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El Reino del Metal tiene distintas cualidades, que ya conocemos y, como dijimos,
quizás debería llamarse Reino Mineral. Una de las cualidades del reino mineral es esa
falta de movimiento, esa “relativa” quietud; quietud que alienta, que anima a la
meditación.
Hemos de recordar que, también, nos encontramos en el “Año de la Espera” que, como
vimos, no es una espera de brazos cruzados, sino una actitud de quietud contemplativa.
Quietud
Respiración
Dejar correr el curso de mi pensamiento, no pensar en nada
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Hoy día existen muchas escuelas de las artes del Soplo y por tanto distintas formas de
entender y practicar la meditación, que nada tienen que ver con lo que en la antigüedad
se practicaba. Muchas dan preponderancia a lo que son las artes marciales.
Lo que se contempla hoy es la competencia que hay entre las distintas escuelas. Se han
impregnado de ese sentido de la competencia de las sociedades occidentales.
Ante esto debemos preguntarnos: ¿Las Artes del Soplo son realmente para entrar en
competencia? ¿Tienen, acaso, ese sentido? ¿Tienen esa función?
En nuestro organismo todo es cambio y este cambio se da con ritmos distintos (cada
tipo celular tiene un ritmo vital distinto). Estamos en continuo cambio.
En la mujer existe un ritmo hormonal bien distinto al del hombre y es ese sistema
hormonal femenino el que marca las principales diferencias entre un sexo y otro.
El cambio en la mujer viene marcado por el sistema hormonal que es, precisamente, el
que la identifica como tal. Existen varias etapas en el ritmo hormonal femenino que
inciden de forma muy significativa en la mujer que, fundamentalmente, son:
Pubertad
Embarazo
Climaterio
La etapa del climaterio es un periodo en que la mujer se desinhibe, es más sincera con
sus sentimientos. Esa sangre que se elimina durante los periodos menstruales se
convierte aquí en energía, en otro tipo de energía. Sus pensamientos cambian, empieza a
desinhibirse.
Cuando llega la etapa de la jubilación cambia nuestro interés hacia las cosas, perdemos
actividad, nos encerramos más tiempo en casa, nos contentamos con la compañía de un
animal… Debemos prepararnos para esa nueva situación, debemos prevenir, buscar
actividades alternativas.
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Durante las diferentes etapas de nuestra vida nuestro estado de consciencia va
cambiando y en sus últimas etapas vamos perdiendo cualidades.
Respiración torácica
Respiración abdominal
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La respiración torácica depende de los músculos intercostales. En ella se produce una
contracción y una expansión mucho más pequeña pero, sin embargo, es una respiración
mucho más rápida, la que necesitamos para responder al estilo de vida de hoy en día, en
el cual necesitamos respuestas inmediatas.
La respiración torácica permite una respuesta rápida. Respiramos habitualmente por el
tórax.
Si me quedo quieto y respiro tengo todo el tiempo del mundo para pensar. Por eso el
tercer elemento clave en la meditación es el desprendimiento de esos pensamientos, el
dejar que los pensamientos fluyan como en el cauce de un río, dejar que las ideas
transcurran para poder desprenderse de ellas.
QUIETUD
RESPIRACIÓN
Hay que adoptar una actitud de disposición, pero no hay que buscar con la meditación
conseguir algo en concreto, algo determinado. Lo que haya de suceder, sucederá.
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INTRODUCCIÓN DE VARIABLES A LA MEDITACIÓN:
MUDRA: Posición que adoptan las manos para permitir la escucha o una actitud
determinada ante cierta meditación. Es como preparar nuestra estructura para ello.
Si colocamos las palmas hacia arriba nos ponemos en disposición de dar y recibir.
1º colocamos las manos en disposición, luego juntamos las manos y colocamos los
pulgares a nivel de los labios y los índices en contacto con la glabela (entrecejo),
después subimos las manos y los pulgares van a las órbitas de los ojos, rodeándolas, a
continuación las manos descienden y los dedos índice y medio recorren las alas nasales,
al llegar a la boca los anulares la recorren, después se extienden las palmas de las manos
para recorrer el rostro y, por último, se dirigen hacia los oídos y por detrás de éstos
volvemos a juntar las palmas y las pasamos juntas por encima de la cabeza hasta volver
a la posición inicial.
Dependiendo del mudra que adoptemos nos vamos a colocar en una posición más o
menos adecuada a lo que uno quiere conseguir.
“Nos es difícil escuchar porque estamos llenos”. Llenos de ideas que no son
nuestras, que nos las han ido introduciendo.
La meditación sería como la vía que nos va a permitir depurar todas esas ideas que nos
han ido colocando poco a poco y poder entrar en otra visión de las cosas más creativa.
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También podemos introducir EL SONIDO a la meditación, pero desde otra perspectiva
distinta a la que hemos visto hasta ahora, con la intervención de instrumentos.
Como en el caso de la palabra, podemos recurrir al sonido como vía para poder
desprendernos de esas ideas que continuamente afloran en nuestras mentes.
Al ser humano le cuesta mucho desprenderse de esa referencia de ser el centro (postura
egoísta) y ello le hace no ser consciente de lo que realmente ocurre a su alrededor.
Entrando en otro estado de consciencia, a través de la meditación, comienzo a ver las
cosas desde otra perspectiva.
La meditación es esa vía que permite clarificarnos, que nos permite descubrir lo que
realmente es necesario. Cuando descubro esto, entro en otro estado de consciencia, veo
las cosas de otra manera.
La vida nos ofrece todo lo que necesitamos pero, a pesar de ello, nos empeñamos en
llevar a cabo todo lo que pensamos, todas esas ideas que nos han inculcado, y nos
involucramos en una postura egocéntrica, sin pensar en todo lo que nos rodea.
La meditación es una necesidad que surge en el ser humano para enterarse de lo que
ocurre en su entorno.
Iluminación: sería ese estado de desapego, ese vivir las cosas con un amor que no se
implica. Te complaces con lo que sucede en tu vida.
En esta situación, los sentidos están más despiertos para que te de “la luz”, esa luz que
te permite contemplar las cosas de otra manera.
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Con ese intervenir en los procesos no dejamos que ni nosotros ni los seres de nuestro
alrededor se desarrollen, porque estamos llenos de nuestros propios criterios. Estamos
acostumbrados a interferir en los procesos.