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Literatura y psicoanálisis

Alicia Marta
Dellepiane

MISHIMA:
Máscara,
escritura
y goce

Comunidad Virtual Russell


MISHIMA: Máscara, escritura y goce
Literatura y psicoanálisis
Comunidad Virtual Russell
Directora: Lic. Beatriz Bacco.

Prohibida la reproduccion o transferencia total o parcial de esta obra


por cualquier medio, sin consentimiento por escrito de la Comunidad
Virtual Russell.
MISHIMA: Máscara, escritura y goce
Literatura y psicoanálisis
Lic. Alicia Marta Dellepiane

Editado por la Lic. Beatriz Bacco

Comunidad Virtual Russell


Buenos Aires, 2018
MISHIMA: Máscara, escritura y goce.
Literatura y psicoanálisis.
Lic. Alicia Marta Dellepiane.

Edición: Lic. Beatriz Bacco.


Diseño interior y tapas: Bernardo H. Banega (h)

Publicado en Argentina - Published in Argentina.


ISBN en trámite.
© Comunidad Virtual Russell, 2018.
Ciudad de la Paz 3505, Piso 4 A.
(1429) Buenos Aires, República Argentina.
russell@comunidadrussell.com
www.comunidadrussell.com
A mi esposo,
el poeta Manuel Ruano
(in memoriam)
Índice

• Palabras preliminares.

• Prefacio, por Enrique Ernesto Pagani.

• Mishima: sus obras.

• Kimitake Hiraoka: su vida.

• Algunos de sus biógrafos y críticos.

• Yasunari Kawabata y Yukio Mishima.


El maestro y el discípulo.

• La concepción de muerte en Japón


y la concepción de muerte en occidente.

• Las máscaras, la escritura y la letra.


Su interés para el psicoanálisis.
MISHIMA: Máscara, escritura y goce.

Palabras preliminares.

A fines de la década del 70, en México, escuché por prime-


ra vez el nombre de Yukio Mishima.
Años después, de vuelta del exilio, en 1985 me regalaron el
texto de Marguerite Yourcenar Mishima o la visión del vacío.1
Este texto despertó mi curiosidad sobre el autor y el tema;
pero los ideales estaban aún demasiado a flor de piel y hacien-
do estragos en mi existencia. Otras lecturas me ocuparon con
más urgencia en ese entonces.
Pero la inquietud quedó latente. También me retrotraía a
tiempos juveniles donde las lecturas y las prácticas orientales
habían ocupado mis intereses.
Después de un largo análisis, que me permitió colocar los
ideales en su lugar –ni sin ellos ni alienada a ellos– pude re-
tomar esa lectura y resurgió la necesidad de profundizarla y, a
continuación, de escribir.
1. Marguerite Yourcenar: Mishima o la visión del vacío, Seix Barral, Barcelona,
1985.

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Alicia Marta Dellepiane

Fue en el año 2004, en la Fundación Descartes,2 cuando


tuve un encuentro con Liliana Goya y la gente que participó
en el equipo temático “El budismo Zen y el psicoanálisis” –que
se fue ampliando y transformando hasta “El Zen y la función
de la palabra”– y de ahí mi retorno a las lecturas sobre Orien-
te, renovadas por el interés que Jacques Lacan señalaba para
los analistas.
Más tarde, en el año 2012, Liliana nos propuso presentar
un trabajo para participar en las conferencias auspiciadas por
el Centro Cultural e Informativo de Japón en Argentina. Pre-
senté una síntesis y justificación de mi interés por participar
en ellas con las lecturas que había realizado sobre Mishima y,
para mi sorpresa, me llamaron pues les interesó la propuesta.
Agradezco a la señorita Florencia Higa, las entrevistas en las
cuales intercambiamos opiniones sobre dicha conferencia.
Durante esos diez años hemos trabajado diversos textos
sobre esta temática. Comenzamos, por indicación de Ger-
mán García, con un conjunto que refería sobre las diferentes
concepciones del budismo en distintos países, muchos de los
cuales figuran en la bibliografía que he utilizado para esta
elaboración.
Recortando un rasgo singular cada uno de los integran-
tes eligió alguno; me incliné por el concepto de Tao. Este
concepto viene de China, pero tiene gran repercusión en el
Japón, sobre todo en el budismo Zen (Chan en China) y de
donde se toman muchas de sus enseñanzas.
2. Fundación Descartes: http://www.descartes.org.ar/

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MISHIMA: Máscara, escritura y goce.

En El camino y su poder se dice:


“El Tao que puede enunciarse
No es el Tao constante
El nombre que puede nombrarse
No es el nombre constante
Sin tener nombre, comienzo del Cielo-Tierra
Tener nombre, Madre de Diez Mil seres.”3
El chino no es una lengua indo-europea, no conoce el verbo
ser, en lugar de la cópula está este invento propio del chino que
es la palabra Tao que quiere decir, a la vez, hacer y decir, enunciar.
El Tao es: El hacer –sin nombre– no habiendo deseo.
El Tao es: El hablar –el nombre– habiendo deseo.
¿Cómo vivir con este dilema? La respuesta es por medio
del vacío-intermedio. ¿En qué consiste? En la oposición del
Yin y Yang los especialistas se detenían en el dos y no habían
observado la importancia que Lao-Tse había otorgado al tres.
Este vacío-intermedio puede considerarse como un número
tres, como una versión del litoral: lo que separa dos cosas que
no tienen entre sí ningún medio para mantenerse juntas, ni
ningún medio para pasar de una a otra.
El modo chino de razonamiento se encuentra invadido por
la metáfora que no se opone a la metonimia: cuando más
metáfora hay, más rica la metonimia. Se engendran mutua-
mente, siendo el hombre la metáfora por excelencia. O sea,
que lo privilegiado sería la relación de un sujeto dirigiéndose
al Otro.
3. Eric Laurent: Síntoma y nominación, Colección Diva, Buenos Aires, 2012, p.
163.

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Alicia Marta Dellepiane

Un analista puede ocupar un lugar en ese vacío intermedio


y operar para producir algún corrimiento en la identificación
al significante amo, actuando con un no-actuar para permi-
tirle circular a un sujeto en su historia y lo que retornó final-
mente para él. Actuar con el no-actuar es lo que permite que
se una lo que está separado, en esas rupturas donde la letra
inscribió el litoral.
Entonces, volviendo a mi interés por Yukio Mishima, co-
mencé a pensar cuál era la noción de vacío que podría estar
presente en este escritor japonés y qué función cumplió para
él la escritura y todo lo que en su cultura le funcionaba como
inscripción. El resultado de todas estas vueltas y revueltas en
mis lecturas es lo que presento en este texto.
Quiero expresar mi agradecimiento muy especial al pro-
fesor Enrique Ernesto Pagani, asesor de equipo temático “El
Zen y la función de la palabra” en la Fundación Descartes y
entrañable amigo.

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MISHIMA: Máscara, escritura y goce.

Prefacio.

Si nos atenemos a las palabras –¿a qué otra cosa si no?–


máscara tiene un étimo incierto: probablemente derive de la
forma latina tardía măsca(m), cuyo significado es bruja.
Según las diversas lenguas, el significante brujo se asocia
con distintos referentes: con lo diabólico, con la magia, con la
seducción, con el mundo vampírico, con las arpías. También
con la máscara de la tragedia griega: persona, como personaje
de un drama; con el tiempo, derivó hacia carácter, persona-
lidad. Sin embargo, aparecen otras connotaciones: pantalla,
ocultamiento, papel que uno juega en lugar de mostrarse au-
téntico y otras por el estilo.
En realidad, el lugar de la escritura enmascara –como todo
lenguaje– al yo escribiente o al yo escriptor. Como dice Jean
Allouch, hay una triple operación en “la instancia de la letra
como transliteración”: transcribir, traducir, transliterar. 4
4. Jean Allouch: Letra por letra, Edelp, Buenos Aires, 1993, pp. 18-19. [Original:
Lettre pour lettre, Éditions Érès, Toulouse, 1984].

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Alicia Marta Dellepiane

La transcripción es lo referente al sonido, al plano fo-


nológico; la traducción es escritura que ajusta lo escrito al
sentido y la transliteración es escribir ajustando lo escrito
al escrito, es la que señala “como simbólica la instancia de la
letra.”5
Y aquí, en el trabajo que presentamos, Alicia Marta Delle-
piane analiza, “letra por letra”, los topoi ‘máscara, escritura y
goce’ en uno de los más importantes escritores japoneses del
siglo XX, Yukio Mishima. Literatura y psicoanálisis se vincu-
lan sin estetizar al psicoanálisis ni psicoanalizar a la literatura.
Incluso hasta prácticamente deconstruye la lectura occidental
del vacío que la eminente Marguerite Yourcenar hace en su
ensayo Mishima o la visión del vacío y relaciona ese vacío con
el concepto que François Cheng presenta en Vacío y plenitud,
ese “aliento, que es espíritu y materia al mismo tiempo, prin-
cipio de vida y vida realmente encarnada (…) Es a la vez es-
tado supremo del origen y elemento central en el mecanismo
del mundo de las cosas.”6
Pero, además de comentar los textos y la bibliografía sobre
Mishima, creemos que el aporte más significativo, como nota
realmente original, es la relación que Alicia establece entre esa
“escritura con el cuerpo” tan característica y definitoria de
quien cumpliera –y se preparara prácticamente durante una
vida para ello– con la entrega ritual de su último aliento por
medio del seppuku, y con la poetisa argentina Olga Orozco.
En ambos creadores, el cuerpo también traduce, transcribe,
5. Ibíd.
6. François Cheng: Vacío y plenitud, Siruela, Madrid, 2010, p. 77. [Original: Vide et
plein. Le langage pictural chinois, Éditions du Seuil, Paris, 1979-1991]

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MISHIMA: Máscara, escritura y goce.

translitera y permite que pueda “leer su huella”,7 y se hace


“dependiente de un Otro cuya estructura no depende de él.”8
En ambos casos, “el arte, como la literatura, para vivir necesi-
ta sacar alimento y material de cosas llenas de vida.”9
En “Esfinges suelen ser”, Olga Orozco muestra una parte
de su cuerpo: las manos. Un fragmento del poema dice:
“Una mano, dos manos. Nada más.
Todavía me duelen las manos que me faltan,
(…)
Son manos transparentes que deslizan el mundo debajo
de mis pies,
que vienen y se van.
Pero estas que prolongan mi espesa anatomía
más allá de cualquier posible hoguera,
un poco más acá de cualquier imposible paraíso,
no son manos que sirvan para entreabrir las sombras,
para quitar los velos y volver a cerrar.
Yo no entiendo estas manos.
Sí, demasiado próximas,
demasiado distantes,
ajenas como mi propio vuelo acorralado adentro de otra
piel,
(…)
Son como dos esfinges que tejen mi condena con la mi-
tad del crimen,
7. Jean Allouch, op. cit., Contratapa.
8. Ibíd., op. cit., loc. cit.
9. Yukio Mishima: La ética del samurái en el Japón moderno, Alianza, Madrid,
2013, p. 21.

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Alicia Marta Dellepiane

(…)
dos manos extrañamente iguales a dos manos en su oficio
de manos,
desde el principio hasta el final”. 10
Las citas podrían continuar; Alicia Dellepiane las ha multi-
plicado y muy bien. Los lazos que teje entre ambos creadores
revelan una lectura atenta y una inteligente articulación con
los conceptos del psicoanálisis lacaniano. Una profusa biblio-
grafía acompaña y sirve a estas profundas y estimulantes re-
flexiones.

Enrique Ernesto Pagani


8 de diciembre de 2014.

10. Olga Orozco: Obra Poética. Selección, prólogo, notas, cronología y bibliografía
de Manuel Ruano, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2000, pp. 89-109.

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LA AUTORA
Alicia Marta Dellepiane es Licenciada en Psicología y en Ciencias de la Edu-
cación de la Universidad de Buenos Aires. Miembro AP de la EOL y de la
AMP. Directora y fundadora de NEPyAC –Nuevo Espacio de Psicoanálisis y
Actividades Culturales– y Miembro del Centro Descartes. Socia fundadora
en México de “Xopanizcalli Cuahunahuac” –Asociación Interdisciplinaria en
Salud y Educación Comunitaria–. Fue Profesora en la Universidad Autóno-
ma de Puebla y en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Méxi-
co, y en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y en la
Universidad Argentina “John F. Kennedy”. Es autora de Matemática para la
educación inicial, Magisterio Río de la Plata, Buenos Aires, 1995. Los sujetos
de la educación. La reconstrucción del yo como retorno de una ilusión, Lugar Edi-
torial, Buenos Aires, 2005. Traductora de artículos en francés de psicoanálisis,
educación y literatura, en diversas publicaciones. Colaboradora en revistas
de interés general, de educación y de psicoanálisis. Expositora y panelista en
diversos congresos y jornadas, tanto de psicoanálisis como de educación, con
publicaciones nacionales e internacionales. En Comunidad Virtual Russell es
autora del curso El lenguaje en los problemas escolares. ¿Causa o efecto?

LA OBRA
“Alicia Marta Dellepiane analiza, “letra por letra”, los topoi ‘máscara, escritura
y goce’ en uno de los más importantes escritores japoneses del siglo XX, Yukio
Mishima. Literatura y psicoanálisis se vinculan sin estetizar al psicoanálisis ni
psicoanalizar a la literatura. (…) Además de comentar los textos y la biblio-
grafía sobre Mishima, (…) el aporte más significativo, (…) es la relación que
establece entre esa “escritura con el cuerpo” tan característica y definitoria de
quien cumpliera –y se preparara prácticamente durante una vida para ello–
con la entrega ritual de su último aliento por medio del seppuku, y con la
poetisa argentina Olga Orozco.”
(del Prefacio de Enrique Ernesto Pagani)

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