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CAPITULO 9

García Caro, Concepción. Los catálogos en línea de acceso público. (OPAC). -- En: Pinto Molían, José, ed. --
La catalogación de documentos : teoría y práctica. -- Madrid : Síntesis, 1994. -- p. 418-430.
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LOS CATALOGOS EN LINEA DE ACCESO PUBLICO


(OPAC)
Concepción García Caro
9.1. Introducción

Este capítulo pretende hacer una revisión de la evolución de los catálogos automatizados y una presentación del
estado de la investigación sobre los mismos en la actualidad, ya que es un tema que esta evolucionando muy
rápidamente, sobre todo en los últimos cinco años, lo que se traduce en una fuerte presencia en la bibliografía
profesional. Esta abundancia de documentación sobre el tema en otros paises contrasta con su escasa presencia
en publicaciones y revistas españolas'. Es de suma importancia que en España empecemos a estudiar e
investigar en esta dirección, tanto los profesionales como los departamentos de Biblioteconomía y
Documentación, entre otras razones, porque se debe evaluar el resultado de la automatización de nuestros
centros de informacion, uno de cuyos productos es el catálogo automatizado, la puerta por la que los usuarios
acceden a los fondos documentales de Archivos, Bibliotecas y Centros de Documentación.

9.2. Definición

Los OPACs son los nuevos catálogos de las bibliotecas, aunque se les ha consi
derado unicamente como los sucesores de los catálogos en fichas o en otro tipo de soporte, suponen un salto
cualitativo con respecto a sus antecesores al mejorar y ampliar las funciones del catálogo, como se verá mas
adelante. Existen a partir de que las bibliotecas se automatizan y constituyen el módulo de búsqueda y
recuperación de información de los Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria, o también pueden ser un
sistema de búsqueda y recuperación independiente, en el caso de que la biblioteca no tenga un sistema
automatizado integrado. El OPAC es., por tanto., el instrumento que permite al público acceder y consultar, de
forma interactiva, los materiales que forman la colección de la biblioteca a través de un terminal de ordenador,
ya esté situado en la propia biblioteca o, utilizando las redes de telecomunicación, desde un terminal remoto.
Charles R. Hildreth, uno de los principales estudiosos del tema de los OPACs en la actualidad, ha analizado las
funciones que debe realizar un catálogo en línea de acceso público., que pasamos a describir a continuación'.
Los Catálogos en Línea de Acceso Público deben desempeñar todas las funciones de un catálogo tradicional, y
además, por sus características intrínsecas, deben realizar otras nuevas tareas que los diferencian y mejoran
respecto a los tipos de catálogos que han existido con anterioridad por muchas razones, entre las que destacamos
las más importantes.
Los OPACs son interactivos ya que se comunican con el usuario de forma dinámica, es decir, permiten
modificar sobre la marcha una búsqueda de informacion en el catálogo, al dar respuesta de forma muy rápida a
la peticion de información, permitiendo, de esta forma, que el usuario pueda decidir, a la vista de la contestación

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por parte del sistema, si esos son los documentos que le interesan. En caso contrario, el usuario puede
reformular la pregunta.
Su forma no limita su crecimiento, al contrario que los catálogos en fichas, cuyas reglas de funcionamiento
estaban muy mediatizadas por la preocupación de no hacer un catálogo excesivamente voluminoso y, por tanto,
inmanejable al usuario. Por ejemplo, según las Reglas de Catalogacion, una obra de más de tres autores se
encabeza por el título y se le hace secundaria al primer autor, o, en lo referente a los encabezamientos de
materia, la mayoría de las Listas recomiendan no dar más de tres por documento. La razón de estas normas era
que los puntos de acceso para cada documento no fueran excesivamente numerosos, pues cada uno de ellos
requería una copia de la ficha, que había que mecanografiar e intercalar. El bajo coste y la elevada capacidad de
las unidades de almacenamiento de los ordenadores, por un lado, y, por otro, que cada documento está
representado en la base de datos por un unico registro con todos sus puntos de acceso, hace que la multiplicación
de estos no hagan inmanejable el OPAC.
Son públicos, es decir, no están diseñados para que los use el personal bibliotecario sino el público en general.
Esto hace que tenga una importancia excepcional, como veremos más adelante, el diseño de las pantallas en
cuanto a las explicaciones sobre el funcionamiento del sistema. Los OPACs deben explicarse por si mismos.,
para que cualquier persona los pueda usar.
Las posibilidades de acceso a los registros son infinitamente más amplias. Además de permitir la búsqueda de
documentos por los tradicionales puntos de acceso del registro: autor, título, encabezamiento de materia, etc.,
permiten además la combinación de varios términos contenidos en esos puntos de acceso por medio de los
operadores booleanos Y, 0 y NO. Esto es imposible de realizar en el catalogo en fichas.
Por último, los OPACs posibilitan el estudio del comportamiento de los usuarios durante el proceso de
búsqueda, es decir, es posible saber con exactitud, no sólo mediante encuestas, qué hacen los usuarios durante la
búsqueda, pues queda registrado, y por qué y cómo lo hacen, dónde se equivocan, etc., lo que proporciona una
información muy valiosa para poder solucionar tanto los problemas de comunicación del sistema con los
usuarios, como los problemas relacionados con el contenido de los registros y las formas de acceso a los
mismos.

9.3. Evolución de los OPACs

La historia de los OPACs se inicia durante los años 70 y principios de


los 80. En los Estados Unidos empiezan a aparecer en las bibliotecas públicas y universitarias a finales de la
década de los 70, en Europa lo hacen un poco más tarde, entrados los años 80, y desde entonces su número no ha
parado de aumentar, a medida que todas las bibliotecas han ido introduciendo sistemas automatizados. En
España los OPACs aparecen a partir de la segunda mitad de los años 80.
Charles R. Hildreth establece una división, siguiendo la evolución de los OPACS, que se ha hecho
famosa y es usada por todos los estudiosos del tema'. Hildreth habla de tres generaciones desde el nacimiento de
los catálogos en línea, la primera, en la que engloba los primeros intentos de OPACS; la segunda, a la que
pertenecen la mayoría de los OPACs que conocemos en nuestras bibliotecas, y nos estamos encaminando hacia
la tercera generación. Esta 'Última la trataremos al final del capítulo.
Bajo la denominación Primera generacion se engloban los OPACs que surgen de los primeros sistemas
automatizados introducidos en las bibliotecas, que realizaban únicamente tareas de catalogacion y circulación.
Estos primeros sistemas automatizados trabajaban con registros en los que se consignaba una mínima

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información sobre los fondos, y esa información era la que se ofrecía al público a través de un terminal.
Esta primera generación, por tanto., se caracterizaba, en primer lugar, por ofrecer posibilidades muy limitadas de
búsqueda y recuperación de la información contenida en los ficheros. Se podía acceder a los registros por la
primera palabra del punto de acceso. En segundo lugar, el contenido de los registros no estaba normalizado y
además carecían de control de autoridad. En tercer lugar, ofrecían sólo una única forma de mostrar los registros
en la pantalla. Por último, el "interface" de usuario era el que se había diseñado para el personal bibliotecario,
no estaba pensado para el público en general, lo que condicionaba la aparición de vocabulario y expresiones muy
especializadas de los catalogadores, por ejemplo, dentro del conjunto de opciones en el menú de la pantalla
aparecían frases como "encabezamientos secundarios". Por supuesto, al no estar pensados para el uso del
público en general no proporcionaban ninguna ayuda sobre su funcionamiento al usuario no experto.
Podemos resumir que la característica más sobresaliente de la primera generación es que los OPACs imitaban a
los catálogos en fichas en cuanto al contenido de los registros, el acceso a los mismos y en la organización de los
ficheros.
La Segunda generación, a la que pertenecen los OPACs que conocemos hoy día., supone un avance respecto a la
generación anterior en la estructura de la base de datos, en los métodos de acceso, y en el esfuerzo para que la
interacción del sistema con el usuario sea cada vez más fácil.
Los avances en la estructura de la base de datos y en los métodos de acceso, los OPACs de la segunda
generación los han tomado directamente de los IRSI comerciales, mucho más avanzados que ellos en este
sentido. Los avances en la facilidad de uso la han emprendido los OPACs solos, puesto que los IRS están
diseñados para ser usados por profesionales de la información que hacen de intermediarios en las búsquedas de
los usuarios en las distintas bases de datos, mientras que los OPACs pretenden lo contrario, que la búsqueda y
recuperación de la información la hagan los usuarios sin otra ayuda que la proporcionada por el propio OPAC.
En la actualidad, se puede afirmar que, desde el punto de vista informático, tanto los OPACs como los IRS
realizan las mismas operaciones de busqueda y recuperación de informacion aunque., como señala Hildrethl, las
diferencias que existen entre ellos se deben a la forma de tratar la información, ya que los registros de los IRS
contienen resúmenes y el sistema de indización que utilizan es generalmente el de descriptores o palabras clave,
es decir, lenguajes postcoordinados, mientras que los registros de los OPACS, generalmente en formato MARC,
están indizados con listas de encabezamientos de materia, lenguaje precoordinado, y carecen de resúmenes. Otra
diferencia entre ambos es que los IRS se ocupan de campos de conocimiento restringidos mientras que los
OPACs lo hacen generalmente de campos más
amplios.
A partir de la segunda generación de OPAC vemos que se produce una confluencia entre estos y los Sistemas de
Recuperación de Información comerciales que hasta este momento habían estado separados. La mayoría de los
catálogos en línea de la segunda generacion tienen todas las posibilidades de estos sistemas en cuanto a la
búsqueda y recuperación (limitaciones, restricciones en la búsqueda a un campo concreto, truncamiento,
presentación en pantalla e impresión en varios formatos, etc.). También poseen capacidades de búsqueda por
medio de los puntos de acceso al registro: autor, título, encabezamiento de materia., etc. y, además., capacidades
de búsqueda mediante la combinación de palabras clave. Así mismo, tienen posibilidades de restringir la
búsqueda por campos, de enmascarar y truncar caracteres, de limitar por fecha, idioma o lugar de publicación y
la visión e impresión de los registros en distintos formatos. A esto hay que añadir diversos niveles de
"interfaces" para usuarios expertos e inexpertos.
Una vez conseguidas todas estas utilidades, se ha producido un estancamiento en la evolución de la segunda
generación, y es el no haber seguido profundizando en el aspecto más importante, y que es la característica que
los diferencia de los IRS, que el OPAC se explique por sí mismo, lo que cada vez es más difícil teniendo en

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cuenta la creciente complejidad de su estructura. La facilidad de uso se traduce en el "interface" de usuario y es,
por tanto, necesario que nos detengamos un momento en este punto.

9.4. El "interface" de usuario

En general, el término "interface" se aplica a la parte de los programas con la que el usuario de un sistema
informática entra en contacto directo cuando lo está usando', lo que significa poner en relación al usuario con los
métodos de búsqueda, los formatos de presentación y con la información sobre cómo funciona el programa
mientras se está en línea. 0 dicho de otra forma, es la parte del programa que enlaza al usuario del terminal con
el mecanismo de búsqueda y recuperación del catálogo. Su misión consiste en traducir las entradas utilizadas
por el usuario en una búsqueda, presentar los comandos que se pueden usar y traducir los resultados de forma
que el usuario los pueda entender. Podemos considerar el "interface"" como un proceso de comunicación., como
propone Jean M. Tague, un diálogo en el que el usuario y el sistema intentan aprender el uno del otro mediante
una conversación en la que ambos están buscando información: el usuario sobre el sistema, sobre la forma en
que éste describe el material que será relevante a sus necesidades de información; el sistema la busca sobre el
usuario, sobre la forma en que describe el material que quiere recuperar. Se inicia, pues, un diálogo en el que el
usuario hace conjeturas sobre el lenguaje del sistema y sobre la estructura que debe tener la estrategia de
búsqueda. El sistema busca sobre lo que le ha pedido el usuario y., en respuesta a la estrategia de busqueda
seguida por éste, le muestra cómo están descritos los documentos que ha recuperado. Esta respuesta puede
cambiar la percepcion del usuario sobre la relevancia de las referencias y, en el caso de que la misma sea
negativa, puede modificar la pregunta'.
En la actualidad conviven dos tipos de "interfaces" en los OPACS, los que usan comandos, palabras para
designar las distintas funciones, y los sistemas de menús, un listado de opciones que representan las funciones
para que el usuario escoja mediante el simple acto de señalarlas. Generalmente están considerados los primeros
como difíciles de aprender pero rápidos de usar, por lo que se les considera idóneos para los usuarios
experimentados, y los segundos como más fáciles pero más lentos y son juzgados mas apropiados para los
usuarios inexpertos.
La situación ideal es que existan los dos tipos en el mismo OPAC.
Respecto al "interface" que utiliza el lenguaje de comandos, la dificultad estriba en que para poder emprender el
diálogo el usuario debe aprender el lenguaje del sistema que, como todo lenguaje, consta de vocabulario y
sintaxis, es decir, de palabras y cómo indicar las relaciones entre ellas. El problema es que aunque existe un
Lenguaje Normalizado de Comandos el CCL, su uso no está , totalmente generalizado aún en los OPACs
operativos en la actualidad,, lo que está dando lugar a una gran confusión entre los usuarios de varios OPACs
con distintos lenguajes de comandos.

9.4.1. Problemas de los usuarios

Las investigaciones que actualmente se están llevando a cabo sobre el comportamiento de los usuarios ante los
OPACs que aparecen reseñadas en los artículos de Borgman [1985], Yee [1991], Hancock-Beaulieu y Mitev
[1989] y Hildreth [ 1985, 1987] están poniendo de relieve los principales problemas con que se encuentran los
usuarios a la hora de utilizar los catálogos automatizados.

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Siguiendo el esquema que propone Christine L. Borgman en su artículo "¿Por qué son difíciles de usar los
catálogos en línea.?" podemos estudiar la naturaleza de los problemas de los usuarios dividiéndolos en dos
grupos: los relacionados con el desconocimiento por parte de los usuarios de los aspectos mecánicos de la
búsqueda, y los derivados del desconocimiento de los aspectos conceptuales de la misma .

Así pues, dentro del primer grupo, problemas derivados de los aspectos mecánicos de la búsqueda, son
mencionados por todos los autores citados antes como mas importantes los siguientes:

- La falta de comprensión de cuáles son las causas de los errores cometidos, ya que el sistema no avisa cuando se
incurre en un error mecanográfico u ortográfico, sino que contesta "O registros encontrados", lo que suelen
interpretar los usuarios como que no está en la biblioteca el documento buscado, en el caso de búsqueda de
documento conocido, o que no hay nada de determinada materia, en el caso de búsquedas más generales. Por
tanto no es que el usuario interprete mal el mensaje de error, es que el sistema no lo anuncia como tal. En
relación con este tema Martha M. Yee puntualiza que en el diálogo con una máquina se debe especificar mucho
más que cuando este se produce entre personas, pues se debe ser rigurosamente exacto. Aunque esto no es un
problema nuevo puesto que también el catálogo manual presentaba problemas de comunicación al usuario, este
tenía enfrente fichas y podía buscar entre ellas y, aunque desconociera las reglas de catalogacion., podía
reconocer lo que estaba buscando al encontrarlo. Con el ordenador, en cambio, el usuario debe teclear lo que
busca, es decir, debe saber expresar lo que quiere y hacerlo en la forma en que están descritos los registros.
- La poca frecuencia de uso requiere un reaprendizaje del OPAC por parte del usuario cada vez que
lo va a utilizar. La consecuencia que se deriva de ello es que los usuarios tienen miedo a no recordar los
comandos de forma correcta, o no haber memorizado la manera de señalar los términos de la búsqueda y cómo
éstos se combinan mediante la lógica booleana. Esto se complica aún mas cuando los lectores son usuarios de
varios OPACs y cada uno tiene una forma distinta de funcionamiento.
- Los usuarios sufren un proceso de confusión navegacional a través de las pantallas del OPAC, es
decir, tienen problemas para saber en que parte del proceso de búsqueda están realmente y recordar las reglas
para salir y/o volver atrás durante la realización de la estrategia de búsqueda.

En cuanto al segundo grupo, problemas derivados del desconocimiento de los aspectos conceptuales de la
búsqueda, podemos reseñar los siguientes:

- Dificultad para aumentar o disminuir el resultado de la búsqueda. No es de extrañar este problema ya que para
poderlo resolver hace falta un alto nivel de conocimiento del OPAC. Hay que conocer, por ejemplo, la técnica
del truncado para aumentar el número de registros encontrados, en el caso de que estos sean escasos a juicio del
usuario, o, en caso contrario, utilizar limitaciones por idioma, fecha, o lugar de publicacion para restringir el
número de registros recuperados, cuando éste sea excesivo.

Está comprobado que los usuarios no entienden las diferencias entre distintos ficheros, índices y
campos. No comprenden la distinción entre la búsqueda por lenguaje controlado o en texto libre, o entre la
búsqueda por coincidencia exacta de los terminos o por ojeo en los distintos índices.

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- Al no conocer las reglas de catalogación, que dicho sea de paso no tienen por qué saber, los usuarios se
empeñan en buscar los títulos empezando por el artículo, o por autor poniendo en primer lugar el nombre de pila,
o por una entidad subordinada cuando está encabezada por una entidad superior, etc., lo que da lugar a no
encontrar nada en la búsqueda de un documento conocido.

- En relación a las presentaciones de los registros recuperados, los usuarios tienen dificultades para entender los
códigos y abreviaturas, especialmente los referentes a la signatura topográfico y los datos de préstamo.

- A pesar de que todos los estudios demuestran que la forma más utilizada para buscar a través del OPAC es la
búsqueda por materias, la experiencia demuestra que el usuario no está familiarizado con el lenguaje de
indización y tiene dificultades para encontrar el o los términos de materia que son los adecuados para recuperar
los documentos que considera pertinentes, lo que le lleva a frecuentes fracasos.

- Los sistemas OPAC existentes en la actualidad no conducen al usuario desde un o unos documentos
encontrados a otros registros relacionados que también están almacenados en la base de datos, es decir, dan por
sentado que la búsqueda ha terminado cuando se recuperan registros.

Borgman señala que sólo cuando se han entendido los aspectos conceptuales los usuarios están en condiciones
de explotar todas las posibilidades que brindan los OPAC. Algunos de estos problemas son solucionables con
un buen "interface" de usuario, ya que como dice Hildreth no hace falta esperar a la llegada de la quinta
generación de ordenadores sino aplicar el sentido común a la hora de diseñar los "interfaces" de usuario en los
OPACs. Otros, sin embargo, deberán esperar a la nueva generación para ser solucionados.

9.4.2. Soluciones a los problemas

La investigación hoy día está muy volcada hacia la consecución de OPACs amigables para el usuario, que es
donde más fallan los actuales, mediante estudios sobre el comportamiento de los usuarios al realizar sus
búsquedas. El resultado de tales investigaciones está ayudando a los profesionales de los centros de información
a diseñar sistemas que proporcionen un mejor servicio a los usuarios de los OPACs.
En este sentido Hildreth plantea que los principales factores que se han de tener en cuenta en el diseño de
OPACs son los siguientes:

- No asumir nunca que el usuario puede navegar a través de una base de datos compleja, con muchas opciones
de recuperación, sin ayuda por parte del sistema.

- No permitir nunca que la presentación de un registro en la pantalla signifique el final de la búsqueda, por lo que
el sistema debe poder usar el registro seleccionado por el usuario como punto de partida para buscar documentos

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relacionados.

- No asumir nunca que el usuario conoce el vocabulario de indización, que entiende la diferencia entre términos
en texto libre y encabezamientos de materia y/o números de clasificación, en lenguaje controlado, asignados a
los documentos.

Joseph R. Matthews ha estudiado el diseño de pantallas de los OPACs y la presentación de la información en las
mismas. El parte de la idea de que los buenos OPACs deben acomodarse a la forma en que la gente entiende la
informacion a través de una pantalla. Hasta ahora, cada OPAC ha desarrollado una forma de presentar los datos
en la pantalla, ya se refieran a información sobre los registros encontrados en una determinada búsqueda, o a
información sobre el funcionamiento del OPAC; esto ha llegado a ser de la máxima importancia teniendo en
cuenta que cada día aumentan los OPACs en las bibliotecas y es de suponer que un gran número de usuarios
frecuenten varias, por lo que deben aprender a usar más de un OPAC, por ello es muy importante que se llegue a
un acuerdo sobre el diseño de pantallas para no provocar frustración en los usuarios de los catálogos en linea.
Por todo ello, Matthews ha elaborado unas directrices que pueden servir de base para llegar a un consenso en la
forma de presentación de la información en las pantallas de los OPACs, basándose en los informes de los
estudios sobre los comportamientos más frecuentes de los usuarios.
Las líneas generales sobre las que se ha de elaborar un buen "interface" amigable al usuario, siempre según
Matthews, deben estar basadas én el principio de que sea fácil de aprender, usar y recordar. La información
debe presentarse de tal forma que no haya una gran densidad de caracteres en cada pantalla, para no obligar a
retener mucha cantidad de información que va a ser usada más tarde, por lo que cada pantalla debe tener sólo la
información que se pueda usar desde ella. Los datos relacionados deben presentarse en la pantalla de forma que
estén agrupados. Por último, la presentación general de la pantalla debe seguir un esquema visual predecible ".
Las directrices que propone Matthews para la presentación de pantallas de ayuda, es decir, las que explican
cómo funciona el sistema, deben atenerse a las siguientes consideraciones:

- Los mensajes deben ser cortos y simples, redactados en forma afirmativa, es decir, diciéndole al usuario lo que
debe hacer y no lo que debe evitar, y el orden de las frases debe corresponder al de la secuencia de las acciones a
realizar.

- Se debe huir de la utilización de abreviaturas, las palabras han de usarse en su forma completa y además deben
ser palabras familiares a los usuarios, evitando el uso de toda jerga profesional, ya sea bibliotecaria o
informática.

Es muy importante que se llegue a un acuerdo de normalización en el vocabulario a utilizar en los OPACs.

- En cada pantalla debe aparecer sólo la información esencial a las necesidades del usuario desde esa pantalla, no
obligándole a memorizar nada, y no olvidar nunca que el usuario debe saber siempre en qué parte del proceso de
utilización del OPAC se encuentra y la forma de salir de él en cada momento. Para ello Matthews propone que

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cada pantalla siempre esté dividida en tres partes:

- Superior: para identificar la pantalla en la que se encuentra el usuario.


- Central: para presentar la información que proporciona el sistema.
- Inferior: para las opciones disponibles al usuario en cada momento.

Las directrices propuestas por Matthews sobre la forma de presentación de los registros en la pantalla son las
siguientes:

Respecto a las etiquetas:

- Deben ir en mayúsculas y ser palabras no abreviaturas.


- Se debe obviar el uso de jergas, tanto informática como bibliotecaria,, en los nombres de las etiquetas; los
términos deben ser los que usa la gente para designar cada uno de los elementos de un registro.
- Deben ir justificadas a la derecha, situadas a la izquierda de los datos y separadas de éstos por dos puntos
y un espacio.
- Deben presentarse en una intensidad de luz más baja que los datos.

Respecto a los datos de los registros:

- Los encabezamientos de materia deben verse como parte del texto


- El texto debe ir destacado en mayor intensidad de luz que las etiquetas.
- No deben presentarse los registros en formato ficha tradicional, sino en formato etiquetado y
estructurado.
- Deben ir justificados a la izquierda.
- No debe haber guiones para partir las palabras al final de la línea

Se puede concluir, siguiendo a Hildreth", que los problemas que debe resolver la segunda generación de OPAC,
para convertirse en la tercera generación,, se pueden resumir como sigue:

- Mejorar el acceso por materias por medio del aumento del número de términos de materia que contienen
los registros y además perfeccionar el control de autoridad.

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- Crear "interfaces" de usuario más naturales y flexibles.


- Ayudar con estrategias de búsqueda alternativas cuando falla la que ha utilizado el usuario.
- Conducir desde un término de búsqueda en texto libre a los distintos puntos de acceso del registro para
ampliar la búsqueda hecha por el usuario con otros registros asociados.
- Ordenar las referencias recuperadas en orden decreciente de relevancia, según el criterio de la búsqueda
empleado por el usuario.

9.5. El futuro

El futuro mas inmediato es la tercera generación de OPAC que existe actualmente en fase experimental. Varios
grupos de investigación están elaborando y probando las características que tendrán estos nuevos OPACs que
vendrán a solucionar los problemas actuales y a mejorar sus prestaciones. De entre todos ellos destaca el
proyecto OKAPI (Online Keyword Access to Public Information) nacido en 1984 en la Polytechnic of Central
London Univertity, que se está configurando como el prototipo de esta nueva generación. Dicho proyecto está
descrito detalladamente por Stephen Walker" y entre las características más sobresalientes podemos señalar la
posibilidad de corregir automáticamente los errores de escritura de los términos de búsqueda, mediante el rastreo
que hace el sistema en los índices de la palabra tecleada por el usuario. Si la palabra no se encuentra, el sistema
muestra la o las que tengan mayor número de caracteres coincidentes. De esta forma aunque la palabra
encontrada por el sistema no sea la que quería emplear el usuario, este se dará cuenta de que ha cometido un
error y puede volver a teclear otra vez el término de búsqueda.
OKAPI ordena los registros recuperados en una búsqueda por materias en orden decreciente de relevancia de los
mismos en relación con el criterio de búsqueda planteado por el usuario. Esto es posible asignando, a cada
materia de las usadas para indizar los registros de la base de datos, un peso que será inversamente proporcional a
la frecuencia de uso de esa materia en el conjunto de los documentos indizados, es decir, cuanto más frecuente
sea una determinada materia menor sera su peso., pues se considera que es más general, y a la inversa, cuanto
menor sea el uso de una materia, mas específica sera y, por tanto, tendrá más peso.
Otra característica de OKAPI, es la de ofrecer ayuda de forma automática mediante estrategias alternativas a la
formulación hecha por el usuario en la búsqueda de información. Está descrita por Micheline Hancock-Bealieu
y Stephen Walker" y representa una novedad respecto a los OPACs de la segunda generación, es lo que se ha
denominado Expansion Automática de la Pregunta". Consiste en que el sistema aprovecha las peculiaridades de
los registros recuperados en una determinada búsqueda, y que el usuario haya juzgado relevantes, y
aprovecharlas para la recuperación de otros registros también relevantes y que no han sido recuperados por el
usuario. El termino expansión no se refiere a ampliar la pregunta del usuario sino a añadir terminos a la
búsqueda, ya que OKAPI supone que la características má s rara que aparece en un registro recuperado sera
relevante y estara en otros registros también relevantes pero no recuperados en la estrategia de búsqueda
planteada por el usuario.
Otros proyectos de investigación están ensayando el enriquecimiento del vocabulario de materias de los
registros. Está comprobado que las listas de encabezamientos de materia son insuficientes para una buena
recuperacion por materias en los actuales OPAC. Ya Pauline Atherton en 1978 ``citada por Cousins" había
hablado de enriquecer los registros con las palabras de los índices y tablas de contenido de los documentos.,
puesto que está comprobado que la terminología mas precisa sobre el contenido de un documento se encuentra

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en su índice. En este sentido Hildreth" habla del proyecto que está desarrollando la British Library, a través de
la Bibliographic Services Division, para añadir a los registros en formato MARC los términos de las tablas de
contenido y/o los índices de los documentos y a continuación indizar estos conceptos mediante un lenguaje
controlado. Para hacer más fácil la inclusión de las palabras de los índices se ha ideado un sistema para leerlos
automáticamente, mediante un scanner y por medio de un programa son introducidos directamente en el registro
como un campo mas del formato MARC.
En este sentido, también Stefanie A. Wittenback informa de otros proyectos paralelos que se están desarrollando
como es el de MARBI"' presentado en la ALA en 1991 como Informe 46 "Mejora de los registros USMARC
con la tabla de contenidos" en el que se proponen varias opciones para incluir la tabla de contenidos en el
formato USMARC, ya sea usando campos 7XX para hacer entradas secundarias de autor/título de cada capítulo,
o utilizando el campo 505 (nota de contenido) modificado. Por otro lado la Australian Defence Force Academy
Library, a través del "Enhanced Subject Project" (ESP) está estudiando incluir en el campo 653 (término de
indizacion no controlado) los términos o frases que aparecen en la tabla de contenidos".
En relación con la mejora del "interface" se están investigando nuevas posibilidades alternativas al sistema de
menús o de comandos. A finales de los años ochenta y principios de los noventa nacen los llamados Interfaces a
Gráficos de Usuario" que están basados en el uso de ventanas ) iconos (imágenes que representan cosas o ideas)
y dispositivos para señalar (como el ratón) para manipular información y comunicarse con el sistema". El
propósito de los GUIs es hacer que el sistema sea más fácil de usar, sobretodo a los principiantes, debido a su
expresividad gráfica.
Por último, volviendo sobre el problema que se plantea por la inexistencia de un "interface" común a todos los
OPACS, que se ha señalado antes, urge llegar a una solución puesto que la función de los OPACs se está
ampliando para incluir también la posibilidad de acceder por medio del OPAC de una biblioteca, a los OPACs
de otros centros de información, a bases de datos en CD-ROM y a bases de datos comerciales,, ya contengan
estas información textual, sonora o visual, a través de las redes de telecomunicación. Es decir, por medio del
OPAC los usuarios podrán estar conectados a otros sistemas de información. Como señala Husler, el OPAC ya
no será una representación de los fondos locales de una biblioteca, sino que se convertirá en una puerta de
acceso a todo tipo de información, no importando donde esté ni quien sea el dueño, sino dónde se encuentra y en
qué formato". Todas estas posibilidades que se están vislumbrando han provocado una discusión sobre si el
nombre OPAC seguirá siendo adecuado en un futuro no muy lejano. En este sentido Patricia B. Culkin [citada
por Husler"] dice que las palabras "acceso" "público" y "En línea" seguirán siendo apropiadas, pero que
"catálogo" es un término demasiado limitado para describir estas nuevas funciones.

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