Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
-Los problemas que plantea la unidad política: Oposición de Buenos Aires a la política
del acuerdo de San Nicolás.
La caída de Rosas dejo de hecho todo el poder político nacional en las manos del
general Urquiza. Pero en el orden local porteño, el vacío de poder resulto más difícil de
llenar.
Cuando el ejército de Urquiza ingreso en la ciudad, días después de la batalla de
Caseros, fue recibido según unas versiones con aclamaciones y lluvias de flores, según
otras, con un silencio reticente y hostil. Tal vez ninguna de ambas versiones sea
totalmente exacta. También hubo otros, afines al régimen derribado, que miraban el
porvenir con temor. Pero entre estos extremos hubo sin duda un gran grupo de
ciudadanos cuya actitud dominante fue la expectativa.
Buenos Aires tenía ahora en sus calles un ejército de entrerrianos, correntinos,
santafesinos, orientales y brasileños, mandados por un caudillo federal. La ciudad
entera observo los primeros pasos de Urquiza para alinearse en pro o en contra de él.
El resultado fue que se le acepto como “libertador” pero no como “organizador” de la
nación. Urquiza nombro gobernador provisorio de Buenos Aires a Vicente López y
Planes, su ministerio era de conciliación: figuraban en el Valentín Alsina, Gorostiaga y
el coronel Escalada.
El acto más trascendente de estos días fue la firma del protocolo de Palermo, el 6 de
abril. Por él, los gobiernos de Buenos Aires y de las tres provincias libertadoras invitaban
a los de las provincias hermanas a una reunión de gobernadores en San Nicolás de los
Arroyos para reglar las bases de la organización nacional. A la vez, encargaban a
Urquiza las relaciones exteriores de la nación, por primera vez el ejercicio de estas
facultades no estaba en manos de un gobernador porteño.
Para ese entonces, los ciudadanos de Buenos Aires ya habían tomado partido. En abril
de 1852 se produjo una redistribución de la ciudadanía. Se formó un primer grupo
denominado urquicista o federal, entre los que se encontraron Francisco Pico, Vicente
Fidel López, Vicente López y Planes, Marcos Paz, Hilario Lagos, Juan Maria Gutiérrez,
etc. Son los hombres que van a apoyar el acuerdo de San Nicolás, la unión lisa y llana
de Buenos Aires a la Confederación. Otro grupo dominado por Valentín Alsina, Carlos
Tejedor, los Obligados, José Mármol, Adolfo Alsina, respondían al más crudo
provincialismo y sostenían las libertades de Buenos Aires a toda costa: desde San
Nicolás fueron los aislacionistas, después segregacionistas, que no se apuraban por
ver reconstruido el Estado Nacional. Por último, el tercer grupo respondía a la iniciativa
de Bartolomé Mitre, le seguían Sarmiento, Elizalde, Vélez Sarsfield. Eran nacionalistas
y partidarios de la organización nacional, se declararon adeptos al sistema federal y
proclamaron que Buenos Aires debía ser la cabeza y la inspiración de esa organización
federal.
El 31 de mayo se firmó el Acuerdo, el cual declaraba Ley Fundamental de la República
el Pacto Federal de 1831, y organizar por medio de un congreso federativo la
administración del país, sus rentas, comercio, navegación, etc. Al mismo concurrirían
las provincias con igual representación, y hasta que se dictase la Constitución se
nombraba a Urquiza Director Provisorio de la Confederación Argentina, encargado de
conducir sus relaciones exteriores, reglamentar la navegación de sus ríos, percibir y
distribuir las rentas nacionales y comandar todas las fuerzas militares, a cuyo efecto las
tropas provinciales pasaban a formar parte del ejército nacional.
Cuando Buenos Aires conoció extraoficialmente el Acuerdo, estallo una verdadera
tormenta “Los sagrados derechos de su pueblo habían sido tocados”.
El Acuerdo se presentó a la Legislatura, comenzó el 21 de junio el debate. Mitre y Vélez
Sarsfield atacaron el acuerdo, en cambio Vicente Fidel López, Pico y Juan Maria
Gutiérrez lo defendieron, con igual entusiasmo. Las discusiones estaban dominadas por
la violencia y amenazas a los ministros, esta última actitud generó la renuncia inmediata
del gobernador, antes de la votación final. Pero el mismo día el Director Provisorio lanzó
una contraofensiva ante “la demagogia”, disolvió la Legislatura, encarceló a los
diputados opositores, y asumió personalmente el gobierno de la provincia. El golpe final
fue la nacionalización de las aduanas (28 de agosto). Urquiza había castigado el orgullo
con la fuerza.
A principios de septiembre Urquiza se trasladó a Santa Fe para preparar el Congreso
Constituyente, y nombro gobernador provisional a Miguel Galán. Previamente decretó
una amnistía general, pero la conspiración de un movimiento porteño ya estaba en
marcha. En la noche del 10 al 11 de septiembre se sublevaron Madariaga, Hornos,
Tejerina y otros, dirigidos por el general Piran, que restableció la Legislatura disuelta y
entrego el mando ejecutivo de la provincia al general Manuel Pinto.
La revolución mantenía la alianza de los dos grupos porteñistas, el nacionalista y el
aislacionista. La proclama de Mitre, que pretendió dar “el sentido” al movimiento,
respondía a su propia concepción del momento: defender “la verdad” del pacto
federativo, organización nacional sin que ningún hombre o provincia pretenda
imponerse a las demás por la coacción o la fuerza y la organización administrativa del
país, arreglando sus rentas, navegación, instrucción. Proclamaba la democracia y el
rechazo de la tiranía.
Este programa suponía una ruptura con Urquiza, pero las leyes del 21 y 22 de
septiembre las concretaron en forma muy favorable para los aislacionistas: se
desconoció el Congreso Constituyente como autoridad nacional valida, se declaró que
su base, el Acuerdo de San Nicolás, no había asido aceptado por la provincia, y se
ordenó el regreso de sus disputados. Por último se retira a Urquiza el encargo de
mantener las relaciones exteriores.
De esta manera se produjo la segregación definitiva de Buenos Aires, y se materializo
en el año 1854 con la promulgación de un texto constitucional, donde triunfo la tendencia
aislacionista impulsada por Alsina. Allí se estableció que Buenos Aires era un Estado
con libre ejercicio de su soberanía interior y exterior.
Se produjo la lucha armada y el sitio de Buenos Aires, el 1 de diciembre de 1852 el
coronel Hilario Lagos se sublevo, proclamo la obediencia al Congreso Constituyente y
la reincorporación de la provincia. Lagos tuvo gran eco en la zona rural y pocos días
después se acercó a Buenos Aires. Se encargó la defensa al general Pacheco y el
mando de la Guardia Nacional al coronel Mitre. Lagos sitio la ciudad, Alsina renuncio a
la gobernación y el general Pinto asumió nuevamente el gobierno. Las gestiones de paz
murieron por la intransigencia recíproca. Buenos Aires se armó con el poder de los sus
amplios recursos y el asedio se prolongó.
Urquiza intento llegar a un acuerdo de manera pacífica, pero sus medios fracasaron,
entonces declaro el bloqueo de Buenos Aires el 23 de abril de 1853 e intervino con las
tropas nacionales. Los porteños recurrieron al soborno a los jefes de las escuadras de
la Confederación, y para el mes de julio se levantó el sitio de Buenos Aires, así gano la
primera etapa por la lucha de su hegemonía.
Mientras tanto, el Congreso había producido una constitución que fue aceptada por el
resto del país y Urquiza fue electo presidente, la Confederación tenía una Constitución,
un presidente, y un líder.
-La fiebre del lanar. Los comienzos de expansión agrícola. Avances de la economía
moderna. El auge lanar.
La industria textil europea, especialmente la inglesa necesitaba grandes cantidades de
algodón (que importaban del sur de EE.UU) y de lana. Para mediados del siglo XIX
Argentina estaba convirtiéndose en uno de sus proveedores de lana. Con la guerra civil
norteamericana o Guerra de Secesión entre el este industrial y el sur esclavista y
algodonero, EE.UU cesa sus exportaciones de algodón, por lo que crecen abruptamente
los campos de lana argentina, en 1865 adquiere lana por 161 millones de libras.
La ganadería vacuna estaba en expansión, pero más lo estaba la ovina: entre 1852 y
1853 se exporto lana por la cuarta parte del valor de las exportaciones vacunas, en
1862-1863 ya lo había igualado y en 1872-1873 el valor de la lana superaba entre un
50% y 60% las exportaciones de origen vacuno.
La mayor demanda de lanas trajo como consecuencia que se refinaran las razas y se
les dedicaran los mejores campos, con pastos más tiernos. Se difundió el uso del
alambrado, a fin de poder controlar mejor manadas.
Cuando hubo caída de precios de la lana, se sacrificó a los animales para vender sus
cueros y sebo.
Las industrias y el proteccionismo: las industrias tradicionales argentinas en la década
del ´70 era la saladeril, la vitivinícola en la región de Cuyo y la azucarera en Tucumán,
la primera estaba en decadencia, las otras dos industrias dedicaban su producción al
mercado interno.
Entre los pioneros de la industria nacional y socio fundador del club industrial, se destaca
Bagley, que se había iniciado modestamente en 1864 con su licor Heperidina, que
vendía junto con galletitas para promocionar la bebida. Debido a la postura
proteccionista de sectores ganaderos industriales y políticos, se votó en 1876 una Ley
de Aduana, y las importaciones disminuyeron.
La expansión del ferrocarril: el primer tramo del ferrocarril se había instalado en Buenos
Aires en 1857, se denominó ferrocarril oeste y tuvo el apoyo del Estado. Las elites
bonaerenses lucraron con el paso del ferrocarril por sus tierras, que pasaron a multiplicar
su valor.
En 1863 paso a manos de la provincia de Buenos Aires tras dificultades financieras.
Bajo el Estado se extendió el territorio hasta la frontera indígena.
El Ferrocarril Central Argentino, que iba de Rosario a Córdoba, fue proyectado bajo la
Confederación de Urquiza pero la situación económica no permitía brindarle garantías.
Para la construcción del Ferrocarril Gran Sud de Buenos Aires (Constitución, Lomas de
Zamora, San Vicente, Cañuelas y Chascomus), no se entregaban tierras salvo las del
derecho del paso. En 1874 uno de los ramales llegaba hasta Dolores, y el otro a Las
Flores.
La política inmigratoria: el proyecto liberal del país plasmado en la Constitución de 1853
requería de inmigración. Alberdi sostenía que el inmigrante cumpliría una doble función,
por un lado, ocupar puestos de trabajo vacantes creados por una economía más
dinámica y educar con el ejemplo. Para Sarmiento, la inmigración era fundamental en
un plan de colonización programada.
La mayor llegada de inmigrantes tuvo lugar durante las presidencias de Mitre, Sarmiento
y Avellaneda. Mitre organizo agencias de inmigración para atraer inmigrantes a nuestras
tierras, estas empresas cobraban porcentajes por persona embarcada, y prometían
mejores condiciones de vida en nuestros país, que después no cumplieron. Un ministro
italiano protesto al denunciar estas irregularidades.
Para promover la colonización, el gobierno otorgaba tierras. La ley de inmigración de
Avellaneda, de 1876 trato de proteger a los inmigrantes, intentando controlar los fraudes
y asegurándole alojamiento durante cinco días después de su llegada al país y traslado
hasta el punto de residencia. Una oficina de trabajo ubicaría a los solicitantes en puestos
de trabajo.
De acuerdo con el censo de 1869, en el país había aproximadamente 212.000
extranjeros, la mayoría delos inmigrantes eran hombres. Venían muchos “trabajadores
golondrina”, que llegaban por un trabajo ocasional y luego regresaban a su país de
origen. En la década del 70, fue el año que más inmigrantes se quedaron en el país.
Luego disminuyo la cantidad debido a las crisis sucesivas.
-La construcción del Estado del Régimen Oligárquico: se conoce como régimen
oligárquico al periodo comprendido entre los años 1880-1916, durante el cual la
República Argentina tuvo un rápido crecimiento económico, poblacional y cultural.
En lo económico: se estableció firmemente una economía agroexportadora
periférica del imperio británico. El país tuvo un gran crecimiento económico
impulsado por la expansión de las fronteras agrícolas, la extensión de las
comunicaciones y transportes, un notable aumento de población empujado por
la inmigración europea.
En lo político: el control lo ejerció el Partido Autonomista Nacional (P.A.N), de
ideología liberal, conservadora y oligárquica. El P.A.N tenía el control completo
del gobierno nacional, y de las elecciones por el grupo dominante a través del
“fraude electoral”. La figura política más relevante del periodo fue Julio Argentino
Roca, quien presidio el país durante doce años.
Con la paralización de Buenos Aires y la elección de Roca como presidente de la
Republica en 1880, la relación entre provincias -Nación había cambiado. Se resolvió el
enfrentamiento entre Buenos Aires y el interior.
-Apogeo y crisis del liberalismo conservador: autoridad y orden fueron las bases del
régimen conservador.
La clase dirigente que acompaño el proceso de “modernización” fue la llamada:
generación del ´80. Esta generación confió en que el progreso económico y la
organización política posibilitarían el surgimiento de una nueva sociedad. Sus
integrantes más conocidos fueron Carlos Pellegrini, Luis Sáenz Peña y Eduardo Wilde.
El orden y progreso requerían la estructuración de un Estado de tipo moderno, un poder
centralizado que pudiera ejercer el control político y administrativo para el desarrollo
económico.
Concretado entre 1862-1880 el proceso de formación de Estado Nacional hacia 1880,
con la presidencia del general Roca se consolida a nivel nacional un sistema político
llamado “liberal-conservador”. El Estado Nacional que se consolida en 1880 puede
definirse como liberal en tanto favorece la libertad de mercado y la libre empresa, y a la
vez como conservador ya que en política crea un sistema restrictivo que excluye de las
decisiones políticas a la mayoría de la población mediante el fraude electoral. El
régimen constituido puede calificarse de oligárquico porque el poder político se
concentra en un grupo minoritario.
-Surge el P.A.N y la U.C.R: antes de que Julio A. Roca asumiera la presidencia comenzó
a conformarse el Partido Autonomista Nacional, sus principales características son:
Nació en 1871 con la unión del Partido Autonomista (Adolfo Alsina) y del Partido
Nacional (Nicolás Avellaneda).
Fue un partido de derecha, liberal y conservador, que domino la escena política
durante el periodo de 1880-1916. Liberal en lo económico, social y cultural. En
lo económico implemento el modelo agroexportador y fomento los lazos
económicos con Gran Bretaña (exportación/carne congelada).
Se mantuvo en el poder aprovechando el fraude electoral, en base al voto
cantado, haciendo al partido casi invencible. Representaba a la clase elite
urbana y a los grandes terratenientes.
Surgió como partido antagonista el radicalismo liderado por Leandro Alem y más
adelante por Hipólito Yrigoyen. Estaban en contra de la conspiración y el fraude
electoral.
Crisis: en junio de 1890 el gobierno anuncio oficialmente que no podía pagar la deuda
externa. Agudizando la crisis, la desocupación se generalizó y se agravo la situación de
los trabajadores.
La primera oposición seria al régimen fue la creación de la Unión Cívica, un grupo
político que nucleó a los diversos sectores disconformes quedo constituida en abril de
1890 y sus dos máximos referentes fueron Leonardo N. Alem y Bartolomé Mitre. La
Unión Cívica hablaba de revolución para derribar al régimen corrupto. Tras varias
reuniones, la Unión Cívica pasó a las acciones, el 26 de julio los rebeldes se
atrincheraron en el Parque de Artillería, en la Plaza Lavalle. El general Mitre decidió
ausentarse del país y toda la responsabilidad cayo en Alem. La revolución fue sofocada
y derrotada, pero Juárez Celman, sin apoyo renunció. El sector conservador de la Unión
Cívica, encabezado por Mitre traicionó la revolución de vicepresidente Pellegrini. Los
objetivos de Alem y Mitre eran notablemente diferentes, solo coincidían en expulsar a
Celman del gobierno. Surgió así en 1891 el primer partido de masas y moderno del país:
la Unión Cívica Radical.
Durante los acontecimientos, Roca se mantuvo expectante. Dada la renuncia de Juárez
Celman, aceptada por el Parlamento, Roca era el verdadero triunfador, y con Pellegrini
en el gobierno volvió a constituirse en jefe del P.A.N.
Otras dos agrupaciones ocuparon un espacio indiscutible en la historia de los partidos
políticos argentinos:
el Partido Socialista fue creado en 1896 y dirigido por Juan B. Justo. Represento
a las clases obreras urbanas, y en 1904 logro una banca en el Congreso
Nacional el diputado Alfredo Palacios
el Partido Demócrata Progresista fue fundado en 1914 por Lisandro de la Torre,
se caracterizó por unir su carácter conservador.
-Segunda presidencia de Roca 1898-1904: Roca fue electo por segunda vez presidente
de la Nación con la fórmula Roca-Quirno Costa, del Partido Autonomista Nacional,
asumiendo su cargo el 12 de octubre de 1898. El PAN y el doctor Pellegrini sostuvieron
la candidatura del general Roca.
-El frigorífico, el retorno del vacuno: la exportación de lana había bajado, su mayor
requerimiento fue en el exterior. En nuestro país, la oveja había desplazado al vacuno
de las mejores tierras. La situación empezó a cambiar cuando surgió el sistema de
conservación por medio del frío.
Se inició un proceso de desmerinización (mestizaje): se comenzó a criar ovejas Lincoln,
en lugar de las Merino (para lana), que fueron desplazados a la Patagonia.
El buque frigorífico empleaba un sistema de enfriado a 0º, si se podía echar a perder la
carne, luego se inventó el congelado a temperaturas de -30º, y se fue perfeccionando el
sistema. Entre 1882-1884 se instalaron tres frigoríficos, en San Nicolás (argentino), en
Campana, y en Avellaneda (ingles). En la primera etapa se prefirió el ganado ovino, por
ser más conveniente la exportación de tasajo de los saladeros a países esclavistas, y el
ganado en pie a países limítrofes. Se cerró el mercado brasileño, y se empezó a
mestizar el ganado vacuno con la raza Shorthorn, y comienza la exportación de ganado
en pie a Europa. Después del año 1900 se instalaron cinco frigoríficos más en nuestro
país. En la segunda etapa se emplazaron frigoríficos norteamericanos, con mejores
técnicas de congelado. Para liquidar a la competencia inglesa criolla pagaron mayores
precios por el ganado en una “guerra de carnes” hasta que llegaron a un acuerdo en
1911 con porcentajes distintos. Los que perdieron esta competencia fueron los
argentinos, porque los ingleses seguían ganando con el transporte.