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​DECLARACIÓN DE PRENSA

Santiago, 14 de agosto de 2018.- ​LATAM reitera sus condolencias a la familia Zamora Briones por
el fallecimiento de Priscila y se une al dolor de sus padres, familia y amigos. Además, como
compañía, estamos conmocionados por lo sucedido.

Como LATAM queremos ser enfáticos en señalar que la compañía jamás antepondrá un interés
comercial por sobre la salud y seguridad de sus pasajeros y tripulación.

De acuerdo a los protocolos de la compañía, en caso de que repentinamente un pasajero presente


un cuadro médico de riesgo durante un vuelo, el procedimiento indica que inmediatamente la
tripulación contacta a un médico -si lo hubiera- entre los pasajeros. En caso contrario, el piloto
toma contacto vía satelital con un servicio de consultoría clínica de médicos especializados para la
industria aeronáutica.

Tanto el médico a bordo como los médicos consultores, son quienes realizan el diagnóstico y están
facultados para sugerir un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto más cercano y que esté
habilitado para atender el caso clínico. Paralelamente el capitán toma contacto con la torre de
control solicitando prioridad de aterrizaje, con el objetivo de acelerar la atención del pasajero.

Asimismo, la tripulación de cabina cuenta con capacitación de primeros auxilios. Cada uno de
nuestros aviones cuenta con un desfibrilador, además de un botiquín completo con medicamentos
que van desde primeros auxilios hasta medicamentos para tratar cuadros de mayor gravedad,
todos los cuales, de acuerdo a la ley, deben ser suministrados solo por un médico.

En el caso del vuelo LA501 que despegó de Miami el jueves 9 de agosto, a las dos horas de vuelo,
el padre de la menor solicitó un paracetamol indicando que a su hija le dolía la cabeza, el cual no
pudo ser suministrado explicándole que la tripulación no está autorizada para expender
medicamentos sin la prescripción de un médico, lo que el padre entendió.

Dos horas más tarde, el padre de la menor informa que el dolor de cabeza persiste y presenta
nuevos signos de malestar. Además, informa por primera vez que su hija sufre de hipertiroidismo y
que hace cuatro días que no tomaba sus medicamentos para tratar esta enfermedad. Ante esta
situación, la tripulación inmediatamente contactó a un médico que se había identificado al
momento del embarque, quien la evalúa y autoriza que se le administre Propranolol 40mg,
medicamento cardiaco que ella regularmente tomaba, según la información entregada por su
padre.

A las seis horas de vuelo, la familia contacta a la tripulación por un malestar más severo de la
menor. En ese momento, es asistida nuevamente por la tripulación para brindar mayor
comodidad. Advirtiendo la gravedad, la tripulación hace un llamado a médicos a bordo. Se
presentaron dos médicos además del que ya la había atendido en las primeras horas de vuelo y
dos enfermeras, quienes aplicaron medidas de reanimación (RCP y aplicación de desfibrilador),
entre otras. Paralelamente se le vuelve a informar al capitán del estado de la menor y el
agravamiento de su condición de salud, por lo que decide que el aterrizaje debe ser inmediato.
Dado que el terminal más cercano en ese momento era el Aeropuerto de Santiago, solicita a la
torre de control prioridad para agilizar el proceso de aproximación y aterrizaje. Asimismo, pide a
través de los canales internos de la compañía, coordinar la asistencia médica al momento de
apertura de puertas.

Una vez en tierra, el personal médico del aeropuerto procede a dar asistencia médica de urgencia,
quienes constatan el fallecimiento de la menor.

Como LATAM, lamentamos profundamente el dolor de la familia Zamora Briones y solidarizamos


con ellos en este difícil momento. Asimismo, queremos reiterar nuestro compromiso con los
estándares de seguridad, operación y servicio más exigentes de la industria aérea que cumplimos
diariamente con los miles de pasajeros que transportamos a diferentes partes del mundo.

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