Вы находитесь на странице: 1из 4

Capítulo 3 - Una aproximación histórica al problema de la

fundamentación de los derechos humanos


A lo largo de los milenios, se ha reflexionado sobre la problemática de los límites al poder,
tendiendo a considerarlos como parámetros externos y objetivos.
En busca de la objetividad
Las respuestas afirmaron la existencia de bases objetivas para los derechos esenciales de
los humanos. Las primeras surgieron de la religión. Ejemplos: la epopeya de Gilgamesh,
que asume que determinados dioses entregan el poder a los gobernantes legítimos pero les
imponen límites; y la declaración de independencia estadounidense, que proclama que los
hombres “han sido dotados por su creador con ciertos derechos inalienables”.
Otra posición, entendió a las prerrogativas como un dato de la realidad social, con raíces en
épocas remotas. Esta noción aparece en Grecia, contando como ejemplo la tragedia
“Antígona” de Sófocles (ver capítulo 7).
Otra fuente de parámetros objetivos fue la naturaleza. La idea comenzó con Aristóteles y se
mantuvo en Roma. Esta idea trata la comparación de las conductas humanas con la de los
demás animales (ya que el ser humano es considerado como animal). Otra variante que
surge también de Aristóteles es una visión sociológica, que surge de la comparación de las
conductas socio-jurídicas de las diferentes comunidades humanas.
El máximo de la objetividad se conseguiría con la racionalidad (Descartes), que considera
que lo esencial del ser humano es su razón, su capacidad de pensar.
Kant y el “imperativo categórico”
Kant buscó sintetizar el racionalismo con el empirismo, y procuró
hallar bases objetivas para la moral. De estos fundamentos podrían
obtenerse los parámetros objetivos para los DDHH. Halló un gran
principio alrededor del cual se podría construir un sistema moral
objetivo. Lo llamó “imperativo categórico” porque resultaría válido en
cualquier circunstancia y para toda persona.
Lo formuló en tres frases. En su primera formulación, propone que la
conducta de uno sea un ejemplo para todas las personas (actuar
como quisieran que los demás obren con uno). En la segunda,
considerar a las demás personas como seres humanos, no como
“cosas”. (fines y no medios). En la tercera, propone legislar por
medio de la conducta.
Crisis de la objetividad
Johann Wolfgang von Goethe atacó al racionalismo, reivindicando la voluntad creativa,
individual o colectiva del “Volk” (la nación, el pueblo). Con las ideas de Darwin, la idea de
hombre-animal desplazó al ser racional abstracto de Descartes. Nietzsche, celebró la
violencia y el culto de la superioridad intelectual y física como generadora de derechos.
El quiebre de la búsqueda de una base objetiva para los derechos fundamentales, preparó
el escenario para las grandes violaciones a la dignidad humana del siglo XX. Los tres
grandes fenómenos existentes (nacionalismos militantes, comunismo y capitalismo
supranacional) no tuvieron interés en los DDHH.
El colapso de los derechos fundamentales
Las nuevas tecnologías, relacionadas con las ideas nacionalistas románticas, los criterios
de superioridad y de limpieza racial, y la supervivencia de
antiguos conflictos, introdujeron un nuevo fenómeno: el
genocidio.
El mismo se caracterizó por la existencia de ejércitos con equipamiento de avanzada, que
se lanzaron sobre grupos con tecnologías anticuadas. A ellos se los confinó en territorios
estrechos, destruyendo sus modos de vida. También se tomaron medidas para controlar la
procreación, y se prohibieron los idiomas, religiones y demás construcciones culturales del
grupo.
El primer caso con estas características fue el genocidio armenio (1915-1923) perpetrado
por el Imperio Otomano. Los métodos aplicados luego fueron adoptados por la Alemania
Nazi contra los judíos y los gitanos. El holocausto llevó a una reevaluación de la necesidad
de contar con un andamiaje jurídico internacional que defendiera los derechos esenciales y
la dignidad del ser humano.
La búsqueda de una nueva objetividad
La filósofa rusa-estadounidense Ayn Rand creía en una posibilidad de
fundamentar racionalmente una ética universal, de modo diferente al de
Kant. En su línea de pensamiento, llamada objetivismo, su elemento
central es el egoísmo. Este, asumido como una tendencia natural del
humano, sería el cimiento de una sociedad respetuosa del individuo.
Su filosofía fue muy instrumental al capitalismo.
Otra alternativa fue elaborada por el filósofo estadounidense John
Rawls. Buscó construir, a partir de una base pactista (sociedad como
resultado de un contrato), un sistema de tres principios que respondiera
a la idea de justicia.
En el primero, asume como bueno que cada uno tenga la mayor
libertad posible. Esta libertad además debe ser compatible con los
espacios de libertad de los demás. Aquí se derivarían las libertades de expresión, de
conciencia y de asociación, como así también la democracia y la propiedad privada.
El segundo parte de la existencia de desigualdades económicas y sociales. Se debe buscar
siempre el mayor beneficio para los miembros menos aventajados de la sociedad. El
tercero, propone abrir los cargos y puestos a todos, con igualdad de oportunidades.
Una comunidad regida por estos principios sería una “sociedad bien ordenada” o “liberal”.
Rawls propone que esta sociedad solo pueda surgir de un procedimiento ficticio.
Capítulo 4 - Multiculturalismo y dignidad humana
El caso de la Kumari Devi
Nepal posee una tradición centenaria, vinculada al
hinduismo y al budismo local: unas niñas, que pasan una
serie de pruebas, son consideradas como diosas
vivientes y encarnaciones de la divinidad Durga hasta su
primera menstruación (cuando vuelven a ser personas
“normales”). Mientras tanto, la Kumari real vive en un
gran palacio con joyas y sirvientes.
Pero esto presenta una serie de problemas: durante su
niñez, la Kumari es separada de su familia, y no puede
llevar una vida semejante a otras de su edad. Luego, en
su adultez, no podrá formar una familia, ya que se supone
que casarse con ella es de mal agüero.
A comienzos del siglo XXI, juristas nepaleses formados en Occidente, solicitaron la
prohibición de la Kumari, por considerarla lesiva de los DDHH de las niñas. Esta postura fue
rechazada por intelectuales del país, ya que consideran que los DDHH son ajenos a su
civilización, planteando que su imposición sería una intromisión cultural de Occidente.
Las mutilaciones genitales infantiles femeninas
Posturas semejantes al caso anterior aparecen frente a prácticas ancestrales que involucran
mutilaciones físicas, como por ejemplo, la ablación del clítoris. Es una conducta observada
en etnias africanas, principalmente en el noreste del continente. Incluso la realizan muchas
veces sobre sus hijas las propias mujeres, por tradición (y no obligación). La IV Conferencia
Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995, rechazó esta práctica.
La circuncisión ritual infantil
Para Rabinovich, es un caso emblemático porque pone en evidencia la subjetividad con que
la cultura occidental trata las prácticas que implican agresiones físicas a los niños.
La circuncisión se trata de una práctica de origen bíblico, instituida por razones religiosas.
En el libro del “Génesis” se afirma que sería la marca “indeleble” de la alianza de los
descendientes de Abraham con Dios. La práctica, obligatoria entre los judíos, también es
común entre los musulmanes.
Esta práctica, impuesta por los padres a sus hijos de pocos días de edad, es un cambio
físico irreversible y deja efectos psicológicos negativos. En 2012 un tribunal de Colonia
(Alemania) prohibió la circuncisión de niños, basándose en la defensa de sus derechos
frente a las decisiones de sus padres. Esto generó protestas de judíos y musulmanes.
“Muchas preguntas, pocas respuestas”
Rabinovich relata una experiencia vivida en Ecuador, más precisamente en un seminario
sobre justicia indígena. Allí, miembros de las distintas comunidades originarias del país
expresaron su rechazo a las normativas ecuatorianas, expresado que iban en contra de sus
tradiciones. A su vez, uno de los expositores (no indígena), expresó que “el respeto a la
diversidad cultural tenía límites”, y que estos estaban dados por los DDHH.
Los indígenas, como así también otras comunidades no occidentales, han atacado la
construcción de los DDHH desde la perspectiva de estos mismos. Estos problemas se
acrecientan en los países que recientemente han recibido gran cantidad de inmigrantes del
Tercer Mundo.
La problemática jurídica y social del multiculturalismo se ha presentado cada vez que
convivieron personas provenientes de grupos con culturas diversas. Y más aún cuando la
coexistencia se dio en un marco de intento de integración. Hay autores que rechazan el
multiculturalismo, ya que consideran que afecta a la teoría de los DDHH. Sartori, por
ejemplo, diferencia pluralismo (visto como integrador y constructivo) del multiculturalismo
(visto como algo que desintegra la sociedad).

Un ejemplo de “conflicto” que presenta el multiculturalismo actual es el uso del velo en las
mujeres musulmanas. Los mismos están prohibidos en varios países europeos. En Reino
Unido, se adujo la posible dificultad de las niñas para aprender en las escuelas. En Francia,
se prohibieron además todos los símbolos religiosos en las escuelas porque “dividían” a los
niños.
Si bien en la mayoría de los casos se adujeron razones de seguridad, Rabinovich señala
que pudo haber sido para eliminar las separaciones sociales que generan estas prendas en
una comunidad que se pretende integradora, y para evitar una práctica que se considera
violatoria de los DDHH femeninos.
Derechos humanos y normas positivas
En 1935 el Parlamento Alemán aprobó tres leyes: una sobre “ciudadanía y raza”, otra para
“proteger a la sangre alemana” y otra sobre la “protección genética del pueblo alemán”.
Como consecuencia, las personas consideradas judías quedaron privadas de cantidad de
DDHH, convirtiéndose en parias. Los tribunales consideraron que las normativas eran
acordes con la Constitución del país.
Aquí Rabinovich plantea dos interrogantes: considerar que los judíos “ya no tenían DDHH” o
que esas “prerrogativas dejaron de serles reconocidas”. Ambas se diferencian en la
práctica. La actitud adoptada dependerá de lo que sea crea en cuanto a la objetividad de los
DDHH.
Propone que los países plasmen los DDHH en las constituciones políticas de cada uno, y
que se adhieran a las convenciones y declaraciones internacionales que los consagran.
Además, deberán pugnar para que esos instrumentos sean vigentes automáticamente en el
Estado con solo su adhesión (monismo).
Violaciones a los DDHH en nombre de ellos mismos
La defensa de los DDHH suele plantear un dilema esencial: ¿cómo luchar por ellos sin
violarlos a la vez?1 La única respuesta no religiosa la dió Mahatma Gandhi, quien propuso la
creación de una república respuesta de los DDHH sin emplear la violencia. Si bien se logró
la independencia de la India, el país aún hoy viola los DDHH.

1
El interrogante surge de la invasión a Irak, la cual se justificó por la defensa de los DDHH de los
iraquíes y del “mundo entero”.

Вам также может понравиться