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I,A ERGONOMÍA Y LA ANTROPOLOGiA FÍSICA

I/E!ICIA E. CAStrJ,AS Y LUIS AI,BERTo VARGAS

La ergonomía estudia los aspectos morfológicos, fisiol&


gicos, psicológicos y sociales de los seres humanos en su
medio ambiente laboral. Es, por lo tanto, una disciplina cuya
unidad se logra por su objeto de estudio, aunque sus técnicsr
hayan sido tomadas principalmente de la medicina, la an-
tropología física, la psicología industri¿l y la ingenieúa de
factor humano.
Los nexos entre la antropologia y la ergonomía son estre-
chos, ya que ambas se encuentran centradas en el estudio del
hombre. Además, la ergonomía utiliza con frecuencia de Ia
antropometría, técnica que se ha desarrollado dentm de l¿ an-
tropología física. En un principio la ergonomía se centró en
el estudio de los problemas de trabajo en sociedades indus-
trializadas y por lo tanto tuvo que tratar con pen'onas pro-
venientes de ellas, sin mayores problemas de adaptación social
a su ambiente laboral. Sin embargo, al ampliar su campo de
acción hacia países menos desarrollados y al eontarse con er-
gónomos en estog mismos países, hubo un mayor interés en
los problemas de adaptación social de los trabajailores a su
ambiente laboral. Ello ha llevado a que los vínculos entre l¿
ergonomía y la tranpología cultural se estrechen. Un ejemplo
de ello es un recíente simposio sobre las variables étnicas de la
ingeniería de factor htm¿no (Clnpawis, L975) '
En México el interés en la ergonomla ha sido muy espo-
rádico. Se ha despertado desde dos campos de estudio: el de
l¿ antropología y el de la aryuitectura. En antropología h¿
quedatlo englobado bajo el rubro de antropología física apli-
cada y fundamentalmente ha sido encausado hacia el diseño
ile mobiliario escolar y de patrones para la industria del ves-
tido (Barba de Piña Chán, 1964, Fad,Iuaber, l97L v Vargas'
t38n
388 ANALES DE ANTRoPoLocfa

V cotr., L976r. Desde el lado de la arquitectura, el interés ta¡t-


bién ha sido enfocado al diseño de mobiliario escolar (García
Oloera, 1967). Sin embargo, recientemente se se han abierto
en varias universidades, c¿rreras de diseño industrial, Ade-
más siguiendo el ejemplo de otros países, algunas dependen-
cias gubernament¿les se han interesado en Ia ergonomía,
Ello ha causado que desde hace pocos años se hay'a presen-
tado un notorio interés en obtener información sobre ergo-
nomía, Los antropólogos flsicos comenzamos a ser asediados
por estudiantes que piden información sobre las característi-
cas antropométricag de la población mexicana que'desean
aplicar a la solución de un problema de diseño. Esta comuni-
cación tiene como finalidad explicar algunas de l¿s dificul-
tades que aperecen al ttalar. de utilizar datos antropométricos
obtenidos dentro de estudios antropológicos para problemas
ergonómicos. También presentaremos dos ejemplos de estu-
dios ergonómicos realizados en México, con el fín de señalar
algrnas de l¿s dificultades encontradas.

La antropometri,a
Los antropólogos físicos emplean la antropometría para
estudiar la variabilid¿d humana en el marco de l¿ evoluci6n
biológica. Por lo tanto se interesan en las medidas de segmen-
tos anatómicos cuyo tamaño o forma se encue¡tren deter-
minados genétieamente o que, cuando menos, reflejen alguna
particularidad morfológica o fisiológica del organismo. Wil-
liam W. Howells (1969) ha definido algunos de los crite¡ios
importantes para seleccionar las medidas en cráneos que van
¿ ser estudiados por los antropólog:os físicos y el Programa
Biológico Internacional ha publicado una lista con las medi-
das recomendables en estudios biológicos (Weiner y Lourie,
1969).
La ergonomía utiliza la antropometría para adecuar al
medio ambiente laboral al hombre o para seleccionar deter-
minadas personas para un trabajo específico. Por ejemplo
O.G. Edholm (1967) muestra varios ejemplos de la forma
en que los estudios ant¡opométricos han ayudado a rediseñar
herramientas y equipo. Durante Ia Segunda Guerra Mundial,
el personal que formaba parte de los submarinos era selec-
cionado por su t¿maño ya que estos vehículos debían de
LA ERC'oNOMÍA Y I¡A ANTROPOLOCÍA FÍSICA 389

cumplir rigurosas norma!¡ respecto a la distribución de su


espacio interno. Por Io tanto, l¿s medidas antropoméüricas
que forma el ergónomo tienen una finalidad distinta de aque-
llas que usa Ia antropolog{a ffuica. Deben reflejar carr.te.
rísticas de tamaño y fonna, pero no para dilucidar semejanzas
o diferencias biológicas, sino para bugear una adeeuación entre
hombre y espacio de trabajo. Por eso no siempre coinciden las
medidas que toma el antropólogo físico y las que toma el er-
gónomo. Sin embargo las técnicas son muy semejantes aunque
las mediciones en sí sean diferentes. Por ejemplo, la forma
de la circunferencia del brazo, que es muy empleada en antro-
pometría con fines biológicos, por ser un reflejo de la masa
muscular en los niños, es prácticamente inútil en ergonomía.
En cambio la altura del codo en flexión al plano de apoyo de
los glúteos, estando el individuo sentado, sirve para c¿lcular la
altura de los descansos de los apoyos de los brazos en sillas.
Desde el punto. de vista biológico, est¿ medida no tiene sentido,
ya que incluso no mide un segm.ento an¿tómico.
fnsistimos en que la técnica general de toma de mediqas
es idéntica en los dos casos, es decir se puede usar el mismo
equipo. Sin embargo en ergonomía se h¿n establecido otros
sistemas de medida, sob¡e todo por medios indirectos tales
como la fotografía que son de más fácil manejo, aunque más
cams y menos precisos.

EI hotnbre rnedio E los ümites ile d:iseña


Hacia los inicios de las Segunda Guerra Mundial, los di-
señadores utilizaban frecuentemente el concepto de .,hombre
medio" para fundamentar sus trabajos. Ello equivale a hacer
un maniquí con las dimensiones promedio encontradag en un
grrrpo determinado. Pronto se abandonó este sistema de t¡a-
bajo, al encontrar que este .,hombre medio,, era una ¿bstrac-
ción y que ningún miembm del grupo tenía esas caracteústi-
cas (Hertzberg, 1955). Tampoco toma en cuenta la va¡iabili-
dad sino únicamente una de las medidas de tendencia central.
Este concepto fue sustituido por la utilización de datos pro-
venientes de tablas centilares y por la desviación st¿ndard.
Las tablas centilares son muy sencill¿s en su uso y com-
prensión. Consisten en la división de los datos eneontrados
en cien partes iguales. Cuando se dice que un individuo está
390 ANALES DA ANT&OPOLOGÍA

en la percentilla 95 para una determinada medida -por


talta- equivale a decir que e\ 94% de las personas
ejemplo la
del gr"upo son más pequeñas y el AVo Éon mayores que él para
esa medida.
El uso ile tablas centila¡es ha permitido el manejo de
máximos
"límites ile diseño" con que se buscan los extremos
o mínimos que satisfagan a un cleterrninado poÜcentaje dcl
grupo. Habitualmnete se trata de satisfacer el 90/o' tiiando
óomo límites la percentilla 5 y la 95' Albert Damon (1966)
ha mostraclo de manera gráfica y clara la bondad del uso de
dichos llmites de diseño.
Para construir dichas tablas se requiere contar con datos
antropométricos representativos para distintos grup-os huma-
nos. En Est¿tlos Unidos se cuenta con abund¿nte información
proveniente ile las fuerzas armas (Garyet y col', 797L y CIn'u'
ier, 7972). Estos datos son poco empleados por los diseñado-
res civiles. Ellos prefieren emplear la información presentada
por II. Dreyfuss (1967), quien ha elaborado maniqules con
ios bombres, mujeres y niños de formato pequeño, medi¿no y
grande de la población norteamericana. En el texto que acom-
paña las láminas se señalan las limitaciones para su uso
iebidas fundamentalmente a que se encuentran basadas ert
los estutlios de las fuerzas armadas, que no tienen un com-
ponente atlecuatlo de negros y de otras minorías-étnicas' Por
otr¿ part¡, no se señala la metodología para elaborar las lá-
minas ni su representatividad o al menos el número de
sujetos incluidos para su manufactura.

Los estud'ios en Mésico


En México, los antropólogos físicos han estudiado funda-
mentalmente poblaciones indígenas, cuyos resultados han sido
recopilaclos por J. Comas (1971). En un artículo previo he-
mos recopilado la bibliografía sobre población mestiza y ur-
bana (CasíI:lns y cotr., L978) ' En ningún caso se cuenta con
datos obenidos par¿ ser aplicados en pmblemas ergonómicos,
e:<cepto los de diseño de mobiliario escolar (Borbo tle Piña
Ctuin, 1954, Garcín Olaera, L967, Vargo"s v col,. 1976 v Casi-
Ltns y cot., 19?7). El elaborar tablas para ser usadas en Mé-
xico es urgente, Para ello debe tomarse en cuenta la hetero'
geneirlad biológica y cultural de la población nacional y sobre
I..A ERGONOMÍA Y LA ANTROPOLOGTA FÍSICA 391

todo para qué y para quién se utilizarán esos datos, Por t¿nto
el muestreo debe ser muy riguroso, l¿ técnica de medición
muy precisa y las medidas deben estar bien seleccionadas
para los problemas que se piensen solucionar.
Como ejemplo de los problemas de uso de estudios de an-
tropología físic¿ en ergonomía presentaremos dos cssos.

Estud'ins ile btnos autúnomos


El primero fue heeho a solicitud del Centro de Ciencias
ilel Mar y Limnología de la UNAM. El problema que pre'
gentaron fue el que se evaluara si un grupo de su personal
académico era apto para la realización de buceo autónomo y
poder efectuar investigaciones submarinas
En este caso se consideró que las mediciones antropom6
tricas tradicionales no tenían importancia, y¿ que el medio
ambiente laboral no tiene limitaciones previsibles de espacio.
Por otra parte eI equipo de buceo tiene posibilidades de adap-
tación a l¿s necesidades individuales. Por Io tanto considera-
mos que lo importante era medir la capacidad física y el
estado de la funeión cardiov¿scular.
Con el fin de lograr estos objetivos se practicó a cada
un¿ de las personas un estudio antropométrico, con el fin de
obtener la constitución física, un electroeardiograma, que
desgraciaclamente solo pudo ser hecho en ¡eposo y un estuüo
espirométrico.
Durante el mes de marzo de 1977 se estudiamn un total
de 21 hombres y 4 mujeres. Las mediciones antropométricas
se hicieron de acuerdo con las técnicas recomendadas por el
Programa Biológico Internacional (Wei.ner y Lourie, 19691 .
Las medidas tuvieron por objeto calcular l¿ constitución físi-
ca mediante la técnica de R.W. Paraell, con el fin de poder
comparar los resultados con los obtenidos al estudiar un
grupo de estudiantes de Ia Facultad de Medicina (Vargas y
col., L975). El peso, la talla y la presión arterial se pudieron
comparar con los de un grupo mayor de estudiantes de la
UNAM (d.E¿'¿r¿s y col., 19781. La prueba del escalón de
Ifarvard mide la capacidad física global; sus r€sultados se
reportan en forma del índice de recuperación, cuyo valor, si
es menor de 55 indic¿ una condición física pésima, y excelen-
te si está por arriba de 90. Le técnica para esta prueba y los
392 ANALES DE ANTaoPoLoGlA

resultados obtenidos entre estudiantes de medicina ¿parecen


en el trabajo citado lÍneas arriba. La capacidad vital se ob
tuvo con un espirómetro seco Pulmonor Jones. Con el apara-
to vienen una serie de tablas de valores normales para la
población norteamericana, tomando en cuenta etlad' talla,
peso y sexo, que son considerados como el valor previsto de la
capacidacl vital. Según el resultado obtenido con cada per-
sona, se calculó el porcentaje que tenían de dicha capacidail
vital prevista. El electrocardiograma fue tomado en reposo
con la técnica habitual.
Los resultados obtenidos aparecen en las tablas 1 y 2
separados por sexos. En ellas llama la atención el que hom-
bres y mujeres de este grupo eran muy semejantes en talla
y presión arterial a los estudiantes universitarios. Entre las
mujeres, el peso de las buceadoras es menor que el de las es'
tudiante, lo que refleja cla¡amente su constitución fÍsica,
que muestra un¿ menor adiposidad y mayor linearidad. El
ínrlice de recuperación después de practicar Ia prueba ile
Harvard es mejor que el de las universitarias, pero de cual-
quier manera es pésimo. La capacidad vital estuvo en pro'
medio dentro de límites de normalidad. Entre los hombres'
en cambio, la constitución de los de Ciencias del Mar y los
estudiantes fue semejantq aunque los primeros son ligera-
mente más altos y pesados. El índice de recuperación entre
los buceadores y regular entre los estudiantes' En cambio la
capacitlad vital del grupo de profesionistas fue excelente, ya
que estuvo arriba de los valores previstos. En hombres y mu-
jeres los resultados del electrocardiograma siempre fuelon
normales.
Ya se mencionó que, en este caso, lo que interesaba eva-
luar destle el punto de vista ergonómico era la posibilidad de
que este grupo realizara investigaciones bajo el mar que
-y
pára ello los criterios que se pudieron aplicar fueron funda-
mentalmente los de analizar su función cardiovascular por
medio del electrocardiograma y la capacidad física. Llamó la
atención el que, a pesa.r de la buena capacidad vital y electro-
cardiograma en leposo encontrados, la prueba de Il¿rvard
mostrara una condición física pésima. Esto parece confirmar
el que esta sencilla prueba es muy útil para mostrar la ver-
dadera capacidad de realizar esfuerzos considerables por par-
te de personas cuya función cardiae.a y respiratoria son
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396 ANALES DE ANTROPOLOCIA

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t22t lt27s)

575(s89).
JI I\

FIc. 1. lfedidas promedio de las mujeres de una industria quimi-


cofa¡macéutica. L¿s ciflss están en mm. Los nú¡reros en pa¡éntesir
corresponden a las medias de las norteamerican¡s.
IA ENGONOMIA Y I,A ANTN,OPOI.OGÍA TÍSICA 89?

709 (755)

t639 (t765)

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F¡c. L Medidas ptomedio de los ho¡nb¡es de una indust¡i¿ qui-


micofaruacéutica. Las cif¡as están en mm, Los números e¡¡ pa$n-
tesi"s son las uedias de loE norteamenc¿nos.
398 ANAI,ES DE ANTROPOI,OGÍA

5!7 (500)
Frc. 3. M€did¿s promedio
-cifras de las mujeres de r¡na industri¿ quini-
cofa!¡n¿éutica- Las están eu rrm. Los üúme¡os eu pa¡Got4¡i¡
eon los de las norteamelic¿naa'
LA ERGONOMÍA Y LA ANIROPOI.OCfA FÍSICA 899

837 '(ri7 |

523 (6551
Frc. 4. Medidas pronedio de los homb¡es de una induetria quimi-
cofarmacéutica- Las cifr¿s e6tán en mm. Lo¡ ul.rrems en pa.réitesls
so¡ las medias de los nort¿¿mericanoe.
4OO ANAI,ES DE ANIBOPOLOGfA

aceptables en reposo, Ios resultados obtenidos permitieron


congiderar que el grupo debía realizar un prograrna de acon'
dicionamiento flsico general, con el fin de poder afmnt¿r
situaciones de emergencia. Desde el punto de vista de su
trabajo, debe tomarse en cuenta que el esfuerzo que realizan
b¿jo el ag¡r¿, es rel¿tivamente menor al que se hace sobre
tierra, como result¿do de la densidad del agua.

Esturlio d,e personal ile una i,nilustria quírnícofarmacéutico'

Este grupo fue estudiado a solicitud de la sección de


Salud en la Industri¿ del Departamento de Sociología Médica
y Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la
UNAM. Esta sección asign¿ a médicos recién graduados el
desempeñar su servicio social en industrias del pals. Una de
estos'médicos, l¿ doctora Guadalupe Amaro, detectó que en
la industria químicofarmacéutica en que ella laboraba, existía
un número importante de accidentes y problemas de inadap.
tación ¿ los puestos de trabaio por parte de un grupo de
obreros de una determinada sección. Esto se manifestaba en
sus histo¡ias clínicas y en consultas frecuentes con dolores
de espalda y extremidades, además de secuelas de aceidentes
consistentes en amputaciones de dedos. Al analizar visual-
mente las condiciones de los distintos puestos de trabajo se
detectaron una serie de problemas de inadaptación de las di-
mensiones de las máquinas a las de sus operarios. Por esta
r¿zón se conside¡ó conveniente completar el ex¿men médico
que se había practicado, con una serie de medicíones ¿ntro-
pométricas y con la medición de la máquina empleada. Para
ello se tomaron ¿demás fotografías de los obreros en su tra-
bajo normal. Con esta información se decidió tomar una serie
de mediciones adecuadas para los problemas que se presen-
taban.
Las medidas antropométricas se tomaron con el antropó-
metro y pinzas de ramas rectas tipo Martin. El peso se tomó
con una báscula tipo romana con el sujeto vestido. La talla
es la distancia entre el plano de apoyo y la parte más ¿lta
de la cabeza, estando ésta en el plano de Frankfort (Vollie,
1965). Tanto la talla como las demás alturas se tomaron con
las personas descalzas. La altura a los ojos (tomada en pro-
yección con punto de referencia en la pupila), la altura
. LA ERcoNoMfA y r¿ ANrRopor,ocla FfsrcA 4Ol
a acrohion (borde más lateral y superior del ¿cromion de l¿
eseÁpula), la altura de dactilion (porción distal del dedo me.
dio) y la altur¿ de tibiale (punto superior del borde meitial
del cóndilo tibial medial) o altur¿ de la rodilla, fueron todas
tomadas con el sujeto descalzo y de pie, con el mismo antro-
pómetro de M¿rtin. La longitud del miembro superior se
calculó restando Ia altura a dactilion de l¿ altura a acromion,
Las longitudes y anchuras de la manq se tomaron sobre I¿
mano que más utiliza cada persona, con la pinza de ramas
rectas, apoyando la mano sobre un plano horizontal. L¿ dis-
tancia biacromial (entre los dos ¿cromion) y la bicrestilíaca
(entre los puntos más salientes de la cresta illaca, en sentitlo
iateral) también fueron tomadas con el antropómetro. Ls
talla sentado se tomó con el sujeto sent¿do en un plano de
madera midiendo desde el punto de apoyo de lo,s ísquiones
hasta la parte mrfu alt¿ de la cabuz, eolocada en pláno de
FrankforL En esta misma posición, se tomó ta aliura del
plano de apoyo de los pies al borde más alto de l¿ porción
distal del muslo, estando Ia articulación flexionaila aproxi-
madamente a g0o. Estando la persona sentada, se miáió h
distanci¿ entre el plano posterior de apoyo del sacro y la
porción más anterior de la articulación de la rodill¿. Como
es habitual en antropometría, las medidas laterales se tom¿_
ron sob?e el lado izquierdo. Otra de las medidas fue l¿ dis-
tancia máxima existente entre las porciones más laterales ale
Ios codos, estando los brazos en su máxima abclucción.
Las máquinas empleadas en el departamento fueron m+
didas con una cinta métrica. Por la n¿turaleza de este trabajo
no se presentatr los datos obtenidos.
Los d¿tos antropométricos de este grupo de obrcms apa-
recen en las tablas L, 2 y B. En las t¿bl¿s 1 y 2 se muestr¿n
aquellas mediciones que se pudieron comparar con las de los
buzos y de los estudi¿ntes universitarios.
A pesar del reducido número de obrerae medidas, se pue-
de apreciar que su edad promedio fue mayor que el resto de
los grupos estudiados. Su talla fue la más baja y el peso más
alto, pero ¿l analizar su constitucidn físiea, aparecen menos
adiposas y considerablemente más musculares que Ias estu-
dl¿ntes. Los hombres fueron de edad senrejante a los de
Ciencias del M9r, sin embargo, la talla fue más baja, para
un peso casi idéntico. En cuanto a ¡u eonstiüución ffuiea los
4U2 ANALES DE ANTROPOIOCIA

que log univer'


obreros son más musculares y menos lineares
sitarios.
Toclas las mediciones ¿ntropométricas ilel grupo de obre'
ros aparecen en la tabla 3. Para poder hacer una. compar¿-
cion i¡afi"a entre ellas y las que Dreyfuss presenta -para lo
lou lt"*, el "'hombre y la mujer metlios norteamericanos"'
J" "i las láminas 1 a 4, en las que entre paréntesis
"tu¡oau"ott
;;";;;"" las medialas consignadas por Drevfuss para los
Puede notarse' que en prome-
mismos segmentos anatómicos.
¿iq ior té¡u¡rdores mexicanos fueron 12'6 cm' más bajos
y
oué los nortearnericanos 9.4 en el caso de las mujeres' Pero
Ji consirleramos la diferencia de t¿lla entre la* mderes m+
xicanas y los hombres norteamericanos, l¿ diferenci¿ resulta
de 24.4 cm. Esto hace muy ostensibles las dificultades con
las que se encuentran las obreras mexicanag para laborar
. con iraquinaria norteamericana hecha para hombres' Esto se
pueile clramatizar sefialando que el mexicano más alto de este
grupo midió 1,?0 cm', que es un támaño por abajo de la media
norteameric¿na. La mujer más baia midió apenas t'M cm''
lo que la hace 32.5 cm. más pequeña que el hombre medio
norieamericano. Al analizar el desempeño de los trabajado'
res en tlistintas máquinas y analizat las mediciones de éstas,
en función tle las tle los operarios, pudimos percatarnos de
una gran serie de problemas. Entre ellos señalaremos el que
en muchos casos los controles o palancas se encuentran muy
por a¡riba de la posición fisiológica pára operarlos; además
en muchos sitios se encontró que la altura tle los aparatos
impeclía el control visual de 1o que h¿cfa el trabajador. En
otros casos, debían de levantarse objetos al límite mráximo
del alcance vertical. También se encontraron problemas de
alcance hacia a<lelante, en los que el trabajador debía incli-
narse peligrosamente hacia el frente'
En países como 1\Iéxico result¿ imposible sugerir cambios
radicales en el mejoramiento de los puestos de trabajo' Es
imposible que un¿ empresa decida cambiar su maquinaria
por este tipo de razones cuando abunda la mano de obra
clesempleada. Por esta taz6n las sugerencias que debe plan-
tear un estudio ergonómico deben ser sencillas y muy eco-
nómicas. Entre elbs se encuentra el mejoramiento de la ilumi-
nación, la utilización de malacates para el manejo de cargas
pesaalas, l¿ construccién de barandales protectores y' con mu-
LA ERGONOMfA Y LA ANTSOPOI,OGÍA TiSICA 403

cha frecuencia, la colocación de t¿rimas de madera que eleve[


el nivel del suelo en relación a la máquina y que pennitan
que el operario se encuentre a una altura más cómod¿. Re-
comendaciones de este tipo fueron las que resultaron de este
trabajo.

Co¡nentarias
Como puede observarge en los estudios presentados, el
ergónomo:

1. Debe partir del oníIieis il,e la situacíón particular que


se propone resolver, para escoger sus métodos y téc_
nicas de trabajo.
2. No siempre es necesario practicar complejos estudios
antropométricos.
3. Tampoco suele ser indispensable contar con patrones
a nivel nacional como los que tienen los ingleses (So-
f ol,uwe y Youw, 7969).
4. Frecuentemente el equipo necegario es una sencilla
cinta métrica y tiempo para observar las situaciones
de trabajo y registrar actividades en una libreta,
5. L¿ utilización de la fotografía es un instrumento muy
valioso. En este caso se pueden usar técnicae com-
plicadas como Ias fotografías superTuestas o he<rhas
con luz estroboscópica, pem en ocasiones todo Io oue
hace falta es una sencilla instantáne¿ impresa en
blanco y neg¡o.
6. Consideramos que los patrones a nivel nacional son
muy importantes cuando se va ¿ diseñar equipo nuevo
desde el palo en que v¿ ¿ ser usado, pero son inútiles
cuando se trata de solucionar problemas concretos
con equipo existente. En el primer caso, existen serios
problemas de muestreo, ya que el diseñador debe de-
filir previamente al grupo al que destinará su diseño
y debe obtener datos que sean válidos par¿ ese gmpo
en particular. En México existe una g:ran variabili-
dad en la forma y tamaño eorporal, dada tanto por
factores genéticos, como por situaciones ambientales
como son la nutrición o las condiciones geogáfieas.
Tener datos representativos de toda I¿ poblacidn na-
cional es una tarea pesada y difíeil.
404 aNALEs DE ANTRoPoLoGfa

?. Consideramos que un buen comienzo serí¿ el eontar


con tl¿tos de la clase media mestiza de las ciudades,
que es la que tiene mayor número de consumidores'
pero que atlemás trabaja operando equipo en fábricas
y talleres.
Para lograr est¿ infomación hará falta la integración
de equipos multidisciplinarios eficaces y con suficientes re-
cutsos económicog.
En cualquier casq la asociación entre ergonomla y Ia an-
tropología ffuica tiene un futuro promisorio.

SUMMABY

Erconomv is the discipline which ¡tudies anatorrical, phy-


osvcholosicai and cultursl aspecta ol man in his
Joioacat.'";l"l"oomát.
*o"ü¡s one of the fundamentsl eleuentg
oi oñro;o-v is the adjustment of the fon ¿ud dimensio¡s
oi uti,"" and equipment to ttre rhspe arrd size of th€
"to""t ?hysical antúropology has accum.ulat€d 311\¡oPo-
worker,
metric dat¿ in additiou to developing t€chmque8 s]¡1la-ol9 l.o:
¿DDlication to this field. Desig¡er8' atchitects, and rnou$nat
diio"ers wotking in Mexico 4¡e beginning to s€ek the col-
iab-oretion of phyeical anthropologists with the- goal of ¡o-
solving e¡gonomic problems' In t¡is paper' the proDrems
.o*rri'tet"d in the cou¡se of this kind of collaboratio¡ ¿re
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