Unidad en el cuerpo de Cristo: se nos encomienda guardar la unidad 4 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, 2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. 3 Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Debemos ser capaces de producir unidad en los hijos e hijas de Dios, las primeras comunidades de fe eran congregaciones que buscaban manifestar su fe con aquellos y aquellas que sabían, escucharon, conocieron al resucitado Hay que ser conscientes que cada ser humano es un hijo y una hija de Dios fue creado de la misma manera que cada uno y una de nosotros La palabra nos indica claramente cualidades que debemos desarrollar y fomentar, Humildad: no ostentar de nuestras virtudes Mansedumbre: ser dóciles en relación con el buen trato con el prójimo y la prójima Pacientes: capacidad de ser calmados y tranquilos en la espera, Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Tolerantes: al ser así somos capaces de comprender al otro y la otra, esto nos lleva a ser empáticos, ponernos en el lugar del otro y la otra, de esta manera se hará mas efectiva nuestra manera de consolar al que sufre Estas cualidades nos permiten fomentar dentro de nuestra comunidad de fe, unirnos en el mismo espíritu para mantener los vínculos de amor y paz que se dan en los grupos de seres humanos, debemos sentirnos comprometidos con esta unidad en Cristo, es una unidad sobrenatural pues la razón de nuestra unidad no es simple no es como por un gusto en común, lo que nos une es la fe y el Espíritu Santo. Este espíritu que habita en cada uno y una de nosotros, el cual no solo nos cuida, sino que nos guía, es nuestra responsabilidad actuar de acuerdo a lo que nos solicitan, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes, para así de esta manera cultivar el amor y la fraternidad en nuestra comunidad de fe como también en nuestras comunidades ya sea el barrio, trabajo, colegio, grupos de amigos y amigas, la familia Tenemos que ver a nuestro Dios en cada ser humano ya que todos y todas fuimos creados a su imagen y semejanza como lo dice Génesis 1:26 La soberbia, la altivez, egoísmo e impaciencia tenemos que evitarla, si las sentimos en nuestro corazón y nuestra mente pedir la guía del espíritu para ser cada uno y una mejores, que la misericordia del Señor nos de la capacidad de cambiar, las tendencias individualistas dejarlas a un lado y trabajar en el cuerpo vivir el cuerpo de cristo Es importante respetarnos en nuestras diferencias que son parte de nuestra naturaleza humana, no somos clones somos seres individuales que deben siempre mejorar, la unidad en la comunidad de fe es una elección, yo quiero ser parte de este cuerpo de Cristo yo me comprometo a mejorar mis falencias, mis errores y ser parte activa de la mantención en el amor de nuestra comunidad Tanto Padre, hijo y espíritu Santo son una unidad, pero enteramente diferentes y conviven dentro de una armonía Esta Unidad en Cristo es algo que debemos reconocer en nuestra comunidad y desarrollarla de acuerdo con la capacidad de cada uno y una. Esto debemos aprender a reconocerlo en nosotras y en los demás. No nos olvidemos que la humildad, paciencia, tolerancia y amabilidad nos permitirán fortalecer el amor y la fraternidad en nuestra comunidad.