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“UNIVERSIDAD PRIVADA JUAN MEJIA BACA”

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA

“ACTITUDES HACIA LAS RELACIONES MADRE-NIÑO, DE LAS

MAMÁS ATENDIDAS EN EL CENTRO DE SALUD JOSÉ OLAYA,

CHICLAYO. ENERO 2015”

TESIS

PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA

AUTORA:

Bach. CALDERÓN SÁNCHEZ MELVA HERCILIA

ASESOR:

Mg. CASTILLO HIDALGO, GABRIEL EFRÉN

Chiclayo, Diciembre del 2016

i
“ACTITUDES HACIA LAS RELACIONES MADRE-NIÑO, DE LAS MAMÁS
ATENDIDAS EN EL CENTRO DE SALUD JOSÉ OLAYA, CHICLAYO.
ENERO 2015”

PRESENTADO POR:

____________________________
Melva Hercilia Calderón Sánchez
Autora

_________________________________
Mg. Gabriel Efrén Castillo Hidalgo
ASESOR

Aprobado por

__________________________________
Dra. María Margarita Fanning Balarezo
PRESIDENTA

_____________________________
Mg. Lizzetth Aimée García Flores
SECRETARIA

_____________________________
Mg. Mary Cleofé Idrogo Cabrera
VOCAL

ii
DEDICATORIA

El presente trabajo está dedicado a Dios y la Virgen

María por permitirme llegar hasta este punto y haberme dado

salud para poder lograr mis objetivos, además de su infinito

amor.

También lo dedico a mi esposo Adán por su apoyo

incondicional, a mis hijos Shirley y Willman quienes han sido el

motor que impulsó mi crecimiento personal. El esfuerzo y

dedicación que he puesto en la elaboración de esta tesis van

con mucho cariño para ellos, cuyo amor y comprensión han

sido mi soporte e inspiración.

iii
AGRADECIMIENTO

A Dios, por darme la fortaleza espiritual para ver lograr un

anhelo, a mi esposo por apoyarme incondicionalmente en la

realización de este proyecto de investigación.

A mi asesor Mg. Gabriel Castillo Hidalgo, por su ayuda y

guía oportuna, consejos y mucha paciencia.

A la institución, Director y personal del Centro de Salud

―José Olaya‖ donde se llevó a cabo mi investigación y contribuir

así al trabajo de investigación.

A todas aquellas madres de familia que colaboraron como

todas las personas participaron de manera alguna en la

elaboración de esta investigación, hago extensivo mi más

sincero agradecimiento.

iv
RESUMEN

Las actitudes de las madres durante la infancia influyen en la interacción


madre-hijo. Cuando estas actitudes son favorables los niños tienden a ser
alegres, sociables y libres de ansiedades. Por ello, el propósito de este estudio
fue identificar las actitudes en las relaciones madre-niño, de las mamás
atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖ de Chiclayo en enero del 2015. La
muestra estuvo representada por 78 madres que fueron atendidas en el Centro
de Salud ―José Olaya‖ siendo evaluadas con la Escala de Actitudes de la
relación madre –niño (ERMN de Roth) adaptado y estandarizado por E. Arévalo
el año 2005.Se utilizó un diseño no-experimental descriptivo simple encontrando
que, en la identificación de las actitudes en las relaciones madre-niño,
predominaron las actitudes de aceptación y confusión. En las escalas de
confusión-dominancia muestran confusión, en las actitudes de aceptación y
sobreprotección hacia la relación madre – niño. Con respecto al estado civil las
mamás solteras y casadas presentan más porcentaje con respecto a la actitud
de aceptación. Con respecto a la ocupación, las amas de casa presentan actitud
de aceptación. En al rango de edad, mientras más edad presentan las madres
más se acentúa la aceptación. , diferencia de las más jóvenes en las que
predomina la actitud de no predominancia y en el grado de instrucción,
predomina la actitud de aceptación en el grado de educación superior y
secundaria completa.

Palabras clave: Actitud, relación madre - niño

v
ABSTRACT

The attitudes of mothers during childhood influence the mother-child


interaction. When these attitudes are favorable children tend to be cheerful,
sociable and free of anxieties. Therefore, the purpose of this study was to identify
the attitudes in the mother-child relationships of mothers attended at the Health
Center "Jose Olaya" of Chiclayo in January 2015. The sample was represented
by 78 mothers who were treated at Health Center "Jose Olaya" being evaluated
with the Scale of Attitudes of mother-child relationship (ERMN Roth) adapted and
standardized by E. Arevalo in year 2005 a simple descriptive non-experimental
design was used and found that, in the identification of attitudes in the mother-
child relationships predominated more accepting attitudes and confusion. On the
scales of confusion-show dominance confusion in the attitudes of acceptance
and overprotection towards the mother - child. In marital status single and
married mothers have more percentage with respect to the attitude of
acceptance. With regard to occupation, housewives present attitude of
acceptance. In the age range, while older mothers have more acceptance is
growing. Unlike younger predominating attitude no predominance and the level of
education, the predominant attitude of acceptance in the degree of higher
education and complete secondary

Keywords: Attitude, relationship mother- child

vi
INDICE
AGRADECIMIENTO ............................................................................................... iv
RESUMEN ...............................................................................................................v
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN .............................................................................. 1
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO .......................................................................... 6
2.1 Antecedentes de investigación ......................................................................6
2.2 Bases Teóricas .............................................................................................13
2.2.1. Teoría del apego y el desarrollo de la personalidad. ...........................13
2.2.2. Teorías de la Afectividad de Bowlby. ....................................................16
2.2.3. Estilos de relación madre – hijo. ..........................................................17
2.2.3. Importancia de la relación madre – hijo. ..............................................18
2.2.4. Interacción madre - hijo como mediador problemas conductuales. ....19
2.2.5. Componentes de las actitudes. ............................................................21
2.2.6. Las actitudes.........................................................................................21
2.2.6.1. Actitudes maternas. ...........................................................................22
2.2.6.2. Tipos de actitudes maternas. ............................................................23
2.2.6.3. Influencia de las actitudes de los padres sobre las relaciones
relaciones familiares. ........................................................................29
2.3 Definición de términos básicos ....................................................................35
CAPÍTULO III METODOLOGÍA .............................................................................38
3.1. Diseño de la investigación ..........................................................................38
3.2. Tipo de investigación ..................................................................................38
3.3. Población y muestra ....................................................................................38
3.4. Técnicas e instrumentos de recolección de datos......................................40
3.5. Procedimiento de recolección de datos ......................................................41
3.6. Métodos de procesamiento de la información ............................................42
3.7. Principios éticos ..........................................................................................42
3.8. Criterios de cientificidad ..............................................................................43
CAPÍTULO IV: PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS.................................. 44
CAPÍTULO V: DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ........................................... 50
CONCLUSIONES ................................................................................................. 57
RECOMENDACIONES Y SUGERENCIAS .......................................................... 58
RECOMENDACIONES ......................................................................................58
SUGERENCIAS .................................................................................................60
REFERENCIAS ..................................................................................................... 61
ANEXOS ............................................................................................................... 66

vii
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN

Según Tubert (citado en Zelaya, Mendoza & Soto, 2006) a partir de

1950 se empezó a resaltar en la sociedad europea la importancia del

amor materno para el desarrollo del niño. No obstante; no sólo se

establecieron las actitudes y conductas maternas a desarrollar, sino que

se promovió la figura de la mujer en tanto madre. Por ello, se

incrementaron los medios informativos que recomiendan a las madres

ocuparse personalmente de sus hijos, generando la obligación en las

mujeres de ser ante todo madres.

Por otro lado, ser madre se convirtió en uno de los valores

principales de la sociedad y por el rol que toda mujer debía asumir, la

maternidad empezó a ser objeto de investigación, discusión y análisis,

que posteriormente sentaron precedentes en el campo de la psicología

del desarrollo (Velásquez, 1997).

Asimismo, la manera en que se vive la maternidad actualmente es

diferente a cómo la vivían las generaciones anteriores. Fuller (2001)

resalta que antiguamente a una mujer se le consideraba adulta cuando se

convertía en madre, siendo este el acontecimiento social más importante

y deseado de sus vidas al verse reconocidas y sentirse valoradas

públicamente. En este sentido, el eje alrededor del cual giraba la vida de

una mujer era el ser madre. Hoy, este orden de prioridades se ha

flexibilizado y ha cedido debido a una nueva sociedad con cambios en los

patrones demográficos, sexuales, reproductivos y a la creciente intención

1
de la mujer a involucrarse en actividades públicas por medio de la

educación, el trabajo remunerado y la participación política.

Esto implica que las mujeres poseen ahora nuevas opciones de

reconocimiento como ejes de identificación, que en ciertos casos

compiten con la labor de ser madre, o por lo menos con la concepción

tradicional que el rol engloba. A pesar que la posibilidad económica

determina una mayor capacidad de elección, facilitando en cierta

medida, una mejor integración entre la maternidad y otras actividades,

existen muchas madres entregadas que han logrado desarrollarse

exitosamente en otros campos (Hinostroza 2010).

En el contexto local, específicamente en el Centro de Salud

―José Olaya‖ de Chiclayo, se observó en las madres actitudes diversas

en la interacción con sus hijos. Algunas de ellas involucraban desorden

e inconsistencia en la disciplina, gratificación excesiva, actitudes

permisivas, tosquedad en palabras o acciones, severidad en el trato,

rigidez en sus expresiones faciales, falta de preocupación por el

bienestar del niño manifestada en el no llevarlos a sus controles

médicos o de vacunación oportunamente. Además, se pudo observar

distintas conductas en los niños como caprichos exagerados,

berrinches inapropiados, descuido en su vestimenta y limpieza. Por otro

lado, otras madres mostraron interés, empatía y amor hacia su niño

llegando en algunos casos a involucrarse demasiado en las actividades

de sus hijos a tal grado que no los dejaban actuar por ellos mismos.

2
Esto último podría repercutir en el comportamiento de los niños,

dificultándoles el proceso de adaptación al grupo.

Por lo antes mencionado, se formuló el siguiente problema:

¿Cuáles son las actitudes en las relaciones madre-niño, de las mamás

atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖ Chiclayo en enero del

2015? El objeto de estudio queda configurado como las actitudes

maternas en las relaciones madre- niño.

Con la finalidad de dar solución al problema planteado, se trazó

como objetivo general, identificar las actitudes en las relaciones madre-

niño, de las mamás atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖ de

Chiclayo en enero del 2015. Para cumplir con este objetivo, se plantearon

dos objetivos específicos: Identificar las escalas de confusión-dominancia

según las actitudes maternas e identificar las actitudes según el estado

civil, ocupación, rango de edad y grado de instrucción de las madres

encuestadas.

El presente estudio se justifica, porque el tema de la relación

materno-infantil; es sin lugar a dudas de gran magnitud, especialmente en

el campo de la Psicología Infantil (Arévalo, 2005). En efecto, existe

consenso entre los diversos autores e investigadores de ésta área; al

señalar la importancia vital de la relación madre-hijo, pero debemos

enmarcar esta relación, en general, dentro del contexto social en que se

desarrolla el niño y especialmente dentro de la dinámica familiar.

Investigar las actitudes maternas es importante dado que el niño es

pequeño, el ambiente en el que se desenvuelve se halla estructurado por

3
su grupo familiar. Dentro de él, la figura que evidentemente, adopta mayor

relevancia, al menos en nuestra cultura, es su madre, la cual constituye

para él, el primer y principal foco de estimulación durante los primeros

años de su desarrollo (Panduro, 1998).

Es por ello, que al considerar a la sociedad como punto de

referencia de esta relación debemos tener en cuenta la importancia del rol

materno de la madre frente a su hijo.

Por lo antes mencionado, es importante el estudio de las actitudes

hacia las relaciones madre-niño sobre todo las relacionadas a la

aceptación, la sobreprotección, la sobreindulgencia y el rechazo.

Asimismo, en la presente investigación se utilizó un cuestionario de la

Evaluación de la Relación Madre- Niño (ERM) de Robert Roth (1965) de

la Universidad de Illinois EE.UU., adaptado y estandarizado por Arévalo

(2005) a las características idiosincrásicas, idiomáticas, culturales y

sociales de las madres de las provincias de Trujillo, Chiclayo y Piura, lo

cual permitió obtener resultados estrechamente relacionados a la realidad

chiclayana.

Para el Centro de Salud ―José Olaya‖, es de interés esta

investigación ya que, por ser un Centro Materno, al identificarse las

actitudes en la relación madre-niño; se aportarán algunas sugerencias

para la mejora de las relaciones, sobre todo dirigidas a mejorar la actitud

de sobreprotección donde se evidencia cierto grado de confusión.

Además, los resultados de esta investigación servirán de base para

futuras investigaciones que aborden este objeto de estudio.

4
El presente informe está estructurado en cinco capítulos. El

Capítulo I corresponde a la introducción; el capítulo II al marco teórico,

donde se abordan los antecedentes y bases teóricas, el Capítulo III a la

metodología, planteando el camino que se siguió para arribar a las

conclusiones, el Capítulo IV corresponde a los resultados obtenidos, y en

el Capítulo V se presenta la discusión. Finalmente se muestran las

conclusiones y recomendaciones.

5
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes de investigación

A nivel Internacional, se ha considerado los siguientes

antecedentes:

Manzanares (2013) en su tesis Evaluación de Actitudes de la

Madre sobre la Alimentación de Niños Escolares en la ciudad de

Querétaro, tuvo como objetivo identificar las actitudes de la madre

relacionadas con el estado nutricional de sus hijos en 507 niños, entre 5 y

11 años, y sus madres. Se evaluó el estado nutricional considerando

responsabilidad, supervisión, restricción y presión en la alimentación,

preocupación por el peso del hijo, percepción del peso de la madre y del

niño. La actitud de la madre que se presenta con mayor puntuación es la

de responsabilidad mientras que la de supervisión es la de menor. La

responsabilidad de la madre disminuye a partir del tercer grado y la

preocupación por el peso de su hijo aumenta a partir del cuarto grado,

esto puede deberse a que entre el tercer y cuarto grado es cuando el niño

tiene mayor libertad en la selección de alimentos que consumen y es

precisamente en esta etapa cuando la madre debe continuar con la

responsabilidad y reafirmar los hábitos inculcados en los primeros años,

podría considerarse un punto crítico para la aplicación de programas de

alimentación.

6
A nivel Nacional, se han encontrado los siguientes antecedentes:

Amaya (2015) realizó un estudio descriptivo comparativo que

aborda las actitudes maternas en la relación madre –niño, según el factor

presencia o ausencia de la pareja conyugal en las madres de familia de la

cuidad de Guadalupe de la provincia de Pacasmayo. Se trabajó con 90

mujeres, de las cuales 51 fueron con pareja conyugal y 39 no tienen

pareja conyugal, se utilizó como instrumento la escala de actitudes

maternas de la relación madre—niño de Roth, adaptada y estandarizada

para nuestra realidad. Como resultado significativo se halló que el grupo

de mujeres con pareja conyugal predomina la actitud de aceptación en un

58,8% y de confusión en un 37, 3%; en las mujeres sin pareja conyugal

igualmente predomina la aceptación en un 43. 6% y la confusión en 51

3%; además existe un 5,1% que se muestran sobreprotectoras.

Dávila (2013) en la investigación descriptivo comparativo sobre la

actitud materna de aceptación, sobreprotección, sobre indulgencia y

rechazo en madres con hijos prematuros y en madres con hijos no

prematuros del Hospital Nacional Docente Madre – Niño San Bartolomé.

El instrumento empleado fue el cuestionario de evaluación de la relación

madre – niño. Los resultados indican que existe diferencias significativas

en la actitud de sobreprotección en madres con hijos prematuros en un

42.22% y en la actitud de aceptación; en donde las madres con hijos no

prematuros muestran un mayor grado de aceptación hacia sus hijos en un

44.33%. Además, se estableció que no existen diferencias significativas

en la actitud de sobre indulgencias y rechazo. Con respecto a las edades

7
de las madres se dividieron en dos grupos conformados por adultos

jóvenes (20 a 30 años) y adultos intermedios (31 a 40 años), No se

encontraron diferencias significativas en madres con hijos prematuros y

madres con hijos no prematuros, por lo que se deduce que no existe

relación entre el tipo de actitud que la madre adquiere y su edad.

Saldarriaga (2013) en su tesis: Actitudes maternas y nivel de

desarrollo psicomotor en niños de 2 a 3 años de edad en un Centro de

Estimulación Temprana en el Distrito de Independencia, tuvo el propósito

de determinar la asociación entre las actitudes de las madres y el

desarrollo psicomotor de niños entre 2 a 3 años de un Centro de

Estimulación Temprana. Se aplicó el inventario de actitudes maternas de

Roth adaptada por Arévalo a las madres y niños se aplicó el TEPSI. En

los resultados se determinó que el 35% de madres presentan actitudes

maternas de aceptación y sobreindulgencia, 32% actitudes maternas de

sobreprotección. En conclusión, se evidenció que las actitudes de las

madres de sobreprotección, sobre indulgencia y aceptación están

asociadas al desarrollo protocolar en los niños de 2 a 3 años.

Gutiérrez (2012) desarrolló la tesis titulada: Estilos de relación

madre - hijo y conducta agresiva en niños de 2 años del distrito del Callao,

se planteó el objetivo de establecer si existe relación entre la actitud

materna de sobreprotección y la conducta agresiva en los niños de 2 años

de las salas de educación temprana del distrito del Callao. La muestra

estuvo constituida por 30 madres y sus hijos de 2 años; como

instrumentos se utilizaron la escala de la relación madre – niño de Roth y

8
el registro de conductas agresivas de Masías. Los resultados señalan que

el 53% de las madres alcanzaron niveles altos en aceptación y

sobreprotección y niveles más bajos en sobreindulgencia y rechazo. El

estudio concluyó que no existe relación entre las actitudes maternas y la

conducta agresiva de los niños.

Doménique (2012) desarrolló la tesis denominada: Actitudes

maternas y habilidades sociales en hijos de 5 años en la Red N°10 del

Callao. El presente estudio consistió en determinar la relación entre las

actitudes maternas y las habilidades sociales en hijos de 5 años. Se utilizó

el diseño descriptivo – correlacional y una muestra no probabilística de

230 madres. Asimismo, se emplearon las Escala de actitudes maternas

de Robert Roth y Lista de chequeo de habilidades sociales para

preescolares (LCHS-PE) de McGinnis y Golstein. Los resultados

evidenciaron que existe una relación negativa débil y significativa tanto

para actitudes maternas de rechazo como de sobreprotección con las

habilidades sociales; pero esta relación no se da entre las actitudes de

aceptación y sobre indulgencia con las habilidades sociales. Se concluye:

Existe una relación negativa débil y significativa, entre las actitudes de

sobreprotección y habilidades sociales de los niños y niñas de las

instituciones educativas de la red n° 10 de la región Callao. Es decir, a

mayores actitudes maternas en la dimensión de sobreprotección, se

presentan menores habilidades sociales. No existe relación entre las

actitudes de aceptación y las habilidades sociales de los niños y las niñas

de las instituciones educativas de la red n° 10 de la región Callao.

9
Espinoza (2010) en la investigación realizada “Actitudes Maternas

y Conducta Social En Niños De 6 Años De La I.E. Andrés Avelino Cáceres

-Víctor Larco -Trujillo -2010” siendo el objetivo fundamental del estudio,

establecer el tipo de relación en entre las actitudes maternas y la

conducta social en las niñas de 06 años de edad de dicha Institución

Educativa. Para tal efecto se utilizó como instrumento el cuestionario de

La Relación Madre-Niño (ERMN de R. Ruth y la Escala de observación de

la Conducta del Niño De Hamid F. Burk’s. El tipo de investigación es

descriptivo – correlacional. Se trabajó con 48 niños pertenecen a primer

grado de primaria. Se concluyó que no existe relación significativa de tipo

directa (p>0.05) entre las actitudes maternas y la conducta social de los

niños, lo que puede deberse a otros factores como la personalidad de la

madre, la cultura, el nivel socioeconómico, entre otros factores.

Bustamante y Otiniano (2006) en su investigación: Actitudes

Materno-Filial entre madres adolescentes y adultas hospitalizadas en el

servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Regional Docente de

Trujillo, emplearon como instrumento la Escala de Relación Madre – Niño

de Robert Roth (ERMN). Se concluyó: La actitud que predomina en los

diferentes grupos de estudio de madres adolescentes (87%) y madres

adultas (82,6%), respecto a las actitudes hacia la relación madre – niño,

es de sobreprotección. Es decir, que en su mayoría éstas madres

manifiestan ansiedad excesiva, que se revela en un control desmedido

hacia el niño, que lo limita en su desarrollo e independencia. Asimismo, se

10
encontró que las madres adultas muestran mayor sobre indulgencia

(23,9%) en la relación con sus niños, respecto a las madres adolescentes.

A nivel local se encontraron las investigaciones siguientes

Monteza y Vásquez (2014) en su tesis: ―Personalidad y actitudes

maternas en adolescentes gestantes de un centro hospitalario estatal de

Chiclayo, 2014‖, tuvo como objetivo general determinar si existe

asociación entre los factores del perfil de personalidad y los tipos de

actitudes maternas de las adolescentes gestantes de un centro

hospitalario estatal de Chiclayo, 2014. Concluyeron que existe asociación

altamente significativa entre el factor de personalidad apertura y el tipo de

actitud materna sobreindulgencia; además, entre el factor de personalidad

agradabilidad y el tipo de actitud materna sobreindulgencia, asimismo

entre el factor de personalidad conciencia y el tipo de actitud materna

aceptación. En cuanto a los tipos de actitudes maternas, presentan

niveles bajos de aceptación, nivel medio alto para sobreprotección y

sobreindulgencia, y nivel alto para rechazo.

Gligic y Pancorbo (2012) en su tesis titulada: “Actitudes maternas

en madres de niños, de la I.E “Santa Ángela” y “Augusta Salcedo Pastor‖,

cuyo objetivo principal fue, realizar una comparación en las actitudes

maternas entre las madres de familia de ambas instituciones educativas.

Para esto se administró la Escala de Actitudes Maternas de Roth a una

muestra de 83 madres de familia de la Institución Educativa ―Santa

Ángela‖ y 52 de la Institución Educativa ―Augusta Salcedo Pastor‖. En los

resultados se encontró que existen diferencias significativas en las

11
actitudes maternas de aceptación (t=5.05; p<0.01), sobreprotección (t= -

2.5; p<0.05), sobreindulgencia (t=-2.19; p<0.05) y rechazo (t=-2.66;

p<0.05). Las madres de familia de la institución educativa Santa Ángela

de Chiclayo obtuvieron un mayor puntaje promedio que las madres de

familia de la institución educativa Augusta Salcedo Pastor de Ferreñafe.

Asimismo, se encontraron diferencias significativas en las actitudes

maternas de sobreprotección entre las madres de familia de ambas

instituciones educativas. Lo hallado pone en evidencia que en promedio

las madres de familia de la institución educativa Santa Ángela reflejan una

menor orientación actitudinal de sobreprotección que las madres de

familia de la institución educativa Augusta Salcedo Pastor.

Amaya y Prado (2010) realizaron una investigación titulada:

Relación entre actitudes maternas y las habilidades básicas para el

aprendizaje en niños de 5 años que acuden al PRONOEI ―Mi Mundo

Mágico‖ del distrito de La Victoria. Los investigadores concluyeron que

existe una relación significativa entre Aceptación y el nivel de las

Habilidades Básicas para el aprendizaje en niños de 5 años que acuden al

PRONOEI ―Mi Mundo Mágico‖. De igual forma se encontró la presencia de

confusión en un 55,6% en las madres de estos niños.

Duárez, (2005) realizó la tesis titulada: ―Actitudes Maternas y

socialización, de los niños de 4 años del Centro Educativo Inicial N° 030

de Chiclayo‖. Siendo su población 60 madres de familia, utilizando el

instrumento de Escala de Actitudes Maternas de Robert Roth. Al medir las

Actitudes Maternas, se encontró que las sub-escalas de Sobre protección

12
y Rechazo, arrojan niveles altos, en un 49.05% y 37.73% de la población

total, considerando que estas no son actitudes saludables en las madres,

resultando una problemática. Mientras que la sub-escala de Aceptación

(Actitud saludable) presenta un nivel alto de 28.30% de la población. Entre

las Actitudes Maternas y la Socialización, se encontró relación significativa

de p < 0,05, en la sub-escala de Rechazo de la Escala de Actitudes

Maternas y la sub-escala de Respeto- Autocontrol de la Batería de

Socialización Bas – 2.

2.2 Bases Teóricas

En primer lugar, se explican dos teorías: la Teoría del Apego y las

Teorías de la Afectividad.

2.2.1. Teoría del apego y el desarrollo de la personalidad.

Durante las décadas de los años treinta y cuarenta, una serie de

clínicos estaban haciendo observaciones de los efectos negativos que el

prolongado cuidado institucional y/o los frecuentes cambios de la figura

materna durante los primeros años de vida tienen en el desarrollo de la

personalidad. Esto dio lugar a publicaciones posteriores, entre las cuales

destacan las de Bender (Bowlby, 1999).

Por los años cincuenta, Bowlby (1999) fue invitado a colaborar en

un estudio de las Naciones Unidas sobre las necesidades de los niños sin

hogar. Después de haber hecho una revisión exhaustiva de la literatura y

discutirla con expertos, presentó su informe titulado “Maternal Care and

Mental Health” en el cual analizada la influencia adversa del cuidado

13
maternal inadecuado durante la infancia sobre el desarrollo de la

personalidad de los hijos. Hizo hincapié en la aguda aflicción sentida por

los niños separados de su madre y hacía recomendaciones acerca de la

mejor manera de evitar o mitigar los efectos nocivos a corto y a largo

plazo de tales aflicciones.

La teoría más ampliamente difundida es la teoría del impulso

secundario. En ese momento se afirmaba que la razón por la cual un niño

desarrolla un estrecho vínculo con su madre radica en que ella lo

alimenta. Se postulan dos tipos de vías, primaria y secundaria. Se

considera el alimento como la vía primaria y la relación personal, conocida

como dependencia, como secundaria. Sin embargo, esta teoría no

correspondía a los hechos. Se decía que si esto fuera cierto, un niño se

apegaría a quien lo alimentara con mucha facilidad, lo cual no ocurre

(Bowlby, (1989 citado por Arévalo 2005).

Una teoría alternativa, derivada de la escuela húngara de

psicoanálisis, postulaba una relación objetal primaria desde el principio.

Sin embargo, Klein (1953 citado por Bowbly 1999) en su versión asistenta

social más conocida, mencionaba que el pecho materno se presenta

como el primer objeto, y se coloca el acento en el alimento y en la

oralidad, así como en la naturaleza infantil de la ―dependencia‖. Este

planteamiento tampoco correspondía con las experiencias reportadas de

los niños. (Bowlby, 1989 citado por Arévalo 2005).

Fue entonces, cuando en busca de profundizar en el tema y dar

una explicación a la controversia anterior, se desarrolló una Teoría de la

14
Personalidad, cuyo marco conceptual parece involucrar aquellos

fenómenos por los que, también, se interesaba Freud (1989) como son

relaciones amorosas, angustia de separación, desapego emocional,

duelo, trauma, culpa, depresión, por mencionar algunos. A partir de ahí,

Bowlby construye el concepto de conducta de apego y con ello su Teoría

de Apego. (Citado por Arévalo 2005).El concepto clave en esta teoría es el

de sistema conductual. Este autor desarrolló una teoría explicativa de los

modelos vinculares y de las respuestas inadecuadas que algunas

personas podían ofrecer, lo que por motivos de conveniencia denominó

teoría del apego.

El apego se caracteriza por esfuerzos por mantener la proximidad,

mantener un contacto sensorial privilegiado, exploración del mundo desde

la figura de apego, como base segura, y ansiedad ante la separación y

sentimientos de desolación ante la pérdida. El apego consta de tres

componentes: las conductas de apego, un modelo mental de la relación y

los sentimientos. Las conductas de apego incluyen llamadas, vigilancia y

aproximación a la figura de apego. El modelo mental incluye recuerdos de

la relación, el concepto que se tiene de la figura de apego y de sí mismo,

las expectativas sobre la relación y la visión del contexto en el cual se

sitúa la relación. Finalmente, en una buena relación de apego se dan

sentimientos de seguridad asociados a la proximidad y el contacto y

ansiedad ante la pérdida. (Pérez, 2005).

15
2.2.2. Teorías de la Afectividad de Bowlby.

Bowlby emplea una perspectiva evolutiva que incluye aspectos de

la conducta animal y los combina con aspectos de la teoría psicoanalítica

para entender la formación de la afectividad humana.

Define la afectividad como un lazo que se afianza con el tiempo y

finalmente llega a formar parte de la estructura psíquica del individuo.

La función biológica de la afectividad es la protección.

La separación afectiva de la figura materna se intensifica cuando el

niño pequeño está largo tiempo en un ambiente extraño, cuidado por

personas extrañas; entonces en el niño aparecen tres fases:

La primera fase que corresponde a la protesta es una conducta

enfadada en la que el niño busca a la madre.

La segunda fase llamada de desesperación, es un dolor agudo en

que disminuye la esperanza.

La tercera fase que es la de separación, sirve como función

defensiva (ignorar y alejarse de la madre) (Vilaltella, 1996).

Las primeras relaciones humanas que entabla el niño/a sientan las

bases de su personalidad y que, transcurridos los doce primeros meses

de la vida del niño, ha desarrollado un fuerte vínculo de afecto con la

figura materna, no existe consenso alguno sobre la rapidez con que se

forma ese vínculo, los procesos que permiten mantenerlo, su duración o

la función que cumple. (Papalia & Wendkos, 1993).

Las denominadas relaciones objetales se refieren a los procesos

psicológicos que todo el mundo utiliza, tempranamente para crear

16
imágenes y estructuras internas son conocidas como ―representaciones

objetales‖. La relación dinámica entre estas estructuras internas establece

los fundamentos de las relaciones íntimas a lo largo de la vida. (Páez,

2008).

2.2.3. Estilos de relación madre – hijo.

La relación madre hijo según Bowlby (1999) puede entenderse

como aquel vínculo que une a la madre y a su hijo de manera satisfactoria

a través del apego, siendo esta una relación activa, cariñosa y recíproca

entre ellos, que es muy distinta de las relaciones con otras personas, y

que se encuentra fortalecida y reforzada por la interacción entre ambos.

De la misma forma, dicha relación es denominada por Spitz (1996)

como una ―diada‖, dado que la interacción entre esta pareja es simbiótica

y fusionante, porque hasta cierto punto se encuentra aislada de los que la

rodean, y a la vez, unida entre sí por lazos muy poderosos. A esos lazos

afectivos o amor, se le denominó ―egoísmo de dos‖ que es lo que

caracteriza a esta diada, sin embargo, esta interacción cumple una

función importante: la de mantener la sobrevivencia del nuevo ser.

En dicha interacción, según el autor, el sistema de comunicación de

la diada madre – hijo, se distingue de las comunicaciones verbales por la

desigualdad entre los participantes; puesto que, mientras la madre maneja

una comunicación alocéntrica, el bebé en los primeros meses se

comunica de manera egocéntrica; por ello, la diada se caracteriza por una

comunicación no verbal.

17
En ese sentido, a través de la interacción entre ambos, él bebé

recibe mensajes de la madre sobre lo que le agrada y desagrada, que se

ve reforzado por las conductas que provocan placer en el niño y que

repetirá, eliminando aquellas que produzcan desazón en él. Spitz (1985),

destaca la influencia de la madre sobre las acciones del niño y señala que

más importante que las acciones conscientes de la madre son las

actitudes inconscientes que desenvuelve ante él.

2.2.3. Importancia de la relación madre – hijo.

Como se había señalado al principio, la relación madre hijo es de vital

importancia, puesto que, autores como Bowlby (1999), la señalan como

base de las futuras relaciones del niño, porque toma a ésta como modelo

de sus posteriores relaciones afectivas, en ese sentido, Spitz (1985),

afirma que ―Es de suprema importancia que la primera relación del infante

sea con un congénere humano, puesto que las relaciones sociales

posteriores se basarán en esa relación‖. (p.111)

Dicha relación se desarrolla dentro de un contexto social que es el

ambiente familiar. Aquí la madre cumple el rol materno, que es definido

como ―un conjunto de conductas que asume la mujer al tener el hijo‖

(Arévalo, 2005; p. 13), estas conductas van dirigidas a proveer protección,

seguridad y la satisfacción de necesidades básicas, a través de un trato

sensible.

En ese sentido, las acciones de la madre adquieren un valor muy

importante en los primeros años de vida del niño, puesto que, se

constituyen en estímulos necesarios para su desarrollo; y que a partir de

18
la identificación de la figura materna de las demás, capacidad que facilita

la evolución afectiva, es que dicha relación pasa a un periodo afectivo –

objetivo, donde la madre representa el universo del niño. (Spitz, 1985),

Sin embargo, esta situación no perdurará, puesto que, con la

adquisición de la madurez psicomotora del niño, se debe dar paso a una

relación más independiente, que se alcanza cuando éste encuentra

oportunidades de interacción con otras personas y objetos.

Es importante el tipo de vínculo y las relaciones de apego

tempranas ya que son la manera como el niño se relacionarán en el futuro

con los demás y con el ambiente. La forma como la madre actúa hacia su

hijo, dejará surcos en su mente en él, es preciso que la madre sepa guiar

la formación psíquica de su hijo, llevándolo progresivamente hacia la

madurez y realización como ser humano.

2.2.4. Interacción madre - hijo como mediador en problemas

conductuales.

La efectiva interacción madre-hijo está determinada, en su

momento inicial, por el proceso de desarrollo objetal que el niño pequeño

manifiesta para con su madre. Según Spitz, (1985) de la relación de

mutuo conocimiento y dependencia afectiva (y para el niño también

fisiológico), se pueden distinguir principalmente dos factores:

El factor consciente, se manifiesta funcionalmente a partir del logro

de la representación, en particular del lenguaje hablado, por parte del niño

en la etapa preoperacional. Así, por primera vez se pueden representar y

evocar los sentimientos. De este modo las experiencias afectivas llegan a

19
tener un efecto más duradero que las propias experiencias; la

representación y el lenguaje permiten que los sentimientos adquieran una

estabilidad y duración que antes no poseían. Esta capacidad de conservar

los sentimientos hace posible que éstos sean interpersonales y morales.

El intercambio bipersonal es la reciprocidad de las actitudes y

valores entre el niño y otros; esta forma de intercambio conduce a que

cada individuo valore a la otra persona (respeto mutuo).

El factor inconsciente: está básicamente determinado por las

diferentes actitudes que manifiesta inconscientemente la madre hacia su

hijo y su nivel de reacción afectiva que se refleja hacia las necesidades

que éste manifiesta: En este nivel, puede darse uno de los problemas más

importantes del desarrollo afectivo y moral del niño: la ambivalencia de las

reacciones maternas entre el plano consiente e inconsciente.

Si las actitudes afectivas de la madre (o en su carencia quien

represente la figura materna) son positivas en todos los ámbitos; se

produce un conocimiento más profundo de las necesidades del niño lo

que desencadena un aumento de las satisfacciones para él, que le

proporcionan mayor seguridad, comunicación estable y afectiva y un

aumento de su autoestima. Si de alguna forma se manifiestan síntomas

de afectividad ambivalentes hacia el niño, éstos son captados e

interiorizados de manera emocional o cognitiva por éste, quedando así

determinada la inseguridad hasta llegar a presentar síntomas somáticos

de déficit socio emocional como, por ejemplo; interrupciones en el

20
desarrollo, ausencia de sonrisa en el niño pequeño, problemas severos de

conducta en el niño más grande incluso en el adolescente. (Arévalo,

2005).

2.2.5. Componentes de las actitudes.

Las actitudes según Rosenberg y Hovland (1960, citado por Gross;

2004), están constituidas por tres componentes: El componente afectivo,

que hace referencia a lo que una persona siente acerca del objeto de la

actitud, es decir, la evaluación favorable o desfavorable que hace del

objeto. El componente cognitivo, se refiere a la creencia que tiene la

persona acerca del objeto que genera la actitud; es el cómo es ese objeto,

y proviene de información tangible que se recibe del objeto. El

componente conductual, se refiere a la forma de respuesta que da una

persona ante el objeto de actitud, es decir la acción.

2.2.6. Las actitudes.

Las actitudes aún no hay definición exacta, donde es tema de

estudio y discusión en la psicología social.

Desde diferentes enfoques se trata de definir o detallar:

La actitud es un sistema organizado y duradero de percepciones,

conocimientos y sentimientos, adquiridos a través de la experiencia, y que

lleva a un individuo a reaccionar afectivamente, generalmente a favor o en

contra, y de manera relativamente estable frente a un determinado objeto,

persona o situación del ambiente que lo rodea. Krech & Crutchfield (1965,

citado por Gross; 2004).

21
Así mismo, otra definición planteada que ―Una actitud es un estado

mental y neural de disposición, organizada a través de la experiencia, que

ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la respuesta del individuo

a todos los objetos o situaciones con los que se relaciona‖ (Alport, 1935

citado por Gross, 2004, p. 456).

Años más tarde, Petty y Cacioppo (1981), afirman que ―El término

actitud debe utilizarse en referencia a un sentimiento general, duradero,

positivo o negativo, acerca de alguna persona objeto o cuestión‖

De la misma forma, Zimbardo y Leippe (1991; citado por Gross;

2004), señalan que ―Una actitud es una disposición evaluativa hacia algún

objeto. Es una evaluación de algo o alguien a lo largo de un continuo de

agrado – desagrado o favorable – desfavorable…‖ (p. 456).

2.2.6.1. Actitudes maternas.

Las actitudes de las madres, como señala Hurlock (1982) influirán

en la forma como tratan a sus hijos, lo cual a su vez influirá en las

respuestas y actitudes de los niños hacia ellas. De esta interacción entre

las actitudes de las madres, las reacciones de los niños frente a ellas y el

efecto de estas en las madres dependerá en gran medida el futuro

desarrollo de los niños. Si las actitudes maternas son favorables, las

relaciones entre padres e hijos serán mejores que cuando dichas

actitudes son desfavorables.

Guevara (2004) define las actitudes maternas como ―una

organización durable de patrones psicológico que implica un universo con

una consistencia de patrones y respuestas de la madre a los hijos‖

22
Las actitudes maternas son todas aquellas respuestas o

comportamientos favorables o desfavorables que las madres dirigen a sus

hijos.

Las actitudes que se pretende evaluar en esta investigación, y que

son consideradas, según Estrella (1986), como típicas por autores como

Hurlock, Ausubel y Sullivan, Kanner, y Symonds son la aceptación, la

sobreprotección, la sobreindulgencia y el rechazo.

2.2.6.2. Tipos de actitudes maternas.

Roth, (1965; Hurlock, 1997; Arévalo, 2005), ha sistematizado las

siguientes actitudes:

Actitud de aceptación

Es la expresión de una adecuada relación madre-hijo, en términos

de sinceridad y expresión de afecto, interés en los gustos del niño, en sus

actividades, desarrollo y en la percepción de su pequeño. Así pues, la

actitud materna de aceptación, según Roth (1965; Arévalo 2005) es

expresada por la sinceridad e identificación con el niño, proveyéndoles de

apropiados contactos sociales fuera de casa y haciendo demandas

razonables de acuerdo a sus posibilidades.

Así mismo, en la actitud de aceptación, se manifiesta firmeza y

control no destructivos, orden en la rutina de las actividades diarias y

consistencia en la disciplina. La aceptación, permitirá una percepción e

interpretación apropiada de las señales y comunicaciones del niño, pero

de manera cooperadora y con mucha empatía. Frente a estas actitudes

maternas, el niño respondería, de acuerdo a lo manifestado, por Roth, en

23
forma positiva a la socialización, desarrollando sentimientos consistentes

de amistad, interés y entusiasmo en el mundo y una clara y real auto

percepción.

Actitud de sobreprotección

Es considerada por Roth, como expresión de ansiedad prenatal en

términos de cuidados infantiles, lo que es un impedimento del desarrollo

de un comportamiento independiente por su excesivo control. Esta actitud

se expresa en la excesiva preocupación de la madre por la salud del niño,

por las relaciones con sus compañeros y por el rendimiento académico;

tratando de ayudarlo en las tareas de la casa y observando

detalladamente si el niño logra lo que supone que debe obtener.

Frente a la sobreprotección, se afirma que el niño muestra fracaso

en aprender y hacer cosas por sí mismo, con sentimientos limitados de

responsabilidad.

Respecto a esta actitud, Bakwin (1974; citado por Hurlock, 1997), la

considera como actitud de no aceptación que se caracteriza por la

conducta de la madre que se manifiesta en: un cuidado y contacto

excesivo; así como en variaciones en la actitud acostumbrada hacia la

educación en dirección de la indulgencia excesiva o dominancia.

El cuidado excesivo se manifestaría en continuación de actividades

como alimentación, vestido y baño, después de la edad usual en el niño;

la lactancia natural es probable que se prolongue indebidamente; limitan

el juego del niño con otros por temer a que se lastime, o no aprenda

24
malos hábitos; lo acompañan a la escuela mucho después que niños de

su misma edad lo hacen independientemente.

El niño excesivamente protegido encuentra una serie de

dificultades que disminuye la posibilidad de alcanzar su independencia e

integración al grupo.

El mismo autor, según Hurlock, menciona que en el niño

sobreprotegido podemos encontrar: que encuentra dificultades para hacer

ajustes sociales. En grupo, son exigentes, egoístas, tiránicos, piden

atención, afecto y servicio constante; tienen dificultad en hacer amigos;

son demasiado dominantes y siempre insisten en ser líderes.

Por otro lado, la actitud de sobreprotección de la madre puede

deberse a diversos factores entre los que podemos señalar, un largo

periodo de espera de un niño, ya sea porque la madre se casó

relativamente tarde, largo periodo de esterilidad, cuando ha sufrido varios

abortos espontáneos o cuando adopta un niño tras algunos años de

intentar un hijo propio. Una peligrosa enfermedad del hijo y la de un

impedimento físico o mental. (Adrados, 1973; citado por Arévalo, 2005).

La sobreprotección es un tipo de actitud que influye en la aparición

de fobias, y existe evidencia en varios estudios donde se identifica casos

de niños y sus madres (en algunos casos sus padres) que han

establecido una relación de mutua dependencia, en la que la separación

seria perturbadora para los dos y al ingresar al sistema escolar, exige una

separación sostenida, aunque exista por lo común previas incidencias

aisladas de intensa angustia o perturbaciones por parte del niño cuando la

25
madre se ha ausentado por un tiempo (Eisemberg, 1988; Waldfogel,

1987; Hemsing,1988).

Actitud de sobreindulgencia

Se expresa en gratificación excesiva junto a la falta de control

parental, esto es, un exagerado cuidado y contacto excesivo. Lo cual se

manifiesta en pasar demasiado tiempo con el niño, haciendo más

actividades de las que debiera, leyéndole, jugando o constantemente con

él; o defendiéndolo de ataques de otros niños, autoridades y otros. (Roth,

1965; citado por Arévalo).

Frente a la sobreindulgencia el niño respondería según Roth, con

comportamiento rudo y agresivo, con baja tolerancia a la frustración,

demostrando dificultades para adecuarse a la rutina. Por su parte, Bakwin

(1984; citado por Hurlock, 1997), plantea que la Actitud de

Sobreindulgencia, es considerada al igual que la de sobreprotección como

una actitud de no aceptación y que impide el desarrollo emocional del niño

manteniéndolo en un estado de dependencia y en el que con el llanto

puede lograr que la madre satisfaga sus peticiones.

Acostumbrado a obtener rápida respuesta a sus demandas y si

estas no les son satisfactorias recurre a las rabietas. Frente a una actitud

de sobreindulgencia el niño espera ser el primero en todo, y se lleva

generalmente mal con otros niños que no ceden ante él.

La madre constantemente ―tapa‖ las faltas de su hijo, amenazando

castigarlo pero no lo hace. También, ante esta actitud, la conducta del

26
niño es sumamente exigente, con una baja tolerancia a la frustración y

con dificultades para adaptarse a la rutina.

Actitud de rechazo

Es la negación del amor y expresión de odio hacia el niño en

términos de negligencia, tosquedad y severidad. Entendiendo por

negligencia a la manifestación de desaprobación o repudio aun de

situaciones muy sutiles, olvidándose de dar de comer al niño o dejarlo a

sus propios recursos; o ante pequeñas faltas mostrar severidad

negándole placeres, ventajas o privilegios. Igualmente manifestaría

tosquedad mediante desaprobación con maltrato físico o regaños ante la

menor provocación, humillando al niño con sobrenombres o

comparándolo desfavorablemente con otros. (Roth, 1965; citado por

Arévalo; 2005).

Frente a estas actitudes de rechazo, el niño trataría de ganar el

afecto, ya sea con intentos directos o indirectos por medio de robos,

vigilando a sus padres, llorando pataleando o quejándose continuamente.

También manifestaría comportamientos sumamente inquietos en

búsqueda de elogios y castigos. Así mismo, mostraría una completa

desatención a las reglas y normas con ausencia de sentimientos de culpa.

Bakwin y Morris (1974) dice que el rechazo es cualquier

circunstancia en el que el niño no es deseado. Puede originarse debido a

las características de personalidad de la madre o de los padres en

27
general, en el tipo de relaciones entre ellos, a los celos por el hijo o en la

conducta de este.

Por su parte, Welberg (1984; citado por Bakwin (1974; citado por

Hurlock, 1997), asume que la mayoría de las madres que muestran

rechazo hacia el hijo son ―inmaduras‖, inestables, neuróticas y en

ocasiones realmente psicóticas. Es malo el ajuste conyugal con

frecuencia, hay miedo de embarazo y asumir el papel de madre.

Bakwin (1974; citado por Hurlock, 1997),enumera las causas que

generan esta actitud, se hallan cuando los padres son incompatibles, el

hijo es frecuentemente rechazado porque se le considera un impedimento

para una posible separación conyugal.

La actitud de rechazo puede manifestarse de diversas maneras.

Adrados (1973; citado por Arévalo, 2005), sistematiza las siguientes:

castigo severo, desprecio, indiferencia, irritación, amenaza de alejar al

niño, trato ambivalente y desfavorables comparaciones con hermanos y

amigos. (Kanner, 1986; citado por Hemsing, 1988),

En efecto, el rechazo también equivale al no reconocimiento de sus

logros, la madre o los padres minimizan sus éxitos; hay una tendencia a

resaltar sus defectos. Hurlock (1980) acota que la madre o los padres se

muestran impacientes, censuran e imponen a sus hijos una disciplina

rígida.

Para Bakwin, (1974; citado por Hurlock, 1997), la actitud

rechazante de la madre genera en el niño una serie de conductas que

imprimen características muy particulares tales como: Falta de un

28
sentimiento de valor o de un sentimiento de pertenencia; el niño reacciona

con agresividad; se muestra egoísta, vengativo, desobediente, inquieto;

trata de llamar la atención y para conseguirlo se valdrá de cualquier medio

aun de aquellos que pueda generar más castigo; en muchos niños

rechazados es frecuente encontrar enuresis, dificultades en las comidas,

el comerse las uñas, tics nerviosos.

Finalmente, existe aceptación en la relación madre-hijo

caracterizado por una plena identificación de los derechos del niño,

convirtiéndose en la deseable y positiva; se manifestará en la firmeza de

la madre al imponer la disciplina, actuará con decisión y consistencia, la

comunicación está siempre abierta, el niño encuentra en su madre a una

colaboradora dispuesta a acercarse cuando él la reclama o dejarlo solo

cuando el niño lo desea.

Respuesta del niño a la actitud de aceptación de la madre

- El niño responde y desarrolla positivamente a la socialización.

- Desarrolla adecuados sentimientos de amistad.

- El niño desarrolla entusiasmo e interés por su alrededor.

Sus sentimientos se vuelven consistentes con su comportamiento

2.2.6.3. Influencia de las actitudes de los padres sobre las

relaciones familiares.

El lugar donde el niño aprende sobre la disciplina, amor y respeto

es en el hogar, donde los padres son el espejo donde se miran los hijos,

por ello, la madre que representa un modelo a seguir, debe reforzar las

acciones que el niño debe aprender, a través del amor y la aceptación que

29
transmite a su hijo, dándole libertad para ser él mismo, para desarrollarse

a su propio ritmo, hasta ser capaz de valerse por sus propios medios

(Roth, 1965, citado por Arévalo, 2005).

Según Guevara (2004), señala que las relaciones entre padres e

hijos dependen de las actitudes de los progenitores, esto puede ser,

porque las actitudes de los padres influyen en el modo en que tratan a sus

hijos, y esto a su vez, afecta las actitudes de los pequeños hacia ellos y el

modo en que se comportan. En ese sentido, Bowlby (1999), deja ver que

las actitudes de los padres hacia sus hijos son producto del aprendizaje,

de sus vivencias cuando niños, y señala que en la mayoría de los casos

se tenderá a repetir con lo hijos el modelo aprendido de los progenitores.

Saire (2004), afirma que existen factores que contribuyen a determinar

qué actitudes son las que se aprenderán.

Con respecto a las relaciones entre padres e hijos, es importante

tener claro el concepto de niño ideal, que se basa en lo que los padres

desearían que fueran sus hijos, por tanto, cuando el niño no responde a

las expectativas de los padres, estos últimos se sienten decepcionados lo

que suscita una actitud de rechazo. De la misma forma, los valores

culturales influyen sobre el modo en que los padres tratan a sus hijos, sea

autoritario, democrático o indulgente. En ese sentido, los problemas que

aquejen a la madre o a la relación de ambos padres, también afectará al

niño, porque es capaz de advertir la perturbación de sus progenitores, lo

que le genera incomodidad, confusión e inestabilidad, por la falta de

unidad de afecto que le proporciona seguridad para actuar. La vida social

30
del niño, también recibe influencia de estas actitudes, puesto que, el

afecto que le brindan en casa tiene un gran predominio en el desarrollo

del afecto por los demás. (Guevara, 2004).

Grado de Instrucción de la madre.

El grado de instrucción de la madre es otro factor que influye en

forma importante en la explicación de las actitudes maternas. Esto

implicaría que, a mayor grado de instrucción, mayores sean las actitudes

de aceptación y menores las de no aceptación, en especial las de

sobreindulgencia y rechazo. Es importante señalar que es precisamente

en los sectores sociales menos favorecidos donde hay un menor grado de

instrucción y donde el acceso a la cultura se ve limitado, impidiendo la

generación de nuevas formas de relación entre madres e hijos (Estrella,

1986).

Asimismo, según Jaurlaritza, (2009) el grado de instrucción, de una

persona es el nivel más elevado de estudios formales realizados o en

curso, sin tener en cuenta si se han terminado o están provisional o

definitivamente incompleto, y tiene un efecto importante en las madres,

pues permite adquirir nuevos conocimientos, los que ayudan a modificar

el trato y apego con sus recién nacidos logrando un cambio de actitud.,

además de favorecer el conocimiento de las prácticas sanitarias

adecuadas.

De igual forma, los niveles educacional y cultural tienen una

influencia importante en las percepciones positivas de sus hijos y en

darles más libertad para desarrollarse. Las madres de menor nivel cultural

31
suelen dar menos libertad y ser más restrictivas. Asimismo, el nivel

educacional y cultural tiene una influencia importante en las percepciones

positivas de sus hijos y en darles más libertad para desarrollarse. Las

madres de menor nivel cultural suelen dar menos libertad y ser más

restrictivas (Hurlock, 1979; Álvarez, 1985).

Además, Coloma (1980) afirma que las madres de instrucción

superior muestran aparentemente mayores posibilidades de establecer

relaciones positivas con sus hijos, demostrando actitudes de aceptación

hacia estos. De igual forma, a menor grado de instrucción corresponden

formas de socialización represiva y a mayor grado de instrucción

corresponde formas de socialización liberal.

Por otro lado, el grado de instrucción bajo se considera un factor

que influye en la salud y crianza del recién nacido. Las madres con bajo

grado de instrucción, son una barrera fuertemente limitante para captar y

poner en práctica los conocimientos impartidos por los educadores sobre

los cuidados de los niños en los primeros años de vida, pues recepcionan

muy poco los conocimientos en relación de aquellos con nivel secundario

o superior (Sánchez & Castro, 1997).

La precocidad y el número de hijos que una mujer tendrá declinan

a medida que el grado de instrucción aumenta, mejor aún, la educación

actúa optimizando la condición social y la autoimagen de la mujer,

aumentando las opciones de su vida y la capacidad de tomar sus propias

decisiones. Además, los niveles de embarazo no deseado son

generalmente mucho más bajos entre mujeres con al menos una

32
educación secundaria que entre aquellas sin educación o sólo con

educación primaria.

Desarrollo de las madres en función a su edad.

La edad es un factor importante que está muy relacionado con las

características del comportamiento materno, y que influye de manera

decisiva en las prácticas culturales relacionadas con el cuidado de la

salud. Conforme la persona va adquiriendo experiencia y madurez, es

capaz de adoptar conductas, destrezas y acciones preventivas adecuadas

que favorecen la adopción de nuevos roles (OMS, 2008).

Así tenemos que la edad de la madre es un factor importante ligado

a la vida de los niños, pues las madres más jóvenes no siempre están

identificadas con su rol materno, debido a que en esta etapa de su

desarrollo están experimentando cambios profundos y bruscos en su

organismo y en su psicología, haciendo que se sientan inseguras de su

función como madres; mientras las madres adultas cuya edad cronológica

refleja maduración emocional más estable, toman conciencia de sus

responsabilidades, hecho que les permiten adoptar mejores actitudes y

decisiones firmes en la práctica preventiva de la salud de su hijo,

favoreciendo un mejor crecimiento y desarrollo. (Moreno, Bernardo &

Báez, 2010).

El embarazo y procreación en mujeres de corta edad influye mucho

en el comportamiento de la madre hacia su recién nacido. No solo limita

las oportunidades educativas y económicas a disposición de estas madres

33
jóvenes, sino también crea un sentimiento de amor/odio hacia su hijo,

quien de alguna forma es el causante del truncamiento de todas sus

probabilidades de tener una mejor vida futura y con la compañía de una

pareja si se hubiera casado primero. (Asociación de Apoyo a la Lactancia

Materna y Crianza, 2010).

Sin importar en muchos casos la edad de la madre, es muy posible

que el sentimiento de culpa, la poca ayuda recibida en algunos casos, y

todas las preocupaciones por lo que vendrá después, logren que la madre

quiera desatenderse de su hijo, o que al momento del nacimiento no

quiera ni verlo o tocarlo. Todo esto imposibilita la formación de un

pertinente vínculo afectivo entre ambos, que se inicia incluso desde la

etapa de gestación, pero que se prolonga conforme el recién nacido va

creciendo y comparte mayores momentos con su madre. (Servicio

Nacional de Menores, [SENAME], 2007).

Asimismo, el vínculo afectivo entre el recién nacido y su madre no

se forma en cuestión de minutos, horas o días, sino que se construye

lentamente desde antes del nacimiento e incluso antes que tenga lugar la

concepción, pero es probable que diferentes situaciones y factores

psicosociales de la madre como son: la edad, el nivel de instrucción, el

estado civil, la ocupación y el nivel de autoestima, intervengan en el

proceso de desarrollo del vínculo afectivo madre- recién nacido, a la vez

estas situaciones pueden dificultar la formación de este vínculo o el

establecimiento pobre del mismo, creando consecuencias como: aparición

de trastornos, maltrato o abandono del niño (a) e incapacidad de alcanzar

34
niveles potenciales de desarrollo emocional, intelectual y social, así como

trastornos en el comportamiento afectivo materno, identidad, autoestima y

frustración de su rol , siendo probable que estos aspectos se desplacen al

hogar en donde pueden afectar a la familia en su conjunto para aceptar y

vincular al nuevo miembro familiar. (Stern, 2010).

2.3 Definición de términos básicos

Actitud: ―Una actitud es un estado mental y neural de disposición,

organizada a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva

o dinámica sobre la respuesta del individuo a todos los objetos o

situaciones con los que se relaciona‖ (Alport, 1935 citado por Gross, 2004,

p. 456).

Actitud Materna: ―Una organización durable de patrones psicológicos

que implica un universo con una consistencia de patrones y respuestas de

la madre hacia el hijo‖. (Guevara, 2004).

Apego: consiste en un conjunto de pautas de conducta características, en

parte programadas, que se desarrollan en el entorno corriente durante los

primeros meses de vida y que tienen por objetivo mantener al niño en una

proximidad más o menos estrecha con su figura materna (sea esta la

madre o su principal cuidador) (Bowlby, citado en García & Ibáñez, 2007),

35
Vínculo: El sello conductual del vínculo es la búsqueda para conseguir y

mantener un cierto grado de proximidad hacia el objeto de apego, que va

desde el contacto físico cercano bajo ciertas circunstancias, hasta la

interacción o la comunicación a través de la distancia, bajo otras

circunstancias (Bowlby, 1999).

Relaciones objetales: El término "relaciones objetables" es utilizado

para: "designar el modo de relación del sujeto con su mundo, relación que

el resultado complejo y total de una determinada organización de la

personalidad, de una aprehensión más o menos fantaseada de los objetos

y de unos tipos de defensa predominantes (Laplanche & Portalis, 1996).

La relación madre – hijo: La relación madre hijo se puede entender

como aquel vínculo que une a la madre y a su hijo de manera satisfactoria

a través del apego, siendo esta una relación activa, cariñosa y recíproca

entre ellos, que es muy distinta de las relaciones con otras personas, y

que se encuentra fortalecida y reforzada por la interacción entre ambos.

(Bowlby, 1999).}

Aceptación: Es la expresión de una adecuada relación madre-hijo, en

términos de sinceridad y expresión de afecto, interés en los gustos del

niño, en sus actividades, desarrollo y en la percepción de su pequeño.

(Roth, 1965; Hurlock, 1997; Arévalo, 2005).

36
Sobreindulgencia: La Actitud de Sobreindulgencia, es considerada al

igual que la de sobreprotección como una actitud de no aceptación y que

impide el desarrollo emocional del niño manteniéndolo en un estado de

dependencia y en el que con el llanto puede lograr que la madre satisfaga

sus peticiones. (Bakwin, 1984, citado por Hurlock 1997).

Rechazo: El rechazo es cualquier circunstancia en el que el niño no es

deseado. Puede originarse debido a las características de personalidad

de la madre o de los padres en general, en el tipo de relaciones entre

ellos, a los celos por el hijo o en la conducta de este. (Bakwin., & Morris,

1974).

Sobreprotección: expresión de ansiedad prenatal en términos de

cuidados infantiles, lo que es un impedimento del desarrollo de un

comportamiento independiente por su excesivo control. (Roth, 1965;

Arévalo, 2005).

37
CAPÍTULO III METODOLOGÍA

3.1. Diseño de la investigación

Diseño de investigación corresponde al descriptivo simple.


El diseño correspondió al no-experimental, ya que se buscó observar

fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para después

analizarlos (Hernández et al., 2010). Fue un diseño descriptivo simple, en

la que se buscó recoger información contemporánea con respecto al

objeto de estudio que corresponde estudiar. (Hernández et al., 2010).

3.2. Tipo de investigación

En la presente investigación se utilizó el paradigma cuantitativo; ya

que recoge y analiza datos sobre la variable investigada y estudia las

propiedades y fenómenos cuantitativos (Hernández, Fernández &

Baptista, 2010).

3.3. Población y muestra

La población está representada por todas las 398 madres que

fueron atendidas en el Programa Crecimiento y Desarrollo del Centro de

Salud ―José Olaya‖ de Chiclayo en enero del 2015. Dichas mamás

cumplieron con los criterios de inclusión: madres de diversos estratos

socioculturales que acudieron voluntariamente al centro de salud, que

tenían hijos menores de ocho años y que deseaban participar en el

estudio.

38
Se excluyeron a las madres que presentaban alguna patología

mental y las madres adolescentes.

La muestra se calculó aplicando una fórmula específica

considerando que la población promedio mensual es de 398 madres. El

cálculo se hizo considerando un margen de error de 0,04 y un nivel de

confianza del 95%.

Z2Nqp
N = ------------------
(N-1) h2+Z2pq
Dónde:

Z = 1.96 (si la seguridad es del 95%). Corresponde al nivel de


confianza escogido.

P = Proporción Esperada (en este caso 4%= 0.04)

q = 1-p Es la proporción de la población que no tiene las características


de interés (en este caso 1 – 0.04 = 0.96)

h2 = Es el máximo de error permisible (en este caso será un 4% =


0.04)

N = 398
Z2Nqp
N = ---------------
(N-1) h2+Z2pq

(1.96)2 398 (1 – 0.04) (0.04)


N= ---------------------------------------------
(397) (0.04)2 + (1.96)2 (0.04) (1- 0.04)

1528.95 (0.0384)
N= ----------------------------------
0.6352 + 0.1536 (0.96)

58.7116
N= -------------
0.7826

N= 78

39
El muestreo que se utilizó para la presente investigación es de tipo

probabilístico (aleatorio) simple. Es decir, que a través de este muestreo

se simplificaron los procesos y se redujo el error muestral. Es decir, aquel

en el que todas las madres atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖

Chiclayo, tuvieron la misma probabilidad de ser elegidos para formar parte

de la muestra.

3.4. Técnicas e instrumentos de recolección de datos

La técnica que se utilizó en la presente investigación fue la encuesta, la

cual recogió un conjunto de datos, sobre las actitudes maternas hacia las

relaciones madre – niño, de las madres atendidas

Como o instrumento de recolección de datos se utilizó la Escala de

Actitudes de la relación madre – niño (ERMN) de R. Roth con la

adaptación y estandarización de Edmundo Arévalo en el 2005 (apéndice

A).

La ERMN, consiste en cinco escalas que son: aceptación (A),

sobreprotección (SP), sobre indulgencia (SI), Rechazo (R) y confusión-

dominancia (CD); éste último trata de señalar el predominio de una o más

escalas, indicaría característica dominante de las actitudes maternas en

relación a su hijo.

La prueba consta de 48 ítems, correspondiendo 12 ítems a cada

una de las 4 escalas que son aceptación, sobreindulgencia,

sobreprotección y rechazo.

Aceptación 1, 5, 9,13, 17, 21 25, 29, 33, 37, 41, 45

Sobreprotección 2, 6, 10, 14, 18, 22, 26, 30, 34, 38, 42, 46

40
Sobre indulgencia 3, 7, 11, 15, 19, 23, 27, 31, 35, 39, 43, 47

Rechazo 4, 8, 12, 16, 20, 24, 28, 32, 36, 40, 44, 48.

La escala de confusión-dominancia se obtiene por el número de

puntajes en el cuartil más alto, puede tener cuatro posibilidades:

D + (1) Dominancia neta de una actitud

D - (2) Dominancia de dos escalas o actitudes

D - (3) Confusión y dominancia de tres actitudes

D + (4) Acentuada confusión en la relación madre-hijo.

Para la validación y confiabilidad del instrumento escala de

actitudes hacia la relación madre-niño de Roth, adaptada y

estandarizada por Arévalo (2005), se usó la correlación de producto-

momento de Pearson; siendo aplicada el método de las mitades y

corregido con la fórmula de Spearman Brown. Así mismo, debido a

que la posibilidad de volver a aplicar este instrumento a los mismos

sujetos, resultaba imposible; este método es el más adecuado. Del

mismo modo, el autor llevó a cabo el análisis de la fiabilidad de la

escala general a través del coeficiente Alfa de Cronbach. De acuerdo

a este análisis para que la escala sea válida ésta debe ser > 0.70.

3.5. Procedimiento de recolección de datos

Para recolectar la información, primero se solicitó la

autorización a la Dirección del Centro de Salud ―José Olaya‖ de

Chiclayo luego se procedió a explicar a las madres sobre el objetivo

del estudio y la técnica e instrumento que se usara para recoger la

41
información, obteniendo su consentimiento informado (anexo 2).

Finalmente se aplicó la Escala de Actitudes de la relación madre –

niño (R. Roth) Adaptada y estandarizada por Arévalo (2005).

3.6. Métodos de procesamiento de la información

Para procesamiento de la información, se utilizó el programa

estadístico SPSS o llamado Statistical Pack Forthe Social Sciences,

versión 22 para elaborar la matriz a fin de tener una vista panorámica de

los datos, que fueron presentados a través de tablas y figuras para su

posterior análisis e interpretación. Se utilizó las medidas de tendencia

central: Media Aritmética. Son valores numéricos, estadígrafos que

representan la tendencia de todo el conjunto de datos estadísticos.

3.7. Principios éticos

La investigación garantiza el cumplimiento de los principios éticos

de beneficencia, justicia y respeto a la persona (Reporte Belmont,

1976), valorando su integridad y autonomía, para la cual se preservará

el anonimato de los participantes y solo se recolectará como datos

referenciales la edad, ocupación, grado de instrucción y estado civil,

asimismo, los resultados obtenidos serán utilizados solo con fines

estrictamente académicos, para dar respuesta a los objetivos

planteados.

42
Las madres participarán de manera voluntaria, encontrándose en

libertad de realizar las preguntas necesarias en caso de dudas (Anexo

2)

Cumpliendo el principio de beneficencia se acondicionó un

ambiente agradable y apartado para dar respuesta a la Escala de

Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) adaptada y

estandarizada por Arévalo (2005), respetando en todo momento la

privacidad y velándose por su bienestar integral.

La relación sujeto – investigadora se mantuvo orientada a la

investigación, no se aprovechó para obtener beneficios diferentes de lo

establecido.

Se garantizó el trato justo a todas las participantes, brindado con

respeto y amabilidad, no existiendo preferencia o predisposición

(condición social/cultural) para la selección de la muestra.

3.8. Criterios de cientificidad

En los Criterios de cientificidad se tuvo en cuenta la Objetividad.,

consistencia y Auditabilidad. Los datos fueron recolectados a través

de la Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth),

adaptada y estandarizada por Arévalo (2005). Se contó con

información, de múltiples fuentes que permitieron el análisis de los

resultados obtenidos. Para ello la investigadora realizó una descripción

minuciosa de los procedimientos que se realizaron en el estudio, de tal

forma que otros investigadores sigan la misma trayectoria.

43
CAPÍTULO IV: PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS

Tabla 1
Actitudes en las relaciones madre-niño, de las mamás atendidas en el
Centro de Salud “José Olaya”. Chiclayo.

Actitud Frecuencia Porcentaje


Aceptación 33 42,3%
Sobre Protección 04 5,1%
Sobre Indulgencia 01 1,3%
Rechazo 02 2,6%
Confusión 21 26,9%
No predominancia 17 21,8%
Total 78 100,00%
Fuente: Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) (adaptación
y estandarización: Arévalo (2005). Enero, 2015.

El 42.3% de mamás encuestadas en Centro de Salud‖ José Olaya‖


muestran la actitud de aceptación, y un 26.9% que denotan confusión. A
diferencia, del 1,3% que presenta sobre indulgencia y que corresponde
solo a una madre.

44
Tabla 2
Escalas de confusión-dominancia según las actitudes maternas de las
mamás atendidas en el Centro de Salud “José Olaya”. Chiclayo.

Actitud Frecuencia Porcentaje


Confusión A-SP 19 50.0%
Confusión A-SP-R 1 2.6%
Confusión SP-R 1 2.6%
No predominancia 17 44.7%
Total 38 100,00%

Fuente: Escala de Actitudes de la relación madre – niño de R. Roth


(adaptación y estandarización: Edmundo Arévalo, 2005). Enero, 2015.

El 50% de mamás encuestadas en Centro de Salud ―José Olaya‖


muestran confusión en las actitudes de aceptación y sobreprotección.
Cabe destacar que el 44.7% presenta como actitud la no predominancia
hacia sus hijos.

45
Tabla 3
Actitudes en las relaciones madre-niños según el estado civil de las
mamas encuestadas en el Centro de Salud “José Olaya”-Chiclayo.
Estado Civil Soltera Casada Conviviente Viuda
Actitud n % N % n % n %
Aceptación 10 52.6% 12 57.1% 11 29.7% 0 0.0%
Sobre
protección
2 10.5% 1 4.8% 1 2.7% 0 0.0%
Sobre
indulgencia
0 0.0% 0 0.0% 1 2.7% 0 0.0%
Rechazo 1 5.3% 1 4.8% 0 0.0% 0 0.0%
Confusión 2 10.5% 4 19.0% 14 37.8% 1 100.0%
No
predominanci 4 21.1% 3 14.3% 10 27.1% 0 0.0%
a
100.0 100.0
Total 19 21 37 100.0% 1 100.0%
% %

Fuente: Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) (adaptación y


estandarización: Edmundo Arévalo (2005). Enero, 2015.

Como se observa en la tabla 3 se describe el estado civil de las


mamás, donde las solteras muestran el 52.6% de actitud de aceptación,
las casadas un 57.1% con la misma actitud, en las convivientes existe
37.8% y 27% de confusión y no predominancia respectivamente y 29.7%
muestran aceptación y finalmente en las viudas 100%hay confusión.

46
Tabla 4
Actitudes en las relaciones madre niño según su ocupación de las
mamás encuestadas en el Centro de Salud “José Olaya”-Chiclayo.

Trabajadora Trabajadora
Ocupación Ama de casa Estudiante
dependiente independiente
Actitud N % n % n % n %
Aceptación 19 35.8% 4 100% 7 58.4% 3 33.3%
Sobre
4 7.5% 0 0% 0 0.0% 0 0.0%
protección
Sobre
1 1.9% 0 0% 0 0.0% 0 0.0%
indulgencia
Rechazo 1 1.9% 0 0% 1 8.3% 0 0.0%
Confusión 15 28.4% 0 0% 1 8.3% 5 55.6%
No
13 24.5% 0 0% 3 25.0% 1 11.1%
predominancia
Total 53 100% 4 100% 12 100.0% 9 100.0%

Fuente: Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) (adaptación y


estandarización: Edmundo Arévalo (2005). Enero, 2015.

La tabla 4 describe las actitudes según la ocupación donde el


35.8% de amas de casa presentan actitud de aceptación; además un
28.3% denotan confusión y 24.5% no predominancia. Asimismo, el 100%
de las mamás estudiantes presentan actitud de aceptación; el 58.3% de
las mamás trabajadoras dependientes presentan actitud de aceptación y
el 55.6% de mamás con trabajos independientes denotan confusión.

47
Tabla 5
Actitudes en las relaciones madre niño según el rango por edad de las
mamás encuestadas en el Centro de Salud “José Olaya”-Chiclayo.

Edad 18-25 26-32 33-39 40-46 47-56


Actitud n % n % n % N % n %
Aceptación 7 35% 14 47% 8 57% 3 30% 1 25%
Sobre protección 1 5% 1 3% 1 7% 1 10% 0 0%
Sobre indulgencia 0 0% 0 0% 0 0% 1 10% 0 0%
Rechazo 1 5% 1 3% 0 0% 0 0% 0 0%
Confusión 3 15% 11 37% 3 21% 3 30% 1 25%
No predominancia 8 40% 3 10% 2 14% 2 20% 2 50%
100 100
Total 20 30 100% 14 100% 10 4 100%
% %

Fuente Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) (adaptación y


estandarización: Edmundo Arévalo (2005). Enero, 2015.

Según el rango de edad se describe que las edades entre 18-25


años el 40% muestran actitud de no predominancia, a la vez el 35%
presentan aceptación. Asimismo, las edades entre 25- 32 años sobresalen
dos actitudes: La aceptación con un 47% y 37% donde predomina la
confusión. En las edades entre 32-39 años el 57% muestran la actitud de
aceptación. Entre los 39-46 años la aceptación y la confusión es de 30%;
y en rango de 46-56 años existe 11.8% es no predominancia.

48
Tabla 6
Actitudes en las relaciones madre niño según el grado de instrucción de
las mamas encuestadas en el Centro de Salud “José Olaya”-Chiclayo.
Grado de Superior Superior Secundaria Secundaria
Primaria
instrucción incompleta completa incompleta completa
Actitud n % n % n % n % n %
Aceptación 9 60.0% 10 55.6% 1 8.3% 13 41.9% 0 0.0%
Sobre
1 6.7% 0 0.0% 1 8.3% 2 6.5% 0 0.0%
protección
Sobre
0 0.0% 0 0.0% 1 8.3% 0 0.0% 0 0.0%
indulgencia
Rechazo 1 6.7% 0 0.0% 0 0.0% 1 3.2% 0 0.0%
Confusión 1 6.7% 2 11.1% 3 25.1% 13 41.9% 2 100.0%
No
predominanci 3 20.0% 6 33.3% 6 50.0% 2 6.5% 0 0.0%
a
100.0 100.0 100.0 100.0
Total 15 18 12 31 2 100.0%
% % % %

Fuente Escala de Actitudes de la relación madre – niño (R. Roth) (adaptación y


estandarización: Edmundo Arévalo (2005). Enero, 2015.

En la tabla 6 las mamás con educación superior incompleta


representan el 60% en la actitud de aceptación, y en las mamás con
educación superior completa el 55.6% es de aceptación. Asimismo, en las
mamás con secundaria incompleta el 50% existe no predominancia; la
mamas con secundaria completa 41.9% muestran una actitud de
aceptación como también 41.9% muestran confusión; por último, el 100%
de madres con primaria muestran confusión.

49
CAPÍTULO V: DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

El propósito de este trabajo de investigación fue identificar las

actitudes hacia las relaciones madre – niño, de las madres atendidas en

el Centro de Salud ―José Olaya‖ de Chiclayo, encontrando que la actitud

de aceptación fue la más presentada. Así tenemos que el 42.3% de

madres presentan actitud de aceptación, mostrando una expresión

adecuada relación madre-hijo, en términos de sinceridad y expresión de

afecto, interés en los gustos del niño, en sus actividades, desarrollo y en

la percepción de su pequeño, proveyéndoles de apropiados contactos

sociales fuera de casa y haciendo demandas razonables de acuerdo a

sus posibilidades. Estos resultados coinciden con los obtenidos por

Amaya (2015) quien utilizando la escala de actitudes maternas de la

relación madre-niño de Roth, aplicada a un grupo de mujeres con pareja

conyugal encontró un resultado similar al de la presente investigación. Es

decir, que predominó la actitud de aceptación en un 58,8%. Otro resultado

coincidente con los resultados obtenido, pero en menor porcentaje; es el

encontrado por Saldarriaga (2012) quien en sus resultados determinó que

el 35% de madres presentan actitudes maternas de aceptación.

En tal sentido, tomando en cuenta lo planteado por Roth (1965) que

frente a estas actitudes maternas, el niño respondería en forma positiva a

la socialización, desarrollando sentimientos consistentes de amistad,

interés y entusiasmo en el mundo y una clara y real auto percepción, lo

cual coincide con Hurlock (1982) que sostiene que la aceptación se ejerce

con firmeza y control no destructivos y permite una percepción e

50
interpretación apropiada de las señales y comunicaciones del niño, pero

de manera cooperadora y empática; los hallazgos encontrados en el

presente estudio nos indican que la actitud materna de aceptación es la

más frecuente en la población de estudio y constituye una actitud

favorable para el desarrollo socio afectivo del niño, no obstante ello dada

la complejidad del ser humano requiere un fortalecimiento de su relación

de pareja y en lo individual, de sus habilidades sociales, manejo de

situaciones estresantes, para un mejor ejercicio del rol materno.

El mismo autor refiere que, las actitudes de las madres, influirán en

la forma como tratan a sus hijos, lo cual a su vez influirá en las respuestas

y actitudes de los niños hacia ellas. De esta interacción entre las actitudes

de las madres, las reacciones de los niños frente a ellas y el efecto de

estas ante las madres dependerá en gran medida el futuro desarrollo de

los niños. Si las actitudes maternas son favorables, las relaciones entre

padres e hijos serán mejores que cuando dichas actitudes son

desfavorables. Se ha comprobado que niños provenientes de hogares

donde los padres tienen actitudes favorables hacia ellos y donde las

relaciones entre ellos son agradables tienden a ser niños alegres,

sociables y relativamente libres de ansiedades, mientras que aquellos

niños provenientes de hogares donde las condiciones son desagradables,

tienden a presentar conductas mal adaptadas (Hurlock, 1982).

En relación a la identificación de las escalas de confusión-

dominancia según las actitudes maternas, se encontró confusión en dos

actitudes: Aceptación y Sobreprotección en un 50,9% (tabla 2). La actitud

51
de sobreprotección se manifiesta, como expresión de ansiedad prenatal

en términos de cuidados infantiles, lo que es un impedimento del

desarrollo de un comportamiento independiente por su excesivo control.

Esta actitud se expresa en la excesiva preocupación de la madre por la

salud del niño, por las relaciones con sus compañeros y por el

rendimiento académico; tratando de ayudarlo en las tareas de la casa y

observando detalladamente si el niño logra lo que supone que debe

obtener.

Al respecto, al contrastar estos hallazgos encontramos resultados

similares a los de Amaya y Prado (2015) encontraron que en un grupo de

mujeres con pareja conyugal predominaba la actitud de aceptación en un

58,8% y además existía un 5,1% que se mostraban sobreprotectoras.

Asimismo, Saldarriaga (2013) determinó que el 35% de madres presentan

actitudes maternas de aceptación y sobreindulgencia, 32% actitudes

maternas de sobreprotección. Otro resultado similar, es el encontrado por

Dávila (2013) quien concluye que existe diferencias significativas en la

actitud de sobreprotección en madres con hijos prematuros en un 42.22%

y en la actitud de aceptación, en donde las madres con hijos no

prematuros muestran un mayor grado de aceptación hacia sus hijos en un

44.33% a comparación de las madres con hijos prematuros quienes

muestra un menor grado de aceptación hacia sus hijos en un 37.63%. De

igual forma, Gutiérrez (2012) encontró que la mayoría de las madres

alcanzaron niveles altos en aceptación y sobreprotección y niveles más

bajos en sobreindulgencia y rechazo.

52
Frente a la sobreprotección, se afirma que el niño muestra fracaso

en aprender y hacer cosas por sí mismo, con sentimientos limitados de

responsabilidad. El cuidado excesivo se manifestaría en: Continuación de

actividades como alimentación, vestido y baño, después de la edad usual

en el niño; la lactancia natural es probable que se prolongue

indebidamente; limitan el juego del niño con otros por temer a que se

lastime, o no aprenda malos hábitos; lo acompañan a la escuela mucho

después que niños de su misma edad lo hacen independientemente. El

niño excesivamente protegido encuentra una serie de dificultades que

disminuye la posibilidad de alcanzar su independencia e integración al

grupo. Respecto a esta actitud, Bakwin (1974), citado por Hurlock (1997),

la considera como actitud de no aceptación que se caracteriza por la

conducta de la madre que se manifiesta en: un cuidado y contacto

excesivo; así como en variaciones en la actitud acostumbrada hacia la

educación en dirección de la indulgencia excesiva o dominancia

Por otro lado, la actitud de sobreprotección de la madre puede

deberse a diversos factores entre los que podemos señalar, un largo

periodo de espera de un niño, ya sea porque la madre se casó

relativamente tarde, largo periodo de esterilidad, cuando ha sufrido varios

abortos espontáneos o cuando adopta un niño tras algunos años de

intentar un hijo propio. Una peligrosa enfermedad del hijo y la de un

impedimento físico o mental. (Adrados, 1973, citado por Arévalo, 2005).

Realizando un análisis de las actitudes maternas según el nivel

educativo, se ha observado que el grado de instrucción de la madre

53
influye en forma importante en la explicación de las actitudes maternas.

Esto implicaría que, a mayor grado de instrucción, mayores sean las

actitudes de aceptación y menores las de sobreindulgencia y rechazo.

Estos hallazgos corroboran lo planteado por Coloma (1980) y Sánchez y

Castro (1997) quienes manifiesta que las madres de instrucción superior

tendrían mayores posibilidades de establecer relaciones positivas con sus

hijos, y los de menor grado de instrucción corresponden formas de

socialización represiva, toda vez que disponen de mayor conocimiento

sobre los cuidados de los niños en los primeros años de vida. Po otro

lado, si bien en el presente estudio se aprecia la relación, no se puede

afirmar de manera simplista púes las actitudes maternas está

influenciadas por factores personales, sociales, culturales, entre otros. De

igual forma, Hurlock (1979) y Álvarez (1985), quienes afirman que los

niveles educacional y cultural tienen una influencia importante en las

percepciones positivas de sus hijos y en darles más libertad para

desarrollarse. Las madres de menor nivel cultural suelen dar menos

libertad y ser más restrictivas.

En este sentido los hallazgos obtenidos se corroboran con los

realizados por Gligic y Pancorbo (2012), quienes encontraron en su

investigación que las razones por las que las madres de familia de zonas

no urbanas tienen menor predisposición a las expresiones de afecto e

interés en los gustos del niño. Esto puede ser debido al contexto y el

origen socioeconómico, ya que mientras las madres de familia que

pertenecen a la zona urbana de Chiclayo cuentan con suficientes medios

54
económicos, ello mismo no ocurre con las madres de familia que

provienen de la zona rural de la ciudad de Ferreñafe, las cuales están

acostumbradas a un estilo de vida menos urbano y asimismo una

condición más humilde. En este sentido, una circunstancia como la

pobreza juega un papel determinante sobre los distintos aspectos que

componen las prácticas de crianza, para el desarrollo de los niños.

Con relación a las actitudes presentadas por las madres según el

estado civil, las madres solteras y casadas, presentaron mayor porcentaje

en la actitud de aceptación. Sin embargo, Amaya (2015) concluye, que la

actitud materna en la diada madre-niño, sea positiva o negativa, es

independiente del factor presencia o ausencia de la pareja conyugal

La ocupación de la madre es otro factor que tiene una intervención

importante en la explicación de la actitud de aceptación; esto quiere decir

que, en la medida en que la madre trabaje fuera del hogar y se sienta

realizada como persona, aumentarán las actitudes de aceptación hacia

sus hijos. Sin embargo, en los resultados obtenidos, las amas de casa son

las que presentan mayor aceptación; de igual forma, se presentaron más

casos de confusión. Según Stern, (2010) es probable que diferentes

situaciones y factores psicosociales de la madre como son: el nivel de

instrucción y el nivel de autoestima, intervengan en el proceso de

desarrollo del vínculo afectivo madre- recién nacido.

Con respecto a la edad, hay mayores cambios a mayor edad,

probablemente porque la adolescente tiene menor madurez para afrontar

su nueva situación de madre y en algunos casos de esposa. Las madres

55
cuyas edades están comprendidas entre 25 a 32 años en el presente

estudio, presentaron mayor aceptación. Sin embargo, también se observa

confusión. Sin embargo, Dávila (2013) en su investigación encontró que,

no existe relación entre el tipo de actitud que la madre adquiere y su

edad. Por otro lado, Moreno Bernardo y Báez (2010) refieren que la edad

de la madre es un factor importante ligado a la vida de los niños, pues las

madres más jóvenes no siempre están identificadas con su rol materno,

debido a que en esta etapa de su desarrollo están experimentando

cambios profundos y bruscos en su organismo y en su psicología,

haciendo que se sientan inseguras de su función como madres; mientras

las madres adultas cuya edad cronológica refleja maduración emocional.

56
CONCLUSIONES

1.- En la identificación de las actitudes en las relaciones madre-niño, de

las mamás atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖ de Chiclayo,

predominaron más las actitudes de aceptación y confusión

2.- Las escalas de confusión-dominancia, según las actitudes maternas

de las mamás atendidas en el Centro de Salud ―José Olaya‖ de

Chiclayo muestran confusión en las actitudes de aceptación y

sobreprotección hacia la relación madre – niño. En segundo lugar,

destaca la no predominancia.

3.- Las actitudes según el estado civil las mamás solteras y casadas

presentan mayor porcentaje en la actitud de aceptación, mientras que

las convivientes denotan confusión y no predominancia.

4.- En la ocupación, las amas de casa presentan mayor actitud de

aceptación. Las mamás estudiantes y trabajadoras dependientes

presentan actitud de aceptación.

5.- Según el rango de edad se puedes decir mientras más edad presenta

las madres más se acentúa la aceptación. A diferencia de las más

jóvenes en las que predomina la actitud de no predominancia.

6.- Con lo que refiere al grado de instrucción predomina la actitud de

aceptación en el grado de educación superior y secundaria completa y

existe más confusión en las madres con secundaria completa.

57
RECOMENDACIONES Y SUGERENCIAS

RECOMENDACIONES

1. Al Centro de Salud ―José Olaya‖, específicamente al Programa de

Control Pre Natal y al Control de Crecimiento y Desarrollo, trabajar

coordinadamente con el Licenciado en Psicología para realizar charlas

que permitan reforzar la relación madre-niño de las gestantes y madres

que acuden a su control prenatal.

2. A los Psicólogos le serviría de apoyo a la utilización del instrumento

ERMN, para planificar sus estrategias de abordaje con las consultantes y

cuando acudan al consultorio de Bienestar Psicológico se les debe brindar

intervención y ayuda permanente mediante charlas informativas, talleres,

consejería y orientación psicológica individual si lo requiere, lo cual

optimizará el Bienestar psicológico de cada una de las madres reforzando

sus habilidades.

3. Para las madres se debería ejecutar un programa de orientación y

mejoramiento de las actitudes maternas donde se precise plantear

estrategias de mejoramiento del sistema de crianza del niño.

4.- Los programas se realicen de forma teórico vivencial para

promover el cambio de actitudes que favorezcan la aceptación del niño,

para desarrollar un vínculo saludable entre la madre y su hijo, y que así se

sienten las bases para lograr un adecuado desarrollo en este bebe.

58
5.- En los colegios realizar escuelas de familias para mejorar

actitudes maternas donde estas promuevan el desarrollo integral de sus

hijos reforzando los temas de autoestima, comunicación, habilidades

sociales, estilos de vida y pautas de crianza, etc.

59
SUGERENCIAS

A partir de la investigación realizada se desprenden las siguientes

sugerencias:

1.- Seguir trabajando y perfeccionado el instrumento ERMN.

2.- Promover el trabajo de prevención con madres (sobre todo

primigestas),con relación a las actitudes hacia las relaciones madre-niño.

3.- Promover más investigaciones donde se busquen mas acerca de

las consecuencias de las actitudes maternas para el desarrollo

psicosocial del niño

4.- Se hagan investigación con madres adolescentes y el promover

así cambio de actitudes que favorezcan la aceptación del niño, para

desarrollar un vínculo saludable entre la madre y su hijo, para que se

sienten las bases y lograr un adecuado desarrollo al bebe.

60
REFERENCIAS

Arévalo, E. (2005). Adaptación y estandarización de la escala de actitudes


hacia la relación madre-niño (R. ROTH). Manual.
Asociación de Apoyo a la Lactancia Materna y Crianza. (2010). El vínculo
entre padres e hijos es clave para la autoestima‖. España.
Recuperado de: http://www.asociacionsina.org/
Amaya K. (2015) “Actitudes maternas; según el factor tipo de relación
conyugal del distrito de Guadalupe” Para optar el título de:
Licenciado en Psicología. Universidad Privada Antenor Orrego.
Trujillo .Perú
Amaya, J. y Prado, D., (2010). “Relación entre actitudes maternas y las
habilidades básicas para el aprendizaje en niños de 5 años que
acuden al PRONOEI Mi Mundo Mágico del distrito de La Victoria‖.
Tesis para optar el Título de Licenciado en Psicología. Universidad
Señor de Sipán. Perú.
Bakwin, H., y Morris, R. (1984). Desarrollo psicológico del niño normal y
patológico. Nueva Editorial Interamericana. México
Bowlby, J. (1989). A Secure Base: Parent-Child Attachment and Healthy
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Bowlby, J. (1999). Vínculos afectivos: Formación, desarrollo y pérdida.
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Bustamante, O. y Otiniano, A. (2006). “Actitud Materno-filial entre madres
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y Obstetricia del Hospital Regional Docente de Trujillo”. Tesis de
Licenciatura en Psicología. Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.
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65
ANEXOS

ANEXO 1

ESCALA DE ACTITUDES DE LA RELACION MADRE – NIÑO (R. Roth)


(Adaptación y estandarización: Edmundo Arévalo- 2005)
PROTOCOLO DE RESPUESTAS

Nombres y apellidos (madre)


edad:..…. Instrucción:… Ocupación:…
Estado civil…... Nº hijos… Edades hijo
Nº CA A I D CD Nº CA A I D CD
1 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 25 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
2 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 26 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
3 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 27 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
4 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 28 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
5 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 29 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
6 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 30 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
7 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 31 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
8 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 32 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
9 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 33 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
10 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 34 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
11 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 35 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
12 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 36 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
13 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 37 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
14 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 38 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
15 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 39 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
16 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 40 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
17 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 41 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
18 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 42 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
19 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 43 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
20 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 44 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
21 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 45 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
22 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 46 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
23 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 47 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
24 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬ 48 ‫ٱ‬ ‫ٱ‬ ‫ٱ ٱ‬ ‫ٱ‬
AREAS PUNTAJE DIRECTO PERCENTIL
ACEPTACIÓN
SOBREPROTECCIÓN
SOBREINDULGENCIA
RECHAZO

RESPONSABLE
INSTRUCCIONES:

66
Lea cuidadosamente, luego marque con un aspa (X) en el recuadro que considere
correcta en su opinión o sentimiento, en la hoja de respuestas, utilizando los
siguientes criterios (alternativas):
 Marque debajo de la CA, cuando usted esté completamente de acuerdo
con la afirmación
 Marque debajo de la A, cuando usted esté de acuerdo con la afirmación
 Marque debajo de la I, cuando usted este indecisa con la afirmación.
 Marque debajo de la D, cuando usted esté en desacuerdo con la afirmación
 Marque debajo de la CD, cuando usted esté completamente en desacuerdo
con la afirmación.
Conteste a todas las afirmaciones, pero marcando solo una de las alternativas, que
considere adecuada. Debe cuidar que su respuesta coincida con la afirmación, para
ello se encuentran enumerados de forma horizontal, siga el orden de la
numeración.
NO ESCRIBA NI REALICE MARCA ALGUNA EN ESTE
CUESTIONARIO,
SUS RESPUESTAS LO HARÁ EN LA HOJA DE RESPUESTAS
==========================================================
==
1. Una madre debería aceptar las posibilidades que su niño tiene.
2. Una madre debería proporcionarle a su hijo (a) todas las cosas que ella no
tuvo cuando niña.
3. Considero que un niño no está en falta cuando hace algo malo.
4. La disciplina estricta es muy importante en la crianza de los niños
5. Cuando la madre tiene problemas con su hijo, al cual no sabe cómo tratar,
ella debe buscar la ayuda apropiada.
6. Una madre debe estar permanentemente al cuidado de los alimentos que
ingiere su niño
7. La obligación de una madre es preocuparse porque su niño(a), tenga todo lo
que desea.
8. Es bueno para el niño (a) ser separado de sus padres por breves temporadas
(1 ó 2 meses)
9. Los niños(as) tienen sus propios derechos.
10. Un niño(a), hasta los 7 años no debe jugar solito por tanto la madre debe
acompañarlo.
11. Pienso que no es necesario que una madre discipline a su niño (a).
12. Cuando una madre desaprueba una conducta de su niño, ella debe señalarle
repetidas veces las consecuencias de esa conducta.
13. Es posible que un niño (a) a veces se moleste con su madre
14. Una madre debe defender a su hijo de las críticas de los demás
15. No tiene nada de malo que los padres dejen que el niño(a) jueguen en el
nintendo o vea TV el tiempo que desee.
16. Mi niño no tiene la gracia ni es tan sociable como la mayoría de los otros
niños de su edad.
17. Los niños(as) pequeños(as) son como los juguetes que sirven para entretener
a sus padres.

67
18. Una madre debería averiguar sobre el desenvolvimiento de su niño (a) en la
escuela (relaciones con profesores y compañeros, sobre sus tareas) como
mínimo tres veces por semana.
19. Yo muchas veces amenazo castigar a mi niño, pero nunca lo hago
20. Para criar a un niño (a), no importa el método que utilice la madre, lo
importante es criarlo como ella piensa.
21. Traer un bebé al mundo no implica para los padres modificar su forma de
vida.
22. Una madre debe ayudar a su hijo (a) y hacerle la tarea cuando él no puede.
23. Si al niño no le gusta los alimentos que le sirven, no está mal que proteste
hasta que se los cambien por algo que le agrade.
24. Con un entrenamiento estricto un niño puede llegar a hacer prácticamente
todo.
25. Disciplinar a un niño significa ponerle límites.
26. Una madre nunca debería dejar a su hijo solo, expuesto a sus propios medios
(capacidades, habilidades).
27. Los padres responsables deben preocuparse porque su niño tenga una
propina fija.
28. Una madre debe dejar que la profesora utilice los métodos disciplinarios que
considere cuando su hijo o hija no cumple las normas.
29. Los niños(as) deben ser vistos pero no oídos.
30. Es responsabilidad de la madre cuidar que su niño (a) no este triste.
31. La madre debe recostarse todas las noches con su niño (a) hasta que éste(a)
logre dormirse, como parte de su rutina diaria.
32. Muchas cosas que mi niño hace me fastidia.
33. No me gusta cuando mi niño(a) manifiesta abiertamente sus emociones
(tristeza, cólera, alegría, miedo, amor)
34. Un niño(a) necesita mas de cuatro controles médicos al año.
35. A un niño no se le debe resondrar, por arrancharle cosas a un adulto
36. El niño es como un adulto en miniatura.
37. Como chuparse el dedo no es hábito higiénico, considero que es necesario
que una madre tome medidas para que no lo siga haciendo.
38. Una madre no debe confiar en su niño (a) para que haga cosas él solo
39. Cuando el niño llora debe tener inmediatamente la atención de la madre.
40. La madre debe dejar la alimentación de pecho lo antes posible.
41. A una madre no le ayuda mucho hablar con su niño (a) de sus proyectos
personales.
42. Prefiero mantener a mi niño (a) cerca de mí por los peligros a los que se
expone cuando juega lejos
43. Por alguna razón, yo nunca puedo negarme a cualquier pedido que mi
niño(a) me hace.
44. A menudo le juego bromas a mi hijo sabiendo que a él le disgustan
45. Un niño(a) debe complacer en todo a sus padres
46. Creo que, aún cuando mi niño (a) tuviera mas de 6 años, es mejor que yo lo
(a) bañe porque no pueden hacerlo solo.
47. Una madre debe ver siempre que las demandas de su niño sean atendidas.
48. A menudo los niños actúan como si estuvieran enfermos cuando en
realidad no lo están.

68
REVISE TODAS SUS RESPUESTAS

BAREMACIÓN
En el proceso de baremación se utilizó el procedimiento de normalización
o tipificación mediante el cual las puntuaciones directas o brutas son
transformadas a puntuaciones estándar o escalares que permiten
interpretaciones uniformes.
El tipo de puntuación normalizado, corresponde a los Rangos percentiles,
llamadas también centiles; constituyen quizá una de las calificaciones más
utilizadas en las tablas de normas de pruebas estandarizadas (Morales,
1993), porque permiten en general una mejor interpretación de los
resultados.
Se han elaborado 2 baremos, cada uno de ellos con sus correspondientes
normas según la edad de los niños, (0 a 3años) y (4 a 7 años). Estos se
han clasificado según el nivel socioeconómico: Medio alto (Instrucción
superior), y Bajo (Instrucción primaria y secundaria).

69
BAREMO Nº 1

NORMAS EN PERCENTILES DE LA ERMN, EN MADRES DE LA


CIUDAD DE TRUJILLO Y PIURA DE NIVEL SOCIO ECONÓMICO
MEDIO ALTO (Instrucción Superior)
(E. Arévalo - 2005)

0 -3 AÑOS 4 – 7 AÑOS
Rp AC SP SI Re AC SP SI Re Rp
99 49+ 57+ 55+ 47 45+ 56+ 48+ 53+ 99
95 47-48 55-56 54 46 44 55 47 50-52 95
90 44-46 52-54 53 45 42-43 54 44-46 49 90
80 43 51 51-52 43-44 40-41 50-53 40-43 46-48 80
76 42 49-50 49-50 41-42 39 49 39 45 76
75 39-41 45-48 44-48 38-40 38 46-48 38 44 75
70 38 43-44 40-43 37 36-37 45 35-37 40-43 70
60 35-37 40-42 35-39 36 33-35 43-44 34 37-39 60
50 30-34 38-39 34-36 33-35 30-32 40-42 33 34-36 50
40 28-29 35-37 33 32 29- 38-39 29-32 30-33 40
30 25-27 30-34 32 30-31 27-28 36-37 28 27-29 30
26 20-24 28-29 31 26-29 25-26 32-35 25-27 26 26
25 17-19 27 27-30 25 22-24 28-31 24- 25 25
20 18 26 26 21-24 21 24-27 23 24 20
10 19 23-25 25 19-20 20 23 22 20-23 10
5 14-18 20-22 22-24 16-18 19 22 21 19 5
1 13- 19- 21- 15- 18- 21- 20- 18- 1
N 139 145 N
X 33.8 36.2 34.2 29.6 31.4 38.4 36.5 34.3 X
DS 6.41 6.80 7.02 5.07 6.12 7.09 6.09 5.06 DS
N = 284

70
MEDIO ALTO

BAREMO Nº 2

NORMAS EN PERCENTILES DE LA ERMN, EN MADRES DE LA


CIUDAD DE TRUJILLO Y PIURA DE NIVEL SOCIO ECONÓMICO BAJO
(Instrucción Primaria y Secundaria)
(E. Arévalo - 2005)
N = 275

NIÑOS DE 4 - 7 AÑOS NIÑOS DE 0 – 3 AÑOS


Rp AC SP SI Re AC SP SI Re Rp
99 43+ 47+ 45+ 46+ 52+ 53+ 55+ 47 99
95 40-42 46 44 45 51 50-52 52-54 45-46 95
90 39 44-45 43 41-44 49-50 48-49 50-51 42-44 90
80 38 43 40-42 39-40 45-48 45-47 49 41 80
76 35-37 42 38-39 36-38 42-44 44 46-48 40 76
75 34 40-41 35-37 34-35 40-41 40-43 42-45 35-39 75
70 30-33 39 32-34 31-33 38-39 38-39 40-41 34 70
60 29 36-38 29-31 30 35-37 35-37 36-39 32-33 60
50 27-28 35 28 28-29 32-34 30-34 33-35 30-31 50
40 25-26 33-34 26-27 27 31 28-29 30-32 29 40
30 23-24 32 24-25 26 28-30 27 28-29 25-28 30
26 -22 30-31 22-23 23-25 26-27 26 26-27 23-24 26
25 21 28-29 21 20-22 25 25 24-25 21-22 25
20 20 25-27 20 19 24 24 22-23 20 20
10 19 22-24 18-19 18 23 23 20-21 19 10
5 18 19-21 17 17 22 22 19 18 5
1 17- 18- 16- 16- 21- 21- 18- 17- 1
X 27.8 33.4 31.01 33.4 37.8 34.9 27.4 X
DS 6.01 5.07 6.04 7.01 6.03 5.02 5.09 DS
4 – 7 años 0 – 3 años

71
ANEXO 2
Consentimiento Informado para Participantes de Investigación.
El propósito de esta ficha de consentimiento es proveer a quienes
participan en esta investigación de una clara explicación sobre la naturaleza de
la misma, así como de su rol en ella como participantes.
La presente investigación es conducida por Melva Hercilia Calderón
Sánchez, de la Universidad Privada Juan Mejía Baca La meta de este estudio es
identificar las actitudes maternas, en mamas atendidas en centro de salud José
Olaya.
Si usted accede a participar en este estudio, se le pedirá responder de
manera anónima a las preguntas que aparecerán en el cuestionario. Esto
tomará aproximadamente 20 minutos de su tiempo. La información recopilada
tendrá fines estrictamente académicos.
La participación en este estudio es estrictamente voluntaria. La
información que se recoja será confidencial y no se usará para ningún otro
propósito fuera de los concernientes a esta investigación. Sus respuestas al
cuestionario serán codificadas usando un número de identificación y por lo tanto,
será anónimas. Una vez procesados los datos del cuestionario, este se destruirá.
Si tiene alguna duda sobre este proyecto, puede hacer preguntas en
cualquier momento durante su participación en él. Igualmente, puede retirarse
del proyecto en cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna forma.
Si alguna de las preguntas durante la entrevista le parecen incómodas, tiene
usted el derecho de hacérselo saber al investigador o de no responderlas.
Desde ya le agradecemos su participación.

Acepto participar voluntariamente en esta investigación, conducida por


Melva Hercilia Calderón Sánchez. He sido informada de que la meta de este
estudio es identificar las actitudes maternas en relación madre niño que existe en
las mamas atendidas en centro de salud José Olaya.
Me han indicado también que tendré que responder un cuestionario, lo
cual tomará aproximadamente 20 minutos.
Reconozco que la información que yo provea en el curso de esta
investigación es estrictamente confidencial y no será usada para ningún otro
propósito fuera de los de este estudio sin mi consentimiento. He sido informado
de que puedo hacer preguntas sobre el proyecto en cualquier momento y que
puedo retirarme del mismo cuando así lo decida, sin que esto acarree perjuicio
alguno para mi persona. De tener preguntas sobre mi participación en este
estudio, puedo contactar a Melva Hercilia Calderón Sánchez
melvacalderon30@gmail.com
Puedo contactar al correo electrónico anteriormente mencionado.
Fecha: / /

_______________________ ________________
Nombre de la Participante Firma de la participante

72

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