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Enseñanza acerca de: Afinidad e igualdad en el matrimonio.

Cita Bíblica: Mateo 19:5-6 “y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.

Introducción: Mucha gente no entiende los principios de Dios, viven la relación de parejas al azar o como mejor les parece.
La palabra de Dios es una verdad tan necesaria para todos los individuos; es la dirección para un buen futuro sano; es
formarse para sacar a relucir las conductas faltantes en nuestra sociedad.

Objetivo: las parejas unidas en el matrimonio, deben seguir cumpliendo los mandatos de Dios. Hasta obtener buenos
frutos de las cosechas buenas y abundantes. Hasta haber cumplido el propósito y el plan de Dios, y así dejar a sus
generaciones la buena herencia en los hijos.

Desarrollo del mensaje:

1. ¿QUIÉN ES EL MAYOR?

Entendemos muy bien que, cuando hablamos de cabeza y autoridad inmediatamente identificamos al padre de familia, al
esposo, al jefe de la casa; es verdad, pero si realmente se piensa así, es porque el varón es el que ayuda y sirve a los de su
propia casa, empezando con la esposa y los hijos, porque es el varón quien debe poner la muestra, el ejemplo de servicio.
Caso contrario es al esposo, exige que se le sirva, pronta y oportunamente. ¿Qué dice el Señor? Lucas 22:24-27 “Hubo
también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. Pero Él les dijo: Los reyes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el
mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a
la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más Yo estoy entre vosotros como el que sirve. ¡Si el Rey de
reyes sirve! ¿Por qué no serviremos nosotros a los de nuestra casa?”.

2. EL MATRIMONIO ESTÁ LIGADO, (UNIDO) EN TODAS LAS ÁREAS DE SU VIDA, PERO PRINCIPALMENTE CON DIOS.

Decíamos que el matrimonio es uno, un sentimiento, un pensamiento, una vida, un ser, una sola carne, son uno en
acuerdos, cumpliendo los mandatos de Dios. Deuteronomio 8:11 “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir
sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy”.

3. DIOS QUIERE DESCENDENCIA NUESTRA SANTA Y CON PROMESAS.

Para eso Dios nos creó y nos unió como matrimonio. Para dar la mejor información de fidelidad, porque, ¿quién contará
a las generaciones venideras las promesas de Dios? Somos nosotros y nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Génesis
17:9-11 “Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus
generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado
todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y
vosotros. Ese era el pacto, circuncidar el prepucio, esa era señal de pertenecer a Dios, una generación sin contaminación,
una generación para Dios”.

Eso es lo que el Señor en este tiempo está demandando, ser un pueblo para Él, un matrimonio para su honra.

4. UN MATRIMONIO UNIDO DEBE AFECTAR A LOS QUE SE ENCUENTRAN A SU DERREDOR.

La relación de unidad en un matrimonio cristiano, “debe dar un buen que decir”, con nuestros familiares, nuestros vecinos
y con los que continuamente nos ven. Pero: ¿Realmente reflejemos a Cristo en nuestro matrimonio? Efesios 5:24-27 “Así
que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la Palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.
5. LA UNIDAD EN EL MATRIMONIO NO LO DEBE ROMPER NADIE, NINGÚN SER HUMANO.

Dios es que vela por la pareja, pero es necesario que el matrimonio esté unido con cuerdas irrompibles, solo cuando el
Señor llame alguno de los dos a su presencia. Hablamos con realidad, ya que el proceso de la vida es: Nacer, crecer,
reproducirse y morir. Solo esperamos la decisión de Dios sobre nosotros, porque somos del Señor ya sea que vivamos o
muramos, pero hasta entonces vamos ser fieles en el matrimonio. Romanos 7:2 “Porque la mujer casada está sujeta por
la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”.

6. PROSIGA CON EL PLAN DE DIOS EN SU MATRIMONIO.

Mateo 5:41 “… y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”. Nunca deseche la mayordomía
en el matrimonio, este tiene grande galardón; hay una corona esperando para los que cumplan en la fidelidad. Nada
detenga ese buen paso que llevas en el matrimonio, y si hubiera algún obstáculo por delante, no importa porque hay
valentía y visión para terminar con éxito la carrera.

7. LA LEY NOS OBLIGA A CUMPLIR, PERO EL MANDAMIENTO NOS ENLAZA.

Hay una ley de Dios que nosotros aceptamos: “La de cumplir la Palabra”. Es la unión con Dios al aceptar sus leyes. Es
necesario cumplirla para nuestra protección, a pesar que se nos haga difícil, es necesaria para nuestro bien; porque Dios
no quiere desórdenes. Pero existe el mandamiento de la gracia que nos hace libres y con amor y misericordia nos llama a
ser fieles. “Son lazos de amor o cuerdas irrompibles”. El Padre nos ve unidos con Su hijo; ahora somos obedientes, hemos
muerto a la deslealtad, a la naturaleza pecaminosa, “para entregarnos a Cristo como el esposo fiel”, así los esposos
amamos a Dios y somos fieles a nuestra esposa.

8. LOS MATRIMONIOS QUE SE UNEN A CRISTO DAN BUENOS FRUTOS.

Las parejas cristianas producen buenos frutos, estos frutos son bendiciones desde el trono de Dios. Los esposos cristianos
producen hijos obedientes, y estos son presentados ante Dios, hacen un compromiso de llevarlos siempre de la mano y
entregarlos a Su servicio; les ayudan a crecer sanamente y con la Palabra de verdad para que un día sean buenos
ciudadanos.

Si tu matrimonio no está dando buenos frutos, si no están unidos con los lazos de amor, si sienten que esa unión se ha
desgastado, que cada vez se van alejando más y más, si sientes que se está muriendo lentamente o definitivamente ya
murió. Es el momento que tu matrimonio resucite, pídele al señor, -“señor resucita mi matrimonio, sálvalo, hoy”. Dile: -
Señor, queremos estar mi esposa y yo en las bodas del cordero.

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