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"Sobre el delito previsto en el art 106 del Código Penal.El Código Penal reprime a quien pusiere
en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea
abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar
o a la que el mismo autor haya incapacitado (art. 106).Luego de un pormenorizado estudio de
la causa el tribunal -con el grado de convicción requerido por esta etapa del proceso- entiende
que la actividad directa de los autores y la inactividad cómplice de los partícipes no puso en
peligro la vida o la salud, sino que, efectivamente, el peligro dejó de ser potencia y pasó a ser
acto, conforme a consabidas categorías aristotélicas.La idea de "peligro" vincula al riesgo o
contingencia de que suceda algún mal. De ese modo, "poner en peligro" significa colocar a
alguien en una situación que aumenta la exposición a la inminencia de un daño.Pero en el
caso, ciertamente, los autores y partícipes produjeron el daño. No colocaron a...en situación de
desamparo o de abandono a su suerte, sino que directamente la lesionaron.".Dres.Antonio
Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
EL CASO:R denunció que su hija M fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela Penitenciaria.Señaló responsables de tales
conductas.Explicó que los malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales
derivaron en que su hija debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio
Penitenciario, con un cuadro de deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que
atendió a su hija recomendó que permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta
alimentaria especial, prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la
Escuela.Se hizo presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el
director del establecimiento. Al día siguiente, se enteró que su hija había sido internada en la
clínica , lugar en el que permanecía hasta el momento de radicada la denuncia.El a quo
1)decretó procesamiento en calidad de coautores responsables del delito reprimido por el
artículo 90 del Código Penal; 2) por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del
delito previsto por el artículo 90 del Código Penal y 3)decidió que no existía mérito en la causa
para procesamiento.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"Así, cabe destacar que los hechos del expediente -colisión entre un ferrocarril en movimiento y
un automotor- se adecuan en las previsiones del art. 1113 del CC, en su segundo párrafo,
parte final, que regula los daños causados por el riesgo de la cosa, ubicado en el campo de la
responsabilidad objetiva (Al respecto, confróntese doctrina judicial de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, en fallos 308:1597; 311:1018;312:2412; LL, t.1998-D, p. 590).En
consecuencia, a la parte actora sólo le incumbe la prueba del hecho y su relación de
causalidad con el daño producido, mientras que para eximirse de responsabilidad la
demandada debe acreditar la culpa de la víctima o de un tercero por quién no debe responder,
esto es, un factor ajeno que interrumpa total o parcialmente la causalidad.". Dres. Alberto
Ramón Durán, Sergio O. Dugo, Julio Víctor Reboredo.
Expte. 6433.
"D. S. D. c/ A. H. R. y FEMESA s/ daños y perjuicios" (Expte. n° 6433, Rto. S I T 87 f 86/90, del
28/06/05).
Fecha: 28/06/2005
"Refiere el apelante en su memorial que su obrar "...en ningún momento fue culposo o
negligente(...)actuó con prudencia, hizo sonar el silbato de la locomotora repetidas veces...",
agregando que "...resulta más sencillo aplicar el freno a un automóvil que frenar un convoy que
lleva una velocidad constante y que para hacerlo debe tener mucho más tiempo que cualquier
otro medio de locomoción...". Estimo, adelantando mi opinión, que existen elementos
probatorios suficientes para otorgarle razón a F..En efecto, a diferencia del a quo que le imputó
responsabilidad al demandado porque "...no ha actuado con el máximo de pericia que se le
impone a su tarea, ya que pudo haber evitado la colisión y no lo hizo...", juzgo improbable a la
luz de la prueba de autos la afirmación referida a que "...F. accionó el silbato y la bocina no
como señal de advertencia, sino sólo cuando vio que una persona (la víctima) intentaba
trasponer el paso a nivel, siendo que ya era demasiado para evitar la colisión...". No resulta
tampoco debidamente acreditado que el maquinista no haya detenido su marcha ni disminuido
la velocidad del tren al pasar por la estación de....Ello porque surge en forma coincidente de las
constancias obrantes que el nombrado hizo sonar la bocina del tren para dar aviso de su
proximidad al paso a nivel, aplicando los frenos en la medida de su razonable alcance y de la
velocidad que venía arrastrando, además de que el convoy circulaba con las luces
encendidas... Es dable destacar que en autos se carece de un elemento que hubiera revestido
singular importancia para dilucidar la conducta del conductor de la formación: un peritaje que
determinara la velocidad que venía desplegando el transporte en proporción al impacto sufrido
por la víctima y la distancia a la que logró su detención.Sobre la base de lo expuesto y de la
prueba producida apreciada a la luz de las reglas de la sana crítica (art. 386 C.P.C.C.N), arribo
a la convicción de que F. no tuvo posibilidad de evitar el accidente. Recuerdo nuevamente lo
expuesto en cuanto a las escasas alternativas que el conductor de una formación ferrovaria
tiene para eludir un peligro inminente -en el caso, el cruce de la víctima sobre las vías sin el
debido cuidado- y reitero que la prueba de autos muestra que actuó conforme lo exigían las
circunstancias del caso (art.512 Código Civil, contrario sensu). Ya se tiene dicho en afirmación
claramente pertinente en el sub judice que "...aunque el maquinista deba conservar el control
del convoy, existe la imposibilidad mecánica de una detención súbita, por la fuerza de arrastre
de los vagones, lo que no ocurre con el vehículo que va por el camino carretero, mucho más
dócil a cualquier maniobra..."(conf.CN Rosario, autos "supra" citados)(1).Por tanto, debe
revocarse la sentencia en cuanto le imputa responsabilidad a F.en el accidente de marras."(del
voto del Dr. Vallefin).(1):C.N.Rosario,julio 2-953,autos:"Bella,Sergio N.,"LL",t.71-362).EL CASO
SURGE DE LA SENTENCIA PUBLICADA EN EL RUBRO"FALLOS DESTACADOS" DEL
SITIO PJN(orden de cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia Federal
de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4) FALLOS DESTACADOS.
Expte.7111/04.
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
"No hay controversia alguna en el presente expediente sobre el hecho de que las barreras
ubicadas en el cruce ferroviario de la calle Fonrouge de la localidad de Lomas de Zamora
estaban clausuradas al paso vehicular...Esta sola circunstancia permite vislumbrar la
negligencia con la que G. trasvasó el sendero ferroviario, por cuanto el solo hecho de observar
las barreras bajas -independientemente del motivo de la situación- lo obligaba a detener su
camino y mirar si efectivamente se acercaba algún tren, cuya proximidad física al lugar del
accidente resulta más que obvia habida cuenta de la fracción de segundos que transcurrió
entre el arribo de G. a las vías y el impacto que causó su muerte. Resulta improbable que la
víctima ni siquiera haya podido oír el sonido de los motores de la máquina que se acercaba,
máxime teniendo en cuenta que todo ocurrió a una hora y en un día...en que el movimiento
vehicular y peatonal puede refutarse prácticamente inexistente. Tal apreciación queda abonada
por la inspección ocular hecha por la prevención que obra en la causa penal, de la que surge
que "...las barreras se hallan clausuradas al paso de automotores, existiendo hacia ambos
lados el paso de peatones; que se trata de una zona netamente comercial la ubicada...cerrados
por completos, debido a la festividad de día de la fecha, prácticamente ni peatones ni
automotores transitan por este lugar...", aclarándose a su vez que "...se halla perfectamente
visible todo este lugar pese a la copiosa lluvia que se desata sobre la ciudad...". Todo ello
permite concluir que no mediaron ruidos ni causa alguna que hubiese podido obstaculizar la
percepción del acercamiento de la formación férrea, siendo que con una mínima atención -aún
portando un paraguas abierto que le dificultara la visión,...- G. pudo razonablemente evitar el
hecho que culminó con su muerte. Queda entonces a mi juicio acreditada la conducta
imprudente del occiso en los términos del art. 512 del Código Civil, por no cumplir con su deber
de verificar que podía trasponer el cruce de las vías sin poner en peligro su vida, y
coadyuvando con su proceder a la producción del hecho dañoso en un 40 %."(del voto del Dr.
Vallefín).EL CASO SURGE DE LA SENTENCIA QUE SE HALLA PUBLICADA EN EL RUBRO
"FALLOS DESTACADOS DEL SITIO PJN(orden de cliqueo para el acceso:1)Fuerso Federales
del interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y
4)Fallos Destacados).
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"En tal sentido es aplicable lo establecido por la Corte Federal en cuanto a que la inexistencia
de barreras obliga a quien traspone las vías a asumir mayores precauciones, ya que debe
cerciorarse por sí mismo si se aproxima alguna locomotora y detenerse para darle paso. Ello
porque, justamente, la falta de barreras implica la ausencia de señales que autoricen el paso, lo
que obliga al conductor a extremar los cuidados antes de llevarlo a cabo (arg. Fallos: 311:1018,
consid. 10).Otro aspecto que debe considerarse es que el actor era vecino del lugar, lo cual me
induce a afirmar que no habrá sido la primera vez que cruzó el paso en cuestión, de modo que
no puede establecerse que haya sido sorprendido por su existencia, ni que no tuviera
conocimiento del grado de peligro que entrañaba el mismo por las circunstancias antes
mencionadas.También debe ponderarse que el lugar resultaba peligroso por la topografía del
terreno, lo cual dificultaba en extremo la visibilidad de cualquiera que quisiese pasar por el
lugar, sea vecino o extraño. Esta es una circunstancia ambivalente: por un lado configura un
supuesto de negligencia de la empresa ferroviaria con relación a su obligación de mantener en
condiciones seguras los pasos a nivel; desde otro ángulo es una condición que exige un mayor
grado de prudencia para cualquiera que quisiese cruzar, y más aun para quien es un
conocedor del lugar." (Dres. Alberto Ramón Durán, Julio Víctor Reboredo, Sergio O. Dugo).
Expte. 7377/04.
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
Expte. 6433.
Fecha: 28/06/2005
"La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto que los daños causados por trenes en
movimiento, se rigen por las previsiones del art. 1113, párr. 2°, parte 2da, que regula los daños
causados por el riesgo de la cosa (CSJN:fallos:308:1597; 311:1018;312:2412; LL, t.1998-D, p.
590). En consecuencia, e hilvanando el juicio en los lindes de la responsabilidad objetiva que
prevé la norma citada, a la parte actora sólo le incumbe la prueba del hecho y su relación de
causalidad con el daño producido, mientras que para eximirse de responsabilidad la
demandada debe acreditar la culpa de la víctima o de un tercero por quién no debe responder,
esto es, un factor ajeno que interrumpa total o parcialmente la causalidad." (Jueces Dres.
Ramón Alberto Durán, Julio Víctor Reboredo, Sergio O. Dugo).
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
"...Ahora bien, todo lo señalado en los párrafos anteriores debe armonizarse con las cualidades
propias de las formaciones ferroviarias y la actividad que a través de ellas se despliega, ya que
no debe pasar por alto la circunstancia de que dichas máquinas -por su propia conformación
estructural- poseen un carácter riesgoso distinto a la de otros móviles u objetos que quedan
abarcados por la misma teoría en estudio cuando su accionar también genera daño (v.gr.los
automotores). Es decir, debe tenerse presente el hecho de que los trenes circulan en terreno
de carácter exclusivo, donde los peatones al invadirlo deben extremar los cuidados del caso
para evitar accidentes indeseados. Así lo tiene dicho la jurisprudencia, que tiene decidido que
"...las vías ferroviarias son un lugar reservado a los trenes y todo el que haya de cruzarlas está
obligado a cerciorarse por sí mismo si viene algún convoy, deteniéndose para darle paso, y no
a la inversa, máxime cuando existen señales indicadoras del cruce..."(CN Rosario, julio 2-953,
autos "Bella, Sergio N.", "LL" t.71-362). A lo que se le debe sumar que las formaciones
ferroviarias tienen una circulación obligada, con nulas posibilidades de apartarse de su rumbo
por la sola voluntad de quien las conduce.Con todo, no debe igualmente olvidarse que pesa
sobre las empresas dedicadas a la actividad de transporte férreo una obligación de seguridad,
consistente en la protección de los lugares destinados al cruce y en los pasos a nivel. El débito
de seguridad a cargo de las prestatarias del servicio constituye una obligación de resultado, por
lo que la sola producción del hecho dañoso pone en cabeza de ellas el onus probandi de
demostrar el haber arbitrado todos los medios para evitarlo.Todo lo apuntado sobre las
características típicas de la actividad ferroviaria permite arribar a la conclusión de que es
plenamente posible que un daño derivado o relacionado con aquella pueda obedecer a
distintas causas, que en más de una ocasión pueden resultar concurrentes. Así, podrán mediar
en forma simultánea la conducta negligente del peatón, la del maquinista que no cumple sus
deberes de conducción y la de la empresa por falta del resguardo de los lugares de paso
peatonal o vehicular, o en la falta de medidas de seguridad (conf. Mosset Iturraspe,
Responsabilidad por daños. El acto ilícito; Tomo III, ed. Rubinzal Culzoni, Buenos Aires, año
1998, capítulo VI, pág.195 y ss.)."(del voto del Dr. Vallefín)
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"...Inicialmente corresponde señalar que tal como bien lo ha reseñado el a quo en concordancia
con lo dicho por la jurisprudencia y doctrina dominante en la materia, en el sub judice existe un
supuesto de responsabilidad civil fundada en factores objetivos, concretamente, en el llamado
riesgo creado por las cosas(1).En esa línea de ideas, sabido es que para que el demandado
pueda quedar exonerado de responsabilidad debe acreditar la ruptura del nexo causal,
demostrando que el daño provino de un hecho de la propia víctima o de un tercero por el que
no debe responder (art.1113, segunda parte, del Código Civil). A tal punto llega la objetivación
de la responsabilidad endilgada, que en estos supuestos innecesario deviene indagar la
concurrencia o no del elemento culposo en la conducta del agente, quien tampoco podrá
pretender desligarse de su obligación de reparar el perjuicio ocasionado por demostrar que
asumió una conducta prudente y adecuada a las circunstancias del caso(2)."(del voto del
Dr.Vallefin).
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"...Sin embargo, a diferencia de lo apuntado por el recurrente, estimo que el actuar culpable de
Víctor Hugo Gerez no puede ser considerado como la única causa del infortunio, toda vez que
también existen elementos suficientes como para concluir que la empresa codemandada no
arbitró todas las medidas que conforman el deber de seguridad a su cargo.Sobre el punto en
estudio, el apelante alegó que "... ante la falta de personal protegió el paso a nivel cerrando las
barreras para evitar el paso de los automotores. Encontrándose las barreras cerradas que
obstan al tránsito vehicular, no solo el tren no tiene por qué disminuir su marcha, justamente
porque no corre riesgo de que sea transpuesto, sino que tampoco tiene por qué tener
guardabarreras o banderillero...". No obstante estas razones, entiendo que los extremos
previstos por la empresa Ferrocarriles Metropolitanos S.A no alcanzan para dar por cumplido el
débito de seguridad antes referido y explicaré por qué.El art.1 del Reglamento General de
Ferrocarriles dice : " Toda empresa deberá tener en las estaciones, en los trenes y en todo el
trayecto del camino, de día y de noche, desde que empiece hasta que termine el movimiento
diario, el número de empleados necesarios para que el servicio se preste con regularidad y sin
tropiezo, ni peligros de accidentes", lo cual es plenamente concordante con lo dispuesto por el
art.11 de la primigenia Ley General de Ferrocarriles Nacionales Nº 2873. El plexo normativo en
análisis no contempla específicamente la forma de prestar el servicio en días feriados -como lo
fue la fecha en que ocurrió el accidente de marras- limitándose solo a decir en su art. 16 que:
"La jornada y condiciones de trabajo del personal se ajustará a lo que establezcan las leyes
vigentes y sus reglamentaciones ". Por eso, ante la falta de norma expresa que brinde detalles
sobre el modo en que debe prestarse el servicio en días inhábiles o atípicos, entiendo que
debe darse interpretación estricta a la letra del artículo 1 del Reglamento "supra" aludido, que
coloca en cabeza de la empresa ferroviaria la obligación ineludible de garantizar un servicio
seguro.En efecto, si bien es cierto que el accidente fatal ocurrió en una fecha no laborable, ello
no justifica la falta del personal de las garitas del paso a nivel, pues bajo ninguna circunstancia
puede admitirse que durante un día feriado se reduzcan las medidas de seguridad en la
circulación ferroviaria.Por tanto, no surgen motivos serios que permitan justificar la ausencia de
empleados a cargo de controlar el tránsito vehicular y peatonal del paso a nivel, ya sea dentro
de la garita de control mecánico de barreras, o como banderilleros en su reemplazo. Si la
empresa debía prestar el servicio ferroviario aún en una jornada atípica, debió haber puesto en
funcionamiento todos los mecanismos de seguridad exigidos, máxime porque no puede
aceptarse el hecho de que los trenes circulen por las vías sin que se tomen las medidas
tendientes a evitar accidentes previsibles.En este orden de ideas, establece el art.902 del
Código Civil que " Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de
las cosas, mayor será la obligación que resulte de las consecuencias posibles de los hechos".
Aplicándolo al caso en examen, la demandada no puede pretender exonerarse de
responsabilidad por los sucesos acaecidos, por cuanto su conocimiento técnico de las
condiciones que deben cumplirse para garantizar un servicio seguro, lo pone en la situación
insalvable de tomar en cuenta todas las medidas necesarias para evitar infortunios
probables."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
EL CASO:R. denunció que su hija fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela Penitenciaria.Señaló responsables de tales
conductas.Explicó que los malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales
derivaron en que su hija debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio
Penitenciario, con un cuadro de deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que
atendió a su hija recomendó que permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta
alimentaria especial, prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la
Escuela.Se hizo presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el
director del establecimiento. Al día siguiente, se enteró que su hija había sido internada en la
clínica , lugar en el que permanecía hasta el momento de radicada la denuncia.El a quo 1)
decretó procesamientos en calidad de coautores responsables del delito reprimido por el
artículo 90 del Código Penal; 2)por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del delito
previsto por el artículo 90 del Código Penal y 3)decidió que no existía mérito en la causa para
dictarlo.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"Contra la sentencia que rechazó sin más trámite la acción de amparo en los términos del art. 3
de la ley 16.986, el amparista G. SA interpuso el recurso de apelación.Para así resolver el a
quo consideró que, de acuerdo con los hechos relatados en la demanda, existen otras vías que
presentan mayor idoneidad para el análisis de la acción planteada. Así sostuvo que "el
propósito que los actores persiguen con la acción de amparo entablada, es enervar la
formulación de la denuncia penal en los términos del art. 2° de la ley 24.769, que conllevaría,
atento a la escala de sanciones previstas para el tipo, a la prisión preventiva, sin beneficio de la
exención de prisión o excarcelación, afectando ello la libertad del amparista"; de todo lo cual
concluyó que "el sendero idóneo para atacar la inconstitucionalidad de las determinaciones
impositivas que califican el hecho dentro del tipo penal previsto en el art. 2° de la ley 24.769 y
la adopción de figuras penales inexcarcelables, es el del hábeas corpus
preventivo...".Finalmente, y citando jurisprudencia de nuestra Corte Federal y artículos de la
Constitución Nacional, expresó que "surge de manera cristalina la existencia de otras vías
judiciales idóneas y eficaces, en los términos del art. 43 y del art. 75, inc. 22 de la Constitución
nacional y art. 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, para debatir las
cuestiones objeto de la pretensión procesal deducida en el sub-lite"."Dres.Julio Víctor
Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O.Dugo.
Fecha: 03/11/2005
"Que la reforma constitucional de 1994 al incorporar el art. 43 relativo al amparo y los tratados
de derechos humanos contenidos en el art. 75, inc. 22 - cuales son, laConvención Americana
sobre Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto internacional de Derechos Culturales,
Civiles y Políticos-, ha modificado radicalmente el esquema de la admisibilidad de la acción de
amparo y la consecuente potestad jurisdiccional de rechazar in limine la misma, a la vez que ha
impulsado un razonamiento judicial más proclive a concentrarse en la eficacia de la tutela
judicial sobre los derechos y garantías afectados.El art. 43 de la CN, establece como recaudo
de la admisibilidad del amparo que "...no exista otro medio judicial más idóneo...".Esto deroga
la exigencia de agotar las vías administrativas -exigencia prevista en el art. 2, inc. a, de la ley
16.986-, tornando inconstitucional tal exigencia, a la vez que concentra el problema en
determinar si los procesos judiciales, ordinarios o especiales, resultan hábiles para proteger
con eficiencia el derecho o garantía constitucional vulnerado o si, por el contrario, es sólo el
amparo la vía procesal apta para ello, lo cual nos conduce al tema de las vías paralelas o
concurrentes (Conf. Augusto M. Morello, Carlos A. Vallefín, "El amparo. Régimen Procesal",
3ra. edición, ed. LEP, p. 29/30)."Dres.Julio Víctor Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O.
Dugo.
Expte.4695/03.
Fecha: 03/11/2005
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
APELACIÓN ADHESIVA.Improcedencia..
"...la adhesión deducida por...no se produjo en relación al recurso concedido a otro que hubiera
tenido derecho a recurrir, sino sobre el propio recurso de la misma parte. Por ello, resulta
improcedente Además, la defensora no cumplió con la carga de "expresar los motivos en que
se funda" (art. 439, del CPP) razón que se suma a la anterior para fundar el rechazo de la
adhesión..".Dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"El tipo penal que describe el artículo 144 bis del Código Penal -funcionario público que en un
acto de servicio cometiera cualquier vejación contra las personas o les aplicare apremios
ilegales- aplicado al caso en examen, se ve seriamente obstaculizada por las condiciones
propias en que se desarrollaron los hechos que dieron origen a la presente instrucción.En los
casos de..., el óbice principal se encuentra en que no revisten el carácter de "funcionario
público".Dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
EL CASO:R denunció que su hija M fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela Penitenciaria.Señaló responsables de tales
conductas.Explicó que los malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales
derivaron en que su hija debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio
Penitenciario, con un cuadro de deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que
atendió a su hija recomendó que permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta
alimentaria especial, prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la Escuela
Penitenciaria.Se hizo presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el
director del establecimiento.Se enteró que su hija había sido internada en la clínica , lugar en el
que permanecía hasta el momento de radicada la denuncia. El a quo en relación a
los,procesados :1) decretó procesamientos en calidad de coautores responsables del delito
reprimido por el artículo 90 del Código Penal;2)por considerarlos partícipes necesarios en la
comisión del delito previsto por el artículo 90 del Código Penal, y 3) decidió que no existía
mérito en la causa para procesamiento.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
Expte.6775.
Fecha: 11/08/2005
Ficha Nro.: 000002538
"Este Tribunal sostiene el principio general que rige en esta materia -con sustento normativo en
el art. 311 CPCCN- en el sentido de que los trámites vinculados con las medidas precautorias
no tienen -como regla- efecto interruptivo de la caducidad de la instancia principal, pues las
cuestiones relacionadas con aquélla resultan -en general- incidentales e independientes de la
prosecución de la causa, ya que su objeto no es otro que el de asegurar el cumplimiento de la
sentencia favorable que eventualmente hubiera podido recaer, y de ninguna manera
constituyen un trámite esencial para llegar a su dictado.Un detenido examen de las constancias
fácticas de esta causa da cuenta de que las singularísimas circunstancias que le dieron origen
autorizan a hacer excepción a la citada regla.En efecto, debe señalarse que la medida cautelar
fue otorgada atendiendo al delicado estado de salud del actor -con riesgo de vida- que
reclamaba la devolución de sus ahorros producto, por otra parte, de una indemnización laboral,
para continuar con los tratamientos y controles médicos, realización de diversos estudios y
apoyo farmacológico, por habérsele realizado diversas practicas quirúrgicas en el sistema
coronario.En este contexto de clara urgencia, el impulso que ha dado el actor -según se
evidencia en la causa- dirigido a obtener el cumplimiento del anticipo jurisdiccional, aunque ello
no se refleje en la acción principal, denota que no existió "abandono de la instancia"
presupuesto y fundamento de la caducidad.Obsérvese que el amparista desde el último acto
impulsorio considerado por el a quo ha debido extremar sus esfuerzos para lograr que una
orden judicial fuera cumplida, al punto de tener que solicitar la habilitación de feria, requerir
orden de secuestro para obtener el dinero necesario ante la necesidad de realizarse un "by
pass coronario"...Asimismo, cabe resaltar que el actor finalmente cumplió con el traslado al
Poder Ejecutivo Nacional con fecha anterior al acuse de caducidad y si bien es cierto que tal
circunstancia no era conocida por el peticionante, ni por el a quo, no es un dato que pueda
dejarse de lado al resolver la cuestión. Sobre el punto, también debe considerarse que tal como
lo sostiene la actora, el expediente no se encontraba en letra, circunstancia admitida por el a
quo. En segundo término, no pueden dejar de ponderarse las también excepcionalísimas
circunstancias que dieron origen a la promoción de esta causa y de otras análogas en un
número nunca antes conocido en la vida institucional del fuero federal. Este fenómeno inédito -
puesto también de manifiesto en otras Cámaras Federales de Apelación (véase "La Ley" 2003-
E-546 y 547)- que razonablemente pudo generar dificultades en la consulta y control de los
expedientes -tanto por los abogados como por las partes- impone la aplicación de un criterio
aún más restrictivo que el que rige en la materia, a fin de no vulnerar la garantía del debido
proceso (art.18 de la Constitución Nacional).De consuno con lo expuesto, las circunstancias
singulares antes mencionadas -en especial las razones de salud invocadas para obtener la
protección cautelar y el largo trámite para alcanzar su ejecución- y las generales derivadas de
la tramitación masiva de causas con similar objeto en el fuero, la decisión del señor juez de
primera instancia que decretó la caducidad debe revocarse".Fdo.Jueces Sala Tercera,
dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefin.
La sentencia publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS del stiio PJN,con el siguiente orden
de cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)Fallos Destacados).
Expte.6420/04.
Sentencia publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN (orden de cliqueo para
el acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de L Plata;3)Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata y 4)Fallos Destacados.
Expte.6420/04.
Fecha: 07/03/2005
Expte.5936/03.
"C.C.y otros c/PEN s/amparo"(Expte.5936/03 Rtro Sala I T.83 f* 227/228 del 7/4/2005).
Fecha: 07/04/2005
"...En el sub lite resulta aplicable la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en autos G.2181.XXXIX "Galli, Hugo Gabriel y otro c/ PEN - ley 25.561 - dtos. 1570/01 y
214/02 s/ amparo sobre ley 25.561", fallo del 5 de abril de 2005. Sin embargo, esta decisión
sólo alcanza a la validez constitucional de la conversión a pesos de las obligaciones
instrumentadas en títulos de la deuda pública establecida por el decreto 471/02 y sus normas
complementarias.Sentado ello, conforme surge de las constancias de autos, el amparista se
encuentra alcanzado por la normativa de excepción que previó el régimen de emergencia para
los títulos públicos (v. art. 2 de la Resol. del ME N° 73/02, arts. 59 y 60 de la Ley N° 25.827 y
arts. 46 y 47 de la Ley N° 25.967). Así, exceptuó d e la suspensión del pago de la renta a los
bonos que estuviesen en poder de sus tenedores originales, de los causahabientes de
personas que se encuentren en situación de desaparición forzada, de personas mayores de 75
años de edad, cuando hubiesen sido recibidos en concepto de indemnizaciones o pagos de
similar naturaleza por desvinculaciones laborales y cuando estén en poder de personas que
atraviesen situaciones en las que estuvieren en riesgo la vida, o aquellas en las que exista un
severo compromiso de su salud por el riesgo de incapacidad que presuma la patología y la
imposibilidad de postergación del tratamiento por un lapso mayor a dos años.Por otro lado, la
sanción de la Ley N° 26.017 agravaría -prima facie- la situación de necesidad y urgencia en
que se encuentran los sujetos exceptuados por la normativa de emergencia aludida
anteriormente. Pues reestructurada la deuda pública mediante el decreto 1735/04, dicha ley
dispuso que los bonos que no hayan sido canjeados, conforme el sistema previsto en ese
decreto, pueden ser retirados de cotización en todas las bolsas y mercados de valores,
nacionales o extranjeros. Es más, prohíbe al Poder Ejecutivo Nacional reabrir el proceso de
canje así como efectuar cualquier tipo de transacción judicial, extrajudicial o privada respecto
de los bonos que no hayan sido canjeados, como ocurre con el caso de autos."Dres.Alberto
Ramón Durán.Sergio O. Dugo.
Expte.5669.
Fecha: 29/07/2005
"...cabe remarcar que la citación en garantía se adecua en los caracteres de los procesos
múltiples, accediendo el citado en garantía en carácter de tercero. Asimismo, y dentro del
marco de la intervención como tercero, y sin desmedro de la posibilidad de que la compañía
aseguradora intervenga de manera voluntaria, la citación en garantía se agrupa dentro de la
llamada intervención "coactiva", "obligada", o "forzosa" prevista en el art. 94 del CPCC (Conf.
Hernán J. Martínez, PROCESOS CON SUJETOS MÚLTIPLES, ed. La Rocca, Buenos Aires,
1994, tomo 2, p. 57/59 y 80/85)."Dres.Julio Víctor Reboredo.Alberto Ramón Durán.sergio O.
Dugo.
Expte.6515/04
Fecha: 03/11/2005
"...cabe remarcar que la citación en garantía se adecua en los caracteres de los procesos
múltiples, accediendo el citado en garantía en carácter de tercero. Asimismo, y dentro del
marco de la intervención como tercero, y sin desmedro de la posibilidad de que la compañía
aseguradora intervenga de manera voluntaria, la citación en garantía se agrupa dentro de la
llamada intervención "coactiva", "obligada", o "forzosa" prevista en el art. 94 del CPCC (Conf.
Hernán J. Martínez, PROCESOS CON SUJETOS MÚLTIPLES, ed. La Rocca, Buenos Aires,
1994, tomo 2, p. 57/59 y 80/85)"Dres.Julio Victor Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio
O.Dugo.
Expte.6515/04.
Fecha: 03/11/2005
"...Con respecto a la legitimación de la Compañía de Seguros Zurich SA, para actuar como
tercero citado en garantía, tanto de la documental como de los propios términos de la empresa
mencionada surge que corresponde su intervención en éste proceso.Así de la poliza obrante
en el expediente...surge que la empresa mencionada es la representante en la Argentina de la
compañía aseguradora chilena.Asimismo, de sus propios términos..., manifestó que existe un
convenio de asistencia recíproca para siniestros ocurridos en la República Argentina con la
empresa Chilena Consolidada SA, agregando que ello no implica que deba representarla en
juicio.De lo expuesto surge con meridiana claridad que Zurich SA asegura la responsabilidad
civil por los daños que produzca el camión causante del accidente.En tal sentido, la citación en
garantía no es para que defienda los derechos de la empresa chilena, sino en función de su
propio interés como empresa aseguradora del siniestro objeto de éste proceso. Por ello, su
intervención deviene necesaria a efectos de dictar una sentencia útil (art. 89 del
CPCC).".Dres.Julio Víctor Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O. Dugo.
EL CASO:surge de la sentencia publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN,
con el siguiente orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del Interior;2)Justcia
Federal de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)Fallos Destacados.
Expte.6515/04
Fecha: 03/11/2005
"Con respecto a la legitimación de la Compañía de Seguros Zurich SA, para actuar como
tercero citado en garantía, tanto de la documental como de los propios términos de la empresa
mencionada surge que corresponde su intervención en éste proceso.Así de la poliza obrante
en el expediente... surge que la empresa mencionada es la representante en la Argentina de la
compañía aseguradora chilena.Asimismo, de sus propios términos..., manifestó que existe un
convenio de asistencia recíproca para siniestros ocurridos en la República Argentina con la
empresa Ch... C.SA, agregando que ello no implica que deba representarla en juicio.De lo
expuesto surge con meridiana claridad que Z. SA asegura la responsabilidad civil por los daños
que produzca el camión causante del accidente.En tal sentido, la citación en garantía no es
para que defienda los derechos de la empresa chilena, sino en función de su propio interés
como empresa aseguradora del siniestro objeto de éste proceso. Por ello, su intervención
deviene necesaria a efectos de dictar una sentencia útil (art. 89 del CPCC)."Dres.Julio Víctor
Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O.Dugo.
Expte.6515/04.
Fecha: 03/11/2005
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
"...la suspensión de las tareas de disposición final de residuos domiciliarios -que pretenden las
accionadas- puede afectar la gestión integral de los residuos en más de una jurisdicción (de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires), con todos los
problemas ambientales y a la salud de los ciudadanos que tal circunstancia puede
aparejar....ésta última situación abre por sí la competencia federal, dado que la mentada
afectación potencial de intereses guarda una trascendencia interjurisdiccional que involucra
tanto a los estados mencionados y al ente por ellos creado -el CEAMSE-, como a los
ciudadanos que habitan en ellos y que se hallen afectados(1)..ésta concentración del problema
no enerva el respeto a la división territorial, sino que hace prevalecer el debido orden y la
economía procesal, en función de los principios generales de la materia ambiental, y
particulares de la gestión de residuos domiciliarios(2)".Dres.Alberto Ramón Durán.Sergio O.
Dugo.
Expte.9897/04.
NOTAS:(1):art. 2 de la ley 48;(2):art. 41 de la CN; arts. 4°, tercer párrafo , y 7°, segundo
párrafo, de la ley 25.675; art. 4, inc. a, de la ley 25.916; art. 35, pto. 5, del CPCC..
Fecha: 28/06/2005
"La Constitución de 1994 introdujo una importante reforma, al deslindar las competencias entre
la Nación y las Provincias en materia ambiental, en virtud de la cual corresponde a la Nación el
dictado de las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las
provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones
locales(1)...el deslinde de competencia clásico del sistema federal que establece una
delimitación de atribuciones otorgadas al gobierno central -a partir del principio de que lo no
delegado queda reservado a las provincias- se ha modificado en favor del principio de la
complementación, de armonización de políticas conservacionistas entre las autoridades
federales y locales, pero atribuyendo la legislación de base a la autoridad federal(2)...La ley
general del ambiente, 25.675 define a los presupuestos mínimos como "toda norma que
concede una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, y tiene por
objeto establecer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental".Estas leyes
vienen a conformar los cimientos jurídicos sobre los que se construye la política ambiental,
definiendo las áreas prioritarias para la gestión pública y los instrumentos para lograr los
objetivos definidos por la política ambiental(3)".Dres.Alberto Ramón Durán.Sergio O. Dugo.
Sentencia publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS de sitio PJN con el siguiente orden de
cliqueo para su visualización:1)Fueros federales del interior 2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4) fallos destacados).
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
"...la demandada fue tenida por confesa, circunstancia ésta que, aunada a su falta de
colaboración en el ofrecimiento y producción de pruebas conducentes a dilucidar los hechos
controvertidos, y la carga probatoria que le corresponde en el presente -como se adelantó en el
considerando que precede-, se erige en un fuerte indicio en contra de su posición.Dada la
ineficacia probatoria del sumario Nº 38/94..., y teniendo presente el principio in dubio pro
operario (art. 9 de la LCT), considero que no existe en el expediente elemento probatario
alguno que involucre al actor en los hechos imputados."(del voto del Dr. Durán).
La sentencia se puede visualizar a texto completo en el sitio PJN, rubro "Fallos Destacados" de
ésta Cámara,con el siguiente orden de cliqueo:1)Fueros federales del interior;2)Justicia Federal
de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.5780/03.
Fecha: 07/04/2005
"Con relación a la imposición de costas, entiendo que las que corresponden a la instancia de
origen deben distribuirse en orden al porcentaje de responsabilidad establecido en esta
instancia, esto es, 80% para la demandada y 20% para la parte actora. Las costas de alzada
deberán estar a cargo de la demandada vencida en esta instancia (art. 68 del CPCC)". (Dres.
Alberto Ramón Durán, Julio Víctor Reboredo, Sergio O. Dugo).
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
"La imposición de costas.Este punto debe conciliarse con la solución establecida en esta
instancia, razón por la cual corresponde que en ambas instancias las costas sean afrontadas
por la parte actora y la empresa demandada en la proporción de la responsabilidad aquí
asignada para cada una de ellas (art. 68 del CPCC).". Dres. Alberto Ramón Durán, Sergio O.
Dugo. Julio Víctor Reboredo.
Expte. 6433.
Fecha: 28/06/2005
"...No acierta el apelante al decir sobre este punto que "...el otorgamiento de una reparación por
agravio moral requiere la existencia de dolo...", porque el resarcimiento de este perjuicio es
absolutamente independiente de la concurrencia o no del elemento intencional en el agente del
daño. La afirmación de que la reparación del agravio moral solo procedía en ilícitos dolosos fue
sostenida durante años por prestigiosos autores (entre ellos, Jorge J. Llambías, Compendio de
Derecho Civil, Obligaciones, ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, año 1975, pág.108 y ss.). Pero
esta tesis ha quedado superada con la moderna doctrina y la jurisprudencia actual que
claramente han explicado la necesidad de imponer la reparación del perjuicio moral cuando lo
pida la víctima de cualquier acto ilícito, sea un delito o un cuasidelito (conf.Bustamente
Alsina,Jorge; op.cit; pág.237).Porque para determinar su procedencia no debe analizarse la
posición o la conducta del ofensor, sino que debe atenderse principalmente la situación de la
víctima (conf.Cám. Nac. Civ. y Com. Fed., sala II, 8-10-97, autos "Rivero, Vicente Gabriel
c/Estado Nacional. Estado Mayor General de la Armada"), quien como tal debe acceder a una
reparación ajustada a derecho sin que corresponda establecer diferencias entre la conducta
culposa o dolosa del autor del daño.El agravio en estudio, pues, debe ser desestimado,
debiendo confirmarse el criterio sustentado por el a quo pero siempre reduciendo la cuantía
establecida de este rubro indemnizatorio de acuerdo al porcentaje de responsabilidad impuesta
a la empresa ferroviaria."(del voto del Dr. Vallefin).
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"Con relación al agravio referido a la ausencia de fundamentación de los montos aplicados por
el juzgador, una atenta lectura del fallo atacado enervan tales planteos, toda vez que a la
cuantificación de los daños resarcibles de autos, le precede una consideración de los distintos
dictámenes periciales que han abordado las consecuencias del accidente ferroviario en la
integridad física y síquica de los actores.En consecuencia, los montos se encuentran fundados
por el a quo en los principios científicos y técnicos de los mentados dictámenes, en orden a lo
previsto en el artículo 477 del CPCC.". (Dres. Alberto Ramón Durán, Julio Víctor Reboredo,
Sergio O. Dugo).
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
"...El apelante expuso que los rubros reclamados en la demanda fueron "...cuantificados de
manera arbitraria, considerándolos excesivamente elevados en relación a los hechos de la
causa y probanzas producidas...", remarcando que "...no está acreditada la cuantía que
mensualmente percibía el causante, lo que descalifica sobradamente la suma otorgada en
concepto de valor vida-pérdida de chance...", y sosteniendo igual criterio respecto del daño
moral fijado por el señor juez de grado.Con respecto al llamado "valor vida- pérdida de chance",
es dable recordar que no es discutible hoy que la vida humana no tiene en sí misma un valor
económico, y que lo que se debe reparar a los damnificados indirectos -en el caso, los actores-
es la pérdida de los beneficios patrimoniales que éstos recibían del occiso y que en el futuro
dejarán de obtener. En tal sentido se ha expedido también la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, al decir que"la vida humana no tiene valor económico en sí misma, sino en
consideración a lo que produce o puede producir" (in re "Balbuena, Blanca Gladys
c/Misiones,Prtovincia s/daños y perjuicios"(sentencia del 13 de junio de
1978,"Fallos"300:639)Pues bien, de las declaraciones testimoniales...surge en forma
coincidente que G. era albañil y único sostén de la familia, circunstancia no controvertida por el
demandado. Es cierto que hasta este estadio no ha sido acreditado el haber mensual que el
nombrado percibía, pero no es menos cierto que en las condiciones en que él prestaba sus
servicios -junto a su padre y a su tío- y las cualidades propias de dicha actividad, resulta
altamente gravoso pretender que los reclamantes acrediten documentadamente los ingresos.
Por ello comparto el criterio del a quo en tomar como referencia el salario promedio del obrero
de la construcción a fin de reemplazar la aludida carencia.Con base en tales consideraciones,
la edad de la víctima al momento del deceso (20 años) y su calidad de padre de un menor,
estimo ajustado a derecho confirmar el valor vida fijado por el a quo en cincuenta mil pesos ($
50.000), a distribuir en partes iguales entre la ex cónyuge del fallecido y el hijo en
representación del cual se hizo el reclamo.(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.1637/00.
Fecha: 27/06/2005
"...En otro orden de cosas, toda vez que al tratarse la presente de una deuda de título anterior
al 1 de abril de 1991, a los efectos de su cumplimiento y el cálculo de los intereses que
devengue deben aplicársele las previsiones de los arts. 1 inc.a),3, 7, 10 y 12 de la ley 23.982, y
arts. 2 inc.d), 19 y concordantes del decreto 2140/91. Sin perjuicio de ello, estimo que desde el
día del hecho (17/11/90) hasta la fecha de corte dispuesta en la legislación aludida, debe
estarse al fallo plenario dictado por esta Cámara Federal en autos "Gomez, Ricarda c/ENTEL s/
Indemnización por despido" (sentencia del 30/08/01). Allí se dispuso que "corresponde aplicar
la tasa pasiva promedio mensual que publica el Banco Central de la República Argentina,
excepto en las causas laborales en que habrá de aplicarse la tasa activa promedio mensual del
Banco de la Nación Argentina para las operaciones de descuento de documentos comerciales.
Todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en el art.13 de la ley 25.344".Por tanto, ventilándose en
autos una cuestión estrictamente civil, desde el día 17 de noviembre de 1990 hasta el 1 de abril
de 1991, a la suma indemnizatoria fijada debe aplicársele la tasa pasiva promedio mensual que
publica el Banco Central de la República Argentina. Y desde ésta última fecha hasta su efectivo
pago, los intereses deben liquidarse conforme el procedimiento establecido en la ley N° 23.982
y el decreto N° 2140/91."(del voto en minoria en re lación al tema del Dr. Vallefin).
Ver voto del Dr.Durán con adhesión del Dr. Reboredo en disidencia con relación a la aplicación
del Plenario "Gomez" de ésta Cámara (autos:GOMEZ,RICARDA c/ENTEL s/Indemnización por
despido" del 30/8/01,(SE PUEDE CONSULTAR EN EL SITIO PJN,RUBRO "FALLOS
PLENARIOS"de ésta Cámara con el siguiente orden de cliqueo para el acceso:1)fueros
federales del interior;2)justicia federal de La Plata;3)Cámara Federal de La Plata y 4)FALLOS
PLENARIOS ;igualmente a la sentencia se accede cliqueando FALLOS DESTACADOS..
Expte.1637/00.
Fecha: 27/06/2005
"La Corte Suprema ha dicho en un antiguo precedente que guarda sustancial analogía con el
sub judice:"Es responsable el Estado por los hechos cometidos por sus agentes en ejercicio de
sus funciones; ello así aunque el agente de policía autor del homicidio culposo por cuyo
resarcimiento se acciona, no se encontrase cumpliendo servicios al tiempo de producirse el
hecho, pues el acto imputado sólo aparece como posible en la medida en que derivó de las
exigencias propias del cargo, si se advierte que el arma utilizada había sido provista por la
repartición en que el autor revistaba y que debía portarla permanentemente" (in re "Panizo,
Manuel Nicolas c/ Provincia de Buenos Aires",sentencia del 13 de junio de 1978, "Fallos"
300:639). Tiempo después, reiteró su postura in re "Balbuena, Blanca Gladys c/ Misiones,
Provincia s/ daños y perjuicios" (sentencia del 5 de julio de 1994, "Fallos" 317:728), en el que
expresó: "No basta para excluir la responsabilidad de la provincia, de la que el homicida era
dependiente, la circunstancia de que en el momento del hecho no se encontrara prestando
servicios.", siendo que "ningún deber es más primario y sustancial para el Estado que el de
cuidar de la vida y de la seguridad de los gobernados y si para llenar esas funciones se ha
valido de agentes o elementos que resulten de una peligrosidad manifiesta, las consecuencias
de la mala elección, sea o no excusable, deben recaer sobre la entidad pública".Los mismos
lineamientos fueron volcados posteriormente en otro pronunciamiento in re "Izaurralde, Roque
Rafael c/ Buenos Aires, Provincia de y otro s/ daños y perjuicios", sentencia del 31 de agosto
de 1999 ("Fallos" 322:2002)."(del voto del Dr. Vallefin).
Expte.1637/00.
Fecha: 27/06/2005
DECLARACIÓN INDAGATORIA.
La CSJN ha manifestado que atañe al derecho del que acude a la justicia -en el caso del
imputado- elegir la persona que, llenando las condiciones legales, produzca en su nombre los
alegatos y pruebas pertinentes a los fines de poner de manifiesto el derecho que le asiste
conforme con la garantía de la defensa en juicio mencionada en el art. 18 de la C.N.(1).Según
el art. 197 la proposición del defensor puede hacerse aun durante la prevención policial pero
siempre antes de la declaración indagatoria (art. 294), garantía integrada por el art. 107 al
indicar el deber, que incumbe al juez, de anoticiar aquella atribución. Vale decir, entonces, que
la necesidad de asistencia técnica -salvo los supuestos de excepción a la defensa material-
surge a partir de la declaración indagatoria (o sea, cuando el imputado accede formalmente al
proceso).En el presente, se advierte que el defensor oficial se notificó de la fijación de
audiencia respecto de G, quien en el mismo acto de indagatoria mantuvo la designación del
Defensor Oficial en turno cuya presencia no requirió. También se le hizo saber que podría
entrevistarse con su defensor momentos antes del cto de su declaración indagatoria, lo que así
hizo tanto con el defensor como con el asesor de menores designado....Lo anterior, revela
palmario que - justamente -en este caso, no puede sostenerse que el proceso se haya
desarrollado sin observar el derecho de defensa en juicio del encartado (art. 18 C.N.).No
corresponde entonces, declarar la nulidad de la declaración indagatoria en la que el imputado
manifestó no requerir la presencia de su abogado defensor ni de su asesor si el mismo fue
notificado debidamente sobre la posibilidad de contar con la asistencia letrada. Las causales de
nulidad previstas en el código de rito deben interpretarse de manera restrictiva y no
amplia.Jueces Dres.Antonio Pacilio.Carlos A.Nogueira.Carlos A.Vallefin.
Fecha: 17/03/2005
DEFENSA DEL CONSUMIDOR.Actividad turística (Ley 18.829 modif. por Ley 22.545)..
Expte.3451/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, dres.
Antonio Pacilio.Carlos A. Vallefin. Dr. Carlos A. Nogueira(art.109 RJN).
Fecha: 07/07/2005
"El significado de la defensa técnica.La configuración acabada de juicio previo (art. 18,
Constitución Argentina), queda trunca sin el pleno ejercicio de la defensa. Ella se cumple "con
la concesión del tiempo y de los medios adecuados" para prepararla (CADH [art. 8.2, c];
PIDCyP [art. 14.3, b]; CEDH [art. 6.3, b]), y, en lo que hace a la caracterización subjetiva de
aquél ejercicio(PIDCyP [art. 14.3, d]), con la efectiva posibilidad del imputado de "(...) hallarse
presente en el proceso y a defenderse personalmente o asistida por un defensor de su
elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre
que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si
careciere de medios suficientes para pagarlo"." Dres. Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"El sujeto pasivo del proceso penal está investido de derechos para favorecer la defensa. La
Corte Europea ha declarado que el art. 6.3, a (CEDH) garantiza tres derechos al acusado:
emprender la defensa por sí mismo, es decir, el derecho a la "auto-defensa" o "auto-patrocinio
de la parte", más conocida por defensa material; el "derecho al defensor", acotado en la
asistencia letrada que designa a elección y remunera(defensa técnica); por último, si el
acusado no hace la elección o no puede hacerla efectiva -por motivos económicos u otra
razón- el órgano judicial debe nombrar un defensor de oficio.Estas son reglas comunes del
sistema europeo y americano, por encima de diferencias de modelos inquisitivos, acusatorios o
mixtos, advertidos en aportes de la doctrina.Por lo demás, en virtud de que la defensa técnica -
sin perjuicio de la material- es obligatoria, las indicadas reglas se imponen incluso contra la
voluntad del sujeto pasivo.". Fdo. Dres. Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"La nulidad de la declaración indagatoria aparece declarada en el sólo beneficio de la ley, vale
decir, sin que exista un fin práctico y real que la justifique, si fue dictada por la falta de pago,
por parte del defensor de la imputada, de las cuotas inherentes al sistema de colegiación,
extremo éste que por su naturaleza administrativa no gravita en modo alguno sobre su
idoneidad profesional, traducida en la capacidad de transmitirle a su asistida -desde una
perspectiva técnica- aquellos elementos que obraren en su favor o funcionaren en su
detrimento. (CNCP, Sala II, causa número 5051, "Frasca, Karina Vanessa s/recurso de
casación", del 2 de julio de 2004).".Fdo. Dres. Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"El derecho a la asistencia técnica es irrenunciable (CADH [art. 8.2, e]), sobre la base
elemental de mantener la "plena igualdad" (DUDH[art. 10]; PIDC [art. 14.3]; CADH [art. 8.2]), en
el sentido de paridad de armas y un equilibrio o nivelación de conocimientos jurídicos entre el
inculpado lego asistido por un letrado y el órgano acusador. Debe tenerse en cuenta que el
imputado lego hace frente a dos técnicos: el que acusa y el que juzga.La defensa y la
asistencia jurídica -además de la asistencia lingüística- son considerados derechos inviolables
en muchos textos constitucionales para ser ejercidos: (a) "en todo estado y grado de la
investigación y del proceso" (Constitución de Venezuela [art. 49]; Italia [art. 24, 2do. párr.]);
Colombia [art. 29, 4to. párr.]; México [art. 20. A, IX]); (b)"desde las diligencias sumariales"
(Uruguay [art.16]); (c) desde "el inicio del proceso" (Nicaragua [art. 34.4]);(d) "desde el
momento de su detención o apresamiento"(Bolivia [art.16, III]);(e)o bien desde "las diligencias
policiales o judiciales" (España [art. 17.3])Todas éstas fórmulas evitan la agregación de
pruebas decisivas en el tramo inicial del proceso, sin que el imputado cuente con
asesoramiento jurídico, con serio menoscabo de la defensa en juicio.". Fdo. Dres. Carlos A.
Nogueira. Antonio Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"En definitiva, del escrito recursivo surge que no es la falta de matriculación el motivo por el
cual la defensora entiende que...quedó indefenso, sino que es la valoración (negativa) del
mérito profesional lo que a su entender perjudicó la defensa del imputado. Resulta evidente
que ello no es motivo bastantes para anular el proceso penal porque -según se sabe- una
situación consiste en garantizar la defensa en juicio como derivada de una cláusula
constitucional y, otra distinta, el resultado exitoso de esa defensa.".Fdo. Carlos A. Nogueira.
Antonio Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"...cabe aquí mencionar que la defensa técnica, aunque se ejerza por varios profesionales,
conjunta o sucesivamente, debe entenderse en sentido de unicidad."Dres.Antonio
Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
Expte. n° 3393.
Autos: "G., E.C. s/ pta. inf. art. 174 inc. 5to. CP Dcia. Anses" (Expte. n° 3393, del 30 de agosto
de 2005, Rto. S III T. 42 f 141).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín, Carlos A. Nogueira.
Fecha: 30/08/2005
DELITO DE TORTURA.Calificación..
"Debe tenerse en cuenta que la calificación debe hacerse caso a caso, conforme a las
peculiaridades del mismo, la duración del sufrimiento, los efectos físicos y mentales sobre cada
víctima y las circunstancias personales de la víctima" (Comisión IDH, Informe 35/96,cit. párrafo
83).Sobre la base de estas reglas, en el caso "Luis Lizardo Cabrera c. República Dominicana" y
respecto de la detención, la Comisión consideró que fue un acto deliberado, aplicado de forma
discrecional por las autoridades policiales, cuya "severidad deriva de la continua incertidumbre
sobre su futuro a que se ha visto sujeto el Sr. Lizardo y que se prolongó durante 6 años"
(Comisión IDH, Informe 35/96, párrafo 85).En cuanto a la incomunicación coactiva, la Comisión
señaló que, aun cuando la Corte Interamericana consideró en varias oportunidades que la
incomunicación coactiva es per se un trato cruel, inhumano o degradante, en las circunstancias
concretas del caso examinado debía ser calificada como tortura.La Corte Interamericana,
desde su primera intervención, tuvo oportunidad de pronunciarse respecto de las conductas
prohibidas por el art. 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. A continuación,
se intentará -a través de la transcripción de párrafos de distintas resoluciones emanadas de la
Corte Interamericana- dar alcance y marco a los conceptos de "sufrimiento psíquico" y
"gravedad suficiente" que definen a la tortura en nuestro Código Penal, no sin poner de resalto
que esta definición se asemeja a la prevista por la Convención contra la Tortura y otros Tratos
Crueles, Inhumanos y Degradantes, aunque con la observación de que el Código Penal castiga
la comisión de cualquier clase de tortura sin condicionar la calificación al hecho de que tales
actos persigan un propósito determinado.En reiteradas oportunidades la Corte consideró que
"(...)el aislamiento prolongado y la incomunicación coactiva a los que se ve sometida la víctima
representan, por sí mismos, formas de tratamiento cruel e inhumano, lesivas de la integridad
psíquica y moral de la persona y del derecho de todo detenido al respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano" (Corte IDH, caso "Fairén Garbi y Solís Corrales", sentencia del 15 de
marzo de 1989, párrafo 149; caso "Godínez Cruz", sentencia del 20 de enero de 1989, párrafo
164, y caso "Velázquez Rodríguez", sentencia del 29 de julio de 1988, párrafo 156).En el caso
"Velázquez Rodríguez" agregó que "(...)Por lo demás, las investigaciones que se han verificado
donde ha existido la práctica de desapariciones y los testimonios de las víctimas que han
recuperado su libertad demuestran que ella incluye el trato despiadado a los detenidos,
quienes se ven sometidos a todo tipo de vejámenes, torturas y demás tratamientos crueles,
inhumanos y degradantes, en violación también al derecho a la integridad física reconocido en
el mismo art. 5 de la Convención".De forma más específica, en el caso "Suárez Rosero"
(sentencia del 12 de noviembre de 1997, párrafos 89 y 90) la Corte Interamericana puso de
manifiesto que la incomunicación es una medida de carácter excepcional que debe ajustarse
estrictamente a las condiciones establecidas por la ley. Estableció que "(...) la incomunicación
es concebida como un instrumento excepcional por los graves efectos que tiene sobre el
detenido. En efecto, el asilamiento del mundo exterior produce en cualquier persona
sufrimientos morales y perturbaciones psíquicas, la coloca en una situación de particular
vulnerabilidad y acrecienta el riesgo de agresión y arbitrariedad en las cárceles".Estos criterios
le permitieron a la Corte expresar que "(...)la sola constatación de que la víctima fue privada
durante 36 días de toda comunicación con el mundo exterior y particularmente con su familia,
le permite (...) concluir que fue sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes, más aún
cuando ha quedado demostrado que esta incomunicación fue arbitraria...".Desde la perspectiva
de la doctrina se indicó, con todo acierto -y muy adecuada a la situación de la historia fáctica de
esta causa- que todas las graves formas de violaciones de los derechos humanos se
encuentran usualmente vinculadas, de modo que "(...)por ejemplo, la tortura con frecuencia
antecede a ejecuciones extrajudiciales y a "desapariciones forzadas", o una persona
"desaparecida" es [luego] ejecutada o torturada hasta ser muerta y podría manifestarse en este
sentido como una forma de ejecución extralegal" (conf.,Ambos, Kai., Impunidad y Derecho
Penal Internacional. Bs. As., Ad Hoc, 1997, p.88 y nota 110)."Dres.Carlos Alberto
Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira. SENTENCIA PUBLICADA EN EL RUBRO
"FALLOS DESTACADOS" DEL SITIO PJN, con el siguiente orden de cliqueo para su
visualización:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal
de Apelaciones de La Plata y4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"...A mi juicio, los hechos comprobados de esta causa, persuaden de que el señor...el
día...pudo considerar que ejercía regularmente sus derechos constitucionales sin que su
conducta resulte reprochable en los términos del artículo 194 del Código Penal como lo hace la
sentencia recurrida.En efecto, las personas reunidas se convocaron frente a la cárcel en
reclamo de la liberación de manifestantes detenidos en otra ocasión. El corte de la ruta fue
parcial. Los automóviles fueron desviados por personal policial para continuar su recorrido por
una ruta alternativa existente. Los manifestantes ocuparon el lugar durante dos horas. No
existió intimación policial para que cesaran en su conducta. La protesta se llevó adelante de
modo pacífico y no se registraron daños ni en las personas ni en las cosas.El precedente
resuelto por la Cámara Nacional de Casación Penal in re "Schifrin, Marina", sent. del 7-7-
2002(1) que el a quo invoca en apoyo de su decisión ha sido recurrido ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación que aún no se ha pronunciado. Sí lo ha hecho la Procuración General
que en su dictamen ha aconsejado la revocación de aquella sentencia y las razones que
desarrolla -en mi opinión- dan sustento suficiente a la solución que aquí se propicia.Dijo allí que
"si alguien se consideró autorizado a obrar de determinada forma, en este caso a cortar una
ruta, porque interpretó equivocadamente los principios constitucionales que le garantizan su
"derecho a protestar’, se debe analizar a la luz de la teoría del error de prohibición si le era
exigible la posibilidad de comprender que su conducta era contraria al derecho".Y continuó: "La
dependencia de la exclusión de la punibilidad de la inevitabilidad del error es explicable desde
diversos puntos de vista (...) Sea porque cuando el error es inevitable el autor no ha podido
obrar de otra manera (Welzel), sea porque el autor no tiene a su cargo la evitabilidad (Jakobs),
sea porque quien no ha tenido la posibilidad de conocer la ilicitud no puede ser alcanzado por
el mandato normativo (Roxin), o sea, finalmente, porque el autor no ha podido conocer la
ilicitud a pesar de haber empleado su capacidad para ello (Rudolphi), en todo caso, la
exclusión de la punibilidad se basa en la ausencia de culpabilidad(2)".Añadió que "cabría
preguntarse, consecuentemente, si cortar’ una ruta en una especial situación social de
manifestaciones y protestas que ocurren diariamente en el país, sin consecuencias jurídico-
penales y, hasta podría decirse, en un marco de permisión o pasividad estatal, no pudo ser
incluida por la imputada entre aquellas acciones que no se apartan considerablemente del
orden de la vida en comunidad conformado históricamente (Welzel)¨".En síntesis y con
palabras de este mismo dictamen, no es dudoso considerar que el imputado -y el resto de los
manifestantes que se congregaron frente a un penal en el mes de agosto de 2003- "tenía
razones sensatas para suponer el carácter permitido de su hecho(3)" (énfasis añadido).(del
voto en disidencia del Dr. Vallefin).
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"La interpretación del artículo 194 del Código Penal según la Cámara Nacional de Casación
Penal y otros tribunales federales.La interpretación del citado precepto -que sostiene el
procesamiento del recurrente- no ha alcanzado unanimidad.La conducta de quien forma parte
de un ’piquete’ que corta la circulación de una ruta encuadra en el tipo penal del artículo 194
del Código Penal dice la mayoría de la Sala I de la Cámara de Casación. La minoría señala
que si bien la conducta de quien forma parte de un ?piquete’ que corta una ruta encuadra en el
tipo penal del art. 194 del Código Penal, no es antijurídica, pues constituye el ejercicio legítimo
del derecho constitucional de reunión, tanto como las manifestaciones estudiantiles, las
asambleas barriales, las marchas con cacerolas o sin ellas, los ‘escraches’ y las maratones
urbanas(1).La Sala III in re "Alais" alcanzó una solución en sentencia dividida pues dos de sus
integrantes juzgaron que la conducta incriminada -que había interrumpido la circulación de una
formación ferroviaria"encuentra en principio y con mira al estadio procesal que transita el
expediente, adecuación típica en el artículo 194 del Código Penal", en tanto el voto disidente
consideró que "quienes impidieron por sólo 40 minutos aproximadamente el paso de un tren,
sabiendo que no existía funcionamiento normal del servicio y, aparte, en el marco de una
medida de protesta, no crearon un riesgo prohibido"(2) .Por último, la Sala IV in re "Gatti,
Miguel Ángel" anuló la condena aplicada por violación del artículo 194 del Código Penal. Dijo
que en supuestos en los que "habría intervenido un elevado número de personas -o de
manifestantes- el concepto de autoría adquiere particular significación, haciéndose necesario,
sobre todo atendiendo al criterio de personalidad de la pena, determinar los roles cumplidos en
cada caso por cada uno de los sujetos presentes en el lugar, permitiendo así diferenciar a los
autores de los instigadores o de los meros participes en cualquiera de sus grados y hasta de
los simples espectadores. O en su caso, si se entendió estar en presencia de un supuesto de
autores plurales de convergencia intencional sobre un hecho común, debió darse razón del
porqué de ello; esclareciendo también si todos quisieron el hecho como propio tal y como se
desarrolló". La Cámara Federal de Apelaciones de San Martín resolvió que correspondía
sobreseer al imputado por la presunta infracción al artículo 194 del Código Penal pues el
denominador común de la manifestación "ha sido un reclamo vecinal -exteriorizado a través de
una lenta pero continua marcha por la ruta Panamericana- que no perseguía ninguna finalidad
contraria a la normativa vigente, y que congregó a un número indeterminado de individuos que,
espontáneamente, se sumaron a expresar su disconformismo contra una decisión del Poder
Ejecutivo Nacional"(3).Bidart Campos en el comentario a esta sentencia suscribe la siguiente
afirmación: "no incurre en el delito del art. 194 del código penal quien en forma pacífica, con
fines legítimos de disconformidad ante medidas oficiales, participa en una reunión callejera que
causa molestias en la vía pública y que, por ende, afecta al derecho de circular de los terceros
ajenos"(4); énfasis propio)".(del voto en disidencia del Dr Vallefin).
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
Expte.3193.
NOTA:(1):Couture, Eduardo J., Fundamentos del Derecho Procesal Civil, tercera edición,
Buenos Aires, Depalma, 1987, p. 235, énfasis añadido.
Fecha: 16/03/2005
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA.La acción típica en el art. 194 del C.P.Bien
jurídico protegido.
"La acción típica descripta por el artículo 194 del Código Penal, en lo que a esta causa
concierne, consiste en impedir, estorbar, o entorpecer el normal funcionamiento de los
transportes por tierra.El bien jurídico protegido es la eficiencia del transporte, su normal
cumplimiento y prestación. Apunta a la circulación normal del transporte por las vías que
corresponda (1).Ahora bien, impedir significa imposibilitar la ejecución de algo; estorbar
equivale a obstaculizar, incomodar, molestar; entorpecer implica retardar, turbar, dificultar(2).Se
impide la normal circulación del transporte obturando la ruta o poniendo obstáculos (v.gr.,
neumáticos encendidos), o, en general, colocando cualquier cuerpo que imposibilite el paso de
vehículos. Cuando las personas o las cosas en la ruta no imposibilitan el paso vehicular sino
que, propiamente, la dificultan, se trata de otro supuesto del tipo que refiere al
entorpecimiento(3)".(del voto del Dr. Nogueira).
Expte.3193.
NOTA:(1):conf., CNCP, Sala II, "Caminos del Valle Concesionarios S.A", del
15/06/2001;(2):conf., por ejemplo, FONTÁN BALESTRA, Carlos. Tratado de Derecho Penal.
Bs. As., 19.., Tomo VI [Parte Especial],§ 130, p. 306;(3):conf., NÚNEZ, Ricardo C., Derecho
Penal Argentino. Córdoba, 199., Tomo Sexto [Parte Especial], p. 93-94, notas 155 y 157.
Fecha: 16/03/2005
Ficha Nro.: 000002391
"...la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad -o sea, aquellos delitos de derecho
internacional más gravesentronca con la historia, la filosofía y los valores del ius gentium (al
que hace mención expresa el art. 118 de nuestra Constitución) y configura una regla
insoslayable en toda circunstancia, con supremacía sobre el derecho interno (conf., Schiffrin,
Leopoldo H., Primacía del derecho internacional sobre el derecho argentino [en: Aplicaciones
de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales -Compiladores Martín
Abregú y Christian Courtis-]. Bs. As., CELS, 1997, pp. 115-125). Todo crimen contra la
humanidad debe ser juzgado sin limitación de espacio y de tiempo. Es, por naturaleza, un
crimen imprescriptible según el consensus omnium gentium o humanis generis sobre un
determinado sistema de valores de alcance universal, cuya validez e idoneidad se prueba
fácticamente con la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, al decir de Bobbio
"(...)la más grande prueba histórica que jamás se haya dado...como dato aceptado no
objetivamente sino subjetivamente por el conjunto de los seres humanos...[de] los derechos del
hombre en cuanto a derechos del ciudadano del mundo" (conf., Bobbio, Norberto., El problema
de la guerra y las vías de la paz. 1era. Edición. Trad. J. Binaghi. Barcelona, 1982, pp. 132-133,
y 136)."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Como punto de partida debe traerse a colación el reciente fallo de la Corte nacional( in re
"Recurso de hecho deducido por la defensa de Julio Héctor Simón en la causa Simón Julio
Héctor y otros s/Privación ilegítima de la libertad, etc -causa n° 17.768-") y la mención singular
del considerando 30:"(...)la inadmisibilidad de las disposiciones de amnistía y prescripción, así
como el establecimiento de excluyentes de responsabilidad que tiendan a impedir la
investigación y sanción de los responsables de violaciones graves de los derechos humanos
fue reiterada con posterioridad y configura un aspecto central de la jurisprudencia de la Corte
Interamericana, cuyos alcances para casos como el presente no pueden ser soslayados. Por lo
demás, su concreta relevancia en el derecho interno frente a supuestos similares ya ha sido
reconocida por este Tribunal (Fallos: 326:2805 ["Videla, Jorge Rafael", voto del juez Petracchi];
326:4797 ["Astiz, Alfredo Ignacio", voto de los jueces Petracchi y Zaffaroni], y, en especial, en la
causa A.533. XXXVIII ["Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación
ilícita y otros -causa n° 259-", resuelta el 24 de agosto de 2004, voto del juez Petracchi]), en el
que se admitió la aplicación retroactiva de la imprescriptibilidad de los delitos de lesa
humanidad, ingresada a nuestro ordenamiento jurídico ex post facto".Dres.Carlos Alberto
Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Las mentadas normas, para juzgar los hechos del caso, se avenían a los principios
obligatorios del derecho universalmente válido (ius cogens), de vigencia inmemorial,
precedente a ellas y vigente como derecho internacional público consuetudinario que reconocía
la imprescriptibilidad de los mencionados delitos antes de que aquellas entraran regir y de su
incorporación al derecho interno. Se trata de una fuente del Derecho Internacional, de la
costumbre o normas consuetudinarias como expresiones de una práctica común, obligatoria y
evolutiva (conf., Rousseau, Charles. Derecho Internacional Público. Trad. F. Giménez Artigues.
Barcelona, Ariel, 1957,pp.56-60; Halajczuk, Bohdan T. y Moya Domínguez, María T., Derecho
Internacional Público. Bs.As., Ediar, 1978, pp. 39-60), que, al comprender los denominados
crímenes de lesa humanidad, fija la regla inalterable de su imprescriptibilidad. Una regla que
vale para el pasado, el presente y el futuro no ya por la sola vigencia del derecho convencional,
sino por efecto directo de la fuente consuetudinaria. Ninguna norma interna puede extinguir la
acción penal -por caso, las leyes 23.492 y 23.521- cuando una costumbre internacional, una
especie de lex superior (higher law) en el tiempo y en el espacio, la declara imprescriptible. En
el supuesto de las leyes aludidas resulta evidente que, por imperativo del derecho internacional
consuetudinario o bien del ius cogens (art. 53, Convención de Viena), no puede hablarse de
aplicación retroactiva de la ley penal."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos
Alberto Nogueira. SENTENCIA PUBLICADA EN EL rubro FALLOS DESTADADOS DEL sitio
PJN con el siguiente orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del
Interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y
4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Ficha Nro.: 000002631
"Tampoco, por derivación de análogos principios, puede afirmarse una violación al principio de
legalidad (art. 18, CN) sobre la base de una reclamada y errónea ausencia de figura típica en el
orden interno, desde que los delitos imputados -por la comisión de un hecho que infringe un
tipo penal o varios hechos independientes que infringen una misma norma penal- son
calificados como crímenes de lesa humanidad y sus diversas formas de perpetración (v.gr.,
privación ilegítima de la libertad, desaparición forzada de personas, homicidios, torturas). Esta
clase de crímenes definidos en el Estatuto del Tribunal de Nüremberg, que da lugar a delitos
internacionales, nace como un derecho penal retroactivo (conf., Kelsen, Hans., Principios de
derecho internacional público. Trad. H. Caminos y E.C. Hermida. Bs.As., El Ateneo, 1965,
p.117). En efecto, allí se afirma la criminalidad de tales conductas sobre cualquier norma en
contrario de los Estados donde se hubieran producido los hechos, a consecuencia de la idea
central de la supremacía del derecho internacional, y, con ello, la obligación de perseguir y
sancionar a los autores o partícipes sin óbice temporal (imprescriptibilidad, retroactividad) y
espacial (competencia universal). Por tanto, dichas conductas criminales -con tipología en el
derecho de gentes- son inderogables, de persecución sin límites temporales; no son
excusables, sea por las leyes(amnistía), sea por las sentencias judiciales de los tribunales de
un Estado.En el derecho internacional convencional la regla ex post facto alcanzó categoría de
derecho positivo. A título de referencia, el Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y Libertades Fundamentales (Roma, 04/11/1950), pese a disponer la
prohibición de la retroactividad de la norma internacional penal, dejó explícitamente a salvo que
ello "(...)no invalidará la sentencia o la pena de una persona culpable de una acción u omisión
que, en el momento de ser cometida, constituía un crimen según los principios generales del
derecho reconocidos por las naciones civilizadas" (art. 7.2). Una disposición análoga recepta,
en el art.15.2., el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al establecer que nada
"(...)se opondrá al juicio y a la condena de una persona por actos u omisiones que, en el
momento de cometerse, fueran delictivos según los principios generales del derecho
reconocidos por la comunidad internacional.".Dres. Carlos Alberto Vallefín.Antonio
Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Al respecto conviene recordar algunos imperativos del derecho internacional consuetudinario y
contractual que obligan a nuestro país.La protección efectiva contra violación sistemática del
conjunto de los derechos humanos -genocidio, torturas y tormentos, homicidios, desaparición
forzada de personas, entre otras- se afianzó en el ámbito internacional con posterioridad a
1945. A partir de ese momento, la costumbre, la doctrina y la práctica internacionales no sólo
fomentaron el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos (v.gr., Carta de
Naciones Unidas del 26/06/45, aprobada por ley 12.838 [BO., 21/11/46], arts. 1.3, 55, "c" y 56;
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y Declaración Universal de
Derechos Humanos, ambas de 1948), sino que condenaron abiertamente los delitos contra la
humanidad y el derecho de gentes.Tal hecho resulta nítido de las declaraciones, estatutos,
convenciones o resoluciones para el enjuiciamiento y castigo de los crímenes de guerra y de
los crímenes de lesa humanidad -en especial, desde los principios de derecho internacional
reconocidos por el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nüremberg (art. 6, inc. "c") y el
fallo del tribunal(conf., Fontette, François. Le procés de Nuremberg. 1re.éd., Paris, PUF, 1996,
pp. 23 y siguientes)- con más las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas
que reafirma, con el voto de nuestro país, esos principios (Resoluciones 3[I], de 13/02/1946;
95[I] de 11/12/46; 170[II], de 31/10/1947; 2184[XXI], de 12/12/1966; 2202[XXI], de 16/12/1966),
o de las similares del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Resoluciones 1074
D[XXXIX], de 25/07/1965; 1158[XLI], de 05/08/1966). Argentina se adhirió a esa normativa
(Decreto 6945/45; ley 12.837/46 [Conferencia de Chapultepec]).Tampoco cabe omitir que el
genocidio se declaró "un crimen del derecho de gentes en contradicción con el espíritu y los
fines de Naciones Unidas que el mundo civilizado condena" (Resolución 96 [I] de la AG de NU,
de 11/12/1946), punible por la Convención sobre el punto y adoptada por la Asamblea General
de Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948. Las normas consagradas por dicha Convención
fueron declaradas obligatorias por la Corte Internacional de Justicia (1951), sin necesidad de
una obligación convencional previa. La Convención para la prevención y la sanción del delito
de genocidio (aprobada por la III Asamblea General de las Naciones Unidas, de 09/04/1948),
que define dicho crimen de lesa humanidad y determina el castigo a los culpables (arts. II y III),
fue ratificada por Argentina en el "decreto-ley" 6286/1956, promulgada el 09/04/1956 y
publicada en Boletín Oficial de 25/04/1956.La República Argentina aprobó la Convención sobre
la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad,
adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 26 de
noviembre de 1968 (ley 24.584 [BO.,del 29/11/1995, Decreto 579/2003] y ley 25.778 [BO., del
03/09/2003] que otorgó jerarquía constitucional a dicha Convención). En sentido similar, la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas -adoptada en Belém Do
Pará (Brasil), el 09/06/94, en el vigésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea
General(ratificada por Argentina el 28/02/96)- dispuso que "(...)la acción penal derivada de la
desaparición forzada de personas y la pena que se imponga judicialmente al responsable de la
misma no estarán sujetas a prescripción" (art. VII)."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio
Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Al conocer y decidir el caso "Velasquez Rodriguez" la Corte Interamericana dejó sentado algo
que merece atención:"(...)La práctica de los tribunales internacionales e internos demuestra
que la prueba directa, ya sea testimonial o documental, no es la única que puede
legítimamente considerarse para fundar la sentencia. La prueba circunstancial, los indicios y las
presunciones, pueden utilizarse, siempre que de ellos puedan inferirse conclusiones
consistentes sobre los hechos. La prueba indiciaria o presuntiva resulta de especial importancia
cuando se trata de denuncias sobre la desaparición, ya que esta forma de represión se
caracteriza por procurar la supresión de todo elemento que permita comprobar el secuestro, el
paradero y la suerte de las víctimas".Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto
Nogueira.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3454.
"E.,M.O.s/Incidente de apelación".(Expte. 3454,Rtro.S.III T.42 f* 89/114 del 25 de agosto de
2005).
Fecha: 25/08/2005
"En el caso particular de autos, y atento el cambio de criterio expuesto por mis distinguidos
colegas de Sala con relación a las medidas cautelares asegurativas a partir del caso "Tejeiro,
Analia y otro c/ Estado Nacional s/ amparo" (expte. N° 2807), habré de efectuar algunas
consideraciones.No comparto la solución a la que se arribara en dicho precedente en el sentido
de dejar sin efecto esa clase de medidas precautorias y, en su lugar, otorgar al amparista una
suma parcial de sus depósitos. Dicha solución, además de no ser la que mejor satisfaga los
intereses de los ahorristas, ya de por sí gravemente afectados por las disposiciones que
impugnan, tampoco coincide con el criterio sustentado reiteradamente por los tribunales en
torno a la especial protección que merecen los depósitos judiciales. Dichas cuentas se originan
en una imposición judicial y su única y principal razón de ser la constituye la imposibilidad de
custodiar y, potencial y eventualmente, disponer de los fondos reclamados de otra forma (confr.
esta Sala in re "Tartúfoli, Marcela c/ Estado Nacional PEN - Bco. Pcia. Bs. As. s/ amparo", fallo
del 3/10/02; Cám. Nac. Apel. Civ., Sala K, "Gonzalez Bellini, Liliana c/ Gonzalez Clemente,
María", fallo del 7/2/03, LL 2003-B, 389; Cám. Nac. Apel. Com., Sala B, "Compañía Azucarera
Tucumana SA s/ quiebra", fallo del 20/12/02, LL 2003-C, 858; Cám. Nac. Apel. Com., Sala C,
"Yacuiba SA s/ quiebra s/ inc. extensión de quiebra a Ismael Olivares y Timbo SA", fallo del
8/11/02, ED 201-321; Cám. Nac. Apel. Civ., Sala K, "Papaianni, Miguel c/ Arbat, Clara", fallo del
3/9/02, LL 2002-E, 836; Cám. Nac. Apel. Civ., Sala K, "Bascuñan, Esther", fallo del 27/8/02, LL
2002-F, 349).Por lo demás, y siguiendo la línea argumental expuesta por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación en el caso "Videla Cuello", los embargos ya decretados y trabados no
pueden ser alterados ni modificados por las nuevas disposiciones legales (confr. Fallos:
313:1638 y 317:68). En tales condiciones, el criterio de mis colegas sentado a partir del caso
"Tejeiro" ya mencionado deja a las cuentas embargadas desprotegidas ante un eventual
cambio en la legislación y, asimismo, perderían el carácter de "embargo-cuenta judicial"
garantizado por las normas procesales vigentes y la jurisprudencia. Lo mismo sucedería, frente
a una modificación no retroactiva de la jurisprudencia de la Corte Suprema, cuestión que no
puede ser descartada atento el precedente "Tellez" (conf. Fallos: 308:552).En definitiva, la
postura con la cual disiento no hace más que causar un perjuicio que eventualmente podría
resultar irreparable para los amparistas, además de afectar medidas cautelares ya dictadas, en
la mayoría de los casos, hace ya más de un año.Por tanto, estimo que la medida cautelar
apelada debe ser confirmada."(del voto en disidencia del Dr. Dugo).
Expte.6024/03.
Fecha: 24/02/2005
"Se ha declarado la nulidad de las actuaciones en el caso de que el imputado no haya sido
informado del derecho de designar un defensor de confianza, aún cuando contó la asistencia
del defensor oficial (CSJN, Fallos, 312:1042; CNCP, Sala IV, causa número 3823, "Meccia de
Palmas, Teresa Elvira s/recurso de queja" del 24 de marzo de 2003; Cam. Nac. Crim., Sala VI,
"CECCATI, Julio", del 18 de julio de 1997; idem, Sala VII "FORTINI, Eduardo O.y otro", del 30
de noviembre de 2000).Esta voluntad no puede desoírse, menos aún por razones
estrictamente formales. Así lo ha resuelto la Cámara Nacional de Casación Penal: "Si el letrado
en cuestión fue suspendido en la matrícula -lo que constituye un mero trámite administrativo-
por no haber abonado las cuotas pertinentes del colegio público de abogados, esa
circunstancia resulta irrelevante para el normal ejercicio de su ministerio por no tratarse de una
sanción de exclusión." (CNCP, Sala I, causa número 761, "Garros Calvo, Jorge Carlos
s/recurso de queja" del 27 de febrero de 1996).". Fdo. Dres. Carlos A. Nogueira. Antonio
Pacilio.
Expte. n° 3382.
"Incidente de nulidad instando por la defensa del procesado A., E. A." (Expte. n° 3382, Rto. S III
T 41 F 238/241, del 21 de junio de 2005).
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Dr. Carlos A. Vallefín (art. 109 RJN).
Fecha: 21/06/2005
"El tribunal advierte que el imputado..., no fue notificado de su derecho a requerir asistencia
consular de su país de origen. Por ello deberá darse cumplimiento a lo dispuesto por el artículo
36, apartado 1, inciso "b", de la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares."Dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"...El 4 de agosto de 2.004, el Congreso sancionó la ley N° 25.916, sobre gestión de residuos
domiciliarios, como norma de presupuestos mínimos de protección ambiental.Por ello, esta ley
constituye el fundamento para una política de estado en la materia, orientada a encaminar a
todos los municipios y provincias del país a adecuar su gestión a las pautas mínimas
estipuladas para el manejo de residuos(1)".Dres. Alberto Ramón Durán.Sergio O. Dugo
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
"...el principio de la gestión integral, comprensivo de todas las etapas en la cadena de manejo,
desde la generación en el hogar, hasta la disposición final, pasando por etapas intermedias de
disposición inicial, recolección, transporte, tratamiento, transferencia, y disposición final...."la
gestión integral de residuos, obliga a encarar las soluciones al problema de los residuos con
una lógica transversal, considerando que cada etapa en el "ciclo de la basura" es consecuencia
de las instancias anteriores y a su vez, constituye un factor condicionante para las etapas
sucesivas. No es posible plantear soluciones jurídicas o técnicas de manejo acertado, sin tener
en cuenta las interrelaciones de las diferentes etapas entre sí...."(1)p. 6567).... para arribar a
una eficaz solución jurídica, el juicio del juez no debe estar encorsetado en los planteos
dispuestos por las partes, sino que el thema decidendum debe estar imbuido con una visión de
conjunto que abarque la totalidad de la problemática del manejo de la basura.".Jueces
Dres.Alberto Ramón Durán.Sergio O. Dugo.
Sentencia publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN,con el siguiente orden
cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara
Federal de Apelaciones de La Plata; y 4)Fallos Destacados.
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
Expte.9897/04.
Fecha: 28/06/2005
Ficha Nro.: 000002401
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"...Entiéndase bien, en nada lo dicho es óbice para que las actuales formas de protesta social
(v.gr., "asambleas barriales", "piquetes", "cacerolas", "escraches") ocupen los espacios
públicos y hagan uso pleno de sus derechos de reunión y petición mediante un ejercicio
regular. Es obvio, en todo caso, que la efectividad de tales derechos, en ocasión de su
ejercicio, no justifica ni exculpa la comisión de delitos comunes. Ello es así aunque tales
derechos tengan una jerarquía superior toda vez que refieren a los atributos esenciales de la
persona humana.De otro lado, se ha sostenido también que el art. 22 de la Constitución
impone límites al derecho de peticionar. Así por ejemplo "(...)las acciones llevadas a cabo con
la finalidad de llamar la atención de la opinión pública y presionar a las autoridades con cortes
de rutas, caminos o calles encuadran en la prohibición constitucional, aun cuando las
autoridades suelen ser complacientes con aquellas, por motivos políticos o sociales y, en
ocasiones, para evitar males mayores"(1).Por lo demás, son normas vigentes, de igual
jerarquía constitucional, las que fijan ciertas pautas sobre el modo de ejercicio de los citados
derechos (art. 75, inc. 22, CN). Ellas integran el plexo básico y no hay excusa ninguna para
omitir su vigencia en temas como el tratado en la causa."(del voto del Dr. Nogueira).
SENTENCIA PUBLICADA EN ELSITIO PJN,RUBRO "FALLOS DESTACADOS"(orden de
cliqueo:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS DESATACADOS. EN EL CASO están en juego los
derechos de petición, de reunión y de libre tránsito,habiéndose dictado procesamiento por el
art. 194 del C.P..
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"Los precedentes de otros tribunales son considerados frecuentemente por la Corte Suprema.
Los de la Suprema Corte de los Estados Unidos de Norteamérica son particularmente
orientadores en virtud de que su Constitución y el sistema de control de constitucionalidad de
las leyes sirvieron de inspiración para las instituciones nacionales en la materia. Refiriéndose al
derecho norteamericano "cuyos precedentes y cuya jurisprudencia deben servirnos de
modelo"(1) destacó que "no sería prudente subestimar los valiosos elementos de interpretación
y aplicación que allí sirvieron para aquilatar el alcance de los preceptos
constitucionales"(2).Con este propósito, se muestra útil exponer algunos aspectos de la
jurisprudencia de dicho país(3). Cabe señalar en primer lugar que la Corte ha sostenido que los
piquetes y marchas gozan de la protección constitucional que confiere la Primera Enmienda
(307 U.S. 496, Hague v. CIO; 312 U.S. 569, Cox v. New Hampshire, entre otros). Una serie de
casos nacidos en la larga lucha por los derechos civiles permitió a dicho Tribunal, por ejemplo,
revocar la condena impuesta a manifestantes negros que se habían congregado en los
alrededores de la legislatura de Carolina del Sur. La Corte dijo que "las circunstancias del caso
reflejan el ejercicio de estos derechos constitucionales básicos -se refería al de expresión,
reunión y petición- en su forma más prístina y clásica"(4). Años antes había sostenido que
"cualquiera sea la base o título legal de las calles o plazas, desde tiempos inmemoriales ellas
han sido utilizadas por los ciudadanos con fines de reunión, comunicación y discusión de
cuestiones de interés público. Ese uso de las calles y lugares públicos ha sido desde siempre
parte integrante de los derechos, privilegios, inmunidades y libertades de los ciudadanos(5).
Este derecho de usar las calles y plazas públicas para la comunicación de las ideas puede ser
regulado en nombre del interés general, no es absoluto sino relativo pero no puede bajo la
excusa de dicha regulación ser restringido o denegado. En otros términos, piquetes y marchas
están sujetos a regulación pero, claro está, en cuanto al tiempo, lugar y modo pero no en
cuanto a su contenido. Por último y por supuesto, la primera enmienda no protege los actos de
violencia ni impide condenar al resarcimiento de los daños causados(6)".(del voto en disidencia
del Dr. Vallefin) SENTENCIA PUBLICADA EN EL SITIO PJN,rubro FALLOS
DESTACADOS(orden de cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia
Federal de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4) FALLOS
DESTACADOS). EN EL CASO están en juego los derechos de petición, de reunión y de libre
tránsito,habiéndose dictado sobreseimiento por el art. 194 del C.P..
Expte.3193.
"S/Inf.art.194 C.P."(Expte. 3193 Rtro Sala III, T. 40 F* 71/85 del 16/3/2005).
Fecha: 16/03/2005
"La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha derivado la existencia del derecho de reunión
de varias disposiciones de la Constitución y especialmente del artículo 33, pues surge de la
forma republicana de gobierno y del principio de la soberanía popular(1).Con palabras de
Joaquín V. González:"La Constitución no defiende este derecho,pero lo reconoce
implícitamente en el artículo 22 cuando habla de ’reunión de personas que se atribuya los
derechos del pueblo’ declarándolas culpables de sedición; porque a contrario sensu,es
permitida toda reunión que se no proponga tal usurpación de los derechos del pueblo, y
entiende, por lo tanto, que es un derecho la reunión pacífica dentro del orden social y con fines
lícitos. También puede considerarse comprendido en el inciso del artículo 14 que habla del
derecho de ?asociarse con fines útiles’; pero como el derecho de asociación ha adquirido tan
vasto y especial desarrollo en la sociedad moderna, tan múltiples y variadas formas, más
acertado parece aproximar los de petición y reunión pacífica. La reunión es generalmente el
medio de realizar la defensa o ejercicio de los derechos personales, y en tal sentido es que
tiene tanta eficacia para los asuntos religiosos, sociales, industriales y políticos. Pueden
reunirse los individuos del pueblo para deliberar sobre la persona y objetos de una petición al
Congreso o al Poder Ejecutivo en favor de una gran mejora pública, como la construcción de
un ferrocarril; o para que perdone la vida a un preso condenado a muerte; pueden también
reunirse para manifestar aspiraciones colectivas en favor de la libertad de las elecciones; para
honrar la memoria de los héroes de la Patria; para proclamar las virtudes y cualidades de los
candidatos para las funciones publicas. Todos los objetos no comprendidos en la prohibición
del artículo 22, en la facultad legislativa del Congreso, en los poderes de policía del gobierno
en general, en las exigencias de la moral y el orden público, que abrazan las demás
limitaciones -concluye el ilustre publicista- pueden ser materia de reuniones de individuos,
fracciones o categoría del pueblo"(2).En términos generales, la jurisprudencia de dicho Tribunal
en la materia, puede sintetizarse del siguiente modo: a) El derecho de reunión fluye del artículo
33 de la Constitución Nacional así como del derecho de peticionar a las autoridades (art. 14)
que asume los caracteres del de reunión cuando la petición se hace colectiva,del artículo 22 y
del artículo 19(3); b) La falta de una ley reglamentaria del derecho de reunión no autoriza a
deducir que puede usarse sin restricciones y abusarse de ese derecho, ni que la autoridad se
halle desarmada para defender el orden público (4); c) Las reuniones no pueden ser prohibidas
en razón de las ideas,opiniones o doctrinas de los promotores de aquellas, sino de los fines
con que han sido convocadas. No pueden ser prohibidas las reuniones que no tengan fines
contrarios a la Constitución Nacional, a las leyes, a la moral y buenas costumbres y no
sean,por circunstancias de hecho u oportunidad, peligrosas para el orden y tranquilidad pública
(5) y d)El derecho de reunión está sujeto a una reglamentación razonable. Dentro de las
restricciones legítimas de este derecho, se encuentra la referente al uso de las calles y plazas
públicas de la ciudad, porque en su esencia aquel derecho no implica necesariamente el uso
de la vía pública para su ejercicio; pero una disposición que prohibiera una reunión, cuando su
objeto fuera la censura de los actos de los funcionarios públicos o los aplazara indefinidamente
o limitara su número o le fijase una duración arbitraria o la autorizara en un lugar apartado de
los suburbios, cuando se eligió uno céntrico y adecuado, sería violatoria de la garantía
constitucional(6).Es claro, entonces, de lo que se lleva dicho, que el derecho de reunión tiene
una honda raíz política que junto con la libertad de expresión -sin cuyo resguardo, dice la
Corte, "existiría tan sólo una democracia desmedrada o puramente nominal"(7) - y el derecho
de peticionar sirven a la vida de la república, facilitando -entre otros aspectos- el control del
poder(8). En efecto, "la vida democrática no es concebible sin el ejercicio del derecho de
reunión. El pueblo no existe si los individuos que lo forman se hallan impedidos de ponerse en
mutuo contacto directo, de comunicarse y de concertar opiniones y acciones. La soberanía es
siempre una expresión de voluntad, de naturaleza colectiva o social"(9). En fin, como sostuvo la
Corte Suprema en el lejano precedente ya citado: "sería una burla reconocer al pueblo el
derecho de aplaudir, de regocijarse y de reunirse cuando es feliz, y negarle ese mismo derecho
para censurar o deplorar las desgracias y sugerir el remedio"(10).(del voto en disidencia del Dr.
Vallefín).
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"El derecho de reunión debe ser ejercido pacíficamente. Esta condición surge expresa en la
Declaración Universal de Derechos Humanos (art.20.1), en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre (art. XXI), en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (art.21).El texto más descriptivo de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas (art. 15), según la fórmula
anterior de varias Constituciones: francesa de 1791 (Tít. I, art. 3º), italiana de 1947 (art. 17),
alemana (art. Art.8) y la que, en 1978, adoptó España (art. 21.1).En igual sentido la Primera
Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos menciona al derecho del pueblo a reunirse
pacíficamente. El Convenio Europeo de 1950 consagra un texto similar (art. 11).El derecho de
reunión es relativo "al decir de BIELSA" "a todo acto que se realiza en lugares públicos con el
objeto de exteriorizar un propósito público"(1). También tienen ese carácter, desde luego, los
restantes derechos previstos en la Constitución.(del voto del Dr. Nogueira). SENTENCIA
PUBLICADA EN EL SITIO PJN,Rubro "FALLOS DESTACADOS"(orden de cliqueo para el
acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata y 4) FALLOS DESTACADOS). EN EL CASO.están en juego los
derechos de petición, de reunión y de libre tránsito,habiéndose dictado procesamiento por el
art. 194 del C.P..
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
Expte.3193.
NOTA:(1):conf., LEBRETON, Gilles., Libertés publiques & droits de l’homme. 4e. édition. Paris,
Armand Colin[Dalloz]. 1999, p. 478).(2):conf., BARTOLE, S., CONFORTI, B., RAIMONDI, G.,
Comentario alla Convenzione Europea per la tutela dei diritti dell’uomo e delle libertà
fondamentali. Padova, Cedam, 2001, p.355.
CAMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala
Tercera,Dres. Carlos Alberto Nogueira.Carlos A. Vallefin(en disidencia).Antonio Pacilio.
Fecha: 16/03/2005
DERECHOS FUNDAMENTALES.Ejercicio.Limitaciones.
Expte.3193.
NOTAS:(1):conf., KELSEN, Hans. La teoría pura del derecho. Trad. R.J. Vernengo, México,
1983, pp. 43, 96-98; IHERING, Rudolf., El espíritu del derecho romano. 2da. Edición. Trad. F.
Vela, Madrid, 1962, pp. 61- 69; MORGAN, Lewis H., La sociedad primitiva. Trad. L.M. Torres,
R. Raufet, R.E. Vázquez y A. Álvarez de Satin [Prólogo de Alfredo L. Palacios], Univ. Nacional
de La Plata, 1945, pp. 109-111);(2):conf., por ejemplo: BIDART CAMPOS, Teoría general de
los derechos humanos. Bs.As., Astrea, 1991, pp. 221 y ss.; SERNA, P. y TOLLER, F., La
interpretación constitucional de los derechos fundamentales. Una alternativa a los conflictos de
derecho., Bs. As., La Ley, 2000, pp. 98-99.
Fecha: 16/03/2005
"..., cabe tener presente que no hay derechos absolutos y que todos deben ejercerse con
ajuste a las leyes reglamentarias, de consuno a la Ley Fundamental (arts. 14 y 75, inc. 12).En
todo caso, "(...)los derechos de cada hombre están limitados por los derechos de los demás,
por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bienestar general y el
desenvolvimiento democrático"(Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, art. XXVIII). Asimismo, las mismas razones que establecen las normas
constitucionales para reglamentar los mencionados derechos (arts. 15 y 22 de la CADH) sirven
de fundamento para perfilar las pautas que conducen a rechazar modos de ejercicio totalmente
abusivo de los derechos fundamentales.Vinculado a ello, la interpretación de la colisión entre
cláusulas constitucionales ha de tender a la armonía, ya se trate de derechos individuales o de
atribuciones estatales(1)".(del voto del Dr. Nogueira).
Expte.3193.
Fecha: 16/03/2005
"...en los supuestos de despido directo cuestionado por el trabajador, la prueba de la justa
causa debe estar a cargo del demandado (art. 377 del CPCC, art. 155 de la ley 18.345).Esta
situación concita una excepción al derecho del trabajador a ser indemnizado dentro del
esquema de protección general dispensado por la LCT, razón por la cual, entiendo que su
prueba corresponde necesariamente al empleador. Asimismo debe repararse que éste se
encuentra en mejor posición para probar tales extremos."(del voto del Dr. Durán).
La sentencia se puede visualizar en el rubro "Fallos Destacados" del sitio PJN,con el siguiente
orden de cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata yu 4)Fallos Destacados.
Expte.5780/03.
Fecha: 07/04/2005
Ficha Nro.: 000002357
"...Las medidas previstas por el artículo 518 del Código Procesal Penal, son una garantía de
naturaleza económica cuya cantidad debe ser suficiente para asegurar el cumplimiento de la
pena pecuniaria, de la condena civil y las costas del proceso...Desde esta perspectiva,
teniendo en cuenta el rol de actora civil asumido por la denunciante , y en tanto las costas
contienen el pago de la tasa de justicia, los honorarios devengados por los abogados y posibles
peritos y demás gastos que hubiere originado la tramitación del expediente, el monto del
embargo decretado sobre los bienes de cada uno de los encartados, cuyos procesamientos
fueron confirmados, no resulta excesivo."Dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"Las tareas desarrolladas.En este punto es pertinente señalar dando respuesta al planteo de la
actora...- que la Corte sostiene que "el carácter permanente de las tareas asignadas al
empleado no importa borrar el título que dio origen a su nombramiento, el que estando sujeto a
plazo fenece cuando aquél expira" (Fallos 310:2927). Igualmente que las "tareas del personal
no permanente no requieren que imprescindiblemente difieran en naturaleza de las del resto
sino que basta la transitoriedad del requerimiento, que obligue a reforzar durante un período de
tiempo la plantilla básica de agentes. De ello cabe deducir que el legislador ha otorgado a la
autoridad administrativa un suficiente margen de discrecionalidad para hacer frente a las
exigencias estacionales o excepcionales, en cantidad o cualidad, incorporando agentes que no
integran los cuadros estables de la organización" (Fallos 310:195, énfasis agregado).Dichas
notas aparecen razonablemente configuradas en el caso, atento la etapa de formación y
organización por la que atravesaba la Alta Casa de Estudios en el período de contratación de la
actora.En efecto, adviértase que -no obstante afirmar la actora que fue contratada en categoría
escalafonaria y prevista en la estructura orgánica- al tiempo de ser contratada por primera vez -
marzo de 1992- no se había aprobado aún la Estructura Orgánica de la Universidad
demandada.Conforme lo explica, la Universidad Nacional de Quilmes fue creada por ley 23.749
(B.O. 27/10/89). En la asamblea celebrado el 12 de diciembre de 1992 se designaron sus
autoridades y se fueron constituyendo sus restantes órganos de gobierno colegiados. En la
asamblea universitaria celebrada el 22 de mayo de 1993 la Universidad sancionó su Estatuto.
Señaló que "a partir de la elección de las autoridades por los representantes de los docentes y
estudiantes y de la sanción del Estatuto de la Universidad, ésta, entre las múltiples prioridades
que debía atender para el cumplimiento de sus fines y objetivos, inició tareas de planeamiento
organizativo y administrativo. A tales fines contrató a una consultora". Por Resolución n° 159/93
del 22/11/93 el Consejo Superior aprobó la Estructura Orgánica de la Universidad, hasta el
nivel de Direcciones. Destacó que "la estructura orgánica aprobada ha sido, hasta la fecha,
objeto de diversas modificaciones a instancias de cambiantes necesidades". Resaltó que se
trataba de una "entidad de reciente gestación y en vías de desarrollo y crecimiento" en la que
"la formulación de los diseños de organización y funcionamiento, de elaboración de manuales
de procedimientos y demás cuestiones relativas a la estructura de las labores de apoyo a la
docencia, investigación, extensión y transferencia, administración, mantenimiento y servicios
son -durante una dilatada etapa- tentativos y sujetos a continuos cambios y adecuaciones". Y
que "por las características precisadas, optó -y hasta tanto los diseños de planta no acrediten
con su funcionamiento y resultado su calidad y eficiencia- atender la cobertura de parte
principalísima de las actividades administrativas por medio de la concertación de contratos
temporarios de personal".En el caso en estudio, las circunstancias apuntadas tornan razonable
la contratación de personal transitorio y la alejan de la tacha de arbitrariedad que la recurrente
le endilga."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.9341/04.
Fecha: 14/06/2005
"...La remuneración percibida. Imputación presupuestaria.La actora afirma que fue designada
en un cargo previsto en el escalafón y en la estructura orgánica de la demandada.En ese orden
de cosas, cabe precisar que el Decreto 2213/87 aprueba el "Escalafón para el personal no
docente de las Universidades Nacionales", que prevé en su artículo 1° que "comprende a las
personas que, en virtud del nombramiento emanado de autoridad competente, presten
servicios no docentes remunerados en las universidades nacionales, con carácter permanente"
(énfasis agregado, no transcripto por la actora en la demanda). De tal manera, la actora no
queda comprendida en dicha normativa.El escalafón prevé efectivamente que al personal
comprendido le alcanza la estabilidad, pero precisamente la accionante no lo está.Fue
contratada en una categoría "equivalente" a la 7 del escalafón -pero no específica o
efectivamente en dicha categoría-. Ello da fundamento a que percibiera los mismos adicionales
y suplementos previstos para los agentes permanentes, porque se la equiparó a una categoría
existente en cuanto a la remuneración a percibir.Surge también del peritaje contable practicado
a fs. 463/468 que la accionante percibió la misma remuneración que el personal permanente y
que "las remuneraciones asignadas a cada uno de los contratados son equivalentes a las
categorías escalafonarias de referencia".Igualmente acredita el perito que "de acuerdo con los
elementos compulsados y ya detallados las partidas presupuestarias a las que se imputaban
los pagos efectuados como consecuencia de las contrataciones de personal efectuadas eran:
Inciso 1 (Gastos de Personal) y Partida Principal 1.2 (Personal Temporario)".Así, el hecho de
haber sido considerada personal temporario, sin estabilidad, no quita a su vinculación con la
Universidad el carácter de empleo público.(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.9341/04.
Fecha: 14/06/2005
"...procede recordar en primer lugar que dentro del concepto de empleo público "están
comprendidos tanto los supuestos de incorporación permanente a los cuadros de la
administración como aquellos del personal contratado y temporario" (Fallos 311:216)...debe
tenerse en cuenta que "la ley 22.140 que aprueba el Régimen Jurídico Básico de la Función
Pública, prevé en su artículo 3° que "el personal q ue reviste como permanente será organizado
conforme a los principios de estabilidad en el empleo,capacitación y carrera administrativa. El
no permanente, lo será de acuerdo con las características de sus servicios"...el artículo
10°regula la forma de adquirir la estabilidad por p arte del personal que ingrese como
permanente, previendo el artículo 11° que el "perso nal que ingrese como no permanente lo
hará en las condiciones que establezca la reglamentación, en las siguientes situaciones de
revista: de gabinete, contratado, transitorio"...el artículo 13° establece que "el personal
contratado será afectado exclusivamente a la realización de servicios que, por su naturaleza y
transitoriedad, no puedan ser cumplidos por personal permanente, no debiendo desempeñar
funciones distintas de las establecidas en el contrato".La jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.En ese orden de cosas ha resuelto la Corte Suprema de Justicia de la
Nación que: "La ley 22140, al aprobar el Régimen Jurídico Básico de la Función Pública, ha
perseguido la finalidad de dotar a la Administración Nacional de un sistema de normas
regulatorias de los derechos y obligaciones de la mayor parte del personal que pasa a integrar
el Servicio Civil de la Nación, contemplando, básicamente, dentro de su ámbito de aplicación,
dos categorías de agentes: los permanentes y no permanentes", "caracterizando a estos
últimos por la naturaleza temporaria, eventual o estacional de las tareas para las que son
designados (art. 4) y privándolos, por esa razón, del derecho a la estabilidad en el cargo".
Afirmó también que "las referidas disposiciones permiten que la Administración preste servicios
que por su naturaleza extraordinaria o duración limitada sólo requieran ocasionalmente un
número mayor de empleados, sin asumir respecto de éstos la obligación de mantenerlos en
sus cargos por tiempo mayor que aquél por el cual se compromete. Que no hay en el Régimen
Jurídico Básico de la Función Pública norma alguna que autorice a sostener la continuidad de
la relación de empleo público sobre la base de la subsistencia de tareas para las que se
incorporan agentes transitorios y, por el contrario, el carácter contractual de dicho vínculo
reconocido por el legislador, permite concluir que cuando éste está sujeto a un plazo cierto y
determinado se extingue automáticamente por el mero vencimiento del término convenido, sin
necesidad de acto administrativo alguno".Concluyó señalando que la "mayor o menor
conveniencia de recurrir a la creación de tales cargos constituye una decisión de política
administrativa no revisable en sede judicial, por estar limitado el control jurisdiccional de los
actos administrativos a los aspectos vinculados con su legitimidad" (Fallos 310:1390).Ha
resuelto también la Corte Suprema que "el art. 10 del Régimen limita la adquisición del derecho
a la estabilidad al personal que ingrese como ?permanente’ y se desempeñe durante 12 meses
en el servicio efectivo, reiterando la reglamentación el requisito de designación en planta
permanente (art. 10 "ap. 1"; aprobada por Decreto 1797/80)" y que "el mero transcurso del
tiempo y"el sobrepasar los 12 meses en funciones, lapso requerido por la ley para que el
personal permanente adquiera estabilidad, no puede trastocar de por sí la situación de revista
de quien ha ingresado como agente no permanente y no ha sido transferido a la otra categoría
por acto expreso de la Administración"(Fallos 310:195).(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.9341/04.
Fecha: 14/06/2005
Expte.10.999.
"FISCO PROV.BS.AS. (IOMA) c/Dirección General de Fabricaciones Militares s/Cobro de
pesos"(Expte. 10.999,Rtro.S.III T.106 f*64/67 del 20 de octubre de 2005).
Fecha: 20/10/2005
EL CASO:R denunció que su hija M fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela Penitenciaria.Señaló responsables de tales
conductas.Explicó que los malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales
derivaron en que su hija debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio
Penitenciario, con un cuadro de deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que
atendió a su hija recomendó que permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta
alimentaria especial, prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la Escuela
.Se hizo presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el director del
establecimiento. Al día siguiente, se enteró que su hija había sido internada en la clínica , lugar
en el que permanecía hasta el momento de radicada la denuncia.El a quo 1)decretó
procesamientos en calidad de coautores responsables del delito reprimido por el artículo 90 del
Código Penal; 2)por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del delito previsto por el
artículo 90 del Código Penal y 3)decidió que no existía mérito en la causa para dictar
procesamiento.
Expte.3217.
"R.M.R.s/Dcia.Pta.Inf.Arts.106 y 249 C.P."(Expte.3217 Rtro. Sala III T.41f*89/00).
Fecha: 12/05/2005
"En lo que atañe al elemento subjetivo del tipo, será imprescindible que el inculpado tenga
conocimiento de los actos que se llevan a cabo en el lugar por él facilitado.Su proceder debe
tener por fin que en el lugar que facilite se realice el acto prohibido (Puriccelli, José Luis, El
tráfico de estupefacientes y sus distintas modalidades, Buenos Aires, Universidad, 1992, pág.
217/218)." (del voto en disidencia del Dr.Pacilio).
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
"...no encuentro que se halle acreditado el elemento subjetivo del tipo en cuanto a la facilitación
del lugar en los términos del artículo 10 de la ley 23.737 que también se le imputa. Esta figura
requiere la concurrencia de un elemento subjetivo específico asentado en el conocimiento y la
voluntad de que el inmueble se destine a las conductas ilícitas que la ley describe. Y esta
intención dolosa no se desprende de ninguna de las circunstancias comprobadas de la causa
pues, en el marco probatorio existente, H se encontraba en una habitación de su propia casa -
en la que también se hallaba su padre- y reunido con algunos amigos para mirar por televisión
un partido de fútbol.". Dres. Carlos A. Vallefín. Carlos A. Nogueira.
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
"El art. 10 de la ley 23.737 penaliza con reclusión o prisión de tres a doce años y multa al
'(...)que facilitare, aunque sea a título gratuito, un lugar o elementos, para que se lleve a cabo
alguno de los hechos previstos por los artículos anteriores. La misma pena se aplicará al que
facilitare un lugar para que concurran personas con el objeto de utilizar estupefacientes.
"Facilitar" es hacer fácil o posible la ejecución de una cosa o la consecución de un fin,
proporcionar o entregar. La facilitación de lugares o elementos abarca a todas las posibilidades
comisivas del delito de tráfico." (del voto en disidencia del Dr. Pacilio).
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
"(...)Entendemos que la facilitación del lugar a una sola persona para que use tóxicos
prohibidos no encuadra en este delito. Ello se desprende de las palabras utilizadas por el
legislador al decir "para que concurran personas". La utilización de los vocablos en plural
resulta una vez más demostrativa de que el espíritu de la ley, por sobre todas las cosas, se
orienta a evitar los actos de tráfico por encima de los del consumidor singular y privado a quien
castiga con la menor pena contemplada en esta ley.Así, la concurrencia de más de una
persona al lugar facilitado por el sujeto activo es la que posibilitará el uso de estupefacientes,
pero no sólo esto, sino que permitirá la realización de otros actos que la ley desea evitar y por
consiguiente castiga (suministro, comercio, etc.).Resultará indistinto que el que facilite el lugar
sea también un usuario o consumidor de estupefacientes. En el caso, H no se encontraba solo
sino junto a cuatro amigos u "otras personas." (del voto en disidencia del Dr. Pacilio).
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
Expte.3489/III.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 30/08/2005
"En la figura agravada, el especial elemento subjetivo del tipo penal del artículo 5 inciso 'c' -
distinto del dolo- es la finalidad de comercialización, que implica una ultraintención de
comerciar que aún no se ha manifestado en pasos concretos de ejecución y debe comprobarse
tras una cuidadosa referencia a la forma en que se ha detentado la droga, su cantidad y todo
otro elemento indiciario de una futura actividad mercantil.".Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio
Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Expte.3489/III.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 30/08/2005
"No basta, por cierto, la mera circunstancia de la tenencia de estupefacientes al transitar por la
vía pública sino que es menester acreditar el dolo específico, no siendo necesario comprobar
que el autor efectúa actos de comercio con la sustancia, con carácter de habitualidad y
permanencia en los términos del Código de Comercio.".Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio
Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Expte.3489/III.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 30/08/2005
"Aún cuando se reputare escasa la cantidad de estupefaciente incautada, sabido es que tal
extremo no es lo único que requiere el tipo penal del art. 14, párrafo segundo, que exige,
además, que se acrediten en el caso otras circunstancias de las que surja sin duda alguna que
la droga era detentada para consumo propio. Por tanto, si esa no fuera la hipótesis, la duda ya
no operaría en favor del imputado. Entonces, será de aplicación la primera parte de dicho
artículo en virtud de que el segundo párrafo es una excepción cuya aplicación, como tal, exige
certeza (conf. C.N.C.P., Sala IV, "Acuña L. s/ rec. de casación",c.1098, reg. 1619, fallada el
27/11/98)." (del voto en disidencia del Dr. Pacilio).
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
"En efecto, el artículo 14 de la ley 23.737 prevé dos figuras, una el tipo base de la tenencia
simple y la otra la tenencia con fines de consumo personal, que es una figura atenuada.En
relación a la tenencia para consumo, ésta requiere además del secuestro de una escasa
cantidad de sustancia tóxica, el hecho de que la misma inequívocamente lo sea para consumo
personal.En el sub judice estimo que la escasísima cantidad de material secuestrado -dos
gramos y cinco colillas de cigarrillos- y las circunstancias en que ello se produjo -en el interior
de una casa y en el dormitorio de uno de sus moradores- permiten afirmar con el grado de
certeza propio de la etapa por la que atraviesa el proceso, que estaba destinada
inequívocamente a su consumo personal.". (del voto del Dr. Vallefín, adhesión del Dr.
Nogueira).
Expte. n° 3250/III
"H., C.A.; N., E.J. s/ inf. ley 23.737" (Expt. N° 3 250/III, Rto. S III, T 40 f 90/96, del 23/03/2005).
Fecha: 23/03/2005
"En ese marco, y teniendo en cuenta las particulares circunstancias del caso, no existen a mi
juicio razones que justifiquen denegar a R. el beneficio excarcelatorio. El antecedente penal
que el señor juez de grado invocó como óbice para ello, el delito por el que se encuentra por el
momento vinculado a esta causa en proporción al tiempo de detención que viene sufriendo -
casi un año-, y el no advertir motivos que lleven a la posibilidad de que el imputado pueda
evadir la acción de la justicia, autorizan a arribar a tal temperamento. En consecuencia, estimo
que resulta ajustado a derecho revocar la resolución del a quo de fs.8 vta. y conceder la
excarcelación a R. bajo la caución que el magistrado de grado estime corresponder."(del voto
en disidencia del Dr. Vallefín).
Expte.3537/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A. Vallefín (en disidencia).
Fecha: 07/11/2005
Ficha Nro.: 000002658
"En efecto, varias veces se ha explicado que el derecho de gozar de libertad hasta el momento
en que se dicte sentencia de condena no constituye una salvaguarda contra el arresto,
detención o prisión preventiva, medidas cautelares que cuentan con respaldo constitucional en
tanto y en cuanto tiendan a la efectiva realización del proceso penal.Sin embargo, tales pautas
no pueden ser escindidas de los principios generales que -en materia de restricción de libertad
ambulatoria durante el proceso- prevalecen a la luz de la jurisprudencia y los tratados
internacionales vigentes. De no ser así, una aplicación rígida y literal de las causales
prescriptas por el art. 319 del Código Procesal Penal de la Nación vedarían al juez de la
posibilidad de examinar las circunstancias concretas del caso para decidir la procedencia o no
de la excarcelación (conf. Ottaviano, Santiago, 'La prisión preventiva: presupuestos para su
dictado y limitación temporal', publicado en 'Los derechos humanos en el proceso penal',
coordinado por Luis M. García, Buenos Aires, 2002, Abaco, capítulo III, p.203 y
siguientes)".(del voto en disidencia del Dr. Vallefín).
Expte.3537/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A. Vallefín (en disidencia).
Fecha: 07/11/2005
"Las características particulares del hecho que se le enrostra, su modus operandi, el papel del
nombrado dentro del evento dañoso y, finalmente, la posibilidad de que Roca sea declarado
reincidente llevan a presumir que de recuperar su libertad pueda evadir la acción de la justicia.
Ello lleva a concluir que la medida cautelar impuesta también resulta ajustada a derecho a la
luz de lo reglado por el art. 319 del CPPN)". Fdo. Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A.
Vallefín (en disidencia).
Expte.3537/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A. Vallefín (en disidencia).
Fecha: 07/11/2005
Expte.3537/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A. Vallefín (en disidencia).
Fecha: 07/11/2005
"Ahora bien, sabido es que el derecho de gozar de libertad hasta el momento en que se dicte
sentencia de condena no constituye una salvaguarda contra el arresto, detención o prisión
preventiva, medidas cautelares que cuentan con respaldo constitucional en la medida que
tiendan a la efectiva realización del proceso penal a través de presunciones basadas en la
expectativa de pena aplicable al hecho imputado evitando su entorpecimiento, pauta valorativa
positiva que, de concurrir, lleva a hacer una excepción al principio general que consagra el
derecho de estar en libertad durante el proceso, en tanto esa detención no se extienda en
forma irrazonable (cfr.C.Nac.en lo Crim. y Correc. Fed. de Cap. Federal, Sala II, causa N°
20.962, reg. N° 23.745 del 2/6/05 y sus citas)". Fd o. Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos
A. Vallefín(en disidencia).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Antonio Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A. Vallefín (en disidencia).
Fecha: 07/11/2005
"...La expresión de agravios no es un mera fórmula carente de sentido, sino que constituye una
verdadera carga procesal, en la que debe refutarse las consideraciones de hecho y de derecho
que vertebran la decisión judicial (conf. Morello, Augusto; Sosa, Gualberto Lucas; Berizonce,
Roberto Omar; Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y
de la Nación, Comentados y anotados, Tomo III, 2ª edición,- ed. Librería Editora Platense -
Abeledo Perrot, nota al art.260, pág.351 y ss.)."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"En punto al daño moral impugnado, toda vez que el recurrente se limitó a decir que el mismo
es "...en sobremanera elevado...", sin aportar motivos concretos que permitan analizar su
pretensión, estimo que aquel solo puso de manifiesto un mero desacuerdo con la opinión
adoptada que, como tal, no llega a configurar una razonable crítica a los fundamentos
esgrimidos en el decisorio. La expresión de agravios no es un mera fórmula carente de sentido,
sino que constituye una verdadera carga procesal, en la que debe refutarse las
consideraciones de hecho y de derecho que vertebran la decisión judicial (véase Morello,
Augusto M.; Sosa, Gualberto Lucas; Berizonce, Roberto Omar; Códigos Procesales en lo Civil
y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación, Comentados y anotados, Tomo III,
2ª edición, Buenos Aires, Librería Editora Platense- Abeledo Perrot, nota al art.260, pág.351 y
siguientes).En tal sentido, las objeciones genéricas no pueden constituir una suficiente crítica
razonada que pueda demostrar el error del fallo, por lo que el agravio, tal como fue formulado
por el recurrente, deviene inadmisible por no proponer puntualmente los elementos mínimos
que permitan cuestionar la valoración hecha por el a quo. En consecuencia, el monto de
setenta mil pesos ($ 70.000) decidido a fs.128/132 debe ser confirmado."(del voto del Dr.
Vallefín).
Fecha: 27/06/2005
Expte.6515/04
Fecha: 03/11/2005
Expte.6515/04.
Fecha: 03/11/2005
"El artículo 18 de la Constitución Nacional establece que sólo procederá el arresto de las
personas en virtud de la orden escrita de la autoridad competente. Esta norma se completa con
las previsiones de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XXV);
de la Declaración Universal de Derechos del Hombre (art. 9); de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos(art. 7.2) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos(art.
9.1). Todas ellas establecen una regla similar.Las disposiciones internacionales dejan librado al
derecho interno los casos y las formas en que debe efectuarse la detención y requisa de las
personas. La Constitución reglamenta esa facultad (art. 14) y, en el derecho interno, la ley que
lo hace es el Código Procesal Penal.". Fdo. Carlos A. Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos A.
Vallefin.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"Al margen del perjuicio de la sociedad por infracciones al orden jurídico 'hecho que hace
inexcusable la investigación y punición de los delitos y de sus autores' en los sistemas jurídicos
hay consenso general de que ese poder no puede ejercerse sin límite alguno o valiéndose el
Estado y los agentes públicos de cualquier procedimiento para alcanzar dichos objetivos, con
total menosprecio de normas constitucionales o reglamentarias de éstas. La Corte
Interamericana sentó que '(...)Ninguna actividad del Estado puede fundarse sobre el desprecio
de la dignidad humana' (caso 'Neira y otros', sentencia de 19 de enero de 1995). Igualmente
expresó que la protección de la libertad, '(...)salvaguarda tanto la libertad física de los
individuos como la seguridad personal, en un contexto en el que la ausencia de garantías
puede resultar de la subversión de la regla de derecho y en la privación a los detenidos de las
formas mínimas de protección legal (caso 'Gómez Paquiyauris', sentencia de 8 de junio de
2004).".Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"La regla es que este tipo de inspecciones sea ordenada por el juez (art. 230, CPP). Para
proceder así, el magistrado debe decretar fundadamente que existen motivos suficientes para
presumir que la persona oculta en su cuerpo cosas u objetos relacionadas con un delito.Como
excepción la ley dispone que la requisa de personas y la inspección de los efectos personales
en la vía pública, se limita a que concurran '(...)circunstancias previas o concomitantes que
razonable y objetivamente permitan justificar dichas medidas respecto de persona o vehículo
determinado' (art. 230 bis, CPP). Al igual que en el apartado anterior, la correlativa facultad de
ejecución recae en la policía y las fuerzas de seguridad, en su carácter de auxiliares de la
justicia (arts. 184, inc. 5 y 186, del CPP).".Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio. Carlos A.
Vallefín.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"La ley nacional 23.950, sobre la limitación de la facultad policial de detener y demorar
personas (BO, 11/09/91) 'que sustituyó el inc. 1, del art. 1, del decreto-ley 333/58 (ratificado por
ley 14.467)' dispuso que aquellas facultades, en caso de no existir orden de arresto de juez
competente, sólo podían ejercerse '(...) si existieren circunstancias debidamente fundadas que
hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiese cometer un hecho delictuoso o
contravencional y no acreditase fehacientemente su identidad, podrá ser conducido a la
dependencia judicial que correspondiese...' (la cursiva no es original).".Fdo. Carlos A.
Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos A. Vallefín.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"Una rápida observación comparativa de los criterios normativos y los precedentes judiciales
pone de relieve 'con escasas diferencias' la similitud de exigencias para la actuación de los
auxiliares de la justicia en la prevención y persecución del delito en supuestos de excepción.
En otras palabras, quiere expresarse que esos criterios no difieren de los previstos en la
legislación y en la interpretación de los tribunales nacionales, al menos en cuanto a
procedimientos policiales realizados con la debida justificación de motivos suficientes para
aprehender y revisar a las personas.La Enmienda Cuarta de la Constitución de Estados Unidos
asegura el derecho de las personas contra 'búsquedas y secuestros irrazonables' y establece la
prohibición que se emitan mandamientos 'si no existe una causa probable'.La Corte
norteamericana ha recalcado la preferencia de que las restricciones a la libertad sean
ordenadas por los jueces 'no por la policía' puesto que son más aptos '(...)de poseer la
imparcialidad y la neutralidad con que deben considerarse los derechos constitucionales del
sospechoso' (voto del juez Murphy en el caso 'Trupiano v. United States'[1948]; 'Aguilar v.
Texas' 379, US, 108 [1964]).Considera las pautas de 'urgencia', 'sospecha razonable', 'causa
probable' y la 'totalidad de las circunstancias del caso' (caso 'United States v. Cortez' 449, US,
411, 417[1981]). Afirmó, asimismo, que la detención por la policía, entre otras razones, debía
fundarse en que la persona sospechada se halle relacionada a un ilícito (caso 'Alabama v.
White' 496, US, 325[1990]). No basta la 'discreción de la policía'; se requiere que ésta explicite
'algo más sustancial que conjeturas inorgánicas' (caso 'Terry v. Ohio, 392, US, 1, 21, 22[1968]).
Se descarta que conforma un motivo fundado, sino un arresto arbitrario, la 'simple convicción'
del agente de policía (caso 'Beck v. Ohio, 379, US, 89 [1964])".Fdo. Carlos A. Nogueira.
Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
EL CASO:surge de la sentencia publicada en el sitio PJN(orden de cliqueo para el
acceso:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de
Apelaciones de La Plata;4)FALLOS DESTACADOS.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"La Convención Europea establece las causas legítimas para detener o arrestar a las personas
en el art. 5.1 y sus apartados. En lo que aquí interesa, ese tipo de actuaciones sólo se admite
cuando exista '(...)sospecha razonable de haber cometido un infracción, o cuando haya motivos
razonables para creer en la necesidad de impedirle cometer una infracción o huir después de
haberla cometido' (art. 5.1., c, CEDH).El cumplimiento de dichas pautas normativas legitiman
los procedimientos realizados.Las pautas establecidas por el art. 5.1 del Convenio fueron
estimadas, por la Corte Europea, como 'enumeración limitativa' y de 'interpretación estricta' de
cada una de aquellas (caso 'Engel c. Países Bajos', de 08/06/1976). Se negó la extensión o
desborde de los supuestos previstos en el Convenio aun en casos de lucha contra el crimen
organizado (caso 'Ciulla c. Italia', de 22/02/1989).El Tribunal Europeo observó que la finalidad
de las mencionadas normas intenta preservar toda restricción de la libertad del individuo contra
la arbitrariedad (por ejemplo, los casos: 'Winterwert c. Países Bajos', de 24/10/1979; 'Van der
Leer c. Países Bajos', de 21/02/1990; 'Johnson c. Reino Unido', de 24/10/1997).La exigencia de
'razones plausibles', 'motivos razonables' en la detención deben explicarse en tono objetivo. Es
insuficiente que sean 'solamente auténticos y sinceros' toda vez que, ante todo, la 'plausibilidad'
o 'razonabilidad' de la sospecha constituye 'un elemento esencial de la protección que ofrece el
art. 5.1., c, contra las privaciones de libertad arbitrarias' (caso 'Fox, Campbell y Hartley c. Reino
Unido', de 30/08/1990). La sospecha se considera razonable cuando tiene por fuente hechos o
informaciones adecuados para convencer a un observador objetivo de que la persona puede
haber cometido una infracción (caso 'Fox, Campbell y Hartley', cit.)".Fdo. Carlos A. Nogueira,
Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"El sistema interamericano garantiza a las personas contra la detención o prisión arbitrarias y,
además, a ser privado de la libertad física, salvo por las causas y condiciones fijadas de
antemano por las constituciones políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas (CADH, arts., 7.1. y 7.2; PIDCyP, art. 9.1).La Corte Interamericana, a
propósito de lo anterior, ha establecido que la detención o encarcelamiento por causas y
métodos 'aún calificados de legales' pueden reputarse como incompatibles con el respeto a los
derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles, o
faltos de proporcionalidad (caso 'Gangaram Panday', sentencia de 21/01/94).En un caso de
personas que fueron detenidas mientras caminaban por la calle 'sin ser sorprendidos in fraganti
y sin valerse los ejecutores de orden judicial' el Tribunal dijo que se había actuado de manera
arbitraria, o 'sin que se hubieran configurado las causas y condiciones establecidas en el
ordenamiento jurídico peruano que autorizaran una detención sin orden judicial' (CIDH, caso
'Gómez Paquiyauris', sentencia de 08/07/2004).Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio,
Carlos A. Vallefín.
Expte. n° 3494/III.
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
"H.,P.N. s/ inf. ley 23.737" (Expte. n° 3494, del 1 8/10/2005, Rto.S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
Expte. n° 3494.
Autos:"H., P.N. s/ inf. ley 23.737", (Expte. n° 349 4, del 18/10/2005, Rto. S III T 60 f 43).
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 18/10/2005
Fecha: 03/11/2005
"El artículo 14 inciso c) de la ley 24.241 establece que las prestaciones que acuerde el sistema
integral de jubilaciones y pensiones son inembargables, con la salvedad de las cuotas por
alimentos y litisexpensas.De ésta manera, las prestaciones previsionales mencionadas están
incluidas en la categoría de bienes inembargables prevista en el artículo 219, inc. 3, del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación.El fundamento de ésta solución legal hállase en el
principio de intangibilidad de las prestaciones previsionales, puesto que "su naturaleza se
asemeja al derecho alimentario, ya que ambos tienden a cubrir las primera necesidades de los
beneficiarios (Conf. C.S.J.N., Fallos 267:336), y/o riesgos de subsistencia y ancianidad (ídem.,
Fallos 303:857)."Jueces Dres.Julio Víctor Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O.Dugo.
Expte.5777/03
Fecha: 03/11/2005
"Cabe señalar que el monto indemni- zatorio acordado en la sentencia de primera instancia -
que se propicia confirmarcontiene sumas líquidas (valor vida y daño moral) y suma ilíquida
(intereses). Sentado ello, se advierte que el juzgador determinó honorarios sin que exista
liquidación firme en autos que abarque todos los rubros de la condena, debiéndose recordar
que la regulación de estipendios profesionales debe tener como base la suma final
indemnizatoria de consuno a lo prescripto en la ley arancelaria vigente (art.6 inc.a)) y al criterio
reiterado de esta Sala en cuanto a que en los casos en los que prospera la acción, los
intereses deben incluirse en el monto de la base regulatoria. Tal circunstancia conlleva a dejar
sin efecto los honorarios fijados, disponiéndose que una vez que exista liquidación firme del
monto de la condena, se determine la regulación correspondiente con arreglo a las pautas
arancelarias vigentes."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.1637/00.
Fecha: 27/06/2005
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
"...no puede soslayarse que el empleador actuó en el caso como agente de retención, por lo
que ya sea que se entienda que éste actúa como mandatario del organismo recaudador o en
cumplimiento de una carga pública, lo cierto es que por la naturaleza de su actuación, el agente
de retención no es "responsable solidario", ni deudor frente al contribuyente como se pretende.
Por el contrario, la ley 11.683 lo incluye en su artículo 6° en la enumeración de los
"responsables por el cumplimiento de deuda ajena". En efecto, su actividad reviste el carácter
de intermediación, en tanto retiene en interés del fisco y debe luego ingresar esos fondos en
los plazos legales, con lo cual el pago lo libera de responsabilidades. Por tal razón, no podría
eventualmente devolver el impuesto que ya fue ingresado al fisco y no es por tanto pasible de
ser demandado a tales efectos. En ese orden de cosas resulta útil recordar que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto que "el agente de retención no integra la relación
jurídica sustancial".Consideró al respecto que la ley 11.683 instituyó "como responsables de la
retención del impuesto a ciertos sujetos específicamente llamados agentes de retención, los
que son distintos de aquellos que resultan obligados al pago del impuesto por su carácter de
contribuyentes. A los primeros, la ley les atribuyó el deber de practicar retenciones por deudas
tributarias de terceros, sobre los fondos de que disponen cuando con su intervención se
configura el presupuesto de hecho determinado por la norma legal. Además, los obligó a
ingresar al fisco los importes retenidos en el término y las condiciones establecidas, puesto que
tal actividad se vincula, en lo que aquí interesa, con el sistema de percepción de los tributos en
la misma fuente en virtud de una disposición expresa que así lo ordena atendiendo a razones
de conveniencia en la política de recaudación tributaria" (Fallos 308:442).De tal manera, resulta
improcedente la pretensión de repetición enderezada contra el empleador que actuó como
agente de retención, en tanto como tal no integra la relación jurídica tributaria, anudada entre el
fisco y el contribuyente. Consecuentemente, la demanda en cuestión no puede reputarse útil
para interrumpir la prescripción contra el organismo tributario. Análoga conclusión ha alcanzado
la Sala I de esta Cámara (véase in re "Quigan", sent. del 5/8/03)."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
"...debe considerarse que cuando la ley se refiere al año en que venció el período fiscal, lo
hace con referencia al vencimiento del ejercicio -31 de diciembre-, con independencia de la
exigibilidad del impuesto, que es posterior.De allí lo normado por el artículo 57 de la ley 11.683
en cuanto al distinto comienzo del cómputo de la prescripción. En efecto, el artículo 57
invocado por la actora dispone que "comenzará a correr el término de prescripción del poder
fiscal para determinar el impuesto y facultades accesorias del mismo, así como la acción para
exigir el pago, desde el 1° de enero siguiente al a ño que se produzca el vencimiento de los
plazos generales para la presentación de declaraciones juradas e ingreso del gravamen"
(énfasis agregado).De tal manera, la norma se refiere a otros supuestos, ésto es la prescripción
de los poderes del fisco, no siendo aplicable en el presente caso - contrariamente a lo
pretendido por la parte actora- atento la existencia de una norma que expresamente regula la
situación de autos.No altera el criterio expuesto, el planteo actor respecto a que se trata de un
impuesto de ejercicio y que hasta que no se haya presentado la declaración jurada no se podía
conocer si tenía sumas a repetir. Ello pues precisamente invoca que se trata de una retención
sin sustento normativo alguno sobre la base de lo dispuesto por el artículo 20 inc. i) de la ley de
Impuesto a las Ganancias según el cual las sumas retenidas están exentas de gravamen, y no
de una cuestión numérica. Concordantemente con ello, esta Sala -que, para entonces, no
integraba- consideró en los antecedentes judiciales citados en la misma demanda, que la
acción de repetición podía prosperar aunque no estuviera integrado el período fiscal
respectivo."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
IMPUESTOS.Acción de repetición.Prescripción..
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
"...Para dar respuesta puntual a los argumentos de la parte actora, cabe agregar que no le
asiste razón cuando afirma que el fisco asumió anteriormente la postura por ella defendida con
respecto al plazo a partir del cual debía contarse la prescripción -ésto es teniendo en cuenta el
vencimiento de los plazos para la presentación de la declaración jurada-. En efecto, tanto en la
causa "Formeiro" como "Muiños", invocadas por la accionante, el representante de la AFIP
defendió la postura de que el reclamo no podía prosperar por no haberse integrado aún el
período fiscal (se había solicitado la repetición antes del vencimiento del período fiscal),
invocando lo preceptuado por el artículo 83 última parte de la ley 11.683 (la norma dispone que
"Sólo procederá la repetición por los períodos fiscales con relación a los cuales se haya
satisfecho el impuesto hasta ese momento determinado por la Administración Federal de
Ingresos Públicos"). Por el contrario, el Tribunal entendió que "si la repetición tiene su
fundamento en la invalidez constitucional del tributo o en su inaplicabilidad al reclamante, por
circunstancias de orden sustancial, y no por razones numéricas, la acción puede prosperar
aunque no esté integrado el período fiscal, tal como ocurre en el sub lite".El mismo criterio
surge de la resolución de la D.G.I. glosada por la actora..., donde considera el organismo fiscal
que "el reclamo fue interpuesto en el mes de agosto de 1993, restando aún cuatro meses para
la finalización del período fiscal en que se efectuaron las retenciones. Que por no haberse
integrado un período fiscal, único supuesto en el que puede prosperar una repetición, no se ha
satisfecho en su totalidad el impuesto, el recurso se torna improcedente...". La misma postura
surge de los escritos de contestación de demanda y de expresión de agravios....De tal manera,
se advierte que el fisco defendió la posición de la improcedencia de la repetición con
anterioridad a la integración del período fiscal, lo que no implica que haya sostenido que la
prescripción de la acción de repetición principia luego del vencimiento del plazo para la
presentación de la declaración jurada.Sin perjuicio de lo expuesto, debe agregarse respecto a
la invocación de la teoría de los actos propios, que aún admitiéndose -por vía de hipótesis- que
fuese correcta la interpretación alegada por la actora, no podría generar derechos a su favor la
interpretación que una parte ensayara en un antecedente judicial, cuando no fue ese el criterio
seguido por el Tribunal, circunstancia que no puede ser desconocida y por lo tanto no puede
infundirle la confianza que alega verse quebrantada frente al supuesto cambio de criterio."(del
voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
Ficha Nro.: 000002584
"...De tal manera, debe concluirse que cuando a efectos de establecer el cómputo del plazo de
la prescripción de la acción de repetición la ley alude al vencimiento del período fiscal, debe
entenderse ello referido a aquél que expira el 31 de diciembre, ya que de haber querido
referirse al vencimiento de los plazos generales para la presentación de declaraciones juradas
e ingreso del gravamen -como sostiene la actora- así lo hubiera consignado, como lo hace la
ley en el artículo 57 al referirse a la prescripción del poder fiscal para determinar el
impuesto.Dicha interpretación, por otra parte, resulta además coherente con lo dispuesto en el
artículo 61, 2° parte, de la ley 11.683, en cuanto toma como base para establecer el comienzo
de la prescripción, el 1° de enero del año siguient e a cada pago o ingreso relativos a un
período fiscal ya vencido, pues en caso contrario, prescribirían en la misma fecha la acción
para repetir tanto los pagos a cuenta, como aquellos efectuados luego del 1 de enero siguiente
a la fecha de vencimiento del período fiscal, con lo cual no tendría sentido la distinción prevista
en el artículo 61 respecto a los pagos hechos antes y después del vencimiento del período
fiscal."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
"cabe recordar que el artículo 10 de la ley 24.587 dispone: "suspéndese por el término de un
(1) año, el curso de las prescripción de las acciones y poderes fiscales para determinar y exigir
el pago de los tributos cuya aplicación, percepción y fiscalización está a cargo de la Dirección
General Impositiva dependiente del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos y para
aplicar y hacer efectivas las multas con relación a los mismos, así como la caducidad de la
instancia en los juicios de ejecución fiscal o de recursos judiciales".Al respecto asiste razón al
recurrente cuando afirma que "queda suspendida la prescripción para determinar y exigir el
pago de tributos, quedando excluido la repetición de impuestos" y que en el caso "tal
suspensión lo es en favor solamente del Estado haciendo uso de sus facultades que le son
propias". Ello resulta de un privilegio reconocido al Estado como poder público, que no es
irrazonable por las especiales características de su actividad. Debe también tenerse en cuenta
-frente a la invocada lesión al derecho de igualdad- que la norma en cuestión alcanza a la
generalidad de los contribuyentes y atiende al interés público, pues si bien suspendió por un
año el curso de la prescripción simultáneamente instauró un régimen de facilidades de pago,
por lo que se presenta como un ejercicio razonable del poder impositivo que es el complemento
necesario del principio constitucional que prevé atender al bien común.En tal sentido ha
resuelto la Corte Suprema de Justicia de la Nación que "teniendo en cuenta la claridad del texto
del art. 10 de la ley 24.587 -que no ofrece dificultades interpretativas- su recta inteligencia
"estriba en asegurar la subsistencia del proceso -y, con ello, de las pretensiones que en él se
articulan- especialmente a la luz del objetivo que motivó la sanción de la disposición legal, cual
fue el de permitir que los contribuyentes regularizaran su situación, ?aprovechando una
franquicia fiscal, sin quedar liberados de las consecuencias de la evasión cometidas por el solo
transcurso del tiempo’ (ver Antecedentes Parlamentarios, La Ley, Año 1996, pág. 704), y,
consecuentemente, el de lograr una mejor percepción de la renta pública" (Fallos
320:2845)."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.457/05.
"P.,O.L. y otroc/A.F.I.P.(D.G.I.)s/Demanda de
Repetición"(Expte.10.457/05,Rtro.S.III,T.106f*119/125 del 24 de octubre de 2005).
Fecha: 24/10/2005
"...respecto del delito reprimido por el artículo 249 del Código Penal..... no corresponde darle
acogida en razón de que ellos no revisten la calidad personal de "funcionario público", esto es,
la requerida por el tipo penal cuya aplicación se insta.En efecto, con la documental
acompañada, está demostrado que todos ellos eran cadetes de la escuela y, por lo tanto, no
tienen la facultad de formar la voluntad estatal para la realización de un fin público, que es lo
que singulariza el carácter de "funcionario" o "empleado público" a que se refiere el art. 77
Código Penal. Un cadete, a mayor abundamiento, no actúa como funcionario en el ejercicio de
su propio cargo y con la autoridad que ello implica, razón por la cual no puede ser sujeto activo
del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.".Dres.Antonio Pacilio.Carlos
Alberto Nogueira.
EL CASO:R denunció que su hija M fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela penitenciaria.Señaló responsables.Explicó que los
malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales derivaron en que su hija
debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio Penitenciario, con un cuadro de
deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que atendió a su hija recomendó que
permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta alimentaria especial,
prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la Escuela .La denunciante se
hizo presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el director del
establecimiento.Se enteró que su hija había sido internada en la clínica , lugar en el que
permanecía hasta el momento de radicada la denuncia.El a quo decretó:1)procesamientos en
calidad de coautores responsables del delito reprimido por el artículo 90 del Código Penal;
2)por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del delito previsto por el artículo 90 del
Código Penal y 3)que no existia mérito en la causa para dictar procesamiento.
Expte.3217.
"R.M.R.s/Dcia.Pta.Inf.Arts.106 y 249 C.P."(Expte.3217 Rtro. Sala III T.41f*89/00).
Fecha: 12/05/2005
"...Queda claro que, como integrantes del cuerpo directivo de la escuela...no interpusieron las
acciones que hubiesen interrumpido la causalidad que provocó el resultado dañoso para...Si
ellos hubieran opuesto la actividad que debían desplegar, hubiera desaparecido ese resultado.
Esto se afirma así, porque los imputados, en razón de sus roles dentro de la institución, de sus
rangos jerárquicos y de las funciones que eran inherentes a sus cargos podían interferir
eficazmente en la causalidad evitando, el progreso de la las acciones dañosas.Esa conducta
encuentra su adecuación, con la tipificada por el artículo 249 del Código Penal, que sanciona al
funcionario público que ilegalmente omitiere, rehusare hacer o retardare algún acto de su
oficio.Con el grado de certeza requerido por esta etapa del proceso, puede decirse que la
inactividad de los imputados tiene encuadramiento en la omisión indicada supra, por cuanto
soslayaron totalmente el cumplimiento de los artículos 58 (el cual remite a lo prescripto para el
"jefe de compañía), 61/62,64, 66/67, 69/70, 73, 75/76, 78/80 y 86 del Reglamento de Normas
de Conducción para Oficiales de la Escuela Penitenciaria Federal."Dres.Antonio Pacilio.Carlos
Alberto Nogueira.
EL CASO:R denunció que su hija fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando, en una Escuela Penitenciaria.Señaló responsables.Explicó que los malos tratos
consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales derivaron en que su hija debió ser
trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio Penitenciario, con un cuadro de
deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que atendió a su hija recomendó que
permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta alimentaria especial,
prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la Escuela Penitenciaria.Se hizo
presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el director del
establecimiento.Se enteró que su hija había sido internada en la clínica , lugar en el que
permanecía hasta el momento de radicada la denuncia. El a quo decretó el procesamiento
de:1)en calidad de coautores responsables del delito reprimido por el artículo 90 del Código
Penal; 2)por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del delito previsto por el artículo
90 del Código Penal ;3)y decidió que no existía mérito en la causa para procesar.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
"En punto a los planteos relacionados con la pericia médica, prueba esta de suma importancia
a efectos de demostrar la relación de causalidad, el recurrente no ha establecido los criterios
técnicos o científicos que ha omitido el perito, o bien los errores que adolece el dictamen, sino
que se ha limitado un supuesto error numérico que no hace a la cuestión de fondo, el cual se
considerará más adelante. En consecuencia, los argumentos ensayados no pasan de la mera
discrepancia.Tal como he afirmado en fallos anteriores, la razonable discreción en el examen
de esta prueba, depende para su eficacia, la de conformar un elemento probatorio que, junto
con las demás probanzas, otorgue la convicción suficiente respecto de las enfermedades que
padece el actor y su vinculación con las tareas, en virtud del análisis científico realizado (Expte.
N° 1818/01, "HARRY, BENJAMÍN LEONZO c/ F.A. s/ Ley 9688"; Expte. N°1817/01, "Khidir,
José Luis c/ YPF s/ enfermedad accidente"; arts. 377, 477 y 386 CPCC)."(del voto del Dr.
Durán).
Expte.8382/04.
Fecha: 28/06/2005
Expte.7111/04.
Fecha: 21/03/2005
"...la sentencia impugnada tuvo por encuadrado "normativamente el hecho en los casos de
fuerza mayor previstos por el código civil".Cabe precisar que el artículo 514 del Código Civil
preceptúa que "caso fortuito es el que no ha podido preverse, o que previsto, no ha podido
evitarse". Se sostiene en tal sentido que "nuestra doctrina científica está conteste en que
ambos términos, caso fortuito y fuerza mayor, corresponden a un mismo y único concepto;
reconociéndole idénticos efectos: la liberación del deudor", agregando que "no obstante la
asimilación conceptual, se advierte que los tribunales tienden a emplear la noción de fuerza
mayor para las hipótesis provenientes del hecho del hombre, dejando la expresión caso fortuito
para los hechos de la naturaleza" (Bueres, Alberto J. y Highton, Elena I, Código Civil y normas
complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, Buenos Aires, Ed. Hammurabi, 1998,
tomo 2A, pág. 173 y sig.).En el caso, a la luz de las constancias aportadas y con carácter de
excepción, se aprecia que las razones de fuerza mayor expresadas por la actora para justificar
el retardo en la presentación ante la Aduana, autorizan a tener por justificado el incumplimiento
en los plazos conferidos para regularizar la admisión temporaria del vehículo.Una conclusión
diferente importaría dejar de lado los evidentes motivos de justicia y equidad que median en
autos, por un excesivo rigor formal en la interpretación de las circunstancias referidas.
Asimismo, la solución propuesta armoniza con el sentido que inspira a lo previsto por el artículo
157 in fine del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación en cuanto dispone que "los
jueces y tribunales deberán declarar la interrupción o suspensión de los plazos cuando
circunstancias de fuerza mayor o causas graves hicieren imposible la realización del acto
pendiente".En el caso no puede desatenderse el hecho de fuerza mayor que se ha invocado y
acreditado de manera suficiente. Es que no sería lógico exigir que frente a tal drama -su madre
muerta y su padre sin vivienda por un atentado- la actora anticipe su regreso para realizar los
trámites de su automóvil.No solo se trata de la muerte de un familiar -lo que ya es grave- sino
que en el caso se configura el agregado de las circunstancias terribles en que se produjo,en
tanto sucedió en otro país y como consecuencia de un atentado terrorista, que dejó también
como saldo el desamparo de su padre."(del voto del Dr. Vallefín).
Fecha: 06/10/2005
"...debe tenerse en cuenta, como lo sostiene el a quo, que se trata de un vehículo ingresado
legalmente al país, por una persona extranjera que también se radicó legalmente, al amparo
del régimen de fomento de la inmigración previsto por la ley 22.439 y que el ingreso del
automotor lo fue con fines de uso particular. Todo ello impone considerar también el
desconocimiento de las normas aduaneras específicas, cuando se trata de particulares que
sólo por excepción se ven involucrados en este tipo de procedimiento administrativo. También
es pertinente valorar que en el caso no existe ningún indicio de que el retraso en la
regularización del trámite ante la Aduana implicara beneficio a la actora, como también que la
actora se presentó espontáneamente a solicitar la continuación de los trámites de
nacionalización del automóvil, habiendo transcurrido poco más de un mes del vencimiento del
plazo, lapso que aparece como razonable dentro del marco de circunstancias relatadas."(del
voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.746/05
Fecha: 06/10/2005
"La norma invocada.cabe precisar que el artículo 970 del Código Aduanero aplicado en el
presente preceptúa que:"1. El que no cumpliere con las obligaciones asumidas como
consecuencia del otorgamiento del régimen de importación temporaria o del de exportación
temporaria, según el caso, será sancionado con una multa de uno a cinco veces el importe de
los tributos que gravaren la importación para consumo o la exportación para consumo según el
caso, de la mercadería en infracción, multa que no podrá ser inferior al treinta por ciento del
valor en aduana de la mercadería, aún cuando ésta no estuviere gravada. 2. En el supuesto
previsto en el apart. 1, si la importación para consumo o la exportación para consumo, según el
caso, de la mercadería en infracción se encontrare prohibida se aplicará además su
comiso".Viene al caso recordar que en la Exposición de Motivos de la ley 22.415 -Código
Aduanero- se consignó que "la aplicación de este sistema punitivo ha llevado, en algunos
casos, a consecuencias desproporcionadas con la gravedad de la infracción cometida (basta
recordar el comiso de los automóviles de turistas que se excedían en su permanencia). El
Código en esta materia flexibiliza el sistema operativo (arts. 266, 269 y concordantes) y
establece penas proporcionadas a la gravedad de la infracción cometida".No obstante, se ha
sostenido interpretando esta norma y lo expuesto en la Exposición de Motivos, que "surge de
este enunciado una somera crítica al antiguo sistema que regulaba esta infracción, a pesar de
que en la legislación actual se sigue penando la infracción con multas equivalentes a los
derechos de importación o exportación ante la extracción o reingreso de la mercadería en el
plazo otorgado y, respecto de mercadería prohibida, con su comiso, lo que muchas veces
excede las facultades de penalización que tiene el Estado por el simple retraso, por ejemplo, de
un turista en regresar a su país de residencia". Agrega el autor que "si bien la legislación otorga
facultades de sanción, que deben ser reguladas por quien las ejerce, éste no siempre tiene la
capacidad suficiente como para entenderlas o el asesoramiento necesario, por lo que se dictan
condenas que si bien se encuentran de acuerdo con la legislación, no lo están con la Justicia"
(conf. Tosi, Jorge Luis, Código Aduanero Comentado y Anotado, Buenos Aires, Editorial
Universidad, 1997, pág. 1133 y siguientes).Las consideraciones expuestas resultan
plenamente aplicables al caso de autos."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.10.746/05
Fecha: 06/10/2005
Expte.10.746/05
Fecha: 06/10/2005
"El art.242 de la LCT ha dispuesto el término injuria a efectos de caracterizar la justa causa de
despido, además de establecer que ésta última debe ser grave.En líneas generales, se ha
dicho que la injuria que configura la justa causa de despido consiste en un "(...)daño, material,
físico o moral, producido por la conducta de una de las partes y que afecta gravemente la
esencia de la relación de trabajo que estriba en el cumplimiento leal de los deberes mutuos.
Este daño debe ser tan grave que ni siquiera la continuación de la relación por el término del
preaviso puede consentirse(...)"(1).Asimismo cabe establecer que la gravedad del hecho
injurioso debe guardar una relación de proporcionalidad con el despido: el hecho debe ser de
tal gravedad, que impida la continuación de la relación laboral.¿ Ahora bien, cuándo es grave el
hecho injurioso?. Al respecto, la ley no brinda una definición legal, por tanto, la valoración
queda sujeta a la libre discreción del juez, quién guiado por las propias pautas de la LCT, las
modalidades y circunstancias personales de cada caso, establecerá la proporcionalidad o no
entre el despido y el hecho (art. 242, segundo párrafo, de la LCT).También debe repararse que
dado que el despido con causa supone una excepción al derecho del trabajador a ser
indemnizado, la valoración en estos casos debe ser sumamente estricta, requiriendo del juez
suma prudencia en la ponderación de los medios de prueba".(del voto del Dr. Durán).
Expte.5780/03.
Fecha: 07/04/2005
Ficha Nro.: 000002355
"...Disiento en cambio, con el punto relativo a la aplicación del plenario dictado por este Cuerpo
en autos "Gómez, Ricarda c/ ENTEL s/ Indemnización por despido", de fecha 30/08/01, al lapso
que va desde la fecha del hecho (17/11/90) hasta la fecha de corte dispuesta en la ley
23.982.Entiendo que el mencionado plenario tiene aplicación desde 01/04/91, en deudas no
abarcadas por la ley 23.982, (Vide: primera cuestión a decidir en el mentado plenario). Es decir
que, con anterioridad a esta última fecha, el mencionado plenario no tiene aplicación.En
consecuencia, estimo que debe confirmarse la tasa del 6% anual dispuesta por el a quo para
dicho supuesto.Así lo voto."(del voto en mayoría del Dr.Durán con adhesión del Dr..Reboredo).
Expte.1637/00.
Fecha: 27/06/2005
"...el argumento ensayado sobre la falta de lucro en su conducta, basado en que las obras
literarias apócrifas las había adquirido lícitamente por compra o por canje pero respetando los
valores de mercado, no puede prosperar. En efecto, la norma infringida lleva ínsita una gran
amplitud y comprende todos los actos de exhibición, oferta y de intercambio, alquiler o
cualquier otra forma mediante la cual alguien adquiera algún derecho sobre el producto en tela
de juicio. Dicho en otros términos, se cumplirá con el proceder previsto por el tipo penal con la
circulación de productos con marca en infracción, independientemente del modo en que ello se
realice(1)...teniendo en cuenta los propios dichos del imputado en cuanto afirmó que adquiría
los libros apócrifos ya sea por canje o venta, la visión amplia del precepto legal permite tener
por acreditado a esta altura del proceso el elemento objetivo de la figura enrostrada, en la
forma que se explicó más arriba. De lo que sigue entonces que la falta de enriquecimiento
patrimonial o el haber respetado en sus transacciones los valores de adquisición del mercado -
tal como alegó en sus agravios- resulta irrelevante para la comprobación del delito de
autos."(del voto del Dr. Vallefin).
Expte.3244/III
(1):conf. Otamendi, Jorge, "Derecho de Marcas", segunda edición, Buenos Aires, 1995,
Abeledo-Perrot, capítulo VI, § 6.6,pág. 283 y siguientes.
Fecha: 07/07/2005
"En otro orden de ideas, tampoco dio por el momento motivos suficientes para demostrar su
desconocimiento del origen ilegítimo de las publicaciones. Porque si bien es cierto que en la
figura penal en estudio el dolo no se presume, existen en el sub judice elementos que tomados
en su conjunto llevan a descartar -con el grado de certeza requerido en este estadio procesal-
la buena fe del imputado. En efecto, el supuesto canje de artículos hecho con un desconocido -
la persona que arribó al comercio en taxi, de quien no pudo aportar datos identificatorios-, la
falta de interés sobre el origen de los elementos incriminatorios, y el no aportar documentación
fehaciente de la transacción realizada, conforman un bloque indiciario suficiente para vincularlo
por ahora a este proceso. La alegada modalidad de las operaciones "al menudeo" tampoco
puede tener acogida, máxime si tal circunstancia implica que el comerciante no lleve la
facturación o movimiento mercantil en la forma y modo exigida por la ley, elemento éste que
también viene en apoyo a la presunción a la que se arribó en el párrafo precedente."(del voto
del Dr. Vallefin).
Expte.3244/III
Fecha: 07/07/2005
"....Por otra parte, la imposibilidad de advertir la falsedad de las publicaciones por no existir
elementos que lo hubieran permitido no resulta por el momento aceptable. Son esclarecedoras
en este punto las consideraciones realizadas por los peritos actuantes en la causa, quienes al
simple cotejo visual de los elementos indubitables con los cuestionados, advirtieron marcadas
diferencias y anomalías entre ellos. Tales discrepancias, puntualmente, radican en las
confecciones de dibujos, colores, empastamientos de tinta en los códigos de barra,
impresiones de tapas y contratapas defectuosas, distintas dimensiones de los ejemplares,
variada tipografía y diseño, diferente calidad de papel, etc.En este contexto, y teniendo
presente que U V posee vasta experiencia en el rubro de venta de libros -32 años
aproximadamente, según su declaración- existen motivos razonables para concluir que
difícilmente no haya podido tomar conocimiento de la irregularidad del material bibliográfico que
cotidianamente manejaba."(del voto del Dr. Vallefin).
Expte.3244/III
Fecha: 07/07/2005
"A la luz de los extremos exigidos por la disposición transcripta, comparto con el señor juez de
primera instancia la decisión de que la presentación del contribuyente para saldar la obligación
a su cargo no ha sido espontánea.Un antiguo precedente de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación ha juzgado que debe darse "por excluida la espontaneidad de la presentación, no sólo
cuando ha habido requerimiento o intimación formal por parte del órgano administrativo
competente, sino también en todos aquellos supuestos en que, por circunstancias externas,
producidas o inminentes, directa o indirectamente vinculada con la 'situación impositiva’ del
infractor, quepa entender que la conducta de éste no ha sido determinada por la libre y pura
voluntad de pagar. Si de las constancias de la causa se infiere que alguna o algunas de esas
circunstancias externas han influido sobre el ánimo del sujeto pasivo de la obligación tributaria,
determinándolo a presentarse, queda legalmente excluida la espontaneidad" (in re "S.R.L.
Cosechadoras Bernardín" Fallos 242:207; la cita en p. 216)." (del voto del Dr. Vallefín).
Expte.3157/III
"SI. SA. ME. SRL s/ inf. art. 9 ley 24.769" (expte. n° 3157/III, rto. t 40 f 179/184, del
25/04/2005).
Fecha: 25/04/2005
"Bajo las pautas recordadas y a la luz de las circunstancias comprobadas puede concluirse que
las diligencias practicadas por el ente recaudador, en el domicilio de la empresa, con su
conocimiento y participación, gravitaron concretamente sobre su voluntad para restarle
espontaneidad a su ulterior presentación.Como bien lo ha señalado el a quo, la sola
cancelación de la deuda previsional a cargo de la firma imputada no es suficiente para habilitar
la aplicación del art. 73 de la ley 25.401, ya que ello debe haber sido hecho en forma
espontánea y voluntaria, circunstancia que no encuentro probada en autos."(del voto del Dr.
Vallefín).
Expte.3157/III
"SI. SA. ME. SRL s/ inf. art. 9 ley 24.769" (expte. n° 3157/III, rto. t 40 f 179/184, del
25/04/2005).
Fecha: 25/04/2005
Expte. n° 2832.
"La Cardeuse SA s/ inf. art. 9no. de la ley 24.769" (Expte. n° 2832, T 72 f 27/28, del
19/04/2005).
Fecha: 19/04/2005
"Se tiene dicho que el delito que se ventila en autos implica un proceder doloso, es decir, la
intención de empleador de no ingresar, cuando legalmente le corresponde hacerlo, el dinero
que tiene en su poder y que no le pertenece por ser de propiedad de su dependiente. Debiendo
tener, a su vez, la posibilidad concreta de dar cumplimiento con la obligación tributaria a su
cargo (conf. Haddad, Jorge Enrique, Ley Penal Tributaria 24.769 comentada, 3ª edición,
Buenos Aires, Depalma, año 1999, pág.65 y ss.; Macchi, Miguel Angel, Sistema Penal
Tributario y de la Seguridad Social, Buenos Aires, Abaco, año 1999, pág.225 y ss).En idéntico
sentido, se ha expedido la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re "Lambruschi, Pedro
Jorge s/ Ley 23.771", sentencia del 31 de octubre de 1997 (Fallos 320:2271, con cita a Fallos
271:297, 303:1548 y 312:149), donde si bien se ha analizado el texto legislativo anterior en
materia tributaria, sus conclusiones resultan aplicables al sub judice.En efecto, allí se ha
decidido que "...En materia de retención de aportes no basta la mera comprobación de la
situación objetiva en que se encuentra el agente de retención, sino que es menester la
concurrencia del elemento subjetivo en virtud del principio fundamental de que sólo puede ser
reprimido quien sea culpable, es decir, aquél a quien la acción punible le puede ser atribuida
tanto objetiva como subjetivamente..."." (del voto del Dr. Vallefín).
Expte.3157/III
"SI. SA. ME. SRL s/ inf. art. 9 ley 24.769" (expte. n° 3157/III, rto. t 40 f 179/184, del
25/04/2005).
Fecha: 25/04/2005
"La obligación de los Estados miembros estriba en respetar las normas sobre derechos y
libertades fundamentales reconocidos por la Convención y garantir "(...)su libre y pleno ejercicio
a toda persona sujeta a su jurisdicción..."(art. 1.1., CADH) o, en su caso, adoptar "(...)con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las
medidas legislativas o de otro carácter que fueran necesarias para hacer efectivos tales
derechos y libertades" (art.2, CADH). Ahora bien, el Estado Argentino al sancionar las leyes en
cuestión -o, mejor, leyes de impunidad o de perdón de delitos de lesa humanidad- es evidente
que omitió respetar, garantizar y, finalmente, adoptar las medidas legislativas necesarias para
investigar y punir las violaciones a los derechos humanos de 1976 a 1983, es decir, la época
del "(...) espantoso cuadro del derrumbamiento de un Estado basado en la negación del
Derecho", como describió un autor otro símbolo de inhumanidad y ejemplo histórico
sanguinario (conf., Rabdruch, Gustav., Introducción a la Filosofía del Derecho. 1era. Edición.
México-Buenos Aires, FCE, 1951, p.176), raro de imaginar otra vez en forma
parecida."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
SENTENCIA PUBLICADA EN EL rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN, con el siguiente
orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"En relación a lo anterior vale destacar que la institución judicial del sistema interamericano de
protección de los derechos humanos (OC 1/82, de 24/09/1982), la Corte Interamericana
sostuvo, ante hechos similares, la incompatibilidad de disposiciones internas de amnistía con
los derechos inderogables reconocidos por el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos. Afirmó que, leyes de ese calibre, "(...)carecen de efectos jurídicos y no pueden
seguir representando un obstáculo para la investigación de los hechos...ni para la investigación
y castigo de los responsables" (caso "Barrios Altos (Chumbipuma Aguirre y otros vs. Perú)",
sentencia de 14 de marzo de 2001, párrafos 41 y 44). Ello sin menoscabo de que en el ámbito
regional americano, la Asamblea General de la OEA y la Comisión, en varias oportunidades
hicieron referencia a la desaparición forzada de seres humanos y la Corte, en casos
contenciosos, alusión a las obligaciones inherentes de los Estados miembros:a). Con
referencia a la desaparición de personas y promover su investigación, a su calificación en
cuanto a tales y exigir que se les pusiera fin, la Asamblea se manifestó reiteradamente desde
fines de la década del ?70(conf., AG/Resol.443[XI-0/79], de 31 de octubre de 1979;
AG/Resol.510[X-0/80], de 27 de noviembre de 1980; AG/Resol.618[XII-0/82], de 20 de
noviembre de 1982; AG/666[XIII-0/83], de 18 de noviembre de 1983; AG/Resol. 742[XIV-084],
de 17 noviembre de 1984) y, en el mismo período, la Comisión en sus Informes Anuales (IA/
1978, pp.22-24; idem., 1980-1981, pp.113-114; idem.,1982-1983, pp.49-51), más los Informes
Especiales con relación a los países en particular, entre ellos el relativo a la Argentina
(OEA/Ser.L/V/II.49, doc.19, 1980). En los mencionados documentos se calificaba a las
desapariciones de personas como delito de lesa humanidad (AG/Resol. 666, cit.).En vínculo
directo a la leyes 23.942 y 23.551, la Comisión Interamericana descalificó dichas leyes (y al
Decreto 1002/1989), por considerarlas incompatibles con las normas explícitas del sistema
interamericano (conf., Informe nº 28/1992, de 2 de octubre de 1992).b). En concreto, con
referencia a las leyes examinadas, el Comité de Derechos Humanos las calificó de contrarias
"los requisitos del Pacto (ONU:CCPR/79/Add.46, adoptado en la reunión del 5 de abril de 1995.
Argentina). Además, el Comité contra la Tortura expresó que ambas leyes eran incompatibles
con las obligaciones asumidas por el Estado argentino conforme a la Convención (casos
nº1/1988, nº2/1988 y nº3/1988 [O.R., H.M. y M.S. c/ Argentina]).c). La Corte Interamericana ha
sentado que "(...) Ninguna actividad del Estado puede fundarse en el desprecio a la dignidad
humana...la desaparición forzada de seres humanos constituye una violación múltiple y
continuada de numerosos derechos reconocidos en la Convención y que los Estados partes
están obligados a respetar y garantizar...significa una ruptura radical de este tratado...la acción
u omisión de cualquier autoridad pública, constituye un hecho imputable al Estado que
compromete su responsabilidad..." (CIDH, caso "Velázquez Rodríguez vs. Honduras", de 29 de
julio de 1988, párrs. 154, 155, 158 y 164). En línea análoga decidió en el caso "Godinez Cruz",
de 20 de enero de 1989 (párrs. 162-171).d). La Corte Interamericana fijó los alcances de la
sentencia de fondo en el citado caso "Barrios Altos". Enfatizó que en supuestos de
incompatibilidad de leyes de amnistía con la Convención -como, por ejemplo, los supuestos de
amnistía sancionada por las leyes 26.479 y 26.492 de Perú- el precedente no regía tan sólo en
el sub examine sino de manera genérica. La sentencia de fondo tiene efectos generales en los
que se comprenden por completo las amnistías con referencia a patentes violaciones a los
derechos humanos "(...)como la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y
las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por contravenir derechos inderogables
reconocidos por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos" (conf., "Barrios Altos",
Interpretación de la sentencia de fondo [art. 67, CADH], de 03/09/2001, párrafos 15 y 18).La
naturaleza, fundamento y finalidad evidente de las leyes peruanas se reproduce, casi con
exactitud, en las leyes argentinas 23.942 y 23.521. La conclusión, en cuanto al valor de éstas,
resulta obvia en los criterios de interpretación que ha establecido la Corte Interamericana sobre
la Convención."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
SENTENCIA PUBLICADA en el rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN, con el siguiente
orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia federal de La
Plata y 3) Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4) FALLOS DESTACADOS..
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Las citadas leyes, al dejar impunes hechos atroces y aberrantes, significaron una ostensible y
grave violación del trato humano exigible -o el que concierne al reconocimiento de los derechos
humanos o de la persona por su condición de tal- no sólo descalificada en el orden jurídico
interno, sino, principalmente, en el derecho internacional de los derechos humanos desde la
Carta de las Naciones Unidas (conf., Verdross, Alfred., Derecho internacional público.
6ta.Edición. Trad. Tuyol Serra, A. y Medina Ortega, M., Madrid, 1980, p.542), que Argentina
aprobó el 18 de septiembre de 1946 (ley 12.195). Empero, esa imputación al Estado por
conductas lesivas no agota en ello su responsabilidad internacional conforme a la Declaración
Universal (DUDH) y a la Convención Americana (CADH), entre otras, sino también "(...)por falta
de la debida diligencia para prevenir la violación o para tratarla en los términos requeridos por
la Convención" (conf., Sancinetti, Marcelo y Ferrante, Marcelo. El derecho penal en la
protección de los derechos humanos. Bs. As., 1999, p. 381)."Dres.Carlos Alberto
Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira. SENTENCIA PUBLICADA en el rubro
FALLOS DESTACADOS del sitio PJN, con el siguiente orden de clqiueo para su
visulaización:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal
de Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Invalidez e Inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final (leyes 23.492 y
23.521).La Convención Americana de Derechos Humanos(art. 1.1) y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos(art. 2.2), aprobados por Argentina en las leyes 23.054/1984 y
23.313/1986 -anteriores a la sanción de las leyes de obediencia debida y punto final(1987)-
obligaron a los Estados partes "(...)a respetar los derechos y libertades reconocidas en ella" y,
además, impusieron el compromiso de adoptar "(...)las medidas legislativas o de otro carácter
que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y garantías".Es más, la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada el 02/05/1948 por la Novena
Conferencia Internacional de la OEA (en la que Argentina participó), ya era fuente de similares
obligaciones y compromisos internacionales para nuestro país y, en concreto, tocante a
investigar y punir las violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Aunque, obviamente,
aquella no configure strictu sensu un tratado en el plano de conceptos de Derecho
Internacional(v.gr., art. 2.1.,"a", Convención de Viena), nada empece a que sus normas (y
principios que las sustentan) sean valiosas para interpretar otros instrumentos conexos a la
problemática, sin perjuicio de que los derechos reconocidos en dicha Declaración se reputen
parte integrante de la costumbre internacional.Es notorio, asimismo, que ninguna disposición
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)
puede ser interpretada en el sentido de "(...)excluir o limitar el efecto que puedan producir la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de
la misma naturaleza" (art. 29, inc. "d"). Sobre el punto la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha sostenido que, para los Estados Miembros de la OEA "y por el hecho de serlo". la
Declaración constituye "(...)en lo pertinente y en relación con la Carta de la Organización, una
fuente de obligaciones internacionales" (conf., Opinión Consultiva OC-10/89 del 14 de julio de
1989, párrafos 45 y 46). Obligaciones que manan de la Declaración(art. I) y de su
sostenimiento de las ideas políticas y jurídicas americanas, en especial aquello de que "(...)el
ser humano es titular de derechos consustanciales con su naturaleza, inalienables e
imprescriptibles..." (conf., Gros Espiell, Héctor. Estudios sobre derechos humanos II. Madrid,
Civitas, 1988, p.88). Ella contiene y define "(...) aquellos derechos humanos esenciales a los
que la Carta se refiere..."(conf., Corte Interamericana, OC 10/89, ya citada), los cuales todos
los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos se han obligado a respetar y
hacer cumplir sin excusa de obstáculos jurídicos que conduzcan a su impunidad.A la época de
las leyes 23.492(Adla XLVII- A,192) y 23.521 (Adla XLVII-B,1548) se sabía, o debía saberse,
que el haberlas sancionado violaba de modo extremo al derecho internacional por el hecho de
crear, en el ámbito del derecho interno, un subrepticio resorte que implicaba la excusa de
investigar y punir delitos de lesa humanidad imputables al Estado y sus agentes o personas
dependientes de la autoridad pública. La mentada legislación -tanto una por importar la
extinción de la acción penal, cuanto otra por establecer los límites el deber de obediencia-
resulta abiertamente contraria al derecho imperativo del orden jurídico internacional (jus
cogens), siempre por encima del orden jurídico interno, cuyas normas y principios son exigibles
sin más a las autoridades políticas del Estado y, de suyo, a la competencia jurisdiccional. Con
mayor razón si al momento de los hechos imputados durante un gobierno de facto -y, obviedad
aparte, en la fecha de sanción de las citadas leyes durante u gobierno de iure- regía en nuestro
país la Convención de Viena de 1969 que establece la obligación, por parte de los Estados, de
no frustrar el objeto y el fin de un tratado (art.18), incluso antes de su entrada en vigor (ley
19.865 de 03/10/1972 [Adla, XXXII-D, p.6412])."Dres.Carlos Alberto Vallefín.Antonio
Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
LA SENTENCIA OBRA PUBLICADA EN EL rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN con el
siguiente orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del Interior;2)Justicia
Federal de La PLata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS
DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Aunque, en principio, sin efecto para la investigación y eventual castigo a los responsables de
crímenes de lesa humanidad -es decir, sin efectos retroactivos- la ley 24.952 (Adla, LVIII-B,
1560) derogó la ley 23.492 (art. 1) y la ley 23.521 (art.2). La ley 25.779(Adla, LXIII-E, 3843), en
cambio, estuvo destinada al intento de subsanar el obstáculo y declaró insanablemente nulas
las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.La ley 25.779 fue declarada válida por la Corte
de la Nación en la aludida causa "Simón, Julio Héctor y otros". Al así expresarlo, dieron
diversas razones para justificar la validez de la ley, no obstante ese reparo, a saber:a) que el
contenido de la ley 25.779 coincide con lo que los tribunales de justicia han de declarar con
relación a la leyes 23.492 y 23.521 y, en la medida en que las leyes deben ser efectivamente
anuladas, declarar la inconstitucionalidad de dicha norma para luego resolver en el caso tal
como ella lo establece constituiría un formalismo vacío;b) que el propósito perseguido en la ley
25.779 fue dar debido cumplimiento a los tratados constitucionales "sobre derechos humanos
y, además, eliminar toda circunstancia que pudiera obstaculizar a los tribunales de justicia de
Argentina investigar los hechos alcanzados por esas leyes.El tribunal está de acuerdo con el
fallo de la Corte de la Nación en punto a la validez de la ley 25.779. Así lo hace de consuno al
criterio de dicho Tribunal respecto a eficacia vinculante de sus fallos (Fallos 25:364), los que
deben ser lealmente acatados, en tanto se encuentren firmes (Fallos 205:614), por los demás
tribunales federales y locales (conf., Fayt, Carlos S., La Corte Suprema y la evolución de su
jurisprudencia. Leading cases y Holdings. Casos trascendentes. Bs. As., 2004, p. 208; Bidart
Campos, Germán., Manual de Derecho Constitucional Argentino. Bs. As., 1979, p. 757). Por lo
demás, la interpretación de la Corte -como ella misma lo ha sostenidotiene autoridad
institucional (Fallos 212:251), en su carácter de intérprete final de la Constitución Nacional y de
las leyes dictadas en consecuencia (Fallos 307:1094 y sus citas)."Dres.Carlos Alberto
Vallefín.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
SENTENCIA PUBLICADA EN el subro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN, con el siguiente
orden de clique para el acceso:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)FALLOS DESTACADOS.
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
EL CASO: en autos se ha dictado sentencia que, confirmada por este Tribunal pasó en
autoridad de cosa juzgada.En aquella se resolvió que es de aplicación al caso la normativa
emanada de la ley 23.982, circunstancia consentida por los accionantes, conforme surge del
trámite efectuado, como de las presentaciones que efectúa el ente deudor solicitando la
documentación completa con relación a la peritación contable, por ser necesaria a efectos de
realizar un exhaustivo control de la liquidación y requriendo suspensión de los plazos.El actor
se allanó a la aplicación de las disposiciones emanadas de la ley 23.982 y sus decretos
reglamentarios,porque lo establecían las resoluciones emanadas de ambas instancias y
encontrarse las mismas arregladas a derecho, más aún el propio actor inicia los trámites a
efectos de obtener el pago de sus acreencias, mediante bonos de consolidación, atento ser
aplicable al caso la ley de orden público que así lo disponía.La actora habia peticionado se
decrete la anulación de la novación ocurrida respecto de las diferencias salariales materia de
condena en autos,resultando receptado por el aquo declarando la subsistencia de la obligación
original (art.807 C.C.),que a la postre es revocado por el Tribunal.
Expte.7418/04.
Fecha: 28/02/2005
"Está claro que tratándose de un menor de edad, la existencia de ganancias no son posibles de
valuar: el menor...tenía tres años al momento del hecho, razón por la cual los parámetros para
determinar las ganancias están en un marco de mera probabilidad, por no contar con una
referencia cierta en cuanto a un monto determinado." (Dres. Alberto Ramón Durán, Julio Víctor
Reboredo, Sergio O. Dugo).
Expte. 7377/04.
Fecha: 28/06/2005
"La cuestión a resolver.El artículo 62, inciso segundo, del Código Penal, dispone que la acción
penal se extinguirá después de transcurrido el máximo de duración de la pena señalada, este
plazo comenzará a correr desde la medianoche del día en que se cometió el delito (art. 63, del
CP).El curso de la prescripción es susceptible de interrumpirse y de suspenderse.Se
interrumpe por las causales enumeradas en los párrafos 4to. y 5to. del artículo 67 del Código
Penal (texto según ley 25.990) y se suspende por las causales enunciadas en el mismo artículo
67 que consisten en: la existencia de cuestiones prejudiciales; cuando la acción tiene su origen
en los delitos previstos en los capítulos 6,7,8,9, 9 bis y 10 del Título XI, Libro 2do. del CP,
mientras los que hayan participado en su comisión desempeñen un cargo público; y, para el
caso de los delitos reprimidos por los artículos 226 y 227, mientras no se restablezca el orden
constitucional. A ellas se agregaron las incorporadas por las leyes 23.737 y 24.316. La primera
de ellas, en su artículo 19 establece que el tiempo de tratamiento suspende la prescripción de
la acción penal.Si transcurridos dos años de tratamiento el grado de recuperación del imputado
es insatisfactorio, por la razón que fuere, deberá reanudarse la prosecución de la causa, es
decir, que culmina la suspensión del trámite y de la prescripción la cual retoma su curso (art.
18, de la ley 23.737).Ello es así porque, vencido el aludido lapso de dos años el juez debe
evaluar si corresponde o no reanudar el trámite de la causa. Pero si se omitió esa decisión, en
ningún caso puede redundar en perjuicio de los derechos del imputado y por tanto,debe
considerarse que el curso de la acción penal comenzó a correr a partir de los dos años de
suspensión del trámite. Lo contrario importaría mantener al imputado sujeto sine die al proceso
penal."Fdo.Dres.Antonio Pacilio.Carlos A.Nogueira.Carlos A. Vallefin.
Expte.3499.
Fecha: 07/09/2005
Expte.8382/04.
Fecha: 28/06/2005
"...estimo que no existen por el momento elementos suficientes para procesar a...por el delito
por el que fue indagado, porque si bien no se exige para ello una certidumbre absoluta,
tampoco debe mediar duda ( D’Albora Francisco J, Código Procesal Penal de la Nación.
Anotado. Comentado. Concordado, Tomo II, 6ª edición, Buenos Aires, Lexis Nexis, año 2003,
pág. 635 y ss, nota al art.306 y sus remisiones). Y no habiendo motivos todavía para
desvincularlo definitivamente de la causa, corresponde dictar a su respecto auto de falta de
mérito en los términos del art. 309 del C.P.P.N."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.3157/III
"SI. SA. ME. SRL s/ inf. art. 9 ley 24.769" (expte. n° 3157/III, rto. t 40 f 179/184, del
25/04/2005).
Fecha: 25/04/2005
Expte.11.125/05.
"Por razones metodológicas trataré en primer término el agravio referido al nexo causal y/o
concausal.En primer lugar, destaco que lo sostenido en el libelo recursivo por el quejoso no
rebate eficazmente las conclusiones a que arriba el perito desinsaculado en la causa, por
cuanto no se basa en elementos científicos o técnicos mejores que los esgrimidos por aquél
constituyendo una mera discrepancia con su criterio evaluador, carente -de suyo- de
envergadura suasoria a los fines pretendidos. Aunque las normas procesales no acuerdan al
dictamen pericial el carácter de prueba legal, no lo es menos que cuando el mismo comporta la
necesidad de una apreciación científica del saber del perito, para desvirtuarlo es imprescindible
valorar los elementos de juicio que permitan advertir fehacientemente el error o el uso
inadecuado que el técnico hubiese hecho de los conocimientos científicos de los que por su
profesión o título habilitante ha de suponérselo dotado. De ahí que cuando -como en la
especie- el peritaje aparece fundado en principios técnicos inobjetables y no existe prueba que
lo desvirtúe, la sana crítica aconseja, frente a la imposibilidad de oponer argumentos de mayor
peso, aceptar las conclusiones de aquél.Por lo demás, cabe destacar que cuando el médico
refiere que las tareas son causa o concausa de la dolencia está expresando una consideración
de orden científico en abstracto sin alusión concreta a que efectivamente las haya cumplido el
trabajador. En tal sentido se ha dicho que la vinculación causal o concausal entre el hecho del
trabajo y una dolencia y su consecuente déficit, no constituye un hecho material susceptible de
ser probado por el informe médico, sino que, más bien, se trata de un proceso de comprensión
en el cual el especialista asesora al magistrado para ayudarlo a advertir si aquélla existió (cfr.
CNAT, Sala I, SD 67.353, del 29/09/95)."(del voto del Dr. Pacilio).
Expte.11.125/05.
Fecha: 25/09/2005
Expte.8382/04.
Fecha: 28/06/2005
"...Examinado el sumario, se advierte que en momento alguno se hizo saber al actor si podía
proponer elementos de prueba, o, en su caso, repreguntar a quienes habían depuesto en la
causa con anterioridad a la imputación que se le efectuara. Es decir, el actor no tuvo posibilidad
de controlar la prueba usada en su contra.Asimismo, tampoco se vislumbra que se haya
informado al actor sobre la garantía de contar con patrocinio letrado, máxime teniendo presente
la gravedad de la imputación efectuada en sus derechos...Las irregularidades señaladas, sin
lugar a dudas restan fuerza convictita a todos los elementos incorporados en el sumario. Ello,
en síntesis, por no haber gozado el actor de la posibilidad de ejercer el contralor de la prueba
de que se trata, violándose de esta forma el principio de bilateralidad de la misma, y por ende,
la defensa en juicio del trabajador....No se desconoce que en virtud de la normativa aplicable
(CCT Nº 80/93 "E") no era obligación de la demandada la sustanciación de sumario previo para
la sanción de despido, en razón de quedar sometido su personal a las disposiciones de la
L.C.T.. Ahora bien, decidido por la empleadora llevarlo a cabo, el mismo debe realizarse con
todas las formalidades y garantías para que el investigado pueda ejercer cabalmente su
derecho de defensa, lo que no ha acontecido en la especie.".(del voto del Dr Durán).La
sentencia se puede visualizar en el rubro "Fallos Destacados" del sitio PJN.
Expte.5780/03.
Fecha: 07/04/2005
"La valoración de la prueba.En este punto el agravio del recurrente se centra principalmente en
que, en su criterio, el fallo no está debidamente fundado. Para ello, expone tres lineas
argumentales, que consolidan a su vez, tres perspectivas que desembocan en el agravio
expuesto: 1) que el juez no consideró bajo las reglas de la ley de rito la prueba obrante en
autos, sino que efectuó una mera exposición en los resultandos; 2)Que la prueba testimonial
tenida en cuenta por el a quo debió ser desestimada, toda vez que los testigos tienen juicio
contra la demandada; 3) que el a quo omitió tratar las impugnaciones a la pericia
oportunamente efectuada.Adelanto que los argumentos ensayados por el recurrente no tendrán
acogida favorable.Con relación a la ausencia de consideración de las pruebas de autos, si bien
el fallo no ofrece un examen meduloso de las mismas, si establece cuales son los elementos
probatorios que le permitieron al juez concluir en la demostración de la relación causal entre las
tareas realizadas por el actor y la incapacidad denunciada, no evidenciándose incongruencia o
arbitrariedad alguna.En tal sentido, el fallo guarda la relación lógica y el fundamento suficiente
a efectos de considerarlo una resolución válida, desde la perspectiva del debido proceso.Con
iguales consideraciones corresponde abarcar el planteo relativo a la falta de tratamiento por
parte del a quo de la impugnación a la pericia. El juez no tiene el deber de considerar
expresamente las impugnaciones a las pericias, las cuales conforman -al igual que el alegato-
actos procesales que coadyuvan a la decisión del juez, sin llegar a configurar planteos que
impongan un deber de congruencia.Además, el hecho de que el juez valore expresamente la
pericia impugnada por la parte, implica que tácitamente ha considerado la mencionada
impugnación."(del voto del Dr. Durán).
Expte.8382/04.
Fecha: 28/06/2005
Expte. 6433.
Fecha: 28/06/2005
"Es requisito formal previo el tatamiento del instituto casatorio, el análisis de la aplicación al
caso de las previsiones contenidas en el artículo 457 del CPPN toda vez que, conforme
reiterada jurisprudencia de la Cámara Nacional de Casación Penal, para la viabilidad del
recurso bajo examen, se requiere que el acto atacado posea el carácter de sentencia definitiva
o auto equiparable, a que alude diche norma (CNCP Sala III 'Martínez Rosa' del 13/10/93;
'Cerboni' del 19/11/93, entre muchas otras)."Fdo. Julio Víctor Reboredo, Alberto R. Durán.
Expte. n° 2773/I.
Autos:"Amarilla, Fermín y otros s/ inf. art. 170 en concurso real c/art. 80 incs. 2 y 7 del CP
Vma.: Diego Alberto Peralta", del 17/02/2005.
Fecha: 17/02/2005
"...las resoluciones recurribles en casación deben poseer como nota característica que por sus
'efectos' pongan término al proceso o hagan imposible su continucación...".Fdo. Julio Víctor
Reboredo.Alberto R. Durán.
Expte. n° 2773/I.
Autos:"Amarilla, Fermín y otros s/ inf. art. 170 en concurso real c/art. 80 incs. 2 y 7 del CP
Vma.: Diego Alberto Peralta", del 17/02/2005.
Fecha: 17/02/2005
"...la enumeración contenida en el citado artículo 457 del CPPN es de carácter taxativo (CNCP,
Sala I, 4-X-1993, "Sosa de Amor, Manuela", BJ, 1993, nro.4, pág.82; y JA 1994-II-330; Sala II
14-V-1993; "Steimberg, José", BJ 1993, nro.2, pág. 45; id. "Freue, José", del 27-IX-1993, BJ
1993, nro.44, pág. 80; Sala III, 3-III-1995, "Romero Saucedo, Carlos", BJ 1995 (1er. Trimestre),
pág. 62, citados por Lino Enrique Palacio en 'Los recursos en el proceso penal', pags. 82/83,
Abeledo Perrto, 1998, Buenos Aires).".Fdo. Julio Víctor Reboredo.Alberto R. Durán.
Expte. n° 2773/I.
Autos:"Amarilla, Fermín y otros s/ inf. art. 170 en concurso real c/art. 80 incs. 2 y 7 del CP
Vma.: Diego Alberto Peralta", del 17/02/2005.
Fecha: 17/02/2005
Expte. n° 2958/III.
"Aguiar, Patricia Laura y Piussi, Adrián Leonardo SH s/ ley 11.683", Rto. Sala III T39 f154, del
17/2/2005.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Antonio
Pacilio, Carlos A. Nogueira, Carlos A Vallefín.
Fecha: 17/02/2005
RECURSO.Querellante.Motivación.(art.438 CPPN).
"En su recurso , la querellante requirió que...fueran procesados por los delitos de abandono de
persona, amenazas, servidumbre, apremios ilegales, vejaciones, lesiones graves,
incumplimiento de los deberes de funcionario público y las previsiones de la ley
23.592.Igualmente mencionó, como posible conducta a imputar, a la reprimida por el artículo
142, inciso 4to., del Código Penal.La simple mención del artículo 142, inciso 4to., del Código
Penal, no alcanza el grado de "motivo" cuya específica indicación requiere el artículo 438, del
Código Procesal Penal.Por lo tanto el tribunal no se expedirá sobre dicha cuestión(art. 445 del
CPP)."Dres. Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
EL CASO:R denunció que su hija M fue víctima de malos tratos, mientras se encontraba
cursando el segundo año, en una Escuela Penitenciaria Señaló responsables .Explicó que los
malos tratos consistieron en exigencias físicas excesivas, las cuales derivaron en que su hija
debió ser trasladada a la sede de la Obra Social del Servicio Penitenciario, con un cuadro de
deshidratación y depresión. Según sus dichos, el médico que atendió a su hija recomendó que
permaneciera en reposo domiciliario y que siguiera una dieta alimentaria especial,
prescripciones que no fueron cumplidas por las autoridades de la Escuela Penitenciaria.Se hizo
presente en la escuela, pero no pudo tomar contacto con su hija, ni con el director del
establecimiento.Se enteró que su hija había sido internada en la clínica , lugar en el que
permanecía hasta el momento de radicada la denuncia.El a quo decretó 1) procesamientos en
calidad de coautores responsables del delito reprimido por el artículo 90 del Código Penal;
2)por considerarlos partícipes necesarios en la comisión del delito previsto por el artículo 90 del
Código Penal y 3) que no existía mérito en la causa para decretar procesamiento.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
Ficha Nro.: 000002414
"Examinadas las constancias del sub judice, surge la extemporaneidad de la vía recursiva
intentada. Ello es así porque el art.20 de la ley 18.829 establece que las resoluciones de la
Secretaría de Turismo de la Nación serán apelables dentro del quinto día de notificadas. Por
tanto, siendo que el sumariado fue anoticiado de la sanción el día 12 de abril de 2004 -..., el
recurso deducido con fecha 24 del mismo mes y año...excede el plazo que acuerda la
normativa vigente.Sin perjuicio de ello, atendiendo que el apelante ha invocado y acreditado
una causal de fuerza mayor que le impidió en tiempo y forma impugnar la decisión
administrativa..., y a fin de evitar una interpretación ritual contraria a la garantía de la defensa
en juicio, me abocaré al tratamiento del fondo de la materia en debate."(del voto del
Dr.Vallefin).
Expte.3451/III
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III, dres.
Antonio Pacilio.Carlos A. Vallefin. Dr. Carlos A. Nogueira(art.109 RJN).
Fecha: 07/07/2005
Expte.10.994/05
Fecha: 13/10/2005
"La recusación sin causa es una de las facultades que tienen las partes para apartar a un juez
del conocimiento de una causa, con la particularidad de que no requiere la demostración de
razones o circunstancias.Ahora bien, ello no implica que no exista ninguna causa o razón en el
sujeto que ejerce dicha facultad, sino que dada la difícil prueba de las mismas o la
imposibilidad de prever en un texto legal todas aquellas razones atendibles, es que se dispensa
de demostración. Como decía Couture, "...cuando se llama sin causa, se incurre en un error. La
causa o motivo existe; se trata, apenas, de una recusación sin dar públicamente el motivo de
ella..." (Conf. Couture, Eduardo J., ESTUDIOS DE DERECHO PROCESAL, ed. Depalma,
Buenos Aires, tercera edición, tomo III, p. 161).Asimismo, cabe señalar que éste aspecto de la
"difícil demostración" es lo que en definitiva justifica el instituto de la recusación sin causa.
Frente a la afrenta que desde distintos esquemas teóricos y prácticos se erigen en contra del
mismo, ya sea fundados en el abuso que puede configurar su ejercicio cuando se incoa con el
propósito de dilatar u obstruir el curso del proceso; o en el desequilibrio que puede producir en
la distribución de los expedientes entre jueces con competencia para conocer del asunto; o
bien -desde una posición más teórica-, en la presunción de honestidad e imparcialidad que
debe tenerse de los jueces del Estado, entre otros argumentos, este aspecto eminentemente
práctico ha prevalecido (Conf. Palacio, Lino Enrique, DERECHO PROCESAL CIVIL, ED.
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1969, tomo II, p. 306).Por ello, frente a los profundos y fundados
razonamientos que han efectuado los abolicionistas del instituto de la recusación sin causa, la
ley procesal ha condensado la realidad a esos fundamentos, regulando de una manera
adecuada el procedimiento al respecto en un esquema de interpretación restrictiva."Dres.Julio
Víctor Reboredo.Alberto Ramón Durán.Sergio O. Dugo.
SENTENCIA PUBLICADA EN EL rubro FALLOS DESTACADOS del sitio PJN, con el siguiente
orden de cliqueo para su visualización:1)Fueros Federales del interior:2)Justicia Federal de La
Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata y 4)Fallos Destacados.
Expte.10.994/05
Fecha: 13/10/2005
"...La "reducción a servidumbre o a otra condición análoga", consiste en una situación de hecho
en que "(...)el autor dispone a su arbitrio de la persona de la víctima y de su servicio personal
(conf., NÚÑEZ, Ricardo C., Manual de Derecho Penal. Parte Especial. 2da. ed. actualizada.
Bs.As., 1999, p. 147).Dicho sometimiento conduce a la pérdida del libre albedrío y a "(...) un
proceso gradual de despersonalización que implica la captación de su voluntad"(conf., CNCP,
Sala I, causa "Fulquín, Leonardo y otro", del 14/11/1996). En otras palabras, degrada la
persona a objeto; se subyuga y enajena la voluntad y el albedrío de ella, no tanto con el sólo
dominio sobre el cuerpo, cuanto por un efectivo dominio psíquico de la víctima. Todo ello deriva
de los elementos del tipo (art. 140, del CP).En la situación particular de M faltaron esas
circunstancias. Decir que fue puesta en una situación insuperable de encierro y sumisión "que
le impidió abandonar el estado de sujeción a un tercero" sería completamente infundado. Basta
tener en cuenta que pudo poner fin al estado de cosas al que estuvo sometida, pues no perdió
su libre albedrío.En todo caso, los malos tratos recibidos, al menos en algunos tramos, fueron
interpretados por la víctima como maniobras expulsivas tendentes a que abandonara la
escuela, o bien a que se fuera del lugar y no a que se sometiera sin ambages a una disciplina
ilegal respecto de su cuerpo y de su voluntad."Dres.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Nogueira.
Expte.3217.
Fecha: 12/05/2005
La legalidad de la requisa.Las amplias facultades que el artículo 230 bis del Código Procesal
Penal de la Nación confiere a los funcionarios de la policía y fuerzas de seguridad para requisar
a las personas e inspeccionar los efectos personales que lleven consigo sin orden judicial, no
los autoriza, sin más, a proceder de ese modo pues, como claramente lo consagra esa misma
norma, requiere 'la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razonable y
objetivamente permitan justificar dichas medidas'.En el caso la policía observó -según sus
propios dichos- que V podía portar un arma de fuego por la apariencia que mostraba el bulto.
Pero esta sospecha pudo -y fue- rápidamente despejada pues -también según sus palabras- 'le
solicitamos que lentamente extraiga sus pertenencias, observando que el bulto que habíamos
advertido era un teléfono celular ... con su correspondiente funda de color negro y gancho para
portarlo' (fs. 2, énfasis añadido).Justificada hasta aquí la requisa, la actuación ulterior no lo
estaba porque, comprobado que el arma no era sino un teléfono celular con su estuche, su
continuación fue -como lo postula la señora defensora- arbitraria e ilegítima (art. 18 de la
Constitución Nacional, art. 230 bis, cit.).Pero si, por vía de hipótesis, se considerase que la
caída accidental del paquete de cigarrillos autorizó -a la luz del criterio conocido como 'a simple
vista' o plain view doctrine (véase, en general, Carrió, Alejandro D., Garantías constitucionales
en el proceso penal, cuarta edición, Buenos Aires, Hammurabi, 2002, p. 305 y siguientes)- a la
policía a actuar como lo hizo, considero -como se expondrá- que la conducta reprochada no
encuadra en el artículo 5, inciso 'c' de la ley 23.737.".Fdo. Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio,
Carlos A. Vallefín.
Expte.3489/III.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Tercera., Jueces Sala III Dres.
Carlos A. Nogueira, Antonio Pacilio, Carlos A. Vallefín.
Fecha: 30/08/2005
"...el apelante se agravia del rechazo a su pretensión de: i)que el adquirente en subasta se
hiciera cargo de los impuestos tasas y contribuciones que afectan al inmueble a subastar; ii)
que las fechas de subasta sean fijadas conjuntamente.Respecto del primero de los agravios, se
adelanta que este Tribunal no encuentra reparo alguno - tanto práctico como legal- en hacer
lugar a la pretensión del recurrente.De entrada cabe puntualizar que el plenario de la Camara
Nacional Civil (Servicios Eficientes S.A. c/ Yabra, Roberto s/ Ejecución Hipotecaria" del 18-2-
99) citado en apoyo de lo decidido por el a quo refiere -como bien sostiene el recurrente- a
cuestiones diversas a las aquí tratadas, es decir, que el comprador no debe hacerse cargo de
las deudas por impuestos, tasas y contribuciones devengados antes de la toma de posesión,
cuando el monto obtenido en la subasta resulta insuficiente para solventarlas.Ello es así, por
cuanto la subasta judicial tiene el carácter y alcance de un acto de atribución de derechos
autónomos en favor del adquirente, con prescindencia de los derechos del transmitente, lo cual
determina que el adquirente en subasta pública, en principio, adquiere libre de gravamen o
débito de causa o titulo anterior a la adquisición y que las deudas fiscales y por servicios de un
inmueble subastado, sean asumidas con el producido del remate por el principio de
subrogación.Se ha dicho que el adquirente en subasta judicial compra, en principio, libre de
todo gravamen o rédito. Por ende, los impuestos adeudados, devengados por un período
anterior a la adquisición del inmueble no pueden volverse contra el comprador a quien ninguna
responsabilidad puede caberle al respecto. Así es como, existiendo fondos disponibles en la
causa que constituyan parte del precio obtenido en la venta, será con estos que deberán
sufragarse hasta su concurrencia los impuestos correspondientes a periodos anteriores a la
subasta(1).Se tiene en cuenta, asimismo, que "(...)Los impuestos y tasas adeudadas carecen
de una de las características distintivas de las obligaciones propter rem, cual es su origen
exclusivamente legal(2), toda vez que no existe norma alguna que imponga al adquirente en
subasta pública cargar con estas deudas del anterior titular dominial(3). Antes bien, de lo
dispuesto por la ley 22.427, en sus arts. 2° y 5°, resulta que la asunción inexcusable de deudas
anteriores se da sólo en los casos de donación o sucesión mortis causa(4)".(Jueces Carlos
Alberto Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefin).
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
Fecha: 23/05/2005
"...tampoco se advierte, como se argumentó, que la parte final del art. 582 del CPCC se torne
superflua de admitirse la posibilidad de que el comprador se haga cargo de la deuda de que se
trata.En tal caso la norma que establece que la "(...) indisponibilidad de los fondos (a pedido del
comprador hasta que se le otorgue la escritura de dominio o se inscriba el bien a su nombre)...
no regirá respecto de los gastos de escrituración y pago de impuestos...." procura apuntalar la
posibilidad de que el acto de escrituración se pueda realizar y justamente es el propio
comprador quien mayor interés tiene en asegurarse la efectiva obtención del bien subastado
con la pertinente inscripción dominial(1)".(Dres.Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos
Alberto Vallefin).
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
NOTA:(1)conf. Palacio, Lino Enrique, Derecho Procesal Civil, Bs.As., 1987, T° VII, § 1153, pp.
651 y 652.
Fecha: 23/05/2005
"En punto a lo argumentado por el a quo sobre que la determinación de la deuda pueda resultar
engorrosa por depender de informes infinitamente actualizados, y que ello puede contrariar la
necesidad de aventar todo equívoco o error por parte de los compradores, cabe decir que, en
el caso, el ejecutante -quien pide esta modalidad de asunción de cargas impositivas- será el
mayor interesado en que los informes de deuda a requerirse previo a la subasta (art. 576 inc.
1), sean concomitantes a la fecha en que se ordenará la subasta y la publicación de edictos,
para así obtener la plena satisfacción de su crédito. Asimismo, el eventual error o equívoco por
parte de los posibles adquirentes puede eliminarse estableciendo -bajo pena de nulidad- que
en la publicación de edictos se detallen los montos adeudados por las tasas servicios e
impuestos pertinentes. Ello no encuentra obstáculo en la legislación que rige la materia (arg.
art. 58 ley 24.441) y condice con el postulado de que el edicto "(...)configura la expresión
fundamental de la clase y estado de los bienes a subastarse, así como de las condiciones de la
venta judicial de modo de asegurar el máximo de garantías para los posibles
postores"(1)."(Dres.Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefin).
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
Fecha: 23/05/2005
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
Fecha: 23/05/2005
"...como bien sostiene el apelante, que la propuesta que él realiza (relacionada a la asunción
de deuda por el oferente) tiene eficacia en un marco temporal anterior al que se refieren los
citados precedentes. De este modo la propuesta en examen no significa constituir a las
obligaciones de que se trata con el carácter propter rem, ni alterar el principio de subrogación al
que se alude en las precedentes citas jurisprudenciales.Se trata, en cambio, de otorgarle a la
oferta de venta del inmueble una condición negocial que se hará conocer a los eventuales
oferentes a través de la publicación de edictos de modo que estos estén en condiciones de
discernir sobre tal condición de venta en forma anticipada al acto de subasta."Jueces
Dres.Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefin.
SENTENCIA PUBLICADA EN EL RUBRO FALLOS DESTACADOS DEL SITIO PJN(orden de
cliqueo para el acceso:1)Fueros Federales del interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara
Federal de Apelaciones de La Platay 4)"FALLOS DESTACADOS".
Expte.9439/04.
"B.N.A. c/D.J.A.y otra s/Ejecución Hipotecaria".(Expte.9439/04,Rtro. Sala III T.96 f*84/86 del
23/5/2005).
Fecha: 23/05/2005
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
Expte.3454.
Fecha: 25/08/2005
"Cabe reparar en que el artículo 50 de la ley 24.521 determina que en las universidades con
más de cincuenta mil estudiantes -como es el caso de la de La Plata- el régimen de admisión,
permanencia y promoción de los estudiantes será definido a nivel de cada facultad o unidad
académica equivalente, principio receptado por el artículo 76, inciso 19 del Estatuto de la
Universidad Nacional local. El límite constitucional a tal potestad está referido a su ejercicio
razonable, y, particularmente, a lo establecido en los artículos 13, inciso 2,c, del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 26, párrafo primero, de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y 47 de la Convención Americana de Derechos
Humanos -de jerarquía constitucional conforme a lo dispuesto en el artículo 75, inciso 22, de la
Constitución Nacional- que, en resumen, establecen que la educación superior debe ser
asequible a todos sobre la base de la capacidad y de los méritos de cada uno.Por otra parte, es
de público y notorio conocimiento que los aspirantes a ingresar en la Facultad de Ciencias
Médicas acaban de completar el curso de ingreso y de rendir el correspondiente examen, por lo
que resulta de evidente urgencia resolver acerca de lo peticionado.Ello así, se entienden
acreditados, en el caso, los requisitos de verosimilitud en el derecho invocado y de peligro en la
demora, regularmente exigidos para la procedencia de las medidas cautelares.Por las
consideraciones precedentes, normas legales y constitucionales citadas, y lo dispuesto en los
artículos 195, 200 inciso 1) y concordantes del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,
se RESUELVE: Hacer lugar a la medida cautelar solicitada por el señor Decano de la Facultad
de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata y suspender la ejecución de la
Ordenanza 271/05 dictada por el Consejo Superior de la Universidad Nacional local. Sin
contracautela.Jueces Sala II, Dres.Román Julio Frondizi.Leopoldo H. Schiffrin. Dr.Sergio
O.Dugo (Art.109 RJN).
Expte.10.412/05
EL CASO:Actuaciones a consideración del Tribunal en virtud del recurso directo, previsto por el
artículo 32 de la ley 24.521,interpuesto por el Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad Nacional de La Plata contra la resolución aprobada en general por el Consejo
Superior de esta casa de altos estudios en su sesión del 29 de marzo de 2005, y contra la
ordenanza 271 /05 dictada por el mismo Consejo en la sesión del 5 de abril corriente, que,
entre otras disposiciones, establecieron un sistema general de ingreso a todas las unidades
académicas, abolieron el carácter eliminatorio del examen de ingreso y fijaron los objetivos y
requisitos de admisibilidad de los estudiantes.En el punto VIII de dicho recurso, y en petitorio
final, el señor Decano solicita el dictado de una medida cautelar que disponga la suspensión,
particularmente, de los efectos de la citada ordenanza, hasta tanto se decida sobre la cuestión
de fondo.
Fecha: 11/04/2005
"..., en las universidades nacionales del país se ha impuesto el concurso como medio de
acceder a los cargos docentes. En la Universidad Nacional de La Plata -demandada en autos-
la Ordenanza 179 constituye el "Reglamento de Concursos para la Provisión de Cargos de
Profesores Ordinarios".El artículo 1° establece que "Los concursos para la provisión de cargos
de Profesores Ordinarios se regirán por lo establecido en el Estatuto de la Universidad
Nacional de La Plata y en la presente Ordenanza".El artículo 2° dispone que "para cubrir
cargos de Profesor Ordinario el Consejo Académico llamará a concurso público de méritos,
antecedentes y oposición. El llamado especificará el cargo a cubrir, la categoría y demás
características que establezca la Unidad Académica, fecha de apertura y cierre de la
inscripción y la constitución d ela Comisión Asesora. El plazo de inscripción será de 30 días
corridos".Por su parte, el art. 19 del Estatuto de la Universidad prescribe que "cuando vacare
un cargo docente, se llamará a concurso dentro del término de sesenta días. Cuando se creare
un cargo docente se llamará a concurso en el mismo acto" (énfasis agregado).Por último -en lo
que aquí interesa- debe considerarse la Ordenanza 006/91, por la que la Facultad de Ingeniería
promulgó el Reglamento para la provisión de cargos de profesores con carácter ordinario,
reglamentario en el ámbito de la Facultad de la Ingeniería de la Ordenanza n° 179/86 de la
Universidad Nacional de La Plata. En ese marco, el artículo 7 dispone que "Los llamados a
concursos se efectuarán en el siguiente orden de prioridad: 1. Profesores Titulares; 2.
Profesores Asociados; 3. Profesores Adjuntos; según corresponda....en cuanto...el pedido de
suspensión del llamado a concurso para cubrir el cargo de profesor adjunto de la cátedra de
Control y Guiado del Departamento de Aeronáutica de la Facultad de Ingeniería, se aprecia
que la escueta argumentación ensayada por la autoridad universitaria para denegarlo carece
de fundamento.En efecto, el hecho de que el actor se hubiera inscripto en el concurso para
cubrir el cargo de profesor adjunto, no trae como consecuencia que no pueda peticionar
fundadamente su suspensión, ni resulta incongruente tal petición, máxime teniendo en cuenta
que al inscribirse dejó sentada su oposición al llamado. En tal sentido manifestó en la demanda
que "para evitar un perjuicio mayor, pudiendo revalidar el cargo de Adjunto Ordinario que
poseo, procedí a inscribirme en esa fecha, pero también presenté una nota a los miembros de
la Comisión Asesora, con copia al Honorable Consejo Académico, en la que expreso mi
desacuerdo con el llamado a concurso"....No obstante, tampoco asiste razón al recurrente en
su pretensión de suspensión del procedimiento de selección.Ello en tanto no logra demostrar
qué agravio concreto puede ocasionarle el llamado a concurso cuya suspensión pretende, ni en
qué medida resulta contrario a la normativa que regula los concursos docentes, ni -en
definitiva- se advierte extremo alguno que habilite a este Tribunal a decidir como se
pretende.Los planteos del accionante, en rigor, dan sustento al agravio relativo a la falta de
llamado a concurso para el cargo de titular, antes que al dirigido a la suspensión del llamado
para el cargo de adjunto. De este modo, no se advierte la existencia de una queja concreta que
permita modificar la decisión que se impugna."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
"...las universidades nacionales del país se ha impuesto el concurso como medio de acceder a
los cargos docentes. En la Universidad Nacional de La Plata -demandada en autos- la
Ordenanza 179 constituye el "Reglamento de Concursos para la Provisión de Cargos de
Profesores Ordinarios".El artículo 1° establece que "Los concursos para la provisión de cargos
de Profesores Ordinarios se regirán por lo establecido en el Estatuto de la Universidad
Nacional de La Plata y en la presente Ordenanza".El artículo 2° dispone que "para cubrir
cargos de Profesor Ordinario el Consejo Académico llamará a concurso público de méritos,
antecedentes y oposición. El llamado especificará el cargo a cubrir, la categoría y demás
características que establezca la Unidad Académica, fecha de apertura y cierre de la
inscripción y la constitución d ela Comisión Asesora. El plazo de inscripción será de 30 días
corridos".Por su parte, el art. 19 del Estatuto de la Universidad prescribe que "cuando vacare
un cargo docente, se llamará a concurso dentro del término de sesenta días. Cuando se creare
un cargo docente se llamará a concurso en el mismo acto" (énfasis agregado).Por último -en lo
que aquí interesa- debe considerarse la Ordenanza 006/91, por la que la Facultad de Ingeniería
promulgó el Reglamento para la provisión de cargos de profesores con carácter ordinario,
reglamentario en el ámbito de la Facultad de la Ingeniería de la Ordenanza n° 179/86 de la
Universidad Nacional de La Plata. En ese marco, el artículo 7 dispone que "Los llamados a
concursos se efectuarán en el siguiente orden de prioridad: 1. Profesores Titulares; 2.
Profesores Asociados; 3. Profesores Adjuntos; según corresponda"....El llamado a concurso
para cubrir el cargo de profesor titular.En primer lugar cabe aclarar que el actor no es titular de
un "derecho subjetivo a que se llame al concurso" -como afirma- que lo habilite a exigir tal
actuar a la autoridad universitaria. Sí puede hablarse, en cambio, de un derecho adquirido a
concursar, que el accionante no pudo ejercer debido a que la autoridad de aplicación omitió
efectuar el correspondiente llamado (conf. doct. de Fallos 310:626), derecho que no podrá ser
desconocido una vez abierto el respectivo procedimiento de selección.En cuanto a la apertura
del concurso peticionado, se advierte -en un primer examen de la cuestiónque no cabe sustituir
el criterio de la Administración en la oportunidad del llamado, en tanto la casa de estudios es
quien tiene asignada tal competencia y en su ejercicio ponderará criterios de organización y de
conveniencia -por ejemplo- que escapan, por regla, al conocimiento de este Tribunal.No
obstante ello, se advierte también que en el caso existen pautas objetivas que brindan las
normas aplicables al caso y que han sido ostensiblemente incumplidas por la autoridad
académica, configurándose, de tal manera, una situación excepcional, que habilita soluciones
de ese carácter.En tal sentido cabe recordar que en la decisión impugnada se afirmó -como
único fundamento denegatorio de la pretensión del recurrente- que "el Consejo Académico, es
competente para pronunciarse sobre el llamado a concurso para cubrir un cargo de Profesor
Titular, como así también decidir sobre la oportunidad del llamado a concurso, ello sin perjuicio
de señalar la obligación estatutaria que surge del citado art. 19".La referencia corresponde al
artículo 19 del Estatuto de la Universidad, que como se reseñó anteriormente, fija un plazo de
60 días para llamar a concurso cuando existiere un cargo docente vacante. La norma en
cuestión es citada de una manera ambigua por la demandada, en tanto lo hace sin desconocer
su aplicación al caso, pero sin hacerse cargo de su incumplimiento ni invocar, siquiera, motivo
alguno que justifique tal anómala situación. Tampoco se ocupa la demandada de refutar lo
expuesto en autos respecto a que desde el año 1986 el cargo de profesor titular se encuentra
vacante.De tal manera, se aprecia que frente al plazo de 60 días que fija el artículo 19 del
Estatuto de la Universidad, en el caso la situación supera ampliamente lo razonable, en tanto
hace casi veinte años que el cargo no se concursa, perpetuando de esta manera una situación
que no es la perseguida por las normas que regulan el régimen de concursos universitarios,
sino, por el contrario, es opuesta al espíritu que ha informado desde sus comienzos la vigencia
de este régimen.Si bien conforme a lo dispuesto por el artículo 2° de la Ordenanza 179/86
compete al Consejo Académico efectuar los llamados a concurso, no puede desconocerse que
la norma específica fija plazos para hacerlo, en el caso, el del artículo 19 del Estatuto
universitario. Por lo tanto, esa competencia debe ser ejercida de conformidad al resto de las
disposiciones que conforman el régimen de concursos en el ámbito de la Universidad Nacional
de La Plata.En consecuencia, frente al carácter reglado de la cuestión mal puede afirmarse -
como lo insinúa la demandada- que la pretensión del actor suponga sustituir el criterio de la
autoridad académica sobre el punto. Se trata, como se vio, de una situación extraordinaria
pues la Universidad ha dejado transcurrir incausadamente el plazo previsto por el artículo 19
del Estatuto ya citado. Es más, ha fenecido toda razonable pauta temporal que permita
justificar el proceder de la Alta Casa de Estudios."(del voto del Dr. Vallefín). EL CASO:surge de
la SENTENCIA QUE SE HALLA PUBLICADA A TEXTO COMPLETO en el sitio PJN, rubro
FALLOS DESTACADOS con el siguiente orden de cliqueo paar el acceso:1)Fueros Federales
del interior;2)Justicia Federal de La Plata;3)Cámara Federal de Apelaciones de La Plata; y 4)
FALLOS DESTACADOS.
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
"Interesa recordar, a modo de breve referencia histórica, que el régimen hoy vigente es fruto de
una larga evolución. En efecto, la primera ley nacional de universidades fue la 1597,
sancionada en el año 1885 y conocida como "Ley Avellaneda" -en referencia al autor del
proyecto de ley, el ex Presidente de la Nación, entonces Senador y Rector de la Universidad de
Buenos Aires- y mantuvo su vigencia hasta 1946. Dicha ley comenzó ordenando a las dos
únicas universidades nacionales existentes en aquella época -la de Buenos Aires y la de
Córdoba- pero luego y a medida que se crearon rigió también otras, incluida la de La Plata
(Vanossi, Jorge Reinaldo, Universidad y Facultad de Derecho: sus problemas, Buenos Aires,
Eudeba, 1989, p. 36).La ley 1597, con sólo cuatro artículos, se limitaba a fijar los lineamientos
fundamentales a los que deberían ajustarse los Estatutos que cada una de las universidades
debía dictar en ejercicio de su autonomía. Esa autonomía era casi plena, o sea, que abarcaba
tanto el aspecto institucional como el aspecto político de la elección de las propias autoridades
universitarias. Las únicas limitaciones a esa amplísima potestad consistían en que : 1) La
designación y remoción de los profesores era decidida o dispuesta en definitiva por el Poder
Ejecutivo, aunque siempre a propuesta de la respectiva Universidad y 2) Los Estatutos dictados
por los consejos superiores de las universidades serían sometidos en cada caso a la
aprobación del Poder Ejecutivo (Vanossi, Jorge Reinaldo, op. cit., p. 37).El debate
parlamentario de dicha ley da cuenta de que el modo de provisión de las cátedras y la
remoción de los profesores fue vivamente discutido, a punto que se ha afirmado que "fue el
tema tratado con mayor abundancia de pareceres" y ello "sin que falten argumentos -valederos
por igual- en pro y en contra del concurso" (Rodríguez Bustamante, Norberto, Debate
Parlamentario sobre la Ley Avellaneda, segunda edición, Buenos Aires, Ediciones Solar, 1985,
p. 39 y siguientes). En esta discusión, el entonces Ministro de Justicia, Culto e Instrucción
Pública, Eduardo Wilde defendió la tesis del nombramiento de profesores por decisión del
Poder Ejecutivo y el Senador Nicolás Avellaneda la tesis del concurso. Dijo este último: "Si hoy
el concurso viene por todas las avenidas, si hoy el concurso viene como agente para el servicio
de todas las ramas de la Administración ¿cómo vamos a suprimir el concurso precisamente en
la tierra clásica del concurso, es decir, en la Universidad, donde el examen, la competencia, la
controversia y la discusión forman el alma misma de la enseñanza? Allí la controversia y la
discusión no son por cierto un trastorno como lo insinuaba el señor Ministro, porque son la
función natural del estudio y hasta la elevación y la alegría del espíritu".La consagración de
este sistema no triunfó en las sesiones del Congreso en el año 1883 pero, tras una larga
evolución legislativa, hoy es el que gobierna la designación de los profesores universitarios y
aquellas ideas deben auxiliar en su interpretación."(del voto del Dr. Vallefín).
Expte.8645/04.
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES DE LA PLATA., Sala Terecera., Jueces Sala III, Dres.
Antonio Pacilio.Carlos Alberto Vallefín.Carlos Alberto Nogueira.
Fecha: 03/11/2005
Ficha Nro.: 000002593
APELACIÓN ADHESIVA.Improcedencia...................................................................................*
......................................................................................................................................................*
DEFENSA DEL CONSUMIDOR.Actividad turística (Ley 18.829 modif. por Ley 22.545).....*
DEFENSA EN JUICIO.Intervención efectiva del letrado con independencia del éxito de su labor.
Irrelevenacia de la falta de matriculación..........................................................................*
letrado..........................................................................................................................................*
DELITO DE TORTURA.Calificación........................................................................................*
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA.La acción típica en el art. 194 del C.P.Bien jurídico
protegiido........................................................................................................................*
DELITOS DE LESA HUMANIDAD.Violación del principio nullum crimen,sine lege nulla poena sine
lege y de la regla ex post facto.DELITOS IURIS GENTIUM:caracter imprescriptible y la persecución
(investigación y juicio)...........................................................*
.....................................................................................................................................................36
DERECHOS FUNDAMENTALES.Ejercicio.Limitaciones.......................................................*
ESTUPEFACIENTES.Facilitación del lugar para su utilización. Inclusión en el tipo del obrar a título
gratuito (DISIDENCIA)...................................................................................................*
....................................................................................................................................................*
IMPUESTOS.Acción de repetición.Prescripción........................................................................*
......................................................................................................................................................*
......................................................................................................................................................*
PRUEBA DE PERITOS.Indemnización Ley 9688.Nexo causal :alcance probatorio del informe pericial
médico.............................................................................................................................*
RECURSO.Querellante.Motivación.(art.438 CPPN)..................................................................*