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Domesticación en el continente americano

Se reúne en este volumen material de lectura para apoyar el curso “Domes-


ticación y Manejo in situ de Recursos Genéticos”, organizado desde 2006
por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad
Nacional Agraria La Molina (UNALM). Incluye reflexiones y teorías sobre los
procesos de domesticación a escala de poblaciones biológicas, una aproxi-
mación evolutiva darwiniana explica la diversificación de recursos genéticos
a lo largo de la historia. Asimismo, teorías sobre la domesticación de ecosis-
temas, paisajes y territorios.

Es un esfuerzo multidisciplinario para comprender los mecanismos de


domesticación que generan diversidad genética, la apreciación de ésta
como recursos para la solución de problemas, el manejo in situ y ex situ de
los recursos genéticos y de los territorios que los alojan desde una perspec-
tiva sustentable. Es una mirada retrospectiva que busca entender los oríge-
nes y la historia de los procesos que dieron origen a la agricultura, el manejo
de fauna y de microorganismos, todos ellos expresiones bioculturales
cruciales de los pueblos del Nuevo Mundo. Pero es también una búsqueda
por comprender los problemas actuales, particularmente los de erosión
genética, los cambios ecológicos y culturales que ponen en riesgo el
patrimonio biocultural, los problemas legales que afectan los derechos de
propiedad intelectual, la biopiratería y el saqueo ilegal de recursos, así como
la destrucción global de los ecosistemas.

Es un intento por analizar la crisis ambiental mundial severamente ligada a


la deforestación, a la industrialización y a la visión desarrollista que adquirió
su mayor impulso después de la Segunda Guerra Mundial y que han acele-
rado como nunca en la historia planetaria los procesos de destrucción del

Domesticación
mundo contemporáneo. Es un intento por entender los procesos destructi-
vos y contribuir a detenerlos, así como identificar los procesos que favore-

en el continente americano
cen la conservación y el uso sustentable de la diversidad genética, las espe-
cies y los ecosistemas y contribuir a impulsarlos.

Volumen 1
Manejo de biodiversidad y evolución
dirigida por las culturas del Nuevo Mundo
VOLUMEN Alejandro Casas, Juan Torres-Guevara y Fabiola Parra
EDITORES
Domesticación en el Continente Americano
158 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo

CAPÍTULO 6
Hoosgesteger, V., A. Casas y A. I. Moreno-Calles, 2016. Tajos de la Sierra Reyes-González, A, A. Camou-Guerrero, O. Reyes-Salas, A. Argueta y
Gorda guanajuatense: Sistemas agroforestales de importancia A. Casas, 2014. Diversity, local knowledge and use of stingless
ecológica, económica y cultural. En: Moreno Calles A. Casas, M. bees (Apidae: Meliponini) in the Balsas River Basin of Michoacán,
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Resumen
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En la actualidad, la riqueza de plantas cultivadas en sistemas agrícolas y hortícolas del mundo se
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of the Tehuacán-Cuicatlán Valley, Central Mexico. Agroforestry Systems, 88 (1): 125-140. cortas, y todos ellos influyen en las motivaciones de selección artificial. Los procesos de domes-
Systems, 80 (3): 315-331.
Moreno-Calles, A., A. Casas, E. García-Frapolli e I. Torres, 2012.
Vallejo, M., A. Casas, E. Pérez-Negrón, A. I. Moreno-Calles, P. Dávila, O. ticación más antiguos se han registrado en el Medio Oriente, en la zona del Creciente Fértil, en
Téllez y O. Hernández-Ordoñez, 2015. Agroforestry systems of the
Agroforestry systems of the multicrop “milpa” and “chichipera” lowland alluvial valleys of Tehuacán-Cuicatlán Biosphere Reserve: las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates, hace aproximádamente 11 000 años. Otras regiones del
cactus forest in the arid Tehuacán Valley, Mexico: their management An evaluation of their biocultural capacity. Journal of Ethnobiology
and role in people’s subsistence. Agroforestry Systems, 84: and Ethnomedicine, 11: 8.
Viejo Mundo en donde se considera que la agricultura se originó independientemente, aunque
207-226.
Velásquez-Milla, D., A. Casas, J. Torres-Guevara y A. Cruz-Soriano, unos 2 000 años después, son China, India y el Sureste Asiático; la Franja Subsahariana de África
Moreno-Calles, A. I., V. M. Toledo y A. Casas, 2013. Los sistemas
agroforestales tradicionales de México: una aproximación
2011. Ecological and socio cultural factors influencing in situ
conservation of crop diversity by traditional Andean households in
y Etiopía y, en el continente americano, Mesoamérica y la región andina. Más recientemente, se
biocultural. Botanical Sciences. Peru. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine, 7:40. han propuesto el noreste de los Estados Unidos y la Amazonía como centros de domesticación.
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and tomorrow. International Biological Programme. Cambridge flow into wild populations conforms to historical patterns of gene la arqueología, pudo haber involucrado numerosos ensayos como los que hoy en día se pueden
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Ecology, 20 (19): 4182-4194. documentar en numerosas partes del mundo. El entrelazamiento de estudios arqueológicos que
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procesos actuales, así como los de genética molecular, que permiten establecer puentes entre
Pickersgill, B., 2007. Domestication of plants in the Americas: Insights
from Mendelian and molecular genetics. Annals of Botany, 100: Garden, 96 (3):492-507. el pasado y el presente, pronto ayudarán a un mayor entendimiento de la domesticación en
925–940
distintas dimensiones temporales. Uno de los pioneros en desarrollar explicaciones sobre los orí-
genes de los organismos domesticados fue Alphonse De Candolle, quien propuso que el centro
de origen de una planta cultivada debería coincidir con el área de distribución natural y original
de sus parientes silvestres. Pero identificar tales parientes silvestres no ha resultado una tarea
fácil; en más de un siglo de investigaciones al respecto se conocen con detalle los parientes
silvestres de un centenar de especies domesticadas y los ancestros directos de un número aun
más reducido. En 1922, Vavilov planteó su ley de series homólogas en la variación, con base en
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
160 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 161

similitudes ecomorfológicas. Con esta premisa pudo identificarse que en el contexto del inmenso
polimorfismo de plantas cultivadas era posible encontrar patrones regulares. Cuanto más seme-
Introducción
jantes son morfofisiológicamente los organismos caracterizados, mayor es la afinidad genética
entre especies o géneros. Definió los centros de origen de plantas cultivadas como regiones de
máxima variación y formas endémicas, y áreas focales de la formación de tipos. Planteó que en
Domesticación,
estos sitios, con frecuencia, se pueden hallar caracteres genéticos dominantes en la parte central
agricultura y civilización
de su rango de distribución, diferenciándose de las de la periferia, que pertenecen generalmente
a formas recesivas. Los centros de origen de plantas cultivadas en general son los centros de En la actualidad, la riqueza de plantas cultivadas en sistemas agrícolas y hortícolas del mundo
mayor diversidad de variedades específicas. Advirtió la distinción entre centros primarios (áreas se estima en cerca de 7 000 especies y cientos de miles de variedades (Hammer et al., 2003).
de aparición inicial de los cultivos) y secundarios (con alta diversidad, pero distantes de los cen- Tan solo en los bancos de germoplasma del mundo hay cerca de 6 millones de accesiones de
tros primarios) de diversidad. Propuso los siguientes centros: I. El Chino, II. El Indio, IIa. El In- las principales especies de plantas cultivadas que sostienen la economía planetaria (no más de
do-Malayo, que incluye Indonesia y Filipinas, III. Suroeste Asiático o el centro Asiático interior 200 especies) (Hammer et al., 2003). Tan inmensa diversidad es resultado de procesos evolutivos
(Tadjikistan y Uzbekistán), IV. Asia Menor (Transcaucasia, Irán y Turkmenistán), V. El Mediterráneo, moldeados por la domesticación, más rápidos y dinámicos que los que ocurren en la naturaleza
VI. Etiopía (antes Abisinia), VII. Centroamérica y sur de México, VIII. Andes, Paraguay, Brasil o (Darwin, 1859, 1868; Harlan, 1975; Hawkes, 1983; Casas et al., 2015a). En capítulos previos se
región andina sudamericana (Bolivia, Perú, Ecuador), VIIIa. El subcentro chileno, y VIIIb. El Centro ha dicho que la alta dinámica de la domesticación, en parte, se relaciona con las migraciones
brasileño-paraguayo. Las áreas propuestas por Vavilov fueron hipótesis centrales para estudios humanas y los intercambios de semillas que suelen cubrir grandes distancias y determinan que el
arqueológicos desde mediados del siglo XX y hasta el presente. Harlan reconoció la existencia de germoplasma que transportan se someta rápidamente a nuevas presiones de selección natural y
áreas relativamente pequeñas en las cuales se originó la domesticación y la agricultura. A estas artificial. Asimismo, la cultura, los cambios sociales, los intercambios, los mercados, los valores
áreas las denominó “centros”, incluyendo el Creciente Fértil, Mesoamérica y el noreste de China, y las tecnologías, son factores altamente cambiantes en sitios específicos en escalas temporales
mientras que a otras áreas más extensas en donde ocurrieron de una manera más difusa los relativamente cortas. Estos resultan extraordinariamente dinámicos cuando se analizan sus cone-
orígenes de estos procesos las denominó “no-centros”. Entre ellos incluyó la franja subsahariana xiones entre sitios, entre regiones y aun entre continentes, que son en los rangos en los que por
de África, la región andina, India y el sureste asiático. Otros autores han continuado los estudios miles de años se han movido y seleccionado las semillas y propágulos vegetativos por los seres
para esclarecer los centros de origen. Hoy parece que los fechamientos radiactivos cada vez humanos (Casas y Parra 2007, 2016; Parra et al., 2010, 2013; Cruse-Sanders et al., 2013; Casas
más precisos, los estudios arqueológicos y la filogeografía otorgan herramientas de gran utilidad et al., 2015b). Estos procesos, en el mundo contemporáneo, parecen experimentar ritmos acele-
para abordar las preguntas sobre el origen. La filogeografía es el estudio de los principios que rados. Determinan asimismo procesos acelerados de cambio que influyen marcadamente en los
rigen las distribuciones geográficas de los linajes genealógicos, especialmente aquellos dentro contextos de selección natural y otras fuerzas evolutivas que ocurren naturalmente, así como los
y entre especies emparentadas. Es una disciplina integradora que establece puentes entre las contextos y criterios de selección artificial, flujo génico y otras fuerzas evolutivas manejadas por
disciplinas microevolutivas y macroevolutivas a través de la genética molecular. Ha permitido los seres humanos que se discutieron en el capítulo 5 (Casas y Parra, 2016).
conexiones empíricas y conceptuales entre la biología filogenética y la genética de poblaciones.
En el análisis e interpretación de genealogías génicas para hacer inferencias acerca de los pro- Los procesos evolutivos bajo domesticación tienen una antigüedad variable en diferentes
cesos de genética de poblaciones, ha contribuido grandemente la teoría de la coalescencia, la regiones del mundo. Los más antiguos se han registrado en el Medio Oriente, particularmente
cual considera que usualmente es más fácil modelar una genealogía hacia atrás en el tiempo, y en la zona conocida como Creciente Fértil, en las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates, en el
que las mutaciones selectivamente neutrales pueden ser superpuestas a tales modelos. Si bien actual Irak, parte de Turquía, Siria e Irán, donde la domesticación de trigo y cebada podría haber
la evidencia arqueológica no es concluyente sobre posible contacto y difusión cultural de la agri- iniciado hace aproximadamente 11 000 años (Harlan, 1975; Hawkes, 1983). Otras regiones del
cultura entre Mesoamérica y la región andina, las evidencias moleculares, y la aparición de otras Viejo Mundo en donde se considera que la agricultura se originó independientemente, aunque
arqueológicas recientes, dan nuevas luces. Muestran un escenario de posible contacto entre las unos 2 000 años después, son: China entre los ríos Yang-Tse-Kiang y Hoang-Ho, India y el Su-
dos grandes regiones y apoyan la hipótesis de la difusión de la agricultura sobre un eje-norte sur. reste Asiático, la Franja Subsahariana de África y Etiopía (Harlan, 1975; Hawkes, 1983; Vavilolv,
Esto se sustenta en los resultados obtenidos de los diversos estudios realizados con base en la 1992). En el continente americano su antigüedad es de cerca de 9 000 años en Mesoamérica y
genética molecular. En ellos se ha propuesto que, al haber entrado en contacto en el norte de en la región andina (MacNeish, 1967, 1992; Flannery, 1986). Más recientemente, el noreste de
Sudamérica cultivos como el frijol o el camote domesticados en los Andes y en Mesoamérica, se los Estados Unidos y la Amazonía han sido propuestos como importantes centros de domes-
pudo encontrar una amplia gama de variedades de dichos cultivos que cuentan con una mezcla ticación (Smith, 1998; 2001). Sin embargo, debido a que los restos arqueobotánicos son más
de ambos acervos genéticos, correspondientes a sus diferentes centros de origen. recientes que los de Mesoamérica y la Región Andina (MacNeish, 1992), se ha debatido acerca
de si su origen es independiente o resultado de la difusión de las experiencias técnicas de los
Palabras clave: agricultura, centros de origen, centros vavilovianos, agricultores desde las áreas más antiguas. Esta discusión es vigente, pues los estudios sobre
difusión de la agricultura, domesticación, origen de la agricultura. procesos de domesticación contemporáneos indican que, a miles de años de iniciar los de al-
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
162 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 163

gunos organismos, en diversas regiones del mundo continúan originándose estos procesos. De domésticos de importancia regional. Pero también merecen atención otros varios miles de es-
manera que identificar centros de origen, visto en retrospectiva, parece un problema basado en pecies que se encuentran en estados incipientes de domesticación (Casas y Parra, 2007). To-
un concepto difuso que, considerando la dimensión temporal que provee la arqueología, pudo das estas especies comprenden grupos de animales, plantas y microorganismos manejados
haber involucrado numerosos ensayos como los que hoy en día se pueden documentar en nu- por los seres humanos. Su comprensión no solo ayudará a entender con mayor profundidad la
merosas partes del mundo (Casas et al., 2015a). Se requiere un análisis cuidadoso y detallado diversidad de rutas y mecanismos que pueden involucrarse en la evolución artificial y natural,
de la antigüedad de la domesticación más temprana y su carácter independiente con respecto sino también a la comprensión de las condiciones necesarias para mejorar el manejo de miles
a las experiencias iniciadas en distintas partes del mundo. Hoy en día, con todos los avances de especies que constituyen importantes recursos genéticos. Los recursos genéticos, como se
importantes de la arqueología, se cuenta con tan solo una visión general de lo ocurrido. El en- discutió en capítulos anteriores, son fundamentales para atender las necesidades presentes y
trelazamiento de estudios arqueológicos, que arrojan datos del pasado, con información etno- futuras de un mundo que requiere de la diversidad para asegurar su capacidad de resiliencia
gráfica y etnobiológica, que permiten documentar procesos actuales, así como los de genética ante catástrofes e incertidumbre asociadas al cambio global. Regiones como Mesoamérica, la
molecular, que permiten establecer puentes entre el pasado y el presente, pronto ayudarán a Cordillera Andina y la Amazonía, y probablemente la zona nororiental de Estados Unidos, son
un mayor entendimiento de la domesticación en distintas dimensiones temporales (Casas et al., regiones en donde la domesticación es altamente activa, y en donde se encuentran los reservo-
2015b; Aguirre-Dugua y González, 2016). rios más importantes de recursos genéticos del continente americano. Son también escenarios
en los cuales los diferentes mecanismos de domesticación están operando y proveen la opor-
La evolución de los cultivos, animales y microorganismos domésticos, como todo proceso
tunidad de documentar cómo ocurren estos procesos, que son vigentes, y aportar elementos
evolutivo, involucra la emergencia de variación y la formación de linajes divergentes influencia-
para entender cómo surgió y se desarrolló el proceso a lo largo de la historia.
dos por la selección artificial y otras fuerzas evolutivas, como se revisó en el capítulo 5 (Casas y
Parra, 2016). Es particularmente relevante el flujo génico y la endogamia, que pueden ser dirigi-
dos intencionalmente por los seres humanos (Casas et al., 2015a, 2015b; Casas y Parra, 2016).
También lo es la deriva génica, cuya guía intencional no es clara, pero se sabe que el manejo
El origen de las plantas domesticadas:
humano de ecosistemas, paisajes y fragmentos de la variabilidad genética de especies genera los orígenes de las teorías
poblaciones pequeñas que favorecen la acción de esta fuerza evolutiva. Cabe mencionar que
aunque las condiciones de efecto fundador y cuellos de botella asociados a la selección artifi- La domesticación y las prácticas agrícolas y pecuarias, así como la crianza y domesticación
cial sí son deliberados, las condiciones de cambios aleatorios no lo son (Casas et al., 2015b). de microorganismos, principalmente los asociados a fermentos, son tan antiguas que explicar
Como proceso evolutivo, se ha dicho que la domesticación opera continuamente, progresiva o su origen y reconstruir su historia ha sido un importante desafío para los seres humanos. La
súbitamente, dependiendo de las formas de manejo que se involucran en la selección y de la inquietud por conocer el origen de los cultivos y de los animales domesticados es tan profunda
acción de las otras fuerzas evolutivas mencionadas, generalmente respondiendo a los ajustes, que prácticamente todos los grupos humanos han desarrollado su propia explicación sobre
también progresivos o súbitos, de las condiciones socioecológicas (Brush, 1995, 2004). La di- su disponibilidad original. Las religiones y las mitologías de los pueblos tienen una alta riqueza
versidad genética y fenotípica, cuyo origen se ha discutido en capítulos previos, es, por lo tanto, de explicaciones que dan muestra de la preocupación humana por saber de dónde provienen
crucial para que opere la domesticación. elementos tan importantes para su vida (Harlan, 1975). Basta con revisar algunos textos de las
religiones más importantes del mundo, o entrevistar en las comunidades indígenas a los sabios
Después de las primeras construcciones teóricas de Darwin sobre la evolución bajo domes- locales, para encontrar una gran riqueza de mitos alrededor de este tema.
ticación (Darwin, 1859, 1868), los estudios de estos procesos evolutivos fueron muy prolíficos,
particularmente durante el último siglo, a la par del impulso que tomaron los estudios evolutivos Para la ciencia moderna, la identificación de los sitios en donde las plantas cultivadas y los
en general y a la vez que adquirió importancia el tema de los recursos genéticos en el mundo. animales domésticos se originaron ha sido un motor para reconstruir la historia de la agricul-
No obstante, los detalles de la domesticación son relativamente bien conocidos para no mucho tura, de la vida sedentaria, de las civilizaciones y de las consecuencias de tales procesos para
más de 100 especies (Casas et al., 2007), las más importantes desde el punto de vista econó- las sociedades y los ecosistemas (Childe, 1936; Smith, 2001). Dónde, cuándo, cómo y por qué
mico y que han sido estudiadas con mayor detalle. Queda abierta la investigación, por lo tanto, los seres humanos comenzaron a domesticar plantas, animales y microorganismos y llegaron a
para cerca de 7 000 especies que ofrecen una gama extraordinariamente amplia de condicio- ser agricultores, pastores y a establecer asentamientos humanos cada vez de mayor extensión,
nes socioecológicas en las que se encuentran evolucionando. Asimismo, un amplio espectro de densidad poblacional y duración, son preguntas que guiaron los estudios sobre domesticación
características biológicas (como la duración de los ciclos de vida, los sistemas reproductivos, durante los siglos XIX y XX, y aún lo son en el presente.
las adaptaciones específicas a presiones selectivas y las interacciones con otros organismos, El estudio de los centros de origen de plantas cultivadas y animales domésticos para la
entre otras) que, como se ha visto, influyen en cómo interactúan los seres humanos con los or- ciencia moderna comenzó con la inquietud de botánicos y zoólogos que sucedieron la gran
ganismos que manejan y domestican (Casas et al., 2015a, 2015b). Por lo tanto, los estudiosos empresa de clasificar el mundo vivo iniciada por Linneo (1758). Fueron los taxónomos fa-
de la domesticación tienen frente a sí un vasto panorama por comprender, sistemas y procesos miliarizados con la observación y clasificación de la diversidad de las formas vivientes los
poco conocidos, especialmente los que incluyen miles de especies de cultivos y organismos primeros en intuir la relación entre lo silvestre y lo domesticado. En el siglo XIX uno de los
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pioneros en desarrollar explicaciones sobre los orígenes de los organismos domesticados fue un centro de origen de plantas cultivadas, Vavilov (1926, 1951) discutió que no siempre es
Alphonse De Candolle (De Candolle, 1882, Figura 6.1). Para él y los botánicos de su época, posible identificar a los ancestros directos de todos los cultivos. Esto debido a que algunas
los caracteres linneanos para identificar familias y especies botánicas pronto sugirieron que de estas especies solo se conocen en su condición domesticada. Hoy es sabido que para
las plantas domesticadas eran monstruosidades que planteaban grandes retos para estable- algunas especies domesticadas su ancestro silvestre pudo haberse extinto o son de origen
cer sus relaciones de parentesco con taxa silvestres. Algunos caracteres morfológicos como híbrido y, frecuentemente, los ancestros no son claramente identificables con base en cri-
los florales presentaban una mayor constancia y permitían identificar taxa cercanos entre sí, terios morfológicos. En casos como el maíz, por ejemplo, durante décadas se discutió su
a diferencia de otros caracteres como frutos, semillas y partes vegetativas marcadamente posible origen híbrido entre especies del género Tripsacum y teocintles; alternativamente, se
deformados por los procesos de selección artificial y por su gran plasticidad fenotípica. De propuso por algunos autores un linaje propio del maíz cuyo ancestro silvestre se extinguió.
Candolle (1882) propuso que el centro de origen de una planta cultivada debería coincidir Para numerosas especies importantes ha sido, hasta hace recientemente, que la filogenia
con el área de distribución natural y original de sus parientes silvestres. Pero identificar tales molecular ha hecho posible corroborar o replantear la identidad de los ancestros silvestres,
parientes silvestres no ha resultado una tarea fácil; en más de un siglo de investigaciones por lo que el cuestionamiento de Vavilov tenía mucho sentido. De acuerdo con él, algunos
al respecto se conocen con detalle los parientes silvestres de un centenar de especies do- de los ancestros determinados como tales por De Candolle eran grupos reducidos, con poca
mesticadas y los ancestros directos de un número aun más reducido. De Candolle advirtió la variación morfológica, aislados y que no podían explicar la amplia variación encontrada en el
necesidad de ser cuidadosos con las conclusiones sobre las relaciones de parentesco. Por taxón cultivado (Vavilov, 1926; 1951). Zohary (1970) discutió esta reflexión y observó que un
ejemplo, advirtió que no puede asumirse que una zona de gran abundancia de una especie área de máxima diversidad de parientes silvestres no necesariamente coincide con la magni-
es necesariamente su región de origen. Esta conclusión la basó en observaciones sobre tud de la diversidad de variedades en dicha región, y viceversa.
especies cuya introducción a una región es bien conocida, y que pueden llegar a ser muy
En 1922, Vavilov planteó su famosa ley de series homólogas en la variación, la cual introdujo
abundantes por su carácter invasivo. Es este, por ejemplo, el caso de agaves y opuntias,
el concepto de similitudes ecomorfológicas. Con base en esta premisa pudo identificarse que
grupos de especies que ya en tiempos de De Candolle se tenía bien documentado que fueron
en el contexto del inmenso polimorfismo de plantas cultivadas, a cuya colecta Vavilov dedicó
introducidas a Europa desde el continente americano. Sin embargo, son muy abundantes en
la región del Mediterráneo por su carácter invasivo (Smith, 1968).
Tomando en cuenta situaciones como estas, para De Candolle, el reto de identificar a los
parientes silvestres y las áreas de distribución natural implicaba necesariamente un análisis
cuidadoso de la morfología de plantas, así como la integración de información geográfica,
histórica, lingüística, etnográfica, arqueológica y filológica que permitiera armar rompecabezas
nada triviales. Con la integración de tales fuentes de información estableció importantes bases
teóricas para analizar las áreas de origen de la domesticación, la distribución de los cultivos y
la de sus parientes silvestres, y propuso la existencia de tres centros importantes de origen de
plantas cultivadas: (a) China, (b) el suroeste de Asia, incluyendo Egipto, y (c) América Tropical.
Propuso que las regiones de China y América Tropical fueron centros claramente independien-
tes entre sí y con una larga historia agrícola, mucho antes de que sus cultivos fueran conocidos
en Europa desde el suroeste de Asia.

Los centros de origen


propuestos por Nikolai Vavilov
Las propuestas de De Candolle fueron revisadas y analizadas por Vavilov (1922, 1926,
1951, 1992, Figura 6.1), un importante botánico y genetista ruso, quien buscó identificar los
centros de origen con base en criterios adicionales. Poniendo especial énfasis en algunos
de los argumentos de De Candolle, para Vavilov resultaba crucial la presencia los parientes
silvestres más probables reconocidos en su época, así como la evaluación de los patrones
de diversidad morfofisiológica de las plantas analizadas. Si bien De Candolle (1882) consi-
deraba que detectar la presencia de los parientes silvestres era fundamental para identificar Figura 6.1. Pioneros en los estudios sobre el origen y difusión de la domesticación de plantas
y agricultura. Son la referencia a las obras fundamentales en la construcción de su teoría.
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
166 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 167

gran parte de su vida, era posible encontrar patrones regulares. De acuerdo con él, “En gene- diferenciándose de las de la periferia, que pertenecen generalmente a formas recesivas. Los
ral, especies linneanas afines se caracterizan por series de variedades similares y paralelas; y, centros de origen de plantas cultivadas en general son los centros de mayor diversidad de
como regla, cuanto mayor es la proximidad genética entre dichas especies (…) más exacta será variedades específicas, pero Vavilov advirtió la distinción entre centros primarios y secundarios
la semejanza de su variabilidad morfológica y fisiológica. Especies estrechamente relacionadas de diversidad. A los primarios los definió como áreas de aparición inicial de los cultivos, y a los
genéticamente tienen, en consecuencia, series semejantes de variación hereditaria”. Con base secundarios como aquellas que también poseen una alta diversidad intraespecífica, pero que
en esta propuesta, cuanto más semejantes son morfofisiológicamente los organismos caracte- se encuentran distantes de los centros primarios donde se originó su domesticación. Estos
rizados, mayor es la afinidad genética entre especies o géneros. Esta ley permitió sistematizar últimos son resultado de la rápida y simultánea dispersión de algunos cultivos a otras regiones
la información del enorme polimorfismo de algunas especies cultivadas, principalmente cerea- en contextos ecológicos y culturales diversos (Harris, 1990).
les. Con base en estos patrones que permitían una aproximación al reconocimiento del paren-
Siguiendo una propuesta similar, Zohary (1970) propuso distinguir entre “centros de origen”,
tesco silvestre y una idea de la filogenia de los grupos de variedades, Vavilov pudo proponer los
como áreas en donde se originó la domesticación de un cultivo —un concepto análogo al de
sitios que, según sus criterios, eran los principales centros de origen de la domesticación y de la
“centro primarios” propuesto por Vavilov (1992)—, y “centros de diversidad” —concepto aná-
agricultura (Figura 6.2, Vavilov, 1992). Desde luego, conceptos como la convergencia evolutiva
logo al de “centros secundarios” del mismo—. Estos sucedieron a la domesticación de una
y plasticidad fenotípica son muy pertinentes para analizar la validez de la propuesta teórica de
especie. Los centros secundarios de diversidad pueden identificarse a través de información
Vavilov, y los ajustes teóricos a esta propuesta requirieron mayor investigación.
genética, morfológica, lingüística, arqueológica y etnobotánica. La diversificación morfológi-
ca es una consecuencia de la domesticación (Pickersgill, 2007), y la presencia de numerosas
variantes de una especie cultivada refleja cuán activa ha sido la influencia de los procesos
diversificadores humanos y naturales, así como la intensidad de interacción genética con los
parientes silvestres. Como se ha dicho, estos suelen ser grandes reservorios de diversidad
genética, y tienen una gran capacidad de introgresión con los cultivos (Ellstrand, 2003). Asi-
mismo, cuenta mucho en este proceso qué tan continuo es el movimiento e intercambio de
semillas entre agricultores, localidades, regiones y continentes (Pautasso et al., 2013).
La diversidad de cultivos refleja diversidad cultural (Harlan, 1975), los diferentes criterios
y requerimientos (Boster, 1985; Brush, 2004; Pickersgill, 2007; Jarvis et al., 2008) y la diver-
sidad ecológica de las áreas de cultivo (Harlan, 1975; Bellón, 1996; Brush, 2004). Aunque
no todos los centros de diversidad son centros de origen de las plantas domesticadas, en
el planeta hay varios escenarios donde estas situaciones coinciden (Gepts, 2006). En estas,
generalmente, la diversidad morfológica y genética resulta de la larga historia de evolución
de los organismos asociada al manejo humano (Brush, 2004; Zimmerer, 2010). Por ejemplo,
en el caso del maíz, los estudios de genética molecular han confirmado que el teocintle Zea
mais subsp. parviglumis es el ancestro silvestre más cercano a Z. mais subsp. mais, el cual
es monofilético (Matsuoka et al., 2002). Esta información confirma el origen mesoamericano
del maíz, en donde existe también la mayor diversidad de variedades locales. Sin embargo,
en áreas de diversificación secundaria, como la región andina, los contextos socioecológicos
tan diversos han moldeado una diversidad de variedades tan alta como la de Mesoamérica
(Boege, 2008; Bonavia, 2012).

Figura 6.2. Los centros de origen propuestos por N. Vavilov (modificado de Vavilov, 1992). La propuesta de Vavilov resulta de un exhaustivo trabajo de campo a nivel mundial, ade-
Se incluye información sobre algunas de las especies domesticadas más representa- más de una profunda y cuidadosa revisión de literatura y la integración de información ta-
tivas en el área y las estimaciones de la antigüedad de los restos más tempranos de xonómica, ecofisiológica, y fitogeográfica. Sin embargo, el mismo Vavilov planteó que el es-
domesticación sistematizados en el trabajo de MacNeish (1992).
clarecimiento del origen de las plantas cultivadas de un “centro primario” es difícil, ya que
Vavilov (1926, 1951, 1992) definió los centros de origen de plantas cultivadas como regiones requiere una reconstrucción histórica detallada y una evaluación cuidadosa de las relaciones
de máxima variación, que usualmente incluyen características y formas endémicas, y consti- de parentesco entre taxa silvestres y domesticados. Mientras tanto, los “centros secunda-
tuyen áreas focales de la formación de tipos. Plantea que en estos sitios, con frecuencia, se rios” pueden reconstruirse con menor dificultad, ya que “la dinámica de la introducción de un
pueden hallar caracteres genéticos dominantes en la parte central de su rango de distribución, cultivo puede ser estudiada detalladamente para las variedades que lo componen” (Vavilov,
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
168 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 169

1951). En su ensayo Origen de las Plantas Cultivadas, Vavilov (1926) propone ocho centros, Los estudios arqueológicos
o centros primarios, y subcentros, o centros secundarios, de origen de la agricultura (Figura
6.1), de acuerdo con los patrones de mayor diversidad genética de las especies que analizó. y las hipótesis de Vavilov
Tales centros son:
Durante la década de los treinta, la propuesta de Vavilov constituyó una importante fuente de
I. El Centro Chino. Para esta región, Vavilov reconoció cerca de 140 especies diferentes, y hipótesis para los arqueólogos interesados en rastrear los orígenes de la agricultura, la vida
entre las más antiguas se cuentan arroz y mijo como cereales, y legumbres como la soya. sedentaria y la civilización, procesos que, de acuerdo con Gordon Childe (1936), debían estar
concatenados. Los arqueólogos estadounidenses Robert John Braidwood y Linda Braidwood
II. El Centro Indio, en donde se identificó el origen de la domesticación de arroz, mijo y legum-
iniciaron sus exploraciones en el Medio Oriente en 1938, en el valle del río Amuq, Siria, recons-
bres, documentando en total 120 especies de plantas domesticadas.
truyendo una de las cronologías clásicas del origen de la civilización en un conjunto de sitios en
IIa. El Centro Indo-Malayo, que incluye Indonesia y Filipinas, donde se distribuyen, además los valles de los ríos Tigris y Éufrates. Fueron de las primeras cronologías indirectas, en ausen-
de los cultivos comunes en toda la región, cultivos particulares, como algunos tubérculos, cia aún de técnicas de decaimiento radiactivo de Carbono 14. Las expediciones de los Braid-
principalmente Dioscorea spp., Tacca, entre otras especies. También se encuentran fruta- wood se interrumpieron durante la Segunda Guerra Mundial, y fue en el periodo de posguerra
les, como la caña de azúcar, entre otras. Reconoció 55 especies de cultivos. que continuaron sus estudios y las publicaciones relevantes del proyecto. En 1949 Willard Li-
bby desarrolló la técnica de fechamiento por Carbono 14, la cual se implementó en estudios
III. Suroeste Asiático o el centro Asiático interior o (Tadjikistan, Uzbekistán, etc.), donde se arqueológicos en la década de los cincuenta (Libby, 1955) y los métodos se fueron perfeccio-
hallan trigos, centenos, y muchas legumbres herbáceas, así como raíces sembradas de nando paulatinamente (Stuiver et al., 1998; Scott, 2003). Ya en 1947, cuando Libby trabajaba
semillas y frutales; son alrededor de 40 especies. en su técnica de fechamiento, los Braidwood le proporcionaron algunas muestras colectadas
en sus excavaciones arqueológicas, y esos fueron de los primeros materiales fechados con tal
IV. Asia Menor (incluyendo Transcaucasia, Irán y Turkmenistán), con trigo, centeno, avena, técnica. En su publicación de 1948, Prehistoric man (Braidwood, 1948) presentó algunos de
semillas y legumbres forrajeras, frutales, entre otras, siendo más de 80 especies de cultivos los primeros datos obtenidos con técnicas de decaimiento radiactivo. Durante la década de
que identificaron en el área. los cincuenta y principios de los sesenta, los descubrimientos de los Braidwood sorprendieron
V. El Centro Mediterráneo, que incluye trigo, cebada, plantas forrajeras, vegetales y frutales, al mundo por su rigor y por el uso de técnicas novedosas para su tiempo (Braidwood, 1952;
especias y plantas productoras de aceites esenciales. Documentó que en esta área se Braidwood y Braidwood, 1953; Braidwood, 1960). Permitieron dar pasos gigantescos para en-
originaron más de 80 especies de plantas domesticadas. tender la prehistoria y el origen de la civilización, dimensionar el tiempo de las etapas históricas,
y pusieron a prueba uno de los centros hipotéticos propuestos por Vavilov (1992).
VI. El Centro de Etiopía (antes Abisinia), es un área de refugio de cultivos de otras regiones,
Hoy en día el Medio Oriente, en particular la zona conocida como Creciente Fértil, es recono-
especialmente trigos, cebadas, granos locales, especias, y cerca de 40 especies que logró
cido como la zona más antigua de domesticación y agricultura en el mundo, con una antigüedad
reconocer.
de alrededor de 11 500 años. Ahí se domesticaron cereales como el trigo, la cebada, la avena,
VII. Centroamérica y Sur de México, importante por el maíz, diferentes especies de Phaseolus leguminosas como la lenteja, el garbanzo, una gran variedad de hortalizas, animales y microor-
y cucurbitáceas. También reconoció que en esta zona se originaron otras 50 especies de ganismos asociados a la elaboración del pan, cerveza y otros alimentos. Es el centro civilizatorio
cultivos. más antiguo que se conoce, con numerosas ciudades (civilización es un término que deriva del
latín civitas, ciudad), entre las que destacaron los núcleos mesopotámicos de Ur, Uruk, Eridu y
VIII. Andes, Paraguay, Brasil o región andina sudamericana (Bolivia, Perú, Ecuador), importante Lagash, que concentraron núcleos de entre 5 000 y 20 000 pobladores. Antes de estas ciudades,
por ser centro de origen de las papas, otras tuberosas, raíces, granos andinos, vegetales, los primeros asentamientos sedentarios se encontraron en Jericó, con una antigüedad de 11 500
especies, frutales y drogas (cocaína, quinina, tabaco, etc.). En esta zona documentó el años. Los estudios de Braidwood (1960) encontraron evidencia de antiguas prácticas agrícolas
centro de origen de cerca de 45 especies. en el Medio Oriente, identificando trigo y cebada plenamente domesticados en estratos de apro-
ximadamente 9 600 años antes del presente (Hillman y Davies, 1990; Zohary y Hopf, 1993).
VIIIa. El subcentro chileno, con solo cuatro especies, fuera del área principal de domesticación.
Una de ellas es Solanum tuberosum, derivada del Centro Andino. A las expediciones del Creciente Fértil siguieron las de China, México, la región andina de Perú,
Ecuador, Bolivia y otras áreas, por otros investigadores, siguiendo en todos los casos los sitios
VIIIb. Centro brasileño-paraguayo, donde identificó el origen de 13 especies de cultivos, entre hipotéticos de los centros de origen propuestos por Vavilov. Harris (1996) sugiere como sitio de
ellas Manihot (yuca) y Arachis (maní), la piña, Hevea o caucho y Theobroma cacao como origen de la primera economía basada en arroz y mijo, alrededor de 9500 antes del presente, a
especies que habrían sido domesticadas más recientemente. China. Para Mesoamerica, MacNeish (1967, 1992) y Flannery (1986) identificaron los restos más
antiguos de plantas domesticadas en estratos de 9500 a 7000 años antes del presente; y entre
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
170 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 171

las primeras plantas domesticadas destacan especies de calabazas, chiles, el aguacate y ama-
rantos. El maíz y los frijoles se domesticaron aproximadamente 7000 años antes del presente
(Hawkes, 1983). Estudios en la región andina identificaron restos de chiles y frijoles en estratos de
8500 a 8000 años de antigüedad, así como algunas tuberosas, entre ellas las papas con cerca de
8200 años (Harlan, 1975). Las primeras técnicas de fechamiento tuvieron amplios márgenes de
error y fueron criticadas por varios arqueólogos al asignar fechas equivalentes a todos los objetos
localizados en un estrato. Ya entre las décadas de los ochenta y noventa, muchas estimaciones
fueron calibradas con indicadores como el conteo de anillos en troncos de árboles, y se desarro-
llaron nuevas técnicas como la espectrometría de masas, que permitió hacer fechamientos más
precisos con pequeñas muestras de objetos individuales. De cualquier manera, las investigacio-
nes de Vavilov y las que a continuación se revisarán, así como los trabajos de los arqueólogos,
han sido fundamentales para contestar las preguntas de dónde y cuándo pudieron iniciar los pro-
cesos de domesticación. Estos campos de investigación son vastos y continuamente descubren
nuevas piezas que permiten armar un inmenso rompecabezas, pero hoy en día se cuenta con un
panorama general de las dimensiones espaciales y temporales de los orígenes.

Los centros y no centros de origen


de plantas cultivadas de Harlan
Después de los trabajos de Vavilov, Harlan (1975) reconoció la existencia de áreas relativamente Figura 6.3. La propuesta de centros (áreas punteadas A1, B1 y C1) y no-centros (áreas
pequeñas, en las cuales se originó la domesticación y la agricultura, y las denominó “centros”. con líneas A2, B2 y C2) de origen de la agricultura desarrollada por Harlan (1971). Modi-
ficado de Harlan (1975).
Son estos el Creciente Fértil, Mesoamérica y el noreste de China, mientras que a otras áreas más
extensas, en donde ocurrieron de una manera más difusa los orígenes de estos procesos, las de-
nominó “no-centros”, y entre ellas incluyó la franja subsahariana de África, la región andina, India y
el sureste asiático. La identificación de tales áreas y la comprensión de su papel en el desarrollo de
las civilizaciones han requerido la integración de esfuerzos de investigación arqueológica, botánica, Centros de origen y
zoológica, genética y ecológica, los cuales paulatinamente han provisto un panorama cada vez
más preciso de las regiones en donde se originaron los cultivos y animales domésticos, así como
centros de diversidad de plantas cultivadas
las rutas de su difusión. Harlan (1971, 1975) planteó que los patrones geográficos identificados por
Vavilov tuvo una gran influencia en los estudios de los orígenes de la agricultura, pero los con-
Vavilov son más complejos y difusos, cuestionando que el concepto de “centros” fuese un fenóme-
ceptos planteados por él continuaron evaluándose y discutiéndose. Zohary (1970) planteó, por
no universal. En su propuesta, Harlan identificó entonces como áreas relevantes: el centro Cercano
ejemplo, que un centro de alta diversidad no es necesariamente un centro de origen de plantas
Oriente (A1) y el no-centro África (A2); el centro norte de China (B1) y el no-centro Sureste Asiático
cultivadas como lo planteaba Vavilov (1926, 1951, 1992). Propuso que un “centro de origen”
y Pacífico Sur (B2); el centro mesoamericano (C1) y el no-centro sudamericano (C2) (Figura 6.2).
corresponde al lugar donde se originó la domesticación (centros “primarios” de Vavilov), que
Harlan (1971) planteó en su concepción de centros y no-centros que es necesario realizar aná- requiere diversas fuentes de evidencias; mientras que un “centro de diversidad”, más directa-
lisis botánicos de especímenes vivos, estudios de genética, citogenética, taxonomía numérica, mente comprobable (centros “secundarios” de Vavilov), puede ser un área de alta diversifica-
morfología, ecología y geografía, tanto de los cultivos como de sus parientes silvestres, metodo- ción, que puede ser o no el sitio de origen de la domesticación de una especie.
logía que usó Vavilov (1926, 1992), aunque con herramientas técnicas menos desarrolladas. Pero
Zohary considera útil retomar las propuestas de De Candolle (1882) en el sentido de que iden-
además, considera útiles evidencias que ya habían sido presentadas como fundamentales en el
tificar los parientes silvestres de los cultivos y su distribución es crucial para inferir la ubicación
estudio y determinación de centros de origen de cultivos por De Candolle (1882), tales como los
de un centro de origen, y pone énfasis en que tal información debe respaldarse en estudios
estudios etnográficos, lingüísticos, tradiciones orales, prácticas de manejo y arqueobotánicos. A
arqueológicos. Más aún, el autor propone identificar sitios donde coexisten cultivos con sus
estos, sugiere Harlan, habría que sumar la realización de estudios palinológicos, fechamientos
ancestros silvestres para analizar la probable existencia de procesos de hibridación, pues con-
con Carbono 14, geológicos, hidrológicos, de restos animales, entre otros, los cuales permitieran
sidera que estos son fundamentales para explicar el surgimiento de plantas domesticadas. Esto
respaldar estudios de cambios en el clima, flora y fauna, que aportan valiosos indicios sobre los
revela la complejidad en la identificación de un “lugar de origen”, y parece ser más apropiado el
orígenes de la agricultura.
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
172 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 173

concepto de “origen difuso” planteado por Harlan (1956, 1961), pues los procesos de hibrida- Cuadro 6.1. Centros nucleares y regiones de diversidad de plantas domesticadas (Con
ción que dieron origen a algunos cultivos pueden resultar de la fusión de genomas de múltiples base en Hawkes, 1983).
fuentes, es decir, de múltiples ancestros.
Centros nucleares Regiones de Diversidad Centros menores
Hawkes (1983) contribuyó a aclarar el concepto de centros primarios y secundarios de
A. Norte de China I. China 1. Japón
origen de la domesticación propuestos por Vavilov. Planteó que los centros primarios son II. India 2. Nueva Guinea
los “centros nucleares del origen de la agricultura” y los secundarios “regiones de diversifi- III. Sureste Asiático 3. Islas Solomon, Fidji, y Pacífico Sur
4. Noroccidente de Europa
cación”, que se desarrollaron después de que se difundiera la agricultura fuera de los sitios
B. Cercano Oriente IV. Asia Central
núcleo. Con base en las propuestas de Vavilov, Harlan y otros autores, Hawkes (1983) definió V. El Cercano Oriente
a los centros nucleares como los lugares donde inició la agricultura, y propuso a: (a) el nor- VI. El Mediterráneo
VII. Etiopia
te de China (región de los loess al norte del río Amarillo, Hoang-Ho); b) el Cercano Oriente
VIII. África occidental
(Creciente Fértil); c) el sur de México y d) el centro y sur de Perú (los Andes, la región oriental
de los Andes y la costa). Este autor también destacó la importancia de obtener más datos C. Sur de México IX. Mesoamérica 5. Estados Unidos, Canadá
6. El Caribe
arqueológicos para esclarecer con precisión las áreas donde estarían los centros nuclea-
D. Centro y X. Andes del norte (Venezuela y
res. Hawkes (1983) sostiene que las regiones de diversidad, denominadas así porque esta sur de Perú Bolivia) 7. Sur de Chile
tiene una amplia distribución, son áreas donde las plantas domesticadas pudieron haberse 8. Brasil
dispersado a partir de los centros nucleares, lo que motivó que surgieran nuevas variantes
como producto de la selección artificial. Finalmente, también incluyó el concepto de “centros
menores”, definidos como aquellos donde se domesticaron uno o pocos cultivos más recien-
temente, y probablemente como producto de la difusión de las técnicas de domesticación de
regiones cercanas (véase el Cuadro 6.1).
La identificación de los centros de origen de plantas cultivadas o centros de domesti-
cación de animales no es un estudio concluido. Nuevas evidencias siguen surgiendo, y se
amplían los estudios sobre los mecanismos de domesticación de diferentes especies en
el mundo. Con base en las fuentes de evidencias que plantea Harlan (1971) como funda-
mentales para reconocer estos sitios, con el paso de los años y el desarrollo de estudios
e innovación en técnicas de investigación, se ha ampliado y precisado la identificación de
centros de domesticación.
En el siglo XXI, Gepts (2001) reconoce la existencia de por lo menos 6 centros de origen de
plantas cultivadas: Mesoamérica, los Andes en Sudamérica (incluyendo las áreas de piede-
monte), el suroeste asiático (el Creciente Fértil), África (Etiopía y el Sahel), el sur de China y
el sudeste asiático, coincidiendo con las propuestas de Harlan (1975) y Hawkes (1983). En la
actualidad, se reconocen más de seis centros de domesticación que surgieron independien-
tes entre sí, de acuerdo con Doebley (2006). Tales centros se han identificado principalmente
con base en evidencias arqueológicas, dentro de las cuales aparecen como centros de ori- Figura 6.4. Centros de origen independientes y algunos cultivos representativos de las
gen relativamente nuevos las regiones centro oriental de Estados Unidos y Nueva Guinea, áreas referidas de acuerdo con Doebley. Modificado de Doebley et al. (2006).
donde se habrían domesticado el girasol y el plátano, respectivamente (Figura 6.4).
Para el Continente Americano, Piperno (2011) realiza una extensa revisión de los sitios donde
Doebley (2006) propone que puede existir una amplia diversidad de centros de domesti- se han encontrado restos arqueológicos en las tierras bajas Neotropicales, que son parte de las
cación. Se trata de regiones variables en su extensión geográfica, el número y diversidad evidencias del origen independiente de la agricultura en esa región. Estas muestran los regis-
de especies domesticadas localmente y su potencial relativo como fuentes de alimentos tros de cultivos de Mesoamérica y Sudamérica, que datan de hasta más de 10 000 años antes
para los sistemas de producción de alimentos locales, regionales o mundiales. También del presente para el caso de varias Cucurbitáceas en el caso de Las Vegas, Ecuador, o más de
varía en ellas la velocidad en la que se desarrollaron economías basadas en especies do- 9 000 años en Siches y el Valle de Zaña en el Norte del Perú. También registra el surgimiento
mesticadas y en qué tanto se expandieron a regiones adyacentes (Smith, 1998; Piperno y de cultivos como el calabazo (Lagenaria siceraria), pallares (Phaseolus lunatus), maní (Arachis
Pearsall, 1998). hypogaea), entre otros (Cuadro 6.2).
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
174 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 175

Cuadro 6.2. Presencia de plantas cultivadas y cronología (Modificado de Piperno, 2011).


Distribución latitudinal de los
centros de origen de plantas cultivadas
Sitio Antigüedad Plantas cultivadas
México:
Guerrero 7920 ± 40 AP Maíz
Refugio Xihuatextla 8969-8940 Maíz Vavilov (1926, 1992) reconoció la importancia de las zonas montañosas como sitios importan-
Tabasco tes de origen de plantas cultivadas, debido a la gran heterogeneidad ambiental y diversidad
San Andrés 6208 ± 47 AP Maíz de adaptaciones que influye la topografía montañosa. Identificó que tal heterogeneidad no es
Panamá únicamente debida a las condiciones ambientales sino también a factores históricos, pues las
Pacífico central grandes culturas que las conformaron se hallaban distribuidas aisladamente. También señaló
Refugio Aguadulce 8600 AP Cucurbita moschata, lgenaria que los centros de origen de plantas cultivadas se distribuyen principalmente en regiones mon-
7061 ± 81 AP Maíz
tañosas de la región inter-tropical. Son los casos de regiones que poseen gran diversidad de
5700 AP Dioscorea trífida
Cueva de Ladrones 6860 ± 90 AP Maíz plantas que brindan alimentos, fibras o medicinas a las poblaciones establecidas en zonas de
Cerro Mangote 6810 ± 110 Maíz Australia, el sur de África o las selvas tropicales de América del Sur, África y Asia, pero donde no
Panamá oriental hay indicios de domesticación, o donde solo algunas especies han sido recientemente maneja-
Refugio Chiriqui 6560 ± 120 AP Arrurruz, maíz das y domesticadas (Hawkes, 1997). Las zonas con mayor diversidad de plantas silvestres no
5600 AP Mandioca necesariamente han sido las regiones de origen de plantas cultivadas. Esta alta diversidad se
Hornito 6270 ± 270 Maíz encuentra entre los 45-50º de latitud norte y 35-40 ° de latitud sur. Sin embargo, solo en ciertas
Colombia áreas de esta región se observan plantas que han sido domesticadas. En todos los casos, los
Valle del Porce 6289 ± 120 a 5880 ± 80 AP Maíz
orígenes de la agricultura y la diversidad primitiva se produjeron en las regiones altas y comple-
Valle del Cauca
El Jazmín 7590 ± 90 AP Dioscorea trífida ¿? jos de montaña (Hawkes, 1997).
7000-5000 BP Maíz
Hawkes (1997) propuso que debido a la abundancia de recursos durante todo el año en las
El Recreo 7980 ± 120 y 7830 ± 140 AP C. moschata, Persea americana
selvas tropicales, y la escasez de plantas comestibles en las llanuras y montañas del sur de Euro-
9001-8674 AP Cucurbitaceae
Hacienda Lusitania >5150 ± 180 AP Maíz pa, en estas regiones no se habrían domesticado plantas. Por el contrario, en las altas montañas
Hacienda El Dorado 6680 ± 230 AP Maíz entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio se han domesticado la mayor parte de los cultivos
Alto Valle del Cauca 9530 ± 100 AP Lagenaria, Cucurbita, P. americana, Ma- del mundo. Ahí las condiciones extremas de clima y altitud, la marcada estacionalidad, la amplia
rantha arundinacea variación de temperaturas y precipitaciones y la heterogeneidad fisiográfica habrían propiciado
Amazonia colombiana
la diversidad de variantes dentro de especies de cereales y legumbres cuyas semillas habrían
Peña Roja 8090 ± 60 AP Cucurbita, lagenaria
sido muy apreciadas por los seres humanos. En estas regiones los pobladores habrían ejercido
Abeja >4695 ± 40 AP Maíz, mandioca
Ecuador suroeste constante presión de selección sobre estas plantas y su interés habría resultado en la detección
OGSE-80 OGSE-67 10130 ± 40 a 9320 ± 250 AP Cucurbita ecuadorensis de variantes de fácil recolección que posteriormente serían cultivadas y domesticadas.
Perú norte
Valle de Zaña 9240 ± 50 C. moschata
7840 ± 40 AP Arachis sp. Genética molecular
5490 ± 60 AP
Ca 7500 AP
Algodón
Mandioca
y centros de origen de la domesticación
8210 ± 180 C. moschata, Arachis, Phaseolus, Inga
feuillei Actualmente la genética molecular permite complementar la interpretación de los estudios
7150 ± 120 Coca (Erythrxylon novagranatense) arqueológicos (Zeder, 2006). Contribuye significativamente a identificar los parientes silvestres
Siches 9533 ± 65 AP Cucurbita de los cultivos, así como a precisar información sobre la ubicación de las áreas geográficas
Costa sur de Perú que aportaron los primeros organismos domesticados para diversos cultivos. La genética de
La Paloma Ca 7800 AP Lagenaria
poblaciones permite documentar mecanismos evolutivos asociados al manejo humano, cómo
5070 ± 40 Cucurbita ficifolia
2400-4700 Phaseolus lunaus, Cucurbita spp. Psi-
se moldea y distribuye espacialmente la diversidad genética y cómo interactúan las poblacio-
dium guajava nes cultivadas y silvestres. Los patrones actuales de la distribución espacial de la diversidad
Chilca I 5616 ± 57 P. lunatus genética constituyen un reflejo de los procesos ecológicos y culturales que los influyeron en
4400 P. lunatus, Achira, Pachyrrizus ahipa el pasado.
Quebrada Jaguay 7660 ± 50 AP Lagenaria
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
176 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 177

De acuerdo con Zohary (1996, 1999), existen tres principales fuentes de evidencias que con- al., 1998) que ayuden a interpretar procesos que influyeron sobre las poblaciones para llegar a
tribuyen a contestar la pregunta de dónde se originaron los procesos de domesticación de su estado actual de distribución geográfica. Basa su análisis en la interpretación de patrones
una especie: 1) la identificación de la ocurrencia e intensidad de efectos fundadores; la mayor de congruencia o incongruencia entre la distribución geográfica de haplotipos y sus relaciones
o menor intensidad en la reducción de diversidad genética bajo cultivo con respecto a po- genealógicas (Schaal et al., 1998). Asimismo, como parte de la biogeografía histórica, propor-
blaciones silvestres puede reflejar un único evento de domesticación, o múltiples eventos en ciona información útil para analizar el papel de la vicarianza y los escenarios de dispersión para
diferentes sitios, respectivamente; 2) la identificación de caracteres domesticados y cómo son explicar la distribución geográfica de caracteres genéticos (Avise, 2000). Así, la filogeografía
genéticamente controlados; si en diferentes variedades de un cultivo un carácter domesticado ayuda a interpretar los patrones de distribución geográfica de haplotipos y sus relaciones ge-
es influenciado por una o varias combinaciones de genes, o por diferentes mutaciones, la infor- nealógicas (Schaal et al., 1998).
mación sugiere un único o múltiples orígenes, respectivamente y 3) la existencia de diversidad
Para los estudios de los procesos de domesticación, la filogeografía aporta una nueva forma
de especies emparentadas con el cultivo; en este caso, si la fuente silvestre posee diferentes
de ver el rol del flujo génico en la estructuración de las poblaciones vegetales, y ofrece la po-
taxa candidatos a domesticar, y solo uno de ellos es domesticado, la información sugiere un
sibilidad de distinguir entre eventos históricos y actuales de flujo génico, y patrones causados
único o muy pocos eventos de domesticación, y viceversa.
por polimorfismos ancestrales (Schaal et al., 1998). Ello puede ayudar a discernir entre el papel
La genética de poblaciones permite analizar la distribución espacial de la variabilidad genéti- del ser humano y eventos naturales que influyeron en el movimiento histórico de los individuos
ca de una especie e identificar sitios de alta diversidad genética en poblaciones silvestres, ade- de una especie en el espacio. En el caso de plantas cultivadas, se asume que la variación ge-
más de regiones con poblaciones manejadas con mayores o menores efectos de cuello de bo- nética que se espera encontrar en los cultivos es un reflejo de procesos históricos asociados a
tella (Doebley, 1992; Doebley et al., 2006), las cuales pueden derivarse a su vez de uno o varios la domesticación, así como al origen geográfico de las poblaciones cultivadas (Miller y Schaal,
efectos fundadores (Mayr, 1942; Gross y Olsen, 2010). Las poblaciones domesticadas pueden 2005).
ser o no simpátricas con las silvestres, y el nivel de diferenciación y variación en las frecuencias
La aplicación de la filogeografía al estudio de la evolución de plantas es relativamente recien-
génicas puede revelar el grado de intensidad de manejo y domesticación, información que en
te, siendo aún escasos los estudios bajo este enfoque, y más aún en estudios de evolución de
su conjunto puede contribuir a identificar el centro de origen de un proceso de domesticación.
plantas cultivadas. Los estudios que se han hecho sugieren que este enfoque constituye una
Más recientemente, la filogeografía comienza a hacer contribuciones refinadas sobre las áreas
herramienta de gran utilidad para resolver preguntas referentes a flujo génico y diferenciación
de origen y rutas de difusión de haplotipos característicos de organismos domesticados, lo
tanto dentro como entre especies, brindando así buenas oportunidades para analizar escena-
que permitirá documentar suficientes estudios de caso para proponer patrones históricos en
rios de cómo se llevaron a cabo los pasos evolutivos que siguieron las especies estudiadas
diversos contextos geográficos y culturales.
para llegar a su distribución actual.
La filogeografía es el estudio de los principios que rigen las distribuciones geográficas de los
Además del origen geográfico de una planta cultivada, una pregunta que ha llamado la aten-
linajes genealógicos, especialmente aquellos dentro de, y entre, especies emparentadas (Avise,
ción en los estudios de domesticación es si la especie proviene de un único evento de domes-
2000). Es una disciplina integradora que establece puentes entre las disciplinas microevoluti-
ticación o si esta fue domesticada varias veces en diferentes lugares (Diamond, 2002). Zohary
vas (etología, demografía, genética de poblaciones) y las macroevolutivas (geografía históri-
(1999) lo denomina procesos monofilético y polifilético, respectivamente. Diamond (2002) pro-
ca, paleontología, biología filogenética) a través de la genética molecular (Vásquez, 2008). Ha
pone que los eventos únicos de domesticación son procesos más extendidos en los principales
permitido conexiones empíricas y conceptuales entre la biología filogenética y la genética de
cultivos de Eurasia, mientras que la mayoría de los cultivos del Nuevo Mundo son procesos
poblaciones (Avise, 2000). Y ha contribuido grandemente la teoría de la coalescencia (Schaal et
múltiples e independientes. En el primer caso, el movimiento de difusión de plantas cultivadas
al., 1998) en el análisis e interpretación de genealogías génicas para hacer inferencias acerca
se habría dado, según este autor, sobre un eje este-oeste, por la facilidad de adaptación de
de los procesos de genética de poblaciones. Esta teoría considera que usualmente es más
cultivos dentro de una misma latitud, mientras que la expansión de la agricultura en el Nuevo
fácil modelar una genealogía hacia atrás en el tiempo, y que las mutaciones selectivamente
Mundo se habría realizado más lentamente sobre un eje norte-sur.
neutrales pueden ser superpuestas a tales modelos (Nordborg, 2001). Los procesos de coa-
lescencia en poblaciones naturales permiten visualizar las conexiones filogenéticas entre ge- La información que proveen los marcadores moleculares contribuye a sustentar el origen
notipos dentro de una especie, mediante el análisis de rutas verticales de descendencia, pues único de algunos cultivos, lo que ha sido también respaldado por evidencias arqueológicas.
visto en retrospectiva los haplotipos de cualquier gen nuclear eventualmente coalescen en el Sin embargo, Fuller et al. (2011) discuten si las evidencias arqueológicas encontradas en el
ancestro común (Vásquez, 2008). El tiempo de coalescencia depende de fluctuaciones en el corazón del Creciente Fértil sustentan acertadamente que sea un centro de origen nuclear de
tamaño poblacional, la selección natural o variaciones en el flujo génico. Para la filogeografía, esta amplia gama de cultivos. Estos autores basan su argumento en errores de determinación
la teoría de coalescencia ha permitido evaluar los procesos de ramificación de árboles de ge- de restos arqueológicos fuera de esta región, los cuales han sido caracterizados como silves-
nes, considerando explícitamente la historia genealógica de los alelos (Vásquez, 2008; Hudson, tres cuando cuentan con características de taxa domesticados o semidomesticados, lo cual
1990; Nordborg, 2001). De esta manera, la filogeografía busca construir genealogías génicas ha desestimado la posible existencia de otras áreas de origen de plantas cultivadas. Fuller et
que puedan proporcionar aproximaciones históricas de procesos intraespecíficos (Schaal et al. (2011) sostienen que tanto en el Viejo Mundo como en el continente americano son más
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
178 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 179

probables los patrones difusos o de no-centros propuestos por Harlan (1971). Es decir, tanto la En el caso del maíz, el estudio filogenético con microsatélites de Matsuoka et al. (2002), utilizan-
domesticación de cultivos como de ganado habría ocurrido en diferentes partes, por diferentes do accesiones de este cultivo y de dos teocintles (Z. mays subsp. parviglumis y Z. mays subsp.
grupos culturales y, contrariamente a lo usualmente propuesto, se habrían integrado posterior- mexicana), mostró que este cultivo es un único linaje filogenético que deriva de Z. mays subsp.
mente al “corazón” del Creciente Fértil, difundiéndose desde el exterior. parviglumis, cuya domesticación se habría llevado a cabo en la región central del Río Balsas. La
diversificación ocurrió hacia el oeste y norte de México y hacia el sur, llegando hasta los Andes.

Eventos únicos de domesticación Olsen y Schaal (1999) estudiaron la filogeografía de Manihot esculenta, M. pruinosus y M.
esculenta subsp. flabellifolia, encontrando que la especie cultivada se originó de la subespecie
flabellifolia, observándose que los haplotipos compartidos se distribuyen restringidamente a los
largo del límite sur de la cuenca del Río Amazonas (Mato Grosso, Rondonia y Acre, en Brasil),
Eurasia: Cercano Oriente indicando que esta es la región de origen de la especie cultivada, habiéndose extendido hacia
el oeste, incluyendo poblaciones silvestres del Perú.
Existe una amplia gama de marcadores moleculares para diversas especies de cultivos que
permiten examinar la diversidad genética de estos y sus parientes silvestres a un nivel muy
detallado (Olsen y Gross, 2008). Es un común denominador encontrar un patrón de similitud Eventos múltiples de domesticación
genética de los cultivos con respecto a un espacio geográfico reducido donde se distribuyen
sus parientes silvestres, lo que se considera una evidencia de un único evento de domestica- La ubicación geográfica de los sitios de origen de algunos cultivos no siempre coincide con
ción en una delimitada zona geográfica. El Creciente Fértil es uno de los centros con mayores los escenarios que revelan los restos arqueológicos (Olsen y Gross, 2008). Estudios con nueva
evidencias de orígenes de cultivos bajo patrones de un único evento de domesticación; es el evidencia arqueológica y análisis de distribución pasada y presente de los parientes silvestres
caso de la mayoría de los “cultivos fundadores” (Badr et al., 2000; Zohary y Hopf, 1993). Sin de los “cultivos fundadores” en el Viejo Mundo sugieren que la ocurrencia de eventos múltiples
embargo, son aún pocos los estudios filogeográficos o filogenéticos que sustenten los oríge- de domesticación es más probable de lo que se pensaba. Existe también nueva evidencia
nes por eventos únicos. Entre estos están el de Ozkan et al. (2002), quien propone que el sitio sobre los patrones de diversidad genética y su distribución de especies cultivadas y parientes
de origen del trigo cultivado (Triticum aestivum, T.dicoccum) coincide con el centro de origen silvestres que lo apoyan (Willcox, 2005).
de los “cultivos fundadores”. El origen de este cultivo está definido en el sureste de Turquía, y Shaisho y Purugganan (2007) sustentaron el origen múltiple de la cebada, Hordeum vulgare,
respalda la hipótesis de que la agricultura se originó en los alrededores de esa región, cerca de mediante un análisis filogeográfico y de características morfológicas, identificando una consi-
las riberas del Tigris y Éufrates (Heun et al., 1997). derable diferenciación y aislamiento de dos centros de origen de la cebada: el del Creciente
Allaby et al. (2005) encontraron también evidencia del origen monofilético del lino, Linum Fértil (Turquía, Siria, Irak y el Cáucaso), que dio origen a la cebada de Europa y África del Norte;
usitatissimum, a partir de L. angustifolium. Los patrones de distribución de la variabilidad de y el de la Meseta Iraní (Irán, Afganistán, Pakistán, y Cachemira), que dio origen a la cebada
esta especie muestran dos grupos, uno de Europa Oriental y Occidental, y otro del Cercano asiática. Además, la cebada domesticada en China, India, y las regiones Himalaya son genéti-
Oriente y África. Sin embargo, la muestra analizada es pequeña para establecer diferencias sig- camente, y en algunos casos morfológicamente, diferentes a los encontrados en el occidente.
nificativas entre los grupos y definir con claridad el origen geográfico del cultivo. Los caracteres Besnard et al. (2002) analizaron la filogeografía de genotipos de Olea europaea y especies
ancestrales de la región del Cercano Oriente sustentan el origen en esta región, particularmente emparentadas, identificando cinco grupos genéticos diferenciados, uno distribuido en el cen-
el sureste de Turquía. tro y sur de África, otro en Asia, un tercero de noroeste de África, otro clado que agrupa las
Para Lens culinaris, Mayer y Soltis (1994) determinaron claramente que el pariente silvestre del Mediterráneo y el Sahara, y finalmente el grupo del oeste del Mediterráneo. El clado del
es Lens culinaris subsp. orientalis, de distribución restringida en la región Occidental de Asia, Asia, que corresponde a Olea cuspidata y O. chrysophylla es muy diferente al que agrupa a los
norte de África y el Mediterráneo. otros cuatro. Los cultivares de olivo se hallan en el gran clado correspondiente a la región del
Mediterráneo y Sahara y del oeste del Mediterráneo. Puesto que los olivos cultivados incluyen
En el continente americano destaca el ejemplo de la papa, un cultivo que comprende 7 es- materiales de migraciones continuas y son interfértiles, el patrón encontrado no es muy claro,
pecies del género Solanum. Spooner et al. (2005) realizaron un análisis filogenético con acce- pero sustenta un origen múltiple del cultivo, apoyando el trabajo de Besnard y Berville (2000).
siones de especies cultivadas y silvestres de las secciones Petota y Eutuberosum. Encontraron También apoya el trabajo de Contento et al. (2002), quienes, mediante un análisis de familias
que las variedades nativas formaban un clado monofilético derivado del complejo Solanum genotípicas de Olea europea, encontraron diferentes cultivares de olivo en tres grupos clara-
brevicaule, especies agrupadas recientemente dentro de S. bukasovii. Concluyeron que la dis- mente definidos, y proponen un origen polifilético de este cultivo.
tribución actual de este cultivo por la cordillera de los Andes se difundió de norte a sur, y se sus-
tenta que la distribución geográfica del complejo de especies silvestres que dio origen a este Londo et al. (2006) analizaron la distribución de Oryza rubipogon, pariente silvestre del arroz,
cultivo se distribuye de la región Central de Perú, Bolivia y el norte de Argentina (Ugent, 1970). y accesiones de arroz cultivado, Oryza sativa, encontrando que O. rubipogon es originaria de la
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India e Indochina, y que la subespecie O. s. japonica se domesticó a partir de esta en el sur de mérica, que sustentan un origen múltiple (Roullier et al., 2013). Sin embargo, los autores no lo-
China y Taiwán. El estudio también sustenta un segundo origen basado en similitudes haplotí- gran proponer sitios precisos debido a la dificultad de identificar al ancestro directo. Reconocen
picas entre Oriza rubipogon y Oriza sativa subsp. indica en zonas de la India e Indochina. Las a I. trifida como el más cercano, y plantean la posibilidad de que exista I. batatas silvestre, cuya
diferencias entre los haplotipos que caracterizan a estos grupos sustentan la hipótesis de que hibridación podría haber originado este cultivo poliploide. Asimismo, los resultados encontra-
O. sativa subsp. indica fue domesticada en un área separada a la subespecie japonica. dos por Roullier et al. (2013) sugieren que los dos grupos genéticos encontrados pudieron estar
en contacto luego de la domesticación, producto del movimiento humano, lo cual se revela por
Para los cultivos americanos, el origen por múltiples eventos de domesticación suele ser
la mezcla de marcadores encontrados en las zonas de contacto.
más común y está bien documentado en especies cercanamente emparentadas (Chacón et al.,
2005) como las diferentes especies de calabazas, el algodón (Gossypium hirsutum y G. barba- Miller y Schaal (2006) realizaron un estudio filogeográfico sobre la domesticación de la Spon-
dense) y los amarantos (Amaranthus hypocondriacus, A. cruenntus y A. caudatus). En el caso dias purpurea “jocote” o “ciruela mexicana”, determinando que el posible ancestro es la misma
de Cucurbita spp., se han identificado hasta seis eventos independientes de domesticación de especie silvestre, e identificaron dos grupos: uno ubicado en el oeste de México Central y otro
estas especies, Cucurbita pepo habría sido domesticada más de una vez (Sanjur et al., 2002). que va del Sur de México hacia Centroamérica, proponiendo que esta especie se domesticó
La zona potencial de domesticación C. pepo subsp. ovifera, es el oriente de Estados Unidos, más de una vez en Mesoamérica. Destaca el hecho de que es posible encontrar posibles cen-
extendiéndose hasta el noreste de México. El probable ancestro silvestre es C. pepo subsp. tros de origen de cultivos en espacios geográficos relativamente pequeños, y con mayor proba-
fraterna y probablemente se encuentra en el sur de México. C. moschata y C. máxima se do- bilidad en especies cuyos parientes silvestres tienen una distribución continental.
mesticaron en Sudamérica, y C. argyrosperma y C. sororia en México.
Amaranthus hypocondriacus, A. cruentus y A. caudatus son especies de gran importancia,
tanto en Mesoamérica como en Sudamérica, que provendrían de ancestros silvestres diferentes
Centros de origen y patrones
del complejo A. hybridus (A. hybridus, A. quitensis y A. powellii). Un estudio sobre la filogenia de distribución de parientes silvestres.
de este género por Mallory et al. (2008) propone que el origen de estos cultivos sería a partir
de un único ancestro, A.hybridus, pero mediante eventos múltiples e independientes de do- Para Eurasia, Zohary (1999) sugirió que los ancestros silvestres de los “cultivos fundadores”
mesticación. A. hypocondriacus en el centro de México, A. cruentus entre México y el norte de (Zohary y Hopf, 1993) trigo (Triticum turgidum subsp. dicoccum, T. monoccocum), guisantes
Centroamérica, y A. caudatus en el sur de los Andes. (Pisum sativum), lentejas (Lens culinaris) y el yero (Vicia ercilia), fueron domesticados una o
pocas veces entre Turquía e Irán. En esta región coexistieron con trigos silvestres (Triticum
Estudios de diversidad genética de Gossypium barbadense y Gossypium hirsutum, sus culti- urartu, T. boeoticum, T. dicoccoides, Aegilops tauschii) (Ozkan et al., 2002). En esta zona se en-
vos, sus formas más primitivas bajo cultivo, y especies emparentadas, han contribuido a pro- cuentran las cebadas silvestres (Hordeum spontaneum y Hordeum vulgare subsp. spontaneum)
poner aproximaciones sobre sus orígenes. En G. barbadense, Westengen et al. (2005) deter- y centeno silvestre (Secale vavilovii), por lo que después de la domesticación de los cultivos
minaron una diversidad especialmente alta en la costa del noroeste del Perú y suroeste de fundadores, ocurrió una rápida expansión de la domesticación de otros cultivos. Los parientes
Ecuador, las que se consideran basales con respecto a las de otras áreas, y sustenta que esta silvestres de garbanzos (Cicer arietinum) y de especies muy cercanamente emparentadas de
región sería el centro de domesticación de G. barbadense, y que el cultivo se expandió hacia el Pisum, P. sativum subsp. syriacum, que comparte su distribución con P. sativum subsp. eliatus,
norte, hasta las islas del caribe y costa del Pacífico, y hacia el oeste y sur, a través de los Andes. P. fulvum tenían una distribución aún más restringida en el sureste de Turquía (Zohary, 1996).
Brubaker y Wendel (1994) identificaron, para G. hirsutum, dos grupos filogenéticos, siendo el
posible centro de domesticación el grupo correspondiente a las costas de Yucatán, México, de Los eventos únicos de domesticación ocurrieron tanto en Eurasia como en América, y al
donde se distribuyó al sur de México, Guatemala, Honduras y Nicaragua. parecer se asocian con la distribución limitada de los parientes silvestres de tales cultivos y
la concentración de diversidad de especies emparentadas. Así se ha observado en el caso de
El cultivo de Phaseolus vulgaris habría tenido eventos independientes de domesticación en los especies silvestres de trigo (Ozkan et al., 2002) y en el maíz en Mesoamérica, las papas en la re-
Andes y en Mesoamérica (Chacón et al., 2005; Bitocchi et al., 2013). Los escenarios de ambos gión andina y la yuca en la Amazonía. En el caso de la papa, aunque los parientes silvestres for-
trabajos concuerdan en la ocurrencia de un único evento de domesticación en los Andes (sur de man un complejo, su distribución limitada habría propiciado un único evento de domesticación.
Perú o norte de Argentina), debido al fuerte efecto de cuello de botella detectado por la reducida
diversidad genética de los acervos genéticos estudiados. Pero aún está abierta la discusión de si En el caso de Linum usitatissimum, especie silvestre, había dudas sobre su origen único debido a
ocurrió un único o eventos múltiples de domesticación en Mesoamérica. Bitocchi propone al Valle su amplia distribución (Allaby et al., 2005) y estudios que mostraban diversos agrupamientos geo-
de Oaxaca, en México, como posible centro de origen del cultivo del frijol en Mesoamérica. Existe gráficos (Fu, 2005). Sin embargo, las evidencias que sustentan un único evento de domesticación
evidencia arqueológica que respalda la propuesta de Chacón et al. (2015) de que la domesticación en el Cercano Oriente, debido a la concentración de diversidad y prácticas asociadas al cultivo de
del frijol ocurrió en los Andes unos 2000 años antes que en Mesoamérica (Kaplan y Lynch, 1999). diferentes especies en un área restringida, parece similar a lo ocurrido con los “cultivos fundadores”.

Los parientes silvestres del camote Ipomoea batatas tienen una amplia distribución y se han La domesticación por múltiples eventos aislados ha suscitado varias hipótesis. Allaby (2005)
identificado dos linajes genéticos, uno en la región caribeña/centroamericana y otro en Suda- calculó, mediante simulaciones, que en periodos suficientemente prolongados de domestica-
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
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ción las posibles evidencias genéticas de un origen polifilético o múltiple se pueden perder por de la adaptación a diferentes ambientes, sino el resultado de la interacción hombre-naturaleza,
efecto de deriva génica, que eliminaría las huellas de múltiples domesticaciones en poblaciones así como la adaptación a los requerimientos de ambos (Harlan, 1975), lo cual, combinado con
con tamaños efectivos reducidos. Sin embargo, como mencionan Olsen y Gross (2008), es el intercambio tradicional entre agricultores, contribuye incrementar la diversidad genética de
necesario complementar esta información con evidencia arqueológica que permita una recons- los cultivos (Altieri y Merrick, 1987). Más aún, si se enmarca esta diversificación en el contexto
trucción más precisa de los contextos que dieron origen a la agricultura. de gran diversidad de ecosistemas y culturas donde se originaron estos cultivos, se entiende
el surgimiento y mantenimiento de una gran variabilidad genética y morfológica como producto
Los casos de domesticación múltiple también existen en Eurasia y en América. En todos los
de prácticas tradicionales como las que se han documentado en la actualidad en Mesoamérica
centros de origen estos eventos parecen relacionarse con la amplia distribución geográfica de
(Otero-Arnaiz et al., 2005; Casas et al., 2006; Parra et al., 2007).
los parientes silvestres. Los centros de origen de la cebada identificados por Saisho y Purugga-
nan (2007) están en el rango de distribución de la cebada silvestre, desde la cuenca oriental del Para Manihot esculenta, se ha documentado que las prácticas tradicionales combinan la pro-
Mediterráneo hasta el Tibet, como lo describieron Zohary y Hopf (1993). En el caso del arroz es pagación de estructuras vegetativas y la tolerancia de plántulas establecidas por semillas en
amplia la distribución de la especie silvestre Oryza rubipogon desde el sureste de China hasta el cultivo (Elias et al., 2001, 2004), contribuyendo a mantener e incrementar la variabilidad. De
la más occidental de la India. Aunque el estudio de O. sativa por Gao e Innan (2008) puso en manera similar ocurre con el cultivo de la papa, donde se combinan la propagación vía sexual
duda el origen múltiple, otras evidencias sustentan un origen múltiple del arroz y otros cultivos. y vegetativa (Sukhotu et al., 2005) y estaría contribuyendo a esta diversificación. En este último
caso ha sido particularmente importante el cultivo mediante manejo vertical que se dio, y se
El gran escenario de domesticaciones múltiples es el continente americano. Es muy claro en
sigue dando, de variedades nativas en múltiples pisos ecológicos en la región andina (Murra,
el caso de Phaseolus vulgaris silvestre, cuya distribución es amplia, desde las tierras altas de
1975). Brush (1991) menciona cómo tanto el cultivo tradicional de la papa como del maíz han
Mesoamérica hasta Panamá y la región sur de los Andes. Lo es también la distribución de la di-
contribuido a la conservación de gran número de variedades nativas de estos cultivos, así como
versidad de especies del género Cucurbita desde el sureste de Estados Unidos hasta el sur de
su diversificación. Ello sería producto de la selección artificial tradicional dirigida a favorecer
los Andes Centrales. Un patrón similar de distribución presentan las especies ancestrales del
múltiples variantes, de acuerdo con el patrón de uso múltiple de recursos y ecosistemas como el
algodón cultivado y de amaranto. Más aún, el estudio de Miller y Schaal (2006) sobre Spondias
que todavía se practica tradicionalmente por pobladores mesoamericanos (Toledo et al., 2002).
purpurea ha permitido visualizar dentro de centros pequeños como Mesoamérica, donde se
puede identificar más de un área generatriz de procesos de domesticación. Por lo tanto, la am- El otro componente de la difusión y extensión de los cultivos, tanto mesoamericanos como
plia distribución geográfica y la riqueza de especies silvestres, así como la diversidad de grupos sudamericanos, es el movimiento sobre un eje longitudinal (Harris, 2005), es decir, de norte-sur
culturales en Mesoamérica y la región andina (Harlan, 1976), han contribuido a la domesticación o viceversa (Diamond, 2002), con una posible área de contacto entre las sociedades agrícolas
y diversificación independiente de varios cultivos. de las Américas del Norte y Sur. En América, la difusión de la domesticación ocurrió sobre un
eje norte-sur a gran velocidad, producto del movimiento de importantes grupos culturales que
dieron origen a las grandes civilizaciones en Mesoamérica y a región Andina. Heiser (1965) apo-
Difusión cultural y expansión de la agricultura. ya esta hipótesis de rápida difusión con base en las evidencias arqueológicas que hay desde
la época de Chard (1950), que sustentarían un intercambio temprano y significativo entre las
Diamond (2002) propuso que la difusión de cultivos ocurrió sobre un eje este-oeste en Eurasia, regiones medias de América y los centros de origen en Perú. En los cultivos americanos, si bien
y que una vez que las plantas silvestres se domesticaron, se expandieron rápidamente. Los las evidencias pueden no ser concluyentes, ciertos aspectos habrían sido cruciales para la in-
trabajos al respecto confirman este movimiento en el Cercano Oriente. Es a partir de esta región troducción rápida y exitosa de cultivos en nuevas áreas (Heiser, 1965) sobre un eje longitudinal
que se difundió la agricultura hacia el occidente, sobre la cuenca del Mediterráneo, y hacia el principal. En primer lugar, era esencial la facilidad y eficiencia de transporte que conservara la
oriente, hacia el sureste de China y el subcontinente Indio. Como menciona Harris (2005), el viabilidad del propágulo del cultivo en cuestión, lo cual habría sido fácil en distancias cortas.
sistema productivo agropastoril y de gran balance nutricional del suroeste asiático presenta el Es evidente que los cultivos se distribuyeron ampliamente a través de las dos Américas, y de
caso de mayor expansión, habiéndose difundido latitudinalmente unos 5000 kilómetros hacia el México a Estados Unidos. En segundo lugar, el cultivo debió adaptarse óptimamente al clima y
oeste, a las costas del Atlántico del noroeste de Europa, y al este hacia el centro y sur de Asia. suelo de la nueva región. Finalmente, si un cultivo llegaba a una región donde ya habitaba una
Los cultivos de China, como el arroz y mijo, se difundieron mayormente en sentido longitudinal, cultura agrícola, la aceptación sería compleja debido a la competencia con todo un conjunto de
e individualmente, en contraste con los cultivos del sistema del suroeste asiático (Harris, 2005). cultivos ya establecidos. De lo contrario, favorecería su rápida adopción, lo que habría sucedi-
En el caso americano, la difusión de las plantas cultivadas ocurrió a través de procesos más do con los cultivos americanos y se refleja en su actual distribución.
complejos. En este caso, las prácticas de selección humana provenientes de grupos culturales Lo documentado para cultivos americanos sustenta esta difusión, como lo encontrado para
de diferentes regiones y condiciones ecológicas variables (Chacón et al., 2005) habrían provo- el frijol, cuyos restos arqueológicos muestran que su domesticación se habría producido 2000
cado la diversificación de los cultivos, como en el caso de los frijoles. De hecho, esta es una años antes en los Andes que en Mesoamérica (Kaplan y Lynch, 1999) para expandirse rápida-
de las características más interesante de los cultivos americanos. La gran diversificación se ve mente hacia el norte rumbo a Colombia, y luego llegar a Mesoamérica (Gepts et al., 1988). Asi-
reflejada en la gran cantidad de variedades nativas, cuyos genotipos son el producto no solo
Domesticación en el Continente Americano Capítulo 6.
184 Tomo 1. Manejo de biodiversidad y evolución dirigida por las culturas del Nuevo Mundo Origen y difusión de la domesticación y la agricultura en el Nuevo Mundo 185

mismo, restos arqueológicos encontrados en el centro de México y en el suroeste de Estados Bibliografía


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