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Pearl Harbor

Javier Cornejo Carvajal

III°A

Ataque a Pearl Harbor


El 7 de diciembre de 1941 la aviación japonesa atacó por sorpresa la base naval de Pearl
Harbor en Hawai, donde se concentraba la flota de guerra norteamericana del Pacífico.

El día de la infamia

“El resurgir o la caída del imperio dependen de esta batalla”, eso decía Yamamotoa los
pilotos de su flota antes del ataque a Pearl Harbor. Pero incluso en este momento, no todo
iba de acuerdo con lo planeado. El vicealmirante Chuichi Nagumo acababa de ser
informado de que los portaaviones americanos no se encontraban en el amarradero, como
la Inteligencia japonesa había indicado sino en algún lugar del Pacífico en unos ejercicios
navales. A pesar de esto, decidió que el ataque debía realizarse. Ademas de Pearl Harbor,
los japoneses se lanzarían contra las bases insulares de Guam, Wake y Midway, y sobre las
fortalezas británicas de Singapur y Honkong.

Poco después del amanecer del día 7 de diciembre de 1941, 432 aviones japoneses
despegaron de las cubiertas de 6 portaaviones de la Flota Imperial. A las 7:55 A.M., se
encontraban ya sobre Pearl Harbor de bajo de ellos se divisaba la Flota Americana del
Pacífico, incluyendo 8 acorazados sin protección de redes anti torpedos y anclados en
perfecta formación, modo habitual en tiempo de paz. Cada piloto japonés llevaba consigo
una fotografía de la base divididas en cuadrados, identificando la zona concreta que cada
uno debía atacar.
Los americanos no habían recibido prácticamente aviso alguno: el radar de Pearl Harbor
no se encontraba en funcionamiento y la munición anti aérea estaba guardada bajo llave.

El ataque llego en dos grandes oleadas; los bombarderos en picada y los torpederos
hicieron estragos en sus blanco indefensos. Dos horas más tarde, cuatro acorazados
americanos yacían en el fondo del puerto y otros cuatros estaban seriamente dañados;
188 aviones habían sido destruidos en el suelo y más de 3.500 soldados murieron o
resultaron heridos. Sobre la base, se alzaba una gigantesca columna de humo, visible
desde muchas millas de distancia.

El ataque sobre Pearl Harbor fue tan inesperado que tan solo fueron derribados 29
aparatos japoneses. “Aparte lo inauditamente traicionero de la operación, los japoneses
realizaron un magnífico trabajo”, manifestaba el comandante de la Flota, almirante
Husband Kimmel, mas tarde relevado del mando. 18 días después del ataque, aun se
estaban rescatando marineros atrapados en el casco del acorazado West Virginia.

Por una de estas extrañas ironías de la guerra, el gobierno japonés había planeado
declarar la guerra a los Estados Unidos media hora antes de que comenzara el ataque a la
base y los diplomáticos japoneses en la embajada de Washington habían estado
trabajando arduamente en la traducción del documento. Pero sus esfuerzos no llegaron a
tiempo y el avergonzado embajador tuvo que entregar la declaración de guerra cuando el
ataque ya había comenzado.

Los comandantes de la Armada americana que se encontraban de servicio en el Pacífico


habían interceptado algunas señales y alertado Washington de que los japoneses
planeaban atacar en algún punto al amanecer. Pero una sucesión de incomprensibles
accidentes y malentendidos impidieron que estos avisos llegaran a Pearl Harbor a tiempo
(el mensaje final fue enviado por cablegrama, y el mensajero que lo llevaba estaba
entrando en la base cuando empezaron a caer las primeras bombas y torpedos japoneses).
Algunos de estos errores americanos fueron tan incomprensibles que varios historiadores
han asegurado que Roosevelt retraso deliberadamente el aviso a la base de Pearl Harbor
para llevar América a la guerra. Pero esta teoría parece improbable: sería más justo
echarle la culpa a la incompetencia. El día después del ataque, el presidente se dirigió a la
nación. “Ayer, 7 de diciembre, día que para todos nosotros será siempre de infamia, los
Estados Unidos han sido atacados deliberadamente y sin previo aviso por las fuerzas
navales aéreas del imperio japonés –dijo con la voz temblando de ira-. No importa cuánto
tiempo nos lleve recuperarnos de esta invasión premeditada, el pueblo americano
conseguirá finalmente alcanzar la justa y absoluta victoria.”

En Tokio, el mismo día del ataque, Tojo se dirigía por radio a la nación usando palabras
similares. “Os prometo la victoria final”, aseguro.

Mientras tanto, en Berlín la brutalidad del ataque japonés había dejado atónito a Hitler,
que no sabía exactamente cómo actuar. Lo que, al parecer, decidió al Führer fue la
inquietante historia aparecida en un periódico americano donde se mencionaban los
“preparativos secretos de guerra” del presidente de Estados Unidos. Hitler declaro la
guerra a los americanos el 11 de diciembre y tras él lo hizo Mussolini.

La explicación del Führer ante el Reichstag fue: “el Creador nos ha impuesto la tarea de
corregir la historia a una escala extraordinaria”.

En cuanto a Roosevelt, no está claro si había declarado la guerra a Alemania en aquel


momento, a pesar de las continuas presiones de Churchill, pero parece que hubiera sido
inevitable antes o después.
En Chequers, su casa de campo, Churchill se encontraba cenando cuando recibió la noticia
del ataque a Pearl Harbor; al instante se levanto para redactar la declaración de guerra, tal
y como había prometido a Roosevelt en caso de agresión japonesa contra los Estados
Unidos. Al día siguiente se publicaron tanto la declaración británica como la holandesa.
Churchill estaba eufórico: América había sido arrastrada al conflicto y, con su ayuda, el
triunfo británico era más que probable. “ahora no seremos eliminados –escribía mas
tarde-.Nuestra historia no tocara a su fin. Quizá ni siquiera tengamos que morir
personalmente.”

Los japoneses estaban eufóricos por la “victoria” en Pearl Harbor. Pero aunque el ataque
había sido devastador, no había tenido el efecto que ellos esperaban. Y no solo por el
asunto de los portaaviones “desaparecidos”, sino porque Nagumo había prohibido un
segundo ataque a la base lo que sería de vital importancia en los meses siguientes, ya que
los americanos dedicaron todo su esfuerzo a salvar y repara sus barcos dañados. Tampoco
resultaron destruidos los enormes depósitos de combustible almacenado en Hawai. Pearl
Harbor siguió siendo una base operativa en el Pacífico.

Ahora los japoneses tenían que enfrentarse con todo el potencial industrial de los Estados
Unidos solo el almirante Yamamoto, arquitecto del ataque aéreo y hombre de gran
realismo pareció entender las consecuencias que el ataque traería al país. “El hecho que
hayamos tenido un pequeño éxito en Pearl Harbor no significa nada-dijo triste a unos de
sus colegas-. Todos debemos examinar detenidamente la situación y comprender cuan
seria es.”

Conclusión
Como conclusión, si analizamos los hechos ocurridos durante la mañana del día 7 de
diciembre de 1941, podríamos llegar a la conclusión que Japón llego a pensar que podría
ganar esta guerra gracias a la gran táctica que realizaron las fuerzas aéreas japonesas en la
batalla de Pearl Harbor, pero al haberse enfrentado a una gran potencia como Estados
Unidos no vio las consecuencias que podían venir con esta guerra.

Podemos ver que al final para dar un fin a esta guerra Estados Unidos, como potencia
nuclear, lanzó dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

Personalmente creo que esto fue un terrible suceso que sirvió como excusa para que
Estados Unidos se involucrara en la Segunda Guerra Mundial.
Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Ataque_a_Pearl_Harbor

http://www.ajzanier.com.ar/pharbor.htm

http://html.rincondelvago.com/pearl-harbor.html

http://www.history.com/topics/world-war-ii/pearl-harbor

https://www.youtube.com/watch?v=aQqQx25Q0Q8

https://www.youtube.com/watch?v=NSnjU9G5wgE

https://www.youtube.com/watch?v=x-BHuJg8QBg

https://www.youtube.com/watch?v=nfEUoh8Ro80

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