Вы находитесь на странице: 1из 44

INTRODUCCIÓN

El Perú es un país pluriétnico y multilingüe, con alrededor de 43 lenguas


andinas y amazónicas agrupadas en 19 familias linguísticas (Pozzi-Escot,
1998). Las diferencias asociadas a esta heterogeneidad no son exclusivas de
la dimensión cultural y lingüística. Por el contrario, lejos de la riqueza que la
pluralidad cultural le da al país, las brechas en condiciones de vida,
vulnerabilidad y pobreza entre la población de etnias nativas y los castellano-
hablantes (concentrados principalmente en zonas urbanas) siguen estando a la
base de las limitaciones para un desarrollo inclusivo y sostenible. En este
contexto, el presente estudio contribuye a visibilizar las grandes
vulnerabilidades que enfrentan los niños, niñas y adolescentes indígenas en el
país, y con ello aportar en la formulación de agendas nacionales y locales que
permitan avanzar en esa dirección.

La Organización Mundial de la Salud estimó que aproximadamente existen 370


millones de personas indígenas que ocupan el 20% de la superficie terrestre. El
Perú es uno de los países con mayor proporción de población nativa. La
Encuesta Nacional de Hogares, describe que en el Perú existen 314 435
nativos amazónicos. Esta población está compuesta por 51 pueblos étnicos
divididos en aproximadamente 14 familias lingüísticas. La población indígena
presenta brechas significativas en relación a: la alfabetización, el acceso a
saneamiento básico, el acceso a un sistema de salud, entre otras.

El presente trabajo tiene como fin describir y analizar el estado de la población


indígena amazónica, población vulnerable desde una perspectiva de salud. A
partir de este análisis se plantean sugerencias de política que puedan contribuir
a abordar directa e indirectamente la problemática de salud y social de estas
comunidades.
CAPÍTULO I

GENERALIDADES

1.1. POBLACIÓN INDÍGENA Y ANDINA AMAZONICA


De acuerdo al Censo Nacional 2007, 4’045,713 personas mayores de 3
años de edad aprendieron a hablar en una lengua originaria, lo cual
representa el 16% del total de peruanos en ese rango de edad. Al
interior de ese grupo, la mayoría de la población indígena tiene como
materna la lengua quechua (83%), seguida en número por la población
con lengua materna aymara (11%). En comparación con otros grupos
indígenas, las poblaciones con lengua materna quechua y aymara
residen en mayor proporción en áreas urbanas: el 46% y el 43% de la
población que tiene el quechua y el aymara como lengua materna,
respectivamente. Por su parte, los pueblos indígenas de la Amazonía
superan en conjunto los 242 mil pobladores (6% de la población
indígena) y la mayor parte de ellos (más del 80%) reside en zonas
rurales
Los Ashaninkas viven entre los valles de los ríos Apurímac, Ene, Tambo,
Perené, Pichis y un sector del Alto Ucayali y la zona interfluvial del Gran
Pajonal. La familia lingüística a la que pertenecen es la Arawak y son 88
703 Ashaninkas (Figura 1).

Figura 1. Indígenas del pueblo Ashaninka

Los Awajun pertenecen a la familia lingüística jíbaro y se ubican en los


ríos Marañón, Cenepa, Chinchipe, Nieva, Mayo, Apaga, Potro, Bajo
Santiago de los departamentos de Amazonas, Cajamarca, Loreto y San
Martín. Además, residen en 171 comunidades nativas y son cerca de 55
366 indígenas awajun (Figura 2).

Figura 2. Joven Líder Awajun

Los Jaqaru, pertenecen a la familia lingüística ARU y son considerados


como los únicos sobrevivientes del antiguo imperio Wari. Además,
cuenta con una población de 732 habitantes ubicados principalmente en
el distrito de Tupe, provincia de Yauyos en la región Lima (Figura 3).

Figura 3. Trabajo comunal de mujeres Jaqaru

El pueblo Kandozi cuenta con una población aproximada de 2 346


habitantes, distribuidos en 44 comunidades principales y 6
asentamientos poblacionales con miras a transformarse en
comunidades, las cuales se ubican en las provincias del Datem del
Marañon. Las comunidades viven a la ribera del río Huitoyacu, Chapuli,
Morona y Pastaza, Alto Nucuray y en el lago Rimachi y pertenecen a la
familia lingüística Jíbaro (Figura 4).
Figura 4. Mujer y tres niñas indígenas Kandozi de la comunidad nativa de Nueva
Yarina

Los Matsigenka se ubican en los departamentos de Cuzco y Madre de


Dios, donde se encuentran los más importantes yacimientos de la
Amazonia peruana para la producción de gas y condensados. Su familia
lingüística es la arawak y su población es alrededor de 11 279 (Figura
5).

Figura 5. Niños Matsigenka del Bajo Urubamba


Actualmente, sobre la denominación Quechua en el Perú, se agrupa una
serie de culturas andinas que hablan la lengua quechua, con sus propias
modificaciones y variaciones. La población quechua es de 3 360 331 y
también se encuentran en los países de Argentina, Bolivia, Chile y
Ecuador (Figura 6).

Figura 6. Mujeres quechuas dialogando

Los Shawi, también conocidos como los Chayahuitas, son actualmente


los únicos pueblos representantes de la familia lingüística cahuapana. El
extenso territorio shawi comprende las cuencas de los ríos Paranapura,
afluente del Huallaga a la altura de la actual ciudad de Yurimaguas y
Cahuapanas, que vierte sus aguas al Marañón frente a San Lorenzo
(Figura 7).

Figura 7. Mujer Shawi con hijos.


Los Yaminahua pertenecen a la familia lingüística Pano y se encuentran
en los ríos Purús, Curanja, Piedras, Mapuya, Huacapishtea,
Tahuamanu, Cashpajali y Sepahua, también se viven en los países de
Brasil y Bolivia. Su población se vio gravemente afectado por una
drástica caída demográfica como resultado de la explotación del caucho
a inicios del presente siglo. Actualmente hay 600 yaminahuas en el Perú
(Figura 8).

Figura 8. Hombre Yaminahua

Los Yine que se ubican en territorio peruano, se encuentran entre los


ríos Urubamba, Cushabatay, Madre de Dios y Las Piedras y en el Brasil
residen en el Río Purus, el Maloca y Caspa, bajo la denominación de
Manetireni. Pertenecen a la familia lingüística Arawak y son cerca de 8
016 yines que viven en los departamentos de Cuzco, Madre de Dios,
Loreto y Ucayali (Figura 9)

Figura 9. Lidereza del pueblo Yine


1.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS COMUNIDADES
NATIVAS AMAZÓNICAS
Se suele describir a los pueblos indígenas como solamente a aquellos
que forman parte de la amazonia y algunos pocos de determinados
sectores andinos. Estos pueblos aunque ampliamente dispersos,
heterogéneos y con características muy propias definidas, étnicas,
histórica y geográficamente, forman un conjunto de poblaciones cuyas
características generales se pueden describir conjuntamente. Según las
cifras oficiales a partir de Encuesta Nacional de Hogares, en el Perú
existen 314 435 nativos amazónicos.
La población indígena de la amazonia peruana está compuesta por 51
pueblos étnicos divididos en aproximadamente 14 familias lingüísticas.
Estas son losArawak, Cahuapana, Harakmbut, Huitoto, Jíbaro, Pano,
Peba Yagua, Tacana, Tucano, Tupi-Guaraní y los Záparo. Dentro de
estas familias lingüísticas, las etnias con mayor población fueron los
Asháninka (23,0%), Aguaruna (15,7%), Quichua (7,3%) y Chayahuita
(6,9%).
En el II Censo Nacional de Comunidades Indígenas de la Amazonía
Peruana en el 2007 se registraron 332 975 personas siendo un 52,2% 5
hombres y el 47,8% mujeres. Las principales características
sociodemográficas de las poblaciones indígenas amazónicas ahí
registradas se pueden observar en la tabla 1. Como datos resaltantes se
observa que aproximadamente la quinta parte de la población (17,9%)
es menor a 5 años, determinando así una pirámide poblacional de base
amplia, muy diferente a las características poblacionales nacionales. La
nupcialidad en mayores de 12 años es también muy característica en
esta población. Más de la mitad (62,1%) de nativos amazónicos mayores
de 12 años ya se encuentra en una unión conyugal, ya sea conviviente o
casado. Esta población tiene también una gran proporción de personas
sin Documento Nacional de Identidad (DNI) (14,9%), siendo evidente la
brecha de género en este aspecto con una diferencia de 6 puntos
porcentuales entre la proporción de mujeres indocumentadas (18,1%) y
la de los hombres sin documento de identidad (12,2%).
Si bien a lo largo del siglo pasado, dados los abusos de la
occidentalización, la población nativa decayó considerablemente;
actualmente, las altas tasas de fecundidad y la gran población infantil
encontrada, demuestran un crecimiento poblacional intenso que ha sido
descrito no solamente en nuestro territorio sino en las diversas
comunidades nativas de América Latina.
Sobre la historia de estas comunidades, se sabe que fueron
principalmente gregarias. Solían consumir determinados recursos de
áreas específicas y luego migrar a otras zonas momentáneas de
asentamiento. Sin embargo, hoy en día, dados los cambios sociales y
económicos acontecidos en la Amazonía, estos patrones de movilidad
se han ido perdiendo. Este gran cambio en su estilo de vida, al cual no
han estado histórica ni culturalmente acostumbradas estas poblaciones,
ha generado escasez de recursos y focos infecciosos por la acumulación
de desechos y carencia de saneamiento básico.
Siendo conocidas las enormes carencias de estos grupos poblacionales,
la presencia del Estado en las comunidades nativas amazónicas
continua siendo escasa. Si bien a finales de los noventa el Estado trató
de llegar a ciertos poblados construyendo centros educativos y
establecimientos de salud, estos locales significaron un avance en
infraestructura mas no significó un mejoramiento en las condiciones de
vida de las poblaciones nativas.
Por otro lado, en lo referente a la educación en estos pueblos, se ha
reportado que el 19,4% de los indígenas de 15 años a más es
analfabeto y 18,47% no cuentan con nivel educativo alguno. Es
alarmante también mencionar que según el sexo, la tasa de
analfabetismo asciende a 28,1% en la población indígena femenina en
comparación con el 11,8% de analfabetismo masculino

1.3. LA NIÑEZ INDIGENA


Los niños, niñas y adolescentes de 3 a 17 años que tienen una lengua
materna originaria son 1’046,639. Entre ellos, los pueblos indígenas de
la Amazonía constituyen, en promedio, una población relativamente más
joven. Poco menos de la mitad de la población tiene menos de 18 años
entre quienes tienen como lengua materna el asháninka (47%) u otra
lengua originaria de la Amazonía (48%). Esta proporción resulta
bastante mayor a la registrada entre los quechua hablantes (25%) y
aymara hablantes (19%). Es importante destacar que estos dos últimos
porcentajes son menores al observado entre los pobladores que
aprendieron a hablar en castellano (34%). Este hecho podría estar
vinculado a que las poblaciones quechua y aymara, por un lado, tienen
tasas de fecundidad menores que las poblaciones indígenas
amazónicas, y por otro lado, estarían más expuestas a la pérdida
intergeneracional de las lenguas maternas originarias.
De otro lado, la proporción de niños, niñas y adolescentes indígenas que
reside en zonas rurales disminuye conforme se incrementa la edad. Este
fenómeno de “urbanización” se presenta de manera más acentuada
entre aquellos cuya lengua materna es el quechua. En este grupo la
proporción de niños, niñas y adolescentes residentes en zonas rurales
cae 14 puntos porcentuales entre el grupo de 3 a 5 años (84%) y el de
12 a 17 (70%).
1.4. SITUACIÓN DE POBREZA EN LA POBLACIÓN INDÍGENA
La incidencia de pobreza total en la población indígena es casi el doble
(55%) de la registrada en la población cuya lengua materna es el
castellano (29%). Esta diferencia, de 26 puntos porcentuales, se explica
en parte por la alta incidencia de pobreza extrema en la población
indígena: el 26% con lengua materna originaria vive en situación de
pobreza extrema, en contraste con el 8% que tiene el castellano como
lengua materna. Al interior de la población indígena los pueblos
indígenas amazónicos son los que enfrentan una mayor incidencia de
pobreza total (81%) y extrema (41%).

SITUACIÓN DE POBREZA EN LA NIÑEZ INDÍGENA


La incidencia de pobreza, y de pobreza extrema, en particular, es aún
mayor para la niñez indígena. El 78% de los niños y niñas indígenas
reside en hogares pobres, en comparación con el 40% de los que tienen
el castellano como lengua materna. Más aún, de la niñez indígena que
reside en hogares pobres más de la mitad se encuentra en situación de
pobreza extrema (45%). Entre los niños y niñas amazónicos es mayor la
incidencia tanto de pobreza total (86%) como de pobreza extrema
(49%). Un porcentaje similar de la niñez quechua vive en situación de
pobreza extrema (46%), siendo menor entre los que tienen el aymara
como lengua materna (30%). Las regiones donde se tiene una mayor
proporción de niños, niñas y adolescentes indígenas son también
aquellas donde se registran relativamente altas tasas de incidencia de
pobreza. Entre las regiones con mayor incidencia de pobreza están las
cuatro que concentran una mayor proporción de niños, niñas y
adolescentes con lengua materna indígena: Huancavelica (82%),
Apurímac (76%), Ayacucho (72%) y Puno (67%).

1.5. DERECHO DE LA NIÑEZ INDÍGENA A LA SALUD


En los temas de salud, según datos del Censo Nacional del 2007, hay
una mayor proporción de niños, niñas y adolescentes indígenas afiliados
a un seguro de salud en comparación a la proporción de afiliados
reportada entre los que tienen lengua materna castellana. En el grupo de
3 a 5 años el 79% de la niñez indígena estaba afiliada en comparación
con el 60% de la niñez no indígena. No obstante, la afiliación a un
seguro de salud era menos frecuente, independientemente del grupo
etáreo, en la población cuya lengua materna es el aymara en
comparación con los otros grupos de población indígena: a mediados del
2007 la niñez aymara no afiliada a un seguro de salud alcanzaba el 45%
de niños y niñas entre 3 y 5 años, el 51% de niños y niñas de 6 a 11
años y el 69% de adolescentes entre 12 y 17 años. Es importante
resaltar que, como se indica en este estudio, la cobertura de seguros de
salud entre la niñez indígena ha aumentado sustantivamente desde
mediados del 2007. Lamentablemente, no se cuenta con información
estadística de cobertura de seguros de salud con una mayor
desagregación por lengua materna originaria que la presentada en el
Censo Nacional 2007.
Existen aún problemas de oferta relacionados con la disponibilidad de
profesionales para los servicios de salud en los contextos donde habitan
niños, niñas y adolescentes indígenas. Por otra parte, en las regiones
donde más del 25% de la niñez tiene como materna una lengua
originaria, la tasa de desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5
años está por encima del promedio nacional (18%): 20% en Puno, 23%
en Ancash, 29% en Apurímac, 31% en Ayacucho, 32% en Cusco y en el
caso de Huancavelica (43%) está incluso por encima del promedio para
la población rural (33%). El 22% de las adolescentes mujeres indígenas
entre los 15 y 20 años de edad tiene al menos un hijo o hija. El
desagregado de este promedio revela importantes diferencias entre las
adolescentes con lengua materna quechua y aymara, por un lado, y las
que tienen como materna una lengua amazónica, por otro. Entre las
adolescentes quechuas y aymaras, son madres el 21% y el 16%,
respectivamente. Estas proporciones son menores a las observadas
entre las adolescentes asháninkas y de otras lenguas amazónicas, en
donde alrededor de un 40% de adolescentes mujeres tienen al menos
un hijo o hija.
Por otro lado, mientras el 61% de adolescentes indígenas de 15 a 19
años de edad habría escuchado hablar del VIH-SIDA, menos del 20%
habría escuchado hablar de otras enfermedades de transmisión sexual.
Finalmente, según el Censo Nacional 2007, el acceso a fuentes
mejoradas de agua y saneamiento es significativamente menor entre los
niños, niñas y adolescentes indígenas, en comparación con sus pares
de lengua materna castellana. El 28% de la niñez indígena de 3 a 5 años
accede a fuentes mejoradas de agua en comparación con el 66% de la
niñez no indígena; entre los que tienen de 6 a 11 años y los de 12 a 17
años, los porcentajes son de 32% y 68%; y de 39% y 70%,
respectivamente. Entre los niños, niñas y adolescentes peruanos el
acceso a fuentes mejoradas de saneamiento es aún menos frecuente
que el que se tiene a las fuentes mejoradas de agua. Las mayores
brechas se presentan entre los niños y niñas de 3 a 5 años, donde el
58% de los no indígenas tiene acceso a fuentes mejoradas de
saneamiento, porcentaje que es casi seis veces más que el registrado
entre los indígenas (10%).
CAPÍTULO II

LA POBLACIÓN INDÍGENA AMAZÓNICA

No es posible comprender la situación sociodemográfica actual de los pueblos


indígenas y las brechas en el acceso a los bienes y servicios públicos de estos
al compararlos con la población no indígena, si no se considera el proceso de
dominación sobre estos grupos humanos en América Latina. Situación que
hasta la actualidad se observa y que los coloca en condiciones de
vulnerabilidad social, económica y ambiental.

2.1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS


Las características sociodemográficas de una población determinada
inciden de manera importante en los patrones demográficos de esa
población.

Distribución geográfica
En el año 2007, el INEI realizó el II Censo de Comunidades Indígenas
de la Amazonía Peruana, el mismo que dio como resultado 51 etnias
censadas, agrupadas en 13 familias lingüísticas y distribuidas en 11
departamentos del Perú
De acuerdo con el Censo, la población de los grupos étnicos que habitan
en la Amazonía, se encuentra asentada, principalmente, en los
departamentos de la Selva, siendo Loreto el que concentra el mayor
número de comunidades indígenas con un 39,5%, seguido de Ucayali,
Amazonas y Junín, con el 14,4%, 14,3% y 13,3%, respectivamente.
Las poblaciones indígenas amazónicas se encuentran distribuidas, en
proporciones menores al 6,5%, en los departamentos de Pasco, San
Martín, Cusco, Madre de Dios, Huánuco, Cajamarca y Ayacucho.
Asimismo, al distribuir las comunidades por familia lingüística, destacan
las familias Arahuaca (33,1%), Jíbaro (25,0%) y quechua (11,3%)
quienes en conjunto congregan a más del 69% de grupos étnicos,
mientras que el resto de familias lingüísticas congrega menos del 10%.
Cada familia lingüística concentra un número determinado de grupos
étnicos que comparten la misma raíz dialectal. En el caso de las familias
lingüísticas Peba Yagua, Tacana y Tupi Guaraní, éstas congregan a un
solo grupo étnico (las etnias Yagua, Ese´ejja y Cocama – Cocamilla
respectivamente). En el extremo contrario se encuentran las familias
Pano y Arahuaca (Ver Gráfico N° 3) quienes convocan al mayor número
de grupos étnicos (10 grupos étnicos en cada una de ellas), en menores
proporciones se encuentran las familias Harakmut-Harakbet, Huitoto y
Jíbaro con siete, cinco y cuatro grupos étnicos, respectivamente.

Distribución por Edad y Sexo


El sexo y la edad, son las dos características demográficas más
importantes en la composición de las poblaciones. El conocimiento de
estos dos rasgos demográficos básicos, posibilita el cabal conocimiento
de su crecimiento permitiendo focalizar las necesidades o carencias de
esta población, efectivizando la intervención mediante políticas y/o
acciones orientadas a la mejora en la calidad de vida de estos grupos.
Los grupos étnicos asentados en las regiones sindicadas, por el Censo
de Comunidades, presentan características particulares en relación al
conjunto de la población peruana.

Distribución por sexo


De acuerdo con el Censo de Comunidades Indígenas, la población
masculina asciende a 173 mil 758 mientras que 159 mil 217 son
mujeres; es decir, que el 52,2 de la población indígena censada son
hombres y el 47,8% mujeres
Analizando la distribución por regiones, se observa una mayor
proporción de población masculina en la mayoría de las regiones donde
se asientan, a excepción de Cajamarca donde la población femenina
presenta un nivel de paridad frente a la masculina (50,2% y 50,0%,
respectivamente). Situación contraria se presenta en las regiones de
Ayacucho y Madre de Dios donde la población indígena amazónica
femenina se concentra en menores porcentajes (45,5% cada una), en
relación a las otras regiones de asentamiento.
El análisis por grupos étnicos, indica que en determinadas etnias
predomina la población masculina, como en las etnias Orejón, Pukirieri y
en la comunidad Toyoeri-Amahuaca-Matsiguenga, asentadas en las
regiones Loreto y Madre de Dios.
En dichas etnias la población femenina no llega al 40% de su población,
lo que sugeriría que este grupo poblacional está sujeto a una elevada
movilidad intra o extraregional femenina, o bien, considerando las
carencias y vulnerabilidad que los caracteriza a una alta mortandad. Por
el contrario, en las etnias Piro, Caquinte y las comunidades Candoshi-
Murato, JibaroAchual y Mastanahua-Sharanahua-Marinahua, asentadas
en las regiones de Cusco, Junín y Loreto, las mujeres representan más
del 50%, distanciándose, de los hombres, en alrededor de tres puntos
porcentuales, en dichas comunidades

Distribución por grupos de edad


El análisis de la población por edad o grupos de edad permite conocer el
comportamiento diferenciado de cada una de las edades o grupo de
edades y la focalización de sus necesidades.
Las edades más jóvenes concentran porcentajes por encima del 15%
del total de la población indígena amazónica y conforme se incrementa
la edad este porcentaje se reduce, a excepción del grupo entre 20 a 29
años que concentra al 16% de esta población, lo que indicaría que aún
existe para estas poblaciones una elevada natalidad, que difiere de la
tendencia nacional, que va hacia la reducción de los grupos de edad
más jóvenes.
Analizando la distribución por grandes grupos de edad, se observa lo ya
indicado anteriormente, el elevado porcentaje de población joven (0-14
años) frente a la población en edad productiva (PEA) (15-64 años) y una
población adulta mayor (65 y más años) menor al 2%
La distribución de la población por grandes grupos de edad, permite
conocer la razón de dependencia de esta población.
La razón de dependencia demográfica de la población indígena
amazónica es de 47,5%, es decir que por cada 100 personas en edad
de realizar una actividad productiva (población de 15 a 64 años) hay 48
dependientes (población menor de 15 años y mayor de 65 años).
Situación que también configura necesidades específicas en aspectos
educativos y de salud.

2.2. SITUACIÓN DE SALUD DE LA POBLACIÓN INDÍGENA AMAZÓNICA


Los pueblos indígenas, a nivel de Latinoamérica, presentan perfiles
epidemiológicos desfavorables y, comparados con el resto de la
población, donde, las tasas de mortalidad infantil y materna registradas
son elevadas (Del Popolo y Oyarce, 2006; CEPAL, 2007).
Sin embargo, el reconocimiento del Estado del rico bagaje cultural de
estos pueblos y la apertura hacia el reconocimiento y fortalecimiento de
su identidad, ha favorecido el reconocimiento de sus derechos, incluido
el de la salud.
Por ello y desde los “instrumentos internacionales de derechos humanos
se ha dado paso a la construcción de un estándar mínimo referido a la
salud de los pueblos indígenas: el derecho a la salud integral indígena,
entendida como el uso, fortalecimiento y control de la medicina
tradicional y la protección de los territorios ancestrales como espacios
vitales, y el derecho a contribuir en el diseño, implementación, gestión,
administración y evaluación de las políticas y programas de salud, con
libertad de administrar los recursos”

Población indígena amazónica y demanda de salud


Uno de los objetivos implícitos a todo sistema de salud es lograr una
equidad en la utilización de los servicios de salud, es decir, que la
necesidad de salud de cualquier miembro de la población, pueda tener
la oportunidad de consulta con un agente de salud.
Al respecto y, considerando que a nivel de la población en general aún
no se logra equidad en la atención, la situación de la población indígena
amazónica es preocupante. A continuación se presenta la cobertura en
atenciones para esta población.
En las once regiones donde se concentra la población amazónica en el
país, la demanda de atención en salud se presenta de manera
diferenciada. Las regiones de Loreto, Amazonas, Junín, Ucayali y
Cusco, presentan una mayor demanda de atención, representando en
conjunto al 86,8% de la población indígena amazónica que solicitó
atención en algún establecimiento de salud, mientras que en las
regiones de San Martín, Pasco, Madre de Dios, Cajamarca, Huánuco y
Ayacucho, el porcentaje de población que solicitó atención en salud no
llega al 6%

Población atendida según sexo


Durante el año 2012, la población indígena femenina fue la que
demandó mayor atención en salud. El 58,2% de la población indígena
femenina buscó atención en los establecimientos de salud, mientras que
sólo el 41,8% de la población masculina solicitó atención en los
establecimientos de salud.
Analizando por regiones, la población indígena femenina fue la que
solicitó mayor atención en los servicios de salud de todas las regiones,
siendo Junín, San Martín y Huánuco, las que muestran el mayor
porcentaje de población femenina atendida (62,1%, 63,0% y 72,8%,
respectivamente).
El mayor porcentaje de población masculina que solicitó atención en
consulta ambulatoria, se encuentra en la Región de Madre de Dios con
el 47,2% y en el extremo contrario Huánuco (27,2%) con el menor
porcentaje de población masculina que solicitó atención en los
establecimientos de salud.

Población indígena amazónica atendida por etapas de vida


Las necesidades de atención de la población indígena amazónica en los
establecimientos de salud, es diferenciada por edad. La población de
menor edad (00-11 años) es la que registra haber solicitado atención en
un mayor porcentaje (49,0%), seguida de los grupos de 30-59 años y 18-
29 años con el 19,1% y 18,9% de población atendida, mientras que la
menor demanda corresponde al grupo de adultos mayores (60 y más
años) donde sólo el 2,4% de los indígenas, adultos mayores, solicitó
atención.
A medida que se incrementa la edad de la población indígena, la
demanda de atención en salud disminuye. Este comportamiento
sugeriría la existencia de factores sociales y/o culturales que
condicionarían su asistencia a los servicios de salud, tales como la
distancia a los establecimientos de salud, considerando el gasto que
genere o en el caso de los adultos de edades avanzadas, las facilidades
de acceso. Asimismo, también podría incidir, en este menor porcentaje
de población atendida, las características del servicio que brindan los
centros y puestos de salud (atención primaria en salud), en las que los
adultos mayores, con padecimientos propios de su edad, no
encontrarían el tipo de atención especializada que requerirían. Un
aspecto, que contribuiría también a este bajo porcentaje podría ser la
resistencia a ser atendido en los establecimientos de salud, sino
encuentran en ellos, un trato respetuoso de la interculturalidad,
necesario en un país como el nuestro.

2.3. MORBILIDAD
Considerando que la revaloración de las concepciones, costumbres y
prácticas culturales indígenas, son importantes para lograr un mayor
número de población atendida en los centros de salud, subsisten aún
algunos condicionantes para la participación de esta población, tales
como su precariedad económica, así como la dificultad geográfica
(traducida en difícil acceso y/o grandes distancias) para el acceso a los
establecimientos de salud, como supuestos a tomar en cuenta para el
análisis de la morbilidad en estas poblaciones.
Analizando, el estado patológico o mórbido de la población indígena
amazónica, se observa que en Loreto, es donde se presenta el mayor
número de casos de enfermedades (30,5%), en relación con el total de
casos registrados. Le siguen en una menor incidencia de casos,
Amazonas (28,9%), Junín (15,1%) y Ucayali (11,3%). En proporciones
menores al 7%, se registra la incidencia de casos de enfermedades en
el resto de regiones donde se asientan las poblaciones indígenas.
Cabe señalar, que en las regiones donde la incidencia de casos es
menor, es probable que sea debido a que estas poblaciones no acuden
a los establecimientos de salud, considerando que muchas veces los
establecimientos de salud son de difícil acceso. Es decir, el acudir al
establecimiento de salud, implicaría gastos para movilizarse hacia el
establecimiento, así como, los de alojamiento y alimentación, si deben
quedarse. De igual manera, si existe reticencia a hacerse atender,
debido a factores culturales como que no “comprende” su forma de vida
ni costumbres, todo lo cual contribuiría a un mayor deterioro de su salud,
al no atenderse oportunamente en un establecimiento de salud.

Principales causas de morbilidad


Enfermedades como i) infecciones agudas de las vías respiratorias
superiores, ii) enfermedades infecciosas intestinales, iii) helmintiasis, iv)
enfermedades de la cavidad bucal, de las glándulas salivales y de los
maxilares, v) desnutrición y vi) dorsopatías, son las que más afectan a la
población indígena amazónica. Datos del MINSA señalan que el mayor
número de casos registrados de infecciones de las vías respiratorias
superiores, se presentan en Pasco (23,4%), seguido de Ucayali, Madre
de Dios y Amazonas con el 22,5%, 21,9 y 21,2% de casos registrados,
respectivamente. Las enfermedades infecciosas intestinales registran un
13,8% de casos en Amazonas, mientras que en San Martín las
helmintiasis son las que afectan a la población en un 9,3% de casos. Las
enfermedades de la cavidad bucal afectan en un 14,9% de casos a la
población de Cajamarca, y en un 10,0% a la población indígena de San
Martín, mientras que la desnutrición alcanza un 8,4% de los casos
registrados en Cusco y las dorsopatías un 4,7% de casos en Amazonas.
Los estados mórbidos generados por las causas mencionadas
generalmente están asociados a condiciones de precariedad económica,
insalubridad en las viviendas por la falta de servicios básicos, y son
agravados por las carencias educativas que presentan, incidiendo de
manera negativa en la forma como se enfrenta estas situaciones de
deterioro de su salud.
Morbilidad por género
Analizado por género, se observa que la población femenina, es la
presenta en mayor porcentaje de episodios mórbidos. El Gráfico N° 14,
presenta los cinco grupos de enfermedades con mayor número de casos
registrados, correspondiendo el mayor porcentaje de casos a la
población femenina, en un rango que va del 50,5% al 63,5%, mientras
que la población masculina registra casos en porcentajes menores al
50%
La desnutrición (63,5%), es la principal enfermedad que afecta a la
población indígena femenina, mientras que las enfermedades de la
cavidad bucal, la helmintiasis, las infecciones intestinales agrupan más
del 50% de los casos registrados para cada una de las enfermedades
mencionadas.

Morbilidad por etapas de vida


El registro de las enfermedades que afectan a la población indígena
amazónica, variará de acuerdo con la edad de los afectados y con las
condiciones del espacio que los rodea. Considerando la disimilitud de
condiciones en las que se desarrollan los pueblos en las distintas
regiones de asentamiento, se presenta seis causas de enfermedades
más frecuentes por etapas de vida de los pueblos indígenas
Las enfermedades que más afectan a la población indígena de menores
de 11 años de edad, son las infecciones agudas de las vías respiratorias
superiores; más de la cuarta parte de los casos registrados (25,1%)
corresponden a niños menores de 11 años de edad. De igual manera, la
desnutrición afecta en el 8,5% de casos perjudicando el desarrollo físico
e intelectual de los menores y condicionando su desarrollo futuro,
mientras que las enfermedades infecciosas y helmintiasis los afecta en
el 6,9% y 6,2% de los casos registrados.
Las infecciones de las vías respiratorias afecta al grupo de 12 a 17 años
de edad en el 19,3% de los casos, y las enfermedades de la cavidad
bucal en el 6,4% de los casos registrados. Los grupos de edad adulta
(30 a 59 años) también se ven afectados por las infecciones agudas de
las vías respiratorias en el 14,7% de los casos, seguido de las
dorsopatías con el 10,6% de los casos registrados.
Mientras que los adultos mayores son especialmente vulnerables a las
infecciones agudas de las vías respiratorias (14,3%) y a las dorsopatías
(13,1%)

2.4. MORTALIDAD POBLACIONES INDÍGENAS AMAZÓNICAS


Entre las Metas establecidas por los Objetivos del Milenio - ODM se
encuentra la reducción, en dos terceras partes, de la mortalidad en niños
menores de cinco años. El Informe Nacional 2008, sobre el avance de
los ODM, revelaba que como promedio nacional, las metas estaban
alcanzadas. Sin embargo y, a pesar de la importancia de la mortalidad
infantil como indicador de la salud de una determinada población, la
información estadística con que se cuenta, en muchos casos, no permite
elaborar el indicador.
En relación a las comunidades indígenas amazónicas, esta carencia se
agudiza, particularmente porque la movilidad de los grupos amazónicos,
principalmente, imposibilita su registro. El INEI11 estima la mortalidad
infantil de las comunidades indígenas amazónicas, en 49,2 muertes de
menores de un año por cada mil nacidos vivos, el cual en relación con el
mismo indicador a nivel nacional, que reporta 18,55 por cada mil nacidos
vivos, da cuenta de la disparidad existente para estas poblaciones.
A continuación se presenta información sobre defunciones registradas
en los distritos de asentamientos de las poblaciones indígenas
amazónicos, a fin de tratar de establecer tendencias respecto al número
de fallecimientos y a las probables causas de muerte de estas
poblaciones.

Mortalidad por sexo


El fallecimiento de la población que se ubica en los distritos donde se
establecen las poblaciones indígenas, es particularmente mayor en la
población masculina, donde el 59,2% de los fallecidos son de sexo
masculino, mientras que en estos mismos espacios geográficos, sólo se
registra el 40,8% de deceso femenino
Mortalidad por etapas de vida
Por etapas de vida, el deceso de la población en estos espacios
geográficos sigue la tendencia natural, donde el 47,6% de los adultos
mayores de 60 y más años fallecieron durante el 2011. Los grupos de 30
a 59 años de edad registran el 28,3% de casos de fallecimiento,
mientras que en el grupo de niños menores de 11 años, el 12,7% de
este grupo falleció durante el 2011.

Principales causas de defunción


Durante el 2011 las causas de muerte más frecuentes fueron las
neumonías, septicemias, infartos al miocardio, fibrosis y cirrosis del
hígado, que agrupó al 23,4% de muertes
Asimismo, el 5,6% de causas de fallecimiento estuvieron vinculadas al
cáncer, en diferentes órganos humanos (estómago, cuello del útero, e
hígado y vías biliares). Por otro lado, la sepsis bacteriana del recién
nacidos significó sólo el 1,4% de causa de muerte en el recién nacido.
CAPÍTULO III

LA POBLACIÓN INDÍGENA ANDINA

3.1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS


Las características sociodemográficas de una población describen el
comportamiento de ésta, indicando las particularidades de su
comportamiento.

Distribución geográfica
La identificación de los pueblos originarios de la zona andina del país,
presenta complejidad, debido a que la autoidentificación no siempre
cubre a la totalidad de la población indígena, que se mantiene hasta la
actualidad como parte de los pueblos originarios quechuas y aymaras, y
cuya delimitación geográfica es importante para su identificación y
análisis.
De acuerdo con la distribución realizada en el Atlas Sociodemográfico de
los Pueblos Indí- genas del Perú, de CEPAL; las regiones que
congregan a la población indígena andina son: Áncash, Apurímac,
Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Pasco,
Puno y Cajamarca.
Las regiones de Puno, Huancavelica y Ayacucho albergan alrededor del
64% de población indígena cada una, mientras que de Junín, Pasco y
Cajamarca presentan porcentajes menores al 10% de población
indígena andina en sus espacios geográficos. En relación con el peso
porcentual de las etnias que conforman la población indígena andina, la
etnia quechua constituye el 88,7% de esta población, mientras que la
etnia aymara constituye el 11,3%.

Distribución por edad y sexo


El sexo y la edad dentro de la estructura demográfica de una población
determinada, permite analizar su composición y las tendencias de su
crecimiento, siendo un elemento importante para el diseño de políticas.
Distribución por sexo
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2007, las
comunidades indígenas andinas constituyen una población de 3 millones
176 mil 227 habitantes, de la cual, la población masculina representa el
50,1%, es decir 1 millón 592 mil 384 habitantes, son hombres; mientras
que 1 millón 583 mil 843 son mujeres que representa el 49,9%.
Analizando por regiones, se observa una mayor proporción de población
femenina en la mayoría de las regiones donde se asientan, a excepción
de Huancavelica donde la población masculina constituye el 61,7%
frente a un 38,3% de la femenina. En el resto de regiones donde se
asientan estas poblaciones, las mujeres superan en número a los
varones en un rango que va del 50,6% al 52,8%, lo que probablemente
indicaría un activo movimiento migratorio de la población indígena
masculina.

Distribución por grupos de edad


El análisis de la población por edad o grupos de edad permite conocer el
comportamiento diferenciado de cada una de las edades o grupo de
edades, posibilitando, de igual manera, la focalización de sus
necesidades.
Las edades más jóvenes concentran porcentajes por debajo del 11% del
total de la población indígena andina, lo que indicaría que hay una
disminución de la fecundidad debido a las políticas de estado
implementadas con este objetivo. Los grupos de edad adulta concentran
porcentajes por encima del 14%, siendo el grupo de edad de 40 – 64
años el que concentra más de la cuarta parte (26,7%) de la población
indígena.
El grupo de edad adulta mayor (65 y + años) congrega al 10,9% de esta
población, lo que indicaría la necesidad de políticas y acciones
orientadas al adulto mayor, sobre todo en el área de salud.
Analizando por grandes grupos de edad, se observa lo ya indicado
anteriormente, el bajo porcentaje de población joven (0- 14 años) frente
a la población en edad productiva (15-64 años) y un 11% de población
adulta mayor (65 y más años)
La distribución de la población por grandes grupos de edad, permite
conocer la razón de dependencia de esta población.
La razón de dependencia demográfica de la población indígena andina
es de 53, es decir que por cada 100 personas en edad de realizar una
actividad productiva (población de 15 a 64 años), hay 53 dependientes
(población menor de 15 años y mayor de 65 años). Situación que
también configura necesidades específicas en aspectos educativos y de
salud.

3.2. SITUACIÓN DE SALUD DE LA POBLACIÓN INDÍGENA ANDINA


El Perú cuenta con un importante segmento de población indígena
andina, la misma que se encuentra asentada especialmente en
provincias y distritos cuya principal característica es el dominio de una
lengua nativa o vernácula y la dispersión geográfica.

Población indígena andina y demanda de salud


La demanda de servicios de salud es un tema de capital importancia,
puesto que permite conocer las necesidades de atención de una
población determinada, posibilitando el diseño de políticas eficientes que
garanticen la cobertura de atención de toda la población. La solicitud de
atención de la población indígena andina en los servicios de salud,
presenta también diferencias por regiones.
La Región Puno (74,7%) presenta un mayor porcentaje de población que
solicitó atención en los establecimientos de salud, donde siete de cada
diez pobladores indígenas fueron atendidos en los servicios de salud.
Áncash registra el segundo mayor porcentaje, con el 14,1% de población
que solicitó atención en salud, mientras que en el resto de regiones, la
población demandó atención en los servicios de salud en porcentajes
menores al 5%

Población atendida según sexo


Durante el 2012, la población indígena andina femenina que solicitó y
fue atendida en establecimientos de salud, fue de 60,4%, mientras que
sólo el 39,6% de los varones solicitó atención en los establecimientos de
salud
A nivel de regiones, la población femenina es la que demandó mayor
porcentaje de atención en los servicios de salud. En casi todas las
regiones donde se ubica la población indígena andina, más del 56% de
la población femenina solicitó atención en los servicios de salud, en
Cusco la población que requirió atención en los establecimientos de
salud, alcanzó el 49,0%. Por otro lado, la población masculina que
solicitó atención en los servicios de salud, alcanzó porcentajes mayores
al 27% en la mayoría de las regiones

Población atendida por etapas de vida


Las necesidades de atención en los establecimientos de salud, es
diferenciada por edad. Según lo registrado en atención ambulatoria el
36,4% de la población de 00-11 años, fue llevada por sus padres a los
establecimientos de salud, mientras que los grupos de 18-29 años y 30-
59 años que solicitó atención, congrega el 17,9% y 23,0%
respectivamente; en el grupo de adultos mayores, el 12,2% solicitó
atención en los establecimientos de salud
El grupo de 12 a 17 años de edad, es el que registra el menor porcentaje
de atendidos en establecimientos de salud (10,5%), el porcentaje de
población atendida en este grupo de edad, señala una deficiente
cobertura de atención, considerando que este grupo de edad está
constituido por población escolar en edad normativa, y por lo tanto,
inmersa dentro del sistema educativo regular y adscrita a un sistema de
salud (SIS), lo que descartaría factores económicos como los
condicionantes para no solicitar atención, y considerar factores
culturales, implicaría no sólo a un grupo de edad específica, grupo que
en su mayoría es dependiente, sino al conjunto de la población indígena
andina

3.3. MORBILIDAD
Un factor limitante para solicitar atención en los servicios de salud,
además de la dificultad en la accesibilidad al establecimiento de salud y
la precariedad económica, es la percepción negativa, de ésta población,
sobre los establecimientos de salud, como la preconcepción de que son
espacios donde se niega y rechaza las creencias y tradiciones que
perviven en estos grupos.
El estado de salud de las poblaciones indígenas andinas, se presenta
diferenciado por regiones. El registro de casos de enfermedades en los
establecimientos de salud indica que en Arequipa (46,8%), Ayacucho
(39,1%), y Puno (10,6%), son los que registran el mayor porcentaje de
casos de morbidez, en relación al total nacional. En proporciones
menores al 2% se registra el número de casos en el resto de regiones,
donde se asientan las etnias andinas.
El bajo registro de casos, en las regiones donde se encuentran las
poblaciones indígenas andinas, hace suponer que lo agreste de la
geografía andina coadyuva a este bajo registro, y que existen también
factores económicos y culturales que inciden en una escasa presencia
en los establecimientos de salud.

Principales causas de morbilidad


Las enfermedades que presentan mayor incidencia entre las
poblaciones indígenas andinas son: i) infecciones agudas de las vías
respiratorias superiores, ii) desnutrición, iii) enfermedades infecciosas
intestinales, iv) dorsopatías v) enfermedades de la cavidad bucal de las
glándulas salivales, y de los maxilares, vi) obesidad y otros de
hiperalimentación, y vii) otras enfermedades del sistema urinario.
Las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores registran el
27,7% de casos en Huancavelica, el 26,7% en Pasco, el 25,8% en Puno,
y el 25,4% en Arequipa; mientras que la desnutrición inscribe el 21,7%
de los casos registrados en Huánuco y menos del 20% en Cajamarca
(17,6%) y en Huancavelica.
Las enfermedades infecciosas intestinales y las dorsopatías, son los
grupos de enfermedades que también presenta mayor incidencia en las
poblaciones indígenas andinas.
Las enfermedades infecciosas intestinales registran el 11,8% de los
casos en Cajamarca y el 10,7% en Arequipa, mientras que en
porcentajes menores al 6%, se registran en el resto de regiones donde
se ubica esta población. Las enfermedades de la cavidad bucal, de las
glándulas salivales, y de los maxilares afecta principalmente a la
población indígena de las regiones de Apurímac, Cusco, Huancavelica, y
Puno, donde se registran el 28,4%, 21,9%, 15,1% y el 13,4% de los
casos, respectivamente.

Morbilidad por género


Diferenciada por sexo, las enfermedades que afectan en mayor
proporción a las mujeres, son las enfermedades del sistema urinario
(78,5%), seguida de las enfermedades del esófago, estómago y
duodeno (67,9%), las enfermedades de la cavidad bucal, glándulas
salivales, y de los maxilares (62,7%), las cuales concentran más del
60% de los casos registrados en los establecimientos de salud. Los
varones se ven afectados principalmente por las infecciones agudas de
las vías respiratorias inferiores que concentra el 52,8% del total de casos
registrados.

Morbilidad por etapas de vida


La morbilidad de las poblaciones indígenas andinas estará condicionada
a los escenarios geográficos donde se ubican, a la habitabilidad lograda,
a la edad y a las condiciones económicas. La principal causa de
enfermedades en las regiones donde se ubican pueblos indígenas
andinos son: i) infecciones agudas de las vías respiratorias superiores,
ii) enfermedades de la cavidad bucal, glándulas salivales, y de los
maxilares, iii) desnutrición, iv) dorsopatías, v) enfermedades infecciosas
intestinales, vi) enfermedades del esófago, estómago y duodeno.
Las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores afectan
particularmente a la población indígena de 00 a 11 años de edad, con el
33,4% del total de casos registrados, de igual manera el 13,6% de
población de este grupo de edad se ve afectado por enfermedades de la
cavidad bucal y la desnutrición afecta al 11,9% de los casos registrados
para este grupo de edad. Las enfermedades mencionadas también
afectan al grupo de 12 a 17 años de edad, con el 25,2%, 20,9% y 9,9%
de los casos registrados, respectivamente. El grupo adulto mayor (de 60
y más años), se ve afectado principalmente por infecciones de las vías
respiratorias y enfermedades del esófago, estómago y duodeno, con el
13,0% y 7,4% de los casos registrados.
Cabe resaltar que la desnutrición se encuentra presente en seis de las
once regiones donde se asienta la población indígena andina, situación
que afecta principalmente a los de niños entre 00-11 años, situación que
también afecta a los grupos de edad de 12 a 17 años, y en algunas
regiones incluso a los adultos mayores de 60 años.

3.4. MORTALIDAD EN LAS POBLACIONES INDÍGENAS ANDINAS


Una de las metas establecidas por los Objetivos del Milenio - ODM es la
reducción, en dos terceras partes, de la mortalidad en niños menores de
cinco años. Al respecto existen limitaciones para lograr información
específica de la población indígena andina, debido a la difícil
accesibilidad a los centros poblados. A continuación se presenta
información sobre defunciones registradas en los distritos de
asentamientos de la población indígena andina.

Mortalidad por sexo


El fallecimiento de la población que se ubica en los distritos donde se
asientan las poblaciones indígenas andinas, es particularmente mayor
en la población masculina, donde el 52,6% de los fallecidos son de sexo
masculino, mientras que en estos mismos espacios geográficos, sólo se
registra el 47,4% de deceso femenino.

Mortalidad por etapas de vida


Por etapas de vida, el deceso de la población en estos espacios
geográficos sigue la tendencia natural, donde el 61,7% de los adultos
mayores de 60 y más años fallecieron durante el 2011. Los grupos de 30
a 59 años de edad registran el 20,4% de casos de fallecimiento,
mientras que en el grupo de niños menores de 11 años, el 10,2% de
este grupo falleció durante el 2011.
Principales causas de defunción
Durante el 2011, las causas de muerte más frecuentes en los espacios
geográficos donde se ubica la población indígena andina, fueron las
neumonías, septicemias, insuficiencias respiratorias, insuficiencias
cardiacas, y que agrupó al 25,7% de muertes. Asimismo, el 4,0% de
causas de fallecimiento estuvieron vinculadas al cáncer, relacionado con
tumores en el estómago, hígado y en vías biliares.

3.5. FACTORES DETERMINANTES EN SALUD DE LAS POBLACIONES


INDÍGENAS
Se conoce como determinantes de la salud al “conjunto de
condicionantes de la salud y de la enfermedad en individuos, grupos y
colectividades”. Estos son factores personales, sociales, económicos y
ambientales que determinan el estado de salud. Siguiendo los
lineamientos de Lalonde, que propuso un modelo de salud pública
basada en los determinantes de salud, y que considera que la salud de
una comunidad es determinada por cuatro variables: (i) Medioambiente,
(ii) Biología humana, (iii) Estilo de vida y (iv) Sistema de asistencia
sanitaria; se señala que el ambiente y el estilo de vida tanto como la
situación política, social y económica, son determinantes de la situación
sanitaria y la sensación de bienestar de cada persona.

DETERMINANTES SOCIALES
Por determinantes sociales de la salud se entienden los determinantes
estructurales y las condiciones de vida que son causa de buena parte de
las inequidades sanitarias entre los países y dentro de cada país. Se
trata en particular de: la distribución del poder, los ingresos y los bienes
y servicios; las circunstancias que rodean la vida de las personas, tales
como su acceso a la atención sanitaria, la escolarización y la educación;
sus condiciones de trabajo y ocio; y el estado de su vivienda y entorno
físico. La expresión determinantes sociales resume pues el conjunto de
factores sociales, políticos, económicos, ambientales y culturales que
ejercen gran influencia en el estado de salud.
La OMS señala que la mayoría de las afecciones prioritarias para la
salud pública tienen en común una serie de determinantes sociales
básicos, entre ellos los que inciden en la exposición a los riesgos, la
vulnerabilidad a las enfermedades, el acceso a la atención sanitaria y las
consecuencias de las afecciones sufridas.
Estos factores determinantes, que señalados dentro del conjunto de una
población son de por sí importantes, cuando se circunscriben a un grupo
poblacional determinado, como son los indígenas, adquieren una
importancia capital, porque permiten ver las disparidades presentes en
la atención de salud y en los factores que condicionan directa o
indirectamente la calidad de vida y salud de estas poblaciones.
Desde el entorno personal familiar, se puede señalar un conjunto de
factores determinantes, tanto directos como indirectos, en la salud de las
poblaciones en estudio como son:
 La educación, la importante presencia de población indígena
analfabeta (amazónica o andina) se constituirá en un elemento
discapacitante para lograr la elevación de las condiciones de vida y
salud de estas poblaciones, sobre todo si es la mujer quien muestra
esta carencia. Es sabido que en los grupos familiares tradicionales
rurales, las funciones protectora, educativa, de transmisión de
creencias y de atención y cuidado de los niños y enfermos15 está a
cargo de la mujer, además de su participación en las actividades
productivas y económicas. Si de acuerdo con el Censo del 2007 el
75% de los analfabetos mayores de 15 años son mujeres, las
posibilidades de lograr un proceso de crecimiento y desarrollo
saludable en los menores son escasas. Los patrones de crecimiento
deficiente conllevarán a un deficiente desarrollo intelectual y a un
bajo rendimiento escolar16, reduciendo su posibilidad de mejora del
capital humano familiar, reproduciendo los patrones de carencias e
inequidad existentes.
 Las condiciones de habitabilidad de las viviendas, que inciden de
manera directa en la salud de las poblaciones indígenas; la vivienda
en sí, es considerada un determinante de la salud que la afecta de
manera decisiva, incrementando la salud o provocando
enfermedades en sus moradores (WHO, 2000). Diversos autores
señalan que las enfermedades producidas en las viviendas están
relacionadas a procesos de multicausalidad. Las patologías que se
relacionan con la vivienda son las del tipo: respiratorias agudas y
crónicas, por el hacinamiento, ventilación inadecuada, etc; las del
tipo digestivo, relacionadas con la falta de acceso a agua potable, ya
que su carencia o consumo en condiciones inadecuadas, así como,
el inadecuado saneamiento, es decir el manejo inadecuado de
excretas tanto animales como humanas, generará condiciones para
una morbimortalidad elevada principalmente en el sector infantil.

Desde el entorno comunal local, el acceso a los servicios de salud, se ve


afectado por la dispersión de los grupos éticos amazónicos, y en el caso
de las comunidades campesinas andinas, por el agreste relieve andino,
dificultando el acceso a los establecimientos de salud, cuando no
imposibilitándolo, sobre todo en la época de lluvias, debido a la
intransitabilidad de los caminos, de herradura o afirmados que
interconectan los espacios rurales (Gonzales, 2011), dificultando el
acceso oportuno a los establecimientos de salud, con consecuencias
graves para la salud de las poblaciones indígenas. Como un factor
coadyuvante, es preciso considerar la carga cultural presente en los
prestadores de servicios de salud, cuyas acciones establecidas dentro
de parámetros “urbano occidentales” no considera la interculturalidad
como un elemento importante para la efectividad de las acciones de
promoción de la salud, impidiendo llegar a quienes más lo necesitan.

DETERMINANTES ECONÓMICOS
Tanto el desarrollo como el crecimiento económico, son elementos
fundamentales para alcanzar buenas condiciones de salud. Esta
afirmación es ampliamente aceptada, pero los resultados de las políticas
macroeconómicas y sociales en los países no evidencian una
disminución en los indicadores de daño a la salud, es decir que todas las
estrategias y acciones no se orientan a la solución de situaciones de
inequidad económica, la misma que se verá reflejada en la capacidad
adquisitiva de bienes materiales que satisfagan las necesidades tanto
primarias de la persona (alimentación, vestido, vivienda, educación,
salud), como secundarias.
El trabajo constituye la primera fuente de ingresos, sin los cuales es
imposible, en la sociedad actual, desarrollarse como persona, es un
determinante básico de la salud, puesto que de manera sostenida
posibilita la reducción de la pobreza y por ende mejoras en las
condiciones de vida y salud de las personas. Incluso los ODM, se
relacionan con la salud, considerando que el crecimiento económico, la
distribución del ingreso, la inversión en capital humano, tienen un
impacto directo en la calidad de vida de las personas y en su salud.
Por ello, las mejoras en la calidad de vida de las poblaciones indígenas
estarán directamente relacionadas con las políticas y programas que se
establezcan desde el Estado, orientados a la reducción de la pobreza y
las inequidades económicas y sociales hacia estas poblaciones.

DETERMINANTES AMBIENTALES
El medio ambiente es también otro importante determinante de la salud.
La acelerada urbanización en toda Latinoamérica ha dado lugar a una
cada vez mayor diferenciación con los espacios rurales. El acceso a los
servicios sociales se presenta con mayor facilidad en los espacios
urbanos que rurales, los servicios de agua y saneamiento se encuentran
cubriendo los requerimientos de los espacios urbanos, mientras que en
el rural la deficiencia es cada vez mayor. Sin embargo, a pesar del
acelerado crecimiento experimentado, sólo los espacios urbanos han
logrado una especie de dinamismo que posibilita la disminución de su
pobreza, la misma que trae aparejada problemas de contaminación,
debido principalmente a su acelerado desarrollo, lo que se traduce en la
contaminación del aire, por efectos del humo de las fábricas, los gases
provocados por el creciente parque automotor, la contaminación
auditiva, etc., factores que deterioran la salud de la población urbana.
Sin embargo, el área rural también sufre los efectos de esta acelerada
urbanización, cuyas consecuencias son la deforestación, el uso de
pesticidas y agroquímicos que aseguran una cosecha abundante pero al
mismo tiempo la degradación de los suelos, la pérdida de la
biodiversidad, al cambiar sus patrones de cultivo diversificado por
monocultivos, los que inciden de manera directa e indirecta en la salud
de los pobladores rurales. Ahora bien, estos cambios en el
medioambiente, generados por una diversidad de causas, ya sean
concurrentes o independientes, actúan como catalizadores que pueden
acelerar o retardar el comportamiento de los factores físicos, químicos
biológicos presentes en el medio externo y que de hecho afectan de
diferente manera a la salud humana. Es decir, las modificaciones o
cambios en la naturaleza del suelo, del agua, del aire, de la presión
atmosférica, de la humedad, de la intensidad de la radiación solar, de las
horas de sol, etc., generarán contaminación, ya sea por exceso de
residuos sólidos, aguas servidas, quemas e incendios, deforestación,
lluvia ácida, usos excesivo de carburantes fósiles, etc., y sus
consecuencias se expresarán en el medio:
a) Biológico, con la exacerbación de virus, bacterias, microorganismos.
b) Atmosférico, con la exacerbación de ruidos, radiaciones, vibraciones,
humos, etc.
c) Químico, con productos como: óxido de azufre, plaguicidas, metano,
CFC, fertilizantes, metales pesados
Afectando, principalmente, la salud de aquellos que por su condición de
vulnerabilidad son más susceptibles de sufrir las consecuencias: los
pobres rurales y dentro de ellos las poblaciones indígenas.

El cambio climático como determinante en la salud de las


poblaciones indígenas
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático define el cambio climático como “el cambio de clima atribuido
directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la
composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad
natural del clima observada durante períodos comparables”
El cambio climático es un fenómeno mundial que afecta y afectará a la
población mundial, sin embargo existen espacios de mayor
vulnerabilidad, y el Perú es uno de ellos, debido a que se encuentra
entre los 10 países con mayor biodiversidad en el mundo. Esto lo hace
especialmente vulnerable debido a que la complejidad de sus
ecosistemas lo hace especialmente susceptible a los cambios.

Los efectos del cambio se observan ya en nuestro país, tales como:


 Cambios en los patrones de lluvias, habiéndose registrado:
incremento de precipitaciones en lugares que habitualmente no
había y disminución en otros. Estos fenómenos (sequías e
inundaciones) afectan principalmente a la actividad agrícola y el
turismo.
 Elevación del nivel del mar, que afectaría la disponibilidad de agua
potable y el daño a infraestructuras con las inundaciones.
 Derretimiento de los glaciares, generando problemas en el
abastecimiento de agua, minería y generación eléctrica, afectando
las zonas costeras principalmente.
 Olas de calor que contribuyen a la expansión de enfermedades,
tales como la malaria, cólera y dengue, en zonas de habitual
aparición y en otras nuevas, debido al calentamiento global que hace
que estas especies migren. Asimismo, episodios de hipotermia e
hipertermia que afectaría a niños y ancianos principalmente, así
como, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel.
 Intensificación de la expansión de plagas e incendios, debido al
incremento de la temperatura y disminución del agua de la napa
freática, provocando incendios forestales y plagas.
 Incremento de eventos climáticos extremos, como huaycos,
inundaciones y heladas que se han intensificado en el país.
 Incremento en frecuencia e intensidad del Fenómeno del Niño, que
provocará pérdidas en infraestructura, agricultura y energía.
 La sabanización del Amazonas, que podría producir millones de
toneladas de CO2, debido a la deforestación, y el descenso de la
disponibilidad de agua del suelo.
 Reducción de la biodiversidad y especies en peligro de extinción,
debido al incremento de la temperatura que hará inaptas las áreas
ocupadas por muchas especies de flora y fauna, las cuales al no
adaptarse desaparecerán.

Estos eventos, producto del calentamiento global y del cambio climático,


afectarán a toda la población mundial, sin embargo sus efectos serán
más catastróficos en países como el nuestro, en vías de desarrollo, y
dentro de ellos en poblaciones vulnerables, como son las poblaciones
indígenas andinas y amazónicas. Los eventos señalados, muchos de los
cuales ya están sucediendo, involucran directamente a las actividades
productivas, de tipo extractiva, así como a las actividades comerciales y
manufactureras del país, incluso a las actividades agrario productivas,
que se desarrollan bajo marcos de gran productividad e innovación
tecnológica.
Son estos dos aspectos precisamente los que están contribuyendo al
calentamiento global y al cambio climático antropogénico. Precisamente,
las actividades mencionadas en las cuales la participación de las
poblaciones indígenas es nula o casi nula, son las que directamente los
afectan y afectarán en el futuro, a partir del deterioro y destrucción de los
ecosistemas, pérdida de biodiversidad, cambios en los tipos de cultivos
por elevación de temperatura, etc. Actividades todas en las que
participan las poblaciones indígenas, pero bajo parámetros tradicionales
de preservación de los ecosistemas.
Por ello se señala que el cambio climático afectará principalmente las
actividades productivas primarias, que son la fuente de recursos de
estas poblaciones, deteriorando su calidad de vida y por ende su salud.
CONCLUSIONES

En las poblaciones indígenas amazónicas:


 La población de los grupos étnicos amazónicos, se encuentra asentada en
los departamentos de: Loreto que concentra el 39,5% de comunidades
indígenas, seguido de Ucayali (14,4%), Amazonas (14,3%) y Junín
(13,3%). En proporciones menores al 6,5% se las encuentra distribuidas en
los departamentos de Pasco, San Martín, Cusco, Madre de Dios, Huánuco,
Cajamarca y Ayacucho.
 La población indígena amazónica de 40 y más años de edad, presenta más
del 30% de sus integrantes, carentes de habilidades de lectoescritura.
 El 94,4% de la población indígena amazónica en edad de trabajar, se
encuentra ocupada, y el 5,6% se encontraría en condición de desocupada.
 El 7,8% de la población indígena amazónica cuenta con abastecimiento de
agua potable, y sólo el 1,2% tiene conectados sus servicios higiénicos a la
red pública de desagüe.
 Las regiones de Loreto, Amazonas, Junín, Ucayali y Cusco, presentan una
mayor demanda de atención, representando en conjunto al 86,8% de la
población indígena amazónica que solicitó atención en algún
establecimiento de salud.
 Las necesidades de atención de la población indígena amazónica en los
establecimientos de salud fue mayor en la población de menor edad (00-11
años), población que en 49,0% solicitó atención.
 Las poblaciones indígenas amazónicas en Loreto (30,5%), Amazonas
(28,9%), Junín (15,1%) y Ucayali (11,3%) registran los mayores casos de
morbilidad.
 Las causas de muerte más frecuentes, en esta población, fueron las
neumonías, septicemias, infartos al miocardio, fibrosis y cirrosis del hígado
y que agrupó al 23,4% de muertes.
En las poblaciones indígenas andinas:
 La población indígena andina se ubica en las regiones de Amazonas,
Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco,
Junín, Pasco, Puno y Cajamarca.
 El 24,4% de la población indígena andina carece de habilidades de
lectoescritura, sea porque nunca aprendieron a leer y escribir o sea por
desuso.
 El 94% de la población indígena andina se encuentra ocupada y las etnias
quechua y aymara, presentan también similares proporciones de
ocupación.
 La población indígena en la región Puno fue la que en mayor porcentaje
(74,7%) solicitó atención en los establecimientos de salud, así como
Áncash que registra el segundo mayor porcentaje, con el 14,1% de
población que solicitó atención en salud.
 Según lo registrado en atención ambulatoria, el 36,4% de la población de
00-11 años, fue llevada por sus padres a los establecimientos de salud,
mientras que los grupos de 18-29 años y 30-59 años que solicitó atención,
congrega al 17,9% y 23,0%, respectivamente.
 Las poblaciones indígenas andinas que presentan los más altos registros
de morbilidad son: Arequipa (46,8%), Ayacucho (39,1%), y Puno (10,6%).
 Las causas de muerte más frecuentes en los espacios geográficos donde
se ubica la población indígena andina, fueron las neumonías, septicemias,
insuficiencias respiratorias, insuficiencias cardiacas, que agrupó al 25,7%
de muertes.

Los determinantes sociales de la salud en las poblaciones indígenas, tanto


andinas como amazónicas son: educación, habitabilidad de las viviendas, y
dificultad en la accesibilidad a los establecimientos de salud.

El cambio climático afectará principalmente las actividades productivas


primarias, que son la fuente de recursos de las poblaciones indígenas con el
consiguiente deterioro de su calidad de vida y de su salud
BIBLIOGRAFÍA

 ARREOLA, Héctor; SOTO, Herman; GARDUÑO, Juan. Los determinantes


de la no demanda de atención a la salud en México [en línea] [Acceso el
30-01-2013]. URL disponible en: www.funsalud.org.
mx/casesalud/.../12%20LosDeterminantes.pdf
 BARI, María Cristina. La cuestión étnica: Aproximación a los conceptos de
grupo étnico, identidad étnica, etnicidad y relaciones interétnicas. En:
Cuadernos de Antropología Social N° 16, Argentina, 2002.
 BERLINGUER, Giovanni. Determinantes sociales de las enfermedades.
Revista Cubana de Salud Pú- blica. Marzo, 2007.
 CEPAL. Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el
Caribe: información sociodemográfica para políticas y programas.
Documento de Proyecto. Chile, 2006.
 DÁVILA, Miguel. Perú: Estudio de demanda de servicios de salud
(Documento 1). Bethesda, MD: Socios para la Reforma del Sector Salud,
Abt Associates Inc. 2002.
 DEL POPOLO, Fabiana; OYARCE, Ana María. Población Indígena de
América Latina: Perfil sociodemográfico en el marco de la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo y de las Metas del Milenio.
En: CEPAL. Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el
Caribe: información sociodemográfica para políticas y programas.
Documento de Proyecto. Chile, 2006.
 GALARZA SCHOENFELD, Pablo. Inclusión de la variable etnia en las
fuentes de información sociodemográfica del Ecuador. Comisión
Económica para América Latina y el Caribe-CEPAL, Documento de
Proyecto. Chile, 2010.
 GONZALES C. Edgar; OVIEDO R., Celia. El Impacto Social del Cambio
Climático en la Cuenca del Río Piura. Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo-PNUD. Documento de Trabajo, 2011.
 GRUPO INTERNACIONAL DE TRABAJO SOBRE ASUNTOS INDÍGENAS-
IWGIA. ¿Quiénes son los pueblos indígenas? [en línea] [Acceso el 30-01-
2013]. URL disponible en: http://www.iwgia.org/cultura-
eidentidad/identificacion.
 LAGOS, Ovidio. Arana, rey del caucho, Emecé Editores S.A. Buenos Aires,
Argentina, 2003.
 LIP, César; ROCABADO, Fernando. Determinantes sociales de la salud en
Perú. Cuadernos de Promoción de la Salud N° 17. Ministerio de Salud.
Lima, 2005.
 MARTINEZ COBO, Luis. Informe final del estudio sobre tratados, arreglos y
otros acuerdos constructivos entre estados y poblaciones indígenas.
Naciones Unidas. Consejo Económico Social. Comisión de Derechos
Humanos. Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de
las Minorías. 51° período de sesiones. Tema 7 del programa provisional.
EEUU, 1999.
ANEXOS
GRUPOS ETNO-LINGÜÍSTICOS AMAZÓNICOS

Вам также может понравиться