Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
TERENCIO
Situación Histórica: En el siglo –II Roma continúa su plan expansionista y todo le es
favorable: en los últimos años del siglo anterior Roma había salido vencedora de la
primera guerra contra Macedonia (215-205) y de la segunda guerra contra Cartago
(219-202), obtuvo el dominio sobre el Mediterráneo occidental y se apoderó de
valiosísimas minas al sur de España. Al comienzo del siglo –II se produjo la segunda
guerra contra Macedonia que finalizó en el –197 donde quedó demostrada la
superioridad romana. R. se expande al oriente con éxito y la posesión se hace absoluta
cuando obtiene la victoria sobre el rey Perseo en –171 y –167, victoria que prepara la
anexión de Macedonia y Grecia. R. dividió los nuevos territorios y los sometió a
prohibiciones tiránicas.
Entre tanto Cartago había florecido nuevamente en su comercio territorial ya que
el marítimo e estaba prohibido y R., preocupada, declaró la tercera guerra y la destruyó
definitivamente en –146 con la victoria de Escipión Emiliano.
Se inició –a raíz de la guerra contra Siria- la costumbre del saqueo que inauguró
la época de lujo en R. El senado llenó sus arcas vacías por la segunda guerra púnica y
realizó una política favorable a la clase media agraria, en detrimento del campesinado
pobre. Durante el gobierno de Catón (-184-3) hubo un intento de represión del lujo y de
expansión de la clase media campesina pero no duró mucho. En resumen: Roma ha
sorteado el peligro de Cartago, ha afianzado su dominio en Italia y fuera de ella. Las
guerras que lleva a cabo no tienen el carácter de defensa de sus límites territoriales sino
que son para asegurar y extender su poderío; no representan, pues, un peligro sino un
afianzamiento de la romanidad.
Situación intelectual: El siglo II aC. significa un mayor contacto con Grecia y por lo
tanto una acentuación de su influencia, favorecidos ambos tanto por los hechos
históricos como por la admiración que el mundo helénico despertó en los romanos; se
inicia así un período de filohelenismo acentuado; sus alcances no se limitaron a la
literatura sino que abarcaron las costumbres y el culto. Con todos estos cambios se
2
Terencio: vida y obra: los datos sobre su vida están especialmente en la Vita de
Suetonio (II) que nos ha llegado repetida por los comentarios de Donato.
3
Publius Terentius Afer fue un liberto de origen cartaginés. El cognomen Afer delata esta
situación sea que haya sido comprado en Cartago sea que fuera hijo de un prisionero de
guerra que la toma de Cartago llevó a Roma. Su nacimiento se ubica entre el –185/184 y
su muerte hacia –159, a los 25 años, en el transcurso de un viaje a Grecia. En R. fue
esclavo del senador Terentius Lucanus quien los hizo educar y le dio la libertad. Fue en
esta casa donde Terencio pudo conocer a los dos hombres más famosos de la época:
Escipión Emiliano y Lelio y ser introducido en su círculo.
Sobre su físico tenemos una escueta referencia en Suetonio: mediocri statura,
gracili corpore, colore fusco (mediana estatura, menudo, piel oscura). Su actividad
literaria abarca de –166 a –160; los datos de esta carrera lo encontramos en, además de
los autores citados, en su misma obra. Todas sus comedias son palliatae, o sea,
inspiradas en la comedia nueva griega. Escribió seis. Terencio no obtuvo con todas ellas
la misma repercusión de público: mientras el Eunuco fue un éxito y se dio por ella
80.000 nummi, precio record para una comedia y que jamás se había dado, la Hecyra
recién se pudo representar completa en un tercera tentativa: en la primera el público
desertó del teatro para ver un espectáculo de atletas y acróbatas; en la segunda para
asistir a un combate de gladiadores. Quizás el primer fracaso determinó un silencio de
dos años pues recién en –163 da otra pieza; en cambio, después del Eunuco se nota un
recrudecimiento de su actividad hasta el año de su muerte.
Obras: 166, Andria (ludi megalenses); 165, Hecyra (idem); 163, Heautontimoroumeos
(idem); 161 Eunucus (idem); Phormio (ludi romani); 160, Adelphi (juegos fénebres de
Paulo Emilio), Hecyra (idem anterior probablemente), Hecyra (romani)
La cuestión de los prólogos es una de las más discutidas porque T. hace un uso
especial de ellos
Anteriormente, el prólogo de los escritores griegos tenía un valor de preparación para
que este, generalmente iletrado, no tuviera dificultades en seguir la acción; de modo
que el interés no radicaba en el suspenso o sorpresa porque se anticipaban los
elementos principales de la acción. En la CN ocurre algo parecido: el público estaba
acostumbrado a la técnica de la tragedia; así que la comedia tenía que preparar al
público pues este quería conocer no sólo la situación sino también que se le diera indicio
claro del final: la consecuencia fue la eliminación del suspenso como elemento de
comicidad y el empleo de una especia de ironía cómica (paralela a la de la tragedia. Al
conocer el público las peripecias a las que estarían sometidas los personajes se
desarrolla en él un sentimiento de superioridad que es un efecto de la comedia y el goce
de lo incongruente. Esta ironía cómica es en gran parte la base de las comedias de
Plauto y Menandro. Mientras los personajes se engañan con la identidad de algunos de
los personajes y cometen errores, el público que conoce por anticipado la verdad,
aprecia la situación en su verdadera dimensión: de ahí la ironía cómica.
En los latinos encontramos un uso idéntico del prólogo, o sea una especie de
prefacio como si fuera un resumen de la situación cómica; pero como los prólogos
latinos están generalmente destinados a ganarse al público y brindarle lo que le gusta
(captatio benevolentiae) este tipo de prólogo no es suficiente: el comediógrafo debía
atrae la atención del público desde un comienzo: cualquier recurso era válido, desde un
chiste, un juego hasta comenzar directamente la obra sin prólogo y en la primera escena
plantear la situación, tal el llamado prólogo diferido. O sea que además de información
hay propaganda.
En general en Plauto hay predominio del prólogo expositivo (11 sobre 15). En ellos se
cuenta el argumento de la obra se dan pautas necesarias para su comprensión. Así, la
Olla. Esta información es necesaria en razón de la complejidad de muchas comedias.
Cuatro piezas plautinas presentan un prólogo diferente pues el autor no intenta
informar al público y no cumple entonces la función anticipatoria; se limita a indicar el
título de la obra (latino y griego) y solicita atención de los oyentes o toma como
pretexto el anuncio de la obra para hacer una suerte de manifiesto personal.
Esta última clase de prólogo será habitual en T: aprovecha el anuncio al público
para tratar problemas relacionados con la pieza que se representa o con su actividad
literaria T. renuncia así al prólogo expositivo; también hubiera renunciado al de
5
propaganda si no se hubiera visto obligado a ponderar sus obras ante el ataque de los
enemigos.
Se da en él el primer intento consciente de romper una convención: no da ningún
tipo de información previa, prefiere sorprender a su público, mantenerlo en suspenso y a
veces engañarlo un poco, si no en toda la obra por lo menos un buen tiempo, el
suficiente como para evitar que el público se desoriente y abandone el hilo de la
representación. Con esto, además disminuye el alcance de la ironía cómica pues el
público, al no conocer la trama, no está en condiciones de superioridad.
4. Texto: la tradición nos ha legado las comedias divididas en cinco actos. Sin embargo,
es muy posible que en la época de T. no hay existido en latín un término técnico que
se corresponda con nuestro concepto moderno de acto. Para la división de actos se
acepta la tradicional dada por Donato: cinco; la misma incertidumbre existe con
respecto a las escenas; la división se da cada vez que aparece un nuevo personaje en
escena.
la expresión, el segundo por cierta anécdota de que una vez Lelio se excusó por llegar
tarde a una cena porque estaba componiendo. los críticos contemporáneos están de
acuerdo en que esta tradición es falsa pues ninguno de los dos escribió después de la
muerte de T. Aun cuando hubieran contribuido con su apoyo material y afectivo, ninguno
de los dos escribió nada en verso, nadie los identifica como poetas. Las comedias
debieron de haber sido temas de conversación; una idea, un pasaje, una expresión
pudieron ser de algún miembro del grupo pero la autoría es de T. que refleja, es cierto,
el gusto predominante en ese círculo.
La segunda acusación es de plagio, a propósito de Eunuco y Adelfos. Considera que
Eunuco imita a Nevio y Plauto y Adelfos a Plauto. A esta acusación responde: si esto es
pecado, será pecado de inadvertencia y no de voluntad de haber querido cometer hurto.
(reconoce que tomó el personaje de Menandro) Agrega: pero que estas fábulas
estuviesen hechas ya en latín, afirma en verdad que no lo sabía. Y si es que otros no
pueden usar de los mismos personajes, cómo será lícito representar esclavos
intrigantes, matronas honradas, perversas rameras, un truhán glotón, un soldado
fanfarrón, exponer un niño, engañar un esclavo a un viejo, amar, aborrecer, sospechar?
En suma, nada hay que nos se haya dicho antes” (prol. Eun)
O sea, confiesa no tener conocimiento de las piezas de Nevio y Plauto y de haberse
inspirado en el Colax de Menandro. Esta defensa puede parecernos poco verosímil
pues sería difícil suponer un olvido tan rápido de la tradición precedente pero
recordemos que en la Antigüedad una obra tenía una vida muy corta y una generación
lit. muchas veces desconocía la producción precedente.
Para los Adelfos dice:”hay una comedia de Dífilo llamada… Tradújola Plauto y la llamó
Comorientes. En la griega se introduce un mancebo que a un rufián le quita una ramera
por la fuerza; Plauto dejó sin traducir este fragmento que nuestro poeta tomó para los
hermanos y tradujo palabra por palabra”. O sea que la escena que se reprocha al poeta
no está en Plauto sino en el original griego.
La tercera acusación es de contaminatio. que nos coloca frente al problema de los
modelos griegos. En términos actuales, sería “intertextualidad. ¿Qué debe T. a ellos?
a) tomó materia para sus comedias de dos autores de la CN: Meandro y Apolodoro. En
general, sigue a sus modelos de más cerca que Plauto pues en su época era mayor el
contacto con la cultura griega y el público estaba más preparado para el contacto.
b) en el aspecto exterior, las comedias de T., salvo el Phormion, conservan el título
griego como tb. el nombre de las instituciones y los personajes, lo más que se
permite es cambiar el nombre de algunos personajes, sobre todo cuando busca
acomodar el nombre a alguna característica de ellos: Gnaton (quijada o mandíbula)
Straton (hombre de armas).
c) T. no practica con rigor sistemático la traducción literal. Cuando es posible una
confrontación con el original se nota que se trata más bien de una adaptación liberal
pues no hay una correspondencia rigurosa. Hay fragmentos o personajes. que no
aparecen en los originales. Donato llegó a la conclusión que todos los cambios que
hace T. fueron para mejorar el original: ya sea simplificando escenas confusas y
largas, ya sea desarrollando otra porque tenían más posibilidades cómicas.
De las acusaciones y defensas podemos deducir los que significa contaminare. Este
verbo que corrientemente significa manchar, ensuciar está usado aquí como término
técnico del ámbito teatral y significa ”entremezclar o fundir dos o más piezas teatrales
en una sola”. la práctica de la contaminatio era común en la época y aunque nos parezca
cuestionable hay que tener en cuenta que a los antiguos no les preocupaba el problema
de la originalidad en los mismos términos que actualmente.
T. se apartó de sus originales conscientemente otros traducían también con bastante
libertad pero de todos T. fue el único que trató de presentar una obra latina superior a la
7
“bonas matronas, meretrices malas, gloriosum militem”. Cada tipo está acompañado de
un epíteto que apunta a las notas fundamentales del carácter.
De estos mismos personajes Pl. llegó a hacer en muchos casos caricaturas
truculentas; T. prosiguió en la línea de humanizarlos y prefirió sacrificar la eficacia
cómica de los personajes humanizándolos y dándoles más hondura psicológica mediante
una variada matización y diferenciación de un mismo tipo. Por otro lado, hay que tener
en cuenta que los personajes representan una humanidad término medio, por ej. todos
los personajes son virtuosos, están llenos de intenciones virtuosas. Esto contribuye a
dar cierta apariencia de igualación o monotonía pese a los cuidados de T. de oponer en
una misma pieza diversos aspectos de un mismo tipo. El procedimiento más usado por él
para destacar los caracteres es, pues, oponerlos: dos tipos de viejos (uno rígido, otro
indulgente; uno impulsivo, otro prudente) dos tipos de esclavos (el leal y prudente, el
intrigante, el bobo etc) también opone a las mujeres (la hija honesta y la cortesana, dos
suegras distintas). A veces no opone los caracteres sino que los diferencia e intensifica:
tal el caso de Baqis, una cortesana con rasgos de humanidad poco comunes a su tipo o
un esclavo que da sabios consejos a su joven amo Y hasta filosofa.
Por eso afirmamos que las comedias de T. son antes que nada estudio de
sentimientos y caracteres; es teatro psicológico. Los personajes son tipos humanos que
en situaciones humanas revelan sentimientos humanos. La pintura de caracteres así
matizados y llevados conduce a la presentación de problemas: problema de conciencia,
de familia, de educación.
Tono: T. Escipión, Lelio y sus amigos son jóvenes: no tienen aún 25 años. lo que
particularmente les interesa es el carácter del joven, sus sentimientos, sus pasiones, su
educación, su actitud ante la autoridad paterna, la influencia que puede tener en su
acción la severidad o indulgencia paterna. Tales son los problemas que se presentan.
Ellos van a la CN en busca de ensayos y ejemplos. Por otra parte, la filosofía griega trata
con abundancia los caracteres y pasiones; analiza, razona y de tales observaciones
extrae consecuencias morales. T. y sus amigos la hacen también objeto de sus
reflexiones. Si los personajes aparecen llenos de vida es porque están animados de la
experiencia de su autor.
De esta preocupación se desprende el tono moral de su teatro: representa una serie de
experiencias poco diferenciadas pero que por lo mismo invitan a representar con mayor
exactitud pues apuntan a sentimientos importantes (relación entre padres e hijos, amos
y jóvenes entre sí, amos y criados) y nos hacen observar su evolución como si se diera en
notros mismos que es lo que pretendía el autor: a partir de la observación y el análisis
de situaciones equis, llevar a un autoanálisis del espectador.
Además, la atenuación de los tipos menos naturales que eran a su vez los más
inmorales, a partir del principio de que ningún hombre es totalmente bueno ni malo,
hace desaparecer de las comedias de T. escenas escandalosas o truculentas (salvo Eun.)
comunes en Pla uto. El progreso es notable sobre todo en la moralidad de los padres,
en la conciencia de los hijos, en la actitud de los esclavos y cortesanas. Este progreso
moral positivo, en gran parte debido a los círculos aristocráticos que frecuenta T,
consiste en un estado de sensibilidad reciproca y por lo tanto humana. T. se conmueve y
siente atraído por el sufrimiento moral y confiere a sus personajes una actitud positiva
que los lleva a comprender y amarse. Su obra está teñida del principio socrático:
conócete a ti mismo”y tiene por objeto el hombre y la vida.
más directa y todo lo subordina al logro de los efectos cómicos, T. muestra un humor
mucho más reflexivo y equilibrado, subordina lo ridículo a lo serio. Pareciera que buscó
menos la risa irrefrenable que la sonrisa de gente que comprende y aprecia el juego de
los sentimientos. Hay comedias íntegras como la Suegra que sólo pretenden emocionar.
Ambiente espacial y temporal: la unidad de lugar es perfecta en T.; salvo una, todas
sus piezas se desarrollan en la ciudad. La unidad de tiempo es también respetada. Sería
difícil encontrar en el teatro de T. rasgos y costumbres absolutamente romanos. Como la
imitación de sus modelos lo compromete a representar costumbres con las cuales no
está en contacto y de las cuales se forma en gran parte una imagen convencional, no
llega a variar mucho el ambiente en el que se mueven los personajes.
Por otra parte esta solución fue aceptada por T ya que el público aceptaría mejor
ver representadas costumbres y vicios no en personajes romanos pero sí en griegos.
Los personajes, padres e hijos, son de todas las épocas y lugares. Se desprende
del análisis psicológico una especie de abstracción que toca lo universal. Lo que se
advierte en T. es el hombre ideal o, para decirlo mejor, caracteres estudiados fuera de
las circunstancias de tiempo y espacio.