Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Todas las mujeres estamos ansiosas por que llegue ese tan ansiado día de recibir y conocer
al amor de tu vida. Lo tenemos todo planeado. Darle su primera tetada y que se quede
pegadito a nosotras. Practicar el método canguro, piel con piel lo más que se pueda. Nos
da miedo su primera vacuna, su primer baño. Y por qué no? También ansiamos vernos sin
esa barriga, que aunque alberga a nuestro gran amor, nos gustaría vernos (y sentirnos) sin
ella.
Llega el gran día. Y ocurre todo lo imaginado antes. Llegamos a casa felices con nuestro
nuevo amor. Llega la hora del primer baño. Nos vemos al espejo, nos observamos y ooh,
decepción. Parece como si todavía hubiera un bebé ahí dentro. Y lo que creímos bajaría
al paso de los días, no parece querer irse. ¿Qué hicimos mal? Cuándo se irá? ¿Nos
quedaremos así para siempre? ¿ qué será adecuado comer, cuándo podré empezar a
hacer ejercicio?
Bueno, no desesperes. En tu cuerpo ocurrieron muchos cambios para ser capaz de albergar
a tu tierno niño. Esos cambios se irán tan gradualmente como aparecieron, y con algo de
tu ayuda. Pero por lo pronto, no hay mucho que pensar acerca de eso, excepto cuidar de
tu bebé y de ti misma. Prepararte para cuando pase la cuarentena. Sí, también hay una
preparación para esto, que de hecho debió de empezar desde el embarazo o antes. Y
esto involucra cuidar de tu postura y de tu suelo pélvico, así como tu core. Y no solamente
desde el punto de vista estético, sinpo funcional. Cuando tenemos dañadas estas
estructuras, ocurren eventos tan molestos como incontinencia urinaria, fecal, escape de
gases, malas digestiones, pesadez, vientre inflamado y doloroso, espalda baja dolorosa,
entre otros.
Control de una postura correcta tanto cuando la mujer esté sentada, de pie o
amamantando al bebé.
Evitar cargar mas de lo que pesa el bebé.
Pasadas 48 horas del parto se deben comenzar a hacer ejercicios de kegel del suelo
pélvico.
Contraer el suelo pélvico ante los esfuerzos, ante la contracción abdominal: cargar al
recién nacido, toser, estornudar,..
Evitar estar mucho tiempo en una misma posición, ya sea sentada, parada o acostada.
Se recomienda levantarse y deambular lo mas pronto posible, aunque sea poco a
poco. Mover las piernas. Es para evitar problemas de circulación y también para que el
intestino se mueva correctamente.
Vigilar la episiotomía o desgarro.
Evitar relaciones sexuales en las primeras 6 semanas.
Realizar medidas contra el estreñimiento(Tomar mucha agua, frutas y verduras,
caminar).
A partir de los seis meses aún y las que tienen cesárea pueden ya realizar
ejercicios, siempre valorando la condición individual de cada quién.
El piso del suelo pélvico, o también llamado periné, lo componen músculos, ligamentos y
tejido conectivo, que se encuentra en la parte inferior de la pelvis, cerrando la cavidad. Por
fuera nosotros lo vemos como esa región que se encuentra entre nuestros genitales externos
hasta el ano. Pero es más complejo de lo que se ve superficialmente.
Existe evidencia de cierto dimorfismo sexual (desarrollo diferente según el sexo) de este
músculo visto en estudios histológicos de recién nacido, donde los individuos de sexo
femenino presentan un músculo más laxo y con mayor cantidad de tejido conectivo (5). El
músculo elevador del ano en conjunto con un segundo músculo del piso pélvico, el músculo
coccígeo, forman el llamado diafragma pélvico, siendo el primera el componente principal
El elevador del ano es el músculo más extenso de la pelvis. Está compuesto por tres
fascículos o haces: el haz puborrectal, pubococcígeo e iliococcígeo
(6). Este diafragma se extiende hacia anterior desde el pubis, posterior hacia el cóccix y
lateral hacia ambas paredes laterales de la pelvis menor. Se extiende como un embudo
hacia inferior formando la mayor parte del suelo de la pelvis. Existe además otro grupo
muscular que conforma el diafragma urogenital, más inferior, es decir superficial al elevador
del ano que, al igual que éste, participa en la continencia urinaria.
CONTRAER AISLADAMENTE: Pero hay que realizar series de contracciones al igual que como
cuando hacemos pesas. Y siempre contraerlos aisladamente de los glúteos. No apretemos
los músculos glúteo, ni los abdominales ni algún otro porque ya nos estamos ayudando con
ellos, y los músculos perineales no cumplen toda su función.
REPÍTELO hasta perfeccionar: Efectúalo varias veces durante el día. Al despertar no hagas
pipí, haz estos ejercicios inmediatamente. Cuando relajes que no se te escape orina. Haz
10 repeticiones. También al cocinar, al trabajar, mientras ves televisión, y antes de dormir.
Contracciones rápidas. Contrae lo más fuerte que puedas y relaja. Haz tres series
de diez repeticiones.
Contracciones lentas. Contrae lento. Manten contraído muy fuerte 8 segundos.
Relaja. Haz tres series de diez repeticiones.
Combina: haz 6 ejercicios de contracciones rápidas y 6 ejercicios de
contracciones lentas.
Cómo puedo ver los resultados? Pues bien, si tenías algo de incontinencia, verás
menos pérdidas, no te dolerá al toser o reír. Puedes comprobar el tono,
haciendo una prueba: con tus manos bien limpias, introduce un dedo (por favor
con uñas cortas) en la vagina y aprieta lo más fuerte. Haces esta prueba mes
tras mes y tienes que sentir la contracción mas fuerte.
Parece poco, pero realmente esta es la base de trabajar core y suelo pélvico. Y
mantenerlo sano y fuerte. No debes entrenar antes de fortalecer estos
componentes importantes