Вы находитесь на странице: 1из 13

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1034/2016-S2

Sucre, 24 de octubre de 2016

SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional

Expediente: 15262-2016-31-AAC
Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución SCFI-0034/2016 de 22 de septiembre, cursante de fs.


139 a 143 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Luís Edson Ayllón Salgueiro contra Roberto Antonio
Ramírez Torres, Fiscal Departamental de Chuquisaca; Julio César
Sandoval Sandoval, Mario Franz Gonzáles Coronado, Fiscales de
Materia.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1 Contenido de la demanda

Por memoriales presentados el 4 y 11 de mayo de 2016, cursantes de fs. 72 a 80


y 84 a 87, respectivamente, el accionante expresa lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Habiendo sido absuelto por el delito de peculado y anulándose todo lo referido al


delito de incumplimiento de deberes; vale decir, que fue absuelto totalmente por
la instancia de apelación, encontrándose el Auto de Vista plenamente
ejecutoriado; en mérito a ello y existiendo grave violación a sus derechos
humanos y hechos delictivos efectivizados por parte de los Jueces del Tribunal
Segundo de Sentencia Fabiola Claros Flores y Esteban Monzón Miranda, formuló
querella penal ante el Ministerio Público por los delitos de prevaricato e
incumplimiento de deberes, haciendo conocer que encontrándose de por medio la
grave violación de Derechos Humanos, el Estado Plurinacional de Bolivia tiene la
obligación de investigar, procesar y sancionar a los responsables, citando
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sentencia
emitida en el caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras, de 29 de julio de 1988. No
obstante, la amplia y precisa fundamentación, tanto de los hechos, de los tipos

1
penales querellados y la prueba ofrecida, el Fiscal de Materia Mario Franz
Gonzáles Coronado, mediante Resolución Fiscal UN-AN-Q- 80/2015 de 12 de
octubre, dispuso desestimar la querella interpuesta por Luís Edson Ayllón
Salgueiro contra Esteban Monzón Miranda y Fabiola Claros Flores por la supuesta
comisión de los delitos incursos en los art. 173 y 154 del Código Penal (CP), por
carecer los hechos de entidad penal; es decir, que son atípicos, advirtiéndose al
querellante que tiene la posibilidad de hacer uso del recurso jerárquico en el
plazo de cinco días de su legal notificación. El 21 de octubre de 2015, se objetó la
Resolución de desestimación de querella, la misma que es remitida al Fiscal
Departamental de Chuquisaca que en suplencia legal fue asumida por Julio César
Sandoval Sandoval, que emite la Resolución Jerárquica de 29 de octubre de 2015,
que ratifica la decisión fiscal de 12 de igual mes y año, emitida por el Fiscal de
Materia Mario Franz Gonzáles Coronado, respecto del memorial de querella
interpuesto por Luís Edson Ayllon Salgueiro contra Esteban Monzón Miranda y
Fabiola Claros Flores, por la presunta comisión de los delitos de prevaricato e
incumplimiento de deberes incursos en los arts. 173 y 154 del CP, por resultar
que el hecho es atípico.

Resultando que dichas resoluciones al margen de vulnerar derechos


constitucionales, constituyen actos que pretenden cubrir bajo el manto de la
impunidad las actuaciones delictivas de los servidores públicos querellados,
siendo que el Estado es el primer llamado a reparar las violaciones de derechos
humanos que se susciten en el país, máxime cuando los mismos son productos
de transgresiones a los Tratados y Convenciones Internacionales en materia de
Derechos Humanos.

Al no existir otro medio o recurso legal para garantizar la protección inmediata así
como para restituir los derechos y garantías restringidos y suprimidos, interpone
la presente acción de amparo constitucional.

I.1.2. Derecho supuestamente vulnerado

El accionante considera lesionado su derecho al debido proceso en sus


componentes de acceso a la justicia y el “Derecho a la prueba o Derecho a
probar”, citando al efecto el art. 115.I de la Constitución Política del Estado
(CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela impetrada, disponiéndose la nulidad de la Resolución


Jerárquica de 29 de octubre de 2015 que ratifica la inadmisión, así como la
nulidad de la Resolución Fiscal UN-AN-Q- 80/2015 que desestima la querella
formulada.

I.2. Audiencia Resolución del Tribunal de garantías

2
En audiencia celebrada el 22 de septiembre de 2016, según consta en el acta de
fs. 131 a 138, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante, por intermedio de su abogado, en audiencia pública, ratificó los


términos de su memorial de acción de amparo constitucional.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Roberto Antonio Ramírez Torres, Fiscal Departamental de Chuquisaca; Julio César


Sandoval Sandoval, Fiscal Departamental de Chuquisaca en suplencia legal, y
Mario Franz Gonzáles Coronado, Fiscal de Materia por informe presentado el 22
de septiembre de 2016, cursante de fs. 120 a 129, señalaron: a) En el caso
concreto, la parte accionante pretende que la jurisdicción constitucional abra su
competencia para revisar los que ya ha sido objeto de valoración y generó una
resolución emitida conforme a ley por autoridad fiscal que desestimó una querella
interpuesta y que ante la objeción interpuesta, ratificó esa decisión mediante
Resolución Jerárquica y conforme se explicó aquello es prácticamente inadmisible,
máxime en la circunstancia actual en que la pretensión de inicio de investigación
ha sido desestimada, donde los devaneos del ahora accionante no han podido
tener éxito en forma uniforme y se tiene dispuesta la ratificatoria de la resolución
objetada mediante la emisión de resolución jerárquica; no siendo evidente que
las decisiones fiscales habrían generado alguna supuesta vulneración de
derechos y garantías; b) El instituto de la desestimación, no constituye un simple
criterio destinado a limitar a la persona el acceder al amparo que conlleva el inicio
de una investigación emergente de un bien jurídico tutelado que habría sido
objeto de vulneración por otras personas; sino que el mismo se instituye con
adecuada firmeza procesal, que obliga al Ministerio Público a constituirse en un
primer filtro de los hechos que llegan a ser puestos en conocimiento de la fiscalía,
respondiendo a alguna motivación o situación en conflicto que impulsa la
pretensión de tener atención en esta vía; por lo que dicha situación conlleva una
importante responsabilidad; dado que cada caso es objeto de análisis, para
determinar si queda justificado el procesamiento de un caso de investigación por
un hecho presuntamente delictivo; sin embargo, no todos aquellos hechos que
puedan generar algún agravio, disconformidad o la consideración de restricción
de algún derecho, están destinado a ser sustanciados en el ámbito penal público;
máxime si el principio de intervención penal mínima, establece con claridad que
ante la presencia de otras instancias que otorguen tutela al agraviado, no deben
ser dejadas de lado, para pretender que sea la instancia penal pública, la
encargada de sustanciar todos los hechos que pueden suscitar algún descontento
o afectación, puesto que ello restringiría que la competencia que se tiene
reconocida en otras esferas del derecho quede violentada por una pretensión de
acaparamiento de la acción penal pública, dado que no corresponde que esa
percepción siga generando imprecisiones en la delimitación que se tiene de la
atribuciones que cumple el Ministerio Público, cada vez que existe una decisión
con la que no se comparte y se pretende que sea la instancia fiscal, la encargada

3
de dar solución; c) No se observa la presencia de argumentos con los cuáles
pueda establecerse que la desestimación de 12 de octubre de 2015, haya sido
emitida de forma impertinente o apartada del marco de las competencias que
tiene la autoridad fiscal, tal como lo prevé el art. 55 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público (LOMP), tampoco se observa que el accionante haya ingresado
a identificar los puntos en los que podría considerarse que al momento de
emitirse la resolución jerárquica habría existido algún desfase o actuación fuera
del marco normativo con el que se intervino al momento de resolverse la objeción
presentada por el ahora accionante; quien obviamente, si asumió conocimiento y
reconoció que la Fiscalía podría ser la encargada de procesar su pretensión ante
la presentación de su querella, así como el reconocimiento que se le otorga al
superior en grado, al solicitar que la decisión de desestimación sea resuelta, ante
la interposición de su objeción; y, d) Resulta demasiado antojadizo, y no puede
encontrar mayor explicación que una imprecisa comprensión del instituto de la
desestimación y del valor que se le otorga a una resolución jerárquica,
emergentes ambas resoluciones de una valoración previa que se hace de los
antecedentes que se tienen presentados; así como el propio relato y argumentos
de los memoriales interpuestos, tanto en la querella como en la objeción; de ahí
que no se puede hablar de vulneración de los derechos y garantías a lo que alude
el accionante y que justifiquen de manera fundada su pretensión, siendo éstos
aspectos, una causal de improcedencia de la acción interpuesta.

I.2.3. Resolución

La Sala Civil, Comercial, y Familiar Primera del Tribunal Departamental de Justicia


de Chuquisaca, mediante Resolución SCFI-0034/2016 de 22 de septiembre,
cursante de fs. 139 a 143 vta., denegó la tutela, conforme los siguientes
fundamentos: 1) La Resolución Fiscal UN-AN-Q- 80/2015, es impugnada por Luís
Edson Ayllón Salgueiro, ante el Fiscal Departamental de Chuquisaca conforme a
ley, alegando vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en su vertiente
de acceso a la justicia, dejando de lado y de un “plumazo” el Auto de Vista del
Tribunal Departamental de Justicia, con desconocimiento del art. 2 de la LOMP,
transcribe parte del Auto de Vista 302/2015, cuando refiere a la existencia de
flagrante violación de los principios de contradicción y congruencia, entre la
decisión asumida y los hechos probados a la adecuación penal, por no estar
sometidos al contradictorio ni materia probatoria, sobre el que no asumió defensa
el sentenciado; concluyendo que los jueces querellados al salirse de ese marco
actuaron dolosamente, terminando pidiendo la revocatoria del auto de rechazo
impugnado; 2) Revisados los antecedentes, el Fiscal Departamental, emitió la
Resolución Jerárquica de 29 de octubre de 2015, como respuesta a la pretensión
del querellante de revocatoria del auto de rechazo de querella del Fiscal de Materia,
con los siguientes alegatos: Analizó el origen de los delitos, que merecen
investigación, juzgamiento y la imposición de una sanción, se refiere a la facultad de
la víctima para promover la acción penal en los delitos públicos o privados, en los
primeros existe la preparación del juicio oral y público, a través de la recolección de
pruebas o fase investigativa del hecho querellado, concluyendo que toda querella
debe cumplir con los requisitos previstos por el art. 290 del Código de Procedimiento

4
Penal (CPP), y 55 de la LOMP que faculta a las o los fiscales desestimar una
denuncia escrita, cuando es atípico y otros elementos propios de una acción penal
pública; y, 3) El accionante desde inicio ha estado facultado para utilizar y accionó
todos los medios legales de acceso a la justicia, como es la presentación de la
querella contra dos ciudadanos por los delitos de prevaricato e incumplimiento de
deberes, activó todos los medios de impugnación, incluso constitucionales, como la
presente acción de amparo constitucional, no existiendo ningún impedimento
para el ejercicio de este derecho; es decir, tuvo acceso a la justicia como toda
persona que tiene el interés de recibir tutela por parte del Estado, la misma no
basta con efectuar una petición velando sus pretensiones, sino toda petición está
regulada por normas sustantivas y adjetivas, la respuesta de una pretensión es
positiva o negativa. Con relación al derecho de ofrecer prueba, de los datos
traídos a esta acción de amparo constitucional, el accionante no acreditó como
las autoridades demandadas, le negaron u obstaculizado la producción de
prueba, no siendo evidente la acusación de vulneración de derechos acusados en
la presente acción de defensa. El Tribunal de garantías, advierte que las
autoridades recurridas, enmarcaron su accionar en el art. 55 de la LOMP, que
faculta desestimar las querellas cuando resultan atípicas, dando respuesta
puntual a la impugnación en el punto IV, bajo el sub título de Fundamentos de la
Resolución, por lo que no es evidente la acusación de la vulneración de derechos
acusados en esta acción tutelar.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. El 12 de octubre de 2015, el Fiscal de Materia Franz Mario Gonzáles


Coronado, pronunció Resolución UN-AN-Q- 80/2015 por la que desestimó
la querella interpuesta por Luís Edson Ayllón Salgueiro contra Esteban
Monzón Miranda y Fabiola Claros Flores por la supuesta comisión de los
delitos incursos en los arts. 173 y 154 del CP, por carecer los hechos de
entidad penal, es decir que son atípicos; sin embargo, de acuerdo a la SCP
0092/2014-S3 de 27 de octubre, el querellante tiene la posibilidad de hacer
uso del recurso jerárquico establecido en el art. 305 del CPP, en el plazo de
cinco días a partir de su legal notificación (fs. 61 y vta.).

II.2. El 29 de octubre de 2015, la Fiscalía Departamental de Chuquisaca emitió


Resolución que resuelve objeción de desestimación, por la resolvió ratificar
la decisión fiscal de 12 de octubre de 2015, emitida por el Fiscal de Materia
Mario Franz Gonzáles Coronado, respecto al memorial de querella
interpuesto por Luís Edson Ayllón Salgueiro contra Esteban Monzón
Miranda y Fabiola Claros Flores, por la presunta comisión del delito de
prevaricato e incumplimiento de deberes incursos en los arts. 173 y 154 del
CP, por resultar que el hecho es atípico (fs. 66 a 68 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

5
El accionante denuncia vulneración de su derecho al debido proceso en sus
componentes de acceso a la justicia y el “Derecho a la prueba o Derecho a
probar”; toda vez que habiendo sido ratificada por la Fiscalía Departamental de
Chuquisaca en suplencia legal la desestimación del Fiscal de Materia de 12 de
octubre de 2015, las resoluciones referidas al margen de vulnerar derechos
constitucionales, constituyen actos que pretenden dejar bajo el manto de la
impunidad las actuaciones ilegales de los servidores públicos querellados,
habiéndose transgredido Tratados y Convenciones Internacionales en materia de
Derechos Humanos.

En consecuencia, corresponde revisar si tales extremos son evidentes a fin de


conceder o denegar la tutela.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

La SCP 1311/2012 de 19 de septiembre, refirió que: “De conformidad al


art. 128 de la CPE, la acción de amparo constitucional es un
mecanismo de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidas de servidores públicos o de persona individual o
colectiva que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir derechos y garantías reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley. Ámbito de protección que
alcanza a la vulneración de Pactos y Tratados Internacionales en
materia de Derechos Humanos ratificados por el Estado conforme
se establece del tenor del art. 410 de la CPE.

En cuanto a su configuración procesal, la acción de amparo constitucional


se caracteriza por ser una acción extraordinaria de tramitación especial y
sumaria y fundamentalmente investida del principio de inmediatez en la
protección inmediata de los derechos y garantías vulnerados, no reconoce
ningún fuero, privilegio ni inmunidad respecto de las autoridades o
personas demandadas.

Asumiendo este entendimiento la SCP 0002/2012 de 13 de marzo,


en su Fundamento Jurídico III.1 precisó que: “La acción de
amparo forma parte del control reforzado de constitucionalidad o
control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse un
mecanismo constitucional inmediato de carácter preventivo y
reparador destinado a lograr la vigencia de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no
exista otro medio de protección o cuando las vías idóneas
pertinentes una vez agotadas no han restablecido el derecho
lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito,
no se puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto
tampoco otorgar la tutela’” (Razonamiento que también es recogido por

6
la SCP 1070/2014 de 10 de junio) (las negrillas son nuestras)

III.2. Sobre el derecho al debido proceso

La SCP 0119/2014-S1 de 4 de diciembre, con referencia al debido proceso


entendido como: “…el derecho de toda persona a un proceso justo y
equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido
por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos
que se hallen en una situación similar; es decir, comprende el
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias
procesales, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado
que pueda afectar esos derechos reconocidos por la Constitución
Política del Estado así como los Convenios y Tratados
Internacionales’ (SC 0683/2011-R de 16 de mayo), se encuentra
constituido por diferentes elementos entre los cuales el derecho a la
defensa; así, el art. 115.II de la CPE determina: ‘El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, oportuna,
gratuita, transparente y sin dilaciones’; entendimiento que ha sido expresado
a través de la jurisprudencia constitucional mediante las SSCCPP 0998/2014
de 5 de junio y 0380/2014, citando a las SSCC 1145/2010-R de 27 de agosto
y 0952/2002-R de 13 de agosto, estableciendo que: ‘…todo tribunal o
autoridad que tenga como facultad juzgar o imponer una sanción, está
obligado a respetar las normas del debido proceso, entre las cuales, se
encuentran el derecho a la defensa, que implica no sólo ser citado al inicio
de la acción interpuesta, sino también la notificación posterior de cada una
de las actuaciones, pues a partir de ellas, el procesado podrá presentar
todas las pruebas que considere demostrarán su inocencia, así como
también podrá presentar cuanto recurso le faculte la Ley’.

En este sentido, la SCP 1076/2013 de 16 de julio determinó: ‘La Declaración


Universal de Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en su resolución 217 A (III), de 10 de
diciembre de 1948, en su art. 7 dispone: «Todos son iguales ante la ley y
tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley».

Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, determina que


las garantías inherentes al debido proceso, no únicamente son exigibles a
nivel judicial, sino también que deben ser de obligatorio cumplimiento por
cualquier autoridad pública, señalando que: «De conformidad con la
separación de los poderes públicos que existe en el Estado de Derecho, si
bien la función jurisdiccional compete eminentemente al Poder Judicial, otros
órganos o autoridades públicas pueden ejercer funciones del mismo tipo
(...). Es decir, que cuando la Convención se refiere al derecho de toda
persona a ser oída por un “juez o tribunal competente” para la
“determinación de sus derechos”, esta expresión se refiere a cualquier
autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de

7
sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. Por la
razón mencionada, esta Corte considera que cualquier órgano del Estado
que ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, tiene la
obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido
proceso legal en los términos del artículo 8 de la Convención Americana».

(…)

Así, la jurisprudencia constitucional, ha establecido que el debido proceso


tiene una triple vertiente, toda vez que debe ser considerado como un
principio, un derecho y una garantía.

Principio, porque está dirigido a conservar el estado de inocencia de la


persona durante todo el trámite procesal, ello supone que se convierte en
una directriz de la administración de justicia que debe ser observada por
todas las autoridades y servidores públicos encargados de ejercitar la
potestad punitiva del Estado, tanto en el ámbito punitivo como en todo el
sistema administrativo sancionador.

Derecho, porque es predicable respecto de todas las personas, vincula a


todos los órganos de poder y se encuentra reconocido como un derecho
humano por los instrumentos internacionales como el Pacto de San José de
Costa Rica (art. 8.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(art. 14.2), la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 11.1), la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (art. 26) como
en los instrumentos internacionales se encuentra reconocido como un
derecho humano’.

En este entendido, la SCP 1727/2014 de 5 de septiembre, citando a la SC


0702/2011-R de 16 de mayo, en un análisis del debido proceso refirió que:
‘…los elementos que componen al debido proceso son el derecho a un
proceso público; derecho al juez natural; derecho a la igualdad procesal de
las partes; derecho a no declarar contra sí mismo; garantía de presunción de
inocencia; derecho a la comunicación previa de la acusación; derecho a la
defensa material y técnica; concesión al inculpado del tiempo y los medios
para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas; derecho a
la congruencia; derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la
motivación y congruencia de las decisiones; sin embargo, esta lista en el
marco del principio de progresividad no es limitativa, sino más bien
enunciativa, pues a ella se agregan otros elementos que hacen al debido
proceso como garantía general y que derivan del desarrollo doctrinal y
jurisprudencial de éste como medio para asegurar la realización del valor
justicia, en ese sentido la Corte Interamericana de derechos Humanos, en la
Opinión Consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999, ha manifestado: «En
opinión de esta Corte, para que exista “debido proceso legal” es
preciso que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y
defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de

8
igualdad procesal con otros justiciables. Al efecto, es útil recordar
que el proceso es un medio para asegurar, en la mayor medida
posible, la solución justa de una controversia”’ (las negrillas nos
corresponde)

III.3. La tutela judicial efectiva

La SCP 0195/2014 de 30 de enero, con referencia a la tutela judicial


efectiva recoge los razonamientos de la SC 0492/2011-R de 25 de abril,
que señala: “…La jurisprudencia constitucional contendida en la SC
0600/2003-R de 6 de mayo, señaló que: «…según la norma prevista por el
art. 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica, «toda persona tiene derecho
a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecidas con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter»,
como podrá advertirse la norma transcrita consagra dos derechos humanos
de la persona: 1) el derecho de acceso a la justicia; y 2) el derecho al
debido proceso, entendiéndose por aquélla la potestad, capacidad y
facultad que tiene toda persona para acudir ante la autoridad
jurisdiccional competente para demandar que se preserve o
restablezca una situación jurídica perturbada o violada que
lesiona o desconoce sus derechos e intereses, a objeto de lograr,
previo proceso, una decisión judicial que modifique dicha
situación jurídica. Conocido también en la legislación comparada como
“derecho a la jurisdicción” (art. 24 de la Constitución Española), es un
derecho de prestación que se lo ejerce conforme a los procedimientos
jurisdiccionales previstos por el legislador, en los que se establecen los
requisitos, condiciones y consecuencias del acceso a la justicia; por lo
mismo, tiene como contenido esencial el libre acceso al proceso, el derecho
de defensa, el derecho al pronunciamiento judicial sobre el fondo de la
pretensión planteada en la demanda, el derecho a la ejecución de las
sentencias y resoluciones ejecutoriadas, el derecho de acceso a los
recursos previstos por ley. Finalmente, este derecho está íntimamente
relacionado con el derecho al debido proceso y la igualdad procesal»” (las
negrillas fueron agregadas).

III.4. Sobre la labor de revisión de interpretación de la legalidad


ordinaria en el ámbito constitucional

La SCP 0934/2016-S2 de 5 de octubre, sobre la labor de revisión de


interpretación de la legalidad ordinaria en el ámbito constitucional, señala:
“Con relación a la labor de revisión de la interpretación de la legalidad
ordinaria, la SCP 0115/2016-S1 de 29 de enero, citando a la SCP
1748/2011-R de 7 de noviembre, señala lo siguiente: ‘…La interpretación
de las normas legales infra constitucionales, de manera general, es

9
atribución exclusiva de los jueces y tribunales ordinarios; así, a través de la
presente acción tutelar, no es posible que esta labor sea conocida por la
jurisdicción constitucional como una instancia de casación adicional o
complementaria ante la que pueda solicitarse un nuevo análisis de la
interpretación efectuada, salvo que la problemática concreta
adquiera relevancia constitucional, cuando se advierta afectación
a algún derecho fundamental o garantía constitucional y un
evidente desconocimiento de los principios rectores en los que se
fundamenta la jurisdicción ordinaria...

Articulando el razonamiento anterior, la interpretación de la legalidad


ordinaria le corresponde a las autoridades judiciales o administrativas,
debiendo toda supuesta inobservancia o errónea aplicación de la misma,
ser corregida a través de la jurisdicción ordinaria; atañéndole únicamente a
la jurisdicción constitucional “…en los casos en que se impugne tal
labor como arbitraria, insuficientemente motivada o con error
evidente, el estudio, dentro de las acciones de tutela, de la
decisión impugnada, a los efectos de comprobar si la
argumentación jurídica en la que se funda la misma es razonable
desde la perspectiva constitucional -razonamiento que debe
ajustarse siempre a una interpretación conforme a la
Constitución- o si por el contrario, se muestra incongruente,
absurda o ilógica, lesionando con ello derechos fundamentales o
garantías constitucionales”; siendo imprescindible que, la parte
accionante que se considera agraviada por dicha interpretación:
“…1. Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta
insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, absurda o
ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas
de interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o
administrativo; y, 2. Precise los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete,
estableciendo el nexo de causalidad entre éstos y la
interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la
problemática planteada por el recurrente, tendrá relevancia
constitucional”»’.

En la SCP 0410/2013 de 27 de marzo, introdujo la siguiente mutación: ‘Del


modo explicado en el párrafo anterior, se entiende que las reglas y
subreglas contenidas en la doctrina de las auto restricciones de la
jurisdicción constitucional, respecto al canon de interpretación de la
legalidad ordinaria, así como la valoración integral de la prueba, son
instrumentos al servicio de la persona que crea sus derechos vulnerados,
que bien utilizados redundará en una mejor comprensión del tema por
parte de la jurisdicción constitucional y con ello mayores posibilidades de
concesión de la tutela requerida, por ello su buen uso deviene en una
ventaja procesal; mientras que para el Tribunal Constitucional
Plurinacional, son herramientas de verificación de la legalidad y

10
constitucionalidad de las resoluciones judiciales; pero en ningún
caso se pueden aplicar para rechazar o denegar la activación de la
jurisdicción constitucional por el sólo hecho de no haber sido nombradas en
el memorial de amparo’.

Por su parte, la SCP 340/2016-S2 de 8 de abril, se efectuó la siguiente


modulación: ‘No obstante lo expresado precedentemente, dados los fines
propios de la justicia constitucional traducidos en el control de
constitucionalidad y el resguardo y vigencia de los derechos y garantías
constitucionales y acceso a la justicia constitucional, a fin de aplicar una
verdadera justicia material, se hace preciso complementar esta doctrina de
las auto restricciones, estableciendo que:

De manera excepcional y como facultad potestativa del Tribunal


Constitucional Plurinacional en grado de revisión de oficio, si la violación a
los derechos fundamentales es grave y evidente según los datos del
expediente; ante esta certeza, es posible ingresar al análisis de la legalidad
ordinaria y de la valoración de la prueba como también de la
fundamentación, sin necesidad de las exigencias desarrolladas por la
jurisprudencia’” (las negrillas son agregadas).
III.5. Análisis del caso concreto

La problemática que plantea la presente acción de amparo constitucional,


se encuentra referida a que el accionante denuncia vulneración de su
derecho al debido proceso en sus componentes de acceso a la justicia y el
“Derecho a la prueba o Derecho a probar”; toda vez que habiendo sido
ratificada por la Fiscalía Departamental de Chuquisaca en suplencia legal la
desestimación del Fiscal de Materia de 12 de octubre de 2015, las
resoluciones referidas al margen de vulnerar derechos constitucionales,
constituyen actos que pretenden dejar bajo el manto de la impunidad las
actuaciones ilegales de los servidores públicos querellados, habiéndose
transgredido tratados y Convenciones Internacionales en materia de
Derechos Humanos.

Conforme nos informan los antecedentes del proceso, y los Fundamentos


Jurídicos III.2 y III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
y analizada la Resolución Jerárquica de 29 de octubre de 2015 pronunciada
por Julio César Sandoval Sandoval, Fiscal Departamental de Chuquisaca en
suplencia legal, que ratificó la decisión fiscal de 12 de octubre de 2015
pronunciada por el Fiscal de Materia Mario Franz Gonzáles Coronado, con
relación a los extremos que se tienen alegados por la parte ahora
accionante, en sentido de que tanto la Resolución de instancia, así como la
Resolución Jerárquica pronunciada vulneran el debido proceso en sus
componentes de tutela judicial efectiva y derecho a probar, efectuado un
análisis somero y minucioso de las merituadas resoluciones dictadas por los
representantes del Ministerio Público ahora demandados; por el contrario,
se advierte que las autoridades demandadas, a su turno cumplieron

11
adecuadamente con su deber de fundamentar claramente sus resoluciones
explicando con propiedad las motivaciones que las justifican, así como el
porqué de sus decisiones, citando para el efecto la normativa legal (art. 55
de la LOMP) en la que precisamente sustentan las mismas, cumpliendo en
todo caso con su deber ineludible de motivar, fundamentar, así como
pronunciar una resolución congruente que debe contener toda resolución
ya sea judicial o administrativa; aclarándose que este Tribunal
Constitucional Plurinacional, al constituirse en una instancia de cierre, no
podrá ser considerada con una instancia casacional más, donde se pueda
efectuar valoración probatoria, siendo esta una atribución privativa de la
justicia ordinaria, una interpretación en contrario podría ser considerada
como una actividad invasiva de la propia justicia constitucional, sobre la
justicia ordinaria.

De la misma forma se colige que el ahora accionante en su demanda de


acción de amparo constitucional solicita se ingrese excepcionalmente a
realizar interpretación de la legalidad ordinaria; sin embargo, lo hace sin
expresar adecuadamente, menos precisar los fundamentos jurídicos por los
cuales considera se lesionaron sus derechos o garantías fundamentales,
denotándose una seria deficiencia recursiva, al omitir exponer con claridad
y precisión los principios o criterios rectores e interpretativos que no fueron
cumplidos por las autoridades ahora demandadas o en el caso concreto
cuáles fueron los principios fundamentales o valores supremos que no se
tomaron en cuenta, conforme la jurisprudencia constitucional que se tiene
ampliamente desarrollada en los Fundamentos Jurídicos precedentes. De la
misma forma se advierte que el ahora accionante al haber ejercido en la
forma más amplia posible su derecho a recurrir e impugnar ante las
instancias superiores jerárquicas, efectivamente accedió a la tutela judicial
efectiva, prueba de ello es que el accionante interpuso a su turno todos los
recursos que le otorga la propia normativa procesal penal, incluso haberse
intentado acción de amparo constitucional.

Por consiguiente, las omisiones que se tienen anotadas no hacen viable


que la jurisdicción constitucional pueda, en su caso, ingresar a realizar de
manera excepcional interpretación de la legalidad ordinaria, así como
analizar los fundamentos de la misma, al considerar que carece de
relevancia constitucional; asimismo, no se advierte supuesta vulneración de
derechos y garantías fundamentales, por lo que al haberse incumplido,
como se tiene manifestado, con los requisitos y presupuestos necesarios
que se exigen para proceder a ello, corresponde denegar la tutela
solicitada.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela, evaluó


correctamente los datos del proceso.

POR TANTO

12
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 44.1 del
Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR en todo la
Resolución SCFI-0034/2016 de 22 de septiembre, cursante de fs. 139 a 143 vta.,
pronunciada por la Sala Civil, Comercial y Familiar Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca; y, en consecuencia, DENEGAR la
tutela solicitada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

13

Вам также может понравиться