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Teorías de competencia entre naciones

jueves, 26 de mayo de 2011

https://bradanovic.blogspot.com/2011/05/teorias-de-competencia-entre-
naciones_26.html
TOMAS BRAD ANOVI C

Como el viernes tengo que defender mi tesis, aprovecho de repasar


algunas de las cosas escribiéndolas acá mismo, en fin, aquí voy:

Los países compiten entre sí para crear y apropiarse de la riqueza, tal


como compiten las personas y muchas de las teorías sobre la competencia
entre naciones son una extensión de las ideas de competencia entre
personas.

La teoría más antigua de competencia entre países -que conozco- es


el mercantilismo, que surgió junto con el concepto de estado-nación entre
los siglos XVI al XVIII. Un conjunto de las ideas de sentido común sobre
competencia basadas más o menos en los siguientes principios:

Como los recursos son finitos, todo lo que gana algún país en el comercio
internacional necesariamente lo pierde el otro, es un juego de suma cero,
por lo tanto a los países les conviene importar lo menos que puedan porque
la importación es un gasto y los que lucran son los proveedores extranjeros.
En cambio es conveniente exportar lo más que se pueda porque así el lucro
queda en el propio país. Los excedentes del intercambio se deben acumular
en metales preciosos (oro, plata) para que conserven su valor.
El mercantilismo se basaba en la idea que el productor es quien lucra y que
lo mejor para la riqueza del país era que el estado estableciera monopolios
productivos -hay que recordar que la riqueza del estado y la del soberano
en esos tiempos eran más o menos lo mismo-tanto para abastecer al país
como para exportar. Un gran exponente del mercantilismo fue J.B. Colbert,
ministro de hacienda del Rey Sol Luis XIV.

Adam Smith, fundador de la economía clásica fue el principal enemigo del


mercantilismo, haciendo notar que era absurdo que los países pretendieran
producir cosas para las que no tenían ventajas naturales. En La Riqueza de
Las Naciones, tal vez su mayor aporte fue el de aclarar la importancia de la
división del trabajo, la idea de las ventajas absolutas, o sea que cada país
debería producir aquello en que tuviese ventajas e importar lo que no
tuviese fue una extensión su idea microeconómica de la división del trabajo:
que cada cual se especialize en lo que hace mejor.

David Ricardo notó que las ventajas absolutas no maximizaban la creación


de riquezas porque los países no tenían para que tratar de ser los mejores
del mundo en todo, bastaba con la ventaja relativa de país a país y lo
demostró haciendo un estudio de costos entre pares de países. Eso se
llamó la teoría de las ventajas comparativas.

Por algo se llama economía clásica, estas ideas reinaron durante siglos sin
competencia y fueron formalizadas por el modelo de Eckscher-Olin. Se
empezó a hablar entonces de los "factores de ventaja comparativa":
disponibilidad de capital, bajo costo de mano de obra, tasas de interés,
disponibilidad de materias primas, etc. Este es el modelo que actualmente
usa la mayoría de los países del mundo.

Pero en los años 40, el economista ruso Wasili Leontieff hizo un estudio de
10 años de comercio exterior norteamericano y se encontró con la sorpresa
de que las exportaciones del país más capitalista del mundo no eran
intensivas en capital, sino intensivas en mano de obra. Esto se conoció
como la paradoja de Leontieff y puso en duda la validez del modelo de
ventajas comparativas.

El año 1985 Michael Porter publica su best seller La Ventaja Competitiva,


orientado a la micro economía o sea como lograr ventajas compitiendo a
nivel de empresa. Su receta ponía énfasis en lo que llamó estrategia
competitiva, pero su principal aporte fue un método de análisis sencillo que
permitía implementarla según 5 indicadores: poder de negociación de
proveedores y clientes, amenaza de nuevos competidores, amenaza de
sustitutos y rivalidad interna.
En el año 1990 apareció La Ventaja Competitiva de las Naciones de Porter
y un año después Geografía y Comercio de Paul Krugman. Porter fue quien
hacía notar en su libro que:

Ciertas naciones han disfrutado de un nivel de vida en rápido ascenso a


pesar del déficit presupuestario (Japón, Italia y Corea); a pesar de que han
visto subir la cotización de su moneda (República Federal de Alemania y
Suiza) o a pesar de haber sostenido altas tasas de interés (Italia y Corea).

Todo esto contradecía la teoría de las ventajas comparativas. También


concluyó de un estudio empírico, que existían ciertos lugares geográficos
dentro de los países que eran notablemente competitivos como Silicon
Valley, algunos lugares de Finlandia, Irlanda, etc. Así fue como propuso su
modelo de análisis que se conoce como "el diamante de Porter", las fuerzas
a analizar en este caso son las mismas ventajas comparativas de antes más
estrategia y agrupación geográfica. Eso es lo que llamó un cluster de
industrias".

Con los cluster Porter podía explicar los éxitos en Japón, Italia, Corea,
Alemania, Suiza, etc. pese a que estos países no parecían tener factores
claros de ventaja comparativa. A partir de la teoría de clusters aparecieron
otros dos derivados que fueron la de distritos industriales de Giacommo
Becatinni y la competitividad sistémica de los economistas del Secretariado
de la OECD.

Porter centró su estudio en países industrializados y concluyó que la clave


para la competitividad era la innovación y la tecnología, desde entonces que
estamos repletos de gurús que repiten lo que mal entendieron, que las
tecnologías y la cantidad de patentes es el único camino a la prosperidad,
que los recursos naturales eran "una maldición" y que todo el munso de
debería llenar de silicon valleys.

No era así, existen muchas otras forma de ser competitivo aparte de la


innovación y el mejor ejemplo fue el diseño "made in Italy" que el profesor
italiano Giacommo Becattini investigó y propuso como modelo de cluster -
distritos industriales el los llamó- para países emergentes, no basados en
tecnología sino en destrezas únicas, históricas o culturales.

La OECD por su parte, se tomó de la idea de Porter por el otro extremo,


diciendo que solo el estado tenía la capacidad y los recursos para inducir la
formación de clusters, con una línea de pensamiento muy similar a los
estructuralistas de la CEPAL de los años 60, ellos proponen políticas de
estado para cambiar las estructuras, asociaciones público-privadas y todo
ese bullshit que ya conocemos desde que Chile entró a la OECD (adivinen
cual es la política de competitividad que está usando el gobierno de Chile
actualmente).

Lo curioso es que todo esto que aparece tan fluido y razonable en la


técnica, en la práctica rara vez se aplica. Muchos gobiernos siguen
compitiendo en términos mercantilistas como en la edad media (Keynes fue
un impulsor del moderno mercantilismo), el modelo de David Ricardo de
Ventajas Comparativas es el que se usa casi universalmente y unos pocos
gobiernos nacionales tratan de implementar ideas estructuralistas como las
de la OECD. Que mejor muestra que la política es la mejor expresión de la
ignorancia.

En fin, todo esto es lo que tendría que comentar sobre solo una diapositiva
-la que se muestra- y la presentación tiene 34 ¿que hago entonces?
Abreviar y callar nomás, como no puedo decir todo aprovecho de aburrirlos
a ustedes, pacientes lectores del Club de Ociosos, ya que no podré aburrir a
la comisión como quisiera.

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