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SANTIAGO MARQUEZ ZORRILLA

Apuntes sobre la creación del pueblo e iglesia de Huari


“… ¿Cuando se fundó? ¿Quién fue el fundador? Como no hemos conseguido
documentos al respecto, conjeturamos que la fundación española de Huari
debió ser por 1572. Acaso el fundador sea Pedro Cano, quien fundó también la
Doctrina, dando por patronos a los mismos de su orden Santo Domingo y la
Virgen del Rosario.”
Santiago Márquez Zorrilla 1998 pp. 69 (1)

En artículo titulado “Santo Domingo de Huari, una ciudad de fundación


española,” por la arqueóloga huarina Hilda Vidal sostiene que la construcción de
la iglesia del pueblo de Huari y cabecera de provincia fue constituida en el año
1551 “después que se estableciera en Yungay los misioneros dominicos,
quienes fundaron allí la iglesia y el convento, el mismo que también fue
priorato.”(2) La lectura de las dos citas nos lleva a entender como dos hechos
diferentes y aislados la fundación del pueblo y otra la fundación de la iglesia. Por
los menos entendida así por el padre Santiago Márquez Zorrilla, quien al abordar
la fundación del pueblo de Huari conjetura que debió ser en el año 1572 (3) como
parte de la política de reducciones indígenas realizada por el virrey Francisco
Toledo y cuando aborda sobre la fundación del templo de Huari se basa en la
tradición oral que señala al legendario cacique Juan Huarin como el constructor
de la iglesia sacando la conclusión siguiente:
"Juan Huarin fue cacique por los años 1623 y siguientes. Por consiguiente,
nuestro vetusto templo cuenta con casi tres siglos y medio de existencia." (4)
La Dra. Hilda Vidal indicó que la fuente más temprana para un acercamiento a la
“historia española de Huari” es el libro de visitas de Toribio de Mogrovego a la
zona de los Conchucos correspondiente al año de 1594. Consideramos que
estas apreciaciones resultan el día de hoy insuficientes ante la consulta de
nuevas fuentes documentarias del siglo XVI realizadas por el historiador Miguel
León Gómez y por ello la necesidad de hilvanar los hechos en su contexto para
u detallado conocimiento sobre la creación del pueblo y la iglesia de Huari.
Una fuente temprana, muy citado por el historiador Miguel León, corresponde al
año de 1572 ante la denuncia formulada contra los oficiales reales de la corona
interpuesta por el visitador, enviado por el virrey Toledo, ante la presunta
defraudación de tributo. Las investigaciones judiciales citan en calidad de
testigos a numerosas personas entre ellos a Gonzalo Nunanchagua, quien
manifiesta ser “del pueblo de Santo Domingo de Huari” y el otro testigo fue
Cristóbal Capcha Malqui, “del pueblo de San Gregorio de Huántar”. Obsérvese
que los dos testigos provenían del pueblo de Huari y el otro de Huántar en pleno
proceso judicial realizado en el año de 1572. Asimismo el cacique principal de
los allaucahuari, Carlos Matía, citado para dar su manifestación, da cuenta de la
presencia de sacerdotes, encargados de adoctrinar a los indios en la fe cristiana,
desde el año 1560 y que durante buen tiempo faltó sacerdote para el
adoctrinamiento de los indios y que pese a la ausencia del clérigo se les había
cobrado tributo. Dos cosas nos queda claro de las citas: la primera que para el
año 1572 ya estaban constituidos los pueblos de Huántar y Huari. La segunda
que el adoctrinamiento a los indios por parte de los sacerdotes había sido
eventual desde el año 1560 a 1570.
¿Cuál fue el primero en ser fundado la iglesia o el pueblo? Esa pregunta conlleva
a tener presente dos procedimientos importantes que los españoles realizaban
al momento de establecerse en territorios invadidos y conquistados: la entrega
de encomienda y la constitución de la doctrina. Pero antes construyamos los
hechos en el área de la etnia Huari durante las dos primeras décadas entre 1530-
1540. Empecemos por tener en cuenta que durante el periodo de la conquista,
seguida de la concesión de encomiendas en beneficios de los conquistadores
españoles, el área que conformaban las provincias de Fitzcarrald, Antonio
Raimondi, Asunción y la provincia de Huari comprendían el territorio del grupo
étnico Huari del cual no sabe si tenía alguna ciudad capital o pueblo de
importancia a diferencia de la zona de Piscobamba donde el cronista Miguel de
Estete indica que la expedición a Pachacamac a cargo de Hernando Pizarro al
entrar a la zona de los Conchucos llegaron a un pueblo “que se dice Piscobamba,
este es un pueblo muy grande y se encuentra a la ladera de un cerro” (5) aunque
no indica que esta fuera capital del grupo étnico Piscobamba lo interesante es
que no vuelve a reiterar otro pueblo “muy grande” sino a pequeños pueblos
sujetos a Piscobamba.(6) A su llegada a Huari la expedición de Pachacamac,
entró al lugar conocido como Huaritambo, para ser exacto el día 3 de abril de
1533, y no hay mención de algún pueblo “muy grande” al que hubieran llegado.
No obstante en un cita que realiza Miguel León de un artículo escrito por Raúl
Porras Barrenechea (7) indica que el menor de los Pizarro, es decir Gonzalo
Pizarro estuvo en el tambo de Huari a mediados del año 1540 “en donde otorgó
posesión al curaca de Guaman Sulca en el pueblo de Pomacacha” Lo interesante
es que esta es la primera fuente que indica la existencia o el nombre de un pueblo
que no es catalogado como “muy grande” pero en donde se concede posesión
al mencionado curaca aunque no vuelva a mencionarse el nombre del pueblo en
siglos posteriores. Recientes estudios arqueológicos indican que durante el
periodo del horizonte Horizonte Tardío existían algunos asentamientos con
presencia y actividad humana hasta la llegada de los españoles como son los
casos de Markajirca en Cajay, Ñawpamarca en Huachis, Huaritambo en Colcas,
Yampilletec en Huamantanga, Ushnucruz -centro administrativo ceremonial
Inca- en Huachis (8) y el desconocido pueblo de Pomacacha citado por Raúl
Porras Barrenechea. Ninguna fue reocupada como espacio de residencia por los
invasores españoles, según las evidencias arqueológicas, por el contrario se
buscaron nuevos sitios pese a que a los terrenos agrícolas en Huachis hayan
sido altamente productivos debido a la presencia de andenes. Hasta aquí lo más
notable corresponde a la reiterada mención al asentamiento de Huaritambo que
fue un centro de abastecimiento, control y descanso de las autoridades y tropas
del ejército Inca.
Habiendo construido el contexto espacial de los primeros años a la llegada de
los españoles en Huari, haciendo hincapié en los núcleos o espacios urbanos
residenciales -administrativos, empecemos ahora distinguir los dos
procedimientos institucionales impuestos por los españoles que ya hemos
mencionado anteriormente; el establecimiento de la encomienda y la edificación
de la iglesia. Terminada la conquista con la captura del Inca Atahualpa, el
sometimiento del sublevado Manco Inca con la posterior pacificación y control de
los grupos étnicos se pasó a la repartición de las encomiendas que no era más
que la disposición de determinados etnias bajo la tutela de algún conquistador
español. En el caso del grupo étnico Huari, dividido en dos parcialidades de
acuerdo a la cosmovisión dual del mundo andino, la parcialidad izquierda
denominada Itzohuari fue adjudicado a Bartolomé Tarazona y la parcialidad de
derecha llamada Allaucahuari pasó en la posesión de Juan Esteban Silvestre por
disposición del propio Francisco Pizarro. Bajo el nuevo sistema político español
la encomienda también se denominó “repartimiento de itzochuari” y
“repartimiento de allaucahuari” respectivamente. Centremos nuestra atención al
repartimiento de allaucahuari que como hemos indicado fue entregada a don
Juan Esteban Silvestre entre los años 1533 a 1535 permaneciendo en su tutela
hasta 1544 y formulemos la siguiente pregunta: ¿al establecerse la encomienda
o repartimiento de allaucahuari consecuentemente se fundó el pueblo de Huari?
Creemos que no. Tampoco se puede negar que los encomenderos no hayan
levantado precarias viviendas domésticas y alguna rústica capilla para el rezo
diario en sus respectivo repartimiento, a fin de controlar directamente los
beneficios tributarios, junto a pequeñas casas de indios para su servicio.
Difícilmente se pudo haber constituido inmediatamente un pueblo con calles,
solares, plaza, etc. Además, la posibilidad de constituir pueblos, en cada
encomienda, entre los años 1535 a 1539 resultaba complicada por el periodo de
inestabilidad política derivado de las guerras civiles entre los almagristas y
pizarristas. Muestra de ello es la referencia que nos ofrece el cronista Antonio de
la Calancha sobre la escasez de pueblos al indicar que:
“Solo algunos pueblos, cabezas de provincias, estaban en forma de población
hasta que el Virrey Márquez de Cañete don Andrés Hurtado hizo algunas
reducciones de familias esparcidas y fueron pocas, porque duró su gobierno un
poco más de un año”. (9)
El Márquez de Cañete estuvo como virrey en los años de 1555 a 1560 y hasta
esa fecha según indica el cronista Antonio de la Calancha sólo algunos pueblos
estaban en proceso de formación. Por otra parte, en fecha temprana del año
1539, después de calmada la etapa de conflictos entre los hermanos de
Francisco Pizarro y el veterano Diego de Almagro, los españoles beneficiados
con la encomienda o repartimiento tanto de itzochuari y allaucahuari formaron
parte de la expedición del grupo de españoles que anhelaban fundar una ciudad
en dirección Este, nos referimos a la ciudad de “Guanuco” fundada en agosto de
1539 sobre el asentamiento administrativo Inca de Guanucopampa pero por
razones estratégicas la ciudad se trasladó al actual lugar siendo fundada
definitivamente el 2 de febrero de 1543. (10) Comparativamente residir en una
ciudad resultaba mucho más atractivo que residir en un su propia encomienda.
Empezando por los beneficios que pudiera otorgar entre ellos ejercer el cargo de
alcalde, regidor o ser parte de los “vecinos notables” además de poseer grandes
solares y tener la presencia de un activo movimiento comercial de toda ciudad,
correspondiente a su época, en donde podría obtenerse beneficios lucrativos al
ofrecerse servicios. Téngase presente que la mayoría de españoles que
conformaban la expedición en la fundación de Huánuco eran parte de la facción
partidaria del socio de la conquista Don Diego de Almagro, marginada
políticamente y sin mayores privilegios o beneficios económicos tras la derrota
en la batalla de Chupas. La oportunidad de fundar una ciudad les daría privilegios
y ejercicio político, que a los afortunados pizarrista habían obtenido en las
recientes ciudades fundadas como Cuzco, Jauja, Lima y Trujillo. Efectivamente,
los encomenderos de los distintos repartimientos de la zona de Conchucos
establecieron su residencia como parte de los vecinos notables de la ciudad de
Huánuco posteriormente conocidos como “Los Caballeros de León de Huánuco”.
No resulta extraño entonces que cuando Gonzalo Pizarro pasó por Huaritambo
en el año 1540 no hiciera mención al pueblo de Santo Domingo de Huari debido
a la inexistencia de este pueblo y a la ausencia de los encomenderos de Huari,
quienes se encontraban realizando su residencia en la nueva ciudad de
Huánuco. Se puede concluir que la permanencia de los españoles
conquistadores, como es el caso del encomendero Juan Esteban Silvestre del
repartimiento de allaucahuari, terminaba siendo inestable o interrumpido debido
a su ventajosa residencia en la ciudad de Huánuco.
Abordemos ahora la doctrina. la edificación de iglesias durante los siglos XVI y
hasta mediados del siglo XVII, no sólo en Huari sino también en los distintos
pueblos del área andina, fueron acompañadas progresivamente con el
establecimiento de rústicos solares alrededor de una plaza cuadricular con
espacios determinados para las calles y el área residencial tanto de las
autoridades españolas y de los curacas a cargo de la jefatura y liderazgo de la
población nativa asentada en las periferias de los nuevos núcleos urbanos.
Aunque la legislación eclesiástica del siglo XVI no señala como requisito un
espacio urbano para constituir una doctrina sino contar con un determinado
ámbito geográfico dentro de una diócesis, contar con iglesias subordinadas a
una principal, un doctrinero o sacerdote secular y finalmente una feligresía.
¿En qué año se instaló la doctrina de Huari? Según Miguel León se estableció
en el año de1560. Para afirmar ello se basa en el registro de cuentas que
presentó el curaca del repartimiento de allaucahuari, Carlos Matia, mencionado
líneas arriba, al realizar la denuncia de cobros indebidos contra los oficiales
reales de la corona.(11)
La creación de la doctrina de Santo Domingo en el año1560 -antes o después-
no invalida el hecho que ya estuviera edificada la iglesia de Huari, considerando
que la legislación establecía que para la creación de la doctrina se requería
contar con una iglesia principal y una o más iglesias subordinadas.
Definitivamente las iglesias constituidas debieron ser pequeñas y rusticas
iglesias sin mayor ornato que una simple cruz de madera en su interior.
En resumen, es todavía es una incógnita en qué año se fundó Huari, como
pueblo y en qué año se construyó la iglesia. No obstante hemos pretendido
ampliar los datos u ordenarlos de acuerdo a las fuentes referidas al contexto del
siglo XVI que nos permita tener mayores elementos de juicio al momento de
“narrar" la fundación del Huari. Como hemos visto no basta remitirse a la leyenda
de María Jiray y Juan Huarin. Se puede señalar claramente que hasta el año
1540 no hay mención a ningún pueblo llamado Santo Domingo de Huari y por el
contrario los encomenderos a cargo de la etnia Huari, Bartolomé Tarazona y
Juan Esteban Silvestre, se encontraban atareados en la fundación de la ciudad
de Huánuco. Podemos afirmar que el pueblo de Huari se consolidó entre los
años de 1540 a 1560 con el nombre inicial de Santo Tambo Real de
Allaucahuari para luego establecerse en el actual lugar de Santo Domingo de
Huari tal como lo constata el encabezado del documento del año 1572. Y me
atrevo a indica que durante este tramo temporal, entre 1540 y 1560, se fundó la
iglesia de Huari como parte del establecimiento de la tasa que los allaucahuari
debían entregar al doctrinero de acuerdo a lo determinado por el Virrey Márquez
de Cañete en el año 1555, probablemente fue el año de 1551 tal como afirmó
Hilda Vidal.

Sólo nos queda esperar que los historiadores sigan abriendo los documentos del
siglo XVI y conocer al detalle el transcurrir histórico del pueblo de Huari.

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