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Rotacismo: problemas para pronunciar la "r"

Es bastante frecuente que los niños que empiezan a hablar tengan problemas para
pronunciar la “r”. A este trastorno se le llama rotacismo, es el nombre que se le
da a la dislalia selectiva del fonema “r”. Una dislalia es una incapacidad para
pronunciar correctamente ciertos sonidos o grupos de sonidos.

El trastorno para pronunciar la letra “r” suele ser pasajero, es una de las letras más
complicadas de pronunciar junto con la “d” y la “z”, por eso es una de las últimas
en adquirir, pero se corrije a medida que el niño va practicando el habla y afinando
la audición.

Sin embargo, si cumplidos los cinco años, cuando el niño ya debería pronunciar
correctamente todos los fonemas, todavía no lo tiene superado, es conveniente
consultar con un logopeda para determinar el origen del problema y buscar una
tratamiento.

¿Por qué tiene problemas para pronunciar la “r”?


El rotacismo no se debe a un problema de retraso ni psicológico. El uso
prolongado del chupete puede ser un precedente, así como que alguno de los padres
también tenga algún problema para pronunciar la “r”. Recordemos que los niños
aprenden los sonidos por imitación, por lo cual es muy factible que pronuncie como
lo hacen sus mayores.

Luego, hay dos causas principales. Por un lado, la más frecuente, es una mala
colocación de la lengua y del aire, haciendo que el sonido no se pronuncie de la
forma adecuada.

Otra posibilidad es que exista un problema físico que impida la emisión de ciertos
sonidos, como frenillo sublingual, hendidura del paladar o tal vez hipoacusia. Antes
de comenzar con un tratamiento es importante conocer la causa del rotacismo para
saber qué camino seguir.

La “r” es una consonante alveolar, cuyo sonido se consigue haciendo vibrar la


punta de la lengua contra el paladar. El problema radica en que el niño no es capaz
de hacer correctamente esta articulación y hay que enseñárselo. Puede haber
problemas para pronunciar la vibrante simple (“r” suave) o múltiple (“rr” fuerte”).
A su vez hay diferentes clases de rotacismo, dependiendo del lugar y modo de
pronunciar el sonido. Puede ser labial, lingual o velar (“r” francesa)

¿Qué puede hacer un logopeda por el niño?


El logopeda es un profesional capacitado para reeducar los procesos de
articulación del habla. Primero determinará el origen del problema y llevará a
cabo una terapia trabajando los músculos de la cara, de la lengua y la respiración
para conseguir que el niño pronuncie adecuadamente.

La duración del tratamiento depende de cada niño y del grado de dificultad que
presente, pero puede durar semanas o meses.

¿Por qué hay que corregir el rotacismo?


En la edad a la que el niño empieza a leer y escribir, el no poder pronunciar
correctamente ciertos fonemas trae consecuencias en el aprendizaje de la lectura y
de la escritura. Al no pronunciarla no la reconocen haciendo muy difícil la
comprensión de la lectura. Hay niños que hasta evitan las palabras que llevan la “r”
dificultando la expresión oral.

Es un trastorno que conviene tratar cuanto antes. El tratamiento es muy efectivo y


da excelentes resultados. De no ser curado el problema se enraíza y es más difícil
solucionarlo.

Puede provocar baja autoestima, hacer que el niño se recluya, retraso escolar y en
algunos casos acarrea otros defectos del habla como la tartamudez.

Ejercicios para aprender a pronunciar la letra “r”


Hay algunos ejercicios que podéis hacer en casa. Aunque es muy importante
tener cierto “tacto” para que no se convierta en algo con lo que el niño acabe a
disgusto y termine provocando el efecto contrario al deseado. No hay que
obligarlos ni alargar demasiado el tiempo (no más de media hora), ni hacer
ejercicios demasiado estrictos. Deben convertirse en un juego para que de una
forma lúdica, el niño vaya progresando.

 Ejercicios respiratorios: relajar el cuerpo y la lengua mediante ejercicios de


respiración profunda.
 Ejercicios de entrenamiento de la lengua: sacar la lengua, mover la punta
hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo. Hay un ejercicio que me parece de
lo más adecuado para niños. Se podría llamar “mi boca es una casa”. Hay que
hacerlo todos los días. Consiste en hacer que el niño haga un dibujo de una
casa, con sus paredes, techo, puerta, estanterías y suelo y trasladarla a su boca.
El techo es el paladar, las paredes los carrillos, la puerta la abertura de la boca,
las estanterías los dientes y el suelo la parte inferior. La lengua es la
encargada de limpiar la casa y así recorrer consciensudamente cada parte de la
casa (saca telarañas de los techos, limpia estanterías, repasa las paredes, etc.).
Luego la lengua sale a pasear y vuelve a entrar, sacándola y metiéndola.
 Chasquear la lengua con el paladar superior a diferentes velocidades,
morderla ligeramente, recorrer los dientes de izquierda a derecha y luego al
revés, doblarla hacia dentro.
 Practicar el sonido “r”. Imitar el sonido de una moto, trabalenguas, palabras
y frases que contengan la letras “r” repetidas veces, exagerar las erres (por
ejemplo: “ferrrrocarrril”). Haz que te mire cómo colocas la lengua cuando lo
pronuncias así te imita. Un trabalenguas conocido por todos: “Erre con erre
guitarra, erre con erre barril, ruedan que ruedan las ruedas, las ruedas del
ferrocarril”.
 Libros infantiles: hay literatura infantil dirigida especialmente a ejercitar el
sonido de la erre como por ejemplo, Cuentos para hablar con la “erre”, y
Cuentos para hablar – Los sinfones con R, ambos de Editorial Cepe. Otro
libro: “Erre que erre”, con ejercicios para pronunciar la “r”, de María José
Berdejo Benedi.
 Videos para practicar: Os dejo uno de los varios vídeos que podéis encontrar
para trabajar palabras con erre.

El rotacismo, problemas para pronunciar la “r” es un trastorno que con la


ayuda de un logopeda, y fundamentalmente el apoyo de los padres, puede
superarse fácilmente.

El rotacismo es la dislalia selectiva del fonema /ɾ/ o /r/ en español, por ejemplo, en caro
/kaɾo/ el primero, y carro /karo/ el segundo, vibrantes simple y múltiple respectivamente.
Es normal en niños menores de 5 años que están aprendiendo a hablar. En la mayoría de los
casos la práctica cotidiana suele acabar con el trastorno para esa edad, mientras que otras
veces el defecto no desaparece y puede llegar a ser permanente.

Afrontar el rotacismo
En caso el rotacismo ocurra pasada la edad de 5 años, se recomienda consultar a un
logopeda para que lo examine y ayude al paciente a superar dicho trastorno. Los
tratamientos pueden durar desde semanas a meses dependiendo de muchos factores, como
son la disposición del paciente, el comportamiento de sus familiares o la experiencia del
logopeda.

Hay que fijarse, ante todo, si el sujeto posee un frenillo sublingual u algún otro defecto
físico que pueda impedirle la emisión de ciertos fonemas, de ser así habrá que concentrarse
en ese ámbito antes de comenzar con la terapia.

Una vez comprobada la predisposición física, el logopeda empieza por determinar a qué
clase de rotacismo se enfrenta y aplicarle así el tratamiento respectivo.

De no ser atendido
Con el pasar del tiempo el defecto se enraizará y será mucho más difícil combatirlo,
trayendo consecuencias como:

 Baja autoestima.
 Reclusión social.
 Puede acarrear otros defectos del habla, como la tartamudez.
 Predisposición a evitar las palabras que contienen los fonemas /r/ o /ɾ/, haciendo aún
más dificultosa la comunicación oral.

Tratamiento en casa
Un gran porcentaje de personas que han sufrido rotacismo a partir de los 12 años buscan la
manera de solucionarlo por su cuenta. El esfuerzo no es recomendable, pues de no lograrse
el cometido se corre el riesgo de acarrear una profunda depresión, pero muchas veces
funciona.

Algunos consejos que se dan son:

 Relajar el cuerpo y la lengua mediante ejercicios de respiración profunda.


 Ejercicios de soplido, aprendiendo a controlar el aire que sale de los pulmones.
 Sacar la lengua y llevar su punta de derecha a izquierda, de arriba a abajo repetidas
veces.
 Chasquear la lengua con el paladar superior.
 Tocar el paladar superior, justo detrás de las encías, con la punta de la lengua varias
veces y a diferentes velocidades.
 Barrer con la lengua todos los dientes de izquierda a derecha y vivecersa.
 Succionar los labios imitando la boca de pez.
 Ejercer presión con la lengua en las mejillas, imitando un flemón.
 Doblar la lengua hacia arriba y mordela ligeramente sin ejercer presión.
 Realizar repeticiones de logotomas.

También se puede contar con la ayuda de un profesional que sea especialista en los
trastornos del lenguaje, es decir en un logopeda.

La logopedia realiza intervenciones que ayudan a mejorar la pronunciación de los distintos


fonemas, tanto a adultos como a niños.

Se puede realizar también en casa, puesto que cada vez son más los gabinetes de logopedia
que acuden a domicilio a ayudar al paciente; la ventaja de esto es que además de la
comodidad que supone, el entorno doméstico genera mayor confianza y seguridad y esto
mejora la eficacia de la intervención.

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