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Varicela

-DEFINICION:
La varicela es una infección causada por el virus varicela zóster (VVZ). Aunque no suele
revestir gravedad en los niños, es una enfermedad muy contagiosa y, en algunos grupos de
personas, como adolescentes y adultos, puede llegar a tener consecuencias graves.
Se trata de una infección habitual en la infancia y se caracteriza por la aparición en la piel
de granos rosas (pápulas) que rápidamente se van transformando en pequeñas ampollas
llenas de líquido (vesículas) y que producen un intenso picor. A los cuatro o cinco días,
aproximadamente, las ampollas se secan y se convierten en costras. Durante unos días, las
lesiones aparecen por oleadas en sucesivos brotes, por lo que un mismo paciente puede
presentar a la vez lesiones en distintas fases: pápulas, vesículas y costras. Este patrón de
aparición se conoce como “cielo estrellado” y es característico de esta enfermedad.
La varicela suele prolongarse de una a dos semanas y también puede causar fiebre y
malestar. Antes de que estuviera disponible la vacuna, casi todas las personas la contraían
durante su infancia.
-CAUSAS DE CONTAGIO:
La varicela es muy contagiosa. Las personas que la padecen transmiten con facilidad el
virus varicela zóster a las no vacunadas o que nunca antes han padecido la enfermedad.
El contagio puede suceder desde uno hasta tres días antes del brote del sarpullido y hasta
que se hayan formado las costras. Esto dificulta la detección precoz del contagio, ya que
una persona puede contagiar a otras sin haber manifestado aún la erupción característica.
Posteriormente, pueden transcurrir de diez a veintiún días hasta que la persona infectada
desarrolle síntomas.
La transmisión puede tener lugar de diversas maneras:
 Contacto directo con las pequeñas ampollas que contienen el virus: estas pueden
ser producto de la varicela o del herpes zóster
 Por medio de las secreciones respiratorias: cuando alguien sano inhala las
minúsculas gotitas que llegan al aire al respirar o hablar una persona con varicela.
 Transmisión de la madre al feto: cuando la mujer padece varicela durante el primer
o segundo trimestre del embarazo, hay un riesgo de padecer la llamada varicela
congénita, que puede dar lugar a malformaciones y cicatrices en las extremidades
del feto, ceguera y alteraciones del sistema nervioso central y que puede resultar
mortal para el feto.

-SINTOMAS:
La intensidad de los síntomas varía de un enfermo a otro, aunque habitualmente es una
enfermedad leve. Por lo general, el periodo de incubación de la varicela dura de una a tres
semanas. Los síntomas típicos son:
 Sarpullido: que aparece primero en la cara, el pecho y la espalda. Estas lesiones no
se llegan a juntar unas con otras como en otras enfermedades típicas de la infancia,
como el sarampión, aunque ocasionalmente pueden confluir en forma de racimos.
No suele afectar por lo general a manos y pies.
 Casi inmediatamente, los granitos se convierten en pequeñas vesículas (ampollas)
rellenas de líquido, hasta forma una erupción, que se extiende por el resto del
cuerpo, incluidos el cuero cabelludo, el interior de la boca, las orejas, los párpados
y el área genital.
 La erupción suele producir una comezón muy intensa, lo cual provoca que el
paciente (habitualmente un niño) se rasque. Sin embargo, es importante que no lo
haga para evitar que queden cicatrices.
 A las veinticuatro horas, las vesículas se suelen romper y después se acaban
secando y transformando en costras. No obstante, pueden seguir formándose
nuevas ampollas hasta el séptimo día. Al cabo de una semana, todas deberían estar
cubiertas de costras y ya en proceso de cicatrización. Estas costras no suelen caerse
por completo hasta una o dos semanas después.
 Otros síntomas habituales son: fiebre, que puede ser moderada, elevada o no
aparecer; fatiga, malestar general, ausencia de apetito y dolor abdominal o de
cabeza. Estos síntomas pueden preceder en uno o dos días a la aparición de las
lesiones en la piel.
-PREVENCION Y TRATAMIENTO:
La mejor forma de prevenir la varicela es mediante la vacunación. La mayoría de las
personas vacunadas no desarrollan la enfermedad o, en el caso de hacerlo, los síntomas
son muy leves.
 Para mitigar el picor y evitar el rascado, puede recurrirse a los antihistamínicos
sedantes, siempre bajo consejo médico.
 La fiebre puede tratarse con antitérmicos como el paracetamol, pero debe evitarse
el consumo de aspirina e ibuprofeno.
 El uso de antivirales solo está recomendado en el caso de complicaciones o en
enfermos de mayor riesgo. Para que sea efectivo, su administración debe iniciarse
dentro de las primeras veinticuatro horas tras el comienzo de la erupción.
Normalmente, no se prescriben a niños que no padezcan otra enfermedad.
 En el caso de sobreinfección bacteriana de las lesiones, puede ser necesaria la
administración de antibióticos.
AGENTE
Varicela Zoster

VARICELA

AMBIENTE
Fuente de infección HUESPED
-secreciones respiratorias - Ser Humano
Lesiones cutáneas

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