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REGLAS FORMALES
El carácter formal y solemne del testamento determina naturalmente que el
incumplimiento o la falta de observancia de las formalidades que en cada caso
correspondan trae consigo la nulidad radical del testamento. Aunque sólo lo indique
expresamente el art. 694 (relativo al testamento abierto notarial), en cualquier caso
en que proceda su intervención, ha de tratarse de Notario hábil para actuar en el lugar
del otorgamiento
Al referirse a los testigos, es relativamente frecuente en materia sucesoria hablar de
testigos idóneos. Luego no podrán ser testigos:
1. Menores de edad
2. Ciegos y totalmente sordos o mudos
3. Quienes no entiendan el idioma del testador
4. No está en su sano juicio
5. El cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad del Notario autorizante y quienes tengan con éste relación de
trabajo
Cuando el testador exprese su voluntad en lengua que el Notario no conozca, se
requerirá la presencia de un intérprete, elegido por aquél, que traduzca la disposición
testamentaria a la oficial en el lugar del otorgamiento que emplee el Notario. El
instrumento se escribirá en las dos lenguas con indicación de cuál ha sido la empleada
por el testador
IDENTIFICACIÓN Y APRECIACIÓN DE LA CAPACIDAD DEL TESTADOR
El Notario deberá conocer al testador y si no lo conociese se identificará su persona
con dos testigos que le conozcan y sean conocidos del mismo Notario, o mediante la
utilización de documentos expedidos por las autoridades públicas cuyo objeto sea
identificar a las personas [ej. DNI]. También deberá el Notario asegurarse de que, a
su juicio, tiene el testador la capacidad legal necesaria para testar.
En el supuesto de que no pudiere identificarse la persona del testador, se declarará
esta circunstancia por el Notario, o por los testigos en su caso, reseñando los
documentos que el testador presente con dicho objeto y las señas personales del
mismo. Si fuere impugnado el testamento por tal motivo, corresponderá al que
sostenga su validez la prueba de la identidad del testador
INEFICACIA TESTAMENTO
REVOCACIÓN
Pérdida de efectos de un testamento válidamente otorgado con anterioridad. Puede
ser total (si tiene por objeto privar por completo de validez a un testamento
anteriormente otorgado) o parcial (si la revocación afecta únicamente a alguna de sus
cláusulas).
1. Revocación expresa: la revocabilidad esencial de las disposiciones mortis causa
exige la declaración del testador de que desea dejar sin efecto sus anteriores
manifestaciones testamentarias y estar firme el testador en relación con el destino de
sus bienes.
2. Revocación tácita: la ineficacia de un testamento anterior ha de producirse
también, aunque el testador nada declare sobre ello, cuando tiene lugar el
otorgamiento de otro testamento posterior. El testamento anterior queda revocado de
derecho por el posterior perfecto, si el testador no expresa en éste su voluntad de que
aquél subsista en todo o en parte
3. Revocación real: supuesto de que el testamento cerrado aparezca quebrantado,
roto o destruido. Se distinguen 2 casos distintos:
-El testamento cerrado aparece en el domicilio del testador con las cubiertas rotas o
con los sellos quebrantados, o borradas, raspadas, o enmendadas las firmas que los
autoricen, se presume revocado, considerándose en tal caso que tales resultados han
sido provocados por el propio testador para evitar que el testamento valga. Por ello, el
testamento será válido, probando su autenticidad, si se demuestra que los
desperfectos han acaecido sin voluntad ni conocimiento del testador, o hallándose éste
en estado de demencia
-Encontrándose el testamento en poder de otra persona, presumiéndose que ésta ha
sido la causante de los desperfectos de la cubierta o de los sellos, será válido si se
demuestra su autenticidad.
CADUCIDAD
Caducan los testamentos otorgados en circunstancias extraordinarias cuando,
superadas éstas, considera la ley que el testador recupera la normalidad para acudir a
las formas testamentarias comunes. caducan en un período de 4 meses, contados
desde su otorgamiento los testamentos otorgados en peligro de muerte o en tiempo
de epidemia, los testamentos militar y marítimo.
Establece también el Código la caducidad, aunque en estos casos otorgando un
período temporal más amplio, cuando falta la protocolización del testamento ológrafo
o cuando no se han formalizado debidamente los testamentos otorgados en situación
de peligro (muerte, epidemia, acción de guerra o naufragio) que, efectivamente, haya
provocado el fallecimiento del testador.
NULIDAD
La nulidad del testamento puede deberse a:
1. Inexistencia o falta de capacidad en el otorgante y, en particular, testamento
otorgado por menores de 14 años, sin «cabal juicio» o testamentos ológrafos
otorgados por menores de edad.
2. Vulneración o inobservancia de las formalidades para cada caso prescritas, dado
el carácter eminentemente formal del testamento.
3. Recurso a una de las formas testamentarias prohibidas por el Código.
4. Existencia de vicios de la voluntad en el momento del otorgamiento. Será nulo
el testamento otorgado con violencia, dolo o fraude.
TESTAMENTO ABIERTO
Testamento en el que el testador manifiesta su voluntad en presencia de las personas
que deben autorizarlo. El testador expresará oralmente o por escrito su último
voluntad al Notario.
Suele ser sumamente frecuente concertar una cita con el Notario, para manifestarle
en ella cuáles son las disposiciones testamentarias fundamentales. En otros casos, el
testador (con asesoramiento previo de su Abogado o no) puede presentar una minuta
[extracto o borrador], redactada por escrito, al Notario, en la que se contengan los
datos anteriormente referidos y necesarios para la redacción del testamento. Hecho
ello, el Notario por sí mismo procederá a extender por escrito el testamento, de
conformidad con las instrucciones recibidas el testador y, en su momento, convocará
a éste para el otorgamiento y lectura del testamento.
Una vez preparado materialmente el testamento, la fase de otorgamiento consiste
sencillamente en la lectura del testamento por el otorgante (el testador) ante el
Notario [que lo autoriza] o, en su caso, por el Notario en presencia del otorgante. Si
existe conformidad entre la redacción dada al clausulado testamentario por el Notario
y la voluntad del testador, una vez firmado el testamento por éste, se entiende
otorgado.
Luego en dicho testamento existe el requisito de la unidad de acto, es decir, todas las
formalidades expresadas en esta sección se practicarán en un solo acto que
comenzará con la lectura del testamento, sin que sea lícita ninguna interrupción, salvo
la que pueda ser motivada por algún accidente pasajero.
TESTAMENTO CERRADO
El testamento cerrado habrá de ser escrito», la preparación y redacción de dicho
testamento puede llevarse a cabo de tres formas distintas:
1. Escrito de su puño y letra por el testador
2. Escrito por cualquier medio mecanismo o por otra persona a ruego del testador.
3. Cuando el testador no sepa o no pueda firmar, lo hará a su ruego al pie y en todas
las hojas otra persona, expresando la causa de la imposibilidad.
Una vez preparado o redactado el testamento, su otorgamiento tiene lugar ante
Notario, quien extenderá, precisamente sobre la cubierta o sobre que contenga el
testamento, la correspondiente acta de otorgamiento.
Una vez que el Notario haya autorizado el testamento cerrado y haya dejado
constancia en el protocolo de una copia autorizada del acta de otorgamiento, lo
entregará al testador. Éste, a su elección:
• Podrá conservar en su poder el testamento cerrado.
• Encomendar su guarda y custodia a cualquier persona de su confianza.
• Depositarlo en poder del Notario autorizante para que lo guarde en su archivo.
El Notario o la persona que tenga en su poder un testamento cerrado, deberá
presentarlo al Juez competente luego que sepa el fallecimiento del testador. Si no lo
verifica dentro de diez días, será responsable de los daños y perjuicios que ocasione
su negligencia
TESTAMENTO OLÓGRAFO
Es sencillamente un documento testamentario que se caracteriza por estar
íntegramente escrito por el testador, de su puño y letra, sin intervención alguna de
otra persona. Los requisitos son:
-Solo podrá otorgarse por personas mayores de edad.
-Para que sea válido el testamento deberá estar escrito todo de él y firmado por el
testador, con expresión del año, mes y día en que se otorgue. En cuanto requisito de
capacidad, el testador debe saber escribir convencionalmente, esto es, mediante
caracteres alfabéticos utilizados en la lengua en que se exprese, con independencia de
la corrección gramatical, ortografía o calidad literaria del documento final.
-Determinar la fecha del testamento es necesaria, porque en relación a ella debe
determinarse la capacidad del testador.
Una vez fallecido el testador, el documento deberá ser adverado por la Autoridad
judicial, mediante la concurrencia de los pertinentes testigos o cotejo pericial de letra.
Si el Juez estima justificada la identidad del testamento, acordará que se protocolice,
con las diligencias practicadas, en los registros del Notario correspondiente, por el
cual se darán a los interesados las copias o testimonios que procedan. En otro caso,
denegará la protocolización.
Cualesquiera que sea la resolución del Juez, se llevará a efecto, no obstante oposición,
quedando a salvo el derecho de los interesados para ejercitarlo en el juicio que
corresponda
INSTITUCIÓN DE HEREDERO
El que no tuviere herederos forzosos puede disponer por testamento de todos sus
bienes o de parte de ellos en favor de cualquiera persona que tenga capacidad para
adquirirlos. El que tuviere herederos forzosos sólo podrá disponer de sus bienes en la
forma y con las limitaciones que se establecen.
Nuestro Código no impone una determinada fórmula ritual para la institución de
heredero, aunque generalmente en la mayor parte de los testamentos con
intervención notarial, lo frecuente es que se utilice la expresión de «instituyo
herederos a… tales personas» o «a mis hijos, por partes iguales» o fórmulas de
parecida índole.
El testador designará al heredero por su nombre y apellidos, y cuando haya dos que
los tengan iguales deberá señalar alguna circunstancia por la que se conozca al
instituido.
Reglas de institución:
1. Los herederos instituidos sin designación de partes heredarán por partes iguales.
2. Cuando el testador nombre unos herederos individualmente y otros colectivamente,
los colectivamente nombrados se considerarán como si lo fueran individualmente.
3. Cuando el testador llame a la sucesión a una persona y a sus hijos, se entenderán
todos instituidos simultánea y no sucesivamente
4. Si el testador instituye a sus hermanos, y los tiene carnales y de padre o madre
solamente, se dividirá la herencia como en el caso de morir intestado. Sin embargo, si
el testador pusiera de manifiesto que sus hermanos y hermanastros heredarán por
partes iguales.
TÉRMINO
Será válida la designación de día o de tiempo en que haya de comenzar o cesar el
efecto de la institución de heredero o del legado. Modalidades:
• Término inicial: fijación de un día cierto o de un momento temporal a partir del
cual la institución de heredero (o legado) genera los efectos que le son propios.
• Término final: consideración de un día cierto o de un plazo en el que los efectos
propios de la institución hereditaria se darán por concluidos.
SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA
Encargar al heredero «que conserve y transmita a un tercero el todo, o parte de la
herencia. Exige los siguientes presupuestos:
• Una determinación testamentaria expresa del testador, pues la sustitución
fideicomisaria se basa en la libre voluntad del causante.
• Una pluralidad de herederos instituidos (al menos dos). El testador decide, por
ejemplo, que alguien sea heredero por un determinado periodo de tiempo
(normalmente, duración vitalicia), y que después sea llamado el otro heredero
(tercero). Hay por tanto un llamamiento doble a una misma herencia.
• El llamamiento tendrá necesariamente una ordenación sucesiva y temporal de
los dos (o más) herederos.
• El heredero llamado en primer lugar queda obligado a conservar los bienes en
beneficio del sustituto subsiguiente.
Clases de sustitución fideicomisaria: ordinaria la delación hereditaria a favor del
fideicomisario se produce en el momento del fallecimiento del fideicomitente; mientras
que en la condicional, el llamamiento del fideicomisario depende de que suceda un
hecho futuro o incierto, que denominaremos condición.
Estructura: requiere la existencia de 3 personas:
1. El fideicomitente, que es quien instituye u ordena la sustitución fideicomisaria
en su testamento.
2. El fiduciario, llamado a la herencia en primer lugar. Queda obligado a conservar
los bienes hereditarios en beneficio del fideicomisario. Es una especie de
heredero intermedio.
3. El sustituto fideicomisario (o simplemente fideicomisario), destinatario final de
la sustitución, para cuando se produzca el evento o circunstancia que determina
su consolidación como heredero puro y simple (normalmente el fallecimiento
del fiduciario).
Para el caso de que el fideicomitente quiera instituir personas que no estén vivas en el
momento del fallecimiento, rige la limitación del segundo grado. La doctrina ha
debatido largamente la interpretación de esta expresión del «segundo grado». En
consecuencia, es perfectamente lícita y posible la designación de dos sustitutos
fideicomisarios sucesivamente, pues, además, los dos grados se empiezan a
computar, sin tenerlo en cuenta, a partir del fiduciario. La jurisprudencia apoya esta
interpretación.
LEGADOS ESPECIALES:
DE COSA PROPIA DEL TESTADOR
1. Legado de cosa específica y determinada: el legatario adquiere su propiedad desde
el momento del fallecimiento del causante. El legatario debe pedir su entrega y
posesión al heredero o al albacea. Así se le atribuye los frutos y rentas pendientes
desde el fallecimiento del causante al legatario y establece que las cosas perecen
para su dueño (legatario) así como benefician a éste en caso de aumento o mejora.
2. Legado de cosas genéricas: Si el legado no fuere de cosa específica y determinada,
sino genérico o de cantidad, sus frutos e intereses desde la muerte del testador
corresponderán al legatario cuando el testador lo hubiese dispuesto expresamente.
Si las cosas legadas eran muebles, el legado instituido ha de considerarse válido,
«aunque no haya cosas de su género en la herencia. Si fueran legadas cosas
inmuebles, la eficacia o validez del legado depende de la existencia de tales bienes
inmuebles en la masa hereditaria.
3. Legado de cosa gravada: En los casos en que las cosas legadas se encuentren
afectas a derechos reales limitados, es evidente que la existencia de tales derechos
no obsta para que, a su vez, el testador pueda transmitir por vía de legado la
titularidad que ostente, sobre los correspondientes bienes en momento de su óbito.
DE COSA AJENA
Legado cuyo objeto consiste en una cosa perteneciente a un extraño. Si el testador
ignoraba que la cosa que legaba era ajena, será nulo el legado. El legado de cosa
ajena si el testador, al legarla, sabía que lo era, es válido. el heredero estará obligado
a adquirirla para entregarla al legatario y, no siéndole posible, a dar a éste su justa
estimación.
DE CRÉDITO Y DE DEUDA
Atribuciones sucesorias a título singular que tienen por objeto la transmisión de
créditos que el causante tuviera contra terceros o al perdón de las deudas exigibles
por el testador. Distinguimos los siguientes supuestos:
1. Legado de crédito: consiste en transmitir por vía de legado un crédito contra
tercero que tuviere el causante.
2. Legado de liberación o perdón de deuda: Se trata del supuesto contrario al
anterior. El testador instituye un legado que tiene por objeto condonar o remitir
la deuda que, respecto de él, tenía otra persona.
3. Legado hecho en beneficio del acreedor («legado de deuda»). Cabe igualmente
que, de forma expresa, el testador legue a su acreedor lo mismo que le debe.
En ambos casos, el legado comprenderá los intereses que por el crédito o deuda se
debieren al morir el testador
LEGADO ALTERNATIVO
Cuando el causante haya previsto distintas prestaciones a cargo del heredero gravado
u obligado, quien, por tanto, sería el legitimado para llevar a cabo la elección entre las
diversas prestaciones previstas.
DE PRESTACIONES PERIÓDICAS
Atribuyen al legatario una serie de prestaciones que el obligado habrá de cumplir de
forma sucesiva y reiterada durante un determinado plazo temporal. Las modalidades
del legado de prestaciones periódicas son las siguientes:
1. El legado de renta o pensión (renta vitalicia): deberá ser anual, mensual l o
semanal. El legatario puede exigir la renta correspondiente al primer período «así
que muera el testador» y la de los siguientes períodos «en el principio de cada uno
de ellos. Que la renta correspondiente al último período no debe ser devuelta
aunque el legatario muera antes de que termine el período comenzado.
2. El legado de alimentos y legado de educación: Al legado de alimentos se le
presupone la atención de la subsistencia del legatario, suministrándole las
cantidades que, al efecto, sean necesarias; mientras que el legado de educación
se referiría a la atribución al legatario de las cantidades oportunas para procurar
su instrucción y formación
LEGADO DE HABITACION
Para que proceda la aplicación de la norma es necesario que el legatario sea
simultáneamente legitimario o heredero forzoso, persona con discapacidad y
conviviente con el causante en el momento de apertura de la herencia. En otro caso,
valdrá también el legado, pero habrá de computarse a efectos de determinación
cuantitativa de la legítima.
LA MEJORA
El padre o la madre podrán disponer en concepto de mejora a favor de alguno o
algunos de sus hijos o descendientes, ya lo sean por naturaleza, ya por adopción, de
una de las dos terceras partes destinadas a la legítima.
Características de la mejora:
• Existencia de una intención o voluntad del causante dirigida a atribuir de forma
desigual algunos bienes de la herencia a sus herederos forzosos o legitimarios.
• Existencia de una pluralidad de descendientes, pues en caso de tratarse de un
único legitimario, resulta imposible ejercitar la facultad de mejorar.
• La mejora puede comprender como máximo 1/3 de los bienes de la herencia.
Destinatarios de la mejora:
Hijos o descendientes, ya lo sean por naturaleza, ya por adopción, de una de las 2/3
partes destinadas a la legítima.
Objeto de la mejora:
• La mejora de cuota: cuando la mejora no hubiere sido señalada en cosa
determinada, será pagada con los mismos bienes hereditarios, observándose,
en cuanto puedan tener lugar, para procurar la igualdad de los herederos en la
partición de bienes.
• La mejora de cosa determinada: la mejora podrá señalarse en cosa
determinada. Si el valor de ésta excediere del tercio destinado a la mejora y de
la parte de legítima correspondiente al mejorado, deberá éste abonar la
diferencia en metálico a los demás interesados.
• La mejora de cantidad: el testador es libre para establecer mejoras que sigan
los criterios establecidos. En general, la mayor parte de supuestos de mejoras
de cantidad habrán de ser considerados como legados de crédito.
LA REVERSIÓN DE DONACIONES
El Código Civil ordena la reversión a los ascendientes-donantes de las donaciones que
hubieran realizado en favor de uno de sus descendientes cuando éste fallezca sin
descendencia, con independencia de que proceda la apertura de la sucesión
testamentaria o de la intestada.
Se trata de una reversión ex lege o de un derecho de retorno de origen legal.
Así pues, los bienes donados han de considerarse como una especia de patrimonio
separado dentro del caudal hereditario, pues el ascendiente donante tiene derecho a
detraerlos de la masa hereditaria:
-En el caso de que los bienes existan in natura en la herencia, el ascendiente donante
tendrá cuando menos los mismos derechos que el legatario de cosa determinada.
-Si el donatario dispuso de ellos, la facultad de detracción del ascendiente recaerá
sobre los bienes por el que hubieran sido sustituidos los que fueron en su día
donados.
Formas de desheredación:
a) Justa: sólo podrá hacerse en testamento, expresando en él la causa legal en que
se funde.
b) Injusta: la desheredación hecha sin expresión de causa, o por causa cuya certeza,
si fuere contradicha o no se probare, anulará la institución de heredero en cuanto
perjudique al desheredado; pero valdrán los legados, mejoras y demás
disposiciones testamentarias en lo que no perjudiquen a dicha legítima.
Efectos desheredación:
a) Efectos de la desheredación justa: el desheredado se verá privado de la legítima.
Sin embargo, en la legítima, los hijos y descendientes del desheredado ocuparán su
posición y, en consecuencia, adquirirán la porción legitimaria correspondiente.
b) Efecto de la desheredación injusta: anulará la institución de heredero en cuanto
perjudique al desheredado; pero valdrán los legados, mejoras y demás disposiciones
testamentarias en lo que no perjudiquen a dicha legítima.
La reconciliación posterior del ofensor y del ofendido priva a éste del derecho a
desheredar, y deja sin efecto la desheredación ya hecha.
EL PAGO DE LA LEGÍTIMA: SU INTANGIBILIDAD CUANTITATIVA
Para fijar la legítima se atenderá al valor de los bienes que quedaren a la muerte del
testador, con deducción de las deudas y cargas, sin comprender entre ellas las
impuestas en el testamento.
Se permite el pago en metálico de la legítima con mayor amplitud, siempre y cuando
la adjudicación de los bienes hereditarios se realice en favor de alguno de los
legitimarios, no de cualquier extraño.
Una vez fijada la cuota legitimaria, el heredero forzoso que sea beneficiario de ella
podrá reclamarla íntegramente; en el supuesto de que las previsiones testamentarias
del causante o el conjunto de las donaciones u otros actos a título gratuito que haya
realizado en vida arrojen el resultado de que el legitimario de que se trate no sea
suficientemente satisfecho por no haber bienes suficientes en la herencia.
El heredero forzoso a quien el testador haya dejado por cualquier título menos de la
legítima que le corresponda, podrá pedir el complemento de la misma. Las
disposiciones testamentarias que mengüen la legítima de los herederos forzosos se
reducirán, a petición de éstos, en lo que fueren inoficiosas o excesivas.
En el caso de reducción de la institución de heredero, ésta se habrá de realizarse
antes que la de las donaciones y de los legados.
Luego, además el CC regula la reducción de legados y donaciones que puedan
considerarse inoficiosos (es decir, disposiciones testamentarias que recaigan sobre la
parte de la herencia de la que el testador no podía haber dispuesto libremente). Así
pues, se respetarán las donaciones mientras pueda cubrirse la legítima, reduciendo o
anulando, si necesario fuere, las mandas hechas en testamento. Si la anulación de
todos los legados no resultare suficiente para atender la legítima insatisfecha,
procederá la declaración de inoficiosidad respecto de las donaciones realizadas en vida
del causante, si bien la reducción o rescisión de tales donaciones no obstará para que
tenga efecto durante la vida del donante y para que el donatario haga suyos los
frutos.
Respecto de las donaciones, no hay prorrateo alguno, ya que se suprimirán o
reducirán en cuanto al exceso las de fecha más reciente. En consecuencia, las
donaciones irán siendo rescindidas.
Presupuestos:
1. Que exista un matrimonio previo que se haya disuelto por fallecimiento de uno
de los cónyuges.
2. Que existan hijos o descendientes del primer matrimonio, pues ellos son los
beneficiarios de la reserva.
Extinción:
-Inexistencia de reservatarios
-Si al morir el padre o la madre que contrajo 2º matrimonio no existen hijos ni
descendientes del primero
-Cuando los reservatarios sobrevivientes en el momento del fallecimiento del
reservista hubieran sido desheredados o hubiesen incurrido en causa de indignidad
RÉGIMEN JURÍDICO
ACTOS ADMINISTRACIÓN
1. Uso y difrute de bienes hereditarios: Cada participe podrá servirse de las cosas
comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que
no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los copartícipes utilizarlas
según su derecho. En cuanto al disfrute
2. Actos de administración: habrá de tenerse en cuenta lo dispuesto para la adm de la
copropiedad ordinaria, es decir, acuerdos que representen la mayoría de cuotas. En
caso de no obtenerse mayoría, procederá la administración judicial de la herencia.
3. Deudas de la herencia y responsabilidad de los coherederos: las deudas
hereditarias han de integrarse en la comunidad, de la que forman el pasivo. Así,
una vez hecha la partición y, por tanto, extinguida la situación de comunidad, los
acreedores podrán exigir el pago de sus deudas por entero de cualquiera de los
herederos que no hubiere aceptado la herencia a beneficio de inventario, es decir,
consiste en vincular solidariamente a los coherederos al pago de las deudas
hereditarias.
ACTOS DISPOSICIÓN
1. La enajenación de bienes hereditarios: ninguno de los condueños (coherederos)
podrá, sin consentimiento de los demás, hacer alteraciones en la cosa común,
aunque de ellas pudieran resultar ventajas para todos.
2. La enajenación de la cuota hereditaria: la situación de indivisión característica de la
comunidad hereditaria no priva a todos y cada uno de los coherederos de la
posibilidad de enajenar, ceder, o gravar su cuota hereditaria. Así pues, cualquier
heredero puede transmitir o enajenar a un 3º su derecho hereditario en abstracto.
Dicha enajenación será limitada a la porción que se le adjudique en la división al
cesar la comunidad hereditaria al coheredero transmitente.
3. El retracto de coherederos: si alguno de los herederos vendiere a un extraño su
derecho hereditario antes de la partición, podrán todos o cualquiera de los
coherederos subrogarse en lugar del comprador, reembolsándole el precio de la
compra, con tal que lo verifiquen en el término de un mes, a contar desde que esto
se les haga saber.
Una vez realizada la partición, en cambio, cualquiera de los coherederos puede
vender o enajenar libremente los bienes que le hayan sido adjudicados en la
división de la herencia, sin que los demás coherederos puedan ejercitar derecho de
retracto alguno.
ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN
La posesión de los bienes hereditarios se entiende transmitida al heredero sin
interrupción y desde el momento de la muerte del causante, pero tal resultado sólo
tendrá lugar en el caso de que llegue a adirse la herencia, es decir, en caso que haya
aceptación y adquisición. Así, el que válidamente repudia una herencia se entiende
que no la ha poseído en ningún momento.
Es decir, en relación con la sucesión hereditaria, los herederos aceptantes son
considerados legalmente poseedores de los bienes hereditarios desde el momento de
la muerte del causante. Pero sólo una vez que haya sido adida la herencia, aunque no
haya ocupación ni aprehensión alguna por parte de los herederos, aunque no haya
ocupación ni aprehensión alguna por parte de los herederos, éstos son considerados
verdaderos poseedores.
HERENCIA YACENTE
Supuesto en el que habiendo sido abierta la sucesión, sin embargo, no se ha
producido todavía la aceptación del heredero a quien haya de imputarse la condición
de sucesor del causante.
Así, del CC puede extraerse del conjunto de sus preceptos, la idea que, la situación de
yacencia hereditaria reclama de forma necesaria la existencia de la administración de
la herencia, incluso en supuesto que el testador no lo haya previsto en sus
disposiciones testamentarias; la administración de la herencia resulta reclamada
expresamente por las disposiciones legales en todos los supuestos que pueden
identificarse como de herencia yacente y en particular:
• Heredero instituido bajo condición suspensiva.
• Institución de heredero en favor de un nasciturus.
• Formación del inventario de los bienes de la herencia, sea porque el llamado ha
solicitado el derecho de deliberar o el beneficio de inventario.
• Juicios abintestato o de testamentaría o de división de la herencia.
Por último, cabe destacar que los actos de mera conservación o administración
provisional no implican la aceptación de la herencia, si con ellos no se ha tomado el
título o la cualidad de heredero
DERECHO A LIBERAR
Háyase ejercitado o no la interpelación judicial, todo heredero puede hacer uso del
derecho de deliberar, es decir, podrá pedir la formación de inventario antes de aceptar
o repudiar la herencia, para deliberar sobre este punto.
Cualquier heredero, sin necesidad alguna de recurrir al derecho de deliberar
propiamente dicho, puede llevar a cabo de forma particular las averiguaciones que
considere oportunas sobre el haber hereditario, para adoptar la decisión de aceptar o
repudiar la herencia. El heredero que se hubiese reservado el derecho de deliberar,
deberá manifestar al Juzgado, dentro de 30 días contados desde el día siguiente al en
que se hubiese concluido el inventario, si acepta o repudia la herencia. Pasados los 30
días sin hacer dicha manifestación, se entenderá que la acepta pura y simplemente.
FORMA ACEPTACIÓN
ACEPTACIÓN SIMPLE
Esta aceptación convierte al heredero en responsable de todas las cargas y deudas de
la herencia no solo con los bienes de ésta, sino también con los suyos propios.
1. Aceptación expresa: cualquier manifestación de voluntad del heredero dirigida ex
profeso a manifestar el deseo de adquirir la herencia. Es la que se hace en
documento público o privado (forma escrita). La exigencia de la forma escrita,
presupone que ha de admitirse cualquier manifestación escrita que comprenda la
inequívoca voluntad de aceptación
2. Aceptación tácita: la que se hace por actos que suponen necesariamente la
voluntad de aceptar, o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de
heredero. En este caso, los herederos que hayan sustraído u ocultado algunos
efectos de la herencia, pierden la facultad de renunciarla, y quedan con el carácter
de herederos puros y simples, sin perjuicio de las penas en que hayan podido
incurrir
REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA
Que el llamado a la herencia manifieste su rechazo a la condición de heredero. Es un
acto voluntario y libre, de carácter unilateral y no recepticio, irrevocable, incondicional
y puro. Una vez manifestada la repudiación, el llamado a la herencia pierde de forma
definitiva e incontrovertible la posibilidad de adquirirla.
No cabe repudiar la herencia de forma tácita, ya que el CC la configura como un acto
solemne en sentido técnico, y requiriendo, en consecuencia, que la voluntad de
repudiar se exteriorice de forma expresa y siguiendo las formalidades en él prescritas.
Se tendrá que realizar en instrumento público o auténtico, o mediando escrito
presentado ante la autoridad judicial.
Cabe destacar que, si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus propios
acreedores, podrán éstos pedir al Juez que los autorice para aceptarla en nombre de
aquél. Así pues, el ejercicio de la facultad otorgada a los acreedores supone someter a
la herencia en cuestión a un régimen de administración y liquidación similar al que se
produce en el caso de la aceptación a beneficio de inventario. Los acreedores gozarán
de facultades similares a las que tendrían en caso de herencia beneficiada hasta que
cobren sus créditos.
EFECTOS ACEPTACIÓN
Una vez acaecida la aceptación, en cualquiera de sus formas, el llamado a la herencia
deja de ser tal para pasar a adquirir la condición de heredero. Como regla general, el
heredero deviene titular del conjunto de las posiciones activas de las relaciones
patrimoniales que integran el as hereditario y, exceptuando el supuesto de aceptación
a beneficio de inventario, se convierte en responsable del conjunto de las deudas y
cargas de la herencia, con responsabilidad ilimitada que alcanza o puede llegar a
alcanzar sus propios bienes.
En caso de existencia de una pluralidad de herederos, se habla, de comunidad
hereditaria.
INTERDICTO DE ADQUIRIR LA POSESIÓN Y LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE H.
Proceso declarativo que no se asienta en la posesión material de quien lo interpone,
sino exclusivamente en su condición de heredero. Así pues, el interdicto de adquirir es
un recurso procesal cuyo objeto y finalidad exclusiva es hacer efectiva la posesión
civilísima.
El interdicto de adquirir carece de sentido alguno si el heredero tiene ya la posesión
de los bienes hereditarios o puede adquirirla por sí mismo, por su propia autoridad, en
cuanto no se encuentre poseída materialmente por persona distinta.
En caso, pues, de que exista un poseedor a título de dueño o de usufructuario o de
que haya transcurrido el período anual de prescripción característico de las acciones
interdictales, el heredero no podrá recurrir al interdicto de adquirir, sino que habrá
que ejercitar la acción publiciana o, de no admitirse ésta, la reivindicatoria o la
petición de herencia.
PARTICIÓN ARBITRAL
Aunque en la práctica es poco frecuente, cabe también realizar la partición
recurriendo al procedimiento arbitral, bien porque todos los interesados celebran el
correspondiente convenio arbitral, o porque así lo haya previsto el testador.
En todo caso, puede la mediación, como modalidad alternativa de solución de
conflictos, llegar a soluciones menos traumáticas que el dilatado tiempo que se
invierte en el proceso, y el acuerdo a que se llega siempre será menos duro que la
resolución judicial que se apoya exclusivamente en la razonada aplicación de la norma
jurídica.
INEFICACIA
Determina la privación de sus efectos y requiriendo una nueva operación divisoria del
caudal hereditario o una modificación de las operaciones particionales llevadas a
efectos.
NULIDAD
Habrá nulidad de la partición cuando falte alguno de los elementos esenciales que
habrían de constituir la base natural de la partición (testamento nulo, falta de
consentimiento de algún heredero en la partición convencional, etc.) o cuando la
partición haya llevado a cabo en contravención de alguna disposición imperativa (si un
heredero es a la vez contador-partidor, si no interviene el defensor judicial cuando hay
herederos menores, etc.). Otro supuesto de nulidad particular contemplado en el CC
es aquel en que la partición se hace contando con alguien a quien se creyó heredero
sin serlo.
ANULABILIDAD
Se presentará en aquellos supuestos en que haya en la partición vicios del
consentimiento o falta de capacidad de algún heredero.
RESCICIÓN
La rescisión es una forma particular de ineficacia del contrato que procede de un
momento posterior a la celebración del mismo (esto es, nace válido, pero
posteriormente puede declararse ineficaz por tener efectos lesivos para alguna de las
partes o un tercero).
Las causas de rescisión son la lesión y el fraude, pese a que el CC sólo contempla
expresamente la rescisión de la partición por lesión.
La acción de rescisión por causa de lesión durará cuatro años, contados desde que se
hizo la partición. Dicho plazo es de caducidad, y no cabe prórroga o suspensión alguna
del mismo.
La rescisión tiene naturaleza restitutoria: obtener la devolución de lo que haya sido
entregado en la misma. Sin embargo, ello no implica que la existencia de lesión,
pudiendo ejercitar el lesionado la correspondiente acción, comporte la necesidad de
proceder a realizar una nueva partición, pues entra en juego aquí el favor partitionis,
es decir, se faculta al heredero demandado para optar entre indemnizar el daño o
consentir que se proceda a nueva partición. Por tanto, además de la ya mencionada
naturaleza restitutoria, la acción de rescisión también tiene naturaleza indemnizatoria.
Luego, en caso de que se proceda a una nueva partición, ésta no será totalmente
nueva, no afectará a los que no hayan sido perjudicados ni percibido más de lo justo.
La nueva partición será un reajuste entre lo percibido por los coherederos
perjudicados y beneficiados.