Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El cambio climático
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 2
En la misma colección:
En inglés:
Climate Change
Coastal Zone Space: Prelude to Conflict?
El Niño: Fact and Fiction
The Changing Ocean: Its Effects on Climate and Living Ressources
Understanding the Indian Ocean
En francés:
El Niño. Réalité et fiction
Le Changement climatique
Les Humeurs de l’océan. Effets sur le climat et les ressources vivantes
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 3
El cambio
climático
GUY JACQUES
H E RV É L E T R E U T
Traducido del francés por Ignacio Pisso
ISBN 92-3-303938-2
© UNESCO 2005
Todos los derechos reservados
Impreso en España
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 5
Prefacio
6 Prefacio
Patricio A. Bernal
Secretario Ejecutivo
Comisión Oceanográfica Intergubernamental
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 9
Introducción
10 Introducción
Sumario
Introduction 9
Conclusión 135
Glosario 137
15
1
Civilizaciones y clima
16 Civilizaciones y clima
Figura 1.1
El rito del Volador en México.
El Volador, la danza ritual más célebre de los totonaques del Golfo de
México, igualmente practicada por otros grupos indígenas de México
y de Guatemala, ilustra la importancia de las ceremonias destinadas a
implorar a los dioses la lluvia, garantía de fertilidad de las tierras y de
cosechas abundantes.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 17
17
18 Civilizaciones y clima
E N L O S C O N F I N E S D E L A “ M E T E O M A N Í A”
No es únicamente a causa de sus consecuencias económicas que las previ-
siones meteorológicas y climáticas son uno de los temas preferidos de los
medios de comunicación. Esa preocupación por “el tiempo que hace” ha
estado siempre presente en todas las sociedades, como testimonia el uso de
barómetros en millones de hogares antes de que se generalizara la práctica
de los boletines meteorológicos radiofónicos y luego televisivos. Las vitrinas
de navidad proponen hoy en día captores o estaciones meteorológicas indi-
viduales. La meteorología y sus gurúes se transformaron en pocas décadas
en vedettes mediáticas y el “tiempo que hace” es un tema fijo en comunica-
ciones telefónicas, conversaciones y correspondencia. Esta atención a los
problemas inmediatos de la la previsión meteorológica (¿lloverá esta tarde?)
genera inevitables malentendidos cuando se trata de comprender evolu-
ciones más lentas, como las asociadas al aumento del efecto invernadero.
Por supuesto, no todo el mundo tiene la misma relación con el clima.
Mientras un artista aprecia la bruma que difumina las formas, un auto-
movilista le teme como a un peligroso velo. Hasta los años 1960, las
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 19
19
AUSTRALIA
Australia ofrece un ejemplo extremo del clásico contraste entre las
ciudades y el interior en cuanto a la percepción del clima. La mayoría de
las ciudades australianas, que concentran la mayoría de la población y la
vida institucional, cultural y económica del país, se encuentran frente al
océano en el sudeste de la isla-continente. Sus habitantes, tanto como los
europeos o los americanos, no son indiferentes a los azares del clima.
Más allá de las Blue Mountains se extiende un continente inmenso de
7.5 millones de km2 de tierra roja, árida y polvorienta recubierta de una
magra vegetación. Como en todos los países desérticos, el calor es aplas-
tante durante el día y las noches son gélidas. Los pobladores esperan la
lluvia durante meses, a veces años. Su llegada, imprevisible, constituye un
suceso vital. La tierra, inundada, se relaja. Las primeras gotas liberan una
bruma roja. La vegetación, aferrada a sus exiguas reservas de humedad,
reverdece. Los aborígenes, que viven allí desde hace 60.000 años, conocen
los signos que anuncian la inminencia de la lluvia ; ellos saben que el
desierto, aparentemente estéril, es un granero rico en simientes. En efecto,
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 20
20 Civilizaciones y clima
E U R O PA
Las sociedades burguesas de Europa occidental disfrutan desde hace
algunos siglos de un clima estable. Para el escritor británico de ciencia
ficción James Ballard, nacido en realidad en Shangai en 1930, autor de
Crash (1973) y de Mundo sumergido (1962), la idea de un cambio climá-
tico no sólo afecta nuestro modo de vida sino también nuestra propia
psicología. Algunos buscan en el cambio climático una dimensión sobre-
natural o espiritual, que evoca el gran miedo del año 1000, una actitud
moralizadora y algo culpable que ve el cambio como un castigo a las
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 21
21
L A G R E C I A A N T I G UA
El pensamiento helénico estaba dominado por el ideal de un acuerdo
perfecto entre sus propias concepciones políticas y morales y su clima. La
superioridad de Grecia en las tres partes del mundo conocido obedecía a
que se trataba del país del “justo punto medio”, que no padecía de los
defectos de Asia ni de los de Europa, pero que detentaba sus buenas cuali-
dades en armonía con el clima mediterráneo. Platón decía: “Entre todos
los climas, el de Grecia es favorable a la virtud ; hay que reconocer su
mérito, que es el de ser intermediario entre los fríos y los calores tórridos.”
Los filósofos griegos caracterizaban a los pueblos del norte y del oeste
como guerreros, lo cual relacionaban con el clima frío y brumoso de sus
dominios y con el bóreas, el violento viento del norte. Los pueblos del
este eran, por el contrario, lascivos, amantes de riquezas y placeres, debido
a la distensión que provoca el calor del clima subtropical.
Para Hipócrates, contemporáneo de Sócrates, conocer el clima era
una herramienta práctica. Su Tratado de los aires, las aguas y los lugares
investiga las causas externas, en particular climáticas, de las enfermedades.
Los griegos contribuyeron a la profundización del saber de su tiempo.
Definieron los “climas” como el conjunto de las regiones en la que el Sol
está prácticamente a la misma altura, y que por lo tanto están en la misma
latitud. El clima es “el conjunto de las cualidades de la atmósfera de un
lugar durante un largo período de tiempo” junto con los contrastes esta-
cionales, lo cual va más allá de las concepciones de Aristóteles, “la” refe-
rencia en la historia de la ciencia griega.
Nacido en 384 a. de C. sobre las costas del mar Egeo, Aristóteles fue
atraído por Atenas, donde enseñaban los más ilustres filósofos. Se trans-
formó en alumno de Platón, de quien se alejó poco a poco antes de
comenzar a criticar sus enseñanzas. En 350 a. de C escribió Meteorologia.
Revolucionaria en ciertos aspectos, como la redondez de la tierra o la dife-
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 22
22 Civilizaciones y clima
23
LA ROMA IMPERIAL
Los romanos, aunque muchos autores opinan que, por considerarla inútil,
abandonaron la ciencia a los griegos, supieron por cierto utilizarla para cons-
truir su imperio. Durante la República (a partir de 475 a.de C.), Roma
dominaba el Mediterráneo occidental desde que reemplazó a Cartago tras las
guerras púnicas. Luego dominaría el conjunto del mundo mediterráneo,
incluida Grecia, transformada en provincia bajo el nombre de Acaya.
Augusto, que instauró en el 27 a.de C. el Principado, necesitó conocimientos
geográficos y climáticos para la conquista del Orbis terrarium, según relataba
en su obra Res gestae. Su “política de tres ríos” contemplaba dar al Imperio
las fronteras naturales constituidas por el Elba, el Danubio y el Éufrates. La
dominación romana del mundo fue reforzada no solamente por la unifor-
midad de su moneda o de la arquitectura, sino también por la unidad de su
didáctica y pedagogía. La geografía, elemento clave de sus conquistas, estaba
fundada sobre la astronomía y la geometría. La Tierra era considerada una
esfera en el centro de la esfera celeste, sobre la que se proyectaban ciertos
círculos y puntos notables como los polos, el ecuador, los trópicos, etc.
Lucrecio (98-55 a.de C.), quien vivió una época conflictiva de la
historia romana (caída de la República, masacre de miles de esclavos
crucificados), introdujo en Roma la filosofía de su maestro Epicuro (341-
270 a.de C), que había a su vez conocido una situación de crisis en Grecia.
Lucrecio halló en la sabiduría de Epicuro, “vencerse a sí mismo, combatir
la superstición”, un refugio contra la angustia, al mismo tiempo que un
arma contra la religión y los hombres políticos que, utilizando supuestos
poderes celestiales, pretendían someter a los ciudadanos a su yugo. A veces,
su descripción de los fenómenos climáticos es fulgurante, magnificada por
la dimensión poética: “Por otra parte, el Sol, con su calor le quita una gran
parte de su peso. Vemos en efecto los tejidos mojados secarse bajo sus rayos
ardientes. Y sin embargo, los océanos son numerosos y extienden sus vastas
planicies hasta perderse de vista. Desde luego que el Sol no aspira en cada
punto de su superficie más que una mínima cantidad de agua, sin
embargo, sobre la extensión total, la extracción será considerable.” Pero lo
esencial de su obra De rerum natura corresponde a la desmitificación de la
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 24
24 Civilizaciones y clima
E L O C C I D E N T E M E D I E VA L
Cuando en 1222 un torrente invadió la ciudad de Eisleben, en Prusia,
ahogando a pobladores y animales, el monje cisterciense César de
Heisterbach concluyó: “En cuanto a esta herida, no hemos sido golpeados
por el azar, sino por una justa Decisión Divina”. En la Biblia también se
encuentran propósitos similares: ¿no ha castigado Dios a los hombres con
el Diluvio? ¿no golpearon el granizo y las tinieblas a Egipto para castigar al
faraón?
El Occidente medieval, que veía el mundo a través del prisma de las
Sagradas Escrituras, no podía evitar asociar los cataclismos con el poder
divino. La historia es eterno retorno y el pensamiento epicúreo se diluyó
en el olvido. La ofensa así castigada podía ser colectiva (deslizamiento de
tierra en Chambéry en 1248 castigando a los Saboya por usureros y
bandidos) o pecado de uno solo (Frisia invadida por el mar del Norte en
1218 por culpa de un luchador borracho que golpeaba a su mujer).
La Iglesia luchaba contra las prácticas mágicas para conjurar los cata-
clismos o, al menos, intentaba canalizarlas cristianizándolas, asignando a
cada santo una “especialidad”. Así, San Bernabé actuaba contra el granizo,
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 25
25
San Blas contra los ciclones y Santa Bárbara contra el rayo. Es cierto que
la vida de esta última, nacida en Turquía en el siglo XIII, la predisponía a
asumir ese papel. Para impedir su conversión al cristianismo, su padre la
encerró en una torre. Pero un sacerdote, disfrazado de médico entró a la
torre y la bautizó. El padre de la santa, furioso, la decapitó, y al instante
fue alcanzado por un rayo. Cuando las plegarias no eran suficientes, se
recurría a las reliquias de los santos, como las de Santa Genoveva para
proteger a París de la crecida de 1206. Esta referencia a la venganza divina
obedece a que nuestras fuentes de información son esencialmente de
origen eclesiástico, y los predicadores utilizaban estas calamidades para
conducir a su rebaño hacia la penitencia.
La Edad Media parece un retroceso, comparada con la Antigüedad.
Efectivamente hizo falta esperar la traducciones que judíos y cristianos
hicieron de la obra de Abu al-Walid ibn Ruchd, llamado Averroes, el filó-
sofo, astrónomo y jurista árabe del siglo XII, particularmente sus
Comentarios sobre la obra de Aristóteles, para que el pensamiento de este
filósofo fuera conocido en Occidente. Y efectivamente, fue una revolu-
ción. En París, en 1215, los programas de la Universidad fueron trasto-
cados. Los cronistas comenzaron a explicar entonces las catástrofes por
causas naturales. Esta visión aristotélica del mundo, esta “cosmofísica”, se
amplificó en el siglo XIII gracias al desarrollo del enciclopedismo y luego,
hacia el final de la Edad Media, con la invención de la imprenta. La mete-
orología medievo-antigua tomó entonces un nuevo impulso. En 1474 se
imprimió la primera traducción latina de la Meteorologia de Aristóteles,
que conoció 125 reediciones hasta 1601. La meteorología era, en la Edad
Media, una de las ciencias mas vastas. Incluía como en la Grecia antigua
los fenómenos atmosféricos, pero también las actividades telúricas, la
aparición de yacimientos metalíferos y todos los fenómenos astronómicos
que Aristóteles atribuía a la esfera de fuego.
Esta concepción aristotélica reinó en Europa hasta el siglo XVII, e
incluso hasta el siglo XVIII, ya que no sucumbió inmediatamente a los
ataques del polaco Nicolás Copérnico, del italiano Galileo Galilei y del
alemán Johannes Kepler.
DE JAPÓN A LA INDIA
Al no disponer de espacio, ni de población, ni de recursos mineros, energé-
ticos o agrícolas, Japón debió echar mano a otras armas: la observación, la
educación y el trabajo, aunque estas no son sus únicas virtudes. El País del
Sol Naciente, situado sobre el "círculo de fuego" del Pacífico, debió siempre
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 26
26 Civilizaciones y clima
27
28 Civilizaciones y clima
Figura 1.2
El nilómetro de la isla Elefantina.
Los templos egipcios clásicos, con su entrada dirigida hacia el Nilo,
eran mundos cerrados reservados a los clérigos, construidos en
piedra a diferencia del palacio real que se hacía de ladrillos de barro.
Los templos contaban, la mayoría de las veces, con un “nilómetro”
que permitía medir la altura de las crecidas del río. El nilómetro tenía
ya sea forma de pilar, con una serie de escalones (como en la
ilustración) o de un pozo para proveer el agua indispensable para el
culto. El de la isla Elefantina revestía, por su posición cercana a la
primera catarata, una importancia primordial. El templo estaba
dedicado a Jnum, el dios carnero de las inundaciones.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 29
29
E L D E C L I V E D E L A C I V I L I Z AC I O N M AYA
Los tres períodos que jalonan la historia de la civilización maya, dos veces
milenaria, están centrados en tres diferentes regiones geográficas. El
período preclásico, de 600 a.de C. a 300 d.de C., se desarrolló en las
tierras altas, en la actual región de Chiapas. El período clásico, apogeo de
la civilización Maya entre 300 y 900, se centró en las tierras bajas del sur,
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 30
30 Civilizaciones y clima
31
33
2
Un mundo que cambia
EL CLIMA Y EL TIEMPO
En esta obra nos interesaremos solamente en un aspecto de las modifica-
ciones del equilibrio del planeta, o sea el que concierne al clima. Pero ¿qué
se entiende por clima ? El clima (del griego klima = inclinación del Sol)
designa el estado “habitual” del ambiente descrito por varios factores: la
insolación, la temperatura, la humedad, las precipitaciones o el viento.
La primera dificultad que se presenta tiene que ver con la multipli-
cidad de procesos que dan forma al clima: los movimientos de la atmósfera
y del océano, así como los procesos físicos y químicos o biológicos que los
determinan.
Otra dificultad, más fundamental, se esconde detrás del adjetivo
“habitual”, que tiene que ver con la elección del período de referencia.
Generalmente se acepta un período de unos treinta años, lapso suficiente
para que un gran número de estadísticas sean estables, pero también
intervalo que separa dos generaciones. Consideraremos como habitual no
solamente los promedios meteorológicos durante el período de referencia,
sino también las fluctuaciones mejor establecidas. Por ejemplo, el hecho
de que, en cierta región montañosa, la precipitación en verano toma la
forma de tormentas acompañadas de la formación de cursos de agua pasa-
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 35
35
UN CAMBIO DE AIRE
La composición de la atmósfera de la Tierra está caracterizada por la
preponderancia del nitrógeno y del oxígeno, los cuales tienen poca inci-
dencia en la regulación del clima. Otros gases presentes en forma de
trazas, sin embargo, juegan un papel dominante (capítulo 3). Se trata de
gases absorbentes cuyas moléculas son más complejas, al menos triató-
micas, como el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el
ozono (O3) y el metano (CH4). Gases como el dióxido de carbono y el
metano presentan otra característica, que es que su ciclo de vida, es decir
el tiempo que toma su concentración en estabilizarse si se interrumpe su
inyección en la atmósfera, es lento: del orden del siglo para el CO2, de la
década para el metano y de algunas semanas para el reciclaje del vapor de
agua. Esto tiene dos consecuencias:
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 37
37
39
Figura 2.1
Evolución de la temperatura de la atmósfera desde el comienzo de la
era industrial.
Teniendo como referencia la temperatura media de los treinta años
entre 1961 y 1990, la diferencia térmica muestra un fuerte aumento
de la temperatura de la atmósfera (sobre océanos y continentes) en
dos etapas desde los años 1920. Se observa un crecimiento acelerado
desde 1985 y en años recientes algunos valores récord. La década
1990-2000 es la más cálida de la serie, siendo 1998 y 2002 los dos
años más cálidos. El año 1998 supera la media 1961-1990 en 0,58 °C.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 41
41
mar se ha elevado en unos diez centímetros en los últimos cien años. Por
el contrario, el análisis de las temperaturas de la atmósfera por medio de
sondas espaciales muestra resultados que no coinciden tan fácilmente con
los demás datos. El aumento del tenor de gases de efecto invernadero
debería agregar al calentamiento de la superficie un calentamiento similar
a baja altitud y, luego, un enfriamiento en la estratósfera. Medidas indi-
rectas de la temperatura atmosférica obtenidas por un método complejo
han indicado, sin embargo, un enfriamiento de la baja tropósfera durante
las dos décadas de mediciones disponibles, lo cual causó una oleada de
artículos en la prensa general.
Efectivamente, ciertos análisis recientes muestran que estos datos
deberían ser corregidos. Actualmente existe un consenso sobre el calenta-
miento de la baja tropósfera que, de todos modos, es menos importante
que el de la superficie. La variación de estos indicadores confirma la idea
de que el clima ha comenzado a cambiar por efecto de la acción humana.
Por el momento no se ha encontrado otra causa (ligada por ejemplo a
las modificaciones de la insolación o del vulcanismo) que no sea el
aumento de los gases de efecto invernadero para explicar este calenta-
miento reciente, cuya velocidad parece sin precedentes en los últimos
milenios. En efecto, para que las a veces invocadas modificaciones de la
emisión solar de radiación o de partículas pudieran explicar una variación
tan importante, haría falta un mecanismo amplificador que no ha sido
aún identificado, mientras que los gases de efecto invernadero ofrecen una
explicación simple y directa.
¿Son estos cambios visibles hoy en día ? Esto parece incontestable en
lo que se refiere a la temperatura. El aumento de la temperatura en
Francia, por ejemplo, es significativo, con el corolario de una disminu-
ción de las nevadas. Pero los cambios de la circulación atmosférica o de
las precipitaciones parecen más difíciles de interpretar. Tomemos dos
ejemplos:
El primero concierne al fenómeno El Niño o, de manera más
completa, El Niño-Southern Oscillation (ENSO), proceso que se traduce
en el aumento de la temperatura del Pacífico Este, lo cual a su vez acarrea
una modificación profunda del régimen de precipitaciones en la zona
intertropical. ENSO es un fenómeno aperiódico, fluctuante y a finales del
siglo XX se produjeron dos episodios mayores. Más aún, la mayoría de los
modelos predicen un aumento de la intensidad de los episodios ENSO
ligado al calentamiento global. ¿Qué se puede concluir ? ¿fluctuaciones
naturales o acción humana ?
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 42
Figura 2.2
Derretimiento de los glaciares: ¿un primer índice de calentamiento ?
El derretimiento de los glaciares, que constituirá probablemente la
primera consecuencia del calentamiento global y una de las más graves,
ha comenzado ya. Las dos ilustraciones del glaciar del Ródano, en los
Alpes suizos, en 1835 (acuarela de J.-R. Bühlmann) y en 2001 (foto de
M.-F. André, abajo a la derecha) son testimonio elocuente del retroceso
de los glaciares templados desde los años 1850. El glaciar de Aletsch en
Suiza (foto arriba a la derecha), el más grande de Europa, reacciona
lentamente a los “golpes” de clima en razón de su masa. Su longitud
pasó de 26,5 kilómetros en 1850 a 23,3 kilómetros en el 2000. En
ciertos puntos, como en esta foto (de M.-F. André), el límite alcanzado
por el hielo al final de la pequeña edad de hielo se situaba a unos cien
metros sobre el nivel actual. La vista de la cadena del Himalaya, tomada
en el Parque Nacional de Sagarmatha en Nepal (de G.A. Vicas,
UNESCO) deja entrever un retroceso de las superficies congeladas. El
derretimiento de los 15.000 glaciares del Himalaya ocasionará
inundaciones catastróficas de los ríos que nacen en ellos, como el Indo y
el Ganges, que proporcionan agua a 500 millones de personas. Luego
de su desaparición, que tomará entre tres y cuatro décadas, la región del
Sudeste Asiático se verá amenazada de importantes sequías.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 43
43
45
3
El “buen” efecto
invernadero
EL “CALEFACTOR” SOLAR
La radiación solar es la única fuente de calor que actúa sobre el sistema
climático del planeta en las escalas de tiempo aquí consideradas, es decir,
de algunos años a algunos cientos de años. La energía solar sufre transfor-
maciones importantes antes de ser utilizada por el sistema climático,
teniendo la atmósfera un lugar predominante en estas modificaciones. Sin
el filtro atmosférico, la temperatura media de la superficie de la Tierra sería
cercana a los – 18 °C, mientras que con ese filtro es de 15 °C. Esta tempera-
tura es el resultado de dos procesos, por un lado el efecto invernadero
“natural” que, solo, llevaría al planeta a los 30 °C y, por otro, la convección,
que impide un calentamiento excesivo. Para comprender estos fenómenos
hemos de seguir las transformaciones de la radiación solar.
T E M PE R AT U R A Y R A D I AC I Ó N
El Sol concentra el 99,8% de la masa del sistema solar y presenta una
temperatura de superficie de aproximadamente 5.800 grados kelvin (K)
(la temperatura absoluta TK es la temperatura en grados Celsius T más
273,15°C). Fue el físico alemán Max Planck quien estableció la teoría de
la emisión de un “cuerpo negro” (un cuerpo calentado perfectamente
absorbente) en equilibrio radiativo. Dos de las características del cuerpo
negro son esenciales para comprender el funcionamiento de la máquina
climática.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 46
47
espacio
emisión atmosférica
128 W.m–2
reflexión causada
por las nubes emisión directa
75 W.m-2 = 20% 89 W.m–2
agua, aerosoles,
ozono, nubes emisión directa efecto invernadero
20 W.m–2
reflexión
en la superficie
Figura 3.1
El balance radiativo
Si tomamos el promedio anual sobre el conjunto del globo, el
balance radiativo está en equilibrio, es decir que la Tierra recibe
tanta energía como la que devuelve al espacio. Un poco menos de
un tercio de la radiación incidente (105 W.m–2) es devuelta
directamente al espacio y un quinto es absorbido por la atmósfera.
Por lo tanto, solamente la mitad, o sea 162 W. m–2, llega al “suelo”
(continentes + océanos). Pero el suelo recibe igualmente el calor de
la radiación infrarroja que baja de la atmósfera y de las nubes (de
agua y de gases de efecto invernadero). Este flujo infrarrojo
descendente (400 W.m–2) es incluso superior al flujo emitido
(335 W. m–2). El excedente contribuye a evaporar el agua
(83 W. m–2) y a calentar las capas bajas de la atmósfera (24 W. m–2).
Sin este “efecto invernadero”, la temperatura media de la Tierra
sería de – 18 °C y no de 15 °C como es.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 49
49
51
LA EMISIÓN TERRESTRE
La temperatura de la Tierra ha variado solamente en algunos grados en
varios millones de años, lo que significa que no ha almacenado calor de
manera notable y que emite hacia el espacio la totalidad de la energía solar
que absorbe, o sea 237 W.m–2 (162 + 75). Este equilibrio determina de
manera estricta la radiación que la Tierra emite hacia el espacio. La Tierra
/
237 W.m–2. De ahí es que sea posible calcular que su temperatura debería
ser, en ausencia de atmósfera, de – 18 °C. En este último caso, la Tierra
devolvería integralmente en forma de infrarrojo la energía recibida en la
R
sea una energía que es superior a los 162 W.m–2 provistos por la radiación
solar directa. Por ende, la contribución de la radiación infrarroja es indis-
pensable para proveer de calor al suelo. El efecto es incluso superior a lo
que este simple cálculo indica pues, en el caso de los intercambios entre
suelo y atmósfera, la parte electromagnética no es la única en juego.
Deben contabilizarse también los intercambios energéticos correspon-
dientes a otros dos mecanismos que enfrían el suelo (y por lo tanto, los
océanos sobre dos tercios de la superficie terrestre) que no son de origen
radiativo. Estos mecanismos son los siguientes:
53
U N A O B S E RVAC I Ó N
Hemos visto que el balance energético promedio de todo el globo y a lo
largo del año es nulo, pero que presenta déficit y excedentes según las
estaciones y según las regiones. Esta distribución de la energía reviste a
veces aspectos contrarios a la intuición. Así, en una región subtropical
exenta de nubes, el flujo infrarrojo puede superar los 300 W.m–2, que es
más que la radiación solar absorbida. Es el caso de los desiertos, donde el
albedo del suelo es mucho más elevado que el del océano en la misma
latitud. En este caso, el balance energético puede ser negativo. Tales
regiones del mundo, las calentadas más directamente por el Sol, en
realidad, emiten más energía de la que reciben y el balance radiativo
completo solar + infrarrojo terrestre es negativo.
Los dos envoltorios fluidos del planeta, el océano y la atmósfera,
redistribuyen esta energía, lo que atenúa las diferencias geográficas y esta-
cionales (como veremos en el capítulo siguiente, se trata de uno de los
motores de la circulación atmosférica y la oceánica). La distribución no
simétrica de los continentes entre los dos hemisferios juega un papel
primordial, ya que los océanos se calientan lentamente y son menos
proclives a devolver inmediatamente radiación infrarroja. Los océanos
tropicales aseguran así una reserva estacional de calor. El balance radiativo
medio por banda de latitud permite determinar el calor que el conjunto
océano-atmósfera debe transportar. Se estima que cada uno de estos
envoltorios fluidos cumplen un rol equivalente para transportar de 5.1015
a 6.1015 watts en cada hemisferio. Esta redistribución de la energía de
origen solar por los vientos y las corrientes marinas modera los contrastes
entre los polos y el ecuador o entre el invierno y el verano.
Debido a estas variaciones, el balance energético del planeta es difícil
de medir y sus valores en el suelo continúan siendo imprecisos. Para
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 54
55
57
59
4
La máquina climática
UN SISTEMA DINÁMICO
Como queda ilustrado en los apartados anteriores, los intercambios de
energía en el seno del sistema climático son complejos. Pero esto no es
todo. El mecanismo hasta aquí descripto es todavía demasiado simple, ya
que el océano, la atmósfera, los glaciares y la vegetación son, ellos
también, sistemas en movimiento perpetuo. La variedad de sus comporta-
mientos no permite una representación fácil del medio ambiente global.
Sobre una Tierra puramente mineral, rodeada de una atmósfera sin
nubes y sin vapor de agua, la “suerte” de los gases de efecto invernadero
estaría sellada. Su aumento conduciría a un recalentamiento fácil de cuan-
tificar. La realidad es, sin embargo, bastante más compleja. Para
comprender la relación entre los mecanismos radiativos y el funciona-
miento de la “máquina Tierra”, cabría plantearse este simple interrogante :
¿por qué existen desequilibrios regionales en los intercambios de energía
entre la Tierra y el espacio mientras que, para el conjunto del planeta, la
energía emitida equilibra la energía recibida ? En virtud de estos desequili-
brios, la absorción de energía solar en la banda intertropical sobrepasa la
emisión terrestre, lo que implica un calentamiento, mientras que en las
latitudes altas es a la inversa. Lo que nivela los contrastes es el transporte
de calor desde las bajas latitudes hacia los polos, aunque nada impediría
que en todo punto de la superficie terrestre la energía emitida por la
Tierra igualara la energía absorbida, lo cual acarrearía un marcadísimo
gradiente térmico entre el ecuador y los polos.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 60
60 La máquina climática
LA ATMÓSFERA
La tenue capa de aire que rodea la Tierra tiene un papel climático
capital, pues filtra la energía recibida del Sol, distribuyéndola en tres
partes: una es devuelta al espacio, otra es absorbida y la tercera calienta
directamente el suelo. La atmósfera afecta igualmente la emisión de
energía de la Tierra hacia el espacio (capítulo 3). La absorción de calor es
el origen de los movimientos atmosféricos. Cuando vemos, navegando en
el océano Antártico, depresiones y tempestades que parecen dirigirse
directamente hacia nuestro navío, la notable velocidad de la circulación
atmosférica se torna realmente evidente. Sus desplazamientos horizontales
alcanzan, en promedio, 10 metros por segundo, o sea 1.000 kilómetros en
un día. Esta mezcla permanente debida a los movimientos de la atmósfera
modifica también su composición química y explica que la concentración
de gases relativamente inertes (la mayoría de los gases de efecto inverna-
dero) varíe poco de un punto a otro del planeta. Así, aunque las emisiones
se producen esencialmente en el hemisferio norte, el tenor atmosférico en
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 61
61
L A ZONA INTERTROPICAL
La circulación atmosférica en la zona intertropical está organizada en
forma de grandes “células” (figura 4.2). El aire sube en una zona que se
vuelve nubosa y lluviosa pues el vapor de agua se condensa encontrando,
en altura, temperaturas frías. Luego, este aire desciende hasta el suelo en
una región desecándola, pues la atmósfera, a partir de los 10 kilómetros de
altitud, es demasiado fría para contener vapor de agua. Las células son dos :
las de Hadley, orientadas norte-sur, y las de Walker, orientadas este-oeste.
Las zonas de ascendencia son próximas al ecuador. Las más importantes se
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 62
62 La máquina climática
Figura 4.1
Un ejemplo de la complejidad de los movimientos atmosféricos: la
lluvia desde el espacio
Esta imagen sinóptica instantánea de la circulación atmosférica en el
verano del hemisferio norte muestra un resultado de la misión
internacional TRMM (Tropical Rainfall Measuring Mission). Este
satélite permite estudiar el eco de los haces de radar (ondas de radio
de alta frecuencia) sobre la lluvia o la nieve. Cuanto más elevada es la
señal de retorno, más agua tienen las nubes. Por lo tanto, el radar
meteorológico proporciona una medida cuantitativa de las
precipitaciones.
Esta carta muestra que las circulaciones de la atmósfera y del océano
se organizan a escalas muy diferentes. Los movimientos ascendentes
de la atmósfera, que producen la condensación y por ende las
precipitaciones, aparecen a la vez :
• Muy localizados (la convección es intensa en las regiones tropicales),
lo que los modelos deberán representar de manera estadística.
• A gran escala, como la convección a lo largo del ecuador y las
estructuras observadas en las latitudes medias. Los modelos podrán
representarlas de manera explícita.
Estas características determinan las fuerzas y las debilidades de los
modelos numéricos, que progresan al mismo tiempo que la potencia
de cálculo de las supercomputadoras.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 63
63
Zona intertropical de
convergencia
cél
ula
de
Ha
dle
y
célula deWalker
Figura 4.2
La circulación atmosférica intertropical
En las bajas latitudes, la circulación atmosférica a gran escala puede
descomponerse en una circulación meridiana con dos células de
Hadley (una al norte, la otra al sur del ecuador) y una circulación
longitudinal con las células de Walker por encima de los océanos.
Esto constituye una manera simple de presentar una sola circulación
tridimensional, que.se caracteriza por las zonas de ascendencia, y con
ello de lluvia, cerca del ecuador y al oeste de los océanos (Indonesia,
Amazonia) y las zonas de descenso de aire seco en las regiones
tropicales al este de los océanos y sobre los continentes vecinos.
Estas últimas zonas se caracterizan por el cinturón de los grandes
desiertos : en el hemisferio norte, los desiertos de México-Texas-
Arizona, del Sahara y de Gobi y, en el hemisferio sur, los desiertos del
altiplano andino, de Kalahari y el desierto australiano.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 64
64 La máquina climática
movimientos desordenados que transfieren una parte del calor hacia las
regiones polares. Hay sin embargo un elemento de climatología que
permite ordenar esta imagen y forjarse una opinión sobre los cambios
futuros : la corriente jet (la denominación inglesa jet-stream es frecuente-
mente utilizada). Se trata de vientos muy violentos (pueden alcanzar velo-
cidades de 300, incluso 400 kilómetros por hora) que se desarrollan en
una zona cuyo espesor es de entre 3 y 5 kilómetros, centrada alrededor de
los 10 kilómetros de altitud, en la parte alta de la tropósfera y en la estra-
tósfera. El ancho de estas corrientes va de 500 a 800 kilómetros y están
presentes en los dos hemisferios.
La exploración de las capas altas de la atmósfera es muy reciente y
aún está incompleta. El descubrimiento de la estratósfera se debe en
primer lugar a ascensiones en globo, con una historia rica en hazañas, en
la cual los progresos se fueron dando paso a paso. Al comienzo del
siglo XIX, los franceses Louis-Joseph Gay-Lussac y Jean-Baptiste Biot se
hicieron transportar a más de 7.000 metros y recogieron muestras de
aire. Pero la tentativa francesa, en 1875, de batir el récord de altitud de
8 850 metros, detentado por los británicos James Glaisher y Henry
Coxwell, terminaría trágicamente. Gaston Tissandier logró traer de
vuelta a tierra el Zénith en el cual sus dos compañeros de equipo, Joseph
Crocé-Spinelli y Théodore Sivel hallaron la muerte. La estratósfera fue
descubierta en 1899 por el francés Léon Teisserenc de Bort gracias a
vuelos no tripulados, pero fue a principios de las años 1930, en el
período de entreguerras, cuando el profesor suizo Auguste Piccard
comenzó la exploración sistemática. Fueron los progresos de la aviación,
y en particular de la aviación militar en el transcurso de la segunda
guerra mundial, los que permitieron determinar cómo estas capas altas
de la atmósfera se ponen en movimiento. La corriente jet se descubrió
principalmente por sus consecuencias sobre los desplazamientos trans-
atlánticos o transpacíficos de los aviones. En la primera fila de los meteo-
rólogos que contribuyeron a este descubrimiento se encuentra
Carl-Gustav Rossby, científico de origen sueco que trabajaba en los
Estados Unidos, formado en los años 1920 en la prestigiosa “Escuela de
Bergen” de Wilhelm Bjerknes. También se destacaron otros investiga-
dores que recogieron observaciones sobre sectores geográficos muy dife-
rentes permitiendo comprender la naturaleza hemisférica del proceso,
como por ejemplo el japonés Wasaburo Ooishi.
La corriente jet es “hija” de las células de Hadley. El aire que estas
células llevan hacia los polos se acelera permanentemente hacia el oeste
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 65
65
66 La máquina climática
EL OCÉANO
• El agua de mar es mil veces más densa que el aire, con un peso espe-
cífico de 1.028 kg m–3.
• El agua de mar tiene una gran inercia térmica, con una capacidad
calorífica por unidad de masa cuatro veces superior a la del aire. Teniendo
en cuenta su densidad, su capacidad calorífica es 4.000 veces mayor.
67
68 La máquina climática
Estos ejemplos muestran que los mecanismos por los que el agua se
sumerge y originan esta circulación planetaria constituyen, a la vez, su talón
de Aquiles. La mínima evolución climática capaz, durante un corto período
invernal, de atenuar el enfriamiento o disminuir la salinidad en estas zonas
de formación de agua profunda frenarían o detendrían la inmersión de agua
y con ello toda la circulación oceánica a gran escala, con fuertes repercu-
siones sobre el clima y también sobre la producción biológica. Estas conse-
cuencias afectarían incluso a mares relativamente cerrados, como el
Mediterráneo, que “funcionan” siguiendo el mismo esquema, o sea con una
circulación general desencadenada por la inmersión de agua en invierno. Si
bien el flujo de agua que se sumerge en el Mediterráneo noroccidental es
menor (1,6 Sv), la alteración de este mecanismo modificaría la vida de los
países costeros que cuentan con cerca de quinientos millones de habitantes.
EL “SISTEMA TIERRA”
Si bien no es posible describir en detalle todos los procesos que inter-
vienen en el funcionamiento de la maquinaria climática, mencionaremos
algunos de los componentes esenciales.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 69
69
70 La máquina climática
71
5
En busca de sumideros
de carbono
73
combustibles
fósiles 6,0
Deforestación 1,5
Atmósfera 800 + 4 GtC
Cementos 0,2 por año
105
103 92 90
10 90 100
reservorio de
combustibles 20.000
fósiles
Oceáno intermedio y profundo
Carbono inorgánico 34.000
Carbono orgánico 1.000
Sedimentos marinos
Figura 5.1
Reservorios y flujos de carbono en la ecósfera
El océano (a través de la fotosíntesis y de la simple disolución, que
actúa como una “bomba” física) y la biósfera terrestre (a través de la
fotosíntesis) constituyen sumideros para el CO2 atmosférico,
absorbiendo cada uno 2 GtC por año más de las que emiten. Por lo
tanto, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera
aumenta “solamente” de 3,7 GtC por año. No queda claro cómo
estos sumideros podrían reaccionar ante la elevación de la
concentración de CO2 y de la temperatura de la atmósfera. Sin
embargo, todo indica que el océano verá disminuida su capacidad de
absorción. Una disminución incluso mayor podría producirse en caso
de que las selvas tropicales tuvieran dificultades para adaptarse a las
nuevas condiciones climáticas. La reserva de carbono del planeta se
halla en las rocas sedimentarias, con un tiempo de residencia de
aproximadamente 200 millones de años y, además, en el océano
profundo donde el carbono reside cientos, tal vez miles de años.
La película superficial del planeta guarda, al contrario, poco carbono,
pero éste es esencial para la vida y para el impacto de los gases de
efecto invernadero, particularmente del CO2. Los flujos son aquí
rápidos, con tiempos de residencia de 4 años en la atmósfera, de
11 años en la biósfera y de entre algunas décadas y un siglo en
el océano superficial.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 75
75
F LU J O S O C E Á N I C O S Y F LU J O S C O N T I N E N TA L E S
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha sido estable
durante varios siglos, fuera de períodos de cambios climáticos mayores. Los
flujos entre la atmósfera, por un lado, y los océanos y continentes, por otro,
muestran un equilibrio entre las dos partes. Pero decir que los dos elementos
que componen el “suelo” tienen un comportamiento similar sería erróneo.
En los continentes, es la fotosíntesis la que absorbe el dióxido de
carbono. La respiración provoca el retorno casi instantáneo hacia la
atmósfera de la mitad del carbono así asimilado. La materia orgánica del
suelo, resultado de esta producción vegetal, se oxida un poco más tarde.
El tiempo medio de residencia del carbono en este compartimento es de
5 años. Este dato precioso indica que la biósfera continental reacciona
muy rápido y no siempre en el sentido esperado. Los modelos muestran
que si el clima fuera más cálido, las selvas tropicales emitirían carbono.
La respuesta del océano, esencial a largo plazo, difiere de la respuesta
de la vegetación terrestre, en primer lugar porque la “bomba” de dióxido
de carbono atmosférico es motorizada a la vez por la fotosíntesis en las
aguas de superficie y por intercambios físico-químicos en la interfase aire-
mar. La penetración de dióxido de carbono en el océano es mayor cuando
las aguas son frías y los vientos violentos y cuando el agua de mar es pobre
en CO2 respecto de las capas bajas de la atmósfera. En efecto, el flujo es
proporcional a la diferencia de concentración de CO2 en los dos fluidos.
En el océano existe otro aspecto particular, y es la gran diferencia en
los tiempos de residencia del carbono en las aguas de superficie y en las
aguas profundas. El fitoplancton extrae cada año de las aguas superficiales
y, por ese canal, de la atmósfera, diez veces su masa en carbono y exporta
hacia las profundidades tres veces su masa en forma de carbono orgánico
(tejidos) y carbono mineral (exoesqueleto). El tiempo de residencia del
carbono en la capa eufótica (la que recibe al menos el 1% de la luz solar en
superficie) es por lo tanto bastante inferior a un año. En realidad, es de
alrededor de dos meses. Las aguas intermedias y profundas ven frecuente-
mente cortados sus intercambios con la atmósfera por una termoclina
(permanente en bajas latitudes, estival en latitudes medias), que es una
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 76
FUENTES Y SUMIDEROS
La mitad del flujo suplementario ligado a actividades industriales, algo
menos de 8 GtC.año–1, se descarga en la atmósfera, cuya concentración
ha ido aumentando regularmente desde el comienzo de la era industrial,
pasando de 280 ppmv en 1860 a 370 ppmv en 2003. Para el “pequeño”
reservorio atmosférico, se trata de una variación relativa considerable, del
orden del 30%. La otra mitad es captada más o menos en partes iguales
por los dos sumideros que son la vegetación terrestre y el océano.
77
79
81
6
El Sahara a lo largo
del tiempo
Cámbrico-
Ordovícico
500 Ma
Ordovícico
450 Ma
Precámbrico-
Cámbrico
600 Ma
Devónico-
Carbonífero
360 Ma
Carbonífero-
Pérmico
280 Ma
Pérmico-Triásico
250 Ma
Triásico-
Jurásico
200 Ma
Figura 6.1
Desplazamiento del polo sur con respecto a Gondwana
El Sahara estuvo cubierto de una calota glaciaria de 8 millones de
kilómetros cuadrados hace 435 millones de años, antes de volver a
ubicarse en una zona árida, hace 100 millones de años. A partir de
entonces conoció invasiones y retiradas del mar. Hoy pueden
observarse depósitos de creta (tiza) de fines del período Cretácico
(figura 6.2).
83
© Patrick Darphin
Figura 6.2
El Desierto Blanco
En los márgenes orientales del Sahara egipcio, a lo largo de la
frontera con Libia, el Desierto Blanco brilla con la blancura de la creta
que se asoma entre las arenas rojizas del Sahara. Esta creta fue
depositada durante una invasión del mar en el Cretácico Superior,
época en que el mar alcanzó su nivel más alto de los tiempos
geológicos, 250 metros sobre su nivel actual.
EL SAHARA RECIENTE
En los dos últimos millones de años, o sea el período Pleistoceno,
tuvieron lugar dos hechos importantes: la aparición del ser humano y la
sucesión de eras glaciarias e interglaciarias, de origen astronómico. El
Sahara contiene numerosos índices de esas variaciones, como por ejemplo
el nivel de los lagos y los tipos de polen. Ciertos métodos de datación, en
particular el de potasio/argón, permiten trazar una cronología de estas
fluctuaciones y ponerlas en relación con los eventos más salientes de las
glaciaciones en Europa o en América del Norte.
El último máximo glaciario, hace algo más de 20.000 años, coincidió
con una desertificación que afectó a 2.5 millones de km2 al sur del límite
del Sahara actual. La isohieta (línea de igual precipitación) de 100 mm se
localizaba entonces en los 13° N y la sabana de Acacia retrocedió hasta los
10° N. Esta hipótesis parece lógica pues una parte del agua atmosférica
quedó inmovilizada en forma de hielo y la evaporación disminuyó al bajar
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 85
85
EL SAHARA DE HOY
La larga historia de fluctuaciones climáticas ha tenido un gran impacto en
las formas de vida existentes en el Sahara y, por ende, en las condiciones de la
presencia humana. Los primeros humanos debieron enfrentar condiciones
climáticas cambiantes, con fases breves pero intensas de calentamiento o
enfriamiento que producían variaciones climáticas de algunos grados en
pocas décadas. Por el contrario, desde hace 10 u 11.000 años, en la época
climática que es “la nuestra”, o sea el Holoceno, las condiciones han sido
mucho más estables a escala global. Nos encontramos efectivamente en una
1. Para los períodos históricos, las fechas se expresan según la era cristiana, precisando “a.de C.” o
“d.de C.”. Para los hechos más antiguos, prehistóricos, cuya datación hace uso de 14C, se utiliza la
notación BP (before the present), que significa “antes de 1950”, año tomado como referencia.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 86
87
© Joseph Laure
Figura 6.3
El arte rupestre ¿memoria del clima?
Pinturas y grabados rupestres hallados tanto en el Sahara como en el
desierto de Namib muestran la gran fauna salvaje de la “edad de
oro” de los desiertos africanos hace entre 9 y 6.000 años, con lluvias
del orden de 300 milímetros anuales. Los grabados en la arenisca roja
de Twyfelfonten (Namibia), recubiertos de una pátina que los ha
protegido de la erosión, muestran una fauna que ya no existe en esas
latitudes: elefantes, rinocerontes, jirafas y leones, muy similar a la
que se encuentra en los grabados del Tassili n'Ajjer en el Sahara, “el
mayor museo de arte prehistórico al aire libre del mundo”.
89
E L Ú LT I M O S I G L O
En la últimas décadas, la evolución climática más marcada no afectó
el corazón del Sahara sino su franja sur, el Sahel. Esta “orilla” (sahel en
árabe) del mar de arena sufrió fluctuaciones climáticas en virtud del
avance estival más o menos importante y duradero de la zona de lluvias
asociada a la ZITC (Zona Intertropical de Convergencia). Esta es una
zona de demarcación entre los alisios del noreste, el harmattan, que
aporta calor y polvo del Sahara, y el monzón del suroeste que se carga de
humedad sobre la selva ecuatorial y sobre todo sobre el Atlántico. Los
habitantes del Sahel saben que sufrirán de la sequía y de la malnutrición
que acompaña su vida; sólo el ingenio o el exilio pueden salvarlos.
Los períodos de 1930-1931, 1940-1941 y 1947-1949 constituyen
episodios breves pero intensos de sequía en la zona sudano-saheliana. Pero
dos períodos largos y rudos marcaron violentamente el siglo XX. El
primero fue de 1898 a 1916, con picos en 1911 y 1914-1915. Durante
esos años, el lago Chad, “climatómetro” del Sahel (ver recuadro), perdió la
mitad de su contenido de agua mientras las crecidas del Nilo se reducían a
un tercio. Al llegar la estación húmeda, muchos pobladores no tenían la
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 91
91
Diferencia
con respecto
al promedio
1898-2000
2
-1
-2
1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000
Figura 6.4
Índice pluviométrico en la zona sudano-saheliana de 1898 a 2000
(diferencia respecto al promedio)
Alrededor de 1970 se observa una ruptura climática con dos períodos
de sequía: de 1970 a 1974 (5 años) y de 1976 a 1993 (18 años). Un
déficit comparable se había producido ya de 1910 a 1916 (7 años).
Fuera de los dos años relativamente lluviosos (1994 y 1999), la
década 1990-2000 presenta un promedio muy deficitario, apenas
más húmeda que la década 1980-1990. Para los expertos, estos
eventos más húmedos no son signos de un retorno a condiciones
climáticas persistentes más favorables.
93
análisis de las causas que provocan eventos erráticos, como las sequías que
acabamos de mencionar, delicado. Además, la lluvia dentro de los límites
de la región sahariana tiene varios orígenes, lo cual explica porqué, mien-
tras la sequía afecta al Sahel, el este de Etiopía, situado a la misma latitud,
queda ajeno al fenómeno. En el mismo orden de ideas, en 1973, a la
inversa del Sahel, el Magreb recibió fuertes lluvias. Para terminar, también
la influencia de sucesos más lejanos es importante, por eso los años más
secos son generalmente aquellos en los que se produce un evento El Niño
(ver El Niño. Realidad y ficción, de Bruno Voituriez y Guy Jacques,
Ediciones UNESCO, 1999), como por ejemplo 1972 y 1982-1983. A
veces la sequía afecta a toda África, particularmente el desierto de
Kalahari y sus alrededores, el equivalente del Sahara en el hemisferio sur.
En este caso no podemos buscar explicaciones en la modificación de las
migraciones del ecuador meteorológico.
95
30C
35C
Tombouctou
AddisAbeba
25C
Kinshasa
Lubumbashi
20C
15C
Tuñez
Casablanca 10C
El Cairo
15C
20C
Timbuctú 25C
Dakar
Addis Abeba
30C
Lagos
Duala
Nairobi
Kinshasa Mombasa
< 25 mm Luanda
Lumbashi
25 50 mm
50 100 mm ZITC
35C
100 200 mm 30C
200 300 mm
Durban
300 400 mm
25C
> 400 mm Ciudad
del Cabo 20 C
Figura 6.5
Clima de verano e invierno en el continente africano
Los 9.5 millones de km2 del Sahara reciben menos de 100 mm de
lluvia al año. La mitad de esa superficie recibe menos de 20 mm. En
efecto, las lluvias mediterráneas de invierno raramente franquean el
Atlas y las lluvias del monzón no sobrepasan la latitud de Timbuctú.
La variabilidad estacional es grande en África, ya que el cortejo de
lluvias sigue la oscilación estacional de la zona de convergencia
intertropical, que a su vez sigue al Sol. La migración hacia el norte de
esta zona se produce brutalmente, pasando de 5° N en mayo-junio a
10° N en julio-agosto. En esta última época es cuando el Sahel y el
sur del Sahara reciben lo esencial de sus precipitaciones.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 97
97
99
7
¿Hará buen tiempo
mañana?
LA MODELIZACIÓN NUMÉRICA
Una de las mayores fuentes de incertidumbre sobre las consecuencias del
aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es la comple-
jidad del sistema climático y el carácter parcialmente incontrolable de sus
modificaciones. Una vez dado el puntapié inicial del desbalance climá-
tico, los eventos anormales o inesperados podrían tener consecuencias
importantes sobre las actividades humanas. Para precisar los impactos de
las modificaciones climáticas e instaurar una política de prevención, la
modelización numérica constituye un elemento capital.
Los modelos numéricos ocupan un lugar esencial en la ciencia
moderna, particularmente en el estudio de la evolución del medio
ambiente. Su historia marca el nacimiento de la ciencia meteorológica.
Les ecuaciones de la mecánica de fluidos que describen el movimiento de
la atmósfera y del océano se conocen desde hace un siglo, pero es impo-
sible resolverlas simplemente con papel y lápiz debido a su carácter “no
lineal”, expresión matemática de un fenómeno cuya complejidad es fácil
de comprender. Un suceso localizado como el desarrollo de un cumulo-
nimbus interactúa con los sistemas a escala global como, por ejemplo, la
localización e intensidad de las células de circulación atmosférica. En
consecuencia, ese suceso no puede ser ignorado en un sistema de previ-
sión atmosférica.
Las primeras tentativas de previsión numérica del tiempo se deben a
Lewis Fry Richardson a principios de los años 1920, quien imaginó una
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 100
101
103
6
cambio de Proyecciones del GIECC
temperatura
(C)
5
0
2000 2020 2040 2060 2080 2100
Figura 7.1
Proyección de la evolución de la temperatura durante el siglo XXI
La evolución de la temperatura media en la superficie de la Tierra es uno de los mejores índices de los
cambios climáticos. Para estimar su evolución durante el siglo XXI, es necesario combinar dos tipos de
previsiones y con ello acumular dos tipos de incertidumbres:
• El primer tipo corresponde a la incertidumbre relacionada con la respuesta del clima a la evolución
de nuestras sociedades, ya se trate de la demografía, del modo de desarrollo, de la evolución de las
relaciones norte-sur o de las elecciones energéticas. El GIECC ha utilizado un vasto conjunto de
modelos socioeconómicos para describir las proyecciones de evolución de la temperatura sin asignar
a ninguna de ellas una probabilidad mayor de que ocurra. A cada una de estas proyecciones está
asociada una estimación de las emisiones de gases de efecto invernadero y de aerosoles.
• El segundo tipo de incertidumbre tiene que ver con la respuesta del clima al hecho de que las
condiciones impuestas en el modelo dependen de procesos imperfectamente descriptos e
impredecibles, aún trabajando con un modelo “perfecto”, ya que ocurren a pequeña escala
(formación de nubes, formación de aguas profundas, evolución de la vegetación).
Los trabajos del GIECC han permitido comparar diferentes modelos físicos forzados por diferentes
proyecciones socioeconómicas. La evolución del clima se sitúa dentro de un rango de incertidumbre
que distingue los efectos físicos aún no suficientemente comprendidos y la incertidumbre ligada a los
análisis socioeconómicos. Los modelos menos sensibles (por ejemplo, que consideran que la
retroacción de las nubes es negativa y atenúa la amplitud del cambio), combinados con proyecciones
económicas muy optimistas (estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero a su nivel
actual), muestran a pesar de todo un calentamiento del orden de los 2 °C. Por lo tanto, sería
necesario, a priori, un esfuerzo importante (reducción de las emisiones a la mitad o a un tercio) si se
desea controlar la evolución de nuestro medio ambiente. Es preciso aclarar que estas proyecciones no
incluyen ciertos efectos amplificadores como la acción del clima sobre el ciclo del carbono o sobre la
concentración atmosférica de metano.
Aquí hemos también representado la “proyección de referencia” establecida por el GIECC en 1992,
correspondiente a un aumento de los gases de efecto invernadero de aproximadamente 1% por año
y a un modelo físico de mediana sensibilidad. Esta opción lleva a un aumento de 2,5 °C en 2100,
aumento inferior en un tercio a la previsión hecha en 1990. Esta diferencia parte de un nivel de
emisión menor, en particular para el CO2 y los CFC, y de la incorporación del enfriamiento causado
por los aerosoles sulfurados.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 104
ALGUNAS PROYECCIONES
Prever el clima implica evaluar las consecuencias de las actividades
humanas, que no están predeterminadas, y que aún se pueden, afortuna-
damente, controlar. La comunidad científica ha definido ciertas proyec-
ciones (scenarios en inglés) de referencia para guiar las diversas elecciones
(figura 7.1).
La primera de estas proyecciones, que se ha consagrado como refe-
rencia y frecuente fuente de ilustración del cambio climático en la prensa,
consiste en evaluar el tipo de clima asociado a una duplicación del carbono
en la atmósfera (figura 7.2). El aumento actual del dióxido de carbono en
la atmósfera es de aproximadamente 0,5% anual, pero a esto se agrega el
aumento de la concentración del conjunto de los otros gases de efecto
invernadero que inducen un efecto radiativo más o menos equivalente.
Nos enfrentamos entonces a un aumento en “CO2 equivalente”
(agregando el efecto de todos los gases de efecto invernadero bajo la
misma etiqueta de CO2) de 1% anual. De este modo se llega a una multi-
plicación por dos del CO2 en ochenta años, o sea hacia 2040, ya que el
aumento de los gases de efecto invernadero se aceleró hacia 1960. Por
otro lado, todavía se precisa definir lo que quiere decir la expresión “clima
asociado a una duplicación del CO2”. La modificación de la composición
química de la atmósfera es un proceso dinámico al cual el sistema
responde luego de un lapso que corresponde fundamentalmente a la
inercia térmica de los océanos. El establecimiento de un nuevo equilibrio
climático, en el caso de que se mantengan indefinidamente los niveles de
CO2 en el doble de su valor actual, sólo se producirá unos veinte años
después de que este valor de concentración sea efectivamente alcanzado.
Supongamos que utilizamos un modelo acoplado océano-atmósfera para
simular la evolución progresiva del clima en respuesta a un aumento del
CO2 de 1% anual. Si hacemos una estimación para veinte años después
del momento en que se duplica la concentración de CO2, obtendremos
un valor un poco inferior al valor de equilibrio.
Estas proyecciones no dan cuenta de las eventuales inflexiones de las
actividades humanas. La concentración de metano, que aumenta muy
rápidamente, podría alcanzar la saturación antes que el dióxido de
carbono. Los freones, prohibidos por su impacto en la capa de ozono, han
dado lugar a productos de sustitución que aumentan también el efecto
invernadero. El rol de los aerosoles sulfurados o carbonados, mucho más
fáciles de eliminar que los gases de efecto invernadero, puede ser modu-
lado de manera directa en función de decisiones políticas. Es importante
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 105
105
Figura 7.2
Variación de la temperatura anual del aire en la superficie de la Tierra y
de las precipitaciones en caso de duplicación de la concentración de
CO2 en la atmósfera
Las simulaciones numéricas permiten estimar la distribución de los
cambios de temperatura y de las precipitaciones en caso de un
calentamiento global del planeta. Las divergencias entre los modelos
muestran que lo que indican se debe considerar como la estimación de
un riesgo y no como una verdadera previsión. No obstante, existen
ciertas tendencias sistemáticas que revelan profundas diferencias
regionales, a saber:
• Mayor calentamiento sobre los continentes y en las latitudes altas.
• Marcada modificación de las precipitaciones, por el contrario, en las
latitudes bajas, con tendencia a regiones húmedas más húmedas y
regiones áridas todavía más áridas. La evaluación de los daños
climáticos eventuales consiste en combinar este factor de riesgo
“físico” con la vulnerabilidad de las sociedades o de las economías
involucradas.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 106
AU M E N TO G LO B A L D E L A T E M PE R AT U R A
El aumento global de la temperatura del planeta debido al aumento de los
gases de efecto invernadero, que ya está en camino a la hora actual, no
puede sino agravarse. Veremos como esta evolución global oculta evolu-
ciones regionales contrastantes. Las proyecciones del GIECC sitúan en
los años 2100 un aumento de temperatura de un rango de 2 a 6 °C
respecto del nivel preindustrial. Se trata de una perturbación importante,
comparable en amplitud a la diferencia entre una era glaciaria y un
período interglaciario. La amplitud de este rango puede sorprender y
crear dudas sobre la fiabilidad de los modelos. Sin embargo, es preciso
aclarar que la mitad de esta incertidumbre procede de la elección del
modelo de emisión de gases de efecto invernadero y aerosoles. Es recon-
fortante, ya que indica que nuestras sociedades tienen la capacidad de
controlar en gran medida estos cambios. Un segundo componente revela,
por el contrario, los límites de precisión de los modelos, particularmente
en razón de la acción de las nubes.
¿Qué revela la diferencia entre las diferentes proyecciones, una incer-
tidumbre real sobre el clima futuro o defectos inherentes a los modelos ?
Intentaremos dar una respuesta a esta delicada pregunta, pero es preciso
notar que todos los modelos son sensibles a un aumento de los gases de
efecto invernadero. El valor mínimo de 2 °C alcanzado por el modelo más
optimista, que supone una estabilización progresiva de las emisiones de
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 107
107
C O N S E C U E N C I A S D E L C A L E N TA M E N TO
Un calentamiento global del planeta traerá consigo modificaciones ineluc-
tables, como la disminución progresiva de la cantidad de nieve en las
montañas de Europa y el derretimiento casi total de sus glaciares (figura
2.2), así como el de todos los otros glaciares de montaña, en particular los
de Alaska (su ritmo de derretimiento se ha duplicado en los últimos cinco
años) y los de la cordillera de los Andes. Pero el ejemplo más notabale es
sin duda el del Himalaya. Sobre la meseta del Tibet, la más alta del mundo,
el aumento de temperatura desde hace unos cincuenta años alcanzaría los
0,16 °C por década, valor superior a la media mundial. Este calentamiento
debería acelerarse durante el siglo XXI produciendo un aumento de la
temperatura media de hasta 3 °C de aquí al 2100. Tal calentamiento
acarreará un derretimiento del orden de 45% de los glaciares del techo del
mundo (la mayor extensión de hielo del planeta fuera de las calotas
polares). Esto provocará primero inundaciones y luego una fuerte reduc-
ción del aprovisionamiento de los grandes ríos de la India, entre ellos el
Ganges y el Indo, y de la China, como el Yang Tse Kiang y el Huang Ho.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 108
Tampoco quedan muchas dudas acerca del aumento del nivel del mar,
como consecuencia de este derretimiento y de la dilatación de los océanos.
La amplitud pronosticada varía bastante : entre 20 centímetros y un metro
en 2100, lo que podría permitir el desplazamiento progresivo de la pobla-
ción de las regiones costeras para su protección. Esta proyección no toma
en cuenta la catástrofe que podría constituir la desaparición de una parte
del hielo del oeste de la Antártida en los próximos dos siglos. Se trata de
una catástrofe cuya probabilidad es difícil de establecer, aunque sigue
siendo plausible.
Otras consecuencias son más difíciles de evaluar, como el riesgo de
aparición de sequías o de tempestades en una región determinada. El
cambio climático no se producirá tampoco de manera continua, sino que
se manifestará probablemente como la repetición cada vez más frecuente
de eventos inhabituales o sorprendentes para una región determinada. El
comportamiento del océano constituye también, en muchos aspectos,
una incógnita. La “cinta transportadora atlántica”, que lleva hacia el norte
el agua de los océanos cálidos del hemisferio sur, podría hacerse más lenta.
Cabría preguntarse hasta dónde, ¿hasta detenerse ? Los modelos reco-
nocen esta posibilidad, pero divergen sobre el plazo y la amplitud de este
efecto, como también sobre sus consecuencias para Europa. Asimismo,
estos modelos pronostican que los eventos El Niño serán más intensos y
más frecuentes, lo que tornará aún más delicadas las previsiones climáticas
en la zona pacífica y, más allá, en toda la banda intertropical.
La complejidad crece si nos proponemos evaluar lo que podría
suceder en horizontes más lejanos o si tomamos en cuenta los ciclos
biogeoquímicos. Si los desbalances climáticos en el siglo XXI se mani-
fiestan en forma de sucesos imprevistos ¿cuánto más inciertos y en cierto
sentido más dudosos serán los cambios que podrían producirse más allá?
Las consecuencias de los desbalances climáticos que podemos inducir no
se detienen en el 2100. Pero es necesario acostumbrarse a escalas de
tiempo un poco vertiginosas, y así, el CO2 emitido hoy modificará el ciclo
del carbono durante un siglo y los elementos lentos del sistema climático
(océanos profundos, glaciares continentales) verán su dinámica afectada
durante varios siglos. Una evolución más lejana, potencialmente peli-
grosa, como el derretimiento del oeste de la Antártida no es probable
durante el siglo XXI ¿Pero que sucederá en el siglo siguiente ? La desestabi-
lización de una parte de la calota glaciaria, que reposa sobre un suelo
submarino, bajo el efecto del aumento del nivel del mar combinado con
el calentamiento de los océanos es de temer.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 109
109
111
8
Polémicas
y grupos de presión
113
¿ S E E S T Á P RO D U C I E N D O U N C A L E N TA M I E N TO ?
Un primer tema polémico es la realidad del calentamiento en curso. Sin
embargo, saber o no si el calentamiento de la Tierra ha comenzado carece
de interés ya que, en el futuro, el calentamiento será ineluctable. Mientras
tanto, el interés simbólico por un “calentamiento en marcha” es tal que en
su Informe 2001, el GIECC prestó mucha atención a los signos de calen-
tamiento y a sus relaciones con las actividades humanas.
¿Se puede dar crédito a las mediciones que parecen demostrar un
calentamiento de 1 °C en un siglo? Aquellos que niegan todo calenta-
miento avanzan argumentos que la mayoría de las veces ignoran los resul-
tados científicos. Por ejemplo, algunos aducen el uso privilegiado de “islas
de calor urbanas” en la red meteorológica. Estas anomalías en la red expli-
carían el diagnóstico de calentamiento, dado el número creciente de esta-
ciones de medición que se encuentran dentro del tejido urbano. Esta
hipótesis ignora el conjunto de trabajos de la comunidad científica para
eliminar ese problema. Es cierto que a principios del siglo XX existían
puntos débiles en la red de mediciones, pero este argumento es insoste-
nible para las últimas décadas de observación del calentamiento. Por otro
lado, las medidas de temperatura no son el único elemento que entra en
juego. El retiro generalizado de los glaciares y la elevación del nivel del
mar apuntalan la hipótesis de un calentamiento, que resulta práctica-
mente incuestionable.
Existen otros argumentos fundados sobre un hecho mal explicado
pero incontestable: los radiómetros de microondas, en actividad desde
1978 a bordo de satélites meteorológicos, no han medido un aumento
notable de la temperatura media de la atmósfera ¿Por qué? Las causas son
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 114
¿ E S E L C A L E N TA M I E N TO D E O R I G E N A N T R Ó P I C O ?
El origen antrópico del aumento de los gases de efecto invernadero en la
atmósfera no se pone demasiado en duda en el debate público pues los
hechos son probatorios. El nivel de las concentraciones, jamás alcanzado
anteriormente, el ritmo de crecimiento hasta ahora desconocido y las
pruebas por análisis isotópicos permiten afirmar que la causa del aumento
radica en las actividades humanas. El debate público, a menudo animado,
se refiere más a la relación entre el ser humano y el aumento de tempera-
tura, aunque este aspecto no es fundamental para la comprensión del
desequilibrio climático futuro, que está fundado en otros argumentos.
La comunidad científica ha proporcionado en las últimas décadas
indicaciones cada vez más numerosas sobre la relación entre las actividades
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 115
115
117
119
9
En torno a Kyoto
DE GINEBRA A KYOTO
La comprensión de sistemas tan complejos como la pareja océano-
atmósfera requiere la cooperación de toda la comunidad científica. El
Año Geofísico Internacional de 1957 dio la señal de partida para investi-
gaciones coordinadas, que aún están rindiendo sus frutos, como las
mediciones del CO2 atmosférico, el seguimiento del Niño, las perfora-
ciones polares, etc. Más adelante, en 1979, se lanzó el Programa Mundial
de Investigaciones sobre el Clima, sostenido por la Organización
Meteorológica Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente y el Consejo Internacional de Uniones Científicas. El
mundo científico entró entonces en una época de actividad intensa,
asociando campañas sobre el terreno, análisis, experimentos y modeliza-
ciones. Esta operación fue complementada por el Programa
Internacional Geósfera-Biósfera, destinado a reforzarla en los dominios
de la química, la bioquímica, la ecología y la biología. Los físicos de la
atmósfera y del océano forman hoy en día una comunidad única que
coopera con químicos y ecologistas interesados en los ecosistemas terres-
tres y el océano en el seno de los numerosos programas internacionales
sobre climas actuales y pasados o sobre los ciclos de los elementos más
importantes.
Una nueva etapa en la globalización de las investigaciones y de las
propuestas resultantes comenzó en 1988, siempre bajo la égida de la
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 120
121
EL PROTOCOLO DE KYOTO
O B J E T I VO S C UA N T I TAT I VO S
Para la aplicación del protocolo de Kyoto se requería la ratificación del
mismo, antes de finales de 2003, por parte de 55 países representando al
menos el 55% de las emisiones de CO2 del mundo desarrollado. La
Duma, órgano legislativo de la Federación Rusa, lo firmó durante el
otoño de 2004, permitiendo satisfacer este requisito. Son ya 126 los
estados signatarios del protocolo. El CO2 va a cotizar en bolsa; será el caso
en París, en enero de 2005. El mejor aliado del protocolo de Kyoto es el
hecho de que el cambio climático comienza a manifestarse por todos los
ricones del planeta. Kyoto es un punto de partida histórico que fija obje-
tivos cuantitativos, las cuotas de emisión, que restringen las actividades
humanas. Las emisiones recientemente medidas parecen inquietantes. En
2002, Canadá aumentó sus emisiones en 20% y Japón cerca de 8%,
aunque ambos países deberían reducirlas en 6% antes de 2010. La Unión
Europea de los 15 redujo sus emisiones en 3%, hecho que se atribuye a los
esfuerzos dedicados a esta causa, pero que igualmente se debe a una cierta
recesión.
Para reducir en 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero
entre 2008 y 2012 respecto del nivel de 1990, el protocolo de Kyoto
impone a 38 países industrializados un objetivo nacional. La tríada Unión
Europea (– 8%), Estados Unidos de América (– 7%) y Japón (– 6%) ha
recibido restricciones similares. Europa se presentó unida en la negocia-
ción, lo cual le ha permitido repartir internamente el esfuerzo por país: -
21% para Alemania pero 0% para Francia, que parte de una tasa de
emisión bastante baja en razón de su equipamiento nuclear y puede
contentarse con mantener sus emisiones a su nivel de 1990. Estas diferen-
cias afectan evidentemente a los otros países europeos: 0% para Ucrania,
+1% para Noruega y +10% para Islandia.
Los países en desarrollo no tienen ningún compromiso de este tipo.
El procedimiento propuesto consiste en fijar un punto de partida en 2010
para determinar sus derechos. Es cierto que, por el momento, las dos
terceras partes de las emisiones de gases de efecto invernadero se originan
en países de la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económico
(OCDE), que agrupa a treinta países con sistema democrático y
economía de mercado. Estados Unidos emite algo menos de 6 toneladas
de carbono equivalente por año y por habitante (¡Luxemburgo también!),
los países de la OCDE alrededor de 3 en promedio y Francia menos de 2.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 123
123
125
127
ASPECTO TÉCNICO
No está al alcance de ningún especialista del clima establecer un umbral
por debajo del cual no se corra ningún peligro y por encima del cual se
vaya con certeza hacia una catástrofe. La mayoría de los modelos muestra
que las opciones técnicas conocidas actualmente conducirán, en un siglo,
a concentraciones de CO2 en la atmósfera situadas alrededor de
550 ppmv, 450 ppmv e incluso menos, según la política elegida. Los 6 ó
7 mil millones de toneladas de equivalente carbono emitidas anualmente
en los años 1990 ya son muy superiores a la absorción natural de los
sumideros oceánico y terrestre, que se estima en 3 GtC año–1. Volver a
una emisión anual de 3 GtC debería estabilizar la concentración de CO2
alrededor de 450 ppmv, 60% más que en la era preindustrial con, proba-
blemente, un calentamiento de 1 °C.
Un tal objetivo equivaldría a poner a disposición de cada habitante
de la Tierra, cada año, un “capital” de 500 kilogramos de CO2 fósil, o sea
le décima parte del consumo de un norteamericano, la cuarta parte de la
de un francés, pero el doble de la de un habitante del Sahel. Medido de
otra manera, un viaje de ida y vuelta entre París y Nueva York bastaría
para alcanzar este “capital” individual propuesto.
Esta reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero
puede lograrse de diversas maneras según los países y las regiones del
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 129
129
ASPECTO ECONÓMICO
En teoría, el poder público puede intervenir de dos maneras en el dominio
económico. Por un lado, puede adoptar una actitud autoritaria e imponer
reglas en función del principio “el que contamina, paga” (reglamentación o
imposición). Por otro lado, puede adoptar soluciones de mercado que
inciten a los decisores privados a resolver el problema por sí mismos. Por
regla general se admite, y es el caso en la administración francesa, que una
oposición ideológica entre reglamentación e imposición no tiene mucho
sentido porque para reducir efectivamente la emisión de gases de efecto
invernadero es absolutamente necesario recurrir a más de un mecanismo.
Veamos cuales:
131
ALEMANIA
Hacia finales de 1999, Alemania, que se ha propuesto cumplir con los
compromisos asumidos en Kyoto, registraba ya un retroceso del 15% en
sus emisiones de CO2 respecto de 1990 gracias a la eliminación de la
economía contaminante de la ex República Democrática de Alemania.
Pero aún emite 13% de CO2 más por habitante que Gran Bretaña y 50%
más que Francia, que tiene un clima más benigno.
Para mantener su desarrollo, Alemania, cuyos dos tercios de la
producción eléctrica provienen de la hulla y del lignito, cuenta aumentar
de aquí a 2010 la proporción de energías renovables, particularmente la
eólica, para satisfacer la décima parte de sus necesidades. Incluso el reem-
plazo de ciertas instalaciones a base de carbón y lignito por centrales a
gas reducirá la producción de gases de efecto invernadero. Su mayor
obstáculo es el abandono de la energía nuclear. A título de comparación,
si Francia reemplazara de aquí a 2020 sus centrales nucleares por
turbinas a gas, emitiría alrededor de 110 millones de toneladas de CO2
de más y sobrepasaría su cuota en un tercio. Alemania apuesta a lograr
una economía de energía en las viviendas antiguas y en las fábricas. El
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 133
133
LA FEDERACIÓN RUSA
Durante el otoño de 2004, la Federación Rusa ratificó el Protocolo de
Kyoto luego de meses de dilaciones debidas a varias razones: la posibilidad
de extender la agricultura al norte de Rusia y en Siberia en caso de un
aumento de temperatura, la reticencia de los Estados Unidos, potencial
comprador de permisos de emisión rusos y, sobre todo, el rédito que
podría obtener Rusia de la venta de sus inmensas reservas de gas y de
petróleo. La Federación Rusa podría ser la gran “ganadora” del mercado de
emisión. Con la elección de 1990 como año de referencia, Moscú dispone
de un crédito de emisión cercano a los mil millones de toneladas de gas
carbónico que podría ceder a otros países o a grupos industriales que sobre-
pasen su cuota. Si hoy se halla en posición de ser el único vendedor
mundial importante, es a causa del naufragio de su economía. En 2010,
Rusia no debería sobrepasar su nivel de emisión anual de 1990, o sea
2.300 millones de toneladas de CO2. Ahora bien, la caída dramática de su
producción, la clausura de minas y conglomerados químicos llevaron a
una reducción de emisiones del 30% en 1997. Además de esta “ventaja”
inicial, si Rusia se recupera, podría aprovechar la venta de sus derechos de
emisión para modernizar sus estructuras productivas y evitar el inmenso
gasto energético superfluo que la distingue de todos los países industriali-
zados.
Sin embargo, no es momento para el optimismo. Sobre todo, porque
nada deja entrever la puesta en marcha de un sistema seguro, con normas
internacionales verificables por expertos independientes para controlar las
emisiones de gas. Este es un requisito indispensable para la participación
en el mercado de emisión. En segundo lugar, porque la economía rusa,
primer productor mundial de gas, tercer productor de petróleo, está en
plena crisis, sufre de un déficit crónico de inversión y de la obsolescencia
de su equipamiento. Pero, ni las autoridades rusas ni las grandes empresas
(el gigante de la electricidad, por sí solo, origina la tercera parte de las
emisiones de dióxido de carbono) han avanzado aunque fuera con un
esbozo de estrategia.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 134
INDIA Y CHINA
Por el momento, China, cuando se la señala contraataca, ya que se arroga
el derecho de utilizar sus inmensas reservas de carbón. Al ritmo actual, se
transformará en el primer emisor mundial de gases de efecto invernadero
hacia 2020. Es la primera víctima de sus desechos contaminantes, a tal
punto que, según una estimación del World Resources Institute, nueve de
las diez ciudades más contaminadas del mundo son chinas. Esta contami-
nación acarrea 180.000 muertes anuales. La raíz del mal es antigua: la
hegemonía del carbón, del que China se sitúa en el primer rango
mundial, con un tercio de la producción global.
Los problemas de la India son similares. Sus medios de comunica-
ción raccionan violentamente ante toda mención del rol del metano,
originado principalmente por los arrozales. Lo mismo ocurre respecto de
la ya famosa nube de contaminación que cubre el océano Índico en
invierno. Esta nube, producida por la contaminación de los dos gigantes
asiáticos, China y la India, tiene ciertamente un impacto climático,
aunque no es nada comparado con su impacto mediático…
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 135
135
Conclusión
136 Conclusión
137
Glosario
Absorción
Acción de ciertos átomos y moléculas que consiste en “captar” parte de la
radiación electromagnética en longitudes de onda determinadas. La
energía de la radiación electromagnética absorbida excita estas estructuras
y aumenta su temperatura. El CO2 absorbe la radiación infrarroja de la
Tierra pero no absorbe la radiación del Sol en la parte visible del espectro.
Los átomos y moléculas absorbentes emiten luego radiación durante la
fase de desexcitación o enfriamiento. Esta radiación no tiene en general la
misma longitud de onda que la radiación absorbida.
Aerosol
Suspensión en un medio gaseoso, por ejemplo el aire, de partículas sólidas
(polvo) o de gotas microscópicas. La bruma y las nubes son aerosoles.
Albedo
(Del latín blancura). Proporción de la radiación reflejada por un objeto.
Un espejo perfecto tiene un albedo de 100%, la nieve virgen un albedo de
80% y un cuerpo negro perfecto tiene un albedo cero.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 138
138 Glosario
Alisios
Componente de la circulación atmosférica que se establece cerca del
ecuador entre los anticiclones subtropicales de los hemisferios norte y sur.
Centrados alrededor de 15° de latitud, estos vientos soplan del noreste en
el hemisferio norte y del sureste en el hemisferio sur. Los alisios de los dos
hemisferios convergen en la ZITC (Zona Intertropical de Convergencia).
Anticiclón (anticiclónico)
Anticiclón: región en la cual la presión atmosférica en superficie es
máxima. El término “anticiclónico” describe un movimiento de la atmós-
fera o del océano en forma de vórtice horizontal efectuado en el sentido
de las agujas del reloj en el hemisferio norte y en el sentido contrario en el
hemisferio sur en torno a las zonas de alta presión.
Antrópico
Resultado de la actividad humana.
Ascendencia y subsidencia
Ascendencia: ascenso del aire. Al subir, el aire caliente en la superficie se
dilata (la presión disminuye) y se enfría. Este movimiento puede ser
provocado por la convergencia de masas de aire cerca de la superficie, por
el avance de una corriente caliente sobre una masa de aire más frío (que se
resiste a subir ya que es más pesado) o por la elevación de la temperatura
del aire por el contacto con el océano tropical. Los alisios, que crean una
convergencia de aire cálido y húmedo, provocan ascendencia del aire al
oeste de las cuencas oceánicas tropicales y, en particular, sobre Indonesia.
Subsidencia: descenso del aire hacia el suelo al este de las mismas cuencas,
lo que crea áreas de alta presión áridas.
Atmósfera
Envoltorio gaseoso que rodea a los planetas. La atmósfera de la Tierra se
compone de nitrógeno (77%), oxígeno (21%), argón (1%), vapor de
agua, dióxido de carbono y otros gases en pequeñas cantidades. Los
fenómenos meteorológicos y climáticos ocurren en las capas bajas de la
atmósfera: la tropósfera (del suelo hasta 7 kilómetros en los polos y hasta
15 kilómetros en el ecuador) y en la estratósfera que llega hasta unos
50 kilómetros de altura.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 139
139
Azar y Vulnerabilidad
El riesgo de toda catástrofe y su costo dependen de dos factores: del fenó-
meno en si mismo, más o menos peligroso (azar), y del grado de fragilidad
de las infraestructuras y organizaciones económicas y sociales del lugar
donde se produce la catástrofe (vulnerabilidad).
Balance radiativo
Resultante del conjunto de intercambios de radiación electromagnética
(absorción, reflexión, emisión). Dado que los intercambios de energía en
el espacio se efectúan enteramente por radiación, el balance de energía de
la Tierra es esencialmente su balance radiativo. Por lo tanto, es este último
el que rige el estado térmico del envoltorio externo de la Tierra (suelos,
hidrósfera, atmósfera).
Biomasa
Cantidad de materia viva presente, en un momento determinado, en un
espacio o volumen dados.
Biósfera (biosférico)
Stricto sensu, conjunto de todos los seres vivos (vegetales, animales y micro-
organismos) que pueblan la Tierra. Se trata de una masa insignificante
(70.000 veces menor que la hidrósfera) pero que, por su composición y su
actividad química, presenta una originalidad excepcional. Sensu lato,
gigantesco sistema formado por el conjunto de los ecosistemas del globo.
En este último caso, es quizás más adecuado utilizar el término ecósfera.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 140
140 Glosario
Calotas glaciarias
Extensos glaciares polares que cubren actualmente Groenlandia y la
Antártida. En los períodos glaciarios, en el hemisferio norte, la calota
glaciaria cubrió Canadá, el norte de los Estados Unidos y el norte de Eurasia.
Calor sensible
Calor que provoca un cambio de temperatura en un cuerpo. Excluye toda
cantidad de energía correspondiente a un cambio de fase. Es el calor sensible
el que calienta el aire en contacto con las superficies oceánicas o terrestres.
Cambio global
Del inglés global change. Indica la suma de cambios naturales y/o antró-
picos de las estructuras tanto física como biológica de la Tierra que,
sumados, son significativos a escala planetaria.
141
CFC o Clorofluorocarbonos
Nombre genérico que designa una molécula de un hidrocarburo
(compuesto de carbono e hidrógeno únicamente) en la cual se han reem-
plazado todos los átomos de hidrógeno por átomos de cloro y/o flúor.
Ciclo climático
Término frecuentemente utilizado para describir la sucesión de glacia-
ciones y períodos más cálidos que caracterizaron al cuaternario. Un ciclo
climático cubre un período glaciario y un período interglaciario.
Ciclón (Ciclónico)
Un ciclón es una zona de baja presión y de poca extensión de las regiones
tropicales en la cual el aire se pone en rotación, por momentos violenta-
mente, alcanzando vientos de 200 kilómetros por hora. Ciclónico califica
un movimiento horizontal de rotación, que se efectúa en el sentido
inverso al de las agujas del reloj en el hemisferio norte y en mismo sentido
en el hemisferio sur, en torno a las zonas de baja presión.
Circulación termohalina
Corrientes inducidas por diferencias de densidad. Estas últimas están
ligadas a los cambios de temperatura y de salinidad entre diferentes
regiones oceánicas. Es análoga a la circulación atmosférica, en la que los
vientos son el resultado de diferencias en la presión atmosférica.
Clima y Climatología
Clima (del griego klima: inclinación [del sol]). La definición griega:
“conjunto de las calidades de la atmósfera de un lugar sobre une largo
período de tiempo” sigue siendo válida.
Climatología: ciencia estadística que describe y explica la repartición y la
evolución del estado de la atmósfera a escalas temporales mayores que las
tomadas en cuenta por la meteorología.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 142
142 Glosario
Convección
Movimiento vertical de una masa de aire o de una masa de agua resultado
de una inestabilidad de densidad generalmente de origen térmico.
Cuando un fluido es calentado, la parte más caliente se eleva y la más fría
desciende creando una célula convectiva. Las parcelas de aire que se
elevan en la atmósfera sufren una variación de densidad causada por la
disminución de presión en altura y eventualmente se calientan por libera-
ción de calor latente. Estos dos elementos hacen que la teoría de las
nubes convectivas sea compleja pero capital para el estudio de la circula-
ción atmosférica. Los movimientos convectivos engendran tanto conver-
gencias y divergencias como ascendencia y descendencia.
Convergencia y Divergencia
La convergencia es una zona de encuentro y la divergencia de separación
entre dos masas de aire o de agua. Como ocurren en un plano horizontal,
las convergencias y las divergencias acarrean movimientos verticales de
compensación. En la interfase océano-atmósfera, la convergencia de
vientos (la ZITC por ejemplo) provoca una ascendencia de aire desde la
base de la célula de circulación. La convergencia de aguas superficiales
acarrea, por el contrario, la inmersión de estas aguas ya que está situada en
lo alto de la célula de circulación oceánica.
Corriente de Somalia
Corriente marina que fluye a los largo de las costas de Somalia. Cambia
de dirección dos veces al año. Durante el monzón del noreste, en el
invierno boreal, fluye hacia el sur atravesando el ecuador. Durante el
monzón del sudeste, en el verano boreal, fluye hacia el norte con la mayor
velocidad del globo: 3,5 m.s–1 y está acompañada de upwellings.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 143
143
Cuerpo negro
Cuerpo ideal cuya principal propiedad teórica es absorber toda la radiación
que en él incide, cualquiera sea su longitud de onda. La ley de Stefan, cuyo
enunciado expresa que la cantidad de energía emitida aumenta proporcio-
nalmente a la cuarta potencia de la temperatura, se aplica en rigor sola-
mente al cuerpo negro, aunque se la utiliza para el Sol y la Tierra.
Cuota de emisión
El protocolo de Kyoto propone reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero en un 5,2% entre 2008 y 2012 respecto del nivel de 1990
gracias a un objetivo nacional para cada país: – 21% para Alemania, 0%
para Francia, etc. Les países en desarrollo no tienen ningún compromiso
de este tipo. El procedimiento propuesto consiste en fijar un punto de
partida, 2010, para determinar sus derechos.
Depresión
Región en la cual la presión atmosférica en superficie es mínima (ver
Ciclónico).
144 Glosario
Difracción
Desviación de la radiación electromagnética del trayecto previsto por la
óptica geométrica, provocada por ciertos medios materiales.
Difusión
Modificación en ciertos medios de la trayectoria de la radiación electro-
magnética incidente, desviada en varias direcciones.
Downwelling
Inmersión de agua de superficie, particularmente en las regiones oceá-
nicas de convergencia.
Ecología
Término creado en 1866 por Ernst Haeckel. La ecología, o “ciencia del
hábitat”, se ocupa de los ecosistemas, entidades formadas por el conjunto de
una comunidad y su medio (un lago, un bosque, un pantano, etc.). La
ecología estudia las interacciones de las poblaciones animales y vegetales entre
ellas y con su medio: cohabitación, competición, predación o parasitismo.
Ecología profunda
La ecología profunda (deep ecology en inglés) es una corriente de pensa-
miento que invita a revertir la perspectiva antropocéntrica de la ecología
llamada “superficial” (shallow ecology). El ser humano no se halla en la
cúspide de la jerarquía de los seres vivos, sino que constituye un compo-
nente más de la ecósfera. La ecología profunda formula una crítica
radical al humanismo. Para marcar claramente la ruptura con la tradición
liberal que otorga prioridad al desarrollo humano sobre la conservación
del medio ambiente, presenta sus principios como “inhumanistas” o
“suprahumanistas”.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 145
145
Ecósfera
Término propuesto en 1958 por Raymond Cole para designar la parte del
planeta que engloba tanto el conjunto de los seres vivos y su medio
ambiente próximo como los procesos biológicos de producción, transfor-
mación y destrucción.
Ecosistema
Unidad funcional formada por los organismos (biocenosis) y los factores
ambientales (biotopo) de un área o de un volumen específico.
Ecuatorial
Relativo al ecuador. Regiones próximas al ecuador.
Efecto invernadero
Calentamiento de la atmósfera terrestre causado por la absorción de
radiación infrarroja emitida desde la superficie de la Tierra por
compuestos como el vapor de agua y el dióxido de carbono. Este proceso
natural proporciona a la Tierra una temperatura media de 15 °C. Las acti-
vidades humanas hacen que el efecto invernadero aumente y pueden de
este modo modificar el clima.
Energías fósiles
Fuentes de energía formadas en el pasado, como el carbón, el gas y el
petróleo. Se renuevan solamente en tiempos que pertenecen a la escala
geológica. Su utilización equivale a liberar en la atmósfera en pocos años
el carbono almacenado gracias a la fotosíntesis durante decenas de
millones de años.
Equinoccio
Momento del año en el que la duración del día y de la noche son iguales
(actualmente el 21 de marzo y el 21 de septiembre).
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 146
146 Glosario
Estratósfera
Capa de la atmósfera situada sobre la tropósfera. Se extiende hasta los
50 kilómetros de altura. Está caracterizada por el hecho de que la tempe-
ratura aumenta con la altitud. Este calentamiento se debe a la absorción
de rayos ultravioleta por el ozono.
Excentricidad de la órbita
Magnitud que permite caracterizar la distancia más o menos grande que
existe entre el centro de una elipse y sus focos. Cuanto más excéntrica es una
elipse, más se la ve “aplastada” (ver Parámetros orbitales de la Tierra).
Extratropical (zona)
Se trata de la parte de la superficie terrestre situada al norte del trópico de
Cáncer y al sur del trópico de Capricornio. Comprende las latitudes
medias y las zonas polares.
Fitoplancton
Plancton vegetal formado de organismos microscópicos fotosintéticos cuyo
tamaño oscila entre menos de una milésima de milímetro y un milímetro.
Forzado radiativo
Del inglés forcing. Designa la acción que obliga (fuerza) a un sistema
dinámico a evolucionar en una dirección determinada. Por ejemplo, el
dióxido de carbono absorbe una parte de la radiación de la Tierra y
produce un efecto invernadero, es decir un aumento de la energía sobre
el planeta. Antes de que el sistema reaccione adaptándose a ese calenta-
miento hay un desequilibrio temporal en el balance de la energía. Este es
el forzado radiativo ocasionado por el CO2.
Fotoquímica (reacción)
Una reacción fotoquímica es una reacción química que requiere la energía
aportada por radiación electromagnética (por ejemplo la luz) para
producirse.
Fotosíntesis
Proceso por el cual los vegetales convierten la energía luminosa en energía
química. Los vegetales utilizan energía solar, dióxido de carbono de la
atmósfera y agua para elaborar, en sus tejidos, la materia orgánica que
necesitan para su metabolismo y su crecimiento.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 147
147
Fuerza de Coriolis
Fuerza de desviación ejercida sobre todo objeto en movimiento sobre la
superficie de la Tierra, provocada por la rotación sobre su eje. La fuerza de
Coriolis es ejercida perpendicularmente a la velocidad del móvil, desde la
derecha en el hemisferio norte y desde la izquierda en el hemisferio sur.
Esta fuerza organiza gran parte de la circulación atmosférica y oceánica en
la superficie de la Tierra.
Freones
Nombre registrado. Se trata de derivados clorados y fluorados (CFC) del
etano o del metano utilizados en la industria frigorífica.
GIECC
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(GIECC, cuya denominación en inglés es IPCC: Intergovernmental Panel
on Climate Change) es el organismo encargado de analizar el calenta-
miento climático. Fue creado en 1988 bajo los auspicios de la
Organización Meteorológica Mundial y las Naciones Unidas por pedido
de los siete países más desarrollados: Alemania, Canadá, Estados Unidos,
Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.
Gondwana
Región de Dekkan, en la India, que dio su nombre a una gran masa conti-
nental que existió entre el Carbonífero y el Triásico y que agrupaba a la
India, África (con Madagascar), Australia, América del Sur y la Antártida.
Las pruebas de su existencia, esencialmente paleontológicas, condujeron a
la teoría de la deriva de los continentes.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 148
148 Glosario
Halocarburos
Nombre genérico que designa una molécula de hidrocarburo (compuesto
únicamente de carbono e hidrógeno) en la cual se han reemplazado una
parte de los átomos de hidrógeno por átomos de un gas halógeno (flúor,
cloro, bromo, iodo, astato). Los HFC, PFC y CFC son categorías parti-
culares de halocarburos.
HFC o Hidrofluorocarbonos
Nombre genérico que designa una molécula de hidrocarburo en la cual se
ha reemplazado una parte de los átomos de hidrógeno por átomos de flúor.
Hidrósfera
Conjunto de todas las las fracciones del planeta involucradas en el ciclo
del agua: mares y océanos, hielo, superficie de los continentes, atmósfera y
biósfera. Su volumen estimado es de 1.410 millones de kilómetros
cúbicos. La hidrósfera está formada en un 97,5% por agua salada. Sólo un
cuarto del agua dulce se sitúa en el suelo, los tres cuartos restantes están en
forma de hielo. Las aguas de superficie que condicionan la existencia de
ecosistemas acuáticos y regulan las actividades humanas representan sola-
mente 0,6% del total del agua dulce.
Holoceno
Período geológico actual, comenzado hace aproximadamente 10.000 años.
Es la continuación del Pleistoceno, primera fase del cuaternario.
Infrarrojo
Radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida
entre 0,8 micrómetros y 1 milímetro (1.000 micrómetros).
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 149
149
Intertropical
Perteneciente a la zona comprendida entre los dos trópicos (Capricornio
al sur, Cáncer al norte). Incluye la zona ecuatorial.
Irradiancia
Cantidad de energía solar incidente por unidad de superficie plana y por
unidad de tiempo. Se mide en Jm–2s–1.
Isótopos
Elementos químicos que tienen igual número atómico, y por ende igual
nombre y posición en la tabla periódica, pero de masa atómica diferente.
Isotópico (Análisis)
Procedimiento que consiste en medir las proporciones respectivas de
diversos isótopos de un mismo elemento en un medio. Este método
permite reconstruir algunas de las condiciones en las que se formó el
compuesto químico que contiene los isótopos medidos.
Kelvin (grados) o K
Unidad estándar de temperatura absoluta, de símbolo K, cuyo cero
corresponde a un material carente de toda energía térmica (límite teórico
imposible de alcanzar en la práctica). Los grados Kelvin se obtienen
sumando 273,15 a los grados Celsius (en los que el agua se congela a
0 °C).
150 Glosario
Litósfera
Parte externa y rígida de la Tierra, por oposición a la atmósfera (gas) y a la
hidrósfera (agua). De un centenar de kilómetros de espesor, comprende
la corteza terrestre y el manto superior.
Mallado, Malla
El mallado es una operación que permite limitar los valores estudiados de un
medio a aquellos que corresponden a los nodos de una red imaginaria (en dos
o tres dimensiones). Es una etapa indispensable para la modelización pues
una computadora no puede tratar directamente con un medio continuo, que
contiene una infinidad de puntos. Se denomina también "grilla".
Medio ambiente
Designa el “escenario” en el que vive el ser humano y sus interacciones
con la naturaleza y el medio urbano. El término se ha popularizado desde
los años 1960. Se habla frecuentemente de “problemas del medio
ambiente” para describir los daños ocasionados a la naturaleza cuando la
presión humana se hace demasiado fuerte.
Meteorología
Ciencia que trata los fenómenos atmosféricos. Permite prever la evolución
del tiempo a corto plazo (algunos pocos días) en función de condiciones
iniciales bien determinadas. La previsión meteorológica se funda en la
simulación numérica de la evolución de la atmósfera calculada a partir de
informaciones permanentemente enviadas por una red de puntos de obser-
vación. Estos puntos están dispuestos según una malla que frecuentemente
es del orden de decenas o centenares de kilómetros. Pasar a un mallado
kilométrico requeriría una potencia informática multiplicada por 10.000.
Metano
Hidrocarburo saturado. El metano (CH4), el más simple de los alcanos, es
un gas incoloro, cuyo olor recuerda vagamente al del ajo. A partir de él se
obtienen productos de sustitución reemplazando uno o varios hidrógenos
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 151
151
Microondas
Radiación electromagnética cuya longitud de onda se sitúa entre el
infrarrojo (un centímetro) y las ondas de radio (algunos metros).
Modelo
Representación idealizada de un fenómeno natural que permite compren-
derlo y predecirlo. El objetivo de un modelo no es reproducir todos los
aspectos de un fenómeno natural. Puede ser puramente conceptual
(expresando relaciones entre ideas físicas simples) o utilizar una forma
matemática más o menos compleja. En este último caso, el modelo se
identifica con las ecuaciones que se utilizan para traducir los fenómenos.
La resolución de ciertos modelos matemáticos requiere la utilización de
computadoras. En este caso se habla de modelos numéricos.
Modelo climático
Les modelos climáticos permiten reconstruir un “planeta numérico”, que
funciona de manera comparable al planeta verdadero pero sobre la base de
ecuaciones. Estos modelos combinan representaciones de la atmósfera, el
océano, los hielos marinos, así como también de los procesos biogeoquí-
micos. Tienen una historia diferente a la del planeta real, pero el clima (las
condiciones promedio en un lugar determinado) que pronostican es cada
vez más realista.
Modelo meteorológico
Los modelos meteorológicos son modelos numéricos de la atmósfera
utilizados para hacer predicciones. La determinación del estado de la
atmósfera “inicial” (a partir del cual se realiza la previsión) representa una
dificultad importante. Para ello se utilizan técnicas matemáticas
complejas que permiten sacar provecho de una red mundial de observa-
ciones en tiempo real. Existe un límite teórico de diez días para la validez
de las predicciones, que no podrá ser nunca superado. Los modelos
actuales se acercan a este límite paso a paso.
Modelo numérico
Los modelos numéricos (ver también modelo) son utilizados en una gran
variedad de disciplinas, desde la aeronáutica y la construcción de automó-
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 152
152 Glosario
Monzón
Nombre dado a los vientos estacionales (del árabe mausim que significa
“estación”). Este término se aplicaba originalmente a los vientos sobre el
mar de Arabia, que soplan del sureste en verano y del de noreste en
invierno.
Napa freática
Agua contenida en acuíferos poco profundos que da fácilmente origen a
surgentes. Generalmente libre, esta napa puede estar “bajo presión” si los
terrenos que la cubren son poco permeables.
Nilómetro
Sistema de medida de la altura del Nilo. De diferentes formas (pilar,
fuente o serie de escalones), los nilómetros estaban calibrados en la misma
unidad de medida, el codo, subdividido en unidades más pequeñas. El
que fuera instalado cerca de la primera catarata, en la isla Elefantina,
revestía de una importancia capital. Formaba parte del templo a
Khnoum, dios de la fertilidad y por ende de las inundaciones y servía
como puesto avanzado para el control de las crecidas. Fue reemplazado y
desplazado varias veces, en particular durante la dinastía XXVI y luego en
la época romana cuando fue de nuevo calibrado y cubierto con un techo
de granito.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 153
153
Niña (La)
Episodio de ENSO durante el cual el índice de la oscilación austral es
fuertemente positivo. Se observan paralelamente una activación de la
célula de Walker del Pacífico y un enfriamiento marcado de las aguas de
superficie en el Pacífico este y cerca del ecuador. Esto último se debe a la
activación de afloramientos en las costas americanas y de la divergencia
ecuatorial.
Niño (El)
Inicialmente, corriente marina caliente y superficial dirigida hacia el sur,
que se desarrolla a veces a lo largo de las costas de América del Sur
(Ecuador-Perú). Hoy en día este término designa los episodios de ENSO
caracterizados por un índice de la oscilación austral fuertemente negativo
y por temperaturas oceánicas anormalmente cálidas en el ecuador y al este
del Pacífico. Paralelamente se observa que la célula de Walker se debilita.
Oblicuidad
Magnitud que caracteriza la inclinación del eje de rotación de la Tierra
respecto del plano de su órbita (al que aún se llama plano de la eclíptica).
Ver Parámetros orbitales de la Tierra.
Onda electromagnética
Asociación de una perturbación magnética y una perturbación eléctrica.
La luz, las ondas de radio, las microondas y los rayos X son ondas electro-
magnéticas. Queda definida por su longitud de onda (distancia que
separa dos picos sucesivos, que se expresa en metros) o su frecuencia
(cantidad de perturbaciones por segundo, que se expresa en hertz).
Ozono
Cuerpo simple, gaseoso en condiciones normales de presión y tempera-
tura, de color azul, color fuerte, muy soluble en agua y muy tóxico. Es un
potente oxidante y se lo utiliza como bactericida. Su molécula (O3) está
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 154
154 Glosario
formada por tres átomos de oxígeno (O). Presente en las altas capas de la
atmósfera donde se crea continuamente, el ozono absorbe una parte de la
radiación ultravioleta solar, lo cual protege a los organismos vivos del
planeta.
Pangea
Continente único (del griego pan: todo y Gea: Tierra) que existía hacia el
final de la era Paleozoica y que a continuación se separó en Laurasia al
norte y Gondwana al sur.
155
Pelágico
Califica al medio acuático (de altamar) y a la vida que en él se desarrolla.
El pelagos comprende el plancton y el conjunto de organismos nadadores
que forman el necton (cefalópodos, peces, mamíferos, etc.).
Permiso de emisión
El protocolo de Kyoto (1997) fijó objetivos cuantitativos que restringen la
emisión de gases de efecto invernadero. La solución consensuada para alcan-
zarlos es la apertura de mercados de permisos de emisión. Si un país emite
menos gases que la cuota que se le ha acordado, puede revender un permiso
de emisión correspondiente a la diferencia entre su emisión real y su cuota.
PFC o Perfluorocarbonos
Nombre genérico que designa una molécula de hidrocarburo (compuesta
únicamente de carbono e hidrógeno) en la cual se han reemplazado todos
los átomos de hidrógeno por átomos de flúor.
Plancton
Organismos vivos acuáticos (del medio pelágico) cuyos desplazamientos
son pequeños comparados a los de las masas de agua.
Planetas gigantes
Planetas formados esencialmente de hidrógeno molecular. Son mucho
mayores que la Tierra, como Júpiter y Saturno.
Planetas telúricos
Planetas del tipo de la Tierra formados de silicatos. Su densidad varía
entre 3,9 g/cm3 (Marte) y 5,5 g/cm3 (la Tierra). El menor, Mercurio,
tiene un diámetro de 2.439 kilómetros y el más grande, la Tierra, de
6.378 kilómetros.
Pleistoceno
Período geológico que comenzó hace poco menos de dos millones de
años. Marca el inicio de la era Cuaternaria. Se diferencia del Cenozoico,
que lo precede, por la evolución de los homínidos y la sucesión de perí-
odos glaciarios.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 156
156 Glosario
Polución y Depolución
La polución es el conjunto de perturbaciones provocadas al medio
ambiente por los desperdicios de la vida cotidiana y de la actividad
productiva. Afecta a diferentes medios: el aire, el agua, los suelos, los
océanos e incluso el subsuelo y las napas de agua subterráneas. La lucha
contra la polución es hoy en día uno de los mayores desafíos que enfrenta
la sociedad global. La depolución (reparación de la polución) genera una
nueva industria, un nuevo savoir faire.
ppm o ppmv
Partes por millón (en volumen): 1 ppmv vale 10– 6 veces la unidad de
volumen o, visto de otro modo, el 0,000001%.
Producción primaria
Cantidad de materia viviente producida por organismos autótrofos
(productores primarios) por unidad de superficie (o de volumen) y
unidad de tiempo.
Protocolo de Kyoto
Acuerdo elaborado en la conferencia sobre calentamiento climático realizada
en Kyoto en 1997. Este protocolo fija a cada país objetivos específicos que
implican responsabilidades jurídicas acerca de la reducción de sus emisiones
de gases de efecto invernadero. La puesta en práctica del Protocolo es posible
luego de su ratificación por parte de la Federación Rusa en el otoño de 2004.
Efectivamente, al día de hoy ya fue firmado por más de 55 países que repre-
sentan al menos el 55% de las emisiones del mundo desarrollado.
Radiación electromagnética
Se trata del conjunto de ondas emitidas por un átomo cuando éste cede
energía a partir de una transición entre estados cuánticos. La luz visible,
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 157
157
los rayos infrarrojos, los rayos ultravioleta, las ondas de radio, los rayos
X y gama son ejemplos de radiación electromagnética, de distintas longi-
tudes de onda. También se habla de radiación solar (ver solar), de radia-
ción terrestre, etc.
Reflexión
Cambio de dirección de una onda que se propaga en un medio transpa-
rente cuando llega a la frontera con un medio opaco. El rayo reflejado sale
con el mismo ángulo de desviación que el rayo incidente (por conven-
ción, este ángulo se toma con respecto a la normal a la superficie refle-
xiva). La reflexión puede ser total o parcial.
Refracción
Desviación de la propagación de una onda que pasa oblicuamente de un
medio transparente a otro. El ángulo de desviación depende del índice de
refracción de los dos medios. Un rayo sufre una desviación mayor cuando
pasa a un medio cuyo índice de refracción es más elevado.
Sahara
Del árabe sahra, “zona plana sin agua”. Desierto al norte de África, que se
extiende desde el Atlántico hasta el mar Rojo y del Mediterráneo hasta
Malí, Níger, Chad y Sudán. Es el mayor deserto del mundo. Con una
superficie de más de 9 millones de km2, ocupa la cuarta parte de África.
Se eleva hasta los 3.300 metros en el Hoggar y el Tibesti. La pluviosidad
anual es, en promedio, inferior a 50 milímetros y la temperatura ha
llegado a 58 °C.
Sahel
Del árabe sahel, “rivera”. Zona de transición entre el Sahara y Sudán. Por
su ritmo climático anual, pertenece al dominio tropical húmedo. Pero la
longitud y el rigor de la estación seca lo ubican también entre las regiones
semiáridas tropicales, entre las cuales es el ejemplo de referencia en razón
de su gran extensión y de su disposición rigurosamente zonal. Golpeado
desde 1967 por sequías con consecuencias dramáticas, el Sahel ha susci-
tado un gran movimiento de interés humanitario y científico.
158 Glosario
Subtropical(es)
Regiones del mundo situadas hacia los 30° de latitud, justo al norte del
trópico de Cancer (23,5° N) y al sur del trópico de Capricornio (23,5° S).
Tectónica de placas
Teoría según la cual la litósfera (corteza terrestre) está fracturada en placas
que se desplazan unas respecto de las otras, empujadas por las corrientes
convectivas del manto. Las velocidades de desplazamiento de las placas
van de 1 a 20 centímetros por año. Las deformaciones que se producen en
la corteza terrestre ocurren únicamente entre las placas o en sus bordes.
Pueden ser:
• Movimientos verticales que modifican el relieve.
• Movimientos horizontales que aproximan a las placas entre sí, de modo
que la compresión ocasionada da origen a cadenas montañosas.
• Movimientos horizontales que alejan a las placas entre sí, de modo que
se separan y la distensión ocasionada origina las cuencas oceánicas y su
relieve sumergido. Las zonas de distensión son también zonas de acti-
vidad volcánica importante. La separación es compensada por el movi-
miento de las placas que se aproximan entrando a veces en colisión.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 159
159
Teledetección
Etimológicamente “detección a distancia”. Término utilizado para describir
los métodos que hacen uso de sensores embarcados a bordo de aviones, o
más a menudo de satélites (teledetección espacial).
Termoclina
El sufijo “clina” designa una capa cuyas propiedades físicas o químicas
presentan un fuerte gradiente. La termoclina es una zona de fuerte varia-
ción de la temperatura del mar en función de la profundidad. Separa la
capa homogénea y caliente de la superficie de las capas profundas frías.
Testigo de hielo
Muestra de hielo obtenida a través de una perforación. A partir de
mediados de los años 1960, los científicos comprendieron el interés de
interrogar la memoria del hielo acumulado durante cientos de miles de
años, especialmente en Groenlandia, el Ártico y la Antártida. En el año
2002, un equipo europeo perforó la banquisa antártica a más de
3.000 metros, correspondientes a 700.000 años de clima. La perforación
más profunda data de 1999, fue realizada en la estación rusa Vostok en la
Antártida y alcanza alrededor de 3.600 metros.
160 Glosario
Topex-Poseidon
Satélite franco-americano lanzado en 1992 que mide, gracias a un altí-
metro, las variaciones del nivel del mar con una precisión próxima a un
centímetro. El resultado de las observaciones de la “topografía del mar” es
una carta del nivel del mar respecto de una superficie geométrica de refe-
rencia.
Tropical
Perteneciente a las regiones vecinas de los trópicos, que están situados
actualmente en 23,27° de latitud.
Tropósfera
La capa más baja de la atmósfera, que llega hasta una altura que varía
entre 7 y 15 kilómetros según la latitud. Está caracterizada por el hecho
de que la temperatura disminuye a medida que uno se eleva, fenómeno
que se invierte cuando se pasa a la estratósfera.
Ultravioleta
Radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida
entre 0,4 micrómetros y 10– 8 metros (0,01 micrómetros).
Upwelling
Sinónimo de “afloramiento de agua”. Este término se utiliza sobre todo
para designar el fenómeno que ocurre cerca de las costas cuando las aguas
de superficie son empujadas mar adentro por el viento y son reemplazadas
por aguas más profundas, frías y ricas en nutrientes. Cuando los vientos o
las corrientes provocan una ascendencia de aguas profundas en alta mar,
el término divergencia es más utilizado.
161
Visible
Radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida
entre los 0,4 y 0,8 micrómetros. El ojo humano está adaptado para
percibir solamente esta parte del espectro de ondas electromagnéticas.
Zonal
En el sentido de los paralelos terrestres.
306_Climatico_INT 21/01/05 18:06 Page 163
163
Lambert, G. 1995. L’air de notre temps : le climat, les hommes et les molécules.
París, Le Seuil.
——. 2001. La Terre chauffe-t-elle ? Le climat de la Terre en question. Les Ulis,
EDP Sciences.
Le Monde. 2001. Coup de chaud sur la planète. París, Librio (n.° 449).
Le Roy Ladurie, E. 1983. Histoire du climat depuis l’an mil. París, Flammarion
(Champs).
Le Treut, H.; Jancovici, J.-M. 2001. L’effet de serre. Allons-nous changer le climat?
París, Flammarion (Dominos). 2004. Edición revisada y aumentada,
París, Flammarion, (Champs).
Leakey, R.; Lewin, R. 1998. The Sixth Extinction. Londres, Phoenix.
Lenoir, Y. 2001. Climat de panique. Lausana, Favre.
Lorius, C. 1993. Glaces de l’Antarctique. París, Odile Jacob. (También en
edición de bolsillo, París, Le Seuil, Points.)
Magny, M. 1995. Une histoire du climat. París, Errance.
Nesme-Ribes, E.; Thuillier, G. 2000. Histoire solaire et climatique. París, Belin
(Pour la science).
Nicolet, C. 1996. L’inventaire du monde. Géographie et politique aux origines de
l’Empire romain. París, Hachette (Pluriel).
Petit, M. 2003. Qu’est-ce que l’effet de serre ? París, Vuibert.
Petit-Maire, N. 2002. Sahara. Sous le sable… des lacs. París, CNRS.
Sadourny, R. 1994. Le climat de la Terre. París, Flammarion.
——. 2002. Le Climat est-il devenu fou ? París, Le Pommier.
——. 2003. Peut-on croire à la météo ? París, Le Pommier.
Soudière, M. (de la). 1999. Au bonheur des saisons. París, Grasset et Fasquelle.
Staszak, J.-F. 1995. La géographie d’avant la géographie. Le climat chez Aristote et
Hippocrate. París, L’Harmattan.
Vernet, R. 1995. Climats anciens du nord de l’Afrique. París, L’Harmattan.
Victor, D. 2001. The Collapse of the Kyoto Protocol. Princeton (Nueva Jersey),
Princeton University Press.
Voituriez, B. 1992. Les Climats de la Terre. París, Presses Pocket.
——. 2003. Los caprichos del océano. Efectos sobre el clima y los recursos vivos.
París, Ediciones UNESCO.
——. Jacques, G. 1999. El Niño. Realidad y ficción. París, Ediciones UNESCO.