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Julio Rodrigo

Publicaciones de la Fundación Gas Natural


El consumo de energía Licenciado en Química, Máster en Ingeniería y Gestión
Ambiental y Máster MBA por la Universitat Rovira
i Virgili de Tarragona. Especialista en evaluación y

Guías técnicas de energía y medio ambiente:


y el medio ambiente en mejora ambiental de productos y procesos industriales. Responsable
de las líneas de actividad de medio ambiente de la empresa de I+D+i
SIMPPLE, S.L.
1 Depuración de los gases de combustión en la industria cerámica
2 Generación eléctrica distribuida la vivienda en España
3 La degradación y desertificación de los suelos en España
4 El uso del gas natural en el transporte: fiscalidad y medio
Análisis de ciclo de vida (ACV) Noemí Cañellas
ambiente Licenciada en Ingeniería Química por la Universitat

El consumo de energía y el medio ambiente


5 La protección jurídica de los espacios naturales Rovira i Virgili y Máster en PRL en tres especialidades.
Especialista en estudios de impacto ambiental y análisis
6 Los jóvenes españoles ante la energía y el medio ambiente.
Buena voluntad y frágiles premisas de ciclo de vida. Técnico del área de ingeniería ambiental de la empresa
de I+D+i SIMPPLE, S.L.
7 La Fiscalidad Ambiental de la Energía
8 Las energías renovables en España. Diagnóstico y perspectivas

medio ambiente
9 Guía de la eficiencia energética para Administradores de Fincas
10 Las tecnologías de la información y las comunicaciones y el Montse Meneses
medio ambiente Licenciada en Ciencias Químicas y doctora en
Ingeniería Química por la Universitat Rovira i Virgili.
11 El papel de los bosques españoles en la mitigación del cambio
climático Especialista en análisis de riesgo ambiental, análisis

en la vivienda en España
de ciclo de vida y sostenibilidad ambiental. Investigadora en la URV
12 Recuperación energética ecoeficiente de residuos. Potencial y Técnico del área de ingeniería ambiental de la empresa de I+D+i

Un análisis de ciclo de vida (ACV)


en España
SIMPPLE, S.L.
13 El consumo de energía y el medio ambiente en la vivienda en España
Un análisis de ciclo de vida (ACV)

Cuadernos energía y medio ambiente:


Francesc Castells
1 Señalización de sendas en el Parque Regional de Picos de
Europa Catedrático de Ingeniería Química y director del grupo
de investigación AGA (Análisis y Gestión Ambiental)
2 Cambio de clima en el sector de la energía: una nueva ola de
oportunidades de inversión respetuosa con el medio ambiente del Departamento de Ingeniería Química de la
Universitat Rovira i Virgili. Doctor por el Institut du Génie Chimique
3 Guía de la eficiencia energética en la vivienda de Navarra de Toulouse (1974) y por la Universidad de Barcelona (1980). Dirige
4 Calidad del aire urbano, salud y tráfico rodado investigación en los campos de Análisis de Ciclo de Vida (ACV),
diagnóstico ambiental de procesos, modelos de sostenibilidad regional
5 La energía solar térmica y el gas natural en la Comunidad de
Madrid y evaluación de costes y daños ambientales.

6 Mejora de la calidad del aire por cambio de combustible a gas


natural en automoción. Aplicación a Madrid y Barcelona
Julio Rodrigo
Serie Pedagógica: Noemí Cañellas Climent Solé
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad
1 La calidad del aire en la Comunidad de Madrid Montse Meneses de Terrassa, Diplomado en Ingeniería Técnica Química
2 La calidad del aire en la Comunitat Valenciana
Francesc Castells por la Universidad Rovira i Virgili y Master en
Eficiencia Energética por la Universidad Politècnica de Catalunya.
Biblioteca historia del gas: Climent Solé Técnico del Departamento de Desarrollo de Soluciones Energéticas
1 Una historia del gas en Alicante y Proyectos MDL en Gas Natural.
El consumo de energía
y el medio ambiente en
la vivienda en España
Análisis de ciclo de vida (ACV)
Autores
Julio Rodrigo, SIMPPLE
Noemí Cañellas, SIMPPLE
Montse Meneses, SIMPPLE
Francesc Castells, Grup AGA de la
Universitat Rovira i Virgili
Climent Solé, Grupo Gas Natural

Agradecimientos
El equipo redactor de este trabajo quiere
expresar su agradecimiento a las empresas
Fagor Electrodomésticos S. Coop. y
BSH Electrodomésticos España, S.A.
por toda la información y ayuda prestada.

Edita

Fundación Gas Natural


Plaça del Gas, 1
Edificio C, 3.ª planta
08003-Barcelona, España
Teléfono: 93 402 59 00 Fax: 93 402 59 18
www.fundaciongasnatural.org

1.ª edición, 2008

ISBN: 978-84-612-2604-7
Depósito legal:

Impreso en España
Prólogo

Cuando consideramos la eficiencia energética y el impacto medioambiental


de las diferentes energías y de sus diversos usos finales, normalmente
sólo se tiene en cuenta el rendimiento de la combustión o los efectos
medioambientales de tipo inmediato, sin considerar, los impactos de toda
la cadena desde la producción de las propias máquinas o aparatos, así como
su utilización, y su posterior eliminación o reciclaje.
Las técnicas del Análisis del Ciclo de Vida, conocidas como ACV, intentan
avanzar en el conocimiento de los impactos, efectos y consecuencias
de todo el proceso, dando una visión probablemente mas realista de la
situación, o como mínimo, aportando una nueva visión, en cualquier caso
enriquecedora, por su contenido adicional de conocimiento mas profundo
de la realidad.
Un ejemplo, puede ayudar a ilustrar los conceptos, es distinto estudiar
el impacto ambiental de la energía eléctrica de origen hidráulico, desde
su consumo en la ciudad, desde su producción en el monte, o desde la
energía requerida para la producción del hormigón de la presa y el esfuerzo
de su construcción, pero también podemos analizar sus requerimientos
de ocupación de espacio, o su impacto en la política hidráulica y su
posible optimización, según el enfoque del análisis evidentemente puede
cambiar la orientación de los resultados, por tanto, deberíamos utilizar
una metodología que tuviese todos los elementos en cuenta, esta es la
orientación de las técnicas ACV.
En el caso del consumo de energía en la vivienda en España, la aplicación
de técnicas ACV, permite una gradación de los impactos en el medio
ambiente de las diferentes energías y sus correspondientes usos, aportando
a la toma de decisiones una nueva visión desde parámetros más novedosos,
y quizás más completos.
En uno de sus últimos informes la Agencia Internacional de la Energía
indicaba que para conseguir, a nivel mundial, en el año 2050, reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles del 2007,
debían ponerse en marcha medidas claramente importantes, realizando
considerables esfuerzos. A nuestros efectos, el dato relevante es que la
Agencia estimaba que un 78% de la reducción de emisiones debía provenir
de mejoras en la eficiencia en el uso final de la energía. La importancia
de los buenos usos, de la mejora de eficiencia, del conocimiento de los
rendimientos y de sus impactos, son parte de los elementos fundamentales
de estos avances, y a ellos, va dirigida la investigación publicada en este
libro.
Una de las conclusiones del trabajo clarifica que cualquier suministro
energético, y cualquier tipo de uso, tiene unas consecuencias no deseadas
para el medio ambiente, obviamente en unos casos mas y en otros casos
menos, por ello, es necesario explorar y gestionar, de forma prioritaria,
el ahorro energético, o si se quiere, la denominada, eufemísticamente,
gestión de la demanda.
Del análisis realizado se desprende con claridad, que como suministro
energético, el gas natural presenta mejores resultados que la electricidad, en
todas las categorías de impacto estudiadas, aunque esto depende claramente
de la composición del mix de producción de electricidad existente en
España, pudiendo y debiendo evolucionar en función del proceso de
introducción progresiva de tecnologías de producción mas eficientes (ciclos
combinados de gas natural), o de la materias primas de producción de corte
mas claramente renovable (solar termoeléctrica, fotovoltaica, etc.)
La energía solar térmica presenta los mínimos de carga ambiental, seguida
por el gas natural. La electricidad fotovoltaica, sin embargo, queda
penalizada por el elevado consumo de agua en la producción de las células
de silicio.
La incidencia de los equipos energéticos en relación con su impacto
ambiental, recoge en el caso eléctrico las ventajas de la bomba de calor
que permite reducir los impactos de los otros sistemas; o en el caso del
gas, las ventajas de las calderas de condensación sobre la tecnología de las
calderas anteriores.
Solo por recoger algunos de los datos del estudio citaremos tres ejemplos,
donde se pueden ver los diferentes enfoques de las técnicas ACV:
• Para producir 1 kWh de electricidad el sistema eléctrico peninsular español
requiere un consumo promedio de 4,52 kg. de agua equivalente, mientras
que si la electricidad se produce con una instalación fotovoltaica doméstica
los requerimientos son de 9,35 kg. de agua equivalente, más del doble.
• Para producir 1 kWh de calor para cocción, una encimera eléctrica
vitrocerámica emite 1,07 kg de CO2 equivalente, mientras que una
encimera de gas emite tan solo 0,43 kg. de CO2 equivalente, menos de
la mitad.
• Una caldera de gas con radiadores emite un 57% menos de gases de efecto
invernadero que una instalación equivalente de radiadores eléctricos. Si la
instalación eléctrica es de bomba de calor y la instalación de gas es con una
caldera de condensación los impactos son prácticamente equivalentes.
Los resultados dada la complejidad de los cálculos y aproximaciones
necesarias deben interpretarse más de forma cualitativa y ordinal, que en
sus exactos valores matemáticos, pero permiten avanzar en la evaluación
de los diferentes sistemas y procedimientos, y su necesaria comparación.
Como conclusión de los escenarios estudiados, el más favorable, por
menores impactos sobre el medio ambiente, seria el representado por las
energías renovables, seguido de cerca, por la combinación energía solar
térmica y gas natural, quedando en última posición el hogar todo eléctrico
convencional.
Para desarrollar esta temática, poco agradecida, pero básica, para el
progresivo conocimiento de la realidad, hemos tenido la suerte de contar
con un relevante equipo de profesionales, como son: Julio Rodrigo, Noemí
Cañellas, Montse Meneses y Francesc Castells, que han desarrollado un
laborioso trabajo de investigación a lo largo de los últimos años, planteando
una aportación realmente novedosa y estimulante de nuevos desarrollos.
Esperamos que esta nueva publicación, aporte una perspectiva de nuevos
enfoques y nuevos elementos, al siempre complejo mundo de la mejora de
la eficiencia de los procesos energéticos en las viviendas y en la progresiva
reducción de los impactos en el medio ambiente.

Pedro-A. Fábregas

Director General
Fundación Gas Natural

www.fundaciongasnatural.org
Índice

Capítulo 1. Introducción-contenido del libro ...................................................................................................1

Capítulo 2. El consumo de energía en España y en sus hogares .................................5


2.1. El consumo de energía y el medio ambiente ..........................................................................................................5
2.2. El consumo de energía en España ........................................................................................................................................7
2.3. La demanda de energía en los hogares españoles .............................................................................................9
2.4. Legislación energética en el sector doméstico .................................................................................................. 18

Capítulo 3. El análisis del ciclo de vida................................................................................................................... 19


3.1. Definición del objetivo y el alcance ............................................................................................................................... 22
3.2. Análisis del inventario del ciclo de vida (ICV)................................................................................................ 22
3.3. Evaluación del impacto del ciclo de vida (EICV) ........................................................................................ 24
3.4. Interpretación del ciclo de vida ........................................................................................................................................... 29

Capítulo 4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos ......................... 31


4.1. La electricidad ........................................................................................................................................................................................... 32
4.1.1. El ciclo de vida de la electricidad.................................................................................................................... 32
4.1.2. Evaluación ambiental de la electricidad ................................................................................................. 35
4.2. El gasóleo......................................................................................................................................................................................................... 37
4.2.1. El ciclo de vida del gasóleo..................................................................................................................................... 37
4.2.2. Evaluación ambiental del gasóleo .................................................................................................................. 40
4.3. El gas natural ............................................................................................................................................................................................... 42
4.3.1. El ciclo de vida del gas natural........................................................................................................................... 42
4.3.2. Evaluación ambiental del gas natural ........................................................................................................ 44
4.4. La energía solar ........................................................................................................................................................................................ 46
4.4.1.-La energía solar térmica.............................................................................................................................................. 49
4.4.1.1. El ciclo de vida de la energía solar térmica .................................................................. 49
4.4.1.2. Evaluación ambiental de la energía solar térmica ............................................... 51
4.4.2. La energía solar fotovoltaica ................................................................................................................................ 52
4.4.2.1. El ciclo de vida de la energía solar fotovoltaica..................................................... 53
4.4.2.2. Evaluación ambiental de la energía solar fotovoltaica .................................. 54
4.5. La biomasa ..................................................................................................................................................................................................... 55
4.5.1. El ciclo de vida de la biomasa ............................................................................................................................. 56
4.5.2. Evaluación ambiental de la biomasa ........................................................................................................... 57
4.6. Comparativa de suministros energéticos ................................................................................................................ 59

Capítulo 5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones............................ 65


5.1. La calefacción ............................................................................................................................................................................................. 66
5.1.1. Evaluación ambiental de una bomba de calor eléctrica ..................................................... 67
5.1.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................... 67
5.1.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ............................................................................. 69
5.1.2. Evaluación ambiental de un radiador eléctrico ............................................................................ 74
5.1.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................... 74
5.1.2.2. Resultados de la evaluación ambiental ............................................................................. 75
5.1.3. Evaluación ambiental de una caldera de gas con radiadores
de agua .............................................................................................................................................................................................. 80
5.1.3.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................... 80
5.1.3.2. Resultados de la evaluación ambiental ............................................................................. 82
5.1.4. Evaluación ambiental de una caldera a gas mixta de condensación
con radiadores de agua................................................................................................................................................. 87
5.1.4.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................... 87
5.1.4.2. Resultados de la evaluación ambiental ............................................................................. 88
5.1.5. Comparativa ambiental entre los sistemas de calefacción .............................................. 94
5.2. La cocción....................................................................................................................................................................................................... 99
5.2.1. Evaluación ambiental de una encimera eléctrica vitrocerámica .............................. 99
5.2.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................100
5.2.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................101
5.2.2. Evaluación ambiental de una encimera de gas ............................................................................116
5.2.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................106
5.2.2.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................107
5.2.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de cocción .....................................................113
5.3. El agua caliente sanitaria ...........................................................................................................................................................118
5.3.1. Evaluación ambiental de un acumulador eléctrico ...............................................................118
5.3.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................119
5.3.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................120
5.3.2. Evaluación ambiental de una caldera mixta de gas ...............................................................125
5.3.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................125
5.3.2.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................126
5.3.3. Evaluación ambiental de un calentador instantáneo de gas.......................................131
5.3.3.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................131
5.3.3.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................132
5.3.4. Comparativa ambiental entre los sistemas de producción de ACS.................137
5.4. La refrigeración..................................................................................................................................................................................... 142
5.4.1. Evaluación ambiental de un aire acondicionado eléctrico ..........................................142
5.4.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................142
5.4.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................144
5.5. El lavado de ropa ................................................................................................................................................................................ 150
5.5.1. Evaluación ambiental de una lavadora eléctrica .......................................................................150
5.5.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................150
5.5.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................152
5.5.2. Evaluación ambiental de una lavadora con precalentamiento
de agua por gas ....................................................................................................................................................................158
5.5.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................158
5.5.2.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................159
5.5.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de lavado de ropa ................................164
5.6. El secado de ropa ................................................................................................................................................................................169
5.6.1. Evaluación ambiental de una secadora eléctrica.......................................................................169
5.6.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................169
5.6.1.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................171
5.6.2. Evaluación ambiental de una secadora de gas .............................................................................177
5.6.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental ......................................177
5.6.2.2. Resultados de la evaluación ambiental ..........................................................................178
5.6.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de secado de ropa ................................183

Capítulo 6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos...........................189


6.1. Escenario 1: Hogar 100% eléctrico............................................................................................................................. 190
6.2. Escenario 2: Hogar eléctrico y 70% solar térmica ..................................................................................196
6.3. Escenario 3: Hogar 100% renovable......................................................................................................................... 202
6.4. Escenario 4: Hogar máximo gas natural ............................................................................................................... 208
6.5. Escenario 5: Hogar máximo gas natural y 70% solar térmica..................................................214
6.6. Comparativa ambiental de escenarios energéticos domésticos ...............................................220

Capítulo 7. Resumen de conclusiones..................................................................................................................225

Bibliografía............................................................................................................................................................................................................227
Capítulo 1
Introducción-contenido del libro
En este libro se ha llevado a cabo una Evaluación Ambiental del Consumo Energético
en el Sector Doméstico Español con el propósito de aportar información ambiental
cuantitativa lo más objetiva posible. Esta información pretende ser de utilidad para los
consumidores y agentes del sector en procesos de toma de decisiones ante la adquisición,
rehabilitación y construcción de viviendas en lo relativo a suministros, equipos e
instalaciones energéticas domésticas.
En este estudio se constata que toda tecnología de producción de energía y todo equipo
o instalación doméstica, en mayor o menor medida, consume recursos, genera residuos
y emite contaminantes en alguna, en varias o en todas las fases de su ciclo de vida o
cadena energética, causando, en mayor o menor medida, impactos ambientales locales
y globales.
La metodología de evaluación ambiental del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) ha
sido utilizada y ha permitido determinar cuantitativamente los impactos ambientales
potenciales de distintos suministros, equipos e instalaciones y escenarios energéticos
domésticos.
La correcta elección de equipos e instalaciones energéticas domésticas así como la de
suministros energéticos domésticos son decisiones de suma importancia ambiental,
siendo estas las motivaciones y temáticas abordadas en este estudio.
El contenido de este libro, además de este Capitulo 1 inicial e introductorio, es el
siguiente:
En el Capítulo 2 se aborda la relación entre energía y medio ambiente, el consumo
de energía en España, la demanda de energía en los hogares españoles y la legislación
energética en el sector doméstico. En cuanto a la demanda energética de los hogares, en
este trabajo se ha adoptado como valor de referencia 9.300 kWh/año, correspondiendo
esta demanda a los valores típicos de un piso de 90 m 2 ubicado en Zaragoza y totalmente
equipado. Esta cifra se emplea en los distintos cálculos comparativos y evaluaciones
ambientales realizadas.
En el Capítulo 3 se presenta la metodología de evaluación ambiental del Análisis de Ciclo
de Vida (ACV, o en inglés Life Cycle Assessment, LCA), la cual permite determinar
cuantitativamente y de maner objetiva los impactos ambientales potenciales de un
producto o proceso a lo largo de todo su ciclo de vida, es decir, desde su “cuna a la
tumba”. Dicha metodología ha sido utilizada en los capítulos 4, 5 y 6 de este libro.

–1–
Los cálculos de este libro han sido todos ellos realizados con la herramienta
LCAmanager® de SIMPPLE y utilizando los inventarios de ciclo de vida (ICV) de
la base de datos ECOINVENT 2000 (versión 1.3 del año 2006) del Swiss Centre for
Life Cycle Inventories.
Las demandas energéticas domésticas pueden cubrirse recurriéndo, obviamente, a
distintos suministros energéticos y en el Capítulo 4 se describen, evalúan y comparan
ambientalmente seis suministros energéticos domésticos en España, concretamente,
los siguientes:
i) La electricidad de la red española;
ii) La producción de calor a partir de gasóleo C;
iii)La producción de calor a partir de gas natural;
iv) La energía solar térmica de baja temperatura;
v) La electricidad de origen fotovoltaico; y
vi) La producción de calor a partir de biomasa.
Los suministros energéticos aquí evaluados son una adaptación a la situación
actual española de los procesos homólogos europeos contenidos en la base de
datos ECOINVENT 2000 (versión 1.3 de 2006) del Swiss Centre for Life Cycle
Inventories.
Además de suministros, para cubrir las demandas energéticas domésticas se requiere
del funcionamiento de equipos e instalaciones y en el Capítulo 5 se evalúan y comparan
ambientalmente catorce equipos o instalaciones representativas del mercado español
actual que cubren alguna de las principales demandas energéticas domésticas.
Los equipos e instalaciones considerados son los siguientes:
En calefacción:
i) Bomba de calor eléctrica
ii) Radiador eléctrico
iii) Caldera a gas con radiadores de agua
iv) Caldera a gas mixta de condensación con radiadores de agua.
En cocción:
v) Encimera eléctrica vitrocerámica
vi) Encimera a gas
En producción de ACS:
vii) Acumulador eléctrico
viii) Caldera mixta a gas
ix) Calentador instantáneo a gas

–2–
1. Introducción-contenido del libro

En refrigeración:
x) Aire acondicionado eléctrico
En lavado de ropa:
xi Lavadora eléctrica
xii) Lavadora eléctrica con precalentamiento de agua a gas
En secado de ropa:
xiii) Secadora eléctrica
xiv) Secadora a gas

En el Capítulo 6 se combinan los suministros e instalaciones anteriores para configurar


escenarios domésticos. En definitiva, se “diseñan” viviendas con suministros e instalaciones
concretas y se comparan ambientalmente. Concretamente, se estudian los siguientes
escenarios:
i) Hogar 100% eléctrico;
ii) Hogar eléctrico y 70% solar térmica;
iii) Hogar 100% renovable;
iv) Hogar máximo gas natural; y
v) Hogar máximo gas natural y 70% solar térmica.
En el Capítulo 7 se resumen las conclusiones finales del libro y las relativas a suministros,
equipos o instalaciones y escenarios energéticos domésticos.

–3–
–4–
Capítulo 2
El consumo de energía en España y
en sus hogares
2.1. El consumo de energía y el medio ambiente
Una de las características que definen a la sociedad moderna actual es su elevada demanda
energética, satisfecha principalmente a través del aprovechamiento de combustibles
fósiles. Usar el coche, encender la luz, la calefacción o disponer de toda una serie de
servicios deriva en la necesidad de aprovechar los recursos disponibles.
Aunque la sociedad actual no pueda concebirse ahora mismo sin el consumo de grandes
flujos energéticos, no existe tampoco una relación lineal entre el consumo de energía y
aspectos tales como el bienestar económico, el grado de desarrollo social o la calidad
de vida.
Teniendo en cuenta tanto la escasez de recursos, la coyuntura geopolítica del crudo así
como los efectos ambientales derivados de su aprovechamiento masivo, se hace cada
vez más evidente la necesidad de reducir su consumo sin que ello afecte a la calidad de
vida de las personas.

–5–
En este sentido, es de destacar los logros alcanzados durante las últimas décadas, el
desplazamiento de combustibles fósiles de gran impacto a favor del gas natural, el
progresivo incremento, conocimiento y participación de las energías renovables y los logros
alcanzados en el ámbito de la eficiencia energética. Todo ello ha permitido amortiguar en
parte el impacto asociado al incremento en la demanda de bienes y servicios.
No obstante, resulta evidente que los logros alcanzados no son suficientes. La relación
entre el aprovechamiento masivo de combustibles de origen fósil y el efecto invernadero
es cada vez más evidente. Sin embargo, a nivel ambiental existen otros efectos adversos
que no se deben ni pueden obviar. La extracción, transporte, conversión y finalmente el
aprovechamiento de los combustibles, así como la generación y transporte de electricidad
tienen asociados impactos a nivel local y regional como la destrucción de ecosistemas,
la contaminación del agua, la emisión de gases nocivos para la salud o la formación del
smog fotoquímico.
En este contexto se desarrolla la política energética europea actual. Esta política está
marcada por la necesidad de garantizar el suministro energético a los usuarios, no
emplazando medidas que afecten a la competitividad de la economía, sujeta a un
escenario cada vez más global y, finalmente, integrando en si misma los cada vez más
críticos objetivos ambientales.
Así pues, el aprovechamiento energético futuro no debe concebirse únicamente teniendo
en cuenta la disponibilidad de recursos o el coste de cada una de las tecnologías, si
no que deberá asegurar que su aprovechamiento no exceda los límites compatibles
con el desarrollo de la civilización a largo plazo, promoviendo principalmente el no
consumo. Para ello es preciso conocer los efectos ambientales asociados a cada una de
las tecnologías desde un punto de vista global.

–6–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

2.2. El consumo de energía en España


Las energías finales son aquellas que, como su nombre indica, son aptas para el usuario
final de la cadena energética. El consumo de energía final en España en 2006 fue de
aproximadamente 106 Millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep).
Por tipos de energía, la distribución del consumo de energía final fue la siguiente:
- Los derivados del petróleo representaron en 2006 un 57,7% del consumo de energía
final. Dicho consumo procede básicamente de la demanda de gasóleos y gasolinas
para el sector de la automoción, querosenos para el sector aeronáutico y gasóleo y
GLP para los sectores doméstico y terciario.
- El consumo de electricidad representó en 2006 un 20,3% del consumo de energía
final en España y es actualmente el tipo de energía de mayor crecimiento en España
debido al incremento de la demanda en el sector doméstico y servicios.
- El consumo de gas para usos finales en 2006 representó un 16,0% de la energía final.
La mayor parte de este gas se destina a generar calor, tanto en procesos industriales
como en los sectores doméstico y terciario.
- Las energías renovables presentaron una participación del 3,9% en el consumo de
energía final. Dicha participación se fundamenta principalmente en el aprovechamiento
de biomasa tanto en procesos con demanda de calor en el sector industrial forestal
como leña en el sector doméstico.
- El carbón presenta una contribución menor en el consumo energético final con una
participación del 2,1%.

–7–
Si bien en determinados casos las energías tal y como se extraen pueden ser usadas
directamente como energía final, en la mayor parte de las ocasiones éstas necesitan
de una serie de transformaciones, con unas pérdidas y unos impactos ambientales
asociados. Este es el caso por ejemplo de la energía eléctrica, las gasolinas, gasóleos o
GLP.
Las energías primarias son los recursos o fuentes naturales susceptibles de
aprovechamiento energético. Hay energías primarias no renovables, como el carbón,
petróleo, gas natural o la energía nuclear y existen también las energías renovables,
que englobarían la energía hidráulica, solar, eólica o la biomasa. Esta diferencia entre
energía primaria y energía final es especialmente importante cuando se realiza un
análisis comparativo del impacto ambiental de cada una de las tecnologías.
El consumo de energía primaria en España durante el año 2006 fue de 145 Mtep. Este
consumo se sustenta en un 93% en fuentes de energía no renovables fósiles y minerales,
principalmente, petróleo (48,8%), gas natural (20,9%) y carbón (12,7%).
Durante el año 2006 el consumo de energía primaria procedente de fuentes renovables
tan sólo representó un 6,8% del total, procediendo esta energía básicamente de tres
fuentes: biomasa (2,9%), hidráulica (1,6%) y eólica (1,3%). En la Figura 2.1 se muestra
desglosada la distribución porcentual del consumo de energía primaria.

Figura 2.1. Origen del consumo de energía primaria en España en 2006

7%

13% Petróleo 49
Gas natural 21
11% Carbón 13
49% Uranio 11
Renovables 7
21%

Fuente: IDAE.

–8–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

Gracias al apoyo recibido por parte de la administración, a los avances tecnológicos y a


la reducción de costes de algunas tecnologías debido a la consecución de una economía
de escala, en los últimos años las energías renovables, en mayor o menor medida, han
presentado un crecimiento que les ha permitido incrementar su participación en el mix
nacional de energía primaria.
Sin embargo y pese al incremento de participación de las energías renovables, la
mayor parte de la energía primaria consumida en nuestro país sigue procediendo del
exterior y más concretamente, de combustibles fósiles. En el año 2006 el grado de
autoabastecimiento energético era del 22,1% consistente principalmente en el consumo
de carbón autóctono y las energías renovables, principalmente energía hidráulica. El
autoabastecimiento de crudo y gas sigue teniendo una participación residual, siendo
prácticamente todo lo consumido de importación, lo que afecta de manera crítica a la
dependencia energética final.

2.3. La demanda de energía en los hogares españoles


En el año 2004 el sector residencial representó el 17% de la energía final consumida
en España, por detrás de los sectores transporte (39%) e industrial (31%). En la
Figura 2.2 se muestra la distribución del consumo final de energía por sectores.

Figura 2.2. Consumo de energía final por sectores en España en 2004

10% 3%

Transporte 39
Industria 31
17% Hogar 17
Servicios 10
39%
Agricultura y otros 3

31%

Fuente: IDAE.

–9–
La demanda energética doméstica viene experimentando un crecimiento constante
durante los últimos años, entorno a un 4,5% anual desde el año 2000, debido tanto a
variables demográficas como consecuencia del fuerte incremento de la población por
las tasas de inmigración o a variaciones en el tamaño medio de la familia como por el
incremento de la calidad de vida.
En este contexto, el incremento en la calidad de vida implica dos factores importantes,
el multiequipamiento (p.ej. televisión, equipos audiovisuales, etc.) y por otro lado, un
incremento en la presencia de equipos que hasta ahora no eran habituales como el aire
acondicionado - la participación de este equipo se ha incrementado en una tasa anual
del 28% -, los ordenadores, el lavavajillas y el microondas.
Así pues, en aras de reducir la demanda energética total es importante tener en cuenta
las necesidades de todos los equipamientos de la vivienda. A continuación se describe
brevemente la distribución del consumo energético doméstico por segmentos de
consumo.

Calefacción
La demanda en calefacción representa en la mayor parte del territorio peninsular el
principal foco de consumo. No obstante, tipificar esta demanda suele ser complicado
debido a la gran cantidad de variables que influyen: el tipo de edificación, la envolvente
del edificio, la situación geográfica, la orientación, las condiciones de operación y
los equipamientos, etc. En muchas ocasiones es complejo distinguir entre un menor
consumo y un mejor aprovechamiento energético.
Sin embargo, la situación geográfica suele ser el factor más influyente a la hora de valorar
esta demanda. En la Tabla 2.1 se muestran los valores adoptados como referencia para
la demanda de calefacción en las distintas provincias españolas.

–10–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

Tabla 2.1. Valores de referencia para calefacción y refrigeración y demanda de ACS antes de
considerar la contribución sola mínima de CTE-HE 4 en bloques de viviendas

Localidad Zona Demanda calefacción Demanda refrigeración Demanda ACS


Climática kWh/m2 kWh/m2 kWh/m2

Albacete D3 49.1 9.7 13.1


Alicante A3 13.2 16.7 12.3
Almeria A4 10.8 19.1 12.1
Avila E1 69.5 0.0 13.7
Badajoz C4 27.4 17.1 12.6
Barcelona C2 28.3 8.0 12.8
Bilbao C1 40.0 0.0 13.0
Burgos E1 77.1 0.0 13.8
Cáceres C4 32.1 19.0 12.7
Cádiz A3 9.0 14.6 12.3
Castellón B3 21.4 13.1 12.5
Ceuta B3 18.3 5.7 12.6
Ciudad Real D3 45.0 13.2 13.0
Córdoba B4 23.5 22.4 12.4
Cuenca D2 60.9 5.6 13.3
Gerona D2 42.4 6.4 13.0
Granada C3 37.4 12.5 12.9
Guadalajara D3 50.4 7.8 13.1
Huelva A4 12.6 18.3 12.3
Huesca D2 50.6 7.9 13.1
Jaén C4 26.2 22.3 12.3
La Coruña C1 30.0 0.0 13.0
Las Palmas de Gran Canaria A3 3.5 11.1 11.8
León E1 65.5 0.0 13.6
Lérida D3 42.0 12.4 13.0
Logroño D2 47.4 5.9 13.2
Lugo D1 60.2 0.0 13.5
Madrid D3 43.2 10.8 13.0
Málaga A3 13.4 16.1 12.3

–11–
Tabla 2.1. Valores de referencia para calefacción y refrigeración y demanda de ACS antes de
considerar la contribución sola mínima de CTE-HE 4 en bloques de viviendas (continuación)

Localidad Zona Demanda calefacción Demanda refrigeración Demanda ACS


Climática kWh/m2 kWh/m2 kWh/m2

Melilla A3 9.3 14.2 12.2


Murcia B3 19.8 12.5 12.5
Orense D2 43.2 5.7 13.0
Oviedo D1 48.3 0.0 13.3
Palencia D1 61.2 0.0 13.5
Palma de Mallorca B3 14.4 15.9 12.4
Pamplona D1 57.5 0.0 13.3
Pontevedra C1 26.5 0.0 12.9
Salamanca D2 62.3 2.7 13.5
San Sebastián D1 46.9 0.0 13.2
Santander C1 33.0 0.0 13.0
Santa Cruz de Tenerife A3 3.5 15.6 11.8
Segovia D2 65.7 4.2 13.5
Sevilla B4 16.6 23.4 12.3
Soria E1 72.1 0.0 13.7
Tarragona B3 21.8 16.4 12.4
Teruel D2 64.5 2.8 13.5
Toledo C4 39.0 18.9 12.8
Valencia B3 21.3 12.6 12.5
Valladolid D2 60.6 4.5 13.3
Vitoria D1 65.4 0.0 13.5
Zamora D2 56.3 5.3 13.3
Zaragoza D3 40.6 11.4 12.9

Fuente: IDAE.

–12–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

En este trabajo se ha adoptado como valor de referencia de la demanda energética de


un hogar el valor de 9.300 kWh/año, correspondiendo esta demanda a la de un piso
de 90 m 2 ubicado en Zaragoza y totalmente equipado (véase Tabla 2.2). Esta cifra se
emplea en los distintos cálculos comparativos y evaluaciones ambientales realizadas.
En el caso particular de la calefacción, esta cifra es de 3.650 kWh/año.
En el tema referente a equipamientos, la mayoría de las viviendas españolas disponen
de calefacción por elementos independientes, es decir, sin conexión alguna entre ellos
(p.ej. estufas, radiadores eléctricos, convectores eléctricos, etc.). Aproximadamente, una
cuarta parte de las viviendas disponen de una instalación individual (p.ej. radiadores
de agua, suelo radiante, bomba de calor, etc.) y un 10% disponen de una instalación
centralizada que presta servicio a un conjunto de viviendas de un mismo bloque o de
una comunidad.
En calefacción, el nivel de aislamiento térmico de la edificación determina en gran
medida la cantidad de calor necesaria para mantener una vivienda a la temperatura de
confort (normalmente, entre 19 y 21 ºC y entre 15 y 17 ºC en los dormitorios durante
la noche). Por las cubiertas de los edificios se pierde la mayor parte del calor en invierno
y se gana en verano. El 30% de las necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas
de calor que tienen lugar en las ventanas (vidrio y marco).

Agua caliente sanitaria


El agua caliente sanitaria o ACS representa en total un 12,6% de la demanda energética
doméstica. Las variables principales que afectan al valor final de este segmento de
consumo suelen ser el número de residentes y los hábitos de uso. Para realizar este
estudio se ha considerado una demanda en ACS de 1.175 kWh/año, correspondiendo
este valor a la demanda de una residencia con tres personas.

Electrodomésticos
En el caso de los electrodomésticos, su propia denominación indica que la inmensa
mayoría funcionan con electricidad. En algunos casos pueden funcionar, totalmente o
parcialmente, con gas natural (p.ej. frigoríficos, lavadoras, secadoras, etc.).
Los electrodomésticos en su conjunto representan el 19,9% de la demanda energética
doméstica (1.850 kWh/año). Existen de todo tipo, tamaño y prestaciones, lo cual influye
notablemente en su consumo de energía. Al tratarse de equipamiento del hogar, la
adquisición de un aparato eficiente o ineficiente depende del usuario.

–13–
Actualmente, la identificación de un equipo eficiente es
relativamente sencilla gracias a la existencia de la etiqueta
energética. La etiqueta energética debe estar en cada
electrodoméstico puesto a la venta en España y también en
la Unión Europea.
Los aparatos que están obligados a poseer la etiqueta energética
son los siguientes: frigoríficos y congeladores, lavadoras,
lavavajillas, secadoras, lavadoras-secadoras, fuentes de luz
domésticas, hornos y equipos de aire acondicionado.
En la etiqueta energética existen siete clases de eficiencia,
identificadas por un código de colores y de letras que van desde
el color verde y la letra A para los equipos más eficientes, hasta
el color rojo y la letra G para los equipos menos eficientes.

Frigorífico
El frigorífico es el electrodoméstico que, con diferencia, más electricidad consume
en el hogar, el 7,5% de la demanda energética doméstica (700 kWh/año), debido a su
funcionamiento en continuo y a pesar de que su potencia no sea muy elevada, de unos
200 W. La práctica totalidad de los hogares españoles disponen de un frigorífico.
Lavadora
La práctica totalidad de los hogares españoles también disponen de lavadora y suele
utilizarse unas cuatro veces por semana. La mayor parte de la energía que consume este
electrodoméstico, hasta un 80%, se emplea para calentar el agua de lavado. La lavadora
representa el 2,7% de la demanda energética doméstica (250 kWh/año).

Secadora
La secadora es un electrodoméstico cada vez más habitual en los hogares españoles
debido a su comodidad ante urgencias o condiciones climatológicas adversas que no
permiten el secado de la ropa al sol. Este aparato se suele emplear una vez por semana
y representa el 2,2% de la demanda energética doméstica (200 kWh/año).

Televisor
Al igual que sucede con los frigoríficos, la potencia de un televisor es relativamente
baja, de unos 110 W, pero su utilización es elevada y ello hace que represente el 2,2%
de la demanda energética doméstica (200 kWh/año).

–14–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

Los hogares españoles disponen al menos de un televisor y la sociedad tiende a demandar


mayores tamaños de pantalla y mayores potencias. Igualmente, la mayoría de hogares
disponen de cadena musical y de reproductores de video y/o DVD.

Lavavajillas
El 25% de los hogares españoles disponen actualmente de lavavajillas y lo emplean entre
tres y siete veces por semana. Este electrodoméstico representa el 1,9% de la demanda
energética doméstica (175 kWh/año) y hasta el 90% de la energía consumida la emplea
para calentar el agua de lavado.

Pequeño electrodoméstico
Los pequeños electrodomésticos que se limitan a realizar alguna acción mecánica
(batir, trocear, picar, etc.), excepto la aspiradora, tienen por lo general potencias bajas:
1.300 W una aspiradora, 600 W una licuadora, 200 W una batidora, 50 W una máquina
de afeitar, 50 W un exprimidor, etc. Sin embargo, los electrodomésticos que producen
calor tienen potencias mayores y dan lugar a consumos más importantes: 1.200 W un
secador de pelo, 1.000 W una plancha, 700 W una tostadora, etc. Estos aparatos, en su
conjunto, representan el 1,3% de la demanda energética doméstica (125 kWh/año).

Microondas
La mitad de los hogares españoles disponen de un microondas. Su penetración en los
hogares ha sido muy importante en los últimos años. Este electrodoméstico representa
el 1,1% de la demanda energética doméstica (100 kWh/año).

–15–
Ordenador personal
El ordenador ha tenido en los últimos años un notable aumento en el sector doméstico.
Actualmente, la mitad de los hogares disponen de un ordenador personal. La pantalla
del ordenador es el elemento que más energía consume. Las pantallas planas (TFT)
consumen menos energía que las convencionales. El equipamiento informático representa
el 1,1% de la demanda energética doméstica (100 kWh/año).

Cocina y horno
La cocina y el horno pueden ser de gas o eléctricos. Las cocinas eléctricas pueden ser de
resistencias, vitrocerámicas o de inducción. La cocina y el horno representan el 10,8%
de la demanda energética doméstica (850 y 150 kWh/año, respectivamente).
Iluminación
Una de las necesidades energéticas más importantes de un hogar es la iluminación.
Existen distintos tipos de lámparas domésticas: incandescentes, halógenas, tubos
fluorescentes, de bajo consumo, etc. La iluminación representa en su conjunto el 6,5%
de la demanda energética doméstica (600 kWh/año).

Aire acondicionado
El aire acondicionado es uno de los equipamientos que más ha crecido en el sector
doméstico. Este más que notable crecimiento ha supuesto la aparición de nuevas e
importantes puntas de demanda energética en los días más calurosos del periodo estival
y análogas en importancia y magnitud a las ya conocidas puntas hibernales.

–16–
2. El consumo de energía en España y en sus hogares

En este sentido, según el “Avance del Informe 2006 del Sistema Eléctrico Español” de
Red Eléctrica de España, los valores máximos de demanda de potencia media horaria
y de energía diaria se alcanzaron el 30 de enero de las 19 a las 20 h con 42.153 MW y el
20 de diciembre con 854 GWh respectivamente, convirtiéndose este último en un nuevo
máximo histórico. Asimismo, también se han producido nuevos máximos históricos
en el periodo de verano. El 11 de julio se registró el récord de potencia media horaria
de las 13 a las 14 h con 40.275 MW y el 18 de julio se produjo el máximo histórico de
energía diaria con 813 GWh.
Los equipos capaces de suministrar calor y frío se denominan reversibles. Los sistemas
partidos, compuestos por una unidad exterior (condensador) y por una o varias interiores
(evaporadores) son los más habituales. El aire acondicionado supone actualmente el
11,0% de la demanda energética doméstica total (1.025 kWh/año).
La Tabla 2.2 y la Figura 2.3 muestran una estimación de la distribución por usos
de la demanda energética del hogar de referencia utilizada en los distintos cálculos
comparativos y evaluaciones ambientales realizadas, correspondiendo esta demanda a
la de un piso de 90 m 2 ubicado en Zaragoza y totalmente equipado.

Tabla 2.2. Distribución por usos de la demanda energética de un hogar español (demandas
de referencia para un piso de 90 m2 ubicado en Zaragoza y totalmente equipado)

Demanda en un hogar kWh/año % respecto al total

Calefacción 3.650 39,2


Agua caliente sanitaria 1.175 12,6
Electrodomésticos 1.850 19,9
Frigorífico 700 7,5
Lavadora 250 2,7
Secadora 200 2,2
Televisor 200 2,2
Lavavajillas 175 1,9
Pequeño electrodoméstico 125 1,3
Microondas 100 1,1
Ordenador 100 1,1
Cocina y horno 1.000 10,8
Iluminación 600 6,5
Aire acondicionado 1.025 11,0
Total demanda hogar 9.300 kWh/año 100%

–17–
Figura 2.3. Distribución por usos de la demanda energética en el hogar de referencia

11%

6%
Calefacción 39
ACS 13
11% 39% Electrodomésticos 20
Cocina y horno 11
Iluminación 6
20% Aire acondicionado 11

13%

2.4. Legislación energética en el sector doméstico


En el marco de la Directiva 2002/91/CE, aprobada el 16 de diciembre de 2002, de
Eficiencia Energética en Edificios, se han aprobado recientemente en España tres
disposiciones legales que establecen mayores exigencias energéticas y que afectan a la
calidad constructiva de los edificios y a las instalaciones consumidoras de energía:
El Código Técnico de la Edificación, que establece mayores exigencias en materia
de aislamiento, iluminación, instalaciones de energía solar térmica y fotovoltaica con
el objetivo de reducir el consumo de energía de los edificios y para que una parte de
este consumo proceda de fuentes renovables.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE) y sus Instrucciones Técnicas
Complementarias, que establece las exigencias de eficiencia energética de las
instalaciones de calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria.
La Certificación de Eficiencia Energética de Edificios, por la cual a cada edificio se
le asigna una calificación energética en función de la calidad de sus instalaciones de
suministro de energía, y de sus características constructivas, que afectan a la demanda
energética (aislamiento, cerramientos, etc.).

–18–
Capítulo 3
El análisis del ciclo de vida
Cualquier producto, en mayor o menor medida, causa impactos en el medio ambiente
a lo largo de todas las fases de su ciclo de vida (véase Figura 3.1) desde la extracción
y adquisición de las materias primas necesarias para su fabricación, pasando por
su producción, distribución y uso, hasta su disposición o valorización final como
residuo.
El concepto de ciclo de vida hace referencia al proceso de consideración de todos los
recursos empleados y de todas las implicaciones ambientales asociadas a la vida de
un producto o servicio. Esta perspectiva sugiere considerar en cualquier evaluación
ambiental todas las fases de la vida del producto o servicio en cuestión.

Figura 3.1. Ciclo de vida del producto

Materias primas

Producción

Distribución

Uso

Reciclaje

Gestión / Valorización de residuos

–19 –
El Análisis del Ciclo de Vida (ACV, o en inglés Life Cycle Assessment, LCA) es una
metodología cuantitativa que permite compilar y evaluar las entradas y salidas de materia
y energía y los impactos potenciales de un producto, servicio, proceso o actividad a lo
largo de todo su ciclo de vida, es decir, de “la cuna a la tumba”.
En un ACV completo se atribuyen al “producto” todos los efectos ambientales derivados
del consumo de materias primas y energía necesarias para su producción, las emisiones
y residuos generados durante el desempeño de la actividad productiva, así como los
efectos ambientales de su transporte, uso y gestión final como residuo.
Las decisiones en un ACV se basan en las ciencias naturales y se prioriza el enfoque
científico durante la toma de decisiones, intentándose evitar los juicios de valor y
la subjetividad. Actualmente, el ACV se aplica con relativa frecuencia en procesos
de desarrollo y mejora de productos, planificación estratégica, identificación y
establecimiento de prioridades, desarrollo de políticas públicas, marketing, etc. Esta
metodología también tiene un gran potencial en los sistemas de gestión ambiental de
organizaciones, la evaluación del desempeño ambiental de actividades, el eco-etiquetado,
las declaraciones ambientales de producto, comunicación ambiental, etc.
Además, el ACV permite poner de manifiesto cualquier traslado de contaminación
desde una fase del ciclo de vida a otra, desde un medio a otro o desde un impacto a
otro. Por ejemplo, permite cuantificar la mejora o empeoramiento que supondría un
cambio de diseño de una caldera para calefacción durante su fase de uso.
Los principios y marco de referencia del ACV están descritos en la norma UNE-EN
ISO 14040:2006 y sus requisitos y directrices en la UNE-EN ISO 14044:2006. Estas
normas anulan y reemplazan las UNE-EN ISO 14041:1998, UNE-EN ISO 14042: 2000
y UNE-EN ISO 14043: 2000, las cuales han sido revisadas técnicamente.
Un estudio de ACV se compone de cuatro etapas (véase Figura 3.2) interrelacionadas: i)
definición del objetivo y el alcance, ii) análisis del inventario del ciclo de vida (ICV), iii)
evaluación del impacto del ciclo de vida (EICV) y iv) interpretación del ciclo de vida.
El ACV es una técnica iterativa en la que sus fases utilizan los resultados de las otras,
contribuyendo a la integridad y coherencia del estudio y de sus resultados. Ésta es una
técnica compleja y por ello, la transparencia en su utilización es muy importante a fin
de asegurar una adecuada interpretación de los resultados obtenidos. También debe
mencionarse que es una de las técnicas existentes en el ámbito de la gestión y evaluación
ambiental (estudios de impacto ambiental, evaluación de riesgos, etc.) y podría no ser
la más apropiada en todas las situaciones.

–20–
3. El análisis del ciclo de vida

Figura 3.2. Etapas de un ACV

Marco de referencia de un ACV

Definición del
objetivo y el
alcance

Análisis del
inventario Interpretación

Evaluación del
impacto

El ACV trata impactos ambientales potenciales y por lo tanto, no predice impactos


ambientales reales o absolutos. Además, normalmente, no considera la evaluación
económica o social, aunque la metodología se puede aplicar a estos aspectos. A
continuación, se describen brevemente las cuatro etapas que componen un ACV según
la norma UNE-EN ISO 14040:2006.

–21–
3.1. Definición del objetivo y el alcance
La definición del objetivo debe describir el propósito del estudio y el proceso de decisión
para el cual proporcionará un soporte en la toma de decisiones ambientales. El objetivo
de un ACV debe determinar la aplicación prevista, las razones para realizar el estudio,
el público previsto, es decir, las personas a quiénes se prevé comunicar los resultados
del estudio y si se prevé utilizar los resultados en aseveraciones comparativas que
se divulgarán al público. Los ACV que se utilizarán en aseveraciones comparativas
divulgadas al público tienen requisitos específicos para mantener el máximo rigor
posible.
El alcance de un ACV - incluyendo los límites del sistema, el nivel de detalle, la calidad
de los datos, las suposiciones realizadas, las limitaciones del estudio, etc. - depende
del tema y del uso previsto del estudio. La profundidad y amplitud de un ACV puede
diferir considerablemente dependiendo del objetivo particular perseguido.
Un ACV tiene un enfoque relativo y estructurado alrededor de una unidad funcional.
La unidad funcional debe definir lo que se está evaluando (p.ej. la producción de 1
kWh de electricidad a partir de una instalación solar fotovoltaica doméstica en España
en el año 2006). Todos los análisis subsecuentes son por tanto, relativos a tal unidad
funcional, ya que todas las entradas y salidas se relacionan con la unidad funcional.
Cuando se pretende hacer algún tipo de comparación - sólo se pueden comparar productos
o servicios que cumplen una misma función - es necesario elegir una unidad funcional
referida a la función que desarrollan los productos o servicios en cuestión.

3.2. Análisis del inventario del ciclo de vida (ICV)


Esta fase supone la recopilación de los datos y los procedimientos de cálculo para
cuantificar las entradas y salidas pertinentes del sistema objeto de estudio. Los datos a
incluir en el inventario deben recopilarse para cada proceso unitario considerado dentro
de los límites del sistema objeto de estudio.
En un ICV se debería llegar en los límites del sistema a flujos elementales, es decir, a
flujos materiales y energéticos que provengan del medio sin una transformación previa
por el ser humano (p.ej. consumo de petróleo, carbón, etc.) o que vayan directamente
a la naturaleza (p.ej. emisiones atmosféricas de CO2, SO2, etc.) sin una transformación
posterior. Los flujos elementales incluyen la utilización de recursos, las emisiones al
aire y los vertidos al agua y al suelo asociados con el sistema.

–22–
3. El análisis del ciclo de vida

Los datos recopilados, ya sean medidos, calculados o estimados, se utilizan para


cuantificar todas las entradas y salidas de materia y energía de los distintos procesos
unitarios y de la unidad funcional. En definitiva, no deja de ser un tipo de “contabilidad
ambiental” en la que se cargan a los distintos procesos unitarios y a la unidad funcional
todas sus implicaciones ambientales o cargas ambientales debidamente cuantificadas.
La realidad constata que escasos procesos industriales producen una única salida, de
hecho y normalmente, los procesos industriales producen más de un producto y/o se
reciclan los productos intermedios o sus residuos. En tal caso, se requiere la aplicación
de criterios de asignación de la carga ambiental a los distintos productos.

–23–
3.3. Evaluación del impacto del ciclo de vida (EICV)
Esta fase tiene como propósito evaluar la importancia de los impactos ambientales
potenciales utilizando los resultados del inventario. Este proceso implica la asociación
de los datos del inventario con categorías de impactos (p.ej. cambio climático) y con
indicadores de categoría de impacto (p.ej. cambio climático en 100 años según modelo
CML 2001). Esta fase proporciona información para la fase de interpretación.
La evaluación debe obligatoriamente incluir los siguientes elementos:
- Selección de categorías de impacto, indicadores y modelos de caracterización.
- Clasificación: asignación de los resultados del inventario a las categorías.
- Caracterización: cálculo de los resultados del indicador que implica la conversión
de los resultados del inventario a unidades equivalentes y la suma de los resultados
convertidos dentro de la misma categoría (p.ej. el cambio climático se expresa en
unidades equivalentes de CO2). Esta conversión utiliza factores de caracterización
(p.ej. en cambio climático, la emisión de 1 kg de metano es equivalente a una de 23
kg de CO2). La salida del cálculo es el resultado numérico del indicador.

–24–
3. El análisis del ciclo de vida

Además de estos tres elementos obligatorios de la evaluación, según UNE-EN ISO


14040:2006, los resultados numéricos de los indicadores opcionalmente también pueden
normalizarse, agruparse y ponderarse, así como analizarse la calidad de los datos
obtenidos (p.ej. mediante análisis de la gravedad, incertidumbre y sensibilidad).
En ACV se suele trabajar con una selección de indicadores - normalmente, inferior a
10 - que deben cubrir justificadamente y adecuadamente las repercusiones ambientales
relacionadas con el producto o servicio bajo estudio y deben ser coherentes con el
objetivo y el alcance del estudio. Actualmente no hay suficiente base científica para
poder reducir los resultados de ACV a un único número o a una puntuación o indicador
global, ya que tal ponderación requiere de juicios de valor.

La siguiente tabla (véase Tabla 3.1) recoge los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial considerados en este trabajo. Ocho de ellos utilizan los factores de
caracterización propuestos por CML 2001 y uno de ellos - consumo de agua dulce
- es de elaboración propia. Esta selección de indicadores cubre un amplio y completo
espectro de repercusiones ambientales y es adecuada al objetivo y alcance establecidos
en el presente trabajo.

–25–
Tabla 3.1. Indicadores de categorías de impacto seleccionados para este trabajo

Categoría Indicador Unidades

La acidificación es el impacto causado por las emisiones


atmosféricas de sustancias ácidas (p.ej. SO 2 , NO x y
NHx), generalmente procedentes de la agricultura y de
procesos de combustión, que en contacto con la humedad
Acidificación

del aire se convierten en ácidos que se depositan sobre el


suelo y las aguas. Estas deposiciones ácidas, dependiendo Media europea
CML 2001 kg SO2 eq.
de la composición y sensibilidad del medio receptor,
pueden incrementar su acidez y afectar negativamente Huijbregts, 1999
a su flora y fauna, provocar deforestaciones, deteriorar
premat uramente los mater ia les de constr ucción
empleados en ed i f icios y monu mentos , etc. La
acidificación es un impacto que afecta a la salud humana,
a los recursos naturales y al entorno natural y humano.

El cambio climático es el impacto de las emisiones


atmosféricas antropogénicas en el equilibrio natural
existente entre la cantidad de radiación solar incidente en
la Tierra y la cantidad de radiación reflejada por la Tierra
Cambio climático

al calentarse. Los gases de efecto invernadero presentes


en la atmósfera (p.ej. CO2 , metano, etc.) hacen que parte
de la radiación reflejada rebote de nuevo hacia la Tierra, 100 años
provocando un aumento artificial de la temperatura del CML 2001 kg CO2 eq.
planeta - este fenómeno se denomina efecto invernadero -. Houghton et al.,
La actividad humana ha provocado un incremento notable 1994 & 1996
de las emisiones atmosféricas de estos gases, conllevando
un sobrecalentamiento del planeta y provocando
fenómenos tales como la desertización, el deshielo de
los polos, inundaciones, etc. El cambio climático afecta
a la salud humana y al entorno natural y humano.

La eutrofización es el enriquecimiento excesivo en


macronutrientes del medio y especialmente de las aguas
por nitrógeno y fósforo. Este sobre-enriquecimiento del
medio puede suponer un crecimiento desmesurado de
biomasa (plantas, algas, etc.) y en el caso de las aguas, el
crecimiento y la descomposición de dicha biomasa puede
Eutrofización

suponer una drástica reducción de los niveles de oxígeno Genérica


disponibles. Esta disminución de oxígeno puede suponer CML 2001 kg PO4 -3 eq.
que el medio alcance unas condiciones anaeróbicas que Heijungs et al.,
provocarían la proliferación de bacterias anaeróbicas, 1992
las cuales liberarían metano, sulfhídrico, amoníaco, etc.,
y en último término provocarían la putrefacción de las
aguas y la desaparición de cualquier especie que requiriese
oxígeno. La eutrofización aumenta en verano y afecta a
los recursos naturales y al entorno natural y humano.

–26–
3. El análisis del ciclo de vida

Tabla 3.1. Indicadores de categorías de impacto seleccionados para este trabajo (continuación)

Categoría Indicador Unidades

La toxicidad humana es el impacto causado sobre la


salud humana como consecuencia de la emisión de
sustancias tóxicas al aire, a las aguas y/o al suelo (p.ej.
Toxicidad humana

cadmio, plomo, mercurio, benceno, dioxinas, etc.).


En este impacto, el receptor concreto y el transporte Infinito
entre medios o compartimentos ambientales - aire, CML 2001 kg Pb eq.
agua y suelo - adquiere una especial relevancia, ya Huijbregts, 2000
que un contaminante no tiene porqué permanecer
indefinidamente en el medio en el que ha sido emitido,
sino que puede desplazarse y alcanzar otros medios.
Incluso, una sustancia puede ser más dañina en un medio
distinto al de su emisión original. La toxicidad humana
afecta a la salud humana y al entorno natural y humano.

La radiación ionizante es el impacto ocasionado por las


emisiones de sustancias radioactivas y por la exposición
directa a radiaciones (p.ej. en edificios). La exposición a
radiaciones ionizantes es dañina para los seres humanos
Radiación ionizante

y para los animales. La radiación ionizante se expresa


como el número de átomos desintegrados por unidad
de tiempo (p.ej. en bequerelios, 1 Bq corresponde a CML 2001
una desintegración por segundo). La radioactividad de Frischknecht et al., DALY
una sustancia se expresa en Bq/kg o Bq/l y es siempre 2000
decreciente en el tiempo. Este indicador se expresa en
años de vida ajustados por discapacidad (en inglés,
disability-adjusted life years DALY). El DALY es
una unidad que agrega los efectos producidos sobre la
salud que conducen a muerte y enfermedad, sumándose
en definitiva, los años de vida perdidos y los años de
vida con discapacidades. La radiación ionizante afecta
a la salud humana y al entorno natural y humano.
Formación de oxidantes fotoquímicos

La formación de oxidantes fotoquímicos es la formación


de compuestos oxidantes altamente reactivos (p.ej.
ozono, PAN, etc.) en las capas bajas de la atmósfera -
troposfera - como consecuencia de la acción de la luz solar
y de los óxidos de nitrógeno (NO x) sobre determinados
compuestos orgánicos volátiles (COVs) y monóxido de Elevado NO x
carbono (CO). Este fenómeno - también conocido como CML 2001 kg etileno eq.
niebla de verano o summer smog - tiene lugar principalmente Derwent et al.,
durante los meses de verano. Estas sustancias oxidantes 1998
son potencialmente dañinas para la salud humana, los
ecosistemas y los cultivos. La formación de oxidantes
fotoquímicos afecta negativamente a la salud humana,
a los recursos naturales y al entorno natural y humano.

–27–
Tabla 3.1. Indicadores de categorías de impacto seleccionados para este trabajo (continuación)

Categoría Indicador Unidades

Los recursos abióticos - o también denominados


no renovables - son recursos naturales minerales
y combustibles fósiles (p.ej. el hierro, el
de recursos abióticos

petróleo, el carbón, etc.). El agotamiento de


Agotamiento

los recursos abióticos se cuantifica teniendo CML 2001 kg petróleo eq.


en cuenta las reservas mundiales existentes del Guinée, 1995
recurso en cuestión y su ritmo de extracción
actual, siendo en definitiva, una medida de la
reducción de la disponibilidad de los recursos
abióticos expresada como una equivalencia
de petróleo consumido. El agotamiento de
los recursos abióticos o no renovables afecta
negativamente a la salud humana, a los recursos
naturales y al entorno natural y humano.

La destrucción de la capa de ozono es la


reducción del grosor de la capa estratosférica
de ozono - capas altas de la atmósfera - como
consecuencia que determinadas emisiones
de la capa de ozono

a nt ropogén ica s (p.ej. CFCs , HCFCs,


Destrucción

tricloroetano, etc.) acaben reaccionando con Estado de equilibrio


el ozono troposférico. Esta disminución de CML 2001 kg CFC-11 eq.
ozono supone que una mayor cantidad de WMO, 1999 & WMO,
radiación solar UV-B llegue a la superficie de 1992
la Tierra, siendo la causante del aumento de
algunas enfermedades (p.ej. cataratas, cáncer
de piel, supresión del sistema inmunitario, etc.),
afectando negativamente a los ecosistemas y
cultivos, degradando prematuramente algunos
materiales plásticos, etc. La destrucción de la
capa de ozono afecta a la salud humana, a los
recursos naturales y al entorno natural y humano.

El consumo de agua dulce es una medida


agregada del consumo total de agua dulce
de agua dulce

procedente de ríos, lagos y acuíferos. El consumo Sumatorio


Consumo

de agua, además de la propia reducción de los de los consumos


kg agua eq.
recursos hídricos disponibles, puede conllevar de agua dulce de ríos,
desertización, salinización de las aguas, cambios lagos y acuíferos
en los ecosistemas naturales, etc. El consumo de
agua dulce afecta a la salud humana, a los recursos
naturales y al entorno natural y humano.

–28–
3. El análisis del ciclo de vida

3.4. Interpretación del ciclo de vida


La interpretación es la fase final del ACV en la que se resumen y discuten de forma
comprensible para los destinatarios del estudio los resultados del inventario o de la
evaluación o de ambos como base para las conclusiones, recomendaciones y toma de
decisiones de acuerdo con el objetivo y alcance establecidos.
La interpretación comprende: i) la identificación de los asuntos significativos basados
en los resultados de las fases de inventario y evaluación de un ACV, ii) una evaluación
que considere las verificaciones de los análisis integridad, sensibilidad y coherencia y
iii) las conclusiones, limitaciones y recomendaciones del estudio.
La realización de un ACV conlleva la elaboración de un informe del ACV en el que se
documentan las distintas fases del ACV, los resultados y conclusiones y se tratan los
datos y su calidad, los métodos, las suposiciones y las limitaciones del estudio.
Finalmente, con el objeto de facilitar e incrementar la credibilidad de un ACV, éste puede
someterse a un proceso de revisión crítica. La revisión crítica tiene como propósito
verificar si un ACV ha cumplido con los requisitos de la metodología, de datos, de
interpretación y de información, y si es coherente con los principios.
Las revisiones críticas suelen ser realizadas por expertos internos o externos al ACV
o por un panel de partes interesadas. La utilización de los resultados de un ACV para
respaldar aseveraciones comparativas requiere de una revisión crítica, ya que es probable
que su aplicación afecte a partes interesadas externas al propio ACV. El alcance y el
tipo de revisión crítica se definen en la fase de objetivo y alcance del ACV.

–29–
–30–
Capítulo 4
Análisis del ciclo de vida de
suministros energéticos
La cifra de 9.300 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética de un hogar ubicado en Zaragoza (véase Capítulo 2). Este consumo energético
se destina a cubrir las demandas eléctricas (p.ej. electrodomésticos, iluminación, etc.),
así como las térmicas (p.ej. calefacción, producción de agua caliente sanitaria, etc.).
Para cubrir todas estas demandas podemos recurrir a distintas fuentes de energía,
también denominadas suministros energéticos domésticos.
El objetivo de este capítulo es analizar y comparar ambientalmente seis suministros
energéticos domésticos españoles mediante la metodología del Análisis de Ciclo
de Vida (véase Capítulo 3) y más concretamente, a partir de la cuantificación de
nueve indicadores de impacto ambiental potencial - acidificación, cambio climático,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos, destrucción de la capa de ozono y
consumo de agua dulce -.
Los suministros energéticos domésticos españoles evaluados son los siguientes:
- Electricidad de la red española (Electricidad)
- Producción de calor a partir de gasóleo C (Gasóleo)
- Producción de calor a partir de gas natural (Gas natural)
- Solar térmica de baja temperatura (Solar térmica)
- Electricidad de origen fotovoltaico (Fotovoltaica)
- Producción de calor a partir de biomasa (Biomasa)
En este capítulo, la evaluación ambiental realizada mediante la aplicación de la
metodología del ACV permite determinar el origen y las causas concretas de las
repercusiones ambientales de los distintos suministros, o en otras palabras, permite
determinar en qué fase concreta del ciclo de vida del suministro se produce el impacto
y que contaminantes o recursos son los principales responsables de tales impactos.
La comparación entre suministros y más concretamente, la comparación de la
producción de 1 kWh de energía con cada uno de ellos permite poner de manifiesto
las ventajas e inconvenientes ambientales que presentan comparativamente.

–31 –
Los suministros energéticos aquí evaluados son una adaptación a la situación
actual española de los procesos homólogos europeos contenidos en la base de
datos ECOINVENT 2000 (versión 1.3 de 2006) del Swiss Centre for Life Cycle
Inventories.

4.1. La electricidad
La electricidad es una forma de energía que se manifiesta por el movimiento de los
electrones que componen los átomos. El movimiento de las cargas eléctricas a través
de un medio conductor se denomina corriente eléctrica y tiene múltiples aplicaciones
domésticas, comerciales e industriales como: iluminar, calentar, hacer funcionar, etc.

4.1.1. El ciclo de vida de la electricidad


La cadena energética o ciclo de vida de la electricidad en España se inicia con su
generación. Existen dos grandes grupos de recursos para producir electricidad: i) los
renovables (p.ej. Sol, agua o viento) y ii) los no renovables (p.ej. petróleo, carbón, gas
natural o uranio).
Los no renovables deben extraerse de la Tierra y transportarse hasta los centros de
transformación - o centrales eléctricas - en los que se produce propiamente la electricidad.
Por lo general, todos estos recursos se utilizan para generar la energía necesaria para
accionar una turbina y así generar corriente eléctrica.

–32–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

La electricidad que llega a nuestros hogares se considera que no procede de una central
eléctrica concreta, sino de la combinación de la producción de todas las centrales
integrantes del sistema eléctrico español, denominándose a esta electricidad mix
eléctrico español. La Tabla 4.1 muestra el mix eléctrico español del año 2006.
Una vez generada o producida la electricidad, ésta no puede almacenarse en grandes
cantidades, pero sí en pequeñas, como en pilas, baterías, acumuladores, etc. Por ello,
en todo momento su producción debe igualarse a su consumo de forma precisa e
instantánea. La electricidad producida en las centrales eléctricas se vierte en una red
de transporte y distribución. Esta red une permanentemente los centros de producción
con los puntos de consumo final.
La electricidad generada en las centrales se vierte en la red de alta tensión y se va
reduciendo progresivamente su voltaje, mediante estaciones transformadoras, hasta
alcanzar el voltaje requerido por el consumidor final. La red de transporte y distribución
se diferencia en tres tipos según la tensión que soporta: líneas de alta tensión (400 - 30
kV) para el transporte a largas distancias, líneas de media tensión (30 - 1 kV) y líneas de
baja tensión (< 1 kV) para el transporte eléctrico hasta el consumidor final - los equipos
domésticos y algunos industriales funcionan con un voltaje de unos 220 o 380 V -.
Finalmente, la electricidad se utiliza como fuente de energía con múltiples aplicaciones
en el sector doméstico (p.ej. calefacción, producción de agua caliente sanitaria,
electrodomésticos, cocina y horno, iluminación, refrigeración, etc.).

Tabla 4.1. Mix eléctrico español del año 2006

GWh % 06/05

Hidráulica 24.761 29,2


Nuclear 60.184 4,6
Carbón 69.463 -14,2
Fuel gas 14.253 -25,3
Ciclo combinado 66.986 31,4
Régimen ordinario 235.647 3,5
- Consumos en generación 9.578 -3,6
Régimen especial 50.755 -1,0
Eólica 23.372 12,3
Resto régimen especial 27.383 -10,1
Generación neta 276.824 2,9
- Consumos bombeo 5.494 -13,6
+ Intercambios internacionales -3.303 145,8
Demanda 268.027 2,6

Fuente: datos provisionales de Red Eléctrica de España (REE), año 2007.

–33–
Tabla 4.2. Mix eléctrico español peninsular del año 2005

GWh

Hidráulica 19.170
Nuclear 57.539
Carbón 77.393
Hulla + antracita 40.416
Lignito pardo 13.277
Lignito negro 9.780
Carbón importado 13.920
Fuel gas 10.013
Ciclo combinado 48.840
Régimen ordinario 212.955
- Consumos en generación - 9.080
Régimen especial 50.365
Hidráulica 3.650
Eólica 20.706
Otras Renovables: 4.005
Biomasa 2.066
Residuos sólidos industriales 818
Residuos sólidos urbanos 1.083
Solar 38
No renovables 22.332
Calor residual 293
Carbón 693
Fuel gasoil 2.848
Gas de refinería 460
Gas natural 18.038
Generación neta 254.240
- Consumos en bombeo - 6.709
+ Intercambios internacionales - 1.343
Francia 6.545
Portugal - 6.829
Andorra - 271
Marruecos - 788
Demanda total peninsular 246.187

Fuente: Red Eléctrica de España (REE), año 2006.

–34–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

4.1.2. Evaluación ambiental de la electricidad


La Tabla 4.3 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental del
proceso de producción de 1 kWh de electricidad del sistema eléctrico español peninsular
del año 2005 (Nota: en la fecha de cierre de este documento, los datos detallados y
definitivos correspondientes al año 2006 no estaban disponibles).
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2005, abarca el ciclo
de vida completo de la electricidad española y más concretamente, las siguientes fases:
generación de la electricidad con las distintas tecnologías integrantes del sistema eléctrico
español peninsular (véase Tabla 4.2), transporte y transformación de la electricidad de
alta tensión a media tensión y de media tensión a baja tensión y distribución final de
la electricidad hasta el usuario final.

Tabla 4.3. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh eléctrico


del sistema eléctrico español peninsular

Indicador Valor Unidad

Acidificación 7,26 x 10-3 kg SO2 eq.


Cambio climático 0,643 kg CO2 eq.
Eutrofización 2,57 x 10-4 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 4,97 x 10-4 kg Pb eq.
Radiación ionizante 7,82 x 10-9 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 2,80 x 10-4 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 0,220 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 2,46 x 10-8 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 4,52 kg agua eq.

Tal y como ha sido comentado, la electricidad que finalmente llega a nuestros hogares se
considera que procede de la combinación de la producción de todas las centrales eléctricas
integrantes del sistema eléctrico español. La electricidad, además de producirse, se debe
transportar y transformar desde alta tensión hasta baja tensión para que podamos
disponer de ella en nuestros hogares. Por ello, además de la evaluación ambiental
agregada de la producción de 1 kWh de electricidad, resulta de interés un análisis más
detallado de la contribución en cada indicador de las distintas tecnologías integrantes del
sistema eléctrico español peninsular, así como de la fase de transporte y transformación
de la electricidad hasta los consumidores finales.

–35–
A continuación se analizan las principales contribuciones en cada indicador:

• La contribución de la electricidad española a la acidificación se debe principalmente a


las emisiones de SO2 al aire y en menor grado a las emisiones de NOx de determinadas
tecnologías de producción de electricidad que requieren de procesos de combustión. Las
centrales térmicas españolas que utilizan carbón generan el 30% de la electricidad total
española y son responsables del 92% de este impacto, las centrales de ciclo combinado
que utilizan gas natural generan el 19% de la electricidad española y son responsables
del 1% del impacto y, finalmente, las centrales térmicas que utilizan fuel gas generan el
4% de la electricidad española y son responsables del 1% del impacto.
• La contribución de la electricidad al cambio climático se debe principalmente a las
emisiones de CO2 al aire de determinadas tecnologías de producción de electricidad que
requieren procesos de combustión y que emplean recursos no renovables. Las centrales
térmicas españolas que utilizan carbón generan el 30% de la electricidad española y son
responsables del 62% de este impacto, las centrales de ciclo combinado generan el 19% de
la electricidad española y son responsables del 15% del impacto y, finalmente, las centrales
térmicas que utilizan fuel gas generan el 4% de la electricidad y son responsables del 10%
del impacto. Las tecnologías de no renovables del régimen especial generan el 9% de la
electricidad total española y son responsables del 10% de este impacto.
• La contribución a la eutrofización se debe principalmente a las emisiones de NOx al aire
y muy minoritariamente a los vertidos de fosfatos y nitratos a las aguas. Las centrales
térmicas españolas que utilizan carbón generan el 30% de la electricidad española y son
responsables del 78% de este impacto. Las centrales de ciclo combinado y las de fuel gas
contribuyen a este impacto en un 4% y 3% respectivamente. Las tecnologías del régimen
especial generan el 20% de la electricidad total española y son responsables del 12% de
este impacto.
• La contribución a la toxicidad humana procede en un 68% de la fase de generación de la
electricidad y en un 32% de la fase de transporte y transformación de la electricidad desde
alta tensión hasta baja tensión. En generación, las emisiones de distintos contaminantes al
aire y a las aguas procedentes de las centrales térmicas de carbón son responsables del 42%
de este impacto, las centrales de fuel gas del 10% y las centrales de ciclo combinado del
5%. En transporte y transformación, la red de baja tensión produce el 27% del impacto,
radicando su origen en los procesos de producción del cobre empleado en las líneas
eléctricas y en la producción de sustancias de cromo utilizadas en la formulación de
conservantes industriales de la madera y aplicados a los postes.
• La contribución a la radiación ionizante se debe en un 97% a la energía nuclear y
concretamente, a las emisiones de distintos isótopos radioactivos al aire. El 88% del
impacto se debe a las centrales nucleares españolas y el 9% a las importaciones francesas,
con elevada contribución de electricidad nuclear.

–36–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

• La contribución a la formación de oxidantes fotoquímicos se debe principalmente a las


emisiones de SO2 y NOx al aire y muy minoritariamente a las emisiones de CO y metano
al aire. Las centrales térmicas españolas que utilizan carbón son responsables del 88%
de este impacto, las centrales de ciclo combinado del 3% y las centrales térmicas de fuel
gas también del 3%.
• La contribución al agotamiento de los recursos abióticos se debe principalmente al
consumo de carbón, gas natural y petróleo por determinadas tecnologías de producción de
electricidad. Las centrales térmicas de carbón son responsables del 65% de este impacto,
las de ciclo combinado del 19% y las de fuel gas del 4%. Las tecnologías de no renovables
del régimen especial generan el 11% del impacto.
• La contribución a la destrucción de la capa de ozono se debe principalmente a las
emisiones de distintos compuestos metánicos y etánicos halogenados al aire procedentes
del transporte y distribución de algunos combustibles (p.ej. gas natural y gasóleo) y de las
propias tecnologías de producción de electricidad. Las centrales de ciclo combinado y las
fugas de gas a lo largo del ciclo de vida del propio gas natural son responsables del 49%
del impacto, las centrales nucleares del 11%, las centrales de carbón del 8%, las centrales
de fuel gas del 3% y las tecnologías de no renovables del régimen especial del 27% de este
impacto.
• La contribución al consumo de agua dulce se debe en un 45% al ciclo de vida de las
centrales nucleares, en un 29% al de las centrales térmicas de carbón y en un 17% al ciclo
de vida de las centrales de ciclo combinado.

4.2. El gasóleo
El gasóleo es uno de los productos procedentes del proceso de refino del petróleo. El
gasóleo es una mezcla líquida volátil de hidrocarburos de 12 a 25 átomos de carbono
- denominados parafinas - y utilizado como combustible en motores diesel, quemado
en sistemas de calefacción y empleado como materia prima para la industria química.

4.2.1. El ciclo de vida del gasóleo


La cadena energética o ciclo de vida del gasóleo en España se inicia con la extracción
de petróleo de los yacimientos, mediante la perforación de pozos en tierra firme o con
plataformas marinas, y la extracción de un fluido mediante tubería. Este fluido es una
mezcla de hidrocarburos líquidos, gases, agua y otras impurezas.

–37–
El petróleo se separa del agua de este fluido en instalaciones de acondicionamiento y
se transporta hasta depósitos portuarios mediante oleoductos y estaciones de bombeo.
Una vez el crudo se encuentra en los depósitos portuarios, se embarca en buques tanque
- en España sólo se recibe crudo por vía marítima - y se transporta hasta su puerto de
destino, se descarga y se transporta hasta refinería.
Por procedencias, los países de la OPEP suministraron el 52% del total de crudo
consumido en España en el año 2006 y por países, los principales suministradores
fueron: Rusia (19%), México (13%) y Arabia Saudita (11%). La producción interior de
crudo fue tan sólo de 0,14 millones de toneladas en el año 2006.
Las refinerías son instalaciones industriales que convierten el crudo en diversos
productos útiles. El conjunto de operaciones que se realizan en las refinerías para
conseguir estos productos se denominan procesos de refino. La industria del refino
obtiene del petróleo: gases ligeros - como el propano y butano -, productos intermedios
- como gasolinas, gasóleos y aceites lubricantes - y fracciones pesadas - como fuelóleos
y asfaltos -.
Una vez obtenidos los distintos productos derivados del petróleo, incluidos los
gasóleos, las refinerías los distribuyen a sus clientes. En general, estos productos salen
de refinería a granel, aunque algunos se envasan. Los grandes consumidores reciben el
suministro directamente de refinería por oleoducto o por carretera. Los consumidores
de menos cantidades son abastecidos, generalmente, desde los centros intermedios de
almacenamiento y distribución que cubren la práctica totalidad de nuestro territorio.

–38–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

El consumo total anual de gasóleo en España superó en 2006 la cifra de 35 millones


de toneladas, un 3% más que el año anterior. Los gasóleos representan en España el
48% del consumo total de productos petrolíferos. Sin embargo, este incremento en el
consumo se concentra básicamente en el sector del transporte debido a la dieselización
del parque de vehículos.
En cambio, el consumo de gasóleo para calefacción se ha visto reducido debido a unas
mejores condiciones climáticas y a su progresiva sustitución por gas natural. La Tabla 4.4
muestra el consumo de gasóleos en España para los años 2004-2006.
Finalmente, la combustión del gasóleo C en una caldera se utiliza como fuente de calor
para calefacción y/o producción de agua caliente sanitaria en el sector doméstico.

Tabla 4.4. Consumo de gasóleos en España 2004-2006

Consumo de gasóleos en España (kt)


Gasóleos 2004 2005 2006 % 06/05

Automoción (A) 22.132 23.292 24.585 5,6


Agrícola y pesca (B) 5.840 5.906 5.783 - 2,1
Calefacción (C) 2.935 2.830 2.656 - 6,2
Otros gasóleos 2.111 2.266 2.234 - 1,4
Total 33.019 34.295 35.257 2,8

Fuente: Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), año 2007.

–39–
4.2.2. Evaluación ambiental del gasóleo
La Tabla 4.5 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental del
proceso de producción de 1 kWh de calor obtenido por combustión de gasóleo C.
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2006, abarca el
ciclo de vida completo del gasóleo C español y más concretamente, las siguientes fases:
extracción y transporte del petróleo hasta España, refino del petróleo, distribución del
gasóleo hasta el usuario final y combustión del gasóleo.

Tabla 4.5. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh térmico


a partir de la combustión doméstica de gasóleo C

Indicador Valor Unidad

Acidificación 2,51 x 10-3 kg SO2 eq.


Cambio climático 0,317 kg CO2 eq.
Eutrofización 5,38 x 10-4 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 4,28 x 10-4 kg Pb eq.
Radiación ionizante 1,54 x 10-10 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 6,10 x 10-5 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 0,104 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 4,06 x 10-8 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 0,161 kg agua eq.

–40–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

A continuación se analizan las principales contribuciones en cada indicador:

• La contribución del gasóleo C a la acidificación se debe a las emisiones de NOx al aire


y en menor grado a las de SO2. El 79% de este impacto se produce por la combustión
doméstica del gasóleo, siendo más relevantes las emisiones de NOx que las de SO2. El 21%
del impacto se produce durante la extracción y refino del petróleo, para la producción del
gasóleo y de otros productos derivados, siendo en este caso más relevantes las emisiones
de SO2 que las de NOx.
• La contribución del gasóleo C al cambio climático se debe principalmente a las emisiones
de CO2 al aire. El 87% de este impacto se genera por la combustión doméstica del gasóleo
y el 13% durante la extracción y refino del petróleo.
• La contribución a la eutrofización se debe principalmente a las emisiones de NO x al
aire y muy minoritariamente a algunos vertidos orgánicos acuosos del proceso de refino
del petróleo. El 91% de este impacto se produce por la combustión doméstica y el 9%
durante el proceso de extracción y refino del petróleo.
• La contribución a la toxicidad humana se debe principalmente a las emisiones de distintos
contaminantes al aire. El 85% del impacto se produce por la combustión doméstica y el
15% durante el proceso de extracción y refino del petróleo.
• La contribución a la radiación ionizante se debe a las emisiones de isótopos radioactivos
al aire. El 7% de este impacto se produce por la combustión doméstica, el 92% durante el
proceso de extracción y refino del petróleo y un 1% durante la distribución o transporte
del gasóleo hasta el usuario final.
• La contribución a la formación de oxidantes fotoquímicos se debe principalmente a
las emisiones de CO, NOx y SO2 al aire y en menor grado, a las emisiones de distintos
compuestos orgánicos volátiles (COVs) al aire del proceso de refino del petróleo. El 51%
del impacto se produce por la combustión doméstica y el 49% durante el proceso de
extracción y refino del petróleo.
• La contribución al agotamiento de recursos abióticos se debe en un 90% al consumo
de petróleo para la producción del gasóleo, aunque también se consumen otros recursos
no renovables en esta fase y en el resto de fases del ciclo de vida del gasóleo. El 100% del
impacto se debe al proceso de extracción y refino del petróleo.
• La contribución a la destrucción de la capa de ozono se debe principalmente a las
emisiones de compuestos metánicos halogenados al aire. El 3% de este impacto se produce
durante la combustión del gasóleo y el 97% durante el proceso de extracción y refino del
petróleo.
• La contribución al consumo de agua dulce se debe en un 100% a la extracción y refino
del petróleo.

–41–
4.3. El gas natural
Se denomina gas natural a una mezcla de gases, cuyos componentes principales son
hidrocarburos gaseosos, en particular metano que se encuentra en proporciones
superiores al 70%. El gas natural es incoloro e inodoro y además de metano, contiene
otros hidrocarburos ligeros como etano (C2H6), propano (C3H8), butano (C4H10) o
pentano (C5H12), variando su composición según la procedencia.

4.3.1. El ciclo de vida del gas natural


La cadena energética o ciclo de vida del gas natural en España se inicia con su extracción
de yacimientos o su producción, continúa con su transporte - mediante gasoducto,
buque y/o camión cisterna - y su almacenamiento y tratamiento y, finalmente, concluye
con su distribución hasta el consumidor final.
Las entradas de gas natural al sistema gasista español alcanzaron los 409.817 GWh en
el año 2006. Las importaciones supusieron 409.049 GWh, el 99,8% del total.
Actualmente, la mayor parte del gas natural consumido en España procede de Argelia
(32%) si bien en los últimos años se ha diversificado su origen incrementando la
importancia en el mix de países como Nigeria (20%) y la región del Golfo Pérsico
(17%). La Tabla 4.6 muestra el origen del aprovisionamiento español 2004-2006.

–42–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

Tabla 4.6. Aprovisionamiento de gas natural en España 2004-2006

Aprovisionamiento de gas natural en España (TWh)


Origen 2004 2005 2006 % 05/06

Nacional 3,7 0,6 0,8 33,3


Importaciones 320,0 389,7 409,0 5,0
Argelia 164,1 170,7 130,0 -23,8
GN 88,0 110,3 100,2 -9,2
GNL 76,0 60,4 29,8 -50,7
Libia 7,4 10,1 8,6 -14,9
Noruega 26,5 24,4 24,6 0,8
Países del Golfo 61,7 75,9 68,3 -10,0
Trinidad y Tobago 0,0 5,6 39,9 612,5
Nigeria 56,6 57,7 82,3 42,6
Egipto - 41,1 55,0 33,8
Otros 3,7 4,2 0,3 -92,9
Total 323,7 390,3 409,8 5,0

Fuente: datos provisionales de la Empresa Nacional del Gas (ENAGÁS), año 2007.

El transporte del gas natural a gran escala se realiza por dos canales: i) por gasoducto
o ii) como gas natural licuado o GNL. El 69% del gas natural que llega a nuestro país
lo hace en su forma licuada (GNL). Éste se transporta en buques desde su origen hasta
alguna de las cinco plantas de regasificación españolas - Barcelona, Huelva, Cartagena,
Bilbao y Sagunto -. En estas plantas el gas se procesa y posteriormente se transporta
hasta los puntos de consumo final mediante una red de gasoductos de 7.515 km de
longitud.
El 31% del gas natural restante, incluyendo la producción nacional, llega a nuestro
país por gasoductos. El gasoducto de Magreb Europa transporta el gas argelino y la
Conexión Internacional de Larrau, el gas procedente de Noruega. Este gas se transporta
por la red española hasta su punto de consumo final.
Finalmente, el gas natural se puede utilizar para alimentar centrales eléctricas de gas,
calefacción, producción de ACS, cocción en el sector doméstico o a escala industrial,
en cualquier proceso de generación de calor o frío o en sistemas de cogeneración.

–43–
4.3.2. Evaluación ambiental del gas natural
La Tabla 4.7 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental del
proceso de producción de 1 kWh de calor obtenido por combustión de gas natural.
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2006, abarca el
ciclo de vida completo del gas natural español y más concretamente, las siguientes
fases: extracción y transporte del gas natural hasta España, tratamiento del gas natural,
distribución hasta el usuario final y combustión del gas natural.

Tabla 4.7. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh térmico


a partir de la combustión doméstica de gas natural

Indicador Valor Unidad

Acidificación 9,70 x 10-5 kg SO2 eq.


Cambio climático 0,256 kg CO2 eq.
Eutrofización 2,03 x 10-5 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 5,78 x 10-5 kg Pb eq.
Radiación ionizante 5,80 x 10-11 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 1,52 x 10-5 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 0,109 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 2,51 x 10-8 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 3,24 x 10-2 kg agua eq.

–44–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

A continuación se analizan las principales contribuciones en cada indicador:

• La contribución del gas natural a la acidificación se debe a las emisiones de NOx al aire
y en menor grado a las de SO2. El 30% de este impacto se produce por la combustión
doméstica del gas natural, el 57% por la producción de gas natural licuado (GNL) y el
13% por la de de gas natural (GN), entendiéndose por producción todos los procesos
previos a su consumo final (extracción, tratamiento, transporte y distribución del gas
natural).
• La contribución del gas natural al cambio climático se debe principalmente a las emisiones
de CO2 al aire y muy minoritariamente a emisiones difusas de gas natural durante su
transporte y distribución. El 79% de este impacto se genera por la combustión doméstica
del gas natural, el 19% por la producción de GNL y el 2% por la de GN.
• La contribución a la eutrofización se debe principalmente a las emisiones de NOx al aire
y muy minoritariamente a vertidos acuosos del proceso de producción del gas natural.
El 34% de este impacto se produce por la combustión doméstica del gas natural, el 51%
por la producción de GNL y el 15% por la de GN.
• La contribución a la toxicidad humana se debe principalmente a las emisiones de distintos
contaminantes al aire. El 87% del impacto se produce por la combustión doméstica, el
7% por la producción de GNL y el 6% por la de GN.
• La contribución a la radiación ionizante se debe a las emisiones de distintos isótopos
radioactivos al aire. El 95% de este impacto se produce por la producción de GNL y el
5% por la de GN.
• La contribución a la formación de oxidantes fotoquímicos se debe principalmente a las
emisiones de distintos compuestos orgánicos volátiles (COVs), CO, NOx y SO2 al aire.
El 38% del impacto se produce por la combustión doméstica, el 50% por la producción
de GNL y el 12% por la de GN.
• La contribución al agotamiento de recursos abióticos se debe en un 98% al propio
consumo de gas natural. El 72% del impacto se debe a la producción de GNL y el 28%
a la de GN.
• La contribución a la destrucción de la capa de ozono se debe a las emisiones al aire de
compuestos metánicos halogenados. El 48% de este impacto se debe a la producción de
GNL y el 52% a la de GN.
• La contribución al consumo de agua dulce se debe en un 92% a la producción de GNL
y el 8% a la de GN.

–45–
4.4. La energía solar
El Sol, su luz y calor, es la principal fuente de energía para los procesos que tienen lugar
en la Tierra. Esta estrella se encuentra a una distancia media de 150 millones de km de
la Tierra y su radio es unas 109 veces el de la Tierra.
En el núcleo del Sol se producen continuamente reacciones atómicas de fusión nuclear
que convierten hidrógeno en helio. Este proceso libera gran cantidad de energía que
escapa en forma de rayos solares al espacio exterior.
La Tierra recibe un aporte energético continuo de aproximadamente 1.367 W/m 2 en
forma de radiación solar. Sin embargo, no toda la radiación que llega hasta la Tierra
sobrepasa las capas altas de la atmósfera. Concretamente, 1/3 de la radiación solar
regresa al espacio y los 2/3 restantes penetran hasta la superficie terrestre.
La localización geográfica, la hora del día, la estación del año y las condiciones
atmosféricas o nubosidad son las variables que determinan la cantidad de radiación
solar que llega hasta un determinado punto de la Tierra.
España reúne todos los requisitos para ser uno de los países europeos con mayor
potencial para captar y aprovechar la energía solar. Su localización geográfica, entre
los 36º y los 44º latitud Norte, y su climatología, con gran número de días sin nubes
al año, hacen posible que sobre cada metro cuadrado de suelo español incidan al año
una media de 1.500 kWh de energía.

–46–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

Dependiendo de la tecnología empleada, de la radiación solar se puede obtener energía


térmica o transformarla en electricidad. El calor se consigue mediante captadores solares
térmicos y la electricidad con módulos fotovoltaicos.
En el caso de las instalaciones solares térmicas es muy importante tener en cuenta el
número de horas de sol - radiación solar directa -. En la zona cantábrica, el valor de 1.700
horas de sol anuales es un valor habitual. En la zona mediterránea pueden alcanzarse
valores de 2.750 h de sol. En el sur de Andalucía y en Canarias llegan a alcanzarse
valores de hasta 3.000 h de sol anuales.

En el caso de los módulos fotovoltaicos es muy importante tener en consideración


también los valores de radiación solar difusa, ya que estos paneles aprovechan mejor la
energía solar dispersa, incluso en días de cielo cubierto.
La Tabla 4.8 muestra para cada una de las provincias españolas la cantidad de energía
solar incidente por m 2 y el número total de horas de sol al año.

–47–
Tabla 4.8. Energía solar incidente y horas de sol al año por provincias

Provincia Energía Horas Provincia Energía Horas


solar de sol solar de sol
incidente al año incidente al año
kWh/m2 kWh/m2
Álava 1.150 1.640 León 1.450 2.734
Albacete 1.630 2.769 Lérida 1.540 2.681
Alicante 1.700 2.975 Lugo 1.270 1.881
Almería 1.710 3.052 Madrid 1.560 2.723
Asturias 1.100 1.710 Málaga 1.700 3.023
Ávila 1.530 2.749 Murcia 1.800 2.780
Badajoz 1.600 2.940 Navarra 1.280 2.047
Barcelona 1.370 2.477 Orense 1.180 1.771
Burgos 1.380 2.372 Palencia 1.450 2.576
Cáceres 1.680 2.698 Las Palmas 1.780 2.175
Cádiz 1.670 2.773 Pontevedra 1.350 2.289
Cantabria 1.150 1.744 La Rioja 1.420 2.215
Castellón 1.550 2.756 Salamanca 1.500 2.488
Ciudad Real 1.610 2.784 Santa Cruz de Tenerife 1.940 2.897
Córdoba 1.690 2.858 Segovia 1.540 2.462
La Coruña 1.170 2.047 Sevilla 1.520 2.862
Cuenca 1.480 2.705 Soria 1.470 2.538
Gerona 1.410 2.444 Tarragona 1.530 2.616
Granada 1.670 2.831 Teruel 1.410 2.583
Guadalajara 1.530 2.329 Toledo 1.600 2.854
Guipúzcoa 1.100 1.830 Valencia 1.550 2.630
Huelva 1.780 2.818 Valladolid 1.490 2.510
Huesca 1.480 2.703 Vizcaya 1.140 1.647
Islas Baleares 1.520 2.803 Zamora 1.470 2.730
Jaén 1.610 2.795 Zaragoza 1.580 2.724

Fuente: Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), año 2006.

–48–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

4.4.1. La energía solar térmica


La energía solar térmica aprovecha la radiación solar para calentar un fluido, generalmente
agua o aire. La capacidad de transformar la radiación solar en calor es el principio en
el que se basa esta fuente de energía renovable.
La energía solar denominada de baja temperatura es la que se utiliza en el ámbito
doméstico y suele instalarse en las azoteas de las viviendas o edificios comerciales. Se
entiende por aprovechamiento de baja temperatura todos aquellos sistemas de energía
solar térmica en los que el fluido calentado no sobrepasa los 100ºC.
Este tipo de energía es una interesante alternativa para una gran variedad de aplicaciones,
entre las que se encuentra la producción de agua caliente sanitaria, la calefacción, la
climatización de piscinas o la producción de calor en multitud de procesos industriales
con demanda de calor a baja temperatura. Existen otras aplicaciones que empiezan a tener
grandes expectativas de futuro, como es el caso de la refrigeración de ambientes.
Una instalación de energía solar térmica acostumbra a cubrir del 50 al 80% del total de
la demanda de agua caliente sanitaria de una vivienda. Los niveles de temperatura que
se precisan en la producción de agua caliente sanitaria coinciden con los más adecuados
de los sistemas estándar de energía solar térmica - entre 40 y 45ºC -.
En el caso de la calefacción, los sistemas solares térmicos también pueden remplazar a
otros combustibles para cubrir la demanda de los usuarios si bien suele ser necesario
combinar la instalación solar con sistemas de suelo radiante al ser el perfil de temperatura
de éstos menor.

4.4.1.1. El ciclo de vida de la energía solar térmica


La cadena energética o ciclo de vida de la energía solar térmica se limita a la fabricación,
instalación y operación de la instalación solar térmica.
Los principales elementos que componen una instalación solar térmica de baja
temperatura son: los captadores solares, el sistema de distribución, el sistema de
almacenamiento y el sistema de apoyo convencional. A continuación, se describen
brevemente todos estos elementos y su funcionamiento.
Los captadores solares más habituales en España son los denominados planos, que
utilizan como fluido el agua, aunque también existen otros tipos en el mercado (p.ej.
de vacío o de aire). Los captadores solares planos de baja temperatura, destinados por
lo general a la producción de agua caliente sanitaria, se comportan como una “trampa
de calor”, conjugando el “efecto del cuerpo negro” con el “efecto invernadero”.

–49–
Los captadores están recubiertos por una caja hermética y en la cara superior de esta caja
se encuentra una superficie acristalada que deja atravesar la radiación solar e impide que
se pierda el calor. En el interior del sistema captador se encuentra la placa absorbedora,
consistente en una disposición - tipo serpentina o en paralelo - de tubos metálicos, con
una toma por donde entra el fluido a calentar y otra de salida, en contacto con una
placa oscura que transfiere el calor al fluido circulante.
El sistema de distribución se encarga de transportar el fluido caliente contenido en
los captadores hasta el punto de consumo. Existen distintos tipos de circuitos de
distribución, aunque los más habituales en las viviendas españolas son los sistemas de
circuito cerrado con termosifón o los de circulación forzada.
El sistema de almacenamiento permite acumular la energía en aquellos momentos del
día que más radiación existe para utilizarla posteriormente cuando se produzca la
demanda. Lo habitual es almacenar la energía en depósitos cilíndricos especialmente
diseñados y aislados, desde unas horas hasta dos días como máximo.
Para cubrir toda la demanda energética prevista en periodos donde no hay suficiente
radiación o el consumo es superior al previsto, la práctica totalidad de los sistemas solares
térmicos cuentan con un aporte de energía adicional. En tales condiciones, entraría
automáticamente en funcionamiento el sistema auxiliar que permitiría compensar el
déficit existente. Este sistema de apoyo utiliza medios energéticos convencionales como
por ejemplo el gas, la electricidad o el gasóleo.

–50–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

4.4.1.2. Evaluación ambiental de la energía solar térmica


La Tabla 4.9 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental del
proceso de producción de 1 kWh de calor transferido al agua y obtenido con una
instalación doméstica de energía solar térmica de baja temperatura.
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2006, abarca
el ciclo de vida completo de la energía solar térmica española de baja temperatura y
más concretamente, las siguientes fases: fabricación, instalación y operación de una
instalación completa de energía solar térmica de baja temperatura con 4 m 2 de captadores
solares planos e instalada en la azotea de una vivienda.
La Tabla 4.9 muestra los resultados de la evaluación ambiental de la producción de
1 kWh térmico con una instalación solar térmica de baja temperatura. Todos estos
impactos son debidos a la fabricación y montaje de la propia instalación, siendo su impacto
prácticamente nulo durante la operación del sistema.
Entre los distintos elementos que componen la instalación, los captadores solares son
los que tienen un mayor impacto, suponiendo más del 90% del impacto en todos y
cada uno de los indicadores.

Tabla 4.9. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh térmico


con una instalación solar térmica doméstica de baja temperatura

Indicador Valor Unidad

Acidificación 2,13 x 10-5 kg SO2 eq.


Cambio climático 2,54 x 10-3 kg CO2 eq.
Eutrofización 2,13 x 10-6 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 3,55 x 10-5 kg Pb eq.
Radiación ionizante 1,69 x 10-11 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 1,44 x 10-6 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 8,54 x 10-4 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 3,44 x 10-10 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 1,76 x 10-2 kg agua eq.

–51–
4.4.2. La energía solar fotovoltaica
La energía solar fotovoltaica consiste en la conversión de la radiación solar en electricidad.
La conversión se basa en el efecto fotoeléctrico, consistente en la transformación de la
energía lumínica del Sol en energía eléctrica. Para esta conversión son necesarias las
células solares.
Una célula solar es un semiconductor en el que artificialmente se ha creado un campo
eléctrico permanente, de modo que cuando se expone la célula a la luz del Sol, se
produce la circulación de electrones y la aparición de una corriente eléctrica entre las
dos caras de la célula.
Entre los diversos materiales semiconductores utilizados para la fabricación de células
fotovoltaicas, el más empleado es el silicio -monocristalino, policristalino o amorfo-.
La potencia proporcionada por una célula depende de la intensidad de radiación
recibida y por ello, la potencia nominal de las células se mide en vatios pico (Wp),
correspondiendo a la potencia que puede proporcionar la célula con una intensidad de
radiación constante de 1.000 W/m 2 a una temperatura de 25ºC.
La unidad básica de las instalaciones fotovoltaicas es la placa fotovoltaica que suele
contener entre 20 y 40 células solares para producir corriente continua de 12 a 24 V y
proporcionar valores de potencia entre los 50 y los 100 Wp. Para obtener otros valores
de tensión y potencia, las placas pueden conectarse entre sí en serie o en paralelo.

–52–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

Los sistemas fotovoltaicos pueden clasificarse en dos grandes grupos: i) los sistemas
autónomos y ii) los sistemas conectados a la red eléctrica.
En el primer grupo, la energía eléctrica generada se utiliza para cubrir consumos
eléctricos en el mismo lugar donde se produce la demanda (p.ej. electrificación de
viviendas aisladas, alumbrado público, aplicaciones agrícolas y ganaderas, señalización,
etc.), mientras que en los sistemas conectados a la red, la energía generada se vierte a
la red eléctrica.

4.4.2.1. El ciclo de vida de la energía solar fotovoltaica


La cadena energética o ciclo de vida de la energía solar fotovoltaica se limita a la
fabricación, instalación y operación de la propia instalación solar fotovoltaica.
Los componentes de un sistema fotovoltaico dependen del tipo de aplicación que se
considere, autónoma o conectada a la red, y de las características de la instalación.
En el caso de un sistema autónomo, los componentes necesarios son: las placas
fotovoltaicas, los acumuladores, el regulador de carga y el inversor.
Las instalaciones conectadas a la red no tienen acumuladores ni reguladores de carga,
ya que la electricidad producida se vierte a la red en lugar de almacenarse, y requieren
de una salida de corriente alterna, normalmente a 220 V.
El elemento principal de una instalación fotovoltaica son las placas, ya descritas
anteriormente. Las placas producen la electricidad en forma de corriente continua.
La utilización de acumuladores se debe a que la intensidad de la radiación solar varía a
lo largo del día y del año, mientras que las necesidades energéticas no lo hacen de forma
paralela a tales fluctuaciones, requiriéndose almacenar la energía eléctrica generada,
normalmente, en baterías estacionarias con periodos largos de descarga.
La función del regulador de carga es proteger a los acumuladores contra sobrecarga y
descarga excesiva. En el caso de sobrecarga, éste pondría las placas en cortocircuito y
cortaría el paso de corriente hacia los acumuladores. En el caso de descarga excesiva,
éste avisaría al consumidor mediante una alarma o cortaría el suministro si el consumo
persiste sin que haya suficiente carga.
Otro elemento de la instalación es el grupo convertidor/inversor. Muchas de las
instalaciones fotovoltaicas autónomas combinan consumos de corriente continua con
consumos de corriente alterna. En algunos casos, la tensión de los elementos de consumo
de corriente continua no coincide con la tensión proporcionada por el acumulador de la
instalación, lo que requiere disponer de un convertidor de tensión continua-continua.
En el caso del inversor, su función es transformar la corriente continua generada por
la instalación (12 V, 24 V) a corriente alterna (220 V).

–53–
4.4.2.2. Evaluación ambiental de la energía solar fotovoltaica
La Tabla 4.10 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
del proceso de producción de 1 kWh de electricidad obtenido con una instalación
doméstica de energía solar fotovoltaica conectada a la red eléctrica.
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2006, abarca el
ciclo de vida completo de la energía solar fotovoltaica española y más concretamente,
las siguientes fases: fabricación, instalación y operación de una instalación completa de
energía solar fotovoltaica conectada a la red de distribución eléctrica de 3 kWp (pc-Si)
e instalada en la azotea de una vivienda.

Tabla 4.10. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh


eléctrico con una instalación solar fotovoltaica doméstica

Indicador Valor Unidad

Acidificación 3,95 x 10-4 kg SO2 eq.


Cambio climático 8,12 x 10-2 kg CO2 eq.
Eutrofización 1,84 x 10-4 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 2,55 x 10-4 kg Pb eq.
Radiación ionizante 4,45 x 10-10 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 2,14 x 10-5 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 2,94 x 10-2 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 9,30 x 10-9 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 9,35 kg agua eq.

La Tabla 4.10 muestra los resultados de la evaluación ambiental de la producción de


1 kWh eléctrico con una instalación solar fotovoltaica conectada a la red. Todos los
impactos son debidos a la fabricación y montaje de la propia instalación, siendo su
impacto nulo durante la operación del sistema.
Entre los distintos elementos que componen la instalación, las placas fotovoltaicas son
las que suponen el mayor impacto, representando más del 95% del impacto en todos
los indicadores. Destaca, especialmente, el elevado consumo de agua dulce de este
suministro energético doméstico, siendo la causa la industria del silicio.

–54–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

4.5. La biomasa
Entre las energías renovables se encuentra el uso de productos obtenidos a partir de
materia orgánica para producir energía. Estos productos componen lo que se conoce
como biomasa.
Biomasa es todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han sido
englobados en formaciones geológicas sufriendo un proceso de mineralización. Por
tanto, la biomasa abarca un grupo muy diverso de materiales, como por ejemplo:
residuos forestales y de cultivos agrícolas, residuos de industrias agroforestales, cultivos
con fines energéticos, combustibles líquidos derivados de productos agrícolas, residuos
de origen animal o humano, etc.
La energía producida con biomasa puede utilizarse para calefacción y/o producción de
agua caliente sanitaria. La biomasa también se emplea para la producción de calor en
polideportivos, hoteles, procesos industriales y para la generación de electricidad.

–55–
La biomasa está considerada actualmente de gran importancia para el equilibrio
territorial, en especial de las zonas rurales, además de contribuir a la reducción de la
dependencia energética del exterior y suponer algunos beneficios ambientales, como
por ejemplo, la nula contribución de su CO2 de combustión al cambio climático, ya
que el CO2 liberado forma parte de la atmósfera actual y proviene del que asimilan las
plantas durante su crecimiento - fotosíntesis -, y no del carbono del subsuelo, capturado
en épocas remotas, como es el caso del petróleo, gas o carbón.

4.5.1. El ciclo de vida de la biomasa


La heterogeneidad de recursos aprovechables es una característica propia de los sistemas
de producción de energía a partir de biomasa. El modo de extraer, transportar, procesar
y utilizar cada biocombustible puede ser distinto en cada caso y por lo tanto, no existe
una única cadena energética o ciclo de vida para la biomasa.
Los recursos más utilizados en España, tanto en aplicaciones eléctricas como térmicas,
son los residuos procedentes de industrias forestales y agrícolas. Por ello, se describe
la cadena energética de la producción de pelets a partir de residuos procedentes de
industrias forestales y agrícolas, los cuales se destinarán a la producción de calor en
sistemas de calefacción y/o de ACS en el sector doméstico.
Las astillas, cortezas o serrín de las industrias de primera y segunda transformación
de la madera (p.ej. aserraderos, tablero, mueble, etc.) y los huesos, cáscaras y otros
residuos de la industria agroalimentaria son la composición más habitual de los residuos
procedentes de industrias forestales y agrícolas.

–56–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

La parte de estos residuos que no se utiliza internamente como combustible es la que entra
en el mercado de los biocombustibles y la que comercializan empresas de almacenamiento
y distribución que deberán procurar que la biomasa no pierda sus propiedades.
Estos residuos, si así lo requieren, en plantas de transformación se someterán a secado,
de forma natural o forzada, para eliminar el máximo grado de humedad, se triturarán,
se homogeneizarán y finalmente se peletizarán o briquetarán.
En el caso de los pelets, su comercialización se hace en bolsas (< 15 kg) disponibles
en hipermercados, gasolineras o grandes cadenas de bricolaje, en “big bags” (< 1.000
kg) y también pueden adquirirse a granel, siendo transportados en camiones hasta sus
correspondientes silos de almacenamiento.
Finalmente, la combustión de los pelets en una caldera se utiliza como fuente de calor
para calefacción y/o producción de agua caliente sanitaria en el sector doméstico.

4.5.2. Evaluación ambiental de la biomasa


La Tabla 4.11 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental del
proceso de producción de 1 kWh de calor obtenido por combustión de pelets de
residuos de industrias forestales y agrícolas.
Este proceso, representativo del escenario doméstico español del año 2006, abarca el
ciclo de vida completo de los pelets de biomasa españoles y más concretamente, las
siguientes fases: secado, trituración, homogeneización y peletizado de la biomasa,
distribución de los pelets hasta el usuario final y combustión de los pelets.

Tabla 4.11. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh térmico


a partir de la combustión doméstica de pelets de biomasa

Indicador Valor Unidad

Acidificación 4,97 x 10-4 kg SO2 eq.


Cambio climático 5,60 x 10-2 kg CO2 eq.
Eutrofización 8,00 x 10-5 kg PO4-3 eq.
Toxicidad humana 1,03 x 10-4 kg Pb eq.
Radiación ionizante 7,55 x 10-10 DALY
Formación de oxidantes fotoquímicos 2,32 x 10-5 kg etileno eq.
Agotamiento de recursos abióticos 1,82 x 10-2 kg petróleo eq.
Destrucción de la capa de ozono 3,41 x 10-9 kg CFC-11 eq.
Consumo de agua dulce 0,360 kg agua eq.

–57–
A continuación se analizan las principales contribuciones en cada indicador:

• La contribución de la biomasa a la acidificación se debe a las emisiones de SO2 y NOx al aire


y muy minoritariamente a las emisiones de NH3 al aire. El 31% de este impacto se produce
por la combustión doméstica de la biomasa y el 69% del impacto durante la producción
de los pelets de biomasa, entendiéndose por producción todos los procesos previos al
consumo de los pelets (secado, triturado, homogeneizado, peletizado y distribución hasta
el consumidor final).
• La contribución de la biomasa al cambio climático se debe principalmente a las emisiones
de CO2 de origen fósil al aire. El 95% de este impacto se produce durante la producción
de los pelets de biomasa. La combustión de la biomasa también produce CO2 pero de
origen biogénico y por lo tanto, con una nula contribución al cambio climático, ya que
este CO2 forma parte de la atmósfera actual y procede del CO2 que ha sido asimilado por
los árboles durante su crecimiento - fotosíntesis -. De todos modos, la propia combustión
de los pelets es la responsable del otro 5% de este impacto.
• La contribución a la eutrofización se debe principalmente a las emisiones de NO x al
aire y en menor grado a deposiciones de fósforo en el suelo. El 50% de este impacto se
produce por la combustión de los pelets de biomasa, el 34% durante la producción de los
pelets y el 16% como consecuencia de la aplicación de las cenizas de la combustión en
suelo agrícola.
• La contribución a la toxicidad humana se debe principalmente a las emisiones de distintos
contaminantes al aire. El 69% del impacto se produce por la combustión doméstica de los
pelets de biomasa y el 31% durante la producción de los pelets.
• La contribución a la radiación ionizante se debe a las emisiones de isótopos radioactivos
al aire. El 100% de este impacto se produce durante la producción de los pelets.
• La contribución a la formación de oxidantes fotoquímicos se debe principalmente a las
emisiones de distintos compuestos orgánicos volátiles (COVs), CO, NOx y SO2 al aire.
El 17% del impacto se produce por la combustión doméstica y el 83% restante durante
la producción de los pelets de biomasa.
• La contribución al agotamiento de recursos abióticos se debe principalmente a consumos
de carbón, petróleo y gas natural durante los procesos de producción de los pelets de
biomasa. El 100% del impacto se produce durante la producción de los pelets.
• La contribución a la destrucción de la capa de ozono se debe a las emisiones de compuestos
metánicos halogenados al aire. El 100% de este impacto se produce durante la producción
de los pelets.
• La contribución al consumo de agua dulce se debe en un 100% al proceso de producción
de los pelets.

–58–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

4.6. Comparativa de suministros energéticos


La Tabla 4.12 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para los seis suministros energéticos evaluados anteriormente y, más
concretamente, del ciclo de vida de la producción de 1 kWh de energía - eléctrica o
térmica - procedente de la electricidad de la red española, del gasóleo C, del gas natural,
de una instalación solar térmica de baja temperatura, de una instalación fotovoltaica y
de pelets de biomasa -. Para cada indicador de impacto ambiental potencial se muestra
en color rojo el suministro que presenta el máximo valor de impacto y en color verde
el suministro que presenta el mínimo valor de impacto.

Tabla 4.12. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de energía


a partir de distintos suministros energéticos domésticos

Suministros energéticos
Indicadores Unidades
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

Acidificación kg SO2 eq. 7,26 x 10-3 2,51 x 10-3 9,70 x 10-5 2,13 x 10-5 3,95 x 10-4 4,97 x 10-4
Cambio kg CO2 eq. 0,643 0,317 0,256 2,54 x 10-3 8,12 x 10-2 5,60 x 10-2
climático
Eutrofización kg PO4-3 eq. 2,57 x 10-4 5,38 x 10-4 2,03 x 10-5 2,13 x 10-6 1,84 x 10-4 8,00 x 10-5
Toxicidad kg Pb eq. 4,97 x 10-4 4,28 x 10-4 5,78 x 10-5 3,55 x 10-5 2,55 x 10-4 1,03 x 10-4
humana
Radiación
DALY 7,82 x 10-9 1,54 x 10-10 5,80 x 10-11 1,69 x 10-11 4,45 x 10-10 7,55 x 10-10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 2,80 x 10-4 6,10 x 10-5 1,52 x 10-5 1,44 x 10-6 2,14 x 10-5 2,32 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 0,220 0,104 0,109 8,54 x 10-4 2,94 x 10-2 1,82 x 10-2
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 2,46 x 10-8 4,06 x 10-8 2,51 x 10-8 3,44 x 10-10 9,30 x 10-9 3,41 x 10-9
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 4,52 0,161 3,24 x 10-2 1,76 x 10-2 9,35 0,360
de agua dulce

–59–
De la comparativa entre suministros, pueden extraerse las siguientes
conclusiones:

• Considerando los seis suministros energéticos evaluados, la electricidad procedente de


la red española presenta el mayor impacto ambiental potencial en seis de los indicadores
evaluados - acidificación, cambio climático, toxicidad humana, radiación ionizante,
formación de oxidantes fotoquímicos y agotamiento de recursos abióticos-, el gasóleo
en dos indicadores - eutrofización y destrucción de la capa de ozono - y la electricidad
de origen fotovoltaico en un indicador - consumo de agua dulce -.
• También, considerando los seis suministros energéticos evaluados, la energía solar
térmica de baja temperatura presenta el menor impacto ambiental potencial en la
totalidad de los nueve indicadores evaluados.
• En el caso de los dos suministros eléctricos - electricidad de la red española y
electricidad de origen fotovoltaico -, la electricidad de la red española presenta un
mayor impacto ambiental potencial en todos los indicadores ambientales evaluados a
excepción del indicador de consumo de agua dulce.
• En el caso de los cuatros suministros térmicos - gasóleo, gas natural, solar térmica de
baja temperatura y pelets de biomasa -, el gasóleo presenta el mayor impacto ambiental
potencial en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación, cambio climático,
eutrofización, toxicidad humana, formación de oxidantes fotoquímicos y destrucción de
la capa de ozono -, la biomasa en dos indicadores - radiación ionizante y consumo de
agua dulce - y el gas natural en un indicador - agotamiento de recursos abióticos-.

La Figura 4.1 muestra la información de la Tabla 4.12 de forma gráfica, asignándose el


valor de 100% al suministro energético con el máximo impacto ambiental potencial en
cada indicador y calculándose el porcentaje de los restantes suministros energéticos en
base a éste. Los suministros eléctricos - electricidad de la red española y electricidad
de origen fotovoltaico - se representan con una barra rojiza y los suministros térmicos
- gasóleo, gas natural, solar térmica de baja temperatura y pelets de biomasa - con una
barra azulada.

–60–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

Figura 4.1. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


energía a partir de distintos suministros energéticos domésticos

% Acidificación
100
100

80

60

35
40

20
7
5
1 <1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Cambio climático
100
100

80

60
49
40
40

20
13
9
<1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Eutrofización
100
100

80

60
48

40
34
15
20

4
<1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

–61–
Figura 4.1. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
energía a partir de distintos suministros energéticos domésticos (continuación)

% Toxicidad humana
100
100
86
80

60
51

40

21
20
12
7
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Radiación ionizante
100
100

80

60

40

20
6 10
2 1 <1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100

80

60

40

22
20

5 8 8
1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

–62–
4. Análisis del ciclo de vida de suministros energéticos

Figura 4.1. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


energía a partir de distintos suministros energéticos domésticos (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100

80

60
50
47

40

20
13
8
<1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Destrucción de la capa de ozono


100
100

80

61 62
60

40
23
20
8
<1
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

% Consumo de agua dulce


100
100

80

60
48

40

20

2 <1 <1 4
0
Electricidad Gasóleo Gas natural Solar térmica Fotovoltaica Biomasa

–63–
–64–
Capítulo 5
Análisis del ciclo de vida de
equipos e instalaciones
La cifra de 9.300 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética de un hogar ubicado en Zaragoza (véase Capítulo 2). Dicho consumo se
destina a cubrir las demandas energéticas domésticas - eléctricas y térmicas -, pudiéndose
recurrir a distintos suministros energéticos en cada caso (véase Capítulo 4). Para cubrir
dichas demandas energéticas, además de energía, se requiere del funcionamiento de
equipos e instalaciones domésticas, con repercusiones ambientales durante su uso o
funcionamiento, aunque también durante sus procesos de fabricación, distribución y
final de vida.
La consideración conjunta de las repercusiones ambientales del suministro energético y
del propio equipo o instalación en cuestión, determinan finalmente el comportamiento
ambiental de una vivienda ante una demanda energética concreta (p.ej. calefacción,
producción de ACS, lavado de ropa, etc.), siendo éste el tema abordado en el presente
capítulo.
Por tanto, en este capítulo se analiza ambientalmente el ciclo de vida completo -
incluyendo las fases de fabricación, distribución, uso y final de vida - de catorce equipos
o instalaciones domésticas que cubren alguna de las principales demandas energéticas
domésticas.
Los equipos o instalaciones considerados han sido los siguientes: calefacción (bomba
de calor eléctrica, radiador eléctrico, caldera de gas con radiadores de agua y caldera
de gas mixta de condensación con radiadores de agua), cocción (encimera eléctrica
vitrocerámica y encimera de gas), producción de ACS (acumulador eléctrico, caldera
mixta de gas y calentador instantáneo), refrigeración (aire acondicionado eléctrico),
lavado de ropa (lavadora eléctrica y lavadora eléctrica con precalentamiento de agua
por gas) y secado de ropa (secadora eléctrica y secadora de gas).
La evaluación ambiental se ha llevado a cabo mediante la aplicación de la metodología
del Análisis del Ciclo de Vida (véase Capítulo 3) y concretamente, a partir de la
cuantificación de nueve indicadores de impacto ambiental - acidificación, cambio
climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos, destrucción de la capa de ozono y
consumo de agua dulce -.

–65 –
Dicha evaluación ha permitido determinar el origen y las causas de las repercusiones
ambientales de los distintos equipos e instalaciones evaluados, o en otras palabras, ha
permitido determinar en qué fase concreta del ciclo de vida - fabricación, distribución,
uso o final de vida - se produce el impacto y las principales causas de los mismos.
Una vez evaluados individualmente los distintos equipos o instalaciones, para
cada categoría de demanda energética, se comparan ambientalmente los equipos o
instalaciones entre sí, tomándose una unidad funcional común de referencia. Dicha
evaluación permite poner de manifiesto las ventajas e inconvenientes ambientales
que comparativamente presentan los distintos equipos o instalaciones en una misma
categoría de demanda energética doméstica.
Para la caracterización de los diferentes equipos e instalaciones evaluados, se ha
recurrido a distintos fabricantes españoles y europeos, reproduciéndose finalmente
equipos e instalaciones representativos del mercado español actual.

5.1. La calefacción
La cifra de 3.650 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
de calefacción de un hogar ubicado en Zaragoza (véase Capítulo 2). Esta demanda
energética puede cubrirse con distintos equipos o instalaciones, entro los cuales se
encuentran:
- La bomba de calor eléctrica,
- El radiador eléctrico,
- La caldera de gas con radiadores de agua, y
- La caldera de gas mixta de condensación con radiadores de agua.

–66 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de los cuatro sistemas de


calefacción mencionados, considerándose su ciclo de vida completo - fabricación,
distribución, uso y final de vida - y suponiéndose una vida útil de 15 años para los
cuatro sistemas. Finalmente, se compara ambientalmente la producción de 1 kWh de
calor para calefacción.

5.1.1. Evaluación ambiental de una bomba de calor eléctrica


La bomba de calor es un sistema reversible, el cual permite calentar y enfriar la
vivienda, es decir, proveer calor o frío según requiera el usuario. Este sistema puede
componerse de una serie de equipos independientes o ser un sistema centralizado. En
la opción centralizada el calor se distribuye por conductos de aire o por tubos con
agua caliente.
Los equipos independientes pueden ser compactos o partidos. Los compactos tienen el
evaporador y el condensador en una misma carcasa. En cambio, los sistemas partidos,
o también denominados split, tienen una unidad exterior (condensador) y una interior
(evaporador), conectadas entre sí. Los sistemas partidos denominados multi split, varias
unidades interiores comparten una misma unidad exterior.

5.1.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.1 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la bomba de
calor evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
La bomba de calor aquí evaluada es del tipo partido o split, compuesta por un condensador
y por un evaporador conectados entre si, con una capacidad nominal de calefacción de
3 kW, una potencia absorbida en calefacción de 1 kW, por lo que se supone un equipo
con un índice de eficiencia energética (COP) de 3.

–67–
Se ha supuesto que este equipo es capaz de cubrir una cuarta parte de las necesidades de
calefacción de una vivienda, o en otras palabras, para cubrir íntegramente las necesidades
de calefacción se requerirían cuatro equipos como el aquí evaluado.
Por otro lado, debido a la reversibilidad del equipo, o capacidad de proveer calor y frío,
también se ha considerado que el 78% de su uso está destinado a calefacción y un 22%
a refrigeración, habiéndose aplicado este criterio a las fases de fabricación, distribución
y final de vida del equipo.

Figura 5.1. Principales procesos del ciclo de vida de la bomba de calor

Fabricación*
Montaje: 9,7 (KWh electricidad)
2%
2% 2% Material: Peso (kg):
6%
Gas (R-410A) 1,0
Otros 0,9
Poliestireno(PS) 21,5
47% Acero 18,8
41%
Cobre 2,8
Aluminio 1,1
Total: 46,1

Distribución*
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 13.688 kWh calor
Consumo energético 4.563 kWh electricidad
Final de vida*
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 3,2 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 11,5 kg

* El 78% de estas fases ha sido asignada la función calefacción debido a la reversibilidad del equipo.

–68 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.1.1.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.2 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la bomba de calor eléctrica, en
la cual se puede observar que el 86% del impacto ambiental global de este equipo se debe
a su fase de uso y más concretamente, a su consumo eléctrico. También cabe destacarse
la relevancia ambiental de la fase de fabricación (12%), debida a la producción de los
distintos materiales que componen el equipo y a la del gas refrigerante (R-410A).

Figura 5.2. Perfil ambiental del ciclo de vida de la bomba de calor

% Bomba de calor eléctrica


100

86
80

60

40

20
12
2
<1
0
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.1 y la Figura 5.3 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la bomba de calor eléctrica, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el
uso del aparato en ocho de los nueve indicadores evaluados - acidificación, cambio
climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de
oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y consumo de agua dulce -,
con contribuciones superiores al 90% en todos los indicadores.
En el caso del indicador relativo a la destrucción de la capa de ozono, la fase de uso
resulta ser ambientalmente irrelevante (< 1%) frente a las de fabricación y final de
vida del equipo, con contribuciones del 57% y 42% respectivamente, debidas a la
producción, manipulación y tratamiento final del gas refrigerante (R-410A) contenido
en la instalación.

–69–
Tabla 5.1. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la bomba de
calor

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 33,7 3 <1 98 -1


Cambio kg CO2 eq. 3,13 x 10+3 6 <1 94 0
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 1,22 6 <1 96 -3

Toxicidad kg Pb eq. 2,53 23 <1 90 -13


humana
Radiación DALY 3,60 x 10-5 2 0 99 > -1
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 1,31 4 <1 98 -2
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 1,03 x 10+3 6 <1 97 -3
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,33 x 10-2 57 0 <1 42
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 2,08 x 10+4 2 0 99 > -1
de agua dulce

También, debe destacarse que las fases de fabricación y final de vida son ambientalmente
relevantes en el caso del indicador relativo a la toxicidad humana, con contribuciones
del 23% y -13% respectivamente, debidas a los procesos de producción y posterior
reciclado de algunos metales - cobre y aluminio - que componen el equipo.
Por otro lado, también debe comentarse que la fase de fabricación tampoco es despreciable
en tres de los nueve indicadores evaluados - cambio climático, eutrofización y agotamiento
de los recursos abióticos -, con contribuciones del orden del 6% debidas a la producción
de los distintos materiales y del gas refrigerante (R-410A) que componen el sistema.
Finalmente, la fase de distribución del equipo resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–70 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.3. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la bomba de
calor
% Acidificación
100

98
80

60

40

20

3 <1
0
-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

94
80

60

40

20
6
<1 0
0

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

96
80

60

40

20
6
<1
0
-3

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–71–
Figura 5.3. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la bomba de
calor (continuación)

% Toxicidad humana
100
90

80

60

40

23
20

<1
0

-13
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

99
80

60

40

20

2 0
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

98
80

60

40

20

4 <1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–72 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.3. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la bomba de
calor (continuación)
% Agotamiento de recursos abióticos
100

97
80

60

40

20
6
<1
0
-3

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

80

57
60

42
40

20

0 <1
0

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100

99
80

60

40

20

2 0
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–73–
5.1.2. Evaluación ambiental de un radiador eléctrico
Los radiadores eléctricos son aparatos independientes de calefacción que intercambian
calor con la estancia en la que se encuentran emplazados. Estos aparatos suelen estar
fabricados con chapa, aluminio o acero.

5.1.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.4 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo del radiador
eléctrico evaluado, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.4. Principales procesos del ciclo de vida del radiador eléctrico

Fabricación

Montaje: 4,2 (KWh electricidad)


22%
Material: Peso (kg):

Acero 15,7
78% Aceite 4,3
Total: 20,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 9.125 kWh calor
Consumo energético 9.125 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 1,4 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 5,0 kg

–74 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

El radiador eléctrico aquí evaluado es de aceite, con una capacidad nominal de calefacción
de 2 kW y una potencia absorbida en calefacción también de 2 kW. Se ha supuesto que
este equipo es capaz de cubrir una sexta parte de las necesidades de calefacción de una
vivienda o, en otras palabras, para cubrir íntegramente las necesidades de calefacción se
requerirían seis equipos como el aquí evaluado.

La Figura 5.5 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida del radiador eléctrico, en la
cual se puede observar que prácticamente la totalidad del impacto ambiental global de
este equipo se debe a su fase de uso y más concretamente, a su consumo eléctrico.

Figura 5.5. Perfil ambiental del ciclo de vida del radiador eléctrico

% Radiador eléctrico
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.2 y la Figura 5.6 muestran el resultado de los nueve
indicadores del ciclo de vida del radiador eléctrico, diferenciándose la contribución de
las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

–75–
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el uso
del aparato en la totalidad de los nueve indicadores evaluados, con contribuciones
cercanas al 100% en todos y cada uno de los indicadores. Como consecuencia de ello,
las restantes fases del ciclo de vida del radiador eléctrico - fabricación, distribución y
final de vida - resultan ser ambientalmente irrelevantes, con contribuciones absolutas
del orden del 1%.

Tabla 5.2. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del radiador
eléctrico

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 66,3 <1 <1 100 > -1


Cambio kg CO2 eq. 5,89 x 10 +3 <1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 2,36 1 <1 99 > -1
Toxicidad kg Pb eq. 4,56 1 <1 100 > -1
humana
Radiación
DALY 7,14 x 10-5 <1 <1 100 > -1
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 2,57 1 <1 100 -1
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 2,02 x 10 +3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 2,28 x 10-4 2 <1 99 > -1
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 4,13 x 10+4 <1 <1 100 > -1
de agua dulce

–76 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.6. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del radiador
eléctrico
% Acidificación
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–77–
Figura 5.6. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del radiador
eléctrico (continuación)

% Toxicidad humana
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

100
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–78 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.6. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del radiador
eléctrico (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

99
80

60

40

20

2 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–79–
5.1.3. Evaluación ambiental de una caldera de gas con
radiadores de agua
Las calderas, según el tipo de combustión, se clasifican en atmosféricas o estancas.
En las atmosféricas, la combustión se realiza en contacto con el aire de la estancia
en la que se encuentra la caldera. En las estancas en cambio, la admisión de aire y la
evacuación de los gases de combustión tienen lugar en una cámara aislada y presentan
un mayor rendimiento que las atmosféricas.
En este sistema de calefacción, el calor generado por la caldera es distribuido por un
conjunto de tuberías y radiadores por cuyo interior circula el agua calentada.

5.1.3.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.7 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de una caldera de
gas con radiadores, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
La caldera de gas con radiadores de agua aquí evaluada se compone de una caldera
estanca de gas de tres estrellas - según la Directiva 92/42/CEE -, con una potencia útil
de calefacción de 23,70 kW, un consumo calorífico nominal máximo (PCI) de 25,48 kW
y un rendimiento sobre PCI del 93,00%. La instalación se completa con 5 radiadores
de agua. Esta instalación es capaz de cubrir íntegramente las necesidades de calefacción
de una vivienda.

–80 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.7. Principales procesos del ciclo de vida de la caldera de gas con radiadores de agua

Fabricación

1% Montaje: 26,7 (KWh electricidad)


1% 1%
Material: Peso (kg):

Acero 95,7
21% Cobre 27,0
Latón 1,9
76% Aluminio 1,2
Otros 1,2
Total: 127,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 54.750 kWh calor
Consumo energético 5.650 Nm³ gas natural
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 8,9 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 31,8 kg

–81–
5.1.3.2. Resultados de la evaluación ambiental
La Figura 5.8 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera de gas con
radiadores de agua, en la cual se puede observar que el 83% del impacto ambiental
global de la instalación se debe a su fase de uso y más concretamente, al consumo y la
combustión de gas natural. Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (38%) y
la de final de vida (-21%), debidas a la producción y posterior reciclado de algunos metales
- cobre y acero - que componen la caldera, los conductos de agua y los radiadores.

Figura 5.8. Perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera de gas con radiadores de agua

% Caldera de gas con radiadores de agua


100

83
80

60

38
40

20

<1
0

-20
-21

-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.3 y la Figura 5.9 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la caldera de gas con radiadores, diferenciándose
la contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo y la combustión de gas natural
durante el uso de la caldera, concretamente, con contribuciones del orden del 99% en
tres de los nueve indicadores evaluados - cambio climático, agotamiento de recursos
abióticos y destrucción de la capa de ozono - y con contribuciones superiores al 59% en
los restantes seis indicadores evaluados - acidificación, eutrofización, toxicidad humana,
radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce -.

–82 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.3. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas con radiadores de agua

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 8,08 63 2 71 -35


Cambio kg CO2 eq. 1,53 x 10 +4 2 <1 99 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 1,35 21 2 89 -12
Toxicidad kg Pb eq. 5,82 102 <1 59 -61
humana
Radiación DALY 4,32 x 10-6 39 <1 79 -19
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 1,02 28 <1 88 -16
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 6,49 x 10 +3 1 <1 99 > -1
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,49 x 10-3 1 <1 99 > -1
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 3,06 x 10+3 82 1 62 -46
de agua dulce

No obstante, se debe comentar que las fases de fabricación y final de vida son también
ambientalmente relevantes en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y consumo de agua dulce -, con contribuciones absolutas comprendidas
entre el 12% y el 102%. Estas contribuciones son debidas a los procesos de producción
y posterior reciclado de los distintos metales - cobre, acero, latón, aluminio, etc. - que
componen la caldera, los conductos de agua y los radiadores.
Finalmente, la fase de distribución del sistema resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 2%.

–83–
Figura 5.9. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas con radiadores de agua

% Acidificación
100

80
71
63
60

40

20
2
0

-20
-35
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100
99

80

60

40

20

2 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100
89

80

60

40

21
20
2
0

-12
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–84 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.9. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas con radiadores de agua (continuación)
% Toxicidad humana
120
102
100

80

59
60

40

20
<1
0

-20

-40

-60
-61
-70
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

79
80

60

39
40

20

<1
0

-19
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

88
80

60

40
28

20

<1
0
-16
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–85–
Figura 5.9. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas con radiadores de agua (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


120

100
82
80
62
60

40

20
1
0

-20

-40
-46
-60
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–86 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.1.4. Evaluación ambiental de una caldera de gas mixta de


condensación con radiadores de agua
Este tipo de caldera es de circuito estanco, tiro forzado e incorpora un intercambiador
de calor que aprovecha el calor del vapor de agua de los gases de combustión. Este nuevo
concepto permite un incremento notable del rendimiento de la caldera y a su vez permite
trabajar con temperaturas del agua más bajas. Por tanto, la condensación permite obtener la
misma potencia que una caldera convencional, reduciendo el consumo de gas natural.

5.1.4.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.10 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de una caldera
de gas mixta de condensación con radiadores de agua, los cuales han sido considerados
en su ACV (véase Capítulo 3).
La caldera de gas mixta de condensación con radiadores de agua aquí evaluada se compone
de una caldera estanca de cuatro estrellas - según la Directiva 92/42/CEE -, con una
potencia útil de calefacción de 24,50 kW, un consumo calorífico nominal máximo (PCI)
de 25,00 kW y un rendimiento sobre PCI del 98,00%. La instalación se completa con
5 radiadores de agua.
Debido a que una caldera mixta puede cubrir tanto las necesidades de calefacción como
las de producción de ACS, se ha considerado que el 76% de su uso está destinado a
calefacción y el 24% a producción de ACS, habiéndose aplicado este criterio a las fases
de fabricación, distribución y final de vida de la caldera.

–87–
Figura 5.10. Principales procesos del ciclo de vida de la caldera de gas con radiadores de agua

Fabricación*
Montaje: 29,4 (KWh electricidad)
1% 2%
5% 1% Material: Peso (kg):

Acero 104,5
17% Cobre 23,5
Latón 7,5
74% Aluminio 1,3
Plasticos 2,4
Otros 0,7
Total: 140,0

Distribución*
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 54.750 kWh calor
Consumo energético 5.362 Nm³ gas natural
Final de vida*
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 9,8 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 35 kg

* El 76% de estas fases ha sido asignado a la función calefacción.

5.1.4.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.11 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera de gas mixta
de condensación con radiadores de agua, el cual es muy parecido al de la caldera de gas
anterior, y en el que se puede observar que el 85% del impacto ambiental global de la
instalación se debe a su fase de uso y, más concretamente, al consumo y la combustión
de gas natural. Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (34%) y la de
final de vida (-19%), debidas a la producción y posterior reciclado de algunos metales
-cobre, acero y latón- que componen la caldera de condensación, los conductos de agua
y los radiadores.

–88 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.11. Perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera de gas mixta de condensación
con radiadores de agua

% Caldera de gas mixta de condensación con radiadores de agua


100
85
80

60

34
40

20
<1
0
-19
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

La Tabla 5.4 y la Figura 5.12 muestran el resultado de los nueve indicadores del ciclo de
vida de la caldera de gas mixta de condensación con radiadores de agua, diferenciándose
la contribución de las distintas fases -fabricación, distribución uso y final de vida-.
Análogamente a la caldera anterior, en este caso se puede constatar la relevancia ambiental
del consumo y la combustión de gas natural durante el uso de la caldera, con contribuciones
del 99% en tres de los nueve indicadores - cambio climático, agotamiento de recursos
abióticos y destrucción de la capa de ozono - y con contribuciones superiores al 64% en
los restantes seis indicadores evaluados - acidificación, eutrofización, toxicidad humana,
radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce -.

–89–
Tabla 5.4. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas mixta de condensación con radiadores de agua

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 7,33 56 1 74 -31


Cambio kg CO2 eq. 1,45 x 10 +4 1 <1 99 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 1,26 19 2 90 -11
Toxicidad kg Pb eq. 5,09 90 <1 64 -54
humana
Radiación
ionizante DALY 4,00 x 10 -6 36 <1 81 -18

Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,950 24 <1 89 -14
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 6,15 x 10 +3 1 <1 99 > -1
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,41 x 10 -3 <1 <1 99 > -1
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 2,79 x 10 +3 77 <1 65 -43
de agua dulce

No obstante, se debe comentar que las fases de fabricación y final de vida son también
ambientalmente relevantes en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y consumo de agua dulce -, con contribuciones absolutas comprendidas
entre el 11% y el 90%. Éstas son debidas a los procesos de producción y posterior
reciclado de los metales - cobre, acero, latón, aluminio, etc. - que componen la caldera,
los conductos y los radiadores.
Finalmente, la fase de distribución del sistema resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 2%.

–90 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.12. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas mixta de condensación con radiadores de agua
% Acidificación
100
74
80

56
60

40

20
1
0

-20

-31
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100
90

80

60

40

19
20

2
0

-11
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–91–
Figura 5.12. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas mixta de condensación con radiadores de agua (continuación)

% Toxicidad humana
100
90
80
64
60

40

20

<1
0

-20

-54
-40

-60
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

81
80

60

36
40

20

<1
0
-18
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
89

80

60

40
24
20

<1
0
-14
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–92 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.12. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera de
gas mixta de condensación con radiadores de agua (continuación)
% Agotamiento de recursos abióticos
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100
99
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100

77
80
65
60

40

20
<1
0

-20

-40
-43
-60
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–93–
5.1.5. Comparativa ambiental entre los sistemas de
calefacción
La Tabla 5.5 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para los cuatro sistemas de calefacción evaluados anteriormente - bomba de
calor eléctrica, radiador eléctrico, caldera de gas con radiadores de agua y caldera de
gas mixta de condensación con radiadores de agua - y más concretamente, del ciclo de
vida de las respectivas producciones de 1 kWh de calor para calefacción.

Tabla 5.5. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de calor


para calefacción

Caldera de gas mixta


Indicador Bomba de Radiador Caldera de gas
Unidad de condensación
calor eléctrica eléctrico con radiadores
con radiadores

Acidificación kg SO2 eq. 2,46 x 10-3 7,27 x 10-3 1,48 x 10-4 1,34 x 10-4
Cambio kg CO2 eq. 0,229 0,645 0,279 0,264
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 8,88 x 10-5 2,59 x 10-4 2,46 x 10-5 2,30 x 10-5
Toxicidad kg Pb eq. 1,85 x 10-4 4,99 x 10-4 1,06 x 10-4 9,31 x 10-5
humana
Radiación
DALY 2,63 x 10-9 7,83 x 10-9 7,89 x 10-11 7,31 x 10-11
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 9,55 x 10-5 2,82 x 10-4 1,86 x 10-5 1,74 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 7,56 x 10-2 0,221 0,119 0,112
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 9,70 x 10-7 2,49 x 10-8 2,72 x 10-8 2,58 x 10-8
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 1,52 4,53 5,59 x 10-2 5,09 x 10-2
de agua dulce

Para cada indicador de impacto ambiental se muestra en color rojo el sistema de


calefacción que presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color verde el
sistema de calefacción que presenta el valor mínimo de impacto.

–94 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

De la comparativa entre sistemas se extraen las siguientes conclusiones:

• La bomba de calor eléctrica presenta el valor máximo de impacto en uno de los nueve
indicadores evaluados - destrucción de la capa de ozono - y el valor mínimo en dos
de los nueve indicadores - cambio climático y agotamiento de los recursos abióticos -.
Los restantes seis indicadores ocupan posiciones intermedias.
• El radiador eléctrico presenta el valor máximo de impacto en ocho de los nueve
indicadores evaluados - acidificación, cambio climático, eutrofización, toxicidad
humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de
recursos abióticos y consumo de agua dulce - y el valor mínimo en uno de los nueve
indicadores - destrucción de la capa de ozono -.
• La caldera de gas con radiadores de agua no presenta ningún indicador con valor
máximo ni tampoco con valor mínimo de impacto ambiental potencial. Sus indicadores
son siempre superiores a los de la caldera de gas mixta de condensación con radiadores
de agua. En seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación, eutrofización,
toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y
consumo de agua dulce - sus valores son inferiores a los de bomba de calor y a los del
radiador eléctrico. Los restantes tres indicadores ocupan posiciones intermedias entre
la bomba de calor eléctrica y el radiador eléctrico.
• La caldera de gas mixta de condensación con radiadores de agua no presenta ningún
indicador con valor máximo de impacto ambiental potencial. En cambio, presenta el
valor mínimo en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación, eutrofización,
toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo
de agua dulce -. Los restantes tres indicadores son inferiores a los de la caldera de
gas y ocupan posiciones intermedias entre la bomba de calor eléctrica y el radiador
eléctrico.

La Figura 5.13 muestra la información de la Tabla 5.5 de forma gráfica, asignándose el


valor de 100% al sistema de calefacción con mayor valor de impacto ambiental potencial
en cada indicador y calculándose el porcentaje del resto de sistemas en base a éste.

–95–
Figura 5.13. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
calor para calefacción

% Acidificación
100
100
80

60

40
34

20

2 2
0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Cambio climático
100
100
80

60

43 41
35
40

20

0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Eutrofización
100
100
80

60

34
40

20
10 9

0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

–96 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.13. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


calor para calefacción (continuación)

% Toxicidad humana
100
100
80

60

37
40
21
19
20

0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Radiación ionizante
100
100
80

60

34
40

20

1 1
0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
80

60

34
40

20
7 6
0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

–97–
Figura 5.13. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
calor para calefacción (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100
80

60 54
51

34
40

20

0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Destrucción de la capa de ozono


100
100
80

60

40

20

3 3 3
0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

34
40

20

1 1
0
Bomba de calor Radiador Caldera de gas y Caldera de gas mixta
eléctrica eléctrico radiadores de agua de condensación y
radiadores de agua

–98 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.2. La cocción
La cifra de 1.000 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética bruta para cocción de un hogar español, siendo de 850 kWh/año la demanda
de la cocina y de unos 150 kWh/año la del horno (véase Capítulo 2).
Las cocinas y los hornos se clasifican en dos grandes grupos según el tipo de energía que
utilizan: de gas y eléctricos. En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental
de una encimera eléctrica vitrocerámica y el de una encimera de gas, considerándose su
ciclo de vida completo - fabricación, distribución, uso y final de vida - y suponiéndose
una vida útil de 15 años en ambos casos. Finalmente, se compara ambientalmente la
producción de 1 kWh de calor para cocción.

5.2.1. Evaluación ambiental de una encimera eléctrica


vitrocerámica
Las encimeras eléctricas actuales son vitrocerámicas o de inducción.
En las encimeras vitrocerámicas las zonas de cocción han sido serigrafiadas sobre
una superficie vitrocerámica con un elevado grado de resistencia al peso, a los golpes
y a las diferencias de temperatura. El calor se obtiene de unas resistencias eléctricas
situadas bajo las zonas de cocción y, en algunos casos, de la acción combinada de estas
resistencias y unas lámparas halógenas. Acostumbran a tener entre 2 y 5 puntos de
cocción.
Las de inducción no usan ningún tipo de resistencia o foco de calor sino que calientan
los alimentos mediante la generación de campos magnéticos. El calor se produce por
el movimiento de los electrones, por lo tanto, solamente se pueden usar recipientes de
metal ferromagnético y con fondo plano, liso y grueso.

–99–
5.2.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental
La Figura 5.14 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la encimera
vitrocerámica evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
La encimera aquí evaluada es del tipo vitrocerámica y con 4 puntos de cocción, uno
de ellos halógeno, dos radiantes y uno circular doble. La eficiencia en el calentamiento
es del 60%.

Figura 5.14. Principales procesos del ciclo de vida de la encimera vitrocerámica

Fabricación
Montaje: 1,7 (KWh electricidad)
2% 4%
Material: Peso (kg):

12% Acero 3,5


Vidrio 2,9
Cobre 1,0
45% Policarbonato (PC) 0,2
37% Otros 0,4
Total: 8,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 7.650 kWh calor
Consumo energético 12.750 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 0,6 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 2,0 kg

–100 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.2.1.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.15 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la encimera vitrocerámica,
en la cual se puede observar que prácticamente la totalidad del impacto ambiental global
de la encimera se debe a su fase de uso y más concretamente, a su consumo eléctrico.

Figura 5.15. Perfil ambiental del ciclo de vida de la encimera vitrocerámica

% Encimera eléctrica vitrocerámica


100
100
80

60

40

20
<1 <1
0
>-1
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–101–
De un modo más detallado la Tabla 5.6 y la Figura 5.16 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la encimera vitrocerámica, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el uso
de la encimera en la totalidad de los nueve indicadores evaluados, con contribuciones
cercanas al 100% en todos y cada uno de los indicadores. Como consecuencia de ello,
las restantes fases del ciclo de vida de la encimera - fabricación, distribución y final
de vida - resultan ser ambientalmente irrelevantes, con contribuciones absolutas del
orden del 1%, a excepción del indicador relativo a la toxicidad humana en el que son
ligeramente superiores debido a los procesos de producción y posterior reciclado del
cobre presente en la encimera.

Tabla 5.6. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
vitrocerámica

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 92,6 <1 <1 100 > -1


Cambio kg CO2 eq. 8,21 x 10+3 <1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 3,28 <1 <1 100 > -1
Toxicidad kg Pb eq. 6,42 3 <1 99 -2
humana
Radiación DALY 9,97 x 10-5 <1 <1 100 > -1
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 3,58 <1 <1 100 > -1
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 2,81 x 10 +3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 3,15 x 10-4 <1 <1 100 > -1
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 5,77 x 10+4 <1 <1 100 > -1
de agua dulce

–102 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.16. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
vitrocerámica

% Acidificación
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–103–
Figura 5.16. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
vitrocerámica (continuación)

% Toxicidad humana
100

99
80

60

40

20

3 <1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–104 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.16. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
vitrocerámica (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–105–
5.2.2. Evaluación ambiental de una encimera de gas
Las encimeras de gas extraen la energía necesaria para la cocción de la combustión del
gas natural. Actualmente estas placas se fabrican de acero inoxidable. Las encimeras
de gas también pueden ser vitrocerámicas, encontrándose los quemadores debajo del
cristal.

5.2.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.17 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la encimera
de gas evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.17. Principales procesos del ciclo de vida de la encimera de gas

Fabricación
Montaje: 1,9 (KWh electricidad)
3% 3%
5% Material: Peso (kg):

Acero 6,2
Acero inoxidable 1,9
21% Aluminio 0,4
68% Cobre 0,3
Otros 0,3
Total: 9,1

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 7.650 kWh calor
Consumo energético 1.224 Nm3 gas natural
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 0,6 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 2,3 kg

–106 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

La encimera de gas aquí evaluada es de 4 quemadores y con una eficiencia en el


calentamiento del 60%.

5.2.2.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.18 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la encimera de gas, en
la cual se puede observar que el 94% del impacto ambiental global de la encimera se
debe a su fase de uso y más concretamente, al consumo y combustión del gas natural.
Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (18%) y la de final de vida (-
8%), debidas a la producción y reciclado de los distintos metales que componen la
encimera.

Figura 5.18. Perfil ambiental del ciclo de vida de la encimera de gas

% Encimera de gas
100

94
80

60

40

14
20
<1
0

-8
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–107–
De un modo más detallado la Tabla 5.7 y la Figura 5.19 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la encimera de gas, distinguiéndose la contribución
de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

Tabla 5.7. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera de
gas

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 1,34 13 <1 93 -7


Cambio kg CO2 eq. 3,29 x 10+3 1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,270 7 <1 96 -4
Toxicidad kg Pb eq. 0,932 50 <1 79 -30
humana
Radiación DALY 8,21 x 10-7 19 <1 90 -10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,201 7 <1 96 -4
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 1,40 x 10+3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 3,22 x 10-4 <1 <1 100 > -1
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 473 25 <1 88 -13
de agua dulce

–108 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo y la combustión de gas natural


durante el uso de la encimera, concretamente con contribuciones del orden del 100%
en tres de los nueve indicadores evaluados - cambio climático, agotamiento de recursos
abióticos y destrucción de la capa de ozono - y con contribuciones superiores al 79%
en los restantes seis indicadores evaluados - acidificación, eutrofización, toxicidad
humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua
dulce -.

No obstante, se debe comentar que las fases de fabricación y final de vida son también
ambientalmente relevantes en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y consumo de agua dulce -, con contribuciones absolutas comprendidas
entre el 4% y el 50%. Estas contribuciones son debidas a los procesos de producción y
posterior reciclado de los metales - acero inoxidable, acero, aluminio, cobre, etc. - que
componen la encimera.
Finalmente, la fase de distribución de la encimera resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–109–
Figura 5.19. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
de gas
% Acidificación
100

93
80

60

40

20
13
<1
0

-7
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

96
80

60

40

20
7
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–110 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.19. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
de gas (continuación)

% Toxicidad humana
100
79
80

60
50

40

20

<1
0

-20

-30
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100
90

80

60

40

19
20

<1
0

-10
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

96
80

60

40

20
7
<1
0
-4

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–111–
Figura 5.19. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la encimera
de gas (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
88

80

60

40

25
20

<1
0

-13
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–112 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.2.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de cocción


La Tabla 5.8 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental potencial
para las dos encimeras evaluadas anteriormente - encimera eléctrica vitrocerámica y
encimera de gas - y más concretamente, del ciclo de vida de las respectivas producciones
de 1 kWh de calor para cocción.

Tabla 5.8. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de calor


para cocción

Indicador Unidad Encimera eléctrica vitrocerámica Encimera de gas

Acidificación kg SO2 eq. 1,21 x 10-2 1,75 x 10+4


Cambio kg CO2 eq. 1,07 0,430
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 4,29 x 10-4 3,52 x 10-5
Toxicidad
kg Pb eq. 8,39 x 10-4 1,22 x 10-4
humana
Radiación
DALY 1,30 x 10-8 1,07 x 10-10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 4,68 x 10-4 2,62 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 0,367 0,183
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 4,12 x 10-8 4,21 x 10-8
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 7,54 6,18 x 10-2
de agua dulce

Para cada indicador de impacto ambiental se muestra en color rojo la encimera que
presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color verde la encimera que presenta
el valor mínimo de impacto.

–113–
De la comparativa entre encimeras se extraen las siguientes conclusiones:

• La encimera eléctrica vitrocerámica presenta el valor máximo de impacto en ocho de


los nueve indicadores evaluados y por lo tanto, la encimera de gas presenta el valor
mínimo de impacto en estos mismos indicadores - acidificación, cambio climático,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y consumo de agua dulce -. La encimera
eléctrica vitrocerámica presenta un valor mínimo de impacto en un único indicador
- destrucción de la capa de ozono -, aunque muy cercano al que presenta la encimera
de gas.

La Figura 5.20 muestra la información de la Tabla 5.8 de forma gráfica, asignándose el


valor de 100% a la encimera con mayor valor de impacto ambiental potencial en cada
indicador y calculándose el porcentaje de la otra encimera en base a ésta.

–114 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.20. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


calor para cocción

% Acidificación
100
100
80

60

40

20

1
0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Cambio climático
100
100
80

60

40
40

20

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Eutrofización
100
100
80

60

40

20
8

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

–115–
Figura 5.20. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
calor para cocción (continuación)

% Toxicidad humana
100
100
80

60

40

15
20

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Radiación ionizante
100
100
80

60

40

20

1
0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
80

60

40

20
6

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

–116 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.20. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


calor para cocción (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100
80

60
50

40

20

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Destrucción de la capa de ozono


100
98 100
80

60

40

20

0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

1
0
Encimera eléctrica Encimera
vitrocerámica de gas

–117–
5.3. El agua caliente sanitaria
La cifra de 1.175 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética para la producción de agua caliente sanitaria - ACS - de un hogar ubicado
en Zaragoza (véase Capítulo 2). Esta demanda energética puede cubrirse con distintos
equipos o instalaciones, entre los cuales se encuentran:
- El acumulador eléctrico,
- La caldera mixta de gas, y
- El calentador instantáneo de gas.
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de los tres sistemas de producción
de agua caliente sanitaria (ACS) mencionados anteriormente, considerándose su ciclo
de vida completo - fabricación, distribución, uso y final de vida - y suponiéndose una
vida útil de 15 años para los tres sistemas. Finalmente, se compara ambientalmente la
producción de 1 kWh de calor para producción de ACS.

5.3.1. Evaluación ambiental de un acumulador eléctrico


El acumulador eléctrico, también denominado termoacumulador de resistencia eléctrica,
es un sistema centralizado individual para la producción de ACS. Estos sistemas
calientan el agua mediante una resistencia eléctrica que entra en funcionamiento cuando
la temperatura del agua contenida en el propio termo es inferior a la fijada por el
usuario.

–118 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.3.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.21 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo del acumulador
eléctrico evaluado, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
El acumulador eléctrico aquí evaluado es un termoacumulador de 100 litros de resistencia
eléctrica, con una potencia absorbida de 1,8 kW, unas pérdidas estáticas a 65ºC en 24
horas de 1,06 kWh y con un tiempo requerido de calentamiento a 65ºC (+50ºC) de 3 h
y 15 min. Este equipo es capaz de cubrir íntegramente las necesidades de producción
de ACS de una vivienda.

Fabricación
Montaje: 6,8 (KWh electricidad)
2% 1%
5% 1% Peso (kg):
Material:

Acero 29,5
Poliuretano (PUR) 1,5
Otros plásticos 0,6
91% Cobre 0,5
Otros 0,4
Total: 32,5

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 17.625 kWh calor
Consumo energético 23.621 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 2,3 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 8,1 kg

–119–
5.3.1.2. Resultados de la evaluación ambiental
La Figura 5.22 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida del acumulador eléctrico, en
la cual se puede observar que prácticamente la totalidad del impacto ambiental global
de este equipo se debe a su fase de uso y, más concretamente, a su consumo eléctrico.

Figura 5.22. Perfil ambiental del ciclo de vida del acumulador eléctrico

% Acumulador eléctrico
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.9 y la Figura 5.23 muestran el resultado de


los nueve indicadores del ciclo de vida del acumulador eléctrico, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el uso
del aparato en la totalidad de los nueve indicadores evaluados, con contribuciones
cercanas al 100% en todos y cada uno de los indicadores. Como consecuencia de ello,
las restantes fases del ciclo de vida del acumulador eléctrico - fabricación, distribución
y final de vida - resultan ser ambientalmente irrelevantes, con contribuciones absolutas
inferiores al 1%.

–120 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.9. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del acumulador
eléctrico

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 172 <1 <1 100 > -1


Cambio kg CO2 eq. 1,52 x 10+4 <1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 6,09 1 <1 99 > -1
Toxicidad kg Pb eq. 11,8 1 <1 99 > -1
humana
Radiación
DALY 1,85 x 10-4 <1 <1 100 > -1
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 6,64 <1 <1 100 > -1
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 5,20 x 10+3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 5,84 x 10-4 <1 <1 100 > -1
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 1,07 x 10+5 <1 <1 100 > -1
de agua dulce

–121–
Figura 5.23. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del acumulador
eléctrico

% Acidificación
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–122 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.23.Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del acumulador
eléctrico (continuación)
% Toxicidad humana
100

99
80

60

40

20

1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–123–
Figura 5.23.Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del acumulador
eléctrico (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–124 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.3.2. Evaluación ambiental de una caldera mixta de gas


Las necesidades domésticas de ACS y calefacción pueden cubrirse íntegramente con
una caldera mixta de gas. Las calderas mixtas son sistemas individuales, centralizados
e instantáneos de producción de agua caliente. Los sistemas instantáneos calientan el
agua en el mismo momento que se produce su demanda.

5.3.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.24 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la caldera
mixta de gas evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.24. Principales procesos del ciclo de vida de la caldera mixta de gas

Fabricación*
Montaje: 6,7 (KWh electricidad)
1%
4% 3% Material: Peso (kg):

7% Acero 18,6
Cobre 8,2
Latón 2,3
59% Aluminio 1,4
26%
Plásticos 0,4
Otros 1,1
Total: 32,00

Distribución*
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 17.625 kWh calor
Consumo energético 1.819 Nm3 gas natural
Final de vida*
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 2,2 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 8,0 kg residuo

* El 24% de estas fases ha sido asignado a la función de producción de ACS

–125–
La caldera mixta de gas aquí evaluada es del tipo estanca, de tres estrellas según la
Directiva 92/42/CEE, con una potencia útil nominal de 22,60 kW, un consumo calorífico
nominal (PCI) de 24,30 kW y un rendimiento sobre PCI del 93,00%. Debido a que una
caldera mixta puede cubrir tanto las necesidades de producción de ACS como las de
calefacción, se ha considerado que el 24% de su uso está destinado a la producción de
ACS y el 76% a calefacción, habiéndose aplicado este criterio a las fases de fabricación,
distribución y final de vida de la caldera.

5.3.2.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.25 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera mixta de gas,
en la cual se puede observar que el 94% del impacto ambiental global de este equipo se
debe a su fase de uso y, más concretamente, al consumo y combustión del gas natural.
Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (13%) y la de final de vida (-7%),
debidas a la producción y posterior reciclado de los metales que componen la caldera.

Figura 5.25. Perfil ambiental del ciclo de vida de la caldera mixta de gas

% Caldera mixta de gas


100

94
80

60

40

20
13
<1
0

-7
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.10 y la Figura 5.26 muestran el resultado de


los nueve indicadores del ciclo de vida de la caldera mixta de gas, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

–126 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.10. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera
mixta de gas

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 2,03 21 <1 91 -12


Cambio kg CO2 eq. 4,88 x 10+3 <1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,395 5 <1 97 -3
Toxicidad kg Pb eq. 1,31 39 <1 84 -24
humana
Radiación DALY 1,17 x 10-6 12 <1 94 -6
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,297 7 <1 97 -4
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 2,08 x 10+3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 4,78 x 10-4 <1 <1 100 > -1
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 7,11 x 10+2 31 <1 87 -17
de agua dulce

Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo y la combustión de gas natural


durante el uso de la caldera y, más concretamente, con contribuciones del orden del
100% en tres de los nueve indicadores evaluados - cambio climático, agotamiento de
recursos abióticos y destrucción de la capa de ozono - y con contribuciones superiores al
84% en los restantes seis indicadores - acidificación, eutrofización, toxicidad humana,
radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce -.
No obstante, se debe comentar que las fases de fabricación y final de vida son también
ambientalmente relevantes en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y consumo de agua dulce - con contribuciones absolutas entre el 3% y
el 39%. Estas contribuciones son debidas a los procesos de producción y posterior
reciclado de los distintos metales - cobre, acero, latón, aluminio, etc. - que componen
la caldera.
Finalmente, la fase de distribución de la caldera resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–127–
Figura 5.26. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera
mixta de gas

% Acidificación
100

91
80

60

40

21
20

<1
0

-12
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

97
80

60

40

20
5
<1
0
-3
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–128 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.26. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera
mixta de gas (continuación)

% Toxicidad humana
100
84
80

60

39
40

20

<1
0

-20
-24
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

94
80

60

40

20
12
<1
0

-6
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

97
80

60

40

20
7
<1
0
-4

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–129–
Figura 5.26. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la caldera
mixta de gas (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100

80
87

60

40
31

20

<1
0
-17

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–130 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.3.3. Evaluación ambiental de un calentador instantáneo de gas


Las necesidades domésticas de ACS pueden cubrirse con un calentador instantáneo de
gas. Los calentadores instantáneos de gas son sistemas individuales y centralizados de
producción de ACS. Los sistemas instantáneos calientan el agua en el mismo momento
que se produce su demanda.

5.3.3.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.27 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo del calentador
instantáneo evaluado, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
El calentador instantáneo de gas aquí evaluado es del tipo atmosférico, con una potencia

Figura 5.27. Principales procesos del ciclo de vida del calentador instantáneo de gas

Fabricación
Montaje: 2,1 (KWh electricidad)
1%
4% 3% Material: Peso (kg):

7% Acero 5,9
Cobre 2,6
Latón 0,7
59% Aluminio 0,4
26%
Plásticos 0,1
Otros 0,3
Total: 10,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 17.625 kWh calor
Consumo energético 1.872 Nm3 gas natural
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 0,7 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 2,5 kg residuo

–131–
útil nominal de 22,60 kW, un consumo nominal máximo sobre PCI de 25,01 kW y un
rendimiento sobre PCI del 90,35%. Este equipo es capaz de cubrir íntegramente las
necesidades de producción de ACS de una vivienda.

5.3.3.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.28 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida del calentador instantáneo
de gas, en la cual se puede observar que el 93% del impacto ambiental global de este
equipo se debe a su fase de uso y, más concretamente, al consumo y combustión del gas
natural. Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (16%) y la de final de
vida (-9%), debidas a la producción y posterior reciclado de los metales que componen
el calentador.

Figura 5.28. Perfil ambiental del ciclo de vida del calentador instantáneo de gas

% Calentador instantáneo de gas


100

93
80

60

40

16
20

<1
0

-9
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.11 y la Figura 5.29 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida del calentador instantáneo de gas, diferenciándose
la contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

–132 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.11. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del calentador
instantáneo de gas

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 2,15 26 <1 88 -15


Cambio
kg CO2 eq. 5,02 x 10+3 <1 <1 100 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,410 7 <1 97 -4
Toxicidad kg Pb eq. 1,42 50 <1 80 -29
humana
Radiación DALY 1,23 x 10-6 16 <1 92 -8
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,309 9 <1 96 -5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 2,14 x 10+3 <1 <1 100 > -1
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 4,92 x 10-4 <1 <1 100 > -1
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 7,61 x 10+2 39 <1 83 -22
de agua dulce

Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo y la combustión de gas natural


durante el uso del calentador y, más concretamente, con contribuciones del orden del
100% en tres de los nueve indicadores evaluados - cambio climático, agotamiento de
recursos abióticos y destrucción de la capa de ozono - y con contribuciones superiores al
80% en los restantes seis indicadores - acidificación, eutrofización, toxicidad humana,
radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce-.
No obstante, se debe comentar que las fases de fabricación y final de vida son también
ambientalmente relevantes en seis de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y consumo de agua dulce - con contribuciones absolutas entre el 4% y
el 50%. Estas contribuciones son debidas a los procesos de producción y posterior
reciclado de los distintos metales - cobre, acero, latón, aluminio, etc. - que componen
el calentador.
Finalmente, la fase de distribución del calentador resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–133–
Figura 5.29. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del calentador
instantáneo de gas

% Acidificación
100
88

80

60

40
26

20

<1
0
-15
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

97
80

60

40

20
7
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–134 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.29. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del calentador
instantáneo de gas (continuación)

% Toxicidad humana
100

80
80

60
50

40

20
<1
0

-20
-29
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

92
80

60

40

16
20

<1
0

-8
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

96
80

60

40

20
9
<1
0
-5

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–135–
Figura 5.29. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del calentador
instantáneo de gas (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
83
80

60

39
40

20
<1
0

-20
-22
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–136 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.3.4. Comparativa ambiental entre los sistemas de


producción de ACS
La Tabla 5.12 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para los tres sistemas de producción de ACS evaluados anteriormente -
acumulador eléctrico, caldera mixta de gas y calentador instantáneo de gas - y, más
concretamente, del ciclo de vida de las respectivas producciones de 1 kWh de calor para
producción de ACS.
Para cada indicador de impacto ambiental se muestra en color rojo el sistema de
producción de ACS que presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color
verde el sistema de producción de ACS que presenta el valor mínimo de impacto.
La Figura 5.30 muestra la información de la Tabla 5.12 de forma gráfica, asignándose el
valor de 100% al sistema de producción de ACS con mayor valor de impacto ambiental
potencial en cada indicador y calculándose el porcentaje del resto de sistemas en base
a éste.

De la comparativa entre sistemas se extraen las siguientes conclusiones:

• El acumulador eléctrico presenta el valor máximo de impacto en la totalidad de los nueve


indicadores evaluados y, por lo tanto, se puede afirmar que es el sistema de producción
de ACS ambientalmente peor de los tres evaluados.
• La caldera mixta de gas presenta el valor mínimo de impacto en la totalidad de los nueve
indicadores evaluados y por lo tanto, se puede afirmar que es el sistema de producción
de ACS ambientalmente mejor de los tres sistemas evaluados.
• El calentador instantáneo de gas presenta valores de indicadores de impacto intermedios
entre el acumulador eléctrico y la caldera a gas, aunque dichos valores están más cercanos
a los de la caldera que a los del acumulador, concretamente, son entre un 3% y un 8%,
dependiendo del indicador, superiores a los de la caldera de gas.

–137–
Tabla 5.12. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
calor para producción de ACS

Indicador Unidad Acumulador Caldera mixta Calentador instantáneo


eléctrico de gas de gas

Acidificación kg SO2 eq. 9,74 x 10-3 1,15 x 10-4 1,22 x 10-4


Cambio kg CO2 eq. 0,864 0,277 0,285
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 3,46 x 10-4 2,24 x 10-5 2,33 x 10-5
Toxicidad kg Pb eq. 6,70 x 10-4 7,41 x 10-5 8,03 x 10-5
humana
Radiación
DALY 1,05 x 10-8 6,66 x 10-11 6,99 x 10-11
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 3,77 x 10-4 1,69 x 10-5 1,75 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 0,295 0,118 0,121
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 3,32 x 10-8 2,71 x 10-8 2,79 x 10-8
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 6,06 4,04 x 10-2 4,32 x 10-2
de agua dulce

–138 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.30. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


calor para producción de ACS

% Acidificación
100
100
80

60

40

20

1 1
0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Cambio climático
100
100
80

60

40
32 33

20

0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Eutrofización
100
100
80

60

40

20
6 7

0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

–139–
Figura 5.30. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de
calor para producción de ACS (continuación)

% Toxicidad humana
100
100
80

60

40

20
11 12

0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Radiación ionizante
100
100
80

60

40

20

1 1
0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
80

60

40

20

4 5
0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

–140 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.30. Indicadores de impacto ambiental potencial de la producción de 1 kWh de


calor para producción de ACS (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100
80

60

40 41
40

20

0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Destrucción de la capa de ozono


100
100 84
82
80

60

40

20

0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

1 1
0
Acumulador Caldera mixta Calentador
eléctrico de gas instantáneo de gas

–141–
5.4. La refrigeración
La cifra de 1.025 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
de refrigeración de un hogar ubicado en Zaragoza (véase Capítulo 2). En este apartado
se evalúa el comportamiento ambiental de un equipo de aire acondicionado eléctrico,
considerándose su ciclo de vida completo - fabricación, distribución, uso y final de
vida- y suponiéndose una vida útil estimada de 15 años para la instalación.

5.4.1. Evaluación ambiental de un aire acondicionado


eléctrico
Las necesidades domésticas de refrigeración pueden cubrirse con aparatos de aire
acondicionado eléctricos. Este sistema puede componerse de una serie de equipos
independientes o ser un sistema centralizado. En la opción centralizada el aire frío es
distribuido por una red de conductos y rejillas.
Los equipos independientes pueden ser compactos o partidos. Los compactos tienen el
evaporador y el condensador en una misma carcasa. Los sistemas partidos o tipo split
tienen una unidad exterior - condensador - y una interior - evaporador -, conectadas
entre si para que pueda circular entre ellos el refrigerante. En los sistemas partidos multi
split, varias unidades interiores comparten una misma unidad exterior.

–142 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.4.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.31 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo del aire
acondicionado evaluado, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.31. Principales procesos del ciclo de vida del aire acondicionado eléctrico

Fabricación
Montaje: 9,47 (KWh electricidad)
2%
2% 2% Material: Peso (kg):
6%
Poliestireno (PS) 21,5
Acero 17,5
Cobre 2,7
48% Aluminio 1,1
40%
Gas (R-410A) 1,0
Otros 0,9
Total: 45,1

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Producción energética 3.844 kWh frío
Consumo energético 1.373 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 3,16 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 11,3 kg

–143–
El aire acondicionado eléctrico aquí evaluado es del tipo partido o split, compuesto por
un condensador y por un evaporador conectados entre sí, con una capacidad nominal
de refrigeración de 2.720 W, una potencia absorbida en refrigeración de 971 W y un
índice de eficiencia energética (EER) de 2,80. Se ha supuesto que este equipo es capaz de
cubrir una cuarta parte de las necesidades de refrigeración de una vivienda, o en otras
palabras, para cubrir íntegramente las necesidades de refrigeración de una vivienda se
requerirían cuatro equipos como el aquí evaluado.

5.4.1.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.32 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida del aire acondicionado
eléctrico, en la cual se puede observar que el 78% del impacto ambiental global de este
equipo se debe a su fase de uso y más concretamente, a su consumo eléctrico. Cabe
destacar la contribución de la fase de fabricación (26%), debido a la producción de los
distintos materiales que componen el equipo y a la del gas refrigerante (R-410A).

Figura 5.32. Perfil ambiental del ciclo de vida del aire acondicionado eléctrico

% Aire acondicionado eléctrico


100

78
80

60

40
26
20

<1
0

-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–144 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

De un modo más detallado la Tabla 5.13 y la Figura 5.33 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida del aire acondicionado eléctrico, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

Tabla 5.13. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del aire
acondicionado eléctrico

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 10,7 11 <1 93 -5


Cambio kg CO2 eq. 1,12 x 10+3 21 <1 79 > -1
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,407 23 2 87 -12
Toxicidad kg Pb eq. 0,999 74 <1 68 -43
humana
Radiación
DALY 1,11 x 10-5 6 <1 97 -3
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,419 15 <1 92 -8
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 340 22 <1 89 -11
abióticos
Destrucción de
kg CFC-11 eq. 1,65 x 10-2 57 <1 <1 43
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 6,47 x 10+3 8 <1 96 -4
de agua dulce

–145–
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el
uso del aparato en ocho de los nueve indicadores evaluados - acidificación, cambio
climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de
oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y consumo de agua dulce -,
con contribuciones superiores al 68% en todos los indicadores.
En el caso del indicador relativo a la destrucción de la capa de ozono, la fase de uso
resulta ser ambientalmente irrelevante (< 1%) frente a las de fabricación y final de
vida del equipo, con contribuciones del 57% y 43% respectivamente, debidas a la
producción, manipulación y tratamiento final del gas refrigerante (R-410A) contenido
en la instalación.
También debe destacarse que las fases de fabricación y final de vida son ambientalmente
muy relevantes en el caso particular del indicador relativo a la toxicidad humana, con
contribuciones del 74% y -43% respectivamente, debidas a los procesos de producción y
posterior reciclado de algunos metales - cobre y aluminio - que componen el equipo.
Por otro lado, también debe comentarse que las fases de fabricación y/o final de vida son
ambientalmente relevantes en los otros siete indicadores evaluados - acidificación, cambio
climático, eutrofización, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos,
agotamiento de recursos abióticos y consumo de agua dulce -, con contribuciones
absolutas por debajo del 23% y debidas a la producción de los distintos materiales
y del gas refrigerante (R-410A) que componen el sistema y su posterior reciclado o
tratamiento.
Finalmente, la fase de distribución del equipo resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 2%.

–146 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.33. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del aire
acondicionado eléctrico
% Acidificación
100

93
80

60

40

20
11
<1
0

-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

79
80

60

40

21
20

<1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100
87

80

60

40
23
20

2
0

-12
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–147–
Figura 5.33. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del aire
acondicionado eléctrico (continuación)
% Toxicidad humana
100

74
80
68
60

40

20
<1
0

-20

-40
-43
-60
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

97
80

60

40

20
6
<1
0
-3

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

92
80

60

40

15
20

<1
0

-8
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–148 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.33. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida del aire
acondicionado eléctrico (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

80 89

60

40

22
20

<1
0

-11
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

80

57
60

43
40

20

<1 <1
0
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
96
80

60

40

20
8
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–149–
5.5. El lavado de ropa
Actualmente, la práctica totalidad de los hogares españoles disponen de una lavadora
que suelen utilizar del orden de unas 4 veces por semana. La mayor parte de la energía
que consume este electrodoméstico, hasta un 80%, se emplea para calentar el agua de
lavado.
La cifra de 250 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética para el lavado de ropa de un hogar español (véase Capítulo 2).
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de una lavadora eléctrica y el
de una lavadora eléctrica en la que el agua de lavado es precalentada con una caldera
de gas, considerándose su ciclo de vida completo - fabricación, distribución, uso y
final de vida - y suponiéndose una vida útil de 15 años en ambos casos. Finalmente, se
compara ambientalmente el lavado de 1 kg de ropa.

5.5.1. Evaluación ambiental de una lavadora eléctrica


En una lavadora eléctrica el calentamiento del agua de lavado se realiza mediante una
resistencia eléctrica. La resistencia suele ser de unos 1.850 W, mientras que la potencia
total instalada en una lavadora no suele superar los 2.200 W, consumiéndose, por
tanto, la mayor parte de la electricidad en la resistencia y no en el motor durante el
centrifugado.

5.5.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.34 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la lavadora
eléctrica evaluada, excluyendo el uso de detergente, los cuales han sido considerados
en su ACV (véase Capítulo 3).
La lavadora eléctrica aquí evaluada es de carga frontal, con una capacidad de 6 kg de ropa,
una clasificación energética A, una eficacia de lavado A, una eficacia de centrifugado
B, una velocidad de centrifugado de 1.200 rpm, un consumo de agua de 49 litros/ciclo
y un consumo eléctrico de 1,02 kWh/ciclo. Finalmente, se ha supuesto una frecuencia
de lavado de 4 veces/semana.

–150 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.34. Principales procesos del ciclo de vida de la lavadora eléctrica

Fabricación
Montaje: 12,6 (KWh electricidad)
2%
2% 5% Material: Peso (kg):
4%
Hormigón 21,4
6%
Acero 19,3
Polipropileno (PP) 8,5
14% Cobre
35% 3,4
Otros plásticos 2,5
Vidrio 1,2
Aluminio 0,9
Otros 2,8
32% Total: 60,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Cantidad lavada 18.720 kg ropa
Consumo agua 152.880 litros agua
Consumo energético 3.182 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 4,2 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 15,0 kg

–151–
5.5.1.2. Resultados de la evaluación ambiental
La Figura 5.35 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la lavadora eléctrica, en
la cual se puede observar que el 96% del impacto ambiental global de la lavadora se
debe a su fase de uso y, más concretamente, a su consumo de electricidad y agua para
el lavado. Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación (8%) y la de final de
vida (-5%), debidas a la producción y reciclado de los metales y plásticos que componen
la lavadora.

Figura 5.35. Perfil ambiental del ciclo de vida de la lavadora eléctrica

% Lavadora eléctrica
100

96
80

60

40

20
8
<1
0

-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.14 y la Figura 5.36 muestran el resultado de


los nueve indicadores del ciclo de vida de la lavadora eléctrica, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.

–152 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.14. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 24,4 4 <1 98 -2


Cambio kg CO2 eq. 2,24 x 10+3 4 <1 98 -2
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 2,81 3 <1 98 -1
Toxicidad kg Pb eq. 2,11 39 <1 85 -24
humana
Radiación
DALY 2,65 x 10-5 2 <1 99 > -1
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,954 6 <1 97 -4
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 750 6 <1 97 -3
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 9,26 x 10-5 10 2 94 -6
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 1,89 x 10+5 <1 <1 100 > -1
de agua dulce

Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el uso


de la lavadora en la totalidad de los nueve indicadores evaluados, con contribuciones
siempre superiores al 85% en todos los indicadores.
No obstante, debe comentarse que las fases de fabricación y final de vida son
ambientalmente muy relevantes en el caso del indicador relativo a la toxicidad
humana, con contribuciones del 39% y -24% respectivamente, debidas a los procesos
de producción y posterior reciclado de los metales - cobre, aluminio y acero - que
componen la lavadora.

–153–
En otros tres indicadores - formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos
abióticos y destrucción de la capa de ozono - las fases de fabricación y final de vida
presentan contribuciones absolutas relativamente bajas, entre el 3% y el 10%, aunque
también pueden considerarse ambientalmente significativas. Estas contribuciones son
debidas a los procesos de producción y posterior reciclado de los materiales plásticos
y metales - polipropileno, otros plásticos, acero, cobre y aluminio - que componen la
lavadora.
Finalmente, la fase de distribución de la lavadora resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 2%.

–154 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.36. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica
% Acidificación
100

98
80

60

40

20
4
<1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

98
80

60

40

20

4 <1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

98
80

60

40

20

3 <1
0
-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–155–
Figura 5.36. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica (continuación)

% Toxicidad humana
100
85
80

60

39
40

20

<1
0

-20
-24
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

99
80

60

40

20

2 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

97
80

60

40

20
6
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–156 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.36. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica (continuación)
% Agotamiento de recursos abióticos
100

97
80

60

40

20
6
<1
0
-3

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

94
80

60

40

20
10
2
0

-6
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–157–
5.5.2. Evaluación ambiental de una lavadora con
precalentamiento de agua por gas
En el caso de una lavadora bitérmica el agua caliente de lavado se toma de la red de ACS en
lugar de calentarse internamente en la propia lavadora mediante resistencias eléctricas.

5.5.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.37 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas evaluada, excluyendo el uso de detergente,
los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.37. Principales procesos del ciclo de vida de la lavadora eléctrica con
precalentamiento de agua por gas

Fabricación
Montaje: 12,6 (KWh electricidad)
2%
2% 5% Material: Peso (kg):
4%
Hormigón 21,4
6%
Acero 19,3
Polipropileno (PP) 8,5
14% Cobre
35% 3,4
Otros plásticos 2,5
Vidrio 1,2
Aluminio 0,9
Otros 2,8
32% Total: 60,0

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Cantidad lavada 18.720 kg ropa
Consumo agua 152.880 litros agua

Consumos energéticos 1.030 kWh electricidad


218 Nm3 gas natural
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 4,2 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 15,0 kg

–158 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

La lavadora aquí evaluada es del tipo bitérmica y el precalentamiento del agua se efectúa
con una caldera por gas estanca equivalente a la presentada en el apartado 5.1.3. La
lavadora es de carga frontal, con una capacidad de 6 kg de ropa, una clasificación
energética A, una eficacia de lavado A, una eficacia de centrifugado B, una velocidad
de centrifugado de 1.200 rpm, un consumo de agua de 49 litros/ciclo, un consumo
eléctrico de 0,33 kWh/ciclo y un consumo de gas natural en la caldera de 0,07 Nm3/ciclo.
Finalmente, se ha supuesto una frecuencia de lavado de 4 veces/semana.

5.5.2.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.38 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la lavadora eléctrica con
precalentamiento de agua por gas, en la cual se puede observar que el 94% del impacto
ambiental global de la lavadora se debe a su fase de uso y más concretamente, a su
consumo de electricidad, agua de lavado y al consumo y la combustión de gas natural en
una caldera estanca por gas para el precalentamiento del agua de lavado. Cabe también
destacar la contribución de la fase de fabricación (14%) y la de final de vida (-8%), debidas
a la producción y reciclado de los metales y plásticos que componen la lavadora.
De un modo más detallado la Tabla 5.15 y la Figura 5.39 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la lavadora con precalentamiento de agua por
gas, diferenciándose la contribución de las distintas fases - fabricación, distribución,
uso y final de vida -.

Figura 5.38. Perfil ambiental del ciclo de vida de la lavadora eléctrica con precalentamiento
de agua por gas

% Lavadora eléctrica con precalentamiento de agua por gas


100

94
80

60

40

20
14

<1
0

-8
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–159–
Tabla 5.15. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 9,03 12 <1 94 -6


Cambio kg CO2 eq. 1,45 x 10+3 6 <1 96 -3
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 2,31 3 <1 98 -2

Toxicidad kg Pb eq. 1,20 69 <1 74 -43


humana
Radiación
DALY 1,00 x 10-5 5 <1 97 -2
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,388 15 <1 93 -9
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 529 8 <1 96 -4
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 9,72 x 10-5 10 1 94 -5
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 1,80 x 10+5 <1 <1 100 > -1
de agua dulce

Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad, agua de lavado y


del consumo y la combustión de gas natural durante el uso de la lavadora en la totalidad
de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre superiores al 74%.
No obstante, debe comentarse que las fases de fabricación y final de vida son
ambientalmente relevantes en la totalidad de los indicadores, a excepción del relativo
al consumo de agua dulce, con contribuciones absolutas entre el 2% y el 69%.
En el caso del indicador relativo a la toxicidad humana las fases de fabricación y final de
vida presentan contribuciones del 69% y -43% respectivamente, como consecuencia de la
producción y posterior reciclado de algunos metales de la lavadora -cobre y aluminio-.
En los restantes seis indicadores, las fases de fabricación y/o final de vida presentan
contribuciones absolutas más moderadas e inferiores al 15%, aunque también pueden
considerarse ambientalmente relevantes. Estas contribuciones son debidas a los procesos
de fabricación y reciclado posterior de algunos metales y plásticos - cobre, acero,
aluminio, polipropileno y otros plásticos - que componen la lavadora y la caldera.
Finalmente, la fase de distribución de la lavadora resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–160 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.39. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas
% Acidificación
100

94
80

60

40

12
20

<1
0

-6
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

96
80

60

40

20
6
<1
0
-3
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

98
80

60

40

20

3 <1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–161–
Figura 5.39. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas (continuación)
% Toxicidad humana
100

80
74
69

60

40

20

<1
0

-20

-40
-43
-60
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

97
80

60

40

20

5
<1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

93
80

60

40

15
20

<1
0

-9
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–162 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.39. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

80 96

60

40

20
8
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

94
80

60

40

20
10
1
0

-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20

<1 <1
0
>-1

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–163–
5.5.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de lavado
de ropa
La Tabla 5.16 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para las dos lavadoras evaluadas anteriormente - lavadora eléctrica y lavadora
eléctrica con precalentamiento de agua por gas - y más concretamente, del ciclo de vida
de los respectivos procesos de lavado de 1 kg de ropa.
Para cada indicador de impacto ambiental se muestra en color rojo la lavadora que
presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color verde la lavadora que presenta
el valor mínimo de impacto.

Tabla 5.16. Indicadores de impacto ambiental potencial del lavado de 1 kg de ropa

Lavadora eléctrica
Indicador Unidad Lavadora eléctrica precalentamiento gas
Acidificación kg SO2 eq. 1,30 x 10-3 4,82 x 10-4
Cambio kg CO2 eq. 0,120 7,77 x 10-2
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 1,50 x 10-4 1,23 x 10-4
Toxicidad kg Pb eq. 1,13 x 10-4 6,39 x 10-5
humana
Radiación
DALY 1,42 x 10-9 5,34 x 10-10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 5,10 x 10-5 2,07 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 4,01 x 10-2 2,83 x 10-2
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 4,95 x 10-9 5,19 x 10-9
la capa de ozono
Consumo
kg agua eq. 10,1 9,60
de agua dulce

–164 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

De la comparativa entre lavadoras se extraen las siguientes conclusiones:

• La lavadora eléctrica presenta el valor máximo de impacto ambiental potencial en ocho de


los nueve indicadores evaluados y por lo tanto, la lavadora eléctrica con precalentamiento
de agua por gas presenta el valor mínimo de impacto en estos mismos indicadores
-acidificación, cambio climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante,
formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y consumo de
agua dulce-. La lavadora eléctrica presenta el valor mínimo de impacto en un único
indicador -destrucción de la capa de ozono-.

La Figura 5.40 muestra la información de la Tabla 5.16 de forma gráfica, asignándose


el valor de 100% a la lavadora con mayor valor de impacto ambiental potencial en cada
indicador y calculándose el porcentaje de la otra lavadora en base a ésta.

–165–
Figura 5.40. Indicadores de impacto ambiental potencial del lavado de 1 kg de ropa

% Acidificación
100
100
80

60

37
40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Cambio climático
100
100
80
65
60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Eutrofización
100
100 82
80

60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

–166 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.40. Indicadores de impacto ambiental potencial del lavado de 1 kg de ropa


(continuación)

% Toxicidad humana
100
100
80

57
60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Radiación ionizante
100
100
80

60

38
40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
80

60

41
40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

–167–
Figura 5.40. Indicadores de impacto ambiental potencial del lavado de 1 kg de ropa
(continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100
80
71

60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Destrucción de la capa de ozono


100
100
95
80

60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

% Consumo de agua dulce


100
100 95
80

60

40

20

0
Lavadora eléctrica Lavadora eléctrica
precalentamiento por gas

–168 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.6. El secado de ropa


La secadora es un electrodoméstico cada vez más habitual en los hogares españoles
debido a su comodidad ante urgencias o condiciones climatológicas adversas. Tras el
proceso de centrifugado de la ropa en la lavadora, ésta aún contiene una humedad del
orden del 60%. Esta humedad remanente puede eliminarse de forma natural, secándose
al sol, o mediante un proceso de secado forzado.
El proceso de secado forzado puede ser por ventilación o por condensación. En el
primero, el aire caliente y húmedo se expulsa al exterior en circuito abierto. En cambio,
en el secado por condensación, el aire calentado y húmedo se condensa para eliminar
su humedad y poder seguir secando, aprovechándose el calor remanente.
La cifra de 200 kWh/año puede adoptarse como valor de referencia de la demanda
energética para el secado de ropa de un hogar español (véase Capítulo 2).
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de una secadora eléctrica
y el de una secadora de gas, considerándose su ciclo de vida completo - fabricación,
distribución, uso y final de vida - y suponiéndose una vida útil estimada de 15 años en
ambos casos. Finalmente, se compara ambientalmente el secado de 1 kg de ropa.

5.6.1. Evaluación ambiental de una secadora eléctrica


Las secadoras funcionan manteniendo la ropa flotando en el interior de un tambor
giratorio, haciendo pasar aire caliente a través de ella, con lo que se consigue evaporar
el agua contenida en la ropa. En el caso de una secadora eléctrica, el aire se calienta
mediante resistencias eléctricas. Este aire, después de pasar por la ropa, pasa por un
filtro que atrapa el tejido que se desprende de la ropa durante el secado. Al término del
ciclo de secado, la ropa se enfría por un período corto, haciéndose circular aire frío.

5.6.1.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.41 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la secadora
eléctrica evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).
La secadora eléctrica aquí evaluada es de secado por condensación, con una capacidad
de 7 kg de ropa, una clasificación energética B y con un consumo eléctrico de 3,92
kWh/ciclo. Se ha supuesto una frecuencia de uso de 1 vez/semana.

–169–
Figura 5.41. Principales procesos del ciclo de vida de la secadora eléctrica

Fabricación
Montaje: 8,9 (KWh electricidad)
2%
5% 4% Material: Peso (kg):

Acero 18,0
13%
Aluminio 7,2
Otros plásticos 7,1
42% Polipropileno (PP) 5,5
17% Vidrio 2,0
Cobre 0,7
Otros 1,7
Total: 42,2
17%

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Cantidad secada 5.460 kg ropa
Consumo energético 3.175 kWh electricidad
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 3,0 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 10,6 kg

–170 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.6.1.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.42 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la secadora eléctrica, en
la cual se puede observar que el 94% del impacto ambiental global de la secadora se
debe a su fase de uso y, más concretamente, a su consumo de electricidad. Cabe destacar
la contribución de la fase de fabricación (13%) y la de final de vida (-8%), debidas a la
producción y reciclado de los metales y plásticos que componen la secadora.

Figura 5.42. Perfil ambiental del ciclo de vida de la secadora eléctrica

% Secadora eléctrica
100

94
80

60

40

20
13
<1
0

-8
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–171–
De un modo más detallado la Tabla 5.17 y la Figura 5.43 muestran el resultado de
los nueve indicadores del ciclo de vida de la secadora eléctrica, diferenciándose la
contribución de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad durante el uso
de la secadora en todos los indicadores evaluados, con contribuciones superiores al
78%.
También, debe comentarse que las fases de fabricación y final de vida son ambientalmente
muy relevantes en el caso particular del indicador relativo a la toxicidad humana, con
contribuciones del 54% y -32% respectivamente, debidas a los procesos de producción
y posterior reciclado de algunos metales - aluminio y cobre - que componen la
secadora.

Tabla 5.17. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
eléctrica

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 23,6 5 <1 98 -2


Cambio kg CO2 eq. 2,12 x 10+3 8 <1 96 -4
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,865 11 <1 94 -6
Toxicidad kg Pb eq. 2,03 54 <1 78 -32
humana
Radiación DALY 2,53 x 10-5 4 <1 98 -2
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,925 8 <1 96 -5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 730 9 <1 96 -5
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 8,56 x 10-5 17 1 91 -10
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 1,46 x 10+4 4 <1 98 -2
de agua dulce

–172 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

En otros seis indicadores - acidificación, cambio climático, eutrofización, formación


de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y destrucción de la capa
de ozono - las fases de fabricación y/o final de vida presentan contribuciones absolutas
relativamente bajas, inferiores al 17%, aunque también pueden considerarse relevantes.
Estas contribuciones son debidas a los procesos de producción y reciclado de algunos
metales y plásticos - aluminio, acero, polipropileno y otros plásticos - de la secadora.
Finalmente, la fase de distribución de la secadora resulta ser ambientalmente irrelevante en
la totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores al 1%.

–173–
Figura 5.43. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
eléctrica

% Acidificación
100

98
80

60

40

20
5
<1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100

96
80

60

40

20
8
<1
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

94
80

60

40

20
11
<1
0

-6
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–174 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.43.Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora


eléctrica (continuación)
% Toxicidad humana
100

80
78

60
54

40

20
<1
0

-20

-32
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100

98
80

60

40

20

4 <1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
96
80

60

40

20
8
<1
0
-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–175–
Figura 5.43. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
eléctrica (continuación)
% Agotamiento de recursos abióticos
100
96
80

60

40

20
9
<1
0
-5
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100

91
80

60

40

20 17

1
0

-10
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
98
80

60

40

20

4
<1
0
-2

-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–176 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.6.2. Evaluación ambiental de una secadora de gas


El funcionamiento de una secadora de gas es análogo al de una secadora eléctrica, pero
en este caso el calentamiento del aire de secado se produce a partir de la combustión
de gas natural en el interior de la propia secadora.

5.6.2.1. Alcance y suposiciones de la evaluación ambiental


La Figura 5.44 recoge los principales procesos del ciclo de vida completo de la secadora
de gas evaluada, los cuales han sido considerados en su ACV (véase Capítulo 3).

Figura 5.44. Principales procesos del ciclo de vida de la secadora de gas

Fabricación
Montaje: 14,5 (KWh electricidad)
5% 4%
Material: Peso (kg):

Acero 52,5
15%
Acero inoxidable 10,5
76% Polipropileno (PP) 3,5
Otros 2,8
Total: 69,2

Distribución
Transporte por carretera 500 + 500 km
Uso
Cantidad secada 5.460 kg ropa

Consumos energéticos 393 kWh electricidad


331 Nm3 gas natural
Final de vida
Transporte por carretera 100 + 100 km
Desmontaje 4,8 kWh electricidad
Reciclado material 75 %
Tratamiento residuos 17,3 kg

–177–
La secadora de gas aquí evaluada es de secado por condensación, con una capacidad
de 7 kg de ropa y con un consumo eléctrico de 0,504 kWh/ciclo y de gas natural de
0,424 Nm3/ciclo. Finalmente, se ha supuesto una frecuencia de uso de la secadora de
1 vez/semana.

5.6.2.2. Resultados de la evaluación ambiental


La Figura 5.45 muestra el perfil ambiental del ciclo de vida de la secadora de gas, en
la cual se puede observar que el 81% del impacto ambiental global de la secadora se
debe a su fase de uso y, más concretamente, a su consumo de electricidad y consumo
y combustión de gas natural. Cabe destacar la contribución de la fase de fabricación
(40%) y la de final de vida (-21%), debido a la producción y reciclado de los metales
que componen el equipo.

Figura 5.45. Perfil ambiental del ciclo de vida de la secadora de gas

% Secadora a gas
100
81
80

60
40
40

20
2
0

-20
-22
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

De un modo más detallado la Tabla 5.18 y la Figura 5.46 muestran el resultado de los
nueve indicadores del ciclo de vida de la secadora de gas, diferenciándose la contribución
de las distintas fases - fabricación, distribución, uso y final de vida -.
Se puede constatar la relevancia ambiental del consumo de electricidad y del consumo
y combustión del gas natural durante el uso de la secadora en ocho de los nueve
indicadores evaluados - acidificación, cambio climático, eutrofización, radiación
ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos,
destrucción de la capa de ozono y consumo de agua dulce -, con contribuciones siempre
superiores al 71%.
–178 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Tabla 5.18. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora de
gas

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad Total
Fabricación Distribución Uso Final de vida

Acidificación kg SO2 eq. 3,68 22 2 87 -11


Cambio kg CO2 eq. 1,22 x 10+3 12 <1 93 -7
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 0,241 52 6 71 -29
Toxicidad kg Pb eq. 1,21 165 <1 33 -99
humana
Radiación DALY 3,72 x 10-6 22 <1 88 -10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 0,204 43 1 80 -24
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 492 11 <1 94 -6
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,02 x 10-4 8 2 95 -4
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 2,18 x 10+3 25 <1 86 -12
de agua dulce

En el caso del indicador relativo a la toxicidad humana, la fase de uso resulta ser
ambientalmente menos relevante (33%) que las de fabricación y final de vida del equipo,
con contribuciones del 165% y -99% respectivamente, debidas a la producción y
posterior reciclado de algunos metales - acero inoxidable y acero - que componen la
secadora.
También, debe comentarse que las fases de fabricación y final de vida son ambientalmente
relevantes en los restantes ocho indicadores - acidificación, cambio climático,
eutrofización, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento
de recursos abióticos, destrucción de la capa de ozono y consumo de agua dulce -, con
contribuciones absolutas entre el 4% y el 52%. Estas contribuciones son debidas a
los procesos de fabricación y reciclado posterior de algunos materiales - acero, acero
inoxidable y plásticos - que componen la secadora.
Finalmente, la fase de distribución de la secadora resulta ser ambientalmente irrelevante en
la práctica totalidad de los indicadores evaluados, con contribuciones siempre inferiores
al 2%, excepto en el indicador relativo a la eutrofización en la que su contribución es
del 6%.

–179–
Figura 5.46. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
de gas
% Acidificación
100
87

80

60

40

22
20

2
0

-11
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Cambio climático
100
93

80

60

40

20
12
<1
0

-7
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Eutrofización
100

80
71

60
52

40

20
6
0

-20

-29
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–180 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.46. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
de gas (continuación)
% Toxicidad humana
180
160 165
140
120
100
80
60
33
40
20
<1
0
-20
-40
-60
-80
-99
-100
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Radiación ionizante
100
88

80

60

40

22
20

<1
0

-10
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100

80
80

60
43
40

20
1
0

-20
-24
-40
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–181–
Figura 5.46. Indicadores de impacto ambiental potencial del ciclo de vida de la secadora
de gas (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100

94
80

60

40

20
11
<1
0

-6
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Destrucción de la capa de ozono


100
95
80

60

40

20
8
2
0
-4
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

% Consumo de agua dulce


100
86

80

60

40
25
20

<1
0

-12
-20
Fabricación Distribución Uso Final de vida

–182 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

5.6.3. Comparativa ambiental entre los sistemas de secado


de ropa
La Tabla 5.19 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para las dos secadoras evaluadas - secadora eléctrica y secadora de gas -
y, más concretamente, del ciclo de vida de los respectivos procesos de secado de 1 kg
de ropa.
Para cada indicador de impacto ambiental se muestra en color rojo la secadora que
presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color verde la secadora que presenta
el valor mínimo de impacto.

Tabla 5.19. Indicadores de impacto ambiental potencial del secado de 1 kg de ropa

Indicador Unidad Secadora eléctrica Secadora de gas

Acidificación kg SO2 eq. 4,32 x 10-3 6,75 x 10-4


Cambio kg CO2 eq. 0,389 0,223
climático
Eutrofización kg fosfato eq. 1,58 x 10-4 4,41 x 10-5
Toxicidad kg Pb eq. 3,72 x 10-4 2,21 x 10-4
humana
Radiación
DALY 4,63 x 10-9 6,81 x 10-10
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 1,69 x 10-4 3,74 x 10-5
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 0,134 9,01 x 10-2
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,57 x 10-8 1,86 x 10-8
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 2,68 0,400
de agua dulce

–183–
De la comparativa entre secadoras se extraen las siguientes conclusiones:

• La secadora eléctrica presenta el valor máximo de impacto ambiental potencial en


ocho de los nueve indicadores evaluados y por lo tanto, la secadora de gas presenta
el valor mínimo de impacto en estos mismos indicadores - acidificación, cambio
climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos, agotamiento de recursos abióticos y consumo de agua dulce -. La secadora
eléctrica presenta el valor mínimo de impacto en un único indicador - destrucción de la
capa de ozono -.

La Figura 5.47 muestra la información de la Tabla 5.19 de forma gráfica, asignándose el


valor de 100% a la secadora con mayor valor de impacto ambiental potencial en cada
indicador y calculándose el porcentaje de la otra secadora en base a ésta.

–184 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.47. Indicadores de impacto ambiental potencial del secado de 1 kg de ropa

% Acidificación
100
100
80

60

40

20 16

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Cambio climático
100
100
80

60
57

40

20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Eutrofización
100
100
80

60

40
28

20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

–185–
Figura 5.47. Indicadores de impacto ambiental potencial del secado de 1 kg de ropa
(continuación)

% Toxicidad humana
100
100
80

59
60

40

20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Radiación ionizante
100
100
80

60

40

20
15

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
80

60

40

22
20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

–186 –
5. Análisis del ciclo de vida de equipos e instalaciones

Figura 5.47. Indicadores de impacto ambiental potencial del secado de 1 kg de ropa


(continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100
80
67

60

40

20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Destrucción de la capa de ozono


100

84 100
80

60

40

20

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

% Consumo de agua dulce


100
100
80

60

40

20 15

0
Secadora eléctrica Secadora de gas

–187–
–188 –
Capítulo 6
Análisis del ciclo de vida de
escenarios domésticos
El comportamiento ambiental de una vivienda en lo relativo a su consumo energético
viene determinado en gran medida por: la demanda energética, el tipo de suministro
o suministros con los que se abastece y la tipología de equipos e instalaciones de que
disponga para cubrir las distintas demandas energéticas domésticas.
El perfil de demanda energética de una vivienda ha sido abordado en el Capítulo 2, la
evaluación ambiental de seis suministros energéticos domésticos en el Capítulo 4 y
la de catorce equipos o instalaciones energéticas domésticas en el Capítulo 5.
Por otro lado, en el Capítulo 3 se ha presentado la metodología del Análisis de Ciclo
de Vida, la cual permite determinar cuantitativamente los impactos ambientales
potenciales de un producto o proceso a lo largo de todo su ciclo de vida o de “la cuna
a la tumba”.
En este capítulo se combinan suministros y equipos/instalaciones para configurar
escenarios energéticos domésticos, o en otras palabras, se “diseñan” viviendas con
suministros, equipos e instalaciones energéticas concretas y se evalúan y comparan
ambientalmente entre sí. El alcance de la evaluación ambiental de los escenarios
domésticos cubre el ciclo de vida completo de los suministros y la fase de uso de
los equipos e instalaciones, excluyéndose las de fabricación, distribución y final de
vida, debido a su menor relevancia ambiental. Concretamente, en este capítulo se han
evaluado cinco escenarios energéticos domésticos, tomándose como unidad funcional
de referencia 1 año en todos los casos:
i) Hogar 100% eléctrico;
ii) Hogar eléctrico y 70% solar térmica;
iii) Hogar 100% renovable;
iv) Hogar máximo gas natural; y
v) Hogar máximo gas natural y 70% solar térmica.
El objetivo final de este capítulo es determinar qué demandas energéticas domésticas
son las responsables principales de los distintos impactos ambientales, así como poner
de manifiesto las ventajas e inconvenientes ambientales que presentan cada uno de los
escenarios considerados.

–189 –
6.1. Escenario 1: hogar 100% eléctrico
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de un hogar (véase Capítulo
2) en el que sus demandas energéticas se cubren exclusivamente con electricidad
procedente de la red de distribución española (hogar 100% eléctrico). La Tabla 6.1
recoge las demandas energéticas anuales del hogar y detalla los equipos e instalaciones,
los consumos y el origen de la energía para cubrir la totalidad de las demandas, en este
caso particular, para un hogar 100% eléctrico durante un año.

Tabla 6.1. Demandas y consumos energéticos de un hogar con únicamente suministro


eléctrico de la red (1 año)

Escenario 1: hogar 100% eléctrico (1 año)

Demanda energética Consumo energético

Tipo Cantidad Equipo / Instalación Cantidad Origen

Calefacción 3.650 kWh calor bomba de calor 1.217 kWh elec


Agua Caliente Sanitaria 1.175 kWh calor acumulador eléctrico 1.575 kWh elec
Electrodomésticos 1.850 kWh elec 1.850 kWh elec
Frigorífico 700 kWh elec 700 kWh elec
Lavadora 250 kWh elec 250 kWh elec
Secadora 200 kWh elec 200 kWh elec
Televisor 200 kWh elec eléctricos 200 kWh elec electricidad
Lavavajillas 175 kWh elec 175 kWh elec española
Pequeño elec. 125 kWh elec 125 kWh elec 2005
Microondas 100 kWh elec 100 kWh elec
Ordenador 100 kWh elec 100 kWh elec

Cocina y horno 600 kWh encimera vitrocerámica


calor netos y horno eléctrico 1.000 kWh elec
Iluminación 600 kWh elec eléctrica 600 kWh elec
Refrigeración 1.025 kWh frío aire acondicionado 366 kWh elec

–190–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Hogar 100% eléctrico:

En este escenario la contribución ambiental de las demandas energéticas es idéntica en los


nueve indicadores de impacto ambiental evaluados, debido a que este hogar cuenta con un
único suministro - electricidad - y los impactos son siempre proporcionales al consumo.
Los electrodomésticos, en su conjunto, suponen el mayor impacto en un hogar
eléctrico, pese a ser la segunda demanda energética, representando el 28% del impacto
total. El frigorífico es el electrodoméstico con mayor impacto, con el 11%, seguido
de la lavadora y de la secadora, con un 4% y un 3% del impacto respectivamente.
La producción de ACS es la tercera demanda energética en un hogar, por detrás de la
calefacción y de los electrodomésticos, pero supone el segundo impacto ambiental del
hogar. Este consumo representa el 24% del impacto total del hogar y se debe al elevado
consumo de electricidad del acumulador eléctrico con el que se cubre esta demanda.
El tercer impacto ambiental procede de la calefacción, representando el 18% del total,
pese a ser la principal demanda energética de un hogar. Esta demanda se cubre con
bombas de calor eléctricas con, normalmente, elevados índices de eficiencia energética.
La encimera eléctrica vitrocerámica y el horno eléctrico suponen el 15% del impacto total,
la iluminación el 9% y finalmente, el aire acondicionado el 6% del impacto. En este último
caso, al igual que en el caso de la bomba de calor, la elevada eficiencia energética del aparato
hace que, pese a ser la refrigeración la cuarta demanda energética de un hogar, el aire
acondicionado ocupe la última posición en cuanto a impacto en un hogar 100% eléctrico.

–191–
La Tabla 6.2 y la Figura 6.1 recogen el resultado de los nueve indicadores de impacto
ambiental evaluados para un hogar 100% eléctrico durante un año, mostrándose
la contribución ambiental de las distintas demandas energéticas domésticas.

Tabla 6.2. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con únicamente suministro eléctrico
de la red (1 año)

Cambio Eutrofi- Radiación Formación Agotamiento Destrucción Consumo


Indicador Acidificación Toxicidad de oxidantes de recursos
climático zación ionizante de la capa de de agua
humana fotoquímicos abióticos ozono dulce

Unidad kg SO2 eq. kg CO2 eq. kg fosfato eq. kg Pb eq. DALY kg etileno eq. kg petróleo eq. kg CFC-11 eq. kg agua eq.

Hogar 100% eléctrico (1 año) 48,0 4,25 x 10+3 1,70 3,29 5,17 x 10-5 1,85 1,45 x 10+3 1,63 x 10-4 2,99 x 10+4

Contribución (%) de las distintas demandas energéticas domésticas:


Calefacción 18 18 18 18 18 18 18 18 18
Agua Caliente Sanitaria 24 24 24 24 24 24 24 24 24
Electrodomésticos 28 28 28 28 28 28 28 28 28
Frigorífico 11 11 11 11 11 11 11 11 11
Lavadora 4 4 4 4 4 4 4 4 4
Secadora 3 3 3 3 3 3 3 3 3
Televisor 3 3 3 3 3 3 3 3 3
Lavavajillas 3 3 3 3 3 3 3 3 3
Pequeño elec. 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Microondas 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Ordenador 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Cocina y horno 15 15 15 15 15 15 15 15 15
Iluminación 9 9 9 9 9 9 9 9 9
Refrigeración 6 6 6 6 6 6 6 6 6

–192–
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
Calefacción Calefacción

18
Calefacción

18
18
ACS

24
ACS ACS

24
24
% Acidificación

% Eutrofización
Electro- Electro- Electro-

28
28

28
% Cambio climático
domésticos domésticos domésticos

11

11
11
Frigorífico Frigorífico Frigorífico
suministro eléctrico de la red (1 año)

4
4
Lavadora Lavadora Lavadora

3
3
Secadora Secadora Secadora

3
3
Televisor Televisor Televisor

3
3
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–193–
Pequeño Pequeño Pequeño
2

2
2
elec. elec. elec.
2

2
2
Microondas Microondas Microondas
2

2
2
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y


15

15
15
horno horno horno
9

9
9
Iluminación Iluminación Iluminación
6

6
6
Refrigeración Refrigeración Refrigeración
Figura 6.1. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con únicamente
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
Calefacción Calefacción

18

18
Calefacción

18
ACS ACS

24

24
ACS

24
Electro- Electro- Electro-

28

28
28
domésticos domésticos domésticos
% Toxicidad humana

% Radiación ionizante

11

11
Frigorífico

11
Frigorífico Frigorífico

4
Lavadora

4
Lavadora Lavadora

3
3
Secadora Secadora Secadora

% Formación de oxidantes fotoquímicos


3

3
3
Televisor Televisor Televisor

3
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas 3

–194–
Pequeño Pequeño Pequeño

2
2

elec. elec. elec.

2
2

Microondas Microondas Microondas

2
2

Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

15

15
15

horno horno horno

9
9

Iluminación Iluminación Iluminación

6
6

Refrigeración Refrigeración Refrigeración


0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
Calefacción

18
Calefacción

18
Calefacción

18
ACS

24
ACS

24
ACS

24
Electro- Electro-
Electro-

28

28
domésticos domésticos

28
domésticos

11

11
Frigorífico Frigorífico

11
Frigorífico

% Consumo de agua dulce


4

4
Lavadora Lavadora

4
Lavadora

% Destrucción de la capa de ozono


3

3
Secadora Secadora

3
Secadora
% Agotamiento de recursos abióticos

3
Televisor Televisor

3
Televisor

3
Lavavajillas Lavavajillas

3
Lavavajillas

–195–
suministro eléctrico de la red (1 año) continuación

Pequeño Pequeño Pequeño


2

2
elec. elec. elec.
2

2
Microondas Microondas

2
Microondas
2

2
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y


15

15
horno horno

15
horno
9

9
Iluminación

9
Iluminación Iluminación
6

6
Refrigeración Refrigeración Refrigeración
Figura 6.1. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con únicamente
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
6.2. Escenario 2: hogar eléctrico y 70% solar térmica
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de un hogar en el que sus
demandas energéticas se cubren con electricidad procedente de la red de distribución
española y con agua caliente - para ACS, lavadora y lavavajillas - procedente en un
70% de una instalación doméstica solar térmica (hogar eléctrico y 70% solar térmica).
La Tabla 6.3 recoge las demandas energéticas anuales del hogar y detalla los equipos
e instalaciones, los consumos y el origen de la energía para cubrir la totalidad de las
demandas, en este caso, para un hogar eléctrico con un 70% de energía solar térmica
durante un año.

Tabla 6.3. Demandas y consumos energéticos de un hogar con suministro eléctrico y 70%
de solar térmica (1 año)

Escenario 2: hogar eléctrico y 70% solar térmica (1 año)

Demanda energética Consumo energético

Tipo Cantidad Equipo / Instalación Cantidad Origen

Calefacción 3.650 kWh calor bomba de calor 1.217 kWh elec electricidad española 2005

Agua Caliente Sanitaria 1.175 kWh calor acumulador eléctrico 823 kWh calor instalación solar térmica
473 kWh elec electricidad española 2005
Electrodomésticos 1.850 kWh elec - - -
Frigorífico 700 kWh elec eléctrico 700 kWh elec electricidad española 2005
Lavadora 250 kWh elec bitérmico 115 kWh calor instalación solar térmica
66 + 81 kWh elec electricidad española 2005
Secadora 200 kWh elec eléctrica 200 kWh elec electricidad española 2005
Televisor 200 kWh elec eléctrico 200 kWh elec electricidad española 2005
Lavavajillas 175 kWh elec bitérmico 81 kWh calor instalación solar térmica
47 + 59 kWh elec electricidad española 2005
Pequeño elec. 125 kWh elec eléctricos 125 kWh elec electricidad española 2005
Microondas 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005
Ordenador 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005

Cocina y horno 600 kWh encimera vitrocerámica 1.000 kWh elec electricidad española 2005
calor netos y horno eléctrico
Iluminación 600 kWh elec eléctrica 600 kWh elec electricidad española 2005
Refrigeración 1.025 kWh frío aire acondicionado 366 kWh elec electricidad española 2005

–196–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Hogar eléctrico y 70% solar térmica:

En este escenario los electrodomésticos suponen el mayor impacto ambiental en la totalidad


de los indicadores evaluados, representando el 31% del impacto en todos los casos. El
frigorífico es el electrodoméstico con mayor impacto, con el 13%, seguido de la secadora y
del TV, con un 4% en ambos casos. La lavadora supone el 3% de los impactos, siendo este
valor inferior al del escenario 100% eléctrico debido a que su demanda de calentamiento
de agua se cubre en un 70% con energía solar térmica de baja temperatura.
El segundo impacto procede de la calefacción, suponiendo el 23% de los impactos, pese
a ser la principal demanda energética de un hogar. Esta demanda se cubre con bombas de
calor eléctricas con, normalmente, elevados índices de eficiencia energética.
La producción de ACS, pese a ser la tercera demanda energética de un hogar, supone un 9
o 10% de los impactos, siendo este valor inferior al del escenario 100% eléctrico debido a
que esta demanda se cubre en un 70% con energía solar térmica de baja temperatura.
La encimera eléctrica vitrocerámica y el horno eléctrico suponen el 18 o 19% de los
impactos, la iluminación el 11% y el aire acondicionado el 7% de los impactos. En este
último caso, al igual que en el caso de la bomba de calor, la elevada eficiencia energética del
aparato hace que pese a ser la refrigeración la cuarta demanda energética de un hogar, el aire
acondicionado ocupe la última posición en cuanto a impacto ambiental en este hogar.

–197–
La Tabla 6.4 y la Figura 6.2 recogen el resultado de los nueve indicadores de impacto
evaluados para un hogar eléctrico con un 70% de energía solar térmica durante un año,
mostrándose la contribución de las distintas demandas energéticas domésticas.

Tabla 6.4. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministro eléctrico y 70%
de solar térmica (1 año)

Cambio Eutrofi- Radiación Formación Agotamiento Destrucción Consumo


Indicador Acidificación Toxicidad de oxidantes de recursos
climático zación ionizante de la capa de de agua
humana fotoquímicos abióticos ozono dulce

Unidad kg SO2 eq. kg CO2 eq. kg fosfato eq. kg Pb eq. DALY kg etileno eq. kg petróleo eq. kg CFC-11 eq. kg agua eq.

Hogar eléctrico y 70%


38,7 3,43 x 10+3 1,37 2,69 4,17 x 10-5 1,50 1,17 x 10+3 1,32 x 10-4 2,41 x 10+4
solar térmica (1 año)

Contribución (%) de las distintas demandas energéticas domésticas:


Calefacción 23 23 23 23 23 23 23 23 23
Agua Caliente Sanitaria 9 9 9 10 9 9 9 9 9
Electrodomésticos 31 31 31 31 31 31 31 31 31
Frigorífico 13 13 13 13 13 13 13 13 13
Lavadora 3 3 3 3 3 3 3 3 3
Secadora 4 4 4 4 4 4 4 4 4
Televisor 4 4 4 4 4 4 4 4 4
Lavavajillas 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Pequeño elec. 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Microondas 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Ordenador 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Cocina y horno 19 19 19 18 19 19 19 19 19
Iluminación 11 11 11 11 11 11 11 11 11
Refrigeración 7 7 7 7 7 7 7 7 7

–198–
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
Calefacción

23
Calefacción Calefacción

23
23

9
9

9
ACS ACS ACS % Acidificación

% Eutrofización
Electro- Electro- Electro-

31
31
31

% Cambio climático
domésticos domésticos domésticos

13
Frigorífico

13
Frigorífico Frigorífico

13

3
3
3
Lavadora Lavadora Lavadora
eléctrico y 70% de solar térmica (1 año)

4
4
4
Secadora Secadora Secadora

4
4
4
Televisor Televisor Televisor

2
2
2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–199–
Pequeño Pequeño Pequeño

2
2
2
elec. elec. elec.

2
2
2

Microondas Microondas Microondas

2
2
2

Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

19
19
19

horno horno horno

11
Iluminación

11
11

Iluminación Iluminación

7
7
7

Refrigeración Refrigeración Refrigeración


Figura 6.2. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministro
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
Calefacción Calefacción

23
23
Calefacción

23

9
9
10
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

31
31
31
domésticos domésticos domésticos
% Toxicidad humana

% Radiación ionizante

13
13
Frigorífico Frigorífico

13
Frigorífico

3
3
3
Lavadora Lavadora Lavadora

4
4
4
Secadora Secadora Secadora

% Formación de oxidantes fotoquímicos

4
4
4
Televisor Televisor Televisor

2
2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas 2

–200–
Pequeño Pequeño Pequeño

2
2
2

elec. elec. elec.


eléctrico y 70% de solar térmica (1 año) continuación

2
2
2

Microondas Microondas Microondas

2
2
2

Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

19
19
18

horno horno horno

11
11
11

Iluminación Iluminación Iluminación

7
7
7

Refrigeración Refrigeración Refrigeración


Figura 6.2. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministro
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

0
20
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60
80
100
Calefacción Calefacción

23
23
Calefacción

23
9
9

9
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

31
31

31
domésticos domésticos domésticos

Frigorífico

13
Frigorífico

13

13
Frigorífico

% Consumo de agua dulce


3

3
Lavadora Lavadora Lavadora

% Destrucción de la capa de ozono

4
4
Secadora

4
Secadora Secadora
% Agotamiento de recursos abióticos

4
4
Televisor

4
Televisor Televisor

2
2
Lavavajillas

2
Lavavajillas Lavavajillas

–201–
Pequeño Pequeño Pequeño

2
2

2
elec. elec. elec.
eléctrico y 70% de solar térmica (1 año) continuación

2
2

2
Microondas Microondas Microondas

2
2

2
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

19
19

19
horno horno horno

11
11

Iluminación Iluminación

11
Iluminación

7
7

7
Refrigeración Refrigeración Refrigeración
Figura 6.2. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministro
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
6.3. Escenario 3: hogar 100% renovable
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de un hogar en el que sus
demandas energéticas se cubren con electricidad procedente de una instalación doméstica
fotovoltaica, con agua caliente - para ACS, lavadora y lavavajillas - procedente en un
70% de una instalación doméstica solar térmica de baja temperatura y con una caldera
de pelets de biomasa con radiadores de agua para la calefacción (hogar 100% renovable).
La Tabla 6.5 recoge las demandas energéticas anuales del hogar y detalla los equipos
e instalaciones, los consumos y el origen de la energía para cubrir la totalidad de las
demandas, en este caso, para un hogar 100% renovable durante un año.

Tabla 6.5. Demandas y consumos energéticos de un hogar con suministros solar fotovoltaico,
solar térmico y biomasa (1 año)

Escenario 3: hogar 100% renovable (1 año)

Demanda energética Consumo energético

Tipo Cantidad Equipo / Instalación Cantidad Origen


Calefacción 3.650 kWh calor caldera biomasa 1,38 m3 pelets pelets de biomasa
823 kWh calor instalación solar térmica
Agua Caliente Sanitaria 1.175 kWh calor acumulador eléctrico 473 kWh elec instalación fotovoltaica
Electrodomésticos 1.850 kWh elec - - -
Frigorífico 700 kWh elec eléctrico 700 kWh elec instalación fotovoltaica

Lavadora 250 kWh elec bitérmica 115 kWh calor instalación solar térmica
66 + 81 kWh elec instalación fotovoltaica
Secadora 200 kWh elec eléctrica 200 kWh elec instalación fotovoltaica
Televisor 200 kWh elec eléctrico 200 kWh elec instalación fotovoltaica
81 kWh calor instalación solar térmica
Lavavajillas 175 kWh elec bitérmico 47 + 59 kWh elec instalación fotovoltaica
Pequeño elec. 125 kWh elec eléctricos 125 kWh elec instalación fotovoltaica
Microondas 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec instalación fotovoltaica

Ordenador 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec instalación fotovoltaica
600 kWh encimera vitrocerámica
Cocina y horno calor netos y horno eléctrico 1.000 kWh elec instalación fotovoltaica

Iluminación 600 kWh elec eléctrica 600 kWh elec instalación fotovoltaica
Refrigeración 1.025 kWh frío aire acondicionado 366 kWh elec instalación fotovoltaica

–202–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Hogar 100% renovable:

La calefacción es la mayor demanda energética y supone el mayor impacto en seis indicadores


- acidificación, cambio climático, eutrofización, radiación ionizante, formación de oxidantes
fotoquímicos y agotamiento de los recursos abióticos - con contribuciones entre el 29% y el
62%. Esta demanda se cubre con una caldera alimentada con pelets de biomasa.
En los restantes tres indicadores - toxicidad humana, destrucción de la capa de ozono y
consumo de agua dulce - los electrodomésticos suponen el mayor impacto, entre el 29% y
el 39%. El frigorífico es el electrodoméstico con mayor impacto en la totalidad de los nueve
indicadores con contribuciones entre el 6% y el 16%, seguido de la secadora, del TV y de
la lavadora. En este escenario todos los consumos eléctricos se cubren con una instalación
fotovoltaica doméstica. En el caso de la lavadora, el lavavajillas y la producción de ACS el
70% de sus demandas de calentamiento de agua se cubren con energía solar térmica.
La producción de ACS es la tercera demanda energética y supone entre el 5% y 11% de
los impactos, cubriéndose el 70% de esta demanda con energía solar térmica. La encimera
eléctrica vitrocerámica y el horno eléctrico suponen entre el 9% y el 23% de los impactos, la
iluminación entre el 6% y el 14% y finalmente, el aire acondicionado entre el 4% y el 9%.

–203–
La Tabla 6.6 y la Figura 6.3 recogen el resultado de los nueve indicadores de impacto
evaluados para un hogar 100% renovable durante un año, mostrándose la contribución
ambiental de las distintas demandas energéticas domésticas.

Tabla 6.6. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministros solar fotovoltaico,
solar térmico y biomasa (1 año)

Cambio Eutrofi- Radiación Formación Agotamiento Destrucción Consumo


Indicador Acidificación Toxicidad de oxidantes de recursos
climático zación ionizante de la capa de de agua
humana fotoquímicos abióticos ozono dulce

Unidad kg SO2 eq. kg CO2 eq. kg fosfato eq. kg Pb eq. DALY kg etileno eq. kg petróleo eq. kg CFC-11 eq. kg agua eq.

Hogar 100%
3,60 557 1,07 1,49 4,81 x 10-6 0,180 194 5,20 x 10-5 3,99 x 10+4
renovable (1 año)

Contribución (%) de las distintas demandas energéticas domésticas:


Calefacción 54 39 29 27 62 50 37 26 4
Agua Caliente Sanitaria 6 7 8 10 5 6 8 9 11
Electrodomésticos 19 25 29 29 16 20 26 30 39
Frigorífico 8 10 12 12 6 8 11 13 16
Lavadora 2 2 3 3 1 2 2 3 3
Secadora 2 3 3 3 2 2 3 4 5
Televisor 2 3 3 3 2 2 3 4 5
Lavavajillas 1 2 2 2 1 1 2 2 2
Pequeño elec. 1 2 2 2 1 1 2 2 3
Microondas 1 1 2 2 1 1 2 2 2
Ordenador 1 1 2 2 1 1 2 2 2
Cocina y horno 11 15 17 17 9 12 15 18 23
Iluminación 7 9 10 10 6 7 9 11 14
Refrigeración 4 5 6 6 3 4 6 7 9

–204–
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
Calefacción

29
Calefacción

54
Calefacción

39

8
6
ACS

7
ACS ACS
% Acidificación

% Eutrofización
Electro- Electro- Electro-

29
19
domésticos

25
% Cambio climático
domésticos domésticos

8
Frigorífico

12
Frigorífico

10
Frigorífico

3
2
Lavadora

2
Lavadora Lavadora

3
2
Secadora

3
Secadora Secadora

3
2
Televisor

3
Televisor Televisor

2
1
Lavavajillas

2
Lavavajillas Lavavajillas

–205–
Pequeño Pequeño

2
Pequeño
1

2
solar fotovoltaico, solar térmico y biomasa (1 año)

elec. elec. elec.

2
1

Microondas

1
Microondas Microondas

2
1

Ordenador

1
Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

17
11

horno

15
horno horno

10
7

Iluminación

9
Iluminación Iluminación

6
4

Refrigeración

5
Refrigeración Refrigeración
Figura 6.3. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministros
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
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100

0
20
40
60
80
100
Calefacción Calefacción

27

62
Calefacción

50
5
10

6
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

16
29

20
domésticos domésticos
% Toxicidad humana

domésticos

% Radiación ionizante

8
Frigorífico Frigorífico

12
Frigorífico

1
Lavadora Lavadora

2
Lavadora

2
Secadora Secadora

2
Secadora

% Formación de oxidantes fotoquímicos


3

2
Televisor Televisor Televisor

1
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–206–
Pequeño Pequeño Pequeño
2

1
elec. elec. elec.
2

1
Microondas Microondas

1
Microondas
2

1
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

9
17

12
horno horno horno
solar fotovoltaico, solar térmico y biomasa (1 año) continuación

6
10

7
Iluminación Iluminación Iluminación
6

4
Refrigeración Refrigeración Refrigeración
Figura 6.3. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministros
0
20
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100
0
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0
20
40
60
80
100

4
Calefacción Calefacción Calefacción

26
37

9
8

11
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

39
30
26
domésticos domésticos domésticos

Frigorífico

16
13
Frigorífico Frigorífico

11

% Consumo de agua dulce

3
3
2
Lavadora Lavadora Lavadora

% Destrucción de la capa de ozono

5
4
3
Secadora Secadora Secadora
% Agotamiento de recursos abióticos

5
4
3
Televisor Televisor Televisor

2
2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas 2

–207–
Pequeño Pequeño Pequeño

3
2
2

elec. elec. elec.

2
2
2

Microondas Microondas Microondas

2
2
2

Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

23
18
15

horno horno horno


solar fotovoltaico, solar térmico y biomasa (1 año) continuación

14
Iluminación

11
Iluminación Iluminación

9
7
6

Refrigeración Refrigeración Refrigeración


Figura 6.3. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con suministros
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
6.4. Escenario 4: hogar máximo gas natural
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de un hogar en el que sus
demandas energéticas se cubren al máximo con gas natural de la red española y el resto
con electricidad procedente de la red española (hogar máximo gas natural). La Tabla 6.7
recoge las demandas energéticas anuales del hogar y detalla los equipos e instalaciones,
los consumos y el origen de la energía para cubrir la totalidad de las demandas, en este
caso, para un hogar con máximo suministro de gas natural durante un año.

Tabla 6.7. Demandas y consumos energéticos de un hogar con máximo suministro de gas natural
(1 año)

Escenario 4: hogar máximo gas natural (1 año)

Demanda energética Consumo energético

Tipo Cantidad Equipo / Instalación Cantidad Origen

Calefacción 3.650 kWh calor caldera mixta de gas 377 m3 gas natural gas natural español 2006
Agua Caliente Sanitaria 1.175 kWh calor caldera mixta de gas 121 m3 gas natural gas natural español 2006
Electrodomésticos 1.850 kWh elec - - -
Frigorífico 700 kWh elec eléctrico 700 kWh elec electricidad española 2005

Lavadora 250 kWh elec bitérmica 17 m3 gas natural gas natural español 2006
81 kWh elec electricidad española 2005

Secadora 200 kWh elec de gas 22 m3 gas natural gas natural español 2006
26 kWh elec electricidad española 2005
Televisor 200 kWh elec eléctrico 200 kWh elec electricidad española 2005

Lavavajillas 175 kWh elec bitérmico 12 m3 gas natural gas natural español 2006
59 kWh elec electricidad española 2005
Pequeño elec. 125 kWh elec eléctricos 125 kWh elec electricidad española 2005
Microondas 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005
Ordenador 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005

600 kWh
Cocina y horno encimera y horno de gas 96 m3 gas natural gas natural español 2006
calor netos
Iluminación 600 kWh elec eléctrica 600 kWh elec electricidad española 2005
Refrigeración 1.025 kWh frío aire acondicionado 366 kWh elec electricidad española 2005

–208–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Hogar máximo gas natural:

Los electrodomésticos suponen el mayor impacto en siete de los nueve indicadores evaluados
- acidificación, cambio climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante,
formación de oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce - con contribuciones entre
el 32% y el 58%. En los restantes dos indicadores - agotamiento de los recursos abióticos
y destrucción de la capa de ozono -, los electrodomésticos ocupan la segunda posición en
cuanto a impacto. El frigorífico es el electrodoméstico con mayor impacto en todos los
indicadores, con contribuciones entre el 8% y 29%, seguido del TV en la mayoría de los
casos, con contribuciones entre el 2% y 8% dependiendo del indicador.
La calefacción supone el mayor impacto en dos de los nueve indicadores, un 34% en
agotamiento de recursos abióticos y un 44% en destrucción de la capa de ozono.
La calefacción, producción de ACS, cocina y horno, iluminación y refrigeración tienen
contribuciones ambientales muy distintas dependiendo del indicador en cuestión.
Por lo general, la sustitución de electricidad por gas natural supone un descenso del
impacto en ocho indicadores - acidificación, cambio climático, eutrofización, toxicidad
humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos, agotamiento de
recursos abióticos y consumo de agua dulce - y por lo tanto, favorece ambientalmente a
la calefacción, producción de ACS y cocina y horno frente a refrigeración e iluminación.
Ocurre exactamente lo contrario en el caso del indicador relativo a destrucción de la capa
de ozono.

–209–
La Tabla 6.8 y la Figura 6.4 recogen el resultado de los nueve indicadores de
impacto evaluados para un hogar con máximo suministro de gas natural durante un
año, mostrándose la contribución ambiental de las distintas demandas energéticas
domésticas.

Tabla 6.8. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo suministro de gas natural
(1 año)

Cambio Eutrofi- Radiación Formación Agotamiento Destrucción Consumo


Indicador Acidificación Toxicidad de oxidantes de recursos
climático zación ionizante de la capa de de agua
humana fotoquímicos abióticos ozono dulce

Unidad kg SO2 eq. kg CO2 eq. kg fosfato eq. kg Pb eq. DALY kg etileno eq. kg petróleo eq. kg CFC-11 eq. kg agua eq.

Hogar máximo
17,8 3,24 x 10+3 0,741 1,56 1,88 x 10-5 0,763 1,25 x 10+3 2,27 x 10-4 1,09 x 10+4
gas natural (1 año)

Contribución (%) de las distintas demandas energéticas domésticas:


Calefacción 2 31 11 15 1 8 34 44 1
Agua Caliente Sanitaria 1 10 3 5 0 3 11 14 0
Electrodomésticos 57 32 50 46 58 52 29 21 58
Frigorífico 29 14 24 22 29 26 12 8 29
Lavadora 3 3 3 3 3 3 3 3 3
Secadora 1 2 2 2 1 1 2 3 1
Televisor 8 4 7 6 8 7 4 2 8
Lavavajillas 2 2 2 2 2 2 2 2 2
Pequeño elec. 5 2 4 4 5 5 2 1 5
Microondas 4 2 3 3 4 4 2 1 4
Ordenador 4 2 3 3 4 4 2 1 4
Cocina y horno 1 8 3 4 0 2 9 11 0
Iluminación 25 12 21 19 25 22 11 7 25
Refrigeración 15 7 13 12 15 13 6 4 15

–210–
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
2
Calefacción Calefacción

31
Calefacción

11
3
1

10
ACS ACS ACS
% Acidificación

% Eutrofización
Electro- Electro- Electro-

32
57

50
% Cambio climático
domésticos domésticos domésticos
suministro de gas natural (1 año)

Frigorífico

14
Frigorífico Frigorífico

24
29

3
3
Lavadora Lavadora Lavadora

2
1

2
Secadora Secadora Secadora

4
8

7
Televisor Televisor Televisor

2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas 2

–211–
Pequeño Pequeño Pequeño

4
5

elec. elec. elec.

2
4

3
Microondas Microondas Microondas

2
4

3
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

8
1

3
horno horno horno

12
Iluminación

21
Iluminación
25

Iluminación

7
Refrigeración
15

13
Refrigeración Refrigeración
Figura 6.4. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
1

8
Calefacción Calefacción Calefacción

15

0
5

3
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

58
46

52
domésticos domésticos domésticos
% Toxicidad humana

% Radiación ionizante

29
Frigorífico Frigorífico Frigorífico

22

26
3

3
3
Lavadora Lavadora Lavadora

1
2
Secadora Secadora Secadora

% Formación de oxidantes fotoquímicos


8
6

7
Televisor Televisor Televisor

2
suministro de gas natural (1 año) continuación

2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–212–
Pequeño Pequeño Pequeño

5
4

5
elec. elec. elec.

4
3

4
Microondas Microondas Microondas

4
3

Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

0
4

2
horno horno horno

Iluminación
19

25
Iluminación Iluminación

22
15
Refrigeración

13
12

Refrigeración Refrigeración
Figura 6.4. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

1
Calefacción

34
Calefacción Calefacción

44

0
11
ACS ACS

14
ACS

Electro- Electro- Electro-

29

58
21
domésticos domésticos domésticos

Frigorífico

8
12
Frigorífico

29
Frigorífico

% Consumo de agua dulce


3

3
Lavadora

3
Lavadora Lavadora

% Destrucción de la capa de ozono


2

1
Secadora

3
Secadora Secadora
% Agotamiento de recursos abióticos

8
Televisor

2
Televisor Televisor
suministro de gas natural (1 año) continuación

2
Lavavajillas

2
Lavavajillas Lavavajillas

–213–
Pequeño Pequeño
2

Pequeño

5
1
elec. elec. elec.
2

4
Microondas Microondas

1
Microondas
2

4
Ordenador

1
Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y


9

0
11
horno horno horno
11

Iluminación

7
Iluminación

25
Iluminación
6

4
Refrigeración

15
Refrigeración Refrigeración
Figura 6.4. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
6.5. Escenario 5: hogar máximo gas natural y
70% solar térmica
En este apartado se evalúa el comportamiento ambiental de un hogar en el que sus
demandas energéticas se cubren al máximo con gas natural de la red española, el 70%
de la demanda de agua caliente - para ACS, lavadora y lavavajillas - con una instalación
doméstica solar térmica y el resto de la demanda con electricidad procedente de la red
de distribución española (hogar máximo gas natural y 70% solar térmica). La Tabla
6.9 recoge las demandas energéticas anuales y detalla los equipos e instalaciones, los
consumos y el origen de la energía para cubrir la totalidad de las demandas, en este
caso, para un hogar con máximo suministro de gas natural y un 70% de energía solar
térmica durante un año.

Tabla 6.9. Demandas y consumos energéticos de un hogar con máximo suministro de gas natural
y 70% de solar térmica (1 año)

Escenario 5: hogar máximo gas natural y 70% solar térmica (1 año)

Demanda energética Consumo energético

Tipo Cantidad Equipo / Instalación Cantidad Origen

Calefacción 3.650 kWh calor caldera mixta de gas 377 m3 gas natural gas natural español 2006

Agua Caliente Sanitaria 1.175 kWh calor caldera mixta de gas 36 m3 gas natural gas natural español 2006
823 kWh calor instalación solar térmica
Electrodomésticos 1.850 kWh elec - - -
Frigorífico 700 kWh elec eléctrico 700 kWh elec electricidad española 2005
5 m3 gas natural gas natural español 2006
Lavadora 250 kWh elec bitérmica 115 kWh calor instalación solar térmica
81 kWh elec electricidad española 2005
22 m3 gas natural gas natural español 2006
Secadora 200 kWh elec de gas 26 kWh elec electricidad española 2005
Televisor 200 kWh elec eléctrico 200 kWh elec electricidad española 2005
4 m3 gas natural gas natural español 2006
Lavavajillas 175 kWh elec bitérmico 81 kWh calor instalación solar térmica
59 kWh elec electricidad española 2005
Pequeño elec. 125 kWh elec eléctricos 125 kWh elec electricidad española 2005
Microondas 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005
Ordenador 100 kWh elec eléctrico 100 kWh elec electricidad española 2005

Cocina y horno 600 kWh encimera y horno de gas 96 m3 gas natural gas natural español 2006
calor netos
Iluminación 600 kWh elec eléctrica 600 kWh elec electricidad española 2005
Refrigeración 1.025 kWh frío aire acondicionado 366 kWh elec electricidad española 2005

–214–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Hogar máximo gas natural y 70% solar térmica:

Los electrodomésticos suponen el mayor impacto en seis de los nueve indicadores evaluados
-acidificación, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de
oxidantes fotoquímicos y consumo de agua dulce - con contribuciones entre el 47% y el 58%.
En los restantes tres indicadores - cambio climático, agotamiento de los recursos abióticos
y destrucción de la capa de ozono -, los electrodomésticos ocupan la segunda posición en
cuanto a impacto. El frigorífico es el electrodoméstico con mayor impacto en todos los
indicadores, con contribuciones entre el 9% y el 29%, seguido del TV en la mayoría de
los casos, con contribuciones entre el 2% y el 8% dependiendo del indicador.
La calefacción supone el mayor impacto en tres de los nueve indicadores de impacto
ambiental evaluados, un 34% en cambio climático, un 38% en agotamiento de recursos
abióticos y finalmente, un 49% en destrucción de la capa de ozono.
La calefacción, producción de ACS, cocina y horno, iluminación y refrigeración tienen
contribuciones ambientales muy distintas dependiendo del indicador de impacto en
cuestión. La sustitución de electricidad por gas natural favorece ambientalmente a la
calefacción, producción de ACS y cocina y horno frente a refrigeración e iluminación. En
el caso de la producción de ACS, también se ve favorecida por cubrirse un 70% de esta
demanda con energía solar térmica, lo que conlleva a que esta demanda ocupe la última
posición en cuanto a impacto ambiental a pesar de ser la tercera demanda energética de
un hogar.

–215–
La Tabla 6.10 y la Figura 6.5 recogen el resultado de los nueve indicadores de impacto
para un hogar con máximo suministro de gas natural y un 70% de energía solar térmica
durante un año, mostrándose la contribución ambiental de las distintas demandas
energéticas.

Tabla 6.10. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo suministro de gas natural y
70% de solar térmica (1 año)

Cambio Eutrofi- Radiación Formación Agotamiento Destrucción Consumo


Indicador Acidificación Toxicidad de oxidantes de recursos
climático zación ionizante de la capa de de agua
humana fotoquímicos abióticos ozono dulce

Unidad kg SO2 eq. kg CO2 eq. kg fosfato eq. kg Pb eq. DALY kg etileno eq. kg petróleo eq. kg CFC-11 eq. kg agua eq.

Hogar máximo gas natural


17,7 2,96 x 10+3 0,721 1,53 1,88 x 10-5 0,748 1,13 x 10+3 2,00 x 10-4 1,09 x 10+4
y 70% solar térmica (1 año)

Contribución (%) de las distintas demandas energéticas domésticas:


Calefacción 2 34 11 15 1 8 38 49 1
Agua Caliente Sanitaria 0 3 1 3 0 1 4 5 0
Electrodomésticos 57 33 50 47 58 53 30 21 58
Frigorífico 29 15 25 23 29 26 14 9 29
Lavadora 3 2 3 3 3 3 2 2 3
Secadora 1 3 2 2 1 1 3 3 1
Televisor 8 4 7 6 8 7 4 2 8
Lavavajillas 2 2 2 2 2 2 2 1 2
Pequeño elec. 5 3 4 4 5 5 2 2 5
Microondas 4 2 4 3 4 4 2 1 4
Ordenador 4 2 4 3 4 4 2 1 4
Cocina y horno 1 9 3 4 0 2 10 13 0
Iluminación 25 13 21 19 25 22 12 7 25
Refrigeración 15 8 13 12 15 14 7 5 15

–216–
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
2
Calefacción Calefacción Calefacción

11
34
0

1
ACS ACS ACS
% Acidificación

% Eutrofización
Electro- Electro- Electro-

57

33

50
% Cambio climático
domésticos domésticos domésticos

Frigorífico

29
Frigorífico Frigorífico

15

25
3

3
Lavadora Lavadora Lavadora

2
Secadora Secadora Secadora

7
Televisor Televisor Televisor

2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–217–
Pequeño Pequeño Pequeño

4
5

elec. elec. elec.


4

4
Microondas Microondas Microondas
suministro de gas natural y 70% de solar térmica (1 año)

4
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

3
9
1

horno horno horno

Iluminación

13
25

Iluminación Iluminación

21
8
15

13
Refrigeración Refrigeración Refrigeración
Figura 6.5. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

8
1
Calefacción Calefacción Calefacción

15
3

1
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

58
47

53
domésticos domésticos domésticos
% Toxicidad humana

% Radiación ionizante
Frigorífico Frigorífico Frigorífico

29
23

26

3
3

3
Lavadora Lavadora Lavadora

1
2
Secadora Secadora Secadora

% Formación de oxidantes fotoquímicos


8

7
6
Televisor Televisor Televisor

2
2

2
Lavavajillas Lavavajillas Lavavajillas

–218–
Pequeño Pequeño Pequeño

5
5
4

elec. elec. elec.

4
3

Microondas Microondas Microondas

4
3

4
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

2
4

horno horno horno


19

Iluminación Iluminación

22
25
Iluminación
suministro de gas natural y 70% de solar térmica (1 año) continuación

Refrigeración

15
Refrigeración Refrigeración

14
20
Figura 6.5. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100

0
20
40
60
80
100

1
Calefacción Calefacción Calefacción

38

49

0
4

5
ACS ACS ACS

Electro- Electro- Electro-

58
21
30
domésticos domésticos domésticos

9
Frigorífico

29
14
Frigorífico Frigorífico

% Consumo de agua dulce

3
2

2
Lavadora Lavadora Lavadora

% Destrucción de la capa de ozono

1
3

3
Secadora Secadora Secadora
% Agotamiento de recursos abióticos

8
4

2
Televisor Televisor Televisor

2
2

1
Lavavajillas

–219–
Lavavajillas Lavavajillas

Pequeño Pequeño Pequeño

5
2

2
elec. elec. elec.

4
2

1
Microondas Microondas Microondas

4
2

1
Ordenador Ordenador Ordenador

Cocina y Cocina y Cocina y

0
13
10

horno horno horno

25
Iluminación
12

Iluminación Iluminación
suministro de gas natural y 70% de solar térmica (1 año) continuación

5
Refrigeración

15
Refrigeración Refrigeración
Figura 6.5. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar con máximo
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos
6.6. Comparativa ambiental de escenarios
energéticos domésticos
La Tabla 6.11 muestra el resultado de los nueve indicadores de impacto ambiental
potencial para los cinco escenarios energéticos domésticos evaluados - hogar 100%
eléctrico, hogar eléctrico y 70% solar térmica, hogar 100% renovable, hogar máximo
gas natural y finalmente, hogar máximo gas natural y 70% solar térmica - y, más
concretamente, 1 año de estos escenarios energéticos domésticos.
Para cada indicador de impacto ambiental potencial se muestra en color rojo el escenario
doméstico que presenta el valor máximo de impacto ambiental y en color verde el
escenario doméstico que presenta el valor mínimo de impacto.

Tabla 6.11. Indicadores de impacto ambiental potencial de distintos escenarios energéticos


domésticos (1 año)

Contribución (%) de cada fase del ciclo de vida


Indicador Unidad
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica
Acidificación kg SO2 eq. 48,0 38,7 3,60 17,8 17,7
Cambio kg CO2 eq. 4,25 x 10+3 3,43 x 10+3 557 3,24 x 10+3 2,96 x 10+3
climático
Eutrofización kg PO4-3 eq. 1,70 1,37 1,07 0,741 0,721
Toxicidad kg Pb eq. 3,29 2,69 1,49 1,56 1,53
humana
Radiación DALY 5,17 x 10-5 4,17 x 10-5 4,81 x 10-6 1,88 x 10-5 1,88 x 10-5
ionizante
Formación
de oxidantes kg etileno eq. 1,85 1,50 0,180 0,763 0,748
fotoquímicos
Agotamiento
de recursos kg petróleo eq. 1,45 x 10+3 1,17 x 10+3 194 1,25 x 10+3 1,13 x 10+3
abióticos
Destrucción de kg CFC-11 eq. 1,63 x 10-4 1,32 x 10-4 5,20 x 10-5 2,27 x 10-4 2,00 x 10-4
la capa de ozono
Consumo kg agua eq. 2,99 x 10+4 2,14 x 10+4 3,99 x 10+4 1,09 x 10+4 1,09 x 10+4
de agua dulce

–220–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

De la comparativa entre escenarios, se extraen las siguientes conclusiones:

• Considerando los cinco escenarios evaluados, el hogar 100% eléctrico presenta el mayor
impacto ambiental potencial en siete de los nueve indicadores evaluados - acidificación,
cambio climático, eutrofización, toxicidad humana, radiación ionizante, formación
de oxidantes fotoquímicos y agotamiento de recursos abióticos -, el hogar máximo gas
natural en un indicador - destrucción de la capa de ozono - y el hogar 100% renovable
en el indicador restante - consumo de agua dulce -.
• También, considerando los cinco escenarios evaluados, el hogar 100% renovable presenta
el menor impacto ambiental en siete de los nueve indicadores - acidificación, cambio
climático, toxicidad humana, radiación ionizante, formación de oxidantes fotoquímicos,
agotamiento de recursos abióticos y destrucción de la capa de ozono - el hogar máximo gas
natural y 70% solar térmica en dos indicadores - eutrofización y consumo de agua dulce-,
con el mismo impacto en este último indicador que el hogar máximo gas natural.
• Considerando los tres escenarios sin suministro de gas natural - hogar 100% eléctrico,
hogar eléctrico y 70% solar térmica y hogar 100% renovable -, el hogar 100% eléctrico
presenta el mayor impacto ambiental en todos los indicadores evaluados a excepción del
indicador de consumo de agua dulce, en el que el hogar 100% renovable tiene el máximo
impacto. El hogar eléctrico y 70% solar térmica siempre presenta valores inferiores de
impacto que el hogar 100% eléctrico y valores superiores al hogar 100% renovable, a
excepción del consumo de agua dulce en el que el hogar 100% renovable presenta el
máximo.
• En el caso de los dos escenarios con suministro de gas natural - hogar máximo gas natural
y hogar máximo gas natural y 70% solar térmica -, el hogar máximo gas natural y 70%
solar térmica es siempre ambientalmente equivalente o mejor que el hogar máximo gas
natural y más concretamente, equivalente en tres indicadores - acidificación, radiación
ionizante y consumo de agua dulce - y mejor en los restantes seis indicadores - cambio
climático, eutrofización, toxicidad humana, formación de oxidantes fotoquímicos,
agotamiento de recursos abióticos y destrucción de la capa de ozono -. En este caso se
puede concluir que el hogar máximo gas natural y 70% solar térmica es ambientalmente
mejor que el hogar máximo gas natural.

La Figura 6.6 muestra la información de la Tabla 6.11 de forma gráfica, asignándose el


valor de 100% al escenario doméstico con mayor valor de impacto ambiental potencial
en cada indicador y calculándose el porcentaje del resto de escenarios en base a éste.

–221–
Figura 6.6. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar (1 año) abastecido
con distintos suministros energéticos domésticos

% Acidificación
100
100
81
80

60

40 37 37

20
8

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Cambio climático
100
100
81 76
80
70

60

40

20
13

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Eutrofización
100
100
81
80

63
60

44 43
40

20

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

–222–
6. Análisis del ciclo de vida de escenarios domésticos

Figura 6.6. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar (1 año) abastecido


con distintos suministros energéticos domésticos (continuación)

% Toxicidad humana
100
100
82
80

60
48 47
45
40

20

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Radiación ionizante
100
100
81
80

60

40 36 36

20
9

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Formación de oxidantes fotoquímicos


100
100
81
80

60

41 40
40

20
10

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

–223–
Figura 6.6. Indicadores de impacto ambiental potencial de un hogar (1 año) abastecido
con distintos suministros energéticos domésticos (continuación)

% Agotamiento de recursos abióticos


100
100 86
81 78
80

60

40

20
13

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Destrucción de la capa de ozono


100
88
100
80
72

58
60

40

23
20

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

% Consumo de agua dulce


100
100
80
75

60
60

40
27 27

20

0
Hogar 100% Hogar eléctrico Hogar Hogar Hogar máximo
eléctrico y 70% solar 100% máximo gas natural y
térmica renovable gas natural 70% solar térmica

–224–
Capítulo 7
Resumen de conclusiones
Toda tecnología de producción de energía y todo equipo o instalación energética
doméstica, en mayor o menor medida, consume recursos, genera residuos y emite
contaminantes al medio en alguna, en varias o en todas las fases de su ciclo de vida o
cadena energética, causando, en mayor o menor medida, impactos ambientales locales
y globales.
La metodología de evaluación ambiental del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) permite
determinar cuantitativamente y más objetivamente los impactos ambientales potenciales
de suministros, equipos e instalaciones y escenarios energéticos domésticos.
La correcta elección de equipos e instalaciones energéticas domésticas y de suministros
energéticos domésticos es de suma importancia desde un punto de vista ambiental.

En cuanto a los seis suministros energéticos domésticos evaluados:

• La electricidad presenta el valor máximo de impacto ambiental potencial en seis de los


nueve indicadores evaluados, el gasóleo en dos y la fotovoltaica en un indicador.
• La energía solar térmica es el suministro con menor impacto ambiental potencial.
• En el caso de los suministros eléctricos, la electricidad presenta un mayor impacto
ambiental potencial que la fotovoltaica en ocho de los nueve indicadores evaluados.
• En el caso de los suministros térmicos, el gasóleo presenta el valor máximo de impacto
ambiental potencial en seis de los nueve indicadores evaluados, la biomasa en dos y el
gas natural en un indicador.

–225 –
En cuanto a los catorce equipos e instalaciones energéticas domésticas
evaluadas:

• En calefacción, el radiador eléctrico presenta el valor máximo de impacto ambiental


en ocho de los nueve indicadores evaluados, la caldera de gas mixta de condensación
con radiadores presenta el valor mínimo de impacto en seis de los nueve indicadores,
la bomba de calor eléctrica presenta dos mínimos y un valor máximo y finalmente,
la caldera de gas no presenta ningún máximo ni mínimo y todos sus indicadores son
siempre superiores a los de la caldera de gas mixta de condensación.
• En cocción, la encimera eléctrica vitrocerámica presenta el valor máximo de impacto
ambiental potencial que la encimera de gas en ocho de los nueve indicadores
evaluados.
• En producción de ACS, el acumulador eléctrico presenta el valor máximo de impacto
ambiental potencial en todos los indicadores, la caldera mixta de gas el valor mínimo
de impacto en todos los indicadores y el calentador instantáneo de gas siempre
valores intermedios, aunque mucho más próximos a los de la caldera que a los del
acumulador.
• En lavado de ropa, la lavadora eléctrica presenta un mayor impacto ambiental potencial
que la lavadora eléctrica con precalentamiento de agua por gas en ocho indicadores.
• En secado de ropa, la secadora eléctrica presenta un mayor impacto ambiental potencial
que la secadora de gas en ocho de los nueve indicadores evaluados.

En cuanto a los cinco escenarios energéticos domésticos evaluados:

• El hogar 100% eléctrico presenta el valor máximo de impacto ambiental potencial en


siete de los indicadores y el hogar máximo gas natural y el hogar 100% renovable en
un indicador.
• El hogar 100% renovable presenta el valor mínimo de impacto ambiental potencial en
siete de los nueve indicadores evaluados, el hogar máximo gas natural y 70% solar térmica
en dos indicadores, compartiendo un mínimo con el hogar máximo gas natural.
• En hogares sin gas natural, el hogar 100% eléctrico presenta un mayor impacto ambiental
potencial en ocho de los nueve indicadores. El hogar eléctrico y 70% solar térmica
siempre presenta valores inferiores de impacto que el hogar 100% eléctrico y valores
superiores al hogar 100% renovable en ocho de los nueve indicadores evaluados.
• En hogares con gas natural, el hogar máximo gas natural y 70% solar térmica es
equivalente en tres indicadores y mejor en seis que el hogar máximo gas natural.

–226 –
Bibliografía
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2002.
2. Castells, F.; Aelion V.; Abeliotis, K.; Petrides D. Life Cycle Inventory Analysis
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3. Castells, F.; Aelion, V.; Abeliotis, K.; Petrides D. An Algotithm for Life Cycle
Inventory Analysis. AIChE Symposium Series on Pollution Prevention via Process
and Product Modifications, vol. 90, núm. 303, p. 151-160. 1995.
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Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Boletín Estadístico de Hidrocarburos
- Informe Resumen 2006. 2007.
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Petróleo. 2004.
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la Generalitat de Catalunya. Les Fonts Energètiques - Electricitat. 2005.
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Turisme de la Generalitat de Catalunya. Tecnologies Avançades en Estalvi i
Eficiència Energètica - Les Energies Renovables a Catalunya. 3a edición, 2002.
10. Institut Cerdà Fundació Privada. Estimación de los consumos energéticos y de las
emisiones de CO2 del parque de viviendas de Cataluña.
11. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio. Energía Solar Térmica. Serie Manuales de Energías
Renovables. 2006.
12. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio. Plan de Energías Renovables en España 2005-2010.
2005.

–227 –
13. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio. Energía de la biomasa. Serie Manuales de Energías
Renovables. 2007.
14. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio. Guía práctica de la energía. Consumo eficiente y
responsable. 2ª edición. 2007.
15. Lechón, Y. et al. Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y
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del Biodiésel y del Diésel. 2006.
16. Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico
de la Edificación. 2006.
17. Red Eléctrica de España (REE). El Sistema Eléctrico Español - Avance del Informe
2006. 2007.
18. Red Eléctrica de España (REE). El Sistema Eléctrico Español - Informe 2005.
2006.
19. Rodrigo J., Alonso J.C., Castells F. Electrical and Electronic - Practical Ecodesign
Guide. Páginas: 126, Editor: Universitat Rovira i Virgili (ISBN 84-8424-010-X).
2002.
20. Rodrigo J., Meneses M., Castells F. Ecodisseny d’Aparells Elèctrics i Electrònics:
Protecció Ambiental, Beneficis Empresarials i Compliment de la Legislació. Revista:
SAM - Suport a la Gestió Ambiental d’activitats en el Municipi de la Diputació de
Barcelona, num. 14, p. 65-71. 2006.
21. Secretaría General de Energía del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
La Energía en España 2005. 2006.
22. Sonneman; G. W.; Rodrigo, J.; Castells, F. El ACV como herramienta de gestión
ambiental en la empresa. Revista Tecnoambiente, núm. 104, p. 49-53. 2000.
23. Sonnemann, G. W.; Castells, F.; Schuhmacher, M. Integrated Life-Cycle and Risk
Assessment for Industrial Processes, Advanced Methods in Resource and Waste
Management. Lewis Publisher, España. 2003.
24. UNE-EN ISO 14040:2006 Gestión Ambiental. Análisis del ciclo de vida. Principios
y marco de referencia. 2006.
25. UNE-EN ISO 14044:2006 Gestión Ambiental. Análisis del ciclo de vida. Requisitos
y directrices. 2006.

–228 –
13 13
Julio Rodrigo

Publicaciones de la Fundación Gas Natural


El consumo de energía Licenciado en Química, Máster en Ingeniería y Gestión
Ambiental y Máster MBA por la Universitat Rovira
i Virgili de Tarragona. Especialista en evaluación y

Guías técnicas de energía y medio ambiente:


y el medio ambiente en mejora ambiental de productos y procesos industriales. Responsable
de las líneas de actividad de medio ambiente de la empresa de I+D+i
SIMPPLE, S.L.
1 Depuración de los gases de combustión en la industria cerámica
2 Generación eléctrica distribuida la vivienda en España
3 La degradación y desertificación de los suelos en España
4 El uso del gas natural en el transporte: fiscalidad y medio
Un análisis de ciclo de vida (ACV) Noemí Cañellas
ambiente Licenciada en Ingeniería Química por la Universitat

El consumo de energía y el medio ambiente


5 La protección jurídica de los espacios naturales Rovira i Virgili y Máster en PRL en tres especialidades.
Especialista en estudios de impacto ambiental y análisis
6 Los jóvenes españoles ante la energía y el medio ambiente.
Buena voluntad y frágiles premisas de ciclo de vida. Técnico del área de ingeniería ambiental de la empresa
de I+D+i SIMPPLE, S.L.
7 La Fiscalidad Ambiental de la Energía
8 Las energías renovables en España. Diagnóstico y perspectivas

medio ambiente
9 Guía de la eficiencia energética para Administradores de Fincas
10 Las tecnologías de la información y las comunicaciones y el Montse Meneses
medio ambiente Licenciada en Ciencias Químicas y doctora en
Ingeniería Química por la Universitat Rovira i Virgili.
11 El papel de los bosques españoles en la mitigación del cambio
climático Especialista en análisis de riesgo ambiental, análisis

en la vivienda en España
de ciclo de vida y sostenibilidad ambiental. Investigadora en la URV
12 Recuperación energética ecoeficiente de residuos. Potencial y Técnico del área de ingeniería ambiental de la empresa de I+D+i
en España
SIMPPLE, S.L.

Análisis de ciclo de vida (ACV)


13 El consumo de energía y el medio ambiente en la vivienda en España
Análisis de ciclo de vida (ACV)

Cuadernos energía y medio ambiente:


Francesc Castells
1 Señalización de sendas en el Parque Regional de Picos de
Europa Catedrático de Ingeniería Química y director del grupo
de investigación AGA (Análisis y Gestión Ambiental)
2 Cambio de clima en el sector de la energía: una nueva ola de
oportunidades de inversión respetuosa con el medio ambiente del Departamento de Ingeniería Química de la
Universitat Rovira i Virgili. Doctor por el Institut du Génie Chimique
3 Guía de la eficiencia energética en la vivienda de Navarra de Toulouse (1974) y por la Universidad de Barcelona (1980). Dirige
4 Calidad del aire urbano, salud y tráfico rodado investigación en los campos de Análisis de Ciclo de Vida (ACV),
diagnóstico ambiental de procesos, modelos de sostenibilidad regional
5 La energía solar térmica y el gas natural en la Comunidad de
Madrid y evaluación de costes y daños ambientales.

6 Mejora de la calidad del aire por cambio de combustible a gas


natural en automoción. Aplicación a Madrid y Barcelona
Julio Rodrigo
Serie Pedagógica: Noemí Cañellas Climent Solé
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad
1 La calidad del aire en la Comunidad de Madrid Montse Meneses de Terrassa, Diplomado en Ingeniería Técnica Química
2 La calidad del aire en la Comunitat Valenciana
Francesc Castells por la Universidad Rovira i Virgili y Master en
Eficiencia Energética por la Universidad Politècnica de Catalunya.
Biblioteca historia del gas: Climent Solé Técnico del Departamento de Desarrollo de Soluciones Energéticas
1 Una historia del gas en Alicante y Proyectos MDL en Gas Natural.

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