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TERCERA PARTE: PROCEDIMIENTOS


DECLARATIVOS ESPECIALES
CAPITULO I. EL JUICIO SUMARIO

1º. Importancia.

La regulación positiva de este procedimiento sumario, de aplicación general o especial, se


encuentra en el Título XI, artículos 680 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.

Desde un punto de vista legislativo, es notoria la evolución experimentada en el ordenamiento


nacional respecto de este procedimiento, toda vez que a partir de 1930 en adelante el juicio sumario
se ha hecho aplicable además de los asuntos contemplados en el Código de Procedimiento Civil,
respecto de muchas otras materias, pudiendo reseñar a título meramente ejemplar las siguientes:

a) La Ley 18. 101, sobre arrendamiento de predios urbanos contemplaba la aplicación de un


juicio sumario con algunas de las modificaciones que en ese cuerpo legal se contemplaban199;

b) El texto de la nueva ley de quiebras, que conforma actualmente el Libro IV del Código de
Comercio, contempla como regla general, que la tramitación de todas las cuestiones que se
susciten en el juicio de quiebra se sujetará a las reglas de los incidentes (Art. 5). Sin embargo, por
excepción recibe aplicación el juicio sumario en la tramitación de la demanda de nulidad y
declaración de incumplimiento del convenio celebrado entre el fallido y los acreedores. (Art. 213,
inc. 1º);

c) El Art. 233 del Código de Minería de 1983 señala en su inciso 1º que "todos los juicios en
que se ventilen derechos especialmente regidos por este Código o que recaigan sobre el pedimento,
manifestación, concesión de exploración o pertenencia y que no tengan señalado otro
procedimiento en este cuerpo legal, se tramitarán con arreglo a las normas del juicio sumario".

De acuerdo con ello, el procedimiento sumario ha alcanzado una relevancia que supera en su
aplicación ampliamente a cualquiera otro procedimiento por las materias a las cuales éste se ha
extendido, salvo al juicio ejecutivo, el que, por razones contingentes, es el más utilizado en la
práctica.

2º. Definición.

El juicio sumario es un procedimiento breve y concentrado que, dentro de lo expuesto en el


Art. 2º del Código de Procedimiento Civil, ha de considerarse extraordinario, pero que tiene
aplicación general o especial según sea la pretensión que se haga valer, el que es resuelto mediante
una sentencia que puede revestir, según la pretensión en la cual recae, el carácter de meramente
declarativa, constitutiva o de condena.

De este concepto podemos hacer el siguiente análisis:

1. Es un procedimiento breve y concentrado:

199 Esta situación dejó de ser así a partir de la dictación de la Ley 19.866 de 11 de abril de 2003, la que modificó el
artículo 8 de la Ley 18.101 establecimiento un nuevo procedimiento especial, eliminando toda remisión al juicio
sumario.
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Esto se demuestra claramente por la existencia de un comparendo de contestación, de la


posibilidad de contestación verbal, de acceso provisional a la demanda, etc.

Sin embargo, claramente el procedimiento sumario no es un procedimiento oral, puesto que no


está contemplado todo su desarrollo en audiencias, y en especial, la que dice relación con la
audiencia de juicio, debiendo por ello las pruebas rendirse no concentradamente en una audiencia,
sino que dentro de un término probatorio. Ello hace que la rendición de prueba se prolongue en el
tiempo dentro de ese término probatorio, sin que además se contemple como principio básico de
validez la mediación que debe regir para asegurarnos en forma inclaudicable la identidad física
entre el juez que recibe la prueba y aquel debe ser el que debe valorarla y pronunciar la sentencia.

2. Es un procedimiento extraordinario:

El procedimiento sumario se regula en el Titulo XI del Libro III del C.P.C., que comprende los
artículos 680 a 692 del C.P.C.

En el Proyecto, se regula bajo la denominación de procedimiento sumario uno más


concentrado que el ordinario, en el Título II del Libro II Procesos Declarativos, que comprende los
artículos 352 a 358-

Es un procedimiento extraordinario de acuerdo a lo establecido en el Art. 2º del C.P.C., según


el cual un procedimiento es extraordinario cuando "se rige por las disposiciones especiales que para
determinados casos la ley establece".

En el caso del juicio sumario, entendemos que éste es extraordinario toda vez que se ha fallado
por la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único procedimiento ordinario, común y general
es el juicio ordinario civil de mayor cuantía que regula el Libro II del C.P.C.

Sin perjuicio, es menester señalar que algunos autores han sostenido que estaríamos frente a un
procedimiento común, puesto que cuando la ley señala en el inciso 1 del art. 680 que el juicio
sumario se aplica cuando la acción intentada requiere de una tramitación rápida para ser eficaz
estaríamos frente a un caso en que el asunto "se somete a la tramitación común ordenada por la
ley" (Art. 2º).

3. Puede tener aplicación general o especial.

A este aspecto nos referiremos más adelante al tratar el ámbito de aplicación del juicio
sumario.

4. En cuanto a la pretensión deducida y a la sentencia que se obtenga, el procedimiento


sumario puede ser declarativo, constitutivo o de condena.

3º. Ambito de aplicación de este procedimiento.

El procedimiento sumario tiene respecto de su aplicación dos aspectos claramente


diferenciados, pudiendo contemplar un caso de aplicación general para este procedimiento, y por
otra parte, diversos casos en los cuales tiene una aplicación especial por mandato expreso y
específico del legislador.

1. Aplicación General.

Por una parte, se puede sostener que el juicio sumario constituye un procedimiento
extraordinario de aplicación general, cada vez que concurren los requisitos establecidos en el inc.
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1º del Art. 680, o sea, cada vez que " la acción (pretensión) deducida requiera, por su
naturaleza, de una tramitación rápida para que sea eficaz".

Así, por ejemplo, tratándose de los interdictos posesorios, tenemos que éste tiene una
tramitación extraordinaria, breve y concentrada, pero referida exclusivamente a los inmuebles, sin
que sea aplicable a los bienes muebles. Por lo tanto, para el caso de recuperar la posesión de un
bien mueble es obvio y conveniente aplicar el juicio sumario en estudio.

La concurrencia de los supuestos que hacen aplicable el procedimiento sumario para la


tramitación y resolución de la pretensión hecha valer en la demanda corresponde efectuarla al
órgano jurisdiccional.

Aplicando el principio de la pasividad que rige la actividad de los tribunales en el


procedimiento civil, para que se dé aplicación a este procedimiento sería menester que el actor
solicitare su aplicación al interponer su demanda, puesto que éste es quien debe ser el primer sujeto
que requiera la tramitación rápida para la eficacia de la pretensión hecha valer.

En consecuencia, una demanda podrá tramitarse conforme al procedimiento sumario, de


acuerdo a la aplicación general de éste, cuando:

a. El actor haya hecho valer una pretensión en su demanda que por su naturaleza requiera de
una tramitación rápida para que sea eficaz;

b. Que el actor haya solicitado la aplicación del procedimiento sumario en su demanda; y

c. Que el tribunal dicte una resolución en la cual expresa o tácitamente haga aplicable el
procedimiento sumario para los efectos de tramitar la pretensión hecha valer por el actor.

En art. 352 del Proyecto se contempla la aplicación de este procedimiento si existe acuerdo
entre las partes.

2. Aplicación Especial.

Además, el procedimiento sumario tiene una aplicación especial, esto es, éste debe ser
aplicado por mandato expreso y específico del legislador en los asuntos que se determinan
particularmente por el legislador, los cuales están enumerados en el inc. 2º del Art. 680.

De acuerdo con ese precepto, el juicio sumario "deberá aplicarse, además en los siguientes
casos:

1º. A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en
otra forma análoga".

En todos los cuerpos de derecho sustancial aparece normalmente la expresión "breve y


sumariamente", en cuyo caso, recibe aplicación el procedimiento en estudio.

Como ejemplos de los casos en los cuales la ley ordene proceder breve o sumariamente se han
señalado los casos de los artículos 271, 612 y 754 del C.P.C.

2º. A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o extinción
de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den lugar";
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Hemos de hacer un alcance práctico ante este numeral: las cuestiones sobre deslindes también
se tramitan conforme a las reglas del juicio sumario, puesto que en el Código Civil tales asuntos
están comprendidos en las servidumbres (aparcería, mediería, etc. )

De acuerdo con ese precepto legal, se contempla la aplicación especial del procedimiento
sumario sólo respecto de las servidumbres naturales y legales, pero no respecto de las voluntarias.

Sin embargo, respecto de las servidumbres voluntarias es posible contemplar la aplicación del
juicio sumario en virtud a lo establecido en el inciso 1º del art. 680.

3º A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697";

Es menester, a este respecto, efectuar una importante distinción según sea el origen de los
honorarios.

Si éstos son causados en juicio, se aplica el breve procedimiento del Art. 697, en cuya virtud "
cuando el honorario proceda de servicios profesionales prestados en juicio, el acreedor podrá, a su
arbitrio, perseguir su estimación y pago con arreglo al procedimiento sumario, o bien interponiendo
su reclamación ante el tribunal que haya conocido en la primera instancia del juicio.

En este último caso, la petición será substanciada y resuelta en la forma prescrita para los
incidentes".

Este procedimiento especial incidental de cobro de honorarios se aplica también a los peritos
como, por ejemplo, sería el caso del arquitecto que emite un informe en esta calidad dentro de un
juicio civil.

La aplicación del procedimiento incidental es opcional, puesto que depende de la solicitud que
en tal sentido debe formular el sujeto que pretende cobrar los honorarios por servicios profesionales
prestados en juicio; y se tramita ante el tribunal que conoció de la causa que los origina en primera
instancia, debiendo la demanda notificarse personalmente.

Ahora bien, si se persiguen honorarios no causados en un juicio o un procedimiento judicial


cualquiera, recibe aplicación únicamente el procedimiento sumario.

4º A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados;

En este número se contemplan claramente dos situaciones diversas:

a. La primera, es la que dice relación con el juicio destinado a obtener la remoción de un


guardador.

La acción de remoción de un guardador es aquella dirigida a obtener que se prive


judicialmente del cargo de tutor o curador a una persona, cuando exista causa legal que lo justifique
(Art. 539 C.C. ). El ejercicio de esa acción de remoción corresponde a las personas señaladas en el
artículo 542 del Código Civil.

b. La segunda, es la que dice relación con el juicio que se suscite entre representantes legales y
sus representados.

El artículo 43 del C. Civil establece los casos de representación legal dentro de ese cuerpo
legal.
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Cualquiera sea la acción y el carácter de demandante o demandados que tengan el


representante legal o su representado dentro del proceso, la ley contempla la aplicación del
procedimiento sumario para los efectos de la resolución del conflicto, a menos que la ley tenga
contemplado un procedimiento especial como ocurre con el juicio de alimentos.

5º A los juicios sobre separación de bienes;

En el caso que la mujer se encuentre casada bajo el régimen de sociedad conyugal, ella puede
demandar la separación judicial de bienes del marido por la concurrencia de alguna de las causales
contempladas en el artículo 155 del Código Civil.

La sentencia que acoge la demanda de separación judicial de bienes pone término a la sociedad
conyugal de acuerdo a lo previsto en el artículo 1.764 Nº 3 del Código Civil.

Este Número 5 del artículo 680 fue derogado por el artículo 123 N° 1 de la Ley 19.968, de 30
de agosto de 2004, vigente desde el 1 de octubre de 2005, puesto que esa materia pasó a ser
competencia de los tribunales de familia ( art. 8 N° 15 de la Ley 19.968) y se tramita conforme al
procedimiento ordinario contemplado en el Titulo III de esa Ley. ( arts 9 y sgtes).

6º A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario;

Tratándose de ambos actos jurídicos, se ha dudado de su naturaleza contractual. Mientras en


uno, la voluntad no aparece manifestada con limpieza; en el otro, casi no concurre.

El depósito necesario se encuentra regulado en el artículo 2236 del Código Civil.

Por otra parte, debemos recordar que el comodato toma el título de precario si el comodante se
reserva la facultad de pedir la restitución de la cosa en cualquier tiempo de conformidad a lo
prescrito en el artículo 2194 del Código Civil.

Además, se entiende que existe comodato precario cuando no se presta la cosa para un servicio
particular ni se fija tiempo para su restitución. (Art. 2195 inc. 1º C.C. )

Finalmente, constituye también comodato precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo
contrato y por ignorancia o mera tolerancia del dueño. (Art. 2195 inc. 2º C.C. ) .

7º A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas en virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil";

Este numeral dio una solución práctica al problema de la transformación de la prescripción de


corto tiempo en una prescripción de largo tiempo. Es el caso del juicio de cobro de pesos que pudo
ser ejecutivo y no lo fue porque operó la prescripción de la acción ejecutiva de tres años. En tal
caso recibe aplicación el juicio sumario y no el juicio ordinario para el cobro de la obligación que
dejó de ser ejecutiva por el transcurso del plazo de tres años, pero que subsiste como ordinaria.

8º A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el


contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 696; y".

Con el juicio sumario no se puede perseguir la cuenta misma, sino que solamente la
declaración judicial acerca de la existencia de la obligación de rendir la cuenta.
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El juicio de cuentas propiamente tal está reglamentado en los artículos 693 y siguientes del
Código.

Finalmente, es menester tener presente que, de acuerdo al Código Orgánico de Tribunales, "las
cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del gerente o del liquidador de las
sociedades comerciales y los demás juicios sobre cuentas" son materias de arbitraje forzoso (Art.
227, Nº3), y que, de acuerdo a jurisprudencia unánime, ese tipo de arbitraje sólo nace cuando las
cuentas han sido objetadas por la parte a quien se rinden.

9º A los juicios en que se ejercita el derecho que concede el artículo 945 del Código Civil
para hacer cegar un pozo".

En la actualidad, el Art. 945 del Código Civil se encuentra orgánicamente derogado. Todo lo
relativo a los derechos de aguas está regido por el Código de Aguas. La referencia al citado artículo
945 debe entenderse efectuada al artículo 65 del Código de Aguas.

Finalmente, cabe señalar que dentro de la estructura del Código de Procedimiento Civil
encontramos dos artículos que hacen aplicables el juicio sumario, no obstante no encontrarse
enunciados en el inc. 2º del Art. 680. Tales materias son:

a) El procedimiento de divorcio temporal se tramita de acuerdo a las reglas del juicio sumario:
"El juicio sobre divorcio temporal se someterá a los trámites del procedimiento sumario" del Art.
754 C.P.C.

Este artículo 754 fue derogado por la Ley 19.947, pasando esa materia a ser competencia de
los tribunales de familia ( art. 8 N° 16 de la Ley 19.968), la que se tramita conforme al
procedimiento ordinario contemplado en el Titulo III de esa Ley. ( arts 9 y sgtes), con las
modificaciones contenidas en las reglas especiales de la Ley 19.947.

b) La demanda de jactancia (Art. 271 C.P.C. )

La distinción que hemos hecho entre los casos de aplicación del juicio sumario contemplada en
el inciso 1º (aplicación general) y en los del inciso 2 (aplicación especial), no es asunto que
carezca de importancia.

En primer lugar, tiene importancia para los efectos de determinar su aplicación.


Tratándose de un caso de aplicación general ella corresponde que sea determinada por el tribunal
de primera instancia. En cambio, tratándose de la aplicación especial ella es efectuada por el
legislador, y su aplicación es obligatoria para el tribunal y las partes.

En segundo lugar, resulta trascendente la distinción, puesto que sólo respecto de los casos en
que el procedimiento sumario tiene una aplicación general rige el Art. 681, esto es, puede
solicitarse y obtenerse que el tribunal acceda al cambio o sustitución del procedimiento de
sumario a ordinario y viceversa. En los casos en que procede la aplicación especial del juicio
sumario nunca puede tener lugar su sustitución a juicio ordinario, y si se hubiere aplicado el juicio
ordinario para su tramitación lo actuado sería nulo por no haberse dado aplicación por el tribunal al
procedimiento sumario que especialmente se contempla para tal efecto..

4º. Características.

El procedimiento sumario presenta las siguientes características:


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1) La ley quiere que sea un procedimiento RAPIDO, que se reduce en sus trámites a una
demanda con su notificación, una audiencia de discusión y conciliación obligatoria, una fase
probatoria cuando haya lugar a ella, la que se rinde conforme a las reglas de los incidentes, la
citación para oír sentencia y sentencia misma.

La expedición del procedimiento sumario se ha visto reforzado con dictación de la Ley Nº


18.705 de 24 de mayo de 1988, la que incorporó a este procedimiento el trámite de la citación para
oír sentencia. En efecto, la mencionada ley, al respecto, modificó los siguientes artículos del C.P.C.
: el artículo 683 inc. 2 parte final: "Con el mérito de lo que en ella se exponga, se recibirá la causa a
prueba o se citará a las partes para oír sentencia. "El artículo 685: "No deduciéndose oposición, el
tribunal recibirá la causa a prueba, o citará a las partes para oír sentencia, según lo estime de
derecho. "El artículo 687: "Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las
partes para oír sentencia.”. Y el artículo 688, el cual en su inciso segundo señala: "La sentencia
definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días siguientes a la fecha de la resolución que citó
a las partes para oír sentencia.”.

Antes de esta reforma, al no existir resolución de citación para oír sentencia que importa la
clausura del debate, y al discutirse sobre la fatalidad o no fatalidad del término probatorio para
todos los medios de prueba, el juicio sumario podía alargarse "ad eternum", ya que bastaba con que
una de las partes (normalmente el demandado) , dilatare la presentación de los medios de prueba,
para que se retardare la dictación de la sentencia definitiva en la causa.

Todo lo anterior se corrobora con un fundamento histórico en el cual basa la celeridad que el
legislador quiso dar al juicio sumario. En efecto, encontramos en el Mensaje con el que el
Presidente de la República envió el Proyecto de Código al Congreso claramente dicho propósito, al
señalarnos que " a una necesidad análoga (una tramitación sencilla y breve en la distribución de
aguas comunes) se atiende con el procedimiento sumario en aquellos casos en que la ley (Art. 680,
inc. 2º, Art. 271 y 754 del C.P.C.) o la naturaleza del derecho discutido (Art. 680, inc. 1º)
requieren un pronto fallo. "

2) El procedimiento sumario puede ser declarativo, constitutivo o de condena, según sea la


pretensión hecha valer en la demanda y sobre la cual se pronunciará la sentencia.

La sentencia es declarativa cuando se limita a establecer o reconocer derechos o situaciones


jurídicas pre-existentes.

La sentencia será constitutiva cuando establece un estado jurídico nuevo.

Finalmente, la sentencia será de condena cuando lleva en si misma una prestación que
normalmente es de dar, hacer o no hacer.

3) En el procedimiento sumario recibe aplicación el principio formativo del procedimiento


de la CONCENTRACION:

En la audiencia del procedimiento sumario (comparendo) el demandado debe hacer valer toda
clase de defensas, sin importar cuál sea su naturaleza (Art. 690), y todos los incidentes y cuestiones
accesorias que se funden en circunstancias ocurridas con anterioridad. Tratándose del trámite de la
conciliación obligatoria introducido por la Ley 19. 334, éste debe verificarse también la audiencia
de contestación de la demanda, una vez que se haya evacuado ese trámite, conforme a lo previsto
en el inciso 2º del artículo 262 del C.P.C.

De este modo, todo el contradictorio y las gestiones obligatorias de conciliación se concentran


en el comparendo de discusión, por lo que todo lo que quede fuera de él no podrá hacerse valer
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después, salvo que se funde en una circunstancia posterior a la audiencia. De ahí que se haya
fallado que "no puede ampliarse la demanda en el juicio sumario después de efectuado el
comparendo. "200

La concentración también recibe aplicación en el sentido de que en la sentencia definitiva se


resuelven todas las cuestiones suscitadas, salvo que se haya hecho valer la excepción dilatoria de
incompetencia del tribunal, en cuyo caso, debe haber un inmediato pronunciamiento. En este
sentido, se ha declarado que “procede revocar de oficio la resolución emitida en la audiencia de
estilo de un procedimiento sumario, recaída en la excepción de falta de personería de quien
comparece por el demandante, puesto que conforme al artículo 690 del Código de Procedimiento
Civil, dicha resolución debió dejarse para sentencia definitiva. 201

4) En el procedimiento sumario se consagra legalmente la aplicación el principio de la


oralidad.

El legislador, para que el procedimiento en estudio cumpliera su objetivo en cuanto a su


rapidez y concentración, quiso que se desarrollara oralmente. Sin embargo, luego niega la
exclusividad en la aplicación de la oralidad en el Art. 682 al expresar que "el procedimiento
sumario será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas escritas en que se
establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen".

En la práctica no se da dicha oralidad pretendida por el legislador.

En efecto, la demanda se presenta por escrito ante la Corte de Apelaciones respectiva para su
distribución ante uno de los jueces de letras asiento de Corte.

Además, la mayoría de los abogados proceden a contestar la demanda por escrito en la


audiencia y solicitan que ella se tenga como parte integrante de ese comparendo de discusión.

5) En el procedimiento sumario procede el cambio o substitución de procedimiento a juicio


ordinario, cuando es de aplicación general (inc. 1 art. 680) y nunca cuando es de aplicación
especial.

El legislador faculta a cualquiera de las partes para solicitar el cambio de procedimiento, de


sumario a ordinario y viceversa. En verdad, una norma de esta característica debiera estar
contemplada dentro del juicio ordinario y no en el juicio sumario.

"En los casos del inciso primero del artículo anterior, iniciado el procedimiento sumario podrá
decretarse su continuación conforme a las reglas del juicio ordinario, si existen motivos fundados
para ello.

Asimismo, iniciado un juicio como ordinario, podrá continuar con arreglo al procedimiento
sumario, si aparece la necesidad de aplicarlo.

La solicitud en la que se pide la substitución de un procedimiento a otro se tramitará como


incidente". (Art. 681 C.P.C. ) En cuanto a la oportunidad para promover este incidente nada ha
dicho el legislador, por lo que se estima que ella debe presentarse en cualquier estado del juicio y
una vez que concurran los motivos fundados para sustituir el procedimiento sumario a uno
ordinario o cuando apareciere a necesidad de sustituir el ordinario por el sumario.

200 Corte Suprema, Revista de Derecho y Jurisprudencia. ,t. 27, sec. 1º, p. 229.
201 Corte de Apelaciones de Santiago. 4. 4. 1997. Gaceta Jurídica. Año 1997. Abril Nº 202. Pág. 81.
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Algunos han sostenido una tesis mas restringida, señalando que la sustitución de sumario a
ordinario debería solicitarse en la audiencia de discusión; y que el cambio de procedimiento de
ordinario a sumario debería ser requerido como excepción dilatoria y antes de la contestación de la
demanda.

Este incidente tiene el carácter de previo y especial pronunciamiento, y debe ser por ello
tramitado en la misma pieza de autos y ser resuelto previamente y no en la sentencia definitiva
como es la regla general respecto de los incidentes en el juicio sumario.

La resolución que accede a la sustitución del procedimiento sólo produce efectos para futuro,
no afectando los actos que se hubieren realizado con anterioridad de acuerdo con las normas del
procedimiento sustituido.

Finalmente, debemos reiterar que no procede en caso alguno la sustitución o cambio del
procedimiento sumario a ordinario en los casos en que aquél reciba aplicación especial por
encontrarnos en algunos de los casos enumerados en el inciso 2º del artículo 680 del C.P.C.

6) Durante el juicio sumario puede accederse PROVISIONALMENTE A LA DEMANDA,


lo cual es absolutamente inusual en nuestra legislación. (Art. 684) .

El demandante puede pedir en la audiencia que se acceda provisionalmente a la demanda, pero


siempre que se cumplan dos requisitos copulativos, a saber:

a) Que la audiencia se desarrolle en rebeldía de la parte demandada, y

b) Que el demandante invoque fundamentos plausibles.

El demandado, posteriormente, puede apelar u oponerse a la aceptación provisional de la


demanda, pero ni en una u otra situación se suspende el cumplimiento de la sentencia.

7) En el procedimiento sumario procede la citación de los parientes, norma extraña en


cuanto a su ubicación puesto que debiera encontrarse dentro de las disposiciones comunes a todo
procedimiento del Libro I del C.P.C.

En efecto, la citación de parientes es aplicable a múltiples procedimientos (contenciosos y no


contenciosos) en que estén envueltos los menores y, por regla general, en la designación de tutor o
curador.

Esta audiencia a los parientes se encuentra en el Art. 689, precepto que señala: "Cuando haya
de oírse a los parientes, se citará en términos generales a los que designa el artículo 42 del Código
Civil, para que asistan a la primera audiencia o a otra posterior, notificándose personalmente a los
que pueden ser habidos. Los demás podrán concurrir aún cuando sólo tengan conocimiento privado
del acto.

Compareciendo los parientes el tribunal les pedirá informe verbal sobre los hechos que
considere conducentes.

Si el tribunal nota que no han concurrido algunos parientes cuyo dictamen estime de influencia
y que residan en el lugar del juicio, podrá suspender la audiencia y ordenar que se les cite
determinadamente".

En la práctica, no se utiliza como debiera ocurrir legalmente. A los padres se les notifica
personalmente, al resto debiera notificarse por avisos ya que es difícil ubicarlos a todos. En el
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hecho, la audiencia se realiza con los parientes que asistan, notificándose personalmente a los que
se conozca.

8. En el juicio sumario los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma


audiencia de discusión, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de
ésta. (art. 690 inc. 1º. )

De acuerdo con ello, la sentencia definitiva debe pronunciarse sobre la acción deducida y los
incidentes, o sólo sobre éstos, cuando sean previos o incompatibles con aquella.

Si el incidente se funda en un hecho generado con posterioridad a la audiencia deberá


promoverse por la parte tan pronto llegue el hecho a conocimiento de la parte que lo promueva
según la regla general contenida en el artículo 85, sin perjuicio de resolverlo en la sentencia
definitiva conforme a lo prescrito en el artículo 690.

9. En el juicio sumario procede, como regla general, que se conceda la apelación en el sólo
efecto devolutivo y no en ambos efectos, respecto de las resoluciones que se dictan dentro de
él.

La regla general es que se conceda la apelación respecto de todas las resoluciones que se dicten
dentro del juicio sumario en el sólo efecto devolutivo, según se desprende de lo expuesto en el inc.
2º del Art. 691 del C.P.C., situación que en la actualidad tratándose de las sentencias
interlocutorias, autos y decretos no se aparta de la regla general contemplada en el Nº 2 del artículo
194, luego de la modificación que se introdujera a este precepto por la Ley 18. 705, de 24 de mayo
de 1988.

Sin embargo, se contemplan en ese precepto legal dos situaciones excepcionales en las cuales
es procedente que se conceda el recurso de apelación en ambos efectos y no en el sólo efecto
devolutivo, siendo estas las relativas a los recursos de apelación que se interponen en contra de:

a. La resolución que dispone el cambio de juicio ordinario a sumario.

b. La sentencia definitiva, cualquiera sea la parte que intente el recurso.

Al efecto, el artículo 691, en su inciso 1º prescribe que "la sentencia definitiva y la resolución
que dé lugar al procedimiento sumario en el caso del inciso 2º del artículo 681, serán apelables en
ambos efectos, salvo que, concedida la apelación en esta forma, hayan de eludirse sus resultados."

Debemos recordar que el artículo 194, Nº 1 del Código nos señala que cuando es el demandado
el que apela, dicho recurso sólo habrá de concederse en el efecto devolutivo.

Existen aquí una contradicción entre ambos preceptos respecto del recurso de apelación que
deduce el demandado respecto de la sentencia definitiva, debiendo establecerse cual de ellos debe
primar.

En la especie, se ha estimado que debe primar el artículo 691 por sobre el 194, puesto que
aquél es especial respecto de éste.

Al efecto, se ha declarado que “ de conformidad con lo que dispone el Nº 1 del artículo 194 del
Código de Procedimiento Civil, las apelaciones deducidas respecto de las resoluciones dictadas en
contra del demandado en los juicios ejecutivos y sumarios se conceden en el solo efecto devolutivo.
Lo anterior significa que en el concepto resolución se incluyen las sentencias definitivas.
215

“No obstante lo aseverado precedentemente, el artículo 691 del mismo Código, que reglamenta
el recurso de apelación en el juicio sumario, dispone que éste debe concederse en ambos efectos
cuando se trata de sentencia definitiva y de la resolución que dé lugar al procedimiento sumario; a
su vez, esta norma establece una excepción respecto de aquellas sentencias o resoluciones cuando
concedida la apelación en esa forma, hayan de eludirse sus resultados. En consecuencia, la
sentencia definitiva que se dicta contra el demandado determina que el recurso de apelación debe
concederse en ambos efectos, correspondiendo acceder al recurso de hecho que había concedido el
recurso señalado, en el solo efecto devolutivo. ”202

La apelación se tramita en segunda instancia igual que la de los incidentes, o sea, la primera
resolución que dictará el tribunal de alzada será "autos en relación".

10. En el juicio sumario el tribunal de segunda instancia posee un mayor grado de


competencia para la dictación de la sentencia definitiva que en el juicio ordinario.

El Art. 692 del C.P.C. señala un grado mucho mayor de competencia para el tribunal de
segunda instancia en el juicio sumario que el general que existe para el conocimiento y fallo del
recurso de apelación por el tribunal de segunda instancia respecto de los otros procedimientos
civiles.

En Chile existen tres situaciones o grados de competencia y fallo del tribunal de segunda
instancia:

1. Primer grado de competencia:

Sobre la materia, nos señala el Art. 170 del C.P.C. que "las sentencias definitivas de primera o
de única instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros
tribunales, contendrán: 6) La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender
todas las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la
resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas".

Este principio aparece ratificado por lo que establece el artículo 160 del C.P.C. al señalarnos al
respecto que " las sentencias se pronunciarán conforme al mérito del proceso y no podrán
extenderse a puntos que no hayan sido expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo
cuando las leyes manden o permitan a los tribunales proceder de oficio".

Este primer grado de competencia constituye la norma general aplicable al juicio ordinario y a
todo procedimiento que no tenga una disposición especial.

El tribunal de segunda instancia no puede resolver sino las acciones y excepciones que se
hubieren discutido por las partes en la primera instancia y que se hubieren resuelto en el fallo de
primera instancia.

En términos más simples, el tribunal de segunda instancia sólo puede pronunciarse sobre las
acciones y excepciones que se hubieren hecho valer por las partes en la primera instancia y que se
hallarán comprendidas en la sentencia de primera instancia.

Si el tribunal de segunda instancia llegara a pronunciarse acerca de acciones y excepciones que


no se hubieren discutido en la primera instancia y resuelto por la sentencia definitiva dictada en
ella, incurrirá en el vicio de ultrapetita.

202 Corte Apelaciones de Antofagasta. 9. 8. 1993. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XC. 2ª parte. Sec. 2ª. Pág. 17 y sgtes.
216

Sin embargo, existen dos situaciones excepcionales en las cuales el tribunal de segunda
instancia podría entrar a pronunciarse respecto de acciones y excepciones que no se
encontraren resueltas en el fallo de primera instancia, siendo ellas a saber:

a) Cuando el tribunal de primera instancia haya dejado de resolver una acción o excepción por
ser incompatible con la acogida o resuelta.

Al efecto, se establece en el artículo 208 del C.P.C. que "podrá el tribunal de alzada fallar las
cuestiones ventiladas en primera instancia y sobre las cuales no se haya pronunciado la sentencia
apelada por ser incompatibles con lo resuelto en ella, sin que se requiera nuevo pronunciamiento
del tribunal inferior"; y

b) Cuando el tribunal, por norma legal expresa, se encuentre obligado o pueda efectuar
declaraciones de oficio.

Al efecto, se establece en el artículo 209 del C.P.C. que "del mismo modo podrá el tribunal de
segunda instancia, previa audiencia del ministerio público, hacer de oficio en su sentencia las
declaraciones que por la ley son obligatorias a los jueces, aun cuando el fallo apelado no las
contenga".

Entre estas declaraciones que el tribunal puede hacer de oficio están:

b. 1. La declaración de su propia incompetencia (absoluta) :

b. 2. La declaración de nulidad absoluta cuando aparezca de manifiesto en el acto o contrato,


etc.

Cualquier fallo en que el tribunal de segunda instancia exceda la órbita de competencia


contemplada en los artículos 160, 170 Nº 6, 208 y 209 trae como consecuencia la concurrencia de
un vicio (ultrapetita) , que habilita para interponer un recurso de casación en la forma en contra de
la sentencia pronunciada por el tribunal de segunda instancia.

2. Segundo grado de competencia:

El segundo grado de competencia y fallo lo encontramos, precisamente, en el juicio sumario, al


señalarnos el artículo 692, que "en segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de
parte, pronunciarse, por vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en
primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado".

En consecuencia, en el juicio sumario el tribunal de alzada puede pronunciarse sobre todas las
cuestiones debatidas en primera instancia y no sólo respecto de aquellas que se contengan en el
fallo apelado. Para que el tribunal de segunda instancia posea competencia para conocer y
pronunciarse sobre las acciones y excepciones basta con que ellas se hayan deducido en la primera
instancia, aun cuando el fallo dictado en ella no se hubiere pronunciado a su respecto.

En consecuencia, el fallo de segunda instancia no es nulo si, a petición de parte, el tribunal se


pronuncia sobre una cuestión no resuelta por el fallo de primera instancia, pero sobre la cual si
hubiere recaído discusión en dicha instancia.

Finalmente, es importante resaltar que sin mediar solicitud de parte no puede entenderse que el
tribunal de segunda instancia posee este mayor grado de competencia, por lo que de no existir
dicha petición y ejercerse por el tribunal de alzada este mayor grado de competencia incurrirá en la
sentencia de segunda instancia que dicte en el vicio de ultrapetita.
217

Es por ello que es conveniente presentar un escrito solicitando expresamente al tribunal de


alzada que se resuelvan tales acciones o excepciones en que recayó debate, pero que no fueron
resueltas por el tribunal de primera instancia, y no formular una simple petición oral en el alegato
de la cual podría no quedar constancia alguna.

3. Tercer grado de competencia:

Este se encuentra en el Código de Procedimiento Penal, donde se amplía notablemente el


grado de competencia del tribunal de segunda instancia y se atenúa el vicio de ultrapetita.

Al efecto, el Art. 527 del C.P.C. prescribe que "el tribunal de alzada tomará en consideración y
resolverá las cuestiones de hecho y las de derecho que sean pertinentes y se hallen comprendidas en
la causa, aunque no haya recaído discusión sobre ellas ni las comprenda la sentencia de primera
instancia".

Este es el grado más amplio de competencia del tribunal de segunda instancia conociendo del
recurso de apelación en nuestro ordenamiento jurídico, puesto que en él no es necesario que las
cuestiones de hecho y de derecho hayan sido debatidas y comprendidas en el fallo de primera
instancia, sino que basta con que ellas sean pertinentes y se hallen comprendidas en la causa.

De este modo, el tribunal puede jugar con toda la figura delictiva pertinente, por ejemplo,
puede acusar por robo y condenar por robo con homicidio, etc.

De allí que la ultrapetita tiene un alcance mucho más restringido en materia penal que en
materia civil, puesto que ella se configura sólo cuando la sentencia se extienda a puntos inconexos
con los que hubieren sido materia de la acusación o defensa. (Art. 541 Nº 10 del C. P.P.) .

5º. Tramitación.

1. El juicio sumario puede comenzar por medida prejudicial o por demanda (Art. 253 en
relación con el Art. 3 del C.P.C.).

Cuando el juicio comienza por medida prejudicial no se utiliza respecto de la demanda -


cuando sea aplicable- la regla de la distribución de causas. La demanda se presenta ante el mismo
tribunal que conoció de la medida prejudicial.

Si bien el juicio sumario es oral, las partes pueden presentar minutas, con lo que el principio de
la oralidad se ve menoscabado.

La demanda escrita debe contener los siguientes requisitos:

1. Los comunes a todo escrito (Art. 30 y ss.);

2. Los comunes a toda demanda (Art. 254) y

3. Las reglas de comparecencia en juicio, salvo las excepciones legales (Ley 18. 120),
fundamentalmente, el patrocinio y poder.

La providencia que sobre la demanda recae depende de si el demandado se encuentra o no en


el lugar del juicio.

a) Si se encuentra en el lugar del juicio:


218

La resolución será, simplemente, "vengan las partes al comparendo (o audiencia) de discusión


y conciliación el quinto día hábil a . . . . . horas, contando desde la última notificación". Este plazo
es inamovible.

b) Si no se encuentra en el lugar del juicio:

El plazo de cinco días se amplía con todo el aumento que corresponda en conformidad al art.
259 del C.P.C.

"Esta regla fluye de lo establecido en el inciso 1º del artículo 683, el que señala sobre la
materia:" Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después de la
última notificación, ampliándose este plazo, si el demandado no está en el lugar del juicio, con todo
el aumento que corresponda en conformidad a lo previsto en el artículo 259.

Además, cabe tener presente que el tribunal, si lo estima necesario o la ley así lo establece,
puede ordenar que se cite a la audiencia al oficial del ministerio público y al defensor de ausentes. "

Prescribe al efecto, el artículo inc 2º del art. 683 del C.P.C. , que " a esta audiencia concurrirá
el defensor público, cuando deban intervenir conforme a la ley, o cuando el tribunal lo juzgue
necesario. Con el mérito de lo que en ella se exponga, se recibirá la causa a prueba o se citará a las
partes para oír sentencia". Por la Ley 19.806, publicada en el Diario Oficial de 30 de Mayo de
2002, se eliminó la citación al oficial del ministerio público, lo que en la practica era de rarísima
ocurrencia.

Cabe hacer notar que el Art. 683, inc. 1º no habla de notificación al demandado, sino que de
última notificación". Así, puede ocurrir que la última notificación le sea practicada al demandante,
porque, pese a la norma de la notificación de la demanda a éste por el estado diario, los tribunales
pueden no haberla efectuado. En la práctica, el receptor da por notificado personalmente al
demandante y después notifica al demandado, pero cabe la posibilidad de que primero notifique a
éste y después notificar a aquél. El asunto no carece de importancia, porque los plazos se cuentan
en forma distinta, pudiendo, incluso, quedar el demandado rebelde.

Por otra parte, cabe hacer presente que en el juicio sumario sólo cabe el aumento del termino
de emplazamiento conforme a la tabla respectiva cuando el demandado se encuentra fuera del lugar
del juicio, y que no cabe el aumento de los tres días contemplado en el inciso segundo del artículo
258 del C.P.C.

2. La audiencia o comparendo de discusión y conciliación.

A este respecto es menester distinguir dos situaciones:

2. 1. A la audiencia concurren ambas partes:

En este caso, el demandante ratificará su demanda y pedirá que sea acogida en todas sus partes.

El demandado puede defenderse oralmente, caso en el cual habrá de dejarse constancia en acta.

Conforme el art. 690, se aplica el principio formativo del procedimiento de la concentración.


En consecuencia "los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia,
conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta. La sentencia definitiva se
pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o sólo sobre éstos cuando sean previos
o incompatibles con aquélla".
219

Todo incidente, excepción o defensa debe necesariamente hacerse valer en la audiencia y no


existe otra oportunidad procesal para hacerlo. No reciben aplicación, por tanto, las denominadas
"excepciones mixtas o anómalas" del juicio ordinario.

Una vez producida la defensa del demandado, el Tribunal debe llevar a cabo el ofrecimiento de
la conciliación obligatoria, y no produciéndose ella totalmente , pone término a la audiencia;
quedando en resolver si recibe la causa a prueba o citará a las partes para oír sentencia, según si
existen o no hechos pertinentes, sustanciales y controvertidos (Art. 683, inc. 2) .

Sabemos que en el juicio ordinario, el demandado, además de contestar la demanda, puede


reconvenir. Se discute en doctrina si la institución de la "reconvención", puede o no tener
aplicación en el juicio sumario.

Algunos han sostenido, para hacer procedente la reconvención, que las disposiciones del
procedimiento ordinario son supletorias a las de los demás procedimientos especiales en la medida
que no exista oposición. Así, las reglas de la reconvención son comunes y supletorias y no existiría
ninguna norma que estuviera en contravención a las mismas tratándose del juicio sumario.

Pensamos que en el juicio sumario no cabe aplicar la reconvención, porque:

a) No está reglamentada especialmente respecto del procedimiento en comento;

b) Las reglas del juicio ordinario respecto de la reconvención son inaplicables al


procedimiento sumario, porque éste carece de los trámites de réplica y dúplica indispensables para
que el mecanismo de la reconvención opere.

c) En los últimos años se han dictado dos leyes que confirman esta tesis. Tales leyes son la
Ley 18. 101 sobre arrendamiento de predios urbanos, y el Código del Trabajo en sus artículos 410,
411 y 412, normativas que consagran expresamente la existencia de la reconvención. Especial
interés reviste la primera ley, puesto que hace aplicable el procedimiento sumario, y carecería de
efecto que hubiere contemplado expresamente la reconvención respecto del procedimiento de
arrendamiento de predios urbanos si ella procediera conforme a las reglas generales de sumario.

Incluso dentro de la estructura del Código de Procedimiento Civil, en el juicio ordinario de


menor cuantía, que carece de los trámites de réplica y dúplica, el legislador señaló expresamente la
procedencia de la reconvención, situación que no habría sido necesaria de ser la reconvención
procedente conforme a la aplicación supletoria del juicio sumario como se sostiene para hacerla
procedente respecto del juicio sumario.

d) Esta tesis acerca de la improcedencia de la reconvención ha sido reconocida por nuestra


jurisprudencia al señalarnos que "al demandado de comodato precario no le es dable solicitar - para
el evento que se acoja la demanda- que se le paguen los edificios y plantaciones, pues ello importa
una acción reconvencional que no procede ejercitar en el juicio sumario". 203

2. 2. La audiencia se verifica en rebeldía del demandado:

Si el demandado no concurre a la audiencia señalada, el tribunal deberá tener por evacuada la


contestación de la demanda y por efectuado el llamado a conciliación obligatoria en rebeldía del
demandado, y examinará los autos para los efectos de determinar si existen hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos para los efectos de dictar la resolución que reciba la causa a prueba.

203 Corte Suprema, Revista de Derecho y Jurisprudencia. , t, 61, sec. 1, p. 272.


220

La ley franquea al demandante una posibilidad que es enteramente excepcional dentro de la


estructura procesal nacional. En efecto, el demandante puede, en rebeldía del demandado y
existiendo motivo o fundamento plausible, solicitar al tribunal que se acceda provisionalmente a la
demanda.

Al efecto, establece el inciso 1º del artículo 684 que "en rebeldía del demandado, se recibirá a
prueba la causa, o si el actor lo solicita con fundamento plausible, se accederá provisionalmente a
lo pedido en la demanda" "Art. 684, inc. 1º) .

En la práctica, esta vía es poco utilizada.

Frente a esta solicitud y la resolución que la accede provisionalmente a la demanda, el


demandado puede optar por seguir uno de dos caminos:

a) Apelar de la resolución que accede provisionalmente a la demanda, recurso que se concede


en el solo efecto devolutivo y que, por esto, causa ejecutoria (Art. 691, inc. 2) .

b) Formular oposición a la resolución que accede provisionalmente a la demanda. Tal


oposición debe ser fundada y el demandado debe hacerla valer dentro del plazo de cinco días,
contados desde que se notifica la resolución que accede provisionalmente a la demanda. La
oposición no suspende el cumplimiento de la resolución dictada.

Si el demandado formula la oposición, el tribunal cita a una nueva audiencia para el quinto día
hábil después de la última notificación.

Este comparendo, al igual que el anterior, también es de discusión, pero sin alterar la condición
jurídica de las partes: el que fue demandante lo sigue siendo y el que fue demandado pertenece en
tal calidad. Tampoco se altera la carga de la prueba.

Esta segunda audiencia es exclusivamente de discusión y el demandado debe fundamentar el


por qué, a su juicio, no procedía acceder provisionalmente a la demanda. Ya no puede defenderse
respecto del fondo del juicio, porque el derecho para hacerlo ha precluído al no haber concurrido a
la primera audiencia.

En consecuencia, esta segunda audiencia es de discusión, pero restringida, ya que sólo se


discutirá la procedencia o improcedencia de la resolución que accede provisionalmente a la
demanda.

Si el demandado no formula oposición dentro del plazo legal, el tribunal recibirá la causa a
prueba, o citará a las partes para oír sentencia. En efecto, prescribe el Art. 685 que "no
deduciéndose oposición, el tribunal recibirá la causa a prueba, o citará para oír sentencia, según lo
estime de derecho".

En este estadio procesal es conveniente dilucidar los siguientes problemas:

a) ¿Es compatible la oposición con el recurso de apelación? ¿pueden interponerse


conjuntamente la oposición y la apelación? La ley nada dice al respecto, y en su silencio
aparentemente no se aprecia incompatibilidad alguna para hacerse valer ambos medios de
impugnación.

Sin embargo, resultaría absurdo intentarlas conjuntamente dado que si el juez acepta la
oposición ya no existiría la resolución que accede provisionalmente a la demanda, y no habrá de
221

que apelar. En consecuencia, cabría entender que el ejercicio de una de esas facultades genera la
extinción de la otra derivada de la preclusión, por el ejercicio de una facultad incompatible.

b) ¿Cuál es la naturaleza jurídica de la resolución que acoge provisionalmente la demanda?


Esta resolución produce los mismos efectos que la sentencia definitiva, mas, en realidad, de
acuerdo a la clasificación del Art. 158 del C.P.C. , se trataría de una resolución inclasificable.

3. La resolución que recibe la causa a prueba y el término probatorio:

Señala el Art. 686 que "la prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en el plazo y en la forma
establecidas para los incidentes".

La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio sumario se notifica por cédula, dado
que, de acuerdo a la jurisprudencia de nuestros tribunales, esta resolución es previa a la prueba
misma y, por tanto, no quedaría incluida dentro de las expresiones "plazo y forma" del Art. 686.

El término probatorio de los incidentes es de ocho días, el que se cuenta desde la última
notificación de la resolución que recibe la causa a prueba.

El plazo o término probatorio es fatal para todos los medios de prueba en atención a la forma
gramatical que emplea el Art. 90, precepto que comienza a hablar de la prueba en general para
después referirse a la prueba de testigos: "Si es necesaria la prueba, se abrirá un término de ocho
días para que dentro de él se rinda y se justifiquen también las tachas de los testigos, si hay lugar a
ellas" (inc. 1) . Es la prueba general la que debe rendirse dentro del plazo de ocho días y no sólo la
de testigos.

Sin entrar al problema de determinar si el plazo o término probatorio de los incidentes es fatal
o no fatal para todos los medios de prueba, creemos que, circunscribiendo exclusivamente el asunto
al juicio sumario, el término probatorio es fatal para todos los medios de prueba, en atención a los
siguientes fundamentos:

a) Hemos visto que el legislador quiso que el juicio sumario fuera lo más breve posible, a fin
de que, de esta manera, pudiera ser eficaz una acción que por su naturaleza o por la ley lo requiera.

Pues bien, el objetivo del legislador sólo se compatibiliza con la existencia de un plazo fatal,
como en la especie ocurriría.

b) Por otro lado, sabemos que son términos o plazos fatales aquellos en que aparecen
utilizadas las expresiones "en" o "dentro de" (Art. 49 del C. Civil). En el artículo en comento se
utiliza la voz "en", al decir que la prueba "se rendirá en el plazo y. . . “O sea, independientemente
que el término probatorio de los incidentes sea o no fatal para todos los medios de prueba, el
legislador quiso que ese mismo plazo fuera fatal en el juicio sumario. En la actualidad, este
argumento ha perdido fuerza por haberse contemplado la fatalidad de los plazos respecto de todos
los establecidos en el CPC. , de acuerdo a lo previsto en su artículo 64.

Surge otro problema, esta vez vinculado a la reposición de la resolución que recibe la causa a
prueba en el juicio sumario.

Aplicando las reglas generales, sabemos que la resolución que recibe la causa a prueba es
susceptible de recurrirse de reposición, apelando en subsidio dentro del plazo de tres días,
contados desde la última notificación (Art. 319) .
222

Empero, como recibe aplicación el plazo y forma de los incidentes, la lista de testigos debe ser
presentada dentro del plazo de dos días fatales, contados desde la última notificación de la
resolución que recibe el incidente a prueba.

Surge entonces un grave problema vinculado a dos plazos fatales distintos. En efecto, se puede
dar el caso de que se presente una lista de testigos antes de saber con certeza cuáles son los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, puesto que la reposición puede cambiarlos totalmente.

El ex Decano y Profesor Titular de la Cátedra de Derecho Procesal de esta Facultad, don Mario
Mosquera ha sostenido que la reposición no procede respecto de la resolución que recibe la causa a
prueba en los incidentes, en tal caso, el problema resulta ilusorio. Las razones por las cuales es
improcedente la reposición en los incidentes son:

a) El Art. 318 se refiere a la resolución que recibe la causa a prueba y fija los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos en el juicio ordinario de mayor cuantía.

b) El Art. 319 consagra el recurso de reposición y la apelación subsidiaria respecto de la


resolución que recibe la causa a prueba que contempla "el artículo anterior" y no a otro.

c) La resolución que recibe la causa a prueba en los incidentes se encuentra reglamentada en


el Art. 323, al que no se refiere para nada al Art. 319 y, por consiguiente, al recurso de reposición.

Ahora bien, tratándose de la reposición de la resolución que recibe la causa a prueba en el


juicio sumario la situación es distinta. En efecto, hemos dicho que en la fase de prueba del juicio
sumario también recibe aplicación el juicio ordinario en todo aquello que sea anterior al término
probatorio y a la forma de rendir la prueba. Es por eso que la resolución que recibe la causa a
prueba en el juicio sumario se notifica por cédula y no por el estado, como en los incidentes.

El límite, entonces, entre las normas generales y las normas de los incidentes estaría dada por
la resolución que recibe la causa aprueba y por su notificación por cédula. Antes hay aplicación del
juicio ordinario y después de los incidentes.

La solución práctica para evitar cualquier tipo de inconvenientes puede consistir en solicitar la
reposición de la resolución en comento dentro del segundo día y no dentro del tercero y en un
otrosí del mismo escrito pedir que se entienda suspendido, por no haber empezado todavía a correr
el término probatorio, y así poder presentar la lista de testigos correspondiente a una vez fallado el
recurso.

Otra solución, práctica por cierto, dice relación con la presentación de la lista de testigos y a
través de las contrainterrogaciones, llevarlos a los puntos y preguntas que se quiso incluir en los
puntos de prueba de la resolución que recibe la causa a prueba.

En el juicio sumario no hay necesidad de presentar minuta de puntos de prueba, incluso la


contraparte puede oponerse a que los testigos declaren a base de la minuta que se presente.

Los testigos sólo pueden declarar sobre los puntos establecidos por el tribunal.

4. Citación para oír sentencia.

Una vez vencido el término probatorio, el tribunal citará a las partes para oír sentencia:
"Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las partes para oír sentencia".
223

5. Sentencia definitiva.

Finalmente prescribe el artículo 688 que " Las resoluciones en el procedimiento sumario
deberán dictarse, a más tardar, dentro del segundo día". Agregando en su inciso segundo que "La
sentencia definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días siguientes a la fecha de la
resolución que citó a las partes para oír sentencia".
224

CAPITULO II. EL JUICIO DE ARRENDAMIENTO DE BIENES RAICES


URBANOS.
1.- Generalidades.

A la entrada en vigencia del Código de Procedimiento Civil eran aplicables las normas del
contrato de arrendamiento contempladas en el Código Civil (arts 1.915 y sgtes) .En el Código de
Procedimiento Civil se regula en el Título VI del Libro III Los Juicios Especiales del contrato de
arrendamiento, contemplándose en el #1 El desahucio, lanzamiento y retención ( arts 588 a
606);en el # 2 la terminación inmediata del contrato de arrendamiento ( arts 607 a 614) y en el #
3 Las disposiciones comunes a dichos procedimientos.

Con posterioridad, desde la entrada en vigencia del D.L. 520 de 1932, sucesivas leyes
fueron acentuando el carácter de contrato dirigido del arrendamiento de predios urbanos: Ley
11.622, de 1954, conocida como Ley Pereira en homenaje al congresista que impulsó su
tramitación y posterior aprobación, Ley 17.600 de 1972, y D.L. 964 de 1975.

En esas leyes se procedió por el legislador, por motivos de conveniencia social, a regular en
forma especial el contrato de arrendamiento de viviendas, limitando la autonomía de la voluntad
para proteger al arrendatario, regulando las rentas máximas a cobrar y los plazos de desahucio.

En la actualidad y desde el 29 de enero de 1982, rige la Ley 18.101 respecto del


arrendamiento de bienes raíces urbanos, que se contiene en el apéndice del Código Civil. La
última modificación a esa Ley fue introducida por la Ley 19.866, publicada en el diario oficial de
11 de abril de 2003, la que tiene como objetivo modernizar la normativa reguladora de los
arrendamientos de previos urbanos, y especialmente, en relación con el procedimiento a
considerar para la tramitación de esos juicios.

En el artículo 1° de la Ley 18.101 se señala cual es el ámbito de aplicación de esa normativa,


señalándonos que rige respecto de los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos,
entendiéndose por tales los ubicados dentro del radio urbano respectivo. Los contratos de
arrendamiento respecto de esos bienes raíces urbanos se rigen por las disposiciones especiales de
esa ley, y en lo no previsto por ella, por el Código Civil.

Las normas de dicha ley 18.101 se aplican también a los arrendamientos de viviendas
ubicadas fuera del radio urbano, aunque incluyan terreno, siempre que su superficie no exceda de
una hectárea. El contrato de arrendamiento de cualquier otro predio rústico como cualquiera otra
convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así como las medierías y aparcerías
se rigen por las normas contenidas en el Decreto Ley 993, de 1975, que se contiene en el
apéndice del Código Civil.

Conforme al artículo 2 de la Ley 18.101 ella no es aplicable a los siguientes bienes raíces
urbanos:

1.- Predios de cabida superior a una hectárea y que tengan aptitud agrícola, ganadera o
forestal, o estén destinados a ese tipo de explotación;

2.- Inmuebles fiscales;

3.- Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por períodos
continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o turismo;

4.- Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las relaciones derivadas del


225

hospedaje, y

5.- Estacionamiento de automóviles y vehículos.

No obstante, los juicios que se originen en relación con los contratos a que se refieren los
Nos. 3 y 5 de este artículo, se sustanciarán con arreglo al procedimiento establecido en el Título
III de la presente ley.

6.- Las viviendas regidas por la ley Nº19.281.

2.- Normas orgánicas relacionadas con el arrendamiento de bienes raíces urbanos.

En razón de las reglas de la competencia absoluta de la materia y cuantía, se establece en


el artículo 17 de la Ley 18.101, que los jueces letrados de mayor cuantía serán competentes,
conforme a las reglas generales del Código Orgánico de Tribunales, para conocer en única o en
primera instancia de los juicios a que se refiere este Título, sin perjuicio de las atribuciones que
competen en la materia a los jueces de policía local que sean abogados.

Por su parte, el artículo 14 de la Ley sobre Juzgados de Policía Local dispone que en las
ciudades compuestas de una o más comunas en que no tenga asiento de sus funciones un juez de
letras de mayor cuantía, los Jueces de Policía local que sean abogados conocerán además de lo
siguiente:

a.- En única instancia:

1.- De las causas civiles y de los juicios relativos al contrato de arrendamiento cuya cuantía
no exceda de tres mil pesos.

Para la determinación de la cuantía debemos tener presente que el artículo 125 del C.O.T.
dispone respecto de los juicios de arrendamiento que el valor de los disputado se determinará en
los juicios de desahucio y restitución de la cosa arrendada por el monto de la renta o del salario
convenido para cada periodo de pago; y en los de reconvenciones, por el monto de las rentas
insolutas.

Por otra parte, se contempla otra regla especial en relación con la materia, al disponer el
artículo 18 de la Ley 18.101 que de los juicios en que el Fisco sea parte o tenga interés
conocerán en primera instancia los jueces a que se refiere el artículo 48 del Código Orgánico de
Tribunales.

Finalmente, en lo que dice relación con la regla del fuero, el artículo 133 del C.O.T. dispone
que no se considerará el fuero de que gocen las partes en los juicios…….que se tramiten breve y
sumariamente.

Conforme a dichas reglas de la competencia absoluta tenemos:

a.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en primera instancia, cuya cuantía debe exceder de 10 Unidades Tributarias
Mensuales ( art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo 125
del C.O.T.

b.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en única instancia, cuya cuantía no exceda de 10 Unidades Tributarias Mensuales
226

( art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo 125 del C.O.T.
Excepción: Los jueces de policía local que sean abogados, en una comuna donde no tenga su
asiento un juez de letras son competentes para conocer en única instancia los juicios de
arrendamiento cuya cuantía no exceda de $ 3.000.

c.- Que en los juicios de arrendamiento en que sea parte o tenga interés el Fisco son
conocidos siempre en primera instancia por el juez de letras que se contempla en el artículo 48
del C.O.T.; esto es, el juez de letras de asiento de Corte si el Fisco es demandado; o el juez de
letras de asiento de Corte o el del domicilio del demandado si el Fisco es demandante; y

d.- En los juicios de arrendamiento no se aplica el fuero atendido que el procedimiento


contemplado por el legislador es de aquellos que se tramitan breve y sumariamente.

En materias de competencia relativa, será competente el tribunal ante el cual se hubiere


prorrogado la competencia, sea expresa o tácitamente.

A falta de prórroga de la competencia, debemos distinguir si la pretensión es mueble o


inmueble.

Si la pretensión es inmueble, como ocurre en los juicios de desahucio y restitución, en que


se persigue la entrega del inmueble, será competente el juez del lugar en que debe cumplirse la
obligación, el del lugar donde se contrajo la obligación o el del lugar donde está ubicado el
inmueble, a elección del demandante según lo previsto en el artículo 135 del C.O.T.

En el procedimiento de terminación de contrato de arrendamiento por falta de pago de las


rentas, se persigue una pretensión inmueble como es la entrega de éste, y otra mueble, como lo
es el pago de las rentas, por lo que de conformidad a lo previsto en el artículo 137 del C.O.T.si
una misma acción tuviere por objeto reclamar cosas muebles e inmuebles será juez competente
el del lugar en que estuvieren ubicados los inmuebles. Esta regla es aplicable en los casos en que
se entablen conjuntamente dos o más acciones, con tal que una de ellas por lo menos sea
inmueble.

Las reglas de distribución de causas se debe deberán aplicar si en virtud de las reglas de
la competencia absoluta y relativa se hubiere llegado a determinar que existe en la comuna mas
de un juez de letras competente.

Consideramos que no existe inconveniente que los conflictos que se promueven con motivo
del contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos puedan ser sometidos a arbitraje por las
partes, dado que no existe norma legal alguna que contemple la existencia de un arbitraje
prohibido respecto de estas materias. Debemos tener presente que la Ley 17.600 prohibió
expresamente el arbitraje en estas materias, por lo que debemos entender que si el legislador no
ha reproducido semejante prohibición en las leyes posteriores que han regulado el contrato de
arrendamiento, debemos entender conforme a las reglas generales que nos encontramos ante un
caso de arbitraje facultativo.

3.- Normas procedimentales relacionadas con el arrendamiento de bienes raíces urbanos.

3.a.- Aplicación de las normas procedimentales de la Ley 18.101.

El artículo 7 de la Ley 18.101 dispone que las normas de que trata este Título (De la
competencia y Procedimiento) se aplicarán a los juicios relativos a los contratos de
arrendamiento de inmuebles a que se refiere el artículo 1° de esta ley.
227

Deberán aplicarse, en especial, a los juicios siguientes:

1.- Desahucio;

2.- Terminación del arrendamiento;

3.- Restitución de la propiedad por expiración del tiempo estipulado para la duración del
arriendo;

4.- Restitución de la propiedad por extinción del derecho del arrendador;

5.- De indemnización de perjuicios que intente el arrendador o el arrendatario, y

6.- Otros que versen sobre las demás cuestiones derivadas de estos contratos.

Es evidente que la enumeración reviste un carácter meramente enunciativa conforme a lo


previsto en el inicio del precepto (deberán aplicarse, en especial,) y a lo previsto en el N° 6.

En consecuencia, el procedimiento previsto en la Ley 18101 deberá aplicarse a todos los


juicios sobre materias relacionadas con un contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos e
incluso a los excluidos de la aplicación de la Ley en los N°s 3 y 5 del art. 2 de la Ley 18.101,
como son las viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por
períodos continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o
turismo; y los estacionamiento de automóviles y vehículos.

3.b. Procedimiento de desahucio.

En los contratos en que el plazo del arrendamiento se haya pactado mes a mes y en los de
duración indefinida, el desahucio no requiere fundarse en causal alguna, y puede ser dado por
el arrendador sólo por alguna de estas formas:.

1°.- Judicialmente o

2°.- Mediante notificación personal efectuada por un Notario.

En estos casos, el plazo de desahucio será de dos meses, contado desde su notificación, y se
aumentará en un mes por cada año completo que el arrendatario hubiera ocupado el inmueble.
Dicho plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de seis meses.

El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de expirar el plazo anterior y,
en tal caso, estará obligado a pagar la renta de arrendamiento sólo hasta el día de la restitución.
(art.3 Ley 18.101).

En los contratos de plazo fijo que no exceda de un año el arrendador sólo podrá solicitar
judicialmente la restitución del inmueble y, en tal evento, el arrendatario tendrá derecho a un
plazo de dos meses, contado desde la notificación de la demanda.

En este casos el arrendatario podrá restituir el inmueble antes de expirar el plazo de


restitución y sólo estará obligado a pagar la renta de arrendamiento hasta el día en que aquélla se
efectúe.(art.4 Ley 18.101).

Finalmente, en los contratos de arrendamiento de inmuebles destinados a la habitación con


plazo fijo superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del arrendatario de
228

subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo caso éste podrá poner término anticipado al
contrato sin la obligación de pagar la renta por el período que falte.(art. 5 Ley 18.101).

3.c. Procedimiento de restitución.

Cuando el arrendamiento termine por la expiración del tiempo estipulado para su duración,
por la extinción del derecho del arrendador o por cualquier otra causa, el arrendatario continuará
obligado a pagar la renta de arrendamiento y los gastos por servicios comunes que sean de su
cargo, hasta que efectúe la restitución del inmueble.

Si el arrendatario abandonare el inmueble sin restituirlo al arrendador, éste podrá solicitar


al juez de letras competente que se lo entregue, sin forma de juicio, con la sola certificación del
abandono por un ministro de fe. Dicho funcionario levantará acta del estado en que se encuentre
el bien raíz al momento de su entrega al arrendador y remitirá copia de ella al tribunal .

3.d. Procedimiento terminación contrato arrendamiento por falta de pago de rentas.

De conformidad a lo previsto en el artículo 1977 del Código Civil, la mora de un período


entro en el pago de la renta, dará derecho al arrendador después de dos reconvenciones, entre las
cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar inmediatamente el arriendo, si no se
presta seguridad competente de que se verificará dentro de un pago razonable, que no bajará de
treinta días.

Conforme a lo prescrito en el artículo 10 de la Ley 18.101, cuando la terminación del


arrendamiento se pida por falta de pago de la renta, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 1.977 del Código Civil, la segunda de las reconvenciones a que dicho precepto se refiere
se practicará en la audiencia de contestación de la demanda.

Al ejercitarse la acción de terminación del arrendamiento por falta de pago de la renta


aludida podrán deducirse también, conjuntamente, la de cobro de las rentas insolutas en que
aquélla se funde y las de pago de consumos de luz, energía eléctrica, gas, agua potable y de
riego; gastos por servicios comunes y de otras prestaciones análogas que se adeuden.

Demandadas esas prestaciones, se entenderán comprendidas en la acción las de igual


naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante la tramitación del juicio y hasta que la
restitución o el pago se efectúe.

3.e. Normas procedimentales de la Ley 18.101.

El artículo 8 de la Ley 18.101, reemplazado íntegramente por el artículo 1° N° 5 de la Ley


19.866, de 11 de abril de 2003, fijó un procedimiento regido por las normas de la oralidad,
concentración, inmediación y de la sana crítica.

La aplicación de la oralidad y de la inmediación establecida por el legislador nos parece


mas bien la consagración de una loable aspiración que una centrada realidad, dado la actual
estructura organizacional de los jueces de letras conduce a que el juez en la misma sala
audiencia y a idéntica hora debe conocer comparendos de contestación, prueba de testigos,
absolución de posiciones, remate de inmuebles, resolver el despacho diario, etc., sin que exista
ningún funcionario encargado de preparar la realización de la audiencia, asegurándose de la
citación y asistencia de las personas necesarias para su realización, y con una infraestructura que
ni siquiera tienen contemplados sistemas de audio para el registro de las audiencias, mínimo
indispensable para la realización de audiencias en un sistema de oralidad.
229

Para que la oralidad e inmediación del procedimiento sea una realidad y no una mera
aspiración se requiere una adecuada estructura orgánica de los tribunales, con una clara
separación de funciones jurisdiccionales y administrativas, que permita la distribución de
asuntos de manera que un juez se concentre sólo en uno de ellos en la hora de audiencia, y con
funcionarios e infraestructura que permita la efectiva materialización de un sistema oral.

Dicha modificación se introdujo por el legislador para contemplar un procedimiento más


rápido y eficaz que el procedimiento sumario modificado que se contemplaba primitivamente en
el artículo 8° de la Ley 18.101.

En la actualidad, el artículo 8 no contempla remisión alguna al juicio sumario, sino que por
el contrario, en la historia de la ley, se dejó constancia que debía más bien aplicarse
supletoriamente las normas que regulan los procedimientos de las querellas posesorias. Al
efecto, se señaló por el profesor Tavolari que “si a algún procedimiento se asemeja el nuevo que
se proyecta, es al de las querellas o interdictos posesorios del Título IV del Libro III de ese
Código, título del cual están tomadas varias normas que se adoptan. En consecuencia, habría que
eliminar la referencia al procedimiento sumario….” 204

Finalmente, debemos hacer presente que nuestro legislador debería abstenerse de seguir
introduciendo modificaciones procedimentales en un sistema escrito, y lo que se requiere
derechamente es implementar un sistema oral, con las modificaciones orgánicas y
procedimentales que ello implica.

Las reformas que se introducen a los procedimientos incorporando atisbos de oralidad sin
modificaciones orgánicas y de sistema procedimiental, conllevan a que las normas que se
consagran no se cumplan, como ocurre a titulo ejemplar con la apreciación de la sana crítica que
necesariamente requiere de inmediación para su real vigencia. Por otra parte, seguimos con
practicas de procedimientos escritos dentro de procedimientos orales, como es la absolución de
posiciones, propio del primer procedimiento, en lugar del interrogatorio de partes, que es el
medio de prueba en el procedimiento oral. Finalmente, las normas que contemplan a un juez
como real conductor del proceso, como son las que en un procedimiento oral contemplan las
facultades del juez respecto de una audiencia preparatoria en cuanto a la delimitacion de los
hechos que requieren ser probados y acotamiento de las pruebas que han de rendirse, no se
contemplan dentro del nuevo procedimiento de arrendamiento.

En síntesis, se ha pretendido contemplar un procedimiento oral sin que la estructura de


nuestros tribunales esté preparada para ello, y por otra parte, sin que nuestro sistema
procedimental civil corresponda a un procedimiento oral, sino que mas bien a uno escrito, con
todos los problemas de aplicación e interpretación de las normas a que ello conlleva.

3.f. Procedimiento especial establecido en la Ley 18.101.

El juicio de arrendamiento especial regulado en la Ley 18.101 se rige por las siguientes
reglas:

1) Procedimiento oral y comparecencia personal en primera instancia con renta


inferior a 4 UTM al tiempo de interponer la demanda.

El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas escritas
en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen. (art. 8° N° 1 Ley
18.101).

204 Anexo de documentos sesión 26 del Senado, de 22 de enero de 2003, pág 3.211
230

Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en primera instancia, en los


juicios cuya renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior a cuatro
unidades tributarias mensuales. (art. 8° N° 10 Ley 18.101).

2) Requisitos de la demanda.

En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que pretende valerse la


demandante. En el escrito de demanda se debe incluir una nómina conteniendo la
individualización de los testigos que el actor se proponga hacer declarar, (art. 8° N° 3 Ley
18.101).

3) Providencia que debe recaer en la demanda.

Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después de la
última notificación. (art. 8° N° 1 Ley 18.101).

4) Notificación de la demanda al demandado y a terceros.

Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del C:P.C., se presumirá de pleno derecho
como domicilio del demandado el que corresponda al inmueble arrendado.

Además, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma del inciso


primero del artículo 553 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en el caso del artículo 44
se hará la notificación en la forma indicada en el inciso 2. de dicho artículo, aunque el
querellado no se encuentre en el lugar del juicio. (art. 8° N° 2 Ley 18.101).

De acuerdo con las reglas anteriores, la notificación del artículo 44 basta que se certifique
por el ministro de fe que el demandado ha sido buscado en dos días distintos en el inmueble
arrendado, para que el tribunal decrete la notificación conforme a lo previsto en aquel precepto
legal. Atendida la existencia de una presunción de derecho, el demandado no podrá alegar que
la nulidad notificación por haberse practicado en el inmueble arrendado, aunque no tenga en
dicho lugar su domicilio.

Finalmente, a petición del arrendador, en los juicios de arrendamiento en que se solicite la


entrega del inmueble, el juez podrá hacer notificar la demanda a las empresas que suministren
gas, energía eléctrica o agua potable, y en tal caso el demandado será el único responsable de
los consumos mientras dure la ocupación del inmueble por él mismo o por las personas a su
cargo. Las empresas no podrán excepcionarse alegando ignorancia del domicilio del deudor.(art.
14 Ley 18.101).

5) Nómina de testigos del demandado.

La nómina con los testigos del demandado debe presentarse hasta antes de las 12:00 horas
del día que preceda al de la audiencia. (art. 8° N° 3 Ley 18.101).

6) Desarrollo de la Audiencia.

6.1. Asistencia.

La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista. (art. 8° N° 4 Ley 18.101).
231

6.2. Relación verbal demanda y contestación. Derecho legal de retención.

La audiencia se iniciará con la relación verbal de la demanda y continuará con la


contestación verbal del demandado. (art. 8° N° 4 Ley 18.101).

Si el demandado reclama indemnizaciones haciendo valer el derecho de retención que


otorga el artículo 1.937 del Código Civil, deberá interponer su reclamo en la audiencia. El
tribunal resolverá en la sentencia definitiva si ha lugar o no a la retención solicitada. (art. 9 Ley
18.101).

6.3.Reconvención.

6.3.1.Oportunidad y requisitos.

En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor, debiendo en el mismo acto dar


cuenta de los medios de prueba que sustentan su pretensión. (art. 8° N° 5 Ley 18.101).

6.3.2.Tramitación.

De la reconvención se dará traslado a la demandante, la que podrá contestar de


inmediato o reservar dicha gestión para una nueva audiencia que puede solicitar el
demandante a realizarse dentro de los 5 días siguientes, a objeto de proceder a la
contestación de la misma y a la recepción de la prueba que ofrezca. (art. 8° N°s 5 y 6 inc.3°
Ley 18.101). En ambos casos, la reconvención será tramitada y resuelta conjuntamente con
la cuestión principal. (art. 8° N° 5 Ley 18.101).

Las partes se entenderán citadas de pleno derecho a dicha nueva audiencia y se


procederá en ella en conformidad a las reglas de celebración de la audiencia que se han
señalado. (art. 8° N°s 6 inc.3° Ley 18.101

En este caso, cualquiera de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia el
examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto.(art. 8° N°s 6 inc.3° Ley 18.101

6.4. Llamado conciliación obligatorio.

Acto seguido se procederá obligatoriamente al llamado a conciliación;

6.5. Citación oír sentencia.

Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales, pertinentes y controvertidos


que deban ser acreditados, citará de inmediato a las partes para oír sentencia. (art. 8° N° 6
inc.2° Ley 18.101).

6.6. Recepción causa a prueba.

En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá los puntos sustanciales,


pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados, procediendo de inmediato a la
recepción de la prueba ofrecida en la demanda y la contestación. (art. 8° N° 6 inc.1° Ley
18.101).

El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar los medios probatorios que
estime pertinentes. (art. 15 Ley 18.101).
232

6.7 Prueba de testigos

La prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso de aquél que conoce
de la causa. (art. 8° N° 7 Ley 18.101).

Sólo podrán declarar hasta cuatro testigos por cada parte (art. 8° N° 3° Ley 18.101).

6.8. Citación para oír sentencia

Concluida la recepción de la prueba, las partes serán citadas a oír sentencia. (art. 8° N° 7
Ley 18.101).

6.9. Incidentes

Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia, conjuntamente


con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta. (art. 8° N° 8 Ley 18.101).

7.- Valoración de la prueba.

La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica. (art. 8° N° 7 Ley
18.101).

8.- Sentencia definitiva.

La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes,


o sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla. (art. 8° N° 8 Ley
18.101).

9.- Recurso de apelación.

9.1. Resoluciones apelables.

Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y las resoluciones que
pongan término al juicio o hagan imposible su continuación. (art. 8° N° 9 Ley 18.101).

9.2. Efectos en que debe ser concedida la apelación.

Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto devolutivo. (art. 8° N° 9 Ley


18.101).

9.3. Vista del recurso de apelación.

El recurso de apelación tendrá preferencia para su vista y fallo. (art. 8° N° 9 Ley


18.101).

9.4. Prohibición de otorgamiento de orden de no innovar.

Durante la tramitación del recurso de apelación no se podrá conceder orden de no


innovar. (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
233

9.5. Competencia tribunal de alzada.

En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte, pronunciarse por


vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser
falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado, (art. 8° N° 9
Ley 18.101).

10. Cosa juzgada formal provisional.

Si se declarare sin lugar el desahucio o la restitución, el actor no podrá intentar


nuevamente tales acciones sino transcurrido seis meses desde que haya quedado ejecutoriada
la sentencia de rechazo, a menos que se funden en hechos acaecidos con posterioridad a
la fecha de presentación de la demanda. (art. 16 Ley 18.101).

11.- Cumplimiento de la sentencia.

El cumplimiento de las resoluciones que se dicten en los juicios de arrendamiento de


bienes urbanos se regirá por las reglas generales.

Sin embargo, cuando las resoluciones ordenaren la entrega de un inmueble, se aplicará lo


prescrito en el artículo 595 del código de procedimiento civil. Ello significa que si ratificado
el desahucio, llega el día señalado para la restitución sin que el arrendatario haya desalojado
la finca arrendada, éste será lanzado de ella a su costa, previa orden del tribunal notificada en
la forma establecida por el artículo 48.

En estos juicios y en los de comodato precario, el juez de la causa, decretado el


lanzamiento, podrá suspenderlo en casos graves y calificados, por un plazo no superior a
treinta días.(art. 13 Ley 18.101).Si el tribunal rechaza la solicitud que formule el arrendatario,
que se tramita como incidente de previo y especial pronunciamiento, se debe proceder a
ordenar la ejecución del lanzamiento sin más trámite.

12.- Oponibilidad procesal. Situación de los subarrendatarios.

Para que a los subarrendatarios les sean oponibles lo obrado y la sentencia recaída en los
juicios de desahucio, de restitución o de terminación del arrendamiento por falta de pago de
la renta seguidos contra el arrendatario, les deberá ser notificada la demanda o deberán
haberse apersonado a la causa.

Con tal fin, en dichos juicios el ministro de fe, en el acto de notificación personal de la
demanda, requerirá de juramento al demandado acerca de la existencia o no de
subarrendatarios y, en caso afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe deberá dejar
constancia escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble.

Si la demanda no hubiere sido notificada personalmente, el mismo requerimiento lo


deberá hacer el tribunal en la audiencia respectiva de contestación, si concurriere el
demandado y, en caso afirmativo, se suspenderá ésta, se ordenará notificar a los
subarrendatarios y se citará a una nueva audiencia, la que tendrá lugar una vez practicadas las
notificaciones pertinentes o una vez que los subarrendatarios se hayan apersonado a la
causa.(art. 11 Ley 18.101).

Como resguardo de los derechos de los subarrendatarios, se establece que en los juicios
de terminación del arrendamiento por falta de pago de la renta seguidos contra un
234

subarrendador, los subarrendatarios podrán pagar al demandante, antes de la dictación de la


sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el arrendatario. Si así lo hicieren,
enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a ser reembolsados de ellas por el
subarrendador, con más el interés corriente a contar de su pago, o a imputarlas a las rentas
más inmediatas; todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que correspondan.(art.12 Ley
18.101).

Esta es una norma que constituye una excepción a la regla contenida en el artículo 1977
del Código Civil ya que los subarrendatarios no están obligados a pagar en la audiencia, sino
que en cualquier estado del juicio, mientras no se haya dictado sentencia de primera
instancia.

4.- Algunos aspectos sustantivos de la Ley 18.101.

La Ley 18.101 contiene una serie de disposiciones sustantivas, siendo las mas
trascendentes las siguientes:

4.1. Irrenunciabilidad derechos del arrendatario.

Son irrenunciables los derechos que la Ley 18.101 confiere a los arrendatarios.(art. 19.
Ley 18.101).

4.2. Presunción de renta a favor del arrendatario cuando contrato no consta por
escrito.

En los contratos de arrendamiento regidos por esta ley que no consten por escrito, se
presumirá que la renta será la que declare el arrendatario. .(art. 20. Ley 18.101).

4.3. Reajustabilidad sumas adeudadas según unidad de fomento.

En caso de mora, los pagos o devoluciones que deban hacerse entre las partes de todo
contrato de arriendo, regido o no por la Ley 18.101, se efectuarán reajustados en la misma
proporción en que hubiere variado el valor de la unidad de fomento entre la fecha en que
debieron realizarse y aquella en que efectivamente se hagan.

Cuando se deban intereses, se calcularán sobre la suma primitivamente adeudada, más el


reajuste de que trata el inciso anterior. .(art. 21. Ley 18.101).

4.4 Aplicación ley a subarrendadores y subarrendatarios.

Todo lo dispuesto en la Ley 18.101respecto de los arrendadores y arrendatarios se


aplicará, en su caso, a los subarrendadores y subarrendatarios, respectivamente.(art. 22. Ley
18.101).

4.5. Sistema de pago por consignación por depósitos en Tesorería.

En caso de negativa del arrendador a recibir la renta de arrendamiento o a otorgar el


correspondiente recibo al arrendatario que no deseare recurrir al procedimiento de pago por
consignación establecido en el párrafo 7° del Título XIV del libro IV del Código Civil, podrá
depositar aquélla en la unidad del Servicio de Tesorerías que corresponda a la ubicación del
inmueble, indicando el nombre, apellidos y la residencia del arrendador.
235

Dicha unidad le otorgará el respectivo recibo y comunicará al arrendador, por carta


certificada, la existencia del depósito. Este pago se considerará hecho al arrendador para todos
los efectos legales; pero su suficiencia será calificada en el juicio que corresponda.

El retiro del depósito por el arrendador no significará renuncia a sus derechos ni producirá
los efectos previstos en el inciso tercero del artículo 1.956 del Código Civil.

Si trascurridos tres años desde la fecha del ingreso del depósito en el Servicio de Tesorerías,
el arrendador no hubiere efectuado su retiro, los fondos correspondientes pasarán a rentas
generales de la Nación.(art. 23. Ley 18101).

4.6. Auxilio de la policía para garantizar el derecho legal de retención del


arrendador.

Para los efectos del artículo 1.942 del Código Civil (derecho legal de retención del
arrendador), a los contratos de arrendamiento regidos por la Ley 18.101 les será aplicable lo
dispuesto en el artículo 598 del Código de Procedimiento Civil.(art. 23 bis Ley 18101).

El artículo 598 citado, dispone que si el arrendatario pretendiera burlar el derecho de


retención que concede al arrendador el artículo 1942 del Código Civil extrayendo los objetos a
que dicho artículo se refiere, podrá el arrendador solicitar el auxilio de cualquier funcionario de
policía para impedir que se saquen esos objetos de la propiedad arrendada.

El funcionario de policía prestará este auxilio sólo por el término de dos días, salvo que
transcurrido este plazo le exhiba el arrendador copia autorizada de la orden de retención
expedida por el tribunal competente.

4.7. Sanción de determinadas conductas con multas, a imponerse por juez que conoce
del juicio de arrendamiento.

Serán sancionados con multas de una a sesenta unidades de fomento, que impondrá el juez
que conozca del juicio en que sea controvertido el hecho que las motiva:

1) El arrendatario que, en los casos contemplados en los incisos segundo y tercero del
artículo 11, incurriere en falsedad en la declaración, sea acerca de la existencia o no de
subarrendatarios, sea acerca de sus nombres;

2) El subarrendador que, habiendo percibido las rentas de subarriendo, no pagare la renta


del arrendamiento y a consecuencias de ello el subarrendatario fuese lanzado del inmueble y

3) El arrendador que injustificadamente se negare a otorgar al arrendatario la autorización


para abandonar el inmueble y retirar sus muebles, o el recibo que acredite el pago de la renta de
arrendamiento.

Las multas indicadas serán de beneficio fiscal e ingresarán a Rentas Generales de la Nación,
(art. 24 Ley 18.101).
279

CUARTA PARTE. EL JUICIO EJECUTIVO


CAPITULO PRIMERO: GENERALIDADES

I. INTRODUCCION.

a.- Generalidades.

El ejercicio de la función jurisdiccional comprende las tres etapas o momentos de


conocimiento, fallo y ejecución de lo juzgado de acuerdo a lo previsto en los artículos 73 de la
Constitución Política, en adelante C. Pol , y 1º del Código Orgánico de Tribunales, en adelante el
C.O.T.

Los dos primeras fases o etapas de conocimiento y fallo del ejercicio de la jurisdicción se
contemplan en todo procedimiento, sea éste meramente declarativo, constitutivo, de condena o
cautelar; y se desarrollan en los períodos de conocimiento, prueba y fallo comprendidas en todo
procedimiento.

La tercera fase de la jurisdicción correspondiente a la ejecución de lo juzgado no siempre debe


concurrir, puesto que no es necesario ejercer la acción de cosa juzgada respecto de las sentencias
meramente declarativas y de las constitutivas, dado que éstas por su sola dictación opera sus
efectos sin necesidad de una ejecución forzada; y en el caso de las de condena no siempre será
necesario requerir su cumplimiento compulsivo, puesto que el demandado puede cumplir
voluntariamente la prestación contenida en el fallo del tribunal, sin necesidad de iniciar en ese caso
un nuevo procedimiento ejecutivo para cumplir lo resuelto.

Además, resulta conveniente tener presente como nos señala Manuel Egidio Ballesteros que
“la atribución de hacer ejecutar lo juzgado no es propia científicamente hablando de los tribunales
de justicia. El rol esencial del tribunal es juzgar. La sentencia, en cuanto pone fin a la controversia
de las partes i fija sus derechos, corresponde al fin de la institución judicial i en interés de la
sociedad se confiere a la sentencia un valor eminente, una fuerza invencible, que consiste en la
autoridad de cosa juzgada. Una vez dictado su fallo, la misión natural del juez queda cumplida, su
jurisdicción debiera terminar i agotarse sus poderes. Es al poder ejecutivo a quien propiamente
corresponde la ejecución de la sentencia i darle la fuerza de un mandato de la autoridad pública.
Así, en muchos pueblos la ejecución de una decisión judicial esta confiada a los ajentes de la
administración. En Chile, como en otros países, se ha adoptado un sistema diferente, dando a los
tribunales mismos la autoridad suficiente para hacer ejecutar sus decisiones; pero al ejercitar esta
atribución el juez desempeña propiamente una delegación especial de la autoridad ejecutiva,
distinta del poder judicial que, por su naturaleza, debiera limitarse a dictar sentencias declarando
derechos.229

En la actualidad, respecto de la fase de ejecución deberíamos distinguir la realización de los


actos que no son de naturaleza jurisdiccional como lo es el apoderamiento e investigación de
bienes, las notificaciones, el embargo, administración y liquidación de bienes, todos los cuales no
revisten naturaleza jurisdiccional y que por ello podría ser encomendados a terceros como ocurre
con el Oficial de ejecución en muchos países europeos, y por otra parte, dictar las resoluciones para
resolver las cuestiones jurídicas que pueden presentarse al respecto en caso de oposición o
afectación indebida de derechos, como seria conocer y resolver las oposiciones del ejecutado,
decretar fuerza pública, disponer el embargo en caso de oposición, resolver las tercerías, etc.

229Ballesteros, Manuel Egidio. La lei de organización i atribuciones de los tribunales de Chile. Pág 12.Imprenta
Nacional.1890 Santiago. Chile.
280

En el Proyecto se sigue esta última línea regulando en su Libros Cuarto (arts 417 a 538) un
juicio ejecutivo en que se radica fundamentalmente en los jueces todas las cuestiones de carácter
jurisdiccional como las antes señaladas que requieren ser resueltas por medio de una resolución
judicial, y se encomienda a los oficiales de ejecución la realización de todas las labores
administrativas en forma directa o a través de terceros, como los martilleros, todo que dice relación
con el proceso de administración y liquidación de bienes, debiéndose acudir siempre a los jueces
para disponer de la fuerza pública.230

La adecuada solución de la fase de administración y liquidación de bienes resulta trascendental


para la eficiencia del funcionamiento de los tribunales, puesto que en la actualidad el ingreso de
asuntos dice relación en más del 90 % a causas sobre gestiones preparatorias y demandas
ejecutivas.

Todo lo relativo a gestiones preparatorias de la vía ejecutiva para generar o complementar un


titulo ejecutivo desaparecen, puesto que ellas en el Proyecto deben ser tramitadas en un
procedimiento monitorio, actualmente inexistente en el proceso civil y a cuyas características nos
hemos someramente referido con anterioridad.

La otra fase, relativa a la administración y liquidación de bienes deberán ser ejecutadas por
terceros denominados oficiales de ejecución, si es que no deseamos que los jueces intervengan en
materias que no revisten ningún carácter jurisdiccional si no son cuestionadas como lo son las
notificaciones al deudor, embargo, retiro de bienes, administración de bienes, liquidaciones de
bienes y pago de deudas, en las que si no se suscita oposición o no es necesario acudir a la fuerza
pública no se justifica la intervención de nuestros jueces. En todo caso, todas esas actuaciones se
encuentran sujetas al control de los tribunales, pudiendo las partes acudir ante ellos para reclamar
de los actos de los oficiales de ejecución que atenten en contra de sus derechos.

Debemos hacer presente que la mayoría de los países de Europa contemplan en la actualidad la
existencia de oficiales de ejecución, de diversas características en cuanto a su naturaleza y
funcionamiento, pero no a jueces encargados de las labores de ejecución.

Haciendo un símil, sería como si nuestros jueces fueran los gendarmes para hacerse cargo del
cumplimiento de las penas privativas o restrictivas de libertad en el proceso penal, en lugar de ser
como órganos jurisdiccionales los garantes permanentes que la ejecución se lleve a cabo con el uso
de la fuerza y en las condiciones previstas en nuestro ordenamiento jurídico para brindar a las
personas siempre una pronta y efectiva tutela en sus derechos.

Si nuestra política pública en materia judicial ha sido que los órganos jurisdiccionales no se
hagan cargo de labores administrativas, como se ha caracterizado la trascendente función de
investigar en el nuevo sistema procesal penal, creemos que llegó la hora de continuar con esa
política respecto de las labores de administración y liquidación de bienes en la fase de ejecución
civil que no reviste en su esencia aquella naturaleza jurisdiccional.

No resulta eficiente para una ejecución que no se contemple en la actualidad ninguna fase de
investigación de bienes, como por otra parte, resulta necesario reconocer que los bienes se liquidan
en mejor forma en el mercado que en el actual sistema contemplado en nuestro sistema

230 Véase Matías Insunza Tagle. El oficial de ejecución en Chile: Una reforma necesaria en Revista de Derecho
Procesal. Facultad de Derecho Universidad de Chile. Págs 509 y sgtes. 2012. Abeledo Perrot y Thomson Reuters. y
Macarena Vargas Pavez. Reflexiones en torno a las figura del oficial de ejecución en el proyecto de reforma a la
justicia civil chilena. Págs 471y sgtes. En Justicia civil y comercial: Una reforma ¿cercana? Editor Francisco Javier
Leturia. Universidad Católica de chile y otros .Mayo 2011
281

judicializado de ejecución, favoreciéndose con la implementación de aquellas medidas a todas las


partes del mismo.

Finalmente, sistémicamente no resulta viable el establecimiento de juicios orales si queremos


que nuestros jueces estén más dedicados a tramitar las fases administrativas de los juicios
ejecutivos que las audiencias que son necesarias para dictar las sentencias que configuran el sello
indeleble de lo que importa verdaderamente administrar justicia en un mundo moderno.

Efectuadas esas breves precisiones previas, nos haremos cargo a continuación sólo del
tratamiento de la ejecución dentro de nuestro C.P.C.

B.- EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES PRONUNCIADAS POR


TRIBUNALES EXTRANJEROS.231 232

a.- Generalidades.

Las sentencias, como emanación del ejercicio de la función jurisdiccional, poseen validez y
eficacia limitadas al territorio del Estado en que se pronuncian.

Sin embargo, tanto la doctrina como la jurisprudencia, nacionales y extranjeras, están


concordes en el hecho de que los fallos y sentencias extranjeras pueden ejecutarse y reconocerse en
Estados distintos a aquellos de donde provienen por razones prácticas evidentes: con tal de eludir
sus efectos, cualquiera de los interesados escaparía al resultado adverso de una sentencia saliendo
del territorio del Estado en donde se produjo la decisión.

A fin de evitar fraudes ostensibles es que se acepta unánimemente la posibilidad de reconocer


y ejecutar resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros.

Es necesario tener presente que no toda sentencia puede ser ejecutada, sino que solo las
sentencias condenatorias o las sentencias declarativas y constitutivas con elementos condenatorios.
"La práctica de someter las sentencias (simplemente) declarativas y las constitutivas extranjeras al
procedimiento del exequátur es equivocada y contraria a texto legal expreso, ya que ese
procedimiento solo procede para las sentencias condenatorias, las únicas susceptibles de ejecución,
y las otras sentencias deben ser reconocidas sin necesidad de exequátur pues no se ejecutan, sólo se
reconocen". 233

b.- Concepto de Exequatur.

Es el acto jurídico procesal, emanado de la Corte Suprema, por el cual se autoriza a cumplir
una sentencia ejecutoriada pronunciada en el extranjero.

c.- Tribunal competente.

Es competente para conocer del asunto la Corte Suprema en Sala. ( art. 247 C.P.c. y 98 N° 10
C.O.T.).

Si la solicitud de cumplimiento de sentencia es de un asunto civil, le corresponde conocer del


exequatur a la Primera Sala o Sala civil según un auto acordado dictado al efecto por la
Corte Suprema.

231 Vid. sobre esta materia. Prof. Jaime Navarrete Barrueto. Derecho Internacional Privado: Parte Especial. Separata 1985. Pagina 9 , siguientes;
Aldo Monsálvez M. "Del cumplimiento en Chile de resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros". Memoria U.C., Ed. Andrés Bello 1973.
Mario P. Chassignolle R. "La sentencia extranjera, la cosa juzgada y el exequátur". Memoria U. de Chile. 1986. Obras especializadas de Derecho
Internacional Privado y de Derecho Procesal.
232 Esta materia se encuentra esencialmente basado en lo señalado por Eduardo Morales Robles. Explicaciones de Derecho Procesal. Tom o II.
Derecho Procesal Civil. Basadas en las clases del profesor titular de la cátedra de Derecho Procesal en la Universidad de Chile don Mario Mosquera
Ruiz.Pags 264 a 270
233 Navarrete Op. Cit. Pág ii (prefacio).
282

d.- Reglas sobre la concesión del exequátur. –


Nuestro legislador procesal ha estructurado el sistema del exequátur partiendo de la existencia
de tratados sobre la materia, a falta de éstos, por el principio de la reciprocidad, y, en su
inexistencia, a las normas sobre regularidad internacional.

e.- Primera regla : Existencia de tratados.-

El artículo 242 C.P.C. nos señala que las resoluciones pronunciadas en país extranjero tendrán
en Chile la fuerza que les concedan los tratados respectivos; y para su ejecución se seguirán los
procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no aparezcan modificados por dichos
tratados.

Los tratados sólo producen efectos entre los sujetos de Derecho Internacional que los suscriben y
ratifican, no siendo oponibles a los que no lo son o no lo han hecho. Resulta lógico, entonces, suponer
que se aplicará un tratado cuando sean partes tanto nuestro país como el Estado del que emana la
resolución judicial.
Ese tratado debe regular los efectos extraterritoriales de los fallos o sentencias judiciales.
Es necesario tener presente que no basta suscribir un tratado para que éste produzca todos sus
efectos, ya que para ello habrán de cumplirse todos los requisitos que el Derecho interno de cada
Estado determine. En nuestro país es necesario que se ratifique el acuerdo internacional y, para
que surta efectos, que se publique en el Diario Oficial como ley de la República.

Ejemplo de tratados sobre ejecución de resoluciones judiciales vigentes en nuestra legislación


son:
1°) la Convención sobre el reconocimiento y ejecución de las sentencias arbítrales
extranjeras;
2) La Convención Ínteramericana sobre eficacia extraterritorial de las sentencias y laudos
arbitrales extranjeros.
3) la Convención interamericana sobre cumplimiento de medidas cautelares; etc. (131)

f) Segunda regla: Reciprocidad.

Este principio recibe aplicación solo cuando no existe un tratado bilateral o multilateral que
regule la materia.

Nuestro Código consagra el principio de la reciprocidad en términos positivos y negativos.

En términos positivos, nos señala en el artículo 243 que si no existen tratados relativos a esta
materia con la nación de que procedan las resoluciones, se les dará la misma fuerza que en ella se
dé a los fallos pronunciados en Chile.

Por otra parte, consagrando el principio de reciprocidad en términos negativos, nos señala el
artículo 244 que si la resolución procede de un país en que no se da cumplimiento a los fallos de
los tribunales chilenos, no tendrá fuerza en Chile.

Se ha discutido en nuestra doctrina qué tipo de reciprocidad acepta nuestro Código. Si la


reciprocidad legal, o sea, aquella fundada y protegida por la ley; si la reciprocidad de hecho, esto
es, "el tratamiento que la jurisprudencia extranjera (de acuerdo a la ley, colmando una laguna o
en contra, de la misma) da a las sentencias nacionales" 234; o si ambas.

234 Werner Godschmidt, citado por Aldo Monsálvez M., op. cit. .100
283

El legislador nacional no distingue qué sistema prefiere, por lo que, se ha fallado,


comprende a ambos.

El fundamento del Principio de la Reciprocidad es muy simple: se trata de dar un


tratamiento igual a una situación frente a circunstancias similares.

g) . Tercera regla: Regularidad internacional.-


Este sistema consiste, lisa y llanamente, en que la Corte Suprema, a falta de las dos reglas
anteriores, analice, examine y estudie el fallo extranjero a la luz de ciertos principios básicos. En
esta sede nuestra legislación dista mucho de otras más avanzadas, ya que el examen que el
tribunal realiza no mira al fondo del asunto debatido entre partes o al interés del solicitante, sino
que a meros aspectos formales o de fondo generales, de acuerdo a la materia.
Señala el articulo 245 C.P.C.: "En los casos en que no pueda aplicarse ninguno de los tres
artículos precedentes, las resoluciones de tribunales extranjeros tendrán en Chile la misma fuerza
que si se hubieran dictado por tribunales chilenos, con tal que reúnan las circunstancias
siguientes:

1 Que no contengan nada contrario a las leyes de la República. Pero no se tomarán en


consideración las leyes de procedimiento a que haya debido sujetarse en Chile la substanciación
del juicio;"

El precepto limita la congruencia con las normas chilenas a las leyes sustantivas o de fondo.
No interesa l procedimiento que en el Estado extranjero se utilizó para la tramitación del asunto
y la obtención de la resolución. El procedimiento se rige por las normas del Estado del que
emana la resolución. (lex locus regit actum).

Dentro de las leyes sustantivas se comprende a las de derecho público y a las de derecho
privado, pero de orden público nacional, v.gr., las normas sobre Derecho de Familia.

Se opondrían en el caso de que el asunto fallado en el extranjero verse sobre una materia
que, de acuerdo a las leyes nacionales, debió ser conocido por tribunales chilenos. Así, v.gr.', se
opone a la jurisdicción nacional la resolución que concede la posesión efectiva en Alemania
cuando el último domicilio del causante era Quilpué.

3 Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente notificada
de la acción. Con todo, podrá ella probar que, por otros motivos, estuvo impedida de hacer valer sus
medios de defensa."

Este numeral sufrió una importante modificación. En efecto, antes de la dictación del D.L.
2.349 una resolución extranjera no se podía ejecutar si había sido dictada en rebeldía de la parte
en contra de la que se invoca. Después de la promulgación y publicación de esa ley, basta con
que el ejecutado hubiera sido debidamente emplazado, sin importar para nada si comparecía o no
al juicio, para solicitarse su cumplimiento. Es necesario destacar que el futuro ejecutado puede
probar que estuvo impedido de hacer valer sus medios de defensa por otros motivos, v.gr., caso
fortuito o fuerza mayor. En tal circunstancia, la sentencia no podrá cumplirse.

4 Que estén ejecutoriadas en conformidad del país en que hayan sido pronunciadas".
Esta no es mas que una manifestación del N 1 de este artículo, ya que la ley que establece
cuándo una resolución se encuentra firme o ejecutoriada es una ley procesal, y ésta es la del país
en que se dicto la resolución que se trata de cumplir (lex locus regit actum).
No comprenden las sentencias que causan ejecutoria, las que presentan un marcado carácter
eventual.
284

h).- Procedimiento de exequátur en negocios contenciosos.

El procedimiento es bastante sencillo:

a) Debe presentarse una solicitud ante la Corte Suprema, acompañando una copia legalizada
del fallo que se trata de ejecutar.

La sentencia es un instrumento público, por consiguiente, para que se pueda hacer valer en
este carácter en un procedimiento es menester que sea debidamente legalizada (Artículo 17,
inciso 1 C.C. en relación con el artículo 345 C.P.C.).

La solicitud, además debe cumplir con las normas comunes a todo escrito y con las reglas de
comparecencia en j juicio (Ley 18.120).

En caso de ser necesario, además del documento legalizado, debe acompañarse la


correspondiente traducción.

b) La resolución del tribunal será "traslado", acto jurídico procesal que, por ser el primero
del procedimiento debe notificarse personalmente: "En los casos de jurisdicción contenciosa, se
dará conocimiento de la solicitud a la parte contra quien se pide la ejecución, la cual tendrá para
exponer lo que estime conveniente un término igual al de emplazamiento para contestar
demandas" (Artículo 248, inciso 1 C.P.C.)

c) La parte contra quien se pide la ejecución puede contestar la presentación o no hacer nada:
"Con la contestación de la parte o en su rebeldía, y con previa audiencia del ministerio publico, el
tribunal declarará si debe o no darse cumplimiento a la resolución" (Artículo 248 , inciso 2).
Señala el artículo 250 que "si el tribunal lo estima necesario, podrá abrir un término de prueba
antes de resolver en la forma y por el tiempo que este Código establece para los incidentes". Pasado
este "probatorio", el tribunal debe fallar.
i) Procedimiento de exequátur en negocios no contenciosos.-
En principio se siguen las mismas normas vistas para los negocios contenciosos, pero no se
confiere traslado a la parte contra quien se quiere ejecutar la resolución, ya que esta no existe, que
sí es necesario hacer es dar audiencia al Ministro Público, o sea, al Fiscal de la Corte: "En los
asuntos de jurisdicción no contenciosa, el tribunal resolverá con sólo la audiencia del ministerio
público" (Artículo 249 C.P.C.).
El tribunal, si lo estima conveniente, puede abrir un termino probatorio, en la forma y por el
tiempo del probatorio en los incidentes (artículo 250). Después debe fallar.
j). Procedimiento de exequátur en sentencias arbitrales.-

Existe un trámite o requisito adicional que cumplir en esta materia y es el visto bueno u otro
signo de aprobación emanado de un tribunal superior ordinario del país donde se haya dictado el
fallo. Esto, porque es la única forma de constatar su autenticidad y demostrar su fuerza ejecutiva
(eficacia). (Artículo 246 C.P.C.).
k).Efectos de la concesión del exequátur.-
Partiendo del supuesto de que con el exequátur se persigue la homologación de una sentencia
de condena o simplemente declarativa o constitutiva con efectos de condena; se tiene que la
concesión del exequátur hace que tal resolución pueda invocarse como título o fundamento de una
ejecución posterior.
Con el reconocimiento de una resolución extranjera ésta sirve para generar la excepción de
cosa juzgada, impidiendo que en Chile se pueda renovar un juicio donde concurra la triple
identidad.
285

l) Ejecución del fallo.-

"Mandada cumplir una resolución pronunciada en país extranjero, se pedirá su ejecución al


tribunal a quien habría correspondido conocer del negocio en primera o única instancia, si el
juicio se hubiera promovido en Chile”. (Artículo 251).

El procedimiento a seguir será el que se determine en el tratado que otorga valor al fallo
extranjero y, a falta de este, el que corresponda de acuerdo a las reglas generales de la legislación
chilena.

C.- EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES


PRONUNCIADAS POR TRIBUNALES CHILENOS.
La fase de ejecución de una sentencia pronunciada por un tribunal chileno, cuando tiene
lugar, se materializa a través de los siguientes procedimientos:

a) Procedimiento de ejecución incidental

b) El juicio ejecutivo

c) Procedimientos específicos

d) Procedimientos supletorios de apremio

e) Procedimientos ejecutivos especiales para cumplir determinadas resoluciones en


procedimientos especiales

f) Sin perjuicio, existen además títulos ejecutivos especiales, contemplándose respecto de


ellos un procedimiento ejecutivo especial

I. EL PROCEDIMIENTO DENOMINADO "DE EJECUCIÓN


INCIDENTAL".
a.- Reglamentación.

Este procedimiento se encuentra regulado en el Párrafo 1º, del Título XIX del Libro del
Código de Procedimiento Civil. ( arts 231 a 241).

b.- Naturaleza jurídica.

Nuestra doctrina se divide en la calificación de la naturaleza jurídica de este procedimiento


Mientras algunos consideran que se trata de un juicio ejecutivo especial, otros piensan que es
un incidente".
Es un juicio, porque existe o puede existir una controversia, ya que el ejecutado puede
oponerse a la solicitud de cumplimiento.
Es un procedimiento ejecutivo, porque tiende al cumplimiento forzado de una obligación o de
una prestación que impone o emana de una sentencia ejecutoriada o que causa ejecutoria.
Es un juicio ejecutivo especial, puesto que se aparta sensiblemente del juicio ejecutivo del
Libro III del Código de Procedimiento Civil, las que analizaremos oportunamente.
Otra parte de la doctrina lo califica de un procedimiento incidental, por la relativa rapidez que
presenta en su tramitación. Sin embargo, no podemos hablar de incidente, ya que éste, por esencia,
286

es una cuestión accesoria a una principal, y esta cuestión principal es, precisamente, la ejecución de
la resolución.
No obstante la existencia de esta discusión teórica, en la actualidad ha perdido toda
importancia a la luz de lo que dispone el artículo 44, letra a) de la Ley 18.510 de 14 de Mayo de
1936, cuerpo normativo que restablece los Tribunales del Trabajo y fija su procedimiento. Señala
el precepto que "el procedimiento incidental de que tratan los artículos 233 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil”, tendrá lugar siempre que se solicite el cumplimiento de una sentencia ante
el tribunal que la dictó, dentro de los sesenta días contados desde que la ejecución se hizo exigible"
.

Correcta o incorrecta la calificación legal lo cierto es que tal situación no carece de toda
importancia práctica.235

c.- Tribunal competente.

El procedimiento de ejecución incidental tiene aplicación cuando el cumplimiento de la


sentencia definitiva o interlocutoria de condena, ejecutoriada o que causa ejecutoria, se solicita
dentro de un año contado desde que la prestación contenida en la sentencia se haya hecho exigible,
ante el tribunal que dictó la resolución en primera o en única instancia. El plazo de un año se
contará, en las sentencias que ordenen prestaciones periódicas, desde que se haga exigible cada
prestación o la última de las que se cobren.

El tribunal que dictó la resolución en primera o en única instancia es el único competente


para conocer del cumplimiento de una sentencia a través del procedimiento incidental. En
este caso nos encontramos ante una competencia privativa o exclusiva, puesto que es competente
para conocer del procedimiento de cumplimiento incidental sólo el tribunal que dictó la resolución
en primera o única instancia de acuerdo a lo establecido en los artículos 113 del C.O.T. y en el
artículo 231 del Código de Procedimiento Civil.

d.- Requisitos solicitud.

El procedimiento denominado "de ejecución incidental" se inicia cuando la parte presenta una
solicitud escrita, ante el tribunal que dictó la resolución en primera o en única instancia,
requiriendo el cumplimiento de la sentencia definitiva o interlocutoria de condena, ejecutoriada o
que causa ejecutoria, dentro de un año contado desde que la prestación contenida en la sentencia se
haya hecho exigible. El plazo de un año se contará en las sentencias que ordenen prestaciones
periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se cobren.

Los requisitos que deben concurrir para poder aplicar el procedimiento incidental para poder
ejecutar una resolución judicial miran, unos, a la naturaleza jurídica y estado de la resolución; y otros,
al impulso procesal. Dichos requisitos son los siguientes:

1 Solicitud de parte interesada:


Los tribunales no pueden actuar de oficio, sino que, únicamente a petición del interesado,
como se desprende del artículo 233, inciso 1 que nos señala que el procedimiento se aplicará
"cuando se solicite la ejecución" , y de los incisos 1 y 2 del artículo 237 C.P.C., precepto que
hace aplicable el juicio ejecutivo, procedimiento especial que se inicia por demanda.
2 Sentencia definitiva o interlocutoria:

De acuerdo al artículo 175 C.P.C., sólo las sentencias definitivas o interlocutorias generan la
acción de cosa juzgada.

235 Eduardo Morales robles. Explicaciones de Derecho Procesal. Tomo II. Derecho Procesal Civil. Basadas en las clases del profesor titular de la
Cátedra de Derecho Procesal en la Universidad de Chile don Mario Mosquera Ruiz.Pag.257
287

El artículo 176 prescribe que corresponde la acción de cosa juzgada a aquel a cuyo favor se ha
declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo
en la forma prevenida por el Título XIX de este Libro.

3°.- Las sentencias deben estar firmes o causar ejecutoria.

De acuerdo al artículo 231, se procederá a la ejecución una vez que las resoluciones queden
ejecutoriadas o causen ejecutoria en conformidad a la ley.

4°.- La ejecución debe ser actualmente exigible y solicitarse dentro del plazo de un año
desde que la ejecución se hizo exigible.

El requisito de la exigibilidad se desprende de lo lo previsto en el inciso 1° del artículo 233


según el cual debe solicitarse la ejecución de una sentencia ante el tribunal que la dictó dentro del
plazo de un año contado desde que la ejecución se hizo exigible……….

Conforme al inciso final e plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen
prestaciones periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se
cobren.

Una obligación contenida en una resolución es actualmente exigible cuando no se encuentra


sujeta a un plazo, condición o modo, o cuando encontrándose sujeta a una modalidad se ha
cumplido con ella.

e.- Menciones de la solicitud y notificación.

El ejecutante en su escrito solo debe solicitar el cumplimiento de la sentencia con la adecuada


individualización de ésta, señalando que se encuentra ejecutoriada o causando ejecutoria, y que se
requiere su cumplimiento dentro del plazo de un año, "con citación”

La providencia que sobre la solicitud decaiga será denegatoria o se concederá en la forma


solicitada. En este ultimo caso, la resolución del tribunal será, simplemente, "como se pide, con
citación"

En este sentido, la parte final del artículo 233, inciso 1 C.P.C. nos señala que para la ejecución
de las resoluciones "si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla, se ordenará su
cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide”.

En consecuencia, en el procedimiento de cumplimiento incidental no existe el mandamiento de


ejecución y embargo como ocurre en el juicio ejecutivo para los efectos de requerir el pago,
pudiendo procederse a efectuar el embargo en los casos en que fuere procedente con la resolución
que dispone el cumplimiento de la sentencia con citación".

Esta resolución se notificará por cédula al apoderado de la parte.

Además, el ministro de fe que practique la notificación deberá enviar la carta certificada que
establece el artículo 46 tanto al apoderado como a la parte. A esta última, la carta deberá
remitírsele al domicilio en que se le haya notificado la demanda.

Sin embargo, en caso que el cumplimiento del fallo se pida contra un tercero, éste deberá ser
notificado personalmente.(Artículo 233, inciso 2 C .P . C. ) .

f.- Oposición del ejecutado.

De acuerdo con ello, el demandado tiene tres días fatales, no ampliables y prorrogables,
para oponerse a la ejecución contados desde la notificación por cédula al apoderado de la
parte, sin perjuicio de que debe enviarse además carta certificada tanto al apoderado que tenga
288

constituido en el proceso como a la parte al domicilio en el cual se le hubiera notificado la


demanda. En caso que el cumplimiento del fallo se solicite respecto de un tercero se le deberá
notificar personalmente la solicitud de cumplimiento y la resolución recaída en ella y tiene el plazo
de diez días para formular su oposición. (Arts 233 y 234.).

Al igual que en el juicio ejecutivo, solo existirá controversia que requiera ser resuelta mediante
la dictación de una sentencia definitiva, si el ejecutado o tercero opone excepciones dentro del
plazo legal.

Los requisitos que se establecen respecto de las excepciones en el procedimiento incidental son
las siguientes:

1°.- Solo pueden oponerse las excepciones previstas por el legislador.

Al efecto, nos señala el Art. 234 que la parte vencida sólo podrá oponerse alegando algunas de
las siguientes excepciones. De acuerdo con ello, la posibilidad de defensa está limitada a oponer las
siguientes excepciones:

1.- Pago de la deuda,


2.- Remisión de la misma,
3.- Concesión de esperas o prórrogas del plazo,
4.- Novación,
5.- Compensación,
6.- Transacción,
7.- La de haber perdido su carácter de ejecutoria, sea absolutamente o con relación a lo
dispuesto en el artículo anterior, la sentencia que se trate de cumplir,
8.- La del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo
dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y
9.- La del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la
obra debida.
10.-Falta de oportunidad en la ejecución
11.- El tercero en contra de quien se pida el cumplimiento del fallo podrá deducir, además, la
excepción de no empecerle la sentencia .

2°.- Todas las excepciones deben fundarse en antecedentes escritos, con excepción de las
del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en
el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y la del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta
para la ejecución actual de la obra debida.

3°.- Todas las excepciones deben basarse en hechos acaecidos con posterioridad a la
sentencia de cuyo cumplimiento se trata.; y

4°.- Deben aparecer revestidas de fundamento plausible sólo las excepciones de falta de
oportunidad en la ejecución, la del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida,
en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y la del artículo 534,
esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida,.

g.- Paralelo entre la oposición en el procedimiento incidental y en el juicio ejecutivo.

La oposición del demandado es mucho más restringida que la del ejecutado en el juicio
ejecutivo, puesto que:
289

a) La oposición sólo puede efectuarse alegando las excepciones de pago de la deuda, remisión
de la misma, concesión de esperas o prórroga de plazo, novación, compensación, transacción, la de
haber perdido la sentencia su carácter ejecutoria, la pérdida de la cosa debida conforme a lo
dispuesto en el Título XIX Libro IV del Código civil, la imposibilidad absoluta de ejecución actual
de la obra debida y la falta de oportunidad en la ejecución. El tercero en contra del cual se pide la
ejecución puede oponer además la excepción de no empecerle la sentencia. (art. 234)

En el juicio ejecutivo el ejecutado puede oponer todas las excepciones contempladas en el


artículo 464, las que son bastante más numerosas.

b) La oposición alegando alguna de las excepciones antes señaladas deben fundarse en


antecedentes escritos, salvo las de pérdida de la cosa debida y la imposibilidad absoluta para la
ejecución de la obra debida.

En el juicio ejecutivo no se exige que el ejecutado deba fundar las excepciones en antecedentes
escritos.

c) La oposición que se funde en alguna de las excepciones de falta de oportunidad en la


ejecución, la pérdida de la cosa debida conforme a lo dispuesto en el Título XIX Libro IV del
Código civil, y la imposibilidad absoluta de ejecución actual de la obra debida requieren para ser
admitidas a tramitación que aparezcan revestidas de fundamento plausible.

En el juicio ejecutivo no es posible no admitir a tramitación las excepciones que formule el


ejecutado y que se contemplan en la ley por no aparecer ellas revestidas de fundamento plausible.

d) El plazo para formular la oposición es más breve que en el juicio ejecutivo, y no es


susceptible de ampliarse por notificación fuera de la comuna del tribunal.

e) Todas las excepciones al igual que en el juicio ejecutivo en el cual se solicita el


cumplimiento de una prestación contenida en una sentencia definitiva o interlocutoria firme o que
causa ejecutoria deben basarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo
cumplimiento se trata. (art 237 inc. final)

La oposición en el procedimiento incidental que no reúnan todos los requisitos antes señalados
se rechaza de plano, sin que se confiera traslado de ella a la otra parte para su posterior resolución
por el tribunal como acontece en el juicio ejecutivo y es requisito previo para que el tribunal se
pronuncie acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad de ellas.

La oposición en el procedimiento incidental que reúnan todos los requisitos antes señalados se
tramita de conformidad a las reglas de los incidentes, la que es una tramitación más breve y
concentrada que la establecida respecto de las excepciones en el juicio ejecutivo.

h.- Actitudes del tribunal frente a las excepciones opuestas.


.
Frente al escrito de oposición de excepciones del ejecutado, el tribunal puede adoptar una de
dos actitudes: a) Rechazarlas de plano o b) Acogerlas a tramitación.

a) Rechazarlas de plano:

El juez adoptará esa conducta cuando las excepciones no sean de las indicadas en el artículo
234, inciso 1 C.P.C., se opongan fuera del término fatal o no reúnan los requisitos que las hacen
admisibles, según los casos.
290

En esta situación, se procederá al cumplimiento de la sentencia, siempre que la ley no haya


dispuesto otra forma especial, de acuerdo con el artículo 235 C.P.C.

b) Admitirlas a tramitación:

Habiéndose opuesto las excepciones dentro del plazo legal, cumpliendo con los requisitos
legales y siendo de las enumeradas en el artículo 234 C.P.C., el tribunal debe tramitarlas como
incidentes.

"La oposición se tramitará en forma incidental, pero si las excepciones no reúnen los requisitos
exigidos por el inciso 1º, se rechazará de plano” (Artículo 234, inciso 3º C.P.C).

De acuerdo con ello, la resolución que recaerá en las excepciones será “ Traslado”, y con las
respuesta o no del ejecutante, se continuara con la tramitación del asunto, hasta su resolución.

i.- Procedimiento de Apremio.

Las medidas de apremio para obtener el cumplimiento de la sentencia en el procedimiento


incidental se contemplan en los artículos 235 y siguientes.

De conformidad a lo previsto en el artículo 235, si no ha habido oposición al cumplimiento de la


sentencia solicitado conforme al artículo 233 o ella ha sido desestimada por sentencia de primera o
segunda instancia, se procederá a cumplirla, siempre que la ley no haya dispuesto otra forma especial,
de acuerdo con las reglas siguientes:

1ª Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble, se llevará a
efecto la entrega, haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario;

2ª Si la especie o cuerpo cierto mueble no es habido, se procederá a tasarlo con arreglo al Título
Xll del Libro IV y se observarán en seguida las reglas del número siguiente;

3ª Si la sentencia manda pagar una suma de dinero debemos distinguir:

a) Existen medidas precautorias: Si la sentencia manda pagar una suma de dinero se ordenará, sin
más trámite, hacer pago al acreedor con los fondos retenidos, hecha la liquidación del crédito y de las
costas causadas o se dispondrá previamente la realización de los bienes que estén garantizando el
resultado de la acción de conformidad al Título V del Libro II.

b) No existen medidas precautorias Si no hay bienes que aseguren el resultado de la acción se


procederá a embargar y a enajenar bienes suficientes de la parte vencida de acuerdo con las reglas del
procedimiento de apremio, sin necesidad de requerimiento y deberá notificarse por cédula el embargo
mismo y la resolución que lo ordena;

4ª Si la sentencia obliga a pagar una cantidad de un género determinado, se procederá de


conformidad a las reglas del número anterior; pero si es necesario, se practicará previamente su
avaluación por un perito con arreglo al Título XII del Libro IV;

5ª Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la subscripción de un


instrumento o la constitución de un derecho real o de una obligación, se procederá de acuerdo con el
procedimiento de apremio en las obligaciones de hacer; pero se aplicará lo prescrito en el número 3°
de este artículo cuando sea necesario embargar y realizar bienes, y

6ª Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de perjuicios y, de


conformidad a lo establecido en el inciso segundo del artículo 173, se ha reservado al demandante el
derecho de discutir esta cuestión en la ejecución del fallo, el actor deberá formular la demanda
291

respectiva en el mismo escrito en que pida el cumplimiento del fallo. Esta demanda se tramitará como
incidente y, de existir oposición al cumplimiento del fallo, ambos incidentes se substanciarán
conjuntamente y se resolverán en una misma y única sentencia.

En todo lo que no esté previsto en este artículo se aplicarán las reglas que se establecen en el
juicio ejecutivo para el embargo y el procedimiento de apremio; pero la sentencia se cumplirá hasta
hacer entero pago a la parte vencedora sin necesidad de fianza de resultas, salvo lo dispuesto en el
artículo 774 y en otras disposiciones especiales.

Si la sentencia ordena el pago de prestaciones periódicas y el deudor retarda el pago de dos o más,
podrá el juez compelerlo a prestar seguridades para el pago, tal como la de convertir las prestaciones
en los intereses de un capital que se consigna al efecto, en un Banco, Caja de Ahorros u otros
establecimientos análogos. Este capital se restituirá al deudor tan pronto como cese la obligación. Esta
petición se tramitará en forma incidental. (Art. 236. )

Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas tendientes a dejar
sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.

El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado medio a
máximo. (Art. 240) .

Las reclamaciones que el obligado a restituir una cosa raíz o mueble tenga derecho a deducir en
razón de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no haya hecho valer en el juicio en que se
dictó la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en forma incidental con audiencia de las partes,
sin entorpecer el cumplimiento de la sentencia, salvo las excepciones legales. Art. 239.

Las apelaciones que se deduzcan contra las resoluciones que se dicten en conformidad a lo
dispuesto en los artículos precedentes de este título, se concederán sólo en el efecto devolutivo.
Tratándose de juicios de hacienda, estas apelaciones se colocarán de inmediato en tabla y gozarán de
preferencia para su vista y fallo. (Art. 241. )

j.- Cumplimiento respecto de terceros.-

Se trata de personas que, sin ser parte en el juicio declarativo anterior, tienen interés actual
en sus resultados, afectándoles, consiguientemente, la cosa juzgada del fallo.

En general, las mismas normas vistas anteriormente se aplican al cumplimiento respecto de


terceros, salvo tres reglas especiales:
1 . La resolución que ordena el cumplimiento con citación de la persona en contra de quien
se pide, se notifica personalmente .

2. El tercero en contra de quien se pida al cumplimiento del fallo podrá deducir, además de las
excepciones indicadas en el articulo 234, inciso 1 C.P.C., la excepción de no empecerle la
sentencia.
3. La oposición debe ser formulada dentro del término fatal de diez días hábiles, contados
desde la notificación.

k.- Diferencias entre el procedimiento ejecutivo incidental y el juicio ejecutivo ordinario.


292

Las principales diferencias que existen entre estos dos procedimientos son las siguientes:

PROCEDIMIENTO DE EJECUCION JUICIO EJECUTIVO ORDINARIO


INCIDENTAL
Se inicia con una simple solicitud de Se inicia con una demanda ejecutiva. (art 254)
cumplimientote una sentencia ejecutoriada
o que causa ejecutoria, con citación.

La resolución que se dicta dando lugar a la La resolución que se dicta dando lugar a la
ejecución es : Como se pide con citación. ejecución es: Despáchese.

No existe mandamiento de ejecución y Existe requerimiento de pago, el que se efectúa


embargo, y basta la resolución como se con el mandamiento de ejecución y embargo.
pide con citación para efectuar
requerimiento de pago

La notificación de la resolución que da a Si es la primera notificación, debe efectuarse la


la ejecución se realiza por cedula al notificación a la parte en forma personal.
apoderado de la parte y carta cerificada a
este y a la part. Al tercero, se le notifica
personalmente.

El término para oponer excepciones es de El plazo para oponer excepciones es de 4 días,


3 días fatales y no prorrogables según el ampliable en cuatro días y mas la tabla de
lugar en que se practica la notificación. El emplazamiento, según el lugar en que se practica
tercero posee siempre un plazo de 10 días el requerimiento.
para oponer excepciones.

El plazo se cuenta desde la notificación de El plazo para oponer excepciones no se cuenta


la resolución como se pide, con citación desde la notificación de la demanda, sino que
desde el requerimiento de pago.

El escrito de oposición de excepciones El escrito de oposición de excepciones debe


tiene limitaciones, por cuanto debe dar indicar los medios de prueba de que piensa
cumplimiento según de fundarse en valerse.
antecedentes escritos, fundarse en hechos
acaecidos con posterioridad a la sentencia
que se trata de cumplir y aparecer
revestidos de fundamento plausible.

Termino probatorio es el de los incidentes, El término probatorio es de 10 días.


por lo que su duración es de 8 días.

El apremio se tramita en el cuaderno El apremio se tramita en cuaderno separado;


principal, y existe embargo cuando se existe mandamiento de ejecución y embargo; y el
solicita el pago de una suma de dinero embargo siempre debe practicarse sobre bienes
solo si no existen medidas precautorias. ejecutado si éste no paga en el acto del
requerimiento.
293

2. EL PROCEDIMIENTO O JUICIO EJECUTIVO

El procedimiento ejecutivo se encuentra, regulado en el libro iii, títulos i y ii del c.p.c., al que
dedicaremos un extenso análisis.

Este procedimiento ejecutivo para el cumplimiento de una sentencia recibe aplicación cuando
el ejecutante no utiliza el denominado " procedimiento incidental de ejecución", porque no quiere o
porque ha transcurrido el año dentro del cual habría debido iniciarlo.

En este caso nos encontramos ante una competencia acumulativa o preventiva, puesto que es
competente para conocer del juicio ejecutivo, a elección de la parte que hubiere obtenido en el
pleito, el tribunal que dictó la resolución en primera o única instancia o el que sea competente en
conformidad a los principios generales establecidos en la ley según lo prescrito en el artículo 114
del C.O.T.

Para la ejecución de una sentencia es más conveniente utilizar el procedimiento incidental que
el ejecutivo por ser mas rápido en su tramitación, limitarse en mayor forma la defensa del
ejecutado; y permitir evitarse trámites del apremio como es el embargo en caso de haber existido
medidas precautorias durante el curso del procedimiento declarativo.

Tratándose del cumplimiento de resoluciones civiles pronunciadas por los tribunales


extranjeros, es menester obtener previamente el exequátur de parte de la Corte Suprema de acuerdo
al procedimiento contemplado en el párrafo 2 del Título XIX del Libro I del Código de
Procedimiento Civil.

Una vez obtenido el exequátur en virtud del cual se manda cumplir una resolución pronunciada
en país extranjero, se pedirá su ejecución al tribunal a quien habría correspondido conocer del
negocio en primera o en única instancia, si el juicio se hubiera promovido en Chile de acuerdo a lo
establecido en el artículo 251.

Cabe destacar que el juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no sólo recibe
aplicación para los efectos de exigir el cumplimiento de una sentencia definitiva o interlocutoria
condenatoria, firme o ejecutoriada, sino que también respecto de las obligaciones contempladas en
los títulos ejecutivos contemplados en el artículo 434.

3. PROCEDIMIENTOS ESPECIFICOS.

Por otra parte, el legislador procesal civil, dentro del C.P.C., ha estructurado procedimientos
específicos para el cumplimiento de algunas resoluciones judiciales.

Según la naturaleza de la prestación que va envuelta en la resolución que se trata de ejecutar,


existe un procedimiento para obtener la restitución de inmuebles en el juicio de arrendamiento y
comodato como es el lanzamiento contemplado en el artículo 595; en el juicio de hacienda,
respecto del Fisco, no cabe el cumplimiento compulsivo, contemplándose un procedimiento
administrativo para la ejecución que se materializa con la dictación de un decreto supremo, previo
informe del Consejo de Defensa del Estado, de acuerdo a lo previsto en el artículo 752.

4. PROCEDIMIENTOS SUPLETORIOS DE APREMIO

Finalmente, existen procedimientos supletorios de apremio para el cumplimiento de las


resoluciones, recibiendo aplicación toda vez que las tramitaciones anteriores no se pueden utilizar
en virtud de la naturaleza de la prestación. Estos procedimientos consisten, lisa y llanamente, en
multas que no excedan de una unidad tributaria mensual o arrestos hasta de dos meses, los que se
294

pueden aplicar prudencialmente por el tribunal y en forma reiterada hasta obtener el cumplimiento
de la resolución de acuerdo a lo previsto en el artículo 238.

5. PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS ESPECIALES PARA CUMPLIR


DETERMINADAS RESOLUCIONES EN PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

Existen ciertos procedimientos ejecutivos especiales para cumplir determinadas


resoluciones en procedimientos especiales, destacándose como los más importantes los
siguientes:

a) El o los procedimientos ejecutivos en materia laboral (pago de multas, incumplimiento de


obligaciones previsionales, etc. ) ;

b) El procedimiento compulsivo del juicio de alimentos, contemplado en la Ley 14. 908 sobre
abandono de familia y pago de pensiones alimenticias;

c) Los procedimientos ejecutivos especiales contenidos en el Código Tributario, etc.

6. TÍTULOS EJECUTIVOS ESPECIALES, CONTEMPLANDO RESPECTO DE ELLOS


UN PROCEDIMIENTO EJECUTIVO ESPECIAL

Finalmente, cabe destacar que el legislador se ha encargado de crear también determinados


títulos ejecutivos especiales, contemplando respecto de ellos un procedimiento ejecutivo
especial en diversas leyes para obtener el cumplimiento de la obligación contenido en ellos,
pudiendo destacarse las siguientes:

a) El procedimiento especial de realización de la prenda civil (D. L. 776) ;

b) El procedimiento para la realización de la prenda agraria (Ley Nº 4. 097) ;

c) El procedimiento para la realización de la prenda de valores mobiliarios en favor de los


Bancos (Ley Nº 4. 287) ;

d) El procedimiento para la realización de la prenda sin desplazamiento (Ley Nº 18. 112,


modificado por la Ley 20.190 de 2007) ;

e) El procedimiento para la realización y ejecución de un contrato de prenda en contratos de


compraventa de cosas muebles a plazo (Ley Nº 4. 702) ;

f) El procedimiento para la realización en los Almacenes Generales de Depósito o Warrants


(D. S. Nº 178) ;

g) El procedimiento para la realización de la prenda industrial (Ley Nº 5. 687) ;

h) El procedimiento especial establecido en la Ley General de Bancos para el cobro de


préstamos hipotecarios efectuados por los bancos con la emisión de títulos de crédito (Artículo 98)
;

II. Características.

Las características del juicio ejecutivo son las siguientes:


295

1º. Es un procedimiento de aplicación general

El juicio ejecutivo es un procedimiento de aplicación general, no obstante tratarse de un


juicio especial, de acuerdo a lo prescrito en los artículos 2º y 3º del C.P.C.

Decimos que es de aplicación general por cuanto es supletorio de las disposiciones de los
juicios ejecutivos especiales.

2º. No tiene como único objetivo el cumplimiento de las resoluciones judiciales

El juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no tiene como único objetivo el
cumplimiento de las resoluciones judiciales, sino que presenta el importante fin de cumplir o
ejecutar todas las obligaciones que consten en un documento indubitado, al que se le considere
como título ejecutivo por el legislador.

3º. Procedimiento de carácter compulsivo o de apremio

El juicio ejecutivo es un procedimiento de carácter compulsivo o de apremio, donde todo


conduce a la realización de bienes para los efectos de cumplir con la obligación contenida en el
título ejecutivo.

El apremio se manifiesta desde el inicio del procedimiento con el embargo, el que conducirá,
en caso de que no se opongan excepciones o que las excepciones opuestas sean rechazadas, a la
liquidación de los bienes embargados y posterior pago al acreedor de su obligación con lo obtenido
en ella.

4º. Su fundamento es la existencia de una obligación indubitada

El fundamento del juicio ejecutivo es la existencia de una obligación indubitada, que consta
de un título ejecutivo.

El legislador parte de la base de que existe una presunción de verdad acerca de la existencia de
una obligación en el hecho de constar ésta en un título ejecutivo. Esta presunción de verosimilitud
de la existencia de la obligación genera una serie de limitaciones respecto de la defensa del
demandado.

5º. Limita los medios de defensa del demandado-ejecutado

El juicio ejecutivo se caracteriza porque limita los medios de defensa del demandado-
ejecutado. Esto se manifiesta claramente en que:

5. a) El legislador enumera taxativamente las excepciones que puede oponer el ejecutado en el


artículo 464. Esto lo diferencia del juicio ordinario, donde el demandado puede oponer todas las
excepciones y defensas que estime conveniente.

5. b) El escrito en que el ejecutado opone las excepciones es eminentemente formalista,


exigiendo la ley el cumplimiento estricto de los requisitos que al respecto establece, obligando al
ejecutado a señalar las excepciones que se hacen valer, los fundamentos de hecho y de derecho en
los cuales se basan las excepciones opuestas, y los medios de prueba de los cuales piensa valerse
para acreditar la o las excepciones.

5. c) Existe un brevísimo plazo para que el ejecutado se defienda a contar del requerimiento de
pago, término que además de ser breve ha tenido siempre el carácter de fatal, circunstancia esta
296

última que actualmente no reviste mayor particularidad ante el otorgamiento a todos los plazos
contemplados en el Código de Procedimiento Civil ese carácter mediante la modificación que se
introdujera al artículo 64 del C.P.C.

5. d) Las apelaciones que el ejecutado interpone durante la tramitación del juicio ejecutivo se
conceden en el solo efecto devolutivo de acuerdo a lo establecid
cual significa que en ningún caso el ejercicio de ese medio de impugnación suspenderá la
tramitación del procedimiento ejecutivo, a menos que se conceda una orden de no innovar por el
tribunal de alzada.

En cambio, las apelaciones que interpone el ejecutante, por regla general, se concederán en
ambos efectos en contra de la sentencia definitiva.

6º. Es un procedimiento de ejecución singular.

Nuestro juicio ejecutivo es un procedimiento de ejecución singular, en el cual el deudor se


dirige en contra de su deudor independientemente de que tenga otros acreedores y de que su
patrimonio sea o no suficiente para hacer frente a su responsabilidad.

Sin embargo, es necesario tener presente que en nuestro ordenamiento jurídico no rige el
principio de la prioridad, sino que el de la par conditio creditorum según el cual los acreedores se
pagan a prorrata de sus créditos, a menos que gocen ellos de preferencia. Las formas que tienen los
acreedores preferentes de hacer valer su crédito preferente en un proceso ejecutivo que se sigue
adelante por un acreedor preferente de grado inferior o valista es la tercería de prelación; y la forma
que tiene un acreedor valista de concurrir al pago de su acreencia cuando el deudor no tuviere otros
bienes en un proceso ejecutivo seguido por otro acreedor es la tercería de pago.

La ejecución concursal o universal parte de la existencia de una pluralidad de acreedores y


de un patrimonio del deudor insuficiente para satisfacer todos los créditos, persiguiéndose en el
proceso que sea liquidado el patrimonio del deudor para con su producto pagar a los acreedores
que acudan al llamamiento público de verificar sus créditos.

El proceso de ejecución universal es el procedimiento de quiebra que se regula en el Libro


IV del Código de Comercio.

Los procesos de ejecución singular y universal, no obstante sus profundas diferencias


presentan algunas semejanzas, como las siguientes: a) Ambos procesos solo pueden ser iniciados
a instancia de parte y no de oficio por el tribunal; b) Ambos procedimientos requiere de la
existencia de un titulo ejecutivo para su inicio, dependiendo en el juicio de ejecución universal
que se requiera de uno o tres o mas títulos ejecutivos según si el deudor desarrolla o no una
actividad comercial, industrial minera o agrícola. ( art 43 N°s 1 y 2 Libro IV. C.Com).c) En
ambos procedimientos se produce la afectación de bienes del deudor y su realización forzosa
para con su producto pagar a los acreedores, afección que se produce con el embargo en el juicio
ejecutivo y con la declaración de quiebra en el proceso universal. La administración de los
bienes en el proceso de ejecución individual se efectúa por el depositario, y en el juicio concursal
por el síndico de quiebras que se designe. d) En la ejecución individual se debe proceder a
embargar solo los bienes suficientes para cubrir el crédito cuyo pago se demanda, en cambio en
la ejecución universal se produce la incautación de todos los bienes del fallido para proceder al
pago de los créditos de todos los acreedores que concurran en el proceso verificando sus
créditos. e) Si el ejecutado no es el depositario de los bienes embargados se pierde por este las
facultades de administración de esos bienes, en cambio en el proceso de quiebra pronunciada su
declaración el fallido queda inhibido de pleno derecho de la administración de todos sus bienes
presentes, salvo aquellos que sean inembargables.( art 64 Libro IV. C.Com)
297

7°.- En caso que el ejecutado no oponga excepciones, la tramitación del cuaderno


ejecutivo o principal del juicio ejecutivo termina en el instante mismo en que ha vencido el
plazo para que el ejecutado las deduzca

En el juicio ordinario de mayor cuantía la ausencia o no comparecencia del demandado


dentro del termino de emplazamiento importa que precluye su facultad de contestar la demanda,
pero el procedimiento debe proseguir con posterioridad en sus diversos trámites, contemplándose la
intervención del demandado respecto de todos ellos hasta la dictación de la sentencia definitiva que
resuelva el conflicto. La no comparecencia del demandado dentro del termino de emplazamiento
sólo genera la preclusión de su facultad para contestar la demanda, pero no importa el término del
procedimiento.

En el juicio ejecutivo, en cambio, si el ejecutado permanece inactivo y no opone excepciones


dentro del término legal, fatal e individual se omitirá el pronunciamiento de la sentencia definitiva
y el mandamiento de ejecución y embargo hará las veces de ésta, considerándosele ejecutoriada
para todos los efectos legales. En consecuencia, en caso de que el ejecutado no oponga
excepciones, la tramitación del cuaderno ejecutivo o principal del juicio ejecutivo termina en el
instante mismo en que ha vencido el plazo para que el ejecutado las deduzca.

La cuestión controvertida en el juicio ejecutivo versa única y exclusivamente sobre las


excepciones que opone el ejecutado, justificándose por ello que en caso de no hacerse ellas valer
termine la tramitación del cuaderno ejecutivo, y haga las veces de sentencia ejecutoriada el
mandamiento de ejecución y embargo.

8º. Se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro III del C. P. C y
además por las "Disposiciones comunes a todo procedimiento"

Es claro que el juicio ejecutivo se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro
III del C.P.C. Mas, no son esas las únicas disposiciones que reglamentan el procedimiento cuyo
estudio comenzamos.

En efecto, rigen también las "Disposiciones comunes a todo procedimiento" del Libro I del
C.P.C. y las reglas del Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía, del Libro II del mismo Código.
Esta aplicación se establece claramente en el Artículo 3º del C.P.C.

III. Clasificación.

1º. De acuerdo a la naturaleza de la obligación que se trata de cumplir.

El juicio ejecutivo se clasifica en:

a) Juicio ejecutivo de obligación de dar;

b) Juicio ejecutivo de obligación de hacer;

c) Juicio ejecutivo de obligación de no hacer;

Surgió el problema de determinar qué procedimiento se aplicaba en las obligaciones de


entregar. La historia de la ley nos indica que en la sesión 25 de la Comisión Mixta, se comprendió
dentro del procedimiento ejecutivo de obligaciones de dar a las de entregar, ya que el Código Civil
señala en su artículo 1548 que "la obligación de dar contiene la de entregar la cosa, y si es de
298

cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la entrega, so pena de pagar los perjuicios al
acreedor que no se ha constituido en mora de recibir".

En vista de ello, en la sesión 25 de la Comisión Mixta el señor Vergara hizo indicación para
suprimir en el epígrafe de este titulo " del juicio ejecutivo en las obligaciones de dar" la frase "o de
entregar" por cuanto la obligación de entregar está sin duda comprendida en la de "dar" como lo
dispone expresamente el artículo 1548 del Código Civil, aceptándose por la Comisión esta
indicación.

2º. De acuerdo al campo de aplicación de las normas legales.

El juicio ejecutivo se clasifica en:

a) Procedimientos ejecutivos de aplicación general, utilizables prescindiendo de la fuente


misma de la obligación, y

b) Procedimientos ejecutivos de aplicación especial, que se utilizan en razón de la naturaleza


de la obligación.

3º. De acuerdo a la cuantía

El juicio ejecutivo se clasifica en:

a) Juicio ejecutivo de mayor cuantía, regulado en los Títulos I y II del Libro III del C.P.C. , y

b) Juicio ejecutivo de mínima cuantía, regulado en el Título XIV, Párrafo 2 del libro III del
C.P.C.

No existe un procedimiento ejecutivo de menor cuantía, el cual queda comprendido en el de


mayor cuantía.
299

SEGUNDA PARTE: JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE DAR

I. GENERALIDADES.

En primer término y como vistazo general se puede afirmar que el procedimiento ejecutivo
por obligación de dar se tramita en dos cuadernos; el ejecutivo y el de apremio.

En el cuaderno ejecutivo o principal se contemplan todos los trámites tendientes a la


obtención de la resolución del conflicto, consistente en la oposición de las excepciones. Es decir, en
este cuaderno se comprenderán la demanda ejecutiva, la oposición de las excepciones, la respuesta
a las excepciones, la resolución que recibe a prueba la causa, todos los trámites y actuaciones
relativos a la rendición de ella, las observaciones a la prueba rendida, la citación para oír sentencia,
las medidas para mejor resolver y la sentencia definitiva. Cabe destacar que en el juicio ejecutivo
no es procedente el tramite de la conciliación conforme a lo previsto en el artículo 242 del C.P.C.

En el cuaderno de apremio se contienen todos los trámites destinados a obtener el


cumplimiento forzado de la obligación mediante la afección de bienes del ejecutado para ello a
través del embargo, lo que generalmente se logra mediante su liquidación previo el retiro de los
bienes embargados y posterior remate o pública subasta de los mismos. La resolución que siempre
va a estar presente y que inicia el cuaderno de apremio es el "mandamiento de ejecución y
embargo", llevándose a cabo el embargo sin importar si el ejecutado opone o no excepciones, y
procede que se continúe con su tramitación del cuaderno de apremio luego del practicado el
embargo, sólo una vez que se haya dictado en el cuaderno ejecutivo una sentencia definitiva en la
que se rechacen las excepciones opuestas por el ejecutado.

En este segundo cuaderno de apremio se contendrá el mandamiento de ejecución y embargo,


que lo inicia, y todas las diligencias tendientes a la realización de los bienes, las que varían con
posterioridad al embargo de acuerdo a la naturaleza de los bienes embargados (embargo, retiro de
especies, remate como procedimiento general; y embargo, aprobación de tasación, aprobación de
bases de remate, publicación de avisos, acta de remate, respecto de bienes inmuebles),
terminándose luego de ella con el pago al acreedor. .

De lo expuesto, podemos desprender que existe una clara vinculación entre el cuaderno
ejecutivo y el cuaderno de apremio.

En primer lugar, al presentarse la demanda ejecutiva, si el tribunal la acoge a tramitación dicta


en el cuaderno ejecutivo la resolución “Despáchese” mandamiento de ejecución y embargo, siendo
la primera actuación que se contiene en el cuaderno de apremio la consistente en la resolución
Mandamiento de ejecución y embargo.

En segundo lugar, el embargo que es una actuación de la cual debe dejarse constancia en el
cuaderno de apremio, no puede ser impedido que se realice con motivo de la oposición de
excepciones del ejecutado. En consecuencia, si se oponen excepciones en el cuaderno ejecutivo,
ellas solo producen la paralización de la tramitación del cuaderno de apremio con posterioridad a la
realización del embargo, suspensión de la tramitación que se mantendrá hasta la dictación de la
sentencia condenatoria en el cuaderno ejecutivo.

En tercer lugar, dictada que sea la sentencia condenatoria de remate en el juicio ejecutivo, esta
causa ejecutoria, por lo que se reiniciará la tramitación del cuaderno de apremio para los efectos de
proceder a verificar todos los trámites necesarios destinados a la realización de los bienes
embargados.
300

En el juicio ejecutivo pueden existir otros cuadernos, como son:

a) Los de tercería, en los cuales interviene un tercero, por lo general, excluyente del ejecutado
y del ejecutante.

Las tercerías que contempla el Código de Procedimiento Civil y que pueden dar lugar a la
formación de estos cuadernos son: la tercería de dominio, la tercería de posesión, la tercería de
prelación y la tercería de pago.

Las tercerías, cualquiera que sea la naturaleza de éstas, nunca producen el efecto de suspender
la tramitación del cuaderno ejecutivo.

Las tercerías de dominio y posesión, por regla general, no suspenden la tramitación del
cuaderno de apremio. Excepcionalmente, la tercería de dominio y posesión suspenden la
tramitación del cuaderno de apremio en los casos previstos en el artículo 522.

Las tercerías de prelación y pago no suspenden el procedimiento de liquidación de los bienes


embargados que debe verificarse en el cuaderno de apremio, sino que tan solo el pago que debe
efectuarse con el producto de dicha liquidación al ejecutante.

b) Los de incidentes, que se originan por las cuestiones accesorias que no sean de previo y
especial pronunciamiento promovidas por las partes durante el curso del procedimiento.

II. PRESUPUESTOS DEL JUICIO EJECUTIVO.

Para que exista un juicio ejecutivo o, mejor dicho, para que pueda iniciarse un procedimiento
ejecutivo, es necesario que se reúnan una serie de requisitos o presupuestos, los que se reducen a
cuatro:

1. La existencia de un título ejecutivo donde se contenga la obligación que se trata de


cumplir;

2. La obligación debe ser líquida:

3. La obligación debe ser actualmente exigible, y

4. La obligación o el título, como expresa el Código de Procedimiento Civil, no debe


encontrarse prescrito.

Analizaremos los antedichos presupuestos en un orden inverso.

III.OBLIGACIÓN NO PRESCRITA.

1º. Regla general.

El artículo 2515 del C.C. señala que las acciones para exigir la ejecución de una obligación
(acción ejecutiva) prescriben en el plazo de tres años contados desde que la obligación se haya
hecho exigible.

Si embargo, la acción ejecutiva puede subsistir como ordinaria durante el plazo de dos años:
"La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y convertida en ordinaria
durará solamente otros dos años" (Artículo 2515, inciso 2º del C. C) .
301

En este último caso, la pretensión de cobro de la obligación ejecutiva que subsiste como
ordinaria se hace efectiva a través del juicio sumario, conforme lo preceptúa el Art. 680, Nº 7 del
C.P.C.

2º. Reglas especiales.

Existen, empero, plazos especiales de prescripción de algunas acciones ejecutivas, tales


como:

1. La acción ejecutiva en contra de los obligados al pago de una letra de cambio o de un


pagaré, tiene un plazo de prescripción de un año, contado desde el día del vencimiento del
documento (Arts. 98 y 107 de la Ley Nº 18. 092) .

El plazo de prescripción de la acción ejecutiva contra los obligados al pago de letras de cambio
y pagarés suscritos con anterioridad al 14 de abril de 1982, fecha de entrada en vigor de la Ley Nº
18. 092, era de tres años.

2. La acción ejecutiva contra los obligados al pago de un cheque protestado y la acción penal,
prescriben en el plazo de un año, contado desde la fecha del protesto (Art. 34 de la Ley sobre
Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques D. F. L. N º 707) .

La prescripción de la acción ejecutiva, dentro del Juicio Ejecutivo, se encuentra reglamentada


en el artículo 442 del C.P.C.

De acuerdo con las reglas generales del Código Civil, la prescripción, para que sea declarada,
debe ser alegada por quien quiera aprovecharse de ella.

Frente a lo anterior, el artículo 442 constituye una clara excepción, toda vez que obliga al
tribunal a declarar de oficio la prescripción al señalarnos ese precepto que : " El tribunal denegará
la ejecución si el título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación se haya
hecho exigible;. . . " (Art. 442, primera parte) .

Este examen de la prescripción de la obligación debe realizarlo el tribunal al momento de


proveer la demanda ejecutiva. Es esta la única oportunidad que tiene el tribunal para declarar de
oficio la prescripción. Si el título ejecutivo tiene más de tres años, contados desde que la obligación
se haya hecho exigible y el tribunal no haya efectuado adecuadamente el control de la prescripción
ordenando que se despache el mandamiento de ejecución y embargo, no podrá, con posterioridad,
declarar de oficio la prescripción.

Hemos de hacer notar que el legislador ha establecido una obligación al tribunal y no una mera
facultad. Es bastante claro el texto al señalar que " el tribunal denegará. . . . "

Si bien la prescripción no se declara de oficio fuera de la situación prevista en el Art. 442, ello
no quiere decir que no pueda declararse con posterioridad en el juicio ejecutivo a solicitud del
ejecutado si este opone la excepción respectiva. En efecto, el ejecutado puede oponer la
prescripción como excepción conforme a lo señalado expresamente el artículo 464, Nº 17 del
C.P.C. : " La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones siguientes: 17º La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva. . . "

Un problema que se ha suscitado en esta materia es aquel que dice relación con la posibilidad
de que el tribunal se niegue a despachar el mandamiento de ejecución y embargo respecto de
302

obligaciones cuyas acciones ejecutivas tengan un plazo de prescripción especial e inferior a los tres
años que establece el Art. 442 del C.P.C.

Se ha sostenido que los tribunales no se encontrarían facultados para denegar de oficio el


mandamiento de ejecución y embargo respecto de las obligaciones con un plazo de prescripción
inferior al de tres años. La razón es muy simple y consiste en que el Art. 442 es excepcional dentro
de la estructura dispositiva de procedimiento civil y, por tanto, debe ser interpretado
restrictivamente. El precepto en comento no habla de toda obligación, sino que solamente de
aquellas cuyo título tiene más de tres años contados desde que la obligación se hizo exigible.

Asimismo, tratándose de las letras de cambio y pagarés, la Ley Nº 18. 092, que las reglamentó
orgánicamente, modificó el Código de Procedimiento Civil únicamente en el Art. 434 Nº 4 y no se
refirió para nada al Art. 442 para contemplar la facultad del tribunal de denegarse a despachar el
mandamiento de ejecución y embargo cuando la letra de cambio o pagaré tuviere más de un año
desde la fecha de su vencimiento.

En consecuencia, se puede concluir que el legislador no quiso hacer aplicable la antedicha


obligación de los tribunales respecto de las letras de cambio y pagarés.

Finalmente, debemos hacer notar que el Art. 442 contempla, en su segunda parte, una
institución especial respecto de la prescripción, la que se ha denominado "mantención o
subsistencia de la acción ejecutiva". Dice el precepto en cuestión que "el tribunal denegará la
ejecución si el título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación se haya
hecho exigible; salvo que se compruebe la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los
medios que sirven para deducir esta acción en conformidad al Art. 434".

Lo anterior significa que nos podemos encontrar ante una obligación que consta en un título
que está prescrito por haber transcurrido más de tres años, pero respecto de la cual se ha realizado,
con posterioridad, una gestión preparatoria de la vía ejecutiva que ha generado un nuevo título
distinto al primitivo en el cual constaba la obligación. Ejemplo: la acción ejecutiva para exigir el
pago de un saldo de precio de venta consta en una escritura publica extendida desde hace más de
cuatro años, pervive si el deudor confiesa la deuda durante una gestión preparatoria generando un
nuevo título. En este caso subsiste la acción ejecutiva por constar ella en un nuevo título que tiene
menos de tres años para los efectos de cobrar la obligación.

Esta gestión preparatoria de la vía ejecutiva que genera la mantención de la obligación no


podrá ser enervada con la excepción de prescripción del título o acción ejecutiva.

El título no va a ser el que se encuentra prescrito sino que emanará de la gestión preparatoria
de la vía ejecutiva.

Finalmente, debemos recordar que la interrupción civil de la prescripción de la acción


ejecutiva se verifica por la notificación de la demanda ejecutiva.

Sin embargo, tratándose de la interrupción de la prescripción de la acción ejecutiva para exigir


el pago de una letra de cambio o pagaré, ella se produce no sólo por el requerimiento de pago que
importa la notificación de la demanda para que se genere el emplazamiento dentro del juicio
ejecutivo, sino que además:

a) por la notificación de toda gestión judicial necesaria o conducente a la presentación de dicha


demanda o para preparar la ejecución236;

236 En este sentido se ha pronunciado Corte Suprema. Cas. Fondo. 2.6.2011.Gaceta Juridica 372. Año 2011.Págs393 y
sgtes. Cas. Fondo. 14.10.2011.Gaceta Juridica 376. Año 2011.Págs 368 y sgtes.
303

b) por la notificación de la solicitud de que se declare el extravío de la letra de cambio o pagaré


(Arts. 100 y 107 de la Ley Nº 18. 092).

IV. OBLIGACIÓN ACTUALMENTE EXIGIBLE.

El artículo 436 contempla este requisito, al señalarnos que "para que proceda la ejecución, se
requiere además que la obligación sea actualmente exigible".

Una obligación es actualmente exigible cuando no está sujeta en su nacimiento o


cumplimiento a alguna modalidad, sea una condición, plazo o modo.

Al efecto, nuestra Jurisprudencia ha declarado que “ para la procedencia de la ejecución según


el artículo 437 del Código de Procedimiento Civil la obligación de que se trata debe ser
actualmente exigible y esto significa, que sea pura y simple desde su nacimiento y no afecta a
una condición, plazo o modo que pueda modificarla o alterarla de alguna manera.

“No es factible escindir las obligaciones contraídas de su fuente ordinaria, en la cual fueron
establecidas en ejercicio de la autonomía de la voluntad, determinadas exigencias, a cuyo
cumplimiento en la forma acordada, se halla subordinada la exigibilidad de las obligaciones.

“Frente al incumplimiento de una promesa de compraventa, el contratante afectado debe


ejercer las acciones ordinarias, de lato conocimiento que el sistema jurídico le franquea, no siendo
procedente recurrir al juicio ejecutivo para resolver la cuestión controvertida. ” 237

Alguna jurisprudencia ha establecido que la exigibilidad de la obligación se refiere al instante


en que el tribunal analiza la concurrencia de los requisitos para dictar la resolución “despáchase”,
que da lugar al mandamiento de ejecución y embargo. En este sentido se ha señalado que "para que
proceda una ejecución se requiere que la obligación sea exigible al tiempo de entablarse la
demanda ejecutiva", 238 sin necesidad de la notificación.

Al efecto, el artículo 441 del C.P.C. establece que el tribunal examinará el título y despachará
o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aún cuando se haya éste
apersonado en el juicio".

Al respecto se ha señalado por la doctrina que " para la dictación del mandamiento el tribunal
debe previamente hacer un atento examen de los presupuestos procesales, la legitimación activa y
pasiva, la aptitud del libelo y si la obligación que el título representa es actualmente exigible,
líquida y no prescrita ejecutivamente. El vocablo " examen" que emplea el texto (art. 441) así lo
indica porque con el léxico él denota la idea de " indagación y estudio que hace acerca de las
cualidades y circunstancias de una cosa o hecho" que por lo mismo impone al juez una actitud
vigilante y responsable". 239

Otra tesis sobre la materia sostiene que la concurrencia del requisito en estudio debe existir al
momento en que se requiere de pago al deudor. Este criterio también ha sido sostenido por nuestra
jurisprudencia, al señalarse que " el requisito de exigibilidad de la obligación en el juicio ejecutivo

237 Corte Apelaciones Pedro Aguirre Cerda. 13. 11. 1995. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCII. 2ª parte.
Sec. 2ª. Pág. 138.
238 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 47.
239 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de conocimiento en el juicio ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 44 y 45. Editorial jurídica Conosur Ltda. Agosto. 1995.
304

debe concurrir en el acto de requerirse de pago al deudor, sin que los defectos del título que
existían a la fecha del requerimiento puedan sanearse posteriormente"240

Por otra parte, es menester tener presente que el control de la exigibilidad de la obligación no
puede efectuarla el tribunal de oficio. Ello porque, en primer lugar, el Art. 442 C.P.C. sólo se
refiere a que el tribunal pueda declarar de oficio de prescripción de la acción ejecutiva y no su falta
de exigibilidad.

En segundo lugar, el Art. 256 faculta al tribunal para no dar curso a la demanda que no
contenga las indicaciones ordenadas en los tres primeros números del Art. 254, expresando el
defecto de que adolece; pero ninguno se refiere a la exigibilidad de la obligación.

En tercer lugar, en virtud del Art. 84 del C.P.C. "el juez podrá corregir de oficio los errores que
observe en la tramitación del proceso. Podrá asimismo tomar las medidas que tiendan a evitar la
nulidad de los actos de procedimiento. . . " Este precepto no puede aplicarse a la exigibilidad de
una obligación, por cuanto el cumplimiento de ese requisito no conlleva la nulidad del
procedimiento, sino que sólo el rechazo de la demanda.

Finalmente, respecto de la exigibilidad, hemos de tener presente la regla de que "la mora purga
la mora", establecida en el Art. 1551 del C.C. : "En los contratos bilaterales ninguno de los
contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado mientras el otro no lo cumple por su parte
o no se allana a cumplirlo en la forma y lugar debidos".

La obligación no será exigible en los contratos bilaterales si ninguna de las partes cumple con
sus obligaciones o no se allana a dicho cumplimiento, y en tal caso el ejecutado podrá defenderse
oponiendo la excepción contemplada en el Nº 7 del art.464 del C.P.C..

V. OBLIGACIÓN LIQUIDA.

" Obligación líquida es aquella en que la declaración contenida en el título es completa, en el


sentido de que se baste a sí misma; es decir, debe tratarse de obligaciones en las cuales no sea
dudoso lo que se debe y su determinación cualitativa" 241

"Es líquida la obligación que en el título aparece determinada y precisada con exactitud o cuyo
monto puede determinarse por medio de simples operaciones aritméticas con los datos únicos que
proporcione el título, es decir, la ley exige que en el mismo documento se den los elementos para
obtener esa cantidad, sin recurrir ni considerar otros antecedentes; que el carácter de líquida de la
obligación aparezca del propio título que sirva de base a la ejecución" 242.

Deuda líquida es la que se encuentra determinada en cuanto a su especie, género o cantidad,


incluyendo aquellas que puedan liquidarse por simples operaciones aritméticas. Artículo 438 del
Código de Procedimiento Civil. 243

Debe tratarse de obligaciones en las cuales no sea dudoso lo que se debe y su determinación
cualitativa.

Señala el Art. 438, inc. 3º que "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o la
cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución".

240 Rev. Tomo 45. 2a parte. Sec. 1a. Pág. 19.


241 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 56.
242 Repertorio C.P.C. Op. cit. Tomo III. Pág. 56
243 Juan Colombo Campbell. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 30. Editorial Conosur.
305

El artículo 438 del C.P.C. establece cuándo debe entenderse que una obligación es
líquida. Al respecto existen cuatro situaciones. En algunos casos la obligación es líquida per se o
por su propia naturaleza de inmediato y en otros, es menester la previa realización de la gestión
preparatoria de avaluación para que ella adquiera el carácter de líquida.

Prescribe el Art. 438 que "la ejecución puede recaer:

1º Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del deudor;

Así, por ejemplo, se debe un automóvil de una marca determinada, modelo cierto, etc. y se
embarga en el domicilio del deudor.

Como se puede apreciar, la determinación de la cosa debida sólo puede ser precisada cuando
se trata de obligaciones de especie o cuerpo cierto y no de género para determinar su carácter de
líquida per se.

2º Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, haciéndose su
avaluación por un perito que nombrará el tribunal;. . "

Es el caso de la especie o cuerpo cierto que se debe y que no está en poder del deudor. En esta
situación la ejecución va a recaer sobre el valor de lo debido, el que deberá ser previamente
determinado a través de una gestión preparatoria de avaluación.

La gestión preparatoria de avaluación consiste en solicitar al tribunal la designación de un


perito que fije con precisión el valor de la especie sobre la que versa la obligación.

Para iniciar esa gestión preparatoria el demandante no requiere probar que la especie no se
encuentra en poder del deudor, por tratarse de un hecho negativo.

El futuro ejecutado tiene la facultad de objetar la avaluación pericial con posterioridad,


oponiendo la excepción de exceso de avalúo, contemplada en el Art. 464, Nº 8 del C.P.C.

3º Sobre cantidad líquida de dinero. . . "

La ejecución va a recaer sobre algo que no requiere avaluación o liquidación. Esta obligación
es líquida per se.

El inc. 2º del Art. 438 prescribe que "se entenderá cantidad líquida, no sólo la que actualmente
tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante simples operaciones aritméticas
con sólo los datos que el mismo título ejecutivo suministre".

4º Sobre cantidad. . . . de un género determinado cuya avaluación pueda hacerse en la


forma que establece el número anterior".

Será líquida una obligación de género cuando sea susceptible de ser sometida a la gestión
preparatoria de avaluación.

Se ha suscitado controversia respecto de aquellas obligaciones en las que el género no es lo


que debe entregarse sino que la suma de dinero equivalente a un determinado género. Ejemplo: la
suma equivalente a 500 quintales de trigo.
306

Interpretando el Art. 438 en su número tercero se ha establecido que la obligación es líquida si


el título establece la forma en que debe procederse a efectuar la liquidación de la obligación. En
caso contrario, la obligación no será líquida.

El art. 25 de la Ley Nº 18. 010, sobre operaciones de crédito de dinero, establece que " en los
juicios de cobro de cualquiera obligación de dinero reajustable el pago e hará en moneda corriente
liquidándose el crédito a esa fecha, por el valor que tenga el capital reajustado según el índice
pactado o la Unidad de Fomento, según corresponda.

Si el juicio fuere ejecutivo, no será necesaria avaluación previa".

Finalmente, el inciso final del artículo 438 se refiere a las obligaciones expresadas en
moneda extranjera: " Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será necesario proceder a
su avaluación, sin perjuicio de las reglas que para su liquidación y pago se expresan en otras
disposiciones de este Código" (Art. 438, inc. final) .

La verdad es que no existen esas "otras disposiciones" de que habla el artículo transcrito en la
estructura del C.P.C. Empero, sí existen esas normas en los Arts. 20 a 24 de la Ley Nº 18. 010
sobre operaciones de crédito de dinero.

Existen dos tipos de obligaciones expresadas en moneda extranjera:

a) Las que deben pagarse en moneda extranjera en virtud de autorización de la ley o del
Banco Central de Chile, en cuyo caso "el acreedor podrá exigir su cumplimiento en la moneda
estipulada, o ejercer los derechos que para el deudor se originan de la correspondiente
autorización" (Art. 20, inc. 2º Ley 18. 010) , y

b)Las que deben pagarse en el equivalente en moneda nacional: " Las obligaciones
expresadas en moneda extranjera serán solucionadas por su equivalente en moneda chilena según el
tipo de cambio vendedor del día del pago. En el caso de obligaciones vencidas se aplicará el tipo de
cambio del día del vencimiento si fuera superior al del día del pago. . . " (Art. 20, inc. 1º Ley 18.
010) .

Sea que se exija el cumplimiento en moneda extranjera o en su equivalente en moneda


nacional, el ejecutante tiene la obligación de acompañar con su demanda ejecutiva un certificado de
un Banco de la plaza que acredite el tipo de cambio de la moneda extranjera: "En los juicios en que
se persiga el cumplimiento de alguna de las obligaciones señaladas en el artículo anterior, basta un
certificado por un Banco de la plaza, referido al día de la presentación de la demanda o a cualquiera
de los diez días precedentes, para los efectos de lo dispuesto por los artículos 116 y 120 del Código
Orgánico de Tribunales". (Art. 21 Ley 18. 010) .

Señala el Art. 22 de la referida ley que "el acreedor deberá indicar en su demanda o solicitud la
equivalencia en moneda corriente al tipo de cambio vendedor, de la líquida en moneda extranjera
por la cual pide el mandamiento, acompañando al efecto el certificado a que se refiere el artículo 21
y el tribunal ordenará despacharlo por esa equivalencia, sin que sea necesario proceder a una
avaluación previa. . . " (Primera parte) .

Al respecto, cabe tener presente que nuestra Jurisprudencia ha señalado últimamente que " la
omisión en la presentación del certificado bancario en el plazo señalado por el liquidador no resta
liquidez a la acción ejecutiva y sólo debe entenderse como una forma de facilitar la liquidación del
crédito a la fecha de la demanda 244

244 Corte Suprema . 10-12-1990. Revista de Derecho y Jurisprudencia T. 87 sec. 1a. 2a parte. Pág. 2. 189.
307

La avaluación que se efectúa en este estadio cumple con dos objetivos, a saber:

a) sirve para determinar la cuantía de la causa (Arts. 116 y 120 del C.O.T.) (170), y

b) sirve para determinar el carácter de líquida de la obligación.

VI. LA OBLIGACIÓN DEBE CONSTAR EN UN TITULO EJECUTIVO.

6.1. Concepto.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha dado dos definiciones de título ejecutivo:

1. Título ejecutivo es el documento que da cuenta de un derecho y una obligación indubitada


y al cual la ley otorga la suficiencia necesaria para obtener el cumplimiento de la obligación que
allí aparece.

2. Título ejecutivo es la declaración solemne a la cual la ley le otorga específicamente la


fuerza indispensable para ser el antecedente de una ejecución.

3. Título ejecutivo es aquel que da cuenta de un derecho indubitable al cual la ley otorga
suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de una obligación de dar, hacer o no
hacer en él contenida, obligación que debe además tener las características de ser líquida,
actualmente exigible y de no hallarse prescrita. 245

Existen tres aspectos que han de ser resaltados respecto de los títulos ejecutivos:

1) Sólo pueden ser creados por la ley;

2) Tienen siempre el carácter de solemnes, y

3) En ellos debe constar la existencia de una obligación de dar, hacer o no hacer,


líquida, actualmente exigible y no prescrita.

La única fuente creadora o generadora de un título ejecutivo es la ley. La voluntad de las partes
y la resolución judicial no pueden generar directamente un título ejecutivo.

Sólo existen con el carácter de ejecutivos aquellos títulos que la ley ha señalado en forma
expresa. En nuestra legislación procesal se encarga de establecer los títulos ejecutivos el Art. 434
del C.P.C. .

Nuestra doctrina ha definido el título ejecutivo como " el instrumento que autoriza el empleo
del procedimiento ejecutivo para la tramitación de un proceso en que deba resolverse su
exigibilidad jurisdiccional".

" En nuestro derecho positivo el concepto de título ejecutivo comprende indistintamente el


concepto del título considerado como el derecho material y como instrumento. Lo normal es que
ambas circunstancias coincidan en el título y que su titular tenga un derecho para hacer efectivo y
en su poder el documento que lo justifica. Pero no es forzoso que ello acontezca. En efecto puede
tenerse un derecho sin título ejecutivo y un título ejecutivo sin el apoyo de un derecho que lo
sustente, como ocurre con el título que contiene una obligación prescrita. Por lo tanto, es

245Corte suprema 11. 8. 1997. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCIV. Nº 2 Mayo- agosto 1997. 2ª parte.
Sección primera. Pág 64 y sgtes.
308

importante que coincida la materialidad del título con el derecho, acto u obligación que contiene.
"246

Título ejecutivo es el instrumento en el cual consta una obligación de dar, hacer o no hacer,
actualmente exigible, líquida y no prescrita, al cual la ley le otorga mérito ejecutivo.

6.2º. Características.

1. Los títulos ejecutivos deben ser establecidos por ley.

Sólo tienen el carácter de título ejecutivo los instrumentos a los cuales la ley reconoce como
tal, no pudiendo ser ellos generados por vía convencional.

Corresponde sólo al legislador dar el carácter de título ejecutivo a los instrumentos, los cuales
se encuentran contemplados dentro del Código de Procedimiento Civil en su artículo 434. Por otra
parte, en el número 7º del artículo 434 se reconoce la exclusiva facultad del legislador para
contemplar los títulos ejecutivos al establecer que " tiene mérito ejecutivo cualquier otro título al
que las leyes den fuerza ejecutiva".

En la generación de los títulos ejecutivos nos encontramos ante una excepción al principio de
la autonomía de la voluntad contemplado en el Código Civil, puesto que los particulares no pueden
pactar otorgarle a un instrumento el carácter de título ejecutivo si ello no se encuentra reconocido
por el legislador. La voluntad de los particulares sólo recibe aplicación para los efectos de
determinar el contenido de acto que comprenden ciertos títulos que se generan en virtud de la
autonomía de la voluntad, como sería el determinar el monto por el cual se extiende una letra de
cambio o pagaré.

2. El título ejecutivo es autónomo.

La autonomía del título ejecutivo importa que éste se basta a sí mismo, debiendo comprenderse
en él todos los elementos que permiten el ejercicio de una acción ejecutiva. En otras palabras, debe
existir un título ejecutivo que dé cuenta de una obligación de dar, hacer o no hacer, la que debe ser
líquida o determinada, actualmente exigible y no prescrita.

Es posible sin embargo, que nos encontremos en presencia de títulos ejecutivos compuestos,
esto es, que el título conste materialmente en dos o más instrumentos, siempre y cuando todos los
instrumentos tengan el carácter de títulos ejecutivos considerados individualmente. "247

3. El título ejecutivo debe ser perfecto.

Para los efectos de poder iniciarse una ejecución es menester contar con un título que reúna
todos los requisitos previstos por la ley para tal efecto.

En general, siguiendo lo señalado por el profesor Juan Colombo Campbell en su obra antes
citada, podemos señalar que los requisitos exigidos por la ley para que el título sea ejecutivo son
los siguientes:

a. Que su formalidad material se encuentre contemplada en algunos de los títulos descritos por
el artículo 434 o en una ley especial;

246 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 5 Editorial Conosur.
247 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 11 Editorial Conosur.
309

b. Que contenga el título los elementos propios de la acción ejecutiva, o sea, la expresión
material de una obligación de dar, hacer o no hacer, que sea líquida, actualmente exigible y no
prescrita.

c. Que los requisitos concurran al tiempo de presentarse la demanda ejecutiva y efectuarse el


requerimiento de pago.

4. Constituye un presupuesto para la iniciación del juicio ejecutivo, generando una


presunción de veracidad en favor del ejecutante y altera la carga de la prueba al presumirse
cierto lo que consta en el título.

Para poder iniciar un juicio ejecutivo es un presupuesto de éste que se acompañe a la demanda
ejecutiva un título ejecutivo que de cuenta de una obligación cuyo cumplimiento forzado se
persigue, puesto que en caso contrario, el tribunal se encuentra obligado a denegar la ejecución.

Al efecto, establece el artículo 441 del C.P.C. que presentada una demanda ejecutiva " el
tribunal examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación
del demandado, aún cuando se haya apersonado en el juicio".

El legislador al reconocer a un instrumento el carácter de título ejecutivo, está estableciendo


que en éste se dá cuenta de una obligación prima facie indubitada, que permite que se de lugar a al
inicio de un procedimiento ejecutivo, presumiéndose por ello dentro de éste la existencia de dicha
obligación.

De acuerdo con ello, dentro del juicio ejecutivo no le corresponde al ejecutante acreditar la
existencia de la obligación que consta en el título ejecutivo como debería acontecer de acuerdo con
las reglas generales respecto del onus probandi o carga de la prueba. De allí, que dentro del juicio
ejecutivo es al demandado a quien le corresponde la carga de demostrar la ineficacia del título, para
lo cual deberá oponer una o más de las excepciones que contempla el legislador en el artículo 464
del C.P.C. y probarlas, para los efectos de poder obtener que en la sentencia definitiva se le
reconozca ineficacia al procedimiento o al título ejecutivo hecho valer en su contra.

3. Clasificación de los títulos ejecutivos.

a. En cuanto a si permiten o no iniciar de inmediato la ejecución.

Los títulos ejecutivos admiten una clasificación entre títulos ejecutivos perfectos y títulos
ejecutivos imperfectos o incompletos.

Esta clasificación atiende a si se puede iniciar de inmediato el juicio ejecutivo o si es necesario


practicar previamente una gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

a.1. Títulos ejecutivos perfectos.

Son aquellos títulos creados por la ley que se bastan a sí mismos para iniciar, de inmediato y
sin más trámite, la ejecución.

De los títulos enumerados en el artículo 434 revisten el carácter de perfectos:

- La sentencia firme o que causa ejecutoria, ya sea de definitiva o interlocutoria;

- La copia autorizada de una escritura pública;


310

- El acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por ministro de fe o dos
testigos de actuación;

- La letra de cambio o pagaré, respecto de su aceptante o suscriptor, que haya sido protestada
personalmente, siempre que éstos en el momento del protesto no tachen de falsa su firma; y

- La letra de cambio, pagarés y cheques respecto de los obligados al pago cuya firma aparezca
autorizada ante Notario o por un oficial de Registro Civil en las comunas donde no tenga su asiento
un notario.

a.2. Títulos ejecutivos imperfectos.

Son aquellos establecidos por el legislador, respecto de los cuales se exige la realización en
forma previa de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva para complementar los requisitos de un
título preexistente o para originarlo mediante ella, a fin de poder iniciar la ejecución.

El objetivo es que a través de la gestión preparatoria se complementa un germen de título


ejecutivo.

Sin embargo, excepcionalmente, de la gestión preparatoria se puede obtener el nacimiento de


un título ejecutivo antes inexistente ni aún en germen.

Ejemplo de título ejecutivo imperfecto que complementa un germen de título anterior es el de


la letra de cambio no protestada personalmente o en que la firma de los obligados al pago no este
autorizada ante notario, es un título ejecutivo imperfecto que requiere la realización de la gestión
preparatoria de notificación judicial del protesto; y un ejemplo del segundo caso, en que se crea un
título, es la confesión judicial destinado a originar el título mediante la gestión preparatoria de la
vía ejecutiva.

Finalmente, debemos tener presente que " la gestión preparatoria de la vía ejecutiva, puede
referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo del primer grupo,
encontramos la notificación judicial del protesto de letra de cambio, cheque o pagaré; y del
segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de deuda líquida". 248

b. En cuanto a su origen.

Los títulos ejecutivos no obstante tener que ser ellos establecidos siempre por la ley, pueden
tener su fuente mediata en actos judiciales, convencionales o administrativos.

Desde este punto de vista, podemos distinguir:

b.1. Títulos ejecutivos judiciales, son aquellos que se generan dentro de un proceso para los
efectos de poner término a éste, estableciendo una obligación en beneficio de una de las partes.

Tienen este carácter las sentencias definitivas o interlocutorias firmes o que causan ejecutoria;
el acta de conciliación y el acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por
un ministro de fe o dos testigos de actuación.

b.2. Títulos ejecutivos convencionales, son aquellos en que las partes establecen fuera del
proceso en un documento indubitado para el legislador, la existencia de una obligación en beneficio
de una de las partes.

248 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 15 Editorial Conosur.
311

Tienen este carácter, la copia de escritura pública; la letra de cambio o pagaré protestado
notarialmente por falta de pago en forma personal, sin que se haya opuesto fecha de falsedad a la
firma en el acto del protesto; la letra de cambio, pagaré o el cheque en que se haya autorizado la
firma ante Notario de los obligados al pago.

b.3. Títulos ejecutivos administrativos, son aquellos en que la administración genera el título
en virtud del cual cobra ejecutivamente una obligación a un particular.

c. En cuanto al número de voluntades que concurren a su generación.

Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos unilaterales y bilaterales.

Títulos ejecutivos unilaterales son aquellos que requieren la concurrencia de la voluntad de


un sólo sujeto para que se generen.

En este caso, se encuentra la sentencia, la letra de cambio, el pagaré, el cheque y la confesión


judicial.

Títulos ejecutivos bilaterales son aquellos que requieren la concurrencia de las voluntades de
dos o más partes para que se generen.

En este caso, se encuentran el acta de avenimiento, el acta de conciliación y la obligación que


nace de un contrato que consta en una copia de escritura pública.

d. De acuerdo a la forma en que se encuentran establecidos.

Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos ordinarios y especiales.

Títulos ejecutivos ordinarios son aquellos contemplados dentro del artículo 434 del Código
de Procedimiento Civil.

Títulos ejecutivos especiales son aquellos contemplados en otras leyes.

e.- En cuanto al número de títulos que concurren a determinar la existencia de la


obligación.

Desde este punto de vista, es posible distinguir entre títulos autosuficientes y títulos
complementarios.

Los títulos autosuficientes son aquellos en que la existencia de la obligación liquida y


actualmente exigible consta en un solo título.

Los títulos complementarios son aquellos en la existencia de la obligación se determina


mediante la concurrencia de dos o más títulos ejecutivos.

Sobre la materia, debe tenerse presente que la jurisprudencia ha aceptado la existencia de


títulos complementarios, esto es, que la obligación que se pretende cobrar a un deudor pueda
determinarse mediante la concurrencia de dos o más títulos ejecutivos. En tal sentido se ha
declarado que “la complementación o integración de títulos ejecutivos no la prohíbe la ley, la que
no exige que todos los requisitos que deben dar mérito ejecutivo a un título deben constar en él,
exigencia que de existir haría perder finalidad y eficacia jurídica a instituciones reconocidas como
312

las hipotecas constituidas para garantizar obligaciones de terceros o las otorgadas antes de los
contratos a que acceden. 249

VII. TÍTULOS EJECUTIVOS PERFECTOS.

Título ejecutivo perfecto es aquel que es suficiente para que el tribunal acceda
provisionalmente a la demanda ejecutiva, abriendo con su mérito y despachando mandamiento de
ejecución y embargo contra el ejecutado. Lo son los que contienen intrínsecamente todos los
presupuestos exigidos por la ley. 250

Señala el Art. 434 del C.P.C. que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar
cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes títulos:

1º. Sentencia firme, bien sea definitiva o interlocutoria.

En primer lugar, es menester tener presente que las sentencias definitivas e interlocutorias que
constituyen un título ejecutivo son las de condena, esto es, aquellas que prescriben que una de las
partes debe satisfacer a otra de las partes una prestación de dar, hacer o no hacer alguna cosa.

En consecuencia, no será procedente ejecutar en vía ejecutiva las sentencias meramente


declarativas y constitutivas por satisfacerse ellas con el sólo hecho de su dictación, y las cautelares,
porque ellas están destinadas a producir sus efectos y a ser cumplidas dentro del proceso en el que
se dictaron.

Por otra parte, las sentencias interlocutorias de segunda clase desde que se pronuncian sobre un
trámite que debe servir de base a la dictación de una sentencia definitiva o interlocutoria siempre va
a ser cumplidas dentro del procedimiento en que se dictaron y no por la vía ejecutiva en un proceso
posterior.

La sentencia definitiva o interlocutoria se encuentran ejecutoriadas o firmes cuando tiene lugar


lo señalado en el Art. 174 C.P.C. : " Se entenderá firme o ejecutoriada una resolución desde que se
haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno en contra de ella; y, en caso contrario,
desde que se notifique el decreto que la mande cumplir una vez que terminen los recursos
deducidos, o desde que transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de
dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes. En este último caso, tratándose de
sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a continuación del fallo, el cual
se considerará firme desde este momento, sin más trámite".

En cuanto a su origen, cabe tener presente que constituye título ejecutivo perfecto la sentencia
definitiva o interlocutoria firme cualquiera que sea el tribunal que la dictó: ordinario, especial o
arbitral.

En todo caso, es menester tener presente que según algunos respecto de las sentencias
arbitrales si bien es cierto ellas constituyen un título ejecutivo, los árbitros no pueden conocer del
juicio ejecutivo al contemplar éste procedimiento de apremio, los que deben ser conocidos por la
justicia ordinaria (art. 635 C.P.C. )

249 Corte Suprema 27/12/2000, Gaceta Jurídica N° 246, p. 68, C. 7° y 8°.


250 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 14 y 15. Conosur Ltda.
313

Otros sostenemos, que el modo normal de dar término al compromiso es por el cumplimiento
del encargo.

De acuerdo con ello, el compromiso terminara cuando el árbitro dicte sentencia en el plazo que
le fijan las partes o el legislador en subsidio.

Sin perjuicio de ello, el árbitro puede conocer también de la ejecución de la sentencia si el que
ha obtenido en el juicio se lo ha requerido y aún le resta plazo para desempeñar el compromiso. Al
efecto, el artículo 635 del C.P.C. establece que “para la ejecución de la sentencia definitiva se podrá
ocurrir al árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo por que fue nombrado, o al tribunal ordinario
correspondiente, a elección del que pida su cumplimiento. Tratándose de otra clase de resoluciones,
corresponde al árbitro ordenar su ejecución.

Sin embargo cuando el cumplimiento de la resolución arbitral exija procedimientos de apremio o


el empleo de otras medidas compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no sean parte en el
compromiso, deberá ocurrirse a la justicia ordinaria para la ejecución de lo resuelto.”

Cuando se trata de sentencias emanadas de tribunales extranjeros es previo que se otorgue el


exequátur y entonces se podrá iniciar el juicio ejecutivo ante el tribunal sólo que le hubiera
correspondido conocer del negocio en primera o única instancia si este se hubiera promovido en
Chile.

Las sentencias definitivas o interlocutorias, para que puedan iniciar un juicio ejecutivo, pueden
ser las originales, que se encuentran en el expediente donde se pronuncian, o una copia autorizada.
Debemos tener presente que, para las copia, existe un libro copiador de sentencias, de donde se
pueden otorgar copia de ellas.

El Art. 434 sólo se refiere a las sentencias firmes o ejecutoriadas, pero no a las que causan
ejecutoria. Sin embargo, la jurisprudencia ha señalado que "entre los títulos a que las leyes dan
fuerza ejecutiva quedan incluidas las sentencias que causan ejecutoria, es decir, aquellas que
pueden cumplirse no obstante existir recursos pendientes en su contra". 251.

El carácter de título ejecutivo de las sentencias que causan ejecutoria está dado por el Nº 7 del
Art. 434, que señala que es título ejecutivo "cualquiera otro título a que las leyes den fuerza
ejecutiva".

Las principales disposiciones que se refieren a las sentencias que causan ejecutoria son los
artículos 192 respecto al recurso de apelación, 774 respecto al recurso de casación y 548 del C.O.T.
respecto del recurso de queja.

La orden de no innovar que se contempla en los recursos de hecho, apelación concedida en el


sólo efecto devolutivo, queja e inaplicabilidad, en caso de ser impartida, generan la suspensión de
los efectos de la sentencia que causa ejecutoria. En consecuencia, si se llegare a invocar como título
ejecutivo una sentencia respecto de la cual estuviere vigente la orden de no innovar podría
oponerse respecto de esa ejecución la excepción contemplada en el Nª 7 del artículo 464, por no ser
esa sentencia actualmente exigible.

2º La copia autorizada de escritura pública"

ejecutivo perfecto la copia autorizada de escritura pública.

251 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 57.


314

En la actualidad, lo que el notario debe entregar a los otorgantes de una escritura pública es
una copia autorizada de la misma. La matriz, o sea, el documento original, se archiva en el registro
notarial y no sale del oficio del Notario ni del Archivero Judicial.

La copia autorizada es otorgada por el notario ante el que se otorgó la escritura matriz u
original o por el archivero judicial, que tenga en su poder el respectivo protocolo o registro público.

Es necesario tener en consideración que, por expreso mandato de la ley, el título ejecutivo
perfecto es la copia autorizada de la escritura pública y no su matriz.

En la actualidad, no existe la distinción entre primeras y segundas copias para determinar su


fuerza ejecutiva, existiendo sólo las copias de las escrituras públicas, teniendo todas ellas el
carácter de título ejecutivo.

3º Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o


por dos testigos de actuación; contemplado en el N° 3 del artículo 434.

Es necesario recordar, aunque de manera sucinta, a los equivalentes jurisdiccionales. 252.

Los equivalentes jurisdiccionales son formas o maneras no jurisdiccionales de resolver un


conflicto jurídico. Estos medios son:

a) La Transacción:

El Código Civil define a la transacción como "un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual" (Art. 2446, inc. 1º) ,
efectuándose concesiones recíprocas.

No será título ejecutivo si la transacción no consta en escritura pública y, en este caso, el título
no será el equivalente jurisdiccional, sino que la copia autorizada de la escritura pública que dá
cuenta de ella y contempla la existencia de una obligación líquida, actualmente exigible y no
prescrita.

b) La Conciliación:

Se ha definido a la conciliación como " una manera de poner término a los juicios civiles,
salvo las excepciones legales, mediante el acuerdo directo de las partes, producido en razón de
proposiciones de bases de arreglo formuladas por el tribunal". 253.

Este equivalente jurisdiccional no puede incorporarse dentro del Nº 3 del Art. 434 del C.P.C. ,
sino que dentro del Nº1 de éste, porque la ley le otorga el valor y carácter de una sentencia
definitiva ejecutoriada. En efecto, señala el Art. 267 C.P.C. que "de la conciliación total o parcial
se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones del arreglo; la cual se estimará como
sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales".

c) El Avenimiento:

Es una convención procesal, generada a instancia de parte, dentro del procedimiento, cuya
finalidad es la de poner término, total o parcialmente, al conflicto que lo ha originado.

252Vid. Mario Mosquera Ruiz. "Ideas generales sobre los equivalentes jurisdiccionales". Separata. 1984.
253Mario Casarino Viterbo. "Manual de Derecho Procesal". Cuarta Edición. Editorial Jurídica de Chile. Tomo III. Pág.
341.
315

Para que este equivalente jurisdiccional tenga el carácter de título ejecutivo es menester
que se cumplan dos requisitos copulativos:

a) Que el acta que da cuenta del avenimiento esté pasada ante tribunal competente.

Esta expresión significa que el tribunal haya tomado conocimiento del acta de avenimiento y le
haya prestado su aprobación.

El Sr. Mosquera considera que la expresión "pasada ante tribunal competente" quiere significar
que debe existir constancia de la agregación material del avenimiento en el expediente.

En la práctica, los tribunales no pronuncian ninguna resolución que apruebe derechamente el


avenimiento, ya que la resolución que aquellos dictarán será "téngase presente". Con esa resolución
se tiene que el avenimiento, para los efectos legales, ha sido pasado ante tribunal competente.

En todo caso, debemos tener presente que respecto del avenimiento celebrado sobre alimentos
futuros que se deben por ley a ciertas personas se exige expresamente su aprobación por parte del
tribunal en el artículo 2. 451 del Código Civil.

Al respecto, el profesor Colombo ha señalado que la expresión “pasada ante tribunal


competente " significa que ha debido ser presentada al tribunal. Y el segundo requisito, que es
absolutamente discutible y en el cual estoy matriculado con una tesis desde hace muchos años,
significa cual es la posición del tribunal frente a esta acta de avenimiento. Si el tribunal basta con
que tenga presente este avenimiento o si tiene que dictar una resolución que tenga por aprobado el
avenimiento. A mi juicio, para que el acta de avenimiento sea título ejecutivo tiene que ser
presentada al tribunal, o sea pasada al tribunal y aprobada por este tribunal. ¿ de donde deduzco
esto yo? Que justamente lo que se trata es que el tribunal pueda controlar la disponibilidad de los
derechos en un acta de avenimiento y ¿ cuando el tribunal podría oponerse a dar su visto bueno al
acta de avenimiento? Cuando ésta contenga derechos indisponibles y que, por lo tanto, el juez no
esté obligado a aceptar como un equivalente jurisdiccional que le ponga término a su proceso. De
ahí entonces que yo pienso que en esta acta de avenimiento el título es el acta presentada por las
partes y la resolución del tribunal debidamente notificada y autorizada por su secretario que lo
apruebe expresa, y yo podría llegar hasta aceptar que lo apruebe en forma tácita, dependiendo ya de
la resolución que pueda dictar el tribunal en estos casos. Pero si el tribunal simplemente se limita a
tener presente el avenimiento, yo creo que éste sería vulnerable por la excepción del artículo 464".
254

b) que esa acta se encuentre autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de
actuación.

La regla general es que el ministro de fe que autoriza el acta de avenimiento sea el secretario
del tribunal, pudiendo, asimismo, tener tal carácter un notario.

Existe, excepcionalmente, un caso en que, por lo general, el acta de avenimiento va a ser


autorizada por dos testigos de actuación. Esto ocurre cuando el avenimiento se lleva ante árbitros
arbitradores que no hayan designado ministro de fe (Art. 639 C.P.C. ) .

El avenimiento que no cumpla con cualquiera de estos dos requisitos no puede llegar a tener el
carácter de título ejecutivo, no existiendo, ni siquiera, un germen de él que pueda ser
complementado a través de una gestión o medida preparatoria de la vía ejecutiva.

254 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 18 y 19. Conosur Ltda.
316

4º. Los Títulos de Crédito:

Para los efectos de determinar la existencia de título ejecutivo respecto de los títulos de crédito
hay que señalar que éstos constituyen títulos ejecutivos perfectos sólo en dos situaciones:

a) La letra de cambio y el pagaré que haya sido protestado personalmente, por falta de
pago, por un notario, no habiendo el aceptante de la letra de cambio o el suscriptor del
pagaré opuesto tacha de falsedad, al momento de protestarse el documento.

Sin embargo, no será necesario este


reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o subscriptor de un pagaré que no
hayan opuesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de
pago, siempre que el protesto haya sido personal. . . "

El protesto de las letras de cambio y de los pagarés se puede efectuar por falta de pago, por
falta de fecha de aceptación y por falta de aceptación. Sólo el protesto por falta de pago permite
ejercer la acción ejecutiva inmediatamente.

Ello es lógico, porque sólo el protesto por falta de pago reúne todos los requisitos que
anteriormente estudiamos para que este procedimiento fuera procedente. De más está decir que el
pago es una obligación de dar, ya que es tradición.

El protesto es un acto solemne que se efectúa, generalmente, por un notario.


Excepcionalmente, la Ley Nº 18. 092 autorizó a los bancos y sociedades financieras a protestar
letras de cambio y pagarés que se encuentren en su poder como beneficiarios o endosatarios y salvo
instrucciones en contrario del portador del documento.

El protesto bancario tiene una doble limitación. Por una parte, sólo pueden protestarse letras
por falta de pago y, por otro lado, el protesto efectuado de esta manera no tiene el carácter de
personal.

La ley restringe el título ejecutivo perfecto al protesto personal, y lo es cuando el aceptante del
documento o alguno de los demás obligados al pago concurre ante el ministro de fe a ser requerido
de pago en el día que haya sido citado por él. El protesto bancario " no tendrá el carácter de
personal para los efectos de lo dispuesto en el Nº 4 del artículo 434 del Código de Procedimiento
Civil" establece el artículo 71. inc. final de la ley Nº 18. 092 .

El protesto es, hemos dicho, un procedimiento solemne, que se encuentra minuciosamente


regulado entre los Arts. 59 a 78 de la Ley Nº 18. 092. La omisión de cualquiera de los requisitos
trae como consecuencia la falta de fuerza ejecutiva del título. Así lo ha resuelto la jurisprudencia:
"El protesto de una letra de cambio, consta en un instrumento público, de manera que debe cumplir
con todas las solemnidades que la ley prescribe. Si es nulo el protesto de la letra de cambio, carece
ésta de mérito ejecutivo". 255

Finalmente, hemos de indicar que el protesto tiene por finalidad conservar los derechos y
acciones del titular respecto de los obligados al pago del documento, siempre que no sean el
aceptante de la letra o el suscriptor del pagaré: " Todos los que firman una letra de cambio, sea
como libradores, aceptantes o endosantes, quedan solidariamente obligados a pagar al portador el
valor de la letra, más los reajuste e intereses, en su caso.

Tomás Dahm G. Estudio crítico de la jurisprudencia de los artículos 434 al 442 del Código de Procedimiento Civil.
255
Memoria 1964. P. 148.
317

Si no se realiza en tiempo y forma el protesto por falta de pago, caducarán las acciones
cambiarias que el portador pueda tener en contra del librador, endosante y los avalistas de ambos.
No obstante, no caducarán estas acciones en caso de quiebra del librado o aceptante ocurrida antes
del vencimiento, o de haberse estampado en la letra la cláusula "devuelta sin gastos" o "sin
protesto" (Art. 79 Ley Nº 18. 092) . Si no hay protesto en tiempo y forma legal, la letra o el pagaré
se perjudican y caducan las acciones cambiarias que el portador del documento tiene frente al
librador, endosante y los avalistas de ambos. No se perjudica respecto del aceptante, del suscriptor
y a los avalistas de ambos. (Art. 47, inc. 2º Ley Nº 18. 092) .

b) Constituye, también, título ejecutivo perfecto la letra de cambio, pagaré o cheque


respecto de los obligados al pago cuya firma haya sido autorizada por un notario:

tendrá también mérito ejecutivo, sin necesidad


de reconocimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del obligado, cuya firma
aparezca autorizada por un notario". (Art. 434, Nº 4 inc. 2º C.P.C. ) .

Este es el único caso en que el cheque protestado es un título ejecutivo perfecto. En este caso
no se exige que se notifique previamente el protesto, que es una gestión preparatoria, cuando la
firma de los obligados al pago (librador, en los cheques, endosantes) , haya sido autorizada por un
notario, pudiéndose deducir de inmediato la demanda ejecutiva.

En ambos casos, el legislador, por la intervención del ministro de fe notario, ha establecido una
presunción de verdad de que lo contenido en el documento que hace las veces de título ejecutivo es
cierto. Ello ha sido reconocido por la jurisprudencia y por la historia de la ley.

Al efecto, es menester tener presente como nos señala el profesor don Juan Colombo que " no
porque la letra tenga la firma de uno de los obligados al pago autorizada por un notario, esta
condición se transmite al resto de los obligados para pensar que ellos también están frente a un
título ejecutivo perfecto. Yo creo que la perfección del título en el caso especialísimo del artículo
434 Nº 4 se refiere nada más que a las personas que concurrieron ante notario público y que este
certifica que se firmó la respectiva letra, pagaré o cheque por la persona que aparece otorgando.
Siendo así, por ejemplo, un avalista o un endosante, podrían no caer dentro del carácter de título
perfecto que tendría la letra en relación al aceptante, cuya firma sí aparece autorizada por un
notario, y si éste es demandado, en mi opinión, tiene perfecto derecho a ampararse en el artículo
464 Nº 7 y decir que ese título ejecutivo no tiene fuerza en relación a ellos. "256

Respecto de esta materia, es menester tener presente que se ha exigido para entender que se ha
autorizado la firma del obligado ante Notario, que este deje constancia de la fecha en la cual
procede efectuar esta. Al efecto, se ha declarado por nuestra Jurisprudencia que "“la omisión de
dejar constancia de la fecha en la que se autoriza la firma del suscriptor de un pagaré por parte del
notario, determina que se infringe el artículo 425 del Código Orgánico de Tribunales, resultando
suficiente para anular tal autorización, y en consecuencia el pagaré ha carecido de la autorización
notarial válida y por lo tanto no cumple con el requisito que exige el inciso segundo del Nº4 del
artículo 434 del Código de Procedimiento Civil. ”257 y que “ la autorización estampada por el
Notario Público denota la legalización que pone el escribano en alguna escritura o instrumento de
forma que haga fe pública, esto es, atestando la verdad de las firmas puestas en él, de forma que no
haya ninguna duda, constituyendo justamente esta verdad indubitada lo que da mérito ejecutivo al
documento. En consecuencia no basta la mera firma y timbre del Notario para constituir la
autorización notarial exigida por la ley, sin certificado o dar fe suficiente de las personas que lo han

256 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 17. Conosur Ltda.
257 Corte Suprema 25. . 8. 1997. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCIV Nº 2 Mayo – Agosto de 1997. 2ª
parte. Sec. 2ª Pág. 76 y sgtes.
318

celebrado, debidamente individualizados y determinando la calidad jurídica por la cual comparecen


al acto. ” 258

5º Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva" (Art. 434, Nº 7 C.P.C. ) .

Es este el último caso de los títulos ejecutivos perfectos que contempla el C.P.C.

Algunos de estos títulos ejecutivos establecidos en la ley y que no se encuentran contemplados


expresamente en el artículo 434 son:

1. La sentencia que causa ejecutoria;

2. El contrato de prenda agraria, otorgado en documento privado, cuya firma haya sido
autorizada por un notario o un oficial del Registro Civil (Art. 5º, inc. 3º de la Ley Nº 4097 sobre
prenda agraria) ;

3. El contrato de prenda industrial celebrado por escritura privada, autorizada por un notario,
(Art. 27, inc. 49 de la Ley Nº 5. 687 sobre el contrato de prenda industrial) ;

4. La copia del acta de la asamblea de copropietarios válidamente celebrada, autorizada por el


Comité de Administración, o en su defecto por el administrador, en que se acuerden gastos
comunes; y los avisos de cobro de gastos comunes, extendidos de conformidad al acta, siempre
que se encuentren firmados por el administrador. (Artículos 27 de la Ley Nº19. 537 de 16. 12. 1997
sobre Copropiedad Inmobiliaria y 16 del Decreto Supremo 46 de 17. 6. 1998 que aprueba
Reglamento sobre Copropiedad Inmobiliaria;

5.- El contrato de compraventa de cosas muebles a plazo, otorgado en instrumento privado,


autorizado por un notario o por el Oficial del Registro Civil, cuando corresponda (Art. 4º de la Ley
Nº 4. 702 sobre compraventa de cosas muebles a plazo) ;

6. Las listas o nóminas de los deudores que se encuentren en mora del cumplimiento de
obligaciones o sanciones tributarias, en su caso (Art. 169, inc. 1º del D. L. Nº 830 sobre Código
Tributario) . ;

7. Una copia del acta de la junta o del acuerdo del directorio, o la parte pertinente de la misma,
en que se haya acordado el pago de dividendo, certificada por la Superintendencia de Valores,
Seguros y Sociedades Anónimas, en las sociedades anónimas abiertas y un notario en las cerradas;
y el o los títulos de las acciones o documento que haga sus veces, constituyen título ejecutivo
contra la sociedad para demandar el pago de esos dividendos (Art. 83 de la ley Nº 18.046 sobre
Sociedades Anónimas) ; etc.

8. Los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y los
cupones también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso de bonos
sorteados, éstos deberán figurar en el acta respectiva. (Art. 20 Ley 18. 045. Ley de Mercado de
Valores) .

9. Tienen mérito ejecutivo ante los juzgados de letras del trabajo las actas que den constancia
de acuerdos producidos ante los inspectores del trabajo, firmada por las partes y autorizadas por
éstos y que contengan la existencia de una obligación laboral o sus copias certificadas por la
respectiva Inspección del Trabajo (Art. 435 Código del Trabajo) , etc.

258 Corte Suprema 29. 1. 1992. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXXIX. 2ª parte. Sec. 1ª. Págs 6 y
sgtes
319

VIII. TÍTULOS EJECUTIVOS IMPERFECTOS O INCOMPLETOS.

Título ejecutivo imperfecto: Es aquel que para lograr eficacia como título ejecutivo requiere
de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. La gestión preparatoria de la vía ejecutiva puede
referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo del primer grupo,
encontramos la notificación del protesto y del segundo, la gestión de avaluación que apunta al
requisito de la liquidez de la deuda. 259

Como hemos dicho anteriormente, en esta clase de títulos es necesario realizar una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva para iniciar el juicio ejecutivo.

Dentro del Código de Procedimiento Civil, las gestiones preparatorias que dan origen o
complementan, según los casos, a un título para que adquiera fuerza ejecutiva son,
fundamentalmente, las siguientes:

1) el reconocimiento de firma puesta en instrumento privado y la confesión de deuda;

2) la confrontación de títulos y cupones;

3) la notificación de protesto de letras de cambio, pagarés o cheques;

4) la avaluación; y

5) la notificación del título ejecutivo a los herederos.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha definido a la preparación de la vía ejecutiva como "


aquella gestión judicial contenciosa tendiente a crear un título ejecutivo, ya sea en forma directa
construyendo el título mismo, o complementando determinados antecedentes, o bien, supliendo las
imperfecciones de un título con existencia incompleta.

Su objeto es crear un título ejecutivo que permite la entrada de este procedimiento, y dicha
finalidad se logra en alguna de estas formas: a) creándose el título por la gestión misma, como
sucede con la confesión judicial, en que no existe antecedente previo que consigne la obligación
que se trata de hacer efectiva; b) complementando, mediante actuaciones judiciales, ciertos
antecedentes que justifican la existencia de la obligación, como en el caso de las notificaciones no
personales de los protestos de las letras de cambio, pagarés y cheques, y c) complementando las
imperfecciones de un título con determinada actuación judicial, como la gestión de avaluación".
260.

De lo anterior aparece claramente la triple finalidad de las gestiones preparatorias de la vía


ejecutiva, a las cuales pasamos a referirnos a continuación.

1º. Gestión de reconocimiento de firma y confesión de deuda.

Esta gestión, cuya tramitación es similar en sus dos especies, por eso las tratamos
conjuntamente, se encuentra regulada en los Arts. 434, Nºs 4 y 5, 435 y 436 del C.P.C.

El Art. 434 del C.P.C. prescribe que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar
cuando para reclamar sus cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes títulos:

259 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 15. Conosur Ltda.
260 Repertorio C.P.C. Op. cit. Tomo III. Pág. 32
320

4º Instrumento privado, reconocido judicialmente o mandado tener por reconocido. . . "

5 ºConfesión judicial. . . "

La diferencia existente entre la gestión de reconocimiento de firma y la confesión de deuda


radica en que en aquella existe un germen de título ejecutivo que va a ser complementado con la
gestión preparatoria, mientras que en la última no existe nada previo. El título ejecutivo en la
confesión judicial va a nacer íntegramente cuando se confiese la deuda expresa o tácitamente.

El artículo 434, Nº 4 posibilita ejercer la gestión preparatoria de reconocimiento de firma sólo


respecto de los instrumentos privados que se encuentran firmados. En caso de que no haya firma, la
vía ejecutiva deberá prepararse a través de la confesión de deuda.

Ambas gestiones preparatorias se ha señalado que pueden llevarse a cabo, conjunta o


separadamente.

Sin embargo, en un reciente fallo de 28.9.2012 recaído en un recurso de casación en el fondo


se ha precisado por nuestra Excma Corte Suprema el diverso propósito y antecedentes con los
cuales debe contarse para optar por la realización de una u otra gestión preparatoria de la vía
ejecutiva.

Al efecto, nos señala que no obstante ser una práctica común el que el acreedor solicite en
forma conjunta las diligencias de citación a reconocer firma como a confesar deuda, lo cierto es
que están referidas a contextos fácticos diferentes. La naturaleza de la gestión que debe realizarse
no queda entregada a arbitrio del acreedor ni del tribunal, sino está determinada, por mandato de la
ley, de acuerdo con el antecedente de que pueda disponer el acreedor: si posee un antecedente
escrito, en el cual se consigne la firma del obligado, corresponderá la diligencia de reconocimiento
de firma; de lo contrario, solo procede citarlo a confesar su de deuda. La confesión de deuda es la
gestión que permite constituir un título ejecutivo, mientras que el reconocimiento de firma es la
que permite perfeccionar el que existiendo no obstante no posee tal calidad. Así, no puede
constituirse o forjarse aquello que ya se tiene, aunque sea imperfectamente, y solo puede
perfeccionarse aquello ya previamente constituido o forjado. De este modo, si el acreedor cuenta
con un documento privado cuya firma no ha sido reconocida judicialmente o mandada tener por
reconocida, lo legalmente procedente es que se decrete la diligencia tendiente a perfeccionar ese
título y no la que tiene por objeto constituirlo o forjarlo.

En la especie, en el documento en que se estampó la firma reconocida por el ejecutado, no se


advierte de manera cierta e indubitada una obligación del demandado para con el actor o, al menos,
que posea las calidades que la ley exige a los títulos ejecutivos para ser tales. El acreedor posee un
antecedente escrito, firmado por el demandado y cuya rubrica este reconoce; sin embrago, el
reconocimiento de firma en caso alguno le impide dentro del procedimiento ejecutivo propiamente
tal, asumir la defensa de sus intereses, oponiendo las excepciones correspondientes, desde que
dicho reconocimiento nada permite concluir sobre la vigencia, liquidez o exigibilidad de la
obligación, más cuando quien reconoce niega la existencia de una obligación para con el actor. En
tales condiciones, la resolución invocada como título por el demandante, que tuvo por confeso de la
deuda al demandado, en circunstancias que solo procedía tener por reconocida su firma, aparece
adoptada al margen del ordenamiento jurídico, razón que justifica que se haya acogido la excepción
del artículo 464 N° 7 del CPC, la falta de alguno de los requisitos para que tenga mérito ejecutivo.
261

261 Corte Suprema. Cas. Fondo. 29.9.2012. Rol 6.721-2012.Gaceta Juridica 387. Setiembre 2012.Págs275 y sgtes.
321

La jurisprudencia ha declarado mayoritariamente que la gestión de reconocimiento de firma


puesta en instrumento privado es un acto enteramente personal y así, ha señalado, a título ejemplar,
que no procede citar al heredero del subscriptor de un documento para que reconozca la firma de su
causante, al curador de una herencia yacente y al mandatario que no estuviere expresamente
facultado para ello, etc.

Además, la jurisprudencia ha establecido que la gestión en estudio, tratándose de incapaces,


debe efectuarse con el representante legal de éstos y no con el incapaz so pena de declarar nula la
gestión.

La tramitación de esta gestión es bastante simple: se presenta un escrito ante el tribunal


competente solicitando que se cite a una persona a reconocer la firma puesta en un instrumento
privado, que se acompaña, y/o a confesar la deuda bajo los apercibimientos legales contemplados
en los Arts. 434 Nº 4 o 5 y 435 C.P.C.

Sin el apercibimiento legal, no puede tenerse por reconocida la firma o por confesada la deuda
en caso de rebeldía o respuestas evasivas del citado. El apercibimiento es esencial para que se tenga
en esos casos por preparada la vía ejecutiva.

El escrito de solicitud se provee por el tribunal fijando una audiencia para que el deudor
concurra a reconocer la firma o a confesar la deuda, bajo el apercibimiento legal. Si se ha
acompañado el documento firmado, el tribunal ordena que se ingrese a la custodia del secretario.

El plazo que se contempla en la resolución es de carácter judicial, susceptible, por tanto, de ser
prorrogado, de acuerdo a lo establecido en el Art. 67 C.P.C.

La gestión preparatoria tiene por objeto único y exclusivo el reconocimiento de firma o la


confesión de la deuda, para los efectos de preparar la vía ejecutiva. En consecuencia, en esa gestión
el deudor no puede hacer objeciones de fondo ni oponer excepciones, sino que debe limitarse a
reconocer o desconocer la deuda o la firma. No obstante lo señalado, el citado podría promover en
la gestión preparatoria de la vía ejecutiva incidentes dilatorios que no digan relación con el fondo
de la cuestión debatida y así, v. gr. , el citado podría interponer el incidente de incompetencia del
tribunal o alegar de que no es de aquellas personas que están obligadas a comparecer ante el
tribunal, conforme lo establece el Art. 389 C.P.C.

Todos esos incidentes deben promoverse con anterioridad a la verificación de la audiencia


fijada por el tribunal.

Frente a la solicitud, legalmente notificada, el citado puede asumir diversas actitudes, a saber:

a) comparecer, reconociendo la firma o confesando la deuda;

b) comparecer, dando respuestas evasivas;

c) comparecer, negando la deuda o desconociendo la firma, y

d) no comparecer.

A continuación analizaremos cada una de esas actitudes que puede asumir el citado en la
gestión preparatoria.

a) El citado comparece y niega la firma o la deuda:


322

En este caso la gestión preparatoria termina de inmediato y el acreedor carecerá de un título


ejecutivo para iniciar la ejecución.

El gestor de la medida preparatoria no tendrá título y deberá seguir un juicio ordinario para
poder tenerlo. Asimismo, aunque no es el criterio de la jurisprudencia, se podría aplicar el
procedimiento sumario, basado en lo que preceptúa el Art. 680, inc. 1º C.P.C.

La persona que ha desconocido la firma y/o negado la deuda, siendo ambas verdaderas, no
comete delito alguno, puesto que la jurisprudencia ha señalado reiteradamente que no existe delito
de perjurio en causa propia.

b) El citado comparece y reconoce la firma o confiesa la deuda:

En este caso se tiene automáticamente por preparada la vía ejecutiva y el título en el cual
constará el reconocimiento de la firma o la confesión de la deuda será el acta que se levante de esa
diligencia efectuada ante el juez, más el instrumento privado en el caso del reconocimiento de
firma.

En esta situación no será necesario que el tribunal dicte resolución alguna para tener por
preparada la vía ejecutiva.

A la audiencia de reconocimiento de firma puesta en instrumento privado o confesión de deuda


lo normal será que el deudor comparezca en forma personal. Sin embargo, jurisprudencia
minoritaria ha aceptado que se constituya mandato judicial para la realización de esta diligencia y,
en algunas ocasiones, ha permitido incluso que el deudor comparezca por escrito confesando la
deuda o desconociéndola.

La confesión y el reconocimiento de firma prestados ante el juez debe constar en un acta, la


que debe ser autorizada por el secretario del tribunal. En consecuencia en esta diligencia, salvo
respecto de la notificación que debe ser personal, no tiene participación alguna el receptor.

Además, hemos de tener presente que nuestra jurisprudencia, al considerar que esta gestión
preparatoria tiene un objetivo único, como es el reconocimiento o desconocimiento de la firma o de
la deuda, no permite que durante el curso de la audiencia se promueva controversia alguna. En
consecuencia, se ha establecido que no pueden efectuarse contrainterrogaciones al deudor y, en
algunos casos, que las declaraciones del deudor no pueden ser manifestadas en presencia de la
contraparte. " En la confesión, como en todo juicio, todo litigante tiene derecho para presenciar la
declaración del contendor y hacer al tribunal las observaciones conducentes para aclarar, explicar o
ampliar las preguntas que deban dirigírsele; pero tal derecho no se otorga tratándose del
reconocimiento de firma o confesión de una deuda para preparar una ejecución, ya que propósito de
la ley es, en estos casos, no dejar subordinada a discusión o controversia de ningún género la
formación del título que ha de servir de base a la ejecución". 262

En todo caso, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha declarado que “ la
circunstancia de que en la gestión de preparación de la vía ejecutiva se haya reconocido la firma
por la ejecutada, no obsta a iniciar un juicio ejecutivo, pero no hace revivir la deuda que ya se
encontraba prescrita” 263

c) El citado comparece, pero da respuestas evasivas:

262 Repertorio C.P.C. Op. cit. Tomo III. Pág. 42.


263 Corte Apelaciones de Santiago. 4. 9. 1996. Gaceta Jurídica Año 1996. Septiembre Nº 1995. Pág. 92.
323

El citado da respuestas evasivas cuando no niega o reconoce derechamente la autenticidad de


la firma o la existencia de la deuda, sino que contesta con vaguedad, eludiendo responder en forma
categórica las preguntas que se le dirigen. Se encuentra en este caso el deudor que señala "no
recuerda haber firmado" el documento que se le presenta, el deudor que no niega categóricamente
la firma, el deudor que afirma recordar que aparentemente la deuda está saldada, etc.

Cuando el citado manifiesta esta actitud dubitativa, el ejecutante debe presentar un escrito
solicitando al tribunal que tenga por reconocida la firma o por confesa la deuda por haberse
incurrido en el apercibimiento del Art. 435 C.P.C. : Y, si el citado. . . , sólo da respuestas evasivas,
se dará por reconocida la firma o por confesada la deuda". (inciso 2º) .

La vía ejecutiva se va a encontrar preparada cuando la resolución del tribunal que accede a la
solicitud de dar por confeso o por reconocida la firma al citado que da respuestas evasivas, se
encuentre ejecutoriada. Esta resolución tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria
de segundo grado, ya que ha de servir de base para la dictación posterior de una sentencia
interlocutoria, como es el mandamiento de ejecución y embargo.

La jurisprudencia ha resuelto que el determinar si una respuesta es evasiva constituye una


cuestión de hecho, cuya calificación queda entregada por completo a los jueces de la instancia. De
acuerdo con ello, al tribunal del proceso le corresponderá decidir si las respuestas son o no evasivas
y resolver si se debe tener o no por preparada la vía ejecutiva.

d) El citado no comparece:

En caso de no comparecencia del deudor que se haya debido a caso fortuito o fuerza mayor, se
encuentra éste facultado para solicitar la nulidad de todo lo obrado dentro del plazo de tres días
contados desde que hubiera cesado el impedimento. (Art. 79 C.P.C. ) .

La jurisprudencia, tomando en consideración la gravedad que importa para el citado su no


comparecencia, ha atenuado la rigidez de los aspectos procedimentales de la diligencia y, así, ha
permitido que el deudor comparezca a reconocer la firma o a confesar la deuda antes de la
audiencia fijada y, además, ha permitido que comparezca por escrito evacuando la diligencia.

Finalmente, la jurisprudencia ha señalado que el citado tiene derecho a comparecer durante


toda la audiencia del día señalado, siendo la hora un mero punto referencial.

Si el citado no se encuentra en ninguna de las situaciones antedichas, el ejecutante debe


presentar un escrito solicitando al tribunal que tenga preparada la vía ejecutiva en virtud de la
inasistencia del deudor y por haber operado el apercibimiento del Art. 435 C.P.C. La resolución
que acoge la solicitud del ejecutante, también tiene el carácter de sentencia interlocutoria de
segunda clase.

Como se trata de una sentencia interlocutoria, produce cosa juzgada y, en virtud de ello, la
jurisprudencia ha sostenido que el deudor no puede, con posterioridad a la diligencia, durante el
curso del procedimiento, oponer excepción alguna que tenga por objeto desconocer la autenticidad
de la firma o la existencia de la deuda.

De acuerdo con ello, si el deudor comparece y reconoce la firma o confiesa la deuda, se tendrá
de inmediato por preparada la vía ejecutiva, sin necesidad que se pronuncie resolución alguna. En
tal sentido, se ha declarado que la gestión preparatoria de la vía ejecutiva a que se refiere el artículo
435 del código de procedimiento civil termina al reconocer el demandado su firma y/o confesar la
deuda y no requiere que se dicte resolución alguna, sin perjuicio del examen que del título debe
324

hacer el tribunal al presentarse la demanda ejecutiva. Sólo es necesaria resolución judicial cuando
el citado no comparece o sólo da respuestas evasivas, donde el juez debe tener por reconocida la
firma o por confesada la deuda. 264

Puede ocurrir, y es lo normal, que se cite a una persona a que reconozca su firma y confiese la
deuda. Si el citado reconoce la firma, pero niega la deuda se tendrá por preparada la vía
ejecutiva, de conformidad a lo que establece el Art. 436 C.P.C. : "Reconocida la firma, quedará
preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda".

Es necesario no confundir la confesión judicial-medio de prueba con la confesión judicial-


gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Entre ambas existen diferencias de importancia.

CONFESIÓN-MEDIO DE PRUEBA CONFESIÓN-GESTION PREPARATORIA

Tiene como finalidad acreditar hechos Tiene un fin único y exclusivo el reconocimiento
sustanciales pertinentes y y controvertidos de una deuda para los efectos de preparar la
en el procedimiento, cualquiera que sea éste. vía ejecutiva.
Puede ser espontanea o provocada. Siempre va a ser provocada y tendrá el carácter
de expresa o tácita según sea la actitud que
asuma el citado.
Para que se tenga por confeso al absolvente es Para que juegue el apercibimiento de los Arts.
necesario que éste sea citado dos veces a 434, Nº 4, en relación al Art. 435 del C.P.C.,
absolver posiciones, jugando el apercibimiento basta con que se haya citado en una sola
que establece el Art.394 C.P.C. sólo en la oportunidad al deudor.
segunda citación.
El absolvente va a ser notificado a través El deudor va a ser citado a la audiencia
del mandatario judicial y por cédula. personalmente.
Si fracasa la confesión o absolución Si fracasa la gestión preparatoria, el
de posiciones, el hecho que se trató procedimiento termina no quedándole al
de acreditar podrá serlo por cualquier ejecutante sino la vía ordinaria para el
otro medio probatorio. reconocimiento de la obligación y posterior
ejecución.

Si el citado presta una confesión pura y simple, se entiende preparada la vía ejecutiva.

Si, por el contrario, el citado presta una confesión calificada no nos encontraremos ante una
confesión que permita tener por preparada la vía ejecutiva, porque la deuda no estará reconocida.

En la confesión compleja de primer grado que es aquella en que se reconoce el hecho, pero se
agregan hechos vinculados al anterior que le quitan todo efecto, se puede proceder a dividir cuando
se acredita la falsedad. No se puede tener por preparada la vía ejecutiva. El ejecutante habrá
fracasado en su gestión y deberá iniciar un juicio ordinario, pudiendo en éste utilizar la confesión
conexa rendida por el deudor.

La confesión compleja de segundo grado o inconexa, que es aquella en que el deudor reconoce
el hecho pero agrega otro que lo desnaturaliza, es divisible per se y, consecuencialmente, deberá
tenerse por preparada la vía ejecutiva, pero el deudor podrá oponer la correspondiente excepción
para acreditar la existencia del hecho inconexo por él agregado y que le impide producir efectos a
su confesión. Ejemplo: la compensación.

264 (scs, rdj 1990, t. lxxxvii, sec. i, p. 36, c. 4°.en el mismo sentido scs 15/12/1993, rol n° 1.213, c° 5.
325

En relación a la generación de títulos ejecutivos contemplada en el artículo 435 se ha señalado


que " este artículo no está destinado a perfeccionar títulos, sino que está destinado, y como lo dice,
yo creo literalmente el Código, a crear títulos ejecutivos, y esto creo que tiene una consecuencia
que es bastante importante, y esta consecuencia se mide en la posibilidad que tiene este sujeto de
cuestionar posteriormente el título que fue fabricado prácticamente en su contra. En otras palabras,
el que reconoció la firma, y el asunto más grave todavía, o confesó su deuda, cual es el efecto que
produce la generación de este título, que ya está condenado, no tiene derecho a ninguna defensa, o
simplemente la gestión creadora del título apunta a la iniciación del juicio, y no altera para nada sus
mecanismos de defensa. En otras palabras, si citan a confesar deuda y confiesa deuda en forma
expresa o tácita, puede oponer excepciones posteriormente de prescripción, de pago, de remisión,
de novación, o pierde todo por el hecho de haber ido o no a la gestión creadora del artículo 435. Si
nosotros planteamos que ésta es una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, tendríamos que pensar
que quizás si pierde todos sus derechos procesales por la circunstancia de haberse producido la
situación prevista por el art. 435. En cambio, si se piensa que éste es un camino para abrir la puerta
de un juicio ejecutivo cuando no tenía título, en mi opinión, quedarían absolutamente latentes todas
las excepciones que pueda tener contra su acreedor esta persona que reconoció su firma, o que
reconoció su deuda en esta gestión creadora del artículo 435. Es por ello, entonces que, no obstante
que éste es un título perfecto, yo creo que el perfeccionamiento del título va más allá de la voluntad
del concurrente y es la resolución judicial o la certificación respectiva la que va a constituir el título
ejecutivo. "265

2º. Gestión de confrontación de títulos y cupones:

Se utiliza para cobrar los títulos al portador o nominativos, emitidos por instituciones
legalmente autorizadas para ello.

La gestión preparatoria consiste en confrontar el título con el libro-talonario de donde se ha


sacado. Si se trata de un cupón debe confrontarse el cupón con el título y éste con el libro talonario.

Dice el inc. 1º del Nº 6 del Art. 434 C.P.C. que es título ejecutivo "cualesquiera títulos al
portador, o nominativos, legítimamente emitidos, que representan obligaciones vencidas, y los
cupones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupones confronten con los títulos, y
éstos, en todo caso, con los libros talonarios".

El legislador ha establecido una norma de protección para el titular o poseedor de estos títulos
frente a la tacha de falsedad. Dice el Art. 434, Nº 6, inc. 2º C.P.C. , que " resultando conforme la
confrontación, no será obstáculo a que se despache la ejecución la protesta de falsedad del título
que en el acto haga el director o la persona que tenga la representación del deudor, quien podrá
alegar en forma la falsedad como una de las excepciones del juicio". El deudor, como señala la
última parte del inciso transcrito, puede oponer, con posterioridad, la excepción de falsedad del
título (Art. 464, Nº 6 C.P.C. ) .

En la actualidad, esta gestión preparatoria no tiene mayor aplicación, puesto que los bonos que
constituyen el principal documento que se emite por las sociedades privadas para el endeudamiento
deben emitirse cumpliendo con las normas de la Ley de Mercado de Valores. De acuerdo a lo
establecido en el artículo 20 de esa Ley 18. 045, los bonos constituyen títulos ejecutivos perfectos,
no siendo necesario respecto de ellos efectuar esta gestión preparatoria. Al efecto, dispone ese
precepto que "los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y los
cupones también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso de bonos
sorteados éstos deberán figurar en el acta respectiva"

265 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 15. Conosur Ltda.
326

3º. Gestión de notificación judicial de protesto de letras de cambio, pagarés y cheques 266

La letra de cambio, y el pagaré son títulos ejecutivos perfectos cuando han sido protestados
personalmente y no se opone tacha de falsedad a la firma en el acto del protesto por falta de pago
por el notario. Sin embargo, existe una serie de situaciones en las cuales es necesario iniciar una
gestión preparatoria para cobrar esos títulos de crédito, por no concurrir los requisitos de la primera
parte del inc. 1º del Nº 4 del Art. 434 C.P.C.

Será necesario recurrir a esta gestión:

a. Cuando se quiera cobrar al aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré cuyo
protesto no se haya efectuado en forma personal y su firma no haya sido autorizada ante Notario.

b. Cuando se quiera cobrar un cheque donde la firma del girador no aparece autorizada ante
notario, sea al girador u a los otros obligados al pago.

c. Cuando se quiera cobrar a cualquiera de los obligados al pago de un documento que no sea
el aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré, sea que el protesto de esos
documentos se haya realizado en forma personal o no, cuyas firmas no se encuentren autorizadas
ante Notario.

La gestión preparatoria de la vía ejecutiva en estos casos consiste en que el ejecutante debe
presentar un escrito al tribunal correspondiente, solicitando que se notifique judicialmente el
protesto a los obligados al pago de la letra de cambio, del pagaré o cheque, bajo apercibimiento de
tenerse por preparada la vía ejecutiva en caso que ellos no opongan tacha de falsedad a su firma
dentro del plazo de tercero día.

Esta gestión preparatoria de notificación de protesto se contempla en el artículo 434 Nº4 al


señalarnos que el reconocimiento no será necesario " respecto de cualquiera de los obligados al
pago de una letra de cambio, pagaré o cheque, cuando, puesto el protesto en su conocimiento por
notificación judicial, no alegue tampoco en ese mismo acto o dentro de tercero día tacha de
falsedad".

En el escrito en que se solicita la notificación del protesto se debe copiar el acta del protesto o
se debe acompañar fotocopia de dicha acta, la que se debe entender que forma parte integrante del
escrito para los efectos de su notificación. Si no efectúa la transcripción del acta de protesto
mencionada en el escrito o no se acompañan ellas en la forma señalada, la notificación del protesto
será nula.

El tribunal provee esa solicitud "como se pide", o "notifíquese bajo apercibimiento legal". Este
apercibimiento consiste en tener por preparada la vía ejecutiva si no es tachada de falsa la firma
dentro del término legal y fatal de tres días.

Frente a la notificación válidamente realizada al supuesto deudor, éste puede asumir una de
dos actitudes.

a) Puede no hacer nada durante el plazo legal.

266 El juicio ejecutivo como la gestión preparatoria solo puede ser girado en pago de obligaciones o en comisión de
cobranza, por lo que si se gira para asegurar el cumplimiento de una obligación (el denominado cheque en garantía)
está destinado de antemano a no alcanzar los mismos efectos jurídicos que las dos vías antes mencionadas, perdiendo
de esta forma el mérito ejecutivo y transformándolo en un mero instrumento privado. En este sentido, Corte
Apelaciones Rancagua. 8.4.2011. Gaceta Juridica 370. Setiembre 2011.Págs220 y sgtes. En el mismo sentido: Corte
Suprema 18.10.2011. Gaceta Juridica 376. 201. Págs. 354 y sgtes
327

En este caso, transcurrido el término de tres días, se presenta un segundo escrito al tribunal
solicitando que se certifique por el Secretario la efectividad de que el deudor no ha opuesto tacha
de falsedad.

Con el sólo mérito de ese certificado y sin necesidad de que se dicte resolución alguna, se
tendrá por preparada la vía ejecutiva.

b) Puede comparecer y tachar de falsa su firma dentro del plazo legal.

El legislador le ha señalado al deudor dos oportunidades para tachar su firma. La primera es en


el acto de la notificación, y la segunda es dentro del plazo de tres días fatales, contados desde que
se notifica.

Si se opone la tacha en el acto de la notificación, el receptor habrá de dejar constancia de este


hecho en el expediente, de acuerdo a lo preceptuado en el Art. 57 C.P.C. .

El deudor puede concurrir y tachar de falsa su firma. En este caso, deberá darse traslado del
escrito al "ejecutante", tramitándose el asunto como incidente.

Lo normal es que este tipo de incidentes sea menester la realización de un peritaje caligráfico.
A la persona que le corresponda acreditar la autenticidad de la firma es al demandante o solicitante.

La resolución que se pronuncia fallando el incidente es apelable en el sólo efecto devolutivo,


cuando el que apela es el deudor.

En este incidente el tribunal puede resolver que la firma es falsa, en cuyo caso habrá fracasado
la gestión preparatoria. Si, en cambio, se acredita la autenticidad de la firma durante la tramitación,
deberá declarar el tribunal este hecho, pasando a constituir el documento un título ejecutivo.

Además, si la firma tachada resulta ser auténtica, la Ley Nº 18. 092 consagró un tipo penal
nuevo para sancionar al deudor que retarda el inicio de la ejecución. De esta manera, el legislador
trató de dar mayor seriedad a la diligencia en estudio.

En efecto, señala el Art. 110 de la Ley Nº 18. 092 que "cualquiera persona que en el acto de
protesto o en la gestación preparatoria de la vía ejecutiva tachare de falsa su firma puesta en una
letra de cambio o pagaré y resultare en definitiva que la firma es auténtica, será sancionado con
las penas indicadas en el artículo 467 del Código Penal, salvo que acredite justa causa de error o
que el título en el cual se estampó la firma es falso". La pena es la del delito de estafa.

Esta resolución que fallando el incidente durante la gestión preparatoria establece que la firma
es autentica produce cosa juzgada formal al establecer el Art. 112 de la Ley Nº 18. 092 que "no
obstante lo prescrito en el artículo anterior, el demandado en un juicio civil y el inculpado o
procesado en el juicio criminal por el delito establecido en el artículo 110, podrá oponer como
defensa o excepción la falsedad del título o la de su firma y justificarla en dichos procesos". La
resolución del tribunal civil que declara auténtica la firma no impide que el ejecutado pueda,
durante el juicio ejecutivo, volver a alegar la falsedad de la firma, siendo en este caso eso sí la car-
ga de la prueba del demandado, ahora ejecutado".

El cheque, en cambio, siempre ha tenido una fuerte protección penal, la que, según pronto
veremos, se ve acrecentada por la modificación del Art. 43 de la Ley de Cheques.
328

Los problemas que genera el cobro del cheque se crean cuando éste es protestado. Este
protesto es un certificado o testimonio que estampa el librado (un banco) al dorso del cheque, al
tiempo de la negativa del pago, expresándose la causa, la fecha y la hora, con las firmas del
portador y del librado, sin, que sea necesaria la intervención de un Ministro de Fe (Art. 33, inc. 2º
D. F. L. 707) .

El cheque puede ser protestado por las siguientes causas:

1. Por falta de fondos (Art. 33, inc. 3º DFL. 707)

2. Por cuenta cerrada, y

3. Por haberse dado orden de no pago.

En la práctica, es frecuente que una institución bancaria proteste un cheque por caducidad (Art.
24 DFL. 707) ; por falta de portador legítimo; por falta de cancelación (Art. 27 DFL. 707) ; por
firma disconforme (Art. 17 DFL. 707) ; por estar mal extendido; por falta de firma registrada; por
falta de firma giradora etc. Pero ninguno de estos protestos habilita al titular legítimo para iniciar
una gestión preparatoria de la vía ejecutiva ni, consiguientemente, pueden comenzar un juicio
ejecutivo o un procedimiento por el delito de giro doloso de cheque.

Sólo los protestos por falta de fondos, por cuenta cerrada o no existente, o por orden de no
pago por causales distintas a las señaladas en el Art. 26 del D. F. L. 707 habilitan para iniciar un
procedimiento por el delito de giro doloso de cheque (Art. 22 inc. 2º D. F. L. 707) .

En los tres casos enunciados precedentemente pueden llegar a existir procedimiento penal,
previa gestión preparatoria de notificación de protesto.

El cheque debe ser presentado a su cobro dentro del plazo de sesenta días, contados desde su
fecha, si el librado estuviere en la misma plaza de su emisión, y dentro de noventa días, si estuviere
en otra. (Art. 23, inc. 1º D. F. L. 707) .

De acuerdo al Art. 34 del D. F. L. 707, una vez que el banco protesta el cheque, se generan dos
pretensiones para su posterior cobro: una pretensión civil, que va a perseguir el cobro del cheque
como título ejecutivo en un juicio de ese carácter si la firma está autorizada ante notario o, en caso
de carecer de este último requisito, previa gestión preparatoria de notificación del protesto.

La otra pretensión que "emana" del protesto del cheque es una de carácter penal. El legislador,
para la efectiva protección del portador o titular del documento ha estatuido un tipo penal especial,
contemplado en el Art. 22 del D. F. L. 707: el delito de giro doloso de cheque.

Este segundo procedimiento para el cobro de un cheque tiene dos fases: una etapa ante el juez
civil, donde se notifica el protesto al girador, y otra ante el correspondiente juez del crimen.

Protestado un cheque, para que se configure el delito de giro doloso de cheque, es necesario
que ese protesto sea notificado a su librador. Si después de transcurridos tres días desde la
notificación, el girador no deposita en la cuenta corriente del tribunal fondos suficientes para cubrir
el pago del cheque, sus intereses y costas, el tenedor del documento tiene derecho a entablar la
acción-pretensión criminal correspondiente. El librador debe cumplir íntegramente el pago del
capital, de los intereses y las costas que el protesto origine.

El tribunal competente para conocer de la gestión de notificación del protesto es el del


domicilio que el librador tiene registrado en el banco.
329

"La notificación del protesto podrá hacerse personalmente o en la forma dispuesta en el


artículo 44, inciso 2º de Código de Procedimiento Civil. En este caso no será necesario cumplir con
los requisitos señalados en el inciso 1º de dicho artículo, ni se necesitará orden judicial para la
entrega de las copias que en él se disponen". (Art. 41, inc. 1º D. F. L. 707) .

La competencia del juez civil se extiende única exclusivamente a la gestión de la notificación.


Este tribunal actúa como mero buzón de la solicitud y, por tanto, no vale hacer ninguna alegación o
excepción que ante él se presente. En cuanto al alcance de esta gestión previa o preliminar y los
actos procesales que pueden ser cuestionados dentro de la misma, se ha señalado que “ la
notificación judicial de protesto de cheque es una gestión previa o preliminar a un juicio civil o
criminal, razón por la cual en ella sólo se puede tramitar el incidente sobre la nulidad de la
notificación del protesto, debido a que él dice relación con las normas procesales que la regulan;
pero no lo referente a la nulidad del protesto del cheque, por tratarse de una cuestión de fondo
vinculada a la validez o nulidad misma del protesto, lo que debe hacerse valer en el juicio
correspondiente, pues de lo contrario esta gestión se transformaría en un juicio contradictorio 267

Transcurrido el plazo de tres días y sin que se haya efectuado la consignación, debe solicitarse
que se certifique esta circunstancia por el secretario del tribunal civil, que se otorguen copias
autorizadas de todo lo obrado, incluyendo dicha certificación, y, asimismo, se solicita que se
devuelva el cheque al solicitante de la gestión.

Una vez efectuado lo anterior, se configuran los presupuestos de la acción penal, debiendo
interponerse la querella por el delito de giro doloso de cheque ante el tribunal de crimen
correspondiente.

En la actualidad hay jurisprudencia en la cual se sostiene que la prescripción de la acción penal


se interrumpe con la notificación efectuada por el tribunal civil; aunque la tendencia de los fallos se
oriente a considerar que tal fenómeno ocurre únicamente cuando se ha presentado la respectiva
querella.

La prescripción de la acción penal contra el girador del cheque y la de la acción ejecutiva


contra los obligados al pago de un cheque es de un año, contado desde la fecha del protesto (Art. 34
D. F. L. 707) .

Al igual que tratándose de las letras de cambio de los pagarés, el legislador quiso darle
seriedad a la gestión preparatoria de la vía ejecutiva de notificación de protesto de cheque, regulado
en el Art. 434, N° 4, inc. 1º del C.P.C. En efecto, la Ley Nº 18. 092 modificó el Art. 43 del D. F. L.
707 en los siguientes términos: "Cualquiera persona que en la gestión de notificación de un protesto
de cheque tache de falsa su firma y resultare en definitiva que dicha firma es auténtica" será
sancionada con las penas que se contemplan en el artículo 467 del Código Penal, salvo que acredite
justa causa de error o que el título en el cual se estampó la firma es falso".

Lo señalado anteriormente respecto del incidente que se genera con motivo de la tacha de
falsedad de la firma de las letras de cambio y pagaré en la gestión preparatoria civil de la vía
ejecutiva, ha de tenerse por reiterado en esta parte respecto del cheque.

No obstante, tratándose de la notificación del protesto del cheque para configurar el delito de
giro doloso, nuestra Corte Suprema ha señalado que la tacha de falsedad de la firma no genera un
incidente que deba ser tramitado ante el juez civil, puesto que de acuerdo al artículo 42 de la Ley de
Cuentas Corrientes debe establecerse en el juicio criminal que el cheque ha sido falsificado o

267 SCS, RDJ 1986, T. LXXXIII, Sec. I, p. 51, C. 2°.


330

adulterado en caso de que se haya opuesto tacha de falsedad en el momento del protesto o dentro de
tercero día. 268

Debemos hacer presente que con la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal, la
vía civil para el cobro del cheque se transformó en el medio más efectivo para el cobro de la
obligación, dado que el giro doloso de cheques tipificado en el artículo 22 de la Ley de cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques pasó a tener el carácter de delito de acción penal privada con
motivo de la dictación de la Ley 19.806, publicada en el Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002.,
respecto del cual puede otorgarse las medidas cautelares personales del artículo 155 del NCPP y ser
sancionado incluso con pena de multa si se continua aplicando como se ha efectuado en la practica
el artículo 395 del Código Procesal Penal en el procedimiento simplificado . Sin perjuicio de ellos,
debemos tener presente que tanto en el antiguo como en el nuevo sistema procesal penal no se
contempla actualmente por la jurisprudencia la obligación de consignar la totalidad del capital,
intereses y costas respecto del cheque, lo que se justifica en atención a que ello conduce a una
verdadera prisión por deuda y en forma anticipada a la sentencia penal, sin que se dé cumplimiento
con ello por lo demás a los requisitos que se contemplan para justificar la existencia de una prisión
preventiva en nuestra Carta Fundamental, consistentes en la existencia de diligencias precisas y
determinada o un peligro para la seguridad de la sociedad o del ofendido.

4º. Gestión de avaluación

Es necesario efectuar una gestión preparatoria de avaluación cuando lo que se demanda es la


especie o cuerpo cierto debida que no se encuentra en poder del deudor o cuando se demanda la
cantidad de un género determinado. (Art. 438, Nºs 2 y 3 C.P.C. ) .

El ejecutante debe presentar un escrito ante el tribunal competente acompañando el título y


solicitando que se designe un perito para efectuar la avaluación y proceder a la liquidación,
teniendo por preparada la vía ejecutiva.

El tribunal designa de inmediato al perito, sin que intervenga la voluntad de las partes. A este
respecto es menester tener presente el carácter sumario de la gestión preparatoria del juicio
ejecutivo.

Designado el perito, procede éste a la avaluación con los datos que el propio título ejecutivo le
suministre. Dicha avaluación no tiene el carácter de definitiva, según se desprende de lo
preceptuado en el Art. 440 C.P.C. : "La avaluación que, en conformidad al artículo 438, se haga
para determinar el monto de la ejecución, se entenderá sin perjuicio del derecho de las partes para
pedir que se aumente o disminuya". De consiguiente, pueden de la avaluación efectuada por el
perito reclamar tanto el ejecutante como el ejecutado.

El ejecutante puede reclamar objetando la avaluación del perito y apelando de la resolución


que acepta la avaluación. Si esta parte no reclama de la avaluación en esa oportunidad, la
avaluación contenida en dicho informe de perito quedará firme respecto de él y no podrá, con
posterioridad, alegar en contra de ella.

El ejecutado puede reclamar en la misma oportunidad señalada para el ejecutante, si ha tomado


conocimiento de las gestiones iniciadas por éste. Si reclama, se genera un incidente.

Puede el ejecutado, además, reclamar con posterioridad, durante el curso del juicio ejecutivo,
oponiendo la excepción de "exceso de avalúo", contemplado en el Art. 464 Nº 8 del C.P.C.

268 Corte Suprema. Fallos del Mes. N 381 Pág. 424


331

Una vez ejecutoriada la resolución del tribunal que aprueba la avaluación pericial, el ejecutante
puede interponer la demanda ejecutiva y solicitar que se despache mandamiento de ejecución y
embargo.

Si el ejecutante interpone la demanda ejecutiva sin que se haya efectuado la gestión


preparatoria de avaluación, el ejecutado puede oponer la excepción del Art. 464 Nº 7 C.P.C.

5º. Gestión de notificación del título ejecutivo a los herederos del deudor

Esta gestión fluye de distintos artículos contemplados en la legislación nacional:

1. El art. 1377 del C.C. señala que "los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán igualmente
contra los herederos; pero los acreedores no podrán entablar o llevar adelante la ejecución sino
pasados ocho días después de la notificación judicial de sus títulos". Esta disposición se establece
porque los herederos pueden verse sorprendidos por la notificación y por eso se les otorga el plazo
adicional.

2. El Art. 5º del C.P.C. prescribe que "si durante el juicio fallece alguna de las partes que obra
por sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia
de los herederos para que comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de
emplazamiento para contestar demandas, que conceden los artículos 258 y 259".

Analizando ambas disposiciones se concluye que puede llegar a existir una superposición de
ambas. El juego de las disposiciones nos lleva a las siguientes posibilidades:

1. El deudor fallece antes de iniciarse la ejecución:

Aún no existe juicio ejecutivo, por lo tanto, no es aplicable el Art. 5º C.P.C. sino única y
exclusivamente el Art. 1377 C.C. Por ello se deberá notificar el título ejecutivo a los herederos del
deudor y se debe esperar el transcurso del término de ocho días para iniciar la ejecución.

2. El deudor fallece durante el curso del procedimiento.

En este caso es menester efectuar una previa distinción:

2. a) El deudor obraba personalmente en el procedimiento;

Aquí prima la disposición del Art. 5º C.P.C. sobre la del Art. 1377 C.C. En consecuencia, es
necesario notificar a los herederos de la persona que actuaba personalmente en el juicio, quedando
éste paralizado durante el término de emplazamiento del juicio ordinario.

La verdad es que, por la profesionalización de la defensa que quiso incorporar la Ley Nº 18.
120 sobre comparecencia en juicio, la defensa personal de una de las partes actualmente es
excepcionalísima.

2. b) El deudor actuaba en el procedimiento por medio de apoderado:

Esta situación no está contemplada dentro del Art. 5º C.P.C. y, por tanto, rige en plenitud el
Art. 1377 C.C. , o sea, se debe notificar a los herederos del deudor y no puede llevarse adelante la
ejecución sino después de transcurrido un plazo de ocho días contados desde la notificación del
título.
332

La notificación a que se refiere la ley es la personal, incluyendo la posibilidad de emplear las


notificaciones sustitutivas de la personal, esto es, la del Art. 44 del C.P.C. y la notificación por
avisos.

Siempre se debe notificar a los herederos, aun cuando exista albacea con tenencia de bienes.

Si el deudor fallece después del plazo para oponer excepciones en el juicio ejecutivo, los
herederos no pueden oponer nuevas excepciones. El derecho para oponerlas ha precluído
indefectiblemente. El legislador sólo suspende el procedimiento y no lo deja sin efecto.

6°. Gestión preparatoria para el cobro por vía ejecutiva de una factura. (Notificación judicial
para poner en conocimiento del obligado al pago de la o las copias de la facturas, y/o sus guías
con todos los requisitos legales y del recibo de las mercaderías o de la conformidad con la
prestación de los servicios.)

La Ley 19.983, publicada en el Diario Oficial de 15 de Diciembre de 2004, reguló la


transferencia de la factura y señalo los casos en los cuales una factura podía llegar a tener mérito
ejecutivo.

De acuerdo a lo previsto en el artículo 1° de la Ley 19.983, en toda operación de compraventa,


de prestación de servicios, o en aquellas en que la ley asimile tales operaciones, en que el vendedor
o prestador del servicio esté sujeto a la obligación de emitir factura, deberá emitir una copia, sin
valor tributario, de la factura original, para los efectos de su transferencia a terceros o cobro
ejecutivo, según lo dispuesto en la ley.

En la factura debe dejarse constancia si el pago no se ha efectuado al contado, el plazo dentro


del cual se pagará el saldo insoluto. Al efecto, dispone el artículo 2° de la Ley 19.983, que la
obligación de pago del saldo insoluto contenida en la factura deberá ser cumplida en cualquiera de
los siguientes momentos:

1.- A la recepción de la factura;

2.- A un plazo desde la recepción de la mercadería o prestación del servicio, pudiendo


establecerse vencimientos parciales y sucesivos, y

3.- A un día fijo y determinado.

En ausencia de mención expresa en la factura y su copia transferible de alguno de los plazos


señalados, se entenderá que debe ser pagada dentro de los treinta días siguientes a la recepción.

De acuerdo con lo señalado hoy se contemplan por la ley dos nuevas obligaciones al vendedor
o prestador de servicios respecto de la factura con pago a plazo:

a.- Emitir una copia adicional de la factura, que va a servir para transferirla o para tener titulo
ejecutivo conforme al artículo 1°;y

b.- Dejar constancia en su original y copia adicional de la forma de pago o solución en la


forma prevista en el artículo 2°.-

Frente a esta emisión de copia de la factura para facilitar su traspaso y la regulación de la


factura como titulo ejecutivo imperfecto para su cobro, la ley reguló un procedimiento extrajudicial
para que el acreedor pudiera reclamar de la factura que se le cobra.
333

Prevé el artículo 3 de la Ley 19.983, que para los efectos de esta ley, se tendrá por
irrevocablemente aceptada la factura si no se reclamara en contra de su contenido mediante alguno
cualquiera de los siguientes procedimientos:

1.- Devolviendo la factura y la guía o guías de despacho en su caso, al momento de la entrega.

Debería procederse a devolver la factura mediante una carta para contar con un medio de
prueba para acreditar ello en el evento que posteriormente le pretenda ser cobrada, sin perjuicio de
entender que la sola devolución de ella importa su rechazo.

2.- Reclamando en contra de su contenido dentro de los ocho días corridos siguientes a su
recepción, o en el plazo que las partes hayan acordado, el que no podrá exceder de treinta días
corridos. En este caso, el reclamo deberá ser puesto en conocimiento del emisor de la factura por
carta certificada, o por cualquier otro modo fehaciente, conjuntamente con la devolución de la
factura y la guía o guías de despacho, o bien junto con la solicitud de emisión d enota de crédito
correspondiente. El reclamo se entenderá practicado en la fecha de envío de la comunicación.

El reclamo de la factura en la forma y dentro de los plazos previstos en este artículo 3° reviste
gran importancia, puesto que en tal caso no podrá iniciarse la gestión preparatoria de la vía
ejecutiva para el cobro de la factura, sino que deberá en tal caso ejercerse la acción declarativa que
corresponda.

De conformidad a lo previsto en el artículo 5° de la Ley 19.983, la copia de la factura tendrá


merito ejecutivo para su cobro, si cumple los siguientes requisitos:

a) Que la factura correspondiente no haya sido reclamada en alguna de las formas


contempladas en el artículo 3° de la Ley 19.983.

b) Que el pago de la factura sea actualmente exigible y la acción para su cobro no esté
prescrita.

El pago de la factura será actualmente exigible, al igual que la letra de cambio o pagare,
cuando no está sujeta en su cumplimiento a alguna modalidad, sea una condición, plazo o modo.
De acuerdo con ello, no será posible cobrar una factura si no ha expirado el plazo señalado en ella
para su cobro.

Respecto de la prescripción, debemos tener presente que el inciso 3° del artículo 10 de la Ley
19.983 dispone que el plazo de prescripción de la acción ejecutiva, para el cobro de un crédito
consignado en la copia de la factura establecida en la ley, en contra del deudor de la misma, es de
un año contado desde su vencimiento. Si la obligación de pago tuviere vencimientos parciales, el
plazo de prescripción correrá respecto de cada vencimiento.

c) Que en la copia de la factura conste el recibo de las mercaderías entregadas o del


servicio prestado, con indicación del recinto y fecha de la entrega de las mercaderías o
de la prestación del servicio, del nombre completo, rol único tributario y domicilio del
comprador o beneficiario del servicio e identificación de la persona que recibe las
mercaderías o el servicio, más la firma de este último.

En todo caso, si en la copia de la factura no consta el recibo mencionado, ella podrá tener
mérito ejecutivo cuando se la acompañe de una copia de la guía de despacho o guías de despacho
emitida o emitidas de conformidad a la ley, en las que conste el recibo correspondiente.
334

Será obligación del comprador o beneficiario del servicio otorgar el recibo a que se refieren los
párrafos precedentes y la letra b) del artículo 4 en el momento de la entrega real o simbólica de las
mercaderías, o tratándose de servicios, al momento de recibir la factura.

El cumplimiento de la obligación establecida en el párrafo anterior será fiscalizado por el


Servicio de impuestos internos, que deberá denunciar las infracciones al Juez de Policía Local del
domicilio del infractor, Asimismo, el afectado por el incumplimiento podrá hacer la denuncia ante
el mencionado tribunal. La infracción será sancionada con multa, a beneficio fiscal, de hasta el
50% del monto de la factura, con un máximo de 40 unidades tributarias anuales, la que será
aplicada conforme a las disposiciones de la Ley 18.287 (Procedimiento ante Juzgados de Policía
Local).

Cumplidos los tres requisitos precedentes, la factura no constituye un titulo ejecutivo perfecto,
sino que es necesario que realice la gestión preparatoria contemplada en la letra d) del artículo 5 de
la Ley 19.983, consistente en la notificación judicial para poner en conocimiento del obligado al
pago de la o las copias de la facturas, y/o sus guías con todos los requisitos legales y del recibo de
las mercaderías o de la conformidad con la prestación de los servicios.

El obligado al pago de la factura tiene tres días para alegar:

a.- La falsificación material de la factura o guía de despacho respectivo o del recibo de las
mercaderías o de prestación de los servicios; y/o

b.- La falta de entrega de las mercaderías o de la prestación de servicio.

Transcurrido el plazo de los tres días sin que se alegue la falsedad material de la factura o la
falta de entrega de mercadería o prestación de servicio, se tiene por preparada la vía ejecutiva.

Nuestra jurisprudencia ha resuelto que se debe tener por irrevocablemente aceptada la factura
dentro de la gestión preparatoria que sean auténticas por corresponder a transacción de bienes o
prestación de servicios que son efectivos y no fraguados con el objetivo de defraudar, no pudiendo
significar por ello dicha aceptación de acuerdo a lo dispuesto en la letra a) del art. 5 de la Ley
19.983 que no pueda oponerse alegando la falsedad de esta, más aun si se debe considerar la
situación de autos en que existió una convivencia entre los falsificadores de los documentos y una
empleada de la demandada. 269

La alegación mediante la cual se impugna el pago de la factura cuyo cobro ejecutivo se


pretende puede basarse solo en las dos razones antes señaladas. Dicha impugnación se tramita
como incidente y, en contra de la resolución que la deniegue procederá el recurso de apelación en
el solo efecto devolutivo.

Si la impugnación es acogida, se entenderá fracasada la preparación de la vía ejecutiva.

En cambio, si la impugnación es rechazada se entenderá preparada la vía ejecutiva, y podrá


deducirse la demanda ejecutiva no obstante el recurso de apelación que se deduzca, dado que debe
ser concedido en el solo efecto devolutivo. Adicionalmente en este caso, existe una sanción
adicional puesto que el que dolosamente impugne de falsedad cualquiera de los documentos
mencionados en la letra c) y sea vencido totalmente en el incidente respectivo, será condenado al
pago del saldo insoluto y, a titulo de indemnización de perjuicios, al de una suma igual al referido
saldo, más el interés convencional calculado sobre dicha suma, por el tiempo que corra entre la
fecha de la notificación y la del pago. En otras palabras, la ley lo obliga a pagar el doble de lo

269 Corte Ap. Santiago. 3.9.2012 Apelación. Rol 2540-2012..Gaceta Juridica 387. Setiembre 2012.Págs.302 y sgtes.
335

adeudado más el interés máximo convencional sobre la suma a pagar por indemnización entre la
notificación de la gestión preparatoria y su pago.

Para aplicar esta sanción debe existir una petición del que requiere la gestión preparatoria,
puesto que los tribunales no pueden actuar de oficio, y además se debe acreditar el actuar doloso,
dado que sabemos que claramente éste no se presume.

En conclusión, nuestra Corte Suprema nos ha explicado que es posible objetar en diferentes
ocasiones y con diversos alcances la presentación de una factura. La primera, a su presentación o
dentro de los ocho días siguientes o en el plazo fijado por las partes, el cual no podrá exceder de
treinta días. En el evento que no se efectué observación alguna se tendrá por irrevocablemente
aceptada. En caso contrario, no tendrá el mérito de representar un crédito en contra del obligado.
La segunda oportunidad prevista para objetar la factura, se produce al pretender dotarla de mérito
ejecutivo en que, acotando las alegaciones que pueden deducirse, el deudor desconoce su
contenido y, de ser acreditado el hecho que sustenta su objeción, se priva la posibilidad de que el
instrumento alcance el carácter de título ejecutivo. En cambio, de no deducirse el incidente
respectivo o si éste es desestimado, el acreedor podrá iniciar la ejecución apoyándose en la factura
como título, en que se podrá interponer las excepciones que ese procedimiento contempla. Pero,
todavía , aquella factura respecto de la cual el tribunal haya acogido la incidencia de oposición o
que no haya sido sometida al procedimiento especial de la gestión preparatoria, la que podrá ser
cobrada por la vía ordinaria correspondiente, justificando el crédito por los medios de prueba
legales. De este modo, entonces, se concluye que aquel que aparezca como deudor de una factura,
cuenta con distintas alternativas para oponerse o reclamar de ella y, ninguna de éstas cierra el paso
a las demás, aun cuando habrá de ejercitarse llegado el momento oportuno, según el procedimiento
que se haya incoado en su contra. 270

IX. TRAMITACIÓN DEL JUICIO EJECUTIVO.

Hemos indicado que el juicio ejecutivo se desenvuelve a través de dos cuadernos o ramos.

Uno es el cuaderno ejecutivo, que contiene la gestión preparatoria, en su caso, la demanda


ejecutiva, las excepciones que el ejecutado opone, la contestación del ejecutante, la prueba rendida
y la sentencia.

El segundo cuaderno es el cuaderno de apremio, que se inicia con la interlocutoria


"mandamiento de ejecución y embargo", y contiene todos los actos necesarios para embargar los
bienes del deudor, la administración y posterior realización de los mismos. Este cuaderno de
apremio se tramita paralelamente con el ejecutivo más se suspende su prosecución cuando se
oponen excepciones, luego de haberse verificado el embargo, y podrá reiniciarse para la
liquidación de los bienes embargados luego de dictada una sentencia condenatoria de remate en el
cuaderno ejecutivo..

PÁRRAFO 1º TRAMITACIÓN DEL CUADERNO EJECUTIVO

I. GENERALIDADES.

El juicio ejecutivo puede comenzar por la interposición de la correspondiente demanda


ejecutiva en caso de contarse con un título ejecutivo perfecto o por una gestión preparatoria de la
vía ejecutiva en caso de no contarse con un título ejecutivo o contarse con un titulo ejecutivo
imperfecto.

270 Corte Suprema.15.11.2011.Gaceta Juridica 377. 2011.Págs.357 y sgtes.


336

Si el juicio ejecutivo comienza por demanda, se rige, como tal, por las normas de la
competencia relativa, incluyendo la distribución de causas. En cambio, si el procedimiento se inicia
por gestión preparatoria de la vía ejecutiva, por expresa disposición de la ley, la demanda no va a
distribución de causas sino que se presenta directamente ante el tribunal que conoció de la gestión
preparatoria (Art. 178 C.O.T. )

La situación del ejecutado es diversa dentro del procedimiento, así:

1. Durante las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva el futuro demandado sólo puede
intervenir cuando la ley así lo establece. Por ejemplo, en la confesión de deuda, en el
reconocimiento de firma puesta en instrumento privado, etc.

Según la opinión de la doctrina mayoritaria, todas las intervenciones del futuro ejecutado son
personalísimas no pudiendo realizarse por intermedio de mandatario.

2. Como consecuencia de esta intervención limitada, el ejecutado podría prorrogar la


competencia. Sin embargo, la ley establece expresamente que el demandado, al intervenir en las
gestiones preparatorias, no prórroga la competencia por su comparecencia, pudiendo siempre
oponer la excepción de incompetencia del tribunal.

Al efecto, el artículo 465, inc. 2º establece que " no obstará para que se deduzca la excepción
de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las gestiones del demandante
para preparar la acción ejecutiva.

3. En virtud del Art. 441 C.P.C., "el tribunal examinará el título y despachará o denegará la
ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se haya éste apersonado en el
juicio.

Las gestiones que en tal caso haga el demandado no embarazarán en manera alguna el
procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas por el tribunal como datos ilustrativos para
apreciar la procedencia o improcedencia de la acción.

Si denegado el mandamiento de ejecución, se interpone apelación de este fallo y ha lugar a


ella, el tribunal elevará el proceso al superior, también sin notificación del demandado".

En definitiva se prohíbe, como se puede desprender de lo expuesto, expresamente al ejecutado


realizar cualquiera gestión que perturbe la dictación del mandamiento de ejecución y embargo: el
demandado no debe ni siquiera ser oído.

La importancia de la prohibición de intervención del ejecutado radica en el hecho de que no


obstante ser el mandamiento de ejecución y embargo una sentencia interlocutoria de segundo
grado, el demandado no tiene derecho de apelar de ella, siendo su única vía de defensa la oposición
de las excepciones que establece el Código. En este sentido se ha declarado que “ el legislador ha
reglamentado determinadamente la única forma de redacción de la resolución que despacha un
mandamiento de ejecución y embargo en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil. En
consecuencia, no procede a su respecto la impugnación ordinaria de la apelación. ” 271

En cambio, según tendremos oportunidad de ver mas adelante, la regla general es que las
sentencias interlocutorias son esencialmente apelables.

271 Corte Apelaciones de Santiago. 8. 3. 1996. Gaceta Jurídica. Año 1996. Marzo Nº 189. Pág. 66
337

Sobre la materia se ha señalado que " la impugnación del mandamiento de ejecución por el
recurso de apelación es tema que ha motivado opiniones y fallos contradictorios. Nuestra postura es
negativa y postulamos que el mandamiento solamente puede ser impugnado por la oposición del
demandado, mediante las excepciones que la ley ha previsto en el artículo 464.

" En efecto, el artículo 441 es muy claro en su texto y contexto, para así sostenerlo, por las
consideraciones siguientes: a) El mandamiento se despacha o deniega sin audiencia ni notificación
del demandado, aunque éste se haya apersonado al juicio; b) Si el ejecutado se apersona al juicio,
sus gestiones no embarazarán en forma alguna la ejecución y solamente son estimadas por el
tribunal como datos ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la ejecución; c)
El precepto solamente admite apelación de la resolución que deniega el mandamiento, lo que
agravia al demandante y no al demandado y, por lo tanto, es obvio que sólo concede el derecho a
aquél y no a éste, y d) Aún en el caso de apelación del demandante, no es oído el demandado.

" La opinión contraria esgrime el argumento que todas las sentencias definitivas e
interlocutorias de primera instancia son apelables, salvo en los casos en que la ley deniegue
expresamente este recurso (art. 187 del Código), pero no repara en que no solamente es expreso
aquello que está especificado, sino que también lo que es claro y patente, claridad que se desprende
del texto del art. 441, especialmente su inciso final, que únicamente admite apelación de la
resolución que deniega el mandamiento pero no la que lo despacha.

" Dos sentencias relativamente recientes de la Corte Suprema perseveran en la discrepancia.


Así, el fallo de ese tribunal de 5 de julio de 1983 272, confirmando la sentencia de la Corte de
Concepción de 13 de abril del mismo año, declaró que la resolución que ordena despachar
mandamiento de ejecución y embargo es una interlocutoria apelable en el sólo efecto devolutivo;
pero el fallo de la Corte Suprema de 15 de julio de 1986 273 declara su inapelabilidad fundada en
la numerosa jurisprudencia que así lo ha resuelto y en los artículos 441 y 464 del Código de
Procedimiento Civil. "274

II. LA DEMANDA EJECUTIVA.

La demanda ejecutiva debe cumplir con los siguientes requisitos:

1. Los comunes a todo escrito:

a) debe presentarse en papel competente;


b) por conducto del secretario del tribunal correspondiente y encabezada con una suma que
indique su contenido, y
c) acompañada, en papel simple, de tantas copias cuantas sean las partes a quienes haya de ser
notificada.

2. Los comunes a toda demanda:

a) la designación del tribunal ante quien se entable;


b) el nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que lo
representen, y la naturaleza de la representación;
c) el nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado;
d) exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya, y

272Fallos del Mes Nº 296 pp. 319-320


273Revista Fallos del Mes N333,pp. 507-508
274 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 49 y 50. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
338

e) la enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan


al fallo del tribunal.

" La petición concreta de la demanda consistirá en que el tribunal despache mandamiento de


ejecución y el tribunal accederá o no a ello con el mérito de la demanda y el título, estándole
vedado dictar resoluciones tendientes a la agregación de antecedentes que no hayan sido aportados
por el actor, como lo tiene resuelto acertadamente la Corte Suprema en fallo de 7 de Septiembre de
1989 275. Si a la expresada petición concreta abunda el actor con la solicitud de ordinaria
ocurrencia " de que se siga adelante la ejecución hasta hacer completo pago de capital, intereses y
costas", ciertamente robustece el acto, pero su omisión no constituye defecto que haga inepto el
libelo o que en su momento pueda esgrimirse como causal de casación en la forma. Antigüa
jurisprudencia de la Corte Suprema se adscribe a este planteamiento que es también el de la
doctrina procesal. "276

3. Los que habilitan para demandar en juicio ejecutivo y que son:

a) existencia de un título ejecutivo;

b) obligación líquida, "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o la cantidad


líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución". (Art. 438, inc. 3º C.P.C. ) ;

c) obligación actualmente exigible, y

d) que la pretensión (acción) ejecutiva no se encuentre prescrita.

4. La demanda debe cumplir con las normas de la Ley Nº 18. 120 sobre comparecencia en
juicio, esto es, debe contar con el patrocinio de un abogado habilitado para el ejercicio de la
profesión, y designar a un mandatario judicial.

En cuanto al poder, se puede otorgar mandato judicial respecto de las letras de cambio y
pagarés mediante el simple endoso con la cláusula "valor en cobro" o "en cobranza". Esta es una
modificación introducida por la Ley Nº 18. 092 . Lo anterior es procedente, salvo que el
endosatario no sea abogado, en cuyo caso, comparece la persona como mandatario, pero de todos
modos habrá de conferir poder y contar con el patrocinio de un abogado.

Cuando el juicio ejecutivo comience por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, a juicio
del Sr. Mosquera, el mandato otorgado para tal gestión es suficiente para proseguir la tramitación
de la demanda, no siendo necesario volver a conferir poder. Lo anterior se desprende claramente de
la interpretación del Art. 7º C.P.C. , precepto que emplea la expresión "para todo el juicio", siendo
la gestión preparatoria una de las vías a través de las cuales se inicia el juicio.

En todo caso, como medida de seguridad, es conveniente que en un otrosí de la demanda


ejecutiva se solicite al tribunal que tenga presente que el patrocinio con que se goza y el poder
conferido en la gestión preparatoria, se dan por reproducidos en la demanda.

III. EL MANDAMIENTO DE EJECUCION Y EMBARGO.

1º. Concepto.

275Fallos del Mes N370 pp. 533


276 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 44. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda
339

Cuando la demanda cumpla con todos los requisitos antes indicados, lo normal es que el
tribunal dicte la resolución que ordena despachar el mandamiento de ejecución y embargo, esto es,
"Despáchase mandamiento de ejecución y embargo" o simplemente "Despáchase".

La Corte Suprema ha señalado que "los requisitos para que un título goce de mérito ejecutivo,
deben existir al momento de proveerse la demanda ejecutiva". 277

Si la demanda se provee favorablemente para el ejecutante, la resolución que dicta el tribunal


lleva envuelta dos ideas: una, referente al cuaderno ejecutivo, y la otra, relativa al cuaderno de
apremio, el que, precisamente, se inicia con la resolución indicada. Tal resolución es "despáchese".

La resolución "despáchese" es una verdadera autoorden que se da al tribunal para la dictación


de la otra resolución "mandamiento de ejecución y embargo", la que constituye la primera
actuación del cuaderno de apremio y con la cual se efectuará el requerimiento de pago al deudor.

Puede ocurrir que el tribunal no de curso a la demanda por no cumplir con los requisitos
exigidos por la ley. Si el vicio se refiere a la prescripción de la acción ejecutiva, el tribunal, de
oficio, no dará curso a la ejecución (Art. 442 C.P.C. ) .

El tribunal también puede no dar curso a la demanda ejecutiva, al igual que respecto de la
demanda del juicio ordinario, si no se cumplen los requisitos signados con las letras a, b y c de las
normas comunes a toda demanda (Art. 256 C.P.C. ) .

Asimismo, el tribunal puede no dar curso a la demanda cuando no se constituye el patrocinio y


mandato correctamente, aplicando la sanción correspondiente.

Finalmente, se ha sostenido por la doctrina que " para la dictación del mandamiento de
ejecución y embargo el tribunal debe previamente hacer un atento examen de los presupuestos
procesales, la legitimación activa, la aptitud del libelo y si la obligación que el título ejecutivo
representa es actualmente exigible, líquida y no prescrita ejecutivamente. El vocablo " examen" que
emplea el texto (art. 441) así lo indica porque acorde con el léxico él denota la idea de "
indagación y estudio que se hace acerca de las cualidades y circunstancias de una cosa o hecho"
que por lo mismo impone al juez una actitud vigilante y responsable. Lo confirman la sentencia de

278

2º. Características.

La resolución "mandamiento de ejecución y embargo" presenta las siguientes características:

1. Se trata de una resolución judicial y, por tanto, debe cumplir con todos los requisitos
comunes a toda resolución (Art. 169 C.P.C. ) .

2. Esta resolución judicial de mandamiento de ejecución y embargo tiene su origen en la


providencia "Despáchase" que recae en la demanda ejecutiva, siendo ésta una verdadera
"auto-orden del tribunal" para despachar el mandamiento de ejecución y embargo. Es el tribunal
quien a través del despachase se ordena a sí mismo dictar la resolución de mandamiento de ejecu-
ción y embargo.

277Jurisprudencia. 1985. Vol II. Nº 16. Enero Pág. 49. Corte Suprema, 5 de Diciembre de 1984.
278 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 44 y 45. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
340

3. Tiene la naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria de segundo grado, porque sirve de


base a la dictación de una sentencia definitiva. Incluso, cuando no se oponen excepciones en el
cuaderno ejecutivo, se omite la sentencia definitiva y el mandamiento de ejecución y embargo
se convierte procesalmente, en la sentencia final del juicio. Al efecto, establece el artículo 472
que " si no oponen excepciones, se omitirá la sentencia y bastará el mandamiento de ejecución
para que el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y el pago, de
conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio. "

Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio ejecutivo y,


por consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución pasa a tener el mérito de
una sentencia de término toda vez que la falta de oposición extingue en forma irrevocable los
derechos que pudiera ejercer el ejecutado. " 279. Como se puede apreciar, la importancia del
mandamiento transciende al de un mero trámite.

3º. Menciones del mandamiento de ejecución y embargo.

El mandamiento de ejecución y embargo, pese a ser una sentencia interlocutoria, debe cumplir
con una serie de requisitos y puede contener otros tantos.

El mandamiento de ejecución y embargo debe contener algunas menciones de carácter


esencial.

Las menciones esenciales se señalan en el Art. 443 C.P.C. , al disponer que el mandamiento
de ejecución y embargo debe contener:

1º La orden de requerir de pago al deudor por el capital, intereses y costas (Art. 443, Nº 1
C.P.C. ) ;

2º La orden de embargar bienes suficientes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la
deuda con sus intereses y costas, si éste no paga en el acto del requerimiento (Art. 443, Nº 2 C.P.C.
),y

3º La designación de un depositario provisional.

Este depositario es fundamental en la tramitación del juicio ejecutivo, toda vez que el embargo
se entiende perfeccionado por la entrega real o simbólica de los bienes embargados que el ministro
de fe hace al depositario. (. Art. 443, Nº 3) .

El ejecutante podrá pedir que no se designe depositario, pero esta petición sólo tiene efecto
hasta el momento del embargo, ya que por definición, no hay embargo sin depositario. De acuerdo
con ello, es posible omitir la designación de depositario, atendido a que ello se puede verificar con
posterioridad en el proceso. Es por ello, que se ha declarado que la falta de designación de
depositario provisional no produce la nulidad del embargo por no constituir un elemento esencial
del mismo, pudiendo incluso no hacerse tal designación. 280

La ley también permite que se designe depositario al deudor, resguardando al ejecutante con el
establecimiento de un tipo penal especial.

Además, el mandamiento de ejecución y embargo puede contener algunas menciones de la


naturaleza.

279 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 150.


280 (Corte Suprema 5/08/1992, rol n° 19.334).
341

Las menciones de la naturaleza se señalan en el Art. 443 C.P.C., al disponer que el


mandamiento de ejecución y embargo puede contener:

1º La designación de los bienes sobre los cuales puede recaer el embargo y que hace el propio
ejecutante en su demanda.

Este señalamiento de los bienes se transforma en un señalamiento que el mandamiento debe


contener cuando se persigue la ejecución sobre un cuerpo cierto que está en poder del deudor, y

2º La solicitud de auxilio de la fuerza pública.

Esta sólo puede intervenir cuando la parte ejecutante lo pide, no pudiendo el tribunal, de oficio,
ordenar tal intervención. Así se ha fallado.

IV. EL REQUERIMIENTO DE PAGO.

1º. Forma de notificación.

En el juicio ejecutivo, la relación jurídica procesal se perfecciona por el requerimiento de pago,


para lo cual debe entregarse al notificado copia de la demanda ejecutiva, la providencia que sobre
ella recae y del mandamiento de ejecución y embargo.

La notificación de la demanda y de esas resoluciones es una "notificación-requerimiento",


por cuanto, a través de ella lo que se persigue es pedir o exigir que el deudor pague la deuda y, en
el evento de que éste no lo haga en el acto del requerimiento, se proseguirá en su contra la
tramitación del juicio ejecutivo mediante el embargo de los bienes en cantidad suficiente para
cubrir la deuda, intereses y costas.

Para determinar adecuadamente la forma en que se realiza el requerimiento de pago es


menester efectuar una distinción:

1. La demanda ejecutiva constituye el primer escrito que se ha presentado en el juicio.


En tal situación, como toda primera notificación, la que recaiga sobre ese escrito y sobre la
resolución habrá de efectuarse personalmente. Empero, en esta materia, es menester efectuar una
importante distinción:

a) Si el deudor es habido, el requerimiento de pago debe hacérsele "personalmente". (Art.


443, Nº 1, inc. 1º primera parte) .

La expresión "personalmente" que emplea el precepto, según algunos, quiere significar que ha
de notificarse al demandado en persona y no a su mandatario. Empero, la cátedra considera que esa
expresión significa que la notificación debe ser la personal que contempla el Art. 40 C.P.C. )

Al respecto, la jurisprudencia de los tribunales ha sido vacilante. En efecto, mientras algunas


sentencias expresan que "el requerimiento de pago puede hacerse al mandatario del ejecutado, sin
que la palabra "personalmente", empleada en el Nº 1 de la disposición, signifique la necesidad de
que el deudor mismo sea requerido" 281, otras, en cambio, establecen categóricamente que "el
requerimiento de pago debe hacerse personalmente al deudor". 282

En esta materia debemos recordar que el artículo 41 dispone en su inciso primero que " en los
juicios ejecutivos, no podrá efectuarse el requerimiento de pago en público y, de haberse notificado

281 Repertorio C.P.C. Op. cit Tomo III. Pág. 73


282 Ibidem.
342

la demanda en un lugar o recinto de libre acceso público, se estará a lo establecido en el Nº1 del
artículo 443. "

De acuerdo con ello, en el juicio ejecutivo sólo puede efectuarse la notificación de la demanda
ejecutiva en un lugar o recinto de libre acceso público, pero no es posible practicar al deudor en ese
lugar el requerimiento de pago, debiendo en tal caso el receptor procederle a entregar una citación
para el día, hora y lugar que fije el ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo
a esta citación el deudor, se hará inmediatamente y sin más trámite el embargo"

b) Si el deudor no es habido, el requerimiento de pago se verifica a través de una notificación


especial, que se denomina "cédula de espera", que es una citación a la oficina del receptor, en
cuyo caso el requerimiento se efectúa en la oficina de dicho auxiliar de la "administración de
justicia".

Señala el Art. 443, Nº 1, inc. 1º, segunda parte del C.P.C. que, en el requerimiento de pago, si
el deudor "no es habido, se procederá en conformidad al artículo 44, expresándose en la copia a que
dicho artículo se refiere, a más del mandamiento, la designación del día, hora y lugar que fije el
ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo a esta citación el deudor, se hará
inmediatamente y sin más trámite el embargo".

Como se trata de la notificación sustitutiva del Art. 44 del C.P.C., será necesario solicitar al
tribunal que esa forma de notificación sea practicada, previa certificación del receptor de los
requisitos que la hacen procedente y que se contemplan en ese precepto.

El lugar donde se efectúa el requerimiento de pago tiene singular importancia, dado que, según
sea el lugar donde se efectúe, va a ser el plazo mayor o menor que tenga el deudor para oponer
excepciones. En este caso de notificación mediante cédula de espera como en el caso de que se
verifique la notificación de la demanda ejecutiva en un lugar o recinto de libre acceso público, el
requerimiento de pago se entiende practicado en la oficina del receptor" y en el día señalado por
este para efectuar el requerimiento, sea que se haga personalmente o en rebeldía del ejecutado.

En relación con esta materia es importante tener presente que se ha declarado que la
notificación ficta del inciso segundo del artículo 55 del Código de Procedimiento civil no recibe
aplicación respecto del requerimiento de pago. Al efecto, se ha resuelto que “ declarada la nulidad
de la notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento, el artículo 55 inciso 2º sólo se
aplica a la primera y no al requerimiento, puesto que éste no constituye propiamente una resolución
sino que una diligencia que debe ser efectuada por un ministro de fe y que debe cumplir con las
formalidades que establece la ley. ” 283 y que “ declarada la nulidad de lo obrado en un juicio
ejecutivo, por no haberse emplazado válidamente a una de las demandadas, su notificación por el
sólo ministerio de la ley en virtud de lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 55 del Código de
Procedimiento Civil, no ha podido producir el efecto de tenerla requerida de pago. ” 284

2. La demanda ejecutiva no constituye el primer escrito del juicio, sino que éste se ha
iniciado por gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

En este caso ya no procede utilizar la notificación personal ni la cédula de espera, ya que no se


trata de la primera notificación.

La notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento de pago se va a efectuar por


cédula si el deudor ha designado domicilio durante el trámite de la gestión preparatoria de la
vía ejecutiva. Así lo señala expresamente el Art. 443, Nº 1, inc. 2º del C.P.C. : "Cuando el deudor

283 Corte Suprema 28. 11. 1991. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXXIX 2ª parte. Sec. 1ª Págs 1 y sgtes.
284 Gaceta Jurídica. Año 1998. Julio Nº 217 Página 92. Santiago 13. 7. 98. Corte Apelaciones de Santiago.
343

haya sido notificado personalmente o con arreglo al artículo 44 para otra gestión anterior al
requerimiento, se procederá a éste y a los demás trámites del juicio, en conformidad a lo
establecido en los artículos 48 a 53. La designación del domicilio, exigida por el artículo 49, deberá
hacerse en tal caso por el deudor dentro de los dos días subsiguientes a la notificación, o en su
primera gestión si alguna hace antes de vencido este plazo".

Si el deudor no fija domicilio, según sabemos, todas las resoluciones se le notificarán por el
estado diario (Art. 53 C.P.C. ) .

2º. Actitudes del ejecutado frente al requerimiento.

Frente al requerimiento de pago, válidamente efectuado, el deudor puede optar por adoptar una
de las siguientes actitudes:

1. Pagar en el acto en que se le practica el requerimiento de pago.

En este caso, el juicio ejecutivo va a terminar por haberse solucionado el total del capital, los
intereses y las costas.

Es menester tener presente que el deudor puede pagar antes de que se le practique el
requerimiento o, en el caso de la cédula de espera, antes de concurrir al oficio del ministro de fe. En
ambos casos, el juicio ejecutivo llegará a su término cuando el ejecutado pague el capital, los
intereses del crédito y las costas en que el ejecutante haya incurrido.

2. No pagar frente al requerimiento.

En esta situación, la actitud del ejecutado dará lugar a que se proceda a practicar el embargo de
sus bienes en cantidad suficiente para cubrir el capital, intereses y costas; y a partir del
requerimiento de pago, se contará el plazo para que el ejecutado ejerza efectivamente su
posibilidad de defensa dentro del juicio ejecutivo.

La única posibilidad de defensa del demandado se reduce a la oposición de las excepciones


que taxativamente señala la ley en el artículo 464 del C.P.C. y que oportunamente estudiaremos. Si,
en cambio, el demandado no se defiende, transcurridos los plazos legales, se omite la sentencia
ejecutiva y el mandamiento de ejecución y embargo hará sus veces para todos los efectos legales.

V. EL EMBARGO. -
Señala el Nº 2 del Art. 443 del C.P.C. que el mandamiento de ejecución debe contener la orden
de "embargar bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda con sus intereses y las
costas, si no paga en el acto" del requerimiento.

La vinculación entre el cuaderno de apremio y el requerimiento de pago es notoria. En efecto,


el embargo ordenado en el mandamiento se hace efectivo cuando el deudor no pague el capital,
intereses y costas al efectuarse el requerimiento.

En el cuaderno de apremio se va a llegar siempre y necesariamente al embargo, si el deudor no


paga, cualquiera que sea la actitud que asuma dentro del cuaderno ejecutivo.

En efecto, si el demandado opone excepciones, el cuaderno de apremio se va a suspender a


partir del embargo, hasta que se dicte sentencia condenatoria en el cuaderno ejecutivo. En cambio,
si el ejecutado no se defiende, sigue adelante la tramitación del cuaderno de apremio, porque el
mandamiento de ejecución y embargo hará las veces de sentencia definitiva.
344

La oposición de excepciones por parte del ejecutado no impide que se practique el embargo.

Dado que el embargo es la primera actuación del cuaderno de apremio, cuando tratemos éste
volveremos sobre aquél.

VI. LA DESIGNACIÓN DE UN DEPOSITARIO.


El último de los requisitos, mejor dicho, la última de las menciones que debe contener el
mandamiento de ejecución y embargo dice relación con la designación de un depositario
provisional. En efecto, señala el Art. 443, Nº 3 que el mandamiento de ejecución contendrá "la
designación de un depositario provisional que deberá recaer en la persona que, bajo su
responsabilidad, designe el acreedor o en persona de reconocida honorabilidad y solvencia. El
acreedor podrá designar como depositario al mismo deudor o pedir que no se designe depositario.

No podrá recaer esta designación en empleados o dependientes a cualquier título de] tribunal ni
en persona que desempeñe el cargo en tres o más juicios seguidos ante el mismo juzgado".

La designación de depositario provisional es una facultad que, en principio, compete


exclusivamente al acreedor. Sólo a él compete la designación del depositario, designación que
puede recaer en la persona del propio deudor o en la de un tercero extraño. El legislador, como
tendremos oportunidad de ver más adelante, ha resguardado los derechos del acreedor con el
establecimiento de un tipo penal especial.

A falta de la designación por el acreedor nace la facultad del tribunal de designar como
depositario a "una persona de reconocida honorabilidad y solvencia", con las limitaciones señaladas
en el inciso 2º del Nº 3 del artículo 443. Esa designación también puede recaer en la persona del
deudor.

De los términos del Artículo 443 se ha establecido que "la designación de un depositario
provisional no constituye una mención esencial del mandamiento de ejecución y embargo" 285.

La importancia del depositario está vinculada a la perfección del embargo; por lo cual lo
trataremos al referirnos a éste más adelante.

VII. LA DEFENSA DEL EJECUTADO.

Hemos indicado que una de las actitudes que puede asumir el ejecutado frente al requerimiento
de pago es la de defenderse de la ejecución. Esta defensa tiene un carácter restrictivo, toda vez que
su fundamento es un título ejecutivo, documento al que el legislador ha dotado de una presunción,
simplemente legal, de veracidad, de autenticidad.

Lo anterior se manifiesta en el hecho de que el deudor sólo puede oponer alguna de las
excepciones que taxativamente se contemplan en el Art. 464 del C.P.C. , y en la circunstancia de
que dicha defensa es eminentemente formalista, ya que debe efectuarse dentro de un término fatal y
en un escrito que debe cumplir una serie de requisitos para que las excepciones sean admisibles.

Al respecto se ha señalado que " el único modo prescrito por la ley para que el ejecutado
impugne el mandamiento es la oposición que éste puede formular. Esta oposición se dirige
propiamente al mandamiento, pero como éste se funda en el título ejecutivo indirectamente ataca
también al título.

285Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo LXXXIX Nº 1. Enero-Abril. Segunda parte. Sección segunda. Pág. 10
C. A. de Santiago. 26 Enero de 1982.
345

" La oposición genera una fase de conocimiento inserta en el procedimiento y por ello adquiere
el carácter de juicio y no de pura ejecución. Como se funda en excepciones taxativamente
establecidas en el art. 464 del Código y se previenen varias limitaciones en el debate, esa fase de
conocimiento es sumaria, superficial y en cuanto superficial y provisional, debido a que se abre la
posibilidad, según se verá, de la apertura de una fase de conocimiento plenario posterior al fallo
firme o ejecutoriado.

“No es sustentable que la oposición sea contestación de la demanda, criterio que constituye
una pervivencia del régimen propio del juicio ordinario de conocimiento. La demanda ejecutiva no
se contesta, puesto que se falla con el mandamiento sin audiencia del ejecutado, " inaudita pars",
ruptura del principio de audiencia que se explica por el necesario aparejamiento del título ejecutivo.
"286

VIII. OPORTUNIDAD PROCESAL PARA OPONER LAS EXCEPCIONES.

La ley señala que el plazo para oponer las excepciones comienza a correr desde el día en que
se efectúa el requerimiento de pago. La duración de dicho término va a depender del lugar en que
el deudor ha sido requerido de pago. (Art. 462, inc. 1º C.P.C. ) .

El término dentro del cual el ejecutado debe oponer las excepciones es fatal (Art. 463 C.P.C. ) e
individual , y para su cómputo es menester efectuar la siguiente distinción:

1º. El requerimiento se practica dentro del territorio de la república:

Aquí es menester efectuar una nueva división, según el lugar donde se efectuó el
requerimiento:

1. Si se efectúa en la comuna que sirve de asiento del tribunal que conoce del juicio
ejecutivo, el deudor "tendrá el término de cuatro días útiles para oponerse a la ejecución" (Art. 459,
inc. 1º C.P.C. ) .

2. Si se efectúa dentro del territorio jurisdiccional en que se promueve el juicio, pero


fuera de la comuna asiento del tribunal, el deudor tiene el término de ocho días. Así lo expresa el
Art. 459, inc. 2º C.P.C. "Este término se ampliará con cuatro días, si el requerimiento se hace
dentro del territorio jurisdiccional en que se ha promovido el juicio, pero fuera de la comuna del
asiento del tribunal".

La expresión "asiento del tribunal" debe entenderse como la comuna donde funciona el
tribunal.

3. Si se efectúa fuera del territorio jurisdiccional del tribunal ante quien se ha promovido
el juicio, el legislador concede una alternativa al ejecutado, dado que el requerimiento se efectuará
vía exhorto.

El deudor puede oponer las excepciones:

3. a. Ante el tribunal exhortado, en cuyo caso "los plazos serán los mismos que establece el
artículo anterior". (Art. 460, inc. 1º, segunda parte) , o sea, será de cuatro o de ocho días, según si el
requerimiento se haya verificado dentro o fuera de la comuna que sirve de asiento al tribunal
exhortado.

286 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 50 y 51. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
346

Ninguna calificación de las excepciones opuestas puede hacer e] tribunal exhortado, cuando el
ejecutado ejerza su derecho a defensa ante éste. Así lo señala categóricamente el inc. 2º del Art.
460 C.P.C. : "El tribuna] exhortado se limitará a remitir la solicitud de oposición al exhortante para
que éste provee sobre ella lo que sea de derecho".

3. b. El deudor puede oponer las excepciones ante el tribunal exhortante, situación en la cual
"deberá formular su oposición en el plazo fatal de ocho días, más el aumento del término de
emplazamiento en conformidad a la tabla que trata el artículo 259" (Art. 460, inc. 1º, parte final).

2º. El requerimiento se practica fuera del territorio de la República:

A esta situación se refiere el Art. 461 C.P.C. , en los siguientes términos: "Si se verifica el
requerimiento fuera del territorio de la República", el término para deducir oposición será el que
corresponda según la tabla a que se refiere el artículo 259, como aumento extraordinario del plazo
para contestar una demanda".

La jurisprudencia ha señalado que "el término para deducir la oposición en el juicio


ejecutivo es un plazo individual. Por lo tanto, dicho término se cuenta para cada demandado
desde el día que se le requiere de pago, sin que obste a ello la circunstancia de emanar la acción
directa e inmediatamente de un mismo hecho y de haber opuesto todos ellos idénticas excepciones
o defensas"287. Esta es una diferencia importante respecto al juicio ordinario, puesto que en éste,
el término para contestar la demanda, es común para todos los demandados.

Finalmente, respecto de esta materia, hemos de señalar que el legislador ha impuesto una
obligación al ministro de fe que practique el requerimiento de pago dentro del territorio de la
República. En efecto, "si el requerimiento se verifica dentro de la República, el ministro de fe hará
saber al deudor, en el mismo acto, el término que la ley concede para deducir la oposición, y dejará
testimonio de este aviso en la diligencia. La omisión del ministro de fe le hará responsable de los
perjuicios que puedan resultar, pero no invalidará el requerimiento" (Art. 462, inc. 2º C.P.C. ) .

"Los términos que se expresan en los cuatro artículos anteriores son fatales" (Art. 463 C.P.C.) .

En esta materia, debemos resaltar que cuando se practica la notificación de la demanda


ejecutiva conforme al artículo 44, dejando la cedula de espera en que se cita a la oficina del
Receptor que se encuentra en otra comuna para efectuar el requerimiento, será en este último
momento y lugar desde el cual se entendía normalmente practicado el requerimiento.

Así por ejemplo, si el sujeto se encuentra domiciliado en Las Condes respecto de un juicio que
se sigue en un juzgado de letras de Santiago, si se notifica y requiere de pago personalmente en
persona en su domicilio, el plazo para oponer excepciones será de 8 días.

En cambio, si en el mismo caso anterior, se le notifica por el art. 44 en su domicilio en las


Condes y por cedula de espera se le cita para otro día a la oficina del Receptor en la comuna de
santiago, se entendía que tenía 4 días a partir del día y lugar en que se efectuó el requerimiento de
pago, esto es, de 4 días.

Debemos dejar constancia que este último criterio tradicional ha comenzado a


cambiar en nuestra jurisprudencia, sosteniéndose que no es posible en virtud de una
ficción legal contenida en el art. 443N° 1 significar una disminución del plazo,
entendiendo que estamos ante un trámite complejo que no se observa posible de

287 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 193,


347

dividir debiendo entenderse realizado fuera de la comuna asiento del tribunal


atendido que la primera finalidad del requerimiento es la notificación de la demanda,
hecho que desencadena el transcurso del plazo para ejercitar la respectiva defensa,
habida cuenta de la ampliación contemplada en la ley por la vía de resguardar la
conclusión del trámite del requerimiento de pago.288 En este último sentido, se ha
continuado pronunciando la Excma Corte Suprema al declarar recientemente que

la primera notificación realizada al demandado en el juicio ejecutivo tiene el objetivo


primordial poner en su conocimiento el hecho de la interposición de la demanda ejecutiva, de la
resolución recaída en éste y el mandamiento de ejecución y embargo, procediendo luego el
embargo de bienes suficientes, si el ejecutado no paga lo que le viene requerido. Por su parte, el
requerimiento de pago tiene dos finalidades principales: la primera, dirigida a notificar al deudor de
la demanda ejecutiva, seguida del requerimiento para que pague la obligación cuyo cumplimiento
ejecutivo se pretende y, luego, para el caso que esto último no ocurra, embargar bienes suficientes
para cubrir el capital, intereses y costas adeudadas. Desde el punto de vista del ejecutado, el
requerimiento de pago se traduce en su emplazamiento al juicio, vale decir, que conozca la
demanda ejecutiva interpuesta en su contra, dando vigencia a la carga procesal de su defensa. El
requerimiento de pago, entonces, constituye una actuación de carácter complejo, en el sentido que
en ella se reúnen varias actuaciones cuya ritualidad dependerá de la forma en que el mismo tenga
lugar o, dicho de otro modo, tendrá un inicio y una conclusión más o menos definidos, en la
medida que se efectúe en una sola actuación o en un conjunto de ellas. Esta notificación que da
punto de partida a la gestión procesal del requerimiento se puede concretar mediante la notificación
personal de la demanda ejecutiva o la persona subsidiaria, o incluso de acuerdo a lo prescrito en los
artículos 48 a 53 del Código de Procedimiento Civil, para culminar, seguidamente, con el
requerimiento en propiedad (considerandos 6º a 8º de la sentencia de casación)Ante la hipótesis de
iniciarse el requerimiento de pago con la notificación de la demanda en una comuna distinta de
aquélla que sirve de asiento al tribunal, pero dentro del territorio jurisdiccional de éste, y concluir
en un acto posterior en el lugar de asiento del juzgado, lo propio será adoptar una línea de
interpretación que se avenga tanto con las particularidades de ese trámite compuesto -cuyo mérito
no admite ser fraccionado-, como con las exigencias de un procedimiento racional y justo, uno de
los presupuestos de la garantía constitucional del debido proceso al cual deben sujetarse los
tribunales. La consideración y aplicación de tales directrices conducen a privilegiar el hecho que,
bajo la hipótesis antedicha, la secuela de las actuaciones que informan el trámite en comento deberá
entenderse realizada fuera de la comuna asiento del tribunal. Este conclusión obedece a que no se
debe perder de vista la primera finalidad del requerimiento, esta es, la notificación de la demanda,
cuyo acaecimiento desencadena el momento procesal para ejercitar la respectiva defensa, habida
cuenta de la ampliación contemplada en la ley -de cuatro a ocho días hábiles para oponerse a la
ejecución, previsto en el artículo 459 del Código de Procedimiento Civil- por la vía de aguardar la
conclusión del trámite del requerimiento de pago. Concluir de otra forma importaría una merma al
término concedido al ejecutado para ejercitar su derecho a defensa, circunstancia que sólo cabe
entender repelida por el ordenamiento procesal, siempre atento a asistir a los litigantes en virtud de
pautas objetivas contenidas en la ley, por medio de medidas que aplacan su rigor, máxime si dice
relación con el término de emplazamiento, diligencia de la mayor trascendencia en el juicio, puesto
que es a partir de ella que se define el momento reservado al ejercicio de la primera defensa del
sujeto pasivo dentro del procedimiento iniciado en su contra (considerandos 9º y 10º de la sentencia
de casación)Por consiguiente, notificado el ejecutado de la demanda en su domicilio ubicado en
una comuna distinta de aquélla que sirve de asiento al tribunal, pero dentro de su territorio
jurisdiccional, conforme a lo prevenido en el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil,
dejándosele "cédula de espera" y citándolo para el día siguiente a la oficina del receptor judicial,
ubicada en la comuna que sirve de asiento al tribunal, a fin de requerirlo de pago, actuación que se
llevó a efecto en la oportunidad fijada, pero en su rebeldía, resulta innegable que el requerimiento

288Corte Apelaciones Valparaíso. 21.8.2012.Gaceta Juridica 386.Agosto2012.Págs 112 y sgtes. En mismo sentido,
Corte Suprema Roles 60.909/2009 y 6221/2009.
348

se inició con la notificación de la demanda en el domicilio del ejecutado y concluyó con el


requerimiento de pago propiamente tal, efectuado posteriormente en la oficina del receptor, lo que
trae como necesaria consecuencia que el demandado tenía, en virtud del artículo 459 del Código de
Procedimiento Civil, ocho días, y no cuatro, para oponerse a la ejecución (considerandos 11º y 12º
de la sentencia de casación).289

En consecuencia, según este último criterio, el plazo comienza a correr en el día y según el
lugar en el cual se practica la notificación de la demanda, sea personal o personal subsidiaria. En el
ejemplo indicado, en ambos casos el plazo para oponer excepciones seria de 8 días, y no de 4 días
si se practica requerimiento en Santiago.

IX. REQUISITOS FORMALES DE LA OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES.

El escrito en que el ejecutado, hace valer las excepciones debe cumplir con tres requisitos
básicos, a saber:

1. El ejecutado debe oponer todas las excepciones en el mismo escrito, sean ellas
dilatorias o perentorias.

Respecto de las excepciones que se opongan en escritos posteriores procede la sanción


procesal de la preclusión, manifestada a través de la inadmisibilidad. Ello es consecuencia de
haberse ya ejercitado válidamenteútil la facultad procesal en el tiempo y en la forma establecida
por la ley.

2. El escrito de oposición sólo va a poder contener aquellas excepciones que contempla el


Art. 464 C.P.C., existiendo, claramente, una limitación en cuanto a los medios de defensa del
ejecutado.

Cuando el título ejecutivo es la sentencia, el ejecutado sólo podrá oponer las excepciones que
no haya podido hacer valer en el procedimiento anterior, o sea, el que dio origen a la sentencia. Así
lo establece el Art. 237, inc. final del C.P.C. . En los juicios a que dé lugar la ejecución de las
resoluciones a que se refiere este artículo (sentencias que ordenen prestaciones de dar) , no se
admitirá ninguna excepción que haya podido oponerse en el juicio anterior".

3. En el escrito deben expresarse "con claridad y precisión los hechos que sirven de
fundamento a las excepciones y los medios de prueba de que el deudor intente valerse para
acreditarlas". (Art. 465, inc. 1º C.P.C. ) .

Si el ejecutado no expone con claridad y precisión los hechos en que fundamente sus
excepciones, deberán éstas ser declaradas inadmisibles. En ese sentido se ha declarado que la
excepción es el medio que dispone el demandado para defenderse de una acción que se ha
interpuesto en su contra. Ese medio debe estar individualizado con precisión, de manera que la
contraparte tenga la información suficiente para establecer si la excepción se ajusta a la verdad y el
juez pueda en definitiva decidir si la acoge o la rechaza 290. De acuerdo a lo establecido en el
artículo 465 del CPC, no basta que el ejecutado se limite a enunciar las excepciones que opone,
sino que debe precisar además, los hechos que le sirven de fundamento inmediato291 Respecto del
señalamiento de los medios de prueba, la jurisprudencia ha indicado que "cumple con lo dispuesto

289 Corte Suprema Casación fondo 9.2.2016.Rol. 11203. 2015.Full Factoring SPS con Telefonica Empresas Chile S.A.Cita on
line. Legal Publishing.CL/JUR/1020/2016;118531-CL Anteriormente, en mismo sentido, Corte Suprema Casación fondo.
28.5.2013. Rol 9194.2012. Cerda Pino Maritz con Banco Santander Chile. Cita on line. Legal
Publishing.CL/JUR/1058/2013;65178-CL.
290 Corte Suprema, RDJ 1992, T. LXXXIX, Sec. I, p. 14, C. 12°
291 Corte Suprema, 15/07/1991, Rol N° 45.037, C. 1°.
349

en el artículo 465 del Código de Procedimiento Civil, el escrito de excepciones en que se dice que
se usará de todos los medios de prueba que acuerda la ley, salvo la testimonial; no es menester
determinar uno a uno dichos medios, que ese mismo cuerpo de leyes señala expresamente en su
artículo 341. Esta interpretación se ajusta a la letra y al espíritu del referido Código, el que, fuera de
algunos casos muy especiales, no exige el uso de fórmulas o términos sacramentales". 292

Cuando no se oponen excepciones en el cuaderno ejecutivo, se omite la sentencia definiti-


va y el mandamiento de ejecución y embargo se convierte procesalmente, en la sentencia final
del juicio. Al efecto, establece el artículo 472 que " si no oponen excepciones, se omitirá la
sentencia y bastará el mandamiento de ejecución para que el acreedor pueda perseguir la
realización de los bienes embargados y el pago, de conformidad a las disposiciones del
procedimiento de apremio. "

Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio ejecutivo y,


por consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución pasa a tener el mérito de
una sentencia de término toda vez que la falta de oposición extingue en forma irrevocable los
derechos que pudiera ejercer el ejecutado. " 293. De acuerdo al artículo 472 del CPC, si el
ejecutado no se opone a la ejecución en el plazo fatal que tiene para hacerlo, se extinguen
irrevocablemente sus derechos, bastando el mandamiento de ejecución para que el acreedor prosiga
el apremio y realización de los bienes embargados hasta el cumplimiento total de la obligación,
pasando el mandamiento de ejecución a tener el carácter de sentencia definitiva, el cual si no ha
habido oposición del deudor en el cuaderno ejecutivo, tiene autoridad de cosa juzgada294 En
cuanto al alcance de la cosa juzgada que emana del mandamiento de ejecución y embargo si no se
oponen excepciones, se ha declarado que el artículo 472 del CPC permite atribuir al mandamiento
de ejecución y embargo el carácter de sentencia, pero sólo para los efectos de la realización de los
bienes embargados y el plazo de la deuda respectiva, sin que resulte procedente extender aquel
efecto a situaciones como lo es, que existió incumplimiento de una de las partes, pues en tal caso
se requiere de la existencia de una sentencia propiamente tal 295Si se hubieren opuesto
excepciones, el mandamiento de ejecución que se despacha en el juicio ejecutivo se dispone tan
sólo como aceptación a tramitación de la respectiva demanda ejecutiva, para requerir de pago al
deudor y de embargarle bienes en caso de no hacerlo, de manera tal que él no importa fallo de la
litis, la cual debe terminar con una sentencia en que se resuelve si debe o no llevarse adelante la
ejecución 296
X. DIFERENCIAS ENTRE LAS EXCEPCIONES DEL JUICIO ORDINARIO
Y LAS EXCEPCIONES DEL JUICIO EJECUTIVO.
1. Las excepciones que se pueden hacer valer en el juicio ejecutivo se encuentran
enumeradas taxativamente por la ley.

En cambio, en el juicio ordinario de mayor cuantía, existe una enumeración taxativa pero
genérica respecto de las excepciones dilatorias; y no se formula enumeración alguna respecto de las
excepciones que pueden hacerse valer como perentorias, pudiendo oponerse con el carácter de tales
todas aquellas que el demando estime conveniente y capaces de enervar la pretensión hecha valer
en su contra.

292Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. . Pág. 141.


293Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 150.
294 Corte Suprema, RDJ 1983, T. LXXX, Sec. I, p. 21, C. 5°.En el mismo sentido Corte Suprema, RDJ 1986 T.
LXXXIII, Sec. I, p. 61 y 171; Corte Suprema, RDJ 1987, T.LXXXIV, Sec. I, p. 121; Corte Suprema, RDJ 1990, T.
LXXXVII, Sec. I, p. 214; Corte Suprema, 3/08/1992, Rol N° 19.155.
295 Corte Suprema , RDJ 1997, T. XCIV, Sec. I, p. 106, C.2°.
296 Corte Suprema RDJ 1994, T. XCI, Sec. I, p. 3, C. 10°.
350

2. El plazo para oponer las excepciones en el juicio ejecutivo es fatal (Art. 463 C.P.C. ) .

El plazo es también fatal para interponer las excepciones dilatorias y perentorias en el juicio
ordinario, pero no existe un plazo de esa naturaleza respecto de las excepciones anómalas
establecidas en el artículo 310 C.P.C. , las que pueden interponerse en cualquier estado del juicio.

3. En el juicio ejecutivo, todas las excepciones, sean dilatorias o perentorias, deben


oponerse en un mismo escrito.

En el juicio ordinario, en cambio, sólo excepciones dilatorias deben oponerse en un mismo


escrito dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda. Las excepciones
perentorias se hacer valer en el escrito separado de contestación de la demanda y una vez que se
hayan fallado las excepciones dilatorias.

4. En el escrito de oposición de excepciones en el juicio ejecutivo deben señalarse los


medios de prueba de los cuales el ejecutado piensa valerse para acreditar los hechos que se
fundamentan dichas excepciones.

En el juicio ordinario, el demandado no tiene la obligación de señalar los medios de prueba de


que intentará valerse para acreditar los hechos en que funda las excepciones hechas valer.

El demandado debe en el juicio ordinario ofrecer la prueba dentro del término probatorio que
es fatal para estos efectos, y rendirla en la oportunidad prevista por la ley.

XI. EXCEPCIONES DEL JUICIO EJECUTIVO.

El Art. 464 del C.P.C. contempla una lista de excepciones que el ejecutado puede oponer,
enunciación que tiene el carácter de taxativa. Más, esa enumeración tiene el carácter de taxativa
genérica, toda vez que respecto de una de las excepciones, existe una multitud de situaciones que
la hacen procedente, según veremos oportunamente.

La jurisprudencia ha señalado que "la enumeración taxativa de las distintas excepciones que
pueden oponerse en un juicio ejecutivo, consignada en el artículo 464 del Código Procedimiento
Civil, es meramente genérica o fundamental y no singulariza ni determina los casos especiales que
pueden hallarse comprendidos en cada uno de los diversos números que la componen.

Para suplir esta indeterminación de la ley, el artículo 465 del mismo Código exige al ejecutado
que, al formalizar las excepciones, exprese con claridad y precisión no sólo los hechos o
circunstancias particulares que les sirven de fundamento, sino también los medios de prueba de que
intente valerse para acreditarlas. Y cuando esos hechos o circunstancias son de distinta índole y se
fundan en antecedentes jurídicos diferentes, cada uno de ellos constituye en derecho una excepción
diversa, aun cuando se encuentren comprendidos en el mismo número de la clasificación genérica
del citado artículo 464". 297

En este sentido, se ha declarado que “ el tribunal debe examinar cuidadosamente el título al


momento de proveer la demanda y si ordena despachar mandamiento de ejecución y embargo, la
competencia del juez queda restringida al análisis de las excepciones que según el artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil pueda deducir el ejecutado.

En cumplimiento de lo anterior el tribunal debe limitarse exclusivamente a los hechos


concretos que el ejecutado invoque como fundamento de sus excepciones como se desprende del

297 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 105.


351

artículo 435 del mismo Código, que obliga al deudor a expresar con claridad y precisión los hechos
en que funda sus defensas. ” 298

La doctrina ha clasificado las excepciones del Art. 464 C.P.C. en dilatorias y perentorias,
clasificación que en este caso no tienen ninguna trascendencia para determinar la oportunidad para
hacerlas valer, ya que respecto de todas ellas y sin importar su naturaleza, se contempla una sola
oportunidad.. No correspondiendo innovar sobre esta materia, comenzaremos con el estudio de las
excepciones dilatorias.

En todo caso, debemos tener presente para la oposición de excepciones referentes al cobro de
obligaciones que constan en títulos de crédito el carácter abstracto de los mismos y que impide o
limita las excepciones que puede hacer valer el deudor del título.

En este sentido, nos explica nuestra Excma Corte en su sentencia de 7.11.2011, en la causa Rol
24.456-2008, que desde la óptica del carácter abstracto de los títulos de crédito o abstracción
cambiaria, se considera que al deudor cambiario le viene impuesta “una prescindencia objetiva de
las relaciones extracambiarias frente al portador del título que sea un tercero de buena fe, de modo
que no puede oponer a éste excepciones o defensas fundadas en el negocio jurídico en virtud del
cual se emitió el documento”. En tal contexto, sea que el portador haya adquirido el título mediante
endose o lo haya adquirido mediante la simple entrega manual, cuando lo presenta a pago ejerce un
derecho propio, independiente de las relaciones jurídicas que hayan podido existir entre el deudor y
los portadores precedentes, derivándose de ello a favor del portador el principio de inoponibilidad
de las excepciones, común a todos los títulos de crédito. 299

1º- EXCEPCIONES DILATORIAS.

Señala el Art. 464 C.P.C. que "la oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde
en alguna de las excepciones siguientes:

1ºLa incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda;"

Este numeral debe ser concordado con el Art. 465 inc. 2º C.P.C. que expresa "no obstará para
que se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las
gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva". Esto quiere decir que el ejecutado no
prorrogó la competencia del tribunal al concurrir en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva.

La jurisprudencia ha señalado que "la circunstancia de no haberse alegado la incompetencia


del tribunal en la gestión de preparación de la vía ejecutiva, no impide que esta excepción pueda
oponerse dentro del juicio ejecutivo". 300.

Esta excepción presenta una característica, signada en la parte final del Art. 465, inc. 1 del
C.P.C. : " Deducida esta excepción, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella desde luego (que se
haya opuesto) , o reservarla para la sentencia definitiva".

Si el tribunal acoge la excepción de incompetencia debe abstenerse de pronunciarse sobre las


demás que se hubieren hecho valer. Es la misma regla que, para las excepciones dilatorias en el
juicio ordinario del Libro II del C.P.C., establece el Art. 306 C.P.C.

298 Corte Apelaciones de Santiago. 27. 1. 1993. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XC. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs.
14 y sgtes .
299 Corte Suprema. Cas. fondo 7.11.2011. Gaceta Juridica 377.Año 2011.Págs. 374 y sgtes.
300 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit Pág. 108.
352

2º La falta de capacidad del demandante o de personería o representación legal del que


comparezca en su nombre.

Esta excepción sólo se refiere a la falta de capacidad del demandante y no a la del demandado.
En este caso, si se quiere alegar la falta de personería, capacidad o representación del demandado,

3º La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le da origen
haya sido promovido por el acreedor, sea por vía de demanda o de reconvención;"

La litis pendencia es una excepción consistente en que existe un juicio diverso al que se opone,
entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual causa de pedir.

Como sabemos, la excepción en comento no tiene diferencias formales profundas con la


excepción de cosa juzgada "ambas procuran impedir que siga adelante un juicio que, en definitiva,
provocará resultados gravosos: si las dos sentencias (la del juicio anterior y la del nuevo juicio)
son iguales, la segunda es innecesaria; si son distintas, aparejarán la colisión de dos decisiones
pasadas en cosa juzgada". 301

Esta excepción presenta una particularidad respecto de la que con igual denominación
encontramos en el juicio ordinario del Libro II (Art. 303 C.P.C. ) . En efecto, mientras en éste la
excepción será procedente cualquiera que haya sido la parte que lo haya incoado, en aquél sólo
procederá cuando sea el ejecutante quien lo haya iniciado, sea por vía de demanda o de
reconvención.

La jurisprudencia ha señalado que "el juicio iniciado por el deudor no puede servirle para
fundar en él la excepción de litispendencia y enervar la acción ejecutiva". 302

4ºLa ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de formular la demanda,
en conformidad a lo dispuesto en el artículo 254".

Hay que señalar que cualquier error en la formulación de la demanda ejecutiva debe ser
subsanado por el ejecutante con anterioridad a que se efectúe el requerimiento de pago. Al
respecto, nuestra jurisprudencia ha establecido que "si la omisión de la individualización de las
partes es salvada antes de practicarse el requerimiento, queda frustrada la posibilidad de oponer la
excepción de ineptitud del libelo". 303

"La excepción de ineptitud del libelo, cont


Procedimiento Civil, es procedente si está justificada por hechos graves o importantes; pero no lo
es cuando se funda en circunstancias irrelevantes o de escasa significación, como la omisión del
apellido materno del representante legal de la parte ejecutada". 304

Además, la jurisprudencia ha establecido que en caso de que proceda acoger la excepción de


ineptitud del libelo el tribunal deberá abstenerse de pronunciarse acerca del resto de las
excepciones opuestas en el proceso. Para que exista juicio es necesaria una demanda válida.

2º. EXCEPCIONES PERENTORIAS.

301 Eduardo Conture. "Fundamentos del Derecho Procesal Civil". Editorial Depalma. Op. cit. Pág. 118.
302 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 111.
303 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 113.
304 Ibidem. Pág. 111. 112.
353

"La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las excepciones
siguientes:

5ºEl beneficio de excusión o la caducidad de la fianza;"

Respecto del primero, beneficio de excusión; creemos que correspondería más a una excepción
dilatoria que a una perentoria propiamente tal, ya que con su interposición no se enerva la
pretensión deducida, sino que retarda el inicio del juicio respecto del sujeto pasivo, en caso de que
dicho beneficio no sea procedente.

Este número cinco ha de ser concordado con los Arts. 2381 y 2358 del C.C. , el primero de los
cuales señala que; "la fianza se extingue, en todo o parte, por los mismos medios que las otras
obligaciones según las reglas generales, y además:

1º Por el relevo de la fianza en todo o parte, concedido por el acreedor al fiador:

2º En cuanto al acreedor por hecho o culpa suya ha perdido las acciones en que el fiador tenía
derecho de subrogarse;

3º Por la extinción de la obligación principal en todo o en parte".

El Art. 2358 C.C. enumera las condiciones que deben concurrir para poder gozar del beneficio
de excusión, del que carecen los fiadores y los deudores solidarios.

Los libradores, endosantes y avalistas, conjuntamente con los aceptantes de una letra de
cambio o de un pagaré son solidariamente responsables del pago del documento o título de crédito
respectivo, en virtud del principio de la "solidaridad cambiaria" (Arts. 79 y ss. de la Ley 18. 092
sobre letras de cambio y pagarés) .

6º La falsedad del título;"

Esta excepción se refiere a los casos en que el título no ha sido otorgado por las personas que
en él aparecen o en la forma que en él se indica.

Este numeral ha de ser concordado con lo que establece el Art. 167 C.P.C. : "Cuando la
existencia de un delito haya de ser fundamento preciso de una sentencia civil o tenga en ella
influencia notoria, podrán los tribunales suspender el pronunciamiento de ésta hasta la terminación
del proceso criminal si en éste se ha deducido acusación o formulado requerimiento , según el caso.
305

Esta suspensión podrá decretarse en cualquier estado del juicio, una vez que se haga constar la
circunstancia mencionada en el inciso precedente. . . " Ejemplo: si se sigue un juicio criminal por
falsificación de instrumento privado mercantil, ha de esperarse el resultado de éste, suspendiéndose
el juicio civil si en el antedicho procedimiento criminal se hubiere formulado acusación.

7ºLa falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que
dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado;"

Este precepto deja la puerta abierta para agregar nuevas excepciones. Todas las excepciones
que no se puedan encuadrar en las excepciones del Art. 464 C.P.C. pueden, de una u otra manera,

305Por la Ley 19.806, de 31 de Mayo de 2002, se modificó este artículo reemplazándose las palabras “ si en este
procedimiento se hubiere dado lugar al procedimiento plenario” por “ si en éste se ha deducido acusación o
formulado requerimiento , según el caso.”
354

ser incorporadas en el número en comento. Para tal efecto, es necesario relacionar el número en
estudio con todos los preceptos legales que consagren exigencias para que un título tenga fuerza
ejecutiva.

En consecuencia, los casos en que se puede oponer esta excepción son innumerables.
Ejemplos:

a) procede si no se ha efectuado en forma perfecta la cesión de un título de crédito;

b) si se pretende cobrar en virtud de una sentencia una suma de dinero a una persona que no
ha sido parte en el proceso en el que se dictó dicho fallo;

c) en los casos en que es perjudicada una letra de cambio o un pagaré por protesto
extemporáneo;

d) si se ha iniciado un juicio ejecutivo sin la previa notificación a los herederos;

e) si se pretende cobrar una letra de cambio o pagaré por el cual no se ha enterado el impuesto
de timbres y estampillas correspondiente:

f) si la letra de cambio que sirve de base al título ejecutivo no contiene copia íntegra del
documento mismo de su aceptación y endoso etc.

Al efecto y en este mismo sentido se ha señalado que el " repertorio de excepciones que
previene el art. 464 del Código se amplió, especialmente por la de su Nº 7 que la jurisprudencia ha
extendido a la obligación que el título representa y a su exigibilidad y no solamente al instrumento
mismo, como ha ocurrido significativamente con la excepción del contrato no cumplido (art. 1552
del Código Civil) ; o porque la obligación exigida estaba sujeta a condición; o porque la obligación
no era líquida; o porque sin haber podido el comprador inscribir en el competente registro público
la escritura de compraventa el vendedor inició el cobro ejecutivo del precio, etc, antigua tendencia
que en alguna medida lesiona la índole de la fase de conocimiento insertada en el proceso
ejecutivo. 306

8º El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2º y 3º del artículo 438;"

"La excepción de exceso de avalúo sólo procede en los casos en que la ejecución recae sobre el
valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, o sobre cantidad líquida de dinero o
de un género determinado que puedan liquidarse por medio de un perito". 307.

9º El pago de la deuda;"
10º La remisión de la misma;
11º La concesión de esperas o la prórroga del plazo;
12º La novación;
13º La compensación;
14º La nulidad de la obligación;
15º La pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro
IV del Código Civil;
16º La transacción;
17º La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva; y
18º La cosa juzgada".

306 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página
51. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
307 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 132.
355

Dice el inciso final del Art. 464 C.P.C. que "estas excepciones pueden referirse a toda la
deuda o a una parte de ella solamente".

Las excepciones son totales cuando afectan íntegramente toda la obligación.

XIII. ACTITUD DEL TRIBUNAL Y RESPUESTA DEL ACTOR A LA OPOSICION DE


LAS EXCEPCIONES POR EL EJECUTADO.

Opuestas las excepciones en la forma y plazo señalados precedentemente, el tribunal conferirá


traslado de aquellas al ejecutante para que las responda dentro del término fatal de cuatro días: "Del
escrito de oposición se comunicará traslado al ejecutante, dándosele copia de él, para que dentro de
cuatro días exponga lo que juzgue oportuno". (Art. 466. inc. 1º ) .

Dentro de ese término, el ejecutante debe dar respuesta a las excepciones opuestas haciendo
presente todas las observaciones que estime pertinentes, a su juicio, y que, en definitiva, hará que el
tribunal las desestime.

"Vencido este plazo, haya o no hecho observaciones el demandante, se pronunciará el tribunal


sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de las excepciones alegadas" (Art. 466 inc. 2º C.P.C. )
Pasado el término de cuatro días, el tribunal debe dictar una resolución, cuyo tenor va a
depender del examen que él va a practicar acerca de la excepción o excepciones que se hayan
opuesto y de la necesidad de que se rinda prueba para acreditarlos hechos en los cuales se
fundamentan. No es una resolución-tipo, sino que es propia del examen del expediente.

El tribunal puede dictar una de dos resoluciones, a saber:

a) si las excepciones opuestas son de aquellas enumeradas en el Art. 464 C.P.C., se han hecho
valer cumpliendo los requisitos legales y se han opuesto dentro del plazo fatal respectivo, las
declarará admisibles.

b) si no concurren copulativamente los requisitos indicados anteriormente, el tribunal declarará


inadmisible las excepciones opuestas.

Señala el Art. 466, inc. final del C.P.C. que "si las estima inadmisibles, o si no considera
necesario que se rinda prueba para resolver, dictará desde luego sentencia definitiva. En caso
contrario, recibirá a prueba la causa".

El hecho de que el tribunal declare admisible las excepciones opuestas sólo significa que se ha
dado cumplimiento a los requisitos formales examinados, pero no significa que en definitiva ellas
serán acogidas. Esto se va a determinar en la sentencia definitiva.

La resolución que declara inadmisibles las excepciones opuestas es una sentencia


interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación. En este sentido, se ha
declarado que En ese sentido se ha declarado que una vez declaradas admisibles las excepciones se
recibe la causa a prueba a cuyo término se dicta sentencia definitiva, la que acogerá o rechazará las
excepciones hechas valer. En concordancia con ello, la resolución que declara admisibles las
excepciones opuestas es una sentencia interlocutoria, pues se pronuncia sobre un trámite que sirve
de base para la dictación de la sentencia definitiva, y como tal produce cosa juzgada 308

308 Corte Suprema 11/05/2000, Rol N° 3.198-99, C. 4°.


356

XIV. LA PRUEBA EN EL JUICIO EJECUTIVO.

Sólo va a existir fase de prueba en los casos en que el tribunal declare admisibles las
excepciones y estime necesario que se rinda prueba para acreditar los hechos en que éstas se
fundan. Si el tribunal declara admisibles las excepciones, pero estima que no es necesario rendir
prueba respecto de ellas, va a proceder a dictar sentencia definitiva de inmediato en la causa,
omitiendo el término probatorio.

La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio ejecutivo tiene las mismas
características que la del juicio ordinario, con las siguientes excepciones:

1. De acuerdo al Art. 469 C.P.C., "la prueba se rendirá del mismo modo que en el juicio
ordinario, y el fallo que de lugar a ella expresará los puntos sobre que deba recaer".

Como se puede apreciar, en el juicio ejecutivo, la resolución que recibe la causa a prueba debe
fijar "puntos" de prueba y no "hechos". En la práctica, empero, los tribunales fijan "hechos" y no
puntos de prueba.

2. Los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos en el juicio ejecutivo se van a vincular


única y exclusivamente con las excepciones opuestas.

Hemos dicho anteriormente que el conflicto en el procedimiento ejecutivo va a estar


constituido por las excepciones opuestas. La prueba recae sólo sobre los hechos que configuran la
excepción.

3. El término probatorio en el juicio ejecutivo es de diez días, siendo fatal para la prueba de
testigos (Art. 468, inc. 1º C.P.C. ) .

4. En el juicio ejecutivo sólo existe término probatorio extraordinario cuando el ejecutante lo


pide, o lo solicitan ambas partes de común acuerdo: "Podrá ampliarse este término hasta diez días
más, a petición del acreedor. La prórroga deberá solicitarse antes de vencido el término legal, y
correrá sin interrupción después de éste.

Por acuerdo de ambas partes, podrán concederse los términos extraordinarios que ellas
designen" (Art. 468, inc. 2º y 3º C.P.C. ) .

Los Arts. 468 y 469 del C.P.C. sólo se refieren a los términos ordinario y extraordinario, más
nada dicen respecto del término especial.

La doctrina y la jurisprudencia han interpretado que los términos especiales tienen plena
aplicación en el juicio ejecutivo, no obstante no ser mencionados en los artículos pertinentes. Ello
es procedente en virtud de lo que establece el Art. 3º del C.P.C. , el que consagra la supletoriedad
de las normas del juicio ordinario de mayor cuantía.

La prueba se rinde en la misma forma que en el juicio ordinario, conforme lo señala el Art. 469
C.P.C. Al respecto, ha establecido la jurisprudencia que "la frase" la prueba se rendirá del mismo
modo que en el juicio ordinario', empleada en el artículo 469 del Código de Procedimiento Civil,
tiene un alcance restringido; sólo se refiere a las formalidades' de la rendición y no a que sea
menester presentar lista de testigos". 309

309 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 146.


357

"Vencido el término probatorio, quedarán los autos en la secretaría por espacio de seis días a
disposición de las partes, antes de pronunciar sentencia. Durante este plazo podrán hacerse por
escrito las observaciones que el examen de la prueba sugiera, y una vez vencido, háyanse o no
presentado escritos, y sin nuevo trámite, el tribunal citará a las partes para oír sentencia". (Art.
469 C.P.C. ) . Es el mismo trámite de observaciones a la prueba que se contempla en el juicio
ordinario.

Mediante la Ley 18. 705 se modificó el artículo 469 del C.P.C. , introduciéndose el trámite de
la citación para oír sentencia, resolución que produce los mismos efectos que en el juicio ordinario,
y debe dictarse luego de vencido el plazo de seis días para que las partes hagan observaciones a la
prueba rendida.

XV. LA SENTENCIA EJECUTIVA.

"La sentencia definitiva deberá pronunciarse dentro del término de diez días, contados desde
que el pleito quede concluso" (Art. 470 C.P.C. ) . Esta es, en la práctica, una disposición
meramente "programática", ya que en la practica el término es bastante mayor.

La sentencia definitiva debe fallar todas las excepciones que haya opuesto el ejecutado,
como lo ha resuelto la Corte Suprema en fallo de recurso de queja de 17 de abril de 1986 y de
1 de diciembre de 1988 y por su forma se rige por lo establecido en el art. 170 del Código y el
autoacordado sobre la forma de las sentencias de la Corte Suprema de 30 de Septiembre de 1920.
310 Debemos tener presente que en el juicio ejecutivo la cuestión controvertida queda determinada
en los escritos fundamentales del pleito, esto es, la demanda y la oposición 311 En los juicios
declarativos los falladores deben analizar el derecho deducido, sus fundamentos y comprobación,
aún cuando el demandado no se excepcione. Tratándose del juicio ejecutivo, los mismos deben
analizar exclusivamente las excepciones opuestas y sólo por los hechos concretos en las que se
funda, según se desprende del artículo 465 del Código de Procedimiento Civil. 312

La sentencia ejecutiva admite la misma clasificación de que es objeto la sentencia definitiva


del juicio criminal, esto es, puede ser absolutoria o condenatoria.

Sentencia absolutoria es aquella que acoge alguna de las excepciones opuestas por el
ejecutado, desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.

Sentencia condenatoria es aquella que acoge la demanda ejecutiva, desecha total o


parcialmente todas las excepciones opuestas y ordena seguir adelante con la ejecución.

La sentencia de condena o condenatoria admite una subclasificación en:

a) Sentencia condenatoria de pago; Es aquella sentencia ejecutiva condenatoria que da lugar


a la ejecución cuando el embargo ha recaído en la especie o cuerpo cierto debida o en una suma
determinada de dinero. En ella no es necesario realizar trámite alguno para la realización de los
bienes.

b) Sentencia condenatoria de remate; Es aquella sentencia ejecutiva condenatoria que se


pronuncia cuando el embargo ha recaído sobre bienes distintos de la especie o cuerpo cierto debido
o sobre bienes que no sean dinero.

310 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página
57. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
311 Corte Suprema, RDJ 1988, T. LXXXV, Sec. I, p. 204, C. 2°).
312 Corte Suprema, RDJ 1980, T. LXXX, Sec. I, p. 55, C. 1º)
358

La importancia de esta subclasificación de las sentencias condenatorias en de pago o de remate


puede ser analizada desde dos puntos de vista:

1.En lo que respecta a la determinación del momento desde el cual se puede cumplir la
sentencia:

La sentencia de pago sólo va a poder cumplirse una vez que ella se encuentre ejecutoriada por
haberse fallado el recurso de apelación deducido o en su contra por el ejecutado. Por excepción, el
ejecutante podrá solicitar el cumplimiento de la sentencia cuando, existiendo apelación pendiente,
se caucionen las resultas del recurso (Art. 475 C.P.C. )

La sentencia de remate, en cambio, puede cumplirse desde que ella se encuentra notificada,
pero no puede hacerse pago el ejecutante con el producto del remate mientras la resolución no se
encuentre ejecutoriada. El Art. 481 C.P.C. prescribe que "notificada que sea la sentencia de remate,
se procederá a la venta de los bienes embargados, de conformidad a los artículos siguientes".

Por consiguiente, notificada la sentencia de remate puede llevarse adelante el procedimiento de


la realización de los bienes, pero, mientras la sentencia no se encuentre ejecutoriada, el ejecutante
no puede hacerse pago con el producido. Señala el Art. 510 C.P.C. que "ejecutoriada la sentencia
definitiva y realizados los bienes embargados, se hará la liquidación del crédito y se determinarán,
de conformidad al artículo 471, las costas que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las
causadas después de la sentencia.

Lo dispuesto en este artículo tendrá también aplicación en el caso previsto en el inciso segundo
del artículo 509".

El inciso segundo del precepto transcrito se refiere al caso de existir una apelación pendiente
deducida en contra de la sentencia de remate, significándose con ello que el ejecutante no podrá
pagarse hasta tanto no se encuentre ejecutoriada la sentencia recurrida.

2º En lo que respecta a la determinación de la responsabilidad en el pago de las costas de la


causa:

En cuanto a la condena en costas que debe contener la sentencia, ésta se aparta del criterio
subjetivo que atiende al motivo plausible para litigar que establecen los arts. 144 inc. 1º y 145 del
Código de Procedimiento Civil y recoge preferentemente el criterio objetivo de la derrota. 313

Es menester efectuar tres distinciones en lo que respecta a las costas para determinar la parte a
quien le corresponde efectuar su pago:

a) En primer lugar, si se dicta una sentencia ejecutiva absolutoria, las costas del juicio serán de
exclusivo cargo del ejecutante;

b) En segundo término, si en el juicio ejecutivo se dicta una sentencia de condena, las costas
serán de exclusivo cargo del ejecutado, y

c) Por último, si se acoge parcialmente una o mas excepciones opuestas, el tribunal puede
distribuir proporcionalmente las costas entre ambas partes o imponerlas totalmente al ejecutado
cuando, a su juicio, haya motivo para hacerlo. En esta situación se atenúa el criterio objetivo y
puede jugar el criterio subjetivo en perjuicio del ejecutado.

313Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 58. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
359

Cuando hablamos de que se acoge parcialmente una excepción, nos estamos refiriendo al caso
en que una excepción específica es acogida parcialmente y no a la situación en que se acoge una de
las tantas excepciones opuestas y se rechacen las demás. Si se acoge totalmente una de las varias
excepciones que se opusieron, la sentencia será de absolución. Este criterio ha sido compartido por
la Corte Suprema en sentencia de 5 de Noviembre de 1991 publicada en la revista Fallos del Mes
Nº396 pp. 670 y 671, al señalar acogiendo un recurso de queja que incurren en falta por falta al
infringir el inciso segundo del artículo 471 del C.P.C. , los jueces que disponen que al no haber sido
vencida totalmente la parte ejecutante, por haberse acogido sólo una de las excepciones opuestas y
rechazado las demás, cada una de las partes pagaría sus costas. En el mismo sentido, se ha señalado
que la norma sobre condenación en costas en el juicio ejecutivo, que contiene el artículo 471 del
CPC, es absoluta ya que no permite eximir al ejecutante de ellas, aún en el evento de haberse
rechazado una de las excepciones opuestas 70

Señala el Art. 513 C.P.C. , que establece una de las más importantes reglas en esta materia, que
" sin estar completamente reintegrado el ejecutante, no podrán aplicarse las sumas producidas por
los bienes embargados a ningún otro objeto que no haya sido declarado preferentemente por
sentencia ejecutoriada.

Las costas procedentes de la ejecución gozaran de preferencia aun sobre el crédito mismo".

Recordemos que si la sentencia es de remate, una vez que ésta se encuentra ejecutoriada, se
efectúa la liquidación del crédito sobre el producido del remate y se determinan las costas que
deben ser de cargo del deudor "incluyéndose las causadas después de la sentencia" (Art. 510, inc.
2º C.P.C. )

En cuanto a la parte de la sentencia que se pronuncia sobre la condenación en costas se ha


declarado que no reviste el carácter de sentencia definitiva, pues se trata de una medida de carácter
económico que no forma parte del asunto controvertido, razón por la cual tal pronunciamiento no
tiene el carácter de sentencia definitiva inapelable, ni de interlocutoria que ponga fin al juicio o
haga imposible su prosecución y por ello el recurso de casación que se deduzca en su contra resulta
improcedente314

XVI. RÉGIMEN DE RECURSOS.

La sentencia dictada en el juicio ejecutivo admite diversos recursos. Tales son:

1º. Recurso de aclaración, rectificación y enmienda:

En primer término, aplicando las normas comunes a todo procedimiento, del Libro I del
C.P.C., contra la sentencia ejecutiva es procedente el recurso de aclaración rectificación y
enmienda, regulado por los Arts. 182 y siguientes del C.P.C.

Interpuesto que sea este recurso, el tribunal lo fallará de plano o después de oír a la parte
recurrida; "y mientras tanto suspenderá o no los trámites del juicio o la ejecución de la sentencia,
según la naturaleza de la reclamación". (Art. 183 C.P.C. ) .

"Las aclaraciones, agregaciones o rectificaciones mencionadas en los tres artículos


precedentes, podrán hacerse no obstante la interposición de recursos sobre la sentencia a aquellas
se refieren". (Art. 185 C.P.C. ) .

314 Corte Suprema , RDJ 2000, T XCVII, 2ª Parte, Sec.I, p. 99, C. 4º. En el mismo sentido Corte Suprema , RDJ,
T.LXXXVIII, 2ª Parte, Sec I, p.37 y Corte Suprema , RDJ T.XCII, 2ª Parte, Sec.I, p.93
360

La interposición de este recurso no suspende el plazo para interponer el recurso de apelación


(Art. 190, inc. 1º C.P.C. ) .

2º. Recurso de apelación:

Este recurso procede en contra de la sentencia de primera instancia que se dicta en el juicio
ejecutivo.

A través de la interposición del recurso de apelación el tribunal de segunda instancia sólo


tendrá competencia para conocer y pronunciarse acerca de las excepciones que se hubieren opuesto
en primera instancia. Nunca podrá el ejecutado aprovechar la apelación para hacer valer
excepciones no hechas valer en la oportunidad legal.

Para determinar los efectos de la interposición del recurso en la ejecución del fallo es menester
distinguir según si haya sido el ejecutado o el ejecutante quien lo ha hecho valer:

a) El recurso es intentado por el ejecutado:

En esta situación hemos de distinguir según si la sentencia recurrida es de pago o de remate.

Si se recurre en contra de una sentencia de pago, se aplica el Art. 475 C.P.C. ; "Si se
interpone apelación de la sentencia de pago, no podrá procederse a la ejecución de esta sentencia,
pendiente el recurso, sino en caso que el ejecutante caucione las resultas del mismo".

Si se recurre en contra de una sentencia de remate" recibe aplicación el Art. 194, Nº 1 del
C.P.C. En efecto, señala este precepto que "sin perjuicio de las excepciones expresamente
establecidas en la ley, se concederá apelación sólo en el efecto devolutivo:

1º De las resoluciones dictadas contra el demandado en los juicios ejecutivo y sumario;. "

La apelación concedida en el sólo efecto devolutivo no suspende el cumplimiento de la


resolución recurrida, cosa que, tratándose del juicio ejecutivo, viene a confirmarse con lo dispuesto
en los Arts. 481 y 510 C.P.C. El primero de ellos señala que notificada que sea la sentencia de
remate se puede ésta ejecutar, pero, agrega el segundo de los preceptos, no se puede hacer pago con
el producido de la realización el ejecutado mientras la sentencia no se encuentre ejecutoriada.

b) El recurso es intentado por el ejecutante:

Si la sentencia ejecutiva causa agravio al ejecutante, puede éste recurrir de apelación, el que se
concederá en el doble efecto, esto es, tanto en el devolutivo y en el suspensivo. Ello se desprende
de la falta de norma expresa sobre el particular, recibiendo aplicación el Art. 195 del C.P.C. , en
cuya virtud, "fuera de los casos determinados en el artículo precedente, la apelación deberá
otorgarse en ambos efectos".

El cumplimiento de la sentencia, en esta situación, quedará suspendido y el embargo no se


alzará mientras se encuentre pendiente la apelación.

3º. Recurso de casación, en la forma y en el fondo:

Por regla general, el recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia, salvo


cuando su cumplimiento haga imposible llevar a efecto lo que se dicte si se acoge el recurso (Art.
774, inc. 1º C.P.C. ) . Además, el derecho de que excepcionalmente la parte vencida puede pedir
361

que no se lleve a efecto la sentencia, según lo previsto en el inciso 2º de ese artículo, no puede ser
ejercido por el ejecutado.

En contra del fallo de primera instancia del juicio ejecutivo no procede el recurso de casación
en el fondo de acuerdo a lo prescrito en el artículo 767 del C.P.C. , por encontrarnos en presencia
de una sentencia apelable, y además seguramente pronunciada por el juez de letras .

4º. Recurso de Queja

No procede el recurso de queja en contra de la sentencia definitiva que se pronuncie en el


juicio ejecutivo, puesto que en contra de ella proceden recursos ordinarios y extraordinarios
conforme a lo establecido en el artículo 545 del C.O.T. .

XVII. LA COSA JUZGADA EN EL JUICIO EJECUTIVO.

Según lo preceptúa el Art. 175 del C.P.C. , toda sentencia definitiva firme o ejecutoriada
produce acción y excepción de cosa juzgada. En lo que respecta al juicio ejecutivo, la sentencia eje-
cutiva produce cosa juzgada respecto de cualquier otro procedimiento en que se vuelva a discutir
un asunto respecto del cual concurre la triple identidad.

Sin embargo, la cosa juzgada en el juicio ejecutivo produce ciertos efectos particulares. Así lo
entendió el Mensaje con que el Ejecutivo presentó el Proyecto de Código de Procedimiento Civil a
la aprobación del Congreso Nacional: "Ha sido materia de duda el valor de cosa juzgada que
corresponda a las sentencias de los juicios ejecutivos con relación a la acción ordinaria en que se
ventilan los mismos derechos, y ha parecido oportuno consignar reglas precisas que resuelvan
aquella duda".

De acuerdo al Art. 478, inc. 1º C.P.C. "la sentencia recaída en el juicio ejecutivo produce cosa
juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del ejecutado".

"El mismo efecto debe atribuirse al mandamiento de ejecución cuando el ejecutado no hizo
oposición legal a dicha resolución en el plazo respectivo.

" Con todo, surge la interrogante de si la autoridad de cosa juzgada de dichos fallos es idéntica
a la autoridad de cosa juzgada de la sentencia firme pronunciada en el proceso ordinario de
conocimiento, supuesto en éste que el demandado no tiene las limitaciones para excepcionarse que
tiene el ejecutado en el juicio ejecutivo conforme al artículo 464 del Código de Procedimiento
Civil. Podría, así, surgir la hipótesis de que la sentencia recaída en el juicio ejecutivo solamente
hace cosa juzgada en relación con las excepciones que el ejecutado invocó o pudo invocar dentro
de las restricciones que derivan del precepto antes referido y, por la inversa, que no hace cosa
juzgada respecto de aquella que no estuvo en la posibilidad de alegar. "315

Empero, la cosa juzgada en el procedimiento ejecutivo presenta dos aspectos de interés:

1. La sentencia dictada en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto de cualquiera otro
juicio ejecutivo, haciendo excepción a esta regla la denominada "renovación de la acción
ejecutiva" que contempla el Art. 477 C.P.C. , y

2. La sentencia dictada en un juicio ejecutivo, produce cosa juzgada con relación a un juicio
ordinario, haciendo excepción a esta regla la "reserva de acciones y excepciones" que puede
solicitar tanto el demandante como el ejecutado y ambos en una oportunidad común.

315 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página
58. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
362

XVII. LA RENOVACIÓN DE LA ACCIÓN EJECUTIVA.

La sentencia pronunciada en juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto de otro


juicio ejecutivo. Esto significa, v. gr. que acogida o rechazada que sea una excepción, no podrá
volver a repetirse un nuevo procedimiento entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual
causa.

Sin embargo, puede ocurrir la situación de que, pese a ser acogida una excepción, perviva la
posibilidad de volver a demandar ejecutivamente. Cuando ello ocurre hablamos de "renovación de
la acción ejecutiva".

Esta circunstancia, verdaderamente excepcional, no procede en cualquier caso, sino solamente


en aquellas situaciones explícitamente indicadas por el legislador, esto es, cuando la demanda
ejecutiva es rechazada por haberse acogido las excepciones de:
1.- Incompetencia del tribunal,
2.- Incapacidad,
3.- Ineptitud del libelo, o
4.- Falta de oportunidad en la ejecución

Al efecto, señala el Art. 477 C.P.C. que "la acción ejecutiva rechazada por incompetencia del
tribunal, incapacidad, ineptitud del libelo o falta de oportunidad en la ejecución, podrá renovarse
con arreglo a los preceptos de este Título".

Como se puede apreciar, lógico y justo fue el establecimiento por parte del legislador de la
renovación de la acción ejecutiva, ya que otorga la posibilidad de que el ejecutante pueda intentar
nuevamente una ejecución, antes fracasada, cuando ella lo fue a consecuencia sólo del
incumplimiento de determinados requisitos formales que, en caso alguno, afectan el fondo de la
acción ejecutiva hecha valer. Justo es que, una vez subsanado el vicio formal, pueda el ejecutante
reiniciar un procedimiento.

Respecto de la excepción de "falta de oportunidad en la ejecución" es menester expresar


que, en un principio, se interpretó con un carácter restrictivo, limitándola al tiempo en que se
hubiera deducido la demanda. De acuerdo a ello, la renovación de la acción ejecutiva sólo podía
materializarse cuando la demanda se hubiera rechazado por tratar de ejecutar una obligación no
exigible o que contemplara una condición no cumplida.

Sin embargo, posteriores interpretaciones han dado mayor amplitud a la excepción en estudio.
En efecto, se ha fallado que "la falta de oportunidad de que puede adolecer una ejecución se refiere
no sólo al tiempo, sino que también a las demás condiciones o requisitos externos que debe reunir
el título para tener mérito ejecutivo y que pueden ser subsanados por los medios que la ley indica,
puesto que la palabra oportunidad, conforme a su sentido natural y obvio, significa conveniencia de
razón, tiempo y lugar, y es oportuno "lo que se hace o sucede en tiempo, a propósito y cuando
conviene".

De acuerdo con ello, se puede renovar la acción ejecutiva no sólo cuando el defecto formal
deja relación con el tiempo en el cual ella se hizo valer, sino que también por la concurrencia de
otros defectos formales que puedan ser subsanados, como puede ser la falta de pago de impuesto
respecto del título.

" Es así, por consiguiente, que si se acogen las excepciones a que se refiere el precepto
transcrito, el actor puede corregir el defecto conduciendo la nueva demanda al tribunal competente,
supliendo la incapacidad, redactando un libelo apto, esperando que se cumpla el plazo o la
363

condición que obstaban a la exigibilidad de la ejecución, subsanando la falta de personería o


representación legal y, en general, salvando cualquier reparo que no afecte al fondo, es decir, a la
obligación que se trata de cumplir ejecutivamente.

" La renovación de la acción ejecutiva opera por el solo ministerio de la ley, sin necesidad de
reserva que pueden pedir las partes y decretar el tribunal, situación diversa a la reserva de acciones
y excepciones. "316

XIX. LA RESERVA DE ACCIONES Y EXCEPCIONES.

La sentencia dictada en juicio ejecutivo, en principio, produce excepción de cosa juzgada en un


juicio ordinario posterior. Esa situación no acaece cuando el tribunal ha otorgado la reserva de las
acciones o de las excepciones.

La reserva de acciones y excepciones puede ser solicitada dentro del juicio ejecutivo por el
ejecutante, por el ejecutado o por ambos en un término común.

1º. Reserva de acciones.

Para solicitar dicha reserva, el ejecutante goza de dos oportunidades procesales.

La primera de oportunidad es la que se posee en el momento de responder a las excepciones


opuestas.

Señala el Art. 467 C.P.C. que "el ejecutante podrá sólo dentro del plazo de cuatro días que
concede el inciso 1º del artículo anterior, desistirse de la demanda ejecutiva, con reserva de su
derecho para entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han sido materia de aquella.

Por el desistimiento perderá el derecho para deducir nueva acción ejecutiva, y quedará ipso
facto sin valor el embargo y demás resoluciones dictadas. Responderá el ejecutante de los
perjuicios que se hayan causado con la demanda ejecutiva, salvo lo que se resuelva en el juicio
ordinario".

Esta reserva del Art. 467 C.P.C. es un desistimiento especial de la demanda por las siguientes
razones:

1º Este derecho sólo puede hacerse valer dentro del escrito de respuesta a las excepciones.

El desistimiento normal puede hacerse valer en cualquier estado del juicio.

2º El desistimiento del Art. 467 C.P.C. deja a salvo, para interponerse en un juicio ordinario
posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva(cosa juzgada formal) .

El incidente especial de desistimiento de la demanda no deja a salvo acción alguna, extingue


todas las pretensiones y excepciones que se hubieren hecho valer en el juicio por el demandante.
(cosa juzgada substancial)

3º A esta reserva de acciones del ejecutante debe dársele lugar de plano por el tribunal. En
cambio, en el incidente de desistimiento de la demanda, debe este ser tramitado conforme a las
normas del procedimiento incidental.

316 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página
61. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
364

Hemos de hacer notar que el ejecutante no tiene plazo expreso para hacer valer en juicio
ordinario las acciones respecto de las cuales se haya otorgado la reserva. Existe, empero, un plazo
tácito, constituido por el término necesario para que opere la prescripción extintiva.

La segunda oportunidad procesal para solicitar la reserva de acciones está constituida por la
oportunidad común a que se refiere el Art. 478 C.P.C. , al que luego aludiremos.

2º. Reserva de excepciones por el ejecutado:

El ejecutado también goza de dos oportunidades para hacer valer la reserva de excepciones.

La primera, es una oportunidad exclusiva para el ejecutado, se encuentra regulada en los


artículos 473 y 474 C.P.C, y se presenta al momento de oponerse a la ejecución. La segunda, es la
oportunidad común del Art. 478 C.P.C.

Señala el Art. 473 C.P.C. que "si, deduciendo el ejecutado oposición legal, expone en el mismo
acto que no tiene medios de justificarla en el término de prueba, y pide que se le reserve su derecho
para el juicio ordinario y que no se haga pago al acreedor sin que caucione previamente las resultas
de este juicio, el tribunal dictará sentencia de pago o remate y accederá a la reserva y caución
pedidas".

En consecuencia, la reserva debe ser formulada por el ejecutado en el escrito de oposición de


excepciones; para ello, basta con que el ejecutado mencione las excepciones que opone, mas que
no indique los hechos en los cuales se fundamentan y los medios de prueba de que intenta valerse
para acreditarlas. Así lo ha establecido la jurisprudencia.

Formulada la reserva en la forma y plazo indicados, el tribunal debe proceder a dictar de


inmediato sentencia de pago o de remate en la causa y acceder a la reserva de excepciones y
caución requerida respecto del cumplimiento de la sentencia.

En este sentido se ha señalado que “ la sentencia que se pronuncie en el caso de la reserva del
artículo 473 del Código de Procedimiento Civil, no puede resolver sobre el fondo de las
excepciones cuya reserva se solicita para el juicio ordinario, y si así lo hiciere, incurrirá en vicio de
nulidad por ultrapetita. De conformidad al artículo 473 del C.P.C. procede que el tribunal dicte
sentencia definitiva, de pago o de remate, accediendo a la reserva y caución pedidas, sin someter a
tramitación las excepciones y sin recibirlas a prueba toda vez que el ejecutado debe justificarlas en
el juicio ordinario correspondiente. ” 317

Dos son los efectos principales de esta reserva, siendo ellos a saber:

1º.- El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario ejercitando como acción las mismas
excepciones que haya opuesto en el juicio ejecutivo.

2º.- No se procederá a ejecutar la sentencia de pago o de remate dictada en el juicio si el


ejecutante no rinde caución de resultas.

Señala, por su parte, el Art. 474 C.P.C. , que "si en el caso del artículo precedente, no entabla
el deudor su demanda ordinaria en el término de quince días, contados desde que se le notifique la
sentencia definitiva, se procederá a ejecutar dicha sentencia sin previa caución, o quedará ésta ipso
facto cancelada, si se ha otorgado".

317 Gaceta Jurídica. Año 1997. Noviembre Nº 209. Pág. 11º y sgtes.
365

El legislador ha sido bastante más severo con el ejecutado, puesto que si éste no deduce su
demanda ordinaria dentro de quince días, quedará de pleno derecho cancelada la fianza de resultas
constituida por el ejecutante o no será necesario constituirla para poder cumplir con la sentencia de
pago o de remate.

Ha señalado la jurisprudencia que "el término para interponer la nueva demanda que señalan
los artículos 474 y 478 del Código de Procedimiento Civil, se debe contar desde la notificación del
"cúmplase" de la sentencia definitiva". 318. Esto es, que el plazo de quince días se cuenta desde
que se ha notificado al ejecutado el "cúmplase" de la sentencia o desde que hayan transcurrido los
plazos para interponer los recursos en contra de la sentencia de primera instancia. Lo anterior
ocurre porque si se inicia el juicio ordinario sin que se encuentre terminado el juicio ejecutivo se
podría interponer la excepción dilatoria de litispendencia.

3º. Oportunidad común para la reserva de acciones y excepciones:

Se encuentra establecida en el Art. 478, incs. 2º y 3º C.P.C. , los que expresan que "con todo, si
antes de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo, el actor o el reo piden que se reserven para el
ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal declararlo así, existiendo motivos
calificados, Siempre se concederá la reserva respecto de las acciones y excepciones que no se
refieran a la existencia de la obligación misma que ha sido objeto de la ejecución.

En los casos del inciso precedente, la demanda ordinaria deberá interponerse dentro del plazo
que señala el Art. 474, bajo pena de no ser admitida después. "

La reserva de acciones y excepciones debe efectuarse por el ejecutante o por el ejecutado antes
de que se dicte sentencia definitiva de primera instancia. Conforme al Art. 478 C.P.C. , no procede
efectuar la reserva en la segunda instancia, según lo ha declarado la Corte Suprema, porque en tal
caso la Corte de Apelaciones estaría fallando un asunto en única instancia, apartándose con ello de
los casos en que la ley señala a la Corte actuar de esa manera.

Para que se acceda a la reserva de acciones y excepciones que se refieran a la existencia misma
de la obligación ejecutiva es necesario que existan motivos justificados, los que serán calificados
por el tribunal. Si la reserva no se refiere a la existencia misma de la obligación, el tribunal deberá
acceder siempre a ella.

Los efectos de la reserva en la oportunidad común son los mismos tanto para el ejecutante
como para el ejecutado, según veremos a continuación.

La parte que haya solicitado y obtenido la declaración judicial de la reserva, deberá interponer
la demanda ordinaria dentro del plazo de quince días, contados desde la notificación de la sentencia
o del cúmplase.

Existen dos aspectos comunes a las tres clases de reservas, a saber:

1º la reserva de excepciones sólo puede referirse a aquellas que el ejecutado haya opuesto en
tiempo y forma dentro del juicio ejecutivo.

2º la reserva de acciones y de excepciones siempre debe ser resuelta en la sentencia definitiva


que se dicta en el juicio ejecutivo.

Sólo puede efectuarla el tribunal en la sentencia definitiva y cuando ella hubiera sido solicitada
durante el curso del juicio por una de las partes y nunca de oficio.

318 Repertorio C.P.C. Tomo III. Pág. 154.


366

Si el tribunal, de oficio, hiciera reserva de acciones y/o excepciones, esa sentencia sería nula,
susceptible de ser atacada por vía del recurso de casación en la forma por el vicio de ultra petita.

PÁRRAFO 2º: TRAMITACIÓN DEL CUADERNO DE APREMIO.

INICIO

En el cuaderno de apremio se van a contener todas las actuaciones y trámites que permitirán al
ejecutante obtener el cumplimiento compulsivo de la obligación en el patrimonio de su deudor.

Este cuaderno se inicia con el mandamiento de ejecución y embargo y comenzará a tramitarse


cuando el ejecutado no pague la deuda al momento de requerírsele de pago. En esa oportunidad, el
receptor va a embargar bienes suficientes del deudor para asegurar el resultado del juicio.

La primera actuación que, en definitiva, se va a consignar en el cuaderno de apremio, luego de


dictado el mandamiento de ejecución y embargo y de requerido de pago el deudor si no paga, será
el embargo.

Si el ejecutado opone excepciones en el cuaderno ejecutivo se paraliza la tramitación del


cuaderno de apremio a partir del embargo, y sólo podrán realizarse los tramites para la liquidación
de los bienes embargados una vez que se hubiere dictado sentencia de remate en el cuaderno
ejecutivo, que es una sentencia que causa ejecutoria.

II. EL EMBARGO.

El embargo es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el resultado de la
pretensión deducida, afectando determinados bienes al cumplimiento de la sentencia que en el
procedimiento ejecutivo se dicte.

El argentino Ramiro Podetti define el embargo como medida judicial que afecta un bien o
bienes determinados de un deudor o presunto deudor al pago eventual de un crédito,
individualizándolo y, limitando las facultades de disposición y goce.

La institución en estudio, conjuntamente con las medidas precautorias, doctrinariamente


pertenecen al género de las denominadas providencias cautelares. Pese a que, en Chile el embargo
es una especie de medida precautoria (Art. 235 Nº 3 C.P.C. ) , es conveniente restringir aquél
término al juicio ejecutivo, como es tradicional en todas las exposiciones sistemáticas que sobre la
materia se han realizado.

El embargo es una medida cautelar de aseguramiento de la futura ejecución forzada porque


"sirve para facilitar el resultado práctico de una ejecución forzada, impidiendo la dispersión de los
bienes que puedan ser objeto de la misma. 319

El aseguramiento no solo es jurídico sino que también material, siendo, cuando se trata de
bienes raíces, uno de los más eficaces mecanismos con que cuenta el ejecutante para exigir su
crédito

Pese a que no corresponde hablar en estas páginas de la quiebra, hemos de señalar que,
jurisprudencialmente esta institución es una verdadera medida cautelar, equivalente a un embargo.

319Piero Calamandrei. "Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares". Editorial Bibliográfica
Argentina. 1945. Pág. 56.
367

"La declaración de quiebra equivale a un embargo general de los bienes del fallido, que
excluye la concesión de otras medidas cautelares". 320

Jurisprudencialmente se ha dicho que "embargo, en el concepto jurídico de esta institución


procesal, es la aprehensión material o simbólica que por mandato de la justicia se hace de
determinados bienes de un deudor y que se entregan a un depositario para que tome la tenencia de
ellos, cesando desde ese momento la que antes ejercía el dueño o ejecutado, con el objeto preciso e
inmediato de enajenarlos para aplicar su valor al pago de la deuda, con sus intereses y costas". 321.

Desde el punto de vista de sus efectos, se ha definido el embargo como “ una actuación que
tiene por objeto sustraer un bien del comercio humano, el que previo el cumplimiento de los
trámites de rigor, debe ser rematado en pública subasta, para obtener el acreedor el pago de su
acreencia, sin perjuicio del derecho que asiste al ejecutado para solicitar que determinados bienes
se excluyan del embargo, cuando de los antecedentes aparece que el valor de estos excede con
creces al monto del crédito cuyo cobro se persigue. 322

El embargo es una actuación compleja que se perfecciona por "la entrega real o simbólica de
los bienes al depositario que se designe, aunque éste deje la especie en poder del mismo deudor".
(Art. 450, inc. 1º C.P.C. ) .

En nuestro derecho, se discute acerca de si el embargo que se practica dentro del juicio
ejecutivo es únicamente expresión del poder de imperio del Estado ejercido por los jueces, dirigido
a la realización coactiva del derecho del ejecutado, o si tiene un doble carácter coactivo y cautelar.

En nuestro derecho, la mayoría de la doctrina se inclina por la tesis de poseer el embargo un


doble carácter de coactivo y cautelar.

Por la primera tesis, esto es, que el embargo sólo tiene un carácter coactivo, pero no cautelar se
inclina el profesor Hugo Pereira Anabalón. 323. En este mismo sentido, se ha señalado por el
Profesor Raúl Tavolari que " claramente el embargo ejecutivo no es una medida cautelar aun
cuando, en cumplimiento de su finalidad ejecutiva, provoque colaterales efectos asegurativos.
Basta recordar que un embargo cautelar sólo puede decretarse - como toda cautela- a fin de
garantizar que la tardanza en la decisión judicial no dañe al demandante y puede, incluso,
decretarse antes de inicio del juicio, lo que es impensable para el embargo ejecutivo. Mientras el
preventivo dependerá siempre de la concurrencia de los presupuestos de toda cautela, a sabe, humo
de buen derecho y peligro en la demora, el ejecutivo en cambio sólo dependerá de la existencia del
título.

" Lo anterior revela que para el juez, en tanto decretar el embargo preventivo tiene un grado
de discrecionalidad, el ejecutivo es ineludible, supuesta la existencia del título.

" El embargo es siempre de naturaleza ejecutiva y necesario como acto ejecutivo, tanto porque
es el único medio de determinar qué bienes, de entre los que forman el patrimonio del acreedor van
a responder de una ejecución concreta, como porque los actos de realización no serían posible sin
una afección previa. 324

320 Jurisprudencia. Vol II. Nº 18. 1985. Pág. 39. C. SUP. 11 marzo 1985.
321 Repertorio. C.P.C. Op. cit. Tomo III. Pág. 88-89.
322 Corte Suprema 27. 6. 1995. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCII. 2ª parte. Sec. 1ª. Pág. 49
323 Ver Embargo y Cautela en el Proceso Chileno. Hugo Pereira Anabalón. Revista de Derecho Procesal Nº 17.
Páginas 81 a 98) .
324 Raúl Tavolari O. Embargo y Enajenación Forzada. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 71. 1995.
Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
368

El embargo, sea que se conciba como una medida de apremio o cautelar, sólo tiene
justificación en cuanto a su verificación y mantención dentro del juicio ejecutivo en la medida en
que se mantenga la vigencia de la relación procesal que se constituye a partir del requerimiento de
pago. Si por cualquier motivo que no fuere la dictación de una sentencia ejecutiva condenatoria
termina el proceso ejecutivo, el embargo deberá entenderse alzado dado que no existirá obligación
principal a la cual deba cautelarse o apremiarse para su pago. En tal sentido, se ha declarado que el
embargo constituye una actuación judicial, practicada por un Ministro de Fe, que consiste en tomar
uno o más bienes del deudor, poniéndolos en poder de un depositario para asegurar con ello el pago
de la deuda. En la imposibilidad de continuar gestionando este expediente por haberse extinguido
la relación procesal que hubo entre las partes, carece de causa el mantener las actuaciones
judiciales efectuadas en éste, por cuanto el embargo tiene un carácter accesorio y pretendía cautelar
el cumplimiento de una acción principal hoy abandonada 325

En todo caso, es menester hacer presente que el embargo debe recaer sobre bienes que sean de
propiedad del ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como poseedor. En efecto, si así no fuera,
el verdadero dueño o poseedor de los bienes embargados podría intentar las correspondientes
tercerías 326, no cumpliendo el embargo la función que le es propia. "El embargo debe recaer
sobre los bienes del deudor, entendiéndose por tales los que realmente sean suyos o que por
poseerlos pueda ser reputado su dueño".

Para los efectos de cautelar que los bienes a embargarse sean del ejecutado y no de terceros, se
ha señalado que la orden de embargar contiene la facultad de trabar embargo si a requerimiento no
paga el ejecutado sobre bienes de propiedad del deudor. Por lo que debe tratarse de bienes propios
de aquél, pues tal es la orden emanada del juez que fija atribuciones, derechos y obligaciones del
funcionario judicial. Tanto la jurisprudencia como la doctrina están contestes en que en el juicio
ejecutivo la preexistencia de los bienes en el patrimonio del deudor es indispensable para que
puedan ser señalados en el embargo. El ministro de fe encargado del embargo debe proceder con
cautela, tratando de cerciorarse prudentemente que los bienes sobre los cuales recaerá pertenecen
efectivamente al deudor y cuando ostensiblemente aparezca lo contrario o se deduzca oposición
plausible por terceros, deberá abstenerse de llevar a cabo la diligencia 327.

III. BIENES INEMBARGABLES.

El principio general, sentado por el artículo 2465 C.C. , es que el acreedor puede perseguir su
crédito sobre todos los bienes del deudor, raíces o muebles, presentes o futuros, pero no sobre
aquellos que la ley ha declarado inembargables.

El legislador sustantivo y el procesal, fundados en un mínimo de solidaridad social, han


establecido la inembargabilidad de determinados bienes con el fin de no dejar al deudor en
condiciones precarias de subsistencia o interrumpir el funcionamiento de servicios necesarios para
la población.

Los bienes inembargables son los que menciona taxativamente el Art. 445 C.P.C. : "No
son embargables:

1ºLos sueldos, las gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y montepío que
pagan el Estado y las Municipalidades (inc. 1º ) ;

325 Corte Suprema 20/01/1994, Rol Nº 1.272, C. 3º, 5º y 6º.


326 Vid. Cfr. Infra. Las tercerías Nº 376. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX. Nº 2. Sección segunda.
Segunda parte. Pág. 47.
327 Corte Suprema, 29/08/2000, Rol N° 3121-00, C. 8° y ss.
369

2ºLas remuneraciones de los trabajadores en la forma que determina el artículo 56 Código del
Trabajo.

En ambos numerales existen excepciones a la inembargabilidad de los sueldos:

a) los sueldos, gratificaciones, pensiones de gracia, jubilaciones, retiros y montepíos son


embargables hasta el 50% tratándose de deudas que provengan de pensiones alimenticias
decretadas judicialmente (Art. 445, Nº 1, inc. 2º) ;

b) los sueldos de los trabajadores son embargables hasta el 50% para dar cumplimiento al pago
de las pensiones alimenticias a las que fueren condenados judicialmente;

c) también son embargables hasta en un 50% los sueldos de los trabajadores, cuando éstos
hubieren cometido defraudación, hurto o robo en contra del empleador en el ejercicio de su cargo.

d) cuando el trabajador, de su sueldo, haya de pagar remuneraciones adeudadas a otros


trabajadores, también se le puede embargar hasta un 50% , y

e) "podrán ser embargadas las remuneraciones en la parte que excedan de cincuenta y seis
Unidades de Fomento" (Art. 56, inc. 1º Código del Trabajo) .

3º Las pensiones alimenticias forzosas;

4º Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la liberalidad de un
tercero, en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias para sustentar la vida del deudor,
de su cónyuge y de los hijos que viven con él y a sus expensas;

5º Los fondos que gocen de este beneficio, en conformidad a la Ley Orgánica del Banco del
Estado de Chile y en las condiciones que ella determine;

6º Las pólizas de seguro sobre la vida y las sumas que, en cumplimiento de lo convenido en
ellas, pague el asegurador. Pero, en este último caso, será embargable el valor de las primas
pagadas por el que tomó la póliza;

7º Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución de los
trabajos. Esta disposición no tendrá efecto respecto de lo que se adeude a los artífices u obreros por
sus salarios insolutos y de los créditos de los proveedores en razón de los materiales u otros
artículos suministrados para la construcción de dichas obras;

8º El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo fiscal
superior a de cincuenta unidades tributarias mensuales o que se trate de una vivienda de
emergencia, y sus ampliaciones, a que se refiere el artículo 5° del D. L. 2. 552 de 1979; los muebles
de dormitorio, de comedor y de cocina de uso familiar y la ropa necesaria para el abrigo del deudor,
su cónyuge y los hijos que vivan a sus expensas. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19.
594, publicada en el Diario Oficial de 1 de Diciembre de 1998 y la inclusión de las viviendas de
emergencia y sus ampliaciones se efectuó por la Ley 19. 515, publicada en el Diario Oficial de 30
de Agosto de 1997.)

La inembargabilidad establecida en el inciso precedente no regirá para los bienes raíces


respecto de los juicios en que sean parte el Fisco, las Cajas de Previsión y demás organismos
regidos por la ley del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo;
370

9º Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de cincuenta unidades tributarias
mensuales, a elección del mismo deudor. . (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594,
publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998) .

10º Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de alguna ciencia
o arte, hasta dicho valor y sujetos a la misma elección;

11º Los uniformes y los equipos de los militares, según su arma y grado;

12º Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas, artesanos y
obreros de fábrica; y los aperos, animales de labor y material de cultivo necesarios al labrador o
trabjador de campo para la explotación agrícola, hasta la suma de de cincuenta unidades tributarias
mensuales, a elección del mismo deudor. . (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19. 594,
publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998) .

13º Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos de alimentos y combustibles que existan
en poder del deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el consumo de la familia durante un
mes:

14º La propiedad de los objetos que el deudor posee fiduciariamente;

15º Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y habitación;

16º Los bienes raíces donados o legados con expresión de no embargables, siempre que se
haya hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada judicialmente; pero
podrán embargarse por el valor adicional que después adquieran;

17º Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del tránsito o de
la higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o desagüe de las ciudades, etc.
; pero podrá embargarse la renta líquida que produzcan, observándose en este caso lo dispuesto en
el artículo anterior; y

18º Los demás bienes que leyes especiales prohíban embargar. "

Ejemplo de este caso es el usufructo del marido sobre los bienes de la mujer casada bajo el
régimen de sociedad conyugal; el usufructo del padre o madre sobre los bienes del hijo de familia;
los bienes destinados al funcionamiento de los servicios administrativos y médicos del Servicio de
Seguro Social, etc.

El inciso segundo del Art. 445 finaliza diciendo que "son nulos y de ningún valor los contratos
que tengan por objeto la cesión, donación o transferencia en cualquier forma, ya sea a título
gratuito u oneroso, de las rentas expresadas en el número 1º de este artículo o de alguna parte de
ellas".

"Frente a la norma general de que toda obligación personal da al acreedor el derecho de


perseguir su ejecución sobre todos los bienes del deudor, la propia ley consigna excepciones
fundadas en razones superiores de solidaridad social en orden a evitar que, mediante un
procedimiento compulsivo, pueda dejarse a una persona en la indigencia, en la imposibilidad de
trabajar o sin los bienes fundamentales para subsistir juntamente con su familia". 328.

328 Repertorio. C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 81


371

En caso de que los bienes mencionados en el Art 445 C.P.C. fueran, no obstante, embargados
al ejecutado queda la posibilidad de impetrar el respectivo incidente de exclusión del embargo
(Art. 519, inc. 2º C.P.C. ) .

La inembargabilidad es un derecho que, por regla general, se establece en beneficio sólo del
deudor, pudiendo éste renunciarla, sea expresa sea tácitamente (Art. 12 C.C. ) .

La renuncia será expresa cuando, v. gr. , en el contrato que consigna la obligación se ha


excluido de la inembargabilidad uno o más bienes.

La renuncia será tácita cuando embargado un bien que, de acuerdo al Art. 445 C.P.C., no
puede serlo, el deudor no opone el incidente de exclusión del embargo en tiempo y forma.

Existen, empero, casos en que la inembargabilidad no es renunciable, puesto que aquella no


sólo mira al interés particular del renunciante sino que también al de su familia o en el de la
sociedad. Por ejemplo, es el caso de los números octavo, décimo tercero, etc. , del Art. 445 C.P.C.
La inembargabilidad se establece en beneficio de la comunidad en los números uno y séptimo del
Art. 445 C.P.C.

IV. LA PRACTICA DEL EMBARGO.

La diligencia del embargo se lleva a cabo por el ministro de fe receptor, dando cumplimiento a
la orden del tribunal contenida en el mandamiento de ejecución y embargo, con el auxilio de la
fuerza pública si llegare a ser necesario (Art. 443. Inc. final C.P.C. )

Orden en que debe verificarse el embargo de bienes del ejecutado.

Los bienes sobre los cuales va a recaer el embargo tienen establecido un orden dentro de
nuestra legislación, tal es:

1ºEl embargo recaerá sobre el cuerpo cierto debido designado en el mandamiento (Art. 443,
inc. 3º) ;

2ºEl embargo recaerá sobre los bienes que el ejecutante haya señalado en su demanda ejecutiva
o en el acto de practicarse la diligencia del embargo (Art. 443, inc. 3º y 447 C. P. C) .

3ºSi el ejecutante no señala bienes sobre los que habrá de practicarse el embargo, éste deberá
recaer en los bienes que indique el deudor "si, en concepto del ministro de fe encargado de la
diligencia, son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros conocidos": (Art. 448 C.P.C. )

4º"Si no designan bienes el acreedor ni el deudor, el ministro de fe guardará en el embargo el


orden siguiente:

1º Dinero;
2º Otros bienes muebles;
3º Bienes raíces; y
4º Salarios y pensiones".

Requisitos que debe cumplir el embargo.

El embargo es una actuación judicial y, como tal, debe cumplir con una serie de requisitos.
Ellos son:
372

1. Debe realizarse en días y horas hábiles, pudiéndose, no obstante, solicitarse la habilitación


de día y hora (Arts. 59 y 60 C.P.C. ) .

En cuanto al lugar en que debe practicarse el embargo se ha señalado que “ tratándose de


bienes muebles las normas atinentes del Código de Procedimiento Civil no autorizan, en modo
alguno, la práctica del embargo en otro lugar que no sea aquel en que dichas especies se encuentran
ubicadas y, precisamente, por esta razón es que todas las que se contienen en dicho Código sobre
esta materia discurren sobre esta premisa: el embargo debe realizarse materialmente en el lugar en
que se encuentran ubicadas. 329

2. Debe practicarse previa notificación del mandamiento de ejecución y embargo al ejecutado,


esto es, debe realizarse en forma previa el requerimiento de pago.

Empero, es posible que antes del requerimiento de pago se solicite una medida prejudicial en el
procedimiento ejecutivo, medida que puede tener el carácter de precautoria impidiendo, de esta
forma al ejecutado, que pueda disponer de los bienes (Art. 279 en relación al Art. 3º C.P.C. ) .

3. De la diligencia debe levantarse un acta, suscrita por el ministro de fe que practicó la


diligencia y por el depositario, acreedor o deudor que concurran al acto y que desee firmar.

En el acta se deben expresar el lugar y hora en que se trabó el embargo, la expresión individual
y detallada de los bienes embargados, si actuó con auxilio de la fuerza pública o no,
individualizando a los funcionarios que participaron en la diligencia; (Arts. 61 y 450, inc. 2º,
primera parte C.P.C. ) . Además, a partir de la modificación introducida por la Ley 19. 411 al inciso
segundo del artículo 450 del C.P.C. , debe dejarse constancia de toda alegación que haga un tercero
invocando la calidad de dueño o poseedor del bien embargado.

Tratándose del embargo de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad y estado
de conservación y todo otro antecedente o especificación necesarios para su debida singularización,
tales como marca, número de fábrica y de serie, colores y dimensiones aproximadas, según ello
fuera posible. En el embargo de bienes inmuebles, estos se individualizarán por su ubicación y
datos de la respectiva inscripción de dominio.

4. Debe expresarse en el acta que los bienes embargados se han entregado real o
simbólicamente al depositario.

Este requisito es de suma importancia desde un doble punto de vista. En efecto, en primer
lugar, civilmente, es un requisito esencial del embargo, puesto que éste se entiende verificado con
la entrega real o simbólica del bien al depositario. (art. 450 inc. 1º y 451)

Por otro lado, desde la perspectiva penal, es un presupuesto necesario e indispensable para
configurar el delito de depositario alzado.

5. El acta de embargo que levanta el receptor debe ser firmada obligatoriamente por él, por el
depositario, y por el acreedor y el deudor, si concurrieren.

Si el depositario no sabe escribir o si alguna de las partes se niega a firmar, se expresarán estas
circunstancias (Art. 450, incs. 2º y 3º C.P.C. ) .

329Corte Apelaciones Pedro Aguirre cerda. 7. 5. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª.
Págs 59 y sgtes .
373

En un fallo, bastante discutible, la Corte de Apelaciones de Santiago declaró que el requisito


de la firma "no es aplicable al caso que el acreedor haya optado por designar en ese mismo cargo al
deudor". 330

6. El Ministro de Fe debe mandar carta certificada al ejecutado comunicándole el embargo, sin


que su omisión afecte validez de la actuación (art. 450 incisos penúltimo y último)

Si el deudor, por cualquier motivo, se niega a que se practique el embargo, impidiendo el


acceso del receptor al lugar en que se encuentran los bienes o la entrega de ellos al depositario, esta
diligencia se va a llevar a efecto con el auxilio de la fuerza pública; solicitándose ello en un escrito
posterior. La resolución, en caso de que sea procedente, será "ofíciese".

El embargo se perfecciona con la entrega al depositario provisional.

El depositario provisional deberá, por su parte, entregar esos bienes al depositario definitivo
que las partes designen de común acuerdo o, a falta de éste, por el propio tribunal (Art. 451, inc. 1º
C.P.C. ) .

En la práctica, los tribunales jamás designan depositarios definitivos y sólo designan como
depositario provisional al deudor.

Si los bienes embargados se encuentran en territorios jurisdiccionales distintos o consisten en


especies de diversa naturaleza, podrá designarse a más de un depositario.

Si el embargo recae sobre dinero, alhajas, joyas o especies preciosas o efectos públicos, el
depósito de la cosa o cosas embargadas deberá hacerse en alguna oficina del Banco del Estado a la
orden del tribunal respectivo (Art. 451 inc. final C.P.C. en relación con el Art. 507 C.O.T.) .
El certificado que acredite e] depósito se agregará al expediente (Art. 451) .

"Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la casa habitación del deudor, el embargo se
entenderá hecho permaneciendo las especies en poder del mismo deudor, con el carácter de
depositario, previa facción de un inventario en que se expresen en forma individual y detallada el
estado y la tasación aproximada de las referidas especies que practicará el ministro, de fe ejecutor.
La diligencia que deberá extenderse será firmada por el ministro de fe que la practique, por el
acreedor, si concurre, y por el deudor, quien, en caso de substracción, incurrirá en la sanción
prevista en el numero 1º del artículo 471 del Código Penal" (Art. 444, inc. final C.P.C.)

"Si la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial, o sobre
cosa o conjunto de cosas que sean complemento indispensable para su explotación, podrá el juez,
atendidas las circunstancias y la cuantía del crédito, ordenar que el embargo se haga efectivo, o en
los bienes designados por el acreedor, o en otros bienes del deudor, o en la totalidad de la industria
misma, o en las utilidades que ésta produzca, o en parte cualquiera de ellas.

Embargada la industria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las facultades y
deberes del interventor judicial; y para ejercer las que correspondan al cargo de depositario,
procederá en todo caso con autorización del juez de la causa". (Art. 444, incs. 1º y 2º C.P.C. ) .

"Si el deudor no concurre a la diligencia de embargo o si se niega a hacer la entrega al


depositario, procederá a efectuarla el ministro de fe". (Art. 452 C.P.C. )

"Cuando la cosa embargada se halle en poder de un tercero que se oponga a la entrega


alegando el derecho de gozarla a otro título que el de dueño, no se hará alteración en este goce

330 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX. 1982. Segunda Parte. Sección segunda. Pág. 10.
374

hasta el momento de la enajenación, ejerciendo mientras tanto el depositario sobre la cosa los
mismos derechos que ejercía el dueño.

Lo cual se entiende sin perjuicio del derecho que corresponda al tenedor de la cosa embargada
para seguir gozándola después de su enajenación" (Art. 454 C.P.C. ) .

Una vez que se haya practicado el embargo, el receptor debe entregar "inmediatamente" el acta
en la secretaría del tribunal, y el secretario pondrá testimonio del día en que la recibe (Art. 455, inc.
1º) .

V. LOS EFECTOS DEL EMBARGO.

Para estudiar las consecuencias que la práctica del embargo genera es menester que las
distingamos en cuanto al bien embargado, en cuanto al dueño del bien y respecto de los demás
acreedores.

1º. Efectos en cuanto al bien embargado

De acuerdo al Art. 1464 del C.C., hay objeto ilícito en la enajenación de "las cosas embargadas
por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ella".

Lógico resulta para el legislador resguardar eficazmente el crédito del acreedor y la medida por
la ley señalada para su cautela.

El problema que se presenta es en la configuración del objeto ilícito respecto de los inmuebles
y de los muebles.

Respecto de los bienes inmuebles, en el Mensaje con que el Ejecutivo envió el Proyecto de
Código al Congreso Nacional se lee: "En el juicio ejecutivo se ha creído conveniente dar cabida a
una reforma reclamada tiempo ha, que exige la inscripción en el conservador del embargo de
bienes raíces para que pueda afectar a terceros. Con ello se llenan los propósitos que se tuvieron en
vista al establecer el Registro de Conservadores, reuniendo allí y haciendo públicos todos los
gravámenes que pesen sobre la propiedad raíz"

En vista a lo anterior, el Art. 453 C.P.C. señala que "si el embargo recae sobre bienes raíces o
derechos reales constituidos en ellos, no producirá efecto alguno legal respecto de terceros sino
desde la fecha en que se inscriba en el respectivo registro conservatorio en donde estén situados los
inmuebles.

El ministro de fe que practique el embargo, requerirá inmediatamente su inscripción y firmará


con el conservador respectivo y retirará la diligencia en el plazo de veinticuatro horas".

Agrega el inciso segundo del Art. 455 que el acta o "diligencia" del embargo de bienes raíces
también debe entregarse en la secretaría y "esta entrega se verificará inmediatamente después de
practicada la inscripción de que "el Art. 453 trata.

Ahora, tratándose de los bienes muebles, a falta de regla expresa, se aplica lo dispuesto en el
inc. 2º del Art. 297 C.P.C. : "Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de
los terceros que tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato; pero el demandado será en
todo caso responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas".

2º. Efectos en cuanto al dueño:


375

El embargo no priva al dueño del bien del derecho de propiedad que tiene sobre él, limitándolo
simplemente en lo que respecta a la facultad de disposición.

En efecto, el dueño puede usar y gozar de la cosa embargada, mas no puede disponer de ella
toda vez que en su enajenación existe objeto ilícito, según acabamos de ver.

Lo anterior, lógicamente, si el ejecutado reviste la calidad de depositario, ya que si éste es un


tercero, la actuación judicial del embargo privará al dueño de todas las facultades que el derecho de
propiedad confiere, sin perder en todo caso la titularidad del dominio.

Si, estando en poder del ejecutado el bien embargado en calidad de depositario, dispone de él,
o sea si se "alza", comete el delito de depositario alzado, penado en el Art. 444, inc. final con la
pena del Art. 471 del Código Penal.

Si el embargo recae sobre las utilidades de una empresa, el depositario sólo tendrá facultades
de interventor judicial(art. 444 y 294 ) y para efectuar actos de administración, requirirá actuación
del juez de la causa.

3º. Efectos en cuanto a los acreedores:

Dentro de la legislación nacional, el embargo no constituye una causal de preferencia para el


pago, puesto que no aparece mencionado dentro de los créditos preferentes o de los privilegios
contemplados en el Título XLI. Libro IV del Código Civil.

Tampoco es una causal que mejore los derechos de los acreedores preferentes.

Para efectuar el pago con el producido del bien embargado se aplican las reglas sobre prelación
de créditos del Código Civil y no importa para nada la fecha del embargo practicado. Para el pago
sólo se mira a la naturaleza de la obligación sustancial y no a la fecha de la realización de la actua-
ción procesal.

Hay que tener presente, no obstante, que existe una medida que otorgada como precautoria,
establece preferencia para el pago. Esa es el denominado "derecho legal de retención", el que se
asimila a la hipoteca o a la prenda para los efectos de solucionar las deudas. (Art. 546 C.P.C. ) .

VI. EL REEMBARGO.

El embargo que se traba sobre un bien determinado no impide que, con posterioridad, se traben
otros embargos sobre el mismo. Ello, debido a que el embargo, si bien, produce el efecto de
bre
que recae.

Al efecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “ es procedente el reembargo de un bien y


su posterior realización en el procedimiento de ejecución que este preparado para ello. Decretado
un embargo en una ejecución y trabado éste sobre un bien del deudor, otros acreedores pueden
trabar un nuevo embargo sobre el mismo bien y la realización de él es legalmente posible en
cualquiera de las ejecuciones que llegue primero a la etapa de venta, sin perjuicio de que los demás
acreedores hagan uso de los derechos que les confieren los artículos 527, 528 y 529 del Código de
Procedimiento Civil. 331 332

331 Corte Suprema 26. 4. 1951. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo 48. Sec. 1ª. Pág. 107.
332 Corte Apelaciones de Santiago. 23. 7. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs 89
y sgtes .
376

Además, el hecho que se haya interpuesto una tercería de prelación respecto de un determinado
bien embargado no constituye obstáculo para que ese bien sea reembargado y vendido, sin
perjuicio de efectuarse el pago con el producto de la realización al acreedor preferente si éste
ganase la tercería. Al efecto, se ha señalado que “ es procedente el reembargo de un bien y su
posterior realización en el procedimiento de ejecución que llegue primero a la etapa de venta, cuyo
producto se retendrá hasta que recaiga sentencia firme en la tercería de prelación interpuesta. 333

Esta institución se conoce con el nombre de "reembargo", siendo regulado por los Arts. 527 y
528 del C.P.C.

Si uno de los muchos acreedores que un deudor tiene ha sido diligente y por su actuación se ha
trabado embargo sobre uno o más bienes, los demás acreedores deben iniciar por su cuenta otros
juicios en contra del ejecutado. Para obtener el pago de sus acreencias, los acreedores tienen dos
vías:

1. una consiste en la comparecencia ante el juicio entablado por el acreedor diligente


interponiendo la correspondiente tercería de pago o de prelación, según corresponda, o

2. solicitar al tribunal ante el cual se esta ventilando el juicio ejecutivo por él iniciado, que
oficie al juez que ordenó el embargo en primer lugar para que no se pague el primer acreedor hasta
tanto no se haya caucionado su crédito (Art. 528 C.P.C. ) .

No obstante lo anterior, el primer depositario debe permanecer en el carácter de tal, aún


cuando se haya trabado posteriormente otro embargo (Art. 528, inc. 2º C.P.C. )

El Art. 529 C.P.C. contempla la posibilidad de que el acreedor que opuso una tercería de pago
solicite la remoción del depositario. Los terceristas pueden actuar como coadyuvantes del
ejecutante.

Nuestra jurisprudencia ha fallado que no existe objeto ilícito en la enajenación que se efectúa
en pública subasta de los bienes que se encuentran reembargados, aun cuando no exista
autorización de los diversos tribunales que han ordenado la práctica de estas medidas cautelares.

Empero, en la práctica, y sobre todo tratándose de la realización de bienes raíces, para proceder
a su remate en pública subasta, siempre se oficia por el tribunal que va a practicar la subasta a los
tribunales que han ordenado la práctica de embargos para que autoricen su enajenación.

VI. INSTITUCIONES VINCULADAS AL EMBARGO.

Existen cinco instituciones vinculadas al embargo de bastante importancia. Tales son:

1. La exclusión del embargo;

2. La ampliación del embargo;

3. La reducción del embargo;

4. La sustitución del embargo, y

5. La cesación del embargo.

333 Corte Apelaciones de Santiago. 23. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 98 y sgtes.
377

1º. LA EXCLUSIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en la facultad que el ejecutado tiene para solicitar que se alce o se deje sin efecto el
embargo que hubiera recaído sobre bienes que, según la ley, tienen el carácter de inembargables.

"Se tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se excluya del embargo
alguno de los bienes a que se refiere el artículo 445" (Art. 519, inc. 2º C.P.C. )

2º. LA AMPLIACIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en la facultad que la ley confiere al ejecutante para solicitar que se incorporen al
embargo verificado nuevos bienes porque los ya embargados resultan insuficientes para cubrir el
capital, intereses y costas adeudados (Art. 456 C.P.C. )

En cuanto equivale a una medida precautoria, el embargo tiene por objeto asegurar o cautelar
el efectivo cumplimiento de la obligación que se trata de ejecutar. Este objetivo no se cumple si los
bienes embargados no son suficientes para cubrir el capital, intereses y costas adeudados.

El Art. 456 C.P.C. contempla dos situaciones que hacen procedentes la ampliación:

a) los motivos para conceder la ampliación del embargo se entrega por la ley al criterio
del tribunal: "Puede el acreedor pedir ampliación del embargo en cualquier estado del juicio,
siempre que haya justo motivo de temer que los bienes embargados no basten para cubrir la deuda
y las costas" (inciso 1º )

En este caso el tribunal debe realizar un juicio de oportunidad calificando la procedencia o


improcedencia de la ampliación.

b) Los motivos para conceder la ampliación del embargo son calificados como suficientes
por la propia ley: "El haber recaído el embargo sobre bienes difíciles de realizar, será siempre
justo motivo para la ampliación. Lo será también la introducción de cualquiera tercería sobre los
bienes embargados" (Art. 456, inc. 2º C.P.C. ) .

Por consiguiente, constituirá un agravio y una falta o abuso del tribunal si al concurrir las
circunstancias establecidas por la ley en el inciso segundo del Art. 456 C.P.C. , no da lugar a la
solicitud presentada por el ejecutante pidiendo la ampliación del embargo. Dicha resolución puede
ser atacada por medio recurso de apelación.

Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un embargo que haya recaído en una cuota de una
comunidad hereditaria que es propiedad del deudor.

El Art. 22, Nº 1 de la Ley 18. 010 sobre operaciones de crédito de dinero contempla otro caso
en que la ley califica la procedencia de la ampliación. Dice el precepto: "Se considerará justo
motivo para solicitar la ampliación del embargo, el mayor valor que experimente en el mercado la
moneda extrajera adeudada".

El inciso final del Art. 456 C.P.C. establece que "pedida la ampliación después de la sentencia
definitiva, no será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para comprender en la
realización los bienes agregados al embargo".

En consecuencia, la resolución que recae sobre la solicitud de ampliación, acogiéndola, será


por sí sola título suficiente para embargar nuevos bienes.
378

3º. LA REDUCCIÓN DEL EMBARGO.

Consiste en la facultad concedida por la ley al ejecutado para solicitar que se alce el embargo
de alguno de los bienes sobre los cuales aquél ha recaído, por ser excesivos para asegurar
cumplidamente la obligación y las costas.

El embargo debe limitarse a los bienes necesarios y suficientes para obtener el cumplimiento
de la obligación y no debe constituir un arma de presión en manos del ejecutante. El abuso del
derecho se torna en ilicitud manifiesta.

El Art. 447 C.P.C. señala que "puede el acreedor concurrir al embargo y designar, si el
mandamiento no lo hace, los bienes del deudor que hayan de embargarse, con tal que no excedan
de los necesarios para responder a la demanda, haciéndose esta apreciación por el Ministro de fe
encargado de la diligencia, sin perjuicio de lo que resuelva el tribunal a solicitud de parte
interesada".

4º. LA SUSTITUCIÓN DEL EMBARGO.

En el primitivo texto del Código de Procedimiento Civil no se contemplaba la institución de la


sustitución del embargo, por lo que el deudor no podía reemplazar los bienes embargados por otros,
lo cual resultaba absurdo toda vez que el embargo es una medida cautelar y como tal puede y debe
comprender la sustitución de los bienes en la medida que caucionen las resultas del juicio.

Es por ello que por una modificación se incluyó la substitución del embargo como una facultad
del ejecutado, más no en términos amplios, puesto que presenta las siguientes limitaciones:

a) la substitución sólo puede hacerse por dinero, y

b) la substitución no opera cuando el embargo ha recaído sobre la especie o cuerpo cierto


debida.

De acuerdo al Art. 457 C.P.C. , el ejecutado puede solicitar la substitución en cualquier estado
del juicio.

En la práctica, la substitución será solicitada por el ejecutado cuando el embargo haya recaído
sobre bienes que él desee administrar o disponer libremente.

En los casos en que procede la substitución del embargo, el ejecutado no esta pagando la
obligación que se le demanda, sino que sólo reemplazando las garantías que aseguran el
cumplimiento de la sentencia. En consecuencia, cuando exista la substitución del embargo al
ejecutante sólo podrá pagársele la obligación una vez que se encuentre ejecutoriada la sentencia
que en la causa se dicte.

El ejecutado debe hacer presente que la suma de dinero que acompaña al tribunal tiene por
objeto substituir el o los bienes embargados y no pagar la deuda.

Mediante la Ley 19. 411 de 20 de septiembre de 1995, se agregó un inciso segundo al artículo
521 del Código de Procedimiento Civil, contemplándose también respecto del tercerista la facultad
de solicitar la sustitución de los bienes embargados.

5º. LA CESACIÓN DEL EMBARGO.


379

En la substitución el ejecutado pone dinero a disposición del tribunal sin renunciar a las
excepciones ejercitadas ni con la intensión de pagar la obligación demandada, sino que con la única
finalidad de cambiar el objeto embargado. Esto debe ser expresamente manifestado a momento de
efectuar el reemplazo a fin de que lo que se deposita no sea imputado a la deuda. En la substitución
del embargo, el juicio ejecutivo continúa adelante, existiendo sólo un cambio respecto de los bienes
sobre los cuales recae el embargo.

En la cesación del embargo, en cambio, el ejecutado deposita dinero en la cuenta corriente del
tribunal para pagar la obligación que se demanda, con el objeto de que se deje sin efecto el
embargo que hubiese recaído sobre los bienes constitutivos de su patrimonio (Art. 490 C.P.C. )
poniéndose término al juicio ejecutivo.

El Art. 490 C.P.C. ha creado problemas a la doctrina respecto del momento hasta el cual se
pueden liberar los bienes embargados. Dice el precepto que "antes de verificarse el remate, puede
el deudor libertar sus bienes pagando la deuda y las costas".

Nuestra jurisprudencia, interpretando el artículo en forma armónica con otros preceptos, ha


señalado que la facultad de hacer cesar el embargo precluye en el momento en que se extiende el
acta de remate.

Si el ejecutado no expresa en su escrito que el dinero que deposita tiene por objeto la
sustitución, la consignación se va a tomar como cesación y, en consecuencia, también como un
desistimiento de las excepciones opuestas.

Todas las instituciones mencionadas se tramitan como incidentes, en el cuaderno de apremio y


nunca van a paralizar el curso del cuaderno ejecutivo o principal.

"Se formará ramo separado con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y al
procedimiento de apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y hacer pago al
acreedor.

Se pondrá testimonio en el ramo principal, de la fecha en que se practiquen el embargo y la


ampliación.

Este cuaderno se tramitará independientemente del cuaderno ejecutivo, sin que la marcha del
uno se retarde por los recursos que en el otro se deduzcan". (Art. 458 C.P.C. )

VI. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS.

Corresponde, por regla general, al depositario provisional que designa el ejecutante en el


mandamiento de ejecución y embargo o el juez en subsidio (Art. 443 Nº 3 en relación con el Art.
479 C.P.C. ) .

El depositario provisional ejerce el cargo hasta que se designe depositario definitivo en la


causa, el cual debe nombrarse en audiencia verbal, por las partes de común acuerdo o por el

práctica lo normal es que nunca se designe depositario definitivo.

Respecto del bien o bienes embargados el depositario sólo puede ejercitar facultades de
administración. En consecuencia, va a poder realizar todos los actos que tengan por objeto la
conservación, explotación y reparación de los bienes que se han puesto a su cuidado.
380

En todo caso, es menester tener presente que por el mero depósito no se confiere al depositario
la facultad de usar la cosa (arts. 2200 y 2250 C. Civil) .

Por excepción, el depositario tiene facultades de disposición, las que se pueden ejercer sólo
con la previa autorización del tribunal (Art . 483 C.P.C. ) . Señala el precepto que "venderá el
depositario en la forma más conveniente, sin previa tasación, pero con autorización judicial, los
bienes muebles sujetos a corrupción, o susceptibles de próximo deterioro, o cuya conservación sea
difícil o muy dispendiosa".

El Art. 515 C.P.C. establece la obligación del depositario de poner a disposición del tribunal
todos los dineros que reciba con motivo del ejercicio de su cargo, tan pronto como lleguen a su
poder, debiendo cancelar intereses por los que entregue atrasados.

Las cuestiones que se susciten con motivo de la administración serán resueltas por el tribunal
en audiencias verbales (Art. 480 C.P.C. )

El depositario debe rendir cuenta de las gestiones que haya realizado durante el desempeño de
su cargo (Art. 514 C.P.C. ) . La cuenta la rinde de la misma forma en que lo ha en los tutores y
curadores (Art. 415 C.C. )

Excepcionalmente, el tribunal puede ordenar al depositario que rinda cuentas parciales antes
que termine de desempeñar su cargo.

Las cuentas que rinde el depositario se deben poner en conocimiento de las partes, las que
tienen el término de seis días para examinarlas. Si transcurrido ese plazo ninguna de las partes
formula objeciones, la cuenta se tiene por aprobada; en caso contrario se generara el
correspondiente incidente. (Art. 514 C.P.C. ) .

Tanto el depositario provisional como el definitivo son remunerados. Esta remuneración es


fijada por el tribunal una vez que el depositario haya rendido cuenta y ésta haya sido aprobada,
tomando en consideración la responsabilidad y trabajo que el cargo le haya impuesto (Art. 516) .

Del producto de la realización de los bienes embargados se pagan, en primer lugar, y a


prorrata, las costas y la remuneración del depositario; y luego se paga el crédito.

Por excepción, existen depositarios que no tienen derecho a remuneración, siendo los
indicados por el Art. 517 C.P.C. : "No tienen derecho a remuneración:

1º El depositario que, encargado de pagar el salario o pensión embargados, haya retenido a


disposición del tribunal la parte embargable de dichos salarios o pensión; y

2º El que se haga responsable de dolo o culpa grave.

VII. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA.

Sabemos que el cuaderno de apremio siempre puede llegar hasta el embargo, paralizándose en
este cuando se han opuesto excepciones en el cuaderno ejecutivo. Pero, si las excepciones no se
han opuesto, el mandamiento de ejecución y embargo hace las veces de sentencia definitiva y se
podrá continuar con los trámites necesarios para la realización de los bienes embargados.

Supuesto que ya hemos pasado toda la tramitación del cuaderno ejecutivo, se puede dictar
sentencia condenatoria en contra del ejecutado. Para el cumplimiento de la sentencia condenatoria
es menester efectuar una distinción según si la sentencia es de pago o de remate.
381

Una vez que la sentencia de pago está ejecutoriada o, sin estarlo, se han caucionado las
resultas del juicio, el ejecutante debe solicitar que se proceda a la liquidación del crédito y a la
tasación de las costas. (Art. 510 C.P.C. )

"Practicada la liquidación a que se refiere el artículo precedente, se ordenará hacer pago al


acreedor con el dinero embargado. . .

Si la ejecución fuere en moneda extranjera, el tribunal pondrá a disposición del depositario los
fondos embargados en moneda diferente a la adeudada sobre los cuales haya recaído el embargo y
los provenientes de la realización de bienes del ejecutado en cantidad suficiente, a fin de que, por
intermedio de un Banco de la plaza, se conviertan en la moneda extranjera que corresponda. Esta
diligencia podrá también ser cometida al secretario". (Art. 511 C.P.C. ) .

Ahora bien, "si el embargo se ha trabado sobre la especie misma que se demanda, una vez
ejecutoriada la sentencia de pago, se ordenará su entrega al ejecutante". (Art. 512 C.P.C. ) .

Como se puede apreciar, el cumplimiento de la sentencia de pago es casi automático, toda vez
que no es necesario realizar ningún otro trámite que no sea la liquidación del crédito y de las
costas.

Situación distinta es la de la sentencia de remate. En efecto, como ésta se dicta cuando el


embargo ha recaído sobre bienes que no son dinero ni la especie o cuerpo cierto debida, será
menester convertir en dinero los bienes que cautelan el resultado del juicio.

La apelación que se interponga contra esta sentencia se concede en el sólo efecto devolutivo y,
en consecuencia, puede, de todos modos, procederse a la realización de los bienes, mas no puede
hacerse pago al ejecutante con el producido mientras la sentencia no se encuentre ejecutoriada,
conforme a lo establecido en el Art. 510 C.P.C.

La sentencia de remate causa ejecutoria para todos los efectos de que se realicen los bienes,
pero todo lo que en su virtud se efectúe queda sujeto a la condición de que la resolución sea
confirmada.

En la sentencia de remate será necesario recurrir a un procedimiento que permita reducir a


dinero los bienes embargados. El Código denomina a este procedimiento como "procedimiento de
apremio" (Art. 458, inc. 1º C.P.C. )

VII. EL PROCEDIMIENTO DE APREMIO (REALIZACIÓN DE BIENES) .

Para los efectos de convertir en dinero los bienes embargados, o sea, para la realización de los
mismos, el legislador ha debido clasificarlos en las cuatro categorías, a saber:

1º. Bienes muebles sujetos a corrupción, susceptibles de próximo deterioro o de difícil o


dispendiosa conservación

Estos bienes son vendidos por el depositario, con autorización judicial y sin necesidad de que
previamente se practique una tasación.

Según la doctrina, esta venta puede efectuarse por el depositario durante la tramitación del
juicio y aun antes de que se dicte sentencia en la causa.
382

2º. Efectos de comercio realizables en el acto

Típico ejemplo es el de las acciones de sociedades anónimas (abiertas, según la terminología


de la Ley 18. 046 sobre sociedades, ya que éstas transan sus acciones en la Bolsa de Comercio) .

El Art. 484 C.P.C. señala que los efectos de comercio realizables en el acto, se venderán sin
previa tasación por un corredor de la Bolsa nombrado de acuerdo al procedimiento que la ley
reserva para la designación de los peritos. (Art. 414 C.P.C. ) .

3º. Bienes muebles no comprendidos en las situaciones anteriores:

El Art. 482 C.P.C. , sustituido por el Art. 26 de la Ley Nº 18. 118 de 22 de mayo de 1982,
señala que los "bienes muebles embargados se venderán en martillo, siempre que sea posible, sin
necesidad de tasación. La venta se hará por el martillero designado por el tribunal que
corresponda".

La ley 18. 118 regula la actividad de martillero público, estableciendo un procedimiento para
el remate judicial de especies muebles en su Título IV, Arts. 19 a 22, inclusives.

En la práctica, la designación del martillero se solicita al tribunal conjuntamente con el escrito


de retiro de especies. En dicha presentación se pide que se faculte al martillero designado para fijar
la fecha del remate y el número de avisos que estime necesarios para publicitar tal remate. Además,
en un otrosí, se pide el auxilio de la fuerza pública en caso de que el ejecutado se oponga al retiro
de las especies.

En caso que hubiere oposición del deudor para hacer entrega de los bienes embargados al
depositario provisional o definitivo designado en el proceso, deberá procederse a cumplir esa
diligencia con el auxilio de la fuerza pública. En caso que el depositario provisional de los bienes
fuere el deudor, sólo podrá efectuarse el retiro de especies embargadas con el auxilio de la fuerza
pública una vez que se hubiere dictado una sentencia de remate, la que se puede cumplir no
obstante que el deudor hubiere deducido el recurso de apelación o de casación en su contra.

A partir de la dictación de la Ley 19.411, publicada en el Diario Oficial de 6 de Septiembre de


1995, por regla general no es posible que se efectúe en forma simultánea el embargo y el retiro de
las especies. De conformidad a lo previsto actualmente en el inciso segundo del artículo 455,el
retiro de las especies no podrá decretarse sino hasta transcurridos que sean diez días desde la
fecha de la traba del embargo, a menos que el juez, por resolución fundada, ordene otra cosa.

Debemos tener presente que de conformidad a lo previsto en el inciso cuarto del artículo 393
del C.O.T., , introducido por la Ley 19.411, publicada en el Diario Oficial de 6 de Septiembre de
1995, los receptores solo podrán hacer uso de la fuerza pública que decrete un tribunal para la
realización de determinada diligencia respecto de la cual fue autorizado. En consecuencia, si se
hubiere decretado por el tribunal el auxilio de la fuerza pública para la realización del embargo, se
deberá solicitar que se decrete nuevamente el auxilio de la fuerza pública para efectuar el retiro de
especies.

El uso no autorizado o el anuncio o amenaza de uso del auxilio de la fuerza pública sin estar
decretado, será sancionado en la forma prevista en el Nº 4 del artículo 532 del C.O.T.

En algunas ocasiones, el ejecutante puede tener interés en adjudicarse el bien que se remata
con cargo a su crédito. En este caso, hay que presentar un escrito al tribunal solicitando
autorización para participar en el remate con cargo a su crédito, oficiándose al efecto al martillero
designado.
383

4º. Bienes que requieren previa tasación

Este es el procedimiento más complejo de realización y debe comprender los trámites que se
analizan a continuación.

VIII. BIENES QUE REQUIEREN PREVIA TASACIÓN.

De acuerdo al Art. 485 C.P.C. , los bienes que requieran de previa tasación se van a vender en
pública subasta, ante el tribunal que conoce de la ejecución o ante el tribunal dentro de cuyo
territorio competencial están situados los bienes, cuando así se resuelve a solicitud de parte y por
motivos fundados.

Los bienes que requieren de previa tasación para su realización son:

a) Todos los bienes raíces, y

b) Algunos bienes muebles que no quedan comprendidos en la situaciones señaladas


precedentemente, ejemplo de lo cual son los derechos en sociedad de personas.

Nuestro legislador tiene un respeto reverencial por los bienes raíces, y es por ello que el
procedimiento establecido para la realización de éstos es solemne y complejo, con el cumplimiento
de una serie de trámites.

Las principales etapas que establece el Código de Procedimiento Civil para la subasta pública
de los inmuebles en el juicio ejecutivo son:

a. Tasación

b. Fijación de día y hora para la subasta

c. Bases del remate

d. Purga de Hipotecas

e. Autorización para enajenar bien raíz embargado.

f. Publicación de avisos

g. Subasta del inmueble

h. Otorgamiento de escritura pública

La purga de hipotecas no es precisamente un trámite del procedimiento de realización del


inmueble sino que un efecto del mismo. Pero, sistemáticamente es conveniente tratarla en el lugar
indicado por las razones que luego veremos.

Cerrará esta parte el párrafo XVI referente a la nulidad del remate, que no es una etapa de la
subasta, sino que la consecuencia de un vicio acaecido en ella.

1º. TASACIÓN: (art. 486 y 487 C.P.C. ) . :


384

La tasación del bien raíz será aquella que figure en el rol de avalúos que esté vigente para los
efectos del pago de la contribución territorial, a menos que el ejecutado solicite que se practique
nueva tasación.

En la práctica, se presenta un certificado emanado del Servicio de Impuestos Internos


constatando el avalúo del inmueble, solicitándose al tribunal que se tenga por aprobado, con
citación. En esta situación, el ejecutado tiene un plazo de tres días, como en todo documento
público, para objetar el avalúo y requerir una nueva tasación del inmueble.

Requerida la nueva tasación del inmueble, se deberá citar a las partes para dentro de segundo
día, con el fin de que se designe perito tasador. En caso que la designación del perito la efectúe el
tribunal, ésta no puede recaer en empleados o dependientes de ese tribunal.

El perito debe practicar todos los trámites necesarios para hacer la tasación y presentar el
informe de ella al tribunal.

Presentado que sea el informe del perito, debe éste ser puesto en conocimiento de las partes,
teniendo ellas un plazo de tres días para impugnarlo. De la impugnación que efectúe una de las
partes se dará traslado por tres días a la contraparte.

Transcurrido este plazo de tres días, sea que se haya evacuado o no el traslado, el tribunal
puede optar por los siguientes caminos:

a. aprobar la tasación.

b. ordenar que se rectifique la tasación por el mismo perito que evacuó el informe, o por otro; o
c. fijar el tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes.

Estas resoluciones son inapelables.

"Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los puntos sobre que deba caer la
rectificación; y practicada ésta, se tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos reclamos". (Art. 487,
inc. 2º) .

2º. FIJACIÓN DE DÍA Y HORA PARA EL REMATE. ART. 488 C. PC.

"Aprobada la tasación, se señalará día y hora para la subasta" (Art. 488 C.P.C. )

Para realizar la subasta es previa la realización de los siguientes actos:

a. publicación de avisos, dándose cuenta del día y hora en que el remate se va a realizar y el
lugar donde se efectuará. La publicación debe efectuarse en un diario de la comuna en que tenga su
asiento el tribunal o de la capital de provincia o de la capital de región, si en aquella no lo haya ,
debiendo el primero de ellos publicarse a lo menos quince días antes del remate, sin descontar los
días inhábiles (Art. 489, inc. 1º) ; asimismo, las publicaciones deben practicarse en la misma forma
y plazos, en el lugar donde se encuentre el inmueble;

b. aprobación de las bases del remate; y

c. acompañamiento de un certificado de gravámenes y prohibiciones respecto del inmueble.


385

En consecuencia, la fijación del día del remate debe hacerse en un plazo tal que se tenga
tiempo para hacer todos estos trámites: generalmente un mes o un mes y medio después de
aprobada la tasación.

3º. LAS BASES DEL REMATE.

La aprobación de las bases del remate, es decir, de las condiciones en que debe procederse a la
venta del inmueble, debe efectuarse por las partes de común acuerdo.

El ejecutante debe presentar un escrito en el cual propone al tribunal las bases o condiciones en
que haya de efectuarse el remate. El tribunal proveerá el escrito en que se presenten dichas bases
"como se pide, con citación", indicando que se aprueban las bases del remate si el ejecutado no se
opone a ellas dentro del plazo de tres días, contados desde la notificación de la resolución. (Art.
491)

Si no existe acuerdo, las bases del remate deben ser determinadas por el tribunal,
teniendo éste presente las siguientes limitaciones:

a. el precio en el cual se va a vender el inmueble no puede ser inferior a los dos tercios de su
tasación;

b. el precio deberá pagarse de contado, a menos que el tribunal, por motivos fundados,
resuelva otra cosa (art. 491) ; y

c. las personas interesadas en participar en la subasta deberán otorgar una garantía de seriedad
de la oferta, cuyo monto será equivalente a un 10% del valor en que los bienes van a ser
subastados.

En las bases del remate se deben contemplar las siguientes cláusulas:

1. especificación del bien que se va a vender (ubicación) ;


2. precio que se pide como mínimo;
3. forma en que el precio se va a pagar;
4. garantías que se pueden otorgar para caucionar el pago a plazo del saldo de precio;
5. la fecha en que se efectuará la entrega del inmueble;
6. la facultad del ejecutante de participar en el remate con cargo a su crédito. A este respecto
tenemos que tener presente que el ejecutante no puede adjudicarse el inmueble si es acreedor
valista (se paga prorrata) ; y que tampoco puede adjudicarse el inmueble cuando se ha interpuesto
una tercería de pago.
7. también deben contemplarse la situación de los insumos atrasados: Luz, agua, electricidad,
etc. Si en las bases del remate nada se dice respecto de esta cláusula, los gastos que ocasionaren
serán de cuenta del adjudicatario.

4º. LA PURGA DE LAS HIPOTECAS (Arts. 2428 C.C. y 492 C.P.C. ) .

La purga de las hipotecas consiste en la extinción de las hipotecas, que se produce cuando
concurren tres requisitos copulativos:

1. que el inmueble sea vendido en pública subasta;


2. que los acreedores hipotecarios sean citados; y
3. que haya transcurrido entre la citación de los acreedores hipotecarios y la subasta el término
de emplazamiento del juicio ordinario (Art. 3º C.P.C. ) .
386

Una vez efectuada la subasta se extinguen todas las hipotecas constituidas sobre el bien raíz.

El art. 2428 del C.C. establece que "la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir la finca
hipotecada, sea quien fuere el que la posea, y a cualquier título que la haya adquirido.

Sin embargo, esta disposición no tendrá lugar contra el tercero que haya adquirido la finca
hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez.

Mas para que ésta excepción surta efecto a favor del tercero, deberá hacerse la subasta con
citación personal, en el término de emplazamiento, de los acreedores que tengan constituidas
hipotecas sobre la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el precio del remate en el orden
que corresponda.

El juez entre tanto hará consignar el dinero".

El art. 492 del C.P.C. modificó el precepto antes transcrito, estableciendo que en el caso de que
un inmueble sea perseguido por un acreedor hipotecario de grado posterior, el acreedor hipotecario
de grado preferente tiene derecho a exigir el pago de su crédito en el orden que corresponda o la
mantención de su crédito en caso de que éste aún no se encuentre devengado.

La jurisprudencia nacional ha establecido ocasionalmente que la forma en que los acreedores


hipotecarios tienen que hacer exigible su pago preferente es a través de la interposición de la
correspondiente tercería de prelación. La mayoría de la jurisprudencia acepta que basta con que el
acreedor presentara un escrito señalando cuál es su crédito para convenir el pago.

5º. AUTORIZACION PARA ENAJENAR BIEN RAÍZ EMBARGADO.

Si el inmueble que se va a rematar se encuentra embargado por orden de otro tribunal donde
se está siguiendo otro juicio, dicho bien raíz no puede venderse sin previa autorización del tribunal
que lo decretó.

En consecuencia, hay que presentar un escrito al tribunal solicitando que dirija un oficio al
tribunal que haya dispuesto el embargo, para los efectos de que autorice la venta en pública
subasta. Sin perjuicio de ello, debemos tener presente, que se ha declarado que cuando el artículo
1464 N° 3 del Código Civil sanciona con objeto ilícito las enajenaciones que menciona, sólo
incluye aquellas voluntarias, mas no a las enajenaciones forzadas realizadas por el ministerio de la
justicia 334

El hecho de que un inmueble tenga o no hipotecas constituidas o embargos decretados se


acredita con un certificado e prohibiciones y gravámenes emanados del Conservador de Bienes
Raíces, documentos que se deberán acompañar al expediente.

En consecuencia:

a. si se remata el inmueble sin haberse citado a los acreedores hipotecarios, se mantienen


vigentes todas las hipotecas;

b. si el que ejecuta el inmueble es el primer acreedor hipotecario y no se ha citado a los


acreedores de grado posterior, el adjudicatario del inmueble se subrogará en los derechos del
primer acreedor hipotecario, de acuerdo a lo que preceptúa el artículo 1610 Nº 2 del Código Civil.

334 Corte Suprema 17/05/1990, Rol N° 8.563, C. 2°.


387

6. PUBLICACIÓN DE AVISOS.

Deben efectuarse en la forma que establece el art. 489 C.P.C. precepto que debe ser
concordado con el art. 502 del mismo cuerpo legal.

"El remate, con el señalamiento del día y hora en que debe tener lugar, se anunciará por medio
de avisos publicados, a lo menos cuatro veces, en un diario de la comuna o de la capital de
provincia o de la capital de región, si en aquella no lo haya. Los avisos podrán publicarse también
en días inhábiles. El primero de los avisos deberá ser publicado con quince días de anticipación,
como mínimo, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la subasta.

Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará también en ella o en la capital de la
respectiva región, si fuere el caso, por el mismo tiempo y en la misma forma.

Los avisos serán redactados por el secretario y contendrán los datos necesarios para identificar
los bienes que van a rematarse".

La ley no exige que se deje constancia en el expediente del hecho de haberse publicado los
avisos, pero como la liquidación de los bienes raíces es un trámite solemne, debe dejarse constancia
de los avisos en el expediente para que no se declare la nulidad del remate. En consecuencia, debe
presentarse un escrito al tribunal solicitando que el secretario certifique en el proceso el tenor de los
avisos, la fecha de publicación y el diario donde lo fueron. En la práctica se agrega a la
certificación un recorte del diario donde aparece el aviso del remate.

7º. REMATE DEL INMUEBLE.

Al respecto es menester distinguir dos situaciones:

1. Existen postores en el remate:

En primer término, el tribunal ha de calificar la caución que los interesados deben rendir para
participar en la subasta.

Realizada la calificación, se procede a efectuar el remate partiendo del mínimo y se adjudicará


el inmueble a la persona que presente la mejor postura.

Efectuada la adjudicación, se deberá levantar un acta de remate, documento eminentemente


solemne que hace las veces de escritura pública para los efectos prescritos en el art. 1801 del C.C. ,
el que en su inciso segundo establece que "la venta de los bienes raíces, servidumbres y censos, y la
de una sucesión hereditaria, no se reputan perfectas ante una ley, mientras no se ha otorgado
escritura pública".

En consecuencia, la compraventa (porque eso es, en definitiva, la venta en pública subasta,


pero con la particularidad que una de las partes en el contrato va a ser representada por el tribunal) ,
se reputa perfecta desde el momento en que extiende el acta del remate, documento que deberá ser
firmado por el juez de la causa, por el rematante o adjudicatario del inmueble y por el secretario del
tribunal.

Conforme al art. 496 del C.P.C. , "en el acta de remate podrá el rematante indicar la persona
para quien adquiere; pero mientras ésta no se presente aceptando lo obrado, subsistirá la
responsabilidad del que ha hecho las posturas.
388

Subsistirá también la garantía constituida para tomar parte en la subasta, de conformidad al


artículo 494".
Además, debemos tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que de conformidad a
lo que dispone el artículo 671 del Código Civil, en las ventas forzadas que se hacen por decreto
judicial a petición de un acreedor, en subasta, el juez actúa como representante legal del tradente,
de tal modo que actuando con esa calidad, es también encargado de cumplir con la obligación
esencial del contrato de compraventa de entregar la cosa tradida 335 y que el juez al hacer lugar a
la petición de lanzamiento del ejecutado y hacer entrega del inmueble subastado al acreedor que se
lo adjudicó, ha procedido en forma que se ajusta a derecho. La entrega material es en definitiva, el
cumplimiento de lo resuelto por la sentencia ejecutiva, ya que hacer íntegro pago al acreedor
significa, en el caso descrito, entregarle el inmueble que se adjudicó como pago de su acreencia
336
2. No existen postores en el remate:

Soluciona este problema el art. 499 C.P.C. , al establecer que "si no se presentan postores en el
día señalado, podrá el acreedor solicitar cualesquiera de estas dos cosas, a su elección:

1a. Que se le adjudiquen por los dos tercios de la tasación los bienes embargados; y

2a. Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo aprobado. La reducción no podrá
exceder de una tercera parte de este avalúo.

Si el acreedor escoge por esta segunda vía, es decir, por un nuevo remate, y no hay postores
se resuelve la situación por lo prescrito en el art. 500 C.P.C. : "Si puestos a remate los bienes
embargados por los dos tercios del nuevo avalúo, hecho de conformidad al número 2º del artículo
anterior, tampoco se prestan postores, podrá el acreedor pedir cualquiera de estas tres cosas, a su
elección.

1a. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos dos tercios;

2a. Que se pongan por tercera vez a remate, por el precio que el tribunal designe; y

3a. Que se le entreguen en prenda pretoria.

Si la ejecución fuere en moneda extranjera, para hacer uso del derecho que confiere el número
1º del artículo anterior e igual número del presente artículo, el ejecutante deberá hacer liquidar su
crédito en moneda nacional, al tipo medio de cambio libre que certifique un Banco de la plaza".

La prenda pretoria o anticresis judicial "es un contrato en cuya virtud, por el ministerio del
tribunal, se entregan al acreedor bienes embargados, sean raíces o muebles, para que se pague con
sus frutos 337

Para la prenda pretoria rigen los artículos 501 a 507 del C.P.C. : Art. 501. Cuando el
acreedor pida, conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, que se le entreguen en prenda

335 Corte Suprema , RDJ 1987, T. LXXXIV, Sec. I, p. 135.En el mismo sentido, Corte Suprema , RDJ, T. LXXXII,
Sec. I., P. 108 y Corte Suprema, RDJ T. LXXXIII, Sec. I, p. 9; Corte Suprema , RDJ 1988, T. LXXXV, Sec. I, p. 44, C.
2°.
336 Corte Suprema , RDJ 1985, T. LXXXII, Sec. I, p. 9, C. 2° En el mismo sentido Corte Suprema, RDJ 1986, T.
XXXIII, Sec. I, p. 115, C. 4°; Corte Suprema, RDJ 1986, T. LXXXIII, Sec. I, p. 155.
337 Raúl Espinosa Fuentes. "Manual de Procedimiento Civil. El juicio ejecutivo. Editorial Jurídica de Chile. Octava
edición. 1984. Págs. 207-
389

pretoria los bienes embargados, podrá el deudor solicitar que se pongan por última vez a remate. En
éste caso no habrá mínimum para las posturas.

Art. 502. Cuando haya de procederse a un nuevo remate en los casos determinados por los
tres artículos precedentes, se observará lo dispuesto en el artículo 489, reduciéndose a la mitad los
plazos fijados para los avisos. No se hará, sin embargo, reducción alguna de estos plazos, si han
transcurrido más de tres meses desde el día designado para el anterior remate hasta aquel en que se
solicite la nueva subasta.

Art. 503. La entrega de los bienes en prenda pretoria se hará bajo inventario solemne.

Art. 504. El acreedor a quien se entreguen bienes muebles o inmuebles en prenda pretoria,
deberá llevar cuenta exacta, y en cuanto sea dable documentada, de los productos de dichos bienes.
Las utilidades líquidas que de ellos obtenga se aplicarán al pago del crédito, a medida que se
perciban.

Para calcular las utilidades se tomarán en cuenta, a más de los otros gastos de legítimo abono,
el interés corriente de los capitales propios que el acreedor invierta y la cantidad que el tribunal fije
como remuneración de los servicios que preste como administrador. No tendrá, sin embargo,
derecho a esta remuneración el acreedor que no rinda cuenta fiel de su administración, o que se
haga responsable de dolo o culpa grave.

Art. 505. Salvo estipulación en contrario, podrá el deudor, en cualquier tiempo, pedir los
bienes dados en prenda pretoria pagando la deuda y las costas, incluso todo lo que el acreedor tenga
derecho a percibir en conformidad a lo dispuesto en el último inciso del artículo precedente.

Podrá también el acreedor, en cualquier tiempo, poner fin a la prenda pretoria y solicitar su
enajenación o el embargo de otros bienes del deudor, de conformidad a las reglas de este Título.

Art. 506. El acreedor que tenga bienes en prenda pretoria, deberá rendir cuenta de su
administración, cada año si son bienes inmuebles y cada seis meses si se trata de muebles, bajo la
pena, si no lo hace, de perder la remuneración que le habría correspondido, de conformidad al
inciso final del artículo 504, por los servicios prestados durante el año.

Art. 507. Salvo lo dispuesto en los cuatro artículos precedentes, la prenda pretoria queda sujeta
a las reglas del Título XXXIX, Libro IV del Código Civil.

Cuando se constituya en bienes muebles, tendrá además, sobre ellos, el que los reciba, los
derechos y privilegios de un acreedor prendario.

8º. OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PUBLICA.

El Código de Procedimiento Civil establece con posterioridad al acta de remate debe


extenderse la escritura pública definitiva. Si bien es cierto que el acta de remate hace las veces de
escritura pública para los efectos del Art. 1801, inc. 2º del C.P.C. , o sea, desde que es firmada por
el juez, el rematante y el secretario se reputa perfecta la venta; no es menos cierto que dicha acta no
es un título suficiente para los efectos de practicar la tradición del inmueble, cosa que, como
sabemos, se produce al inscribirse en el Registro de Propiedades del Conservador de Bienes Raíces
la escritura pública de compraventa, que deberá extender el juez como representante del deudor.

Dice el Art. 497 que "para los efectos de la inscripción, no admitirá el conservador sino la
escritura definitiva de compraventa. Dicha escritura será subscrita por el rematante y por el juez
390

como representante legal del vendedor, y se entenderá autorizado el primero para requerir y firmar
por sí solo la inscripción en el Conservador, aún sin mención expresa de esta facultad".

El juez debe ordenar que se extienda la escritura definitiva a petición de parte y dentro de
tercer día de efectuado el remate (Art. 495, inc. 2º) . Este plazo de tres días, pese a la redacción del
precepto, no es un plazo fatal ni genera la caducidad del derecho a otorgarse la escritura de
compraventa definitiva. La Jurisprudencia de nuestros tribunales ha establecido que "el plazo de
tres días dentro del cual debe reducirse a escritura pública el acta de remate a que se refiere el Art.
495 del Código de Procedimiento Civil, no constituye un requisito o formalidad que la ley exija
para su valor, en consideración a la naturaleza, sino un plazo que no es fatal y, por tanto, puede
otorgarse la escritura pública fuera de él 338.

Esta escritura de compraventa en pública subasta, que se extiende por orden del tribunal, no es
una escritura corriente. De acuerdo con lo que preceptúa el Art. 495 en relación con el 497, en la
escritura de compraventa deben insertarse los siguientes antecedentes:

1. Todos los antecedentes relativos a la validez del juicio en que se produjo el remate, v. gr. , el
requerimiento de pago; el certificado de que no se opusieron excepciones o, si se trata de la
sentencia dictada en la causa, el certificado de ejecutoriada de dicha resolución que fijó el día y la
hora de la subasta; la publicación de los avisos; la certificación del secretario de que dichos avisos
fueron publicados; y, en general todos los antecedentes que permitan demostrar a terceros que se
cumplieron los presupuestos o requisitos necesarios para la validez del juicio.

2. Todos los antecedentes relativos al remate o a la venta misma, v. gr. , el acta de remate; las
autorizaciones otorgadas por el tribunal en caso de que hubieren existido otros embargos, para la
venta del inmueble en pública subasta, etc.

3. Deberán insertarse todos los antecedentes que permitan demostrar la purga de las hipotecas
que hubieren afectado al inmueble.

En la práctica, es íntegramente transcrito en la escritura el juicio ejecutivo, esto por razones de


seguridad.

La escritura de remate (adjudicación) debe ser extendida por el juez una vez que se encuentre
ejecutoriada la resolución que ordene extenderla.

Puede suceder, sin embargo, que la persona que se adjudicó la cosa en el remate se
desista de efectuar la compra o sea, que no se realice nunca la adjudicación. A este respecto, se
ha suscitado una discrepancia en la doctrina:

1. Un sector sostiene que el adjudicatario tiene la obligación de comprar el inmueble, por


cuanto la venta se reputa perfecta y conforme a lo que establece el Art. 495 C.P.C.

Además, de acuerdo a la historia fidedigna del establecimiento de la ley, en las actas de la


Comisión Revisora de Diputados y Senadores se dejó constancia que el acta de remate constituía
un título ejecutivo que hacía obligatorio para el adjudicatario suscribir la escritura de compraventa.

En consecuencia, haciendo valer el acta de remate como título ejecutivo, se puede demandar el
cumplimiento de esa obligación de hacer el adjudicatario.

A nuestro juicio esta posición sería la correcta porque, en primer lugar, la venta en pública
subasta es tan venta como la que se realiza sin el ministerio de la justicia. Al establecer la ley

338 Repertorio. C.P.C. Op. cit. Tomo III. Pág. 173.


391

procesal que el acta de remate constituye una escritura pública para los efectos de reputar perfecta
la venta, no hace sino aplicar las norma de que los bienes raíces se compran o venden por escritura
pública.

En segundo lugar, la obligación de reducir los trámites de la subasta a una escritura pública
propiamente tal está establecida por la ley para los efectos de inscribir la venta en el Registro del
Conservador de Bienes Raíces y no para perfeccionar una venta ya perfecta. Así se desprende de lo
establecido en el Art. 497 C.P.C. , al expresar que para "su inscripción, no admitirá el Conservador
sino la escritura definitiva de compraventa".

Admitir la posibilidad de que el adjudicatario o adquirente dejara sin efecto la adjudicación y


no quisiere suscribir la escritura pública sería aceptar que los contratos pueden dejarse sin efecto
con la sola voluntad de una de las partes fuera de los casos expresamente indicados por la ley, cosa
que atenta contra el espíritu de la legislación sustancial civil (Art. 1545 C.C. ) .

2. Otro sector sostiene que el adjudicatario tiene derecho a desistirse de suscribir la


escritura de compraventa consistiendo la sanción aplicable en la pérdida de la suma de dinero
que haya depositado como garantía de seriedad de la oferta, de acuerdo con lo que señala el
Art. 494, inc. 2º C.P.C.

Sobre la materia nuestra, se ha declarado que “ el legislador ha previsto en el artículo 494


inciso segundo del Código de Procedimiento Civil una sanción específica por incumplimiento del
subastador que no consigna el precio del remate en la oportunidad fijada en las bases, razón por la
que no cabe acudir a las normas del contrato bilateral, específicamente al artículo 1. 489 del Código
Civil que consagra la condición resolutoria, y constando en autos que en su oportunidad se extendió
la escritura pública, precluyó la única forma de sanción que en estos casos prevé el legislador, esto
es, que el remate quedara sin efecto y se hiciera efectiva la sanción. ” 339

Además, señalan, el acta de remate no constituye un título ejecutivo, porque la ley en ninguna
disposición le ha otorgado expresamente ese carácter. En tal caso, el cumplimiento de la obligación
de suscribir la escritura de adjudicación debería perseguirse en un juicio ordinario.

En la práctica, se adopta este segundo criterio, lo que podría permitir al ejecutado hacer uso de
esta circunstancia a través de un tercero para paralizar o dilatar el procedimiento, constituyendo
esto notoria mala fe.

XVI. LA NULIDAD DE LA SUBASTA.

Hemos visto que la pública subasta es un procedimiento complejo, en el cual se entremezclan


normas sustanciales y normas instrumentales. La validez de la subasta, en consecuencia, va a estar
supeditada al cumplimiento estricto de los requisitos que esas dos regulaciones jurídicas imponen.

Como corolario de lo anterior, la pública subasta puede se atacada desde un doble punto de
vista: como nulidad procesal o como nulidad substancial.

1º Nulidad procesal:

La nulidad procesal de la subasta se producirá cuando el vicio que la origina sea de carácter
procedimental, debiendo ser solicitada y ser declarada durante el curso del juicio ejecutivo.

339 Corte Suprema. 7. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 49 y sgtes.
392

La Corte Suprema ha señalado que "siendo requisito esencial la tasación de los bienes raíces
embargados para su licitación, ella debe corresponder al valor que tenga cada uno de los inmuebles
que sean materia del embargo.

En el presente caso, en la tasación sólo se consideró el avalúo de dos lotes de terreno sin
considerar el valor que corresponde a lo edificado en el terreno.

En estas condiciones, la tasación es nula, careciendo, en consecuencia, de eficacia el remate


practicado sobre la base de una tasación errónea. 340

La jurisprudencia nacional ha señalado que la nulidad por vicios procesales puede alegarse
sólo hasta que se encuentre ejecutoriada la resolución que ordena extender la escritura de subasta.
Empero, otra jurisprudencia ha declarado que la nulidad procesal incluso puede solicitarse después
de ejecutoriada la referida resolución.

2º Nulidad sustancial:

Es la que se produce a consecuencia de un vicio vinculado al acto de la compraventa en la


subasta. De esta nulidad sustancial se debe reclamar en un juicio ordinario posterior, en el cual lo
que se demandará será la nulidad de una venta.

La procedencia del juicio ordinario es obvia. La adquisición de un bien raíz en pública subasta
es un contrato de compraventa. La nulidad de un contrato debe tramitarse de acuerdo a las reglas
del procedimiento establecido en el Libro II del C.P.C. , por ser materia de lato conocimiento. Si la
adquisición en pública subasta es un contrato, entonces el procedimiento que ha de seguirse sobre
su eventual nulidad será el ordinario de mayor cuantía.

XVII. REALIZACIÓN DEL DERECHO DE GOZAR UNA COSA O DE PERCIBIR SUS


FRUTOS.

Regula esta materia el Art. 508 C.P.C. , que debe relacionarse con los Arts. 503 y 507 del
mismo cuerpo legal.

Dice el precepto: "Si los bienes embargados consisten en el derecho de gozar una cosa o
percibir sus frutos, podrá pedir el acreedor que se dé en arrendamiento o que se entregue en prenda
pretoria este derecho.

El arrendamiento se hará en remate público, fijadas previamente por el tribunal, con audiencia
verbal de las partes, las condiciones que hayan de tenerse como minimum para las posturas.

Se anunciará al público el remate con anticipación de veinte días, en la forma y en los lugares
expresados en el artículo 489".

Una vez que se realizan los bienes embargados los fondos que resulten "se consignarán
directamente por los compradores, o por los arrendatarios en el caso del artículo anterior, a la orden
del tribunal que conozca de la ejecución en la forma dispuesta en el artículo 507 del Código
Orgánico de Tribunales.

Si se ha interpuesto apelación de la sentencia, no podrá procederse al pago al ejecutante,


pendiente el recurso, sino en caso de que caucione las resultas del mismo (Art. 509 C.P.C.C. ) .

340 F. del M. Año XXV. Nº 301. Pág. 746. C. Sup. 23 Diciembre 1983.
393

Una vez realizados los bienes en virtud de la sentencia de remate, se aplican las reglas seguidas
cuando la sentencia es de pago, o sea, el ejecutante va a pedir que se liquiden el crédito y las costas
que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las causadas después de la sentencia.

Practicada la liquidación, el tribunal ordenará hacer pago al acreedor con el dinero que resulte
de la realización de los bienes de otra clase comprendidos en la ejecución (Art. 511, inc. 1º C.P.C. )
.
Finalmente, hemos de indicar que las costas procedentes de la ejecución y la remuneración
gozan de un pago preferente con el producido de la realización, incluso respecto del crédito que los
ha originado (Arts. 513, inc. 2º y 516, inc. 2º) .

Al efecto, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que la preferencia
contemplada en el inciso 2º del art. 513 del C.P.C. se refiere a todas las costas generadas en el
juicio, sea en el cuaderno ejecutivo o las tercerías. “ Cuando el legislador se refiere a que las costas
procedentes de la ejecución gozarán de preferencia aun sobre el crédito mismo, no está haciendo
distinción entre el crédito del ejecutante y el del tercerista, abarcando a ambos, haciéndose énfasis
en ello con el empleo del adverbio “ aún” 341

PÁRRAFO 3º: LAS TERCERIAS EN EL JUICIO EJECUTIVO

I. GENERALIDADES.

En el Párrafo tercero del Título I del Libro III del C.P.C. , el legislador ha regulado la situación
de los terceros y su intervención en el juicio ejecutivo, normas de extraordinaria importancia
práctica toda vez que, en algunos casos, tal intervención puede llegar a suspender el procedimiento
de apremio.

II. CONCEPTO DE TERCERO.

Tercero es el sujeto de la relación procesal que si bien no es parte originaria del juicio,
interviene en éste para proteger alguna pretensión o interés que puede llegar a afectar la sentencia
que se dicte.

Se ha dicho que los terceros son aquellos sujetos que, sin ser parte en el juicio, tienen un
interés actual en sus resultados.

La regla general sobre la intervención de los terceros en un juicio se encuentran establecidas en


los artículos 22 y 23 C.P.C. El primero de los preceptos indicados estatuye lo que se denomina
"tercero excluyente", que es aquel que sustenta pretensiones, posiciones o peticiones opuestas a
las del demandante y del demandado, es decir, es aquel que hace valer su propio y exclusivo
interés.

Dice la disposición que "si durante la secuela del juicio se presenta alguien reclamando sobre
la cosa litigada derechos incompatibles con los de las otras partes, admitirá al tribunal sus gestiones
en la forma establecida en el artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su
presentación, continuando el juicio en el estado en que se encuentre".

La segunda clase de terceros se denomina "coadyuvantes", y son los que procesalmente


adhieren a la posición jurídica y de hecho de alguna de las partes. El Art. 23, inc. 1º C.P.C. señala
que "los que, sin ser parte directas en el juicio, tengan interés actual en sus resultados, podrán en
cualquier estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos

341 Corte Suprema 15. 7. 1996. Gaceta Jurídica. Año 1996. Julio. Nº 193. Pág. 42.
394

que concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador común,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre".

Por último, el Art. 23, inc. 3º C.P.C. señala quiénes son los terceros "independientes": "Si el
interés invocado por el tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se
observará lo dispuesto en el artículo anterior", o sea, tercero independiente es aquel que tiene un
interés que no es coincidente, pero que tampoco es opuesto al de las partes principales.

Una vez que el tribunal ha admitido la intervención del tercero "independiente", sus gestiones
deben regirse por las reglas del artículo 16 "y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su
presentación, continuando el juicio en el estado en que se encuentre".

La intervención de terceros, en el juicio ejecutivo, es eminentemente excluyente, lo que no


obsta a que, en alguna oportunidad sea coadyuvante. Por ejemplo: la tercería de pago.

III. LAS TERCERIAS.

En el juicio ejecutivo "sólo es admisible la intervención de terceros, en la forma prescrita


en los artículos 518 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. De modo que, frente al
escrito de un tercero que hace presente al tribunal que si el ejecutante persevera en embargar bienes
en el domicilio indicado por ella interpondrá la respectiva tercería, no puede dársele tramitación
incidental, debiendo ser desechada de plano, por no ser parte en el juicio" 342 y que en el juicio
ejecutivo sólo es admisible la intervención de terceros en la forma prescrita en los artículos 518 y
siguientes del CPC. De modo que frente al escrito de un tercero que hace presente al tribunal que si
el ejecutante persevera en embargar bienes en el domicilio indicado por ella interpondrá la
respectiva tercería, no puede dársele tramitación incidental, debiendo ser desechada de plano por
no ser parte en el juicio343.

El Art. 518 C.P.C. enumera las tercerías y dice "En el juicio ejecutivo sólo son admisibles las
tercerías cuando el reclamante pretenda:

1º Dominio de los bienes embargados;


2ª Posesión de los bienes embargados;
3º Derecho para ser pagado preferentemente; o
4º Derecho para concurrir en el pago a falta de otros bienes.

En el primer caso la tercería se llama de dominio, en el segundo de posesión, en el tercero de


prelación y en el cuarto de pago".

Los requisitos que deben concurrir para poder hacer valer una tercería en el juicio ejecutivo
son:

a. Que exista un juicio ejecutivo


b. Que comparezca un tercero haciendo valer alguna de las tercerías que se contemplan en el
artículo 518.

Uno de los aspectos mas controvertidos en relación con las tercerías consiste en determinar si
las tercerías constituyen un proceso de naturaleza independiente al juicio ejecutivo dentro del cual
se promueven o solo constituyen un incidente dentro de él.

342 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX Nº 2. Segunda Parte. Sección Primera P. 38.
343 Corte Suprema, RDJ 1982, T. LXXIX, Sec. I, p. 39, C. 2°
395

Según algunos, las tercerías no serían mas que incidentes dentro del juicio ejecutivo, que
requieren ser resueltos en forma previa para los efectos de poder concluir con la tramitación de un
cuaderno de apremio dentro de un juicio ejecutivo.

Para otros, las tercerías constituirían procesos independientes por tener diversas partes, objeto
pedido y causa de pedir que el juicio ejecutivo dentro del cual se promueven, las que deben ser
tramitadas dentro de él por mandato del legislador y de acuerdo con el procedimiento que éste
establece, como son el juicio ordinario sin escritos de replica y duplica para la de dominio, y de
acuerdo con las normas de los incidentes para las restantes tercerías.

Este criterio de constituir la tercería un juicio distinto inserto dentro del juicio ejecutivo y no
un mero incidente del juicio ejecutivo se ha sustentado últimamente al declararse que: a) la tercería
de dominio es el procedimiento hábil para que como persona extraña a un juicio ejecutivo pueda
alegar su derecho de propiedad sobre el bien embargado y pretender que se declare ese derecho. En
consecuencia, es un juicio diverso del procedimiento ejecutivo en que se encuentra insertada y por
ello no constituye un incidente ni una cuestión accesoria de la ejecución, sino un juicio totalmente
diverso. Por lo tanto, una gestión útil realizada en este procedimiento no interrumpe el plazo en el
otro, pudiendo solicitarse el abandono del procedimiento en el juicio ejecutivo344.; b) la naturaleza
jurídica de la tercería de posesión en un juicio ejecutivo es la de un juicio principal anexo a dicho
procedimiento de apremio, sólo que para su sustanciación, se aplican las normas referidas a los
incidentes, pero esto no lo convierte en una cuestión accesoria al juicio ejecutivo. Por otra parte, le
son aplicables las normas sobre abandono del procedimiento contenidas en los artículos 152 y ss.
del CPC”345; y c) la tercería de prelación en un juicio ejecutivo, conforme a su naturaleza jurídica,
no es un incidente del juicio y en su desarrollo debe ceñirse al procedimiento establecido para los
incidentes, por expresa disposición del artículo 521 del CPC. El juicio anexo de tercería de
prelación, tiene vida separada e independiente del ejecutivo, por lo que es perfectamente
procedente que cualquiera de las partes de aquél, si se dan las exigencias legales, pida el abandono
de la instancia, de esta instancia de tercería 346

“Las consecuencias que de una u otra respuesta derivarían serían importantísimas.


Primeramente, con relación al mandato judicial; seguidamente con la forma de las notificaciones;
después con la naturaleza, forma y requisitos de las resoluciones judiciales mediante las cuales se
resuelven; en cuarto lugar, con los recursos que proceden en contra de los fallos recaídos en ellas y
los plazos fatales para interponerlos; en quinto lugar, con la tramitación del recurso de apelación;
en sexto lugar, con la procedencia de los recursos de casación, tanto en la forma como en el fondo;
y finalmente, en séptimo lugar, con el abandono del procedimiento". 347 En este sentido, se ha
declarado que “ la tercería de dominio es el procedimiento hábil para que como persona extraña a
un juicio ejecutivo pueda alegar su derecho de propiedad sobre el bien embargado y pretender que
se declare ese derecho y consecuencialmente es un juicio diverso del procedimiento ejecutivo en
que se encuentra insertada, y por ello no constituye, ni un incidente ni una cuestión accesoria de la
ejecución, sino un juicio totalmente diverso. En razón de ello, puede resolverse que siendo juicios
distintos una gestión útil realizada en uno de esos procedimientos no interrumpe el plazo en el
otro, y por lo tanto puede solicitarse el abandono del procedimiento en el juicio ejecutivo, y acceder
a ello si concurren los requisitos, sin que a ello obste que en el procedimiento de tercería exista una
tramitación que no permita solicitar dicho abandono. 348

Es menester tener presente que existe una diversidad de jurisprudencia respecto de la materia,
por lo que debería ser aclarada la naturaleza jurídica de las tercerías por el legislador, regulando

344 Corte Suprema, RDJ 1992, T. LXXXIX, Sec. I, p. 160, C. 9°


345 Corte Suprema , 31/03/1993, Rol N° 6036
346 Corte Suprema , RDJ 1987, T. LXXXIV, Sec. I, p. 155.
347 Patricio Valdés Aldunate. Tercería en la Ejecución. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 98. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
348 Corte Suprema 29. 9. 1992. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXXIX 2ª parte. Sec. 1ª Págs 160 y sgtes.
396

además las diversas materias si quisiera dársele un tratamiento distinto a aquel que debería regirlas
según la resolución que se adoptare respecto de su naturaleza jurídica.

En todo caso es menester tener presente que las reglas generales que contempla el Código de
Procedimiento Civil acerca de la procedencia de las tercerías en el juicio ejecutivo pueden
experimentar modificaciones respecto de algunos procedimientos ejecutivos especiales. Al efecto,
se ha declarado por nuestra jurisprudencia que “ conforme al artículo 30 de la Ley Nº 4. 702 no
corresponde admitir tercerías de ninguna clase en los juicios ejecutivos que tienen por objeto la
realización de bienes gravados con prenda, en la especie, un vehículo adquirido por el ejecutado en
virtud de una compraventa de cosa mueble a plazo. ” 349

IV. TERCERÍA DE DOMINIO.

Cuando se traba embargo sobre un bien puede éste encontrarse en una de cuatro situaciones
jurídicas y de hecho:

1. Se traba de un bien de propiedad del ejecutado y que éste posee. En esta situación, el
embargo es inatacable.

2. Se traba de un bien que está en poder de un tercero y que pertenece al deudor. A esta
situación ya nos hemos referido y la trata el Art. 454.

El embargo será también inatacable, ya que el tercero quedará en calidad de depositario del
mismo.

3. Se trata de un bien que el ejecutado posee pero que no le pertenece. Aquí se aplica la
presunción del art. 700, inc. 2º, reputándosele dueño mientras otro no lo acredite.

4. Se trata de un bien sobre el que el ejecutado no tiene ningún derecho y que está en posesión
o es de dominio de un tercero.

En esta última situación se superponen dos posibilidades de tercerías, porque el tercero del
bien puede ser poseedor (tercería de posesión) y puede o no tener el dominio de él (tercería de
dominio) .

Si el tercero es dueño del bien embargado, puede preservar su derecho por la vía de la tercería
del dominio. Pero, dada la estructura jurídica de la propiedad, tal derecho será extraordinariamente
difícil de probar tratándose de bienes muebles, toda vez que su adquisición normalmente va
precedida de un contrato consensual. Decimos "normalmente" y no siempre, porque hay casos en
que existe una constancia escrita del contrato, como ocurre por ejemplo, con la compraventa de
automóviles autorizada por un notario.

La tercería de dominio se tramita en cuaderno separado, con el ejecutante y el ejecutado


como sujetos pasivos aplicándose a su respecto las normas completas del juicio ordinario,
omitiéndose los escritos de réplica y dúplica (Art. 521 C.P.C. ) .

La demanda de tercería de dominio debe cumplir con todos los requisitos que para tal escrito
señala el Art. 254 C.P.C. , ya que el Art. 523,inc. 1º señala que "no se dará curso a la tercería de
dominio si no contiene las enunciaciones que indica el artículo 254. . . ".

349 Corte Apelaciones de Santiago. 10. 6. 1996. Gaceta Jurídica. Junio. Nº 192. Págs. 59 y sgtes.
397

Sabemos que, en el juicio ordinario, el tribunal puede, de oficio, no dar curso a la demanda que
no cumple con las indicaciones ordenadas en los tres primeros números del Art. 254 C.P.C. , de
acuerdo a lo dispuesto en el Art. 256 del mismo cuerpo legal. En la tercería de dominio, la
demanda que no cumple con todas las enunciaciones no debe ser admitida a tramitación,
aumentando considerablemente el ámbito de aplicación del Art. 256 C.P.C.

Al interponer la demanda, el tercerista debe presentar:

a) Los documentos fundantes de la misma. Este documento puede tener el carácter de público
o privado, debiendo ser capaz de acreditar el dominio.

Si se trata de un instrumento público, que tiene un origen anterior al de la demanda ejecutiva,


la demanda de tercería va a poder suspender el procedimiento de apremio.

b) Un escrito, solicitando al tribunal que, con el mérito del instrumento público acompañado en
la demanda se suspenda la tramitación del cuaderno de apremio, ya que la tercería de dominio se
tramita en cuaderno separado.

La tercería de dominio no influye en el cuaderno de apremio, puesto que por regla general, no
suspenderá su tramitación, salvo que se funde "en instrumento público otorgado con anterioridad a
la fecha de presentación de la demanda ejecutiva" (Art. 523, inc. 1º C.P.C. )
“La suspensión del procedimiento de apremio por la interposición de una tercería de dominio
constituye una excepción que sólo procede cuando dicha tercería se apoya en documentos públicos;
luego la norma que la dispone debe ser interpretada restrictivamente.

La regla general es que no se suspenda el procedimiento de apremio y se suspenderá si los


documentos fundantes dan cuenta de un derecho real de dominio, en forma directa 350 En el
mismo sentido se ha señalado que la tercería de dominio que se apoya en instrumentos públicos da
lugar a que, en conformidad a lo que dispone el artículo 523 del CPC se suspenda el procedimiento
de apremio, sin que obste para ello el que se haya apoyado la respectiva solicitud en una norma
jurídica diferente, ni que la copia autorizada de la sentencia en que se ha reconocido el dominio se
haya pronunciado en un juicio en que no fue parte el demandante, pues tal exigencia no se contiene
en la norma citada 351
La sentencia definitiva deberá proceder a acoger la tercería de dominio si es que el tercerista
acredita su carácter de dueño ya sea sobre la totalidad o parte del inmueble, debiendo alzarse el
embargo sobre la totalidad o parte del bien que sea de propiedad del tercerista. En este sentido, se
ha declarado por nuestra jurisprudencia, que procede acoger una tercería de dominio y ordenar
alzar el embargo sobre el 50 % del inmueble embargado si ella es deducida por el cónyuge
haciendo valer el pacto de separación total de bienes conforme a lo previsto en los artículos 1699,
1700 y 1723 el Código Civil.

En el supuesto de que se haya interpuesto una tercería de dominio sin que se haya pedido, por
no proceder, la suspensión del cuaderno de apremio, "el remate se llevará a cabo, entendiéndose
que la subasta recaerá sobre los derechos que el deudor tenga o pretenda tener sobre la cosa
embargada". (Art. 523 inc. 2º C.P.C. ) .

350 Corte Suprema, 16/04/1990, Rol N° 14.478.


351 Corte Suprema , RDJ 1986, T. LXXXIII, Sec. I, p. 143, C. 6°.
398

En cuanto a la apelación, hay que tener presente que existe una norma especial en lo que
respecta a su concesión. Indica el inc. 3º del Art. 523 que "las resoluciones que se dicten son
apelables y la apelación se concederá en el efecto devolutivo".

Los arts. 519 y 520 C.P.C. regulan ciertas situaciones vinculadas a derechos de terceros y
copropietarios que si se hacen valer, han de hacerlo por vía de la tercería de dominio.

Prescribe el Art. 519, inc. 1º que "se substanciará en la forma establecida para las tercerías de
dominio la oposición que se funde en el derecho del comunero sobre la cosa embargada".

Agrega el Art. 520 que "podrán también ventilarse conforme al procedimiento de las
tercerías los derechos que haga valer el ejecutado invocando una calidad diversa de aquella
en que se le ejecuta. Tales serían, por ejemplo, los casos siguientes:

1º El del heredero a quien se ejecute en este carácter para el pago de las deudas hereditarias o
testamentarias de otra persona cuya herencia no haya aceptado;

2º El de aquél, que sucediendo por derecho de representación, ha repudiado la herencia de la


persona a quien representa y es perseguido por el acreedor de ésta;

3º El del heredero que reclame del embargo de sus bienes propios efectuado por acción de
acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho valer el beneficio de separación de que
trata el Título XII del Libro III del Código Civil y, y no traten de pagarse del saldo a que se refiere
el Art. 1383 del mismo Código. Al mismo procedimiento se sujetará la oposición cuando se
deduzca por los acreedores personales del heredero; y

4º El del heredero beneficiario cuyos bienes personales sean embargados por deudas de la
herencia, cuando esté ejerciendo judicialmente alguno de los derechos que conceden los artículos
1261 a 1263 inclusivo del Código Civil.

El ejecutado podrá, sin embargo, hacer valer su derecho en estos casos por medio de la
excepción que corresponda contra la acción ejecutiva, si a ello ha lugar".

V. TERCERÍA DE POSESIÓN.

Hemos visto que la tercería de dominio se aplica cuando el tercero es dueño del bien
embargado. Pero, si el dueño no puede acreditar adecuada y exitosamente su derecho, es preferible
que utilice la tercería de posesión.

Como en Chile no se compran los bienes muebles por escritura pública u otro instrumento
público, la prueba del dominio será muy difícil. Para tratar de salvar este grave problema en las
compraventas consensuales es que la jurisprudencia creó la tercería de posesión, fundándose en
que:

1º El poseedor es reputado dueño, mientras otro no justifique serlo (Art. 700, inc. 2º C.C.).

Esta presunción de dominio es simplemente legal, por lo que altera la carga de la prueba.

En efecto, acreditada que sea la tenencia material de una cosa con ánimo de señor o dueño, o
sea, la posesión, se reputará dueño al poseedor. Para destruir la presunción, el interesado deberá
acreditar que no se presenta el hecho en que ella se funda. "Mientras no se declare judicialmente
que el dueño de una cosa mueble no es su actual poseedor sino otra persona, aquél es ante la ley el
399

verdadero dueño y no puede por consiguiente embargársele lo que es de su dominio, por deudas
ajenas. 352

2º El embargo debe recaer sobre bienes del deudor. Si las cosas embargadas no son del
dominio o posesión del ejecutado, lógico es suponer que el titular tiene todos el derecho de solicitar
que el apremio no se cumpla a su respecto.

La jurisprudencia ha señalado que "la tercería de posesión es la intervención de un tercero en el


juicio ejecutivo, por la vía incidental, a fin de obtener que se alce el embargo y se respete su
posesión, porque al momento del embargo de los bienes en que recayó la traba se encontraban en
su poder debiendo presumirse su dominio". 353. En el mismo sentido, se ha señalado que “ la
tercería de posesión es la intervención de un tercero en un juicio ejecutivo quien por vía incidental
solicita el alzamiento de un embargo y que se respete su posesión porque al momento de dicho
embargo los bienes se encontraban en su poder por lo que debe presumirse que son de su dominio.
354

La tercería de posesión se tramita como incidente y producirá el efecto de suspender la


tramitación del cuaderno de apremio si se acompañan antecedentes que constituyan a lo
menos presunción grave de la posesión que se invoca. (Art. 522)

La primera resolución del incidente será "traslado y autos".

Surge el problema de determinar qué categoría de notificación ha de utilizarse para informar de


la resolución y darle eficacia.

En cuanto incidente, la resolución debiera notificarse por el estado diario. Sin embargo, los
tribunales han adoptado la tesis de ordenar la notificación por cédula.

Notificada que sea la resolución, que comprenderá la solicitud de exclusión de embargo y la


suspensión del procedimiento compulsivo, el cuaderno de apremio no podrá proseguir en su
tramitación hasta tanto no se haya fallado la incidencia.

La notificación de la resolución ha de realizarse al mandatario, de acuerdo al Art. 7º, inc. 1º


C.P.C.

La tramitación de la tercería se somete en todo a las reglas de los incidentes. Así, v. gr. , la lista
de testigos debe presentarse dentro de segundo día contado desde la notificación que recibe la
causa a prueba.

Respecto a esa resolución es menester tener presente que el hecho que deberá acreditarse por el
tercerista se limita a la comprobación de los elementos que constituyen la posesión respecto del
bien embargado.

A este respecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “ las boletas y factura 355s
acompañadas a la tercería dan fe de operaciones de venta de bienes muebles a que se refieren. Si a
ello se agrega que las especies embargadas se encontraban en el domicilio del tercerista y son
aquellas que normalmente guarnecen la casa habitación, cabe presumir que se encontraban en
posesión de aquél en forma exclusiva, dado su carácter de jefe de hogar y padre de familia. ” 356

352 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX. Nº 3. 1982. Segunda Parte. Sección Segunda Pág. 49. C. A. Santiago. 26 Agosto 1982.
353 Ibidem.
354 Corte Apelaciones de Santiago. 6. 8. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs 97 y sgtes
355
356 Corte Apelaciones de Santiago. 25. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 101 y sgtes.
400

Tratándose de bienes inmuebles es menester para los efectos de acoger una tercería de
posesión que el inmueble se encuentre inscrito a nombre del tercero y no del deudor. Al efecto, se
ha declarado por nuestra Jurisprudencia que “encontrándose vigente la inscripción de dominio a
favor de uno de los ejecutados a la época de practicarse el embargo, no puede estimarse poseedor
del predio embargado a un tercero que carece de posesión inscrita, la que para tal propósito debiera
ser posterior y cancelatoria de la primera inscripción. ” 357

El tercerista de dominio y posesión tienen el derecho en caso de haber perdido la tercería al


mismo derecho que el artículo 457 confiere al deudor principal conforme a lo establecido en el
inciso final del artículo 521 agregado por la Ley 19. 411, esto es, a que no se decrete el retiro de
especies sino hasta diez días desde la fecha de la traba del embargo, a menos que el juez por
resolución fundada, ordene otra cosa".

VI. TERCERÍA DE PRELACIÓN.

En la demanda de tercería de prelación lo que el tercerista invoca es un derecho, privilegio,


prenda o hipoteca, para ser pagado preferentemente, conforme a las reglas de prelación de créditos
del Código Civil.

"El interés del tercero no es suspender el procedimiento ni entrabarlo, sino que la ejecución
continúe, y una vez realizados los bienes y consignados los dineros obtenidos a la orden del
tribunal, se suspenda la entrega al ejecutante del producto del remate, hasta que recaiga sentencia
ejecutoriada o firme en la tercería".

Los requisitos de procedencia de esta tercería son:

1) La existencia de un título ejecutivo, y


2) Como instrumento fundante básico, debe señalarse el instrumento o circunstancia que
justifica el derecho del tercerista de ser pagado preferentemente.

Ambos numerales indican la presencia de documento fundantes en la tercería, salvo, claro está,
que la situación del privilegio no dependa de un documento. Ejemplo: el crédito del posadero sobre
los efectos del deudor introducidos por éste en la posada (Art. 2473, Nº 1 C.C. ) .

En la demanda de tercería de prelación debe exponerse la razón por la cual el tercerista no es


acreedor valista, común o quirografario, indicando, además, cuál es la preferencia o privilegio de
que goza.

En la parte petitoria del escrito se solicita que el tribunal ordene que se pague al tercerista con
preferencia al demandante ejecutivo del producto de los bienes del deudor.

El estudio de los efectos de la tercería de prelación se limita al análisis de los que sucede con el
cuaderno de apremio, dado que ninguna tercería va a afectar el cuaderno ejecutivo. La interposición
de la tercería de prelación no va a suspender la tramitación del cuaderno de apremio sino que
solamente va a suspender el pago al ejecutante.

La tercería de prelación se tramita como incidente, siendo de previo y especial


pronunciamiento sólo en lo que respecta a la distribución, pago o giro de los fondos. Al momento
de distribuirse los dineros obtenidos está pendiente la resolución sobre lo que debe recibir cada
cual. Indica el Art. 525 que "si la tercería es de prelación, seguirá el procedimiento de apremio
hasta que quede terminada la realización de los bienes embargados.

357 Corte Apelaciones de Santiago. 30. 9. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Septiembre Nº 207. Páginas 90 y sgtes.
401

Verificado el remate, el tribunal mandará consignar su producto hasta que recaiga sentencia
firme en la tercería".

En los demás casos no suspende la tramitación del cuaderno de apremio. Conforme al Art. 526
C.P.C. , tampoco afecta la situación de aquellos bienes embargados no comprendidos en la tercería:
"Si se han embargado o se embargan bienes no comprendidos en la tercería, seguirá sin restricción
alguna respecto de ellos el procedimiento de apremio".

La demanda de tercería de prelación normalmente se notificará por el estado diario, o por


cédula cuando el tribunal, en uso de sus facultades, mejore la calidad de la notificación, conforme
lo dispone el Art. 48, inciso final C.P.C.

VII. TERCERÍA DE PAGO.

Como requisito sine qua non hemos de tener presente que la tercería de pago sólo nace a la
vida jurídica cuando el deudor carece de bienes embargables, aparte de los ya embargados, para
cumplir sus obligaciones.

La tercería de pago consiste en la concurrencia prorrata de los acreedores valistas en los fondos
que arroje el remate.

El segundo de los requisitos de procedencia es la disposición de un título ejecutivo por parte


del tercerista. Si carece de él es imposible optar directamente por esta clase de tercería.

En lo que respecta a la tramitación, hemos de indicar que el acreedor valista dispone de dos
vías o caminos por los cuales seguir:

1) No existiendo más que un solo juicio ejecutivo en que se han embargado los últimos bienes
embargables, siendo el tercerista y el ejecutante acreedores valista del ejecutado; el tercerista de
pago concurre a ese procedimiento interponiendo su tercería, a la que se le da tramitación
incidental.

Como con la interposición de esta tercería lo que interesa es la distribución prorrata en el


momento del pago, la tercería de pago no suspende la tramitación del cuaderno de apremio. Sólo se
va a suspender al momento del pago.

El producto de la realización de los últimos bienes embargables se distribuirá en proporción a


los créditos de cada acreedor.

2) Existiendo contra el mismo deudor dos o más juicios ejecutivos, estando uno de ellos más
adelantado que el o los otros (por ejemplo, uno está en estado de liquidación de los bienes, el otro
con el cuaderno de apremio suspendido por la oposición de excepciones y otro se está notificando
el mandamiento de ejecución y embargo) , sin existir más bienes embargables; en razón del riesgo
que afecta al demandante posterior, el Art. 528 permite la aplicación de un procedimiento
simplísimo: cuando la pretensión del segundo acreedor se deduzca ante diverso tribunal, podrá
pedir que se dirija un oficio al tribunal que esté conociendo de la primera ejecución para que
retenga del producto de la realización de los bienes embargados la cuota que proporcionalmente
corresponda a dicho acreedor.

Aparte de solicitar el oficio, el Art. 529 concede al tercerista la importante facultad de hacerse
parte en el primer juicio en calidad de coadyuvantes del ejecutante; "Podrá también el tercerista
intervenir en la realización de los bienes, con las facultades de coadyuvante. Con las mismas
402

facultades podrá obrar el primer acreedor en la ejecución que ante otro tribunal deduzca el
segundo" (inc. 2º) .

El oficio, normalmente los jueces lo acompañan con citación, siendo notificado por el estado
diario. Si no existe oposición, se tiene automáticamente por interpuesta la tercería.

En nuestra legislación, es un importante argumento en favor de la existencia del reembargo la


disposición del Art. 528, inc. 2º C.P.C. : "si existe depositario en la primera ejecución, no valdrá el
nombramiento en las otras ejecuciones. El ejecutante que a sabiendas de existir depositario, o no
pudiendo menos que saberlo, hace retirar las especies embargadas en la segunda ejecución por el
nuevo depositario, será sancionado con las penas asignadas al delito de estafa.

En un segundo juicio ejecutivo puede existir colusión procesal entre el segundo ejecutante y el
ejecutado. Para evitar esta situación y no para solucionar el problema de la existencia del
reembargo, los Arts. 528 y 529 C.P.C. reglamentan la situación del segundo depositario.

Indica el Art. 529 que "el tercerista de pago podrá solicitar la remoción del depositario
alegando motivo fundado; y decretada la remoción, se designará otro de común acuerdo por ambos
acreedores, o por el tribunal si no se aviniesen" (inc. 1º) .

VIII. OPORTUNIDAD PROCESAL PARA INTERPONER LAS TERCERIAS.

Sabemos que todas las tercerías se tramitan incidentalmente, pero, para los efectos de
determinar la oportunidad procesal en que pueden ser deducidas, es menester efectuar una
distinción:

1º. Tercerías de dominio y posesión:

Ambas tercerías pueden hacerse valer desde el momento en que se embargan los bienes que no
sean del dominio o de la posesión del ejecutado, hasta el instante en que se ha hecho tradición al
adquirente del referido bien en el remate del bien:

i. si se trata de bienes muebles, la tradición de ellos se realizará por el martillero, y

ii. tratándose de los bienes raíces, se puede interponer la tercería correspondiente hasta que se
ha extendido el acta de adjudicación, que hace las veces de escritura pública de compraventa.
Aquí no hay tradición, sino que sólo se ha configurado el título que habilita para practicarla.

2º. Tercerías de prelación y pago:

Eventualmente, como oportunidad procesal inicial, estas tercerías pueden interponerse desde el
momento que se han embargado los bienes, culminando la liquidación en una suma de dinero. La
oportunidad procesal final se extiende hasta antes de hacerse pago al ejecutante con el
producido.

TERCERA PARTE: JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER

I. GENERALIDADES.

Cuando nos encontramos frente a una obligación de hacer, el acreedor tiene derecho para
obtener su cumplimiento de cualquiera de las tres formas o modalidades que le otorga el Art. 1553
403

C.C. : "Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora, podrá pedir el acreedor,
junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas, a elección suya:

1º Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;

2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del deudor;

3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato".

A través del juicio ejecutivo por obligación de hacer no se puede perseguir la indemnización
de perjuicios, ya que para ello es menester que previamente se hubiera determinado la procedencia
del pago y su monto por una sentencia dictada en juicio ordinario. Esto se refiere al tercer caso.

Los otros dos derechos o facultades de que goza el acreedor de una obligación de hacer si se
pueden ejercer a través de juicio ejecutivo, siempre y cuando consten en un título ejecutivo.

Este procedimiento perseguirá los siguientes objetivos:

1. que se apremie al deudor para que cumpla con su obligación, o

2. que se autorice al acreedor para hacer ejecutar la obra o el hecho por un tercero, con cargo al
deudor.

II. REQUISITOS DE PROCEDENCIA.

Para que pueda perseguirse el cumplimiento de una obligación de hacer en juicio ejecutivo, es
necesario que se cumplan los siguientes requisitos:

1. que exista un título ejecutivo,

2. que la obligación no se encuentre prescrita;

3. que la obligación sea actualmente exigible y

4. que la obligación se encuentre determinada, o sea, debe encontrarse suficientemente


precisado el objeto sobre el cual recae la obligación de hacer.

III. CLASIFICACIÓN EN CUANTO AL OBJETIVO PERSEGUIDO.

En cuanto al objetivo perseguido, la obligación de hacer puede consistir en:

a. la suscripción de un contrato o en la constitución de una obligación, o


b. la ejecución de una obra material.

IV. PROCEDIMIENTO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER CONSISTENTE


EN LA SUSCRIPCIÓN DE UN CONTRATO O EN LA CONSTITUCIÓN DE UNA
OBLIGACIÓN.

En este caso, el procedimiento es idéntico al del juicio ejecutivo por obligación de dar, con la
excepción de que lo que se persigue es la suscripción de un determinado documento por el deudo
dentro del término que se fija y, en el caso de que el deudor no cumpla, que sea subscrito por el
juez en representación del deudor.
404

El requerimiento que se practica al deudor consiste en apercibirlo para que suscriba el


documento o constituya la obligación dentro del plazo que el juez fije.

Frente a este requerimiento, el ejecutado puede adoptar una de las siguientes actitudes:

a) oponer excepciones:

En caso de que el deudor oponga excepciones no va a poderse suscribir el documento o


constituirse la obligación mientras no se encuentre ejecutoriada la sentencia dictada en el
procedimiento ejecutivo.

b) No oponer excepciones:

En caso de que el ejecutado no oponga excepciones o en el de encontrarse ejecutoriada la


sentencia pronunciada en la causa, se llevará a efecto la ejecución. Para tal efecto, se requerirá al
deudor que firme el documento, la escritura o constituya la obligación dentro del plazo que el
tribunal le señale. Si el deudor no firma o no constituye la obligación en ese término, el ejecutante
deberá solicitar al juez que sea éste, en representación del obligado, quien cumpla con esa
obligación.

V. PROCEDIMIENTO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE HACER CONSISTENTE


EN LA EJECUCION DE UNA OBRA MATERIAL.

En este caso, el mandamiento ejecutivo contendrá:

1. La orden de requerir al deudor para que cumpla la obligación, y

2. El señalamiento de un plazo prudente para que dé principio al trabajo. (Art. 533 C.P.C. )

Frente al requerimiento, el ejecutado puede adoptar una de dos actitudes:

a) oponer excepciones:

Si opone excepciones, el ejecutado, además de las excepciones indicadas en el Art. 464 C.P.C.
, puede oponer la de "imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida" (Art. 534
C.P.C. ) .

b) no oponer excepciones:

Si el ejecutado no opone excepciones o se encuentra ejecutoriada la sentencia condenatoria,


nacen para el acreedor ejecutante dos derechos:

1. Puede solicitar que se le autorice para efectuar la obra a través de un tercero, con
cargo al ejecutado, cuando éste deje transcurrir el término indicado en el Art. 533, Nº2
C.P.C. (Art. 536 C.P.C. )

En este caso, el ejecutante debe presentar debidamente, al tribunal un presupuesto de lo que


importa la ejecución de las obligaciones que reclama.

Este presupuesto debe ponerse en conocimiento del ejecutado, quien, si nada expresa dentro
del tercer días de notificado, se entenderá que acepta.
405

Si el ejecutado deduce objeciones, "se hará el presupuesto por medio de peritos, procediéndose
en la forma que establecen los artículos 486 y 487 para la estimación de los bienes en el caso de
remate". (Art. 537 C.P.C. ) .

"Determinado el valor del presupuesto del modo que se establece en el artículo anterior, será
obligado el deudor a consignarlo dentro de tercero día a la orden del tribunal, para que se entreguen
al ejecutante los fondos necesarios, a medida que el trabajo lo requiera". (Art. 538 C.P.C. ) .

"Si el deudor no consigna a la orden del tribunal los fondos decretados, se procederá a
embargarle y enajenar bienes suficientes para hacer la consignación, con arreglo a lo establecido en
el Título precedente, pero sin admitir excepciones para oponerse a la ejecución". (Art. 540 C.P.C. )
.

2. Puede solicitar que se apremie al deudor para que él efectúe la obra, sea porque le
satisface más o porque se trata de una obligación personalísima.

Señala el Art. 542 C.P.C. que "si el acreedor no puede o no quiere hacerse cargo de la
ejecución de la obra debida, de conformidad a las disposiciones que preceden, podrá usar de los
demás recursos que la ley concede para el cumplimiento de las obligaciones de hacer, con tal que
no haya el deudor consignado los fondos exigidos para la ejecución de la obra, ni se hayan
rematado bienes para hacer la consignación en el caso del artículo 541"

A los apremios se refiere el Art. 543, consistiendo éstos en la imposición por parte del tribunal
de arresto hasta por quince días o multa proporcional, y repetir estas medidas para obtener el
cumplimiento de la obligación. "Cesará el apremio si el deudor paga las multas y rinde además
caución suficiente, a juicio del tribunal, para asegurar la indemnización completa de todo
perjuicio al acreedor" (Art. 543, inc. 2 C.P.C. ) .

CUARTA PARTE: JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIÓN DE NO HACER

TRAMITACIÓN.

En principio, se aplican a este procedimiento las reglas de la ejecución de las obligaciones de


hacer, con algunas modificaciones.

Para que proceda el cumplimiento ejecutivo de una obligación de no hacer a través de este
juicio es imperioso que pueda destruirse la cosa hecha y que su destrucción sea necesaria para
el objetivo que se tuvo en vista al celebrar el contrato. (Art. 544 C.P.C. ) .

Asimismo, es menester que la obligación conste en un título ejecutivo, que no esté prescrita,
que sea actualmente exigible y que se encuentra determinada.

En este procedimiento, el ejecutado tiene derecho a alegar en forma incidental que la


obligación puede cumplirse por otros medios que no importen la destrucción de la obra.

"Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el objeto que se
tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a ella, o autorizado el
acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.

Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será oído el
deudor que se allane a prestarlo". (Art. 1555, incs. 2 y 3 C.C. ) .
406

Si la cosa hecha no puede destruirse, el deudor tiene la obligación de indemnizar perjuicios


al acreedor, lo que se perseguirá a través de un juicio ordinario y no de uno ejecutivo.

Ejecutoriada la resolución que ordena destruir la obra, el ejecutante puede optar porque la
destrucción la realice directamente el deudor, aplicándose a este respecto las normas de ejecución
de obligaciones de hacer.
407

CAPITULO II. EL JUICIO EJECUTIVO DE MINIMA CUANTIA.


1°. REGLAMENTACIÓN.

El juicio de mínima cuantía se encuentra regulado en los artículos 729 y siguientes del párrafo
2° del Titulo XIV del Libro III del Código de Procedimiento Civil, a continuación del juicio
ordinario de mínima cuantía.

En los casos no previstos en las normas especiales que regulan el juicio ejecutivo de mínima
cuantía, serán aplicables las reglas del juicio ejecutivo de mayor cuantía si la cuestión deducida es
también ejecutiva. Art. 738

2°. APLICACIÓN.

El juicio ejecutivo de mínima cuantía debe recibir aplicación para la tramitación de todas las
acciones (pretensiones) ejecutivas respecto de las cuales concurran los siguientes requisitos
copulativos:

a. No tengan señalada en la ley un procedimiento especial para su tramitación.

El procedimiento ejecutivo de mínima cuantía tiene una aplicación residual, al igual que el
juicio ejecutivo de mayor cuantía, por lo que sólo podrá utilizársele en el caso que el legislador no
haya establecido un procedimiento especial para la tramitación de la acción ejecutiva que se
hubiere deducido.

b. La cuantía del juicio no debe ser superior a 10 Unidades Tributarias Mensuales.

El nuevo monto de la cuantía para la aplicación del procedimiento de mínima cuantía fue
fijado por la Ley 19. 594 de 1° de Diciembre de 1998, el cual es muy superior al que se
contemplaban en pesos antes de su dictación, lo que permitirá concebir que en la actualidad este
procedimiento reciba aplicación.

3°. TRAMITACION.

La tramitación del juicio ejecutivo de mínima cuantía se reduce a contemplar las diversas
modificaciones que el legislador contempla respecto del juicio ejecutivo de mayor cuantía tanto
respecto del cuaderno ejecutivo como el cuaderno de apremio.

3.1. MODIFICACIONES RESPECTO DEL CUADERNO EJECUTIVO.

a. La demanda ejecutiva puede ser deducida en forma verbal.

La demanda ejecutiva puede ser deducida en forma verbal y en tal caso debe levantarse un acta
en la forma prevista en el artículo 704.

b. Examen de la demanda ejecutiva.

Del examen de la demanda ejecutiva, si el tribunal concluye que la acción es ejecutiva y


legalmente procedente, el acta a que se refiere el artículo 704, terminará con la orden de despachar
mandamiento de ejecución en contra del deudor.
408

Si del examen de la demanda ejecutiva, el tribunal concluye que la acción deducida no procede
como ejecutiva, el tribunal lo declarará así y dará curso a la demanda en conformidad al
procedimiento ordinario de mínima cuantía. (art. 729)

c. Requerimiento de pago.

El requerimiento de pago se debe efectuar personalmente al deudor por un receptor, y si no lo


hay, o si está inhabilitado el que hubiere, por medio de un vecino de la confianza del tribunal, que sea
mayor de edad y sepa leer y escribir, o por un miembro del Cuerpo de Carabineros. Deberá entregarse
copia íntegra del acta y del proveído a que se refiere el artículo anterior, esto es, la orden de despachar
mandamiento de ejecución contra el deudor.

Las mismas personas podrán practicar la notificación establecida en el artículo 44 cuando ella sea
procedente.

En caso que el deudor no sea habido, el encargado de la notificación deberá indicar, en la copia
respectiva, el lugar, día y hora que designe para la traba de embargo, a la que procederá sin otro
trámite. (Art. 730) . Es decir, en este caso no existe la cédula de espera, pudiendo practicarse el
embargo en el día y hora señalado.

d. Oposición y posterior curso del procedimiento.

El ejecutado tendrá el plazo fatal de cuatro días más el término de emplazamiento a que se refiere
el artículo 259 contados desde el requerimiento, para oponerse a la demanda. (Art. 733inc. 1°) . En
consecuencia, no se contempla el aumento de cuatro días en caso que sea requerido de pago dentro del
territorio jurisdiccional.

La oposición del ejecutado sólo podrá fundarse en algunas de las excepciones indicadas en los
artículos 464 y 534. (Art. 733 inc. 2°)

En caso que se formule oposición por el ejecutado, el tribunal examinará si las excepciones
opuestas son legales o no. Si las excepciones opuestas son legales, citará a las partes a una audiencia
próxima para que se proceda a rendir la prueba en la forma prevista para el juicio de mínima cuantía
como se dispone en el artículo 710 y siguientes, hasta dictar sentencia, mandando llevar adelante la
ejecución o absolviendo al demandado. (Art. 733 inc. 3°)

La citación se notificará al ejecutado en el acto mismo de formular su oposición y al ejecutante en


la forma prescrita en el artículo 706, es decir, por cédula. (Art. 733 inc. 4°)

Si las excepciones opuestas no son legales o no se oponen excepciones por parte del ejecutado, se
procederá como lo dispone el artículo 472, es decir, bastará para proseguir el procedimiento ejecutivo
el mandamiento de ejecución y embargo hasta hacerse entero pago al acreedor sin necesidad de dictar
sentencia. (Art. 733 inc. final)

3.2. MODIFICACIONES RESPECTO DEL CUADERNO DE APREMIO.

a. Menciones del mandamiento.

El mandamiento dispondrá el embargo de bienes suficientes y designará un depositario que podrá


ser el mismo deudor(art. 729 inc. 1°) .

b. Depositario.
409

Podrá ser el mismo deudor, pero en todo caso, cualquiera sea el depositario que se designe
tendrá de inmediato el carácter de depositario definitivo. (art. 729 inc. 1°) . En consecuencia, no
existe en el procedimiento ejecutivo de mínima cuantía el depositario provisional.

El deudor depositario incurrirá en las penas contempladas en el artículo 471 del Código Penal
cuando con perjuicio del acreedor falte a sus obligaciones de depositario, desobedezca o entorpezca las
resoluciones judiciales para la inspección de los bienes embargados, o abandone, destruya o enajene
dichos bienes.

Se presumirá que el deudor depositario ha faltado a sus obligaciones con perjuicio del acreedor
cuando, sin permiso escrito de éste o autorización del juez, cambie la cosa embargada del lugar que
indique la persona al practicar el embargo. (Art. 732. )

c. El embargo.

La misma persona que practique el requerimiento, podrá efectuar el embargo, en su caso. (Art.
731inc. 1°) .

De la diligencia del embargo se levantará acta individualizando suficientemente los bienes


embargados y el lugar en que se encuentran. Si el deudor no está presente, quien practique la
diligencia dejará copia del acta en el domicilio de aquél. (Art. 730. )

Si el depositario es el deudor, aunque no esté presente, se entenderá que ha quedado en


posesión de la cosa embargada al trabarse el embargo. El encargado de la diligencia indicará en el
acta el lugar en que ordinariamente deberá mantenerse aquélla. (Art. 731 inc. 2)

d. Tasación.

Los bienes embargados serán tasados por el juez, quien podrá, si lo estima necesario, oír peritos
designados en conformidad al artículo 720. (Art. 734)

e. Remate.

Establecido el valor de los bienes embargados, el juez ordenará que se rematen, previa citación de
las partes. Art. 735.

Si se trata de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos, deberán, además, publicarse
tres avisos en un diario de la comuna en que se encuentre situado el inmueble o, si allí no lo hubiere,
en uno de la capital de la provincia o de la capital de la respectiva región.

Los remates se efectuarán solamente en los días 1° y 15 de cada mes, o en el día siguiente hábil si
alguna de esas fechas corresponde a día inhábil.

Las posturas empezarán por los dos tercios de la tasación.

f. El acta de remate y la escritura definitiva.

Cuando se enajenen bienes raíces, el acta de remate se extenderá en el libro copiador de


sentencias y será subscrita por el juez y el secretario, si lo hay, y en su defecto por una persona que en
calidad de actuario nombre el tribunal. Art. 736.
410

La escritura definitiva se otorgará en el registro de un notario y será subscrita por el juez ante
quien se haya hecho el remate y por el subastador, o en defecto de aquél, por la persona a quien él
comisione con tal objeto en el acta de remate.

g. Procedimiento incidental para el cumplimiento de un fallo de mínima cuantía, con las


modificaciones que indica.

Regirán también en el juicio de mínima cuantía las disposiciones del Título XIX del Libro I; pero
las peticiones de las partes, las notificaciones y el procedimiento de apremio deberán ajustarse a las
reglas de este Título. La oposición del demandado cuando sea procedente en conformidad al artículo
234, se proveerá citando a las partes a una audiencia próxima para que concurran a ella con todos sus
medios de prueba. (Art. 737. ) .

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