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GRUPO UNIDO REGENERACIÓN SINDICAL

Consideraciones y Definiciones necesarias.

La necesaria caída de Carlos Romero Deschamps es


consecuencia de la gigantesca corrupción que
prevalece en el STPRM.

Su permanencia en el cargo es insostenible tanto


para los trabajadores agremiados al Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana
(STPRM), como para México. El Grupo Unido
Regeneración Sindical (GURS) respalda clara y
decididamente al futuro gobierno de la República, en
todas las acciones que se precisen y que sean
indispensables, para combatir la corrupción y la
ilegalidad.

Para nosotros los trabajadores petroleros, el perfil


del nuevo sindicalismo en México tiene que ver
necesariamente con la transparencia, la democracia,
además del voto libre y secreto. Este último, es lo
que demanda la clase trabajadora para poder elegir
libremente a quienes llevarán el rumbo de nuestro
gremio.

Es evidente que, la permanencia de la actual


dirigencia sindical al frente del Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana
obedece a:

Los intereses y amarres políticos. Todo es con fines


partidistas, y ahora Carlos Romero Deschamps es
insostenible tanto para México como para la sociedad
mexicana en su conjunto. Es ya un verdadero lastre,
porque representa la corrupción viva. Este señor ya
se tiene que ir. Aunque es claro que no se marchará
por iniciativa propia. Lo debemos correr, lo debemos
expulsar. La gente está cansada, está harta. Esto va
a ser en cualquier rato. En cualquier momento. Y si
tenemos que tomar el sindicato, lo vamos a hacer.
Esto ya es insoportable y vamos a tomar las acciones
que debamos instrumentar:

• Junto con sus 36 secretarios generales, Romero


Deschamps, se ha encargado de corromper y
extralimitarse en todas las situaciones, al
violentar los derechos de los trabajadores. Se ha
perdido la dignidad del trabajador. Se vive la venta
de plazas, de fichas, ya todo es corrupción. Al
grado que hablar de sindicalismo en México hoy día
es hablar de corrupción e impunidad.
Se ha demostrado invariablemente, ante tribunales
colegiados en materia de trabajo que, de manera
recurrente y sistemática, se han violado los
estatutos generales por la inexistencia de
convocatoria, porque no se verificó el quórum legal
y/o porque la elección del secretario general se
hizo en algún momento en una convención
extraordinaria, cuando los estatutos sindicales
indican que debe hacerse en convención ordinaria,
entre muchos otros.
Otro botón de muestra: en el año de 2012 integrantes
de la Unión Nacional de Jubilados Petroleros de
Confianza, exigieron al gobierno federal que
explique el destino de los recursos del fideicomiso
F-21042, el cual fue constituido en 1989, durante la
gestión de Francisco Rojas, en Petróleos Mexicanos
(Pemex), con un monto de 271 mil 751 millones de
pesos, para apoyar el pago de pensiones de los
trabajadores, recursos que para el segundo semestre
del mismo año apenas sumaban 63.1 millones de pesos.
El entonces dirigente de la asociación Jubilados
Petroleros de Confianza, AC, detalló la designación
de Bancomer como fiduciario encargado de la
administración de esos recursos públicos, y sobre
los cuales la Secretaría de Hacienda ha negado
información de cómo se han invertido y su destino
final. En el manejo de esos recursos intervienen,
además, integrantes del comité técnico
correspondiente, miembros del comité ejecutivo del
Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (STPRM), quienes pertenecen al grupo
cercano de Carlos Romero Deschamps.

De acuerdo con los miembros de la Unpejuco, el monto


con el cual se constituyó el fideicomiso se programó
para financiar las jubilaciones de los petroleros de
confianza por al menos 50 años.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
encargada de vigilar el adecuado manejo de recursos
públicos, reservó por un lapso de 10 años la
información relativa al destino de los fondos.
Es sabido, asimismo, que hay importantes anomalías
con otros fondos, entre ellos el Ficolavi, destinado
a la vivienda, el cual también para 2012 tenía una
disponibilidad de 63 millones de pesos, usados para
pago de nómina de trabajadores activos de Pemex,
mediante el Folape, fideicomiso que para el tercer
trimestre de ese mismo año contaba con más de 13 mil
248 millones de pesos, pese a que registró ingresos
por el doble de recursos provenientes del erario.

Por estos y un sinnúmero de “botones de muestra”


adicionales, es que este pillo dirigente, junto con
toda su camarilla, deben ser investigados y
retirados de la dirigencia sindical del STPRM y toda
vez recuperado el patrimonio que corresponda a la
nación y a los trabajadores petroleros, éste deberá
ser puesto a disposición de las autoridades
correspondientes, para instrumentar lo que en apego
a derecho aplique.
¿Qué ofrece GURS a los trabajadores petroleros?

–Transparencia, una vida digna. La calidad de vida


de los trabajadores se ha deteriorado paulatinamente
y a lo largo del tiempo se ha perdido. Hace años,
con Joaquín Hernández Galicia, con sus claros y
oscuros, fue el único líder verdadero que ha tenido
nuestro sindicato, porque él sí velaba por los
intereses de los trabajadores petroleros y había
otra calidad de vida. Nos sentíamos orgullosos de
ser petroleros. Ahora cuando preguntan a los
trabajadores a qué se dedican, agachan la cabeza y
dicen simplemente: soy empleado de Pemex. Por
ejemplo, Pemex se compromete a dotar de vivienda
digna a los trabajadores, pero el sindicato
construye las viviendas con sus propias
constructoras y otorga una vivienda de 600 mil pesos
y se la vende al doble. Entonces al trabajador lo
hunden, porque lo tienen hipotecado 20 años o más.
Esto es el sometimiento mediante el endeudamiento
vil de los trabajadores.

Otro compromiso de la mayor importancia y


trascendencia, sería asegurar que no se desplace -
aún más- la mano de obra calificada, porque las
compañías privadas no tienen la capacidad para
desarrollar esos trabajos, pero por la corrupción
imperante no les importa que haya desplazamiento de
la mano de obra calificada, porque los líderes
corruptos ganan por cada contrato.
Por otro lado, es importante considerar muy
seriamente la posibilidad de que Pemex y sus otrora
organismos subsidiarios –hoy pomposamente
denominadas Empresas Productivas del Estado- se
reestructuren e integren para consolidarse como una
sola empresa, lo cual permitiría generar mayores
utilidades y rentabilidad. El sindicato deberá
reorganizarse y plantear nuevas funciones y
actividades, que incrementen su eficiencia y su
valor económico. La alineación objetiva de las
estrategias no significa ningún riesgo para el nuevo
sindicalismo que se plantea, ya que representa una
oportunidad para demostrar claramente que el nuevo
sindicato es capaz de coadyuvar al mejoramiento y
modernización de nuestra empresa, bajo la dirección
de un mando nacional firme, democrático,
transparente y honesto a toda prueba.

Existen, sin duda, muchos otros temas y aspectos de


primerísima importancia que se deberán revisar
detalladamente, tales como: las llamadas
“prestaciones históricas”, que Petróleos Mexicanos
otorga año tras año al Sindicato de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana (STPRM), para
“gastos por los festejos del 18 de marzo, el desfile
del primero de mayo y la revisión del contrato
colectivo de trabajo”. Adicionalmente se determinó
en una cláusula del convenio administrativo
105751/2010 GRATIS 105751/2010 , firmado por
Pemex, que dichas prestaciones tendrían un
incremento de 7 por ciento al año.

Lo grave es que prácticamente los festejos del 18 de


marzo se limitan a un acto de conmemoración al que
asisten algunos funcionarios y la dirigencia en
alguna de las unidades foráneas de Pemex. Además, no
hay desfile de trabajadores petroleros el Día del
Trabajo y los millones de pesos que se destinan a la
“ayuda de gastos por revisión salarial o contractual
son absolutamente desproporcionados.
GURS se compromete con AMLO a coadyuvar a
transformar al sector energético en palanca del
desarrollo.

El Grupo Unido Regeneración Sindical se suma


consciente y de marera responsable a la propuesta
del Lic. Andrés Manuel López Obrador, para
convertir el sector energético en palanca de
desarrollo y erradicar la política de
desmantelamiento y corrupción que ha prevalecido en
más de dos décadas en Petróleos Mexicanos (Pemex) y
en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El despojo del petróleo a México deja latente el
riesgo enorme de una confrontación violenta, lo cual
conlleva cada vez más a mayor sufrimiento, mayor
inestabilidad política y social, al predominio del
uso de la fuerza y a la agudización de una mayor y
creciente dependencia del exterior.
Afirmamos que rescatar el sector energético es
rescatar a la nación. Asimismo, reconocemos espíritu
original de los constituyentes de 1917,
específicamente el artículo 27 constitucional, el
cual establece que el petróleo no es del gobierno,
ni siquiera es del Estado, sino de la nación.

La contrarreforma energética aprobada en 2013


privatiza el petróleo y comparte la renta petrolera
con empresas extranjeras, limitando de manera torpe
e irresponsable, parte de los recursos que son
necesarios para el desarrollo nacional y para sacar
adelante a nuestro país. En los hechos dicha
contrarreforma restringe seriamente la
industrialización de México, porque las empresas que
requieren energéticos suficientes y baratos quedan a
expensas de poderosos monopolios extranjeros.

GURS se identifica plenamente con la política


energética que propone AMLO

México requiere una nueva política energética


verdaderamente nacional, decidida por los mexicanos
para satisfacer las necesidades y conveniencias del
país y de los mexicanos; una política energética
que, a partir de un nuevo proyecto de nación,
garantice su seguridad energética, componente
indispensable de la seguridad nacional y elemento
esencial para el desarrollo moderno y sustentable de
los pueblos y que sea la base para una estrategia
nacional de energía que atienda nuestros
requerimientos de largo plazo, sustentada en los
postulados siguientes:

• Respeto irrestricto al espíritu y la letra de


los artículos 27 y 28 de la Constitución. Sin
transgresiones por interpretaciones tramposas en
leyes secundarias.
• El interés nacional, objetivo único de la
estrategia nacional de energía. Seguridad energética
y soberanía.

• La energía, palanca del desarrollo nacional


sustentable.

Se trata de garantizar nuestra soberanía y seguridad


energéticas en el largo plazo, 30, 50, 100 años, y
no la entrega de las funciones de nuestros
organismos del sector a la empresa privada,
fundamentalmente extranjera, y con ello de contratos
claudicantes, inequitativos, ilegales y que entregan
a terceros ganancias exorbitantes, incluida parte de
la renta petrolera, que deben ser de la nación.

Se identifica con el establecimiento de un sistema


de planeación energética nacional, integral,
flexible, acorde con las estrategias de desarrollo
de largo plazo, con base en criterios de soberanía,
seguridad energética, desarrollo económico,
bienestar de la población, diversificación de las
fuentes primarias, cuidado del medio ambiente e
información veraz.

También con la reconstrucción del sector energético


integrarlo en lo horizontal y en lo vertical y los
eslabonamientos productivos en Pemex –un solo Pemex–
, para elevar su productividad y competitividad y
potenciar el papel de la CFE como generador de
energía eléctrica y no como comprador de energía.

Explotar racionalmente los hidrocarburos.


Plataformas de producción y de exportación
compatibles con la seguridad energética nacional, la
autosuficiencia y el nivel de reservas probadas y
restitución de reservas superior al 100 por ciento,
para ampliar el horizonte temporal de los recursos,
hasta alcanzar una relación de reservas
probadas/producción mayor a 20 años.

Incrementar la capacidad de refinación de


petrolíferos y petroquímicos, para evitar la
dependencia del exterior, que atenta contra la
seguridad energética y el desarrollo industrial, y
optimización del margen de reserva de la capacidad
instalada de generación eléctrica.

Reconstruir la petroquímica nacional, para potenciar


esa industria fundamental para el siglo XXI, en la
que hoy tenemos una creciente dependencia del
exterior, lo que inhibe múltiples áreas del
desarrollo industrial del país.

Dar acceso al gas y a la energía eléctrica a todos


los mexicanos, incluidos los que aún no cuentan con
ello, a precios accesibles, y a los industriales,
energéticos e insumos a precios competitivos, que
estimulen el desarrollo industrial.

Analizar el potencial de reservas en el mar profundo


–incluido el de los yacimientos transfronterizos– y
del llamado gas-shale, y evaluar su explotación
considerando impactos ambientales y desarrollo de
capacidades tecnológicas propias.
Desarrollar programas nacionales urgentes para la
transición energética, hoy estancada; de ahorro y
uso eficiente de la energía y de cuidado del medio
ambiente. Disminuir nuestra dependencia de
combustibles fósiles en la balanza energética del
país, y preservar el entorno natural estimulando el
uso de energías limpias, procesos eficientes de
extracción de hidrocarburos y uso sustentable del
carbón vegetal y la leña con objeto de evitar la
explotación depredadora de los bosques, la
degradación de nuestros suelos y las emisiones de
gases de efecto invernadero; disminuir demandas
dispendiosas de energía en transporte, en procesos
industriales, en bienes y equipos utilitarios.

Restituir la capacidad técnica y de diseño y


ejecución de proyectos de los organismos del sector.
Se apoyará la formación de los cuadros necesarios
para asegurar la capacidad del Estado mexicano de
orientar y conducir su desarrollo.
Apoyaremos el rescate del Instituto Mexicano del
Petróleo de sus cenizas, también al de
Investigaciones Eléctricas y al Nacional de
Investigaciones Nucleares, para convertirlos en
eficientes brazos científicos y tecnológicos del
sector.

Se estimulará la participación de la ingeniería


mexicana y las empresas nacionales en el desarrollo
del sector y se desarrollará el sector con el
objetivo de apoyar el desarrollo industrial del
país.

El financiamiento de este plan deberá lograrse a


partir de los recursos propios de los organismos del
sector, derivados de una tributación menos
confiscatoria que la actual, de mayores recursos de
inversión pública por la reorientación del gasto
presupuestal y por los ahorros que en el futuro se
logren de la disminución de la importación de
combustibles.
Y, sobre todo, se contribuirá a limpiar de
corrupción e ineficiencia el sector energético en
sus autoridades, reguladores, directivos y
trabajadores, y se participará en la instrumentación
de un verdadero sistema de transparencia y rendición
de cuentas, con observadores ciudadanos.

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