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INTRODUCCION
El contexto social y político vivido es una época de crisis institucional del Estado
peruano, donde nuestro país se encontraba sumido en una grave inestabilidad,
donde imperaba un Estado Oligárquico, en el cual una minoría oprimía a las grandes
mayorías. Correspondiéndole también vivir aquel momento de cambio, de
transformación; el momento en el cual las Fuerzas armadas dirigidas por el General
del ejército Peruano Juan Velasco Alvarado decide poner fin a esta crisis a través de
un golpe de estado al Arquitecto Fernando Belaúnde en 1968 y decide implantar un
gobierno de corte nacionalista, basado en un capitalismo de Estado y buscando la
democracia de participación plena.
OBRAS DE SU GOBIERNO
ANTECEDENTES
EL OBJETIVO ECONÓMICO
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que estuviera determinado por exportaciones con valor agregado y mayor
integración de la economía local. Las actividades de las empresas extranjeras
debían ser limitadas y reguladas, luego, la economía nacional podría obtener
ganancias de un modelo de sustitución de importaciones por productos intermedios,
a través del desarrollo de la industria nacional mediante el incentivo a la importación
de bienes de capital y la restricción de las importaciones de manufacturas.
El proteccionismo tuvo como efecto una disminución de la competitividad de la
producción nacional que fue destinada casi exclusivamente a abastecer un
pequeño mercado interno y no a la exportación.
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por el Estado, y sobre la base de un justiprecio cuyo pago era imperativo por
mandato constitucional.
El Acta de Talara
En julio de 1968 el gobierno inició tratos con la IPC. El 13 de agosto del mismo año
ambas partes firmaron el Acta de Talara por el cual todos los campos petroleros
pasaban a poder de la Empresa Petrolera Fiscal (EPF) a cuenta de los adeudos de
la IPC, pero esta conservaba la refinería de Talara, el sistema de distribución
nacional del combustible y el condominio en las llamadas Concesiones Lima. La IPC
se obligaba a comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para
procesarla en su refinería de Talara. Todo lo cual iba contra las expectativas creadas
por la Ley 16.674, que exigía la entrega de todas las instalaciones de la IPC por sus
adeudos, pero por el momento el gobierno supo explotar el acuerdo como un gran
éxito de su gestión.
El Acta fue firmada por el presidente Belaúnde, por el Presidente del Senado Carlos
Manuel Cox, por el Presidente de la Cámara de Diputados Andrés Townsend Ezcurra
y por los altos funcionarios de la IPC. Toda la prensa se hizo eco de este suceso y
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publicaron en primera plana el fin del "Problema de la Brea y Pariñas", contentando
así a la opinión pública.
Sin embargo, la opinión pública cambió de parecer cuando un sector de la prensa (la
revista Oiga) dio a conocer las condiciones que había impuesto la IPC para la firma
del Acta. El momento cumbre del escándalo llegó cuando el renunciante presidente
de la EPF, ingeniero Carlos Loret de Mola, denunció que faltaba una página en el
contrato de precios de petróleo crudo entre la EPF y la IPC (10 de setiembre de
1968). Esa fue la famosa "Página Once" que algunos le atribuyeron una gran
importancia pues alegaban que contenía valiosa información sobre costos; otros
adujeron que sólo era una página en blanco y hubo incluso algunos que negaron su
existencia. Lo cierto es que sirvió de pretexto para que un grupo de oficiales del
ejército, encabezados por el general Juan Velasco Alvarado, dieran un golpe de
estado menos de un mes después, acusando al gobierno de “entreguismo”.
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Con respecto a los yacimientos petrolíferos de La Brea y Pariñas, estos se
encontraban ya en franca declinación productiva. La misma refinería de Talara ya
para entonces estaba muy obsoleta. Teniendo como base todo ello, el gobierno
militar creó la entidad Petróleos del Perú (PETRO-PERU), destinada a la explotación
y comercialización de la riqueza petrolera.
La reforma educativa, por otro lado, desencadenó una serie de conflictos con los
profesores de las escuelas públicas, debido principalmente a la detención de una ley
aplicada durante el gobierno anterior, que aumentaba su salario progresivamente.
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Ante esta acción, el SUTEP, que estaba en ese entonces manejado por Patria Roja,
tuvo violentos choques con el nuevo gobierno.
También una de las reformas fue la industrial, cuyo desarrollo industrial permanente,
fue lograr la autonomía económica nacional significó que los industriales peruanos
fueran los principales beneficiarios del crecimiento industrial, así se dieron incentivos
generosos a las industrias para alentar la reinversión e importación de bienes de
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capital e insumos. La Ley General de Industrias dio a los empresarios exenciones
tributarias y protección en el mercado. Si antes de la nacionalización las empresas
públicas obtenían beneficios y pagaban impuestos, después de la nacionalización
dejaron de hacerlo, algunas ni siquiera integraron sus actividades al plan de
desarrollo nacional. Para 1975, el sector público era grande y estaba en bancarrota.
Reforma agraria
Si bien la reforma agraria tuvo sus inicios en Cuzco durante 1963, no fue hasta el 24
de junio de 1969(este día es simbólicamente el día del campesino), durante el
gobierno de Juan Velasco Alvarado, que se inició el proceso de adjudicación de
tierras. El propósito era generar más igualdad entre los peruanos sobre las tierras
agrícolas. Lo común era que pocos ricos sean dueños de grandes parcelas, mientras
que los pobres solo trabajaban para los ricos sin ser propietarios de nada. Casi 11
millones de hectáreas fueron entregadas a cooperativas y comunidades campesinas
para su uso y gerencia. No existe un cálculo exacto que determine cuantas cabezas
de ganado vacuno y ovino fueron expropiadas de los terratenientes en este proceso.
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estancamiento de la producción agraria debido a la muy baja producción que podían
generar los nuevos propietarios.
La Constitución de 1933 dicta que las expropiaciones por reformas debían ser
pagadas con bonos y estos deberían ser aceptados obligatoriamente como forma de
pago. Durante la época de las expropiaciones los bonos no fueron pagados a los ex
dueños, por descoordinaciones gubernamentales (gobierno militar). En total la deuda
estimada que tenía el estado con los ex dueños de estas tierras divididas es de
US$4,500 millones. Ya en el 2012, el Tribunal Constitucional anunció la elaboración
de una resolución que genere la cancelación de la deuda. Esta deuda revalorada,
con un interés de 7,5% anual, alcanzaría valores que rodean los US$100,000
millones. Hasta hoy, la Confederación Nacional Agraria (CNA), fundada por
campesinos beneficiarios de la reforma en 1974, la considera “como modelo a nivel
mundial, pues no hubo derramamiento de sangre y se promovió la justa distribución
de la propiedad de la tierra”. Sin embargo, organizaciones mundiales que
promueven el libre comercio entre países, al que Perú se suma velozmente con
EEUU y la Comunidad europea, no ven con buenos ojos la demora del pago de
deudas contraídas por el estado con sus empresarios en periodos políticos de estilo
militar y autoritario.
La prensa
Desde los inicios del régimen, las relaciones entre el gobierno de las fuerzas
armadas y los medios de comunicación no fue favorable.
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expropiadas, también fueron cediendo poco a poco al régimen militar, debido al
miedo de ser censuradas o por la presión del mismo régimen. Por ejemplo, la revista
Caretas, que fue censurada y reabierta repetidas veces, o el diario expreso.
Asimismo, deportaron a algunos dueños o miembros importantes de estos medios.
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ciudadanos muestran apoyo al régimen), lo que fue un factor para su control en la
población.
Por otra parte, Velasco buscaba que los medios regionales promueven el sentido de
identidad nacional. Para ello, prohibió todo aquello que difunda lo extranjero. Por
ejemplo, la censura a la frase “toma Coca-Cola” en las publicidades. A partir de esta
prohibición, Velasco esperaba que los medio difundan música peruana en lugar de
alinearse con las costumbres extranjeras y sobre todo norteamericanas.
En contraste con las otras reformas llevadas a cabo por el Gobierno Revolucionario
de las Fuerzas Armadas, la reforma de medios de comunicación no estuvo
contemplada en los documentos iniciales de la revolución si bien desde inicios del
régimen la prensa, la radio y la televisión sufrieron acciones transformadoras ya
mencionadas, pero no fueron las únicas.
El plan del gobierno militar hacia los medios de comunicación fue el de expropiarlos
y dárselos a otras instituciones. En el caso de la prensa, la gestión de los periódicos
fue a parar a sectores sociales organizados; la publicidad estuvo sujeta a normas de
control sin precedente.
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práctica el gobierno concentró su influencia en la prensa escrita, nacionalizando las
telecomunicaciones y encargando su administración a empresas públicas.
Posteriormente, inició la crisis económica, la cual, según Pease, no fue originada por
las reformas, sino por su “insuficiencia”, debido principalmente a la aplicación de una
política económica poco coherente. Sin bien sus reformas estaban dirigidas a las
propiedades y a su poder intervencionista, siguió dependiente de la inversión privada
y del crédito extranjero. De esta forma, su deuda externa fue creciendo a medida
que utilizaba aquella financiación en proyectos de largo plazo. Por otra parte, gracias
a una ampliación del mercado por la recuperación de los salarios, la demanda de
alimentos y bienes de consumo creció, generando una escasez debido a la ineficaz
respuesta del sector agrícola hacia la reforma. Esto tuvo como consecuencia el inicio
de la dependencia de la importación de alimentos. De la misma manera, la industria
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también se había vuelto dependiente de los insumos y maquinaria importados, lo
cual ocasionó presión en las divisas.
La pobreza de los campesinos fue otro efecto no solo de la crisis económica, sino de
la reforma misma, generando para los últimos años de gobierno de Velasco
invasiones de tierras para poder “acelerar” la reforma y obtener finalmente mejores
condiciones de vida.
Por otro lado, casi al final de lo que fue el gobierno de Velasco, sucedió un hecho
caótico que involucró a las fuerzas policiales. El 5 de febrero de 1975, el mismo año
en el que Velasco tuvo que dejar el cargo, la policía entró en huelga y se atrincheró
en el local donde funcionaba la radio “Radio Patrulla”, dejando desprotegida a la
ciudad. Esto generó violentos disturbios, destrozos, saqueos y motines de
manifestantes que incluye desde estudiantes, hasta miembros de nuevos y antiguos
partidos políticos. Ante esto, el ejército intervino represivamente, recuperando el
orden con tanques y dejando heridos y muertos.
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cuarteles. Se trataba más bien de una corriente silenciosa al interior de gobierno que
con el golpe quería expresar el desgaste de la lucha interna y del ejercicio de poder
de las Fuerzas Amadas. Existían muchas preocupaciones de parte de esta corriente
individual que estaba influida por discusiones ideológicos dentro del gobierno como
los problemas geopolíticos al Sur, el aislamiento del Perú, las relaciones del
gobierno con tiranos del Continente, los problemas de abastecimiento, la presencia
de oficiales activos en cargos civiles de la administración y la necesidad de una
conducción del gobierno más institucional haciendo hincapié en el ejercicio del
poder.
CONCLUSIÓN
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Pesca Perú, Minero Perú, Enafer Perú, Enapu, Aeroperu, Compañía Peruana De
Vapores, Entel Perú, Sima, Epsep, entre muchas otras.
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