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Investigar lo siguiente:

Las diferentes concepciones del hombre…

a) Cristiana
b) Materialista

1. Platón:

Platón concibió al hombre formado por una realidad dual, el cuerpo y el alma, que
considera la idea de lo material y lo inmaterial o espiritual como opuestos. Platón
pensó que el hombre es un compuesto de dos realidades muy distintas:
el cuerpo y el alma. Por eso se dice que su concepción del hombre es dualista,
porque cree que estamos formados por dos realidades.

 El alma:

Según Platón, el alma es inmaterial e inmortal, es decir que no es algo físico:


no puede verse, tocarse, pesarse. También es inmortal. Está encarcelada y
prisionera en el cuerpo. Se divide en tres partes o
tendencias: racional, irascible y concupiscible. Con estas tres partes, Platón
quiere decir que realizamos tres tipos de actividades con el alma: razonar,
tener fortaleza o valor, y tener prudencia o templanza.

También heredó el cristianismo de Platón esta concepción del alma. En el


cristianismo, es el alma la que se encuentra con Dios, la que puede
conocerlo una vez muerto el cuerpo.

 El cuerpo:

Es material, mortal y se corrompe. Es decir, que vamos envejeciendo, que


el cuerpo se estropea. Con él, estamos en el mundo sensible. Nuestro
cuerpo, según Platón, es un estorbo para el alma, porque a menudo impide
la visión de las ideas por parte del alma. Además, el cuerpo arrastra con sus
pasiones. Es algo así como una cárcel para el alma.

Expresiones actuales como "hacer lo que me pide el cuerpo" tienen mucho


que ver con el pensamiento de Platón. A veces, tenemos ganas de hacer
cosas que sabemos, razonando, que no son las que deberíamos hacer.
Piensa en actividades como comer en exceso, ser perezosos, etc. En casos
extremos, como las adicciones de cualquier tipo, esto se ve más claro. Por
ejemplo, las adicciones a sustancias como el alcohol o el tabaco son
ejemplos de que el cuerpo puede "pedir" cosas que perjudican a la razón,
que no son razonables. O que, como diría Platón, estorban al alma.

El cristianismo heredó de Platón esta concepción negativa del cuerpo. La


penitencia cristiana, el ayuno, o algunos de los mandamientos tienen la
intención de purificar el alma gracias al castigo del cuerpo, o si no castigo, sí
gracias a no acceder a todo lo que puede apetecernos desde el punto de
vista físico.

http://educativa.catedu.es/44700165/aula/archivos/repositorio//3750/3979/html/
5_en_cuerpo_y_alma_el_hombre_para_platn.html

2. Demócrito:

Negó la existencia de seres inmateriales y redujo la realidad a dos únicas


entidades, los átomos y el vacío. Los átomos son partículas materiales sólidas,
impenetrables, duras, eternas e invariables. Solamente tienen figura, orden y
posición, cualidades de las que derivan todas las propiedades de los objetos. El
vacío es un cierto no-ser necesario para posibilitar el movimiento rectilíneo de
los átomos. La realidad material no puede conocerse por los sentidos, sino
solamente por la razón.

El materialismo según Demócrito, ha seguido el camino contrario, identificando


a Dios con el Alma y dando como resultado la oposición entre los otros dos
géneros de Ser, el Mundo y el Alma, o lo natural y lo psicológico, entendido esto
último a veces como cultura en sentido subjetivo. El extremo del materialismo
fue la doctrina de Demócrito, que identificó a Dios con el Alma y a ésta con el
Mundo. En efecto, todo cuanto no fuera cuerpo material o vacío no era para este
filósofo más que convención y apariencia.
La modificación principal introducida en este punto por el materialismo filosófico
de Bueno consiste en entender que la Idea de Ser es equivalente a la Idea de
Materia. Con ello no se pretende reducir toda la realidad a una suma de cuerpos,
como había hecho Demócrito. Para comprenderlo es preciso tener en cuenta
la materia determinada, o especial, y la materia general.
 Consideraciones científicas
Los hombres fueron generados a partir del agua y del barro. El principio de la
vida está en lo húmedo. No se puede asegurar que exista la muerte, aunque la
concibe como un abandono del cuerpo de los átomos que componen el alma. La
mujer emite esperma porque tiene testículos al revés. Y el esperma del hombre
es producido por todo el cuerpo. El sexo de los animales lo determina el esperma
dominante en el seno de la hembra. Se tiene la idea de matriz y de esperma y
se dan explicaciones sobre el multiparto por la cantidad de matrices. El aborto
es más probable en el calor que en el frío. El sueño es, un abandono pequeño
de alguno átomos (cuando es grande es la muerte).

 El Alma

El sol y la luna están constituidos por átomos lisos como el alma. El alma es
ígnea y está compuesta de átomos redondos. El cuerpo se mueve porque no
pueden resistir el movimiento de los átomos que forman el alma. El alma es lo
que provee de movimiento a los seres vivos. La respiración impide que el alma
contenida en los seres vivos se disgregue. Aunque de algo se haya ido el alma
algo queda (las uñas y el pelo siguen creciendo).Cree que el alma muere por lo
que es muy difícil que se siga sintiendo (ni frío ni calor, ni ninguna otra cosa)
después de la muerte. Niega la inmortalidad del alma. Y dice que esta es lo
mismo que el intelecto.

 Consideraciones sobre lo divino

Lo divino es aquello que nuestros antepasados confundieron. Por ejemplo los


rayos y los truenos ellos creían que lo provocaban los dioses, pero Demócrito no
lo cree así. Esto es para él lo divino. Admite la existencia de imágenes de los
dioses. Todos los comentarios parecen aludir a que niega a un dios. En lo que
se refiere a lo divino Demócrito sigue más la creencia popular que lo que explica
su propio sistema físico.

http://efrueda.com/textos/materialismo-e-idealismo

http://www.filosofia.tk/soloapuntes/primero/hfgr/hfgr2.html
3. Feuerbach:

Feuerbach desmitificó tanto la razón como la fe para dar cabida a su concepto


materialista de una “conciencia humana encarnada”, que integraba razón e
instintos en una forma de espiritualidad originada en el mismo ser humano. Su
“método de crítica transformadora”, invirtió el principio de Hegel de que el
individuo era una función de lo absoluto con el concepto de que “el Absoluto es
una función del individuo”. También a diferencia de Hegel independizó la religión
de la filosofía por considerar como función de la filosofía criticar a la religión y no
fundamentarla. Para él la teología no era más que la conciencia religiosa
sistematizada, y la religión un simple “sueño de la razón”. Reducía metafísica,
teología y religión al estudio de la conciencia humana encarnada y sus
características específicas con los deseos y las pretensiones humanas, porque
el centro del pensamiento de Feuerbach era ante todo relacionado al ser
humano.

En “La esencia del cristianismo”, dice que Dios es para el hombre el contenido
de sus sensaciones e ideas más sublimes. Que la religión es el reflejo de la
esencia humana en sí misma. Feuerbach también invierte las ideas creacionistas
afirmando que Dios es una creación humana. A Dios atribuye el hombre sus
propias cualidades humanas y en Dios refleja los deseos humanos no realizados.
Lo que el hombre necesita, desea y no puede lograr, es para Feuerbach lo que
el hombre proyecta en Dios. “La palabra Dios tiene peso, seriedad y sentido
inmanente en boca de la necesidad, la miseria y la privación”. Los hombres que
sufren son los que han creado a Dios, no son, como piensan muchos, los
gobernantes o los sacerdotes, éstos lo que hacen es valerse de él. “Dios es el
eco de nuestro grito de dolor”. “La conciencia de Dios no es más que la
conciencia de la especie”. Para Feuerbach, Dios es producto del hombre que se
vuelve ajeno a su productor y lo domina, causando una enajenación en la
conciencia humana, entendiendo como enajenación el sentido preciso de la
palabra, algo ajeno al ser humano que él mismo ya no controla, situación cuya
provocación, sin embargo, puede solucionarse con la actuación misma de la
conciencia.

En “La esencia de la religión”, Feuerbach dice que si Dios satisficiera o realizara


los deseos humanos de felicidad, perfección e inmortalidad, se podría deducir
que privar de Dios al hombre sería destrozar su corazón; por ello Feuerbach
impugna las premisas por las cuales la religión y la teología deducen la
necesidad y la existencia de Dios, o de la inmortalidad, que es la misma cosa, y
sostiene que los deseos que sólo se satisfacen en la imaginación, o los que se
deducen de la existencia de un ser imaginario, son deseos imaginarios y no los
reales del corazón humano; sostiene que las limitaciones que anula la
imaginación religiosa con la idea de Dios o de inmortalidad, son determinaciones
necesarias de la esencia humana y no pueden ser disociadas de ella, por lo
tanto no hay más limitaciones que las existentes en la imaginación humana.

Dice que el cristianismo se fijó el objetivo de cumplir con deseos humanos


inalcanzables, lo cual hace ignorar los deseos alcanzables. La promesa de vida
eterna priva al ser humano de la vida temporal. Enseñar a confiar en la ayuda de
Dios le quita al humano la confianza en sus propias fuerzas; infundirle fe por una
vida mejor en el cielo, destruye su fe tanto en la posibilidad de una vida mejor en
la tierra, como la fe que requiere en sí mismo para lograrla. El cristianismo, al dar
deseos para que la imaginación desee, no da lo que él ser humano desea real y
verdaderamente.

No era la idea de Feuerbach la especulación sobre la realidad a partir de la


negación de Dios, ni ser un crítico de la religión; su motivación era la
comprensión del ser humano y de las cosas, con la preeminencia de los sentidos
sobre la razón, y con la idea esencial de la alienación humana resultante de la
renuncia a su autonomía y a sus posibilidades ante el poder ilusorio cedido a la
divinidad. Por ello consideraba que se debía denunciar a la religión como indicio
de malestar humano. El sentido de luchar contra la religión resultaba para
Feuerbach de comprender la miseria humana que implica la necesidad de
consuelo.

http://sitiocero.net/2013/02/feuerbach-y-como-el-hombre-creo-a-dios/

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