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Leyendo a Deleuze El pliegue.

Ana María Barreto

Deleuze, Gilles (1989). El pliegue. Leibniz y el Barroco. Editorial Paidos. España

Cap. I : Los repliegues de la materia


“El Barroco no remite a una esencia, sino más bien a una función operatoria, a
un rasgo. No cesa de hacer pliegues. No inventa la cosa: ya había todos los
pliegues procedentes de Oriente, los pliegues griegos, romanos, románicos,
góticos, clásicos… Pero el curva y recurva los pliegues, los lleva hasta el infinito
pliegue sobre pliegue, pliegue según pliegue”.
El rasgo del Barroco es el pliegue que va hasta el infinito. En primer lugar, el
barroco diferencia los pliegues según dos direcciones, según dos infinitos, como
si el infinito tuviera dos pisos: los repliegues de la materia y los pliegues en el
alma. Abajo, la materia es acumulada según un primer género de pliegues,
después organizada según un segundo género, en la medida en que sus partes
constituyen órganos “plegados diferentemente y más o menos desarrollados”.
Arriba el alma canta la gloria de Dios en la medida en que recorre sus propios
pliegues, sin llegar a desarrollarlos eternamente, pues van hasta el infinito”.
Se dice que un laberinto es múltiple, etimológicamente,, porque tiene muchos
pliegues. Lo múltiple no sólo es lo que tiene muchas partes sino lo que está
plegado de muchas maneras. A cada piso le corresponde precisamente un
laberinto: el laberinto del continuo en la materia y sus partes, el laberinto de la
libertad en el alma y sus predicados”.
“Se necesita una “criptografía” que a la vez, enumere la naturaleza y descifre el
alma, vea en los repliegues de materia y lea en los pliegues del alma”.
Sobre la criptografía como “arte de inventar la clave de una cosa envuelta”.
Pag. 11
“… el universo está como comprimido por una fuerza activa que da a la materia
un movimiento curvilíneo o turbulento, según una curva sin tangente en el límite.
Y la división infinita de la materia hace que la fuerza compresiva relacione
cualquier porción de materia con los ambientes, con las partes circundantes que
bañan y penetran el cuerpo considerado, y determinan el él la curva. Al dividirse
sin cesar, las partes de la materia forman pequeños torbellinos en un torbellino,
y en éstos otros todavía más pequeño torbellinos que se tocan. La materia
presenta, pues, una textura infinitamente porosa, esponjosa o cavernosa sin
vacío, siempre hay una caverna en la caverna: cada cuerpo, por pequeño que
sea, contiene un mundo, en la medida en que está agujereado por pasadizos
irregulares, rodeado y penetrado por un fluido cada vez más sutil, el conjunto del
universo era semejante a “un estanque de materia en el que hay diferentes flujos
y ondas”. Pag. 13
El laberinto del continuo no es una línea que se disociaría en puntos
independientes, como la arena fluida en granos, sino que es como un tejido o
una hoja de papel que se divide en pliegues hasta el infinito o se descompone
en movimientos curvos, cada uno de los cuales está determinado por el entorno
consistente o conspirante. La división del continuo no debe ser considerada
como la de la arena en granos, sino como la de una hoja de papel o la de una
túnica de pliegues de tal manera que puede haber en ella una infinidad de
pliegues, unos más pequeños que otros, sin que el cuerpo se disocie nunca en
puntos o mínimos”. Siempre hay un pliegue en el pliegue, como también una
caverna en la caverna. La unidad de materia el más pequeño elemento de
laberinto es el pliegue, no el punto, que nunca es una parte, sino una extremidad
de la línea. Por eso las partes de la materia son masas o agregados, como
correlato de la fuerza elástica comprensiva. El despliegue no es, pues, lo
contrario del pliegue, sino que sigue le pliegue hasta otro pliegue”. Pag. 14
Afinidad de la materia con la vida, con el organismo. …… por un lado, la división
de las partes en la materia es inseparable de una descomposición del
movimiento curvo o flexión….. Por otro, la formación del organismo seguiría
siendo un misterio improbable o un milagro si la materia se dividiese incluso
hasta el infinito en puntos independientes…y en tercer lugar deviene evidente
que el mecanismo de la materia es el resorte. Si el mundo es infinitamente
cavernoso, si hay mundos en los mínimos cuerpos, es porque hay “en todas
partes un resorte en la materia” que no solo habla de la división infinita de las
partes sino de la progresividad en la adquisición y la pérdida de movimientos, sin
dejar de realizar la conservación de la fuerza. La materia-pliegue es una materia-
tiempo, en la que los fenómenos son como la descarga continua de una infinidad
de arcabuces de viento”. Pag. 15
….. en la medida en que plegar no se opone a desplegar, se trata de tensar-
destensar, contraer-dilatar, comprimir explotar ….” Pag. 16
Un organismo se define por pliegues endógenos,, mientras que la materia
inorgánica tienen pliegues exógenos siempre determinados desde afuera o por
el entorno. Pag. 16
Entre lo orgánico y lo inorgánico hay una diferencia de vector, yendo lo segundo
hacia masas cada vez más grandes en las que actúan mecanismos estadísticos,
y lo primero hacia masas cada vez más pequeñas y polarizadas en las que se
ejerce una maquinaria individuante, una individuación interna. Pag. 17
Plegar, desplegar ya no significa simplemente tensar-destensar, contraer-dilatar,
sino envover-desarrollar, involucionar-evolucionar. Pag. 17

Cap- 2: Los pliegues del alma


Bernard Cache define la inflexión, o el punto de inflexión como una singularidad
intrínseca. … No remite a coordenadas: no está ni arriba ni abajo, ni a la derecha
ni a izquierda, no es regresión ni progresión. Corresponde lo que Leibniz llama
“signo ambiguo”. De la línea o el punto, lo virtual, la idealidad por excelencia.
Pag. 25
Cap: 6 ¿Qué es un acontecimiento?
El acontecimiento se produce en el caos, en una multiplicidad caótica a condición
de que intervenga una especie de criba (cernidor).
El caos no existe es una abstracción, puesto que es inseparable de una criba
que hace que de él surja algo (algo más bien que nada). Pag. 101
Para hacer que surja algo del caos, incluso si ese algo difiere muy poco de él, es
preciso que intervenga una gran criba como una membrana elástica y sin forma,
como un campo electromagnético, o como el receptáculo del Timeo. Pag. 101-
102
“…. La criba sólo deja pasar composibles, la mejor combinación de composibles.
102
Desde un punto de vista psíquico, el caos sería un universal aturdimiento, el
conjunto de las percepciones posibles como otros tantos infinitesimales o
infinitamente pequeños; pero la criba extraería de él diferenciales capaces de
integrarse en percepciones reguladas. Si el caos no existe, es porque sólo es el
reverso de la gran criba, y porque ésta compone hasta el infinito series de todo
y de partes, que sólo nos parecen caóticas (series aleatorias) por nuestra
incapacidad para seguirlas, o por la insuficiencia de nuestras cribas personales.
Ni siquiera la caverna es un caos, sino una serie cuyos elementos aún son
cavernas llenas de un material cada vez más sutil, cada una de las cuales se
extiende sobre las siguientes. Pag. 102
El acontecimiento es una vibración, (102) con una infinidad de armónicos o de
submúltiplos, como una onda sonora, una onda luminosa, o incluso y una parte
de espacio cada vez más pequeña. Pues el espacio y el tiempo no son límites,
sino las coordenadas abstractas de todas las series, ellas mismas en extensión:
el minuto, el segundo, la décima de segundo… Podemos entonces considerar
una segunda componente del acontecimiento: las series extensivas tienen
propiedades intrínsecas que entran por su cuenta en nuevas series infinitas,
convergiendo aquellas hacia limites, y constituyendo la relación entre limites una
conjunción.
“….. el tercer componente es el individuo. “….. el individuo es creatividad,
formación de algo Nuevo. Ya no lo indefinido ni lo demostrativo, sino lo personal.
Si llamamos elemento a lo que tiene partes y es una parte, pero también a lo que
tiene propiedades intrínsecas, demos que el individuo es una concrescencia de
elementos. Una concrescencia es algo distinto que una conexión o una
conjunción es una prehensión: un elemento es el dato, el “datum” para otro
elemento que lo prehende. La prehensión es la unidad individual. Cualquier cosa
prehende sus antecedentes y sus concomitantes y, por contigüidad, prehende
un mundo. Es ojo es una prehensión de la luz.
Se puede decir que “los ecos, reflejos, huellas, deformaciones prismáticas,
perspectivas, umbrales, pliegues” son las prehensiones que anticipan en cierto
sentido la vida psíquica. –el vector de prehencsion va del mundo al sujeto del
dato prehendido al prehendiente (superjeto= así pues, los datos de una
prehensión son sus elementos públicos, mientras que el sujeto es el elemento
íntimo o privado, que expresa la inmediatez, la individualidad, la novedad. Pag.
103
Pero el dato, lo prehendido, es (103) a su vez una prehensión preexistente o
coexistente, de modo que toda prehensión es prehensión de prehensión, y el
acontecimiento “nexo de prehensiones”. Cada nueva prehensión deviene un
dato, deviene pública, pero para otras prensiones que la objetivan; el
acontecimiento es inseparablemente la objetivación de una prehensión y la
subjetivación de otra, es a la vez público y privando, potencial y actual, entra en
el devenir de otro acontecimiento es sujeto de su propio devenir. El
acontecimiento siempre tiene algo de psíquico. Pag. 104

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