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Material de: Prof.

Elvira Blanco

NOTAS PARA LEER EL MATADERO A PARTIR


DEL ARTÍCULO DE N. JITRIK

Material para circulación entre mis alumnos de 3º NO DEJAR EN MI CARPETA.

“Forma y significación en El matadero de Esteban Echeverría” En: Jitrik, N.


Suspender toda certeza. Biblos, Buenos Aires, 1997

El artículo comienza cuestionando la tipología textual. Si bien el narrador tiende


a dirigirse hacia el cuento, comienza planteando el discurso como una historia.
Primer asunto: la ironía inicial sobre los cronistas parece querer alejarse de la
historia pero a la vez al ser una ironía, puede entenderse como un deseo de
verdadera historia frente a una antigua crónica inexacta.

Este inicio abre la duda, la intención de doble discurso, instalando la posibilidad


de la lectura entrelíneas. Simultáneamente se coloca también la incertidumbre
sobre el tipo de texto que el narrador pretende, abriéndose así el
cuestionamiento de la propia enunciación.

Jitrik dice que la cuota de ironía tiene como consecuencia que la realidad
invocada pase a un plano referencial “de lo que está siendo dicho acerca de
ella misma” (69). Sin embargo, creo que esto es necesario pensarlo también
desde otra óptica. El dato entendido como “real” en el discurso pertenece al
plano de la ficción, es presentado por el narrador: basándose en lugares
geográficos conocidos y en fechas, en cambio el hecho real que desencadena
el discurso: dictadura de Rosas es manejada preferentemente en un plano
simbólico con las referencias a la casilla, el matadero, etc. O bien a nivel
paródico cuando el episodio del unitario por ejemplo.

Este aspecto no es presentado en el artículo y sin embargo es interesante de


observar dado que hay una realidad creada que apunta, como trabaja Jitrik,
hacia el costumbrismo, lo que también colabora con el elemento de
verosimilitud. Pero la verosimilitud ficcional no tiene nada que ver con la
intencionalidad histórica que pueda platear el texto, esta se va a desarrollar
dentro del plano simbólico señalado. Todo en definitiva apunta al doble
discurso, ahí está el meollo del cuento: historia o ficción, ironía o seriedad,
realismo o romanticismo, crítica o sátira, federal o unitario (la crítica ha
señalado que el peor momento es el episodio del unitario, siendo Echeverría
uno de ellos)

Así, las constantes oscilaciones llevan a reflexionar sobre la relación del


narrador con el contexto presentado, quizás no sea como dice Jitrik que el
autor fue moldeando por el camino su búsqueda narrativa y por eso las
inseguridades o dobles propuestas y de ahí que nunca lo quisiera publicar, sino
que desde el principio la realidad que veía ese narrador (muy cercano a la
entidad autoral especialmente si se ve desde el discurso histórico y su
pretendida objetividad) era dual y bestial privilegiando así la posición de un
mundo grotesco.

Lo grotesco aparece en todas las artes, su origen proviene del italiano grotta,
que fue empleado para designar las pinturas de carácter extraño descubiertas
en grutas italianas a finales del siglo XV. Eran dibujos extravagantes y
licenciosos que fueron interpretados como la expresión de un mundo por
momentos cómico, por momentos terrorífico o repugnante que se introducía en
la normalidad de la vida cotidiana.

Si en lugar de dibujos hablamos de escenas narrativas e inclusive de escenas


reales en la época, tenemos un mundo y un texto con elementos grotescos.
Para Kayser en su libro Lo grotesco. Su configuración en pintura y literatura.
(Buenos Aires, Nova, 1964) lo grotesco es “el mundo transfigurado” donde lo
aparentemente razonable se nos revela carente de sentido, mientras se nos
van distanciando las cosas que nos eran familiares.

Apunta Kayser como características del grotesco:

.monstruosidad de los elementos


.alteración de órdenes y proporciones
.distanciamiento frente a lo incomprensible e inexplicable de la realidad
.inversión de lo mundano y lo espiritual disolviendo todos los órdenes

El núcleo de lo grotesco para Kayser está en:

.el principio de desarmonía


.la ausencia de leyes que rijan un mundo desordenado donde se fusionan los
elementos contradictorios.

Bajtin en La cultura en la Edad Media y el Renacimiento (Barcelona, Barral,


1974) critica la caracterización de Kayser por estar centradas en el grotesco
romántico, dejando de lado la expresión popular de un mundo de risa y placer.
Para Bajtin el signo de lo grotesco es la exageración y la hiperbolización y la
expresión máxima de lo grotesco se da en el carnaval por su carácter
transgresor, la risa ambivalente y sarcástica a la vez, llevando al plano material
lo espiritual. (piénsese en la época de la ficción de El matadero)

David Hayman (“Um passo alem de Bakhtine:por uma mecánica dos modos” In:
Tempo brasileiro nº 62. Rio de Janeiro. Julho/setembro,1980) dice lo grotesco
está en el carnaval por la dualidad de los componentes propios de esta fiesta:
vida-muerte, muerte-renacimiento, alto-bajo; que llevan implícitos placer-dolor,
alegría-horror.

Goffrey Harphan (perdón, no encuentro ahora la cita bibliog.) señala la


marginalidad como imagen de lo grotesco pues la figura que crea no se puede
definir ya que son varias simultáneamente, llevando a una complicada red entre
forma y contenido. Por eso lo grotesco para este autor está en las márgenes,
en las zonas ambiguas. También llevado a lo social lo grotesco aparece en lo
marginal, periférico con horror, transgresión, miedo, horror y el surgimiento de
lo no oficial.

Kayser y Bajtin coinciden en el grotesco como manifestación de época de crisis

Hasta aquí mis aportes para una reflexión del texto. (Perdón por la falta de nº
de hoja en las citas)

Creo que en mi carpeta está el texto de Jitrik, de todas formas lo llevaré la


próxima clase.

IMPORTANTE: Traten de que todos los compañeros accedan a este material

Gracias, ELVIRA

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