshorasy horasvestidossólo con pijamas.
Estabatan confuso como ellos. En esa épocano estabapasandonada Tambiénrecuerdaa la mujer que supuestamente se ocupabade
en especialni habíaningunaindicaciónde que estuviéramos por en-
cuidarlos y que disfrutabaal humillarlos. "Su castigo favorito era
trar en guena. obligarnosa desvestirnosfrente a las chicashastaquedarcasi desnu-
"De repente,a las 4 de la mañana,se abrieronde un golpe las dos. Yo la odiaba. Estuvo siete años con nosotros.Siempre fue una
puertasde nuestrabarraca y un oficial nos ordenó prepararnuestro basura."
equipoy subir a los ómnibusque esperaban afuera.No eranvehículos Era un régimenduro. Recibíandos peniquesy medio por sema-
del ejércitosino de una compañíaprivada.Algunosde los muchachos na para gastar.Todaslas actividadesestabancontroladas,y se hacían
a quienesles habíandado la baja el mes anteriorestabande vuelta y en un horario fijo: comer,dormir, jugar, estudiar.No les permitían sa-
había otros de la nueva clase que acababande completar sus cuatro lir de esascuatro paredesy se referían a la gente del exterior como
semanasde entrenamientobásico. "los de afuera".Casi todos los niños eranhuérfanos.
"Subió un oficial al ómnibusy nos dijo: 'Soldados.mañananos "Supongo que yo era una excepciónporque tenía madre, pero
veremosen lasMaivinas'. en aquellaépocasólo era mi madre porque la naturalezalo habíafija-
"Y así fue como tne enteréque íbamosa la guerra' No tuve do así. Nunca sentíel abrazode una madre.
oportunidadde decirlenadaa mi familia." Toda la existenciade esos pobres chicos estabaconfinada en
los muros del orfanato.Sabíanpoco y nadadel mundo exterior.No se
A Tony Gregoryya le habíansucedidotodassus desgracias. y
les permitía salir, y aquellosque se atrevíana hacerseuna escapada
más.durantela infancia.Nacidoen Londres en marzo de 1960' nunca para ver de qué se tratabadescubríanque la policía local tenía el po-
conocióa su padre.Nunca gozó del amor que sienteltn padrepor su der de retenerloshastaque viniera alguien de la institución a buscar-
hijo ni del calor de una verdaderafamilia hastaque se enlistó en el los y, por supuesto,a castigarlos.A veceslos llevabana la playa y
Regimientode Paracaidistas. Tony recuerdaque se quedababoquiabiertocontemplandoa la gente,
"Conozcoa mi madre,pero no a nli padre.Aparentemente, era a las personasnormalesque iban y venían ocupadosen sus asuntos.
un inútil que bebíademasiado.Cuandoyo tenía seis n-leses de edad. No podía entenderlo.También recuerdalos barcosque pasabany se
mi madrenos entregóa mi hermanoStevey a mí al cuidadodel doc- alejabanrumbo al horizonte,y la fascinacióny el asombroque sentía
tor Barnardo.Quedamosa cargode una pareja.Margarete Irvine Har- antetodo eso.
vey, que eran padressubstitutos. Estuvecon ellos cuatroañosy que- A principiosde los años70la vida de Tony comenzóa mejorar.
rían adoptarme,pero mi madreno lo pertritió. El Villa-seera uno de Se promulgaronnuevasleyes que permitían a los internadosen orfa-
los hogaresdel doctor Barnardo;debede haberhabidounos 600 chi- natosasistir a escuelasnormales.Teníaonce años y recuerdacomo si
cos allí, principalmenteniñospobres,negrosy blancos.que habíansi- fuera ayer el momento de ir a la escuela.Asistía a la escuelaFairlop
do completamente abandonados y que nuncaconocierona suspadres. de Niños en Barkingside,Essex,con ropasmuy pobresy solamenteel
Estuveen esainstituciónlos siguientesdieciséisaños.Me paséla ma- dinero para su comida en el bolsillo. Era un mundo completamente
yor partede mi vida en ull orfanato,todo el tiernpoen una institución. nuevo pirralos chicos de la institución.un nuevo mundo dondeentra-
Peroveíaa mi madreun dorningopor mes.' han en contactocon otros niños que, aparentemente, teníantodo lo
Las impresionesde su infanci¿iestángrabadasr'ívidamenteen (lue se podíadesearen estemundo: padres,bicicletas,dinero y ropa
la memoriade Tony. Aún ahora,I'einteañosmás tarde.no le resulta rlcccntc.Los muchachosde Barnardotambién teníanque enfrentarel
difícil visualizarel hogar.Recuerdael nlurallónque rodeabala severa rlcsul.íoclc los otros,pues algunosse burlabany los molestabancon
casona,el nombredel director,un coronelretiradoque teníaun con- t'slrt'r'r¡cltllul
tlc l¿rt¡uc srikt lclsmuchachosmuy jóvenesson capaces;
cepto victorianode la disciplina.Los niños dormíanen grandesdor t'r;rnlrull¡rslx't'n)itr)enlc\
t¡rrelos hcríanproflndamenle
en el alma.
mitorit'lscomunes.Tony sospechaba qr.reel estilo ncl se dif'crcllcilthrt
/f
tl
I
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Toda estasituaciónmiserabledebíatener una salida.A Tony le El orfanatofuncionabacon un sistemapor medio del cual algu-
resultó muy difícil incorporarse,no pudo adaptarsea esasnuevascir- nas parejas de padressustitutosse ocupabande grupos pequeñosde
cunstancias.El conflicto empeoróa lo largo de los siguientesdos niños.Una de estasparejas,Ken y Anne Cox, fue la que cuidó a Tony
años.A pesarde todo seguíaasistiendoa la escuelay se rehusabaa entrelos docey los dieciséisaños.
hacersela rata o a abandonar.A los trece añoscomenzóa devolver las "Me ayudaronen todo lo que pudieron".dice. "Pero todavíaera
agresiones,con sus puños.Cualquieraque se atrevieraa joder a Tony un muchachoque veníade la naday se encaminabahacia la nadaa to-
Gregory, a burlarsede su ropa o de su origen, tenía que enfrentarsu da velocidad."Se convirtió en hinchade fútbol e ingresóen la barra
furia. Como era de esperar,lo mandabanconstantementea la oficina bravade los London Reds.los seguidores del ManchesterUnited que
del director. Había sido demasiado,había soportadomás humillacio- vivían en la zona sur de Inglaterra.y estabametido en todos los en-
nes que las que tenemosque soportarlos demása lo largo de la vida, contronazosentre barrasrivales. Empezóa hacertrabajos"part-time"
habíavivido con la nociónde serdiferentey, durantedemasiadotiem- para pagar sus gastosde "hooligan".Vendíael EveninsStandarden
po, habíaestadoyendo a la escuelacon la sensaciónde que todoslo una esquina.y hacía algunostrabajitosv alsunosnrandadospara
señalaban. constructores de la zona.A medidaque se aproximabasu último año
Su rabialo convirtióen un buscapleitos,en un matón.Se afeitó de escuela.convencióa las autoridades del colegiode que le permrtie-
la cabezacomo los "skinheads"y entró en una pandilla;peleabacon ran tener tres días libres por semanapara poder trabajarpara un cons-
las otraspandillaso con cualquieraque se cruzaraen su camino.Iba a tructor.Era una situaciónconvenientetanto paraTony como para las
los clubesjuvenilesen buscade peleay despuésmerodeabapor las autoridadesl todossabíanpositivamente que no aprobaríalos exáme-
calles en buscade "camorra". Sentíaun amargoresentimientoante la nesfinales.El constructorle pagabacinco librasdiariaspor todaclase
vida por el modo como lo habíatratado,lo cual lo llevabade cabeza de trabajosy lo manteníalejos de los líos. A los dieciséispudo dejar
al desastre,a convertirseen un marginal.De pura casualidadno había la escuelay un asistentesocialcomenzóa ocuparsede prepararlopara
terminadotodavíaen manosde la policía.Se dabacuentaque su nivel dejar Ia institucióny salir al mundoexteriorpor sus propiosmedios.
de educaciónestabapor lo menostresañospor debajodel de suscoe- Oficialmente.Ia instituciónteníaciertaar:toridadsobrela vida de los
táneosy eso lo hacíasentir aun más marginado,más frustrado. muchachoshastaque estoscumplieranlos veintiúnañospero,en rea-
Cualquieraque intentaraexplicarleque la vida tienealtosy ba- lidad.lo únicoque le importabaeralibrarsede ellos.
jos era tratadocon desprecio.No habíaaltosen la vida de Tony hasta Los muchachosestabandescubriendolas discotecasy las chi-
que Bill Sardinsonlo llevó apartepara conversarcon é1.despuésde cas v no veían la hora de que los dejaranen libertad.Si Tony volvía
una charla de orientaciónvocacional.Tony dejó atónito al maestro despuésde las diez de la noche,teníaque despertara lclspadresc¡ue
cuandole dijo: "Quiero ingresaren la N'Iarina".Ese habíasido su se- estuvierande guardiapara que lo dejaranentrar en consecuencia,
-v.
creto,su deseomás preciadodesdeac¡uellaprimeraexcursiónal rnar como castigolo dejabansin salidaspor un tiempo.Un día. despuésde
añosatrás. una discusión,saliódel hogarcon todassuspertenencias en un bolso.
Bill Sardinsonconfirmó que su nivel educativono alcanzaba. Se las aregló paraencontrara su hernranoSteve.que le dio un cuarto
pero dijo que hablaríacon el oficial de reclutamrentode la Marina en la casaque compartíacon otras pers()nas. El constructorpara el
Real.que era amigo suyo.El oficial puntualizólos objetivosque Tonv que habíaestadotrabajandole dio un trabajode tiernpocompleropor
debíaalcanzary otro maestropasó seis mesesayudándolea preparar- el cual le pagaba25 librassemanales. De su salarioteníaque pagar l8
se durantelas horaslibres.Tony se presentóal examende ingresode libraspor el cuarto,1oque le dejabasolamente7 librasparacomiday
la Marina y fracasóen forma contundente.Pero el esfuerzoque sus otrosgastos.DespuésStevese mudó y Tony quedósoloen el mundo.
Inaestrosrealizaronlo habíaimpresionado. Se dabacuentade clueha- "N{i herrn¿ino me dijo que un tipo llamadoPereriba a venir a
bía quienestratabande ayudarley creíanen é1.Por fin teníaalgo por cobr¿rrIa rentapor el cuarto.perocasi nuncalo veía.Tambiéndesapa-
lo que estaragradecido, algo que todavíahoy recuerdacon orgullo.Y rccitl llst¿rba vcrdaderamente muy asustadopor esasituaciónde vivir
aunquehabíafalladoen el examen.su nivel educativohabíame..jorado solr cn rLllllt cít\trsin tcncr contactocon nadie.Ni siquierasabíade
notablemente. Ahora podíaleer y escribir. tlrrit'rrt'rrrlrrt':rslr¡ri lr truii.rrlt-lía c¡uc¡ratarlela renttr.En(once-s.
un

'7('
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Jerry se sentíaorgullosode habersido invitado a unirse al cuer- Las armas asignadasfueron cambiadasde lugar. A mí me gustabala
po de élite, pero se interpusootra misión en lrlanda del Norte. con po- ametralladoratodo propósito,pero me fue quitadadebido a que no ha-
bía suficientesen el batallón.Me sentíirritado sin medida por esehe-
iibilidu.l"r de entraren acción,y debíacumplir primero con ella. A fl-
cho, pero aceptéque si yo era uno de los pocostiradoresprofesionales
nes de 1981presentósu solicitudde ingresoa los SAS y f-ueaceptado.
del batallón, podía dejar de lado ese rol. Se produjo lo que yo llamé
Todo lo que le quedabapor hacer era esperaruna vacanteen el primer
un código para los más viejos y otro para los más jóvenes. Yo estaba
cursoque se presentara.Paramatizarla esperase inscribióen un curso
entrelos másjórenes.
de franiotiraÁo, Warminster,Wiltshire, sedede la Escuelade Infan-
"n "Nuestrasinstruccionesdecíanque nuestroobjetivo de desem-
tería, consideradopor muchos como el curso de tiro más sofisticado
barco era la bahía San Carlos. Como CompañíaD, nuestratareaeran
del mundo. Los mejores tiradoresdel Ejército Británico forman el cua-
los patrullajesde largo alcancedentro del tenitorio enemigo,estable-
dro de instruccióny enseñanel oficio, aprendidocon los años,de ocul-
cer puestosde observacióny remitir toda la inteligenciaa la coman-
tarse.moversefurtivamente,aguzarla punteríae identificarobjetivos.
Tan pronto como a Jerry le resultófamiliar el rifle L-42 de acciónrápi danciadel batallón.Debíamosinformar acercade todaslas posiciones
y los movimientosdel enemigo.Pero debido a los acomodosanterio-
da,i .62 mm paratiro furtivo, éstese convirtió en una partede é1.Cada
res, fueron los más viejos los que se pusierona trabajarcerca de los
vez que apretabael gatillo caía un blanco o quedabaagujereado.Ab
SAS, mientrasque a los másjóvenesse nosdejó en el batallón.A esta
sorbíatodo lo que podíanenseñarle,cadapequeñodetalleque un hom-
altura habíamoshecho un trasbordodel Canberra al HMS Intrepid,la
bre debe conocer para ser un francotiradorprofesional.Aprobó, por
sedeflotante de los SAS. Justoantesdel desembarco,los SAS perdie-
supuesto,y regresóal batallón,ahoracon baseen Tidworth' a la espera
ron más de veinte hombresen un helicópteroque cayó al mar. Era el
del siguientedesafío:la selecciónde los SAS'
Pero no pudo ser.De impedirlo se ocupó el generalGaltieri al mayor númerode bajasque habíatenido.
"Muchos de los que murieron debíantrabajarcon el 3" Para,y
invadirlasFalklands.
"No lo podía creer", dice Jerry. "Justo había viajado de Tid- algunoseran ex paracaidistas,por lo que los más viejos cubrieron los
puestosen nuestraárea.Como a nosotrosnos habíandejado atrás,
worth a Cambridge,donde se había establecidomi mamá, a visitarla
simplementeme instaléen el Intrepid a esperarIa'luz verde'."
para Pascua,cuandovi un boletín de noticias por la TV y un anuncio
d" qu" todo el personaldel 3'Para debíaregresara la base.Salí a ha-
Entrevistéa los otros argentinosque mencionoen estelibro en
cer iedo, viajé prácticamentetoda la noche,y cuandollegué la atmós-
enero de 1994.En junio del año anterior había conocido a Oscar Ca-
fera era muy irreal, muy silenciosa.Había sólo un par de muchachos
rrizo. Me encontrabaen BuenosAires con Dom Gray y Denzil Con-
caminando.No había sensaciónde guerra en el aire ni síndromede
nick para una conferenciade prensaconvocadapor la revista Gente,
ponersetienético y esperar."
el Canal 11 de televisióny el diario británicoToda¡,.El propósitode
Mientras el Canberra se alejaba de Southampton,Jerry hizo
la convocatoriaera mostrar que, a pesar de la investigaciónde Sco-
una profundaintrospección.No pudo evitar el sentimientode que, por
tland Yard en torno a presuntasaccionesilegalesde soldadosbritáni-
onu u", en la vida, estabaen el lugar colTecto,en el momentopreciso,
cos durante la campañade las Falklands,los veteranosargentinosy
en el trabajo adecuado.Igual que todos los demása bordo, era su pri-
de navegarrumbo a una guerray al soldadoprofe- británicospodíanreunirseen amistad.
*"ru
"*p"iiencia Hombre gigantesco,de más de 1,90 m de estatura,Oscar era
sional que había en él no le gustabanmuchasde las cosasque veia a
cabo y, a diferencia de los demás soldadosargentinosde este libro,
su alrededor.
..Larutinaenelbuquenoseparecíaanadaqueunopudieraes- era un militar de carrera.Cuando nos encontramosen la conferencia,
él estabanervioso.pero a medidaque avanzabanuestraconversación,
perar y habíademasiadasmurmuraciones.Las unidadesmurmuraban
intérpretemediante,y nos sacábamosfotografías,logró soltarse.Pude
u""r.u de quién estabaa cargoy habíaquejasen cadacompañía'pelo-
oír su historiadurantemás de una hora,lejos de las cámarasy las lu-
tón y sección acercadel entrenamiento,el equipo y el personal' El
ccs.cn cl pasillodel hotel y luegoen nuestrashabitaciones.
perstnal superior de nuestracompañíaescogió al personalque se le
()st':rrrurciricl 7 tlc rruryorlc 1960.Pasósu vigersimo
segundo
unto¡Oy toáo terminó, en mi opinión, en la división de la compañía.
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lado, me cuidabancuando salíamosde patrulla. Me enseñarontodo. "Desde mi ventanapodía ver el áreade desfiles.Era como una
especialmentelos cabosde sección.Hice patrullajeen la ciudad y en colmena en actividad. Entrabany salían helicópteros,iban y venían
la frontera,y guardiasen los puestosde control del campamento.Los camionesy había muchachoscorriendo por todas partes.Finalmente
muchachosse ocuparonde que conocieratodos los detallesprofesio- recibimos órdenesde alistar el equipo para partir a la guerra. Yo no
nalesdel trabajoy los cabosteníantodo bajo control. Me sentíapoya- me la creí. Honestamentepenséque era todo alharaca,una brillante y
do todo el tiempo. grandiosabroma.Perono fue así...
"En los mesessiguientesme consolidéen la vida del batallón. "Esto iba en serio. Estabanllamando a los miembrosdel 3" de
Aprendí mucho y al cabo de dos mesesya pertenecíaa la unidad. Un Parasque andabanpor todo el país.Era la primera llamadade vuelta
día estabade patrulla en la frontera.Era el día que cumplía veintiún al cuarteldesdela crisis del Canalde Suez.en 1950.Bueno.los dos
añosy no le habíadicho nada a nadie.Pero en el campamentolo ave- días siguientesfueron algo totalmentedistinto. Empaquen,desempa-
riguaron y me hicieron un regalo de cumpleañosespecial:se termina- quen. Vamos.no vamos. Suban al transporte,bajen del transporte.
ron las bromaspesadas.Me dijeron: 'No se puedejoder a nadie el día Ajusten las rnirasde las armasen los polígonosde tiro.
de su cumpleaños'. "Todo muy excitante,pero no me da vergüenzadecir que yo
"Me llevababien con todos en mi seccióny en el pelotón.Des- empecéa sentinneun poco raro. No me habíaenlistadoen el Ejército
pués del período en Irlanda del Norte también salíamosjuntos y nos para ir a la guerra. Ya sé que pareceestúpidodecir esto. Se supone
manteníamosunidos. Trabajábamosmucho. Entre abril y agosto de que por y para eso estamos.Yo pensabaque lo más cercaque estaría
l98l estuvimostodo el tiempo entrenando.Me acuerdoque estabare- de una verdaderaguera era el Norte de Irlanda, y eso habíasido bas-
ventadoante la perspectivade tener que ir a Canadápara otra manio- tante tranquilo.Supongoque mis razonespara enrolarmeeran muy
bra importante,pero cuando llegamosla pasé muy bien. Hicimos de dif-erentes.Pero ahora no había manerade echarseatrás.Era un para-
todo allá: entrenamientode tiro, ataquesde sección,de pelotón y de caidistay teníaque cumplir con mi deber.
batallón, maniobrasde escapey evasión y marchastbrzadasa todas "El principal tema de conversaciónentre nosotrosera qué pasa-
partes.Hacia finalesde 1981,me llenabade orgullo poder decir que ba cuandote encontrabas bajo fuego enemigo.Daba la impresiónde
el 3" de Parasera una de las unidadesmejor entrenadasdel Ejército que todosestabanempeñados en probarsea sí mismosy a suscompa-
Británico. ñeroslo buenosque seríanen esasituación.En lo que a mí respecta,
"A comienzosde 1982el batallónestabaen posiciónde 'Punta no estabaen la misma onda,para nada.Tal vez estabaen estadode
de Lanza', es decir, estabaalistadolas veinticuatrohoras del día, con shock,nuncalo voy a saber,pero honestamente así es como me sen-
los equiposlistos para salir hacia cualquierlugar del mundo donde tía. Estabacon miedo. nenu'ioso, pero preparadopara combatir codo a
surgieran.problemas. Allí donde el gobierno decidieramandar una codo con mis compañerosdel 7" Pelotón,CompañíaC. Lo creaso no,
unidad de combate, iríamos nosotros.También hicimos muchísimo yo era uno de los tipos de mayor edaden mi pelotón.Tenía22 años.
entrenamientocombinado:la Compañíade Rifleros estabaaprendien- No era muy mayor ¿no?Pero la mayoríade los miembrosde mi bata-
do a emplearmorteros,fuego sostenidode ametralladorasy aÍnas an- flón en las Falklandsteníanentre l7 y 20 añosde edad.Habíamosoí-
titanque. do muchoscomentariosde que los soldadosargentinoseran muy jó-
"Yo conseguíentrar a un cursillo para francotiradoresen War- venes,pero la verdades que no habíamuchadiferencia,no en la ed¿rd.
minster,con el rifle de precisiónL-42. Me acuerdocomo si fuera hoy Yo era uno de los más madurospor el modo en que había vivido an-
cuandovolví al campo de Tidworth, un viernespor la noche,en abril. tes. Maduré más rápido. Tuve que hacerlo.También sabíaque por
Normalmente,los viernespor la nocheel campoestabadesierto.Está- cientosde años luchar y matar han sido parte de la naturalezahuma-
bamosen la caja de un camión que se detuvo en el puestode guardia. na. pero aun así, no podía dejar de pensarque era lamentable.No me
y allí escuchamosal guardiacomentarque los argentinoshabíaninva- nr¿rlcnticndas: igual que cualquiera,siemprevoy a defender1oque es-
dido un lugar llamado Isla Malvina Isic]. No teníamosla menor idea l¿ihicn en contrade lo que estámal, como cualquierotro paracaidista.
de dóndequedabaeso.Nos dijeron que fuéramosa nuestroscuartosy "l)rrrr cr¡rrrrclo
salinlosdc Tidworth rumb<lal Conbarro en
esperáramos nuevasórdenes. Sottllurttt¡rlon. lurt'ii'rrtlorrrc
vo t'slrrlt:r tr ltr itlctrtlc llr gtrcrru.I,,nlrú.
cn

fi( ) lil
?
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saparecíany todos se concentrabanen un objetivo común: pelear la
la misma onda que los demásy, como a ellos, me arrastróla ola de guera y volver a casailesos.
pompa y patriotismo.Cuandollegamosa Southamptonme di cuen- "Tuvimos un períodode entrenamientorealmenteintensoen la
ta de que los Marines nos iban a cagar.Ellos iban a dar el espectá- Isla Ascención.y cuando el barco partió rumbo al sur estábamosto-
culo. En esemomentopredije,con toda razón.que al 3o de Paraslo dos listos, llenos de ganasde entrar en combate.Lo que más nos le-
iban a ubicar en las cubiertasmás bajas,a la alturaen que un torpe- vantó la moral fue la llegadadel 2'de Parasen otra nave,el Norland.
do nos podríaahogara todos.Nos dieron un camarotecon cuatroli- Por fin teníamosun batallón hermanocerca,ahora habíados batallo-
terasen el que solamentedos hombrespodíanestarde pie desempa- nes de paracaidistasjuntos. Esta iba a ser una guena de los paracai-
cando,mientraslos otros dos ocupabanlas literaspara hacer lugar. distas:nada nos iba a detener.Lo único que nos jodía eran las manio-
Lo único que podíamosdesempacareran los elementosde limpieza bras políticas con las NacionesUnidas, y la gira diplomática por el
personal.Las armasy el restodel equipo teníanque permanecerba- mundo del Secretariode EstadoNorteamericano,Al Haig, que frena-
jo llave en los camarotestodo el tiempo, y me hizo reír la orden de ba el impulso que traíamos.Tratábamosde que no nos afectara.Cuan-
que usáramoscalzadodeportivopara que los botinesno dañaranias do estábamoscruzandolas agitadasaguasde los 40 gradosde latitud,
cubiertas. ya sabíamosque la cosa estabajugada. Empezarona llegar informes
"Cuando salimosde Southamptonvi que mi madre y mi pa- de inteligencia.Nuestro personalmédico entrenabaa toda máquinay
drastrome saludabandesdeel muelle.Navegamosal atardecercon cl nos asegurabanque si nos llegabaa pasaralgo estaríamosen buenas
barcotodo iluminadocomo si nos fuéramosde cruceropor el rnundo. manos.Eso tambiéncontribuyóa levantarla moral despuésque reci-
Las bandastocabany las banderasondulabanpor todas partes.Era bimos la noticia del.hundimientodel Belgrano y del HMS Sheffield.
un clima electrizante.En esemomentouno se sentíaorgullosode ser "Todavía me acuerdodel clima que reinaba y de las caras de
británico.Estabaparadoen cubiertajunto a la barandillamientrasel los otros muchachosen el bar la nocheen que se pidió silencioen to-
barcose alejabadel ruido y el griterío.Miré alrededory vi a muchos do el barco para anunciarel desastredel Sheffield.Podíasver en todos
muchachos de pie, con las cabezasinclinadas.Se hizo un silencioto-
los ojos que estábamosen una situaciónsin retorno.Cayó un silencio
tal. misterioso.sobretodosnosotros.Era como si todosestul'iéramos intimidante en todo el salón. Hasta nos tomamosen serio los eierci-
pensandoal mismo tiempo: 'Dios mío, realmenteestamosp¿lrtiendo cios de salvatajeal día siguiente.
a la guerra'. "La audaciade los pilotos de la FuerzaAérea Argentinacon
"Días más tarde empezamosa darnoscuentaque los Marines sus letalesmisiles Exocet de fabricaciónfrancesatambién obsesiona-
recibíanla rnejor parte de todo. Eran los del primer turno de comida. ba a la oficialidad de la Marina Real y a la Fuerzade Tareas.El Can-
y por lo tantolos mejoresbocadoshabíandesaparecido cuandollegá-
berra era un barco muy grandey transportabagran parte de las fuer-
bamosnosotros.Teníanlos mejores en
¿rsientos el cine y accescla los
zas de ataquebritánicas.Era un blanco preferencialy habíaque hacer
mejoresbaresdel barco.Las cosasempezarona ponersecalientesy algo al respecto.Así que en medio de la noche nos levantarona todos
estabaclaro que íbamosde cabezaa una pelea.Me acuerdode haber porque habíandecidido disminuir el golpe sobre la Fuerza de Tareas
pensadoque se suponíaque estábamos todosdel mismo lado. Yo es-
en casode que el Canberra recibierael impactode un Exocet,o de un
perabaque hubierarivalidadentre nosotros,pero no hastatal punto.
torpedodisparadopor un submarinoenemigo."
Algunosde los Marineseranbuenostipos,pero eranlos oficialescon Los hombresdel 4" de Parasseúan transportadosa bordo del
su actitudlos responsables de las fiicciones.No erabien visto que nos HMS Intrepid, y también los hombresdel 4" Comando de la Marina
relacionáramos entre nosotros, lo cual causómucho daño. Creo que Real. El Intrepid sería el centro de comando del desembarco.Hubo
no se llegó a repararnunca." que llevar a cabo toda esta maniobraen medio de las agitadasaguas
A pesarde toda esa nlalasangre,Tony y su pelotónse dedica- del AtlánticoSur,a medianoche
ban a un severoentrenamiento que se hacíamás intensocon el correr "Estábamoscompletamente cargados,incluyendomunición,y
de los días.No habíalugar paraerroresmientrasrepasaban una y otra
nos llunrahanparacruzardc cubiertaa cubierta.Habíamosrealizado
vez las leccionesaprendidasdurantesu preparación prof'esiclnal,los
crttrctuurticnt()
cn c\llr nurniohrrr pcro c()nilgunsrcl¿tti-
ctt Asccnciritt,
cjerciciosse convertíanen movirnientos autolltítictls. tle
las blrltttlrs
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vamentecalmasy a la luz del día. Uno a uno, por turno, nos parába- Su padre decidió enviarlo a la escuelanocturnay duranteese verano
mos en la puertade la cubiertainferior del Canberra y nos agarrába- una de sustías,que era maestra,le dabaclasesparticulares. El nuevo
mos a la baranda,esperandoque el lanchónde desembarcose elevara sistemafuncionóbien y pudo absorberla mayorpartede lo que le en-
sobrela crestade una ola para saltarsobreé1.Si alguienpisabamal se señaron.Tambiénse sentíacómodo porquele dejabalibre casi todo el
hundiríacomo una piedrao seríaaplastadoentrela navey el lanchón día paraandarpor la calle y hacersustravesuras.
de desembarco. Pasamostodos. "Nunca me voy a olvidar de la madreitalianaque vino a casaa
"En el Intrepidencontréun rincónen uno de los pasillos.como quejarsede lo que ella llamaba mi mala conducta.Siempreestaba
todos los demás.Estabaen la secciónde ametralladorasy estabacar- quejándosede que a mí había que encerrarmeporque yo golpeabaa
gado con 700 cargasen cananas.Conocíamis órdenesasí que simple- su chico.Y<tno matoneaba, peroél v otroschicositalianossiemprese
mente me sentéa esperar.En eso consisteel juego del soldado:en es- metíanconmigoy habíasolamenteun modo de ponerlosen su lugar.
perar.Cuandollegó la noticiade que habíaque ponerseen movimiento Eso es lo único que hacía.Trabajabalos sábadosy domingosparapo-
yo estabatranquilo,pero nte causórisa ver al tipo que estabadlstribu- der tenerplataparair a las discotecas el viernesa la noche.En tasdis-
yenclolas granadas. Estabasentadoen una caja de granadas. fumando cotecasconocíachicas.Salíacon un¿rpor un tiempoy despuésveía a
y iilistándolas.Nos preguntaba:'¿Cuántas. y despuéste
compañero'?', otra que me gustabamás v carnbiaba.Todosvivíamosen monoblocks
las ponía en las ntaltos.Todaslas reglas y reglamentosse habíanido y me acuerdode una chicaque vivía en nuestromonoblock,muy lin-
por la borcla.Volví a sonreíral pisar la planchadaparabajar al lanchón da, que siempreme saludabay me sonreía.Pero teníanadamás que
de desernbarco... TodoestabaOK." catorceo quinceaños.así que no me metí con ella. Era muy chica.Yo
teníadieciochoy me interesaban otras.
Alberto Carbonehabíaestadosentadoen silenciodurantemi "Despuésde terminarla escuelahice muchostrabajosdiferen-
conversación con su viejo anrigoLuis Leccese;stilo de vez en cuan- tes. Empecéarreglandocarroceríasde autos,nle aburrí v fui a trabajar
do. con una risa antistosa,le recordabaalgunadc sus escapadas jun- a una pollería.Despuésprobé haciendopulóveresen una fábricade
tos.Esosdos mc recordaban a un par de busconesy pícaros calle-ieros. ropa,pero no me gustóy cambiépor heladero.Esetrabajome encan-
alertas.perceptivosy siemprelistosparacuidarseuno al otro. tabay fui heladerotres años.No teníagrandesresponsabilidades. ex-
Cuandolo entrevisté,Albertt-rinsistiódesdecrlprincipioen que cepto durante un período de dos o tres mesesen lcls que mi papá se
era un tipo ccxtún y silvestre:"Te podríacontarla historiade mi vida quedósin trabajoy yo era el único que traíaplataa la casa.En gcneral
en un minuto". Pero despuésagregó:"Supongoque hay muchosque no éramospobres.perotantpocoestábamos tan bien.
al mirar atr¿iscn sui vidaspodríandecir: 'No tengonadaparacontar' "Poco tiempo despuésde descubrira la piba de nuestiomono-
-tal vez es lo que yc hubieradicho-. Era como cualquierotro ti- block me llamarona la conscripcióny me olvidé de ella. Teníaotras
po...Pcro la Guerrade Malvinasme enseñóm¡"lcho sobrela vida..."' cosasen que pensar.No teníamuchointerésen el año de serviciomi-
,4lhertoes argentinode seguttda generación,nacido,como stls litar que me esperaba. pero sabíaque era muy difícil zafar,asíque-de-
padres^i-'ercade Buenc: Aires; sus abuelosviniert¡nde ltalia. Al re- cidí meterley sacardel asuntolo rne.jorque pudiera.Como dicen to-
cordarsu infancia.explicó que era rebelde,un muchachomuy r"ivaz. dos.los primerossesentadíasson una porquería,pero despuésla pasé
onc siempreteníalíeiscn la escuela.Peroa pesarde susprtlblemasde biencompar¿rdo bon lo que los otrosmuchachostcníanque aguantar.
ronducta,se las arreglóparaterminarla escuelaPrimaria. "Me convertíen chof'erde una ambulanciamilitar.Comíaen el
Con la secundaria fue otra cosa.Lo expulsarondespuésdel pri- conredordel hospital.que serr,íamejorcomidaque la cantinadel regi-
mer año,cuandouna bombade tinta que anojó desdela ventanaesta- ¡niento.v d<lrmíaen una buenacamacon sábanaslimpias en un gal-
lló en la cabezade alguienque pasaba."Era algún viejo, que pasaba prin.Todo kr que teníaque hacerera ayudara los rnédicosy llevarlos
por ahí. No me ayudó para nada con los antecedentes de problernas rlonclctt¡vicranquc ir. h,stabale.josdel campo.fueradel regirnientoy
queya tenía".reflexionacon unasonrisa. tlc llr ilist'iplilllr
tle totklslos tlías.'l-oclo
lo quc teníac¡uchaccrcra por-
Alberto habíatenidoproblemasanteriormente por arrojarborn- l ¡ t t 'l t t t 'l t i t 't t
- l P : t sl u 'l tt
b i cr r . l .l r ti ¡ ti r 'i r ( ) tr i t c( ) \i t t¡ r r c tcr r ítr r ¡ tr c l u r ccr t'r 'l r
bas de mal olor a los preceptores y por a
negarse vestir el unilgrrrlc. ! t t t l t l t l t ; ¡ . I l ; t l r l r t ¡ ttt'l u tr 't't l tl r ttl i ;r ¡ r o ¡ l 1 ¡ 1 1 1'l¡i ¡ r l ;r r r r i vi r l ;r t'n t'l t.i t'r , r l tr

:'i. I \r
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fue un desperdiciode tiempo, y los períodosde guardiafueron el ma-
claseque acababade ingresar.Como para refrescarlas cosas,dijeron.
yor desperdicio.Debe ser la tareamás aburridaque tiene que cumplir
Eramarzode 1982y el único entrenamiento que me interesaba era al-
un soldado.
guno para volver a ser civil. Ya habíantomado las Malvinas y creía-
"Por lo general,yo tenía que hacer la guardiade los vehículos.
mos que íbamospara guardarel campamentode un regimientoque
Sin embargo,una noche me enviarona hacer guardiaal regimiento...
habíanmandadoparaallí. Nadie nos dijo nadade ir a la guerra.Ni si-
era una guardiaimportante.Estabatan aburridoque dejé mi rifle en la
quierasabíamos qué era una guel'ra.A lo mejor estote pareceinge-
casilla y decidí echarme un sueñito, pero me quedé dormido y me
nuo, peronuncanos habíanenseñado nadasobrela guerra.
despertóun cabo parado al lado mío, a los gritos. Despuésno podía "Cuandoaveriguamosque íbamosa las Islas,todavíano creía-
encontrarel rifle, porque él me lo había escondidoy parecíaque lo
mos que íbamosa Ia guerra.Claro que íbamosa las Malvinas.y yo
habíaperdido.Era un problemaserio.Perdertu arma es una falta gra-
estabade acuerdoen ir v los demástambién,probablernente era otra
ve y yo no sabíaque él me la habíaescondido.
m¿rniobraimportante.
"Me castigaron'a la bandera'.Significabaque tenía que pasar "Si estuviéramosyendo a la guerra seguramentenos habrían
dos días en posición de firme, mirando todo el tiempo la banderaiza-
avisado..."
da cercade las celdasdel regimiento.Los únicosmomentosen que no
estabaallí era cuando me bailaban,a la hora de la comida, o cuando
alguno de los otros prisionerostenía visita. No querían que los visi-
tantesme vieran parado mirando a la bandera,así que me metían en
un calabozohastaque las visitas se habían ido. Esa fue la única vez
que metí la pata durante la conscripcióny aprendíuna dura lección.
No quiero ni pensaren lo que me hubieranhecho si realmentehubiera
perdidoel rifle.
"Promediandomi servicio hubo un ejercicio de maniobrasim-
portantecombinadocon la 10" Brigada. No sé qué tenía en mente la
comandanciaen ese momento,si era un ensayopor lo de Malvinas o
no, pero fue algo muy grande.Participaronmás de 10.000hombresy
yo tuve que conducir un vehículoque teníamontadoun cañónde gran
calibre.Al principio no podía encontrarel áreade maniobras,después
me perdí tratandode encontrarel regimiento y despuésme perdí tra-
tando de encontrarmi compañía.Finalmentellegué y me mandaron
de vuelta a traer un vehículo con la cocina de campañay conducirlo
para alcanzarla comida a las tropasde infanteía. Cuando llegué a la
línea del frente todas las armasde gran calibre estabandisparandoy
hacíaun calor increíble.Organizaronestasmaniobrasen un desierto.
¡Si se trataba de práctica para las Malvinas habían elegido un lugar
extraño!
"Los soldadosde infanteríala estabanpasandomuy mal. Esta-
ban muertosde hambre y de sed. Teníairtanta sed que hastatrataron
de sacaraguadel radiadorde mi camión.Nunca me voy a olvidar del
estadolamentableen que se encontraban.
"Más o menos una semanaantesde mi baja me comunicanrn
que, por alguna razón,tenía que volver a entrenamientocon la nuev¡r

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SEcuxDAPnnrr,

MARCHAR, ESPERAR,
SUFRIR
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Dom estabafurioso. Había navegado8.000 millas y pasabalas


últimas horas en tareasextra, lavando vajilla en la cocina y sirviendo
el desayunoa los jodidos marineros.Todosellos le parecían"gente de
a bordo" de lo más patética.
Extrañabael tiempo de su entrenamientoen la Isla Ascensión,
pero se hacíacargo de que ya habíaterminado.Su rifle estabaen per-
fectascondicionesy el depósitode veinte cartuchosestababien cerra-
do. Su rostro estabacubiertode cremade camuflaje,y aunquesu cin-
cha era pesadaresultabasoportablecuando la cargabasobre los
hombros.Portabatantasmunicionescomo pudo cargaren susmanos.
Como el resto de los paracaidistas,Dom se intranquilizó cuan-
do llegó el momentodel desembarco."Típico", pensópara sí mismo.
"Nos han vuelto a joder."
Les habíanprometido que desembarcarían en la oscuridad.De
estemodo los paracaidistasentrabanen la gueffa: de noche, sorpren-
diendo los malditos enemigos,apareciendorepentinamente entre
ellos. Definitivamenteno desembarcaban de día salvo que fuera abso-
lutamenteinevitable,y no entrabancomo Marines de pacotilla arras-
trándosepor la mierda.Estabafurioso como toda su compañía.
Aquí estaban,apretadoscomo sardinassin sabersiquiera si el
enc'nigo kls cstaríabuscandoen la playa.¿,Sería como en las películas
t¡rrt'hrrhílnvisto sobrecl día D. dondecientosde soldadosaliados
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día, aparecieroncuatro tipos pesadísimosbuscandoa Peter.A mí no
sensaciónvisceralde que esaera rni oporlunidadde lograr algo cn la
me hicieron nada,pero estabamuerto de miedo. Me puse en contacto
vida. Tuve que pasarun examende ingresoy, sabésqué, aprobé.No
con mi asistentesocial, que de algún modo encontróa la propietaria,
podía creerlo. En toda mi vida nunca había aprobadonada. Todavía
quien le dijo que pasaríaa verme. Limpié esa casade punta a cabo.
seguíasin tener noción de Io que eran los paracaidistas, pero ya no
Queríaimpresionarlabien para que se diera cuentaque yo podía ocu-
importaba.Esaera mi oportunidad.Y no pensabaperdérmela.¿Sabés
parmede la casa.
que en las obrasen construcciónme cagabade miedo si teníaque su-
"Había estado ahorrandoel dinero del alquiler, así que podía
bir a los andamios?¡Ni me di cuentade que me estabametiendoen
pagarletodo. Llegó y, sin decir ni hola ni nada,me dijo que tenía que
una unidaddondetendríaque saltardesdeun avión!
irme sin más. Una verdaderabasura.Yo no podía creerlo,mi asistente
"Fui por tresdíasa SuttonColdfieldy pasétodoslos tests.¡Ge-
social tampoco.Le explicó que me quedabaen la calle, pero no le im-
nialI Ya estabaen camino.Me aceptaronparael Regimientode Para-
portó para nada.Y así fue, me encontréen la calle. El asistentesocial
caidistasy me asignaronal Pelotón463 en las BarracasBrowning,en
ubicó un lugar para mí en un hospedajepara retardadosmentales.Era
Aldershot.en 1980.
el único lugar dondepodíanponerme.Mi Dios.
"No me costóadaptarmea la vida de las barracasporquehabía
"Eventualmente,los padresde un amigo me ofrecieronun lugar
pasadocasi toda mi vida en dormitorioscomunes.Sabíacocin¿rr.
en su casay pude salir de esaratonera.Me tratabanmuy bien y duran-
planchar,cosery todo lcl dernás.Esaserancosaselementales paramí,
te dos años la pasémuy bien con ellos. Era algo que nunca había ex-
pero me sorprendiócuántostiposhabíaque no teníanidea.El entrena-
perimentadohastaentonces.Despuésdecidieronmudarsea otra zona.
nrientofísico me dio rnuchotrabajo,pero por primeravez en rni vida
Me ofrecieronque fuera con ellos, pero estabamuy contentocon mi
teníala sensación dc pertenecer a algo.Cuandollegó el día del desfile
trabajoy no quise dejarlo,así que me mudé a una pensión.Y así estu-
de graduaciónnresentíamuy orgulloso.Nadiehabíacreídonunc¿r que
ve, de pensiónen pensión.
"Un día tuve un golpe de suerte.Iba en ómnibus al trabajo y vo lograríahlcer algo de rni vida. y lo habíahecho.Les habíademos-
tradoque estabantodosequivocados. Mi madrevino con mi padrastro
conocía una chica llamadaLin. Nos pusimosa charlary le pregunté
y' resultóque habíasido piloto de planeadores y lo habíanherido en
si conocíaa alguienque buscaraun pensionista. Unos díasdespuésla
Arnhem,durantela SegundaGuerraMundial.
volví a encontraren el ómnibus y me dijo que su mamá, Diana, me "Había optadopor el 3" de Parasporque allí iban los amigos
daría alojamiento.Me mudé a vivir con ella y su familia. Fue algo
que habíahechoduranteel entrenamiento, y partí a unirme con ellos
muy bueno.Finalmenteconocí la felicidad. Les voy a estaragradeci-
en Irlandadel Norte,clespués de la licenciade Navidad.Fui en avitin
do toda mi vida. Estuve viviendo con ellos hastaque ingreséen el
a Belfast,dondeme esperaban unosParasque estabanvestidosde ci-
Ejército.
ril, pero portabanarmascargadas. Era algo que te sacudía.Fuirrrosen
"Un viernes estabaen el pub del barrio, en Ilford, y entraron
auto hastaKeady,en el condadode Armagh,dondeteníaque presen-
cinco muchachosque estabande licencia del l" de Paras.Yo conocía
tarmeanteel 7" Pelotón.CompañíaC. Fui el único de nuestracamada
a uno de ellos, a Lawrie Wells. Se estabandivirtiendo, cantabany se
que fue a Keady.Teníamosel cuartelen Ia seccionalde policía,una
reían. Había algo entre ellos, parecíaque eran verdaderoscompañe-
covachaque estaballena a reventar.Me dieronuna litera en un edifi-
ros. Me peguéa ellos todo esefin de semanay cuandovolví a trabajar
cio desmontabledonde estábamostodos apiñados.Todos estaban
el lunes a la compañía de construccionesya lo tenía casi decidido.
af'uera.de patrulla;esperénerviosoque v'olvieran,despuésme acosté.
Empecéa hacer preguntasa los tipos mayoresque habían servido en
A las tres de la mañanavolvieron,me sacaronde la camay me orde-
el Ejército para enterarmede cómo eran las cosas.Sabíaque termina-
nuronque limpraratodassusarmas.Al ser un novato,se suponíaque
ría allí; pocassemanasdespuésentréen la oficina de reclutamientoen
teníu c¡r"rc ocuparmede todoslos trabajospesados.Ya sabíaque iba a
ForestGate y conocí a un sargentoPara.Mucho despuésaverigüéque
¿rsí.Mc aguantéun montón de bromaspesadassimplementepor
éra Dex Allan, que tambiénsirvió en las Falklands. 'cr
\L'r r)r.lc\().porqueno conocíael manejo internode la vida del bata-
"En aquella época no tenía ni idea de qué eran los paracaidis-
llorr.l.s ntrrrnulcntrc los Parasque te den todoslos trabajospesados
tas, pero habíaconocido a esostlpos y quería ser como ellos. Tenía la
lr:r\l,r(lrrr':errslrccPtlttl0 c0nroll prucbu.POr()tr()
pelottin.Est¿is
¡.1()r'cl
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eran hechospicadlllo nt orenbajabande las lanchaso hechosañicos Más tarde descubrióque había habido cuarenlasoldadosargentinos
por la artillería antesde tener oportunidadde acercarseal enemigo? en Puerto San Carlos. el lugar donde habían desembarcado, y se ha-
Por lo que podíaver, las tácticasque se usabanen mayo de 1982ha- bían retiradocuandoempezóel desembarco.Podríanhaberhechouna
bíancambiadopoco respectode aquellasde junio de 1944. masacresi hubieran decidido defendersu terreno. Si hubiera habido
Se sabíaque el enemigoteníaun puestode observaciónen Fan- tres paracaidistasahí, la historia hubierasido distinta. Definitivamen-
ning Headcon una claravisión de las playasde SanCarlos.¡,Y si ha- te. Hubierahabido un gran luto en la Argentinaesedía.
bían dejadosu puestoy estabanahí con armamentopesado?La arma-
da los había bombardeadodurantela noche, pero -típico de la Félix Baneto miró hacia abajoy observólas islasque desdeha-
¿¡¡¡¿d¿- habríantenido que parar cuando se vació el único arma del ce tanto tiempo su país reclamabacomo propias,mientrasel Hércules
único barcoque habíanenviado.La luchacon los argentinosseríacon C-130 se agitabaen sus preparativosfinales para el aferizaje. Minu-
artilleríay ataquesaéreos. tos más tarde, cuando la puerta chirriante se abrió y él pisó las Fal-
Sabíaque si ahí hubierahabidoparacaidistas, todoslos que es- klands por primera vez, lo ganó el sentimientode que realmenteesta-
tabanen el aguahubieranmuerto,particularmentea la luz del día. No ba yendo a una guerra. Por todas partes había soldados.Se estaban
había forma de que ninguno sobrevivierahastaponer las botas sobre construyendodefensasen el aeropuertoy se instalabanbateríasde mi-
la arena.Se decíaque los SAS habíansido enviadospara terminar el siles antiaéreos.Se edificabanposicionesfortificadaspara cubrir cual-
asunto,para echarloso derribarlosdonde estuvieran.Parecíabueno, quier línea imaginablede ataque.
"Durante un corto tiempo, mientrascargabami pesadofusil y
¿peroseríaasí?
Todo se estabatransformandoen una pantomima.Y si así había mi mochila,pensabaque los inglesesno iban a venir hastaestasleja-
sido desdeel principio,icómo seríacuandodesembarcaran? Dom no nías.Perocuandovi las def'ensas supeque nos estábamos preparando
tenía tiempo para esperaruna respuesta a sus inquietudes.Las tropas parala guerra.Se podíasentiren el aire.
se reforzabanmutuamentepara ir ocupandola playa. luego vendríala "El mayor Carrizo. comandantede nuestracompañía,nos dio
embestidade desembarco.luego...nada.La rampa de desembarcoto- algunasórdenesy comenzamosa marcharhacia PuertoArgentino.No
tlavía no bajaba.Ahora estabanrealmenteen peligro. Todo lo que se podía darmecuentahaciadónde se suponíaque estábamosyendo.Só-
necesitabaera una bomba o una descargacerterade artillería y todos lo alzamosnuestrascosasy comenzamosa caminar.Nos tratabanco-
seríancomida de los peces.Pero la inquietud pronto fue reemplazada mo a mulas de carga,pero podía sentirseque iba a haber una guerra.
por la fría furia y los paracaidistastomaron el asuntoen sus manos,o Se percibía alrededor,en todas partes.No podía rehuírseesa sénsa-
en suspies,y comenzarona bajar la rampa. ción. Habíamosllegadoa las diez de la mañanay poco despuésestá-
Les habíanprometidoun desembarco. La SBS,el escuadrónes- bamos en camino. A las cinco de la tarde todavía caminábamos.Era
pecial de botes,otro grupo de Marines consideradosequivalentesa cansadordebido a todo lo que cargábamos.No marchamosa travésde
los de los SAS, habíanrevisadola playa y asegurabanque el desem- PuertoArgentino,sino que caminamospenosamente por ella. Me sor-
barco podía hacerseahí con facilidad. A Dom, que era de baja estatu- prendió, sin embargo,cuando nos ordenaronseguir marchandoa tra-
ra, no le resultó fácil saltarde la rampa al agua y vadearhastala ori- vés de la ciudad. Yo esperabaque se nos permitiera descansar,e in-
lla. No queríaahogarsecomo un ladrillo antesde teneroportunidadde cluso pernoctarallí. Nadie parecíasaberqué hacer con nosotros.El
pelear.Pero la orden estabadada y avanzaronsumergiéndoseen las mayor Carrizo dejó el mando en manosde un tenientey parecíamás
heladasaguashacia una playa que los argentinoshacíamucho habían interesadoen azuzarnospara que fuéramosmás rápido que en dirigir-
abandonado,si es que algunavez habíanestadoahí. El aguaheladalo nos. Estábamosexhaustos.No habíamostenido descanso,no había-
hacíaboqueary congelabasusmúsculos.No podíacreerque al menos mos comido y, de repente,estábamosmarchandoen un clima frío al
algo era correcto:les habíanprometido un desembarcosin resistencia que no cstábamos acostumbrados.
y lo tenían. "No podíasoportarmucho más.Le dije al oficial que no gana-
Dom estáabsolutamente convencidode que si el enemigoltls ríu lurtluc()n¿rpunrrnos y luego me scnté.Ya habíatenid<lsuficicntc.
hubicsccsladocspclandtlél ttt¡ncahubicrallcgatl<llt tlcsctttbltrcltr. N o l x r t l í l r l c v l t t t t l t r n l c r l c ¡ tt¡ cvo ¡ r o r cl l r ío . Ir sfl h :r l i cso . sc¡ l l í¿rcr l n r o si

') )
T
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bre, la comida era prácticamenteinexistente.No recuerdohaber con- ba realmenteaterrorizado,muerto clefiío y de hambre.Todo lo que
seguidonadaque fueramejor que malo o pésimo...y esocuandocon- habíaqueridoobtenerera un poco de comida.No sé cuántotienrpo
seguíaalgo. Déjenme explicar.A vecesrecibíamosun plato de agua hubieraestadoallí de no serpor un sargentoque estabantuy disgusta-
turbia con un par de fideos flotando. Eso era lo que recibíamoslos do por lo que me habíanhechoy me liberó.Yo estabarnuy doloridoy
soldadosenviadosa pelearen la guerra. teníamuchofiío. Ei sargentoestabaindignado.yo tambiénlo estaba.
"Como yo estabamás alejado,el problemade la comida era ma-
y luego de ser liberadoqueríair a enfientaral oficial. pero no sabía
yor aún. Cuandome llegabaestabafría y completamenteen mal esta- quiénera ni de dóndehabíavenido.y en esemomentoya habíadesa-
do. Hacía frío y yo tenía hambretodo el tiempo. Todossentíamosque parecido.Una semanadespuésescuchéque habíasido heridoy lo ha-
habíamossido abandonadospara arreglárnoslas por nuestracuentaen
bían enviadode regresoa la Argentina.Me pusecontento.Era como
esa montaña.Ahora soy un sobreviviente,lo he sido toda la vida. No si él hubierasido castigadcl por lo que me habíahecho,y eso me com-
iba a hacerque ninguno se murierade hambre,de ningunamanera.Te- placíamucho.Se llevó su merecido.
nía hambrey el frío, el viento y la lluvia lo empeoraban.El 'rancho' "Luego vino otro oficial con una ordende que nos afeitáramos
Icomida del catnpo de batalla], cuando vino, sólo trajo agua sucia. todos los días.,,Ustedlo puedecreer?Aunque estábamosen uno cle
Mierda pura.Comencéa escabullirmejunto con otros haciaPueno Ar- los lugaresnlás húmedosdel urundo,el aguaera escasay nos íbamos
gentino,fundamentalmente para ver si conseguíamosalgo de aguapo-
a gastarel pocr-r de agualinrpiaque teníamos.en afeitarnos.Entonces
table.El deseode tomar aguaera muy poderoso.Debíadejar a mi com- sirnplenrente me dijo que sr no me af'eitabaél me llevaríatras las ro-
pañeroen el puestopara que no parecieraabandonado.Los oficiales casy me dispararía. Aun así no me af-eité,
perocortémi barba.No ve-
venían poco a controlar,así que podía bajar hacia Puerto Argentino. níanoficialesa menudo.Dejabanque nos las arregláramos solos.
Teníaque ir hastaun depósitoy unirme a la fila de soldadosque des- "Sin embargo.recuerdootra ocasiónen que llegó otro oficial.
cargabanlos camionesy contenedores,y luego robaba lo que podía. Estabatranquilo¡; era amable.Me preguntóen un par de ocasiones si
Después,tenía que volver corriendotodo el camino.Abajo, en Pueno
vo mataríauna oveja. Yo no estabaseguro.Lc pregunt(tal nrayory
Argentino,nadie sabíaquién era yo, por eso podía robar queso,sopay ésteme dijo que si lo hacíame mandaríaa una corte marcialde crí-
batatas.Comenzamosa hacerturnosparabajar al poblado.Nunca dejá- menesde guerra.Pero la idea quedóen mi mente.Fui de caceríay
bamosla posicióndesguarnecida paraque no nos robaranlas provisio-
conseguíuna. Encontréal oficial y se la di. El tomó su parte.me dio
nes. Debíamoscuidarnosde nosotrosmismos.A nadie le llamabanla el restoy no hubo problemas.
atenciónlos entusiastas voluntariosque se uníanparaayudaren la des- "lnclusiveen lo alto de la montañayo luchabapor
la supervi-
cargade los camiones,pero era demasiadobuenoparadurar... 'uencia. Conlo dije antes.era una forma de vida paramí, yo soy un so-
"Un día un oficial al que nuncahabíavisto se volvió hacia mí y
breviviente.Siempretuve que cosermeyo mis ropascuandoestaban
me preguntóde dóndeera.Vio que no llevabami arma conmigo y co- ciañadas, por eso cuandolos que estabanen la montañanecesitaban
menzóa pegarmeduro. Verdaderospuñetazos.Me cubrí y penséalgu- que cosieransusprendas.yo lo hacía:me pagabancon comidacalien-
na forma de escapar.No queríaque me agalraranporque podía verme te o haciendoalgunade mis guardias.
en un gran problema.Coní, pero no habíaido muy lejos cuandolo es- "Más tarde comenzaronlos bombardeos,por lo generalentre
cuchécargarsu arrnay gritar: '¡Alto o disparol'.Entoncesme detuve. r2
las horasy la medianoche. Como el clima estabatan malo, no pen-
Comenzó a golpearmenuevamentey lo siguió haciendodurante un sé que los inglesesfueran a venir. ¿Cómo podíandesembarcar? Mi
rato. Luego me hizo sentar.El estabamuy nervioso.Me mantuvobajo era
¡rosición i'abulosa.Yo estaba orgulloso de mi búnker.El armaesta-
custodiatodo el día, hastalas seis de la mañana.Luego me hizo vol- blr pcrfectamente posicionaday la municiónestabaafuerapero a ma-
ver al Longdon y me ubicó en la zonaposteriorde nuestrasposiciones r)o para cuando fuera necesario.El refugio estabacamuflado y tenía
parapoder humillarme con mayor frecuencia. tkrs rrivclcsen los que dos personaspodíanestarcómodas.Medía un
"Me ordenó que me tendieraen el suelo y me ató. Yo quedéti- rrrt'tnrrlc profLrndidad v teníaun toldo en su topey luegouna chapay
rado ahí, con los miembrosextendidosy estaqueadoen el piso, pre-
¡rit'rllrsf)luillrgregarcanruflujey protección. Adentropermanecíamos
guntándomequé iba a sucederme.Penséque me iban a disparar.Esta- ( ( ) i l n t l ( '\ t r " r s i r r n l i l s r ,':r r ¡ :i r tl i r ys l t¡ r tr tttr tn d o h l tci r - tcl p u n to d c cn tr a d a .

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En las paredescavamosalgunoshoyosparalas municiones,los carga- de balasen las armas.CuandoTony se preparó para alcanzarla playa
doresde los rifles y los cigarrillos.Inclusohice una antorchaque se antesde conducira su sección,advirtió lo tranquilosque estabanlos
prendíacon aceite,que nunca se derramó.Adentro nos sentíamosse- jóvenesque iban en la lanchadetrásde él cuandose pusieronal repa-
guros.bien protegidos.Salvopor el estallidodirectode una bombao ro del viento helado.Lo más difícil no era tenerque llegar hastala
una granadaestábamosa salvo. orilla sino soportarsuspieshúmedosen un día tan frío.
"En los días previos a la batallame juntaron con el sargento Algunos de ellos dejaronel timonel de la Marina Real sin nin-
primero López. Nuestraposición estabaaproximadamentea trescien- gunaduda sobrequiénesseríanlos primerosen morir aqueldía si una
tos metrosde la CompañíaA y de la CompañíaC. Una nocheyo no grancantidadde aguafría penetraba en susbotas.
estabadurmiendobien. Podíadesperlarmepor el menor ruido. Las co- "Lo único que no puedo aceptarde aquel desembarcoes la
municaciones con el regimientono eranmuy buenasy un fuertevien- idiota orden que nos dieron a todos de acarreardos bombasde morte-
to soplabahacianoscltros. De repentevi unasfigurasque se acercaban ro. Ya bastantepesocargábamos. Nuncalo entenderé. Todo el camino
y se lo dije a López.Disparamosun par de tiros en esadireccióny en- murmurabaparamí mismo 'es esto,es esto'. Mi corazónlatía fuerte-
toncespude oír gritos ordenándonos que dejárarnosde tirar. El que mente.FanningHead estabainmersaen una batallay yo estabalisto
gritabaera un sargentode la CompañíaC. para pelear.Confiaba en mi arma y sabíaque podía defendermepor
"A la mañanasiguienteme llevaronal puestode comandode Ia mí mismo.Una vez que despejamos la playa fuimos a nuestroobjeti-
CompañíaC. Queríangolpearmey castigarme. Yo drje: 'Si ustedesncr vo. SettlementRock. sobreuna colinadesdedondese veía lo oue lue-
me dicen quiénesson cuandocaminande nocheen rni zona de com- go se llamaría'BombAlley'."
bate.entoncesvoy a tenerque dispararles'. Estabanfuriosos,peroLó- El timonel habíatomadoen serio las severasadvertencizrs: ¡ex-
pez tambiénhabíaabiertofuego,así que no me castigaron.Pero si él tendióla rampasólo a un pie de la playa!
no hubicracstadoconmigoseguramente lo hubieranhecho. "Brillante.absolutamente brillante,tengolos pies secosy estoy
"Con cl correrde los díaslos bombardeossobrenuestrasposi- afueray corriendosobrela playa. Mi GPMG tiene cien proyectiles
cioncssc increnrentaron. No nos habíandicho que los ingleseshabían cargados.Voy en camino...Jesús...el sudor...el peso...pero estoy
clcscrlrbarcacloni que habíantomadoDarwin y GooseGreen.Perouna avanzandoy nadie nos dispara...estamosbien...estamoshaciendo
vcz quc los hri(írnicoshabíantomadgsusgbjetivos.crecieronlos ata- una maniobrade fuego,..arriba...arriba...otra vez...corre...continúa
quessobrcLongdon.[-os tiradoresingleseseranmuy buenos.La ma- avanzando... ahí estáel objetivo...sí, estamospor alcanzarlobien...
yoría dc las vcccstlabanc-nel blanccl.Parecíanestarparticulartllente sudor... Jesús.el nialditosudor... me correde la cabezaa los oies...es-
interesados elt un¿lposictónde rad¿rrque teníamoscercade las líneas toy eufórico...lo hemoslogrado.
de la CompañíaB, rni cclutpañía. Duranteuna \emanaparecíanman- "¿Sabe'1,¡ningúnenemigoaparecióparapelearcon nosotros!
tenerunarutinade ataquesy eracuestiónde dormir cuandosepodía. "Nuestr¿rrutina diaria en SettlementRock era asegurarque la
"La temperaturafue empeorandotodo el tiempo.entradojunio cabecerade puente de San Carlosestuvieraal resguardode cualquier
azotaban rientos.lluvia y nieve.lo que se agregaba a nuestracrónica ataqueargentino.Teníamosqlreprotegera los tiposque traíanlas pro-
escasez clecolnida.Ytl teníapuest¿ts dos camisas.una camperu.cll- visionesque necesitaríamos. Nuestrobatallónfue desplazadotierra
zoncilloslargosy envolvíamis pies con una piel de oveja dentrode adentrov la Armadaprotegíatruestraretaguardia desdeel mar.En ese
mis botas.Los oficialesseguíansin decirngsnada.ni si estábamos por tiempola mavor amenazaproveníadel aire,con formacionesde treso
seratacaclos, ni siquieracuáncercao leiosestatr¡lnlos ingleses"' euatroaeroplanosque bombardearan y cañonearan a los barcos.Sin
cmhargo.dominábamosel terrenoque se extendíafrente a nosotros
Tony Gregorytodavíaestababien cuandose encaminóal frente eorrpltrullajescontinuospor si enviabantropasa espiarnos.
de la lanchade desembarco. Ahí era dondeestabanposicionadas las "P¿rtrullábamos saliendopor el arcoderechode las formaciones
ametralladorasporqueera dondepodíanlograr un máximo poder dc tle lrt¡cslraconrpañíav volvíamosir ingresara nuestraslíneaspor el
fuego sobrecualquierenemigoque los esperase. Con él vertíaPaul rrlto rzt¡rricrrlo.
['.nrurrprrrcctlirnicnt()
cst¿indar.
Read.su número dgs, cuyo trabajoera colocarlas serpenteallte\lllrt\ " l l r l t l í l r . c s t li l tl u tto s r 'n r l u e \tl 'i r \
D o si t'i o ¡ tt's r n i t'tu r tl o tn l i s l r l l l i r l e

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I
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nuestroradio de luego cuandodescubrimosuna fbnnación de hom- esteviaje: cuandocaminópor la cubiertadel Cenberra,mientraséste


bres que dearnbulaban. Estabanaproximadamente ¿i800 metrosy permanecíaancladoen la lsla Ascensión,para ser fotografiadopor
avanzabansobrenuestra zonade combate. Reportamos el hecho ins- Tom Smith. el fotógratb del Daih, Expressque acompañaríaal bata-
tantáneamente al cuartelde nuestracompañíay los que enviabanse- llón en esa campaña.La películade Smith fue enviadapor satélite
ñales lo transmitieronal batallón.Preguntanrossi había en el área transmisory la imagen de Jeny aparecióen diarios y revistasde todo
otrasfuerzaspropiasy la respuesta volvió como negativa. el mundo.Peroen esemomentoen especial.el mundono sabíalo que
"Observamosa ese grupo de hombres,vigilamoscada uno de cstabahaciendoJerryPhilips.
sus movimientos.Sólo poclíanser fuerzasespecialesargentinasque Un cargadorbien lleno sonabaen el rifle que había preparado
tratabande probar nuestrasdet-ensas. Nos llegó la señal de atac¿trlos. pacientemente antesde salir de Inglaterra.Juntocon e[ joven Dickie
Abrimos fuego con lnorterosy ametralladoras. Habíamosef-ectuado Absolon.otro fiancotirador,habíavuelto a revisarcuidadosamente el
unos pocosdisperoscuandonos llegó la orden cesarel fuego in-
de armaen el barco.En su bolsillo llevabalas mejoresmuniciones,ma-
mediatamente. Todoslos tiradoressiguierondisparando'Nuestrope- nuf'acturadas especialmente para fiancotiradores. Las granadascom-
lotón efectuópor lo menoscincuentadisparos.Esperamosy observa- pletabansu cargade municionespersonales.
mos. Había muchos que corrían gritando y médicosque huían. pero Jerry estabaimpacientepor llegar. El desembarcohabía sido
permanecimosobservandoy esperando. demoradodemasiadotiempo.Lo que se suponíaque iba a sucederde
"Pasócercade una hora hastaque nos dijeron que habíamoses- nocheestabateniendolugar a plenaluz del día. No era lo que espera-
tado disparandosobrenuestrospropios hombres.Una patrullade la ba. Los paracaidistas eran criaturasde la noche.era entoncescuando
CornpañíaA se habíaextraviadohacianuestrazonade combate-Nos resultabanmás eficaces.La mayor parte de su entrenamientolo ha-
sentimosenfermos.humillados.completamente destruidos.Cualquie- cían de noche.aparecíanentre sus enemigosen mediclde la oscuri-
ra puedeimaginarlo,pero nosotroslo vivimos.Graciasa Dios no lnu- dad, provocándoles terror.En los ejercicioscausilbandesastres en
rió ninguno,pero dos de los muchachosquedaronmalheridosy toda- imaginariaslíneasenemigas,evadiendosilenciosanrente a los centine-
vía hoy sufrenlas consecuencias. Alguien, en algún lugar' realmente las y luego "mataban"las gorraso se arrojabansobrelas bolsasde
se habíapasadode la raya.El incidentehizo que nuestramoral cayera dormir.Eso es lo que debíanhacercon el enemigo.pero estavez de-
bíanhacerlocon enernigosde verdad.
estrepitosamente. ¿,Aquién culpar?Al final del día' a nadie.Fue un
trágicoaccidentey, desgraciadamente. la clasede accidentesque su- Cuandosubió a la lanchade desembarco estabamuy confiado.
cedenen la guera. Pero a veces piensoen los heridosy me pregunto Ya conocíasus órdenes.Tomaríasu lugar en una patrullade cuatro
cómo lo sentiríanellos. personasde la CompañíaB. trabajandoestrechamente con otra patru-
"Poco despuésrecibimosla orden de trasladarnosa un lugar lla lideradapor un tipo al que llamaban"Six Foor".Ni bien desembar-
llamadoTeal Inlet. Mientrasíbamoshaciaallí recibimosla noticiade caron avanzarondesdela playa hastaCushy Mountain. diez millas
que dos gruposde paracaidistasse habíanafianzadoen GooseGreen, rrrásiillá,paraobservarlasposiciones y la actiridaddel enenrigo.
pero habíantenidobajas.Fue entoncesy sóloentoncescuandopercibí La lanchaparecíatardaruna eternidadavanzandolentamentea
plenamenteque, pesea los raids aéreosy el'azul contra azul' Icho- travésde las tiías aguasdel puertode San Carlos.FanningHead, la
que accidenfal enfreJuerzo'sque combatendel misnto ladol, estába- f acción que comandabalos puntosde desembarco.estabasufriendo
mos verdaderamente peleandoen una guerra.Sabía,también,que se- un embate.Los argentinosrecibíanun intensobombardeodesdeun
ríamoslos próximos...¿perodónde?" barco de gueffa de la Armada Real. Los SAS también los atacaban
tlcsdetierra.arrojandogranadashaciasusposiciones.
Cuandollegó la "luz verde",Jeny Philips,colno todoslos otros l-¿i situación era insoportablepara Jerry. Deseabacon toda su
oficialesprofesionales,estabalisto. Su brazocargabay protegíacl ri rrlrrr¿r
lernerparteen esa batallaenyez de estaren esa malditalancha
fle L-42. Su ropa de combate---el equipode camuflajecspecialqttc (()lll()un¿ls¿rrclina.El trayectoparecíaeternoy con él crecíasu frus-
vestíantodos los francotiradores y que parecíaun mtlnt<indc hlrtlt- ll.lrt'rtin
v srrrkrkrrcn Irrshornbros. la espalday en todoslos puntosen
pos- estabacuidadosamente ctllocada.Ya la hltbíat¡slttlgt¡llil \ t/ ('lr Iost¡rrr'scnlíl¡el ¡tcsorlc srrcr¡rripantiento.
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"Yo cargaba159 librasde pesosobremis hombros,más mi fu- era quien comandabdra sección.yo estabaal mando de ros que
ex-
sil, máslo que teníaen los bolsillos.más las malditasbombasde mor- ploraban.
tero que teníamosque acarrearhastala playa.Dolía. Jesús.realmente "Al caer la noche todavía estábamostras eilos. patrullábamos
dolía.Llegué al punto de tenerla esperanza de que, si los argentinos cada vez más adentradosen territorio enemigoy yo podía oírros
en la
nos estabanesperandoen tierra, yo seríael primero al que dispararían. oscuridad.En un momentoestuvepor abrir fuego sotre ellos,pero
no
porqueel montón de equipajeque cargabaya era un homicidio.Me estabacien por ciento segurode que freran argentínos. Luegoros es-
sentíacomo si tuvieraotro cuerpoatado." cuchémoversemás cerca.Habíaalgo en susmovimientosque
disipó
La idea de permitir que el enemigo lo matara se desvaneció todasmis dudas.Debe habersido er sextosentidolo que
d¡o qu"
apenasla lanchase acercófinalmentea la playa.El viejo espírituen- no disparara.Empecéa sentirque sabíanque estábamos -"presenres y
raizadoresurgióestimulante.Ya había visto morir gente en Singapur. por dóndeandábamos. Sé que tomé la decisióncorrectaporquemás
Habíavisto linchamientospúblicosahí y esasimágenesle habíanda- tardedescubrimos que eran más de cuarentay nos superaban amplia-
do la determinaciónde no acabarde esamanera.Seguramente no iba menteen número.Perdimoscontactocon elros y nos retiramos
a
a darle a ningún argie la oportunidadde matarlo.Pero si hubierateni- cushy Mountain.Era importantealcanzarnuestropuestocre
observa-
do la oportunidad,gustosanlentehabríacolgadoal timonel de las lan- ción antesdel amanecer. cavamosen ra laderade una cuestanLlestro
chasde desembarco de la ArmadaReal.que se desplazaban a quince camuflajey para protegernosde posiblesbonrbasy morteros.
Nadie
pies de la orilla, forzandoa los soldadosa vadearsumergiendosus hubierapodidover nuestraposición,ni aun a dos piesde distancia.
piesen el aguahelada. "Antes del amanecer. una nieblamuy densanoscnvorvió.perdí
"Era todo lo que necesitábamos para comenzarla campaña. de vista a Six Foot, que estabasólo a quince pies a mi izquierda,
y
Los pies de algunosno llegaronnuncaa secarseo a recuperarcalor. tambiénperdía nli centinela.No podíamosgritar ni utilizar
antorchas
Quedaroncon los pies congeladosy esocausóproblemasen las filas. para buscarnos'Recuerdenque estábamosen prenoterritorio
enemi-
Nos trajo más bajasen las operaciones que los propiosataques.Fue so' comencéa gateary encontréa mi centinelay me acerquéa
ocho
un error importanteno dejarnosmás cerca de la playa. Adenlás.el piesde distanciade é1.Envié a uno clelos otrosmuchachos
a relevarlo
desembarcoen sí mismo no fue nada como para escribir sobreello. v se perdióen segundos. Era rearmentedifícir. Luego,el que habíasi-
nadacomo en las películas.No habíaenemigosesperándonos. Se ha- dcl relevadoapareciódesdeuna direccióncompletamente diferentey
bíanido." casi le disparo.En vez de dispararrero golpeéde pura frustración.
Las
Pero en su retirada,los argentinoshabíanderramadosangre. cosasiban de mal en peor.Mis compañeros erannuevosen la Compa-
Habíanbajado un helicópterobritánico.matandoa la tripulación. 11íaD, perono habíaexcusaparaesoserroresestúpidos.Al fin y
al ca_
Cuandolos soldadosse acercaronal sitio. Jerry vio los cuerposque bo eranparacaidistas y no podíancomportarse.oao ing"nun,
an-
yacíanen la orilla. De esemodo se convencióde que la guerrahabía trenamiento.cuantos más errorescometían,más ganasme "n
dabande
comenzadoen serio. golpearlos.Si algunode ros otros soldadosse enteraba
de los errores
"Un granjerolocal nos di-ioque les habíandisparadocuando que habíancometido.todo er batailónse reiría de nosotros.pero
ml
intentabannadarhaciala orilla. Lo sentípor ellos.Más allá de las ri- rrascibilidadlos hizo tenermás cuidadoconmigo;si eso
seguíaasí no
validades,esostipos eran soldadosbritánicos.tan inglesescomo no- ibamosa poderseguirtrabajando junros.
sotros.Nos devolvió a todos un sentimientode teneridentificadoal "Pero cuandose despejóla
niebray pudimosvernosconfirma-
enemigo.Si ese era el modo en que jugaban a la guerra.nosotros r10sque estábamosen la posiciónconecta.Las cosasse
calmarony
tanibiénpodíanrosjugar con esasreglas.Fuimos tras ellos y ocLlpa- cst¿rba discñandoun plan de guardiascuandonos lrególa señalde que
mos todo el día en su búsqueda.El terrenoera malísimoy la marcha tlcbíirnrrsregrcsaral puc-stode mandoporquese suponíaque
los ar-
se hacíapesada.Despuésde dos kilómetroscomenzamosa andar rlrr'rrhurrr iniciarun ataque.Nos arriesgamos a romperfilasy desple-
más despacio.El terrenose parecíaa las peoreszonasde las ticlnrs !irrn()sr¡n¿rrlclcnsuc¡ucuubríatodoslos costados. Esperamcri. espera_
altas escocesas. No podíamosavanzarrápido con tanto peso sobrc ilr()s\ ('\f)('fiiln()\.
I)urirntenliis cic trnahor-acsluvirnoscchadOsahí
nuestras espaldas. Par¿rcntoncesnos habíamosunidou Sir firot v til ( \l )('l i l tl (l o t¡ttt' t'l t' l tt' l tti go r i l ti r' |i t fti re i l t ttos ol ¡os . No r i ntos i t ¡l ¡gtl
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no. Logramostrazarsobreel mapa una posibleDZ que creíamttsque jó entrela oficrnade correosy la casade gobierno,que era nuestrolu-
podíanusarlos enemigos.y otra que podíausarsesi decidíanrefbrzar- gar de cita en Puerto Argentino. Lo saludéy le agradecí.[Jno cle los
nos con un grupo de paracaidistasque todar'íaestabaestacion¿rdo
en oficialesse volvió y comenzóa correrhaciamí. Me insultó cletodas
Irlanda del Norte. Comenzamosa observarnuestraspropiaslíneas. las maner¿rs posiblespor haberusadonti iniciativa.Despuésde todo,
Ahí fue cuandonos dimos cuentade cuál era la causadel piinico:un los oficialeshabíanido en vehículos.¿por qué no podíamoshacerlo
'aznl contra azul'. La CompañíaC habíadisparadosobreuna patrulla nosotros'l
de la CompañíaA. Habíanpensadoque eranargentinosv habíanheri- "Esperéque llegarael restode la compañía.Observéese lugar
do seriamente a algunos." de PuertoArgentinoy comencéa pensar,empecéa sentirmeun po-
co...bueno.sentíque íbamosa sufiir. Llegó la compañía,agotacla tras
La confusiónde Antonio Belmonteanteel modo en que había cargarcon tanto equipqe. Volvimos a ponernosen fbrmacióny nos
sido destinadoa las Falklandslue mayor aún cuandobajó deljet Boe- mostraronun mapacon el lugar a dondete¡líamosque dirigirnos.Se
ing741en Río Gallegos. en el surde la Argentina.Mientraslastropas llamabaLongdon.
circulabanen medio de una confusióngeneral.lo llevaronaparte.le "Est¿ibamos agotadospor el l,iaje y la caminata.Nos dirigimos
mostraronuna radio y le dijeron que pasabaa ser operadorde radio. hacia la montaña.Sencillamente no estábamos preparados para ese
Estuvo dos días tratandode aprenclercómo usarla.Todo le parecía clinla ni paraesetipo de terreno.El fiío me penetraba como un cuchi-
una locura.Todo era una locura.Aunqueel trayectodesdeEl Palomar Ito. En nuestropaíshabíamoshechocaminatas.pero nuncahabíamos
hastaRío Gallegosera su primer viaje en aeroplano.se dio cuentade conocidonadacomo estelugar.El mayorcarrizo nos dirigía en el ca-
que habíaalgo extrañoporquen<tse veían asientosen el avión.Los nlino haciaarriba.Todoslos vehículosquedaronen PuertoArgentino.
soldadosdebíansentarse en cuclillas. "El mayor Ca¡rizoestabaa cargodc la CompañíaB y los NCO
"Pesea todo eso,Ia moral estabab¿rstantealta cuandobajamos. comandabanlas sc-cciones. 1la.sserciottesdel E.iércitoArgentinoson
Algunos cantabany cantaban.Quizásera para olvidar a haciadónde .sintiluresen tutttctñou kts ¡telotont'.st!e inlantería britátricos.l Lucgo
los llevaban.Perohabíaotrosque cantabansobrereventara los britá- los sargentc'rs comandabangruposde diez soldados.Sin embareo.yo
nicos.Yo sólo pensaba.Sabíaque estabayendo a las Malvinas.pero estabaa las ílrdenesdel tenienteNairotti.que habíasido enviaclocles-
todavíano creíaque hubierauna guerra.Todavíacreíahonestamente clecl Comandoen jef'e. Llegarnosa la ntontañay comenzóuna tre-
que,tardeo temprano,seiba a encontraruna soluciónpolítica. mendaprucbaque yo no quisierarepetir.El viento y el fiío comenza-
"Después del 14'7 nos pusiero¡ten un avión más pequeñor ron a causar r erdaderos problemas. No teníamos vestimenta
nuestroequrpajeviajó en otro. Una hora antesde aterrizarun oficial ltp|rrpiutla paftlunarona contoe\ü.en r_'sa épocadel año.No tcníamos
nos dijo que íbamosa tenerque recogernuestroequipajeIo niásrápi- irnpcrnreables. p()resocuandouno se mqaba pennanecíahúrnedo.La
do posibley prepararnos parauna caminatade ocho a diez kilómetros. única tbrnla clesccarla ropa era usarladentrode la ropa dc dormir y
Era de día cuandoaterrizamos. No estabaen forma paraesacaminuta. esper¿rr cluer'l t:llor clc tu cucrpo l¿rsecara.Yo usabadoble.rnudade
más aún ahora que tenía que cargarcon la radio ademásdel resto de ropac'asitodo cl tiempo.Si sólo ntls hubierandicho a dóndeestába-
mi equipaje.Nos formamos en columnas para marchar hacia Puerto tnos yendov ctimo erancl terrenoy el clima, nos hubiérarnoS poclido
Argentinoy, en poco tiempo, era obvio que estábamoshaciendoun prepararpara ello. Aunque en ese ruomentoel clima era el principal
gran esfuerzo.Mis piernasse doblabanbajo el peso de mi espalda problenra.no fue cl único. Pasanros la primera¡tocheen una tienday
cargada.No podía continuar.así que me sentéa la vera del camino al día siguicntese presentóel próximoproblenla:las palitasque nos
junto con un soldadollamado Alberto Petrucelli.Era un buen tipo. rcpartieron craninútilesparacavar.
Terminó muriendoen Longdon. ('arla rillt--rotcnía dos depósrtosde veinte municionesy yo te-
"Penséque alguienme ayudaría.Se acercóun tanqueargenti- ntr ¿rtle nuisuna pist()li.r9 rnm ¡- dttscargadores de diez tiros.Caclasec-
no, vacío.pero el conductorno quiso ayudarme.Más tarde,irónica- t'itin (t'nírrtrrtrcujircxtra clemuniciclnes. L,sfabanhechasde nratleru.
mente,un kelperdetuvosu vehículoy me llevó. Yo iba sentadoatríts. rrsit¡ur'llrslorrr¡tirnos t enccrtdit)1osl'¡¡¡o1¡
paralnantcnernucstras ro-
siguiendoa otro tanqueque llevabaa todosnuestrosoficiales.Mc dc- l ).l r rt'r,t'. I l t: l tl t ¡¡l i .i ol tt' s (' t:tn \i .' l :rs . tto t' ni l l l rl (l uL' ti l t() (' \l )(.ri tft.l
f

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para pelearen una guerra.Fuerade su caja, pronto se amrinaron.Es- saca¡unacaJaenteray comencéa cargarlahaciaarribade la mOntaña.
tuvimos allí arriba sesentay seisdías,y en ningún momentonos traje- En el caminose me cayó la caja y los tiascosde vidrio se rompieron,
ron más municiones.Debíamosarreglárnoslas como pudiéramos. pero aun así los seguíllevando.cuando volví a tenerhambrelo comí
"Habían traído en un helicópterorevólveresde artillería, pero sin preocuparme por los trozosde vidrio roto. Me limitaba a escupir
no municiones ni ametralladoras.Teníamosque volver a bajar la los que sentíaque entrabanen mi boca.Sabíaque algún pedazome
montañay cargartodo con nuestrosbrazoshastalos puestos.Estába- podía entraren el estómagoy matarme.pero estabatan desesperado
mos aproximadamentea doscientosmetros del área circular, una de- que no me importaba.En otra oportunidadpusemis manossobreuna
presión formada a lo largo de la cima, y estandoahí la comida se caja, pero como no sabíalo que habíaadentro,me detuvepara verifi-
transformóen un problema mayor. Al principio el rancho móvil nos car que tuvieracomidaantesde cargarlapor la montaña.Estaballena
traía comida una vez al día. Un balde circulaba por los puestos.Su de latasde tomatesy las repartí.Habíamosestadoarriba cuatro o cin-
contenidoera agua negra tibia que sabíay olía como queroséno bar- co semanasy todo empeorabacadavez más.Estabatan delgadoque
niz. No habíaazúcar,ni galletas,nada.Nuestroalmuerzoconsistíaen los pantalones me colgaban.
agua caliente con algunasverdurasflotando en ella. Comenzamosa "Juntocon éstese presentóotro problema
importante:debidoa
deteriora.rnosmuy rápidamente. los constantes chequeosradiales.mis bateríassólo duraríanuna sema-
"Las cosasestabanmal, así que los soldadosdecidieronque na más y luegotendríaque cambiarlas. Cuandola radio no anduvome
irían por ovejas.Comenzarona matarlashastaque llegaronlos oficia- enviarona relevara los que estabanen las posicionesde tiro paraque
les y nos dijeron que teníamosque llevarlasal rancho para que todos pudierandescansar y dormir.A menudo,mientrasdormían,uó trutobu
tuvieranpartesiguales.Nos parecióbien y enviamoslas ovejasal ran- de limpiarlos fusileslo mejorposible.
cho, pero poco o nada llegó a la cima de la montaña.¿Adóndeiba? "El tenienteNairotti no era un mal tipo y me trataba
razonable-
Alguien en algúnlugar se lo quedaba. rnentebien.pero debo decir que las condicionesgenerales erantemi-
"Al final comencéa ir todos los días a PuertoArgentino a bus- bles. Estábamosmal preparadospara I. guerra, nuestraropa era del-
car comida,volviendoen la oscuridady tratandode adivinarla con- gaday dejabapasarla humedady la lluvia, estábamos constantemenre
traseñade la nochepor si me apuntabannuestrospropioscentinelas. mojadosy con frío. Nunca nos hicieron bajar de la montañapara dar-
En Puerto Argentino solía disfrazarmey unirme a los soldadosque nos unaduchao paradescansar o tenerla tponunidadde secarnues-
trabajabanen los depósitosde comida.Entoncesllenabamis bolsillos tras ropas y acostarnosen una cama.Teníamosque hacer hoyos para
(en especiallos de mis pantalones, que eran bastanteamplios)y les nuestrasnecesidades. Estábamosen la primeralínea del fiente y de_
llevabacomida a mis compañerosen la montaña.¿Sabeustedlo terri- bíamossoportarlo peor de todo. Sentíamosque habíamossido aban-
ble que era el hambre?¿Seimagina lo que era bajar hastaPuerto Ar- donados.dejadosahí para arreglárnoslas soloscomo pudiéramos.en
gentino y ver contenedoresenteroscargadoscon comida, con todo lo vez de ser parte de una línea mayor de defensaalreiledorde puerto
que necesitábamosy no entenderpor qué todo eso no llegaba a los Argentino.
hombresque estábamosen las montañas'lUn par de vecesenviaron "El frío, el vientoy la iluvia hacíanque pareciéramos vagabun-
unas pocas latas de carne y galletas,pero con eso debía alimentarse dos, por eso cuandoíbamosa puerto Argentino los soldadosque esta-
una compañíaenterade hombres.Inclusoesaspocasprovisioneseran ban limpios se dabancuentaen seguidade que veníamosde la monta-
interf-eridaspor los soldadosque las repartían.Si yo lograballevar ña. Nuestramiseriaera evidente.un día en puerto Argentinoencontré
una lata a la cima de la montaña,era un milagro. Pesea todo, trataba un jamón enteroque habíaquedadotirado. No lo podía creer.No tenía
de ahorrar un poco de comida (aunqueme moría de hambre),por sr conmigo ni el cuchillo ni la bayoneta,pero logré encontrarun pedazo
pasabamucho tiernpohastael próximo reparto.Se tratabade la super- de paracortarla piel que se usaparaenvolverel jamón. M" pu-
vivenciapersonal,asíde malaseranlas cosas. sc a"'idrio
tlesgarrarloy, en la desesperación, estabacorando mis propiosde-
"Logré escaparme otro día parabuscarcosas.Encontréalgo de rkrspcr. no lo ad'ertíap.r lo congelados que estaban.Estabatan ham-
dulce de leche.Me volví loco ni bien lo vi. Me lo guardéy clespuós bricirr. t¡.e saquémi carentacror y me cociné algo ahí mism'. El
guardémás en mis bolsillos,ademásde tres barrasdc rpreso.I-.rrrr' iil()nrir... [..scrlnclí
;r1rri'urorrrr! eI rcstoy kr llcvéparanriscompañeros.
t
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tra espaldacon las mochilasencima como único abrigo. Como recor-
hubiéramoscaminadotreinta kilómetros. Eramos conscriptosy nadie darán,habíamosdejadoel restode nuestroequipajeen la marcha.Es-
quería saberde nosotros.Nos estabanmaltratando.Sabíaque estaba tuvimos tiritando durantetres o cuatro nocheshastaque sobrevolóun
ahí para luchar,para ir a la guerra,pero eso no era lo que yo creía que helicópteroque anojó todo nuestroequipajesobrela húmedamonta-
debía ser la preparaciónpara la batalla. ña. No habíapasadomucho tiempo de haberlogradoque las cosasco-
"Antes de que tomáramoslas Malvinas yo no sabíaabsoluta- menzarana mejorar para nosotros,cuando llegó un mensajerocon la
menténada sobreel lugar. El modo en que los militares nos hablaban orden de que dejáramosla montañay volviéramosal Moody Brook.
de las Islas nos llenabade fuerza y orgullo, como si los inglesesnos Eso realmenteme dio bronca,porque despuésde una noche en el
las hubieranrobado y nosotrosestuviéramosallí para defenderalgo Moody Brook nos enviaronde vueltaa la montaña.¡Quémierda!
que era rigurosamentenuestro.A causade ello yo sentíadentro de mí "Esta vez tuvimos que cargarcon todos los morteros,los caño-
un amor por esastierras,un amor...yo no sé...un amor como el que nes de 90 mm y las municiones,y todo hastala cima. Era duro, muy
sentíapor mi hogar.Interiormente,cuandollegué,me sentíaorgulloso duro. Un amigo y yo tratábamosde darnoscoraje uno al otro para se-
de estar ahí. guir. Sentíamosque no volveríamosa ver el hogar de nuevo. La tem-
"Luego, sentadoen el frío, me sentíaofuscado.Sentíabronca peratura y la rutina diaria hicieron que nos fuéramos resignandoa
por ver por todas partes camionesvacíos y helicópteroszumbando. nuestrasuerte.Escribíamoscartasa nuestrasnovias y simplemente
¿Por qué teníamosque cargarpertrechostan pesadosmientrastantos nos arraigamosen el lugar lo mejor que pudimos para esperar.Nunca
camionesvacíoscirculabantodo el tiempo a nuestroalrededor?Si no tuve miedo, sólo me resignéa mi suerte.Me habíandestinadoa una
podían llevarnos a nosotrosseguramentepodían cargar nuestroequi- base firme, como una retaguardia,a unos 800 metros del resto de la
paje. Dejamos toda la carga pesadaen una pila y continuamossólo compañía.El tenienteBaldini y el resto de la CompañíaB estabanca-
con nuestrasannasy mochilas. mino a la cima, por sobre mí. Realmenteme daba pena el sargento
"Marchamos a través de la capital y finalmentellegamos a las que estabaconmigo, pobre tipo. Nunca había estadoen la infantería.
viejas barracasinglesasde Moody Brook. El lugar estabacompleta- Era un hombre de cuartely no tenía la menor idea de cómo sobrevivir
mente revuelto,pero de todos modos yo estabacontentopor la opor- en el campo. Además era cardíacoy realmentesufría. Lo evacuaron
tunidad de descansar.Estabarealmenteagotado,tenía hambrey esta- reciénquincedías antesde la finalizaciónde la guerra.
ba dolorido. Los oficiales nos anunciaronque dormiríamosahí pero "En la montaña,las condicioneseran aterradoras. La higiene
no nos dieron coinida. Había sido un largo día de esfuerzosy al final era un desastre.No habíabañosni sé hicieron letrinasde campo. Sim-
se nos negabala comida. Adentro estabaoscuro, no había luz, sólo plementenos íbamosentre las rocasy hacíamosnuestrasnecesidades.
soldadosdurmiendocomo podían.Estabandesparramados por todo el Cuando necesitábamosagua la recogíamosde un pequeñoestanque.
lugar y yo me abría paso a través de ellos. El único lugar que pude en- Rompíamosel hielo y luego bebíamos.Sólo pude lavarmecuatro ve-
contrarpara dormir fue sobreun rollo de alambrede púas." ces en sesentay seisdías. Estabamugriento y eso me ponía nervioso
A la mañana siguiente,cansados,doloridos y todavía ham- porqueyo siemprehabíasido escrupulosamente limpio.
brientos,los desdichadosconscriptoscontinuaronsu camino. "Mis armastambiénestabanen muy malascondiciones.Nunca
"Comenzamosa avanzarpor las colinas y las cosasempeora- sabíamossi funcionaríancuandollegarael momento.Tenía un rifle y
ron. Nunca anteshabíamosestadoen un terrenocomo ése.Combina- en mi puesto había una ametralladoracalibre 50, pero nunca se me
do con el viento, el frío y la lluvia, el terrenoconvertíala marchaen permitió probarlos.Eso todavíame pareceincreíblehoy. No teníamos
un sacrificio.Ibamos hacia arriba y hacia abajo,hacia adelantey alre- garantíade que nuestrasarmas funcionarían cuando llegara el mo-
dedor,y finalmentedimos con eselugar llamado Monte Longdon. En mento y no podíamosdecírseloa los oficiales porque lo hubieranto-
ese momento yo no sabíaque era Longdon porque no había visto un mado como una crítica y nos habríanencarcelado.Pensaríanque está-
mapa.Ninguno de nosotroslo había visto. Nunca vi un mapa en todo bamoscuestionando susórdenes.
el tiempo que estuveen Malvinas.Ni un miserablemapa. "Durantelas nocheshacíamosdos horasde guardiay luegodos
"Cuando llegamos,el sargento.que no era un mal tipo, y yo co- tlc sucño.l)urantcel dí¿rnos cubríanlos f'rancotiraclores.
En la cu¡lr-
menzamosa construirun refugio.Teníamosque dormir espaldacon
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"En otra ocasiónlogré llegar hastala enfermería.un lugar re-


servadopara los peorescasos.Los dejabandescansaruna noche en
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una camalimpia. Se podíaver televisióny estarun rato al calor.Pero
ahí recibí mi mayor susto.Encontréa un kelper.le ofrecí dinero y le
hiceentender quequeríaque t'ueraa un negocioy me c()mprara coml-
da parallevarme.Me encontróla Policía Militar y me arrestóparain-
terrogarrne.Les dije que le habíadado dinero al hombre para que me
compraracomida,pero no les resultabaconvincente.Lo único que les
interesaba era por qué un soldadodestinadoa las montañasestabaen
PuertoArgentino.Les dije que iba a ver a algún alto oflcial en repre-
sentaciónde mi regimiento.Interiormentepodía verme en la prisión
militar.pero por suerteencontréa un oficial a quienconocíade nri re-
gimiento.El me salvó,pero estuvemuy cercadel peligro.
"La temperaturaempeorabacada vez más con el paso de los
días.Pasabaun montónde tientpotratandode vaciarmi trincheracon
una lata.Una vez hacíatanto fiío que estabahaciendohervir lecheen
un jarro sin manijay teníaque sostenerlo.Vi que mi dedo se quemaba
y no sentíanada.
"siempre me sentíasolo durantela guardia.Pensabanlucho. Kevin Conneri' dcspeltó sobre el cluro e inhóspito sueio de uno
particularmente en mi padre y en lo que habíahechodurantela Se- dc los pasillos del H,[/S Itrtre¡titl. Los honlbres estaban echados uno
gundaGuerraMundial. A vecesme preguntabaqué hubierahechoél al l ¡do del otro po r t odas las cubier t as.en cualquier lugar donde cn-
en mi lugar.Todavíano creíaque íbamosa teneruna guerra.Creía- eontrasen un sitio para dormir. Tcldo el batallón se cncontratra ii bof-
mos que deiaríantos el lugarv volveríatnosa casa. do. adertrásde Infant es cleM ar ina, pilolt r s. buzos, ¡ r r uvisiones.¿t nn¿t s,
"El prirner bombardeosobrenuestrasposicionesfue a princi- tnttni ci onese i ncluso SAS. El bar co r t o habí a sido const r r ¡ ir loLlar a
pios de mavo, Lrnataquede avionesHarrier.Así fue como supeque transport¿rr esta clase de car ga. No im p<lr t a. : . c t lecl'a.t ) r ont o c\ t ar e-
los inglesesestabanen la zona.A partir de entonceslas cosasempeo- lrl()s el'l tierra. Esperaba que l¡ Dpcruciriil de iissclnbllrcu lilesc stlnci
raron' Nos dierontres galletas¡znos dijeron que las hiciéramosdurar iia. pero tan pronto subió a cubicrt¿ (--r)r'r -(u anletralltdoi'l paril co-
tres días.Hacía tanto tiío que no nos lav¿ibamos. Una vez decidí la- ;Ienzi .rrcl ri esg0s Ot iescenr c,n Llnapeqileña lancha dc cicscnr bar ct i.
varme el cabelloy traté de animarme. Ni blen me humedecíel pelo r-' íl nrl :i ticl e opi ni ó n. Se dio Cllc- r lt itde que las cosas no er an com o
sentíque el cerebrose me congelaba. l rcía. ¿\ su i zqui e r iia divisaha con asol¡ t hr o la bat alla por Fanuing
"A cincuentametrosde nuestrapclsicitinse habíacavadouna '{cad .r plerra iuz .lel tlía.
letrina.pero se habíallenadohacíaya bastantetienlpo.Nadie la usab¿r "Crisio. esti) es io que ilos faitaba". penstl. "Plena iuz del día y
más.Simplementeiban a cualquierpartey hacíanlo suyo.Todo el lu- rina l"ratalla.¡, ¡o ircá parado frente a esta cos¿t.Carajo. cslc no es el
gar estabaregadoy la consecuencia era que cttandohabíaun ataque ir,:ior iirgar pirfa estar. Cuando csa ralnpa ba.ie.puedo scr cl prilitero
teníamosque gatearsobrenuestrapropiamierdapara llegara la trin- -in r'¿it-r' .r haiazoso pisar una mina o algo por el estiio."
chera.Algunossimplementela llevabanencimatodo el tiempo." No había nada que pudiera hacer. Si nL-rerA él sería algún otro
pohrc ,i ;' i l l tr. por lo que se r esi. enósin dejar de m ir ar en t odas dir ec-
ci ,' l r,-' en
s buscade algún si. enodel r 'nem igo.Kevin no iba a caer f ácil-
nr!i l te. e:tul -.a:cqur r )Sc- . llc'r , ar Í ¿tr. lás i de t r n cnem igo con é1.El f Lr sil
. !;rl rl ¡l i l ,' r ,.' li u libr r ill i. , ) l- r r nr
r \ . l¡ t r 'ii"
D. lst r . it i su r nl- llt c,r et isr 'rst ¡ lt i-
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ma y luegoobservóla playaque se aproximaba.La lanchade desem- esponjosaturba mientrasla impiadosalluvia los torturaba.Junto a
barcotocó tierray él tensósusmúsculospara saltara toda velocidad ellos habíaotros ametralladoristas:Vince, Ratch y Táff. Ambos equi-
mientrasdescendía la rampa.El y Mike Batemansaltarona tiena, co- pos plantaronsus ametralladorasen posición de fuego sostenido,cu-
do a codo,pura agresióny fuego,tal como les habíanenseñadoy co- briendo áreascruzadassobreel valle. Todo lo que entraseen su zona
mo habíanvisto en las viejaspelículasde guema. seríabajadoa tiros en cuestiónde segundos.
Ya estabanen tiena, con los nerviosde punta,los dedosen los Despuésde una hora estabanchapoteandoalrededorde las trin-
gatillos,mirando,mirando,buscando.¿Quécosa?Nada.Un completo cheras.Sus posicionesse habíanllenadode aguade drenaje,de filtra-
anticlímax.No habíaenemigos,ni siquierauna señalde ellos, ni mi- ciones y de la turba, toda el agua caía sobre ellos. Alrededor era lo
nas...Nada.Kevin rió. Nada que ver con las vrejaspelículasde gue- mismo. No podía esperarseotra cosaen ese tipo de terreno.No esta-
rra. "Ni de lejos la épica de Hollywood". dice. "Fue un desembarco ban bien, pero trataronde hacer lo mejor. Sacaronlos calentadoresy
sin oposición.En las películaslas estrellasanemetencontrala playay prepararonbebidascalientes.Una buenadosis de brebajesayudaríaa
se lucen entretiro y tiro. En la realidad,es un trabajode nlierda.El soportarla exposicióny les levantaríael ánimo.
equipo que cargábamosera horrendo.A duraspenasme permitía tro- Kevin saboreabasu bebida caliente cuando vio aproximarsea
tar,asíque ni hablarde comer." otro oficial. El oficial observóa los hombres,observóla zona y lue-
Su alivio al sobreviviral desembarco prontose convinió en de- go regresóla vista a la acurrucadatropa.Se paró en pose,como Ke-
cepción,cuandoel insoportablevientodel AtlánticoSur arrojó la ilu- vin imaginabaque habríahechoWellington,y ordenóa los empapa-
via heladasobresu rostro,susojos y las partesexpuestas de su cuer- dos ametralladoristas que desplazaransu posición cien metros a la
po. No teníaideade lo que podíapasar.E,lera apenasun soldadoraso. derecha.
Poco despuésde descargarsu equipoen la playa y comenzara mar- "Todos nos fastidiamos",cuenta Kevin. "cQué sentidotenía
char tiena adentro,aparecióun avión enemigo.A estohabíanvenido. mover las posicionessi las originalesestabanbien?No habíanadain-
Ahora la cosase parecíamás a lo que debíaser.El bimotor Pucaráse correcto en ellas y viene este fanfarrón y nos hace desplazar.No po-
acercóy quedóal alcancede su ametralladora. El instintose apoderó díamosentendercuál era la lógica."
de é1.Kevin estabalisto. Lo acompañabaun zapadordel 9" Pelotón Los muchachosse desplazaronhastasu nueva posicióny co-
IEsc:uudrtin9" de Parttcaidistas,del Arma de Ingenieros,urto unidad menzarona cavarde nuevo,instalaronsuspreciosasarmasy trataron
quefornru purte tle lo Brigado Aerotransportatla,cuvossoldudr¡stra- de acomodarselo mejor posible. Cualquier noción de que esa fuese
bajanjunto a lctsPorosl; ambosabrieronfue-eosobreel intruso. una posicióntemporariase desvanecióa medidaque sobrevivíana los
El fisgón se fue y Kevin y, el zapadorsonrieron.No lo habían elelnentosy a la falta de información.Pasóuna semanay los mucha-
derribadopero el tipo aprenderíaa no metersecon los Paras.Ambos chos se hartaronde que nadie se tomara la molestiade venir a verlos
se sintieronbien. Por fin hacíansu parte.Perola alegríase extinguió. ni a decirlesqué sucedía.Lo único que hacíanera estarsentadosahí
Tan pronto tenninaronde felicitarse,aparecióun oficial furioso. como un helado fardo de zoquetes.Seguro que alguien sabíadónde
"¿Quiéndisparó?¿Quiénmierdadisparó?",preguntó. estabael enemigo,¿no deberíanestarmarchandopara sacarlosa pata-
"Yo, señor".admitióKevin. Y al instantese desatósobreél una das en el culo de esa empapadaprotuberanciade territorio britárico?
reprimendaatroz. Kevin no lo podía creer. ¿Qué carajo pasa?¿Para Por Dios. ¿qué otra razón había para que estuviesenallí si no era
qué vinimos? ¿Estamosen guena o no? Se alejó rabioso,no podía echara los nrgiesa patadasy volver a casa?
creer lo que acababade vivir. Luego. irritado porqueesaguerrade uti-
lería parecíacontinuar,comenzóa avanzarhacia un punto llamado Mariposasgrandescomo murciélagosrevoloteaban en el estó-
Windy Gap.Pensóque una vez estandoen tierra,lejosde los marinos. mago de Denzil mientrasse descolgaba haciala lanchade desembar-
las boludecesterminaríany podríandedicarsea lo que habíanvenido eo. Un pasocn falso y seríahistoria.Ademásde su equipo normal,
a hacer. llerabaunlrradiocn sLrespalda,bateríasde repuestoy municiónex-
En Windy Gap, Kevin y los otros muchachosa cargo de la trrr Si le el.nrl¡lr
lr lu llrnchrry caía al aguairía directoal fondo del
amctralladora(Skiddy y JohnnyCrow), cavaronun¿rtrincheraen lu ()(('lrr)(). (()nr()rut:rl¡rrrltlillr
St'lturtrlrrrir ¡lietlnt.lt pique.NOera la clase

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le final que hubiesequeridoun alegremuchachogalc<s de buenavoz. "Fin¿rhnente nos dieronla ordende movilizarnos. l-a prirnenr
)enz-ilpusosumtlcuidado. en irseseríala Bateríade Comandos. seguidapor la A. lueuoIir Il v la
Por.sergalés.era más culto que el montón de inglesesque lo C. Aún no nos decíanoficialmenteque íbamosa Mall'inas,per()csa
'odeaban,pensabaDenzil. aunqueellos fuesenbuenoscompañeros. noche,antesde viajar. todos escribimoscartasa casa.La nloral era
ier galésera diferente:errrteneruna gran imaginación.Y la suyatra- rnala.muy baja.
rajabamás aún. a medida que la lancha se aproximabaa la playa. "Volamosde Córdobaa ComodoroRivadaviaen un 737 y fui-
.maginabael gran desembarco en Normandíaen la última guerray la mos derechoa la basedel ti" RegimientoMecanizado.Las barracas
rdrenalinale subíaen la sangreante la gran aventura.En cambio,el estabanvacías.salvo por las ratasque cruzabanel piso en buscade
Jesembarco sin oposicirinresultóun gran fiasco para un muchacho comida.Nadie sabíalo que pasaba.I-uegocambiaronde idea y nos
lon tantosentidodel drama. enviarona todosa dormir al aeropuerto. A cadarato nos desperturban
De todosmodos.a medidaque se internabatierraadentro.tuvo paracargarmunicionesen los aviones.l-uegonos subierona unosca-
rna visión clircctade la crudarealidadde la guerra.Observóen silen- rnionesFiat paraun viaje de diez horashast¿r PuertoDeseado.La úni-
:io cílmo otros soldadoscolocabancon severidad_vreverencialo\ ca comida que nos dieron en todo el día fue pan y viandadaen lata.
-'ueryosde clostripulantesde un helicópteroGazcllebritírnicoen bol- Era una nrierdav jamlis puilc'r'olvera comerla.Estuvimosdos díasen
jas para cadáveresy luego con nruchocuidadocorríanel ciere. Ha- el puertocargandomorterosv howitzersen kts barcos.Cargábarloslo
rían sido derribadospor soldadosargentinosque se retirabany luego m/rsrápidoque podíarnosporquese rumoreabaque algunossubmari-
lmetralladoscuanclointentabannadarhacia la costa.A pesardel de- nosingleses sehabíanacercado a Malvinas.
rembarcosin oposicitin.Denzilsc dio cuentaen escmomentoque no "Por últirno.se decidierona trasladarnos. Volamosel 29 de
setr¿rtabade un ejercicioy que tal vez, stilotal vez, su suerteno dura- abril. Yo rnc quedédormido poco clespués de despegar.Cuandodes-
ría parasiempre. pertépodíaver un faro rnientrasel avitin r,olabaen círculosesperando
c¡uelc dic'ranpista.I-legantosa las dos de la tardev hacíaun frio de
GermánChamomodebióesperarsu cita con el clestinoporquesu cagarsc.E,llu-sarest¿rba cubiertode lluvia y niebla.Recuerdoque di-
:'egimientoseencontraba en un estadode totalconfirsi<in.Todar'íano se je: '¿.por cstelu-r¡ar l'inimos'.".
rabíacortadocl pelo. Sc unró al rc'gimiento c'nCórdoba.en un cuaftel "Era un loquero.un cornpletoloquero.De entradirnos pusiuros
Jondela conf'usión alimentabael caos.A los conscriptos con sr'llocua- a buscarcomida.Le robalnosalgo a un oficial dc la FucrzaAércay
'entay cincodíasde instrucciónse los llevabanparacubrirhuecos.Era nos detuvinrosa obscrvartocloel caosque habíaa nucstroallcdedclr.
lna unidadde ¿utilleríaaerotransportada y los reclutasno halríansalta- Sc cstabanrnontand()armaspesadasy había rurroresde lnl-iltracitln
1o jamás en paracaídas ni habíanestadocercade unapiezade arrillería. inglesa.Como si hubiéscmos aterrizado en el frcnte.
Ionró un lrnra del arscnalv fuc cn buscadc su antiguabatería. "Nos hicieronmarcharh¿rcia PucrtoArgcntinocon todo nuestrir
Se habíade'iadocrr-cerel pr-lornientnlsespe'raba la baia)'esfo e-quipor r.rtrs pusierorta trabajarde inlnediirto.cav¿rndoposiciorres r,lc
ro era del gusto dc los of icialcs.que corríanfrenéticosdr¡ un ladt¡a I'ensil'as.Eralnosartilleros.pero habíandecididoque. por ahora.st:-
)tro como todoslos demás. ríarnosinfantes.Establecinlt'ls las guardiasnocturnasv nos clim,ts
"Rivas,ull cornanckr. y yo le di.ict¡ue
rnedijo que rnr-lo cort¿rra cucntade que.con la rn¿rñana. llegabael tiío. Realmentenos carc()-
ro, porqueen las Malvinasiba a hacerfiío. Me hizo marcharhastael mía. Todo era un caos.Lleguéun mcs despuésde la toma de las islas
reluqueroy le orclenóa ósteque me'pelaru'.Me dejriapenasLlnnle- v la confusiónseguíasienckrtcltal.Se sentíala guerraen el aire. sc la
-'hónen la coronilla.Cuandoternrinír. rnediio: 'Ya v¿rsa aplencler. hi- pralpaba cll todaspartcs.lo cltreme llr-r'abaa preguntanllecuántoticur-
o de puta'. prl e-staríarrtos uhí. Sabíamosquc lclsinglescsvenían.Ningunoclenr¡-
"Así eran las cosas.Me sentíafurioso.Ahí estaha.a puntocli' \()lr-()\lcníl idca ¿rcerca de lo que era una gllerra.No kr sabíantosto-
;er enviackra la guena y se nic r¡rclena un cortL-dc pclo. Ntl prrcdocir- rll,r'ílr. cn
I)()r'() ias siqLrientc-s
veinticriatnlhorasíb¿unos a al'eriuuarlo.
" l ) c s 1 'r t t i i s
:ir lo enojadoque estaba.v cncimael hijo dc putadice: 'Allá nos \¿r- t l c ttt, tl csa vu n ( ) . ( l u c n o l 't¡ c tl tn ti l l tl o . l l cl s r i i i .l t- :n i tr tl l l
nos a divertir'. r l r ': I l ; r z ; t n t r ) \ i r l ¡ t t :t i l u r '\l l l ) ( ) \i ( 'i r i r t l r tl r l s ki l 0 tttt'ttr i s. N {t'i 0 t( ) !r ¡ l r r r l i ;r

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cargarnuestrasarmasy ponernosen posiciónde fuego.se habíanido. gento'. ¡Hijo de puta! Las cosasse estabanponiendotan mal que no
Increíblcmcntc. nadieterrninómuertoni heridoy pudimosllegarrt pensábamos dos vecessi habíaque robarlealgo a algún compañero,
Puerto Argentino al mediodía" scacomidao equipopara vendero canjearpor comida.Todoslo ha-
"l-.1lugareraun caost()laldehidor laspermanentes incursioncs cíamos.Hacíamoscosascompletamente insensatas.todo por comida.
británic¿ts. T<rdala artilleríahabíasido reposicionada hastael antigtto Teníamosque sobrevivir.Cambiémis binocularespor harina.dulce y
cuartelbritánicode lVloodyBrook. Por algunarazónéstetambiénera lecheen polvo. Subastamos nuestrasboinasde paracaidistas y nues-
nucstrolugar de descanso. dondenos cagábamosen todo. salvo linl- troscuchillos.Yo le disparéa un patocon un fusil y cayójusto en me-
piar las armasy una guardiarotativade dos horas.Nadie veníaa mo- dio de un campominado.No podíacreeren mi mala suerte.
lestarnosy nosotrostrat¿ibantos de no molcstara nadie.Sin embargo. "Los chicosa mi alrededorse estabanvolviendolocospor co-
seguíamos sin un refirgioapropiadocontrael clima. mer.Completamente krcos.Un chico de nombreToledoestabasenta-
"Me encontrécon un comprtñero.Osvaldo.que me invitó a do cocinandoun plato sobreel fuego.El plato estabavacío.Se lo lle-
charlar.Teníaun bife cn el bolsillo v esanochelo devoramos.Estttvtr varon enseguida.Otro tipo llegó a cazar una rata para comer. Yo
buenísimo.No lc preguntéde cltintle' obtenidoni él se ofrc'citi
lo h¿rhía buscabapor los tachosclebasurav las cunetas.ckrndefuesecon 1alde
a dccírmelo.pcroestu!ohermoso.En la zonahabíaunanrezcladc ar- encoutrarun mendrugo.Habíaun cabollamadoÑa¡lcul,un ncgrof'eo
tilleros"médicos.conscriptosde infantcría)' ()tros.A vecestbrmába- como él solo. Alguien le robri el fusil el correa.ie
-v"
para venderlcls al
mos grllpospitras:rlira huscaragu¿r. comida.municionesu otra cosa l0"de Ingenieros. Se pusoloco.A todosnos hailaronal rlíasigLriente.
que senecesitara. ¿,Y qué? Lo que necesitábamos era comida.No habíaapoyologístico
"La nrismanocheque cominlosel bif-eexperimentémi primer y la moral era tan mala que cmpecéa pensaren ibnnasde rornperrne
bomhardconaval.Ernpezóa la una de la madrugadacon un solo pro- una pierdaparaque me evacuaran.Hastaquc oí que a las bajasya no
yectil scguidopor salvatrassalva.Los demítsva establnacostutnbra- se lasenviabade vueltaa casa.Así eranlascosas.
dos.peroyo lo enconlre< terrclrífico.Estahatan asusta(loque me arojé "A cualquieraclueencontraban camincl¿rPucrtoArgentinori
temblando c()ntra una roca. l-os lnuchachcls mu diieron que llo nle fueraclelas áreasasignadas lo estaqrreaban. A unr¡lo estaque¡rondu-
prcocupara. neroque n() rne quitara el casco. Los provectiles estalla- rante tres días. L,epusieronuna carpil encinra.pcrronlrdaclebajo.
h¡.rna diez o veintenretr'()s v. Focoa poco.sc irle.iilron.Durabaalrede- Cuandolo soltaronestabatan mal. con los piestan hr'lurlils. (!uecva.
clorciemr'diahora 1.'sir,'mpre alguiencaía.va seamuertoo herido.A luaronla posrbrlidad de iimputárselos ahí mismo en cl hrispital,pero
un tipo lr' ciieron-r-sus tripas se desparrat-ltaron por todaspartes.l-o Dios eslabade srr lado v sobrevivió.Los dedoscle sus pie-restiibarr
r¡c)
peorluc qttc rrlrtririettseguida. Estuvo ahí tiradosufriendo. hinchaclos v nellros.Nuncavolvim<-rs ¿rverlo.
''S;iLrí¡¡¡los
i¡ueios británicos habíanticst:mbarcaclt-'enalgtinIu- "[,a lloral se veníaa pique.A krs oficialesiro le. importaba.
gar v estálrllrlos.\cguli)s de clttenos observaban. ttttt'
[['or etltottces, f'.stirbanbien alimentados,v atendidos.mientraslos itrglcsesseguían
ilutlc.¡ r!c' ít¡t.\A.i',,*i IBS hubíun gidr¡ !rtttt.sltt)rt(tdus ¿"t iteli¡'t"¡ttt't't¡ ltvat¡zando. H¿rbían rccapturadoDarwin.Se venían.NlLre-slros rnorter()s
('(,¡to ü','{tlt;¿ilut}ti :it'\ettti)Qr"(t)ltrttttipul t iutl'¡íottestitblctidtt ¡tttes' v artilleríafueronreposicitlnados otra vc'2. ahoraapuntandoa las es-
i¡íq.¡ (';iciir ttochetel bonli'rardc-o
ft¡,¡tle:1111,;1.¡'1:1.¡¡ naval era nrás prcciso. fribaciones de las montañas. Los puestosdc ohservacirin cleavanzada
'feníamo:; t',¡,r]i:ílci¡ie rtrl fi¡nlar ni enceltder llleg()s d(r no('he porLluc. ahr;r¿estabanen Dos Hermanasv l,ongclon.l-uegocavti el Monte
ie nos d i j o . tr t s inglt - s eslt o d ría n d tv i s a rl t;sü ()n s tts n ri r l ts. A nadi c !e Keni. Eso nos soipe(!tluro.Cada nochela Arniedabrti¿inlca segttíl
importatra: los st'rlclailos funrábantosigual. su
c()n Ilaliluclcl a queilurrros despiertos. [-a pérdidar.leNlollteKellt fue
"Aui:qu,; r'stábarnoscerca (le Ptterto Argentino" la comida era erlcorlicn¡o rlcl t'in.0í que habíanmuertodoscientos chicoselt esas
lun problcma c{)nstante.iin día un camión se quedó atascadtly se nos rrontrrñrrs. f ['tt *'ulitlcrd.Ilrinte Kent ccn'riutúe cl EscuudrónD del
rlrtlenó rl:se;lrgiitr!opiir':iqLtepudierir salir. Estaba iieno de cotlid¡. rrsr \ , 1 \ - '1 . : i r r t ¡ r r , 'l t t tl ¡ tcr u u tt.st¡ l tt ti tt¡ tt't¡ ¡ e r i o . L tte u t¡ .1 <,1 ¿r .r r e e m p kt:l i
que ln e ft',i rti: r nasc lt iiisr lc q u c s (.' \/l a s ;:ttl i rd ce<n m i ra rp a. U n.al ' gel l - ( 'l ( 't t t t t t t u t l t , l l ,l t'l r r l r tl i tr tl cr ítt tl L 'i l l ttt'i t¡ r t. l '..tt tttti t tttttp l i u - o tttt
l)(tt
to vino ! i:n;irc/ó a las puteadiir,.tlcr() rtuanrloi:orté ttna ta.lada.{il'.¡ndc tl t' l ít,ttl , l ¡ l ttnt itt. tttttt :',iltttlltt , ! t ' t t t t u rt t ¿l t ¡ tlt',' j" l t t t t ' (t (' : t t t , i l l ! ()

para é 1 .r,: l '¡r c ., t t ir s c dr io : ' L .:t;,r' ,tán re .i .' ;'l ra y q i tc c l-;i d:;t" iii.!l lS l l l ' : ',l tU l tl ts l tl i l l ttl tl tl t\ tit | ¡/ . , , 1 , ¡\ , , \ i ¿, 1 . . i 1 .tt,u;,tt 1 t t \ , i )t t ' ; ! t : t j t i , t ¡.

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pero no se halló ningún cuerpo.lLos informesacercadel avancede para que siguierafuncionando.Resultaditícil de creer, pero ahí arri-
los británicos se filtraban hastanosotros.Los chicos que volvían de ba nos permitieronprobarlas armassólo una yez, y disparandoal ai-
las montañasnos decíanque nuestrasdefensas eraninútiles." re. Absurdo.
"El frío nos daba más hambre. Era como morirse de hambre
La gran ola de euforia. de patriotismoorquestado.que presen- lentamente.A la semanade nuestrallegadase acabóel suministrode
ció SantiagoGauto cuandosalió hacia la guerra.fue reemplazadapor pan. Despuésde veinte días no habíacarne.Los británicosno habían
las miradashoscasde los isleñoscuandolos hombresdel 7" Regi- llegado y estábamosmuertosde hambre.Cuandoempezóel bombar-
mientomarchabanpor el ventosocaminoque conducedel aeropuerto deo, a olvidarse de la comida. El rancho llegaba a 300 metros de
a Puerto Argentino. Maldecían,transpiraban.tropezaban.boqueaban nuestraposición, pero todo lo que conseguíamosera un tarro con
por aire y se quejabande dolor duranteesacruel marcha,cargandoel agua con algunasmanchasde grasao aceite flotando. Si conseguía-
equipoen las espaldasy los pechosaplastados por las incómodasar- mos una latade grasa,nos sentíamos felices.
mas.La 2" Secciónde la Compañía B del 7" Regimiento estabacom- "Mi agujero, posición o como quieras llamarlo, era poco más
puestapor 40 hombres,abofeteados por el viento heladoy horadados que un charco.Solíaestartiradoen él congelándome las bolas.El pe-
por Ia lluvia, un clima que reflejabatlelmentela actitudde los isleños cho era la únicapartede mi cuerpoque se manteníacasitibia. La con-
haciaellos. traseñasolía cambiar tres vecespor noche y caminar 100 metros po-
"El cambio de temperaturase hacía sentir.Lleganios a Puerto día llevar doshoras.
Argentinoexhaustosy cubiertosde sudor.Se nos permrtiódescansar "Llorábamos.sí, llorábamosde frío. Llorábamosy nos golpeá-
en una especiede cobertizo.La primeranochefue muy incómoda.to- bamosel cuerpohelado.La mayor partedel tiempo la temperaturaera
dos amontonados ahí dentro.La nochesiguienteempezamos a cami- de 12 o 13 gradosbajo cero. Paraconseguiraguade beberteníamos
nar. Caminamosy caminamos,fuera de Puerto Argentino. pasando que derretirel hielo de los charcos,inclusivepodíaserel charcoen el
Moody Brook, hacialas colinas.Paramosen una montaña.Habíaque que habíamosmeadola nocheanterior.A estaaltura ya no nos impor-
ver ese lugar para creer.Barrido por el viento, lleno de peñascosy tabaun carajo.
piedrassueltas.Alrededor,una tierrainhóspita.la nada,sólo colinasy "Yo rezabacon mi rosario.Rezabay rezaba.Algunos de los
baldíos.Un lugarhonible. llarnadoMonte Longdon. chicosno sabíanrezar.Yo les decía:'Rezo para que un-abomba me
"El regirnientose repartiópor todo Longdony nosotros,los de caiga encima.No, eso estámal. Sólo para que me rompa una pierna
la CompañíaB, lo hicimos en el Oeste.Mirábamoshacia el Norte y asípuedoirme de acá'. Me decíanque iban a rezarconmigo.
debíamosdominar la cumbrey las cuencaspróximas.Eramosla pri- "Teníamostanta hambreque debíamosbuscarfbrmas de robar
mera líneade defensa.Tratéde cavarun pozo y lo cubrí con mi pon- comida.Fui a PuertoArgentinosieteu ocho veces.Una nocheentra-
cho. El tipo más cercanoestabaa doscientosrnetros,el otro doscien- rnos en un galpónque estaballeno de comida.Nos metimospor un
tos metros más allá, y así seguíamos.A la semananos habíamos agujeroen el techo.Me dio broncaver toda estacomidaapiladahasta
concentradotodosen una posición.A los oficialesno les gustabape- cl techo.mientrasnosotrosnos moríamosde hambreen las colinas.
ro necesitábamos la compañíaparadarnoscalor y levantarnosla mo- No tenía sentido.Llenamosnuestrasmochilasy volvimos a nuestras
ral. Después,cuandoempezóla batalla,los chicosque estabanen las posicioneslo más rápido que pudimos.para compartircon nuestros
dos posicionescercanasa la mía murieron.Desdeel principio.nues- compañeros. Beto fJorgeAltieri], Darío y yo éramosbuenosarnigos.
tro enemigonúmerouno fue el clima. Tratar de mantenernos calien- l:specialmenteDarío. Si él conseguíaalgo, comida, cigarrilloso lo
tes y secosera un trabajode jornada completa,ademásde las rutinas t¡Lrcfuere,me esperabaparacompartirlo,y yo hacíalo mismo con é1.
de guardia.La moral cayó muy rápido.Me dolía el estómagoporque ,,\ lus autoridadesno les gustabaque rondáramoslas posiciones.por
no podíair de cuerpo.Inclusodespuésde cinco o seisnaranjas,tam- Io qLrclo ¡rlohihieron.Daríoy yo nos escabullíamos paraencontrarnos
poco podía. \,('()nrparllrcosas.No óranrosl1t¡osni débiles,ni nadapor el estilo,
"Las armasjuntabanóxido a simple vista. Mi oficial. el capi- ¡rt'r0nt'r'csitliblrntt'r
cncontr¿rrnosy hablarparalevantamos la moral.
tánLópez. me dio algo -que no era grasa- paraponerlea mi fusil I t 'r r t r r n l r l r l r n r t r r l l , 'r'l r r r r l r r .l l r r l l l r r i tttl r ci r i tt. ¡ l tl r e l h ¡ tn r h r t tcn 'i h l c. y

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l)()r(lu(r.(.QULi
Ir('r'r¡il1:ilr(l()n()\ hicitttospar¿lserc¿lstigados de esama- ll{) turno.Cuirndolos avionesse acerqlrontomé mi cascoy corrí. Una
nt'¡;r''No lr;rlrí¿r¡uos
llcchonird¿t. clttonces.
¿,porqué'? lrolllbarneexplotóal frente.asíque corrí parael otro lado y otra bom-
"tlnl vcz cncontréchicles.les pusimospastadentítiicay los
h¿rnre ca¡-óa diez o quince t'netros.Gritabacotno loco: 'Estoy en la
nr¿rsc¿rr)lo1i
clurante cuatrodías.Fuelo únicoque nosllevamosa la bo, !ucrra. Santiago.estoes la guerra,¿,quémierdaestáshaciendoacá'J'.
c¿rcluranteesoscuatro días. Mi estómagose achicó tanto que teníir "Empezamosa creerque los yanquisayudabana los ingleses.
nriedode vonlitar todo si comía ¡rucho. Paracuanclolos inglesescle- I:stábamossegurosde que usabanuna bomba norteamericana ilcgal.
sembarcaron y empezaronlos bombardeos. corníantoscáscaras de pa- Iirdar'ía puedo una explosión en el aire que liberaba veinte o
pa, cebollaso manzanas podriclas.cuulquiercosaque encontrásemos "'erla. y hun-
r cinticincominasque caíanpor dondeestábamosnosotros se
por ahí. tlíanen el suelo.Se podíaescucharzuk, zuk. zuk. a medidaque se en-
"Solíaescribircartasa nri madrey a rni novia.No queríadecirle tcrraban.lProbctblemente luesenlus llomadctsl¡ombasrucimo. dise-
a mi madredóndeestabaporqueno queríaque se preocupara. Jamás ntulttsporo esporcir espoletets de uterriz,ajev-c(ttninos,paro
en ¡tistct.s
recibírespuestas. Las cartasde nuestrasfantiliasdc-bían llegara nues- (tnttlorsu uso por el enemigtt.Sonpartictrlonnenterepugnantes peft)
trasbasesen la Arsentinav lL¡eso.desdeallí. ser remitidasa nosotros. tlat'lit'tt.s.L.r¡tloturtcuantlose lu.sperturbtt.No xtn ileg,ales./No po-
Ese cra ei procedímiento. Peroduranl.etocloel tienrpoque estuveen rlíanrclssalir de nuestrosagujeroshastaque llegascrrlos ingenierosa
las islas no tne llegó nada.Al final escribíacos¿rs colno 'si ya no me rlcsarmarlas. A veceseso totnabala mayor p:rrtedel día. Ni siqr-riera
quiercn.est¿ibien.pcro por t'avornrandencomida'.Drástico.¿,no'? podíamossalir a cagar.Teníamosque hacerloen el cascoy despuésti-
"La Policí¿rMilitar comenzóa impedir que los soldadosclelas rarlo a un costadode nuestraposición.
montañasllegasena PuertoArgcntino.Solíamoslrurgarjunto a un río "Despuésenrpezóla guerrapsicológica.El fuego naval estaba
donde arro.iaban tcldaslas sobrasde contida.Eran el tipo clc sobras pensadoparaprivarnosdel sueño.aclem¿is de asttstary matar.Funcio-
que normalntenleuno le arrojar'ía¿tlos cerdos.pcro i-uuallas comía- nrrha.Al final nos acostumbrábanros de tal fbrnla que nos resignába-
mos. E,n PuertoArgentinotodos nos conocían.Estáhamoscubiertos nrosa espcrarque un proyectilnos cayer¿I encimay se acabaratodtl.
de baro v ntugrev ltos habíancrecidolas barbas.Nos llamabanju- Nos bonrbardeaban todaslas noches.Debíande sobrarleslos pro¡"ec-
díos y montañeses y se burlabande nosotros.Recuerdoque una !'ez. tiles.por la cantidadque nos tiraban.Trutábamos de no hacerlescaso.
un sargento bienalimcntaclo y linrpiome dijo: 'Soldado.aféitese. Es- acurrucarnos y dormir.Era difícil. Duranteun bombardeoun proyectil
tamosen gueffa'.Queríamatarill hijo de puta..Suactitudrcsuntíato- lanzadodcsdeuna fragatacayó a diez metrosde nosotrosy nos llenó
clo.En nri opinión habíamosperclidrrla guerraantesdc que empezarit. cletierra.Uno de los chicosgritaba:'Me matan.Me matan'.Había
Esccabrtinbienalimentackl diciénclonteque rncat'eitc.a rníquehlbit abiertoun cráterde dos metrosy la mayor partede la tierracayó so-
perdido lc) kilos. tr mí quc rne habíapasadodos ¡utt;s lnesesen un bre él 1' no lo dejabamover.Algunosoficialesse acercaroncomiendo
agrijerosin poclerlavarme.a mí que teníaque robar colllida para so- a preguntarsi habíacaídocercade nosotros.Qué preguntaestúpida.
brevivir.;[-l putanladreqLrclo parió! Habíaun agujerode dos metroshumeandoahí adelantey esospelotu-
"Se srrponíir quc r-soerar¡nagucrra.No seplrecíaen nadaa las dos veníana preguntaffIos dóndehabíasido la explosión.'No, esaes
películas. naditclue\¡crcolt lo qrrecreía la gente.Ac¿ino habíagloria. runahuertaque estamoshaciendo',les dijirnos.
no habíadispanrsni nlaranzas. Ac¿ihaL¿íachicosquc llorabanporqlre "Como relatéantes.la situacióncon el colreo era un desastre.
teníanque Iimpiarser-l culo c()nuna c:artadc su nrlviao su ntadrcpor- tJn día. uno de los muchachosrecibióuna cartaque le contabaque era
que no teníanotra cos¿l.Ac¿ihabíagentc que st' derrumb¿rba por cl padrede un varón.Se sentíarealmenteorgullosoy f'eliz,hastaque un
li'ío.cl hantbreo cl agotarnielrto. Paranosotros.esoera la guerra. cabo hijo de puta le gritó: 'Viste.Te dije que tu mujer y yo te íbamos
"E,ntollces cornenzaron las incursionesaéreasv ahí rne tli cuen- a hacerun varoncito'.El muchachose sintiómuy mal. No le caíabien
ta que la suen'a,de verdad.habíallegado.Veíirntosa los Hamir'.rlur cl cabo 1 sabíaque al tipo le su hermana.Pocodespuésllegó
tirah¿rn bonrbasllrcdetlor de Puel'toArgentinov c'l aerrtpurrto..Ai '[-e -uustaba
r rro.scli.io: puedegustarmi hermana.pero l]o la va a te-
r-iólrdr¡sc
principioeracornouna película.las bombasque crplotahirn. un avrr¡rr ncr.Sc rlr lr rttorir.Mircn cotrlotragall conlida.Se la c<lciné,v(). cn
quc sedr'sintegratr:l en el suil()ilntenuL-stl'a
vistii.Dcs¡tué:;lit-qtinuc.- n r i u t t 'l r r l : t '.
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y pude ver el inicio de un l" de mayo con el sonidode explosiones. nuevo enemigonocturno:la lluvia. A la mañanaestábamos empapa-
Nos dijeron que un barco de la Armada Británica habíaatacadoel ae- dos.no teníamosrefugio.Durantediez díaspermanecimos en esaposi-
ropuerto Ien realidadfue un bombardeopor una escuadrilla de Vul- ción, tratandode aguantarcomo podíamos.La comida tambiénera un
can.sde la Fuerza Aéreal. Las armasantiaéreasdisparabansin pausa problema.El rancho llegabarecién de noche.y sólo a un valle que
y alcanzábamos a ver humo a la distancia.Inclusodondeestábamos quedabaa dos kilómetrosdetrásde la montaña.Teníamosque caminar
nosotrosera un quilombo, con gentecorriendopor todos lados.Nadie hastaallí y volver en medio de la lluvia y el barro. La moral era baja.
sabíalo que pasaba.Duró apenasunos segundos,pero fue suficiente La comidaera muy mala,cuandola conseguíamos. Optamospor matar
para alterartodo. Al rato, estábamosparadosconversandosobrelo su- ovejasy algunavaca solitaria.Las cosasiban tan mal que yo salíaa re-
cedidocuandoalguiengritó: 'Alerta roja'. volver la basura.Un día encontréun cosrillarde vaca.El frío había
"'¿Alerta roja?', repetimosmirándonos.'¿Quésignifica?'Ahí preservadolas sobras,por lo que estabanen condicionesaceptables.
nos dimos cuentade que no sabíamosnada. Significa ataque aéreoy Juntamosun poco de leña, encendimosun fuego y las asamos.Fue
lo averiguamospronto. Aparecieronunos Harriers que empezarona grandioso.Peroahora,cuandolo recuerdo,me revuelveel estómago.
atacarobjetivosalrededorde PuertoArgentino.Los muchachosde las "Otra noche,luegode caminaren buscadel ranchobajo la llu-
bateríasantiaéreasabrieron fuego. Disparabancomo locos. Nosotros via helada,descubrimosque sólo había chocolatecaliente.Así era,
observábamos,porque no podíamoshacer mucho más. ¿Se imaginan una mierda de chocolatecalientecomo alimento de todo un día para
dispararuna howitzer contraun jet? un soldadoen el frente.Nos llevamosdos latas,con las que podíamos
' "Cuandonos dimos vuelta vimos a uno de nuestroscaboses- hacertreintalitros, y nos fuimos. Lo compartimosy a eso de las tres
condido en el fondo de nuestropuesto,cagadoen las patas.'Levantá- de la mañanano quedabamás.Habíamosconseguidouna carpay un
te, cagón', le gritamos. Unos segundosdespuésun Harrier pasó tan colchónviejo. ¡Quélujol Perocuandoemplazamos el campamentono
cercade nosotrosque pude ver al piloto. Fue el l" de mayo, un día pa- nclsdimos cuentaque estabajusto en el caucesecode un arroyo.Esa
ra recordar,el día que llegó la guerra. nochellovió tantoque noscorrió el aguaque seguíasu cursonatural.
"Más tarde nos dijeron que habíanderribadodos Harrier. lNin- "Alrededordel mediodíarecibimosnuevasórdenesde mover-
gún Harrier fue derribado en esa acc'ión.Sólo uno, piloteado por el nos, estayez al otro lado del Monte Kent. Debíamostrasladartodos
tenienteDavid Morgan,fue alcanzadopor fuego de cañón de 20 mm, los morterosde 120mm y las piezasde artilleríay no habíahelicópte-
pero pudo regresarl A los cuatronos subierona un camión,junto con ros que nos ayudasen.Tratamosde arrastrartodo con los camiones
un equipo a cargo de una howitzer de la BateríaA y un grupo de co- Unimog, pero se quedabanatascados en el fango.Llamamosa unos
mandos,y fuimos enviadosa Monte Kent a estableceruna posición tractores,y lo mismo. Adivinen qué pasó.Tuvimos que desmantelar
de avanzada.A eso de las cinco de la tarde atravesábamos PuertoAr- todasesasputascosasy cargarcon todo lo que fuesetransportableen
gentino cuando se declaró otra alerta roja. Nos arrojamosdel camión nuestrasespaldas. La moral estabapor el piso.Estábamosdébilespor
y buscamosrefugio detrásde las ruedas. el hambre,y empapados y heladoshastalos huesos.Y como siempre,
"Alcanzábamosa ver un pequeñopunto negro que se hacíamás llovía a cagarse.Cada caja de municionespesaba53 kilos. Durante
grandea medidaque se acercaba.Las bateríasantiaéreasabrieronfue- tres días trabajamoscomo esclavoscargandoequipo en medio del ba-
go sobreél y empezóa descenderen espiral,fuera de control. ¡Le di- rro y la lluvia. Casi nos matamos,pero pudimos instalarnuestranueva
mos! Pero lamentablemente era uno de los nuestros.Habíamosbajado posición con la artillería apuntandohacia donde los genios militares
uno de nuestrospropios Mirage. García Cuevasfue el primer piloto creíanque era la principal zona de riesgo,la bahíade PuertoArgenti-
argentinoque murió. Y nosotrosvimos todo. no. El 20 de mayo decidieronrelevarnosy enviar tropasfiescas a la
"Llegamos al Monte Kent de noche.Nuestraposicióndebíaes- po:ición.
tar al pie de la montaña,como apoyo al 4' Regimientode Corrientes. "Nos estábamosalejandode la montañacuando aparecieron
Como estabaoscuro decidimosdormir un poco, pero a cada rato nos closHarrier.a bombazolimpio. Las bombascaíanpor todaspartes.
gritabanun alerta.Había incluso un alerta gris. Significabaataquede lrra unu r istaincreíblc.Los Harriergirabanen círculosy luegose lan-
comandosdesdeel mar. No pasó nada.Pero tuvimos que enfientarun .rlrblrnlllrr'il n()sotr()s.
Crco que durti cinco minutcls.Cuandologramos

il.1 il\
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cuandola abrimos,encontranosuna especiede equipo 'hágalousted y se tomó el trabajode identificara cadamiembrode mi patrullapor
mismo' sin ningún tipo de instrucción.Ninguno de nosotrossabía separado, por las dudasalgúncnemigose hubiesecoladoal flnal. Esa
cómo funcionaba,porquejamás habíamosvisto algo parecido.Unas nocheintentamosdormir un poco antesde unimos al restodel bata-
horasdespuésllegó otro helicópteroa retirarla caja y a nosotros.To- llón en la horrendamarchaa Estancia."
do bien, exceptouna cosa:el Scoutsólo podíallevar a cuatroo clnco
hombres,y ya tenía dos tripulantes,porqueeran tiemposde guerra.
Eramoscuatro,yo y mis tres soldados.ademásde la caja con Twig-
gy. No habíalugar. Al final, decidí pararmeen los patines.Ahí fui.
colgandoa 500 metrosdel suelo.Saltarde avionesen paracaídas era
una cosa,pero eso...Cuandollegamosdescubrimosque el gruesodel
batallónhabíaabandonadola cabezade playa y que el 2'Para había
recapturadoDarwin. Nuestrobatallónhabíapartidohacia Ia ensena-
da de Teal, por lo que nos quedamosa la esperade nuevasórdenes.
No esperamosrnuchotiempo. Nos subierona un Chinook y ni bien
aterrizamosrecibimoslas órdenes.Debíamosinternarnosquince ki-
lómetrospara establecerun puestode observaciónsobreun zona de
donde, se creía, podía amenazarel enemigo.No habíamoscomido
decentemente ni dormido bien durantecuatro días. La marchacasi
acabacon nosotros.Cuandollegamosal lugar, se desatóuna intensa
nevada.
"La visibilidadera menor a dos metrosy tiritábamos.Nos de-
rrumbamosdebajode un ponchoy cadauno de nosotroshizo un turno
de guardiamientraslos tlemásseguíamosamontonados.Pronto tenía-
mos diez centímetrosde nieveencimay habíamosdesaparecido de la
vista.Nadie nos podríahaberencontrado.Cuandono estábamos aga-
rrotados,caíamosen un sueñoprof'undo.¡Nuncadormí tan bien!
"Al amanecerllamamospor radio y se nos ordenó volver tan
prontocomo pudiéramos. Salimosal descubierto y caminamostodo el
día, llegandohastanuestraslíneasde noche.Ya habíamostenidoinci-
dentesy adoptécautela.RecordabaIa películaLa cruz de hierro, don-
de unos soldadosson muertoscuandotratande llegar a suspropiasfi-
las.Habíamosestadoatentosa la radio y no se informabade patrullas
que regresaran. Me arrodilléy alcancéa ver un guardiadel 3' Para
con mi visor nocturno.Nos acercamos. Todo el tiempopensabacómo
podíahacerleentenderque éramosfuerzasamigassin que nos dispa-
rara.El tipo nos da la voz de alto y ni bien abrió la bocareconocísu
voz. Era GeordieNick. 'Soy yo, Jerry', le dije. pero seguíagritando
alto y pidiendo la contraseña.Por entoncesya nos apuntabacon su
ametralladora y nosotrosestábamossobreascuas.'La gran puta. soy
yo, Jeny.' Afortunadamente reconociómi voz, con su acento,y mc
diio: 'Ta bien,loco,vení'. De todosmodosme hizo quedara un lackr

t'.1
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3

Alberto Carbonese sentíargual que todoslos demásconscrip-


tos argc-ntinosal llegar a las Falklands:confundido.El lugar no era
conio él lo habíairnaginadoy. a decir verdad.no habíapasadomu-
chosde susjóvenesañospensandoen esasislasbarridaspor el viento.
Era un lugarextrañoy yermo paraerl.Se sumóa una largallla de sol-
diidosquejadeabany avanzabancon esfuerzocn una marchaserpen-
teantey penosahacia PuertoStanley,y parecíaque los camionesque
pasabanse burlabande é1.
"No podés imaginartelo difícil que fue cilrgarcon el equipo
por ese camino. Era terrible.Tenía mi rif-le.rli mochila de efectos
personales. trescargasde mortero.una tienclaindividualy dos vali-
jas. No podíamosentenderpor qué no se podíausarlos camionesva-
cíos para ayudarnoscon el equipo.por lo menos.Nuestropunto de
reuniónera la escuela.Llegarnosjusto antesdel anochecer, apilarnos
e1equipoy nos llerarona un lugarparadorrnir.A la mañanasiguien-
tc fui a buscarmi equipoy habíandesaparecido mi bolsadc dormir,
mi manta.la ropa.todo.No estaban. Mc joditi nruchísimoporqueiba
a tenerque sobrevivircon lo que teníapuestorlurantedos meses.Ttl-
do lo que teníaera lo que llevabapucst()y se negarona entregarme
ropasde repuesto.No volr,í a tenerbolsude dormir ni manta.Y por
cso la pasémuy mal. te aseguroquc sufrí de verdad.Ademástenía
un olor espantoso.

121
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"El tenienteBaldini nos condujoa lo alto de una nlontañaal día probrema'No teníamos
papel.Mi tía n,* había
nlandadouna cartacon
siguiente.¡' él con el cabo Casionos indicaronnuestrasposiciones. la Virgei aer-u;an.
vo había
;\unqueBaldiniera eljefe. Casionosdabala mayoríade lasórdenes. tlfrilff:rff decidido
quenomeibaa
A nrí no rnecaíamuy bien.Una vez que nos ubicaronen la montaña .,.iitu,r.."r;i,*=..'¡J,lli#1.,:
jl#,fi ,:',::.r:l'J:oracione
prácticarnente no volvierona liablarnos¡nás.Cadadía era una prueba "Teníamosun sistema
da gr*orur. de dos horas
tle snpcrvivencia paranosotros.los conscriptos. Nuestrarutinaciiaria que nadiedornlíanunca por turno, así
uno no.ñ. compreta.Eso,
cra bajal al car.nino cercade Mocld;,-Brook y hombrear cajasde muni- y ar frío'nos convirrio
.n ,nor-roiii;r. No'
sumado ar hambre
ci(rnsubiendola ladera.lnclusivenreacucrdoqLleun helicópterodejó untoto*J'r,"rr".u ur".. ii.,.nao pr_
"rt¿uu,no,
c¿leruna cargauna vez: se tratabade nLtestro equipo.Peroa lní no nre ilX#"r|'ffi'3,0t Habíaesrado nevando
Loenconrré ur ¿e
sirviti de nadaporquerni nrochilahabíadesaparecido. ü#::,:;l;l 'or¿uJo gua.dia.
""jii?l;f.:fffiiil
il-,:","."a.relevar
ffi,,lii.*.ü?," rambiénA,día,iff :::J
"En un determinado molnentoalguiense lasarrc-eló pararequi-
\¿rrufr cabrllo hlurtco(luc u\anlo\ pari.r \ pr()\i-
nrLtnicitrne\
ltcilrt-üilr
,,HJ;u;;,ffiT;.;*::, ::'_1,,"#J
sionesh¿rsta la cinra.Era corlrouna masc()ta. Los nruchachos qlte se
Bardini'y atí, en Ia posrcion'oe;;;il, ii::"ln o",,n,n,.
ocupabirn dcl ranchotarnbiénltl usahanpardilcürrcar\tts pr(r\:'iones.
Es extrañotenerque usar un caballoc-nla gLterratnodcrtra. cuando siones'Se 'suponía era.donde
que tambiénse entregaban
"provi_
las "
hay hclicóptcros que puedenvolar llcvantlomuch¿imis carga.Cuatr-
'::T,i" I: : .;],? aaí.
¿
'egaban
una vez andaba
;;,'i uno,oo.
do no est/rtramos homhreandoprovisiones.tení¿imos,que cottstruit'
dia,así
![::: 1}T,ff
qu._"quejé. ;:r : ;::: :?:^, :,;
nucstrirs posicirxes.l-cvantabas un bútnker aquíy al minutctsigttiente ar,"i""r"
;üffi:i.,'J,ll
lil,d ffijll,T;;
te rnovi'anunosnrctrosy teníasque levantarotrclallí. Yo no creíaque
lclsinglesesib¿rna venir.¡rerola ideapredontinanle era que nuestras "1n"t'" ; l;,,;:l'0.,..'0",
i:lff:lt"ffiii Io interrogarondijo u,iqu. u'Ju,uqu"-
comido las ratas! que la ot.o rnlioJ ," lu
posicionesdcfcnsivasteníanquc estarorientadasal norteporquedes- r,uurun
de allí seesperabaun ataquefrontal. "El único lu
outu robar o mendigar comida
"Había un cabo llamadoOrozco que habíasidtt conscriptoco- gentino, pero el u,,tlt era Puerto Ar-
mo nosotros.de la clase'62, y habíaoptadopttr hacerla carreramili-
tar. Aunque era Llnmienlbr0regular.p¿lranosotr()sera uno de los f.::'il[::ir."i:*f,:"'ilü,'1,:;i]:ii#:.,T
nueslros,así c¡ueera clifícilparaé'lhacernosi¡bedecerórdenes.No era
,ff"fr*_r:*i:;:::
,;lxlri:mi'd;¡JT,,r;i:1lfl
rrIr.1i*ru,*,',:rXr+
un mal tipo, perose rnolestaba por nuestraactitudhaciaé1.
"Yo la estabapasandonegrapor la firlta de equipo.y encimael
hambrey cl frío ernpeoraban más l¿rscosas.Nuncapadecíalgo así en
mi vida, ni antesni después.Tcníaque encontrarla manerade conse-
guir comiday cigarrillos.Por ahí cercahabíaun destacamento de N{a-
6J
mr posición.
me
fi*f*"":
Me hizo
ypareán<rome
#jt*i,
an,laren
rofo
er "ir"ir" *;
u",po"ü."_l#l;:i.;ffi#fiIÍXli;
rines.un erupo de apoyo.Sus provisionesles llegabanapartede las de desperdicios y u1:rrr1:o. .o.o..u-pooridas
y me ordenóacosrar-
nuestrasy estabanmuy bien aprclvisionados comparadoscon noso- b;:i.il,b. yo estaba
uruJ,uoo-porque
tros.Ellos estabanmás arribae.nla lista de prioridacles. Nosotrosestá- ,ff :H: nosabía quéme
bamosen el último escalón.TenÍanracionesfiías. chocolate,cigarri-
llos, de todo. Yo les comprabacosaspor Llnpesoy las revendíapor
dos pesos,de esemodo me quedabaplata paracomida1,puchospara
n**l#' ffi f ::ffi T,,H::':i';
"Me quedé
I :f""*l*::;
"X:,,
tirado-,herado'muerto
la basura_vla podredumbre de miedo y de hambre.
mí. Peroa medidaque hacíamás fiío y llovía más,hubo menosprovr- que il;i;; oría
sionesparacomprar.asíque tuve que arreglármelas parabajara Pucr I',sr,¡
r,rpicr
tr..
r,,",n111,,
alil;;.;;::il:,.:,##:nii:lr::
to Argentinoa conseguiralgo. En un galpónettcontréunascítscltllrs r)rr('\()M. tri cucrrf¿r(rr-rc
cr¿rdc n'chc.r,,'u,r,,,cgri
dc papas¡, narirnjasmedio podridasy nre las conrí.Cirglrr-cnttotkr trtt Itt t'l 1'¡¡j5'¡
lls(r.cr()s() cr ,.;ñ;:;';.n,,,
irrt¡rrc1r,,,,,,,tr,,,,..i.,,,,,,,,
,., ri,.it.,r¡rrt.¡rrrrílr
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(('r r'r.rnl()\'crla cabezaparamirar alrededor. Estabadelirando1'mis
r',)r)ll)rrlcros
no podíanhacernadaparaayudarmeporquesi no iban a .aba muy cerca y lo agarró la metralla.Pobre García,se había terml-
lcrnlinarigual que yo. Estabaseguroque me iba a morir de tiío. Des- nadoparaé1.La metrallale rompió los brazosy le hundióel casco.Lo
puésde un tiempovinierony nte soltaron.Me habíantenidoocho ho- evacuaronen un cajón."
ras allí, pero me habíaparecidomucho más.Me moví a duraspenas
hastami tienda.dondecaí como muerto. Tony Gregory habíaparticipadoen unascuantasmarchasforza'
"Antes de salir,yo ya teníadecididoque esaiba a ser la última das.pero nuncaalgo como las Falklands.cada pasohacialsletaTeal
vez que iba a buscarcomida,de maneraque ese castigorne pareció era matador.Ademásdel terrenomojado y enlodado,estabael clima
totalmentecruel.Decidí mantenerrne alejadode Baldini y cr.rmplircon espantoso de las Falklandsy el pasoredobladode la marcha.Eso tam-
todaslas reglasde ahí en más.aunqLre me murieracleharnbre.Sabés. bién fue matador.
..Teníamos que andarunostreintay cinco kilómetroshastaTeal
los conscriptosno tetríanrosnodo de ganarni una. Había una jerar-
quíade privilegioscn la clistribución de comiday nosotroséramosel y sin dudaalgunaes el peor terrenopor el que hayamarchadoalguna
último orejón del tarro. Yo mc acucrdode estaren la fila del rancho vez.Era como un inmensopantanoflotantetodo el camino.La veloci-
viendocon mis propiosojtts cómo nos discriminaban. Oficialmente dad de la marchaera increíble.Al principiopensamosque el oficial a
toda la comida era igual para todos,y así era. Pero a los conscriptos cargo estabatratandode hacersefamoso a costa nuestra.No había
les dabanun cucharóndel líquido de arriba -agua con grasanada modo de hacerleaf-lojarel paso.Despuésnos dimos cuentade que no
más- y la comidade los suboficialesera la del fondo de la olla. con era solamentela CompañíaC. sino que el batallónenteroestabaavan-
carney papasy todo eso. LInavez_le pedí a un tipo que tne sir',iera zandoa todavelocidad.
del fondo y me rnandóa la mierda.Despuésveníanlos oficiales.que "Los Marines tambiénvenían.iban hacia Douglas.Pero ellos
adenrásrecibíanracionesfrías ¡raracompletarel guiso,así quc-tenían n0 marchan.ellos trastabillan.Se suponíaque nos íbamosa encontrar
la mejor cornidade todos. con ellos un poco más adelante,pero me imaginoque debidoa las
"Desdeprincipiosde mayo sabíamos que veníankts ingleses. friccionesque habíamostenido.la cosa se convirtió en una carrera.
pero creíamosque no iban a poderllegar.Estábamosmuy. muy lejos. Nuestrosjef'esparecíanobsesionados por llevar a cabocsa nlarchaen
Entoncesla marinainglesaempezóa bombardearnos. tiernporécord.N9s {ijeron que si alguienquedabaatrás,seríaabando-
¡euó lo tiról Es
increíbleestaren un bombardeo.Al principiote sentístotalnlenteex- nado.Me hacíaacordara la películaMrtrcheo iluter0.Yo no era de'
puesto,despuésempezása podcrcalculardóndevan a caer.por el sil- los que estabanen mejorescondicionesfísicas.pero podía seguirel
bido en el aire te dascuentade lo cercaque van a pegar.Teníancomo paso cargandoel equipo. A los que caían los dejabanatrás.Así de
una rutina establecida y prontonos acostumbrantos. Entonces.duran- simple. Teníamosbrevesperíodosde descansoy volvíamosa mar-
le uno de los bombardeos, char.Despuésile doceh6rasestábamos reventados. Uno le drjo al ofi-
losjef'esnos ordenaronapagarel generador
que alimentabael radary cargabalas baterías.Las bombasparecían cial a cargoque si no andiibamos más despacioiba a llegara Teal con
:star todasapuntadasa ese lugar.así que apagamosla rnáquina.Te- una compañíamuy reducidaen número. Perollegarnosfinalmente.al
níamosla sensaciónde qr.relos ingleseshabíanconseguidolocalizar cabode unastreintahorasde marcha; ganamosa los Marinespor
les
:l generadorelectrónicantente. Y entonceslas bombasempezarona casi un día entero...Perohastael día de hoy no sé cómo lo logramos.
laer por todaspartes.Esto no detuvoel bombardeo,pero ahorano te- La camaradería. el apoyomutuo,la colaboracióncon los conlpañeros
níamosni ideade dóndeiban a caerlas bombas. es lo que nos pernritióllegar.
"La vida ya era espantosa "Mientrasestábamosestableciéndonos en Teal, organizando
antesdel bontbardeo.Si lo que que-
:íancon esoera tirar abajola moral.lo consiguieron.Si era un artilu- refugigs.haciendoté y comida, llegaronórdenesde que, a prittterrt
lLrzcleldí¿r.teníamosque avanzarsobreCasaEstltlcia.ttlitso lllcllos
3io psicológico,lo lograron.Como te decía,no sabíamosdóndeiban
I caer.Oíasel silbidoy sabíasque iba a pegarcerca.Y. ¡burnl Explo- lr otros treintakiltinretrosde distancia.¿,Quó cra cstl'JNtlnclt tttlts
¿rbaen las rocasjusto al lado nuestro.Y volabanmetrallay liagrnen- t ¡ t r i c r . o v o l v c r tr h l r ccr a l g <l a sí. Fu e h o r r cn cl tl . Pl tr l t ctttttl cl tl l l cg l tttto s i r
<tsde rocascn todasdirecciones. (iarcí¿r.
Ilntt dc mis corlrnañenls. l i s t r r r r 'i i t \ o e sl l r l r l r tl c ti l l r r r u r . l l l b ír u n o s ¡ r cr tl i tl r l ;.t l tl !tttto s ( l tl ( '( 'i l v( '
cs-
r ¡ l l r '\ l ) ; ¡ t s l t ) \ . r ) ( ( ) ¡ l o r ¡ r r t': t o ttt¡ tl t'l tttttt'ttl t' l ttttl l r r l l l ttl o s. l ¡ l t¡ t'l l tl s tl t'
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"Cerca de nosotroshabía unos infantes de marina. Había uno radio.No queríaotro apuro.Se habíanseparadode la ubicacióntlc la
que era un verdaderohijo de puta. Era un sorete,pero se creía supe- CompañíaB -los tipos con quieneshabíadesembarcado-y ahora
rior a todo el mundo.Los tipos veníande Chacoy manejabanuna ca- volvía paraunírseies.
"Habíamosllegado a una elevacióncercade Windy Gap, ca-
libre 50. Los que estabancon él no eranmucho mejores.Algunoste-
nían sólo veinte días de entrenamiento...¡pero eran marinosl mino a San Carlos.cuando siento un horrible zumbido por encima
Imbéciles.Honestamente. no tengo nada contra los chaqueños,aun- de nuestrascabezas.Nos echamoscuerpoa tierra de inmediato.Sa-
que tenganun cerebrodel tarnañode una arveja.Un día este sargento bíamos que se venía algo más. Esperamos,los segundosparecían
me ordenabajar de la montañapor el camino de Moody Brook a bus- minutos.Só1ohabíanpasadotres segundoscuandoaparecierondos
car un cajón de municiones.Tenía que hacerlo solo. encontrarloy Skyhawk argentinos.Yo llevabaconmigo la ametralladoratodo pro-
traerlo.Un cajónde municionespesamás de cincuentakilos y por en- pósito y giré para dispararen la vertical.Disparéunos cincuentati-
toncesyo ya pesabacuarenta.Sabíaque,por lo menos,debíamoscar- ros en la panza del avión que pasó volandojusto sobre mí, a sólo
garlo entre dos. Parapeor, la artillería inglesaya habíaempezado,por 150 metrosde ¿rltura. Podíaver cómo le pegabanlas balas.Cadauno
lo que yo debíacaminarcubriéndome.echándomecuerpoa tierra y de mis muchachosvació un cargadorde veinte tiros sobreel avión.
esquivando.Cuandole diie todo esto,me dio un puñetazotan fuerte El coheteque habíazumbadosobrenuestrascabezasproveníade un
que rodé cincuentametroscolina abajo.Hijo de puta' Otro muchacho arma antitanquede 84 mm disparadapor uno de los nuestros,a cu-
yas líneasnos aproximábamos. Informamosnuestrocontactopor ra-
se acercóa ayudarmey encontramoslas municiones.Era obvio que
dio y oímos.de parte cleotra patrulla que tenía un puestode obser-
los lrijos de puta las habíanabandonadoahí porqueeran demasiado
vagos como para cargarlashastaarriba. Debemosde haber caminado vación más alejado,que el avión habíacaído.Nunca se nos atribuyó
cinco o seiskilómetrosde regresoa Longdony á cadapasodel cami- esabaja.
no yo jurabaque iba a mataral hijo de puta.Juréque iba a matarloni
"Regresamos a nuestrocomandoen San Carlosy apenastuvi-
bien tuvieramediaoportunidad,pero no me pude acercaral tipo. Sa- mos tiempo de tomar una bebidacalientecuandorecibimosórdenes
bía que yo lo andababuscandoparamatarloy que iba en serio. de establecerun nuevo puestode observaciónen FanningHead. ',Es
"Más adelante,cuandoempezóla batalla,oí que andabapor ahí un trabajorápido,de docehorascomo máximo.Puedendejar susbul-
sin las botasy el casco,preguntando dírndeestabayo, del cagazoque tos y provisionesacá', nos dijeron. Las pelotas'Como siempre,las
tenía. Eso me dio gran satisl'acción. Tambiénoí que. despuésde Ia cosasse pusieronestúpidas.Pasaronveinticuatrohoras,cuarentay
gueffa,quedó tan tnal por el shockque perdió los dientesy el pelo' ocho. sin comidani bolsascledormir ni relevos,nada.Estuvimostres
Bien. Tambiénes posibleque desdeentonceshaya muerto.Si es así. clíasahí arriba. cagadosde hambre y de fiío. mientras el oficial del
la humanidadno perdiónada. otro lado de la líneano dejabade prometernosun reaprovisionamien-
to. Por entoncesya no podíamosmantenernos en pie por el hambrey
"Los médicostambién eran una mierda. Siemprehabrá tipos
que trataránde inventaralgo para que los mandende vuelta a casa. el fríc¡.Seguíamosenviandomensajespor ratlio y clave morse para
Pero era fácil descubrirlos.Nuestrosmédicostratabanincluso a los pedir nuestrosequiposy provisiones,Y nada'En un Inomento,apare-
enfermosde verdadcomo si fuesenmañeros.Yo tuve una infección ce en el cielo un helicóptero.un Scout.Fantástico.aquí vienenlas
jodida y se me hinchóla cara.Esperétresdíasparaver a un médicov provisiones.pensamos. Cuandoel Scoutaterrizó.arrojarona nuestros
recién entoncesel hijo de puta me miró, se rió y me dijo: 'Vuelva piesuna grancajade plásticogris. El sargentode la FuerzaAéreanos
cuandohaya perdido un dedo, ¿,meentendió'JMientrastanto. no Jo- dilo: 'Es Twiggy'.
un dedo en un "'i,Qué es Twiggy?'. le pregunté.'Son visoresnocturnosy
da'. Diez díasdespuésotro chico perdióefectivamente
accidente.El mismo rnédicole dijo: 'Vuelva cuandohaya perdidola cr¡tripoplra ustedes.'
"'A la nricrdacon Twiggy' ¿,Dónde estánnuestrasprovisiones?'
cabeza,soldado'.Los odiábamos."
"'No sé'. alcrtnztia decir antesde despegar.Nos quedamosahí
a laspatadasla Cqa ctln 10.000librases-
,'t.llr¡t,lo{lc\tc\.,,\s¿rrntnt<lr
Jerry Phillipsse movíacon cautelacuandoconducíaa srtpatru-
, l t ' t 't ¡ t t i ¡ r tr l ttl t'ttl r o . l .l r p l ttC l tn l o s h a sta h l tr tl tr n tl s. [) csp tl é s.
lla clc regresoa las líneasdel -JuParag¡ ¡gspttt-rt:-t
it lt,s lllttrtlttlosptlr I t 'r l r r l l r

¡ .'.'
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tambre,lo que se te ocurra.Mi Dios, la genteni se irnaginalo que y ataquey yo estabacomple-


llo. Era una patrullade reconocimiento
,ufrieronlos del -lo Ce Parasen esa marcha.Yo sé que esa marcha tamenteempapado,temblandode frío. Tambiénteníamosque echar-
'orzada nos en erlgunapartey observary esperar,pero paracuandose hizo de
es partede la historiadel regirnientoahora.pero no se la de-
,eoa nadie.Perdimosmuchísimopesoy algunosbuenostiposla pa- mañanaera rnásque evidenteque el fiío me habíaliquidadoy estaba
;aronn)uy mal. fueradel juego.Los muchachosme cargarony me llevaronde regreso
"En Estancia,las compañíasde rifleros fueron desplegadas en a nuestraslíneas.Me pusierondentrode mi bolsade dormir y Paul se
¡na líneade def'ensa enfrentandoStanley.Tardamosveinticuatroho- metióa mi ladoparaayudarmea entraren calorcon su cuerpoy revi-
as en establecernos y allí empezóa circular el nombrede l-ongdon. virme.De no habersidopor é1,no hubieracontadoel cuento."
bamosa atacarcasiinmediatamente. El planera sencillo:la artillería
ba a abrir tuego sobrela montañaparaatraerel fuegoenemigoy en- No hubo bienvenidasa los héroesparaJorgeAltieri y suscom-
onceslos equiposde rnisilesMilan ocuparíansus posicionesde fue- pañeroscuandoentraronexhaustosa PuertoStanley,alrededorclel l5
¡o pesado,con morterosde calibre 50. Podría haber resultado.La de abril. Parecíanmás un rebañode mulasen las últimas,que un ejér-
lompañía C estabaya en posicióncuando nos ordenaronvolver a cito conquistadorde ocupación.El lugar los desilusionó,era frío y
lstancia. abunido,y la poblaciónlocal no se moríapor darlesla bienvenida.
"Los comandantes en el cuartelgeneralde la brigadaquerían ''Nunca me voy a olvidar del fiío --tuenta con un estremeci-
¡ue esperáramos a que llegaran los Marinesy el restode los gorraspa- miento involuntario-. Nunca habíasentidoun r,ientopenetranteco-
'a montarun ataquecon todala brigada.Nos retiramosa Estanciay los mo el que hay en Malvlnas.No sé qué es lo que esperábamos encon-
iiguientesdiez díaspudimosdescansar un poco.Yo estabaatrinchera- trar. pero eso no se parecíaa nadaque jarnáshubiéramosimaginado.
lo en una colinabarridapor el viento.A la nocheIo único que se mc> Era un pueblucho.Pensanros que la capitalseríauna ciudad,pero no
tía eranlos centinelasy las patrullas.Nos la pasábamos sentadosallí, era másqlreun pueblo."
rbservand<l y esperando. Una nocheen que estabatcldooscurocomo Nlarchabanen nrcdio del caos que pasapor orden cuandoun
nca de lobo,yo estabatratandode asegurarbien el ponchoparaprote- cjércitotomaun lugar.c<lnun rctivo movimientode tropasy equiptls.
¡ermedel vientocuandocuatroexplosionesfuertessacudieronla tie- Los suboficialesgritabaninsultosque tratabande agilizara hombres
ra. Paul, mi compañero,me preguntóqué pasaba.Penséque era arti- agotados.que avanzabanconlo si fueranrebañosde ovejas,en tanto
lería. A la mañanaencontramoslos cráterescerca nuestroy después los oficialeslos responsabilizaban por la falta de planiflcaciónantici-
ros dijeron que los argentinosnos habíanbombardeadodurantela no- pada y por la ineficiencia,que eran en realidadsus propiasfaltas.
:he.Las bombasse habíanhundidoen el sueloantesde explotary la Aunque estabanal mando,los oficialesno parecíantener muchano-
ierra pantanosahabíaabsorbidola mayor partedel inrpacto. ción de qué era lo que teníanque hacero de lo que estabanhaciendo.
"El fiío. el viento. la lluvia y las marchasforzadasnos daban "Habíatantatropapor ahí que estabaconfundidísi¡¡s-¡3s¡s¡-
:adavez más y más hambre.Nos terminábamos hastala última miga da Jorge-. Finalmentenos destinarona un cobertizoo algo parccido.
le nuestrospaquetesde racionesy seguíamoscon hambre.Yo estaba Estabaoscureciendo y no pudimosver bien de qué se trataba,pero al
nuertode hambretodo el tiempo.Necesitábamos ntásalimentospara menos teníamosun lugar protegidodel viento para pasarla nochc.
:ombatirlos efectosdebilitantesdel clima. Las ampollasen los pies. Nuestrosoficialesempezarona tratarde averiguarqué se suponíar¡uc
os sabañones, las heladurasy la hipotermiaestabanhaciendoestragos teníamosque hacery a dóndeteníamosque ir."
)n nuestrasfilas.Todala ropa y las bolsasde dor¡nirestabanempapa- Jorgeno durrnió bien en ese improvisadodornritoriollcno tlc
las,pero teníamosque mantenerla moral alta.Teníamosque ayudar- hombresque se mol'ían.roncaban.lanzabangasesy se insulluhlrrr. St'
los unosa otrosa resistir,así que nos pasábamos el tiempobromean- alegrócuandose hizo de día.
lo y jodiendo unos con otros. Y funcionó.Tení¿rmos que cuidarnos "A primerahoracttnlenzamos l';ts:rnros
a marcharlttrcvitrrr('rrl('
nutuamentepara sobrevivir. Moody Brook.que habíasidoun canlp¿uncnto lrrrt:¡nr
tle los Ml¡rirrt's
"Fue la camaradería lo que salvó mi vida despuésde un patru- c o s . y a l l í s c 'a c a h ti cl ca n r i l to V co r ttr 'ttzti r ¡ tr r l ;u r ':r v l r t's,r r l .rn r .u r l r .l
laie. Habíamossalidode noche,mc caí al río v me nroiéhastael cue- c u c s [ l t l t r t i h t r . l u t ci r r l l ts n to tr l ;r i r l r s. ..\tttl l tl r ¡ r n tr trp o t t'l l t'tr ( n . r r .r '. r l r l l
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harnbrc,lo que se te ocurra.Mi Dios, la genteni se irnaginalo que llo. Era una patrullade reconocimientoy ataquey ytl cstablrcont¡rlt
sul'rieronlos del 3" Ce Parasen esa marcha.Yo sé que esa marcha tamenteempapado,temblandode frío. Tambiénteníatncts que cchar-
firrz¿rda es partede la historiadel regimientoahora,pero no se la de- nos en algunaparte y observary esperar,pero para cuandose hizo de
sco a nadie.Perdimosmuchísimopesoy algunosbuenostipos la pa- mañanaera más que evidenteque el frío me habíaliquidado y estaba
saronmuy mal. fuera del juego. Los muchachosme cargarony me llevaron de regreso
"En Estancia,las compañíasde rifleros fueron desplegadas en a nuestraslíneas.Me pusierondentrode mi bolsade domrir y Paul se
una línea de defensaenfrentandoStanley.Tardamosveinticuatroho- metió a mi lado paraayudamne a entraren calor con su cuerpoy revi-
ras en establecernos y allí empezóa circularel nombrede Longdon. virme. De no habersido oor é1.no hubieracontadoel cuento."
lbamosa atacarcasi inmediatamente. El plan era sencillo:la artillería
iba a abrir fuego sobrela montañaparaatraerel fuegoenemigoy en- No hubo bienvenidasa los héroesparaJorgeAttieri y suscom-
tonceslos equiposde rnisilesMilan ocuparíansusposicionesde fue- pañeroscuandoentraronexhaustosa PuertoStanley.alrededordel l5
go pesado,con morterosde calibre 50. Podría haber resultado.La de abril. Parecíanmás un rebañode mulasen las últimas,que un ejér-
CompañíaC estabaya en posicióncuando nos ordenaronvolver a cito conquistadorde ocupación.El lugar los desilusionó,era frío y
Estancia. aburrido,y la poblaciónlocal no se moríapor darlesla bienvenida.
"Los comandantesen el cuartel general de la brigada querían "Nunca me voy a olvidar del fiío --<:uentacon un estremeci-
que esperáramos a que llegaranlos Marinesy el restode Ios gorraspa- miento involuntario-. Nunca habíasentidoun viento penetranteco-
ra montar un ataquecon toda la brigada.Nos retiramosa Estanciay los mo el que hay en Malr,'inas. No sé qué es lo que esperábamos encon-
siguientesdiez díaspudimosdescansar un poco.Yo estabaatrinchera- trar, pero eso no se parecía¿rnada que jamás hubiéramosimaginado.
do en una colinabarridapor el viento.A la nochelo único que se mo- Era un pueblucho.Pensanros que la capitalseríauna ciudad,pero no
vía eran los centinelasy las patrullas.Nos la pasábamos sentadosallí. era más que un pueblo."
observandoy esperando. Una nocheen que estabatodo oscurocomo Marchabanen medio del caos que pasapor orden cuandoun
bocade lobo, yo estabatratandode asegurarbien el ponchoparaprote- ejércitotoma un lugar,con un activomovimientode tropasy equipos.
germe del viento cuandocuatro explosionesf'uertessacudieronla tie- Los suboficialesgritabaninsultosque tratabande agilizara hombres
rra. Paul, mi compañero.me preguntóqué pasaba.Penséque era arti- agotados.que avanzabancomo si fueranrebañosde ovejas,en tanto
llería. A la mañanaencontramoslos cráterescerca nuestroy después los oficialeslos responsabilizaban por la falta de planificaciónantici-
nos dijeron que los argentinosnos habíanbombardeadodurantela no- pada y por la ineficiencia.que eran en realidadsus propias faltas.
che. Las bombasse habíanhundidoen el sueloantesde explotary Ia Aunque estabanal mando,los oficialesno parecíantenermuchano-
tierra pantanosahabíaabsorbidola mayor partedel impacto. ción de qué era lo que teníanque hacero de lo que estabanhaciendo.
"El frío, el viento. la lluvia y las marchasforzadasnos daban "Habíatantatropapor ahí que estabaconfundidísi¡l1e -¡sgus¡-
cadavez más y más hambre.Nos terminábamos hastala última miga da Jorge-. Finalnlentc' nos rlcstinarona Llncobcrtizclo algo parecido.
de nuestrospaquetesde racionesy seguíamoscon hambre.Yo estaba Estabaclscurccienclo v n() puclirnosvcr bicn de qué se trataba.pero al
muertode hambretodo el tiempo.Necesitábarnos más alimentospara rnenosteníarnosun lugar protegidodeI viento para pasarla noche.
combatirlos ef'ect<ls dcbilillrrtlcs
tlcl clinur.l.lrsrrrrr¡rolllrs
crr los ¡rics. Nuestrosoficialesenrpezaron a tratarde averiguarqué se suponíaque
l o s s a b añt t ncs, llts ltclltrlru '¿r sy lr r lt i¡ lolt ' r ' nr ilr r ' s llr lr ¡ r nlr r r t ' lr '¡ r t l o( '\ l l u '( ) \ teníarlosque hacery a dóndeteníamosque ir."
en n u c s t ras l' il¿ts.'lirtllr llt to ¡t : r v llr s lr ols lr s t h' t lonnr ( ' \ l: r l ) : u r ( 'n r l ) i r l ) i l Jorgeno dr.rrmióbien en ese improvisadodormitorio lleno de
das, p cro t c¡rí¿tlll<ls(lt"tcIniu rler ) r ' l llr nr our l r r lllr . lt ' ¡ r uur ¡ t , s t ¡ r r t '; r r r r t l ; r r hombresque se movían,roncaban,lanzabangasesy se insultaban.Se
nos u n os a otros a re sistir, así quc r r os ¡ ' r as liblr r r r os
t - ' l lr c r r r ¡ r o l r . o n r t 'l r ¡ r alegrócuandose hizo de día.
do y jodiendo unos con otros. Y funcion(r. 'I'eníanlos que cuidarnos "A primera hora comenzamosa marcharnuevamente.Pasamos
mutuamentepara sobrevivir. Moody Brook. que habíasido un campamentode los Marinesbritáni-
"Fue la camaradería
lo que salvó mi vida despuésde un patru- cos. y allí se acabóel camino y comenzóuna largay pesadamarcha
llaje. Habíamossalidode noche.me caí al río y me mojé hastael cue- cuc\tu¡rrihu.hlrciullrsnlonlañas. And¿ihantos por cl lcrt'cnornristlif'í-
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( rl (lU('t('pur:dasimaginar.Al anochecerllegamosa una especicdc "El correo tanlbiénera un problema.Casi nuncarccibíantosna-


Its('()cn una nx)ntañay nos quedamosallí; a la mañanasiguientenos da. Un par dc tipos pudieronrecibir carta,pero apartecleeso no tuvi-
ortlcnuronllcgar a la cima, lo más alto posible.Una de las laderasque nros ningún contaclocon el mundo exterior.La ntoral estabamuy rc-
rhha haciacl oesteera muy escarpada.En la cima habíauna hondona- scntida.Nuestronrundoparccíahabcrsereducidoa la montañay nada
tla. corncrun crátcr enormeque se extendíahastaotro risco, y después más.Rccién en los últinlos clíasde la guerracnconftamoscartasapila-
otra hondonadatodavíamás grande.En estagran hondonadaíbaniosa dasen la üendade un sargento,nluchasestabandirigidas'Al Soldado
pasaraproximadamcntesesentadías.Se llamaba Monte Longdon. Al Argentino', de gcntcque nos queríadesearsucrtcdesdecasa.
ladtl cstabaDos Hermanas;nosotrosla llamábamosDos Tetas,si la "A partir clel l" dc nrayo los inglesesempezarona atacarnos
vicrasentenderíaspor qué. por aire y por nlar. Cladatanto nos bombardcabandesdelos barcosde
"E,n cuanto llegamos nos clrdenaronconstruir ¡xrsiciones.Pri- guerra o desclelos ar,iones.Así nos entcrantosque estabanvinienti<t.
nrerolevantábamosuna tienda,dcspuésconstruíamosun búnker al la- lv{e'acucrdodc una vez quc un Harricr inglés estabaatacancloblancos
clo o alrcdcdor.Yo tenía una con un anrigoen ntedio de dos grandes y uno de nuestrosavioncslo alacó desdeotra dircccirin.Nos dieron
rocas.Estabamuy saüsfechocon ella porqueestaba¡rerfectamente ca- ordende dispararlecon cualquicrart-tta a nucstradisposición.Cuando
nrufladacon el resto de la montaña.Tanrbiénpasamosmucho tiempo cstábamospor abrir fue-go.Baldini cancclóla ordcn.Y tambiénenvió
lcvantandolas ¡'lsiciones para nuestrossupcriores.Los últintos en la cancclaci(lna los artillcrr.lscn cl pucblo IPuerto Stattle¡,1.pcro lle-
llegarde I' Seccióntuvieronque construirIa posiciónparael tenientc gó dcnrasiadotardc.Rstahanatacandoal jet y lo denibaron.F.rauno
Bal<liniy suscabos,y yo ayudé a construiruna pa¡a el comandantede de los nuestros.
la conrpañía. el nrayorCarrizo.Tambiénhubclque construirposicio- "Oínrosque ltls inqlescshabíandesenrb¿rcado en cl otro lado
nes para los tcnientesNairotti y Lópet,y su gcnte. Baldini era un tipo <Jela isla IFulkhnd Orit'trtully habíanocupadopusicioncsen San
ioclido.nluy estricto,verdernilit¿r¡de la cabezaa los pies.En lo que Carlos.I-a nloral sc vino al suclo.Nuestrosof-iciales nos dijcron que
respectaal combate.él era el soldadoallá arriba,pero mejor que no te dcsdeahoraestábamos en alcrtaroja y quc teníanlosquc lcncr cuida-
lc cruz.aras. Yo estabadecidicloa mantenerrleapartadocle él todo lo do. Pero no nns dijcron naclasobrel<lsnrovimicntoso las posicioncs
r¡ucpudiera. británicas.Me pareccquc tcníannliedodc quc nos asustárantos y hu-
"Ttrdtlskrs días lcníamosque nrcjorary fortificar nucstrosbún- y'érantos. No sópor qué no nosdccían.
kcrs, tratÍr de linrpiar nuestrasarnraslo nrejorposibley dc-spuós co- "l-os bonlb¿rcleos tanlbiénteníanun efectopsicológicosobre
rrer a la cola para el rancho.Lo que casi sicmprenos dabanera una nosotros.Y em¡lezanros a darnoscuentaquc cra posiblcc¡uchubicra
sopaaguada.Una verdaderaporquería.No tuvimos una sola conlicla una batallaltontal. Habíaun gcncradorfi¡ncionandr) ccrcaclc la posi-
decenteen todo el ticmpo quc pasanrosallí. Yo sé de primera nrano ción quc yo compartíacon (]arcíay cablcstcndirkrsclcsdcallí. Hacía
que cl tcnicntc Baldini prescntriqueiaspor la contida,¡rcro no pasó ruido cuandocstabacn funcirlnanrienltl. Honcslanlcnkr. ltunCüSupr)
nacla.Nunca pudimos dornrir tttda una nor:ht:conrplctapclrel sistenta para qué serr,íA.l)espuósnrc cnlcréc¡uc: kl ustbanparaun racl¿ranti-
dc guardiasque habíanestablecido:dos horasde sueñcl,dos horas de pcrsonaque eslabacnrpllzltlo un poco nrásle.jos.Un equiponronito-
guarclia.Era una rutina agota<lora. Al principio compartíla tienda con rcaba cl radar y el gcncra<ftrr. lrslábamostodosconvcncidosde que
dos flacosllamadosGarcíay Quintana,pcro despuésQuintanase mu- cso cra kr c¡ucatraíalas bonrbascncmigas.
dó a compartircon el cabo Orozco. "l)urantc uno dc los bombardeosbajó una bombasilbandoy el
"l-a vida era una luchadiaria.No habíaningunaclascdc sanita- airc a nucstr()alrcdedorsc cvaporó.tsl estallidodesplazóuna roca
rios...Los oficialesnos dccíanquc cagáranlos dctrásclcnucslrasposi- enornlc que cayri sobrenucstraticnda y la Nzo petlazos.Por lbrtuna
ciones,¡pero no adelante! tsscuchábicn esto, el razonantientopara no estábamosdentro. García fue alcanzadopor la metralla. Tenía el
justificar estabrillante orden era que si el enemigose aproximaba¡se brazo abierto.Tambiénle pegó en el casco y casi le vuela la cabeza.
daría cuenta de nuestrapresenciapor el olor a mierda que vendría Estabatirado aullandode dolor. Salimos corriendode nuestrosrefu-
descleel frente de nuestrasposicitlnes!No les dimos bola y cagába- gios a ayudarlo.El tenienteBaldini, que estabadcl otro lado de la
rlroscn cualquierpafe. hondonacla, tty(l los gritrlsv vino crlrricncloa cxanrintra (iurcía. Nos
tlr.¡. t¡uc corrstruye'ranl()\
un¿lc¿rrnillade campañausandorifles y, Genielin.com
nucstr¿rs chaquetillas.y un cabo lo vendó. Hacía un frío helacloy a
(iarcía lo desvistieronhastala camisetay todavíateníamos
que car- era algo que podíanhacercon los ojos cerrados.Si podíanreventara
garlo varios kilómetros,montañaabajo,hastael puestode primeros algunosiba a sercomoun premio.
auxilios en las afuerasde PuertoArgentino.Habíamoshecho la ca- Larazón por la que tendríanque soportarestalarga marchafue
milla a las apuradasy García era pesado,fue una lucha bajar esa que un Super Etendardargentinohabía hundido al barco de carga
montaña.Hastanos atacóun Harrier.PobreGarcía.Tuvimos que po- Atlantic'Conveyor.con un Exocetde construcciónfrancesa.El barco
nerlo en el sueloy yo lo cubrí con mi cuerpo.No podíamoscreerque veníacargadohastala borda de helicópterospesadosChinook y otras
nos estabanatacandodesdeel aire mientrastratábamosde rescarara aeronaves. ademásde toda clasede provisiones.El retardadoque ha-
un camarada. bía cargadotodasesascosasen una sola nave,en lugar de distribuir-
"Escuchéque a otro tipo lo habíamatadouna bombaen Long- las entre toda la flota, merecíaque le cortaranlos huevos.Por culpa
don. Dijeron que lo había decapitado.La moral estabamuy baja. de su estupidezlas cosasseríanmás durasparalas tropas,que tenían
otro tipo se congelóuna noche,sin más.pero los oficialesno nos di- que marcharahoraa travésde un durísimoterritorio.
ieron nada.Era como si los conscriptosno importáramospara nada. Lo único que fastidió de verdada Dom respectode la orden de
creo que el solo hechode que no hubieracamillasy que a los heri- avanzarfue que no tuvo tiempode tomarun té antesde salir.La orden
dos hubieraque cargarlosmontañaabajo hastaencontrarun nlédico llegó cuandoél acababade regresarde una patrullanocturnacon su
lo dice todo." sección.Estabadesesperado por tomar un té para recargarlas baterías
porque sabíaque iba a ser una marchalarga,difícil y debilitante,y
Desdela playa de desembarco, Dom habíacruzadopuerto San que iban a necesitarcualquiertipo de ventaja.Partieron:eranuna lar-
carlos subiendohaciaPasodel viento. No necesitórnuchotiempopa- ga fila de hombresque avanzabanlentamente, cargadoscomo mulas,
ra darsecuentade por qué lo llamabanasí.Allí la CompañíaB del 3" que se resbalabany se hundían en un terreno que les destrozabalos
de Parasestablecitiuna baseque cubríael flanco de la cabezade pla- nlúsculos.Avanzabansubiendoy bajandocolinas.cruzandovalles y
ya, mientraslas lanchasde desembarco y los helicópterospasabanlas ríos helados,resbalandoen l'aderaspedregosas, siempreadelante,sin
veinticuatrohoras descargando provisionesy eludiendolos ¿rtaques respirohaciasu objetivo:PuertoStanley,la capitalde las Falklands.
léreosenemigosduranteel día. Los inrpacientes para.sestabantletelli- Ft¡e una de las peoresmarchasforzadasque Dom haya hecho
Jos allí. y de vez en cuandoenviabanpatruilascleavanzadaen caso nunca.Muchos hombresestabandoloridos. tenían las correasincrus-
1ueel enemigoestuvieratratandode sorprenderlos. tadasen el cuerpo.que les causabanlesionesy les ampollabanla piel.
Teníanganasde salir de una vez, de hacercontactocon los P¿rra Dom y algunosotros.era el pasoforzadode la marchalo que les
rombresque habíanvenido a combatir.Estar sentadosallí en el fiío y fastidiaba,porquedabala impresiónde que los que estabanmarcando
a lluvia no servíapara naday los argentinosiban a pagarlacarapor el ritmo de avanceno tenían en cuentala pesadacarga que portaban
;er los causantesde tantasmolestias. Ios hombres,ni su cansancio. Tendríanque habersido los hombresde
Algunosde los oficialesse estabanponiendomuy jodidos y lnenorestatura,como Dom, los que marcaranla velocidadde la mar-
)uantoantesllegarala orden de avanzar,tantasmenosposibilidades cha.en lugarde algúngiganteque dabapasosde sieteleguas.
labría de que algún cretinocon cintitasen los hombrosrecibierade "Por momentosnos,presionaban demasiado"-dice--. Pero
rlgúnsoldado-que terminaríaen el calabozo- un bien ganaclopun- siempreque los ánimosse debilitaban,los salvabauna de las mejorcs
apié en las bolas. arnurscon que siempreha contadoel soldadobritánico: el retorcidoy
La orden de avanzartomó a algunospor sorpresa,pero no al traviesohumor negro de Tommy Atkins. Y más adelantetuvieroncl
mparableDom. Lo único que les dijeronera que teníanque marchar, pcrversoplacerde ver cómo algunosde los gritonesy -¡qué l'clici
:argandola mayor cantidadde equipo posible, y cruzar los casr dad!- algunosde los instructoresde entrenamiento físico queclablrrr
rchentakilómetroshastaPuertoStanley,combatiendopor el camino. tiradosa la vera.dclcaminoporqueno dabanmás.Pocosdías¡rtn-rs
)araeso habíansido entrenadosy para
eso estabana[í. Es r.nás,eso t'sosntisnrosli¡'t<lshabíancstadoapestltndolc la vida a l)onr y u Lrs
trlrosrttrrchrtchoscn lit cubicrladcl ('ttnltcrru,
cxlrorllintkrloslr nrirnl('
136 n ( 'r \ ( '( 'n h t t t 't t t 'sttr tkl l 'ísi t'o . l ) cr o r 'n l r r vi r l r r tl cl so l r l l tr l o . l l t ti 'si sl t'r r r 't;r
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física,especialmente en el c¿rso ras, estabanabanicándose y tratandode decidir qué haccr.Los M¿rlr-


es tan importantecomo la preparación
nes.a los tropezones,todavíaestabana cuarentay ocho horasdc llr¿rr-
del Regimientode Paracaidistas'
La capacidadde resistiry la clecisiónjugaron un papeltan im- cha.Gentede mierda.Estabanperdiendoun tiempoprecioso.
portantecomo el que predicabanlos payasosvestidoscon brillantes Si los Paraspodíanver a los argentinos,los argentinossabían
que los Parasestabanallí, y Dom apostabatodo lo que tenía a que no
equiposde gimnasia.Podíaspasarteel día corriendoen una pistao en
estaríanperdiendoel tiempo. Seguroque estaríanreforzandosusposi-
un gimnasio,pero las cosasson diferentescuandolo que hay que ha-
cionesdefensivas.
cer es marcharcargandoel equipo. Esta marcha de mierda iba a ser
memorable.Iba a servir para diferenciara los verdaderosParasde los
que aparentaban serlo. A Dom le levantabael ánimo ver caer a los Kevin tampocose sorprendiócon las nLrevas órdenesde seguir
otros.Y cuaniloun gorra de la Marina,adjuntoa la CompañíaB. se avanzandoa pie. Despuésde todo. los Parassiemprehan estadoorgu-
cayó y se dobló el tobillo, Dom estabaencantado.Cuandonrástarde llosos de su capacidadde marcha.Era uno de los elementosbásicos
llegó la ordcn de dejar a los lesionadosallí dondecayeran.estabaex- del entrenamiento del Regimientode Paracaidistas. El tambiénse
tático.Saludabay sonreíaa los hombreslesionados que pasaba' unió a la largafila de soldadosque puteabany mascullaban, y comen-
"Sigan, muchachos,sigan adelante" -les decían los subofi- zó la marchaforzadaque iba a hacerhistoria.Era el comienzode un
ciales. avancede cincuentamillas parahacercontactocon el enemigo,que el
Las cosasiban bien para Dom. "No habíamanerade cargara Ejército Británico nunca supusoque sería llevado a cabo a pie. Los
generales sin rostro y los figuronesde Whitehall, que se habíanpasa-
nadie,y menostodavíade perderel ritmo a causade un gorra -re-
cuerclacon una gran sonrisa-. Pasaroncuatrodías antesde que los do añostratandode debilitar al Regimientode Paracaidistas, diciendo
que era obsoleto,ahorase iban a tenerque metersusopinionesdobla-
levantaraun helicóptero."
La CompañíaB iba a la vanguardia.al fiente de la línea.lide- dasya se sabedónde.
rando el batallón,pero cuandoDtlm se enteróde que el comandante Los Parasmarchabana la batallay no importabasi para eso ha-
de la compañía,el mayor Mike Argue, era quien iba al fiente. se le bía que andarcincuentao quinientasmillas. Los pelotudosde los go-
rras nunca podrían lograrlo sin helicópteroso transportesblindados.
cayó el alma al suelo.El may()rArgue era un ex oficial de los SAS.
pero Dom estabaconvencidode que ni él ni ningúnotro oficial tenían Perolos del 3" de Paraslo haríancomo soldados.
la mismapreparacióncn orientacióny lecturade cartasque la que te- Los dos días siguientesKevin y sus compañerosmarcharon
nían los soldados.con la cabezagacha,se lamentó:"N6s vamos a cruzandocolinas,ríos. pantanalesy cualquierotra cosaque se inter-
percler".Poco despuésquedódelnclstrado que tenía razón y tuvleron pusieraen su camino. No era fácil y estabantodos doloridos, pero el
que claruna vueltaen U. Lo irónicclde la situación despertósu senti- amor propio y la determinaciónlos empujabanadelante.En cuanto
sobre sus pasos. se cruzaban llegó a Teal, Kevin excavó una trincherade primera, para metersey
cloclelhumclr.A medidaque retrocedían
con sus compañerosde otras cottlpañíasque los mirabanintrigados. dormir, y comenzóa prepararseuna comida.Esperabatener un par de
"Hola. días de descanso. Mientrasalimentabasu dolorido y agotadocuerpo
Dolll no porlíaresistirla tentaciónde provocarlosun poco:
Jock. Hola Pete.Estányendo en la direcciónequivocada",Sus répli- con una comidabien merecida,le llegarondos noticiasnuevas.
cas ¡tl son la claseclelenguajeque se usa en una salabritánicaa la La primeraera que el 2" de ParashabíacapturadoGooseGreen,
horadel té. con algunasbajas. Algunos hombreshabían perdido la vida y otros
Siguieronavanzandopcsadamente. devorandolos kilómetros estabanheridos.y Kevin se preguntó si entre ellos habría alguno de
desde donde se diVisabaPuertclStan- sus compañerosde batallón.Toda ilusión de una guerrade mentiritas
hastallegar al Monte Estancia,
cuandoacl¡lraha y
la hrttma setlespejubun l¿tstttthcs. se desvanecióen ese instante.Tambiénescuchóla noticia del hundi-
ley u la d¡slancia.
Ahora est¿b¿tn tentadoramente cerca.pero todavíatendríannllis ll'tts- nrientodelAtlantic Convevory se dio cuentade innlediatodel impac-
tracigtres.Ya cstabanen posici(rn.divisabana los clcsorgltniz-ittlo: tlc to quc esedesastretendríasobrela guerray sobresí mismo.No cabía
cleStanley.cstabalrlistos.pcro llt ordcn clc llo
alltc¡.tr llclltlllr. rlrr<lairlgunudc qrreahorahabríaque caminara dondefuera.ya que
I'e¡sores
A llli ctr cl cu urlcl rle nlr ¡ lr k l t lc ll llr illr t lt t . c t t t t lt it t i t i l l r l t 'l o s l 'r t
Ios trorriloslrclit'ri¡.rtcrrls
cstahunt:n cl filntiodcl Atlántico.I-o quc nc-
u cll()s c t l ny l()t ¡ . S r ' l t ' l l t t ' l t l r¡ ' tn r llt lr o t :t tlt' so lo \ t' r t' st' ,rl nttt'ttl rr srr Genielin.com
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do, perocuilnd()lc pcdíi¡l sttldadou eurg()tlc lir tlrstrrlrucr()n
ho que me diera un poco, negócon la cabczay tlijo quc cnr ¡luir krs
ficiales.Si me dabaalgo se iba a ver en problemas.Ningunoclc los
uperioresperdió pesocomo ios conscriptos.
"Lo que recuerdoes que los díaspasabancomo en una niebla
n la que tratábamosde sobrevivir.Los inglesesempezarona bombar-
earnos,primero desdeel mar y despuéspor tierra. y así nos entera-
ros que habíanllegado.Un día volvimos al rancho,que estabacomo
unos 400 metros detrásde nuestraposición, a ver si conseguíamos
n poco más de comida. Eramosdos y teníamosque costearla ladera
,arallegar hastaallí. No habíamosvisto soldadosinglesesaunqueel
uego de artillería había recomenzado.Baldini estabaen la cima con
us binoculares,tratandode detectarlas bateríasenemigas.Estábamos
ablandocon el soldadodel rancho, cuando le cambió la ca¡a y nos
Lijo:'Ojo, Baldini estáviniendo para acá'.
"Nos dimos vuelta y nos encontramoscon é1,caraa cara. Pare-
ía que se había vuelto loco. Más conmigo que con el otro soldado,
ne parece.Nos hizo hacer salto de rana y avanzaren cuatro patasto-
Cuandolos soldadosdel 3" Pararecibieronla orden de avan-
lo el camino de vuelta a nuestrasposiciones.Yo estabaaterradopor
zar desdela cabezade playa de PuertoS¿rnCarlos,Denzil se sintió
a furia, los alaridosy la falta de control del tipo.
aturdido.Por momentostambiénse sentíafascinadoy cuandono, se
"Al llegar a nuestraposición traté de explicarleque no era de-
sentíalisa y Ilanamenteirritado.Pasóun buen tiempo preguntándose
obediencia,pero se puso todavíamás loco. Sacó su pistola de 9 mm,
por la sabiduría.incluso la cordura.de los que habíantomado la de-
a amartilló y me la clavó en la nuca. Yo sentíala presión del caño
cisión de ordenaruna movida como esaen condicionestan espanto-
ontra mi cabeza.Estaballorando y temblandode miedo. Baldini au-
sas.Existía una sola palabracapazde describirel clima: diabólico.
laba: 'Te voy a matar, soldado'. Yo lloraba de terror. Ya me veía
No era sólo el clima: era el tortuosoterrenoque los muchachoste-
luerto. Era un tipo que te podía pegarun tiro y dejartefrío. Entonces.
nían que crLlzarcclntodo el peso que debíancargar.No tenía dudas
rn repentinamentecomo habíaestallado,guardóla pistola y me man-
de que los hombresde su batallónpodíancompletaresamarchama-
ó de vuelta a mi posición. Yo estabadestrozado,penséque me iba a
ratónica.pero le preocupabapensaren qué condicionesquedaríanal
quidar de verdad.Despuésde eso me aseguréde no volver a cftIzar-
del Ejército.y de los jefes, hacerlosmarchar
final. Era característico
re con é1."
hastaque arrastraranlas bolaspor el piso.
Al final de la marchano habríanada.Simplenrentenada,sal-
vo hueveary esperar.Sabíaque iba a ser así porqueya lo habíanhe,
cho en los ejercicios.Debe haber fbrmas mejores,pensaba,pero si
los hombresque teníantodos los galonesdecíanque habíaque mar-
char, entonceshabía que rlarchar.Eso no le intpedíamascullarsus
protestasni unirsea las de los dernása medidaque marchaban.
Le irritaba.y a vecesle daba rabia. que hubieranhundido al
Atl¿mtir-Cont'eyor.Lo habíanvisto irse al fbndo. semejanfcbarco,v
cualquierapodíadarsecuentade que era un objetivoprincipul.¿,A

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qué pedazode imbécil podía ocumírselecargartorJoslos helicópte- Estabaen el pelotónde morterosde la Compañíade Apoyo y
ros en un solo barco? También había Harriers Y se habían ido a pi- fite enviadocon sus dos morterosy su gentea sumarsea la Compa-
que. Dios, qué cagada. ñía B. Era suboficialde carrera.un cabo.y su trabajoera pelearpor
Un tractor civil se unió a la marcha.Arrastrabaun acoplado su país.
donde llevabala última novedaddel batallón,los misilesantitanque "Cuandoel regimientollegó a Longdon,el oficial comandante
Milan. A vecesDenzil se unía a un par de otros soldados,doloridosy distribuyóa sushombresa lo largo de toda la cumbre.que medíaal-
hastiadoscomo é1,y juntos lograbanque el vehículo,a los bandazos, rededorde mil metrosy estabasalpicadade grandesrocas.A mí me
los llevaraun trecho.¡Seroperadorde radio tiene suscompensaciones! mandarona la ladera Oeste de la montaña,la más escarpada.Los
Era un pequeñolujo en un entornocruel. El otro lujo de Denzil e!'aso- hombresestabanbien distribuidosy tan pronto supimosdóndeesta-
ñar, lo que distraíasu mentede sus pies mojadosy doloridos.Soñaba ban nuestrasposicionesempezamosa construirlas defensas.Yo ubi-
simplementecon las deliciasde su restaurantechino preferidoy con el qué mis dos morterosen la laderaOestemirandohacia CasaEstan-
lujo que seríaaterrizaren una confortablecama tibia con sábanaslim- cia. Levantéuna buenamuralla alrededorde mi posición,pero ésta
pias. No era el único que sufría las incomodidadesde la penosamar= no me gustaba,para nada.Algo estabamal, no sabíaqué, pero no
cha. Y mientrascontinuabanavanzando,sabíaque no entraríanen me sentíabien. Podemosllamarloun sextosentido."
combateinmediatamente. No estabanen condicionesde pelearuna ba- El gigantescocabo y sus hombrespasabanlos cortos,aburri-
talla en serio.Necesitabandescansary recargarlas baterías.Necesita- dos y grisesdías de Falklandscharlandoy preguntándose si los bri-
ban comer,dormir, secarsey tenertientpo para estirarlos pies hincha- tánicosvendrían,antesde acurrucarse para pasar-lanocheen suspo-
dos y darle descansoa los músculosentumecidos. Caminarona duras sicionesfrías y empapadas.Hablaban de sus casasy de lo que
penasmásallá de la ensenada de TealhaciaCasaEstanciay las alturas hacíanen ese lugar y de la falta de información.Tratabande adivi-
dominantes del Monte Estancia,desdedondedivisabansu destinoúlti- nar lo que estabaocurriendo,lo que le sucedíaal de al lado y luego
mo, PuertoStanley,allá lejos,cubiertopor la nieblay las nubesbajas. se preguntaban,unos a otros. en buscade una confirmaciónsobre
A medidaque se instalabanen sus nuevasposiciones,Denzil aquellode lo cual no teníanni una clave.No era nadanuevo,sino al-
se sorprendiógratamentepor el estadodel batallón. Aparte del can- go que los soldadoshabíanpracticadodurantesiglos para pasarlas
sancio y algunosproblemasen los pies, se los veía bastantebien. largase incómodashoras.Peroera nuevoparaestosargentinos.
Luego de descansarun poco estaríanfrescoscomo lechugas,siem- La moral comenzó a caer. Era el frío, el frío que no se iba, lo
pre y cuandono se quedarandemasiadotiempo en medio de estallu- que los resquebrajaba por dentro.Despuésla lluvia, heladae impla-
via helada y pegajosa.Con unos pocos días sería suficiente,y luego cable.Sólo sobrevivirse convertíaen una pesadatareacotidiana.Y
seguir,a haceraquello para lo cual habíanvenido. mantenerlas armasen condicionesen eseclima horrible se convertía
Haraganeardemasiadotiempo seríatan perjudicial como obli- en una rutina agónica.El colmo era la desconsideración que la jerar-
garlos a entrar en batalla al final de una marchaagotadora.Había un quía tenía por las condicionesde los soldadosque luchabanpor so-
1
término medio y rogabaa Dios que los oficiales,allá en el comando, brevivir en las colinaspeladas.A los conscriptosse los tratabamal,
I

se dieran cuenta.Pero, por supuesto,no lo hicieron, y cuanto más es- con negligencia.Carrizo reñía y discutíacon el tenienteBaldini en
¡
peraban,más crecían los temoresde Denzil. Los muchachosempe- un vano intentopor mejorarlas condicionesy la moral de la tropa.
zabana fastidiarsecon tanto no hacer nada mientras los jefazos se "Era un buen soldado,pero no le gustabanlos conscriptosy
pavoneaban en vez de meterleparaadelante. r--slaba un poco enfermo de poder.Andaba siempreladrandoórdenes.
Unos pocos kilómetrosmás allá. también los argentinosper- Ordencs.órdenes.todo el tiempo. Y las cosasse ponían cada vez
manecíansentados.preguntándosey esperando. I
¡rcor.I-a conridaera terrible.Tomábanlosté aguadoa la mañanay
i sopauguadacon una galletaa la tarde.No podíaentenderqué pasa-
Había algo en Monte Longdonque a OscarCarrizo no le gus- hrr.t¡urinlc cslubapasandoa nrí. qué nos pasabaa todos.Era terrible.
taba.No le caíabien la forma curiosadel monteni la posiciónque él lirtlost'slri[r:rnros
hcllttkrs,tttojtttlos La nrrtralsc hun-
v harnbricnt<ls.
octtpaban.
y suscarn¿ll-adas t l r r r n : i s r 'l t t l l t t l í : t l ) l tsl th r ttt i tl i o tt't't's. l l t't'i h Íl r r tr o s r i n l e n cs cstr i tr i tl l r s.
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como afeitarnoscon agua fría. Imaginen la mentalidadde alguien pestes.La artilleía inglesanos bombardeaba. Se nos pennitíaun so-
que le ordena a un grupo de soldadoscagadosde frío, mojados, de- Io ciganillo diario. Hacíamoscigarrilloscon pastoy papelhigiénico.
sanimadosy hambrientosque se af'eitencon aguafría. Estábamosmojados,helados.deprimidosy hambrientos.A un par
"Se estabagenerandoun mal clima y uno lo podía sentir. de muchachoslos descubrieronrobandocomida, unas pocas galle-
Otrasunidacles recibíanun trato diferentey mejor.A los tipos de las tas. EI castigofue estaquearlos en el suelo bajo la lluvia. Me sentí
FuerzasEspecialesde la Marina no les gustabanlos conscriptosy muy mal por ellos."
tampocolos soldadosde canera como yo. Nos mirabanpor encima
del hombro. Nunca me voy a olvidar de ellos ni de su arrogancia. Todo se combinabapara hacer la vida absolutamenteintolera-
Sus racioneseran mucho mejoresque las nuestrasy también su sis- ble para Luis Leccesey sus desdichadoscompañerosconscriptos.
tema de suministros.Hastael día de hov me acuerdocómo se senta- "Los bombardeosde la artillería aumentabancada día. Duran-
ban frente a nosotrosy se poníana comer despacio,sólo parajoder- te el día abúan fuego sobre nosotrosdesdetierra y a la noche se les
nos. Sabíanque teníamoshambre. Se portaban como verdaderos unía la Marina. Era muy psicológico.Nos parecíaque cada vez que
hijos de puta." encendíanel radar antipersonay su generadorempezabael bombar-
A medidaque crecíala miseria,crecíantanrbiénlas discusio- deo. Los proyectilespegabancerca,dentro de un áreacircular próxi-
nes entre los oficiales y los funcionariosdel gobierno,que no que- nla a nuestrasposiciones.Cuando apagabanel radar,los proyectiles
rían escucharo reconocerlo que teníandelantede los ojos. La moral se desviaban.
se f ue a pique y e-mpezóa reinarla confusión. "Yo solía hacer la guardia mirando al cielo. De día no había
"Un día fui llamadoa una reunióny se rne dijo: 'No le dispe- sol, sólo nieblay lluvia, pero de nochedespejaba. Levantabala visra
ren a los ingleses.Son órdenesde BuenosAires'. y miraba las estrellasen un cielo transparente.Eran nocheslímpidas,
"Quizás estécercala paz. pensé.y las cosasmejoren.Esa or- muy frías, en las que podía contar las estrellas.Cerca del amanecer
den nuncacambió,nuncafue revocada.Cuandoempezaronlos tiros aparecíauna líneanegray junto con ella la nieblay la lluvia.
las órdenesdel gobiernotodavíaestabanen pie. Nos preguntábamos "Más o menos una semanaantesde la batalla,una noche en
qué hacersi llegabanlos británicos.¿Lestirábamoso sólo les dispa- que estabade guardia, oí voces, voces extrañas.Asomé la cabezay
rábamospor encirnade la cabeza?Hasta el día de hoy me dura la me esforcé por escucharlas.No podía entenderlo que decían. Eran
confusión. como un rumor arrastradopor el viento. Penséque era algo raro pero
"Lo mismo con el hechode que no se nos perrnitíadecirlena- nunca dije nada.Penséque quizásestabaalucinando.Eso me pasó
da a la tropa. Ni que los británicoshabíandesembarcado ni que dos o tres veces;vocesrealmenteextrañas.
avanzabanhacia nosotros.Lo único que se nos permitía decir era "Una noche se levantó un viento infernal. Oí las vocesde nue-
que si alguno abandonabasu posición seríaseveramente castigado. vo. Esta vez algunos de los otros centinelaslas escucharony le pi-
Empecéa pensarque los oficialeso los comandantes comenzaríana dieron a los gritos la contraseñaa un soldado que se acercaba.No
dispararnosa nosotrosantesde que lo hicieranlos ingleses. hubo respuesta.Tal vez no llegó a escucharpor el sonido del viento,
"Recuerdohaberledicho al tenienteBaldini unosdíasantesde pero le dispararon.Las balas silbabanpor la ladera."
la batallaque a los nruchachoshabíaque decirleslo que pasaba:que
los inglesesse venían.Luego de pensarloestuvode acuerdoy les di- También SantiagoGauto tenía seriosrecelosacercade la vida
jo. Hizo bien, porque poco despuésla artilleríade ellos abrió fuegtr en Ia montañay en particular respectode su posición cercadel radar
sobrenosotrosy a un pibejovencito una explosiónle arrancóel bra- antipersona.
zo. "Odiábamos esa cosa de mierda. Tratábamosde mantenernos
"La cosaveníaseria.Lo que nos dijeron despuésera que si al- lo más lejos posible porque parecíaque los ingleses,desdeel primer
guien pensabadesertarseríafusilado.Cualquicraqtle rctrocediera I n)orncntoen que llegaron,sabíanque estabaahí. Los proyectilesy
tanrbiénscrí¿rfusilado. Era una locura y las cosassc poníatr¡lcol'. 2 llrs bo¡nb¿rsinglcszrssiemprele dabancerca.Todavíahoy puedooír
('usi ntl lcníurrroscoutirla.No tcrtí¿ttttos
ttti'tlicos.Ilaltlirriccltrthlr cl zr¡nlbitlor¡uelrlrcíucadu vcz r¡uc lo cnccntlían.Dcbe habcr sido
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cesitabaen ese momento era descansoy comida. En los próxtmos nunca en nri vida. El tenienteBaldini nunca nos dirigió la palabra,
con que conta- simplenrente lo seguíamos por los montes.Cuandollegamosa Monte
díasiba a necesitarcadagramode fuerzay resistencia
ra. Descanso y comida, se dijo a sí mismo mientras se echabaa dor- Longdon, señalónuestrasposicionesy nos dijo que empezáramos a
mir. Pero no seríaasí. cavar.Nos ubicaron,secciónpor sección,y yo estabaen la sección
Con la diana,justo antesdel amanecer.llegaronnuevasórde- del caboCasio.Como casitodoslos demáscabos,era un vago hijo de
puta.pero habíaotro, el caboRíos,que era el peorde todos.Se porta-
nes,más marchas,más sudor,más puteadas.otros dos días cruzando
terrenosin caminosy despuéshaceruna curva haciaCasaEstanciay ban como si ellosfueranla ley.
"Estabascavandocomo un esclavocon tu compañero,constru-
subir al Monte Estancia,desdedonde se veían Monte Longdon y
Puerto Stanley.Kevin estabacontento,aún estabanbien por delante yendo un búnker,y aparecía,te señalabaun lugar y te ordenabaque
de los Marines y de los figuronesde apoyo logístico. Venía de mar- construyeras un búnkerparaé1.Nadade 'por favor' ni de pedir ayuda.
Se quedaba paradoallí, vago de mierda,especificandocómo lo queúa
char hastapelar las suelas.Pero "ya está por terminarse",se dijo.
Aunque la marchaforzadaera matadora,formabapartede la naturale- y dándoteórdenes.Cinco o seisdíasdespuésvolvía y te decíaque ese
za de la bestia:accióndura,veloz.y agresiva.Eso es lo que les habían lugar no servíaporquefiltrabaaguay te mandabaa otro sitio a cons-
inculcadodesdeel primerdía de entrenamiento. truir otro. Debemoshaberconstruidocomo diez búnkers.Por lo que
Al principio Kevin estabasatisfechocon la orden llegadadel yo recuerdo,el tenienteBaldini fue el único oficial que no cambióde
posición.
Cuartel Central de no seguir avanzando.Podríandescansarallí hasta
"Estaren esemonteera como vivir en el inflerno.El clima, el
que los alcanzaranlos Marines, pero despuésempezóa darsecuellta
de que si el enemigoteníahuevos,todo el 3o de Parasiba a estaren viento, la lluvia, la niebla y el frío se te metíanhastalos huesos.
dificultades.Estabanen la vanguardia,completamente solos' sin nin- Cuandono estabasarreglandotu propio búnker o construyendootros
*r'!.r
gún apoyo.Si los rolesse invertían.el enrr*+i¡'*t ih¡ it \Lrrdnfi:itt paraesosvagosde porquería,teníasque subir y bajar el monte hom-
rillas.Se preguntósi tendríanel corajenectfa¡¡i)['¡itr*rs¡rit ¡ ¡r)tictir'' breandomuniciones.Con un helicópterohabríabastadoparasubir to-
a prueba.Los otros soldadostambiéntxlaban ltlqutütü5.5i il.lit'l-ir¡l!'¡" do lo necesario, pero el único que vi fue el que arrojó nuestrosequi-
gado tan lejos, ¿por qué no le metíanpara adelantey terminabancon pos dos o tres días despuésde que llegamos.Así era nuestrarutina
todo esteasuntode una vez? diaria: construir.deslomarse.ir v venir. La moral estababajísima.Na-
Hastael día de hoy Kevin opinar¡uetendríanque habersegui- die dormía lo necesarioporquedespuésde pasarteel día deslomándo-
do avanzando."Hubiéramosperdido mál txxnhres,pero la guerra se te muerto de frío y de hambre,teníasque hacer guardiacada dos ho-
habríaterminadomucho antes.IVIeimagino qur: si el 16" de Parasto- ras todasias noches.Ninguno de nuestrossuperioresdemostróel
davíaexistieray hubieraestadoallí con nosoln)s.habríamosavanzado rnenorintc-rés por nosotros.
"No habíaárbolesni cercosque pararanun poco el viento y los
y los hubiéramoshechopolvo de inmediato.Ferrl en lugar de eso. tu-
vinrosque esperara los Marines." caboseran unosvagosde mierda,que cuandoteníanfrío nos manda-
ban a buscarleña para poderprenderfuego y calentarse.Si no había
Ese mismo ril1e que Luis Leccesehabíadi:.p'*nirlouna sola vez' árbolesni maton'ales, seentiendeque tampocohabialeña.
"Muy' pronto la supervivencia se convirtióen lo prioritario.Yo
colgabaahorade su cuello mientrasavanzabapes;rltunentepor Puerto
Stanley,bajo el viento y la lluvia. A pesarde esilr h*iado hastalos cstabaadelgazando muchísimodebidoa todo el trabajopesadoquc tc'
huesos.transpiraba. El conscnptode diecintleveañ¡r:nli¡abaa los ci- níaquc hacerbajocualquierclima.y debidoa la faltade comida.'l'rrr
viles del lugar y éstoslo contemplabansin ningunaexpr*siónen sus tar dc cscabullirte parabuscarcornidaera muv peligrosoprlrr¡uc cl .jo
rostros."Qué lugar",pensó.Nuncahabíavisto nadapare*'lrin. tlido tlc (.rsio cstabavigilandotodo el ticmpo. Cuando llcgabacl
"Nos acostaronesanocheen una especiede escuelay a la ma- tancltofilrnrírbanxrs una fila pararecibiralgo que n()c-ramásc¡ucugrr:r
.,rrcilr.Sc suponílrc¡ucIodrlsrecibíarnos la mismac<lnlida.pcr()('strl
ñana nos dieron un jarro de mate cocido con un pedaztrde pan. antes
de marchartras el tenienteBaldini. montañaarriba.Er* pesadísimo l)it:.l)iuir(l()
lhí I rcí¿rslos privilcgiosqrrclcníirnlos rlficiirlcsy los srr
andar sobreese terrenopantanosoen el que te hunclías.Sudé cotn<r l ) l r ( '\ i r ) \ \ t r l ) ( 't i () tr '\ l l l e r ttu r 'ttl , tl r '',t't- l o s l r l ) l r r l :u ¡ r cr l l tzo s tl t'r 'l r n r t't'¡ t
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hacia fines de la primera semanade junio. No teníamosnoción del Stanleyalcancéa ver un barcopintadocon crucesro.jasrlcscrrrhur-
tiempo ahí arrib¿r.La mitad del tiempo no sabíani qué día de la se- candocientosde soldadosargentinos.Salíany salíanc()nloLnrno.
mana era. Una noche estábamostodos en nuestrasposicionesen la Esto no estabaen los planes.Se suponíaque era un buqueho.spital.
cumbre.Era nochecerada, totalmenteoscura,y eseradarde mierda no un carguerode tropas.Estos últimos son objetivos legítirnosy
se pone a chillar: 'Atención.Alerta roja. Enemigoenfrente'.Y los ti- la idea me excitabay me irritaba.Cada vez que llamé para infirr-
pos que estabandetrásde mí con grandesametralladoras12.7 mm mar. el nialdito QM me interrumpía,me gruñía algo sobre sus se-
abrieronfuego. Las balas que disparabaneran inf'ernales,grandes. ñales de reabastecimientoy me sacabadel aire. Comencé a pedir
Le abren unos agujerosenorrnesa la gente. Los boludos disparaban un pelotón de Harrier para que bombardearanaquellamierda.pero
hacia abajojusto por encimade nuestrascabezas.Diez minutosdu- el QM y los demásoficiales de culo fruncido no parecíaninteresa-
raron los tiros enloquecidoscon estasmierdasenormesque nos sil- dos en lo que les decía.Todavíame pongo como loco cuandopien-
babanpor encima de la cabeza,hastaque se dio la orden: 'Alto el so en esedía.
fuego.El objetivo dejó de moverse'..." "Lo siguienteque vimos fue una patrulla--{reo que de Infan-
tes de Marina- que bajaba,bajo fuego de morteros,del Monte
Jeny Phillips era, como los demásde su patrulla,una criatura Longdon.Estabanen pleno descampadoy yo queríaayudar,pero no
de la noche.La oscuridadera su amiga,su aliada,y no albergabate- podía hacer nada.Me sentíamuy mal por ellos, pero cada vez que
morespara é1.Encubríasu sigilo cuandose desplazabaen buscade queríallamar a una misión de fuego para ayudarlosme sacabandel
posicionespara llevar a cabo su tarealetal. Sabíaque tan pronto lle- aire. Lo único que dije fue 'váyansea la mierda' y no volví a llamar
garaa CasaEstanciasaldríacon su patrulla. Estabade buen humor a durantedos días.
pesarde todo porque se acercabanal enemigoy a eso habíavenido: "Más tardese nos pidió que volviéramosy nos dierondos días
a poneren juego su habilidad. de descanso.Le contéa algunosmuchachoslo que habíamosvisto y
Cuandocayó la oscuridadtomó a sus hombresy los condujo me enteréde que los SAS teníanuna batallagrandeen Estancia.De-
una vez más fuera de las líneasdel 3" Parahaciala laderadel Monte be haber sido dura porque todas las patrullasde nuestracompañía
Estancia.Los centinelasargentinos.cclnscriptos,temblandoen sus informaban de .sangre.pedazosde carne y vendajesdesparramados
posiciones,no lograrondetectarloscuandose deslizaroncomo fan; por toda el área.Por la fbrma en que las cosasestabanesparcidas.
tasmasen la oscuridady en silencioinstalaronun OP frente al Mon- los SAS se debenhaberenfrentadoal menosa setentaenemigos.Pa-
te Longdon antesde quedarsequietos a esperarel amanecer. samoslos dos días comiendo,durmiendoy revisandonuestroequi-
"Con las primerasluces.todo lo que veíamosa nuestroalrede- po. Paraentoncesel CO habíainiciado lo que llamabaabrir brechas
dor eran cajasde provectiles.apósitosempapadosen sangrey cartu- en objetivoscercanos.Uno de los sargentosdel pelotón.John Pettin-
chos usados.Estabanpor todos lados.Algo grandehabíapasadoen ger, había completadouna y había descubiertouna forma de atrave-
ese lugar y hacíamuy poco. Longdon quedabacomo a dos kilóme- sar las líneasenemigasy llegara Longdonpor detrásde ellas.Desde
tros y alcanzabaa ver un helicópteroenemigohumeandosobre el un punto de vista militar. esto era brillante.Grandesnoticias.Había
suelo bastantecerca.Al frente tenía una vista panorámicade Long- llegadohastala cima de Longdon, tan cercade ellos que era capaz
don. Dos Hermanas,Monte Tumbledown y, a la distanuia,Puerto de permanecerechadocercade sus trincherasy guardiasescuchán-
Stanley.Comencé a informar por radio acercadel heiicópterocaído cloloshablar.Estabatan cercaque casi los podía tocar.
y el sangrientocampode batallacuandoel QM me interrumpióy me "Me adelantéy le preguntéal CO si podía sumarrle a una de
dijo que salieraclel aire porque esperabaseñalesde un reabasteci- esaspatrullasy hostigaral enemigocomo fiancotiradorparatirarles
miento de suniinistros.Pensé:'Tarado,quiero informar al comando lllr.io l:r moral. Se me habíaenseñadoque si uno les disparabacuan-
lo que veo. Los malditos suministrospuedenesperar'.Me dio mu- tkr salíana buscarcomida o mientrascagaban,eso los trastornabay
cha rabia. Ios lracíat¡ucdaren sus agujeros.El CO dio luz verde y formamos
"Comencéa ¡nir¿rr haciaStanleyy la bahíaccrnmis prismítti- rrrrr't¡tri¡xrtlc cuatro francotiradores: eI pequcn()Dickie Absolon.
cos dc exploraci,'il.urll pie'zamtty potcnte.Iln l¿tlnis¡rlabahíatlc Itrll lllrrrr:rrtl.Kcr' ('irporrv yo. Pcrrrlos ¡ricscleK¡." eri-u.l
uit crnhro,
ll o . E ,staba n cu bicrtos d c s angr c qt r c lc c lt or ¡ t ' ; t lr ; t t k ' t t l¡ o t l t 'l r t s l r o l ; t r lr'tr,,lr1'(rlltttrrrlr ' |.tOt¡rut,rlrtrolttl'1'1r. Genielin.com
,lltiltt, Irtiltt.
lrttntll'otl¡ltt's
De ningunamanerapodíavenir. , tt(lr,u r (|nr()lr\. ttttttu(t()tt('\\(' tlr'sli¿rtllttt
prlr cl elUltr.ll¿tllialllo:
"Sal imos para hacer contacto con uno de nuestrtts()l' tlt' llr'l':r,1.rn;rslr'¡, s tlt'1. r¡rrcrrrcirrragirutba. h,stirhanlos cncintadc
avanzada,que actuaríacomo puesto de retaguardiaen caso tlc t¡ttt' t'llos l)rt krr' rlrlrlrtlcllrntc c()n una radio,yo teníaotra y Bill tenía
tuviéramos que retirarnos de apuro. Entoncescomenzamosa oír tul (,triruril\.r'tnr'ucl)ltr nlelroslnítsatrás,pero se estabaquedando.Em-
zumbido. Enseguidael mundo entró en erupción alrededorde nost¡- l)('r'('irnrrtlunrccon eilpor c¡ucdarse tan atrásy me di vueltaparaha-
tros. BombarderosCanberra argentinosse habían acercadovolando lrlrr¡ton l)ickic. C'uandome volví ya no podíaver a Bill. Dickie y
alto y soltaron todo lo que traían sobre la zona. Estuvo cerca, pero 1o scstrirnos ar¡'astrándonos cuestaaniba,muy, muy despacio, y lue-
salimos bien. Avanzamosy tomamos posición antesde las primeras !() nos tlctu'"'inros para prepararnuestrasarmas.Yo buscabaobjeti-
luces,pero en vez de dispararnos dedicamosa pedir cortinasde arti- \()s con nri visor nocturno.Sabíaque todo estabaa punto porquepo-
llería sobre Longdon. Yo me encontrabaen el lado Norte mirando tlíu dirisar las cabezasde unos patosy gansoscomo a trescientos
hacia abajo, hacia una especiede concavidadcerca del collado de la t))ctros justo antesde salir.
montaña.Vi a más o menos cincuentaargies haciendocola para al- "Estoy buscandoobjetivosjusto cuandoveo a un tipo parado
go, supongoque para la comida, y llamé a la artillería. Tuve proble- sobrela montañaa 150 metros.No pude resistirme.Era un objetivo,
mas al principio porque no sabíabien cómo hacerlo y los proyectiles no un ser humano,sino simplementeun objetivo,y los objetivtts
caíanpor toda la zona.Luego de media docenade misionesde fuego eacn cuandouno les pega.Hice una primerapresiónsobremi gatillo
le tomé la mano y pedí descargasconcentradasen áreasreducidas. 1'.en la cruz verde luminosa de la mira, el tipo estabatodavíaahí.
Los enemigoscorrían por todas partes.Una vez que establecíalgu- Disparé.Ya no estabamás.
nas coordenadasde referenciapara ellos, los tipos de artillería acer- "lnmediatarnente un morteroabrió fuego.pero nada nos pegó
taban.Carajo, la hacíanbien. Parecíancapacesde acertardoce anda- cerca.Dickie y yo nos ntiramos,nos hicimos una señacon la cabeza
nadasen un áreamuy pequeña. y tuimos a ver si podíamoslocalizarel mortero y silenciarlocon el
"Con mis prismáticosdetectélo que parecíaser un radar y tra- rnismométodo.No podíantosverlo con nuestrosvisores.así que nos
té de pedir una tanda sobre é1,pero creo que le erré. Retrocedimos arrastramoscuerpo a tiera en la dirección del ruido. Nos arrastra-
hastanuestraspropias líneascubiertospor la oscuridad. mos y arrastramos, nos internamcls cada vez más. No podía creer lo
"Nuestra siguientemisión tenía tres puntas:debíamoshacer cercaque estábamos.Podíamosoírlos hablary nroverse.Había una
algunosdisparosfurtivos, abrir una brechay acercarnoslo más posi- aberturaen las rocasy miramos hacia adentro.Había de todo: trin-
ble y luego tratar de tomar un prisionero y traerlo de vuelta. Lo inte- cheras,centinelas. ametralladoras pesadasy toda clasecclsas.Un¿r
rrogaríany tendúamosinteligenciafresca,de primera mano. Conmi- niebla espesahabía cubierto el lugar y podíamospernranecerahí,
go veníanDickie y Bill. Justo cuandoestábamoseligiendo el camino cuerpoa tierra.observandoy escr,rchando sin ser detectados. Estába-
para atravesarun terreno abierto antesde llegar a Longdon, un enor- nrosa tres metrosdel borde de una roca y habíaun morterodel otro
me caballo blanco sale trotando de la oscuridaden dirección a noso- lado.Podíamosoírlospasándose númerosen castellano.
tros. Me hizo cagaren las patas.Ahí estábamos,tratandode escurrir- "Para entoncesyo ya estabatotalmenteexcitado.¡Esto sí que
nos hacia el enemigo, cuando un caballo blanco se pone a trotar era combatirl Decidimos que no había fbrma de capturara tantos
junto a nosotros.¿Alguna vez has tratadode decirle a un caballo que con tiros francos,pero podíamossacarloscon granadas.Yo preparé
se borre cuando queréspasar desapercibido?Entoncesera peor. De una de fósforo y Dickie armó una de alto poder.Nos arrastramoslos
todos modos, pareció entenderlos gestos y se fue. Seguimos avan- tres metroshastala roca.pero resr¡ltóser un enormebloque liso. Nos
zando hacia Longdon. dimos cuentade que si tratábamosde arrojar las granadassobreél
"Quedaba más lejos de lo que suponía,por lo que instalé un rodaríande nuevo sobre nosotros.Podíamosescucharotro mortero
puestode emergenciapor si teníamosque huir y seguimoscon Bill cincuentametrosrnásallá. por lo que decidimosque con éseestaría
i

cubriendo la retaguardiay Dickie al frente. Empezamosa subir la bien,que podíamosdarle con un coheteantitanquede 66 nlm.
montañay justo cuando llegábamosa una cuestaescarpada.un mor- "Le clijea Dickie; 'Los reventamos y desaparecernos'. Sostt¡

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en mediodel cncrrrisoctl llt r()(lr( "l l rrrrlruelrillal-ra
y cntpezaban los tiros.Luego,por supues-
Así se armaunade ésas.Ahí estábamos.
rr,.st lr'sunÍ¿rlrrtrltillcríainglesa.Odiábamosesacosa,el radar.Los
quietud de la noche,y esa mierda que hace ruido al armarlit.Mira-
str¡rt'riorcs sulicronal amanecerparaver qué habíahechochillar al
mos a nuestroalrededory nadieparecedarsecuenta.Todo lo quc te-
rrtlrr'. l.os vi paladosen grupo, hablandoy señalandohacia abajo,
nemosque haceres click, luego habráun silbido y una hermosaex-
llrt'ir.r
cl río Murrcll.
plosión.Pero no hay click. Mierda. Esa cosatodavíano estabalista. "Un caballoblancoyacíaahímuerto...con mil agujerosencima."
Así que Dickie repite el procedimientoy juro que sentimosque nos
escuchabanhastaen l-ondres.Esta vez encajó y Dickie hizo fuego
A medidaque los británicosaumentabansu hostigamientocon
sobrela posiciónenemiga.¡Fuuush,bang! -y digo bang en serio-
artillería,los oficiales argentinosse ponían más nerviosos.La ten-
y a levantarsey correr por nuestrasvidas.Corremoshacia el pie de
sión se contagióa la tropa y Alberto Carbonepodíaoler la guerraen
la colina. Miro hacia irtrásy veo a un argie que nos sigue...estúpi-
el aire.Estabaen camino,no cabíandudas.
do... estoes la guerra.no esjoda. Nos detenemosy arrodillamos.El
"Podíassentirla,sentircómo se venía.Cada nochenos decían
tipo se nos acercagritandoa todo pulmón. Ambos le tiramos cincrl
que ya nos atacaban,pero no lo hacían.Todavía hacíamosrondasde
descargas. Ya no está.Nos levantamosy corremos.
"Ahora las cosascomienzana hervir. El mundo y sus alrede- dos horas.Alrededordel l0 de junio terminémi guardiay me metí en
la carpa.Mi compañerosalió a tomar su posicióny yo me envolví en
dores se han abiertoy la montañase sacude.Es un caos de calibre
suscobijasporqueno teníapropias.Metí el fusil dentrode las cobijas,
50, fuego sostenidode metrallagruesa,morterosde 8l y 120 mm y
conmigo,y... ¡bangl,se disparó.El caño apuntabaa mis piernas.La
también pistolas.Yo quería parar y devolver.el fuego, pero Dickie
bala me atravesólimpiamentela pantonilla<Ierecha. No me disparéa
me tomó del brazo y me dijo que siguieracomiendo.Había trazado-
propósito.La cosa'simplemente se accionó.Lo único que se me ocu-
ras y de todo tipo que golpeabana nuestroalrededor.'Nuncasabré
rre pensares que se destrabóel seguro.No podía creer que me había
cómo hicimos para salir de ahí, pero nos zambullimosen el puesto
disparadoa mí mismo.Qué accidenteestúpido.No era doloroso,sólo
de retiraday Bill llamó a la artilleríapara que hicieranuna descarga
me latía. Podíaver la sangrede los dos lados.Vino un oficial y me
sobrela montañay así poder irnos. No pasónada,así qtte seguimos
aplicó un torniqueteen la piernay luegoun grupo de compañerosme
hacia un puestode avanzaday diez minutos más tarde llegó la des-
cargócuestaabajohastaPuertoArgentino.En el hospitalme rompie-
carga.Qué banida brillante,cercade cincuentadisparosexplotando
ron los pantalones y limpiaronlas heridas.Me metieronun cilindrode
en las líneasenemigas.Deben haber muerto muchoscon semejante
metal de lado a lado para asegurarse de que no quedabanada en el
lluvia.
aguJeroy luegome sacaronla piel quemadacon un cscalpelo.
"Regresamos,confeccionémi informe y me acurruquédentro
"Me dieronun anestésico que alivió el poco dolor c¡ucnle ha-
de mi bolsa de dormir. Mi informe revelabauna pila de mierda.El
bía provocadoel frío que se colabaen la herida.Dcspuésmc subic-
mismo CO me mandó llamar.Hastaentoncestodoslos informesha-
ron a un helicópteroque me llevó de PuertoArgentinoal buquc hos-
blabande armaslivianasen las defensasargentinasy no habíainfor-
pital Bahía Par¿tísc¡. Ahí estabacuandoempezóla batalla la nochc
mación sobre armamentopesado.Me interrogan y acosandesde to-
siguiente."
dos los ángulos.Sé lo que vi y conozcomis armas,les dije. Me senté
con el CO y señalélas posicionesde todo lo que podía recordar.Hi-
Félix Barretotodavíaconservabasu fabulosobúnker.Hastael
cimos un mapade las posicionesde todo el equipopesadoque había
l0 de junio.
visto disparar.
"Entoncesme ordenaroncambiar de posición.Todavíame
"El CO me creyó, no tengodudas,pero algunosde los oficia-
pongo furioso cuandolo recuerdo.Tuve que desmantelarmi ametra-
les superiorespensabanque yo hablababoludeces.Flor de sorpresa
lladora,cargarlahastalas posicionesde la CompañíaB y ubicarlaen
se llevaron cuando se desatóla batalla y había muchas más calibre
la entradamás alejadade la planiciecóncavaque estabacercade la
50 que las que yo habíavisto. Sí, señor."
cumbre.Despuésde dos meseshabíallegado a conocercada nretr<r
i

r5l r53
c\(rrt)rl Genielin.com
de temenoalredeclorde mi antiguaposiciónde fuego y irhorrt l'rrra'lirnyCrcgory la largay tiustranteesperallegabaa su fln.
Me sentía tnris cnr
encajadoen medio de una posiciónexpuesta' ''lrinalrncntcle tocó actuara la Brigada.El ll de junio recibi-
al Norrc
brontado que la mierda.Armé la ametralladoraapuntando ¡'
rrrosrirclcncsde asaltarMonte Longdon.Las CompañíasA y B ata-
más allá de PuertoArgentino. La siguientc crt-
Noreste,haciael mar. carían.lnientrasla CompañíaC quedaríacomo reserva.Luego de-
SaquemediceneSqt|esóloresponclaalfuegoaunadistanciade9()() bíarnos seguir hasta asegurarWireless Ridge. Simple. Se nos
incómo-
lTetros.Nada más que novecientos.Qué boludez.Me sentía asignaronlas racionesy comimos y bebimos tanto como pudimos
que ni bien
tlo en esa posición. Estabatotalmenteexpuesto'Sabía porquese nos dijo que probablemente transcurrierancuarentay ocho
ahrierafuego poclríanver mi posicióndesdeInglaterra' horas hastala próxima comida. Comenzamosa prepararel equipo.
"Al llcgar la nochc tlel I I clejunio me sentílleno de odio por
to- Lirnpiamosy engrasamos las armas.Aseguramosfirmementelos co-
Ios inlllcses.Mc di¡c c¡rrcltl peor que potlíapasarmeera que me rreajesy luego saltamosuna y otra vez con ellos, para comprobar
,|t,,,,,,,¡'rrisiottcto. l)c rlingúntnrlclome iba a rendir' mucho menos
aCercadel que no hicieranruidosque pudiesendelatarnos.Inclusonos asegura-
rlr.s¡rrrr;s rlt, lo r¡rrcnucslr'()s nOShabíanCOntadO
()l'iCiAles
los chicos que se ha- mos de que no hubieracosassueltasen nuestrosbolsillos.Reviséca-
r¡rrt'losinglcscslc habí¿rn
Ir:rl:ililr(.ilt() cladoa
SentíafttritlsOpOr da bala de mi ametralladorae¡rbuscade óxido o barro y coloquéca-
lil;il1rt.llrlrrl() clclGans0.
t'll l):rrrvint, Itl'lttlcra Me
da una en el lugar adecuado.I-o último que deseabaera que el arrna
ttrlrtlt¡elrttlt¡ttclos iltglcscshabíanhccho'Los odiaba' me
lr,1¡¡¡,.' No
se me trabarao fallara.Luego me paséuna gruesacapade betún en
rlr;rtr tt'tttllt'.llt loco. Ptlr tritd¡dcl mundoiba a tlarleSla opOrtUnidad la cara y me sentéa esperar.Esastres horas de espera,hastaque de-
(l(' (luc rnc hicieratrltl que le habíanhechoa esoschicos:hacerlos
saparecieran las últimas luces,eran para que los muchachospensa-
cirnrinarpor ttlclaspartesparacolnprobarsi el teffenoestabaminado' ran en susseresqueridosy en el hogar.Todo el tiempo me pregunta-
¿.1-o harían'lEso fue lo que nos dijeron y yo les creí"' ba: ¿,Estaré vivo mañana'lNo recéporqueno soy religioso.
"También pensé: 'Si tengo que irme. me iré; pero al menos
Larealidaclinexorabledesusituacióncomenzóacarctlmera moriré haciendoalgo que me gusta:ser un paracaidista.
los bombardeos'nos La genteme
Antonio Belmonte."A medidaque autnentaban recordarácorno un Paraque murió en conrbate',me dije. Ahora sue-
dimoscuentadequelosinglesesnosólohabíandesembarcado.sino na estúpido,pero en ese monlentome daba tuerzas.Me sentíabien
y Ios
que avanzaban.Ya habíantomado Darwin, Praderadel Ganso preparadoy decirmeeso ayudabaa mi buenadisposición.Estabato-
a poco comprendíamos que
*ont", Williarn, Kent y Estancia.Poco talmentecompenetrado con lo que teníaque hacer.
que que
creían. era de
los inglesesno estabanacá para reclamaralgo "Cuando cornenzamosa avanzarpaséjunto a mi compañero
enton-
ellos,iino que veníana recuperaralgo que les pertenecía'Por PeteHedicker,que iba junto a los Milan. Nos deseamossuerte.Fue
tenía re-
ces. todaslas bateríasde mi radio se habíanagotadoy no la últimavez que lo vi. Petemurió esanoche.
que tarde o temprano los britá-
puestos.Era lo que me faltaba.Sabía "Llegamosa la línea desdedondenuestracompañíadebíaini-
la tensión por todas
ni.o, no, caeríanencima, se sentíaen el aire' ciar el asalto,al pie de Longdon.La CompañíaB ya estabafonnada
noche nos
partes.Todas las nochesteníamosfalsas alarmas'Cada delantede nosotros.Paul y yo colocamosnuestraGMPG en una po-
hartábamosmás de la esperaque parecíano tenerfin"' sición segurasobrela turba y colnenzamosa buscarcon la vista una
''Alrededordell0dejuniodecidieronmovertodasnuestras
plani- buenaruta para subir la colina cuandonos llegarael turno. Nos ha-
posiciones.Ubicaron a las seccionesl"' 2 y 3uen línea' en la blábamosen voz baja identificantloaccidentesy coberturas.Ya te-
atrás y
cie circular, mirando hacia el Norte' Tumbledown quedaba níamos la ruta. Estábamoslistos. Nos faltabanveinte minutos para
a lo
WirelessRidge a la derecha.Las compañíasA y C se ubicaron ver el infierno...
vez a cavar trincheras.Todo el
largo de la montaña.Empezamosotra
en mi refugio y
día trabalamoscomo esclavos,a la noche me metí La infbrmaciónen cuentagotasacercadel avancede las l'ucr-
mesaquélasbotas.Nomegustabaminuevaposi ción:eraprecaria. zasbritánicasse convirtió en un torren¡e.Paracombatirel piinicoal-
el Oes-
Todos mirábamosal Norte, todos.y nadie parecíapensaren gunosoficialesargentir)os se entregaron
" a una actividadfrcnóticrr.
A
te. El radarbarería en esadirección"'
155
1 5 .1
t t r t 't t r l l t ()sc¿u(':rrrrzo.lturrllt'rr. Genielin.com
t'lir rlr'Irrulrrlc llt conlusititr.
rne d ida qu., laS rirCleln Cscl c t et t hic lt l. llt s lt llt t r t s pt ' s ; t t l, t ¡ r . r t 't
t lll L l l ( ] \ ' (icltttlttl "Nlrcstlonrdurunti¡rcrsonir sc iba a ronrper. Lo necesitábamos.
ma r esistencia a lred ed or c lc St anlel' s c t r ¿l( llt c í all c ll
Pero a clda rato nos dccíanque lo encendiérarnos y al minuto que lo
Chamorro quedabaatrapadoen medio de todo'
"Nos concentramosen el Monte Longdon' Teníamos(lrcletlcs apagiiranros. No queríanc¡uela tropasupieraque los inslesesvenían.
Eran los oficiales superioresquienesdabanesasórdenes.La noche
<lezrsegurarlos morterosde 120 nrm de Longdon' Todas nuestras
antesde la batalla.el sar-eento que estabaa cargodel radardetectóa
piezas de artillería apuntabanal Noroeste,hacia la montaña. Los
dos hombresa una distanciade entre400 y 500 metros.Barrió más
observadorescalculabancon tod¿rconfianza que los británicos ntr
allá y detectómás hombresa l.-500.y mucho más movimientoa
podían atacarnosdesdeotra dirección que no fuese el Norte' por-
5.000metros.
que los otros flancos estabanprotegidospor terrenosminados.To-
"Alertamos a nuestraartillería,que comenzóa dispararsobre
áas las nochessubíamoslos cuatroo cinco kilómetroshastaLong-
que Dos Hermanas.Despuéscomenzóa dispararsobrenosotros.Ncl po-
don cargandomunicionespara los morterosde 120 mm' las
en zanjas.Debíamosatravesarlas líneasdel 7'Re- día creerlo:nuestrapropia artilleríadisparándonos a nosotros.Toda-
almacenábamos
vía teníamalospresagiosacercade mi posición.[-os teníadesdcclue
gimiento y de la lnfanteríade Marina. dandocontraseñasa cadara-
me ordenaroninstalarla. El I I de junio, la vísperadc la batalla,tuve
io. Era un trabajo pesadode toda la noche' Cuando no hacíamos
y una fuerte discusióncon Baldini acercade mi ntortero.Me orclcnti
eso. estábamosde guardiaesperandoa los ingleses'esperando
abrir fuego paraprobarque yo estabaequivocadoy que é1.el oficial,
esperando,sabiendoque tarde o tempranoatacarían'Por entonces
tenía razón.Hice dos descargasv la artilleríainslesame anunt<idi-
yanos habíanhechoregresara la montaña'El l0 de junio me en-
rectamente.
contrabaacostadoen mi posición tratandode dormir un poco cuan-
"Eso probabaque yo tenía razrln.Estabaexpuestoy los ingle-
do'almedioclía.medespertarongritos.Encontréatresdenlis
rodeandoal cabo Alvarez.que estabatiradoen el piso. ses me buscaban.Deberíahaberestadooculto sobre la concavid¿rd.
compañeros
'¿,Q;écarajopasa?'.pregunté.Me dijeron: 'Estehijo de puta es un un poco m¿ishaciaatrásde dondeestaba.
que "A las l8:00 horasrecibinlosuna f uerteseñalde hombresen
cc,barde.Quiere dejarnossolose irse a PuertoArgentino' Dice
el radar e informamossin del-nora. Nos pidieron que lo apagáramos
tieneapendicitis'.
';Les dije que buscarana Foresi,el médico'quien llegó poco hastala medianoche.Cuando la oscuridadse ceró sólo cinco hom-
bres sabíande la señal.Se nos ordenómantenerla boca cerrada.La
clespués.Revisó a Alvarez: 'Está recagado'Lo único que tiene es
posicióncerrabaa la noche."
ganasde irse a PuertoArgentino'Es un cobarde''Ramé' uno de mis
ámigos,escuchóal médico. El cabo todavía estabaen el suelo mi-
El pechode Dominic Gray se llenó de orgullo cuandoescuchó
ranclohacia Puerto Argentino. EntoncesRamé camina hacia é1,le
noticiasque le encogeríanlas bolas a cualquierotro tipo: el objetivo
apoya el caño del fusil en la frente y apretael gatillo... clic... Na-
de la CompañíaB era el Monte Longdon y seríanlos primerosen
da...Los ojos del cabo se desbocaronesperandola muerte' Arrebaté
atacar.El sargentomayor de la Compañía,Johnny Weeks,un profe-
el fusil y el cabo salió corriendo.El fusil estabacargadoy sin segu-
sional dedicadoy respetado.les dio una arengafinal como sólo él
ro, pero no disparó.Alvarez tuvo suerte:esa bala no llevaba su
podía hacerlo.A los muchachosles gustabasu sargentomayor y co-
nombre.
"El I I de junio los observadoresde avanzada-el teniente nocíanlas historiasque sobreél circulaban.Sabíanque, aunquetu-
viesenque llamarlo "señor". el tipo no se diferenciabamucho de
Tagle,el cabo oliverio, Ramé y Bustos- se encontrabansobreunos
ellos. Había demostradocoraje y arrastradoa más de un cagón con
risóosen Longdon.Yo, junto a un oficial. teníaa mi cargoun radio-
unos sokJadoscon nlorterosde 120 mm chapacada vez que tuvo la oportunidady no dudaríaen hacerlode
teléfono.Nos acompañaban
podían nuevo.lr a Ia batallacon un soldadocomo JohnnyWeeksdaba con-
en la ladera sur. Teníamosinformaciónde que los in-eleses
fianza.
¿rtacaresanocheporqueera fin de semana.Nos habíandicho que ies
gustabaatacarlos tines de selllanaporqueles pagabanmás"' Los soldadosvolvierona sustrincherasa escribirsus últilnlrs
cartasa suscasas,revisarel armanrento_vequipo.y a conlcr v belrt'r

r56 t57
algocalicntcantcsdc ttttlarsc cllos rtrisnros
r'l lrcturrrr llr t's¡rt'lrtlr' l:r nr('nr('(r('(()il\L'!uil
nrir\ lnttilr(i0ttcs Genielin.com
crt c¿ts0rlc t¡ttclos ittglcscsvi
luz verde.La expectativa se potlíapulplarcn cl airc. trn lritt'sonrlrro. nl...liul.
Slrbíirrnos(lr.lccra stilo cuesti(rntlc tierlpo. Se podíaoler
la
mientrascada uno se sentabaen silencio,cada uno con sus ¡rropio: b¿tt¿rllu
cn el airc. Esa n.che ncl putle dornrir,me preguntabasi sería
pensamientos. nli últirrranochede ricl¿i.Nos recostamos en nuestrosagujeros,nos
La esperahabíaterminadoy la mayoríase preguntabasi esta- torltamosde las lranos y rezamos.tratandode darnosfuerzay
tran_
rían vivos al día siguiente.Dom tambiénse preguntabay se mentali- quilidad unos a otros.Teníamiecrov no nre avergüenza
decirro.Sa-
zabapara l¿rbatalla.¿Saldríabien?¿Dejaríacaera suscompañeros'l bía que al caer la noche ra bataila *e acercaba.Nos sobrevino
una
¿Moriría? Si moría, lo haría vestido de paracaidista.Revolvió sus sensaciónde desarnparo. Nos dccíamos:'¿paraqué nos tranquiliza-
pertenenciasy extrajo un humedecidopantalónde combatede algo- mos y damosfuerzauno al otro?Naclienos va a salvar'."
dón verde oliva, que los paracaidistaspreferíanantesque el pantalón
camufladoque vestíael Ejército.Se lo puso. No tenía intenciónde
morir, pero si le tocaba.al menosluciría como un aerotransportado
cuandolo meticra¡ren una bolsa.Otros lo observaronv sisuieronsu
ejemplo.
"Pronto voy a saberlo",se dijo mientrasrevisabasu armamen-
to y correajepor última vez, antesde unirsea los demáspara avan-
zar sobreLongdon al caer la noche.Salieron.Cruzaronun río donde
los soldadosdel 9" Escuadrónhabíanpuestouna escalerade alumi-
nio, a modo de puente,para llegar al otr<llado sin mojarselos pies.
La escaleratodavía llevaba adheridoun calco de Texas Homecare.
Algunos taradosresbalarony se empaparon.pero a pesarde lo serio
que era paraellos, Dom no pudo evitar reírse.Del otro lado tropezó
con un antiguocompañero,Smudge,de la Compañíade Patrullas.y
le deseósuerte.Luego se los tragó la noche.
Canrinaronen silencioy con resoluciónhastasu posiciónde
asaltoal pie de la laderaOeste.El 5" Pelotónde Dom se ubicabaal
centro,el 4" Pelotón a la izquierdav el 6" a la derecha.A medida
que transcurríanlos minutos que thlttiban para medianoche,Dom
observabala ¡nontaña,a ver qué podía captar en la oscuridad.Se
sentíalisto, se sentíahonrado,conducíaa su batallónal combate.

A medida que empeorabael clima y los terroríficosbombar-


deosminabanla moral de los jór'enesconscriptos,la maquinariadel
rumor corría a toda marcha.SantiagoGauto se sentíauna hormiga
fiente a los Harrier que pasabanensordecedores hacia sus objetivos.
¿,Dequé servíaun tusil antesemejantecosa?
"Con el correr de junio, las historiassobre los ingleseseran
cada vez más numerosas.Sonabairclnicoque recibierandoble paga
por pelearlos fines de sernana.Despuésoímos que tambiénusarían
ballestasy cuchillos.
"La mañanadel I I de iunio estuvimostratandodesesperada-

t5 8 r59
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n' Phittips ('m1i|lo o ltls Mtlll.,itttls, en
,rtc Lottgtlott. Lo.spurucaidistu.s l.¡rittítticr¡slrut:ltron.\u utuqtre
un rifle L12 de acción rúPidu. de tleret.hu u izquiertfu.t

B' 7" Regintiento


tnr ntt Iutut Ilttltlitti,(.onutndontecle la l" Set'r'ión,Compañíct
t'ttivt¡s tle bcttctlluen Monte Longdon.
l t rl, u t tttt,t llt r tttti.tttl(t,ttttt(rt( )en M ont e I ' ongt lot t '
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A su dcretltu se encuentru
limientt¡ t1eInfunteríu Mctutti:fldtt' \ r {.\'p I (.\ .\'(t ( ( t I I It(¡.\ t' t t t tt¡I u ñ e rr t,s
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ello s ' tsiotrcrt¡.stlel 7'' Regintietttt¡. Ltti.sLe<r'e.se(Lp(trecesobre el e.\tremo tlereclut.
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r¡ | ¡ \ r, ¡/ l t t \ l ! t l l l lt(l \.
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Genielin.com
I

ii

Los cientoveintehombresde la CompañíaB del 3" de Paracai-


distasformaron fila contra una larga cinta blancaque marcabala línea
de partida. Dom Gray aún guardabasilencio cuando vio al sargento
mayor JohnnyWeeksacercándosea lo largo de la línea.Era todo sar-
gento mayor, desdela red de camuflaje que cubría su casco,hastael
barro en las suelasde susbotasempapadas.
Dom sabíaque se acercabala hora. Su corazónlatía con fuerza,
y se acelerómás cuando escuchóque su sargentomayor decía: 'OK,
muchachos, calenbayonetas'.
¡Calar bayonetas!Todavíano habíandado un paso.Esto iba a
ser duro. "Recuerda-se dijo Dom- que el pesode la bayonetahace
descenderla boca del fusil, por lo que cuando uno dispara hacia un
objetivo lejano, se puedequedarcorto." Sacó la bayonetadel estuche
de su cinturón y la puso en su lugar. Había que hacerlocon el mayor
sigilo posible,no con el estruendoque hacenlos guardiascuandoes-
tán a la vista del público. Pero cuandociento veinte hombreslo hacen
al mismo tiempo,el bullicio es inevitable.
Lo siguientefue la orden de avanzar.El corazónde Dom pare-
cía a punto de estallar,su mente a toda velocidad,cada sentidode su
cuerpo en su mayor agudeza.En lo profundo de sí mismo se repetía:
"Vamos,puedeshacerlo.A esto vinimos. Hagámoslode una vez".
Cruzó la línea de panida y comenzóa treparla oscuramontaña

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Genielin.com
"Entonc'es oí una l'ucrtcexpklsirirrscgtritllttlc t¡ll itl:ttirlo l.os rlur'ttrrirr.l.rrt'go¡rrrrlt'oÍrquc algunosdc nucsl.ros
muchachos carga-
hombresse apiñabanpor salir de sus agujeros.Btr scgutldttsltrtlo cl ll¡urcorrll'aclla.Ijuc un alivio."
'iirmr'runa pocasbocanadasde aire, se aferró a su ametralladora
lugar se llenó de balastrazadoras.Zumbabanpor encinladc ttlt ca
beza y golpeabancontra las rocas y el Suelo.Todos entraroll crl pri- y nriró a su alrededor.Volvió a mirar el arma y pensó.¿Quécarajopa-
nico. Corrí para ponermea cubiertoy me zambullí en una trinchera saba?,¿quécarajoestabahaciendoél echadodetrásde esaroca despe-
con un sargento.En ese momentome era imposibleabrir fuego con dazada?Esta era su cuarta ocupación desdeque había salido hacia las
mi mortero. Falklands. Había viajado como segundode un cañón antitanque
"Afuera los inglesespasabancorriendo,gritándoseentreellos y Wombat,pero estasarmashabíanquedadodetrásporque los jefes no
disparandosobrelas carpasy dentro de las trincheras.Podíaoír cómo le veían ningunautilidad en las montañas.Luego fue ametralladorista
matabana mis hombres.Apenashabíandespertadoy ya estabanmu- antes de que lo pusierancomo exploradorprincipal en una patrulla.
riendo. Escuchabaexplosionesapagadasseguidasde gritos, alaridos Después,alguien cambió de opinión y ahí estaba,con una ametralla-
desesperados. Supeque, en la barrida,iban arrojandogranadasdentro dora liviana colgándoledel cuello.
de las trincheras.El sargentoy yo consideramosla rendición,pero de- "Estar con el Wombat o la ametralladorapesadano eran malas
cidimos esperarhasta que pasaran.Todo lo que podíamoshacer era tareas,un poco por detrásdel quilombo del combatecuerpoa cuerpo.
esperar.Los inglesesestabanpor todas partes.Habían llegado en se- Ahora estabaen medio de é1.Alguien allá arriba se había obstinado
gundos,como un rayo. Rezabay rezabapara que una granadacayera en que yo estuvieseen el más jodido frente. Esa era mi suerte,siem-
en mi trinchera.La presiónmentalme agotaba.La odiaba." pre. Como sea,pronto averiguaríasi era un cobardeo no.
"Puedo decir lo estupefactoque quedécuandoestabaal pie de
Kevin Connery había subido unos doscientosmetros en la Monte Longdon, esperandola orden de ataque,y alguien nos ordenó
montañacuando explotó la mina. En sus manos tenía una ametralla- formar una fila a lo ancho.Penséque algún huevón estabadrogadoy
dora todo propósitoen función liviana. Esto significa que podía dispa- que habíanretrasadoel reloj y que pronto nos harían vestir una cha-
rarla desdesu caderaen reaccióninstantáneaa cualquierblanco o ti- queta roja. Cuando escuché'calen bayonetas'ya estabatodo dicho.
rarsecuerpo a tierra detrásde ella asegurandoel caño con un bípode. Supeque estábamosen un manicomio."
Alrededor de sus hombrosy de su pecho llevabauna ristra de mil mu-
niciones para la máquina hambrienta.Tenía doscientostiros más en Germán Chamorro tenía frío, hambre y estabanervioso. Su
una de esasestúpidasbandolerasde las que todos los ametralladoris- imaginación era un tumulto mientras estabasentadojunto a un sar-
tas asegurabanque se habíandiseñadopara que fuera más difícil ex- gento esanocheoscuray fría.
traer las municionesen un apuro. "Había algo en el aire, un silencio extraño, helado. Me sentía
En el bolsillo de su camperallevabacuatrogranadasde alto im- nervioso,asustado.Estábamosmuy cerca del frente y habíamosoído
pacto y una "Willie Peter", es decir, una granadade fósforo blanco. toda clase de historiasacercade lo que nos harían los inglesesy los
Su cuerpo parecíadem¡mbarse bajo el pesode las municionesy el co- gurkas si nos capturaban.Incluso los oficiales parecíannerviosos.
rreaje le calzabacomo un guante.Su única queja, compartidacon la Nos decían: 'Cuidado con los ingleses.Son muy sigilosos,pueden
mayoría,se referíaa las malditasbotas. atravesarlas líneas sin ser vistos y degollarte'. Era lo único que nos
Miró a su alrededor,luego hacia la montañay finalmentehacia faltaba. Formábamosuna línea defensivaestática.Todo me alteraba
el transparentecielo austral.Las estrellasparecíancaérseleencima. los nervios. Estaballegando al punto en que me decía: 'A la mierda
"Eran trazadoras,una tras otra, que cruzabanzumbando a nues- con todo, me importa un carajo,que vengande una buenavez, así se
tro alrededor.Nunca había vivido algo así. Me zambullí detrásde una acabatodo. Quedarévivo o muerto'.
roca para cubrirme justo cuando una calibre 50 abrió fuego. Cuando "De repenteoímos alaridos, un chillido agudo. El sonido me
las balasimpactabancontrael otro lado de la roca, parecíaque éstase puso los pelosde punta. ¡Esealarido! Era cercade la medianoche.En-
desintegraba.La estabanconvirtiendoen cascotes.Me aferrabaal i seguidase desatóel infierno: tiros, fogonazos,más gritos, caos.Todcr
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suclo y tratabade aplastarmelo más que podía, hastaque cambió de venía de la zona de la CompañíaB en la explanada.A los pocos se-

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gundosmi tcléli)nodc crttttltrt it \()ttllt.Nos ltll(ll:tllloslllttllt
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estlirrtre¿i'. Genielin.com
Y cillltc di.ioquc rtrcf'ucra
nuestrasposicionesde fuego alredcdordcl lnortcro.'Ablult lttcgo . :r lrr nllt'r'tllr.
Strlurros ()trit\,czclclagujcroy fue como entraren el in-
abranfuego',nos gritabalavoz. licnlo.l.asbalasnosllclvíande todasDartes."
"No podía dispararporquemi mortero apuntabaen la direccitin
equivocada.Los inglesesatacabandesdeel mismo flanco que los ge- La moral era baja y Luis ,"...r" esperabala batalla que sabía
nios militares nos habíandicho que no iban a usar.Perdimosun tiem- pronta a empezar.Habían llegado refuerzospara atenderel maldito
po valioso reubicandoel mortero." radar y el clima generalde expectaciónaumentabasu ansiedad.Tenía
frío y estabaa la miseriadespuésde trabajartodo el día bajo el impla-
SantiagoGauto,también,sentíamiedo. cableclima de las Falklands.Al caerla nochese dirigió a una defensa
"Es un tema del que la mayoríano quiere hablar,algo que con- que dabaa un sendero,que descendíahacia el noroestede la montaña.
funden con la adrenalina.Son dos cosasdiferentes.Yo lo sé. Hacía Su carpahabíaquedadovacíaen medio de la explanada.
frío, mucho frío y la oscuridaden el nivel del suelo era impenetrable. El fuego de artillería nocturno se habíaespaciadoluego de que
Sin embargo,por encima de nosotros,muy alto, las estrellasofrecían apagaranel radar,y el tenso cuerpo de Luis sentíaun poco de alivio.
una vista conmovedora.Eran brillantescomo cristales.Debo haber Comenzóa preguntarsesi esa noche seríacomo todas las demás,sin
estadomirando las estrellascuandotodo estalló. un ataque.Se fue relajandoy recostandodentro de la trinchera,hasta
"Escuchéun alarido, un grito terrorífico. Creo que me llegó al que volvió a oír esasmalditasvoces,las mismasque habíaoído antes
mismo tiempo que oí explotar una mina. Todos tomamosnuestrasar- sin decir una sola palabra.Junto a él habíaotro soldadoy Luis sintió
mas. Mis ojos estabanabiertoscomo platos, miraba la oscuridadtra- que éstetambiénhabíaescuchado algo.
tando de ver de dóndehabíavenido el grito. "Agucé el oído para escucharmejor. Quería sabersi eran rea-
"Entoncesabrimos fuego. Todos y cada uno de nosotros.Dis- les. Entoncesoímos un alarido, y luego gritos y más alaridos.Pare-
parábamosdesesperados hacia la oscuridad.No podíamosver nada, cían venir de la explanadaque estabadetrásde nosotros,a la izquier-
pero tirábamos.Empezarona llovernosbalastrazadoras,el aire se lle- da. De inmediato se desatóun infierno a nuestroalrededor.Era como
nó de ellas,por todaspartes,golpeabanel suelo a nuestroalrededor. una películaen cámaralenta.con granadasque explotaban,ametralla-
"Es difícil describir eseprimer momento bajo fuego, salvo de- dorasque escupíanráf-agas. estruendode fusiles. Pero lo que me dejó
cir que el miedo era sobrepasado por el más puro terror." heladofueron los alaridos.Me di cuentade que habíanllegado."

Félix Barreto estabaacumrcadoen una trincherajunto a otros Antonio Belmonte estabaen su agujerotratandode calentarse.
tres soldadosde la CompañíaB, compartiendoun cigarrillo y tratando Su fusil con su cargadorde veintidóstiros estabaa mano.El día ante-
de pasarsealgo de calor, cuando oyó el grito. Los ojos se abrieron rior le había dado su pistola a un soldadoque se había lastimado la
mientrastratabande divisar algo en la oscuridadcerrada. manoy no podíasostenerel fusil.
"Sabíaque algo no andababien. Yo estabadesorientadoporque Fue cuandoescuchóel grito de alarma:"Ingleses... ingleses".
acababade moverme a una nueva posición y había pasadoel día tra- "Tomé mi rifle y salí de mi posición. El tenienteNairotti tam-
tando de mejorarlapara que me protegieradel frío. Me puse las botas bién salió.Cuandovio que los inglesesse lanzabanal asaltode la ex-
y tomé el armajunto con una cantidadde munición y me arrastréen la planadacorrió en buscadel puestode comando,pero le dieron y cayó.
oscuridad.Avanzamosmás o menos cincuentametros en dirección a Creo que le dieron en la pierna.Lo sacaronde allí, con 1ocual en la 3u
unasvoces...Eran vocesraras,no eran normales.Nos acercamosmás. Secciónnos quedamossin comandante. Esperábamos un asaltofion-
Al principio creí que eran unos cordobesesque habían llegado como tal desdeel Norte.pero los británicosno vinieronpor eselado.
refuerzoy se la pasabanhaciendochistesy riéndose. "La seccióndel tenienteBaldini. l" Sección,quedó destruida
"No fue así. Eran los británicos.La laderatembló. Disparé dos ahí nomás.Los centinelasmurieron paradosdonde estaban.A krs de-
o tres vecesen dirección a ellos y luego corrí hastael agujero donde más los matarondormidos. Muchos dormían en carp¿rsporr¡uelrrs
habíamosestadocompartiendoel cigarrillo. En el agujerovi a un ca- trincherasestabaninundadas.Los inglesessimplementcl<lsblrrlicnrr

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l'.sllrlxrrrros y csocra un¿Icarnicería.
cn lrtcx¡rllrrurclir Había
pocosminutospude ver que los soldadosquc habíarratac¿r(lo dcstlccl L'ucIl)()s¡r0rtorltrsl)artcs,rnuchosgritandode dolor.
Oeste nos rodeaban.Nuestra única posición det'endidaqucdabau la "l,os alaridosvcníande todaspartes.La secciónde Jock había
derecha.Mi puestoestababajo fuego intenso.Las balas nos llt¡vii¡n. sirlo horracl¿r del mapaen cinco minutos.Los heridosyacíansobreel
Podíaver algunasque veníanhacia nosotroscomo estrellasrojas. Pa- lcrreno.Las balasgolpeabanlas rocasy rebotabanen todasdireccio-
recíancaer a nuestroalrededorsin fuerza,como si nos tiraran piedras. nes. Alguien volvió para encargarsede los malditos que nos tiraban
Pero sabíaque si llegabaa sacarla mano,la perdía. desdeatrásy yo fui a tratar de ayudara los heridos.Trev Wilson, del
"Nuestra contraseñaesanocheera 'llanura verde', pero los bri- 6" Pelotón,tratabade repartirmorfina entreellos.
tánicosatac¿roncon tanto sigilo que los centinelasno tuvieron tiempo "Cuatro de nosotrosllegamoshastauno de nuestrosmuchachos
de pedirla. Estábamosen un lío, un enorrnelío, y yo no sabíasi iba a que estabaherido. No había perdido la conciencia.Lo alzamos,cada
salir vivo o muerto. Había balas,gritos y muerte por todos lados, pero uno de una articulación.Los tiradoresnos apuntaronenseguida.Era
me di cuenta de que no tenía miedo. ¿No es extraño? No crea que a una misión suicida,pero no podíamosdejar a uno de los nuestrosahí
esa altura ya no valorabami vida. Teníaque estarahí y eso era todo. tirado. Lo llevábamoscorriendohacia nuestrasposicionescuandoun
Podía ver soldadosbritánicosy argentinosque caían muertoso heri- fogonazole acertó.Suscaderasy su cuerposaltaronpor el aire. A no-
dos frente a mí, apenasa treinta metros. Así de cerca. sotrosno nos dieron, pero él murió. Hicimos lo que pudimos para re-
"Los británicoscaminabandisparandoo se deslizabanentrero- vivirlo.
ca y roca, llamándo-seentre ellos. Parecíanincreíblementeaudaces, "A esta altura la confusión era total. Los tiradoresargentinos
muy profesionales,muy fríos. Bang, bang, avanzar,bang,bang, avan- nos pegaban. Habían matado a seis. Uso el plural, pero puede haber
zar. Hablaban,pero yo no entendía.A vecesse hablabanentre ellos y sido uno solo. No sé. El tenienteShaw me dijo que tratarade hacerlos
otras a nosotros,tal vez nos insultabano nos advertíanque si no nos salir.Tuve ganasde mandarloa la mierdadebido al lugar desdedonde
rendíamosnos mataban.Se habíanlanzadoal asaltocon corajey deci- pretendíaque los atacara:una subida.Hubiesequedadoexpuestoco-
sión. Se veníancon todo. mo las pelotasde un perro. Steve Wright era mi compañeroesa no-
"Alcanzabaa oír los horriblesgritos de los heridospidiendo au- che. Cada tirador tiene un compañeroy esanoche era el turno de Ste-
xilio, la mayoría ingleses.Penséen ese momento que la mayoría de ve. Debíajuntarme con él para salir. Comencéa llamarlo a los gritos,
los muchachosnuestros,que habíansido alcanzados,habían muerto. hasta que lo encontréarrastrándose. Le habían pegadoun tiro en el
Tal vez por esoescuchabamás vocesde ingleses.Las balasgolpeaban brazo. Un asistenteandabapor ahí tratandode ayudar a los heridos
contra las rocas a mi alrededory se enterrabanen el suelo.Una pegó mientras las balas pegabanpor todas partesa su alrededor.Parecían
en una roca al lado mío y una astilla me saltó en la frente, sobre el tener buenosvisoresnocturnosy resultabamuy difícil moversesin
ojo. Pude sentir la sangreque me corría por la cara mientrasel ojo se que nos disparasen.
hinchaba. "Cargué a Stevey lo ayudé a descenderhastael puestode pri-
"Toda el áreaestabailuminada por bengalas.Había tanta clari- meros auxilios. Lo dejé con los médicosy volví a la colina. Pasélas
dad que se podía distinguir un alfiler. Todo alrededorera un caos abso- siguientesdos horassubiendoy bajando,buscandoheridos,trayéndo-
luto. Lancé una pequeñabengala,pero cayó a un metro de mi posición. los de vuelta, asegurándomede que estuvieranbien. Sabía que la
Iluminarmede esamaneraera suicida.No lancéni una sola más." oportunidadde ir a buscara los tiradoresllegaríapronto."

Mientras observabala batalla a su alrededor,la frustración de JorgeAltieri estabaheladode terror.Su corazónsaltaba.Lo po-
Jerry Phillips crecía. día oír. Estababajo una carpacaída,absolutamentequieto, a tal punt<r
"Los muchachosde la compañíaiban al frente y quedabanbajo que apenasse atrevíaa respirar.El más leve sonido,el más mínirt.ttr
fuego, mientrasa nosotros,los guías,nos dejabanatrás.Me calmé un movimiento,fraeríauna muertebrutale instantánea. Dos paracaidistrrs
poco y me convencíde que pronto nos necesitarían.Entonceslos ar- británicosestabanparadossobrela carpasin darsecuentadc t¡rrc.lor'

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extenclía fientea SLIcuelpomenudo,su dedpcrr cl gatillo.sl-lst)i()sf)()t' lr:rlrrt'lrl)()r(luc
rrrrrrcu
lurbíautilizadcl un cascotantotiempo.
"A.jtrstabu
todaspartes.vigilando en la oscuridad.El reguliidorde gas de su t'trsil bicn, ctrncomotJidad, como una succión.Por 1oge-
indicabaun gordo cero.Eso significabaque era improbableun l.nallirn- rrcnrl los llcváb¿rn"ros para lanzarnosen paracaídaso en alguna parte
cionamiento.Dom no habíahechocasode la instrucciónvigenteque cle las maniobras.Pref'eríamosnuestrasboinas rojas, ésa era nuestra
intlicabasólo cuatrocargadorespor hombre.El llevabaocho. de veinte tradición.Chris Lovett,uno de nuestrosmédicos,me dijo que no ajus-
tiros cadauno, y una bantlolerade closcientos cincuentatiros alrededor tara la corre¿lpc)rquesi me heríanen la cabezaseríadifícil sacarmeel
de su pecho.En los bolsillos de su chaquetade paracaidista, ocho gra- casco.Tambiénme dijo que el impacto de la bala podía rompermeel
naclasde alto impactoy dos de fósforo.En su espaldacargabaun cohe- cuello. Supongoque debo habertenido un aspectotipo John Wayne
te antitanquecle66 mm. En su cinturón,un cuchillOde asaltogurka.el en Ins arenasde lwo Jima con las correassueltasvolando."
mortíferokukri, con su afiladísimahoja curvade 18 pulgadas' No habíanat anzadomuchocuandouna explosión,seguidade un
"Por si me quedosin municiones",decía."Es un armamenor'" grito, rompió el silencio.Algún pobrediablo habíapisadouna mina.
Esto era bastanteimprobable.En su morral guardabamás balas.
aún en suscajasde cartón.Habíasacrificadopartede susprovisiones Jeny Phillips ya habíaestadoen la montaña.Ahora estabanue-
y equipo para amontonartantarnunicióny aguacomo pudiera' vamenteal pie con los tres comandantesde sección--cabos- del 6"
Dom tambiénsabíaque los planificadoresmilitaresnuncade- Pelotónde la CompañíaB. Estabaallí para señalarleslas mejoresru-
cían toda la verdada los soldadosen el campo de batalla' Durante tas parasubir y las posicionesenemigasdel camino.Los cabosregre-
gran parte de sus cuatro años de soldadoprofesionalhabía devorado saron donde se encontrabansus soldadosy les dieron instrucciones.
óuuntulibro de guerraestuvieraa su alcance.Conocíamuchasleccio- Jeny debíaseguirlos,encargándose de los enemigosque las secciones
nesde la historia.Les habíandicho que se lanzabancontraunoscien- dejaranatrásen su avance.Luego debíair adelante,a señalarmás ob-
que habría,por lo menos'el jetivos. Estabajunto a la cinta blancaesperandoIa voz de avanzar
to cincuentaenemigos.Dom sospechaba
doble. ¡Y se quedabacorto! Aun así. estaba cien por cientopreparado cuandoescuchóIa ordende calarbayonetas.
parala tareaque teníapor delante,incluso para morir' "Qué puto ruido hacían.Le dije al tenienteShaw que podía lle-
..No le teníamiedo al combateni teníamiedode morir. un sol- var a su pelotón más arriba en la montaña,a una posición mejor. Tre-
dadoque va a la batallasabeque ya no hay ni 'si' ni 'pero'. No tenía pamosdirectamentepor la laderaoeste.Habíamossobrepasado el ob-
jetivo de uno de los comandantesde sección,Jock, en la oscuridad.
sentido buscarlela vuelta porque para eso habíamosido. Es hacer o
morir, así de simple. No le tenía miedo a la muerte, sino a la mutila- Estábamoscasi en la cima, que de todos modos era nuestroobjetivo
ción. La idea de perder un brazo,una piernao la vista me daba pavor. principal.La secciónde John Stegglesdebíallegar hastaallí y la de
Me habíaconvencidode que si perdíauna parte de mi cuerpo,me de- Jock debíaretrasarseun poco.
jaría morir ahí mismo." "Todos dicen que la batallacomenzócuandoalguienpisó una
Pero Dom tenía preocupacionesmás urgentesque la mera su- mina. Hasta donde yo sé, comenzó cuando John Stegglesarrojo una
pervivencia. granadaa unosargies."
"Puede sonar estúpido,pero odiaba las polainasa más no po-
der, esasmierdaspelotudascon que teníamosque envolvernoslas Oscar Canizo estabaa punto de meterseen su trincheraa dor-
pantorrillasporque las botasque nos dieron eran muy cortas.Eran in- mir. Acababade asegurarel cambio de guardiacuandoescuchóvoces.
"Me quedé parado tratandode mirar hacia abajo por la ladera
cómodasy anticuadas,una versión reducidade las que llevaban los
soldadosen las trincherasde la SegundaGuerra Mundial. Las odiaba oeste.Entoncesescuchéun clunck-click,seguidode muchosclunck-
entonces,las odio ahora y las odiaré por siempre.Porqueríasinútiles. click. Conocíaese sonido. Era el de las bayonetascuandose calaban.
Siemprese empapabany uno sentíacomo si tuvieralas piernasen- Me tembló todo el cuerpo.Corrí a las otras defensasa despertara krs
vueltasen haraposmojados." hombres. Muchos estabanprofundamentedormidos. 'Arriba. arriba,
a los de metalque ile-
Su nuevocascoliviano,que reemplazaba vienenlos insleses'.les decía.

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se pararonsobrelasgranadas, sc lasirrgcrrillr'()n cxrrir(.r
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letas,arrojaronlas dos granadassobrela arnctr¿rllador¿r y lonr¿r¡ol l l , r r r ¡ s c : ¡ b t ¡ n lt.k
nuevamentelos fbsiles.Ni bien sintieronla explosirincargarorrsobr.t' "Scntía una scnsaciónde poder que me arrastraba.Estabaan-
la posición.El impulso que traían los llevó a caer sobreel aturdidrr sioso por seguiradelante,por tomar nuevasposiciones,por matar más
enemigo con sus bayonetas.Los ametralladoristas que intentabanba- enemigos,por avanzarsin siquieracubrirme. Ben y yo acechábamos
rrer el 5" Pelotóndejaronde ser una amenaza. el lugar en busca de presas.Piensoque algunosargies creyeronque
Era la única manera.Todo alrededorera confusión.En la lan- éramosgurkas porque nos vieron petisos.Muchos Parasson petisos,
cha de desembarcose habíadicho que las cosaspodíanconvertirseen pero la mayoría se los imagina como los norteamericanos de 1,90 de
una mierda.En la confusiónde la batalla los soldadosautomática- estaturaque ven en las películas.No éramosestrellasde cine de 1,90.
mentesejuntabanen paresy seguíanadelante.Era un combateduro y Eramosparacaidistas de verdad."
repugnanteen el que los hombresdel 5" Pelotón barríanobstinaday Se detuvierona tomar aire y Dom alcanzóa ver cómo el 6" Pe-
metódicamenteal enemigo. Dom y Ben se mantuvieronjuntos. lim- lotón alcanzabael lado derechode la cumbre,para encontrarsecon ün
piando trincheratras trincheracon granadasy bayoneta,matandoen remolino de fuego de trazadoras.Escuchólos gritos que veníande allí
forma clínica, insensible,para seguirvivos. y supo que las cosasno andabanbien.
Cada posición enemigatendríatres o cuatro argies en eila. To-
dos murieron. Luis Leccese salió arrastrándosede su trinchera y se quedó
Esa era su primeraexperienciaen estetipo de guera. Nada de aplastadocontra el suelo húmedo y frío. Aferraba el mismo fusil que
lo que habíanhechoantesse le parecía. había disparadopor última vez un año antes,durante la instrucción.
"Tres argies nos disparabandesdeatrásde una defensa,al mis_ Alcanzabaa ver soldados,siluetas,que venían por un senderoen su
mo tiempoque se gritabanentreellos.Ben y yo decidimosir juntos a dirección.[Era el 5' Pelotón del 3" Para.] Se mantuvo inmóvil y ob-
buscarlos.Parecíamosactuaren cámaralenta.La adrenalinacorría tan servó cómo se desplazabande roca en roca. Podíaescucharotras vo-
rápido que me sentíaflotando entre la vida y la muerte. Mi cerebro ces inglesasque se llamabanunas a otras en dirección a la explanada
me repetía'vamos,vamos,vamos' y, al mismo tiempo, sentíaen la que quedabadetrás.El fuego de las ametralladorasy los fusiles y los
boca del estómagoque en los próximos segundospodía morir. Mien- estallidosde las granadaspasabanpor arriba de é1.Cerca,la siluetade
tras corríamoshacia la posición.mi mente registrabatodo como si un soldadodisparaba.
fueseuna computadora.Estábamosen terrenoabierto,completamente "Lo vi porqu'eel fogonazolo delató. Estabasegurode que dis-
expuestos,sin embargo los pies no daban un solo paso en falso, se parabasobrela posición de una de nuestrascalibre 50. Yo estabaun
movían en perfectaarmoníapor la salienteque llevabaal objetivo. poco por arriba de él y el tipo no me veía. Ninguna bala venía en mi
"Cuando saltépor encima de la defensa,los argies casi se caen dirección,así que sabíaque nadie me habíavisto. Le apunté,le dispa-
de la sorpresa.Tuve concienciade mi dedo cuandoapretabael gatillo, ré dos o tres balasy el tipo dejó de disparar.Sé que le di, pero no sé si
pero las detonacionesde mi fusil sonabanlejanas.Estabatan exaltado lo maté o lo herí. Nunca voy a saberlo,pero dejó de disparar.
que nadaen el mundo podía detenerme.Mis ojos se detuvieronen los "Me desplacéun poco y se me unió mi compañero.El teníauna
de un argie que gritaba:'¡No. no, no!'. Sabíaque estabapor morir. El ametralladora.Algunas siluetasveníanhacia nosotrosy él les apuntó.
blancode sus ojos se notabacon claridad,mostrandomiedo y ra cer- Jaló el gatillo, pero en vez de una ráfaga,salió un solo tiro. Se le trabó
fezade que iba a morir. Mi bayonetase hundió en él con una sencillez la máquina. Me miró como diciendo: '¿Y ahora qué hacemos?'.Le
obscena. dije que siguiera,que dispararatanto como pudiera.Volvió a cargarla
"Matar en combateparecíasencillo, pero el recuerdomás so_ ametralladoray volvió a probar. Otro tiro solitario. No podíamos
brecogedores el olor. Era excesivo.Tan fuerte que debíarespirarpor creerlo. Ni una ráfaga. Un solo tiro cada vez que cargabael arma.
la boca para librarme de é1.Era una mezclade cebolraspodridas,ro- "Estábamosa pocosmetrosde una trinchera,así que le propusc
pas suciasmojadas,mierda humana y sangre,todo mezcladoen una ir allí, pero él no se movía. Luego le propuseir hastala explanacha

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"Nos encontrábanlos en ulla posicirincxl)ucslir y ¡rclilrrrslt.li. " lirtlo rrrt't'tl¡lr
t'lr clilrr¿rlu
lcnta. [jl rl,gie,sc arrastróhastala
níamosque movernos.Ir a la explanada,con los estallicros cre'f'rrcg.1, \ tu\t()tr¡lrrrtkryo veía quc est¿lba
r,r:rn;rtllr por arrojarlade vuelta
los gritosque veníande ahí, seríaun suicidio.optamospor arrastr¿rr- lr:rr'lrnosollos.t'rprlottiv lo rnató.Comencéa pensarque si los de-
nos haciaatrás,hastaotra posiciónen las rocascon un sendenlclcba- nlrislrrr'lrtirrosconlbatíande esamanera.íbamosa teneruna noche
jo. En esasrocashabíauna grietaque formabauna especiede cueva. rnr¡\ lltrglt."
En ella habíaun tipo solitario,observandola batallaque arreciabaa ljstabaa puntode retomarel avancecuandoun misil, que esta-
su alrededor.Podríamoshabernosquedadoen ese lugar sin ser vis- llri sobrclas rocasa susespaldas,lo arrojódel lugar y lo dejó envuel-
tos, pero buscamosuna posicióndesdedondehacerfuego y comen- Io cn llamas.Increíblementelogró sobrevivir y se las arregló para
zamosa dispararlesa los inglesesque veíamos.Esta vez nos ubica- rrrrastrase hastaotra posición.El estallidohabíailuminadola posición
ron y empezarona contestarnos.El fuego que se nos venía encima Io suficientecomo para que el sargentoJohn Ross los localizara.In-
erahorrible." tcntabareagruparel pelotónen algún tipo de orden.Siguieronavan-
zrrnclo hastallegara una nuevaposiciónde fuegoen la cumbre.
El fuegoenemigollovió sobrelos paracaidistas de la Compañía CuandoKevin miró a su alrededolvio al sargentoIan McKay
B como una bienvenidaletal. Kevin connery se puso rápidamentea v a una secciónde hombresque asaltabanun búnker con fusiles y
cubierto,sin dejar de avanzar.Al acercarsea un peñascodivisó nítida- granadas.
menteun grupo de dos o tres carpasargentinas. "Todos parecíancaer como bolos. Los arcos de flego argenti-
"Estabaapuntándolescon mi ametralladoratodo propósito noscubríanla explanadacon muchoprofesionalismo."
cuandooí una voz, en mediode la confusión,que gritaba:.Bajenesas
IEl .sorgento McKat'murió en el a.sultoa esebúnker.Por suva-
carpasde mierda.Rápido'. lr¡r en combaterec:ibirien forma póstunn la condecoraciónmás alto
"Solté una larga ráfagahacia cada una de las carpas,que se sa- de Gran Bretaña. la Cru: de Victoria. Juntr¡ c'onél muri(¡ el soldado
cudieron con el impacto de las balas.A medida que disparabaalcan- Jo,sonBttrt, cle sólo dier:isieteaños de edad, tuto de los dos soldadr¡s
zabaa oíra mediaslos gritosque proveníande adentrode las carpas. de dieci.sieteque mttrieron en ln batollct. EJ otro fue lctn Scrivens.
Gritos de puro terror porquelos estabamatando.Adentro, en esosdos Otro jovencito, el .soldudoNeil Grose,c'wn¡tliótlieciochoal comenz.ar
o tres segundos,sabíanque estabanpor morir. En todo mi alrededor el cornbate.l
habíatipos muriendo.No sentíanada.Sólo una sensaciónde movi- Ahora Kevin hacíaequipocon Dickie Absolon.El joven tirador
mientoen el dedo que teníasobreel gatillo, causadapor la vibración disparabade a una trazadorapor vez. sobreblancosque divisabacon
del arma. Era como si no fueseyo el que mataba.No sentíanada.No su visor nocturno,luego Kevin seguíala trazadorecon ráfagasde su
habíasentimientos personales." arma.Era una medidadesesperada que debíatomarsepara mitigar el
Roció cada una de las carpasantesde ponersenuevamentea implacablefuegode ametralladoras argentino.Kevin y Dickie descar-
cubierto entre unasrocas.Detrásde él habíauna paredy en frente te- garoncercade 3.000tiros sobreel tenazenemigo,pero prontolos fo-
nía el horizonte.Podía ver las siluetasagazapadas der 6" pelotón que gonazoslos delatarony quedaronbajo una respuestaatroz. Se movían
avanzabapor la ladera oeste.Luego, recortadanítidamentecontra el y tiraban, volvían a moversey tiraban.hastaque la ametralladorade
horizonte,vio una siluetaa veinticincometrosde é1. Kevin se trabó.Por más que tratasede solucionarla falla. no volvió a
"¡Alto!", gritó. El hombre le rugió algo en castellano.Fue su disparar.
último sonido. Kevin disparó una ráfagaen su pecho y lo mató antes "No quiso andar más. Me cubrí detrásde una piedra que me
de que cayeraal suelo.Apenashabíacaído cuancloaparecióotro. Ke- protegíade los disparos.Me dolíanlos pies dentrode esasbotasinúti-
vin gritó y le dio tiempo para responde¡ antesde abrir fuego de nue- les.Alcancéa ver una trincheraargentinay me arrastréhaciaella. En-
vo. El hombre cayó, pero volvió a ponersede pie, ante el asombrode contré un par de botas argentinasmás o menos de mi tamaño.Corté
Kevin. Esta vez dispararonél y Johnny.y otra vez el hombre se in- mis cordonesy me deshicede la peor piezade equipomilitar brit¿ini-

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ge y su colllpañcrodc trittchcr¿t.
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cos pasoslos tiros.las granadas y las bayonctas nratub¿rn l sr¡srurri tlt'l Nor'tr':'No rlisplrrcn
lrlrrntlrr hastaquc lesc'lisparen'. Recuerdo que
gos, y ellos estabanahí soportandoel frío que se les colabapor cltllr nrt'tli¡i':'lJrrcnrl.
lrlgrricrrticnequeempezarestaputaguerra'.
hebrade la ropa. Pero el frío no era nada comparadocon el terr()rqr¡r "Así rlue les rnanclé mediadocenade tiros.No sé si habíaal-
los carcomía. guicncn cllas.peropodíaoírcómo las balasentrabanen las carpasy
"Podía oírlos hablar entre ellos. Podía oír la radio. inclusive sc cnterrabanen el suelo.El sargentode mi pelotónme miró y ambos
veíala siluetade susbotasa travésde la telade la carpa.Estábamosa tomamosconciencia.en esa fracciónde segundo,que ya no había
punto de salir a montar guardiacuandoescuchamosuna explosión. vueltaatrás.Todo ocurriótan rápido,tan fácil: ¡bang...bang...bang...l
como una granadao una bomba distante.Teníamosbalaclavas.oreje- "Algunosde los otrosmuchachosme miraroncomo si estuviese
ras en las gorrasy subidaslas capuchasde las camperas.por lo que el loco. No me miraron mucho tiempo porquese desatóel infierno cuan-
sonido se amortiguaba.Despuésescuchamosvoces,voces extrañas, do los orgiesabrieronfuego sobrenosotrosdesdetodoslos ángulos.
vocesinglesas.Pensamosque quizásel viento nos engañabaotra vez. "A los pocossegundosme encontrécombatiendo cuerpoa cuer-
hastaque oímosalaridos,gritos horribles,chillidospenetrantes, y su- po con un argie.Lo derribéde un culatazoy nre sentéencimade é1.Se
pimos que no había engaño.Los soldadosingleseshablabanentre resignóa su destino,ya fueracomo prisioneroo ejecutado. Llamé para
ellos con calma.No podíaentendercómo no se dabancuentade que que alguienviniesea llevarloa la basede nuestracompañía.Recuerdo
estábamosahí,justo debajode ellos. Tal vez creyeronque la carpaes- que entoncesun comandante me gritó 'no tomenprisioneros'u 'olví
taba vacía porque se había caído. Sánchezy yo sabíamosque al más densede los prisioneros',pero era demasiadotarde.El tipo ya no era
mínimo movimientoo sonidonos caeríanencimacon las bayonetas. una amenazapara nadie y no habíarazón paramatarlo.Lo arrastraron
Escuchamosmás inglesesalrededory a estosdos que los llamaban. haciala retaguardia. A él no le hizo muchagraciaporqueteníaque an-
Oíanloscómo morían nuestroscompañeros. dar esquivando balas.Mal agradecido, por lo menosseguíavivo."
"Escuchéla voz de Quintana.Su posiciónestabacercay grita- Los prisionerossiempreiban a serun problema.No habíahom-
ba algo. Los inglesesabrieronfuego: ¡bang,bang,bang!,y euintana bresque pudiesedejaratrásparacuidarlos.Las órdeneseranavanzar,
cayó. Estabanjusto arriba de nosotros.Luego cayó el cabo Orozco. no aflojar el írnpetu.¿Quépasaríasi los prisionerosse rearmabany
Era horrible. La frustraciónera insoportable.Oí que Orozco gritaba: volvíana la batallaa nuestrasespaldas? Por suerteparaDom esepro-
'TenienteBaldini, tenienteBaldini...'. Luego una agitación,y nunca blemano existió.En estetipo de batallascuerpoa cuerpono habíalí-
más volvió a hablar." nea divisoria.Era matar o morir. Si uno no reaccionaba instantánea-
mentey pegabaprimero,moría.
Un sentimientode inquietudcomenzóa agitarseen la boca del En la confüsióndebieronagacharse cuandouna ametralladora
estómagode Dom cuando subía la montaña.El relieve del terreno caiibre50 comenzóa disparartrazadoras verdesbuscándolos en la os-
obligabaa su pelotóna transitaren pequeñosgrupospor los senderos curidad.La ubicaronpor encima de ellos. y Tom y Ben decidieron
que los argentinosacostumbraban usar.Cualquiersoldadodigno <Je atacarla posicióny a susocup¿rntes. Se arrastraronpor debajodel ar-
ese nombresabíaque esossenderosconduciríanderechoa las posi- co de fuego haciael búnker.Con muchacautelallegarona veinteme-
cionesenemigasy a camposde matanzapobladosde ferocesametra- tros de é1.desdedonde podíanoír a los argentinosgritar de excita-
lladoras.Sin embargo,nadapodíanhacersalvotomar nota del peligro ción. Decidieronvolar la posición,atacarlacon granadas. Con mucho
y estar preparadospara actuar cuando se presentara.Iban de dos en cuidado Dorn dejó a un lado el fusil, extrajo algunasgranadasde su
dos. Cadahombreteníaun compañeroy entreambosse cubrían. bolsillo y él y Ben se dispusierona tirar de la espoleta.No salían.Al-
Dom formabaequipo con Ben. En el resplandorpodía notar las gÍrn imbécil se habíaolvidadode colocarcorrectarnente el extren¡otlt:
siluetasde treso cuatrocarpas,del estilode las del ejércitonorleame- las espoletas. Carajo.estonuncaocurríaen las películas.Mientraslr¡
ricano.similaresa las que habíavisto en la colecciónde obietosmili- chabanfrenéticamente con las granadas, consideraron qué haccr.
larcsde su padre.Todoestabaquietoy en silencio. "¿Trajisteun alicate'1"
"Titdos nos quedamosparados,mirandolas carpasy mirándo- "No."
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preciso.perocualld()tl()sc()ntrtstrrrrrn el ltrcto...l;rr lr,rl,rs r Genielin.com
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silbabanpor todonuestroalredeclor. [.ucgop¿trar()n.'lul vcz csllcr.irblnr /¿
que nos mostrásemos para apuntarnosmejor. Tal vez pensabun(lut
nos habíanmatado.Esperamos. Nada.Seguimosesperando. Nacl¿t.
N<lsasomanros y volvirnosa abrir fuego.Otra vez el infiernose desa-
tó sobrenuestraposicrón.No sé cuántotiempo duró. Parecíanaños.
No podíamosverlos.Decidimosno volver a disparar.Nos quedarnos
ahí tiradosdurantemás o menosmedia hora. creo. Se hizo silencio.
Talvez estuviesen mirandohaciaotro lado.Nos asomarnos. Nada.Sa-
limos a la rastr¿r. Nada. Nos quedamosobservandoy esperando.El
combateparecíahaberseacalladopor un momento.No sabíamossi
nuestrasfuerzashabíanrechazado el ataqueingléso si habíanganado
ellos. El combateen Ia explanadaparecíatenninado.Vimos que ate-
rrizabanalgunaspiezasde artillería.Todavíase escuchaban algunos
disparosy gritos, pero ahoratodo era más controlado.
"¿Qué hacerahora?Todavíaestabaoscuro.Decidimosenfilar
haciala explanada.Ahí estabanuestracomandancia. Nos arrastramos
y deslizamosentre nnas rocasy nos detuvimosa escuchar.Escuché
algunasvoceshabhndo en inglés.Me asomépor encimadel borde y
El repentinoy feroz ataqueclela ConrpañíaB en Monte l.ong-
vi algunosmuchachosen fila como prisioneros.Habíaun par de britá-
don provocóel caosen las filas argentinas. Félix Barretoescuchóque
nicoscon ellos.Uno habíatomadouno de nuestrosfusilesy lo amarti-
un sargentogritaba: "Alto el fuego.se estánmatandoentre ustedes".
llaba nlientr'írs
protestaba.Jaló de [a manivelahastaque se cansóy ti-
La posiciónde la l" Secciónhabíasido tomada,y las secciones 2oy 3u
ró el armaal piso.Poclríamos haberlosmatadoahí misrno.Comencéa
se tiroteabanentresí al rotar paraenfrentara los Paracaiclistas que se
pensarque tal vez los británicoshabíancapturaclo Longdon1' estaban
aproximaban. Félix escuchóun grito. un grito terrible.
reuniendoa los plisioneros.Decidirnosquedarnosquietosdondeestá-
"Era el cabo Orozco.Luego kr encontral'on c()n unl ba-v"oneta
bamos.Teníamiedo de ser tomadoprisionerode noche.Nunca se sa-
en el c'sttinrago.
\'o lo habíaescuchatlomorir. No fuc nruy'agradable.
be cuálespuedenser las intencionesdel enemigocuandouno aparece
Fui hastael puestode comandoy comencéa tirar. El mayor (larrizo
delantede c<l.
Iqut,rtotietrcrelttciórtulgurtucon el coboOstur Cerri:o]cstabaahí y
"Retroccrlimosun poco hacia las rocas.a un esconditemejor.
me dio un visor nocturno.Las balascaíansobrenuc\tlil posición.Po-
Nos arrastramc,s cuerpoa tierralentamentey con muchocuidado.Tan
día ver a los bntánrcosque corríanraudosy tirabanc ,,.',1nosotro;.
prontocomo nos detuvimosen lo que creíamosera una buenacober-
Comencéa reconocerobjetii'os)' a transmitirlela posici()ila un soida-
tura. unos sold;rdosinglesesviniel'onjusto hastadondeestábamos. Se
tlo llamadoCáceres.y a un caboparaclueelLrsles dispararan. l.os bri-
quedarorrrilrí.apenaspor encima.Me' empezóa bañar un sudor frío.
t¿inicosteníanuna piezade artilleríaen las ccrcanías.y cada lcz qlle
Uno de los soldluftishablabapor radio.Yo estab¡rcchadoahí, apenas
les tirábamos,ellos abríanllego dcsdeallí contranosotros.Yo no po-
a t¡n metro.I'ic¡rne podíamover,respirabaapenas.El más leve movi-
clíareconocerla posicióncielarma,Enrpezarona caer proycctiles.n,.r
miento,el nrás tenue sonido,trabrí¿r significadouna ntuertesegura.
sé si erande morteroso de artilleriu.pero rne lancécuerpoa fiera. Nt¡
Aun así, seguíin sin vernos.Se I'ueronen direccirina unospeñascos.
queríamorir atravesado por proyectiles.Teníaque hahcrmejoresm¿r-
¡Quéaliviol" nerasde morir.
"De pronto Cáceresse puso de pie. l-oco. Cuatroo cinco ¡rn'
yectilescayerona unoscincuentarnetr'os. y lo escuch,,í¡rritar.¡Alur.rlr!

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tabaa suscamaradas que ellos dos queríanvolver a susfilas, pero les dieron al que estabaa mi lado. Se agarró de mí mientrascaía. Muy
ordenabanquedarseen susposicionespuesiba ayudaen camino.Po- fuerte. Yo no podía moverme,no podía soltarmede é1,y aún me se-
co después,el oficial de observación, el capitánWillie McCracken,y guían tirando. Caí con é1,pero no podía hacer que me soltara.Estaba
su equipo,llegaroncon el fln de detectarblancospara los artilleros muerto.estoy segurode eso.Cayó sobremí y no respiraba.Percibíael
británicos. olor de sus heces.Era horrible. Teníabombasde mortero en la espal-
"Se metieronen el cráterlleno de mierdajunto a nosotros.Es- da, lo que lo hacía pesado,y me costó mucho esfuerzosacármelode
tabantodos cubiertosde mierda.Era para reírse." encima.
La risa de Dom tue breve.El equipodel capitánMcCrackenin- "Los ingleseshabíandetenidonuestrocontraataqueallí mismo.
cluía operadoresde radio cuyas extensasantenasatrajeronel fuego Todo a mi alrededorera muerte.Un proyectil dio justo en la guarida
enemigo.Una antenaquedópailida en dos por la bala de un fiancoti- de mi amigo Araujo. Era un buen compañero,pero murió instantánea-
rador.Los señaladores y los detectoresde artilleríarevolvíanla sucie- mente. Había heridos por todaspartes.Una bomba -puede haber si-
dad del cráter.con lo que el hedor era cada vez más insoportable.No do una granada- le estallóen la cara a un sargento.
bien Dom escuchóque el capitánMcCrackenconvocabaa la tareade "Volvimos a reagruparnosen nuestrasposicionesy tratamosde
f'uegode artillería, él y Ben decidierontomar un atajo hastasus pro- decidir qué hacerrespectodel rescatede nuestrosprisioneros.En
piasfilas. aquelpandemonium. no sabíamossi quedabanprisioneroso si todavía
Peroen cuantoDoul se pusode pie. una bala le pasópor entre estabanvivos. Estábamoshablandoal respectocuandonotamosque
las piernas.Ernpezóa correr. Un artillero británico detectóun franco- algunoshabíanlogrado escaparse.El cabo Pedemontese arrojó sobre
tiradorque apuntabaa los muchachosy abrió fuego contraé1.Al co- nuestraposición.Se habíaescapado. Estabaexhausto,sangrabaa cau-
rrer,pasaronentreuna lluvia de balasbritánicasy argentinas. Se zam- sa de heridascausadaspor metrallas,y había perdido las botas.Dijo
bullerona salvojunto al restodel pelotón justo cuandolos proyectiles que era irnposiblerescatara los prisioneros.Comenzamos a tirar con-
de la artilleríabritánicay de las embarcaciones de la Armada Real se tra los inglesesnuevamentecuandolográbamosverlos.No sé cuánto
estrellaban en la zonaque acababan de cruzar. tiempo habíamosestadoluchandohastaesemomento;fácilmentemás
Pocos segundosdespuésde que explotarael último proyectil de cuatrohoras.tal vez más.
británico, sus compañerosestabantratandode alejarlo a patadasa "De vez en cuandoobservabaa dos de nuestrosmuchachosque
causadel hedor. habíanestadocorriendo por todas partescon un mortero de 8l mm.
Me preocupaban. porqueestabanexpuestos. Una ráfagade aproxima-
El mayor Carrizocobró valor antela renuenciade sushombres damentecinco proyectilescayó alrededorde ellos. Desaparecieron.
a contemplarla rendición.Comenzóa organizarun contraataque. Fé- Empecéa gritarlesy gritarles.Se levantaronenseguida,tomaron el
lix Barretoera uno de los veintevoluntariosque se unierona él en un rnorteroy siguieron.Audacescomo pocos."
montículode rocasparaescucharsu plan. los que luegocruzaronhas-
ta el despeñadero paraintentarrecuperaruna de las posicionesperdi- SantiagoGauto estabaa menosde 100 metrosde su puestode
dasde ametralladoras calibre50. nrando,pero no teníani idea de cómo iba la batalla.Estabarodeadoy
"Una vez que lo lográramos,trataríamos de liberara algunosde Ic laltabanmuniciones.
nuestrosmuchachos, que habíansido hechosprisionerospor los ingle- "Disparábamoscomo locos. pero cuandola munición comenzó
ses.Estábamo.s muy preocupados por ellos y teníamosque ayudarlos if cscaseartuvimosque ejercermás control sobreel fuego.Las traza-
de algunamanera.Era duro llegarhastael despeñadero. El fuego de tkrrasinglesasnos pasabanruidosaspor alrededor.Yo imaginabaque
las ametralladoras inglesasera constantey parecíaque podíandirigir rrostontab¿ln por asaltoa todos.En nuestratrincherahabíaun poncho
su artilleríaexactamente dondecorrespondía. r¡rrchacíade techo.y comencéa preguntarmesi todavíaestaríamos ti-
"De entrelas rocasapirrecierondos inglesesy comenzarona ti- rrrtlosallí. sin municictnes, cuandollegaranlos inglesesa desgajarel
rar contr¿rnosotros.Enseguidi,dtrsde nuestrosmuchachosrecibrerrrn It't'lrof ir blrvonclcarnosv dispararnossin que tuviéramosla posibili-
hcridasmortalcs.Trató dc ¿ambullinnce'nhuscadc rrrlrcftrgio.l.e t l : r t l r l t ' r t 'n r l i n t o s .
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Así de simple. Cayó a mi lado, las manos cubriéndoleel rostro. Lo taban en un mundo diferente.Les preguntamosqué habíapasadoallá
agarcéy lo arrastréhacia mí. Estabacubierto de sangre.No era agra- arriba y apenasmurrnur¿uonalgo. El s¿ugentomayor Weeks reunió a
dable de ver. Se le habíansaltadolos ojos. Tuve que dejarlo ahí, como sus hombresy partieron nuevamentehacia lo alto de la colina, bajo
estaba.No habíanadaque yo pudierahacer.Nunca volví a verlo. una lluvia de balas.Realmenteme compadecíde ellos. Nunca olvida-
"El fuego inglés era cada vez más preciso.Era obvio que esta- ré el momentode verlos desaparecer una vez más haciala batalla.
ban desesperados por atraparnosporque estábamosresistiendo.Había "Nos quedamosen nuestraposición,esquivandoa los francoti-
pasadomás o menosuna hora cuandoel mayor Carrizo ató algo blan- radoresque nos detectabancon los visoresnocturnos.Entoncesllama-
co a un palo, como una bandera,y comenzóa consideraruna rendi- ron a la artilleríapara que nos mantuvierainmovilizadosy así impedir
ción. No era ningún cobarde,pero creo que lo fundamentalpara él era que nos uniéramosa la batalla.Terminamoscavandoun terraplénen
preservarlas vidas de sus soldadosy las vidas de aquellosque habían la turba, con las balas que nos pasabanzumbando alrededory eue,
sido capturados.Además, estabaen una posición muy difícil porque una vez enterrados,nos pasabanpor sobre las cabezas.Así permane-
era casi imposible organizarun contraataquepara tratar de hacer re- cimos hastaque empezóa clarear."
trocedera los ingleses.
"Todos estábamosconvencidosde que igual moriríamossi nos El sargentomayor Weeksreunió a su alrededora lo que queda-
rendíamos.Le dijimos que por ese motivo no estábamosdispuestosa ba del 5" Pelotón.El sabíacómo hablarlesa los soldadosjóvenes,có-
rendirnos.El bajó la banderay seguimospeleando." mo inspirarlos,cómo dirigirlos. Pertenecíaa la vieja escuela,un subo-
ficial que se había formado mediantelos métodosmás difíciles y que
Tony Gregory estabaen la primera línea cuando la batalla ex- se ufanabade ello. El comandantede la compañía,les dijo, estabaen
plotó en un fuego de artificio infernal. Escuchabael sonido del dispa- problemasporque el avancehabía sido demoradopor el persistente
ro de los fusiles, las señalesdel doble paso de los paracaidistasque fuego de defensade los argentinosdesdesusrefugios.Era precisoque
llegabana sus posiciones,veía las trazadorasrojas y verdesque atra- llegaranhastael otro lado rl¡l hoyo p¿uageneraruna diversión y en-
vesabanel cielo nocturno y veía y escuchabalas explosionesde las frentara los defensoresen eselugar.
granadas.Le hubiera gustadoestarahí arriba, apoyandoa los mucha- Dom y Ben se ofrecierona ir. Eran sólo cincuentametros,pero
chos de la CompañíaB. Los gritos de órdenesy los llantos de los he- los cincuentametros más largos que Dom hubiera atravesadojamás.
ridos llegabanhastaé1.La frustracióncrecíaen su interior.Por fin les Cada francotirador y fusilero que había en la zona parecíaabrir fuego
ordenaronque avanzaran,y luego, enseguida,que volvieran a sus contra ellos mientrasse lanzabana toda velocidad---cubiertospor el
puestos.Tenía los nervios destrozados.El tendríaque estarallá arriba fuego de artillería de sus camaradas- hacia el refugio de un cúmulo
en la colina ayudando,no sentadoahí sin hacernada. de rocas.Volvieron a correr colina arriba,y una vez más estuvieronen
Y entonces,desdela oscuridad,un francotiradorcomenzó a primeralínea,solosy prácticamentesin apoyo.
abrir fuego contraellos. Tony se cubrió tras un terraplén,junto con un Llegaron tan cerca de la posición de uri mortero enemigo que
grupo de soldadosquejososy frustrados.Se establecieronen posicio- podíanescucharcon claridad a los sold.rdoshablandoentre ellos. Los
nes de fuego con la leve esperanzade que el francotiradorhiciera algo argentinospronunciabannúmeros,que obviamenteeran las ubicacio-
para delatarsu posición.En la oscuridadse adivinabanfiguras impre- ncs de los blancos,así que decidierontomarlos por sorpresa.Dom y
cisas.¿Amigos o enemigos?Cada hombre escogíaun blanco y apun- Ilen comenzarona idear la mejor manerade hacerlocuandode pronto
taba el arma.Tony soltó la traba de seguridady se dispusoa disparar. cl sueloestalló,mientrasles caía alrededorfuego de artilleríay morte-
Estalló un grito: "Alto el fuego, son fuerzasamigas".Tony suspiróy ros británicos.Habíanavanzadotanto que corrían peligro de ser vola-
observóa los hombresque se acercaban. clospor suspropioscompañeros.
"Eran los de la CompañíaB que retrocedíanun poco para reor- "Corrimos y nos zambullimosen un cráter.Era una letrina ar-
ganizarse.Habíansufrido muchasbajasallá en lo alto. Nosotrosespe- qcntina.Yo quedécubiertode porquería.El hedor era abrumadorpero
rábamospoder volver con ellos. cubriendolos vacíosdejadospor las rro¡rorlíar.r'ros
volvera salir,a causade los proyectiles."
bajas.Se zambulleronentrenosotros.Algunos estabanaturdidos.['.s- l)urantclos momentosde cesetemporaldel fuego,Dom les gri-

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co que hayaconocido.Mi palttaltitt l';tt;rnu s()t
cslabltltct'lto.¡rrorrt's . , { ( ( 'r r ( r ( 'n r l : r ( l ( ' t¡ r r t' t'sl :r l l r tt'r r 'i r tl t' l l t ¡ tttr r 'tl t'. lGenielin.com
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presa,entreel equipoabandonado en la frinchcrircncontri'lln l)unlil u r ¡ t l t 's l l n r r
"l .os rrrrrr'lurr'hos
se cstabanorganizando en pequeñosgrupos
lón argentino.Me lo puse.Con mi nuevopantalóny mis nucvasbol¿rs
me sentíamucho más cómodo. También me deshicede las malditas tlt' t'otrtblttc.
Me crlctlntrójunto al tenienteMark Cox. Era hijo de un
polainas.Las botasestabanbien. Teníanlengüetacosiday cañaalta. olic¡rrltlcl Rcgirnientode Paracaidistas. Del otro lado de la explanada¡
"Seguí buscandomás cosasabandonadasen la oscuridad.En- l¡rrbítrun¿rposicitinenemigaque parecíabastantefuerte. Pensamos
contréun fusil FN argentino.Lo revisépara ver si funcionaba.Perfec- t¡uc hahríacuatroo cinco enemigosen ella. Nos miramosy acorda-
to. Llevé el reguladorde gas a cero. Encontrétambién ocho cargado- r¡roslonrarla.Algunos de los muchachosse desplazaron un poco para
res llenos. Al salir carguéel arma y calé la bayoneta.Me sentíaun eubr-irnosy yo extraje un coheteantitanquede 66 mm. Lo disparé
hombre nuevo con mis nuevasbotas,pantalóny fusil. Me uní al caos c()ntrala posicióny luegoel tenienteCox y yo arrojamosalgunasgra-
y la confusión que reinabana mi alrededor." naclas. Cuandose acallaronlas explosionessaltamossobrela defensa
Kevin retrocedióhasta lo que quedabadel 5o Pelotón, que se I' clavamos nuestrasbayonetassobreel enemigo,al mismo tiempo
reagrupabapara avanzar sobre un senderoque conducía a la explana- que les disparábamos.Estabantodos muertos.Habíamostardadosólo
da. Dickie cargó en busca de nuevosblancos.Fue la última vez que segundos. Todo fue muy rápido.
Kevinlo vio. "Estábamospor consolidarla posición cuandoel fuego enemi-
"Pude ver otra posición argentina.Alcancé a ver una cabeza go se abatió sobre nosotros.Las balas golpeabanalrededorde nues-
que se levantabay luego bajaba.En un par de segundosme propuseir tros pies y zumbabanpor encima de nuestrascabezas.Decidimos una
a buscarlo.Salí corriendoa las zancadas.Estabaen otro mundo, como retiradasin dejar de combatir.No hizo falta hablarlo,lo hicimos auto-
si no fuera yo. El único modo que encuentrode describireseestadoes rnáticamente,en forma natural. Retrocederíamoshastanuestraposi-
que mis pensamientosy accionesse habían apartadode mí. No sé si ción originaldel otro lado de la explanada.Yo cubriríaa Cox y luego
eso tiene sentido.Cuando asaltésu posición,el argie fue tomado por él me cubriría amí. Estábamosen terrenoabiertoy deberíanhabernos
sorpresa.Estabaarrinconado,no tenía tiempo de apuntarme.Sus ojos matado.Jamássabrécómo hicimosparallegarsin que nos dieran,pe-
tenían una mirada de completa resignaciónmezcladacon sorpresa. ro en esemomentome convencíde que no me tocabamorir. Ya no pa-
Todo parecíasucederen cámaralenta. recíapreocuparrne. Sentíque habíauna especiede guíaespirituzrl que
"Gritó en inglés: 'Me gusta el grupo de rock Queen...Quiero me ayudaba.Suenaextraño,realmente,pero sentíaunagranconfianza
ver a mi abuela...Quieroa mi abuela...'.Debo habersido el único in- en mi interior.Era algo muy potente.
glés que conoció. Gritaba eso cuandomi bayonetaatravesósu pecho "Era un asuntode escuchar,mirar, disparar,moverse,seguir
y su g¿uganta.Dos, tres veces...Yo estabaen un estadode furia alie- moviéndosey disparandoy alcanzarel objetivo.Era todo lo que im-
nada,haciendomi trabajo, sabiendoque si no mataba,el muerto se- portaba:seguiry seguirhastacapturarla montaña.Los prisionerosn<r
ría yo. Combatíapor mi propia vida, y ese es uno de los instintosbá- ocupabanun lugar destacadoen nuestralista de prioridades.Nuestra
sicos de la humanidad:sobrevivir.Matar o morir. El areentinose prioridad era el objetivo. Ni siquieraestábamossegurosde que exis-
desplomómuerto. tiese un sistemapara tratar a los prisioneros.Lo único que sabíamos
"Alrededor seguíala matanza.Se sentíael olor acre de la bata- era que debíamosmantenerla arremetida.Todo lo que se asemejaraa
lla y el honible olor de la muerte.Me acercabacada vez más a é1.Yo un enemigo disparandodebía ser muerto. No era algo personal,era
estabaimpregnadode adrenalina,flotaba, no era el mismo tipo. Todo nuestratarea,nuestrotrabajo.Debíamoscapturarla montaña."
mi entrenamientose había apoderadode mí, era puro instinto. Mi
cuerpo absorbíael olor de la batalla y de la muerte. Olía una densa Luis Leccesey suscompañerosestabanaprendiendode la peor
mezclade sudor, sangrey mierda humana,olor a ropa sucia, equipo manera lo peligroso que era dispararcontra los soldadosbritánicos.
húmedo y moho. Yo estabatan exaltadoque oía el más leve sonido, Habíansacudidoun nido de avispas.
el más leve roce. El olor se convertíaen una especiede sabor.Podía "Ni siquierapodíamoslevantarla cabezapara ver dónde esta-
saborearla muerte,todo a mi alrededor.Era como si mi cuerpo toma- ban. Cuandoles disparamospensamosque nuestrofuego era bastante

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"Me quedéallí. No iba a matarlosde ningunamanera.Al carajo charlamossobreaquelincidente.Me dijo: 'Me alegrodc c¡uchayater-
I
con eso. Pero yo daba la impresiónde querermatarlos.Tal vez me minado así.Ahora estovcasadov tenso hiios. Al menosnuedovivir
equivocaraal respecto,con todo el caosy la confusión,pero yo no iba conmigomismo'.
a matarlospor nadaen el mundo.Finalmentelos hice a un lado y los "Yo tambiénme sientobien al respecto.Es por momentosco-
palpé.Alguien me ayudó.Siemprerecordaréalgo:todosteníancuchi- mo eseque puedesrnirarhaciaatrásy dartecuentade que no eresuna
llos, la mayoríacuchillosBowie de seispulgadas. mala persona."
"Los dejamosahí y nosotrostres y nuestroprisionerovolvi-
mos a subir la montaña.Yo sabíaque aún nclsseríade gran ayuda.Le El teléfono sonabasin cesaren el foso del mortero de Germán
dijimos que queríamosque volviera a hacer1omismo y nos condujo Chamorrotransmitiendoórdenespara abrir fuego, mientraslos co-
hastala cuestasur, donde hastaese momento no se había librado ba- mandantesargentinosse desesperaban por resistira los británicosque
talla. Nos llevó a travésde grandespiedras.Cantidadesde lugares avanzaban hacraellos.
para ocultarse.Llegamoshastauna piedrainmensay le pedimosque "Cada vez que nuestrosobservadoresde primera línea veían a
les gritaraa suscamaradas que se rindieran.Nadie contestó.Yo tuve un grupo de dos o tres ingleses,dabanórdenesde abrir fuego de mor-
un sexto sentido.El también.Presentimosque estabanal otro lado, teros en lugar de fuego instantáneo.El preparadorcambiabala mecha
esperandoque nos asomáramos. Sentíamosallí una presenciaextra- con tenazas,lo que significabaque la bomba explotaríaen el aire en
ña. Era como una paralización.Sé que si nos hubiéramosdejadover lugar de impactaren tierra. Cuandola bomba explota en el aire, la
nos habríanatrapadoa todos.No valía la penainiciar un vasto inter- metralla barre un área más amplia y alcanzaa una cantidadmayor de
cambio de fuego tan lejos de nuestraspropiaslíneas.Tomé la deci- soldadosenemigos.
sión de retirarnosy así lo hicimos. Fue lo correctopara aquel mo- "Desde mi posición yo veía sombrasque corrían, tanto de ar-
mento en particular.De todas maneras,pronto se haría de día y la gentinoscomo de ingleses.El fuegode ametralladoras y de fusilesera
posiciónde ellos quedaríaexpuestaa los Marinesque estabanen Dos una locura. Despuésdel fuego siemprese escuchabangirtos. Era in-
Hermanas. creíblever nuestrasametralladorasy las ametralladorasbritánicaslan-
"Era tiempo de ver cómo se desarrollabala batalla. Volvimos zándosetrazadorasentresí.
haciala cumbrepara ver si nuestroargentinopodíaconseguirque se "La artillería inglesacomenzóa abrir fuego sobrenosotros,así
rindieran algunos compañerosmás, pero allí todo parecíabajo con- que tratamosde contestarel fuego. Entonceslos cañonesde la Arma-
trol. Esa situaciónnos dejabacon nuestroprisioneroy el problemade da Británica comenzarona bombardearnos. Un proyectil cayó a veinte
qué hacercon é1.Uno de los muchachoslo hizo arrodillar y le apoyó metrosde dondeestábamos.Nuestrosobservadoresno cesabande lla-
una pistola en la nuca. listo para eliminarlo. El argentinoaceptabasu mar por teléfono.Nos decíanque teníamosque atraparlas ametralla-
destino con tranquilidad.Se limitó a mirarnos como si nos dijera: dorasinglesasen la cumbre.Les estabanprovocandodañosincalcula-
'Hagan lo peor'. Era como si fuera algo muy natural, como un acto bles a nuestroscontrolesde batalla.Una y otra vez intentamosllegar
bien ensayado.La muertenos rodeaba.Podíamosolerla. hastaellos. Una y otra vez abrieronf'uegosobrenosotros."
"La compañíade fusilerosme miró para que les diera la orden
de disparar.En mi cabezaveía cómo sucedíatodo. Lo que recordaré Denzil Connick sabíaque aquello seríadistinto, que hábría un
por el restode mi vida es el poderde la palabra'No'. Fue la palabra mundo de diferenciacon las operacionesen las que habíaparticipado
más fuerte que pronunciéen mi vida. El argentinofue puestode pie. en lrlanda del Norte. Había visto cómo se desatabala batalla, había
Estabasonriendo,una sonrisaamplia. Le dijimos que bajara hastala observadolas furiosastrazadorasque siseabany atravesabanel cielo
zona donde estabanlos prisionerosde guerra.Allá fue, brincando, nocturno,luego rebotabanen las rocasy se introducíanen los cuerpos
agitandolos brazos.No dijo nada;nosotrostampoco.Todos sabíamos tlc los hombres.Denzil escuchaba los lamentosdoloridosde los hom-
que lo correcto era dejarlo con vida. Ahora corría, cuestaabajo. Re- lrrcshcridosy asustados. Ahora avanzaba,con las piernascomo pkl-
cuerdoque me dije: '¡Suerte,bribón,me debesuna!'. nl(). con cl lnicckrque lo consumíaa medidaque se daba cuentaclc
"Hacc un par dc años vi al soldldo quc lo hizo arroclilllrr.I' t¡rrt'los llrrnerrtos
porlíanprovcnirde susamigosclelas corn¡rañírrs tlc

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I
tusileros.En las pocashorassiguicntes, algurrosrlc susunrigost'st:r Genielin.com
¡ r , l r r 'l o . l o r t o s r ¡ r r t '< l l r r o r ¡r ¡ l r ¡ l r l tr l o s. l l r tsc¡ r tr r tl l r csctr t:h r i c¡ u c ¡ l ccl ía n u n
rían muertos;nuncavolveríaa compartircon elkrsuna reulli(inni t¡rrlr l rt c r l l r 'o .
buenaborrachera. Denzil cayó en la cuentade que é1,tarnbién,prilía I)clinitivalncntc,
csto era muy diferentede todo lo que había
estarmuerto antesde que pasaramucho tiempo. No era ese un pensa- vivido¿rntcs...
miento que hiciera que aquel soldadonormalmentefilosófico quisiera
saltarde alegría. Jorge Altieri aún yacía mortalmente rígido debajo de la carpa
Tenía los oídos muy aguzadosmientras escuchabalas señales dcrrumbada.
de radio a la esperade recibir el llamado correspondientey la consi- "No sé cuánto tiempo permanecimosallí. Un minuto, una ho-
guiente orden de apoyo para los muchachosde los morteros,de las ra...fue toda una vida. Se habíanretirado,pero no sabíamoscuántoni
ametralladoraso de los equiposantitanquesde las compañíasde fusi- en qué dirección.En nuestrasinmediacionestodo estabatranquilo.
leros. Tenía el revólver submarino Sterling, una desagradablearma Tal vez tuviéramossuerte.Tal vez sobreviviéramos.Lentamentenos
negrapequeña,en la mano, con las partesactivasaún aseguradas. No arrastramosfuera y observamoslo que nos rodeaba.En el hoyo las
queríaaccionarlo,por temor a tropezarsey que se dispararanvarios ti- cosasiban mal. Una masa de trazadorassobrevolabala zona. Escu-
ros sobre el traserode alguno que estuvierafrente a é1.Sólo seríade chábamosgritos y las órdenesvociferadasde los inglesesque avanza-
utilidad en un encuentrocercano,y cuando llegara el momento de ban. Los vi en una senda.Luego vi que explotabauna granadacerca
usarlaestaríaluchandopor su vida. de nuestroscalibre 50, y los inglesesque tomaban la posición. Co-
Se dirigíanhacia una posicióndesdedondepodríandivisar to- menz¿Iron a avanzarnuevamente...
da la batalla y darles nrásapoyo a los muchachosde la CompañíaB, "Cerca de nosotrostodo estabaen calma. Volvimos a escuchar
que caeríansobre los defensoresargentinosque estabanen sus t¡in- voces,esta vez de los nuestros.Eran Guerra y Pedrazay nos estaban
cheras.El equipo de apoyo de fuego consistíaen otros dos radioope- llamando.Quedábamosseis o sietey nos reunimosen un grupo. Nos
radores,el cabo interino Cripps, un expertode las SeñalesReales, dijeron: 'Los inglesesdestruyeronpor completola posición del te-
"Errol" Flynn, el comandantede la compañía,el mayor Peter Denni- nienteBaldini. Destruyerontodo. Tambiéntomaronprisioneros'.
son y el sargentomayor de la compañía,Thor Caithness.Cuando se "Dije que teníamosque ver si podíamosatacarlos,pero los
acercaronal lugar preacordado,notaron que la CompañíaB se había otros dijeron que los ingleseshabíanconquistadotodaslas posiciones
marchadoantesde lo anticipado,así que se dispusierona llegar hasta en el hoyo. Nuestra primera línea de defensahabía sido aniquilada.
la cumbre. Todavíahabía algunosmuchachosque se defendíanen el despeñade-
Denzil Connick comenzóa sentir temor por los soldadosde la ro, pero no sabíamosqué hacer.Ibamos a tratarde retirarnosde algu-
CompañíaB, superadosen númeroy en artillería,pero que aún pelea- na manera.Encontramosa Quintana.Aún estabavivo, aunquegrave-
ban como tigres.A su izquierdaestabael 5" Pelotóny a su derechael mente herido. Los muchachosle pidieron que se quedaratranquilo,
6" Pelotón,disparando,gritando,peleandoy, en algunoscasos.cayen- que volveríanpor é1,pero murió.
do. El sargentoGraham Colbeck, el hombre a cargo de los misiles "Hablábamosen susurros,para que no nos escucharan. Ni si-
Milan y expertodel Ejército Británico en Milan, vociferabaen el ra- quiera nos gustabala idea de estaren grupo, por si los de las ametra-
dio pidiendopermisopara abrir fuego. lladorasinglesasnos veían.Temíamosque una ametralladoranos die-
Permiso denegado.El sargentomayor tenía otras prioridades; ra a todos de una vez. Ernpezamosa cubrirnos unos a otros y
tratabade dirigir las ametralladorashacia los mortalesfrancotiradores avanzamoshastaunas piedrascerca del hoyo. Allí fue cuando perdí
que detectabacon un visor nocturno.Pero los encargadosde las ame- de vista a Sánchezy Pedraza.Teníamosla ametralladoray los fusiles.
tralladorasse vieron en apuros,porque éstascomenzarona fallar, una Nos movíamos lentamenteen la cumbre, arrastrándonossobre la sa-
por una, hastaque sólo el armade Vince Bramley siguió tirando. liente plana y luego cuestaabajo por la laderasur. Encontramosunos
El sargentoColbeck seguíaapabullándoloscon susquejasa tra- postestelegráficosy bajamoshastael valle. Atrás teníamosel Monte
vés de los auricularescuandode pronto un zumbido fortísimo, y luego Tumbledown.Fijamos la ametralladoray observamosa los ingleses.
un ¡bang!, les dejó los oídos zumbando.Denzil quedó grogui del im- "Yo veía sus siluetasdibuiadascontra el cielo. Un sarsentode

190 l9l
I
"Uno de los muchachoscomenzóa llorar, y eso cnlpeorril¡rs .r' ,rrl u.rnrr l )n\r() t t r 'r ( )lx't Genielin.com
, ( ) . jr uo 1¡ ¡ ¡ r 'r r osú quú past l col- tel ot r o. No
cosas.El aire estaballeno de gritosy llantosy del ruido de las cxpkr. \
'
11 ¡¡¡ ¡,,r l t vt'r l o.
sionesde granadasy disparosde fusiles.Decidimos hacerun cescdcl "l't'ro cr.l ob"'io que no había convencidoal francotiradorde
fuego por un momento,para tratar de conservarlas pocasmunicioncs (lu('\(' rrrtlit'r'lr.lrl hombreera inteligente.Estabaretrasando
las cosas.
que nos quedaban.Los inglesesse detuvieronmuy cercade nosotros, N, ¡lrrlrirrrros iluminarsu posiciónparaatraparlo.Le dije a mi prisio-
y luego siguieron en distinta dirección. Nosotros estábamosahí, es- ncrl) 'l.lr,'r'arnc con tus amigos'.Quise decirle que me llevara hasta
condidos,observando,esperando..." ,l.nrlt'cstubacl tirador.El asintióy se puso de pie. Qué bien, pensé,
¡rrrt'tkr torrrarkrcomo prisioneroo identificarcon precisiónsu posición
Jerry Phillips depusosu fusil de precisiónmortal y su arnéspa- v rrt'!ot'iur.con é1.¡Pero,no! Mi hombretrotó cuestaabajo,alejándose
ra tratar de consolara los heridos.Ellos necesitabanayuda y apoyo. rlt'l t t'rrtrodc la batalla.Me quedéaturdido.Cuandose paró y empezó
El sabíaque eseestadoera una de las principalescausasde muerte de ,r lr;rblrrrlcs a unosagujerosen la tierrapensé,qué carajole pasaa este
los hombresheridos en el campo de.batalla. Un poco de cuidado y tr¡ro.l'.rrtonces el agujerole contestó.Conmigo habíaun par de mu-
atenciónlos calmabay los ayudabaa sobrevivir.Jerry Phillips, el r lr:rtlros que manejabanlos fusiles,y que veíanque mi prisionerole
hombre cuyo trabajo consistíaen aparecerde repenteen la oscuridad lrrrblrrtlr al sueloy obteníarespuestas.
para extinguir vidas,estabahaciendotodo lo que podíapara salvarlas. "Nos pusimosa un costadoy nos quedamosmirando.Nuestro
Habían reunido a los heridos en una depresiónen la ladera,lo lrrsioncro se corrió y se sentó sobre unas piedras.No sé qué pasó
que les proporcionabacierta seguridad.De pronto, todo quedó ilumi- ,k's¡rrrós. sólo sé que se desatóel infierno. Fuimos hastauno de los
nado cuandoestallóel grito de muertede un soldadoenemigo. .rlu jcros y lo limpiamoscon grandas.Al siguientelo limpiamoscon
"El argentinohabíaactivadouna granadade fósforo y se estaba nr¡('stras bayonetas.Esas posicionesestabandetrásde nosotros.La
incendiañdo.Daba tumbos y gritaba.Daba tumbos por todo el lugar. ',rtr¡¿rcitin no era buena.Podíahabertodo un pelotónde enemigos
Enseguidaapareceotro argentino,corriendopara alejarsede é1.Yo es- ;rllí ocultosy nosotroséramossólo tres para enfrentarnoscon todos
toy debajode ellos. El que corre,de repenteparecequedarsuspendido t'lkrs. Horas antesyo había pedido refuerzosy no me habían sido
en el aire y aterrizajusto sobremí. , ont'cdidos.Nuestroprisionerogritabaque si el restode ellos no sa-
"Ahora bien, yo estoy metido en una especiede chiquero. El lr;rn.íbamosa atacarloscon granadas.El blanco siguienteera un de-
me cae encima,yo no tengo armasni arnés,y todos nuestrosheridos ¡rosito.Estábamosa punto de tomarlo cuandoaparecióun tipo, lue-
están tendidos allí, indefensos.Lo agarro y empiezo a pegarle.Hay lo otro, y otro... y luego otros tres más. Seis en una posición.
por lo menos doce heridos que me estánmirando y yo les grito que lrurtamosotros diez. Yo tenía los pelos de punta. Tres de nosotros
me pasenun fusil. Sabíaque tenía que matarlo. No quiero matarlo a ,.'rr dieciséisprisioneros.Si decidíanatacarnos,nos deshacían.De-
golpes,pero no hay nadie que puedaayudarme.Sigo pegándole.En- t ¡rlí hacerlosmarcharhastala zonade nuestrocuartelcentrallo más
toncesme dice en un inglés irregular: 'Me rindo'. ¡rrorrtoposible,para liberarmede ellos. Ellss sabíanque no había-
"¡Bien! Ahora sí. Yo tenía un plan. Lo arrastréhastadonde ha- ¡¡roshabladoen broma en las trincheras,pero podíancobrar valor y
bía otro prisionero.Le dije a mi prisioneroque queríaque el francoti- r.'r'íunuestrofin.
rador cesarael fuego y se rindiera. Era una posibilidad remota, pero "Vi a un grupo de nuestrosoficiales y les pedí que se hicieran
valía la pena intentarlo,ya que teníamostantosheridosal aire libre, y ,.:uso de los prisioneros,ya que yo teníaque regresararriba.Me mira-
cadavez que los muchachosacudíana ayudar eran alcanzadospor el r()n como si fuera un estúpido.No querían sabernada. Daban la im-
fuego. ¡'rt'siónde estardemasiadoocupadoscomo para pensaren prisione-
"Mi prisionero le explicó el plan al otro. Bueno, este tipo ros. y de todos modos, éstosno les importabanun comino. Entonces,
asintió y se dirigió cuestaarriba hacia la batalla. Ninguna táctica, ,,t¡uódebíahaceryo con ellos,matarlos?Tengoun fusil de un solo ti-
nada, tan sólo como si fuera caminando por una calle de compras. ro. ¿,cfm6diablos se suponeque voy a aniquilar a dieciséistipos'l
Mientras caminaba,gritaba. Nos quedamosahí sentadoscon la boca , l .os pongoen fila uno frente al otro y les digo: 'Esperenun minut()
abierta. El tirador pareció tranquilizarseun poco. Yo todavía tenía nlrcntras recargo?'.

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Genielin.com

de mí, a unospocosmetros.Dos de ellos cayeronderribaclos. Me pa-


Era el falso amanecer,eseconfusoperíodode tiempo en que las reció que a uno le habíadado en el pecho,y al otro justo cn el mcdio.
cosasson aún indistinguiblesy no parecenser lo que son. Santiago Salícorriendoy seguícorriendohastala cumbrey luegoen bajacra ha-
Gauto se estabamoviendo,arrastrándose, haciéndose lo más peqtteño cia el valle.
posible.No queríaque aquellasametralladoras volvierana tartamu- "Lo había logrado. Comencéa dirigirme hacia Moody Brook.
dearen direccióna é1.Pertenecía al grupo de los seisargentinosaga- Ahora los proyectilescaíansobreLongdon.Escuchabalas explosio-
zapadoscercadel hoyo, determinados a descenderde aquellamaldita nes allá arriba,a mis espaldas.Ahora habíaotros que sufríanallá arri-
montaña.Con ellos estaba "El Abuelo", un soldadode sólo veinticin- ba, en aquelterrible lugar dondeyo tambiénhabíasufrido."
co años.pero viejo en comparacióncon los conscriptosadolescentes.
"El no queríaenterarse.Sólo queríairse a casa.Paraser fran- Kevin Connervse dirigía haciael hoyo. Con él estabanDom y
cos,a todosnos sucedíalo mismo,pero estábamos en una batalla.Sa- Ben. De la penumbrasurgieronotros dos soldados,que se les unieron
bíamosque las cosasiban mal y que estábamos perdiendoterreno.Es- en la avanzada,disparandomientrasse adelantaban, para mantener
tábamoscercade la entradaal hoyo y casi no teníamosmuniciones. bajaslas cabezasde los argentinos.
Encontréun fusil tirado y una pistolaautomática.Los recogíy colo- Kevin divisó otratrinchera.Se acercócon grancautela.
qué en automáticoel mecanismodel fusil. Nuestraúnica salida.la "Se levantóun argentinocon una pistola.yo no podíacreerlo.
única manerade ponernosa salvo,er¿lcruzarel hoyo. sobrela curn- Estabacaraa carafrentea é1,y cuandoapretéel gatillo, el fusil ape-
bre,y bajaral valle. nas hizo un ruidito. Me habíaolvidado de cambiarel cargador.
"Era extraño.La batallase habíaextinguidogradualmente, co- ¡Mier-
da! Le peguéen la caray amboscaímosal suelopeleando.Era como
mo si ya no quedara nadieen el lugar. Se podía escuchar el silenciol una peleaen un bar.Si él hubierasido másrápido,me habríavencido.
ensesuidase oían vocescxtrañasque susurraban en la oscuridad.co- Yo estabatendidosobreé1,sosteniendo su revólvery pegándole. El ti-
mo si estuvierana kilómetrosde distancia.No io estaban.Tus instin- roteo seguía.Con el rabillo del ojo veía que los otros muchachosse
tos te decíanque había ojos en las cercanías,observando.a la espera zambullíanen buscade refugio.vi que le dabana uno de los nuestros.
del menor movimiento.En medio de las vocesse hacíasilencionue- Aquello me estimuló.
vamente.un silencioespantoso.No podíamosquedarnosahí. Tenía- "Nos pegábamosy nos pateábamos.Había una venda.La aga-
mos que avanzar.Teníamosque salir de aquel lugar. né y logré enroscársela en el cuello.Comencéa estrangularlo. Aque-
"Dscidí que cubriríacon fuego a mis camaradasmientrascrtl- llo se estabaconvirtiendoen un asesinatopersonal,y no me gustaba.
zabanel h,ryo de a uno. Disparéun par de ráfagasrápidasy llegó mi No queríamatarlo de esa manera,pero si no lo hacía.él me matabaa
turno. Los ctros lo habían logrado. Veía sus cascosque desaparecían mí. Olía su aliento,su transpiración, su ropa.La lenguase le dilató y
detrásde una elevación.Yo esperabaque estuvieranallí para cubrir- clavó los ojos en mí. Hizo un último esfuerzo,un gruñido,y luego
me. Justo cuando estabaa punto de correr por mi vida. empezarona murió. Supeque habíamuertopor los ojos.No me gustó."
caeremetrazadorasalrededor.Zuss-ck...zuss-ck...zuss-ck...En me- Kevin iniró haciadondehabíavisto a suscamaradas por última
dio de todo esotuve la ideamásestúpidade todami vida: me dije que vez. Dom estabatendidoallí, a un lado de la entradaal hoyo. De in_
aquellaslucecitasno podían matarme.Imposible.Si las tocabano me mediatosupoque era el pequeñoDom a quien habíavisto caer.
harían daño. La idea no me duró mucho, ya que otras balas que eran
disparadasjunto con las trazadorascomenzarona pegaren las piedras Tan pronto como destruyeronla trinchera,el fue-eobrotó desde
que estabana mis espaldas. Estassí que me haríandaño.No habíapo- iodas partes. Dom supo que tendríaque buscarrefugio.Mientras se
sibilidad de equivocaciónal respecto.Me zambullí entre dos piedras lanzabaa travésdel sueloempapado,vio a Kevin que ruchabacon un
justo a la entradadel hoyo. argentino en el suelo.
"No podíaquedarmeahí. ¿Cómoiba a salir para reunirmecon Despuéssintió como si lo elevaranen el aire. Sintió que era
los demás?De prontoaparecieron soldadosingleses.iust<t l-rcntcrt rrtí. irrroiadopor sobreuna trincheray que luegocaía...caíacuestaabajo.
I n s l i nt ivantcn tc. lcs tlispa rr <unit r í f lga. Es t lr h¿r na l) luv t 'o t 'l l r t l t s l : ¡ l t r 't ¡ r [\'r:ti r;n rolyrt-r'orrtnr
c-lsueloy se quedósentado]
queríaponcrcn or-
t
artilleríase arrastróhastadondccstábantos. lcní¿tutl !ts()l tt()('ttlttt(), , t'l l t ¡ t t'r ( u r 'r l x) tl t' l 'l u i l !i tt( l t\l l Genielin.com
l , r ', , r ¡ n t 'l r , r l l , t r l o t ; r . tl s tttg íl ttt so l l tt' l o s
infrarrojo.Ahora veía a los inglescscon mayor cl¿rriclad. v lt lltlesttl)s , r t l '( 't t t t t t o s . S i 'l : l l r o l l r 'i l tl r 's. ¡ r t'ttsti l ) o ttt. l tcto g r a ci a s a D i o s q u e so n
y
muchachos a los ingleses que se disparaban entre sí. Las ballrsih¡.trl n u ( '\ l r o \ \ ( l u e r 's t ii r r tl c n u cstr ( ) l a d o . N o so n l a cl a se d e ti p o s q u e n tr
en todas direcciones.Nosotrosestábamosen el flanco británico. y ; r ( r ( 'r l l u r s i c r t ¿ i s c n cu l l r ¡ u i c'r 'l u g a r d e n tr o d e l a l ca n ce d e su s o b u se s d e
cuandose nos acercaronlo suficiente,los sorprendimos con fusiles.la I O . 5r n l n .
ametralladoray granadas.Yo acababade dispararmi tercer cargador frl cspírituera sombrío,ya que habíacamaradasmuertosy heri-
de veinte vueltas,con el que le acertéal flanco inglés.cuandoellos fi- tlosc¡ircvacíanalrededorde ellos.Como siempre,JohnnyWeeksesta-
jaron exactamente nuestraposición.Enseguida,un proyectilcayójus- hrrcn el fiente con ellos.hablándoles, dandoórdenes,explicandoto-
to en medio de nosotros.Recuerdoque caí o rodé de costado.Me le- rlo. L¿rsbalasle pasabanrozandola cabeza,pero el sargentomayor
vanté,sosteniéndome la cabeza.Todavíatenía el cascopuesto.pero ¡rlcler-íer
no notarlo.
sabíaque habíaalgo que andabamal. Sabíaque estabaaturdido y co- "Este tío es fantástico".se diio Dom. "No le importaun comi-
mencéa dar tumbos,hastaque me caí. El sargentoestabamuerto:so- no.Tienehuevos."
bre él habíacaído toda la fuerzadel estallido.Otro muchachogritaba; El oficial a cargo y el segundode la CompañíaB habíanapare-
tenía una pi..nu herida. Yo estabacaído sobreel suelo,gimiendo. To- cido en escenaparatenerun cuadromás claro de las dificultadesque
do era una locura.Alguien dijo: 'Estásherido,Jorge;tranquilo,te lle- sushombresenfrentaban.
varemosal poblado'.No séqué pasódespués... me desmayé." Retomaronel avance.con el tenienteCox al frente,seguidopor
cl operndorde radio StevePhillips y luegoel restodel pelotón.Nue-
Jeny Phillips les habíadado a los molestosfrancotiradores to- vamenteestabanen un pasoque iba cuestaarriba,directohaciael ho-
das las posibilidadesde rendirse.El juego ya habíaempezado,mien- _t'o.A pesardel bombardeode artilleríay de las ametralladoras, en la
trasJerry volvía a acercarsecautelosamente a la montaña.En el pues- zonareinabauna quietudmortal,les advirtióDom a quienesquisieran
to de primerosauxilioshabíavisto los resultadosdel trabajoartesanal cscucharlo.A los pocosminutos,Cox se vio fiente a dos argentinos.
que habíanhecholos francotiradores,y ya era tiempo de que probaran que le salieronal pasodisparando.El se zambullóa un costado.gri-
su propiamedicina.Tambiénera precisoneutralizara los viciososen- tandouna advertencia mientraslas balasse dirigíanhaciael pelotón.
cargadosde las ametralladorascalibre 50. Donr se tiró al suelo.pensandoque les habíandado a Cox y
"Disparé cien vueltasa distintosblancosduranteun períodode Phillips."Mierda". se dijo. Frank Reagany Lennie Carverestabanti-
dos horas.Mi punteríaera precisa.Si algo se movía y yo le disparaba. lados.JohnnyCrow, también.Dom se arrastróhastaJohnny,pero es-
no volvía a moverse.No sé si maté y no quiero saberlo.Pero el fuego tabamuerto.Frank y Lennie estabanheridos,pero los demásestaban
desdeesasposicionessedetuvo.Al final resultóque yo tratabade alcan- bien.De atrásles llegó la ordende seguir.Los de atrásse haríancargo
que erantan durosde matarcomo nosotros.
zar a dos francotiradores, clelos heridos.Dom, Ben, Kev Connery,Skiddy y otros dos mucha-
"Uno de ellos tenía una mira de rayos infranojos. Le dispara- chos volvieron a formarsey retomaronla marcha.Llegaron a la entra-
mos y de pronto la mira quedóapuntandohacia el cielo. Así se quedó: cladel hoyo. Dom teníael dedopresionadosobreel gatillo.Estabalis-
un pequeñorayo rojo apuntandohacia arriba; ya no nos causabanin- ttl. Se asomóa echarun vistazoy vio una gran trincheraenemiga.
gún daño.Al otro nuncale di. Qué extraño,pensó:no se veía ni se oía nadaque provinierade allí.
"Para entonces.las ametralladoras de fuego sostenidoestaban Cadavez que se habíatopadocon una trincheraen ocasionesanterio-
en posición.así que me deslicéhastael puestode primerosauxilios res.el cielo se veníaabajo.Algo no andababien.Era probableque los
del 6" Pelotón.Había más baias." argentinosseestuvieranescondiendo, esperándolos.
Se decidió que se arriesgarían lo menosposible.Primerodes-
Dom y Ben todavíaapestaban espantosamente cuandoel 5'Pe- truirían la posicióncon cohetesde 66 mm. Lanzarontres cohetcsv
lotón se reagrupóuna vez más. Los "Francotiradores de las Nueve ningunode los tresexplotó.
Millas" de la Artillería Real estabanpulverizandoa los defensoresar- "Tal vez las cabezaslos mataronsin haberexolot¿rdo". se tliio
gentinosdespiadadamente, y cadavez que aquélloscesabanel fue-eo. Dom paraganarconfianza.

t92 193
Milan. Allí, en medio de estosintcrcambios, cstabaDc.zir. Ir¿r].\l]lr. Genielin.com
, {rrr l .t l rot:r ,rl rl ttl: r lnt ( 'llllr \ los vcí ¿rlt lsar . list lt ban t an absor t oscon
tiendo los pedidosdel indignadosargentoal impávido sargenrorna- r(' .,1)(( l ():rl l r¡l l rr lr t lo¡ ¡ 1ls
sc r lir igí an.t an dispuest ospar a la bat alla,que
yor, y repitiendolas denegaciones de esteúltimo. por Dios, ¿a quién i l r ,r(l ut('ti l i l ()l l U \)i l rtti pfC s C nC i a.
le gustaría ser un cabo interino operador de radio acorralaáoentre "l)ccirlíolvidarntc
de ello y me fui hastala barracaa tomarcer-
aquellosdos tipos? \ ('./lr
('()nirl.grrnos
de los muchachos del 9" Escuadrón. Me sentíade-
caithness,con el visor nocturno,fue dirigiendo gradualmentea rrt'lrtkr.y decidídescansar hastala primeraluz del día,y luegovolver
los artilleroshastalas posicionesadecuadas. Luego imfartió susórde- .r srrbily continuarcon mi intentopor atrapara aquelfastidiosofran-
nesa Denzil: "Milan, preparados. ¡Fuego!,'. r,l¡¡¡¡¡11¡¡.cuando volr'í a la batallaen aquellazona,todo habíatermi-
CuandoDenzil transmitióla orden,percibió el alivio de col- rrrtltry algunosde los muchachosme dijeronque habíandestruidosu
beck. El misil fue volandotras la línea del trazadory dio en el blanco.
¡ro.,ición. Pensaronque el tipo se habíasalvado.Maldición,yo quería
Desdeel otro lado de la montaña,la artilleríaargentinavolvió a :rllltparlo."
abrir fuego y otra bomba cayó cerca.El mayor Dennisonestabacon_
vencido de que el enemigoestabadesesperaclo por darle a la ametra- El mayor Carrizo habíadecididorescatara la mayor cantidad
lladora de Bramley y a los equiposMilan del sargentoColbeck.
¡rosiblede sus hombresy procedera una retiradaen combate.Félix
A Denzil le asombrabaque ningunode ellos hubieraresultado []anetoera uno de los fusilerosque efectuabadisparosde cubrimiento
muerto hasthentonces.No bien tuvo ese pensamiento,el aire que ro-
un aquelhoyo inf'ernal.
deabala posición se evaporóen una explosiónensordecedora. oía "Veía que algunosde nuestrossoldados,arrastrándose bajo el
gritosde "¡Médico! ¡Médicol" por entreei zumbidode los oídos.
cubrimientode nuestrofuego,llegabanhastasitiosde relativaseguri-
En ese instante,los temoresde Dennisonrecibieronconfirma- dad. Estaríana salvo de la batallaque se desatabaen las innrediacio-
ción. Los soldadosPeteHedicker y phillip wesr yacíanmuertossobre
nes,pero el fuego de ametralladoras y artilleríade los inglesesalcan-
eI suelo.Su comandantedel Milan, el cabo Keith Mccarthy, tenía
he- zabacada vez mayor precisión.Lizcarray yo fuimos los últimos en
ridas mortales.otros miembros de la compañíahabían sido heridos
salir,escabulléndonos a travésde las piedrasmientrasla anilleríabri-
por la metralla.
tánicanos caíaalrededor.Ibamosa encaminarnos haciaPuertoArgen-
Los equiposde apoyo de fuego se arrojarona las trincherasque tino. Los muchachosque habíamosidentificadopertenecían a las sec-
quedaban;se les hacía cadavez más difícil apoyar a los fusileros
de ciones2 y 3u.Sabíamos que la l" Secciónhabíasoportadolo más
las CompañíasA y B que veníanavanzando. El peligroera que dispa_ arduodel ataque,y que el tenienteBaldini y los cabosCanizo,Díazy
raríana muy pocadistanciade suspropiasfiras.Cuandoamaneció.se
Ríos estabandentrode las posicionestomadaspor los ingleses.
quedaronobservandoy esperando.La resistenciaargentinase iba "EntoncesLizcana se volvió loco. Empezóa gritar: '¡Vengan,
des-
moronando. ingleses!¡Vengan,inglesesl'.Despuésno parabade reírse.Enseguida
el capitánme detuvo y me dijo que tenía que regresar.Yo no tenía
Jeny Phillips estabade vueltaen la cumbrede la montañauna municiones.Así que él se fue trotandoa conseguirmemuniciones,y
vez más. Toda la nochehabíaestadoescalánclola y luego regresando en cuanto salió de mi campo I'isual yo volví junto al cabo Carrizo.
con los heridos.Ahora vigilabacon atenciónla entradaál noyo,
Los proyectilesde artilleríanos llovían desdetodaspartes.Segúnmi
bierto tras las trincherasy las figuras más negrasque la noche. "n.u-
parecer,los ingleseshabíantomadola montaña."
"Era casi fantástico.Tenía la sensacióncle que había ojos que
me observaban. Sentíalgo, me di vueltay vi a unoscientocincuenta GermánChamorrotuvo una sensaciónambiguade alivio cuan-
tipos en formación.Me apoyésobreuna rodiila, con el fusir risro,y
do se le terminóla provisiónde bombasparael mortero.
grité: "¡Alto ahí!". Pasaronmarchandojusto frente a mí sin siquiera
"Verás,nuestrastropasestabantan cerca de los inglesesque
parpadear.Era la compañía A; nadie me había avisado que esiarían
nuestrasbombasles caíanencima.Estabanluchandocuerpoa cuer-
en esa zona. Estabanatravesandonuestraslíneas para atacarel otro po. y nosotrosLratábamos de apoyarlos.pero por momenloscrrr irn
extremode Longdon.Me quedéarrodillado,absolutamente inmóvil v posible.Paracuandonos quedamossin municiones.la posicitirrcnr

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rnsostenible. Yo habíaestadotirando toda ra noche y toda la noche
los inglesestiraron contranosotros.Había caídocontra llegaron.Raméhabíasoportadolos disparosque le efectuaronlos in-
el suerotan- glesesdurantetoda la noche.Cuandocomenzóa retirarse,una bomba
tas vecesque me dolía todo el cuerpo.Es increíbleque
ninguno de explotójusto junto a é1,y lo cubrió de piedrasy tierra,pero sobrevi-
nosotrosresultaramuerto ni herido. yo tenía la cabeza
vacíaie todo vió intacto. Bustosdijo: 'Hay muchoscadáveresallá aniba, murió
contenido,hastade temor.En mis entrañassentíaque habíamos
per- una apabullante cantidadde gente'.
dido la guerra.
"Los soldadosder SéptimoRegimientoestaban "Yo habíavisto cadáveres, pero nuncalos habíatocadoni con-
en retirada,ca- tado.No bien llegarnosa Moody Brook, ya habíatipos que sejacta-
da uno como podía: corriendo,caminando,hastaarrastrándose.
Esta_ ban de la cantidadde hombresque habíanmatado.Otrosestabantris-
ban en una confusióntotal, no contabancon órdenesdirectas
que los tes. y decíanque sus compañeroshabíanmuerto.Otros buscabana
orientaran'y hastadondeyo podía ver, no habíaoficiares
ni suboficia- sus amigos.Muchos habíantransportado
les que controlaranlas cosas.De arriba habíanmandado a compañerosheridosen la
todo al cara_ retiradaen lugarde dejárselos
jo. Los soldadoseran los que tomabanlas a los ingleses.No hablamoscon ningún
decisionesde seguircom-
batiendo.Escuchépor ahí que algunossordadoshabían oficial: nos limitamosa hablarentrenosotros.Algunos de los oficia-
*uádu o ,u, les comenzarona organizarun contraataque.
oficiales porque los considerabancobardes.otros los mataron A Ramé y Bustosles
por di- dierondetallesparaque retornarany establecieran
ferentesrazones'pero yo no vi nadade eso.fueron puras otro puestode ob-
histonasoue servaciónpara la artillería.Los del SéptimoRegimientoempezarona
se corrieron
"Los soldadosingleseshabíancopadotodo er lugar,y dar precisionessobrelas posiciones.A medidaque avanzabael día,
en er aire dirigimos una pesaday concentrada
había olores,a pólvora, sangrey muerte,olores qr" nó te barrerade fuego contralas trin-
abandonan cherasque habíansido nuestrasy que ahora los inglesesutilizarían
jamás,pero oloresque no podésdescribirle
a nadieque no haya esta-
do en una batalla.Era tiempo de salir de allí, de retirarnos paracubrirse."
arrastrán-
donos.Sí, yo me anastré.Los proyectiles,las trazadoras,
las balasy Un mantode depresiónproducidopor una frustraciónprofunda
todo el resto del bombardeoinglés te hacían arrastrar.Durante
cada se habíainstaladosobrelos hombresde la CompañíaC. La Compañía
cesedel fuego nos poníamosde pie y corríamos,pero pronto
escuchá- ll habíacombatidoy la CompañíaA estabacombatiendoen ese mo-
bamosel parloteode las ametrailadoras y vorvíamosa zambulrirnos.
cierta vez me zambulríen una pira de materiafecal y tuve que rncnto.El batallónhermanode ellos, el SegundoCuerpode Paracai-
arras- tlistas.había llegadocomo reserva.Tony Gregory y los otros ya te-
trarmepor encima.
"A mi alrededor,ros soradosestabanen retirada nían la sensaciónde que seríanmeros expectadores. Pero cuandola
desdetoda la
cumbre,tipos que yo ni conocía.Las explosionesnos acechaban. ntrchese convirtió en día, por fin se les ordenó avanzar,para liberar
Oía lrrsladerasorientaly sur.
el quejido de los muchachosque recibíanalgún impacto.por
todas "Llegamosa la cima en una líneaextendida,la vista másespec-
partesescuchabaque los muchachosgritaban de dol,or;
decían cosas trrrl que te puedasimaginar.Todoscaminábamosencorvados,medio
como: 'Mi pierna,no la siento',o'Me volaronel brazo'.Lo
más difí_ ,rttrclillados,
cil era no poder ayudar.El fuego enemigo era tan intensoque tratandode convertirnos en blancoslo máspequeños po-
hasta Escuchábamos fusil
los que iban a ayudarresultaban 'rblc. disparos de en el otro extremo,donde ope-
heridos.veía las figurasde los solda-
dos que caían.Dolía, doría muy profundamente.ra f'rustración. r:rlu la ConrpañíaA. pero a nuestroalrededortodo estabaquieto.En
la im- l.r /()nAtJondeestábamos habíauna quietudabsoluta;estabadesierta,
potenciade ver a tus propioscompañeroscaer,muertos
o heridos.y ,r
no poder hacernadapara ayudarlos.Nunca sabréquiénes ''\ccpción de los cadáveres.Los cuerposno me causaronconmocitin
eran aque-
llos muchachos, peroesono facilitalas cosas. I)()l(lueIo suponía que los vería.Parecíanaturalque hubieracadávc-
"La retirada nos llevó arrededorde dos horas, dos r, ' l)csdela laderasur llegamosa la cumbrey seguimoshaciaI¡rla-
horas de (li rr or-icntal. para limpiar más trincheras.
zambullirnosy arrastrarnoshacia distintos tipos clerefugio. Acabábamos de iniciarla
Llegué a ri r rlritlrr prlr la laderaorientalcuandolos argentinosempezarona
mi primeraposiciónde artilreríajusto cuandocomenzabuu
,n-,rn...r. l','rnlrlu
Raméy Bustos,mis compañerosder equipode .bscrvacitin. tlclrnloscon artillería,asíque tuvimosque retroceder.
rarrhitr' " lirrlosesthbamos muy bajoneados, dc no par-
las frustraciones
)()()
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den sus pensamientos. La cabezale clabavueltas.Ben tambiénhabía Lle-qaron órdenesde cavary buscaralgtl parl (l¡xrr.lo: l)()/os.
caído.Algo malo pasaba con la cabezade Dom. Comenzóa quitarse Como para refbrzarlas órdenes.un proyectildc l-5-5rrr¡¡tcx¡rlotrirr
el casco. espaldas de Kevin y Skiddy.La ondaexpansivakrs lcvlrrrtri r.n (.t irl
Ben miraba.Por su expresión,Dom adivinabaque algo había re y los arrojóa unostreintametrosdel sitio dondeestahun. ('lryr.rr'
sucedido.Ben observab¿r con incredulidadlacabezade Dom, después lado a lado.
el cascoy luegonuevamentela cabeza.Una balahabíapenetradopor Kevin percibióque lo invadíauna sensaciónroja y calicrrre :
el costadodel cascode Dom, le había atravesadoel cráneoy había tenía el rostro, la ropa, todo el cuerpo estremecidoy caliente.Los
vuelto a salir por el otro lado del casco.Durantetoda la batalla,la oídos le zumbaban.Le gritó a Skiddy, que comenzóa gritar por la
mentede Dom habíatrabajadoa toda velocidad:ahoraparecíafuncio- conmoción.
nar en cámaralenta.De pronto,cayó en la cuentade que habíasido "Fui hastaé1.Yo tenía las manos empapadasde transpiración.
alcanzadopor un proyectil...en la cabeza.En eseinstantepudo con- Me resultabadifícil encontrarla heridade Skiddy.Hastaque hallé un
firmarlo: le caíasangrepor el rostroy el cuello.Se pusode pie y vol- agujeroen la campera.Metí el dedo y noté que el agujerole traspasa-
vió a colocarseel casco. ba toda la ropa.Sentíque teníael bulto de una metrallaen la espalda.
"Bueno, entoncesno estoy rnuerto",se dijo. "¿Cómo puede Le rasguéla ropa para poder mirar mejor la heriday él empezóa que-
ser que esté herido? No puede ser. Es sólo un rasguño.Al carajo. jarse: no queríaque le arruinarala campera.Yo teníaun vendaje,así
Vámonos." que se lo apliquésobrela heriday Skiddyesruvobien.Lo ayudéa po-
Partióa unirseal resto.La adrenalinale circulabanuevamente. nersede pie y lo enviarona recibir atenciónmédica.Más adelantesu-
Todo estababien. Era un paracaidista, por amor de Dios. Y Johnny pe que tambiénle habíandadoen Ia pierna.
Weekstambién.El sargentomayor hizo casoomiso de susprotestasy "Ahora yo era el único que quedabade mi equipode fusileros.
lo mandódirectamente al puestode primerosauxilios.Dom rezongóy Johnnyhabíamuertoy ahoraSkiddyestabaherido.Comencéa sentir-
se dirigió haciala retaguardia. rne un poco perdidohastaque volvió a llover rnásiuegode artilleríay
"La zonadel puestode primerosauxiliosparecíaalgo salidodi- cayeronmás de nuestrosmuchachos.Yo estabaatendiendoal cabo
rectamentedel inflerno.Habíaparacaidistas y argentinosheridospor StewartMclaughlin, que habíaluchadocomo Llnhéroetoda la noche.
todaspartes.Los gritos,los lamentos,el sufrirniento,eranalgo que no Me decía:'Me llegó la hora', peroestababien.Sobreviviríaa las heri-
olvidaré.Habíaprisionerosque se quedabansentadosmirándome.Yo das. Lo pusimosjunto a otro muchachopara que fueran trasladados
les devolvíala mirada. hastaprimerosauxilios.En el camino de regreso,resultómuertopor
"Chris Lovett,el hornbreque me habíadicho que no me quitara otrabomba.Era como si él hubieratenidoun sextosentido.
el barboquejodel casco,me curó las heridas.Piensoque tenía razón. "Ya se hacíade día. Vi a dos argentinostiradosa mi lado. Esta-
Creo que me habríaroto el cuello si me hubieraquitado las carrileras. ban perforadospor balas.De pronto,uno comenzóa moversey a agi-
Chris era un buen médico. Poco despuésde atenderme,fue muerto al tar las manos.Yo no podía creer que aún estuvieravivo. Fuimos a
intentarsalvara otros heridos." atenderlo,pero enseguidadio un suspiroy cayó muerto.Lo intentó,
pero la muertepudo con é1.Pobretipo."
Dom habíaaportadosu granito de arena.Y frente a la incursión La anilleríaargentinacomenzabaa fustigara los paracaidistas.
de la CompañíaB, la precisióndel fuego de artilleríay naval y el re- Las bombascaían sin cesarmientrasKevin esperabanuevasórdenes.
fuerzo de la Compañíade Apoyo. los argentinoscomenzabana reti- Miró y vio la metralla.La recogióy se quemólos dedos.Fue la única
rarse.Una compañíase habíaunido al combatedesdeotra direccióny lc-siónque recibiódurantetodala noche.
arremetíacon la mismadeterminación despiadada que ejercíaia Com-
pañíaB máscercade la cumbre. El sargentoColbeckseguíaimpaciente,desesperado por unirse
Kevin sintióuna oleadade alivio cuandovio a Dom que se ale- r l¿rhatalla.por volar las trincherasenemigascon susmortalesmisiles
jaba raudamente. Al menosestávivo v no heridode gravedad.se dijo. l\4ilrul.Irl slu-se
nto mayorcaithnessestabadeterminadoa espernrhas-
enrtierrtpodc trlmurse
Ya c¡.rsi un rcspiro. l i l ( l t t ( 'l t t ¡ l r i c l r t t l t 'tcr 'tl ttkl Itl s b l ¿tn ctl s l ttl ccu a d o s p a r a cl ct¡ u i ¡ - r or l c l o s
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+4

Algunasposicionesargentinasy británicasen el MonteLongdon

x !-
O tEccEsEt.- -
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TONY
GREGORY

O ¡ ALBERToCARBoNE
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JORGEALTIERI
o.*r..oi*,.¡ x
OSCAR
CARRIZO

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-ñr'-. Formaciónrocosaentrelas depresiones

Algunosmovimientos de DominicGrayy I

K ev inC o n n e ry clrAroRRo
c¡nmÁH
o P os ic i o n ebsri tá n i c a s
x D3s: c" e s a ' c e ^ trn a s
ll
A - - ^. 2 aprox.30-40m
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3

Denzil contemplóel anlanecerdel nuevodía con la irnagende


,llt'r.isiete
de susamigos-y muchosmásargentinos- que ya no vi-
r ían para verlo. Miró a su alrededory comprobóque el sargento
( 'ripps.expertode los Señaleros Reales,habíasido heridopor ametra-
llrrcloras.
La artilleríaargentinaestabaatacancioel puesto.
La suposicióndel mayor Dennisonde que el enemigoteníaco-
nro primerosblancosa los que manejabanametralladoras y a los equi-
I)()sde la Compañíade Apoyo parecíaconfirmadapor los proyectiles
(luello\'íanalrededorde ellos,Les ordenóque se cubrieran.Dennison
r a habíaestadoantesen batallay habíaganadosus condecoraciones
r on los SAS comojoven oficial en la guerrasecretade Omán.Denzil
liricó haciaun huecoparaguarecerse junto con Mark Hammil.mien-
trasel enemigoametrallaba lasposiciones de su compañía.
"Los tipos se escondíanlo mejor que podían.Duranteuna pau-
\ir gateéhaciaafueray la OC decidiósacarnosdc es¿zon¿rlo más rá-
¡ricloposible.antesde que nos acribillaran.John Pettineer,de la com-
pañíaque patrullaba,llegó y nos llevó hacia la trinchcraen dondela
CompañíaB habíaluchadodurantecasi toda la nochc.Fue una ima-
gen chocante,casi irreal. Me impresionóver a nucstrosmuchachos
r¡ueyacíanmuertosahí. Observéalgunosde los cadáveres de los ene-
rligos y noté que parecíanteneruna expresiónde cera,como si fueran
muñecos."

205

¡
En la trinchcrasr:tlbicaroncll rclit¡lrrls
¿rbtrrrrlon;rrlos
¡rort'l t'nr' Genielin.com
iirigo y tomaronposicionesdef'ensivas por si la ailillcrírrllur¿¿rlrir
r¡rr I)ot¡r( il;rv st' lrlrrtnltllrcilrnt'lrlt',
y cl llcc¡ucrro.jtrcgo
clc Illtrat'
-¡ntraataque. lrio lr los ¡rnsrorrclos [)r()ntosc volviírrnis insípidoque la cervezaque
st'r,t'¡rtlílru ¡rrccioscxorbitantesen algunosbaresde Aldershot.Fue a
Había sido una noche muy larga para Oscar Carrizo. Los gritos s('ntitrse con StewartLaing, quien estabamás enteradoque Dom so-
de los heridosy los moribundossonabanen los oídos del sargento. blc suscompañeros y lo que habíapasadocon ellos.
Había escuchadomorir a sus camaradasy también a los británicos. Los dos soldadosheridosmuffnurabanmientrasStewartle con-
Profundamenteenterradasen su memoria estabanlas palabrasde un
t¿rba a Dom lo que le habíasucedido.
argentinoherido: "teniente Baldini, estoy herido, máteme por favor, "Pensaronque estabamuerto -dijo-, entoncesme pusieron
máteme". y
cn una bolsapara cadáveres, ahí fue dondedesperté."
"Frente a mí podía oír claramentea los inglesesgritar: 'Tom-
Dom no podía ayudarlo pero rompió a reír. Eso despertabasu
my, Tommy', y luego Tommy disparaba.Siemprerecordaréesenom-
sentido del humor. "¿,Quéhicieron?-preguntó-. Se habrán asusta-
bre. [Tommy era Tommo,uno de nuestrostiradores de fuego sosteni-
do hastacagarse,¡un muertoreviviendofrentea ellos!"
do. Oscar Carrizo, sin saberlo, estabasólo a diez metrosde nuesfros
Su humor pronto decayócuandosupo de la muerte de su jef'e,
soldados.l
StewartMclaughlin, del sargentolan McKay, del jclL' de Lanceros
"Cuandocomenzóa amanecerme arrastréfuera de mi nuevo es-
JamesMurdochy de otrosbravoscamaradas. Conrenztia cornprender
:ondite en las rocas.Recuerdoque me pusede pie. De repente,estaba
lo afortunadoque habíasido y cayóen un estadomeditativo.
frentea dos soldadosbritánicos.Me dispararonen la cabezacuandotra-
Pero pronto sus pensamientosfueron interrumpidospor cl es-
rabade rendirme.Perdíel conocimiento,penséque estabamuerto."
truendo de los disparosde la artillería argentinay fue a buscar refu-
gio. Los prisionerostambién fueron puestosal resguardo.Dom co-
Kevin esperóque la piezade ametralladorase enfriara antesde por primeravez desdeel desembarco.
menzóa desesperarse
guardarlacuidadosamente en un bolsillo. Luego masajeósu piernaen-
Debíanponera los heridosal resguardoy llevar a los prisione-
:umeciday se congratulóde haberlogradoescapar.Los tiradoresde la
ros a un áreamás seguraantesde escapar,rearrnarsey volver al com-
3ompañíade Apoyo estabancerca cuando oyó un grito de Vince
bate. "Shirley" Basseyllegó con un vehículo todo terrenopara llevar
3ramley,que estabasentadocon su ¿uma.
algunosheridosa un punto de evacuacióndondetomaríanun helicóp-
"Vince me invitó con un brebajeque estabapreparando.Me di-
tero. A Dom lo llevaron ahí junto con el tenienteAndy Bickerdike,
'igía hacia él cuando escuchéotro estruendoy me arrojé a su lado.
Bill Metcalf, PeteHindmarshy Jim O'Connell.Peteestabamalheri-
lomenzó a protestar:'Mira qué porquería,esto es lo último que me
do, peroeraJim quienmás llamabala atenciónde Dom.
luedade agua,no dejesque se derrame'. "Jim estabamuy dolorido.Habíaperdidosu ojo derechoy la he-
" ¿Me reí? ¿Qué otra cosa se podía hacer?Esa bebida era para
rida aún estabaabiena. Descansabasu cabezasobremi hombro y yo
rosotrosmás importanteque la artilleúa. Nos quedamosahí recosta-
todo lo que podía hacer era tranquilizarlo. Le dije que todo saldría
los, lado a lado, con las manos sobre la \afapara evitar que el polvo
bien. El vehículosaltabay se balanceaba, y el olor adentroera terrible;
le las explosionesensuciaramás el agua.Me organicéjunto con Vin-
sangre.sudor,mierda y la atmósferade la muerte."Shirley" nos depo-
:ey algunosde los otros y durantelas pausastratábamosde limpiar el
sitó en el medio de ningún lugar y volvió por más heridos.Qué honi-
rea de argentinosmuertos.Los llevábamospara sepultarlostempora-
ble lugar.No habíamédicos,ni enfermeras,ni nada.El frío y la hume-
iamentedel otro lado de la cuesta.A todos nos resultabaalgo emoti-
dad comenzabana golpear a los heridos,especialmentea Pete y Jim.
o... pero desplazarlos cadáveresde los nuestrospara ponerlosen Estuvimosahí durantedos horas.Pete,Jim y el resto de nosotrosnos
,olsasera algo que no me gustabaen absoluto."
dábamosánimo para salir adelante.Despuésllegó nuestrohelicóptero,
Luego Kevin se aprovisionócon municionesy recargósu fusil lo manejabael capitán Sam Drennan.que estabatan sorprendidopor
on equipamientoabandonadoen la batalla y se refugió para esperar vernos, como aliviados nosotrospor verlo a é1.Cargamosprinrcro lr
I contraataque. Petey Jim, y despegócon ellos.Aunqueestabaen los cuerposacrcos

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tlicltor¡trcn()snllrllrlurrt lorlos,llrrsllrr'l ullrn() rlt'nor,t
lcs lltrlricl l¡ll l r r l tr r r ¡ r ¡ r '¡ r r " r oi l r ( l t l , l l rt t t , t l l t ' r, i l ' , t ' l t l ¡' ¡¡¡¡. rt Genielin.com
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1ros.Sabíaque cstabaatrapado.Mc ntlntuvc crr nr osr'()lrtlitc. r's¡rt' lr(". rr()\,lt'l,tto¡r
;tltt.Nos tlt¡t'tuttt¡trt'rlltrrrosil 1('nctr¡ttt'cltnrinar
cltls
randola luz del día paraver si aceptaban rni rendicitin.Ila.jórrrirrllc ¡ l.¡lorrrttrr,\ lx)r(lu('rlo lt:rll:rrrtislrelictiptcrosdisponibles. Oscureció y
esperé.Al amanecerpude ver que había habido una masacrcen l¿l rn,rrtlr;urros ('n unirlrlirsirtrplcy los ingleses a un ladonuestro.Yo es-
montaña." r.rlr;rtouvt'ntrtl<l tfc quc csa era mi última nocheen la tierra.Estaba
.rlr.,olutlrnrcntc convcnciclode que nos iban a alinearfrentea un pelo-
Luis Leccesesubsistiótoda la noche.Al amanecerpudo escu- to¡¡11r'' lirsilanrientoen la oscundad.Nuncanadiese enteraría.Había-
char disparosy voces británicas.El nuevo día le trajo un nuevo mie- ¡r¡,rslrrrtlitcli)
ccrca de dos kilómetroscuandonos hicieronparar,nos
do. Ahora tenía que levantarsea plena luz y rendirse,y rezar para so- l)u\rcron cn círculo y nos dijeronque durmiéramos.Nos dimoscuenta
brevivir. Ahora podía ver a los británicos por todos lados alrededor rlt' tprc nos habíantrasladadopara nuestrapropia seguridadporque
tomandoprisionerosy llevándoselos.No teníaaltemativa,pero estaba ru('s(ra arlilleríaestabadisparandosobrela montaña.
muy nerviosoporqueno sabíaqué le sucederíacuandose mostrara. "Las nochessiempreeranfrías en las Malvinas y ésano era una
"Un soldadoinglésestabaparadoahí cercade espaldasa noso- ,'rtcpción. Nos apretamospara darnoscalor y así los británicospo-
tros. Mi compañeroy yo nos ayudamosmutuamentey nos pusimos ,lrrn vigilarnos.Habíaunaspocasfrazadas,a mí no me tocó ninguna.
de pie. El soldadodebe habertenido ojos en su espalda,porque cuan- Mc habíandevueltomi camperade duvet y eso me ayudó.Durante la
É nor'l¡sgs¡1anzóa nevar.Estabaateridode frío y mis pies comenzaron
do nos paramosse dio vuelta al instantey nos disparódos o tres tiros. I

Todo lo que yo temía estabasucediendo.Yo me echéal suelo,pero mi ¡ ir cntumecerse.Comencéa mover mi cuerpo para manteneractiva mi
compañerose quedó paralizado.Yo estabaen el suelo,esperandoque , rlculacióncuandoun soldadoinglés me preguntóqué estabahacien-
volviera a dispararmey mi compañerose arrastraba.Luego él tomó + tlo. Otro prisioneroque hablabainglés le explicó y el soldadome dijo
un pedazo de papel y comenzó a agitarlo. Más soldadosinglesesse (lue comenzaraa caminar alrededordel círculo de prisioneros.Paséla
unieron al primero. Nos reconocierony nos llamaron hacia ellos para rrochecaminandomientras los otros tratabande dormir. Despuésde
que nosrindiéramos. Iotlo, el soldadoestuvobien, no apuntósu rifle hacia mí. Luego me
"No miré alrededorpara ver los restosde la batalla.No quería ,lr.¡c;que si trotabaun poco, podía ayudara calentarme.
reconocercuerposmuertos.Sólo me concentréen los hombresque "Al día siguientellegaron helicópterosque nos llevaron a Fitz
me llamaban.Traté de obedecercada instrucción.No sabíaqué iba a Itoy. Ni bien llegamosnos dieron tres galletasy un pedazode quesoa
sucederni qué estabanpor hacerme.Caminé hacia ellos con las ma- r'¿rdauno. Parecíala mejor comida que jamás había probado.Lo re-
nos en alto. t'ordarésiempre.Nos llevaron a una granja con un gran establo,divi-
"Ni bien llegué hastaellos me empujaronal piso y me hicieron tlido por cuerosde oveja, y nos dejarohahí. Estuvimosahí unos pocos
poner boca abajo. Me quitaron inmediatamentela camperay los cor- tlías y ncs alimentábamosregularmente.Yo estabamuy contento.Nos
donesde las botas.Me golpearonun poco y luego me palparonde ar- alimentabany estabaabrigado.Luego nos trasladarona San Carlos,
mas. Me pareció que pasabamucho tiempo, pero sólo habíanpasado clondelos británicoshabíanacampadoy teníanun centro de prisione-
segundos.Luego me pusieronen una fila con otros prisioneros. ros. Unos cien de nosotrosfuimos puestosen una gran celda y llega-
"Nos hicieron marcharen una sola línea.Los británicosque nos ron unos oficiales que nos dijeron que si alguno estabaherido debía
custodiabaniban de un lado, no de ambos,y empecéa pensarque es- decírselosy que recibiría atenciónmédica. Les dije que no podía ca-
tabanbuscandoun lugar para disparamosy dejarnosahí muertos.Me rninary me pusierona un ladojunto con otrosy examinaronmis pies.
imaginabaque era una caminatahacia una ejecución.Mi corazónlatía Me permitieron lavarme con un jabón especial.La causade mi dolor
fuertemente. eran los primerossíntomasde congelación.
"Nos hicieron bajar por la laderaoccidental.No nos habíandis- "Unos dos días despuésme llevaron a una lanchay naveganl()s
parado.Llegamosa un tereno y nos hicieron sentaren grupo. Estuvi- hastaun barco blanco ancladoen la bahía.Era el Canberra, el butlrrt.
mos sentadostodo el día con ellos observando.Un fotógrafo [Tom en el que habíanllegado la mayoríade los británicos."
Smith, del Dally Express/ vino y nos tomó fotos. Al anochecerunos

210 211
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Sitrtliagtl ll (()le t lptlp t'l t ¡¡¡¡rr, llrr,¡r
cslitbittlts¡lttcsto nr()r¡r.nriu(lr:rlr:rrrros
llrt r:r llr rr¡rrt'rlt'. Genielin.com
n()\ liltrllltrlr-ou
l.os llliliurir'()\
Moody Brook si teníaquc haccrlo.Ahoraprctkrrrrrrurlxru lir\ \()((.\ rn llnetnrlllrrlollr.
nr()rlcr()v artillcría.Era como cruzarllrs pucrtasrlcl
glesasen los mensajes que seoían,no lasargcnt¡lta\.
nrisrnoinl'ierno.H¿rbíamos avanzadounostrescientos metroscuando
"En el caminome encontrécon un herido.Habíapcrrlitkrtrcs
nucstraartilleríacomenzóa tiramos también.Estábamosen tierra de
dedospero todavíateníasu vendajepegadoal casco.El no sabíac¡uc
nadie.Todo se cruzabaahí: las comunicaciones. la organización, todo.
eso era un vendajede campañapara su uso personal.Otro habíaper-
Nos tirabandesdelos dos ladosy no teníamoshaciadóndedesplazar-
dido la mano.Los vendéy luegofuimos a un refugiovacío.Habíaco-
nos. Yo estabacompletamente desorientado, y cuandorrosretiramos
mida en él v los tres comimos como cerdos.Cuandollegamosa
nuevamente haciaPuertoArgentinoencontréque los británicosya es-
Moody Brook estabantratandode mover un arrnade artillería de 105
tabanahí. No podíaentenderlo.Debíahaberestadoen un huccoen el
mm que estabaatascadaen el barro.El oficial de artilleríame gritó:
tiempo."
'¡Eh, vos, huerfanitode mierda.vení acá y avudánosa sacaresto!'.
Yo no podíacreerio.Lo miré y le dije: 'Váyasea la mierda'.
Llegó el amanecery con él el frío. una sensación
dolorosav pe-
"Seguícaminandocon los dos heridos.Vi que un tanquereco.
netranteque congelabael cuerpov el alma de Antonio Belmonte.To-
gía los heridos.así que carguéa estosdos en é1.Caminéa travésdel
da la nochehabíacaídoun polvo de nieveque ahorase cristalizabacn
pequeñopuenteen medio de la confusión.Había un gran lío en todo
escarcha. A su alrededortodo estabatranquilo.una inmensacalmasti-
el lugar.Yo estabaaturdido.Nadahabíapeor que eselugar.Comencé
lo interrumpidapor puntualesdisparosde rifle. Antonio podía sentir
a ponerrneloco cuandovi a todosesostipos limpios gritandoy dando
la presenciade los soldadosenemigos.
órdenesa todo el que bajabade las montañas.Bastardos. "Estabancerca,pasaban,hablabanunoscon otros.Yo no podía
"Fui haciala iglesiay allí encontréa algunosde ntis compañe-
entenderlo que decían.Estabaconvencidode que erangurkas.Había
ros. ¡Quéalegríacuandovolví a encontrarmecon Daríol Nos abraza-
un grupo de siete u ocho, de tez morenay muy bajos. no hombrcs
mos. Estábamos felicesde habersobrevividolos dos a eseinfierno.El grandescomo yo esperabaque fueranlos ingleses.Cuandose acerca-
alivio era indescriptible.
ron pude ver que baio la crema de camuflajeteníancabellorubio y
"El padreFemátdez estabaahí y se disponíaa damos un ser-
ojos azules,entoncespenséque quizá no seríangurkas.Arrojabanla-
món. ¡Un maldito sermón!ParamíFernándezera un rojo. un comu-
tas de comida,y no estabasegurode si nos estabanbuscandoa noso-
nista.Se paró ahíy nos dijo: 'Ustedestienenque mantenerse unidose tros o buscabancomida.
ir a matar a esosingleseshijos de puta'. Un momento,pensé.¿,nose "Habíallegadola hora.Teníaque rendirme.No teníadóndees-
suponeque estc tipo es un cristiano?¿,Quées lo que se propone?Lo
condenneni haciadóndecorrer.Mi menteestaballenade incertidum-
último que se suponíaque podíadecir era que saliéramosa matar se- junto a mí. asíque era ahorao nunca.Me pusede pie con
bre. Pasaron
res humanos.El era un hijo de puta y siemprelo sería.
las manosen alto y ur-lode ellos innlediatamente tomó posiciónde
"Fuera de la iglesia nos dieron a cada uno un cargadorpara
fuego, apuntándomecon su ritle. Lo miré fijo. Otro me ernpujó y en-
nuestrosrifles y ncrsdijeron que nos uniéramosa los puestosde ani-
toncesvi más prisionerosargentinos.Me llevaroncon ellos. Nos mi-
llería que defendíanPuertoArgentino. El mayor Canizo estabaorga-
rábamosentrenosotrospero no hablábamos. Me quitaronla campera.
nizando un grupo de contraataque.Me encontrécon Félix Barreto y
me pusieronboca abajo y me palparonde armas.Tomaronalgunos
t imos v oímos lo que sucedía.Había habido otros ataques1, habían
papelesque les parecíanimportantes,incluso un telegramaque me
fracasado.El mayor Cantzo le pidió una radio a un coronel.quien se
quedaba.Tambiénse quedaroncon el poco dinero que yo tenía.En-
la negó. Nos quedamosparadosviéndolos discutir. Carrizo le decía:
contraronuna bengalaen mi bolsillo y me preguntaronqué era.Trat['
'Nunca ganaremosuna guerracomo esta'. Teníarazón.
de explicarles.Yo queía ayuda,queríasobrevivir.Me encontraronirl
"Luego se volvió hacia nosotrosy dijo: 'Los que tenganhue-
gunasmunicionesy uno de ellos las tomó y las introdujoen su carga
vos,que me sigan'.
dor. En ese momento todos estábamosen el piso. Me hicicron rl¡u
"Avanzamos.A mi alrededorlos tipos teníanlágrimasen los
vuelta sobremi espalday me vendaronlos ojos. Cortaronlos conkr
o.jos.Por dentro sabíamosque no llegaríamosmuy lejos, íbamos a
nesde mis botas.Pensé:asíes,Antonio,van a disparartc.

212 213
del tr.jército,
lo conocíanros y pronrctióvolver por el restode nosotros. Genielin.com
| ) r ', , r ¡ l r l .r r l o .,t'.,l l r l r ;r ¡ r( ( 'r '( l t v l ) cr l zi l l o s cr l vi ti a tl o n cl c csta b a
Sam cumpliósu palabra:volvió y nos llevó hastaTealInlet." t 'l l l o t t t l r t t '.
En el hospitalde campañaDom descubrióque ademásde la he-
rida de bala teníaquemadurasde fósforo. Cuandolo pusieronsobrela La cabezade Oscar Carrizo ardía.Caliente,muy caliente,
mesade operacionesvio a un ingenieroreal que teníasu piernaampu- mientrasel resto de su cuerpo temblabade frío, un frío que habíape-
tada. Se sentíacomo si lo hubierangolpeadoen la cabezacon un la- netradoprofundamente en su interior.Abrió susojos y parpadeó.
drillo. Vendaron sus heridas y lo enviaron afuera a descansar.Dom "Vi unospies cercade mí, miré haciaaniba y vi a dos ingleses
encontróen una cabañaal capitánNobby Menzies,el jefe del 3q con boinas rojas. Me hicieron señasde que me levantara.Traté pero
Cuerpo de Paracaidistas. ¡Jesús,él tenía ahí una cama con sábanas no pude.Me ayudarona levantarme.me hablaron,pero no podíaen-
limpias y almohadas!El jefe miró a Dom, le alcanzí una máquinade tenderlos.Susvoceserancalmas.Me sentíaliviado.todo habíatermi-
afeitary le propusoque se afeitara. nado. Lo último que recuerdofue que los dos soldadosinglesesme
¡Afeitarsel¡A la mierda!Suturado,vendado,desgastado, lo úl- bajabande la montaña."
timo que necesitabaeran las tonteríasdel Ejército. Dom se fue y deci-
dió mantenerse lejos deljefe hastaque lo trasladaran. La familia Hut- Denzil estabasatisfechode no haberdisparadocuandovio al
chins vivía allí, en TealInlet, e invitarona Dom a quedarseen su casa argentino.El hombre estabaclaramentemalherido.Los soldadoslo
hastaque lo llevaron al buque hospital Uganda. En esacasano había pusieronde pie y comenzarona llevarlo hacia la retaguardia.
Denzil
presunciónsino una cálidavaloraciónpor lo que habíanhecholos sol- estabaescuchando en su radio cuandooyó que se acercabauna provi-
dados.El afectode la familia era tan buenocomo la cura. sión de municiones.Escuchótambiénalgo de igual importancia,que
una provisión de cigarrillosesperabaser recolectadaen la basedel
Oscar Canizo recuperóel conocimiento y comprobó que des- Longdon,junto con mapasy detallessobrelos próximosobjetivosde
pués de todo no estabamuerto. Estabamuy confundidoy no tenía su compañía.Todos necesitabancigarrillos,hastalos no fumadores
idea de cuánto tiempo había estadoahí. Se puso de pie y comenzóa habíancomenzadoa usarlos.
tambalearse.
"Tropecé y caí sobre una zanja. Estaba confundido, como un Antonio Belmonte sabíaque arrojar bengalasno era exacta-
borracho.Me caí varias vecessobrelas piedras.Era difícil mantener- mente suicida.pero que no debíaexponerse,tal era la ferocidaddel
me en pie y no podía ver nadacon claridad.Logré desplazarmeun po- ataquebritánico.Pero sabíaque teníaque haceralgo. Gradualmente,
co y luegocaí de rodillas.Me estabamuriendo...podíasentirlo." estabaquedandorodeado.Disparóun par de tiros en dirección-a los
británicospara mantenerloslejos, luego avanzóa un puestode ame-
Denzil descansaba contrauna rocaobservando el campode batalla tralladora.Estabaabandonado,entoncessiguió andando.Todavía es-
con la ametralladoraa su lado. De pronto aparecióun argentinosolo, ca- tabaamargadopor la decisiónde hacerque él y el restode su sección
minandoentrelas rocascercanas.En un instante,Denzil se puso de pie. cambiaransusposicionesla nocheanterior.Eso los habíadejadoinde-
tomó su Íuma y quitó el seguro.Pusoel rifle sobresu hombro y apuntóal fensoscuandoatacarontresparacaidistas.
argentino.Habíaalgo extraño...Denzil retiró el dedodel gatillo. "Algunos de los tipos se habíanretirado,pero yo no queríaha-
El soldado,un hombre grande,avanzabapesadamente. Se sacu- cerlo. Sólo teníaveintemunicionesy decidí usarlas.Era matar o que
día y chocabacontra las piedras.Se balanceabay miraba el piso. me mataran.Nuestraposiciónera mala. Me mantuvedisparandohasta
¿Québuscaba,un rifle? La Sterlingcolgabade su hombro. Había mu- que usé todasmis municiones,luegoencontréun hoyo en las rocasy
chos rifles tiradosalrededor.De vuelta el dedo en el gatillo... no lo to- fui gateandohacia é1.Permanecíallí. Estabatenso. Podía sentir que
ques...no toquesun fusil o ereshombremuerto. los soldadosinglesespasabana mi lado. Sentíaque podían verrnc.
Denzil jiuso al soldadoen la mira cuandoéstese detuvo.No... Sentía que si miraba hacia arriba vería un rifle apuntándome.Sahía
no quieresrnorir...por Cristo no se te ocurra tocar un fusil... Luego el que si me movía seúahombre muerto.
soldadocayó de rodillas y se desmayó. "No se qué órdenesles habíandado,pero me parecíaconr()sl

208 209
GermánChamc'¡rrtt. Por montctttostir¿rbasobrcblulrcoscn l)os llt.l ,¡ttl r'l l ¡r'¡l tl rtt tto(t.rl ;t¡tnl rl rrto¡¡¡1rq' l l (' nu:1.l .:rl r;trrt¡tl lGenielin.com
ttl :ttl r' ¡l trrtr
manas,pero Longdonera su principalzonade ataque . Su grupo huhíir i l r1,t( (l r( i l 1( i l tu\ f f nf )(|t(i rrt((' (.i l r' l l |l rl l U ¡¡l t.ttt(| tl c ' l s l t0c k . U t¡l t r' 0tttl i
disparadotantosproyectilesque susarmasestabanal rojo vivo. El sa- ( r()rl (l tr('l ri tl rri t t¡ltl l ttl o u Itt¿i s rl c u¡r s ol rl ¿rc k l r¡trc hutri c ra s obrc v i v i dtl a
bía que era la única forma de hacerque el avancebritánicono pasara srrslrcritllrs.llrian sc tilantu\,otranquilizando a Denzily trabajóen sus
de la bahía.Se desarrollaba un juego mortal,del gato y el ratón,mien- jurrlocon cl lnédiccl.
llt'r'¡tl¿rs
tras ia artilieríabritánicaguiabasusfusileshacialas basesdesdedon- "-l'r'anquilo,Denzil.compañero.Tranquilo,tienesque salir ade-
de disparaban los argentinos. lirr)tc.te necesitamos cn el bar del campode rugbv.no te librarásde
"Cercadel mediodíadejé el puestoy fui a buscaraigo de agua. t'llo tan fácilmente."
Me moría de sed. Estabarompiendoel hielo de la superficiede un IBrian Faulkner había arriesgadosu t,ida desdeel ntr¡ntenÍr¡ ett
charcocuandooí el silbido de una granadacayendo.Me agachécu- (/rt( se di.sparóel primer tit'o, t'r¡ndut'iendc¡
su equipo de rnédiutspur.a
briendo mi cabeza.¡Bang! A menosde diez metros.Segundosdes- llt,vur a los paracaidístasheridosa zonasseguras.Su t'(tlentíat'uere-
pués comenzaronlos gritos.Cinco habíansido heridos,dos en las t r¡n<¡cida cr¡nlu Medalla a la Condut'taDistinguida.J
piernas,uno en el brazo,otro en la mano y el quinto en el estómago. Denzil apenassonreía.Sabíaque se debilitabarápidamentcy
Fui hastauno de ellos que al principio no estabatan mar. Maldecía: cn la camilla. mientrasesperabael helicóptero,habíasentidoque se
'ingleseshijos de puta'. Le quité las botasy los pantalonesy encontré rnoría.Pensabaque nadieteníaesperanzas de que él viviera. El cabo
sangre,luego un agujerograndecomo una pelota de tenis. pasó el Jonesy el soldadoJoneshabíanmuerto instantáneamente y quizás
shocky comenzóa gritar:'¡Me quemo,me quemol'. ahoratodospensabanque él tambiéniba a morir. Delirabaen el límite
"Luego llegó el capitánde la Escuelade Guena y nos dijo que de la conciencia.
desarmáramos las piezasde artilleríaporquelos inglesesestabanpor "No te duermas,no te duermaso morirás".se decíaa sí mismo.
descendersobre nosotros.cuando descubrimosque la información
era incorrectaya habíamosdesarmadolos equipos.pasamosla noche Los de la CompañíaB estabanexhaustos.Era de día y Jeny
armadossólo con rifles esperandoque llegaran.Esperamostoda la Phillips podía ver en sus rostrosel agotamiento.Estabacon los que
nochey no vinieron.Antes de las primerasluces.se nos ordenóvol- habíanquedadodel 6q Pelotóncuandolos argentinoscomenzaronsu
ver a colocarJaartilleríay tuvimosque pasaruna hora volviendoa ar- fuego de artillería.
marla.Luegocomenzamos a dispararhaciaLongdon." "El mundo parecíadesmoronarsea nuestroalrededor.Las gra-
nada.s caíanjunto a nosotro.s en grandessalvas.Me anastréhacia un
Denzil estabaen caminoa la basede la montañapararecogerla hoyo junto con el tenienteCox. Cada vez que me asonlabateníaque
preciosacargade cigarrilloscuandovio al cabo Alex Shaw y a Crait volver a echanneatráspara cubrirme.DuranteLlnapausasalimosy
Jones,dos de los armerosde la REME agregados al 3aRegimientode encontréa mi sargentode pelotón,JohnPettinger.Los dos éramosde
Paracaidistas. Al detenerseoyeron un fuerte silbido y se arrojaronpa- la CompañíaD. Le informé las bajasde nuestracompañíade las que
ra cubrirsemientrasla granadaestallabaen medio de ellos. estabaal tantoy nos retiramosde la montaña.Arriba, con el bombar-
Quedó tendido boca abajo.Su cascohabíasido arrojadoy su deo.la situaciónera horrenda.Encontramosuna laderabastanlesegu-
boca estaballenade polvo. Duranteun segundotuvo pánico.,Estuvo ra y nos detuvimosa descansar. Estuvimosahí durantedoce horas.
cerca',se dijo a símismo. Perono terminóde formularel pensamien- realmentenecesitábamos descanso.Durantetodo el día cayerongra-
to cuandosintió una quemazónsubiendopor todo su cuerpo.Se vol- nadas.
vió paraver cuál era el problema.Su piernaizquierdale colgabay la "Mantuvimosunaradiocentinelapor si era necesario. Al día si
derechaestaballenade esquirlas.El impactode ver esoro hizo gritar. recibimosun llamadopara reportarnosal comandop¿rr¿l unll
-euiente
Sus camaradassalieronde sus refugios v lo llevaron al FAp a misión v comenzamo.s a re-gresar.
En el caminoencontréa ln¿iscalll¡r
cargo del sargentoBrian Faulkner,quien junto con el médico de la radasde la compañía.Dickie y Mark Brown. Era agradahlcvolvt'r rr
unidadcomenzóa frabajarparasalvarsu vida. La amabilidadde Bri- ver rostrosconocidosy comprobarque estabanvivos c ilcsos.(Jrrc
an Faulknerv su acentode Yorkshirepronto convencierona Denzil de darseparadoconversando en grupoer¿Iuna buenatorrtrrriir
¡xrrrrllrr t.r

iio )t1
I
"Pude oír que hablabansobrenosr¡tros. ('orrvc¡-s¡rban
('n vol ' ' l .l t tnr Genielin.com
l )n ul( 't it( '\ lx'n( 'n( t : r( 'n v( 't ( u( 't - l) ( ) lilu(
s 't l( ) s-Nut t t ¡ t , lt n
muy baja.No sabíacuántotiempohabíaestadotiradoahí, per. cl lrí. It' : l os l r;rl rr:rvrslo. l'lr t t 'tilr t t nr unccosr lc gor t t a inl'lar los.l- it r r r it yonlt
era terrible. Nos ordenaronponernosde pie y marchamoshacia un ca- ,run l (' nri r l os oj os lr t r icr t os.lo cual r nc r csult abaincom pr ensible.Los
mino. Yo era el primero en la fila. En realidadno marchábamos.rras- ¡rrtl t' st' s tl c ¡l i c o bscr vaban cónt o com enzábam os a desplazar a los
tabillábamos,porque habíancortadonuestroscordones.Teníafrío, es- i l U ('sl t1)s.
taba débil, cansado,y temía que fuera demasiadodifícil caminar por "lrsthbanloscansadosy débiles,y yo tratabade arrastraral te-
el terreno.Uno de los inglesesme golpeó en la nuca y dijo algo como nr('ntclluldini. Era un hombrepesado.Tratabade apartarmi vista de
'Scum'. Luego vino otro y comenzóa golpearmeen la espaldacon su
\u rostro contraídopor el dolor. Tratabade decirme a mí mismo que
rifle. Estábamostodos en una línea,al lado y atrásnuestrohabíarocas
no cra real. Un poco cargándolosy un poco a la rastra, llevamos a
y todos los inglesesestabandel otro lado. Nos mirabande una manera
llaldini y al cabo Ríos hacia un hoyo. Los otros affastrarona Massaly
que me hizo pensarque nos habíanalineadopara fusilamos. Uno de
rrl caboOrozco.Pusimosa los cuatrojuntos.Quintanayacíacercadel
mis amigos,Delgado, yacíaen una camilla de los inglesescon heridas camino con un tiro en su cabeza.Había sido herido y había muerto
en suspiernas. rlcspuésde rendirse.Los inglesesme dijeron que lo dejara.Observéa
"Cuando comenzó el fuego de artillería ellos aún estabancon-
los que yacíanen esatumbacolectiva.Luego los inglesesnos dijeron
versandotranquilamente.Luego nos dividieron y llevaron a nuestro que la ampliáramospara poder enterrarlosmejor. Todo el tiempo un
grupo de vuelta a la hondonada.Estaba otravez en lo que había sido
soldadoinglés estuvo paradofrente a nosotroscon una pistola 9 mm.
nuestrosector,el lugar dondehabíavivido y subsistidodurantetantos Cuandome di cuenta,comencéa sentir miedo. Estabaabsolutamente
días. No puedo describir lo que sentícuandovolví. No podía recono- convencidode que nos iba a disparar.Seríafácil y nunca nadie lo sa-
cer el lugar. No podía asimilarlo ni comprenderlo que habíasucedido bría. Yo sólo queríasobrevivir,volver a casa.Despuésde todaslas co-
ahí aunquela evidenciaestabafrente a mis ojos. Tcdo se veía diferen- saspor las que habíapasado,sólo deseabaeso.
te. Los cuerposde nuestroscompañerosyacíanahí. pude reconocera "Al mismo tiempo nuestraartillería disparabaintensamenteso-
algunos,otros estabancompletamenteirreconociblespor el modo en
bre la montaña,especialmentecercade la hondonada.Los inglesesse
que habían muerto. Junto a los nuestrosyacían inglesesmuertos.La
refugiaronpero nosotrostuvimos que seguir cavando.Por momentos
hondonadaparecíaser sólo un conjunto de cuerpossin vida, los britá- nos agachábamospara evadir las descargas,pero nos ordenaronque
nicos cubiertoscon mantas. continuáramosenterrandoa nuestroscompañeros.Yo estabamal por
"Querían que comenzáramosa recoger a nuestrosmuertos.El
el frío, especialmentedesde que me habían sacadola campera.Iba
tenienteBaldini yacíaboca abajo sosteniendotodavía una 9 mm. Es- perdiendo el miedo pero estabaexhausto.No sabía si quería conti-
taba fuertementeapretadaen su mano. Debió haber muerto instantá- nuar, morir o qué. Me preguntépor qué estabaahí, por qué me estaba
neamente.Había recibido muchosdisparos,probablementede ametra- sucediendoeso.Ahora iban a matarme.
lladora. No tenía su mochila, así que supongoque habría salido de su "Yo quería cubrir a nuestrosmuertos con mantas.No asumía
esconditecuando los inglesesllegaron a su posición. Estabamuerto que realmenteestabanmuertos.que sus '¿idasse habíanperdido para
desdehacía algún tiempo. Cerca de él estabael cabo Ríos, con una siempre.Los tuvimosque cubrir con tierra,así los escondimosdc csrr
horrible herida en la cabeza,seguramentetambién de ametralladora. locura que nos rodeabaa todos.Le preguntéal soldadosi podía poncr'
Había muerto instantáneamente. una cruz allí, pero él agitó su cabeza.Hubiera deseadoignorarkry co
"Un poco más lejos yacía el cabo Orozco, con su estómago
locar una cruz allí. Eran mis camaradas y se la merecían.('onlcrrtt' ;r
abierto. Todavía tenía enterradauna bayoneta.No podría decir si ha- hablarlea Dios. Me pusede pie y le pedí a El que hicieraIo nrt'jor ¡ror
bía muerto de un bayonetazoo en una peleaa cuchillo. Gramisci,otro ellos, que los dejaraestaren laluz, que los mantuvieracrr lr ¡ilorrr
soldado,estabaa su lado con marcasde bayonetaen el estómago.Al 'Déjalos descansaren paz ahota.'"
costadoestabaMassad,un buen tipo que, como yo, era de Banfield,
era el asistentedel mayor carrizo y habíacaído cercadel monitor del Algunosde los que rodeabana Antonio lJt'lnrolrlt' \' ir \lrs ('ll
radar.
maradasdel grupo de enterradores
estabanrcr'ibit'rrrkr
los tlis¡r:rros rlt'

214 2t 5
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viclasparasiempre,cantabanayoz en cuello.Es al-soque nuncaolvi- recía que íbamosa tener lucha. Esperécercade Ia casade gobierno
daré.Yo sentíaun nudo en la garganta.El personalmédiconos miraba que vinieranlos ingleses."
y habíalágrimasen los ojos de las enf'ermeras
y los médicos.El espí-
ritu de cuerpoque habíaen aqueliosque proveníamosde los Regi- Los hombresde la artilleríabritánicapodíanpaladearel sabor
mientos2n y 3u de Paracaidistas. mientrasconvalecíamos juntos. se del triunfb. Nunca desdela guerrade Corea un grupo de artillería ha-
contagióa ios otrosy ayudóa que tambiénse recuperaran. bía tenido,ni en mar ni cn tierra. una provisióntan grandede muni-
ciones,y estabanusandola mayor parte.Susbombardeos eran ininte-
Félix Barretodespertóen la mañanadel l3 de junio. Habíador- rrurnpidosy mortales.
mido entre unas bolsas cerca de las barracasde la Armada Real en GermánChamorroy sus compañeroshacíanlo mejor que po-
Moody Brook. Habíasobrevividoal contraataque suicidade la noche díanpararespondery dar un respiroa suscanlaradas. Era la nochedel
anterior.Los británicoshabíantomadodefinitivamenteMonte Long- t 13 de junio, una noche fría. pero los tiradorespodíansentirel calor
I
don pero WirelessRidge todavíaresistía. que irradiabansuscargadores al rojo vivo.
Estabaagradablemente sorprendidode habervivido hastaen- "Tirábamosy tirábamos.¡Bang.bang!...y entoncesaquel ofi-
tonces. Más aún considerandoque su amigo Araujo había sido cial gritó que nos quedabanpocasmuniciones.Teníamosque conse-
muerto. guir más.Nuestrostockde reservaestabaexactamente a cien metros,
"Tuvimos qlle gatearhaciala montañaparaintentarel contraa- pero los disparosde los británicosdesdela costa y a travésde las
taque. EI fuego y la artillería eran muy intensos.Sabíaque íbamosa montañasnos aturdían.Llovían proyectiles.¿,Cómodiablospodíamos
la muerte.Luego todoslos que estabanalrededorcomenzarona huir, ir a aprovisionarnos'l No había más remedioque intentarlo,los que
y esotue todo. enfientabana los británicos en las colinas nos necesitaban.Avanza-
"Partede nuestraCompañíaA y algunasunidadesde comando mos diez o quincemetros...nos agachamos, nos levantal¡os. .. avanza-
estabansopclrtandoun ataqueen WirelessRidge. Me dijeron que uno rlos de nuevo...abajo para ocultarnos...y así sucesivamente. Había
de nuestrosoficiales,un tenienfecoronel,habíasido herido.El mayor una paredcercadel depósito.Nos asomamossólo paraencontrarcin-
Carrizome dijo que fuerahastaahí y lo trajera.Debíaevadirel fuego cuentatipos que se cubríande las granadas.Nuestropoderde fuego
y llevarlo de vuelta a Moody Brook. Hicimos nuestrocamino hacia disminuí¿r porqueera muy difícil pasara travésdel bombardeopara
arriba,pero la batallaera en todaspartes.Teníamosque lucharpor lle- rrrrojarde vuelta las granadas.Así estuvieronlas cosastoda la noche.
gar hastael puestode comando.Cuandolle_eamos y encontramosal "A las cinco de la mañanados de nuestrosrifles ya no servían.
oficial, él dijo que no tenía intención de retirarsea Moody Brook con llno de los nuestroshabíasido heridoen la mano,pero se mantenía
nosotros,entoncesnos volvimos. rn su puestoayudandocon la otra. Sólo se deteníaparaponersu ma-
"Se habíadecidido que contraatacaríamos para ayudara los que no sobreel pastoheladoy aliviar el dolor.En un momentonos orde-
estabanen WirelessRidge.pero muchosarrojaronsusfusiles.Así era rnron detenerel fuego.El sargentogritababuscandoa los diez hom-
la cosa.No lo hice y deseabaque los otros no lo hubieranhecho.Si lrresde la segundalínea. Habíandesertadodurantela noche,y para
hubiéramospermanecidounidosposiblemente las cosashubiesensido ¡rcor.habíandejadoen sus¿lrrnas los coloresde la unidad.
diferentes.Nos dividieron y nos formaron en unidadesde guardia,al- "A las seisde la mañanayo estabadesesperado por ir de cuer-
gunosparacustodiarla retiradade la artillería,otrosparavigilar la ca- ¡ro. Aquí no podía golpearla puerta de alguien y pedir permisopara
rreteraa PuertoArgentino. Yo estabaagotado,pero todavíatenía algo usrrlcl bario,así que hice donde estaba.Me hallabaocupad<l en eso
que hacer. (uirr)(loel icf'cdel batallónllegó y empezóa reírsede mí. Luegoclijo
"A doce de nosotrosnos repusieronlas municionesy el mayor t¡rrt'rlebíarnrlsabandonarla artillería.desmantelar las amctlallarkrritsl
Carrizo nos envió a custodiarla casade gobierno.dondeel tlrnrlirrros irl ucropuertoparaactuarcornoinf'antería de los t¡rrc¡rclt'rr
-eeneral
Menéncleztenía su puestode comando.Nos dijo que el contancktno lr:urlrhl.('onrenzamos a destruirtodo lo que pudierastr rilil friu'ltlos
debíacaeren manosinglesas. llrllrrutos.,,\rrojóuna granadasobrclo que habíitsitlorrrrr'stt;r ltost
"En PucrtoArgentinosc cstabanosicionurtdo llr lrrlillcríirv t)it I r o n ( ( l u r n r ( ) \ ¡ r o r cl cr tr ttp o h i tci l t l l t r 'i tl - r cl cr l t y tttti t !r i ti l i r ( l ;r t;r Yo t'tt
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tre nosotros.Toledo,el operadorde radio, perdió todo el equipo. pero eI cementerio,dondecavamosuna gran tumbaparanuestrosmuertos.
ningunoresultóherido. Habíamoscomenzadoa movemosde nue'o l-os cuerposllegaronen un tanque.Dos de nosotrosllevamosuna ca-
cuando nos dimos cuentade que estábamossobre un maldito campo rnilla con un cuerpo.Estabacubiertocon una manta.Uno de los bra-
minado. El sargentocastro nos ordenó que siguiéramossus huellasy zos cayó y pude ver la cara del que íbamosa enteffar.Era un mucha-
conseguimossalir sin problemas.Nadie nos había avisado que el eho másjoven que yo y teníalos ojos abiertos.Esamiradatodavíame
campoestabaminado. ¡rcrsigue.
"Todavía estabaoscuro,pero el camino a puerto Argentino es- "Despuéslos inglesesnos trajeroncomiday nos dejaronbuscar
taba lleno de soldados,algunosque llegabancomo refuerzo,otros que lnantasen las posicionesabandonadas. Algunos de ellos eran muy
iban a PuertoArgentino, otros que simplementecaminaban.pasamos asresivos.Al día siguientenos despertaron tempranoy trescientosde
por el monumentoy por la casade gobierno y nos detuvimos a des_ nosotrosfuimos llevadoshacia el aeropuerto.En el camino tuvimos
cansaren la oficina de correos.Podíamosoír las granadas.Era como que parary dejarnuestrasarmasen una pila que iba creciendo.Me re-
si nos hubiéramosrendido. Me senté ahí, prendí un cigarrillo y co- sultó duro dejar mi fusil porquelos inglesesse reíancon cada arma
mencé a observarla locura, el caos, las calles llenas de soldados,al- que era depositada en la pila. Vi cómo los lnglesesinspeccionaban las
gunosperdidos,otros aturdidos,otros en tanquesque huían hacia nin- pistolas9 rnm y las 4-5y ponían las mejoresa un lado. Uno de nues-
gún lado. Me preguntési seríauna pesadilla.No podía ser real. tros soldadosy un oficial, que hablabaninglés,estabancon ellos.Nos
"Luego me dieron nuevasórdenes.Debía posicionarmeen al_ clijeron:'Vamos al aeropuerto.No aceptencomida. Podemoshaber
gún jardín y prepararmepara la lucha urbana.Los haríamospelearpor perdidoIa bataila,pero no la guerra.Marchencon un perfil alto'.
cadacalle. Eso era suficiente.Llevé al hospital al tipo de nuestrogru- "Camino al aeropuertonos detuvierony nos revisaronen dos
po que teníala mano herida.Esperamospacientementey cuandollegó puntosdiferentesantesde llegarallí, al mediodía.Cientosde soldados
su turno yo esperéafuera.Aullaba cuandole sacaronlas esquirlassin se arremolinaban. Ni bien llegamosnos ordenaronque volviéralnos¿l
anestesia. PuertoAigentino,estavez al puerto.Llegarnosa las cuatroen puntoy
"Cuando salimos del hospital ya era de día. Las calles eran un el Canberraestabaancladoahí. Era un gran barco.Yo veía por prinrc-
desordentotal. Ademáshabía silencio,ni tiros ni explosiones. ravez un transatlántico. Me impresionaron muchosusdimcnsioncs.
¿eué
mierdaestabapasando? "Me uní a una cola de genteque esperaba serrevis¿rrl¿r
irnlcstlc
"Encontramosa nuestrojefe, el tenientecoronel euevedo, y al cntrara bordo.Vi a los británicosdesplazarse alrcdctkrrcn vchÍtLllos
restode la unidad.Nos hizo formar y con lágrimasen los ojos nos di- y en motocicletas.Volvíanmanejandodel lado izr-luicrdo tlc lrr elrrrc
jo que la guerrahabíaterminado.Habíamosperdido.Luego sobrevoló tera,el ladoequivocado... y atacaron el ladocquivoclrtkr."
un helicópterocon una banderablanca.IEra el hericópterode los sAS
que llevaba al tenientecoronel Mike Rose,CO det SAS22, que había
llevado adelante las negociacionescJeceseclelfuego con el general
Menéndezpor radio, 1-ahora llegabapara finalizar losacuettrospora
la entrada británica en Puerto stanley y la rencliciónargentina.l El
tenienteSuáreztomó una radio y contactóa un operadoramateuren
el sur de la Argentinay le dijo que tantoél como yo estábamos bien y
le pidió que se contactaracon su hermana.Ella le pasóel mensajea
mi familia.
"Esa nochedormimos en un edificio cercadel cementeriode la
ciudad.A la mañanase abrió la puertay un hombretónde dos merros.
con bigotes, la cara cubierta de crema de camuflaje y boina marrtin
nos miró. Fue mi primer contactocon el enemigo.Nos observri,lrr
miramosy luegonospidió que saliéramos. Nos pusicrona traba¡rrr crr
Lo siguienlequc rccucrdoes ulragrarrcx¡rlosirin. Nos lrlcan¿rlr l' r)l('r( ()nlr:rsl;rrrlt'nrtrtlez.
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Lt'srrsr¡rrri t¡rrclc quitabalit t'opa:
trl llttrrlico
dos: a Kark, a Dickie, a Jock,a mí y a otros.Recuerckr c¡uclLriur-r.ojlr "(.)rrrt'lorlonnir.l)r:roll()t¡rricrornorirnlc.¿,Puedo dormir'/".
do por el aire. Había brazosy piernaspor todos lados.Vi un brazt. Irl rnúdicolc aseguróque todo estaríabien. Denzil cerró los
cercade mi rostro.Mierda,¿quées esto?Lo toquéy tratéde hacerloa ()l()sy sc clurmió.
un lado. Sabíaque no era mío, pero volvió haciamí, tambaleándose. La muertelo llamaba.
Era mío y todavíacstabaunido a mi cuerpo.No podíasentirlo,enton- Peroel médico disponíade un equipo de urgenciasy en segun-
ces sufrí un shocky grité. Comencéa sentirque me quemaba.Luego ilos lo resucitaron.
llegó el dolor. Sabíaque estabaen las últimas. Harry Gannon se acer- Al día siguienteDenzil fue llevado a bordo del buque Ug,anda,
có y comenzóa atenderme. aún en trauma profundo. Su piema derechatodavía estabaen muy
"Me llevaron al FAP y me dieron morfina. Todavía tenía co-
malas condicionesy los enfermerostemían tener que amputársela
nocimiento,pero sentíamucho dolor. Sólo me relajé cuandoel mé- tambiénpara salvar su vida. Le aconsejaronla amputacióny él firmó
dico llegó y me puso una inyeccióncon un líquido que me hizo sen- el papel de autorización.Mientras lo llevaban al quirófano dudabasi
tir como si flotara. Mientras yacía abí vi a Harry, uno de nuestros iba a sobrevivirnuevamente.
señaleros. Cuandose recuperóde la anestesiasintió que su pierna derecha
"Lo llamé y le dije: 'Harry, dame un cigarrillo, estoy destrui- todavíaestabaahí. Los enfermeroshabíanpreferido tratar de salvarla.
do'. Me miró y me dijo: 'Uno solo,porquesé que no lo voy a recupe- Le dijeron que se la iban a dejar por un día o dos para ver si no surgía
rar'. Pensémuy mal de él pero finalmenteme dio seis.Me pusieron algunacomplicación.Los médicos del Uganda lo tranquilizaron."To-
en la caja que se agregaa la basedel helicópteroy me llevaron volan- do el que entraaquí vivo, salevivo", dijeron.Doc Jolly les habíadi-
do a un lugar en dondeme quitarontodaslas municiones.para enton- cho a todoslos soldadosque él era partedel mejor equipo de médicos
ces la mayor partede mi municiónera argentina.Podíacaminary en- que Gran Bretañahubieseenviadoa una guerray que todo el que lle-
tré de pie al hospital de la Bahía Ajax. El viejo Doc Jolly fe1 garavivo hastaellos volveríaa casacon vida. Mantuvosu palabra.
contandanteRickJ<¡llvRN/ me esperabaallí. Se puso a trabajarcon
mi brazoy no recuerdonadamás hastaque despertéen el buquehos- A Denzil 1oalentabael espíritude los soldadosheridos,su de-
pital Ugondct.
seocomún de recuperarsede susheridas.En la camade al lado estaba
"Cuando la guerra había terminadome encontrécon Harry... y
Mushrooms-Mick fi¿fg¡¡¿n-, quien no podía hablar por una heri-
me pidió que Ie devolvierasuscigarrillos." da en la garganta.Se comunicabacon los otros escribiendonotitas.
"Jesús,si Mushroomspuedevivir sin voz yo puedo vivir sin
Incluso en el helicópteroque lo llevaba al centro médico de una pierna", se dijo. Alrededor de él había tipos que sufrían por una
emergenciade Bahía Ajax, Denzil pensabaque su tiempo se acababa. gran variedadde heridas,marinerosque se habíanquemado,amputa-
No había misterio en ello: se estabamuriendo. Tenía miedo, pero dos y soldadoscon heridasde bala. Muchos de ellos, pensó,estaban
¿quépodía hacer? peor que é1.
"Sentíaque sólo queríair a dormir. Sabíaque si lo hacía,mori- Denzil iba mejorando.No podría volver a jugar al rugby, pero
ría. Cuandocerré los ojos vi a mi madre.Sabíaque si yo moría su pe- seguramentepodría pescar,beber y cantar.Aún podía casarsey tener
na no tendríalímites. Dudé sobresi ella sobreviviríaa mi muerte.No hijos. No más lamentaciones, la malditapiema ya no está,así que a
queríaque eso le sucediera,tenía que volver a verla. Lo que me man- seguirviviendo.
tenía despiertoera esedeseopoderosode volver a verla." Así se tomabanlas cosasen esehospital.Un día el personalllrr-
En la Bahía Ajax lo llevaron al centro de emergenciasmientras so una copiaen video de la películaLa vida de Brian paraquc la vrc
aún luchabapor mantenersedespierto.Un médico de los paracaidistas ran los pacientes.El filme terminabacon una crucifixión cn rr)rsr v
comenzó a prepararlo para su operación.Luego Denzil se relajó. las víctimascantando"Vea siemprelo buenode la vida".
"Uno de los nuestros",se dijo. "No dejaráque me sucedanada." Ha- ''Antesde darnoscuenta,todos(éramosunoscicn) lir cstiillr
bía una sensaciónde calidez y de limpieza por la parafina que podía mos cantando.Todosesostipos,con heridasque p<xlílncunrbiirrsrrs

2r8 2t9
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Las frustraciones que habíanabatidoa la CompañíaC, 3aCuer-


po de Paracaidistas, desdeel comienzode la lucha,parecíanestarlle-
gando a su fin. Tony Gregory terminó su turno de guardia y observó
con estuporla exhibiciónde cohetes,balastrazadoras y fuegode mor-
teros y artillería que acompañabael ataquedel 2e Cuerpo de Paracai-
distasen WirelessRidge. Se quedómirandohastalas primerashoras
de la madrugada, y luegose metió en la bolsade dormir.Teníala sen-
saciónde que aquellavezletocaríaa la CompañíaC.
"Con la primera luz del día nos dijeron que el 2q Cuerpo de
Paracaidistas había tomado y dominado Wireless Ridge. Ahora le
tocabaa la CompañíaC entraren batalla.Nos dieron la orden de to-
mar Moody Brook, el antiguo cuartel de los Marines Reales,y la
pista de carreras.El día anterior,13 de junio, nos habíanexplicado
cl plan y ahora,el 14, todo ello volvía a pasarmepor la cabezauna y
otra vez. Hablamosentrenosotrosy lo practicamosvariasveces.Es-
tírbamoslistos. Ese día era de la CompañíaC. Por lo menos,entra-
ríamosen acción.
"Eramos Ia primera compañía,la que iba al frente,conduciendo
todo cl ataquede las brigadasa PuertoStanley.En el camino atrave-
\runoslas f ilas del 2'rCuerpode Paracaidistas y llegamosa laposición
intliclrrll.I'usarnos y
a los tiposdc los SAS a nuestros propioscompü-
n('ro\(l('lrr ('oru¡lrirílr
I). r¡ucluthí¿tn
rcln<lrtladrl
nucslrarula h¿rsllr
llrs
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primerasfilas para el ataque.La hora H seríala puestadel sol del l4 "Lo recuerdocomo si fuera ayer.Marchábamospor una supcrli
de junio. Estábamosa un kilómetro y medio de Moody Brook, con to- cie asfaltada,por primera vez en semanas,por lo que las piernasnos
dos los pelotonesy las secciones en susposiciones, con la vistapuesta temblaban.Me sentíadesplomado,la energíase me había evaporado
en nuestrosobjetivos.Nos dispusimosa esperar que llegarala hora H. del cuerpocon el alivio de la tensión.En aquelúltimo pero famosomo-
Podíamosver a los argentinosque corríanmontañaabajohacia la úni- mento, comencéa rezagarrne.Era extraño. Marchábamosjunto con los
ca ruta que habíaen la Falkland Oriental.Muchos estabanen retirada, argentinos,que seguíanarmados.Nadie hablaba,ni se reía; nada.To-
pero otros se arremolinaban,sin sabersi quedarsey dar batalla' o reti- dos, los británicosy los argentinos,marchábamoshaciaStanleyjuntos.
rarse. Entoncesnos vimos en dificultades:nos habíamosreunido en Un clima de silencio se instaló sobrela ciudad. Yo me detuveen una
un mini campo minado. Sólo despuésse corrió la versión de que los casay me sentéjunto con unoscompañeros.Honramosla mejor de las
detonadoresde las minas se habíancongelado. tradicionesbritánicasy nos tomamosuna cerveza.Comenzarona llegar
"Nos quedamostendidosallí un par de horas,observando,a la compañerosque no habíamosvisto desdeun tiempo atrás,y nos queda-
espera,listos... hastaque nos llegó la orden de bajar las armas.Nos mos todoscharlando.Nos enteramosde quiéneshabíanmuerto y quié-
miramos.Parecíauna orden estúpida.Luego supimosque los argenti- nes estabanheridos,y aquellofue una verdaderatristeza,porquecono-
nos se estabanrindiendo. No podíamoscreerlo.Todos comenzarona cíamosa esosmuchachosy sabíamosque ya no volveúan a estarcon
quejarse.Hay que entendernuestrapostura.Desdeluego, nos sentía- nosotros,y que tampocoestaríanallí para presenciarel final. Diez de
mos aliviados y felices de que todo hubiera terminado.La tensión fos que servíamosen las filas del2a y 3a Cuerpo de Paracaidistas éra-
acumuladaen nuestro interior se disipó. Habíamossobrevivido,pero mos oriundosde Ilford, y ningunode nosotrosresultómuertoni herido.
habíamossoportadola peor tortura mental que puedasufrir un solda- Aunque hablábamosde los muertosy heridos,entoncesno conocíamos
do, no sólo una sino dos vecespor lo menos.Todosestábamospsico- la cantidad:casicincuentamuertosy más de cien heridos.
lógicamentemotivados:teníamosnáuseas,los nervios de punta, todo "Luego nos dedicamosal pillaje de guerra:recuerdospara lle-
listo, estábamospreparadospara la acción, y nos detuvierondos ve- varnosa casa.Lo más graciosofue un helicópteroargentinoque esta-
ces. Piénsalopor un momento.Nunca llegaríamosa sabercómo hu- ba sobre la pista de carreras,y la tripulación que salía con las manos
biéramosactuadoen una batalla.Todavíaes algo que hoy me remuer- en alto y se rendía ante nosotros. Llevaban gafas de sol, elegantes
de. Algunos de los muchachosque pudieron luchar nos dijeron que chaquetasde aviador y pistolas con mango de nácar, bien del tipo
fuimos afortunadosporque aquello era como una pesadilla infernal. John Wayne. En pocos minutos, los Paraslos dejaron casi desnudos.
Técnicamente,supongoque tienen razón,pero en lo que a mí concier- Hastales quitaronlas botas.Todosqueríanlas botasde los argentinos:
ne, es algo que perteneceal mundo de lo desconocido' eranmuy superioresa las nuestras.
"Enseguida,apareceuna compañía del2a Cuerpo de Paracai- "Nos llegó la orden de ingresaren las casasvacías.Rompimos
distas y comienza a dirigirse hacia Moody Brook y Puerto Stanley. ventanasy nos encaramamosal interior. Aquel sería nuestro primer
Eso nos instó a unimos a ellos. Todo el mundo gritaba: 'Lleguemosa alberguedecenteen más de un mes. La ropa que llevábamosya era
Stanleyantesque los Marines.Nos lo merecemos'.Algunos pensaron inservible.Paraentonces.nuestrosuniformes se habíanconvertidoen
que tal vez se tratara de una táctica de los argentinospara hacernos jirones de suciedad.Apestábamosterriblemente.Nos lavamos,nos
salir a campo abierto,pero nadie se echó atrás.Era Stanleyo el fraca- af-eitamosy nos peinamos.Me sorprendióque aquellaprimera noche
so. Causabagracia,porque a pesarde que los argentinoseran el ene- no tuviéramosque cumplir turnos de guardia, debido a que todavía
migo, durantetoda la guerra fueron los Marines a quienesquisimos había cerca de 10.000argentinosarmadosen las cercanías.En cam-
vencer. Durante todo aquel período hubo una fisura entre nosotros' hio, se instauróel toque de queda,pero nosotroslogramosescabullir-
que creo que fue abiertapor el alto mando.Ellos habíanestadoa car- nr)$poro hacer un reconocimientodel lugar. Algunos encontraron
go de toda la operaciónen tierra, pero en realidadfue el Regimiento whisky y armasescondidasparallevarsecomo recuerdo.Toda la ciu-
de Paracaidistas el encargadode hacer el trabajo sucio. Fuimos noso- rlirtlcra un gran patio de juegospara nosotros.Finalmente,la Policía
tros,los de la compañíac y la compañíaB del 2ucuerpo de Paracai- Mililrrr rrospcrsigrriri.Aqucllosprimerosdías de liberaciónfueron
los quc entramosa Stanleyen printcrlugar'
tiist¿ts, r r t t r v r l i v t 'r t i r k r s t 'tt Sl ¡ tttl t'v."

r lx
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CuanraPenrn

DESPUES
DE LA BATALLA

i
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y nos dieron nuevosuniformes,y de allí nos fuimos a nuestrosregi-
dejabansubir a cubierta para tomar aire fresco. No puedo quejarme
mientos. Por radio se había informado acercade nuestro regresoal
del trato. Uno de los guardiasera un tipo bárbaro,y esperoque esto
hogar y todos los familia¡esestabanesperándonos en el portón de ac-
no le causeproblemas,aunquehaya sucedidohace doce años. Solía
ceso. Fue allí, por primera vez, donde las madresy los padressupie-
sentarse en el camarotey hablarcon nosotros.Algunasvecesnos traía
ron que sus hijos no estabancon nosotros,y que algunosno volverían
de contrabandoalgunasbarrasmás de chocolate,y nos permitía fumar
nunca a sus hogares.Mi hermanaestabaallí, a pesarde que le habían
en los camarotes.contralas reglas.Cierta vez nos dio una verdadera
dicho que yo estabaherido y que me habíandejadoen el hospital.Me
sorpresacuandonos trajo unascervezas.No pude evitar reírme,e in-
encontródespuésde escurrirseentre los guardias.Había miles de per-
cluso ahoratampoco,al pensarque pocosdías anteshabíamosestado
sonasen el lugar,algunasalegres,otrasen un trancede tristeza."
tratandode matarnosy que luegocreí que iban a ejecutanne,y ahora
estábamos charlandoy riéndonosmientrastomábanlosunascervczas.
Luis Leccesetambiénfue palpadode armas,procesadoy docu-
Esperoque el guardia,quienquieraque haya sido,puedalecr esto.Si
mentadoa bordo del Canberra, y luego lo enviarona un centro médi-
lo lee...¡le debounacerveza!
co para que le practicaranuna curaciónen los pies.
"Nos despedimosde los guardiascuandollegamosa la Argen-
"En una cama había un oficial argentinoque acababade salir
tina. Cuandovolví a pisar nuestropropio suelo,sentíalivio por estar
de una anestesia.No recuerdo a qué unidad pertenecía,pero era un
en casa.Había filas y filas de camionesesperándonos, y un oficial
comando.Me miró y me preguntó:'Soldado,¿hemosganadoo perdi-
me dio la mano y me dijo: 'Lo felicito, soldado.El próximo, por fa-
do la guerra?'.No pareció muy contentocuando le dije el resultado.
vor'. ¡Ja!
Charlamosun rato y supe que él la había pasadomuy duro. Se había
"Camionesy avionesy algunoscuartelesde regimientos.Está-
infiltrado tras las filas británicasy su objetivo eran los helicópteros.
bamostodos tan delgadosque decíanque queríantenernosuna sema-
Durante doce días había vivido en una trinchera,observandoe infor-
na para engordamosantesde que nos vieran.Nos dabancomidacon
mando. Cadavez que pedía acción, lo ignoraban.Hasta que se hartó
mucho contenidode papa.Nosotrosseguíamosdesesperados de ham-
y, cuando se estabaretirando de su puesto de observación,fue derri-
bre y toda comida que lne entrabapor la boca se-euíade largo sin si-
bado por una ráfagade metralleta.Lo dejé allí acostado,sacudiendo
quiera ser masticada.Había muchos que no tenían la intención de
la cabezaen total incredulidad.
quedarseallí una semanay prontocomenzarona suscitarse problemas
"Me llevaron a un camarotey todo parecíademasiadobueno
cntrelos conscriptosy los oficiales.No tardaronen enviamosa nues-
para ser cierto. Lo único que ansiabacon desesperaciónera una du-
tros respectivosregimientos.Llegué a nuestrocuartel un domingo, y
cha.Estabamuy sucioy malolientedespuésde dos mesesy medio de
cl lunesme dieronla baja.Recuerdoque salídel cuartelcojeandomás
vivir en la mugre. Abrí algunaspuertasdel pasillo y encontréun am-
quecaminando. llaco.perovivo.
plio baño con duchas.Sólo tenía que entrar y bañarme.Me desnudéy
"Tomé un tren a Avellanedacon Gonzales,un amigo de la épo-
me sumergídirectamentebajo el aguacaliente.¡Qué lujo!
ca del entrenamiento. y de ahí tomé un ómnibus hastaBanfield.Yo
"Sólo cuandome quité la ropa me di cuentadel estadolamenta-
cstabaen un estadopésimoy no teníani un pesoen el bolsillo.Le di-
ble en que me encontraba.Realmenteme causótemor ver mi cuerpo
desnudo.El jabón que me pasabapor el pecho chocabacon las costi- .jeal conductor:'Mire, acabode regresarde Malvinas.No tengodine-
ro. Estasson mis medallascon el grupo sanguíneo.¿Me puedellevar
llas. Veía la protuberanciade las caderas,las costillas, todo, parecía
hastacasa?'.
un esqueleto.Cuando volví a mi camarotecon las ropas en la mano,
"Se rió y me dejó sentaren el fondo. Yo miraba las luces en las
los demáscomenzarona reírsey a llamarmeFosforito,porque era to-
callcsy la genteque caminaba.Despuésde tantotiempo sin ver la ci-
do cabeza.
vilización,nre resultabadifícil admitir todo aquello.Entoncesme di
"El tratamientoque nos dieron los inglesesfue bueno. Incluso
r'ucnlaclcque estabasolo.solo en el fondo de un ómnibus.sin dincro
antesde que nos llevarana bordo del Canbertz, nos dabanmás comi-
r sin irrrrigos.quetal vez cstuvieranmuertos,heridoso tanthiéncn sus
da que nuestrapropia gentecuandoestábamosen Longdon. En el bar-
I t o g l r l c s . Y o c s t ¿ r bl rso l o y' l l <l n r b u , v<l l ví¿ra ca si t so l o y l l r l n r b l r ."
co nos dabanbuenoscigarrillosdespuésde cada comida. Hastanos
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vin entróen una cabañay escuchóque sonabael teléfono.Levantóel la Real FuerzaAérea.Nadie vio a sus familiaresat¡ucltli:r. lx'r() i')',
auriculary escuchóuna voz argentinaque vociferaba. empleadosdel hospitallos atendieroncomo reyes.
"Era como si tu novia te gritarapor portartemal. Así que le pe- Despuésde los controlesde rutina,Dom quedóen lihcrlrrrlbrr¡r'
dí que se callaray escuchara. Entoncesle dije: 'Vamosa atraparlos'. el brillantesol del veranoinglés.Su padre,Peter,lo estabacspcrlrukr
Entoncesun oficial tomó auricular y dijo: 'Cállate, imbécil, vamos
el para llevarloa casa.Conversaron durantetodo el viaje y cuandoI'clt'r
a atraparlos'.Luego los dos nos quedamosahí y no podíamosparar de sacó un recipientecon suculentasfrutillas con crema, Dom lkrrír...
reírnos. lloró de alivio por haber sobrevivido y por sus camaradasmucrtos y
"Nos acomodamosen la cabañay nos dormimos,pero escucha- heridos.
mos un grito y comenzamosa prepararlas armas,hastaque nos dimos
cuentade que el tipo que habíaestadogritandotenía una pesadilla.Lo Jerry Phillips recobró el conocimientoen la sala de recupcra
siguienteque recuerdoes otravoz que decía:'No lo encuentro... no lo ción del buque hospital Uganda. Abrió los ojos, parpadeóy volviri a
encuentro',y cuandoencendimosla luz vimos a un tipo con una gra- mirar. Estababastanteseguro de que había un argentinoen la cama
nada en la mano. Había perdido la clavija, así que nos pusimosa bus- contigua. Entoncesvio a Mark Brown, con quien había estadocon-
carla para asegurarla granada,y la encontramos. versandocuandolos sorprendióaquellá ráfagainfernal.
"Por fin el Canberra volvió a las Falklandsdespuésde dejar a "Me sentíabien. Estabaen una cama calentita,con sábanas
los prisioneros en la Argentina. Los Marines comc'nzarona subir a limpias, y tenía a varios compañerosdel 3q Cuerpo de Paracaidistasa
bordo. Nosotrosregresábamosa casacon el 2q Cuerpo de Paracaidis- mi alrededor.Teníahambrey me llegabael olor de Ia comida que es-
tas en el Norland, el barco que los había traído a ellos. Enviarnos a tabanpreparandopara la cena.El aromaera deliciosoy no pude resis-
casapor separadofue una de las decisionesmás acertadasde toda la tirlo... qué error. Estabaenfermo por donde me miraran. Intenté vol-
guerra.No nos llevábamosbien." ver a comery volví a sentirmemal.
"Sin embargo,tenía buen espíritu.Duranteaquellosprinrclos
Dominic Gray no podía creerel buen espírituque teníansusca- días en el Uganda, me parecíaque todos los que habíansubido aquc
maradasheridos del 3a Cuerpo de Paracaidistas durantelos cuatro lla colina estabanmuertos.o estabanallí conmigo.Me pasarona olr:l
días que estuvo en el buque hospital Uganda. Estaba impresionado, sala porque ya no necesitabatantoscontroles,una sala con literas dc
considerandoque muchosde ellos habíanperdido algún miembro. Si tres camas,y no me pareciójusto porque me veía obligado a ver chi-
ellos estabantan bien, ¿de qué podía quejarseél? Fue transferidoa cos que tenían heridasen las piernas,que se esforzabanpor subir y
otro barco para el viaje hastaUruguay,y desdeMontevideo lo envia- bajar desdelas literas superiores.Cuandollegaron los enfermeros,pa-
ron a casaen un VC-10 de la Real FuerzaAérea,hastaBrize Norton. ra inyectarnospenicilina, todos nos deleitamosriéndonosunos de
Los mediosperiodísticosmás importantesdel mundo se habían otros cada vez que nos pinchabanel trasero.Dolía bastantey a t(xlos
reunido para presenciarla bienvenidaque habíapreparadoel embaja- nos quedarongrandesmoretonesnegros.Los enf'ermerosnos tratabarr
dor británico para los heridos ambulantes:les entregabasandwiches realmentebien,pero los marinosmercantescivileseranunos ignonrn
de pepino a medida que éstossubíana varias ambulanciasen el mue- tes. Los que no teníamosque guardarcama hacíamosla cola panr I:r
lle para rcalizar el viaje hasta el aeropuerto.Los guardias armados comida y luego nos acercábamoscon gran esfuerzoa las mesasp¿rril
constituíanla sombría advertenciade que se econtrabancerca de la comer.Aquellosbastardosse quedabansentadosahí, mirandolo dilí
fronteraargentina,al otro lado del Río de la Plata. cil que todo nos resultaba,sin siquieraofrecersea ayudarnos.llirbí¡r
Una vez a bordo de la aeronave,Dom tomó un par de píldoras sólo uno -un hindú o pakistaní- que era un verdaderocaballcroy
somníferasy durmió durantelas veinte horasdel viaje. Mientras baja- siemprese levantabaparaayudarnos.A los otros,en srrnrayorí:rcst'r'
ba por la escaleradel avión para volver a pisar suelo británico, el alto ceses,bueno,ni me molestaría irr
en orinarlesencimasi sc csluvit'r¿ur
mandooficiabade comitéde recepción.Multitudesde familiaresy fb- ccndiando.Yo tenía el brazo inutilizadoy ademásmc habíirnhcclro
tógrafosestabanacorraladas en el edificio principal.mientrasl)onr y variosinjertosde piel.
los otros heridoseran transportados directamcntchaslaun hospitaldc "Despuésde un tiempo. me traslatlarona olro b¡rrcoy irllr rrus

, l( r
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bía terminado y yo estabavivo. Comencéa distenderme.Nos trata-


Para Antonio Belmonte.la guerrahabíaterminado.Lo mismo ban cadavez mejor,y los inglesestambiénparecíanmás distendidos.
que la vida para aquelloscamaradasque había tenido que enterraren Me ofrecí como voluntario para unirme a un grupo de trabajo que
lafría y húmedaturba malvinense.Por lo menos,ellos no sentíanel llevabaagua a la cocina de campañade los ingleses.Los observaba
frío que estabaconsumiendoel cuerpo cansadoy hambrientode An- todo el tiempo. Veía la comida que tenían:latas de dulce, porotos,
tonio.El temor de que el soldadocon la pistolatodavíapudieradispa- carne.Era increíble.Vi a un soldadoinglés y a uno de sus oficiales
que estabansentados juntos, mientrashablabany comían.Comíanla
rarle le atormentabaprofundamente,mientrasel cortejo fúnebrese di-
rigía hacia la loma occidentaly recibía la orden de descansaren un misma comida. Nunca había visto algo igual. Me sonrierony me
sitio sobreaquelsuelofrío y húmedo. ofrecieroncomida.Yo me sentíaavergonzado, pero comí con las ma-
"Estabapreocupadoy tenía frío. El fiío era honible. Me quedé nos, que estabanmugrientas.Cuandotenniné,limpiarontodo con ja-
allí sentado,mirando a los soldadosingleses'Observabacada uno de bón, una esponjay un trapo.Tuvimos que limpiar nuestrosplatosde
susmovimientos.Estabanmuy bien organizadosy se los notabadis- lata con pasto.Era un ejemplomás del profesionalismo, del espíritu
tendidosentreellos,e inclusocon los oficiales.Los oficialesparecían de los ingleses.Habíanvenido a recuperarlo que era de ellos y lo ha-
ser amablescon ellos, parecíaque realmentelos escuchaban'presta- cían con preparacióny entrenamientoprofesional.Habían llegado
ban atencióna lo que los soldadosles decíany a las opinionesque ex- mental y militarmentepreparados.Nosotrosno teníamosninguna ex-
presaban.Aprendí mucho de aquello.Luego, uno de nuestrosguar- perienciaen la guerra.
"Despuésnos pusieronen una lancha de desembarcoy nos
dias se puso un uniforme abrigado. Para mi sorpresa,noté que
formaba parte de su propio uniforme. Le bastó con subir el cierre de llevaron al Canberr¿. Nos filmaban y nos tomaban fotografías,y
las piernaspara formar un par de pantalones,y tambiénteníauna cha- yo comencéa pensar:'Qué vergonzosoes esto,no sólo por mí, sino
queta,y gruesosguantesde cuero.Estabanmucho mejor equipedos por todos nosotros.Habíamosido hasta allá para representara la
que lo que yo habíaimaginado. Argentina...'.
"Todavía me preocupabaque pudie"anmatarme,pero entonces "No bien estuvea bordo del Canbertz, volvieron a palparmede
llegó un helicóptero.Nunca antesme habíasubidoa un helicóptero. armasy me asignaronun camarote.Yo era un prisionero,pero el tra-
Lleguéa Malvinasen avión,y era la primeravez que habíaestadoen taniientoera excelente.Estabaloco de tanta comodidad.Me quedé
el aire. ¡Qué experiencia,aquella!El piloto volaba tan bajo que yo no dormido casi de inmediato.Eso era lo único que quería:dormir y dar-
podía dejar de sentirque nos estrellaríamos.Volabatan bajo que pare- me un baño.Teníala roparanmugrientay harapienta que podíacami-
cía acariciarla tierra. Yo no sabíaque un helicópteropodía maniobrar nar sola. Hastalos calzoncillosestabanduros.Sólo nos permitieron
con tantarapidez. ducharnos.pero yo ánsiabadarme un baño. Cuando nuestroguardia
"Aterrizamosen una estanciay nos reunieroncon un grupo de se durmió, me deslicéde mi habitacióny me metí en el baño. Me
prisioneros.Volvieron a palparnosde armas y un intérpretenos pre- atrapó,pero en lugar de castigarme,me dejó ir. Sólo le preocupaban
guntó nuestrosnombres,rangosy de dónde veníamos.Nos dieron un los números,y mientrasno me escapara, a él no le importaba.La co-
número a cada uno. Despuésnos dieron comida. Yo tenía tanta ham- rnida a bordo era caliente,gustosay abundante,y nos daban cigarri-
bre... pero las cucharadasde sopame hacíanmal al estómagoa causa llos Marlboro,L&M y Jockeydespuésde las comidas.Los que no fu-
del tiempo que había permanecidovacío' Comer me resultabacasi maban,cambiabansus atadospor más comida, pero otros se las
imposible.Nos colocarona todosen un galpónparaovejas,con guar- ingeniabanpara meterseotfa vez en la cola y tomar otra ración. Hasta
dias armadosen la puerta.Yo seguíaalerta,todavía muy tenso.Vigi- nos permitíancaminarpor la cubiertaal aire libre.
"Atracamosen Puerto Madryn, donde nos esperabancamiones
labancadamovimiento que hacíamos.
"Apenas comencéa aflojarme un poco, a relajanne,cuando dc'lejércitoen el muelle.Habíaalgunosoficialesy unospocoslugare-
nos llevaronen avión a PuertoArgentinoy nos dejaronpor un tiem- rlosquc sc habíanacercadoa mirar.Nos llevarona Trelew,dondeto-
po allí, en un galpónpara almacenamiento en frío. Comen:éa hablar nlurn()sun avirinhast¿r E,lPalomar.y terminamoscn la EscuclaCicnc-
I-a gttcrt'ltltlt-
y supeque lodo habíatt:rmin¿ttltl. r l t l l . r 't t t o s . t l t t l t t l c tl {r s 1 1 1 ¡ g [¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ (l)ls.
( ) s a l L 'i l a l r to s. l t( ) s c( ) r l l u l l o s e l tr cl o
c()llolros tnuchachrls
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dieron lo mejor. La tripulaciónse esfbrzabapor atendernosy hasta "Me dieron de alta y me trasladéa Ia casade mi hermanaen
nos aceptaronen su propio bar. Partimoshacia Montevideo,que está Aldershot, que también queda cerca de un hospital militar, donde
sobre el Río de la Plata, donde el Graf Spee f:uehundido durantela me hacíancontrolesregularmente.Pude relaiarmey acudir a todos
SegundaGuerraMundial. Cuandoatracamosallí, habíatropasy vehí los pubs."
culos blindadosque nos rodeaban.Se veía la Argentinaal otro lado
del río. Yo iba en un ómnibus que fue escoltadopor toda la ciudad Tony Gregory se enteró de la farsa llevada a cabo por los
hastael aeropuertoy en el camino aparecióun automóvil desdeuna miembros de los Marines Reales,que habían izado la banderaen la
calle lateral.En segundos,el conductorquedóen el piso con los bra- casade gobiernopara el periodismoy la televisión.Qué manga de
zos extendidosconlo alas,con armasque le apuntabandesdetodasdi- irnbéciles.La banderadel Regimiento de Paracaidistashabía sido la
recciones. primera en ondearsobrePuertoStanley...inclusive antesde que llega-
"Tomamos un vuelo drrectoa casay allí las cosastomaron un
ran los Marines.Purapropaganda.
cariz bastanteemotivo. No bien vimos el verde, el verde céspedde El habíapasadotres díascomo guardiade los gruposde trabajo
nuestrapatria, a muchos se nos cayeron las lágrirnas.Era el final de tbrmadospor prisioneros,a los que se les habíandado órdenesdeta-
un largo, largq capítulo para nosotros.Los enfermerosnos dieron lladas de lirnpiar la basuray el desastreque había en las calles antes
abrazosde bienveniday pequeñosdistintivos de sus propios unifor- de ser transferidosal Canberra para trasladarlosa su patria. La Com-
mes.Fue muy conmovedor,eranpersonasmaravillosas. Cuandobaja- pañíaC los acompañaríaen el barco,en calidadde guardianes.
mos del avión,'muchosvinierona estrecharnos las manosy nos ofre- "Cuando subí a bordo del Canberra,a Paul Read y a mí nos
cieron palabrasde aliento. Encontré a mi padre, y el solo hecho de ubicaron en un camaroteen la cubierta A. Cuando traspusimosla
verlo me reconfortómucho. Me dio un gran abrazo.Los dos teníamos puerta nos quedamoscon la boca abierta mientras tratábamosde
los ojos llenosde lágrimas. abarcartodos los detalles:un apartamentolujoso con alfombras,ba-
"Me llevaronal hospitalWroughtonde la Real FuerzaAérea,
ño privado y ducha,sábanasen unascamascómodas...recuerdoque
dondepaséun mes.Mis familiaresy amigosme visitaroncon asidui- había llegado hastaallí en un camarotepestilentecon cuatro literas,
dad, lo mismo que el coronelPike, que veníasiempreque podía.Fue debajo de la superficiedel agua,y ahoraesto. Estabamuy sorprendi-
bueno verlos a todos, en especiala mi familia. Mi madre se enteró do. Qué lujo. La tripulación del Canberra nos preparóuna abundante
de que yo estabaherido a travésde un oficial que se presentódonde comida de cinco platos. Era deliciosa,pero fue un error. No teníamos
ella trabaja y le dijo informalmente que me habían herido. Ella se el organismopreparadopara un menú tan rico, así que nos descom-
desmayóallí mismo. La gentedel hospitalme permitió salir con mi pusimostodos.Nos bañábamosy nos duchábamos, nos bañábamosy
familia por unas horas y me metí precipitadamenteen el primer pub nos duchábamos, para tratar de quitarnosla mugre que teníamosin-
que vimos. crustada.Me repantiguéentre aquellassábanasblancasy dormí doce
"Un médico del Uganda me había dicho que, de todos modos, horas seguidas.A Ia mañana,las sábanasestabannegras,a pesar de
tal vez tuvieran que amputarmeel brazo. En aquellosprimeros días los bañosy las duchas.Esto puededar una idea de lo suciosque está-
eso no me habíapreocupadodemasiadoporqueestabaen un ambien- bamos.Me levanté y lavé mi uniforme antesde que aparecieranlos
te donde había muchos chicos que habíanperdido algún miembro. prisionerosde guerra.
Pero ya en casa,la cuestiónera diferente.Yo me sentíadiferente: "Aquel mismo día comenzarona subir unos4.000 prisioneros.
ahora quería tener mi brazo. Para cuando me fui de Wroughton ya La mitad de los que estábamosen la CompañíaC haríamosguardia,
me habían sometido a cinco operacionespara salvarmeel brazo. La ntientrasla otra mitad descansaba. Todo nuestroarmamentoestaba
última vez me insertaronun armazónde metal para que sostuvierael bajo llave y los que estábamosde guardiallevábamosrifles y pisto-
huesoy así se repararaadecuadamente. Había partesde metal que me las submarinas.En cadacubiertafueron ubicadosunos 500 prisione-
sobresalían como si fuera una piezade Mecano.No era algo agrada- ros. dondehacíaguardiauna compañíade soldados,de cada una de
ble de ver y no era agradabletenerque andarcon eso. Además,me las unidadesque habíantomado parteen las batallas.Los prisionc-
dolíamuchísimo. ros f'ucronpalpadosde arm¿rsno bien subierona bordo, y lucgo l:r
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unidad que estabade guardiaen la cubiertaque les tocaba,los vol- dos no se odiancomola mayoríade los civilescreen.[.rtsolrlrtrlt'st;r r
vía a palpar la batallason profesiones, matarpersonases partedc llt proli'sir¡nrlt'
"Un pobre argentinotrató de ocultar en una bolsa a su hermano un soldado,partede la batalla,pero despuésde eso pucdc rllrsr'lrr
muerto.Ni siquieraquieropensarqué habrásentido.A otrosprisione- amistad.Fue lo que sucedióen los camarotesdel Canbertz. [-os tttti
ros se les encontraronpistolasy otras armas.Yo estabade servicio en cos argentinosque teníanmalaondaeranlos de las fuerzasespecialcs,
la primer guardia.Los pusimosen suscamarotesy ese seríael lugar que estabanmuy resentidos y no sebancabanhaberperdido.
dondese quedaríandurantelos cuatrodíasde viaje hastala Argentina, "Nos asegurábamos de que hicieranuna horadiariade ejercicitr
exceptopara las comidasy los ejercicios.A cadauno se le decíaque en las cubiertas.Ellos detestaban salir a caminardebidoal mal tiem-
si necesitabaatenciónmédica,la tendría.Algunos todavíateníanven- po. pero no era saludableque se quedaran encerradosen los cantaro-
das ensangrentadas sobre las heridas.Tuvimos que asegurarnosde tes todo el tiempo. Acompañara los prisionerosfue una obligación
que cada uno tomara una ducha para que no se produjerauna epide- muy educativa.
mia de piojoso disentería. "En las comidassolíamospasarlamuy bien. Los acompañába-
"El idioma era un problema,así que íbamos camarotepor ca- mos hastala cocinapararidiculizarlos.Cuandoterminabande comer,
marotepreguntandosi algunode los prisioneroshablabainglés.para a cadauno se le dabaun cigarrillo.fumarano no. Hastalos que nunca
que pudieratraducimoslo que decíanlos otros.Casi todosse queda- habíanfumado,se fumabansu ciganillo. ¡Era increíbleel sonidoa to-
ban sentadosen silencioen los camarotesy nos mirabanfijamente. sesque habíaen todaslas mesas!
Entré en un camarotey preguntési algunohablabainglés. "Al cuartodía entramosen aguasargentinas. Esperábamos que
"'Yo, amigo', tue la respuesta,
con un fuerteacentolondinense. la Arnlada Real nos escoltara,pero los que nos rodearonfueron los
"¿,Túqué?,Ie preguntécon incredulidad. de la Armada Argentina,en una demostraciónde fuerza.Cuando
"'DU" que hablo inglés', me respondió.Y cuandole pregunté amarramos.unostipos subieronhastauna de las cubiertassuperiores
dóndehabíaaprendidoa hablarasí,me dijo que habíavivido en Tor- y colgaronuna banderade los Marines y comenzarona mostrarles
tenham,al norte de Londres,y que estabaestudiandoallí antesde dos dedosa los altosmandosargentinosque estabanen tierra.Pronto
que estallarala guerra.Me dijo que se llamabaalgo así como Mike les hicieronponer fin a esa actitud y tuvimclsque permanecerfuera
Savage.Lo llevamosal pasillo y le preguntamosqué diablos hacía de vista.El lugar estabadesiefto:no habíafamiliares,madresni viu-
peleandoen esaguena, y nos contestóque teníalo que llamó padres das esperandoel barco. sólo algunospocos oficiales de alto rango
mixtos,y que habíaestadoestudiandoen Londreshastadiciembrede con un convoy de cochespara los oficialesy cos¿lsque parecíanca-
198I, cuandovolvió a la Argentinaparala Navidady lo llamaronpa- mionesde haciendapara las tropas.No habíaperiodistas,televisión,
ra hacerla conscripción.Nos llevamosbien con é1,tuvimos un inter- nada.Penséque esoestabamal. Sé que perdieronla guerra...pero ca-
cambio amigable.Lo cuidamos,hicimos que tomara duchas,le di- mionesde hacienda.
mos cigarrillos y golosinaspor ayudarnosa comunicarnoscon los "Despuésse emitió por los altoparlantes una advertenciade que
otros prisioneros.El Mundial de Fútbol aún no habíaterminadoy él si salíamosseíamosseveramente castigados. Aparentemente, alguien
tuvo que ir a contarlesa suscompañerosque la Argentinahabíasido habíatratadode orinar por sobrela cubiertaa los oficiales.Volvinlos
eliminada...¡realmente1982fue un mal año parala ArgentinalNo lo a nuestracubiertay le pedimosa Mike Savageque les dijeraque baja-
consideramoscomo un soldadoenemigo, sino como u.ntipo que ha- rían a tierra en una hora. Fue increíble la cantidadde muchachosar-
bía tenido la mala.suertede estaren el lugar equivocado,en el mo- scntinosque nos estrecharonla mano y nos saludaronmientrasse di-
mentoequivocado. rigían a los camiones.Sé que algunos de ellos intercambiaron
"Todo fue bastantebien, y con Mike Savagelogramos hablar clirecciones con algunosde los nuestros.Hubo algo, sin embargo,que
con el restode los prisioneros.Hablamosmucho con ellos y los que rnc quedóatravesado y mesigue molestandocon el pasodel tiempo:
estabancon nosotroseran un buen grupo. Nos reímoscon ellos. Orga- lu actilud de algunosMarinesy miembrosde la oficialidadhacia los
nizamoscampeonatos de pulseadasen los camarotcsy los ganudorcs Sc trlrluhadc tiposquc nuncahabíanestadoccrcaclcttnlt
! ¡rrisioncrrrs.
sc llcvabantrcscigarrillos.Nos respr'líibamosnrululnrcnlc. l-ossolrllr ¡ l l u ( 'r 'r '; rt l t 'r 't 'r t l ; r t l . Pt'r r r l n tl l tb a r r l r l o s i t¡ g cr r l i r to s r 'o tt l tb so l ttl r l r l cs¡ r r t'

' .ll )
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Félix Baneto había pasadola noche en la puerta de la casade caría. Pero entoncesme quitaron los últimos cigarrillos que me quc-
gobierno de Puerto Stanley,asegurándose de que no cayeraen manos daban,y eso desbordómi furia. Exploté, y entoncesllegaron los re-
británicas. Durante la mañana,el gobernador argentino de las Fal- cultas ingleses.Me pegarony me patearontodo el camino hasta mi
klands,el generalMario Menéndez,apareciócon un oficial de rango, camarote,donde arrojaron mi ropa y una tarjeta con un número. No
que le dijo a Félix y a los otros soldadosque estabancon él: "Se ter- habíacolchonesen el camarote.
"Compartíael lugar con un chico de Lanús, que estabaobser-
minó. Nuestraposiciónes insostenible".
Menéndezmiraba mientras el oficial ordenabaa los soldados vandotodosaquellosbotonesque habíaen la pareddel camarote.Hi-
que se replegaranhacia el centro de la capital, hastaque ambos vol- zo girar uno y brotó músicade los parlantes.Entoncesempiezaa bai-
vieron a ingresara la gobernación. lar por el camarote.Le pregunto: '¿Qué estáscelebrando?Acabamos
"Me quedé por ahí mientras los otros guardiascomenzabana de perderunaguerra'.Y él me contesta:'Lo pasadoes pasado'.
"Bueno, entoncescomencéa golpearlo.Tuvieron que separar-
retirarse.Queríaver lo que sucedería.Entoncesvi que los inglesesve-
nían caminandotranquilospor el eamino.Uno teníabarbay llevaba nos y nos pusieronen diferentescamarotes.Luego salí de mi camaro-
una boina. Entraron en la casade gobierno.Allí me quedó claro que te y le dije al guardia:'¿Qué soy yo, un perro,hijo de puta?Quiero
la batalla había terminado.Los británicos venían por el camino y de darme un baño'. De un empujón me volvió a meter en el camarote.
pronto empezarona aparecerdesdetodos lados.A la media hora esta- Finalmente,me permitierondarmeun bañoy sólo allí comencéa cal-
ban por todaspartes.Caminéjunto a ellos; íbamostodos armados,co- marne. Me sentí mejor porque estabalimpio, y ya no volví a causar
mo hermanoso algo así, hablandoentre nosotros;sí. hablábamosy problemas.El resto del viaje estuvo bien, y me trataroncorrectamen-
estábamos armados. te. Llegamosa PuertoMadryn y yo estabamuy, muy calmo.Si no hu-
"Les dije a los inglesesque estabamuerto de hambre y que biera sido por mi orgullo patriótico y personal,hastapodría haberlle-
quería atacarun contenedoren buscade comida. No se molestaron,y gado a despedirmede los inglesescon un apretónde manos en la
pasarela.Me habíantratadomejor que algunosde nuestrospropios
me permitieron continuar. Comencé a perder el sentido del tiempo
desdeentonces.No sabíaqué día ni qué mes era. oficiales."
"Lo siguienteque recuerdoes que estábamoshaciendocola pa-
ra entregarnuestrasarmas.Me enojéporque un grupo de kelpers-is- Kevin Connery estabaorgullosomientrasmarchabapor la ruta
leños- había colocado una banderabritánica sobre una pared justo hacia Puerto Stanley,con sus botas argentinasy su rifle argentino.
frente al lugar dondeteníamosque entregarlas armas.Se reían de no- Llevabacon dignidad la boina roja sobrela cabeza.El enemigoestaba
sotros, se reían con estridencia.Recarguéel arma y les dije que los huyendode la ciudad y él se sentíaa gustocaminandopor esecamino
mataría,pero un compañerome detuvo y me dijo que me mantuviera de ripio, el primeroque pisabaen seissemanas.
calmo porque si no, nos mataríana todos.Lloré cuandocoloquémi ri- Marchó a través de los enemigosmuertosy los desmantelados
fle en la pila. Lloré por la broncade no poder hacerlesnada y por ha- puestosde tiro, percatándose de todo ello, pero contuvo el aliento
ber perdido. cuandopasófrente a lo que fuera el cuarteldel CuerpoNaval 8901 de
"Yo habíadesarmadomi pistola y la teníaescondidaen el forro los Marines Realesen Moody Brook. Estabaacribilladoa balazos.
del casco.Cuandonos formamosen el muelle para embarcamosen el "Si los Marines hubieran estadoen ese cuartel la noche de la
Canberra, nos palparonde armas,y yo pasé.Pero cuandovolvieron a invasión argentina,todos habrían resultadomuertos.El lugar estaba
palparnosen el Canberra, la descubrieron.Me desnudarony comen- todo destruido.No había dudas de que se habían propuestomatar a
zaÍon a golpearme.Támbiénme quitaron el cuchillo del Ejército Sui- los Marines."
zo, fotos de mi novia, una estampitareligiosay un juego de llaves.No A poca distanciade Stanley,los Paracadisitasrecibieronla or-
me dejaronnada,absolutamentenada.Volvieron a golpearmepor de- den de detenerse.La brigada les había dicho que no avanzaran.Aun-
(luc cran los primerosen llegar a la capital,teníanque quedarsemi-
cirle a alguienque 'se comierasu tuco' (los inglesespensaronque 'tu-
co' significabaotra cosa).Yo estabarnuy altcrado.[Jn oficiltl dc la nrrrrlonlicntraslos MarinesRealesizabanla banderadel reginricnto,
(' r rrz lioilr rn c pitliri t¡rrc lo l( ) lnar ir c olt c lt lr t lt v r li. jo t ¡ t r c t l l t t l i c t l t c l r r Í)iulr(¡rc cl pclirxlisntoy la tclcvisirinpudicransacarlirlogrul'íus.
Ke

' t\
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cada vez que habíatonnentao llovía. Tengo calma en mi interior, co- las hilerasde crucesblancas.imaginandoque una de cllas potlrirlrlrlrt,
mo una vela que ni siquieravacila,pero no enfiendoqué es lo que me llevado su nombre.Me miró y me dijo: "No lo sabía,no sabrr r¡ut'
pasa a veces,como un nerviosismo,algo que no puedo señalar.En ellos teníanun lugar adecuadodondedescansar. Ahora sé qut'rrrrs
ocasionesme pongo tan nerviosoque no puedo hacerlas cosasque amigosno perrnanecieron en aquellafosacomún.Me .sientotranquikr
normalmentehago, a vecestengo que intentarlotres o cuatroveces. ahoraque sé que fueron sepultadosdignamente".Todoslos argentirros
Tal vez.parte del problema se origine en el hecho de que cuando re- a los que entrevistécompartíanun simple deseo:que les permilic.rarr
greséno teníaa nadiecon quien hablarde todo eso.No lo sé. regresara Darwin, al cementerio.para dejarles flores a sus anrigos.
"A pesardel resultadode la guerra, no creo que todo se haya ¿,Noes un deseoque tendríaque serlesconcedido?
perdido. Todavíacreo que la Argentina tiene algunosderechossobre
las islas,adenlásdel geográfico.No estoy segurode haberestadoa la Los británicosseriamenteheridos,como Denzil Connick, fue-
alturade la tareaque se nos encomendó.Ahora ya está,pero yo vol- ron llevadosal Hospital Militar Woolwich, en la zona sur de Londres.
veríaa hacerlo.Es algo que aún estáadentrode mí. El tiempoque Denzil pasóallí fue dolorosotantofísicacomo mental-
"No creo que la Argentinanos haya reconocidola condición de mente, mientras luchaba contra la realidad de que sólo le quedaban
veteranosque merecemos.Los burócratasno estáninteresadosen sa- diez centímetrosde la pierna izquierday que tenía la derechamuy he-
ber si estamospsicológicamentesanosdespuésde todo lo que pasa- rida. La consecuencia de aquelloera que su vigorosavida físicay co-
mos.La actitudmilitar es: si puedescaminar,estásbien. mo soldadode primera línea estabacasi prácticamenteperdida. Esto
"Si alguienme preguntarasi tuve sueñoso pesadillassobrelas constituiríaun golpe devastadorpara el espíritu de cualquier hombre
Malvinas,yo no dudaríaen decir que no...pero mi esposa,Alicia, di- común, pero peor aún para un soldadoen plena actividad.Los fami-
ce que sí. Dice que me despiertoen una especiede sueñoy veo a los liares,que hace tantos años se habíanvisto obligadosa despedirlo
muchachosque enterrécomo si hubieranvuelto a la vrda. Yo no me cuando Denzil partió hacia Aldershot para convertirseen soldado,se
doy cuentade que sueñoeso. Mis compañerosde trabajo me apoyan, reunieronjunto a su lecho para darle fuerzas.lideradospor su mamá
siempreme apoyaron,porque sabenpor lo que pasé.Tengodos hijos, Carol. Su "familia" había aumentadode tamañocon el paso cle los
Pablito y Esteban,y mi mujer. Pablito es un chico con síndromede años, y ahora comprendíaa los amigos y camaradasdel Regimiento
Down. Tambiéntiene problemasintestinalesy van a operarloen poco de Paracaidistas.Y también había una joven, una enfelmerallamada
tiempo. Estebantiene problemascardíacos.Los problemasde Pablito t
Theresa,una escocesaardiententente enamoradaque en susdías libres
me afectaronmuchísimo,como si tuviera un cuchillo clavadoen la viajabadesdeWalesparavisitarlo.
espalda,perc ehorasé que ambosestaránbien. "No pasabaun día sin que alguiendel regimiento.un oficial o
"Perdí a mi madre a causade un cánceren octubrede 1993. alguno de mis compañeros,viniera a visitarme. Siempre llegaba al-
Teníasólo sesentay cinco años.pero por lo menoslogró viajar a Ita- guien para conversary con una cervezaescondidaen algunaparte.ln-
lia, su tierra, antesde morir. Mi padre tiene setentay dos y estaba cluso duranteel extensoperíodode baja despuésde la guerra,los mu-
muy solo, nruy deprimidodespuésde la muertede mamá. Lo alenta- chachossiempre venían a verrne en lugar de pasarel tiempo en sus
mos a que conocieraa otra compañera.Y la conoció,una señoraes- casaso en los prrbs.Nuncarne cansabade esasl'isitas.
pañola,v estánjuntos y toda la fanlilia la acepta.lo que es importan- "Con Theresatodo era distinto. Yo era un poco resellado crxl
te. El acabade viajar a ltalia por primera vez en cuarentaaños para clla. No sé por qué. Yo creía que le gustaba,pero ponernos de no-
ver a sushermanos." vios...Reciéncuandorni mejor amigo.Benny Bental,me dijo: "Mi¡a,
Hoy, Antonio Belmonte está l'eliznrentecasadoy vive para su Talf, a esa chica le importasmucho', comencéa pensarlo.Pero me
esposay sus adoradoshijos. Cinco mesesdespuésde volver de las encontrabaen una condiciónfísicarnuy disminuiday estabadeprimi-
Falklands,comenzór- trabajarpara una empresatelefónica.y aún si- cloy sentíapenapor mí mismo.No podíaimaginarque ningunachicir
gue allí. Duranteel ticmpoque duraronnuestrasreuniones.sienrprese quisieramirarmedos vecesseguidas.Allí estabayo. sintiéndonteco-
mostróhien rlispuestoy tue sincero.Le mostréuna foto del cemcrlte- rno un hombrelisiadode por vida, y con el aspectotle serkr.[)c lt¡dos
rio dc gueriiiar'F.tlntino
en el pohlatlode Darwin v s('quedónrirando rrl,rr.los.
hahlénlás rle u¡llrVrlZcofl Beltn-l,ypor lirr hict.'pluc¡:r
torr
¿
' 15
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Theresa.Ella, mi hermanay los muchachosme cuidaronduranteun
"Considerando mis heridas,casi las peoresrccibirlirsl)()run l),1
períodomuy difícil de mi vida.
"Por fin me permitieron irme a casaen Chepstowpor una se- racaidista.me recuperécon bastanterapidezcomparacklcorr krs r¡lr
cialesheridos.Todoslos paracaidistas heridos,que tenemosr.uurir(tl
mana.Todoslos vecinossalierona recibirme.Volver a casafue somo
tud mentalmás positivahacia la vida, que decimoslevántatcy urrtl:r.
un soplo de aire fresco.Pero aquellaprimera semanatambiénme per-
nos habíamoslevantadoy nos habíamosido... velocesen nucslnr:isl
mitió reconocerlas dificultadesque tendríaque afrontar.Las cosas
que la mayoríade la genteda por supuestas, llas de ruedasy sin ceremonias,ya estábamosen los paás antcs dc
como bañosen los pisos
que los oficialeshubieranllegadosiquieraa sentarse en suscamas.
superiores,a mí me resultabanun obstácuio.Teníaque movermepor
"Durante las etapasfinales del tratamientoen el hospital,un
la casaapoyadosobrela espalda,arrastrándome. No podía caminar.Si
queríasali¡ alguienteníaque llevarmeen la silla de ruedas.Teníala buen compañero,Tom Pollock, fue a visitarme. Ahora bien, el bucn
pierna derechademasiadodébil como para soportartodo mi peso.Ne- Tom era un personajeasombroso.Era un médico excelentey habíasi-
do oficial en una compañíade paracaidistasal norte de Inglaterra.pe-
cesitabaque alguien me abrieralas puertasy que las mantuviera
ro se enroló en el 3e Cuerpo de Paracaidistascomo soldadoraso. Ha-
abiertaspara que yo pudierapasar.De a poco, mis estadasen el hospi-
blaba muy bien. como un oficial, pero quería tener la experienciade
tal se fueron acorrandoy los períodosque pasabaen casafueron cada
un soldadocomún. Así que lo nombraronmédico de la Compañíade
vez más prolongados.En eseentonces,yo no estabademasiadopreo-
Patrullas:aquellosmuchachosno podíanestaren mejores*unor.
cupado por mi carreraen el Ejército pues, aunquesabíaqué heridas
"Pero Tom iba en camino hacia algún lugar muy lejano, así
tenía, yo no aceptabaque era un discapacitado.Tanto era así que
que fue a verme antesde irse y me entrególas llaves de su automó-
nuestrocomandanteen jefe, el tenientecoronel Hew pike, sejugó por
vil. Sí que era un compañero.Era una tareamuy agradabley bastante
todos los heridosy dijo que nos encontraríaun lugar en el regimiento.
automáticala de estar sentadoen el estacionamientodel hospital. En
Fue una actitud de valentíala que adoptó,considerandola actitud del
cuantome senté,noté que teníalibertady movilidad.Casi me estrt:-
resto del Ejército hacia los soldados.y en particularhacia los paracai-
llo al dar la primera vuelta. En ese instantedescubríque mi picrnu
distas.Pero el coronelestabajunto a sushombres,como siempreha-
derechaera demasiadodébil como para ejercerla presiónadecuada
bía estado.Los paracaidistas son una élite,y si no satisfaces
los requi-
sobreel fteno.
sitos exactos,quedasafuera; pero ahora,los discapacitadosteníamos
"Otro que iba a visitarmeera el tenientecoronel Simon Bre-
la oportunidadde permanecer.
"Penséque era algo maravilloso,porque lo último que yo que- wis, un oficial y un caballero,un héroeolvidadocom¡¡pocos.Era el
oficial a cargode la Basede los Paracaidistas y sienpre visitabaa los
ría era irme. Justo anresde las Falklands,había solicitado participar
muchachosy cuidabade nuestrobienestar.No me alcanzanlas pala-
de un curso para piloto de helicópteroen el Cuerpo de Aviación del
bras para elogiarlo. Tener a un hombre como Simon Brewis cuando
Ejército. vola¡ es mi segundavocación despuésde ser paracaidista.
necesitasayudaes algo bastantepoco frecuer:ie.El prestabauna gran
Tres de nosotroshabíamossido consideradospara ese curso: Johnny
ayuda a todos, y si alguna vez alguien se me,'ecióel rango de caba-
Crow, David Scott y yo. De los tres, dos estabanmuertosy a mí me
llero.es é1."
faltabauna piema. Qué ironía, ¿no?
"Cuando empecéa pensarseriamenteen quedarme,comenza- IEl coronel Brewis se dedicó r, administrar la Fundación del
Altóntico Sur, que se creó con dinerr¡ tlonado por el pueblo de Gran
ron a asaltarmelas dudas.Sucedeque no me veía metido en un alma-
Bretaña -no por el gobierno británic:r>-para ayudar a los familia-
cén o detrás de la barra de un bar mientras los muchachossalían a
res de los muertos en la Guerra de las Falklands, así como a los heri-
ejercitarsey a trabajarpor todo el mundo. Yo no era así. Veía que, de
dos y susfamiliares. Pasó incontableshoras asegurándosede que los
a poco, me transformaríaen un resentidoy que llegaríaa ser indesea-
ble en el regimiento a medida que fuera cambiandode personalidad. fondosfueran distribuidos en forma equitatilu y de la manera ade-
cuada,y durante toda mi intestigación,los soldadosque conocíy que
Teníaque irme para poder seguircon mi vida y para que el regimienro
ttn'icrt¡ntrlgunctrelación con é1,no cesaronde elogíorlo. Mucho dcs-
pudieracontinuarcon susresponsabilidades. Creo que ya habíatoma-
dc t1ue.firuli;aransuscorreras,y uhora que el coronelBrcv'is st,
¡trtti.s
do la decisióninclusoantesde terminarcon el tratamiento.
It,t iultiltttltt drl Eién'itr¡. uún se nruntiattr,(tt (()ttIe('l() \'uyutltt tt lt¡.t
Genielin.com
mento,Comencéa pensaren conseguir 1t(ltl('ltl('ri'.1
un empleo,¿,pcro
hombresque quedaronoh,idadospor el sistemamilitar. Ha salvadoa que ser un autóngtrlo'
trabajador
a dedicar?Sabía que tenía i.l)t'rt't'rr
muchose-rsoldadosde caer en profundasdepresiones.l de empresas.
qué?Toméun cursode administración
"Por fin me dieron de baja por incapacidadpermanente,y sabía
"Exactamenteun año despuésde la batalla de Longclon.cl | |
que tardaríamuy poco tiempo en convertirmeen civil. Tenía el coche
de junio de 1983,me casécon Theresa.Fue un logro brillantc lxtr:l
de Tom y podía ir a visitar a mis compañerosal batallón.Extrañabala
mí. Había prometidoentrar en la iglesiacon muletas,y así lo hice.
camaradería.Habíamospasadojuntos una guerra y ellos eran real-
Juntoa mí, teníaa una chica que habíasido y que aún es una lirrtirlc
mente las únicas personascon las que podía hablar. Sentíaque ellos
za, una tigresapara brindarne apoyo. Fueron todos los muchachosy
eranlos únicosque podíanentender. El batallón,también,estabacam-
fue un grandía. SimonBrewis tambiénestuvoallí'
biando.El coronel Pike se habíaido y habíatomadoel mando un nue- "Pocosmesesdespuésrecibíun chequedel Fondodel Atlántit'r'
vo comandanteen jefe, el tenientecoronel Rupert Smith. Yo tenía la
Sur. El importe me dejó atónito.Increíble:el salariode casi diez años.
sensaciónde que él no habíaentradocon el pie derechoentrelos sol-
Theresame dijo: 'Te pertenece'.Dijo que no tenía nada que ver con
dados,y aquelya no era un lugar agradabledondeestar.Su actitudera
ella. Yo tenía que ponerlo en una cuentabancariaa mi nombre.Insis
diferentey muchos sentíanque quería deshacersede los hombresde
tió. Su único objetivo era apoyarmeen todo lo que yo decidierahaccr.
las Falklandsque aún quedaban.El espíritu del grupo no era bueno,
Eso habla de la maravillosapersonaque es. Invertí 30'000 libras en la
en mi opinión. Todo fue peor cuando los muchachosque tomaban
compra de una franquiciapara vender galletitasy comidasrápidasen
cursosdescubrieronque los instructoresinsistíanen enseñarles tácti-
distintosnegociosy garajes.Yo teníauna camionetamodelo 1920 y urt
cas obsoletas, tácticasque no habíandado resultadosprácticosen las
uniforme de la época.Mi papá. Ernie, dedicó todo su tiempo librc a
Falklands.A aquellosque queríansertransferidos o negociarel retiro,
colaborarconmigo,para tratar de ayudarmea que el negociofuera utl
se les permitiósalir de inmediato;nadade conversaciones, ni siquiera
éxito. Lo necesitabaporque, por las heridas,se me hacía sumamcrltt'
un intento de persuadirlospara que se quedarany pusieranen uso sus
difícil transportarlas mercaderíashastalos negocios.Papátrabajtírrrrr
experienciasen beneficio de los nuevossoldadosque se incorporaban
cho y no quiso aceptarni un centavo.Por fin sentíaque estabalogrart
a las filas. Fue una gran penaver cómo se iban muchosbuenossolda-
do algo, que estabahaciendolo que el regimientome habíaentrcn¿l(l()
dos experimentados. Tanlbiénestabanllegandonuevosoficiales,y tu-
para hacer:andar.Pero yo era un inexperto,un pollo fácil de pelar-Rc
ve la impresiónde que los soldadosno estabancontentos,que estaban
cuerdenque yo me habíaalistadoen el Ejército no bien terminé la cs
desilusionados y desmoralizados por la actitudde la nuevaestructura
cuelay poco sabíade los peligrosque entrañabala sociedadcivil. Viví
de mando.
en un ambientede camaraderíay lealtad,no en una letrina dondet<ldos
"Sabía que era el momento de retiranne,pero no sabíaqué iba
hacíanfila para destruirme,para desplumarme.Paraentonces,un civil
a hacer, ni qué podía hacer. Era poca la ayuda que me brindaba el
que se decíami amigo ya me habíaconvencidode que hiciera una irl
Ejército en términos de reubicación.El regimiento me brindó ayuda,
versiónfuerte en un garaje.Yo era como un corderoque va al matadc
pero el Ejército...Maldición,teníacasi la mitad del cuerpocercenado
ro. Los dos negociosquebrarony perdímuchísimodinero,miles' tatlltr
o inutilizado,y mis proyectosde empleo eran limrtados.Estabaen que hastacasi me rematanla casa.Tuvimos que vendernuestravivtctt
una silla de ruedas,era un discapacitado,pero todavía no podía acep-
da y compraruna más chica,más barata,para sobrevivir.
tarlo. Me sentíauna mierda, un sentimientohorrible que me causaba "Todo comenzóa acumularseen mí y empecéa sentirnrctttt
depresión,pero es el único modo de describir cómo me sentía:como
fracasadoabsoluto,aunquetodavíasosteníaque no era mi cul¡rit.Mt'
unapila de mierda. mal en el bancoy nruchos,que se decíannlis rtrtrr
habíanaconsejado
"El Ejército no fue de mucha ayuda.Tuve una reunión con un
gos, me habíanrobado.Además,la huelgade los minerosn() crlr ltr\
oficial de alto rango que tenía el corazónen el lugar correcto,pero no
tamenteuna ayudaparala economíanacional.Encima.Bcttnyllt'tllrrl.
estabacalificado ni teníaexperienciaen tratar los problemasque af'ec- muertoen Bclice.Yo cstith¡r tolrtt:ttl'
mi mejoramigo,habíaresultado
tan a personascomo yo. Ni él ni el Ejércitopodíanofrecermeninguna
d e d e p r e s i ó n y p e n a y co m e n cé a to m a r p o r cl cn r á s. Ii r tr p ct'ti l l l l i l l i r l i l
guía práctica.Yo sabíaque la Fundacióndel AtlánticoSur lrtc ay'utla-
r n i f i r r r r i l i l r l r t r ¡ r ' l n l r l . c( ) n ) ( ) L l l l i t h a su r a . Ah o r ¿t tttt'si t'ttl o l t'r ti l r l t'l ttt'ttl t'
ría,pcroctrhndo. crimoo cúanl()cra algoqrrcdcscortocírr crrat¡trclrrro
I ,
? Genielin.com

15 de juniode ll) t ll'

S r. E . J. C onni ck

QueridoSr. Connick
a¿ J 9b o s /
Despuésde haberledado la noticiade que su hijo L CPL DenzilCon-
Infantry Manning ¡nd Record Office (South) nick habíasido heridomientrasorestabaservicioen la Fuerzade Ta-
Itighq 8.neb CxrtcrEX4¿ll{D
(stD Co{. Ol92) reas, ahora hemos recibidola confirmaciónde que ha sido calificado
li.r.óaMl¡ü ¡-rho¡t¡ñta$t ¡¡t Z6J
E t.r lllltE o?, g o + como GRAVEMENTEENFERMOcomo consecuencia de su herida.

/1^. ¿' ! c'*;t


h.t qtr ,. O lc tdq Xd,

/t-r.
c¡* í',-,.i,u,t Tenga la seguridadde que tan prontose recibenlos informessobre
8J-'.-r z/s/en/ o su estadode salud la informacióncontenidaen ellos le es comunica-

da a ustedde inmediato.

nu ?1,,. C*,;,t Si, de cualquiermanera,usteddeseaaveriguaralgo,puedetelefonear


[lE'lh.¡ lo tho nd.
hú baq roúriad rbt¡o
&h.n to tor tb3t ?-
.adl'n¡
* L f cL. O+-¡i
ya bd.
C*;1 a esta oficina(más abajo figuranlos númerosde teléfono)en horario
dtf tba T¡.1 IoFa, ¡d,ooahad
o{flr.¡tld
¡. ¡ rolult
tbol b. hr
ol hl,r 1¡Jst.
b..D .lr.tft.¿ ú e:F--/S!¡¡Ot¡E ¡LL normal de ofi c ina ( de lunes a jueves 8. 30am - 12. 30pmy 1. 30pm -
5.00pm,viernes8.30am-4.30pm), o dirigirsefuerade estoshorariosal
[.!t ú.s61 th¡l ú.oü ¡¡ ¡aDo¡"lr oD hl. ooú¡.lllo N rF.!r.¿ th. lbfon¡tld
oot¡l¡ld th.rel! rlll b. offitod.d to to¡ b¡dl¡trlJr. Oficialen Servicio,Ministeriode Defensa,LansdoneHouse,Berkeley
It' lorGvo¡, to! rl¡h to rrlr o{[i¡lrr tq rry tchDbü. lo thlr offlo. Square,Londres,teléfono01-409 763717627 17372.
(t.¡.Dho¡. ¡ubar rbom .bo.) dulD6 er.l olllo. hut, (Iod¡¡ to thwdqy
6.l0cl2.l0F .!d l.lOF .OOF, l}tdry S.lOFl.lOp), or out.r,¿.. 1b... ttr.!
to th. D¡t, oftlo.¡, llnl|trt of Dttooo, lsrdñ. ¡ou., !.rt.¡ct SquE.l
LDdo¡. tol.pbd. Ot-a09 4af+ 7a.7/ 7a 11/ 7J7.: Quizá tambiénle interesesaber que la Asociaciónd.e Familiaresde
tou .qt ¡loo.l1l. lo ¡¡oy thet ih. Solill,.¡.., Srllolf r Dd ¡Iñq.¡ ¡Dlltct Soldados,Marinosy Aviadores(AFSMA)está dispuestay deseosade
A.rool¡tlil (ss¡'f), cc both rULt¡3 ¡¡¿ oilou to .dvi.. tou ¡Do¡ E¡ .Dcolrl
p¡ob¡-. tou.er hr.. s¡roqld to! ylth to @iEt tL¡ ih.lr ¡dtlt.¡¡ oe b. aconsejarlerespectode cualquierproblemaparticularque usted pue-
obt{¡ad fi¡ yü loc¡l Pcri Ofltoa or Pollo. gt¡lto.
da tener. Si usted desea ponerseen contactocon ella, puede obtener
If tou cont¡pl¡to ohüaln3 y@ @tút .dd¡..r ln l¡r ¡.ú lutwr
Dotlft thlo offlo6.
¡rl.r. su direcciónen la Sucursalde Correoso en la Estaciónde Policíade
tb. l¡af Dó¡¡d ot tbr Do.fqor Cowt.l yt¡t to.rtx¿ to tou lh.l¡ rtrFthú' 1¡ tb.
su localidad.
ú¡lltJ tb¡t thl¡ nq¡ rut br gel¡8 you ¡¡r¡d lb.l¡ hopa th.t tw -foJ
rlll lDocdlly ¡cry!¡.
Si ustedpiensacambiarsu direcciónde contactoen el futuropróximo,
lour .l¡ooralt por favornotifíquelo
a esta oficina.

D.o,- t. 6 b"J- La Junta de la Armadadel Consejode Defensaquierehacerlellegar


---
D I I O¡¡'¡X¡ su apoyoen la angustiaque estas noticiasle estaráncausando,y sus
¡D
lot Otllocr C{.¡¡¿lhg deseosde que su hijose recupererápidamente.
Inf uiry lortrg ¿ lóord Off lco (Sbutb)

Lo saludaatentamente
DianeE. B. Oades
EO
por el Comandanteen Jefe
Oficinade Personaly Archivode la Infantería(Sur)
Cartastandardoue las autoridades militaresenviabanen aquellaépocaa los
fanriliaresde los soldadosheridos(véasela traducciÓnen la páginasiguienle)

I 'r I
Genielin.com

mal por esemotivo. Los únicosque podíanhacermever claro o decir- "Pero mientrasestamoshablandoaquí, cn cl vcluro rlt' l()(,I
me que estabadesquiciadoeranmis compañeros del regimiento.Ade- doceañosdespuésde las Falklands,no puedoevitarrcl'lcxiorr;rr. ,\ rt'
más del mal humor y la depresión,comencéa tenerpesadillas.Resul- ces me enfurezco,me enojo mucho.Es que hacc apcnastlict'rotlrrt
taba difícil consolarme,calmarme. De aquel Denzil siempre feliz y mesesque aceptéque estoyheridoy que reconocíque las hcritl:rsrrrt'
afortunado,me convertí en un tipo que no era una personaagradable irnpidierontrabajarcon normalidad.Ahora bien,es algo nruy tlu¡o rlt'
de conocer.Casi no hablabacon nadie y me quedabaencerradoen mi aceptarpara un hombre como yo. Digo que tardé doce años y trrvt'
propio mundo oscurode profundadepresión. que perdertodo el dineroque estabadestinadoa ayudarme,hastadrrr-
"Para entonces,yo tenía dos hijos maravillososy mi matrimo- me cuentade que no puedo trabajar.Dios, esto duele mucho, pero cs
nio atravesabaperíodosde incertidumbre.Yo estabaencerradoen una cierto: con mis discapacidades, no soy apto para que me aceptencn
espiralde autodestrucción. Todavíano podía aceptarmi incapacidady ningún tipo de empleo. Mi pierna derecha,la que se suponeque cstii
el hecho de que habíamostenido que volver a mudarnos,esta vez a bien, todavía me juega unas terribles malas pasadasy aún está baj<r
una casitaen la laderade una montañaque tenía catorcemalditos es- amenazadel bisturí del ciruiano. Esta es la verdad y la realidadde la
calonespara llegar a la puertade entrada,no ayudabaen nada.Yo no situación.
poclíaaceptarlo imposible: que mi más grandeanhelo,volver a ser el "Sabesque acabo de descubrirque tengo derechoa un suple-
viejo Denzil que habíasido antesde las Falklands,nunca se haría rea- mento por imposibilidadde ser empleado,que se sumaríaa mi pen-
lidad. Fue una épocadesgraciada. sión. pero nunca nadie me habló al respecto.Durante la mayor parte
"Entonces,cuandotodo parecíauna miseriatotal, tuve un golpe de los últimosdoce años,luché y sufrí pozosde depresión,sin saber
de suerte,otra oportunidad.Conseguíun puestocomo consultoren cuáleseranlos beneficiosque estabandisponiblesparamí o los bene-
segurosde vida en basea una comisión.Me brindó nuevoshorizontes ficios a los que teníaderecho.El gobiernono te informa sobreello y
y mis contactosen Aldershot volvieron a verme por el regimiento, no pareceimportarleun comino.
donde aconsejabasobre segurosy los vendía. Ai principio me fue "Duranteañosno supequé era lo que me pasaba.Ahora lo sé, y
bien, pero como los soldadosson soldados,no tardaron en cancelar tambiénlo sabenel gobiernoy el Ejército,pero es una condiciónque
sus segurosen el banco para poder tomarseunas cervezasmás en lu- ellos no reconocieronhasta 1987 y a la cual todavíatratande volverle
gar de pagar mis pólizas de seguro.Como me descontabanla comi- la espalda.Es un trastomode estréspostraumático,que fuera diagnos-
sión del salario,créaseo no, ¡terminépagándolesa mis empleadoresl ticado por primeravez a los veteranosestadounidenses de la guerrade
De todos modos seguíen esa línea de trabajo duranteun par de años Vietnam, pero que se conocedesdetiemposmucho más remotos.Tu-
más y conseguítener una buenareputación.Disfrutaba de ello e iba ve dos sesionesde asesoramientosobre el tema y sospechoque si el
de aquí para allá reuniéndomecon gente y haciendoalgo útil. Hasta gobierno y el Ejército hubieran reconocido el problema hace tanto
que tuve la sensaciónde que los de arriba me usabanpara suspropios tiempo, en lugar de hundir la cabezaen la arena,yo habríapodido re-
fines y que había llegado el momento de cambiar.Tenía que intentar solver muchosde mis antiguosproblemas,quedarmecon el dinero y
otra cosa...¿peroqué? estaren una condición mucho mejor que la actual. Muchos otros sol-
"A fines de la décadadel ochenta,me postulépara una beca en dadostienen problemassimilares.Me siento traicionadopor este go-
vuelo. Volar era algo que siemprehabía querido hacer,una oportuni- bierno, sientoque mi familia sufrió a causade todo esto. que el trato
dad de probarmea mí mismo que podría haber actuadocomo piloto que les infligí fue provocadopor mi estado.Este es un gobiemo que
del Cuerpo de Aviación si no hubieraestadoherido. Ya había aproba- te palmeala espalday te dice bien hecho,que ganapor una mayoría
do con todo éxito y los resultadosque obtuve me habrían permitido abrumadorala próxima eleccióncon el 'factor Falklands' -la sangrc
ser piloto de helicópterosi no hubieraestadoherido. La vida estálle- y el sacrificiode nuestroscamaradas- y luegote pateael trasero,una
na de "si no", pero al menos ahora sé cuál es la respuestaa uno de vcz quc curnplistecon tu deber.Ya no le eresútil.
ellos. Volar siempreha sido una de mis ambiciones,mi pasión,y sé "lrl Ejércitono es el mismo que el de hacedoceaños.tlcbitlol
que a pesarde todo soy capazde volar un avión.Es una sensacirin su- clcestegobiemotraicionero
llrs¡rolílicrrs y a los mezquinos y cotlicirr
hlimc, que lcvirnta
la moral. sostlt'l l\4ruislt'rio
rlc Dc-t'ensa.
E,lloslc hanhcc[ronriistltrrio,rltr ¡rro¡lrl
I Genielin.com
y al reglamentoque lo que jamás hubierapodido lograr el Ejército
Rojo. Mira la situación en Bosnia y en Irlanda del Norte, donde los
soldadosen la línea del frenterecibenuna superafluencia de notici.r:
mientrasarriesgansusvidas. ¿Esoes buenopara la lealtad?Las reglas
de entrenamientotambiénse ven perjudicadas.
"Aunque ahora ya estoy afuera,aún me mantengoen contacto
con mis compañeros.Este gobiernono ha logradocomprenderque las
guerrasy las muertesnuncase acabarán.Enciendesel televisory ves
ejércitos infames asesinandoa miles de inocentesmientras todos se
quedanmirando, retorciéndoselas manos,en lugar de hacer algo co-
mo enviar tropasbien entrenadasy disciplinadas.En poco riempo,
con los recortes,no tendremosla posibilidad de hacerlo,aun cuando
lleguemosa tenerun gobiernoque poseafirmeza moral."
El matrimonio de Denzil y Theresatiene basesmuy firmes, y
sus dos vivaceshijos, Matthew y Stephen,comprendentotalmentela
discapacidadde su padre. Sabenpor qué no puede correr ni jugar al
fútbol con ellos. Pero la adoraciónque Denzil les profesacompensa
con crecestoda frustraciónen esesentido.Denzil los lleva a pescary
anda en muletashastadonde le es posible. La pierna derechaaún le
La mayoríade los amigosde Oscar Canizo pensaronque habíir
provocauna incomodidadterrible y doloresinsoportables, pero está nruerto.Los cirujanosde a bordo del u.qanclale sacarondos balasdcl
decidido a mantenerlapor todo el tiempo que pueda.La familia final-
cráneo.
mente se mudó a un bungalowal sur de Gales,lo que le facilita las
"En esemomento,yo no sabíaque teníados balasadentro.En-
cosasa Denzll, que ahora se desempeñaen un cargo voluntario en la
seguidaaceptéel hechode que habíaperdidola vista del ojo izquicr-
Asociación de Familias de los Soldados,Marineros y Pilotos, desde
do, pero por lo menosestabavivo y podríaver a mi hijo reciénnaci-
dondeayudaa que otros inte_erantes de las FuerzasArmadas se sobre- do. Nunca podré agradecerleslo suficientea aquellosmédicospor
pongana las dificultades.
habermesalvadola vida.Tambiénagradezcoa Dios.
La madrede Denzil, Carol, que estuvojunto al lecho del hijo "Fui repatriadoy pasémuchosmesesen un hospitalmilitar en
cuandoéstecreyómorir, y el restode la familia,viven cerca.ya sabe-
BuenosAires. Fue una recuperación prolongaday lenta.Me sentíali-
mos que Denzil tenía miedo de cerrar los ojos, por si moría. Bien, lo
viado de que la guerraterminara."
ciertoes que murió...y el equipomédicode emergencias de Ajax Bay Oscardejó el Ejércitoen 1988y vive con su mujer y sus tres
le devolvió la vida. Denzil no se enteróde esto hastaque se retiró del
hijos cercade BuenosAires. Su hijo sabelo que le pasóal padrey lo
Ejércitoy pudo teneraccesoa su ficha médica.Lamentablemente. du- cercaque estuvode que no volvierana verlo. PeroOscaraseguraque
rante la compilaciónde este libro, Ernie Connick murió repenrina-
su mujer sufriómásque é1.
mente.Denzil deseadedicarestacontribucióna su padre.
"Los que no sabenqué estáocurriendodebensoportaruna gran
tensiónmental.Ahora estamosmáscercanosque nunca."
En la actualidad,Oscar se desempeñacomo guardiánen una
cmpresade seguridad,y trabajamuchashoraspara cobrarun sueldo
rragro. El agradecidogobiernole otorgó 140 dólarespor las hericlas
rccihid¿rs.
Cuandome despedía de él clespuésde la reuniónquc tuvirrros
Genielin.com
en junio de 1993, Oscardijo: "Muchasvecesme preguntosobreel ra- silusionamos. Suponíamos que familiaresy amigosnos cstaríuncspc-
dar, Vince...Si hubieranpermitidoque siguieraencendidoy el radar rando.pero en cambio.al pie de la pasarelade desembarco. nos cspc-
hubieracumplido normalmentecon su propósito,tal vez la batalla de rabaun ofióial de alto rangoque nos saludócon un apretóndc rn¿rnos.
Longdonhabríasido distinta.Ahora nuncalo sabremos." y luego nos colocaronen camionesy bajaronla lona de los costldos
para ocultamos.No habíanadieen ningún lugar.Era obvio que esta-
GermánChamorrohabíacombatido,y mucho. Perderla guerra ban impidiendoque la gentesaliera.ala calle y que nos ocultabandc-
fue para él un trago amargo.pero la humillación que sentíaestabale- liberadamente.Era el comienzodel largo procesode barrernosdebajo
jos de disiparsemientraslo palpabande armasuna y otra vez, y luego
de la alfombra.Al final, algunaspersonassalierona la calle y aplau-
lo documentabany lo procesabana bordo del Canberra. Le quitaron dieron,saludarony nos tiraronflores.
los cordones,la bufanday el cinturón,y luego lo llevaronante una "Por fin llegamosa un cuartel,y se volvió a iniciar todo el
junta médica.
proceso--cuál era su unidad.cuál era su rol de combate,etcétera-
"Yo estaballeno de ladillasy piojos, lo que no era para nada
1,'de ahí pasamosa otro cuartely a otro dentrode la misma base,an-
agradable.No habíamospodido asearnosy aquelloera la consecuen- tes de tomar otrosómnibusalrededorde las 5 de la tardepara ir hasta
cia. Me llevana una habitacióny poco despuésentrauna mujer vesti- el aeropuerto.No habíaaviones.Así que cambiamosde ómnibuspa-
da de blanco.Totalmentemugrientocomo estabame piden que me ra trasladarnoshastauna baseaeronaval,donde nos recibieroncon
desnudefrentea ella. Yo llevabados mesessin estarcercade una mu- un abrazoy un guiso de cordero.No tuvimos tiempo de comer,por-
jer y ella se acercay me manosea.No pude dejar de pensarque iba a
que comenzarona amontonarnos en Boeingssin asientospara un
teneruna erección.De cualquiermanera,ella confirmaque tengo Ia- vuelo hastaEl Palomar.Despuéstuvimos que correr hastaotrasfilas
dillas y me llevan a otra habitación.Mientras aquel guardia bastardo de ómnibuspara trasladarnos a Campo de Mayo. Nos agolparonen
sigueapuntándome con el rifle, me dicen que tengoque desvestirme y
un gimnasio cerraronlas puertas,
y llegaronmás oficialescon más
otra vez y entoncesviene una enfermeray empiezaa pintarme todo preguntas.Nos dijeronque nuestrosthmiliaresllegaríanpor la maña-
con un líquido. Todos los inglesespresentesrompen en carcajadasal na. y a las 2 de la madrugadanos llevarona un lugar dondehabíaca-
verme.A mí no me causóningunagracia. mas con sábanas limpiasdobladassobrecadauna de ellas.Entonces
"Fui al comedory tomé un poco de sopa,que seguramente te- nos dijeron que nos iban a dar de comer,y cuandovimos la comida
nía una especiede droga,porqueno bien me recostéen mi camaro- no podíamoscreerlo,tanta cantidad.Todavíapensábamos en robár-
te, me quedédormido sin parpadear.Cuandome desperté,el barco nosla.pero nos pidieron que nos quedáramostranquilos,que había
se movía y ya estábamosbastantelejos de las islas. Nos trataron muchamás. Un capitánestabaa cargo y no cesabade pedir más co-
bien a todos;nos dieron buenacomida y cigarrillos;nos permitieron mida para nosotros.Así que nos atiborramoshastaquedarestúpidos
escucharel Mundial de Fútbol, pero 1982 no fue un buen año para antesde volver a las cuadras.a las 4 de la madrugada.El nos dijo
nosotros. que el toquede diana seríaa las 6 de la mañanay le dijimos que se
"No podía recobrarmede haber vislo mujeresinglesasen el
dejarade jorobar.Nos despertóa las 9.
barco.Un día estamosen el pianobar que habíaa bordo y llega un ti- "Afuera.junto al cercoperimetral,la gentese estabareuniendo
po con una videocámaray empiezaa filmamos: un tipo raro, uno de y logramosque ellos les enviaranmensajesa nuestrasfamilias.El 2l
los marineros.No pudo quedarseni treinta segundospor todos los de junio yo estabaen la cantinahablandocon Amalita Fonabat,una
gestosobscenosy extrañosque le hicimos.El último día, vimos que señoraamable que escuchabalos problemasque le contábamos.y
algunasde nuestrasfragatasnos escoltabany entoncessupimosque despuéssalí a dar una caminata.Vi a uno de mis vecinos,que me dio
estábamosen aguasde nuestropaís.Alguno de los muchachosfbrzó un abrazoy entonces.de pronto, alguienme agarróde atrás:era mi
la puertadel bar y se robó la cerveza,el whisky y el champagne. Los nramír.que lloraba.Mi papátambiénestabaahí, me abrazabay llora-
guardiasbritánicoshicieronla vistagorda. l¡¿r.Enr la primeravez en veinteañosque lo veía llorar.Fuimosa sen-
"Nos sentíamosfelices y estábamosentusiasmados cuand<r tlrrn()ssotrreel céspedy me pasédos horascontándolestodo lo quc
alnarramosen PuertoMadrvn,Dcroen cu¿lntodcscmbarcantos nostlc- mil cosassin parar.Mc cntcr('rltr
llrbírr¡lrslrtkl.Hahlótle cincue'nta
Genielin.com

cio, les pateabanel traseroy los amenazaban.Era un comportamiento t tar todosios bombardeosinglesesdesdeel lq de mayo hastael 10 de .¡u
que carecíapor completode profesionalismo. nio. Todavíame producedepresiónrecordaraquellosbombardeos.
"Cuando zarpamosde las aguasargentinas,el capitán anunció "Tambiénme producíasufrimientoel tratamientoque soport['
que nos dirigíamos de vuelta a las Falklandspara recogeral resto de a manos de mis propios superiores.Cuando me estaquearoncn
la Fuerzade Tareasy regresara nuestrohogar.Todoslo festejamos." aquellacolina, me quitarontoda la fuerzamental y física. Perdimos
una guerra,y el tratamientoque soportamoses lo último sobre lo
Alberto Carboneregresabaa su hogar en el buque hospitalBa- que nadieestádispuestoa enterarse. Tal vez algunospiensenque só-
hía Paraíso cuando se enteró de que su país habíaperdido la guerra. lo trato de dar excusas,pero ¿cuáleseran nuestrasposibilidades.si
Había oído el rumor de'que se había librado una batalla en Monte nuestrospropios superioresnos tratabandel modo en que lo hicie-
Longdon, una batalla importante,en la que había muerto la mayoría ron? Físicay mentalmente,habíamosperdidoantesde que se dispa-
de suscompañeros. rara el primer tiro.
"De no habermedisparadoaccidentalmente, yo también habría "Comparadocon algunosde los veteranosde Malvinas,yo es-
estadoen eselugar. ¿Me habríanmatadoallí? Nunca lo sabré.A veces toy muy bien. Vi que muchosde ellos todavíavan por la calle con sus
me sientodeprimido por no haberestadoen la batalla.¿Tuvesuerteo uniformes,pidiendolimosnapara poder vivir. Es triste que nadie Ios
no? Aunque hubiéramosganado,para mí no habúa sido diferenteel ayudeo que a nadie le importe. Yo sufio de depresiónen algunasoca-
hecho de no sabercómo podía habermedesempeñadoen batalla.Es siones,y es algo con lo que tengoque vivir. Es como una guerraindi-
algo con lo que tengo que vivir. El buque hospital se detuvo una vez vidual que se desataen mi interior. Pero maduré.Antes de la gucrrrr
camino a casapara recogermás heridos de otro barco, y luego llega- yo era un desastreviviente.tomabamuchoy no hacíaun carajo.[Iact'
mos a ComodoroRivadavia.De allí volamoshastael hospitalmilitar dos años.el gobiemonos otorgóuna pequeñapensiónde guerra.l:s
de Bahía Blanca, y el ejército se encargóde que mis padresfueran a poco,tan poco que da vergüenza,alrededorde 90 pesospor mcs. (lr¡('
verrne.Dos semanasdespuésme trasladarona otro hospitalmilitar en en el mercadode la Argentinade hoy no sirven para nada."
BuenosAires,y dos semanas despuésfui a Campode Mayo y me die- Sin embargo.no todo es tristezaen la vida de Alberlo. lrstrr
ron de baja. Siemprerecordarécuandome fui de baja, salí del cuartel felizmentecasadocon Sandra;viven en la zona donde a¡nbosst'
cojeandocon la pierna enyesaday me tomé un ómnibus. Eso fue to- criarony estánrodeadosde amigos.Además,tienenuna hermosalri
do, asíde simple. ja de seisaños.
"Cuando llegué a mi casa,los vecinosorganizaronuna fiestaen Despuésdel reportaje,acababade despedirmede Alberto y rlt,
mi honor y entoncessucedió...¿recuerdan que mencionéa una chica, [-uis,que estabaa su lado, sonriente,cuandonotéque por Ia callc vt.
que era demasiadoinfantil como para fijarse en ella? En los dieciocho nía un carro tirado por un caballo.
mesesque habíanpasadodesdela última vez que la viera, había ma- "¡Alberto,Luis, miren -grité-, esemalditocaballohl¿rrrco to
durado y ahoraera una mujer muy atractiva.Había crecido. Se llama davía los persigue!"Y así los dejé: desternillados de risa por t'l rt'
Sandra.Empezamosa salir, y desdeentoncesestamosjuntos. cuerdode un acontecimiento que habíasido tan graveen su rtor.t)('nt().
"Me sentíaun poco perezosocuandollegué a casa.Necesitaba Porquede otro modo, habríaque llorar por siempre.
descansa¡.Tiambiénnecesitabatrabajarde algo. Empecéa buscary bus-
car, hasta que finalmente entré en la Empresa Nacional de Correos y Los familiaresde Antonio Belmonteestabanencantlrrlos tlt'
Telégrafos.La vida me resultó dura despuésde Malvinas. Si algo me v'erlode vueltaen casaa salvoy casibien.El tarnbii'nse scntítrrrlivr;r
asustarepentinamente, como si me persiguieraun coheteo si respon- clode estarnuevamente con ellos.Perosusproblcrnus cstlrll¿rrr
it l)unt(r
dierancon fuego desdeun automóvil,salto.Al principio, los relámpa- tlc comenzar:ataquesde depresión y cuatr()n)cscscn (iullr ('()nl)r()
gos me asustabana pesarde que los veía y sabíade qué se trataba.Lue- l¡lcrnaspulmonares ocasionaclospor cl f'ríoy lu Irrrrrretl:r<l
rlt'l:rs l':rl
go, hubo genteque empezóa sugerir que yo ni siquierahabía estado klluldsy las infernalescontlicioncs
clcvicl¿r.
allá porqueme habíaperdido los cuatro últinlos días de la guerra.Yo " A l l o r l t csto y h i cr t. s( ) v tttu r
[) cr s( ) n l r ¡ u r ci l i t'i r . I'r 'r o tfr r r ;r r r l t'l r r ',
cstuvcallír,peroa ellosno pareceimpclrlarlcsquc yo tuvir'rtrquc \()por- ¡ r t i t t t r 't o s t l í i r s tl c ttti r cg l 'r 's<1tttc
, t¡ ttt'tl tr l r l rl tl r str i u tl o n r r ,r n tl o t'l r r ,'l ,r
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que el lq de mayo, cuando los inglesesempezarona bombardeamos un civil y de regresara casade una vez por todas.Quincedías dcs
en Puefo Argentino, mi mamá se escondióllorando debajo de un ro- pués, me reincorporéa mi antiguo trabajo, pues habían dejado cl
pero, de dondetuvo que sacarlapor la fuerzael resto de la familia, sin puestovacantepara mí, y mis compañerosme dieron una fiesta dc
que ella dejara de gritar y llorar. Tuvieron que darle calmantes.Su- bienvenida.Fue muy bueno.
pongo que nadieimaginaque las familias sufrende esemodo. "Pero al poco tiempo,el clima en la oficina me hizo sentirm¿ll.
"Pero lo más duro que vi en el cuartel fueron las madresy los No podía soportarque hubieratanta gentea mi alrededor.Comencéa
padresque dabanvueltas perdidospor el lugar, preguntándolesa los faltar al trabajo, y sólo iba uno o dos días por semana.El resto del
soldados:'¿No han visto a mi hijo?'. Nadie se animabaa decirlesque tiempo estabacomo desconectado. Inclusive cuando iba a trabaja¡
su hijo había muerto. Teníasque mentirles,no podíasrevelarlesla dormía durantetodo el trayectohastala oficina. Sólo ansiabavolver a
verdadasí nomás.¿Cómoibas a decirlesa los padresque su hijo ya- Ia cama.Mi jefe no estabaenteradode mis experiencias en Malvinas,
cía muerto allá, en algunafosa, y que vos estabasvivo? ¿Cómopo- así que mi madre fue a verlo y lo puso al tanto. Durantejulio, agosto
días hacerpara que lo comprendieran? y setiembre,me derrumbé.Consultéa un médico, pero realmenteél
"Mis padrestuvieronque irse del cuartelpocashorasdespués, no pudo decirme qué me pasaba.Tenía pesadillasy despuéstenía
sin sabercuándopodría yo volver a casa,pero estabanmás tranquilos. miedo de volver a dormirme. En sueñosveía explosiones,bombas
Durantelos dos días siguientesholgazaneamos todo el tiempo y hasta que cruzaban.Mi madre me despertabay yo estabacubierto de trans-
desobedecimos órdenes,hastaque nos convocarona revistaparades- piración.Psicológicamente, habíaempeorado.En cierta ocasión,sin
pedimos.En la revistahabíasoldadosque habíanabandonado su pie- ningúnmotivo,me levantéde la mesadondeestábamos cenando,aga-
za de artilleríael 14 de junio, y los ignoramospor completo.Esos rré a mi madrepor la espalda,le puseun cuchillo en la gargantay gri-
eran los que habíandejadola banderadel regimientoen la posición. té: 'Así matabanlos ingleses'.Otra vez, hastallegué a agarrara mi
Eso no se hace:se trata de un imporlantetrofeo de guerra.El teniente hermanay comencéa apretarlela garganta;estuve a punto de ahor-
Suárezme despidiópersonalmente mientrasnuestrotenientecoronel carla. No podía descansar.No podía dormir, no podía ir a trabajar y
perdonabaa los desertores.Dijo: 'iQué debo hacer?Se acabó.¿Los me ponía violento. No era nada agradable.Ya no tenía control sobre
sometoa una corte marcial,los hago fusilar contraun paredón?'.Tal mí mismo. Me estabaperdiendo,pero no comprendíaqué era lo que
vez los absolvióde culpasporquehabíaoficialesque habíanhecholo me pasaba.
mismo que ellos. "Un día, el jefe me llamó a su despachoy básicamente me pi-
"Dejamos el cuartely nos fuimos a La Calera,donde se asenta- dió que renunciara.En mi interior, yo sabíaque aquel momento llega-
ba nuestroregimicnto.La gentenos esperabaen las calles,gritabany ría. Me ofreció un acuerdopor el que me correspondíaun importe que
nos hacíanseñalesde saludosy, en el cuartel,los soldadosestaban equivalíacasia cinco añosde sueldos,asíque lo aceptésin vacilar.El
formados en atencióncomo una guardiade honor. casi de inmediato estabapreocupadoporque,de acuerdocon nuestralegislación,yo po-
nos dieron permisopor cuatrodías.Las cuadrasdebende haberseva- día iniciarle juicio. ¿Peroqué importaba'?Salí de allí y gastéel dinero
ciado en una hora. Por fin llegué a mi casaen Adrogué, tempranopor con tanta rapidezque no tengo ni idea de dóndepudo haberido.
la mañana.Un hombreme llevó en su automóvile inclusiveme agra- "Mi padrehizo los arreglospara que consultaraa una psiquiatra
deció por haber estadoen la guerra.Golpeé a la puerta y los perros privada.Ella llegó a la conclusiónde que mis problemasse fundaban
despertarona toda mi familia. A las 4 de la mañanahubo abrazos.be- en la maneraen que yo habíatenido que matar personas,oculto, como
sosy muchaslágrimas.Dormí hastalas 10 y todo estuvotranquiio,no asesinatos impersonales, y al rostrodel joven argentinoque yo había
habíanadie en el lugar, nadie en la calle. Fui hastael bar del barrio y enterradoen PuertoArgentino.Despuésde dos mesesde consultas,
todo el mundoqueríasaberqué habíapasadodespuésdel l4 de junio. estuveen condicionesde volver a enfrentarmeal mundo.Comencéa
No habíanrecibido noticiasnuestrasdespuésde aqueldía. scntirmemejor y a distendermeun poco,pero todavíano podíatener
"Me pasécuatrodíasdescansando y el 30 de junio. en el cuartel rrnubucnacomunicación con mi familia.En casa,me la pasabahu-
de Córdoba,tuvimos un desflle y yo participécomo civil. En aqucl lrllrnrlocon olr()svctcranos. Seguíacncerradocn una glrcrnrprivlrtllr
momentono mc preocupaba mi f'uturo.Mc sc'ntíu l'cliztle v<llvcrrr scr (lu('l()sr'irilesrto¡rorlrílttt
crttctttlcr.

' \|i
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verlosallí. considerando el modo en que me habíancriado.De pron-
to, a los ojos de ellos, yo era lo mejor que habíadesdela aparición abismal.Dejé el vaso y me fui. Más tarde mi madreme llamri y rrt'
del pan lactal.Le di un besoa mi rrradre,pero le preguntépor qué es- dijo que la habíahecho sentirincómoda.
taba ahí. Ella no dejaba de abrazarme,algo que nunca había hecho "A la gentesólo le interesasabera cuántaspersonasmalastco
antes,y a mí me parecióuna frivolidad.No le respondí.Me acerqué qué se sienteal matar,no cuántos.amigos perdiste.Só1ole intcrcsal¿r
a mi mejor compañero,Mark Sains,y sus padres.Jenny y Del. las sensaciónde gloria. Cualquierapuedeapretarun disparador.No hacc
personascon quieneshabíapasadomuchosfines de semanaen East falta ser un tipo duro para matar a alguien. Un ladrón de bancosquc
Ham. Teníamuchasmás cosasen común con ellos,y me invitarona disparacontraalguieny lo mataes un cobarde,en mi opinión.
que fuera a su casa.dondehabíanorganizadouna fiesta e¡r la calle, "La vida en el batallóndespuésde aquelprolongadoperíododc
pero como mi madrey mi padrastroestabanallí, me sentíobligadoa vacaciones, nuncavolvió a ser la misma.Al coronelPike, que era un
ir a casacon ellos. gran comandanteen jefe, lo hicierondesaparecer ascendiéndoloal gra-
"No pararonde preguntarmedurantetodo el camino sobrelo do siguiente.En realidad,parecíaque todosnuestrosjefes, desdeofi-
que habíahecho,pero yo me quedésentadoen el auto,calladohasta ciales a suboficialesde rango,pasabansin demoraa otras posicioncs.
que llegamosa su casacercade Ia medianoche.Todavíateníapuesto Todavíarecuerdoel discursodel nuevocomandanteen jefe, en el patio
el uniforme,no llevabaropa de civil conmigo y sentíaque teníaque de desfiles.Sentíque nos estabainsultando.No quiero repetirlo c¡uc
estaren otro lugar. Le dije a mi madre que yo queríaestarcon mis dijo. Me puso furioso.Nunca lo olvidaré.Paramí, aqueldiscursorcsu
amigosy enseguidame fui al bar. Me comuniquécon mis antiguos mía la actituddel Ejército. Creo que lo dijo porque los del alto mando
compañerosde Ilford, y tambiénhabía algunosviejos amigos míos no nos queríanver más.pero si lo dijo nttttupnpri{r. entonceses iul
civiles, así que se organizóuna pequeñafiesta.Tambiénestabami perdonable.Hastapodíamosimaginara aquellosdesgraciados repatirr
hermano.Pero ¿sabesqué?, el dueño me ofreció una cervezasólo gadossobresustraserosdiciendo:'Ahora vamosa sacamosestacxpe
despuésde que todo el mundo se burlarade ér. Los empleadosdel rienciade encima.No queremosestetipo de soldadosen tiempostlt'
bar no quisierondarsepor enterados.Terminóen la casade Lawrre paz'. Los del ejércitosiempreodiaronal Regimientode Paracaiclistas.
wales y miramostodoslos videosnuevosque él habíaguardadopara por nuestroprofesionalismo.Duranteañostrataronde destruira krs ¡r;r
mí. Como Lawrie era un ex paracaidista, pude tranquilizarmey ha_ racaidistasy, si algunavez lo logran,sólo Dios sabelo que sucedcliir'rr
blar con é1. casode otra guerra.Siemprehabráguerrasdondelos paracaidistas st'rur
"Nos dieron ocho semanasde permiso,y me fui de vacaciones los mejoresen manejarla situación.Somoslos mejoresen limpilr l;r
con Mark arbiza. El resto de los turistasse enteróde quiéneséramos mugre para que lleguen los del ejército,pero despuésel gobicrno rro
y nos ofreció una fiesta,pero los mozos españolescasi provocandis- tarda en apuñalarnospor la espalda.La moral del grupo se disipirbirrr
turbios por negarsea atendernos. medidaque seinstalabaunanuevaopinióny actitudparacon nos()t11)\
"cuando volví de Ibiza,comencéa sentirtodo lo que habíaim- "Nosotrosles mostramosa todos el camino hacia casaerr lrrs
plicado la guerra; fue entoncescuando me di cuenta de cuántosha- Falklands,pero los gendarmesy los oficialeseran los que clirigíirrrr'l
bían sido los muertos.Perdía nuevebuenosamigos.Después,mi ma- Ejército.Ellos sabenque somosla mejor fuerzade combatc(lu('lr('
dre me llamó y me pidió que armorzáramos juntos. Me pidió que me nen.y no les gusta.Perosi observása los de lasjerarquíassupc¡r('r'('\.
vistiera con elegancia.Aparecí en jeans,botasde cuero y una rernera. son todos gendarmeso ex gendarmesquienesmanejancl lugrrr.l.o
la vestimentanormal de salidapara un paracaidista.Me encontrécon mismo ocurrecon los políticos.Hay un gran esnobismocn csosrrrrt'
ella en la puertadel banco city, donde eila trabajaba,y entoncessupe les;personas que pertenecen a lo que se lla¡nael ambicnlc,irtlt'tu¡rrl,'.
que habían organizadouna comida especialpara mí y que yo era el dondesedictanlasreglasy decidenlaspolíticas.Yo pcnsabr(lu('t(x|.)
invitado de honor.Los trajeadosdel city, que bebíanvino blanco,me eso se acabaríapronto.pero no fue así. No estaríncorrtcnloslr:rst;r
mirabancon extrañeza,y entoncesel granjefe me preguntó:.y bien, cleshaccrse de los paracaidistas.
hijo, ,,quése sienteal matara una persona?', " Tttcl i tví aest án en cso, hundicndo nucslr it sll( ) nllir s.llr llr r r r lo r lr '
"Lc di.ic:'¿.Sabea cuántrsamigosmaté'l'.Se hizt¡ur silc¡rcl. Iutcentospi trccer'r lor t llt t lcs'cont o los r lel c jr ir cilo. llt r sl; rt lt 'sr r r ; ur t r 'l, r
r()tl tl tl ('\tt() r'tü tttc l \' tl tt(' \tt{ )\ t(' (l ul i t\ l i r' rtt' tt (l u(' (' nl t(' n:l ts t' ¡i l i l 1o r trrr
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los gendarmes, gentecon la que no tienenabsolutamente nadaen co-


La señorade la pizzeríasupo exactamente dóndehabíaestado
mún, en un cuartelconjunto.Los gendarmesson buenosen lo suyo,
Luis l.eccesecuandolo vio bajar del ómnibuscon los pies congela-
cuidanel Palaciode Buckingham,caminancon pasospesadosy desfi-
dos.Le dio al extenuado conscripto unapizzagratis.
lan de un lado al otro de la Casade Gobierno,pero los paracaidistas
De todasmaneras,él habíalogradollegara cas¿r. Su madresa-
son cien por ciento soldadosde combate.no autómatasque desfilan
bía que estabavivo, pero no en qué estadose encontraba.Se quedó
en tierra.
"Me quedédurantetres añosdespuésde las Falklandsy tratéde anonadada cuandolo vio. Durantela guerraella habíaestadopertur-
bada,sin saberlo que le pasabaa su hijo, ni siquierasi estabavivo.
amoldarmeal nuevo ordende cosas,pero todo era cadavez peor.En
Sólo supoque habíasobrevividopor otro soldadoque habíallegadoa
1985,despuésde que participáramos en Belice,yo ya me habíaharl¿r-
su casaantesque LLris.Fue un reencuentroemotivo.con los vecinos
do y decidí comprarmi retiro. Me costó 700 libras,que era todo lo
que salíande suscas¿ls paraestrecharle la manoa Luis y darlela bien-
que tenía en el mundo. Todavíaera joven y tenía tiempo de volver a
venida.
empezaf. Amaba el regimientoy a mis compañeros.Los paracaidistas
"No pude caminarbien durantedos semanas.Por radio infor-
me habíanofrecidoun objetivoen la vida, me habíaneducadoy con
maronque las empresasdel Estadoenrplearíana veteranosde Malvi-
ellos habíamadurado.Yo vivía con mi novia. Sonia,y ya era tiempo
nas.Me apresuréa inscribirmeen cadauna de ellas.Tuve que esperar
de partir.
"No tenía ningún trabajoen vista y tampocotenía idea de lo hastaoctubre,rnásde cuatromeses.hastaque aparecióalgo: un lla-
mado telefónicode la empresade gas.Fue ún alivio tenerun trabajoy
que queríahacer.Me fui a casay empecéa pensar.Al día siguiente,
empezara haceralgo constructivo.Forméequipocon otro veterano,y
mi primer día como civil, fui a una agenciade empleos,firmé y me
nuestrotrabajoconsistíiren cortarel suministroa las personasque no
dijeronque fueraal Serviciode Desempleoy que les contaraque aca-
habíanpa_uado la cuenta.El otro veteranoy yo nos llevábamosbien y
babade renunciaral Ejército.Yo no teníadinero,ya que habíautiliza-
nos entendíamos con los otrosmiembrosdel equipo.e inclusocon los
do los ahorrospara comprar mi retiro. Me dijeron que yo me había
jef-es.Peroyo queríamejorar,queríaque me promovieran,y cadavez
autodesempleado y que no tenía derechoa nada por lo menosdurante
que podía solicitabaun mejor puestoen algunaempresadondealgún
seis semanas.Me quedéestupefacto. Así te paganpor servir a la pa-
amigo teníaun parienteo un conocidoo era amigo de los jefes. Me
tria. Conseguíun empleoen una empresade construcciones. Entrega-
quedéen esepuestoduranteunosaños,perocon esono hacíanada.
ba equiposen los lugaresdonde se hacíanlas edificaciones. y en un "Paraentonces,yo era miembrode la Comisiónde Enlace,un
año me inscribíen un curso para aprendera operaruna excavadora
grupo de veteranosque hacíacampañacon el objetivode lograrcam-
JCB. Con Soniaahorramosmucho y logramoscompramosuna casa.
bios en la legislaciónparabeneficiode los veteranos.Ejercimosmu-
Despuésconseguíun trabajoen una empresade aislaciones, y a veces
cha presión,pero el gobierno nunca nos reconoció.Me ponía muy
realizo tareasde seguridadtalescomo protecciónde personas."
mal que nuestrapropiagentenos ignoraray que. al mismo tiempo,se
Tony y Soniase casarony tienendos hijos,Jamiey Michelle,y
aseguraran de que todo lo que habíasucedidoen Malvin¿rs se silencia-
él se sienteseguro.Sienteque el Ejércitole evitó llevar una vida sin
ra. Dolía. Adenlás.aquellosa los que acudíamosparaque nos ayuda-
rumbo y de delincuencia.Todavíatrabajaen el negociode la cons,
ran, sólo nos hacíanpreguntasestúpidassobresi h¿rbíamos matadoa
truccióny estárodeadode amigosde la empresa.Admite abiertamen-
alguien,el tipo de cosasde las que no queríamos hablar.
te que adoraa su esposae hijos.
"Los gruposde veteranosno cesabande insistiranteel gobier-
"Nunca tuve una familia en mi infancia.pero Dios es testigode
no para que nos otorg¿rran algunasconcesiones, hastaque por fin
que mis hijos la tendrán.Amo a mi f'amiliamás que a nada; son lo
conseguinros una pequeñapensión.Entoncesnos llamaronpara dc-
que más me importaen la vida. Mi madreno ve a mis hr1os,sus nie-
cirnosque el gobiernoqueríaque desfiláramosel l0 de junio porquc
tos,desdehacecinco años.¿Talvezla historiase repite?"
iban a darnosuna malditamedallaanual.Bien puedenmetórsclitjrrs
Tony Gregory,como todoslos que aparecenen cste libro. tiene
l() r'n cl trasero.Linabonitaceremoniay'luegovuclvr.:s s()
a scr'()lr()
unasol¿r ambición:visitarMonteLongdonotravez parahonrlr la nle-
lele ('n lu vitla irrg(-nlina.IIlry unrtgran cartlidutltlc nlrrchlrchost'n l;r
rttrlriutlc los arnigosr¡uc¡-rcrditi
allí.
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..Estoyvolviendoaestablecerme.arectlperarttlttclttlt|t.1.'.¡'..
"Me dejé la harbay me fui a Paraguayduranteu1 t1c113,
tuc-
perdí.Perdía muchoscompañeros en la guerray a muchoslltrl\ tlrrt 'r'
costa'En el primer anlversa- a nri ¡ltrlt'e'
y' por supuesto'
go volví y *" tri a San Clemente'en la iui.i¿uron-más de 400 desde1982-
compañerosde Córdoba'y des- Chamono'El y ('r rstttt't
rio de la guerrame encontrécon mis Todo parecemás positivoparaGermán
de bolsa que una casa'El sigtrcclt stt
pués ccrnseguí un puestoen una agenciade corredores pudieron,an", un hijo y lograroncomprarse
dijo: "Los soldadosson los t¡rrt'
maneiabandólaresyacciottes'Todoparecíairnrejorhastaque.de i*u^¡" y le va muy bien. A*lirse.rne
Me t"l"T:1 en un
pronto. mis problernaspsicológicosregresaron' sutien.¿,no'?".
como muchosotros'
)ombie. Muy dentrotle mí' yo seguíaencerrado'
que habíallegadoel momentode de dejara los prisi.'
en mi propia guerraprivada:sabá El viaie de regresoa las Falklandsdespués
y los muchachostle lrr
tratardesolucionaresteproblemadeunavezportodas. vetera- nerosen la Argentinafue para Tony Gregory
los y tranquilidada bortlotlcl
"Me di cuentade que estabamarginado'de que todos CompañíaC de cuatro¿ias¿e holgazanería
A las autoridadcs eso ncr
nos de N{alvinasparecíanestarmarginados' buquecruceroCanberra'
de él cuandole ordetlrtrort
p"'".r,interesarles.Teníamosclificultadesparaconseguirtrabajo.dif'i- Sin embargo.la angustiase apoderó
tlel Mar del Norte p.ra el rcg'c
cultadesconlaactitud<lelgobierno'dificultades conlaoficialidad.To- cruzara ra cubiertadel fely Norrancl
serpuestosen un pe- retornaríanal hogar con glortit'
do estabaen contrade nosotros'No esperábamos so a lnglaterra.Los Marines'pensó'
lo habíamossoportadonos
clestal.pero algúrnreconocimientoa .que acapararíantodoslostitulares'talcomohabíasucedidodurantcltlt|lr
no existiéramos' Aún es así' de paracaidistascslrt
habríaayudado.En cambio'era como si iu iu.rro. pero por lo menos los closbatallones cl
vecladospara la investigación FuerzasAerotransportadas'
Es todo joda. Hastalos archivosestán rían juntos. Celebraríanel Día de las tlct'i
habíanhartadoy realizaronuna Los que estabanal mando
pública.En l9tt4. tnuchosveteranosse clíamás importantedel año,en el mar'
granllrtrrchaenlalbrredeloslngleseseldíadelsegundoaniversario. dieronquelosmuchachosrecibiríanunaracióndecuatrolatastlet't't.
cn protestapor el tratorecibidodel
gobiemo' a los honrbresque vcltírtlltlt'
y la incendiaron veza cada uno. una orden que inclignó
"El 14de iunio. dos añosdespuésde nuestrarendición'
rtri pa- trafadoscomo niños' l-¿lott['tt
pelearen una guefray que ahoraeran
miembro de la tripullcrort
dremurió'Mirnadrettlvouncolapsonerviostl.mi familiaestabahe. fue ignoraday wendy --un homot:^Y.ol
y lo fui hastaque colocaronel pof todos v lt^
pref'eridas
cha pedazos.V., tuut lue ser fuerte delNorlancl_toco ai piano las melodías
que lloré' al recordartodo cantaronhastaquedardisfónicos'
ataútlde mi padreen la fosa' Fue entonces paracaidistas
v
de los soldadosque había ' "w"ncly tocabalas mólodíasmientrasnosotros
cantábattros'
lo buenode é1.Luego etnpecéa acordarme
Por un tiempo' yo parecíaestar
enterradoy eso fue ío q" me quebró' elclimaerabárbaro.EntoncesllegaronlossuboficialesalbardtlIlllrl
En 1988r'olví a la escuela' que estábamostomandoy sc ilrrlr()
en una condiciónde ebriedadpermallente' co; intentaroncontrolarla bebida
porqueel presidenteMenem á¡o qu" toclo
veteranode Malviriasque
una batalla en gran escal¿r' Todo terminó en una bataholaclc totltrs
pesos.Para ese entoncesyo porquenos sacódel orgllrsrrr.'
i"r*inuru la secundaria,recibiría 6.000 contratodos.Al flnal fue algo bueno'
pero Menem habíacongelado siguiente,todo estlüu rlvrrl:r
tenía novia. Yo habíaestadotrabajando' toda la tensiónacumulada.A la mañana
algunosmuchachostt'lttrtrt
todo.asíqueesofuebueno.AprobéymefuiaParaguay'dondeme do. como si nada hubierapasado'aunque
allá' así que regresamos a casa
casécon iristina' Perono nos fue bien los ojos uegrosy los labiospartidos'"
Conseguítrabajosocasionales' ctrlr-lo se despidierontlcl N"r
y alquilarnosun departamento' En la lsla Ascensión'los paracaidistas
y Cristinatrabajaba un,ntq:t::..Dtspués' al 2aCucrpotlc l)rtr;tt¡ritlrs
guardiánO" ,"guliJ' "1 lantl v de la tripulatiónqu" habá llevaao
discutiendocon mrs suegros. de regresoa Brizc Notlott' tlt¡tt
!lta peraiOun émbarazoy me encontré tas a las Falklandsy uUomotonvuelos
que pensabanque Yo era un vago' .1clos esperaban susfamiliaresy un pennisopor cliczdírts'
aeropuertoy nle salittlostlt' l;t'rtrtt
"Hasta que me presentépara un trabajo en el "Recuerdoque volví a vér Inglaterracuattdo
la decisión'Aquellosc¡tttn'
diieronque tariaríanquincedíasen tomar bcs.Dios.fuetanbuenovolveraverrnipatria'(.tt¿ttlt|rlllltjt't'lt.'|;r..
y vi a un ol'icilrl'qttc stl ¡ l tIl |..
me parecieronsietenleses'Fui a base
ce clí¿rs
la
l ( ) l ) t l c r l ( ) . r , i i t r tl i tr tl tr |r e v a n l i
p l tcl r a sl r tr . c¡ ttc tcttíl ttl |) tIc\l ( ) s
l 'r ,,,,,|a t',,a e tt l l ts l l tl tl l r l s. l \{t' l l "'ttl l r l r r
t | c scubritiq tlc,p ()rscrve rc r all( ) . y ( ) lc ní llPr ir u- lt I lt t |\ , 1. ( ) | l l e | ) / ( ) l t i l l s t t l t . ( ) \ ( . ( ) t . tl , s r .l .i r .s tr ,r ,'i ,l l l :tl cs I
t lt i t t t lt t t lr t lt t lll\ ' ll l ( ) '
l : t t ll lotlos lo s t¡tt'" lt:rllilr t t t lt ' lllt ' l: lt lt '
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mis tareasdurantetresmeses.No hahí¿r posibilidadde apelar.Me die- sa nos habíandenegadoel equipo adecuarkrqrrc rrt'r't'srllillrrrrrrs¡rrnr
ron mis documentos, y en unahora ya cst¿tha¿ttucra. nuestratarea.Una y otfavez tomábamosfucrzasy lt'irlizlilrlrrno\ nu('s
"Justoantesde que se iniciaracl via.icdesdcBrize Norton,pu- tra labor a pes¿Irde ellos pero en cuantose desalrrblrunir flu('n;r.n()\
blicaronla lista de condecoraciones de las Falklands.Leí con atención mandabanlos equiposen cuestiónde horas,equiposr¡uctlrrr.lurtt':rnos
las medallasy me horroricéal ver que figurabancicrtosnotnbres,pe- los bastardos hipócritasnos habíandicho que era imposiblt'r'orrsr'11rrrr
ro lo que más me disgustófue comprobarque habíanluchosque no Si queríanelitismoy profesionalismo, puesbien. Me irrrirginrrlrrr
;r l.
figuraban,en especialStewartMclauglin. el cabodc nti sección.que da esalegiónde bastardossin rostroque nos habíanhechosr¡fi ir t'rrr'l
habíaresultadomuerto.Su nombreno figurabaen ningún lugar.No pasado,haciendofuerzaen contra de nosotros.El 2q Cuerpo tle l'rr;¡
podíacreerlo.Segúnmi opiniónde entonces,que sigLresiendola mis- caidistassufríael mismo tratamientode mierda.Repentinarnentc. tlt's
ma, le robaron.Le robaron a un hombre muerto su debido reconoci- puésde la gloria,toda la farsa;el Ejércitoya no nos quería.Lt¡s Ill'l{
miento. Ihijos de puta de retaguardia], los trepadoresde épocasde paz, los
"De todosmodos,hice la gira y la disfruté.Volví al 3q Cuerpo desgraciadosque habían quedadoafuera, estabande vuelta a carg().
de Paracaidistas justo antesde Navidad, listo para regresarpor fin a la Bueno,al diablo con ellos;a mí no lograríansacarrne. Decidí queclur,
vida de soldado. me y luchar y tal vez en un par de añoslas cosasmejorarían.
"Fue el peor bajón de mi vida. El comandanteen jefe ya no es- "Luego vino el gran furor acercade las fragatasmisilísticasdc
taba, muchos otros se habíanido. Regreséa un batallón totalmente
y los EstadosUnidos en Inglaterra,y las mujerespor la paz que protcs-
desmoralizado.En la CompañíaB habíarostrosnuevos,gentea cargo taban en GreenhamCommon. Casi sin darnoscuenta,allí estábamos
que no conocíamos,que no nos conocíay tampocole importábamos. nosotros.Ahora bien, yo no tengo nada contra los manifestantespor
Era virtualmenteimposibleconcebirlos cambios,comenzara aceptar- la paz; tienen todo el delecho de no estar de acuerdo.Despuésde to-
los. Los soldadosnuevosparecíanser un grupo de quejosos,que no do, para eso hay un ejército en el país:para luchar por la preservacirin
parabande lamentarse.La moral de los más experimentadosestaba de la democraciapara que la gente puedamanifestarsecontra lo quc
destruida.Todos pedían ser transferidos,e incluso comprabanel reti- cree que está mal. Pero poner paracaidistasde ataque,soldadosacos-
ro. Buenos muchachos,pero nadie intentabaretenerlosy aprovechar tumbradosa combatir. contra un grupo de mujeres que protestan.
la experienciaque tenían.El nuevocomandante en jefe, segúnme ha- constituyeun uso incorrectoy un mal manejo de primerísimo orden.
bían dicho, había insultado a todo el batallón en el patio de desfiles. Allí estábamos,haciendofrente a un grupo de mujeresy cuidandolos
Los muchachossentíanque el tipo no teníaningúnrespetopor los ve- misiles americanos,qué te parece.Se habíansembradolas semillasdc
teranosde las Falklandsni por lo que se había logrado. Yo sentí que mi partida.
me habíanarrojadodesdeuna gran altura.Era momentode empezara "Al mismo tiempo, observabacon atencióna los idiotas quc:
pensaren retirarme. nos comandaban.I,os buenosse habíanido y a nosotrosnos dabanlas
"El nuevo comandanteen jefe parecíatener algo contra los que tareasmás estúpidas.Nos convertimosen un batallón desperdiciacfu,
habíamosestadoen las Falklands.No sé si era sólo él o si lo estaban segúnmi parecer.Hastadondeyo podía ver, el buen trabajo realizadr¡
forzando desdearriba, del Ministerio de Defensao de algún otro lu- por nuestroantiguocomandanteen jefe y su equipo se estabadiluyen-
gar. Nunca evitó que nadie se fuera; sólo firmaba la salidasin siquiera do en lugar de ser utilizado como cimiento de la nueva obra. Erarnos
decir gracias.Me partía el alma ver que desaparecíancantidadesde utilizadospara las peorestareasen lugar de cumplir con las obligacro-
soldadosexperimentados, la crema del Ejército Británico destruida nes que tendríanque haber llevado a cabo los paracaidistas.Fuinros¿r
por completoa sólo seismesesde una victoria gloriosa. Beliceduranteseismeses,lo cual fue una pérdidade tiempoabsolut¡r.
"Muchos de nosotrossentimosque se tratabade una estrategia Y fue despuésde eso, al ver que se iban más de los buenosr¡luclru
deliberadapara humillarnos,porqueconocíamosel sistemadel Ejérci- chos.que decidíirme también.
to, que estabaconducidopor malos tipos, dondehabíaun odio hacia "Me dueledecir esto,pero me alegréde irme, me alcgre< rlt' s;r
sectoresespeciales, y en particularhacialos que pcrtcnecíanros al Rc'- Iir de allí antesde que me echaran. Teníamosuna unidadbrillir¡rtc. rur
Iinricntodc Paracaiclistas. Dura¡rt,'uños.krs dcl Minislcriorlc l)clcrt vínculoentrelos muchachos que debede habcrsido la cnvitlirrtle tlr
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da una de las otrasunidades,algo que yo nuncahabíasentidoantesy en su camiónal conscriptoheritlodc gnrverlrrtl hrrstucl hospital.Le
que probablementenunca volveré a sentir. Pero se había acabado. sacaronmetrallasde la cabezay el cerebro.y tcrríutotkrcl latlo dere-
Habíanpasadosieteaños,y para entoncesyo ya era cabo.y los mu- cho paralizado. Habíasobrevivido a la b¿rtallu
rlc Mo¡ltt't.orr!rlorr.
¡.rc-
chachosme hicieron una despedidaespléndidaen los ¡tubs de Al- ro las batallasmásdurasparaél estabanarinprlr llcgirr.
dershot.Así es como quierorecordarlo:una nocheesplé.clidacon los "Habíacosasque no podíarecordar.Un of icial nrt:tlir'o rrretfijo
muchachos. que cuandoestabaen el hospitalen las Malvinas.gritirblr:'Vrryrrrr 1'
"Me fui de Aldershota Londres,dondeme hospedéen una hos- peleen,htjosde puta.Vayany peleen.cobardes'.Lo únicorlu('l)u(l('
tería durantecasi un mes, hastaque encontréun trabajoy un nuevo recordarcuandornedesperté fue el encuentro que tuvc corrnrr,rlrtrcl:r.
lugar dondevivir. Trabajéen el Institutowellcome duranteun par de Se lo contéa mi padre.
añosy luego me fui a trabajara una agenciade corredoresde bolsa en "Ella me dijo: 'Vete,Jorge,tú no tendríasque estaracri.Vcrc'.
el centrode Londres.Pasarondos añosy volví a cambiarde trabajo,a Sucedeque mi abuelahabíarnuertoen 1981.el año anterior.
un puestocomo gerentede mantenimientode las propiedadesde un "El equipomédicome hacíafisioterapiaalrededorde rncdiuho-
adineradoempresario,y despuésde tres añosdecidí que queríaestu- ra por día para intentarque movierael brazo y la piema. Mis ¡tutlrcs
diar Derecho.Acabode rendir los exámenesdel se_eundo aito." estabanjunto a mi camatodo el tiempoy continuabancon la fisitltcnr-
Hoy, Dom sigue estudiandoy vive con su novia Karen, y con pia. Teníanque afeitarrne,lAvanney darmede conrer,como si cuicl¿r-
Harry, un dóbermanextremadamente cariñoso,en un chaletjunto al ran de un niño. Yo teníaun vendajealrecledor de la cabezaque nre cu-
río en la zona rural de Suffolk. I)om planeaseguirla carreraun año bría la mitad de la cara.y sentíaque habíaalgo que no andabamuy
más, para estudiarDerechoMilitar y poder presentarse en las cortes bien. SupongoqLleparecíauna especiede Fra_nkestein. Siemprese
marcialesen casode qurealgún paracaidistanecesitesu ayuda.,'De- rnostrabanmuy reservado.s cuandome cambiabanel vendajeque me
fenderíaa cualquieracontrael sistema",asegura. tapabael ojo izquierdo.
Dom todavíatiene problemasrelacionadoscon el traumaque "A fines de junio, me dijeronque me trasladarían a otro hospi-
experimentóen Monte Longdon.El diagnósticoque se le hizo fue tal en Campode Mayo. en la provinciacleBuenosAires. Me pusierorr
'trastornosde estréspostraumático', situaciónde la cual no tienepro- en una camilla y me llevaroncon mi padreen una camionetahastael
blemasen hablar,a diferenciade otros ex soldados.Despuésde las aeropuerto. Me sacaronde la camionetay me dejaronahí en el suelo.
Falklands,nruchosde susamigosterminarona la deriva,viviendoen junto a un avión Fokker.Yo me estabacongelandode fiío y mi padre
las calles en un azoramientoabsoluto,consideradoscomo locos de estabacomo loco. En Campode Mayo me llevarona ver a un neuro-
atar.No lo eran:sufríandc trastornosde estréspostraumático. un te- cirujanoy a un oftalmólogo,el doctor Nano, uno de los mejoresdel
ma que Dom conocemuy bien y sobreel que opina con convicción país.El me quitó las vendasy me hizo abrir el ojo izquierdo.Me hizo
que el gobiernobritánicotendríaque empezara evaluar,como se hi- mirar en una máquinaque tenía luces.Yo veía bien con el ojo dere-
cieraen los EstadosUnidos. cho. pero nadacon el izquierdo.¿Quépasaba?Reciénentoncessupe
Dominic Gray, por su valor en Monte Longdon. fue menciona- que habíaperdidola vista del ojo izquierdoy me enteréde las otras
do en despachos. heridasque tenía.Me sentíaf-urioso.¿.Porqué no me lo habíandicho
antes?Me quedésentadoen la silla de ruedas.en un estadode shock.
Jorge Altieri recobró el conocimientoen un hospital militar en Medio paralizadoy medio ciego...¿habíaalgo peor?Me lo pregunté.
ComodoroRivadavia,dondehabíasido trasladadoen avión desdelas La muerte.Teníaque seguiradelante.vivir con dignidad.Seríadil'ícil.
Falklandsen el último vuelo antesde la rendición.Se despertóy vio a pero lo haría.
su padre,con el rostro endurecidode dolor,juntcl a su cama. "Había otros cinco o seis chicos heridosen la sala,y uno dc
"¿Cónroestás.papá?"--susurró. ellos era el cabo Carrizo.El podíacaminarun poco,así quc pírsilr))o\
Había sobrevividoa las horriblesheridasde metrallay al parcr variashorashablandosobrenuestrasvidasy sobrecómo habíanlossl
cardíacoque eso le habíacausado.en el hospitalcle puertr¡Stanlc,v. cloheridos.Era buenotenera alguiende Longdoncon c¡tricrr llrlrl:rr
Ilabía sobrevivicloa la insensibilidad
del oficial qLlcno c¡uisollcvrrr. Mis padresme visitabantodoslos díasy nrislmgios dcl t'lulrrlt.\'rrtl,
calle sin trabajo, sin siquiera un hogar. Uno creeríaque el gobierno
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quiere ayudarlos.Las medallasno les darán de comer ni les pondrán Un fuerte apretón de manos y la mirada que intercambiamos
un techo sobrela cabeza.Realmenteme pone muy mal. No busco un decían:"Esperovolver a verte algún día".
trato especial,sino un simple reconocimientode lo que tratamosde
lograr, y algo de simpatíapara un montón de tipos que estánmucho Cuando Félix Barretto volvió a la Argentina,las familias se
peor que yo. reuníanen los cuartelesdel regimientoparaler si sushijos habíanso-
"Al final me fui de la empresade gas y comencéa distribuir vi- brevivido. No habíanadie que buscaraa Félix porque él no les había
no con un amigo, pero no nos fue bien. Despuésme metí en un nego- dicho a sus padresque estabaallí. Las cartasque había escrito en
cio de tapicería,que fracasó,y luego intenté con un videoclub, pero aquellascolinas barridaspor el viento, nunca llegaron a manosde su
eso tambiénse derrumbó.Tuve algunostrabajosdesdela guerra,y se- novia, Mirtha, ni de su madre.Le fueron entregadaspoco tiempo des-
guiré intentandoconseguir¿.r.- mejor. puésde que volvieraal cuartel.
"Viví con mis padresrcrrllolor parte de ese tiempo, hastaque Félix fue a la casitade su madre a recogerlas pertenenciasque
conocí a Alejandra, que trabajabaen una discotecade la zona. Nos habíaguardadoantesde partir a la guerra.Su hermanole pidió que in-
llevamosmuy bien, y diez añosdespuésde la gueffa nos casamos.Mi tentaraquedarsea vivir en su casaen lugar de volver al pequeñolugar
padre me ayudó a comprar una casaa medio construir,que nosotros dondehabíavivido antesde la conscripción.
terminamos,pero como estabaa bastantedistanciade nuestrobarrio, "Habíamosacordadoque construiríamosnuestrapropia casa
la vendimos y nos mudamosacá, a Banfield, y ahora vivimos en un -algo que es normal en la Argen¡ln¿-, y que probaríamosvivir jun-
departamento,arriba de la casa de los padresde Alejandra. Todavía tos. Cuandonos casáramos,mi madreviviría abajo,y Mirtha y yo arri-
no tenemoshijos, pero cuandolos tengamosme sentirémuy feliz. ba. Pero ellas no se llevabanbien y el plan de vivir juntos estabadesti-
"Nunca tuve pesadillascoino algunosotros muchachos,pero nado a fracasardesdeel principio. Entoncesme mudé a lo de Mirtha,
sentí resentimientocontra los ingleses.Ahora ya se me pasó. Estoy que vivía con suspadres,y de ahí fui a mi trabajoen la fábrica de za-
aquí con vos, mi antiguo enemigo,contándotela historia de mi vida. patosDelgado.Todo el mundo me dio la bienveniday el jefe me dijo
Tengoun sueño,que es más fuerte ahoraque te conozco.Antes de co- que me tomaraun mes de descanso,y cuandovolví me dio otros quin-
nocernos,siemprequise volver, incluso a pelear si tuviera que hacer- ce días,y luego otros quince días.puesdijo que me lo merecía.Fueron
lo, pero era una compulsión a regresar.Ahora que estamosacá, toda- realmentebuenosconmigo...¡y ademásme pagaban!
vía me gustaríavolver, pero no a matar,porque con eso no se logra "Cuando por fin comencé a trabajar normalmente, empecé a
nada.No, me gustaríavolver con vos y tus amigos de Inglaterrapara notar que me ponía nervioso,que el ruido de las máquinasme mo-
caminar por Longdon nuevamente,como amigos, y hablar sobre lo lestabamucho. Ni siquieralo soportabacon taponesen los oídos.
que pasó.Eso seríamucho mejor que volver a combatir.Ha sido bue- Cierto día llegué tarde y me suspendieron.Yo vivía un poco con
no hablar con quien fuera mi enemigo, porque me ayudó a ver que Mirtha y un poco con mi madre, y las cosasse habían puesto difíci-
vos y todos ustedeseran como nosotros...jóvenes soldadosque cum- les.Ella teníauna nuevavida y yo teníaamigosque veníana conver-
plían con su tarea." sar todo el tiempo.Un día le dije simplemente:'Estuveen Malvinas,
Cuandome despedíde Luis, me dijo: "Sabés,Vince, hacequin- ma'. Ella se mostió sorprendida.No sé por qué se lo dije. Me imagi-
ce días que te veo regularmente,y aunquesólo podemoscomunicar- no que fue porque tenía problemasen mi interior. Yo iba a todaspar-
nos a travésde Diego. sientoque nos comprendemos.Ayer le conté a tes. Mi hermanaestabapreocupadapor mí. Pareceque cuando me
mi primo sobre vos y tu visita, pero él estabamás interesadoen el quedéen su casatuve pesadillasy grité en sueños:'Alerta roja... al
partido de fútbol que pasabanpor televisión". suelo.hijo de puta'.
"Luis -le dije-, los civiles nunca entenderána los soldados. "Para entonces,ella era cocineraen la casade un coronel y le
No tienen ninguna relación con nosotros.Por eso la importanciade habló de mí, y él le recomendóque yo consultaraa su hermano,que
este proyecto. Si la gente de cada uno de nuestrospaísescomprende cra médico.
"Las cosasempeorabandía a día. Yo tenía angustiasy problc
lo que digo en estelibro, habremoslogradonuestrosobjetivos."
nlas quc scllucion¿rr, y a nadieparecíaintcrcsarlc.Ett lus rliscoler'¡ts
I
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pudieron venir a verrne y a brindarme su apoyo. Había comenzadoa decir que cuandome saludófue muy amable,y allí cstrilxrnr()s. \'l(l
hacerrehabilitación.Durante una hora por día me llevabana un gim- é1y yo, hablandocon sinceridad. Le dije que no estab¿r ile ;rt'ucrtl,r
nasio para que aprendieraa caminarnuevamente.Fue algo sumamen- con su rendición,y él me dijo: 'Jorge,me rendí porquc los irrglt'st's
te difícil. Lentamente,muy lentamente,y de maneragradual,comen- nos teníanrodeados.Estabansobrenosotros.Me rendí prirrci¡lrlrnt'rr
cé a caminar,arrastrandola piema derecha.Aún tengo una cojera te para salvarvidas.Desperdiciar la vida en esa situacióncnr rrlpo
evidentey el brazoestácasi inutilizado. impensable,tal vez 400 o más soldadoshabríanresultadonlucrt()s'.
"A vecesme ponía muy furioso y me sentíafrustradopor todo Le parecíamás honorablesalvar vidas que desperdiciarl¿rs. Srilo
eso y me la agarrabacon el tratamiento.[Jn día se cancelaronlas visi- cuandoél me lo explicó pude entenderlo.Desdeaqueldía es arrrigo
tas de los familiares,y unos cuantoshacedoresdel bien pasaronpor mío y de mi familia.
nuestrascamascon gruposde adultosy niñosdiciendo:'Miren, niños, "Por fin salídel hospital,caminando,hablandoy esperandovcr
estees un héroede Malvinasque luchó por ustedes',como si nosotros si podríasobreviviren el mundo exterior.Las cosashabíancambiarkr
fuéramosatraccionesdel zoológicolocal. No nos merecíamoseso. en la Argentina.Habíallegadola democracia, pero para los veteranos
"Luego hubo una peleaen la salacontigua.y un tipo arrojó las
eso no fue de gran ayuda. Cuando gobernabanlos militares, las ern-
muletascontrael panel de vidrio que nos separaba.Se me llenó la ca- presasdel Estadoestabanobligadasa empleara los veteranos.
ma de vidrios. "El gobiernodel presidenteAlfonsín cambió esa política. En
"Cuando llegamos al hospital estábamosdelgadosy con falta ese sentido,el gobiernoactual retomó la línea del anterior.Cuandotc
de peso. La comida era buena al principio: bifes, pollo. papas.Pero presentáspara un trabajoy anotásel año de tu nacimiento,1962,in-
una vez que recuperamosel pesonorrnal,comenzarona d¿unosbasura mediatamentesabenque sos un veteranoporque la clase '62 fue a la
estilorancho:porotosy pasta.con un gustoasqueroso. Nuestrasque- guerra.Algunasempresassometena los veteranosa pruebaspsicoló-
jas caíanen oídos sordos,y mis padresme llevabana la cantinaen la gicas o psiquiátricas.y aun así tampococonsiguenel puesto.Hasta
silla de ruedas y me comprabancomida decente.Creo que tendrían Malvinas, la Argentinano había estadoen guerradesde 1800,y en
que habernoslratadomejor. nuestropaís no hay experienciaen cuantoal trato de los veteranos.
"A fines de setiembre,me transfirierona otro hospital militar Hubo muchoscasosde suicidio.Algunospolíticosestáncomenzando
en el centrode BuenosAires. No bien llegué, me llevaron a Gimansia a ocuparsede nuestrosproblemas,pero la mayoría sólo se interesapor
y Esgrimapara la presentaciónde medallas,a cargode la 10qBrigada. motivospersonales.
Muchos de los muchachosestabanallí, y fue bárbarovolver a verlos, "Aunque yo no sufrí pesadillas.tuve un gran resentimiento
pero todo quedóensombrecidopor los choquescon la policía. Nues- contralos inglesespor muchofiempo.Me tirabaen la camay pensaba
tros parientesentonabancánticoscontra la policía y ellos mandaron en cómo hacer retrocederel tiempo para poder hacer algo más en la
un helicópteroa sobrevolarel lugar. batalla,más parasalvara mis amigos,másparaasegurarnuestraposi-
"El tratamientoque me dabanen el hospital consistíaen media ción en Longdon.
hora diaria de fisioterapiay media hora de terapia vocal. Durante el "Ahora que he conocidoa soldadosingleses,me di cuentadc
resto del día, yo no hacía un carajo.Me enteréque existía la Liga de que en muchossentldossomosiguales,y eso me ayudó.Todavíare-
Viudas, una organizaciónde mujerespoderosasy adineradasque lle- cuerdo que se corrían rumoresacercade lo que nos haían los gurkas.
vaban a los muchachosde picnic al campo todos los miércoles,así y que cuantosmás argentinosmataran.mayor sería el botín que lcs
que me anoté. Luego supe que el generalMenéndeztambién iría al correspondeía.Recuerdoque nos decíanque los inglesesse llevabalr
picnic, así que cancelémi participaciónporque no quería ver a Me- más dinero por atacarde noche,y que si atacabanun sábadoo un do
néndez.Me jodía mucho el modo en que se habíarendido. mingo. les pagabantodavíamás.Era como si ellos mataranpor dinc
"Al día siguiente,me llevaron a una oficina y me pidieron que ro, mientrasque nosotroslo hacíamospor patriotismo.Mentira,t<xlo
esperara.La puerta se abrió y entró el general.Los empleadosdel mentira.Ahora lo sé, pero durantemucho tiempo me creíesasnlcnti
hospitalsabíanlas razonesque yo teníaparano haberido al picnic.y ras.En Longdonteníamosun radar,y la nochcde la hatalliri.lprlr('(i('
de alsunamaneraMenéndezse habíacnteradode mi dccisitin.I)cbrr nln scñales iropirscn avance- quc fucroninlirrrrrltllrs ¡rort'l llr<llrr,
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llegabala policía y nos llevabaa los veteranosy nos palpabade ar- só el cráneoy voivió a salirpor el casco.J'icrtetrrrstlt(()t'lr l.r t ltl', ' t
mas.Sentíaque nos estabanapartando.Si escuchaba ruidos fuerteso dondese puedever el pasode la bala.Una mítrirltitth'svl;tr'1,'u ¡rrrltilt
avionesque pasabancerca,rne echabaal piso.Entoncesernpecéa ver haberledestrozado el cráneoy voladoel cerebnlcn ut¡rrclllr ¡rlorrlirril.
a un psiquiatra,el doc¡or Irrazabal.Fui a verlo todos los días durante Despuésde las Falklands.los hombresdel 3" ('uct'¡xrtlt'l)rtt'rt
seismeses,y los nuevemesessiguienteslo vi una vez por semana. caidistastuvieronun extensoperíodode permiso,"¿llr()zrnent(' cxlcn
"En cierto momento,volví a Resistenciaa ver a mi padre,al so", segúnDom.
que no habíavisto durantemuchos,muchísimosaños.Realmenteno "Yo tuve trecesemanas, y en lo protundode mí ansi¿th¡r volvcr
lo conocía.No sé por qué, tal vez buscabaalgo, pero nos encontra- a mi batallón.El veranodel '82 era un gran veranol)arascr purlcai-
mos, nos estrechamos las manosy no tuvimos nadaque decirnos;no dista.r"rnveranosupremopara perlenecera la fueruaaerotrallsporlu
habíaentrenosotrosningúnsentimientode padree hijo. Nada.Nunca da. Les decíaa todos que no veía la hora de regresar,porc¡rreseríu-
regreséal lugar dondenací. mos la me¡orfuerzade combateqr-rehabría.Nosotrosy el 2" Cuerptr
"Todavíahoy me pongo de mal humor, me sientofrustradores- de Paracaidistas habíamosvuelto a poner al regimientoen cl nrapa.
pectode Malvinas.Duele,dueleque a la genteno le importe,que se Yo sentíaque óramoslos dueñosdel universo,lo mejor del Ejércit<r
interesenmás por cosascomo el fútbol que por los muchachosque Británico.Sabíaque variosde los muchachos, debidoa las heridas
murieron. Yo solía pensarque un día regresaría,que regresaríay lu- recibidas.no podríancontinuarcomo soldados,pero todavíaquedá
charíapor las Malvinasotra vez, porquemuy dentrode mí penséque bamossuficientescomo para prolongarla gloria, para nuestroregi-
podíamosganar.Piensoen personascomo el tenienteBaldini, que mientoy paraellos.
murió donde tenía que morir. ¿,Else habríabancadovolver a casavi- "Desde Tidworth nos mandarona Aldershot,y recucrdoquc
vo, sabiendoque habíaperdidola guerra?Era muy militar.Sin embar- lleguéen mi motocicleta.Crucéel patio de desfilesvestidocon jeans.
go, duranteestosúltimosaños,la ideade regresary lucharse fue disi- un buzo y botasde cuero,y con el pelo largo y las heridasen la cara
pando.Y Ia verdades que no volveríacon la mayoríade los oficiales sintiendoque medíamil metros.Me dirigí a mi cuadrasin inrl)orlarmc
de aquelentonces.Seríamuchomás exigentecon los oficialessi vol- nadie ni nada.Estabade regreso.de vuelta donde pertenecía.Vi la
viera a suceder.Aún lamentoel hecho de que mis amigos esténen cuadrade la ConipañíaB y pensé:'Genial.estoyen casa'.
aquelcementerio... no me torturocon ello, perome molesta." "Fui hastala oficina de la compañía.dondeun compañerontc
Félix estácasadoahora,con Mirtha, la chicaque conociócuan- dijo: 'Qué tipo tan afortunadoeres'.Penséque se referíaa que había
do teníacatorceaños.y tienendos hijos.Ella fue un puntalparaFélix. escapadode la muerte.hastaque me dijo que me cambiabande desti-
Viven en una casaque él construyóen la zona dondecrecierony ha no. A los pocosminutos,el sargentomayor,JohnnyWeeks,me llanlri
vuelto a trabajarpara una empresatelefónica. a su despacho.Entré en su oficina y me quedéen posiciónde atcn-
A pesarde que tuvo variasdificultadesdespuésde la guerra, ciirn.Era maravillosovolver a ver al r,'iejoJohn,un estupendosargcu-
Félix tiene un carácterfuerte y estoy segurode que logrará tener una to mayor.Me quedéestupefacto cuandome dijo: 'Dom, me preo('lrl)(i
buenavida. Uno de susmayoresdeseos,en comúncon el restode los nlucho por ti. te conseguíun viajecito.Se trata de una compcnsil
veteranosargenfinosque entrevisté.es regresara las Malvinasen paz ción...fuistedesignadoparauna medallamilitar, pero los quc mandurr
para visitar el campo de batallay el cementeriode guerraargentino. decidieronque no seráasí.En cambio,viajaráspor el mundo con url
gtupo de presentaciones, que daránconferenciassobrelas Falkl¿rn<ls.
A pesarde las heridas,Dominic Gray quiso seguircombarien- Tú serásel único soldadoprivado,pero recibirásel mismo trtl() (luc
do. Tuvieronque ordenarleque bajarade la montaña,y aún hoy eso los oficiaies'.
lo irrita. "Me volví loco. Lawrie Ashbridgeera un jef-einteligc:nlísinto.
"Creo que me tendríanque haberpermitido seguirhastaPuerto el coronelPike era un comandante estupendoy JohrtnyWe:e'ks n()('r;r
Stanley,paraverlo,paraver aquellopor lo que habíaluchado." másque el perritofalderocomo sargentomayor de la compitñí¿t. lrtsl:r
En realidad,Dom ni siquieratendríaque haberestadoallí. Sc dondeyo sabía.Lo único que yo queríaera volver a scr soltlrttlr.r¡n
salvópor un verdaderomilagro.La bala lc pcrfilni cl cusco.le utr.r¡r,c, siahaque así fuera,l,aquel viaje significabac¡ueno podríl volvt't :t

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para nadaa causade la herida.Contcncéa pcscrlrcllrtlilrotlcs,ltl qttc
Ejército.Volví en automóvilhastaAldershotcasi bañadoen lágrimas.
probablemente algrricrtcon un l)r()-
seauno de los peorestrabajos¡.rara
Fui directamente a la oficina del cuartely pedí la baja.Ellos no que-
rían que me fuera, pero al final me dieron la baja a las dos semanas. blemacomo el mío, pero era algo que yo sicntprclutbíitsorllttkrll¡ccr,
"En retrospectiva,ahora sientoque en el 3e Cuerpo de Paracai- y hasta1986me fue bastantebien.Compréotro bolc vit'io. lo t'ortr¡'rtt-
se,y comencéa utilizarlo.
distashabíavientosde cambio.Yo sentíaque aquellaera una unidad
"Paraentonces,un hospitalde Bristol se habíahccltocru'gotlc
de combatey que yo me interponíaen el camino de la reestructura-
mi caso,y todoslos viajes de un lado al otro estabanafi'clruttkrrr rnr
ción. Teníaque hacerlo correctoy alejarmedel 3qCuerpode Paracai-
negocio.No pude mantenerloy las cosasfueron de mal cn Jrcor'. Mt'
distaspara que ellos pudieranseguirsin un inútil como yo. El regi-
miento de paracaidistasme trató bien en lo que se refirió a mi separéde mi esposa,y ella se quedócon los niños.Tuve que de'iarlc lrt
casaa ella en las negociaciones por el divorcio.Me vi obligadol vcn-
rehabilitación,pero el Ejército fue una pérdida de tiempo. No obtuve
der uno de los botespara pagar variascuentas,y el otro tenía problc
absolutamente ningún tipo de consejo.Me llevó casi seis añosente-
mas en el motor. Estabaamarradoen un rincón. No me quedabanadu:
rarmede mis derechospor incapacidad. Seisaños,y los bastardossó-
no tenía hogar,ni familia ni dinero. Entoncesllegó la recesión,.iusto
lo te pagandesdela fecha en que presentasel pedido, no desdela fe-
cuando yo estabatratandode juntar algo de dinero a duras penas.Dc
cha de la baja.No obtienesningúnconsejoni una pensiónretroactiva.
Hay cientosde muchachosde todo el Ejército que estánsiendopriva- 300 libras por mes, mis gastosascendieronhasta 800-1.000libras,
más de lo que ganaba.Trabajabadieciochohoraspor día como admi-
dos del dinero que les corresponde.Hace poco descubríque tendrían
que habermepagado32.000libras,pero que nuncalas veré.Lo único nistradorde un video club y en una venta callejera.Cada vez que em-
que consigo es una actitud de indiferenciay cartasllenas de farsasy pezabaa poder vivir de mis ingresos,me llamaban para otra opera-
reglamentos.Al gobiernono le importa un comino ayudarmea mí, ni ción, lo que me atrasabacon los pagos.Yo vivía en el piso de arriba
del video y pescabalos fines de semana,así que trabajabasietedías a
al restode nosotros.
"Fue el gran pueblo británico el que nos dio todo su apoyo,con la semana.La presiónera enorrne.Le entreguétodos los papelesa mi
abogado,le cedí a mi hermanaun poder,hice las valijas y vendí el co-
las donacionespara el Fondo del Atlántico Sur. En el Ejército me die-
ron a conocermis derechosbásicosde jubilación, pero nadie me dijo che para obtenerel dinero suficientepara viajar a Nueva Zelanda,y
traté de irme antesde caeren bancarrota.
nada sobre los reclamos por discapacidadni sobre otros reclamosa
"Cuando llegué a Nueva Zelanda,me dije que tenía que orde-
los que tengoderecho.
"No, fue el Fondo del Atlántico Sur, mantenidopor la genteco- naÍne. Caminé e hice dedo durantedos meses,trabajc en el campo y
mún de Inglaterra,el que me dio algo de donde sostenerme.Los po- en granjaspequeñas.Me mantuveen contactocon mi hermanasa-
biendo que tenía que regresarpara ordenarlas cosas.Nueva Zelanda
cos ahorrosque tenía se esfumaronen mantenera mi familia, mi es-
posa y mis dos hijos. La mano amiga del Fondo del Arlántico Sur me renovó y volví a casapara hacerfrente a dcudaspor 8.000 libras.
-un monto provisorio- me permitió pagar la primer cuota para Trabajéy trabajéy logré saldaresasdeudas.
"Fue en esa época que me envieron al Hospital General del
comprar una casadeterioradaen mi ciudad natal, que mis amigos se
Norte, en Sheffield. para un tratamienir más especializado.Durante
abocarona hacer habitable.Uno descubrequiénesson los amigos en
los últimos cuatro años habíahecho,en varias ocasiones,el largo tra-
situacionescomo aquella.
"Como el tratamientocontinuaba,los administradoresdel Fon- yecto desdeWest Country, al oeste,hastaSheffield para someterrnea
do no podían evaluarel nivel de mi compensación.Todos tendríamos operaciones.
"Ahora tengo problemascon algunos de los otros pescadores
que esperarpara ver cómo seguíanlas cosas.Pero por lo menos me
de la zona, que parecensentir que como yo no nací aquí, en West
dieron algo. Yo tenía que ganarrnela vida, y lo único que realmente
sabíahacer,que no estuvierarelacionadocon la soldadesca,era pes- Country,no tendríanque permitirme pescaren estelugar. Otros dicen
que a causade mi incapacidad,las regulacionesno permitenque yo
car, así que cuandopor fin recibí el dinero, me compré una lanchape-
queña.Sabíaque tendríaque trabajaren forma autónoma,ya quc cn cl seapescador. Otros sostienenque sólo puedopescarporqueel Fondo
ccntroc1eempleosde mi zoname di.jeronprácticamcntc tlcl AtlánticoSur me compróun bote.Dejámedecirtealgo: prcfi'riríl
quc no scrr'íu

) /¡ i )l()
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tenerun brazo s¿rnoy no tenerdinero.Esostipos piensanque el mar
les pertenece: bueno.yo peleépor estepaísy por sll sistemademocrá- chosde los que estabancasados-. pero todo tern'linri coll llrsr.ir¡tl:r-
que habíanformadoun grupoy nosobservaban mientrasn()s()ll()s n()\
tico. El gobiemclnuncame ayudó.Lo único que me gustaes ser sol-
tlado y pescar.Perdí una de esasposibildades,y ahoraa algunosde emborrachábamos. Sé que algunosdirán que somos solcladosprolt'
los lugareñosles gustaríavermeperderIa otra. Qué perspectivatriste sionalesy que nos dedicamosa haceraquellopor lo que nos pall¿ur.
pero tambiénsomossereshumanos.Las cosasque vimos nos alccll-
de la vida tienenciertaspersonas. Ni siquieraahorapiensoque podré
adaptarmea la vida de civil. dondenada es satisfactorio. ron mucho:el entrenamiento sólo te dice que no se tratade algo agra-
Pareceque
uno trabajarasólo parapagarcuentas. dable.Yo sufríapor mis compañerosmuertos.Emborracharrne pare-
"Sé que de no haberestadotan gravementeherido.me habría cía una forma fácit de olvidar la pena.No creo que las viudas nos
comprendieran, perotampocoerr culpade ellas.Habíamoscambiado,
incorporadoa los SAS. Ser soldadodel Ejército en tiemposde paz
nuncaseríalo misnrodespuésde las Falklands.Ahora sólo me siento éranrospersonasdiferentes.
"Cuatrornesesantes.nri csposase hahíacasadocon un joven
satisfechosi tengo un día de mucho trabajo.El Regirnientode Para-
paracaidista. El tipo que volvió eratotalmentedistintode aquelque ha-
caidistasme enseñóy me convirtióen lo que hoy soy.No me quedaré
sentadoa esperarque me lleguela mueñe...jamás." bía partidohacialas Falklands.La tasade divorcio de muchachosque
sirvieronen las Falklandscrecióde maneraalarmantedurantelos tres
Jerry Phillips se estáestableciendo.Vive en West Countrycon
a cinco añosposteriores a la guerra.Desdela perspectivanrilitar era
Denisey tienen una hermosay traviesahija de dos años,Shery'den.
obvio que el Ejércitono queríatropasexperimentadas. Todo cambió
Una vez más,el coronelSimon Brewis hizo su apariciónparaayudar.
y Jeny estácursandouna carrerade cinco años en ciencia marina. de un día para el otro. No me parecíaque nuestrocomandanteen jefe
fuerael máscomprcnsivode los oficiales.En un año,alrededordel se-
Puedeadaptarlos estudiosal constantetralamientoen los hospitales.
sentapor cientode los que habíanservidoen las Falklandssehabíaido
El brazode Jerryfue sometidoa la operación.¡lú¡mero diecinuevea fi-
del batallón.Ho)', por lo que sé, quedansólo unosveinticincontucha-
nesde 1993.Mientrasescriboesto,é1estáenyesadoy ticneel brazo
inrnóvil. Estaráasí de tres a seismeses.No seráel fin clesu ordalía. chos que estuvieronen esa guerra.lncreíble.¿.no?De seiscientos a
veinticinco,en cloceaños.Todosesoshombresbarridospor el viento.
Vive bajo la amenazaconstantcde perderel brazo.Tal vez no este
"Me entristeciócomprobarque se había instaladouna nueva
año.ni el que viene.Tal vez en cinco añoso diez.Jerry se llevaráa la
mentalidad.que llegó tambiénhastaotrasunidades,incluyendolos
tumbael legadode las Falklands.
Nlarinesy la Arnrada.Alguno de los de arriba tendríaque haberdi-
Denisedice: "Tenemosque seguirrezandopara que por fin se
le cure el brazo.El no mereceesto". cho: 'Esperen,hablenloscon los muchachos.Despuésdc todo, elios
son los que hacentodo el trabajosucioparanosotros'.Personalmente,
Jeny Phillipsfue, sin dudas,uno de los mejoressoldadosde las
no creo que el 3e Cuerpode Paracaidistas se haya recuperadode la
f ilas del 3'rCuerpode Paracaidistas en el AtlánticoSur.Por susaccio-
mentalidadque se instalódespuésde Falklands.Ahora nos ponenen-
nesen Monte Longdonel ll y 12 de junio de 1982.fue mencionado
cima sus manossuciasen el entrenamiento. Quierenoficiales.Ahora
en despachos.
bien, los oficialesson muy buenosen lo suyo y haciendoaquellopara
lo que lueronentrenados, pero no son las fuerzasde choquede élite.
Kevin Connery regresóa la Real FuerzaAérea de Brize Norton "Me dediqué¿rtomar demasiadoy llegó un momentoen que
y encontróa Michelle,su esposadesdehacíacuatromeses,esperándo-
tuve que acudira un hospitala hacermeun lavadode cstórnago. Me
lo. El habíapasadotresmesesy medioen la guerra.Vir'íanen una casa
sorprendióver que habíaunos cuantosmuchachoscon problemas
del Ejércitoen Aldershot,y ya era tienrpode que se establecieran.
relacionados con la guerra.Mi esposame ap<tyóduranteun año.En
"Nos dieron un permisode ocho a diez semanas,y nos resultó
eseperíodo.quedóembarazada y' tuvimos un hijo. A mí nre dieron
aburrido v fnrstrante,porque en nuestrointcrior todavíaestábamos
la baju alrededorde un año despuésde las Falklands"y al ntisnro
muv excitados.No hubo ningún tipo de asesoranliento o interrogirto-
ticrtipolni nratrirnonio se derrumbó.Yo cstabaen la calley no tcrriu
rio, ningúnsistemaque sirvierupira trarrquilizarnos. Con los lnuch;r-
lr lrirtlre.
.\l¡:turos¿unigos rneay,udaroll. r,hast¿r
el día tlc hrrl sorrrnit
ch<lsnos l'uirnosde parrancla.Yo llevc<a nri esposu---igrralquc nrr¡
l l 1( ' l ( ) t ( '\ l l i l l t l '( ) \.
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mi padre,mi hermanoNoel, tambiénhabíamuertoa los ¡roc.strlrs tl,
"Entonces,¿quétiene que hacer un soldadoprofesionalcuando nacer,y el primer hijo de mi otro hermanohabía corricloIa rnrsrrr
ya no se desempeña en un ejércitoprofesional?Decidí hacerlo mejor suerte.Todosprimogénitos.Aquel períodoposteriora las Falklanrls
que sabía:me fui de Aldershot y de Inglaterraa Francia,y me enrolé no me proporcionóabsolutamente ningunasatisfacción.
en la Legión Extranjerafrancesa.Si mi propio país no me quería,tal "Sin embargo,al regresarde la Legión conseguíun trabajo
vezla Legión me aceptara.Enseguidame sentícomo en casa.Fui uno que me gustabamucho, como instructoren un centrode entrena-
de los mejoresen el entrenamiento y lleguéa dominarmi nuevoidio- miento privado.Enseñabanavegación,canotaje,buceoy ese tipo de
ma, el francés.Si no lo lograbas,resultabamuy difícil estaren la Le- cosasen Poole,Dorset.El directordel lugar era un ex sargentopara-
gión. Yo estabaen el 2¡re REP 12sRegintientode Paracaidistas Ex- caidistallamadoPeterCunningham.Era un tipo fabuloso,y yo dis-
tranjerosl, un batallón con una larga nistoria de campañas, frutabadel trabajo,pero no me pagabanbien, así que tuve que bus-
incluyendovuelosde rescate,despuésde que cientosde europeosy car otra cosa. Yo había cambiado: básicamente,había crecido.
africanosfueran masacradospor los rebeldeskatangesesen Zaire, en Respetabamás a las personasy sus opiniones.Unos años antes,no
1978.Yo estabaen la lq Compañía,que es una unidadde comandos dudabaen imponermi punto de vista con un puñetazo.pero ahorahe
paracaidistas nocturnos.En aquel curso tambiénfui uno de los más desarrolladomejoresaptitudescomunicativas.Mirános hoy, a los
destacados. que tenemostreinta y pico; ya hemoscrecido. Ahora podemosco-
"A los francesesles gustabami aspectoprofesional.Formé un municarnosmucho mejor con la gente.Recuerdocuando teníamos
equipo con varios otros muchachosinglesesque veníande diversos apenasdieciocho...éramoslos dueñosdel mundo.o por lo menosasí
lugares;la mayoríaeran ex soldados.Mi mejor amigo era John Wi- lo creíamos.Eramosel futuro que nosotrosconcebíamos.crecer es
llard, y nos hicimos inseparables. Nos enviarona Chad,dondese lu- un procesodificultoso.¿no?
chabacontralos invasoreslibios. Vimos acción,muchaacción.Des- "Despuésde toclosestosaños,me bastacon los dedosde una
puésde Chad,John y yo fuimos promovidosa cabosy nos enviarona mano paracontara mis verdaderos amigos,personasa las que nunca
Djibouti. De regresofuimos a Chad, luego a Córcega,al centro de tengo que decirles'te quiero' o 'sos mi nrejor amigo', porque ya lo
Africa, etcétera.La Legión fue buena conmigo, pero nada de lo que sabeny las palabrassobran.Sin embargo,la relaciónque tengo con
viví en la Legión podrá compararsejamás con la batalla de Monte mi novia es distina.como toda relaciónque se tiene con la persona
Longdon. con la cual uno planeavivir el restode su vida. En esemundo priva-
"La gente dice que lo de las Falklandsfue un conflicto. No 1o do. uno dice constantemente 'te amo' y reafirmael sentimientodel
fue: fue una guerracon todaslas letras.No sé cuál es la definiciónle- otro. Con mis amigos,una llamadadevez en cuando,una vez por se-
gal de conflicto o gueffa, pero para mí, Falklandsfue una guerra.Uti- mana,por mes,por año,es suficientepara volver a encenderla llama
lizamos todaslas piezasde artilleríaque no fueranarmasnucleares.Si de esa amistadespecial.Esa es la única historia de los soldaclosde
alguienme dice que hay que usar armasnuclearespara que un con- combate,que han luchadojuntos,que tienenun vínculoque los une,y
flicto se transformeen guefra,entoncesesa personanecesitaque le si esetipo de amistadse terminara,para mí seríacomo perderuna ex-
examinenel cerebro.No hay dudasde que un conflictoes la tareaa la tremidad.
cual está abocadoel Ejército en Irlanda del Norte, donde ---cadavez "Todas las mañanas,cuando me despierto,respiro profunda-
que es posible- las reglasexigenque le adviertaa mi enemigoantes mente:'Estoy vivo'. JohnnyCrow no estávivo, GeorgieLaing tam-
de apretarel gatillo. En las Falklandsyo apretabael gatillo no bien poco,ni tantosotrosde mis amigos."
veía al enemigo.En Irlanda del Norte nuncautilicé la bayoneta,nunca En la actualidad,Kevin estáestablecido en Londres,dondevive
me ordenaronque aprestarala bayoneta,y nunca llevé la bayonetaen con la que es su novia desdehacecinco años-"la chica con la que
el cinto. En las Falklands,yo llevé la bayoneta,aprestéla bayonetay pasarémi vida"- y realízatareasde seguridad.Ocasionalmente vue-
la utilicécontraalguien.Esaes la diferencia,en el libro de todo solda- la a distintaspartesdel mundo por razonesde negocios.Hong Kong,
do, entreun conflicto y una guera. Africa. Kuwait y Bosniason los puertosdonderegularmente recaraen
"Servícincoañosen la Legióny volví a Inglate rra. Mi pci¡trcñtr su inccsantel¿rreade arriesgarla vida paraprotegcrl ()fros.F-sl¿r
vcz.
hiio Migtrclhahíautucrtoal pocotiern¡rotlc tutcet.[:l prirtrcrlriio tle
I
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pero lo ílpagiiron.Los oficialesno tul'icron lu tlcccnciir<lculcrtarnos.
En cambio.nos perrnitieron dornrir.Algurrosrlc nris¿rrnigos
sin siquieratenerla posibilidadde det'endcrsc.
llruneron 3
"Result¿¡ difícil reconciliarsecor) e-setipo clecosirs.[.u viclano
mc otorgó una pensión.una pcnsirirrpcr¡ucña.r
tue lácí1.El E,ic<rcilo
sólo porque yo tenía una incapacidadsuperioral sesc'lrta y, scis por
cienlo.Comencéa visitarcentrosde personas discapacitadas v partici-
pé en la asociaciónde veteranos.Conocí a algunosmuchachosque
rne iniciaron en la venta L-allejera de ballenitas.Yo les comprabaa
ellos y vendíacon cierto margen.Teníaque pararmeen la calle -r gri-
tar: 'Ballenitas,ballenitas.ayudapara un veteranode Malvrnas'.Me
resultabadifícil. muy difícil. Venderen la calle en mi estadome af-ec-
tó prol'undamente, porquesentíaque la genteme comprabasólo por
piedad.No era una maneramuy dignade ganarmela vida.
"Nuestrogrupo de veter¿lnos en Lanússe arnesgócon distintos
negocios,como tabricarcalendariose imprimir un diario para los ve-
teranos,pero ambosliacasaron.Tuvimos un poco de éxito con unas
etiquetasauto¿rdhesivas que yo vendíaen los ómnibus.Me colocaba
detrásdel asientodel conductor,decíaunaspalabrasy luegointentaba
venderlos autoadhesivos. Por lo menoslo intenté. A Rod le quitaronlas tablillasque habíanservidopara mante-
"Paraeseentoncesconocía una chica,Miriani. y empezamos a ner en su lugarel brazoastiliado,v regresóa la vida del batallón,para
salir.{-lnaño despuésnos casamos.Tambiénnte uní a un grupo de ve- hacer.segúnsus propiaspalabras,tareasserviles.Perola tragediaha-
teranosque participacn eventosdeportivosparadiscapacitados, y'es- bría de golpearlonuevanlente.
tuve en Austria y cn Inglaterra.Diez de nosotrosfuimclsa Inglaterra "A rnediados de 1983.me caí y el huesovolvió a partirse"'fer-
en 1993 como invitadosde la l-egión Británica.Conocera soldados miné en el Hospital Militar de Cambridge,donde me sometierona
inglesescomo vos, cornciDonr y Denzil, y a otrosveteranosen lngl.r- nlediadocenade operaciones. Hicieronmiles de inlentospor recom-
terra,me ayudómucho.Podemosreunirnosy hablar.Eso es bueno,es ponerrnee-lhueso.Despuéscleuna de las opelaciones. tuvc'una inf'ec-
lo principal." ción y me dejaron en el hospitiilpor un tiernpo infinito. Me pusieron
Jorgey N{iriamtienenuna hija de cinco años,y durantela fina- clavijas internas,clavijasexternas.clavijas intr'rilü\,\' extcrnas,pcro
lizaciónde estelihro iucorporaronun niño a la faniilia. Jorgetrabaja nadaparecíafuncionar.Fracasaba una operacióntras utra. Yo no po-
en la recepciónde una asociaciónde pensionados día creerlo que me sucedía.Naclieparecíalener ni idea de qué hacer.
¡'es presidentedel
grupo tle \¡eteranos dc su localidad.Realizucarnpañasen pro de un Fue el períodoniásdifícil que pasé.Por fin. los cinrjanosdel Ejército
nrejortrato p¿lrasuscompañerosy. despuésdc doceañosde lucha,ha me transfirierona un cirujano cir,il en Woking, 5iu'rey,él nre nperó y
:osradornantcnera su familia. me quedéen un hospitalde Bristol.Durantcsieteu ocho mesessopor-
té másoperaciones. injertosde hueso.todo inútil.
"Finalmenteme adhirieronal brazo una cajita cléctricaque
zumbabadurantedieciséishoraspor día paratratarcleorientarcorrec-
t¿rmente la circulaciónentrela heriday el huesoenlermo.para fusio-
¡larlo.Estotambiénfracasó.Despuésde todo eso.el doctorme llevó a
su ol-icina¡" me dijo tranquilamente que me tendríanque amputarel
brazo. Me desesperé. Aquello signil'icabael fin de mi carreracn el

1-i''
t
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"Despuésde la guerrapaséun par de años duros en el aspecto vos. Podíamoshabernosmatado,pero no fue así.Es ult¿ts('n\ir(r()nrl
psicológico.La genteno seda cuenta,ni siquierapuedeempezara cn- creíblemente extraña.Estamosacá,hablando,y es posiblct¡rrt'vo:,lr,r
tender,el modo en que la guerraaf'ectaa los soldados.Tal vez piensatl yas matadoa uno o adíez,de mis amigos.y talvez yo hayrrltt'tlr,rl,'
que somosrobots sin sentimientos.Incluso ahora detestoel ruido de mismo con algunode tus amigos,pero por lo menosacricslrrrrros. 1
los motores,hasta.elruido del lavarropasen mi casa.Me trae a la me- nos comprendemos."
moria aquelradar que atrajo todo el bombardeoen Longdon. Sólo me Santiagosiguetrabajandocomo cajero,siguecasadov lit'nt' r¡rr
proclucerecuerdoshorribles y tengo que pedirle a mi esposaque lo hijo, Dennis,ademásde su hija Mayra. Tiene un carácterfircrtc,y rr,
upugu". Durante los primeros días, tenía que buscarrefugio en algún lo respetoy lo comprendo.Cuandonos conocimos,Santiagolrurrt'rrtrr
lugar cadavez que escuchaba pasarun avión. no hablaringlésy que yo no entendieraespañol.Dos mesesdcsprrt's.
"El empleo no nos ayudabaa ganar dinero ni a reintegramosa cuandoleo la transcripciónde nuestroencuentro,comprendocxir('t¡r
la sociedad.Las empresasestatalestomaron a cincuentachicos cada mentepor qué.El teníarazón,porquehabríasido un encuentrorllr.ltl¡r'
una e hicieronaparecercomo si hubierantomadoa 1.000.Yo ni si- más satisfactoriopara ambos.La preguntafinal que le hice por irrtt'r
quiera pude volver a mi antiguo puestoen la imprenta,y ni mi madre medio del intérpretefue: "¿Quieresagregaralgo?".
ni yo recibimosun centavo,a pesarde que la ley decíaque era obliga- Su respuestafue: "Enviálesmis saludosa los muchachosrlc l¡r
torio reservarel puestode trabajode los conscriptosy abonarlesel glaterra".
sueldo.Me uní a una de las tantasasociaciones de veteranosy llegué
a ser vicepresidentede la rama de nuestrobarrio. Mi amigo Beto Los soldadosen el campode batallasabenlo que sucedcrr srr
todo
IJorge Altieri] es el presidenteactual.pero yo me fui cuando alrededor.Los padres,en sus hogares,no tienen esa tranquilitllrrl
empezóa tomar un giro Político. Ellos son los que esperan,los que se preocupan,los que se preguntiul
"Yo tenía muchascosasacumuladasen mi interior.cuando cómo regresaráel hijo. ¿,Saldrá ileso?¿,Quedaráterriblementehcrirkr.
piensoen cómo me estabamuriendo de hambreen Longdon y no po- mutilado,perderáel juicio'l La guerrade los padreses aun peor erl
día ir a PuertoArgentinoa mendigarcomida,y en cómo lloraba...no muchossentidosque la del soldadoen la líneadel frente,pero las au-
dejabade sentirmehombre, a pesarde que me lamentabade mí mis- toridadeslos hacena un lado,los olvidan.hastalos ignoran.Dediqué-
mó... Cuandopiensoen lo difícil que fue todo esto para mi madre, monosahoraa ellos:
mis hermanos,Cristina,no podríadecirlescómo viví allá arriba. Peter Gray sabíaalgo sobre la guerra. Había vivido la ocupa-
"Cuando regresamos, vimos banderasque ondeabany pensa- ción de las Islasdel Canalpor partede los alemanes,y aún recuerda
mos que era por nosotros. Luego supimosque eranpor el Mundial de con nitidezel día en que los nazisbombardearon SaintHelier.El mi-
Fútbol. Cierto día fuimos al bar el dueño no nos cobró porque dijo
y raba con horror cómo los prisionerosde guerra rusos y aliados eran
que éramoshéroes.Yo no podía aceptaralgo así. que fuéramoshé- tbrzadosa formar cuadrillasde trabajopara construirhospitales,refu-
roes.Los héroesestabanmuertos.Nos quedamosallí y eritamospor gios subterráneos y defensasmarinas.Se unió a la Resistencia;roba-
Brasil,porquedespuésde aquello.Argentinano nos intporlabaun ba, se ocultaba,dañabael equipamientoalemán.cualquiercosa que
carajo. pudieradetenerlos.Lo metieronen la cárcel a los quince años de
"Les habíanmentidoa todos,lncluidosnosotros.Yo estabaen edad.cuandolo atraparonpintandoparedescon eslóganesantinazis-
una montaña,congelándome,muerto de hambre y llorando' Aquí en tas.Petercompartíauna celdacon un mayor ruso,con quientrabóuna
la Argentina, a la gente le decían que estábamosganandola guerra' amistadque duró hastamuchodespuésde termiandala guerra.Se hi-
que habíamoshundidocuatroo cinco fiagatasinglesas.Tiernpodes- zo amigo,también,de un soldadoalemánde las fuerzasde ocupación.
pués, la gente me agraclecíapor haber estadoen la guerra y luego lo Despuésde la guerra,Petertrabajósin cesary hoy es un empresario
arruinabantodo al preguntarme:'.,A cuántosmataste'l¿,Eranrubios. exitoso.
altos'?'.Yo los mandabaal carajo' "En abril de 1982.viajé con Diana, la madrastrade Dom, al
"Hoy estoyaquí. hablandocon vos. un inglés,mi cx enemill()' cleSouthampton.
JrLrerto No sabíamossi podríamosverlo,ni si podría-
(l uc no itptttltitstC ha ci¡ . t c lt lnt lc es t aba Vt l. ni y o hlt ci a t l t l r l d e c s t l t b l t s nr()\vcr purtirul (-attbcrru.peroeraunachirnceqi¡eno queríaperdcr.

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No sólo nos permitieronacercarnosa poc¿tdistanciadel barco,stno encargaríamosde cuidarlo. La descripciónde la herida era tan v¿rg:r.
que tambiénpudirnospasarleun mensajea Dom, que estabaa bordo. que cualquieraque hubiera recibido esa noticia habría pensadolo
Vino hastael salónde partidacon algunosde suscompañeros. Cuan- peor. A primera hora de la mañanasiguientecomencéa hacer llam¡r-
do los vi, me sorprendióver que no todos eran grandotes de un metro dos telefónicos,y durantelos cuatroo cinco díassiguientesno paréde
ochenta.Teníanuna estaturapromedio.pero el espíritude todos era llamar a todos los establecimientosmilitares que imaginé que podían
asombroso.Podíassentirlo,cortarlocon un cuchillo.Partíanrumbo a ayudarme,decirme algo más; llamé al Ministerio de Defensa,a l{rs
lo desconocido, pero con el espíritutan fuertey la actitudmentalque Paracaidistas en Aldershot y Tidworth, a todo el que yo creía que po-
tenían,yo senfíque no podíairles mal. día darmealgunainformación sobremi hijo. Nadie pudo decirmena-
"Cuandollegó el momentoen que teníanque volver a abordar, da. Me resultó muy frustrantetratar de averiguarqué había pasadoy
nos costó expresarnuestrossentimientoscon palabras.Nos consola- en qué condición estabaDom. Por tin descubí que estabaa bordo dc
mos mutuamenteabrazándonos, pero ¿cómole dicesa tu hijo: 'tal vez un buque hospitaly envié un telegramaal barco.Como resultado,mc
no volvamosa vernos'?No se lo dices.Le dices:'Nos vemosa la llamaron del Cuartel de los Paracaidistasde Aldershot y me dijeron
vuelta,hi-jo'.Paraun padre,enfrentarse a esasituaciónes desgastante. que Dom teníauna heridaen la cabeza,que no era nadagravey quc
muy desgastante. Al partir el barco,mientraslas bandasmilitaresto- estabaen camino a casa.Me dijeron que llegaríaen avión a Brize
cabany los familiaressaludaban. pudever que Dom saludabadesdeel Norton y que luego seríatransferidoal hospital de la Real FuerzaAé-
barco.Entoncesnre brotaronlas lágrimas. rea en Wroughton.Al final, recibimosotro mensajeen el que nos avi-
"En el camino a casale preguntéa mi esposa:'¿Volveremosa sabanque habíallegado.
verlo?'. Teníamosque decirnosa cac'lamomentoque Dom estaría "Nos metimos en el coche con un bol gigante de frutillas fres-
bien. Yo no dejabade decirmeque volveríaa verlo.Me decía:'Nunca casy un pote de crema,y nos dirigmosal hospital.Caminépor lo que
nos sucederáa nosotrosttal vez algún otro pohre muchachoresulte me parecieronkilómetrosde pasillosen el hospital,con temor por lo
muertoo herido.perono nuestroDom'. Peronos sucedió. que vería...¿podíaser que mi hijo quedaracon un retrasomental?En
"Yo recibíacartasde Dom bastanteseguido.La rutina de mis cuantolo vi. me sentíaliviado.Allí estaba,esperando tranquilamentc
m¿rñanas era siemprela misma:buscarla conespondencia y enterar- que lo lleváramosa casa.La alegía de volver a casacon é1,comiend<r
me de todaslas noticiaspor larRadio Cuatrode la BBC. Eso es todo frutillas con cremaen aquelhermosodía de sol. fue abrumadora.
lo que puedenhacerlos padres;escuchary esperar.Es algo lento v "Despuésde estarun tiempo en casa,llevé a Dom hastaTid-
frustrante.Hacia f ines de mayo. nos enterantosde que las fuerzasde worth a buscarsu motocicleta,que habíaquedadoguardadacon todas
tierra habíantomadouna cabecel'a de puenteen PuertoSan Carlos.y las otras,segúncreía é1.en la unidad de transportes. Cuandollega-
supe que el correo y la informaciónque pudiéramosrectbir de él se mos, nos enteramosde que muchasmotocicletasy automóvileshu
reducirían.Lo único que podíahacereraesperary rezar. bían sido saqueados. Hastael día de hoy me resultadifícil aceptarquc
"Así pasétodo el tiempo hastala victoria.Un par de díasdes- la gente pudiera caer tan bajo como para hacer algo así mientras los
pués.cuandoDiana y yo comenzábamos a tranquilizarnos.pues sa- chicos estabanlejos combatiendoen una guerra.Fue una de las cos¿rs
bíamosque Dom estababien ¡' que prontoestaríade regresoen casa. más despreciables que he tenido que presenciar,y además.cuantkr
volví una mañanaa eso de las diez y encontréa Diana llorandoen el ellos pidieronuna compensación, bueno,¡quépérdidade tiempo! No
sofá.Supede inmediatoque se tratabade Dorn. Me dijo que la poli- fue una bienvenidaagradable.
cía local le habí¿tdado rnalasnoticias.Habíaun papelque decía:'Su "Hoy, cuandopiensoen todo lo que pasó,me doy cuentaclc lo
hijo. Dominicrecibióunahericlaen la cabeza'.Como mínimo,aque- afortunadosque fuimos por podertenerloen casasanoy salvo.llrrlxr
llo era bastanteimpreciso.Llanlé a la policía.pero eso era lo úniccr tantosque no regresaron. Realmentecreo que fue una guerradignutlc
que ellos sabían. combatir.Enviar tropasa tantadistanciafue un logro enorme. Sin enr
"Pasamosuna nocheespantosa. No podíapensaren otra cosa: bargo.hacepoco me enteréde lo tenible que fue el enlientalrricnto.
l)ios. una hcrid¿rcn la crbez¿r. ¿.Habría perdidola capacitlltcl rncrll¿tl. Nadie se dio cuentade la ferocidadde la lucha cuerpoa cucrpo.'lirl
cnr lal vcz un vcgt-lalhur.nano'l insllrntctlccitlí(lltr tl()\
I}r csenlisn.t<t vez, con el pasodel tiempo,los argentinoslleguena tcncr conturl so

-'l{()
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bre las Islas,pero en 1982nosotrosteníamosque pelearaquellague- mida. Le enviamospaquetesde comida.Uno pesabacorno tliccrscls
rra. Sé que mi hijo aprendiómuchode susexpericncias. kilos. Jorgenuncarecibiónada.¿A dóndefue la comida'l
"Aún agradezcoa Dios que Dom haya salidode aquelloen me- "A medidaque la guerrase intensificaba, todo lo que transnri-
jor condiciónfísicaque tantoscompañerossuyos,que recibieronheri- tían las noticiasera mentira.Todosnos mentían.Siempreestábamos
dasde gravedad.Tampocodebemosolvidar nuncaa los otrosque mu- ganandoen el frente de batalla. Habíamoshundido al Invencible. Y
rieronen aquellugar." entonces... lapaz. Fue una rendición.Fui hastael cuartela buscarno-
ticiassobreJorge.Esperétodo el día en la puertadel cuartel.Me dije-
JorgeAltieri me brindó una gran ayudaen Ia investigaciónpara ron: 'Vuelvaa casa.El estábien'.
este libro. Me recibió y me presentóa sus padres,Victorio'Cholo' "Poco después,sonóel teléfono.Era un policíalocal,no un po-
Altieri y Hazel.A ellos les agradezoy los respetopor su honestidady licía militar: 'SeñorAltieri, no se preocupe,pero su hijo estáen Co-
franqueza,y por haberrevivido aquellapesadillaparamí, el que fuera modoroRivadavia.Le estánhaciendoun chequeo.¿,entendió'?'.
enemigode su hijo. "',,Estáherido'?',le pregunté.
"Mi hijo Jorge--dice Cholo- fue a la guena, una guerra a la "'No, setratade un chequeode rutinaparatodoslos soldados.'
cual su madre y yo no queríamosque fuera. Por ser padre,yo veía las "Le agradecí.Todosnos quedamostranquilos.
cosasde una maneradistintaa como la veíanlos chicosde dieciocho "Tomé algunascosasy le dije a mi esposaque iría a buscara
o veinte años.Hazel hubierahecho cualquiercosa por impedir que Jorgepersonalmente. Fui al aeroparquey me conrpréun boleto,pero
fuera. El se fue diciendo que prefería morir en las Malvinas a ser no habíaasientos.Me quedéen el aeroparque toda la noche,esperan-
muerto de un tiro en la puertade casa.Una vez que se hubo presenta- y
do, tomé el primer vuelo a la mañanasiguiente.Lleguéa Comodoro
do en el cuartel, ya nada podía hacerse,no lo podíamosdetener.To- y tornéun taxi. El conductorme dijo: 'Su hiio, ¿,eh'? Mi hermanaPe-
dos fuimos hastael cuartelel día que partió.Aún veo toda la escena, tronalo estácurdandoy estábien.La espaldagolpeada,esoes todo'.
el clima de locura.Afuera,las madres,los padres,las noviasy las viu- "Mi esposahabíallamadoal hospitaly les habíadicho que vo
das, todosllorando.No hubo celebraciones. Los únicosque celebra- iba en camino.Un cirujanorne recibió v lne llevó a un rincón ,v co-
ban eran los soldados,que gritaban:'Argentina,Argentina'mientras menzóa darmeuna perorataen la que yo no teníaningúninterés.
salíandel cuartel en ómnibus. Despuésde la guerra supe que les ha- "'Mire. doctor,somospersonasadultas.Dígame la verdad',
bían ordenadoque gritaranasí parasimular que estabanfelices. le pedí.
"Sólo unos pocos dijeron la verdad sobre lo que sentíanantes "'Puedeverlo.peroflo sr'cornpone corrlosi estuviera
impresio-
de partir. Uno fue SantiagoGauto, que nos dio una carta para su ma- nado.No llore. Nada.Si quierellorar,vaya a cualquierrincón y llcxc
dre. que vive en nuestrazona. Cuando vi las arrnasque salíanen ca- todo lo que quiera.Su hijo tieneuna heridaen la cabeza.Tieneparali-
mionesdetrásde los ómnibus,no pudecreerlo.Me quedéazorado.Le zadotodo el lado derecho.y perdióel ojo izquierdo.'
dije a mi otro hijo: 'Mirá con lo que vamos a pelear una guerra:con "Yo no podía creer lo que oía. De inn-lediatole dije: 'Doctor,
viejosMausers'. por favor, ¿.nole puedenhacerun transplantecon mi ojo'?'.Me con-
"Mis vecinosme decían:'Mirá, Cholo, tomamoslas Malvi- testóque era imposible.Cuandoentréen la sala,la vi llenade mucha-
nas.Alegráte'. Yo les decía:¿,Para qué queremoslas Malvinas,si ni chos heridos.Estabanpor todas partes:pies amputadospor el 1'río,
siquierapodemosconstruiruna escuelapara nuestrospropioshijos? amputaciones causadaspor metrallas,cosasque sólo se ven en las pe-
En nuestracuadraiba a haber una escuelaque nunca se construyó. lículas.Jorgeestabaal final. habíasalidode terapiaintensiva.pero to-
La gente se comportabacomo si se tratara de un partido de fútbol, davíaestabainconsciente. Estuvesiglosa su lado.teniéndolela nrano,
como si la guerrafuera un juego. Todo lo que los chicos sabíanso- hablándole.Por fln me miró. Sólo pudo decirme:'Qué suerteque vi-
bre la guerraera lo que habíanvisto por televisiónen las películas niste.papá'.Volvióa caeren un estadode inconsciencia.
americanas. "Durantecuatrodías con sus nochesme quedéjunto a é1,ha-
"Sólo recibimosdos cartasde Jorge;ambasconteníanpedidos blándole,dándolede comer y lavándolo.En el hospitalestabantockrs
de comida,cualquiercomida,chocolate.s¿rlalne, comicla.conricla.co- tan ocupados,qtte yo tenía quc ayudar.Jorgetcnía tattto apctito t¡ut'

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sin embargo,aqucllospor quienesestádispuestoa ponerseen la línea hi.jos,madresque clabanvueltasy sollozuburr. Alsr¡relrnr(.l)r(.r,unt{,
de fuegolo recompensan bien.A pesarde su actividadviajera,hay un por el caboCarrizoy le drjeque estabacn ()trotinlntlrrrs. No rur'irnrr('
parapoderbrindarel
lugar que Kc'r,inquierer,'isitar:Monte Lon-udon. a decirleque habíantuerto.Ahorasé que ¿rlllnll solt¡cvirio.l.rr :rt¡rrr.r
tributofinal a susamigos. momento.todoscreíamosque habíantuerto.E,lpach'e de IVllrss;rrl
1,,t's
Kevin Connery,e[ hornbreque se preguntabasi seríaun cobar- tabaesperando coll un Peugeot40-5que habíaconrpruckr cs¡tecilrlnrt.rrtt,
de en aquellalargatravesíahacialas Falklands.dio coll la rcspuesta paracuandoel hrlo re-gresara ai hogar.Cuandosupoque su lrrjoIr;rlrr:r
en Monte Longdon.Y por su valor en la batalla,fue mencionadoen muerto,se llevti el automóvily lo incendió.ltiste . muy triste.
despachos. "Me dieronla bajacaside inmediato.así que llamópor tcltilo.
no a tni madrc1' mc clirigía casa.Un tipo me llevó en su coche.\ir
SantiagoGauto arrojó las partesútilesde su rifle a las grisesy estabaen un elt¿rd() tal que inclusivese ofrecióa conlprarnlcr()l)ll\
fríasaguas,y lucgo se incorporóa la fila paraa-sregarel armaa la pila nuevas,pero lt--único qLreI'o queríaera vcllverA c¿isa.El hontbrccrrr
que se iba fbrmando.La rendicióntenía un gusto repulsivo.Colocó un funcionariopúrblico y me dijo que lo llamarasi nccesit¿rba algo.\ir
dos granadascn la pila, y de inrnediatofue tirado¿tlsueloy golpeado. cstabamuy enrocionadonrientrascanrinabahastala puertadc llr t'lrslr
Dcsdeahí abaio se cncontrómirando el caño de un rifle inglés.Los de mi madre.N'lean'oclillé a rezary dcspuésgolpcén la pucrrl. lrll;r
que estabanal mando se habríanrendido.pero Santiagoteníael mis- abrió y me abrazó.lr{i paclretambiénestab¿l allí, y t:sorne pr(xrul()
rno espírituimpetuosode siempre.Prontoestuvo¿tbordo del Cunbe' una gran alegríu.[{abíavueltoa visitara nli lnadre,a pedir notr(rir\
n'a, camino a su patria.En la embarcaciónque lo llevó hastael gran sobremí. Despuóstle quinceañosde separación. volvíana cstlr ¡rl
cruceroblanco.Santiagoconsiguióuna última victorianroral:se que- tos.Maravilloso.
dó rnirandofijanrcntea un guardiacle la Marina Real Britírnicaque "Fui a vel'u rni utlvia.Cristina,y nos abraz¿nros y cil;¡ llort'
habíaestadoriéndosede é1. Teníamosuna rclaciónnruy profunda,y ella me corlrprendía. l.t.,lr¡t.
Recuerdaque. en los rnomentosde hacerejercicios,veíacami- al padre:'En closañosnoscasamos'. El estabatalttconmovidov,..¡n,t
nar por la cubicrtaa los oflcialesque los habíantratadocon tantaIne- cionadoquecasisc lrlrogaen llarto.
ficaciay que los habíandirigido con t¿lnt¿Iincompetencia. A Santiago. "Durante.jrrlio¡ agosfode l9fl2.me encerréen rni cas¿r. lrr.L,rur
aquellolo cohnabade placer. dome a salir.Calninaba¡rortoda la casaen un estadode trance.l,ertlirr
"Veíamosque dabanvueltascomo perros.Nosotrosteníamos todo. Mi f'a¡niliapc-nsaba que me habíavuelto loco. NIe linrit¿rlrrr lr
camarotesy sabíamosque a ellos los teníanen las bodegas.Espero quedarmesentadol lt mesay mirarlosa todos.Sólo Cristinl nre
que seacierto.Los inglesesnos dieronlo que no nos habíandado los comprendía.Tambicnnle pusonral saberque rni fhnlilia me habirrerr
nuestros:comida.Probamosaquelpan blancoredondo,la sopay las viadopaquetes de comidiiy que ningunohabíallegadoa mis ur¿utos.
papasredondas.¿,Dedónde carajo sacanesaspapastan redondas'l "Encontrartrabqo tue otra batalla,que todavíahoy contirrrra
Despuésde la comida.hastanos dabanun cigarrillo.A todos nos paramuchosdc llosotros.Es la de las'MalvinasArgentirrrrs';
asombróque nos trataranbien. -suerra
si has estadoallí. nadie quiere saberuada de vos. Es como si todos
"Cuandollegamosa Puefo Madryn -aún estábamossuciosv iuéramosdeficicntesmentales.Me anotéen EN-fel,en la empresacle
apestábamos, a pesarde las duchasen el Cttnberra-- esperamos dieci- gas, en YPF, en Banco Nación I en todas las cmpresasgrandcscle
nuevehorasantesde que a trescientos de nosotrosnos amontonaran en rnuchoslugares.No hay lugar.lo sientoveteranode Malvinas.Por fin
un avión en el que sólo cabíannoventapasajeros.Viajamosparados conse-{uíun puestoen la tábricadoncletrabajabaCristina.Pero ahora
espaldacontra espaldahastaEl Palomar.y si alguno .sete apovaba trabajopara el municipio.Soy el cajeroque liquida ios sL¡eldos cle
contrala espalda,se hacíamuy difícil. No te podíasmover.ni siqurera -1.000personas. Hay otrosvereranos que tarnbiéntrabajanallí.
podíascaerte.De ahí tirimosal cuarteldel 7" Reginriento. en L;"rPlata. "Cristinay yo nos casamosen abril de lgtj¿t.v nos pas¿lrnos
to-
l-ascallesc'lclos alrededoresestabancolm¿rdas de gente.pcro erittlilc- tlo. hast¿rnuestros prulpios regalos.Conrencó a constluirnuestrac¿rs¿r v
lcntc de:cuantkrn<lshabí¿rnros iclo.Enlonccstotlo hubílrritkr alcuti;r: ttn añodespuós nacitinucstrahija Mayra.Prescnciar c'lnacimicrrlo lrrt'
I rl lolll. llrs clrllcs t'sllrb lrr t c t lllt ilr < ll¡ s( lc ! er lt c lt t t s ios lt ( l t t ( 'l ) t ¡ \ r 'i l l ) i t i l \ t l \ rtl!o csl)ccttrculur.
herrr.loso.Yir tcnlhrlaba
dc e.rnoción.
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casi me sacaun dedo. Cuando se fue a la guerra pesabaunos setenta "Reciénahora,doceañosdespués, estoyconlcnzur¡rlo lr tr:rrrr¡rrr
kilos, y ahoraera nadamás que treintakilos de piel y huesos.Después lizarme,mis nerviosse estáncalmando.Escuchara loclosirt¡uclkrs t'lrr
de cuatro días,un hombre me invitó a descansaten su casa,para que cos llorar de dolor en esassalaste afectabastante.La gcrrtclcrrthurt¡rrt'
me bañara,e incluso me prestóropa interior. Me llevó en su automó- respetara aquellosque fueron heridosy el sufrimienloquc tuvicror¡
vil desdey hasta el hospital. No tengo palabraspara agradecerlesu que soportar.Nosotrostambiénsufrimos,mi esposay yo. frue nucstr(l
amabilidad. hijo, nuestrohijo que se había ido en condicionesóptimasclc salurl y
"Para cuando Jorge estabalisto para ser trasladadoal hospital que volvió como estáahora,sufriendo.Nosotrossí que sabemoslo t¡rrc
de Campo de Mayo, yo les daba de comer y ayudabaa otros chicos significa sufrir, y duele,dueleprofundamente.Incluso ahora,si nli cs-
heridosen la sala.Yo sabíaque mi hijo intuía, que sospechaba algo en posase enterarade que hay un médicobrujo en la China o en cualquicr
relación con su ojo izquierdo. Más de una vez trató de conseguirun otro lugar que pudieracurarlo,lo llevaríaallí mañanamismo.
espejopara mirarse. "Nunca olvidaré cómo dieron con nosotros.En su inconscien-
"El día en que fue transferido,yo fui con é1,lleviándoloen la cia, Jorge murmurabasu nombre y dirección. Al principio pensaron
camilla. En el aeropuertohabía un viento punzante,helado.Tuvimos que él creía ser el generalGaltieri. Pero una mujer le pidió a un poli-
que depositarlosen la pista junto al avión. Lo único que tenían eran cía que constatarael número de teléfono y la dirección, y así fue co-
pantalonesy una sábana.Imagínese:todosaquellospobreschicos ten- mo supieronla verdaderaidentidadde Jorge;de otro modo, habríapa-
didos allí en la pista, bajo aquel viento helado.Había un viejo Fokker sado mucho tiempo antes de que pudiéramos saber dónde estabao
esperándonos, y dos integrantesdel personalmilitar que discutían.Me qué le habíasucedido.
acerquéa ellos y les dije: '¿Sabenpor qué perdimosla guena? Perdi- "Han pasadodoce años y la gente se olvida. Se olvidan en una
mos por lo que ustedesestánhaciendo,por discutir. En lugar de ha- semana.No quierensaber.Había más interéspor aquellosque volvían
blar pavadas,haganalgo. ¿Quierenque estoschicos se mueranacáen del Mundial de Fútbol que por los heridosque volvían a la patria des-
estapista?Mi hijo no murió en las Malvinas, y tampocose va a morir puésde la guerra.Sí, la gentese olvida con demasiadafacilidad.
en estapista'. Discutían sobrecómo subirlos al avión. Les señaléun "El dolor y el sufrimientoes eterno..."
montacargasque había en el lugar y les dije que podían utilizarlo para
elevar a los chicos en las camillas hastael avión. Tendríaque haber "En cuantovi a Jorgeen Comodoro-recuerdaHazel Altieri-,
visto el interior de ese avión. Me pasé todo el viaje sosteniendolas quise llorar o gritar. Sentíadolor. Ay, el dolor de ver a mi hijo así. Ha-
bolsitasde sangrey de plasmaen el aire porque ni siquierateníanlos blé con él y traté de ocultarlemi dolor. No queríaque lo notara.Des-
ganchospara ello. No habíanadaorganizado. pués fui a ver a los otros chicos que habíaen la salay que llorabanpi-
"En el hospital de Campo de Mayo mi esposay yo ayudába- diendo por susmadres.
mos todos los días. Ayudábamosa Jorge y a otros muchachosheri- "Llegué al hospital de Campo de Mayo una mañanay me en-
dos, chicos cuyos padresno podían ir a visitarlos porque venían de contré con la camavacía.Me asusté,hastaque supeque estabacon el
muy lejos, de los confines del país. No teníana nadie que los visitara doctor Nano, el especialistaen ojos. Cuandolo trajeronde vuelta, me
o los ayudara. dijo: 'Mamá,mamá,me falta un ojo'.
"El neurocirujanonos dio una explicaciónsobreel cerebro.Di- "Me quedé hablandocon é1.No dejabade hablarle.Sabíaque
jo que lo primero que movería sería la pierna, porque formaba parte de otra manera, él se pondría a llorar. Pero cuando me fui, me quedé
del sectormás fuerte del comandocerebral.Todoslos días,mi esposa en el pasillo, me apoyécontra una paredy lloré sin cesar.Me dolía el
y yo copiábamoslo que nos enseñabael fisioterapeuta.Imáginese corazín.
nuestraalegríacuando,un día, Jorgenos mostró que podía mover los "Hay gente que no tiene idea de lo que tuvimos que soportar.
talones. Todas las fricciones y masajesempezarona dar resultado. Algunos hacíancomentariosestúpidoscomo: '¿Por qué no le comprás
Fue el comienzode un prolongadoprogramade rehabilitaciónque fi- una linda silla de ruedas?'.No me interesabaperderel tiempo con esa
nalmentele permitiría volver a caminar.No perfectamente, pero lo su- clase de personas.Mi hijo iba a caminar.El y yo caminaríamos.jun-
ficiente como para poder moversesin precisarayuda. tos. Lucharíamos contraesto iuntos.

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"Cholo también sufría porque él sabíaque yo tenía problemas No queríaenterarmedel destinode mi Denzil. Ernie se habíaentcra-
cardíacos.y estabapreocupadopor la tensiónque yo teníaque sopor- do hacíaapenasmediahora.Le dijeronque Denzil habíaperdidouna
tar. El tambiénsoportóuna presiónintensa.Muchasvecesme acosta- pierna a diez centímetrosdebajo de la rodilla. Vino el médico, me
ba en la cama por las nochesy lo veía ahí parado,demasiadopreocu- dio un Valium y me quedédormida.A la mañanasiguiente,le dije a
pado como para dormirse.Sólo cuandouno pasapor lo que nosotros Ernie que Denzil habíaperdido la pierna izquierda.El no podía en-
tuvimos que pasar,se da cuentadel sufrimientoy el dolor de los pa- tendercómo era que yo lo sabía.Era porque yo tenía la pierna iz-
dresde los soldados. quierdainsensible.
"Lloré sin cesar.Lloré hastaque ya no pudellorar más." "Recibí un telegramade Denzil el jueves,y entoncessupeque
sobreviviría.Luego nada.Llamé a los Paracaidistas. al Ministerio de
Carol Connick nuncahabíaimaginadola posibilidadde una Def-ensa, al Ejército,a todos los lugaresdonde pensabaque podrían
guerracuandosu hijo Denzil fue convocadopara trasladarsea las Fal- ayudarmea saberqué le había pasado,qué pasabacon é1,cuándore-
klands.Preferíaque fuera allí antesque regresara lrlanda del Norte. gresaríaa casay dóndeestaba.Nadie sabíanada.Entoncesrecibí una
"Comencéa preocuparrne despuésdel hundimientodel Belgra- cartadel Ejércitoque me disgustótremendamente. Bueno,en realidad
y
no el She.ffield. Hastaentonces,todo habíansido sólo especulacio- no era una carta, sino una hoja de papel impersonalque decía cosas
nes. Ahora era real. Cuandose dio a conocerla noticia,me la pasé como: 'Hrjo muerto / mortalmenteherido / gravementeherido', etcé-
yendo y viniendo por la salade estar,hastagastarla alfombra.Quería tera,tachadolo que no correspondía. No podíacreerlo.Las personas
ver las noticiaspor televisióny no queríaverlas.Si hubierapodidoir- que idearonestetipo de comunicaciónimpersonaly la enviarona los
me a dormir hastaque todo acabara,habría sido feliz. Queríaconver- familiaresestánabsolutamentefuera de contactocon la realidad.Aún
tirme en avestruzy enterrarla cabezaen la arena.Comencéa darme hoy estoyfuriosaal respecto.
cuentade que aquello no tenía nada que ver con Irlanda del Norte "Denzil me llamó desdeel hospitalen la Isla Ascensión.Pare-
cuandoel 2qCuerpode Paracaidistas luchó en GansoVerde.Ahí supe cía vacilante.Me dijo que llegaríaa Brize Norton al día siguiente.
que era mucho más seriode lo que yo habíaprevisto.Estabanmatan- Cuandollamé a los Paracaidistas para decirlesque lo iría a buscar,me
do a los muchachos, allá. dijeron que no me permitiríanestarcercade é1.Les dije que destruiría
"Nuestroúnico alivio eransuscartas,siempreplenasde alegría el lugar si alguientratabade impedirque me acercaraa mi hijo.
y felicidad,con la confianzahabitualde Denzll, que nos contabaso- "Me habíandicho que el vuelo llegabaa las 10:30,pero sali-
bre las bromasque se hacíanentreellos. Nos reíamosde lo que decía. mos tan tempranopara no fener problemascon el tránsito que llega-
Nos alegrabaninfinitamente. mos a las 9 de la mañana.Acabábamosde llegar cuando atenizó el
"Yo tuve la horriblesensación, rnuy profundadentrode mí, al- avión donde traían a Denzil. Estoy convencidade que me informaron
go casi psíquico,de que algo iba a suceder.La tuve durantetoda la mal la hora deliberadamente, porque no queríanque los familiareses-
guerra,no fue un día en especial.El 14 de junio. estuveen un estado tuvieran en el lugar cuando llegabanlos heridos.Cuando uno estáen
tenible todo el día. Era un lunes.creo.Nosotrosni siquierasabíamos el Ejército,es sólo un número,no es el hijo de una madre.Todo el
cómo estabanlas cosas,pero yo sabíaque algo habíasucedido.Alre- Ejército y los militares queríanque celebráramosen la pista de aterri-
dedorde las nuevede esanoche,un vecino vino corriendohastacasa zaje sin que hubieraheridos a la vista. Emie, yo y nuestrosotros tres
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y nos dijo que la guerrahabíaterminado.En aquellosdías nosotrosno hijos, Kevin. Michael y Neil, esperamos en la sala.Observábamos a
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mirábamosla televisión:no podíamossoportarlo.Nos sentimostodos las familias que se reuníany se abrazaban.Enseguida,notamosque
aliviados,casifelices,pero mi esposo,Emie, se rehusóa abrir la bote- i ponían un toldo alrededorde la puertade entrada,para que nadie pu-
lla de champagnehastaque supiéramos que Denzil estababien. j diera ver lo que sacaban.Yo estabaindignada.Vi que un integrantede
1
"Me fui a trabajaral día siguientepensandoque tal vez podía- la FuerzaAérea descorchabauna botella de champagney me acerqué
mos reunirnosa tomar unos tragosa la noche,pero cuandobajé del a él y le drje que aquel no era un buen lugar para celebrar,ya que to-
ómnibusen casa,Ernie me estabaesperando. Supe.en cuantole vi la davíahabíaheridosen el avión.
cara.que lo que yo habíascntidose habíaconcretado. Salícrlrricntlo. "Pronunciaronmi nombre por los altoparlantesy un joven ofi-
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cial de la FuerzaAérea comenzóa acompañarmehastael avión. Nos amigosy todala gentedel barrio sereunieronparadarnosnlr¡cstllsrl,'
detuvo un oficial de alto rango,que parecíaalto y poderoso,y nos di- apoyo y hacernossaberque se interesabanpor Denzil y por no.solrl)\
jo que eso no estabapermitido.No pudo detenerme. "En mi interior tengo amargura.¿Porqué mi hijo'l Muchas vc
"Cuando vi a Denzil, no lo reconocí.Empalidecí.Yo tenía un ces me lo pregunto.Nunca les dije esto a Denzil ni a Ernie, y nunca
hijo que cuandose fue pesaba70 kilos, y cuandovolvió pesaba30 ki- hablamosal respectoporque no hacía falta. Todos sabíamoscómo st:
los. El Ejército me habíadicho que habíaperdido la piernaa diez cen- sentíaei otro. Ernie y yo podíamosieernoslos pensamientos.
tímetrosdebajode la rodilla. Le quedabansólo diez centímetrosde la "En retrospectiva,creo que fue una guena inútil, una guerra
pierna izquierday tenía la otra muy astillada.Lo tomé de la mano que nunca tendríaque haber existido. Mire a qué costo se dominó un
mientrascolocabanla camilla en el ómnibusambulancia.Estábamos lugar estratégico,cuando habría sido más barato darle a cada isleño
rodeadospor soldadosa los que les faltaba algún miembro, brazos, que quisierairse un millón de libras y dejar que los argentinosse que-
piemas,pies. Yo era el único familiar que había en el ómnibus en el darancon las islas.
viaje hasta el hospital Wroughton de la Real Fuerza Aérea. Cuando "Sé que mi hijo estabacumpliendocon su trabajo como solda-
llegamos,un carcelerome dijo: 'Usted ha infringido las reglas.Esto do. Peroduelecuandola gentedice que era su trabajo.
no estápermitido. No se permitenciviles'. "No me interesala política, pero culpo al gobiernode Margaret
"'¿Y qué?',le respondícon rabia. Thatcher.Los argentinosse equivoc¿uonal invadir, pero los isleños
"Denzil se sentíademasiadomal como para hablar.Estabate- también tendríanque cargarcon parte del peso de la guerra.Los isle-
rriblemente débil. Yo sólo quería quedarmecon é1,sosteniéndolela ños y la Falkland IslandsCompany comerciabancon la Argentina.
mano. Los dos llorábamos.Me quedécon él toda la noche,y al día si- Todos sabíanlo que se proponía la Argentina, cuáleseran sus ambi-
guiente lo trasladaronal Hospital Militar Woolwich, en Londres. Me ciones.En lo que a mí respectaellos los alentaron.Otra cosaque me
fui a casa,preparéuna valija y me dirigí a Woolwich. Llevaron a enfureciófue que unos dos mesesdespuésde la guerra,los baresy los
Denzil hastaWoolwich en helicópteroy a mí me instalaronen un ho- negociosdel lugar no aceptabanlos chequesde los soldados.Toma-
tel en las cercanías.Me quedécon él las siguientescinco semanas. Er- ban pesosargentinos.
nie consiguió quedarseuna semana,pero no podíamosdarnosel lujo "Nuestrasautoridadesmilitaresno mantienencontactocon los
de estarlos dos sin trabajary en Londres.Mis jefes se portaronmara- heridos. Sólo Simon Brewis se ha preocupadoy realizí su hermosa
villosamente.Me dijeron que me tomara todo el tiempo necesarioy tareacon todosellos.
que no me preocuparapor el trabajo. Denzil mejoró duranteaquellas "Si volviera a haber otra guerra, los militares tendrían que
cinco semanas.Cuandosuscompañerosiban a verlo él ponía una cara aprenderque los soldadosson nuestroshijos y que los familiaresno
desafiante,pero era nadamás que eso,una apariencia. somossólo números.Tendránque tratar a los familiarescon respetoy
"Cuando volví a casa,me llamaron y me avisaronque Denzil consideracióny tendránque demostrarun trato más personalizado
iría a casapor una semanay que llegaríaen un par de horas.A la ho- cuandodebaninformar sobremalasnoticias."
ra, la calle donde vivimos quedó cubierta con banderas.El barrio de
Denzil le daba la bienvenida.Fue emocionantepara todos nosotrosy
fue duro ver a Ernie que 1o sacabadel coche y lo entrabaen la casa.
Fuimos a una fiesta en el club de rugby y el Coro de VocesMasculi-
nas de Caldicotlo recibiócantando.Aquella nocheno hubo un rostro
por el que no resbalaranlágrimas.
"Ahora estábamosen una situaciónen la cual teníamosque
aprendersobrela discapacidadde Denzil y la mejor forma de ayudar-
lo. Tuvimosque ponerleuna cama abajo.pero el baño estabaaniba.
Vcr quc rnis hi.josiban por la casallevándolosobrelas espaldasme
rkllí¿r.Ar'lrrhoy.cuancklpicns<lcn cllo, mc ducle. [,os falniliarcs.los

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Luego nos hicieron pasara Diego y a mí a la oficina que supuse gimiento,hermosamente exhibidaen su caja de viclrio.Un joven oti'
pertenecíaal segundoal mando del regimiento.Por intermediode cial se rió cuando me vio paradojunto a la bandera.Al oído, Diego
Diego, expliqué que me sentíahonradode estar allí y agradecidode me transmitiólo que el oficial decía.
que comprendieranel propósitode mi visita. El oficial me dio un fir- -Huy una historia interesantesobreesa bandera,Vincent. Ve-
me apretónde manosy me dijo: "Si me hubieraenteradode su visila rás, cuandonuestroregimientoestabaen plena retirada,teníamosque
antesde estamañana,me habríaencargadode que hubierapodido te- rescatarnuestroorgullo. Esa banderafue traída desdelas montañas
ner accesoa todaslas instalaciones. Sé que a mis hombresy a mis ofi- [Monte Longdony WirelessRidge]. Despuésde la rendición. lc quita-
ciales les gustaríaconocerlo,pero, tal como estánplanteadaslas co- mos a la banderatodos los honoresde batalla y la escondimosdentro
sas, todo se hará con reservas.Lo único que le pido es que no tome del cuello del uniforme de uno de nuestroshombres.Pero tuvimos un
fotos. por razonesde seguridad".Era un pedido que también se acos- problemaen uno de los registros.Paratraer de regresoestabandcra,y
tumbra haceren Inglaterra. que no se la quedaranustedescomo trofeo de guerra,elegimos a un
Salimose inspeccionéel nuevo patio de desfilesBaldini. Me hombre al que ustedesno registraían parael regreso.
explicaronque el tenienteBaldini fue el único oficial argentinode ese -¿,A quién?-pregunté.
regimientoque habíamuerto en la guerra. El oficial sonrió y me dijo:
"Fue un soldadovaliente--{ijo el joven oficial que nos acom- -Al padre,el que llevabala sotana.Así que, como verás,no
pañaba-. Hastatenemosun tanqueque lleva su nombre,y dado que dejamostodo.
somosuna unidadmecanizada, parecealgo lógico.Algunasde las ca- Como resultadode aquel brillante ardid, estoshonoresde bata-
lles del campollevanel nombrede veteranosde Longdon.Los que no lla quedaríana salvo por muchos años.En aquel momento me reí de
consiguieronvolver a la patriason los héroes."Su inglésera limitado. veras.Pero.en retrospectiva,recuerdoa un hombre que murió tratan-
pero lo poco que hablabaera perfecto.No cabíandudassobreel entu- do de salvarla banderade su regimiento.
siasmo y la dedicaciónde aqueljoven oficial de pelotón. Parecíaun María, la encargadadel museo,miró las fotografíasde la guerra
joven oficial Sandhurstque acababade ser asignadoa su compañía. que yo llevaba,ya que lo único que el lugar no tenía,a excepciónde
Despuésvisitamos el museo del regimiento,donde hay trofeos un solitario envasede hojalatainglés, era un lugar donde exhibir co-
y honoresde batalla que datan de 1813 hastala actualidad,junto con sasde las Falklands.[Jno puededarsecuentade lo que pasó sólo des-
fotografíasy uniformes exhibidoscon orgullo en gabinetesde vidrio. pués de ver la situación desdela perspectivaargentina.Porque ellos
A los diez minutos, unos cuatro oficiales vestidosde fajina se habían perdieronno sólo una guemay su orgullo, sino también todos los
incorporadoa nuestravisita guiada,y Diego pronto se vio recargado efectospersonales.Es obvio entoncesque no tenganfotografíaspara
en su tareade establecercontactoentre todos nosotros.Gran parte de exhibir.
lo que dijeron era fascinante,y sus modaleseran impecables.Cuánto Mientras conversabacon los oficiales, algunosde ellos de alto
deseéque algunosde mis compañerosy oficiales del Tercer Regi- rango, el segundojefe me entregóuna placa. Alavez, yo le entregué
miento de Paracaidistas pudieranhaberestadoallí. una plaquetadel 3qCuerpo de Paracaidistas, que esperoresulteser un
Me quedé mirando una fotografía del tenienteBaldini con su símbolo de paz. Entoncesentró otro soldado y los oficiales de alto
primer uniforme. Elegantey típicamentemilitar. pensé,mientraslo rangosonrierony uno de ellosdijo:
miraba a los ojos. Había sido muy duro con sushombres,pero mantu- -El estuvoen Monte Longdon.
vo su posiciónen Longdon. Igual que los argentinos,nosotrostam- El soldadome estrechóen un abrazov me dio la mano con
bién tenemoscalles y lugaresque llevan el nombre de los héroes grancalidez.
muertos.Y el tenienteBaldini es un héroe a los ojos del SéptimoRe- -Es un honor conocerlo-me dijo--. Ustedesfueron excelen-
gimiento Mecanizado.Nadie tiene derechoa juzgarlo ahora,puesya tes soldados,excelentes soldados,profesionales.
no estáallí paradefenderse. De todasmaneras,tal vez hayacosasque Un joven oficial gritó:
aprr.'ndcrparacl fuluro. -Estoy tratandode que Vince nos cuentealgo sobreel entrc-
¿rl¡ olicrrtluul (erricntc
.lrr¡rlo Ilirklirrililrbíltrrrurblrn<lcn¡
rlcl rc namientoque reciben,pero él sólo sonríey sc hacccl tlistr:rído.
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Entonces,Diego, el veteranode Longdon y yo nos sentamos de los miembrosdel Parlamento.Bien hecho,muchachos,buen es-
juntos. "Pedro López", como debo llamarlo, era el hombre con quien pectáculo,pero fue fácil, ¿no?Todosconscriptos jóvenesde diciesiete
habíaintentadocomunicarmedurantecualro meses,y ahora,por pura años.No teníannadaque hacerfrentea nosotros,todosprofesionales.
casualidad,habíaaparecidode repente.Lamentablemente, ya se acer- Eseera ei mensajeque teníaparadamos.
caba el final de mi estaday no quedabatiempo de concertaruna en- Qué desagradable, pensé.Ellos eranjóvenes,pero nuestrosmu-
trevista. chachostambién:diecisiete,dieciochoo diecinueveen general,igual
El 1l de junio de 1982,Pedro López era el sargentodesignado que los argentinos.Doce años después,yo estabamirando los rostros
a la CompañíaB, que controlabael mortero de 120 mm en el valle del de los argentinossobrela paredde la salade entradadel regimientoal
Monte Longdon. Era el mismo hombre al que Jerry Phillips y Dickie que habían pertenecido.Sus rostros.los rostrosde nuestroschicos...
Absolon intentaronsacarjusto antesde que se iniciara la batalla.Y el en realidadno habíaningunadiferencia.Me di cuentade que el Arzo-
mismo hombre al que Dom y Ben intentaronatacarcon granadasdu- bispo había sido justo en 1982, pero en aquel entoncesno me había
ranteesabatalla.Pedrosonrió y me dijo: parecidoasí.
-Sabía que los inglesesquerían atraparme,así que me corrí Era tiempo de irme. No queríaquedarmemás tiempo de lo que
diez o quince metros.Todos los rastreadoresde ustedesdieron en mi permitía la bienvenidaque me habíanofrecido. Pero justo entonces,
posición anterior.Dios estuvode mi parte. cuandoestabaa punto de partir, pude ver ambosbandos.Vi la necesi-
Pedro sigue en el SéptimoRegimientoMecanizado,y mientras dad de hacer a un lado cuestionesde raza, color, religión o política.
escribo este libro, él está en Bosnia con las NacionesUnidas, traba- Olvidemosel bandoal que pertenecemos. El soldadoy susseresque-
jando junto con tropasbritánicas.Qué ironía, ¿no? ridos son los que sufren.Así que la próxima vez que ustedessientan
Mientras Diego y Jorge hablabancon María y los jóvenes ofi- que un soldadolos aburre con sus heridasy sus historias,recuerden
ciales sobre un futuro contacto entre nosotros,yo me acerquéhasta estelibro y piensenen Hazel Altieri, que hablapor todaslas madres
una pared cubierta con fotografíasenmarcadas.Cada foto de la sala cuyoshijos han estadoen la guena,y entoncestal vez lleguena com-
de entradadel regimiento pertenecea cada soldado muerto, y todos prenderlos "dos ladosdel inñerno".
estánallí: casi todos muchachosjóvenes, apenasmás que adolescen- "Lloré sin cesar.Lloré hastaque ya no pude llorar más."
tes. Mientras miraba las fotos, veía a todos mis amigosdel TercerRe-
gimiento de Paracaidistas que habíanmuerto en Longdon. Mis pensa-
mientos se remontaronal verano de 1982, cuando nos embarcamos
como nación en la gloriosaluminosidadde la victoria.
Aquel veranoestuveen el servicio en memoriade los caídosen
las Falklandsen la Catedralde San Pablo, en Londres,lugar que los
noticieros televisivos filmaron para la posteridadnacional. Sentados
frente a mí, justo al otro lado del corredor,estabanMargaretThatcher
y un grupo de importantesmiembros del Parlamento,ademásde la
Reina y otros miembrosde la familia real.
El Arzobispo de Canterburyse puso de pie y, con unas simples
palabras,provocó la ira de muchaspersonas,incluyendoa algunosde
los diarios nacionales.Mientrastodos bajábamosla cabezapara rezar,
dijo: "Recemostambiénpor los jóvenessoldadosargentinosmuertos".
Después,junto con un grupo de soldadosdel 2e y 3a Cuerpo de
Paracaidistas,me invitaron a la terraza de la Casa de los Comunes,
que tiene vista al Támesis.Ninguno de nosotrosdisfiutó demasiado
dc la ccrvezatibia ni de los sanclw,chcs dc pcpino.Se nosaccrcóuntl

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Teníael estómagoanudado,pero no porque acababade conocer


a los veteranosargentinosde Monte Longdon. Ver al centinelatan jo-
ven fue lo que me puso nervioso.Pasarondoce años,pero al verlo ahí
apostadofrente a los portones del cuartel del Séptimo Regimiento
Mecanizado,fue como remontarmeen el tiempo a junio de 1982.
En el automóvil iban conmigo Diego Kovadloff y JorgeAltieri.
Jorge le explicó el propósito de nuestravisita al centinela,quien nos
indicó que fuéramosa la salade guardia.Allí, un cabo emitió un pase
para nosotrosmientraslos soldadosjóvenes espiabancon curiosidad.
Yo también sentíacuriosidadpor ellos. Despuésde todo, nuncahabía
esperadoencontrarrneen el centro nerviosodel tema de mi investiga-
ción: el campode entrenamientodel SéptimoRegimiento.Jorgehabía
hccho los arregloscomo sorpresapara mí, aunquedebo admitir que
vo habíadejadotraslucircierto interés.
Cuando volvimos a subir al automóvil se nos unió otro cons-
r'ri¡rtoque sería nuestroguía. Llegamoshastael edificio principal,
rlorrtlclne alegréde poder repararrneun poco del ardientesol. Jorge
',t' lrrt'r¡ huscara los oficialesa cargo,para que pudiéramosvisitar el
nrr\('()rrrilitar,mientrasyo teníala sensaciónlevementeincómodade
,r'rt'srrrtlriñirdo por treso cuatrooficialesjóvenesque estabanhablan-
, |,, t r l;r srrllrtlc cntrada.Yo no entendíanadade lo que decían,por su-
l,ur',1o.Irr'r'o t'l lrnrbicnteno erahostil.
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Bems BRTTANTcAS
eN MorurE LoNcooN

3a Batallón, Regimiento de Paracaidistas

SargentoIan McKay. VC
Cabo StephenHope
Cabo Keith McCarthy
Cabo Stewa¡tMclaughlin
Cabo Alex Shaw
Cabo interino Peter Higgs
Cabo interino Christopher Lovett
Cabo interino JamesMurdoch
Cabo interino David Scott
SoldadoRichard Absolon, MM
Soldado Gerald Bull
SoldadoJasonBurt
Soldado Mark Dodsworth
Soldado Anthony Greenwood
Soldado Neil Grose
Soldado Peter Hedicker
Soldado Timothy Jenkins
Soldado Craig Jones
Soldado Stewart Laing
Soldadolan Scrivens
SoldadoPhillip West

-17heridos
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Be¡ns ARGENTTNAs
nN MoN.l.¡ LoNcooN y WTRELESS
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INDICE
7a Regintiento Mecanizado

TenienteJuanDomingoBaldini
CaboPedroAlberto drozco
Cabo Darío RolandoRíos
SoldadoElbio EduardoAraujo
SoldadoMiguel A. Arrascaeia
SoldadoAngel Benítez
SoldadoOmarAníbal Brito
SoldadoSergioA. Carballido
SoldadoAlfredo Cattoni
SoldadoJoséLuis del Hierro
SoldadoLuis Alberto Díaz
SoldadoMiguel Falcón
SoldadoAldo Omar Ferreyra
SoldadoMiguel A. Gonzilez
SoldadoNestorM. González
SoldadoDonatoM. Gramisci
SoldadoGuillermo E. Granado
SoldadoRicardo Herrera
SoldadoCarlosA. Hornos
SoldadoManuel A. Jlárez Introducción del awor
SoldadoJulio HécrorMaidana 9
SoldadoMarcelloD. Massad
SoldadoRolandopacholczuk Pntu¡ne PRRre:Amigos y ardversarios
SoldadoMiguelAngelpascual t9
SoldadoDanteLuis S. pereira SecuruoePeRre:Marchar, esperar,sufrir
SoldadoAlberto D. petrucelli 89
TetcpR¡ peRrp:En el infierno
SoldadoRamónO. euintana r6l
SoldadoIsaacErasm-o Rocha Cuanm PaRre:Despuésde la batalla
... 225
SoldadoJoséLuis Rodrísuez
SokiadoMacedonioRodiísuez
SoldadoJulioRomero Epílogo
SoldadoEnriqueH. Ronconi zgg
Apéndice
SoldadoAlejandro p. Varsas 307
SoldadoPedroCoskovic
SoldadoManuelA. Z.elaray án
Por lo menos80 heridos

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