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GENERALIDADES
Distribución geográfica
En el año 2007, el INEI realizó el II Censo de Comunidades Indígenas
de la Amazonía Peruana, el mismo que dio como resultado 51 etnias
censadas, agrupadas en 13 familias lingüísticas y distribuidas en 11
departamentos del Perú
De acuerdo con el Censo, la población de los grupos étnicos que habitan
en la Amazonía, se encuentra asentada, principalmente, en los
departamentos de la Selva, siendo Loreto el que concentra el mayor
número de comunidades indígenas con un 39,5%, seguido de Ucayali,
Amazonas y Junín, con el 14,4%, 14,3% y 13,3%, respectivamente.
Las poblaciones indígenas amazónicas se encuentran distribuidas, en
proporciones menores al 6,5%, en los departamentos de Pasco, San
Martín, Cusco, Madre de Dios, Huánuco, Cajamarca y Ayacucho.
Asimismo, al distribuir las comunidades por familia lingüística, destacan
las familias Arahuaca (33,1%), Jíbaro (25,0%) y quechua (11,3%)
quienes en conjunto congregan a más del 69% de grupos étnicos,
mientras que el resto de familias lingüísticas congrega menos del 10%.
Cada familia lingüística concentra un número determinado de grupos
étnicos que comparten la misma raíz dialectal. En el caso de las familias
lingüísticas Peba Yagua, Tacana y Tupi Guaraní, éstas congregan a un
solo grupo étnico (las etnias Yagua, Ese´ejja y Cocama – Cocamilla
respectivamente). En el extremo contrario se encuentran las familias
Pano y Arahuaca (Ver Gráfico N° 3) quienes convocan al mayor número
de grupos étnicos (10 grupos étnicos en cada una de ellas), en menores
proporciones se encuentran las familias Harakmut-Harakbet, Huitoto y
Jíbaro con siete, cinco y cuatro grupos étnicos, respectivamente.
2.3. MORBILIDAD
Considerando que la revaloración de las concepciones, costumbres y
prácticas culturales indígenas, son importantes para lograr un mayor
número de población atendida en los centros de salud, subsisten aún
algunos condicionantes para la participación de esta población, tales
como su precariedad económica, así como la dificultad geográfica
(traducida en difícil acceso y/o grandes distancias) para el acceso a los
establecimientos de salud, como supuestos a tomar en cuenta para el
análisis de la morbilidad en estas poblaciones.
Analizando, el estado patológico o mórbido de la población indígena
amazónica, se observa que en Loreto, es donde se presenta el mayor
número de casos de enfermedades (30,5%), en relación con el total de
casos registrados. Le siguen en una menor incidencia de casos,
Amazonas (28,9%), Junín (15,1%) y Ucayali (11,3%). En proporciones
menores al 7%, se registra la incidencia de casos de enfermedades en
el resto de regiones donde se asientan las poblaciones indígenas.
Cabe señalar, que en las regiones donde la incidencia de casos es
menor, es probable que sea debido a que estas poblaciones no acuden
a los establecimientos de salud, considerando que muchas veces los
establecimientos de salud son de difícil acceso. Es decir, el acudir al
establecimiento de salud, implicaría gastos para movilizarse hacia el
establecimiento, así como, los de alojamiento y alimentación, si deben
quedarse. De igual manera, si existe reticencia a hacerse atender,
debido a factores culturales como que no “comprende” su forma de vida
ni costumbres, todo lo cual contribuiría a un mayor deterioro de su salud,
al no atenderse oportunamente en un establecimiento de salud.
Distribución geográfica
La identificación de los pueblos originarios de la zona andina del país,
presenta complejidad, debido a que la autoidentificación no siempre
cubre a la totalidad de la población indígena, que se mantiene hasta la
actualidad como parte de los pueblos originarios quechuas y aymaras, y
cuya delimitación geográfica es importante para su identificación y
análisis.
De acuerdo con la distribución realizada en el Atlas Sociodemográfico de
los Pueblos Indí- genas del Perú, de CEPAL; las regiones que
congregan a la población indígena andina son: Áncash, Apurímac,
Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Pasco,
Puno y Cajamarca.
Las regiones de Puno, Huancavelica y Ayacucho albergan alrededor del
64% de población indígena cada una, mientras que de Junín, Pasco y
Cajamarca presentan porcentajes menores al 10% de población
indígena andina en sus espacios geográficos. En relación con el peso
porcentual de las etnias que conforman la población indígena andina, la
etnia quechua constituye el 88,7% de esta población, mientras que la
etnia aymara constituye el 11,3%.
3.3. MORBILIDAD
Un factor limitante para solicitar atención en los servicios de salud,
además de la dificultad en la accesibilidad al establecimiento de salud y
la precariedad económica, es la percepción negativa, de ésta población,
sobre los establecimientos de salud, como la preconcepción de que son
espacios donde se niega y rechaza las creencias y tradiciones que
perviven en estos grupos.
El estado de salud de las poblaciones indígenas andinas, se presenta
diferenciado por regiones. El registro de casos de enfermedades en los
establecimientos de salud indica que en Arequipa (46,8%), Ayacucho
(39,1%), y Puno (10,6%), son los que registran el mayor porcentaje de
casos de morbidez, en relación al total nacional. En proporciones
menores al 2% se registra el número de casos en el resto de regiones,
donde se asientan las etnias andinas.
El bajo registro de casos, en las regiones donde se encuentran las
poblaciones indígenas andinas, hace suponer que lo agreste de la
geografía andina coadyuva a este bajo registro, y que existen también
factores económicos y culturales que inciden en una escasa presencia
en los establecimientos de salud.
DETERMINANTES SOCIALES
Por determinantes sociales de la salud se entienden los determinantes
estructurales y las condiciones de vida que son causa de buena parte de
las inequidades sanitarias entre los países y dentro de cada país. Se
trata en particular de: la distribución del poder, los ingresos y los bienes
y servicios; las circunstancias que rodean la vida de las personas, tales
como su acceso a la atención sanitaria, la escolarización y la educación;
sus condiciones de trabajo y ocio; y el estado de su vivienda y entorno
físico. La expresión determinantes sociales resume pues el conjunto de
factores sociales, políticos, económicos, ambientales y culturales que
ejercen gran influencia en el estado de salud.
La OMS señala que la mayoría de las afecciones prioritarias para la
salud pública tienen en común una serie de determinantes sociales
básicos, entre ellos los que inciden en la exposición a los riesgos, la
vulnerabilidad a las enfermedades, el acceso a la atención sanitaria y las
consecuencias de las afecciones sufridas.
Estos factores determinantes, que señalados dentro del conjunto de una
población son de por sí importantes, cuando se circunscriben a un grupo
poblacional determinado, como son los indígenas, adquieren una
importancia capital, porque permiten ver las disparidades presentes en
la atención de salud y en los factores que condicionan directa o
indirectamente la calidad de vida y salud de estas poblaciones.
Desde el entorno personal familiar, se puede señalar un conjunto de
factores determinantes, tanto directos como indirectos, en la salud de las
poblaciones en estudio como son:
La educación, la importante presencia de población indígena
analfabeta (amazónica o andina) se constituirá en un elemento
discapacitante para lograr la elevación de las condiciones de vida y
salud de estas poblaciones, sobre todo si es la mujer quien muestra
esta carencia. Es sabido que en los grupos familiares tradicionales
rurales, las funciones protectora, educativa, de transmisión de
creencias y de atención y cuidado de los niños y enfermos15 está a
cargo de la mujer, además de su participación en las actividades
productivas y económicas. Si de acuerdo con el Censo del 2007 el
75% de los analfabetos mayores de 15 años son mujeres, las
posibilidades de lograr un proceso de crecimiento y desarrollo
saludable en los menores son escasas. Los patrones de crecimiento
deficiente conllevarán a un deficiente desarrollo intelectual y a un
bajo rendimiento escolar16, reduciendo su posibilidad de mejora del
capital humano familiar, reproduciendo los patrones de carencias e
inequidad existentes.
Las condiciones de habitabilidad de las viviendas, que inciden de
manera directa en la salud de las poblaciones indígenas; la vivienda
en sí, es considerada un determinante de la salud que la afecta de
manera decisiva, incrementando la salud o provocando
enfermedades en sus moradores (WHO, 2000). Diversos autores
señalan que las enfermedades producidas en las viviendas están
relacionadas a procesos de multicausalidad. Las patologías que se
relacionan con la vivienda son las del tipo: respiratorias agudas y
crónicas, por el hacinamiento, ventilación inadecuada, etc; las del
tipo digestivo, relacionadas con la falta de acceso a agua potable, ya
que su carencia o consumo en condiciones inadecuadas, así como,
el inadecuado saneamiento, es decir el manejo inadecuado de
excretas tanto animales como humanas, generará condiciones para
una morbimortalidad elevada principalmente en el sector infantil.
DETERMINANTES ECONÓMICOS
Tanto el desarrollo como el crecimiento económico, son elementos
fundamentales para alcanzar buenas condiciones de salud. Esta
afirmación es ampliamente aceptada, pero los resultados de las políticas
macroeconómicas y sociales en los países no evidencian una
disminución en los indicadores de daño a la salud, es decir que todas las
estrategias y acciones no se orientan a la solución de situaciones de
inequidad económica, la misma que se verá reflejada en la capacidad
adquisitiva de bienes materiales que satisfagan las necesidades tanto
primarias de la persona (alimentación, vestido, vivienda, educación,
salud), como secundarias.
El trabajo constituye la primera fuente de ingresos, sin los cuales es
imposible, en la sociedad actual, desarrollarse como persona, es un
determinante básico de la salud, puesto que de manera sostenida
posibilita la reducción de la pobreza y por ende mejoras en las
condiciones de vida y salud de las personas. Incluso los ODM, se
relacionan con la salud, considerando que el crecimiento económico, la
distribución del ingreso, la inversión en capital humano, tienen un
impacto directo en la calidad de vida de las personas y en su salud.
Por ello, las mejoras en la calidad de vida de las poblaciones indígenas
estarán directamente relacionadas con las políticas y programas que se
establezcan desde el Estado, orientados a la reducción de la pobreza y
las inequidades económicas y sociales hacia estas poblaciones.
DETERMINANTES AMBIENTALES
El medio ambiente es también otro importante determinante de la salud.
La acelerada urbanización en toda Latinoamérica ha dado lugar a una
cada vez mayor diferenciación con los espacios rurales. El acceso a los
servicios sociales se presenta con mayor facilidad en los espacios
urbanos que rurales, los servicios de agua y saneamiento se encuentran
cubriendo los requerimientos de los espacios urbanos, mientras que en
el rural la deficiencia es cada vez mayor. Sin embargo, a pesar del
acelerado crecimiento experimentado, sólo los espacios urbanos han
logrado una especie de dinamismo que posibilita la disminución de su
pobreza, la misma que trae aparejada problemas de contaminación,
debido principalmente a su acelerado desarrollo, lo que se traduce en la
contaminación del aire, por efectos del humo de las fábricas, los gases
provocados por el creciente parque automotor, la contaminación
auditiva, etc., factores que deterioran la salud de la población urbana.
Sin embargo, el área rural también sufre los efectos de esta acelerada
urbanización, cuyas consecuencias son la deforestación, el uso de
pesticidas y agroquímicos que aseguran una cosecha abundante pero al
mismo tiempo la degradación de los suelos, la pérdida de la
biodiversidad, al cambiar sus patrones de cultivo diversificado por
monocultivos, los que inciden de manera directa e indirecta en la salud
de los pobladores rurales. Ahora bien, estos cambios en el
medioambiente, generados por una diversidad de causas, ya sean
concurrentes o independientes, actúan como catalizadores que pueden
acelerar o retardar el comportamiento de los factores físicos, químicos
biológicos presentes en el medio externo y que de hecho afectan de
diferente manera a la salud humana. Es decir, las modificaciones o
cambios en la naturaleza del suelo, del agua, del aire, de la presión
atmosférica, de la humedad, de la intensidad de la radiación solar, de las
horas de sol, etc., generarán contaminación, ya sea por exceso de
residuos sólidos, aguas servidas, quemas e incendios, deforestación,
lluvia ácida, usos excesivo de carburantes fósiles, etc., y sus
consecuencias se expresarán en el medio:
a) Biológico, con la exacerbación de virus, bacterias, microorganismos.
b) Atmosférico, con la exacerbación de ruidos, radiaciones, vibraciones,
humos, etc.
c) Químico, con productos como: óxido de azufre, plaguicidas, metano,
CFC, fertilizantes, metales pesados
Afectando, principalmente, la salud de aquellos que por su condición de
vulnerabilidad son más susceptibles de sufrir las consecuencias: los
pobres rurales y dentro de ellos las poblaciones indígenas.