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Delgadillo Rendón Rodrigo – Argumentación y Expresión Escrita - 0017

La Operación Cóndor.

El tema del narcotráfico en México es muy delicado al punto de ser considerado un


tabú. La cantidad de cárteles presentes en la nación ha aumentado de manera
drástica en los últimos años; se estima que hay, por lo menos, unos 200 cárteles a
lo largo del país. Algunas personas atribuyen este incremento a la guerra contra el
narcotráfico que inició el expresidente Felipe Calderón Hinojosa en 2006. Señalan
que el desmantelamiento de estos cárteles no se dio de manera correcta o completa
ya que terminó solamente con los líderes, pero esto no significó arrancar el
problema desde la raíz.

Algo que muy pocas personas conocen es que, lamentablemente, la guerra


contra el narcotráfico no inició con dicho presidente, sino que es un conflicto que
lleva más de cuarenta años que se gestó en los 70. La primera guerra contra el
narcotráfico llevó el nombre de Operación Cóndor. Si bien existe una Operación con
el mismo nombre y que se llevó acabo en Latinoamérica en el mismo periodo, no
tuvieron los mismos objetivos: una se encargó de eliminar a la izquierda opositora
mientras que la otra fue un plan militar para quemar plantíos de amapola y de
marihuana.

La Operación Cóndor fue un plan militar, creado por la Secretaría de la


Defensa Nacional (SEDENA), que se dio en los 70 durante los gobiernos priistas de
Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo para combatir al narcotráfico en
Sinaloa, pero también para quemar alrededor de 70 mil km 2 (El Informador, 2013)
de plantíos en las sierras de Sinaloa, Durango y Chihuahua. Esta región es conocida
como el “Triángulo Dorado”, apodo que le pusieron los Estados Unidos a este
territorio en los años 70 con relación a otro triángulo ubicado en Asia y conformado
por los países Birmania, Laos y Tailandia; esta región asiática abarca a 3 de los
mayores productores de opio en el mundo (BBC Mundo, 2015).

Retomando datos de la SEDENA, la operación duró 10 años y 15 días. Su


inicio data del 16 de enero de 1977 y se considera que finalizó el 31 de enero de
1987. Sus objetivos fueron destruir plantíos de las principales drogas y la
persecución de campesinos. Durante esa época, y en esa zona, se producía el 70%
de las drogas que se traficaban y consumían en el país como la amapola y la
marihuana (El Informador, 2013).

En consecuencia, el precio de estos estupefacientes se elevó y surgió una


nueva droga más barata, la cocaína, con la cual surgieron y se mantuvieron los
cárteles más importantes del país. Retomando datos de la BBC, la cocaína provenía
de Colombia y era de las más exportadas a los Estados Unidos. No obstante,
cuando los cárteles colombianos cayeron en los 90, los mexicanos retomaron la
producción de ésta en la Sierra Madre Occidental.

Históricamente, en los 40, la compra y venta de las drogas era constantes,


solamente que no se le consideraba como ilegal o como punto focal de la violencia
que vivía el país. La droga, principalmente de la flor de amapola, se usaba para
producir morfina, un analgésico que recibe su nombre por el dios griego Morfeo, y
que fue muy consumida por los militares estadounidenses en algunas guerras como
la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Vietnam (Valdez y Herrera, 2004).

En medio de las protestas que surgieron a raíz de la Guerra de Vietnam, mal


vista por la esfera pública estadounidense, se crearon los movimientos hippies, las
posturas antiguerras y otros grupos de choque. John Ehrlichman, jefe de Política
Interna bajo el mandato de Richard Nixon (1969-1974), comentó a la revista
Harper’s que cuando lanzaron su guerra contra las drogas fue para contener a “dos
enemigos: la izquierda antiguerra y la gente negra” (Proceso, 2016).

El plan principal del expresidente fue criminalizar a esta gente. Dado que era
imposible hacer ilegal ser negro, protestar o ser hippie, Nixon recurrió a los medios
de comunicación y al impacto que estos producían en la población; era posible hacer
que el resto de la gente pudiera asociar a estos grupos de personas con drogas
como la heroína o la marihuana y, por lo tanto, afectar su movimiento. Ehrlichman
confesó que así podían ir a sus casas, catearlos, arrestar a sus líderes y humillarlos
públicamente. Durante la misma entrevista, Ehrlichman dijo algo que demuestran
las medidas que el gobierno estadounidense estuvo dispuesto a tomar: “¿sabíamos
que mentíamos sobre las drogas? Claro que sí” (Proceso, 2016).

Por eso la Operación fue lanzada desde los Estados Unidos con el apoyo del
gobierno mexicano en turno. Un artículo escrito por la Jornada explica que el boom
de las drogas en Estados Unidos inició el tráfico de drogas desde Sinaloa. México
dejó de ser un país de paso para transportar la droga sudamericana al norte del
continente y comenzó a ser uno de los mayores productores de esta. Además, con
el desmantelamiento de la ruta turco-francesa de abastecimiento de la heroína,
producto del opio, México pasó a ser el principal proveedor de Estados Unidos de
esta droga (Cano, 2009).

En México, Luis Echeverría (1970-1976) fue el expresidente mexicano al que


le tocó inaugurar la guerra. En ese mismo periodo se llevó a cabo el Convenio sobre
Sustancias Sicotrópicas organizado por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) y manipulado por los intereses mercantiles de los países más poderosos, es
decir, de Europa y Estados Unidos. La Convención trató de fiscalizar diversos
sicotrópicos que se pusieron de moda en los 60 con el fin de reorganizar una lista
de sustancias ya existentes según su posible daño a la salud y el valor terapéutico
potencial de una sustancia (Marín, 2016).

Con José López Portillo (1976-1982) la operación se formalizó e intensificó.


Froylán Enciso (2009) expresó que, de septiembre de 1975 a finales de agosto de
1976, la policía y el ejército habían destruido más de 21 mil 405 parcelas de
adormidera y 16 mil 686 de marihuana, mientras que durante todo 1974 sólo se
destruyeron 13 mil 508 parcelas de adormidera y 6 mil 762 de marihuana. En
contraste con estos datos, en 1979, el consumo estadounidense de heroína y de
marihuana se intensificó; por más que Estados Unidos enviara agentes de la
Administración para el Control de Drogas (DEA) e invirtiera en programas de
erradicación, los agentes comenzaban a desertar (Marín, 2016).

En 1988, durante el mandato de Miguel de la Madrid (1982-1988), se llevó a


cabo otra edición de la Convención sobre Sustancias Sicotrópicas completamente
diferente a la de 1972. En esta edición, la División de Drogas de la ONU,
actualmente la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC),
criminalizó internacionalmente múltiples actividades que estuvieran relacionadas
con las drogas: cultivo, posesión y consumo. Anteriormente se proponían que se
sancionaran estas actividades con multas o amonestaciones económicas; sin
embargo, con la de 1988 se exigió que se tipificaran como delito penal (Marín,
2016).

Es durante la presidencia de Miguel de la Madrid cuando surge uno de los


cárteles más importantes creado por uno de los personajes más icónicos del
narcotráfico en México. Considerado como “el narco de narcos” en la década de los
80, Rafael Caro Quintero, quien nació el 24 de octubre de 1952 en Sinaloa, es un
narcotraficante mexicano que se le considera como pionero en la exportación de
drogas hacia Estados Unidos y en la creación de los grandes cárteles mexicanos
(Marín, 2016).

Caro Quintero fundó a finales de la década de los setenta (1979) el Cártel de


Jalisco, conocido también como Cártel de Guadalajara, junto con sus compañeros
Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo. Cuando la Operación
Cóndor entró a Sinaloa, el lugar de origen de estos personajes, todos se trasladaron
a Guadalajara. Aquí calcularon que mensualmente podían trasladar tonelada y
media de cocaína a los Estados Unidos; con esto se convirtieron en el primer cártel
mexicano que traficaba drogas al país vecino (Galarza, 2013).

El cártel no pasó por debajo del radar del gobierno estadounidense quien
presionaba constantemente al gobierno mexicano para que actuara en contra de
este grupo. En 1981, la DEA mandó a un agente encubierto al rancho El Búfalo, el
cual era una nueva propiedad para el cártel, que se encuentra en Ciudad Jiménez,
Chihuahua. El nombre de este exagente fue Enrique Camarena Salazar, conocido
como el famoso “Kiki” Camarena. Con Salazar también trabajaba un piloto de la
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), Alfredo Zavala Aguilar;
documentaron que en el rancho habían más de 10 mil toneladas de marihuana
(Galarza, 2013).
Para 1985, cuatro años después, el cártel ya contaba con un poder y un éxito
que los hacía resonar en la sociedad, y para ese entonces ya sabían quienes eran
Salazar y Alfredo. El 7 de febrero del mismo año secuestraron, torturaron y
ejecutaron a los dos infiltrados. Con este suceso el gobierno americano presionó
más al mexicano e iniciaron la cacería de los narcotraficantes por medio de una
estrategia militar llamada Operación Leyenda. Si bien se buscaba cazar a los
integrantes, en realidad el objetivo principal fue detener a Caro Quintero, el líder del
cártel.

Algunos de los integrantes murieron y otros fueron capturados, como Ernesto


Fonseca Carrillo y Felix Gallardo. No obstante, el mayor logro, y con lo que se
considera que finalizó la Operación Cóndor, fue cuando capturaron a Caro Quintero.
El 4 de abril, dos meses después de la muerte de Salazar, se logró la captura de
Quintero en San José, Costa Rica. Su captura no se logró gracias a las autoridades
de la Agencia Antidrogas, sino por un grupo de policías costarricenses que atendían
una llamada de secuestro; sin saber a quién enfrentaban, capturaron al capo
(Galarza, 2013).

La razón por la que los policías creían que atendían una llamada de secuestro
fue porque Caro Quintero se encontraba con Sara Cosío Vidaurri Martínez, la
sobrina de Guillermo Cosío Vidaurri, secretario general del gobierno del Distrito
Federal en ese periodo, quien había pedido a las autoridades del país y de los
países centroamericanos su búsqueda inmediata. No obstante, cuando los
detuvieron a ambos, Sarah dijo: “yo no estoy secuestrada… yo estoy enamorada de
Caro Quintero” (Excelsior, 2013).

A Quintero se le juzgó en diciembre de 1989, y fue sentenciado a cuarenta


años por el homicidio de Salazar y del piloto Zavala. Pasó por múltiples reclusorios
de México para finalmente ser trasladado al Reclusorio Preventivo de Guadalajara
en 2010. No obstante, el 8 de agosto de 2013 se decretó su liberación debido a
ciertas irregularidades que presentaba su condena por el homicidio del “Kiki”
(Excelsior, 2013). Algunos dicen que en realidad fue como un intercambio para
encerrar a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La Operación Cóndor fue vista como un éxito por los estadounidenses, y no
era para menos. En su interpretación, la Operación Cóndor ayudó a la disminución
del consumo de drogas en Estados Unidos y la recuperación de territorios que
habían pasado a manos de narcotraficantes mexicanos. Sin embargo, para México
las consecuencias fueron a mediano plazo y no todas representaron un buen
resultado de la operación.

Con la Operación Cóndor las intervenciones y abusos de autoridad


aumentaron a la par del descontento social. Desde entonces las denuncias por
torturas y violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades federales,
o de saqueos y abusos por parte del ejército, han sido frecuentes. La gente estaba
en gran descontento por las arbitrariedades que cometían los soldados y policías a
su paso por los poblados; esto provocó un éxodo masivo de los campos a las
grandes urbes.

En la operación participaron poco más de 10 mil soldados comandados por


los generales Ricardo Cervantes García y José Hernández Toledo -presente en la
matanza de Tlatelolco-, así como por el comandante de la PGR Carlos Aguilar
Garza (El Informador, 2013). Ocasionalmente las órdenes fueron arrasar con los
pueblos y sus campos, y así fue; un ejemplo es el municipio Badiraguato en el que
los militares no sólo quemaron los plantíos de marihuana y opio, sino hasta de maíz
(Valdez y Herrera, 2004).

Otro ejemplo es el de la comunidad Sisoguichi en Chihuahua. Javier Ávila,


un párroco del municipio, relató ante la revista Proceso, en 1979, sobre la llegada
de los más de 5 mil elementos que emanaban del ejército, de la policía federal y
hasta del Servicio Secreto. Muchos militares utilizaban su fuerza para llevar a cabo
las “investigaciones”. Los Sacerdotes del municipio Sisoguichi nunca estuvieron de
acuerdo en la forma en cómo se aproximaban al narcotráfico y mucho menos la
forma en la que trataban de resolver el problema. El Lic. Cuauhtémoc Martínez
menciona que para esa época habían poco más de 40 Tarahumaras encerrados,
de manera arbitraria, por el crimen de narcotráfico o, mejor dicho, por ser “presuntos
narcotraficantes” (Proceso, 1979).
Muchas de las comunidades y de los campos fueron rociados con Paraquat,
conocido también como Agente Naranja -usado en la guerra de Vietnam- con el fin
de deshacerse de los cultivos, pero este “herbicida inofensivo” también alcanzó a
las poblaciones causando daños irreparables en la salud. En resumen, se podría
decir que en vez de lograr todo lo que preveía, la Operación trajo consigo la
desaparición de 2 mil pequeños poblados, el desplazamiento interno de casi 100 mil
personas y la Cocaína como droga de mayor rentabilidad.

La implementación de la operación ha dejado en fuego cruzado a los


habitantes que aún se resisten a incorporarse a las filas del narco. Sin embargo, las
detenciones y asesinatos arbitrarios por parte de las autoridades federales generan
en la población un gran miedo y los mantienen en estado alerta; si los campesinos
se enteran de que el ejército va en camino a su pueblo, inmediatamente toman sus
cosas y comienzan a desplazarse a otros lados, principalmente las grandes urbes.

Como se ha analizado, la Operación Cóndor planteó las bases para la guerra


contra el narcotráfico de Felipe Calderón. Los conflictos que se viven en la zona
norte del país no surgieron en el 2006 gracias a la declaración de guerra del
expresidente, sino que se han estado formando desde mucho años antes. Con este
tema se busca que la población conozca su pasado y exija al Estado soluciones
alternas a las que se han implementado desde hace más de cuarenta años. La
presencia de las autoridades federales a la hora de resolver conflictos no debería
significar la inminente violación a los Derechos Humanos y a la dignidad de las
personas.
Fuentes:

1. Cabrera, J. (2006, diciembre 22). Operación ‘Cóndor’ causó éxodo de capos


y civiles. Consultado el 19 de mayo de 2018, de El Universal en
http://archivo.eluniversal.com.mx/estados/63346.html.
2. Cano, A. (2009, mayo 24). La Operación Cóndor trajo miedo y éxodo en la
sierra de Sinaloa. Consultado el 19 de mayo de 2018, de La Jornada en
http://www.jornada.com.mx/2009/05/24/politica/004r1pol.
3. Enciso, F. (2009). Régimen global de prohibición, actores criminalizados y la
cultura del narcotráfico en México durante la década de 1970. Foro
Internacional, vol. 49. Pp. 595-637
4. Fernández, J.A. (2010, agosto 1). Breve historia social del narcotráfico en
Sinaloa. Consultado el 20 de mayo de 2018, de Revista UNAM en
http://www.revista.unam.mx/vol.11/num8/art82/#up.
5. Galarza, F. (2013, agosto 10). 1985, el año que se desató el narco.
Consultado el 20 de mayo de 2018, de Excelsior en
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/08/10/913019.
6. Marín, N. (2016, abril 24). Operación Cóndor, el inicio de la guerra contra el
narcotráfico. Consultado el 19 de mayo de 2018, de El Sol de México en
https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/Operaci%C3%B3n-
C%C3%B3ndor-el-inicio-de-la-guerra-contra-el-narcotr%C3%A1fico-
170670.html.
7. N/A. (1979, noviembre 17). La “Operación Cóndor” extiende sus alas
homicidas a Chihuahua. Consultado el 18 de mayo de 2018, de Proceso en
https://www.proceso.com.mx/127346/la-operacion-condor-extiende-sus-
alas-homicidas-a-chihuahua.
8. N/A. (2013, agosto 11). Operación Cóndor favoreció la actividad de Rafael
Caro Quintero. Recuperado el 20 de mayo de 2018, de El Informador en
https://www.informador.mx/Mexico/Operacion-Condor-favorecio-la-
actividad-de-Rafael-Caro-Quintero-20130811-0164.html.
9. N/A. (2015, octubre 17). Qué es el "Triángulo Dorado", la zona donde se lleva
a cabo el operativo militar que rastrea a El Chapo Guzmán. Consultado el 19
de mayo de 2018, de BBC Mundo en
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151017_mexico_chapo_triang
ulo_dorado_sinaloa_mexico_amv#orb-banner.
10. N/A. (2016, marzo 24). “Guerra contra las drogas” de Nixon en los 70’s, plan
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nixon-en-los-70s-plan-controlar-a-hippies-a-negros.
11. Valdez, J; Herrera, C. (2004, noviembre 12). El tema del narco, cotidiano en
Sinaloa; no influirá en comicios, dicen expertos. Consultado el 18 de mayo
de 2018, de La Jornada en
http://www.jornada.unam.mx/2004/11/12/039n1est.php?printver=1&fly.

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