“Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que

traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo”. (1 Samuel 17:40)

ALGO EN QUÉ PENSAR David sabía que tenía que enfrentarse a uno de los adversarios más temidos por el ejército de
Israel, cuyo nombre era Goliat y quien amenazaba y desafiaba constantemente a pueblo de Israel; para derribarlo
solamente tenía cinco piedras lisas del arroyo, lo cual era lógicamente insignificante ante el gigante, pero era lo que Dios
quería usar para darle la victoria ante su enemigo. Podemos decir que estas piedras son un prototipo de las heridas que
recibió Jesús en Su cuerpo por medio de las cuales venció al adversario.

Veamos detalladamente el significado de cada una de estas piedras y lo que podemos recibir por medio del sacrificio de
Jesús en la Cruz del Calvario:

1-SALVACIÓN Job, en medio de su aflicción, le preguntó a Dios: ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi
iniquidad?... (Job 7:21). Luego, él mismo encontró la respuesta: “Y cómo se justificará el hombre con Dios?” (Job 9:2b).
Finalmente concluyó diciendo: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25). Job
entendió que el Señor era su única fuente de salvación. Debemos entender que el sacrificio de Jesús en la Cruz tenía un
propósito claro, y era poder brindar salvación y esperanza a la humanidad que, debido a su pecado, merecía morir; pero
Dios determina por medio de Su entrega que somos libres de la muerte, del pecado y de la condenación.

2-SANIDAD Cuando el Señor comenzó su vida ministerial, lo primero que dijo en la sinagoga fue lo que encontramos en
el libro de Lucas 4:18 “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos”. El ministerio de Jesús siempre se caracterizó por la compasión hacia los demás. Donde Él
llegaba y había enfermos, sucedían los más grandes milagros de sanidad; donde había endemoniados, Él tenía la
autoridad para echar fuera demonios. Todo esto debido al poder dado por el Espíritu Santo.

3-RESTAURACIÓN Solo la cruz nos libera de toda clase de división, sea social, familiar, cultural o religiosa. Solo hay una
manera cómo podemos ser libres en todas las áreas de nuestra vida, y es cuando entendemos que la cruz, siendo
sinónimo de maldición, se convierte en ese lugar de intercambio, donde podemos llevar toda nuestra debilidad,
nuestras luchas, pecado, todas las cosas negativas y al mismo tiempo podemos recibir de la cruz restauración y una
nueva vida. “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades”
(Efesios 2:16).

4-PROVISIÓN “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses
4:19). Debemos entender que por medio de la sangre que Jesús derramó cuando fue clavada la corona de espinas en Sus
sienes, tenemos la autoridad sobre el espíritu de ruina, sobre el gigante de las deudas, sobre la escasez, porque Él
redime la tierra de toda maldición de pobreza y nos da la naturaleza de hijos, es decir, de herederos de las más grandes
bendiciones. Es tiempo de cambiar la mentalidad de esclavos a pensar y actuar como hijos de Dios, porque es así como
se van a desatar esos milagros de provisión. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo…” (Romanos 8:16-17).

5-CONQUISTA “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:31-
32). Es tiempo de declarar que por medio de la Sangre poderosa de Jesús, somos más que vencedores y que Él quiere
que conquistemos los gigantes y los llevemos a la cruz para que podamos obtener la victoria.