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Los puntos de control celular son mecanismos que aseguran la fidelidad de la división celular
en las células eucariotas. Tales puntos de control verifican si los procesos en cada fase del
ciclo celular han sido completados con precisión antes de progresar hacia la siguiente fase.
Han sido identificados múltiples puntos de control, aunque algunos son mejor conocidos que
otros.
¿Qué es un PCC? Cualquier punto, etapa u operación del proceso en el cual se aplican
medidas para mantener un peligro significativo bajo control, con el objeto de eliminar, controlar
o reducir a un nivel aceptable los riesgos a la salud del consumidor. En este principio, el
propósito será identificar si algún peligro quedó fuera de control y si fuera el caso, modificar el
proceso para controlarlo.
Las buenas prácticas de fabricación, incluidas las buenas prácticas de higiene implantadas en
el establecimiento, deben ser capaces de prevenir muchos de los peligros identificados (Puntos
Críticos de Control PC) y sistematizarse mediante la implantación documental expresada en
políticas, procedimientos y registros. Sin embargo habrá operaciones en las cuales después de
haber implantado los prerequisitos, realizado el análisis de peligros e identificado las medidas
preventivas que previenen la ocurrencia de peligros, se determinará que no existen PCC.
Los PCC requieren especial atención y el sistema debe diseñarse para restringir su número al
mínimo indispensable. Es interesante señalar que más de un peligro puede ser controlado en
un mismo PCC y que más de un PCC puede ser necesarios para controlar un peligro. Para que
exista un PCC se requiere simultáneamente (usar formato 8 del apéndice) poder:
Si algunos de estos componentes falla, los PCC y la operación estarán fuera de control de
acuerdo al peligro identificado. Y si fuera el caso modificar será necesario modificar el proceso
o desarrollar alguna tecnología para controlarlo. En la producción de frutas y hortalizas frescas,
de manera general, no existe todavía tecnología que elimine o controle los riesgos de manera
efectiva y por lo tanto no existe forma de implementar los PCC. No obstante la adopción de las
Buenas Prácticas Agrícolas y Sanitarias desde la siembra hasta el empacado y embarque
de las frutas y hortalizas frescas, representan medidas preventivas que permitan reducir el
riesgo de contaminación, con miras a lograr la inocuidad de sus productos.
Los árboles de decisión pueden ser utilizados para auxiliar en la identificación de los PCC
(formatos 1 y 2 del apéndice).
El Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC o HACCP, por sus siglas en
inglés) es un proceso sistemático preventivo para garantizar la seguridad alimentaria, de forma
Origen
En 1959 comenzó el desarrollo del APPCC, siendo los pioneros del mismo la compañía
Pillsbury junto con la NASA y laboratorios de la Armada de los Estados Unidos. El proceso
inicial consistía en un sistema denominado Análisis modal de fallos y efectos (AMFE), cuya
utilidad reside en el estudio de causas y los efecto que producen.
El APPCC nace con el firme objetivo de desarrollar sistemas que proporcionen un alto nivel de
garantías sobre la seguridad de los alimentos y de sustituir los sistemas de control de calidad
de la época basados en el estudio del producto final que no aportaban demasiada seguridad. Al
principio su aplicación no tuvo demasiado éxito y el impulso dado por la Administración de
Drogas y Alimentos (FDA) no tuvo repercusión. En los años 80 instituciones a nivel mundial
impulsaron su aplicación. Entre otros la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión
Internacional para las Especificaciones Microbiológicas de los Alimentos (ICMSF) y la
Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS).
En el año 1993 la Comisión del Codex Alimentarius adoptó las directrices para la aplicación del
sistema, al incorporarse como anexo al Código de Principios Generales de Higiene de los
Alimentos. Estas directrices fueron revisadas en 1997 por la propia comisión del Codex
incluyendo los principios en los que se asienta el sistema y la secuencia lógica de su aplicación
(desarrolladas posteriormente) que siguen vigentes tras la última revisión de 2003.
A partir de este impulso dado por el Codex, la importancia del APPCC crece a nivel mundial
hasta convertirse gracias a la normativa comunitaria en un sistema de obligado cumplimiento
para todos los operadores de empresas alimentarias.
Actualmente con el fin de mejorar estos sistemas se han realizado numerosos estudios de las
directivas comunitarias y las legislaciones vigentes de cada país con el fin de lograr establecer
una política global e integrada que se aplique a todos los alimentos de la explotación desde el
punto de venta hasta el consumidor.
De dichos estudios se ha derivado la publicación del Paquete de Higiene (de la que destacan
los siguientes reglamentos: 852/2004 relativo a la higiene de los productos europeos y de
aplicación a partir del 1 de enero de 2006, la 853/2004 del 29 de abril normas específicas de
higiene de los alimentos de origen animal,854/2004 se establecen normas específicas para la
organización de controles oficiales de los productos de origen animal destinados al consumo
humano,183/2005 se fijan requisitos en materia de higiene de los piensos,178/2002se
establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan los procedimientos relativos a la
seguridad alimentaria, etc)
Existen siete principios básicos en los que se fundamentan las bases del APPCC:
Principio 1: Análisis de los peligros Tras realizar un diagrama de flujo para cada producto
elaborado, se identifican todos los peligros potenciales (físicos, químicos y biológicos) que
pueden aparecer en cada etapa de nuestro proceso y las medidas preventivas. Sólo se
estudiarán aquellos peligros potencialmente peligrosos para el consumidor. En ningún caso se
estudiarán peligros que comprometan la calidad del producto.
Una vez conocidos los peligros existentes y las medidas preventivas a tomar para evitarlos,
debemos determinar cuáles son los puntos en los que debemos realizar un control para lograr
la seguridad del producto, es decir, determinar los PCC.
Para realizar la determinación de los PCC se tendrán en cuenta aspectos tales como materia
prima, factores intrínsecos del producto, diseño del proceso, máquinas o equipos de
producción, personal, envases, almacenamiento, distribución y pre-requisitos.
Existen diferentes metodologías para el estudio de los peligros. Lo primero que debemos hacer
es definir cuáles de los peligros que nosotros hemos detectado a lo largo del análisis son o no
significantes ( son peligros relevantes). Para definir la significancia podremos utilizar dos
métodos diferentes. Por lado tenemos el Indice de Criticidad que consiste en valorar de 1 a 5
en cada fase o etapa los peligros en función de su probabilidad, severidad y persistencia. Una
vez aplicada la fórmula, todas aquellas fases analizadas cuyo Índice de Criticidad sea 20 o
mayor de 20 serán analizadas mediante el Árbol de decisión.
Probabilidad: ( P )
Severidad: ( S ) IC= P X S X Pr
Persistencia: ( Pr )
Por último debemos analizar todos los peligros significantes a través del Árbol de decisión, que
es una herramienta recomendada por el Codex Alimentarius que consiste en una secuencia
ordenada de preguntas que se aplican a cada peligro de cada etapa del proceso y ayuda junto
con los pre-requisitos a determinar cuales de los peligro representan Puntos de Control Crítico.
Principio 3: Establecer los límite críticos Debemos establecer para cada PCC los límites
críticos de las medidas de control, que marcarán la diferencia entre lo seguro y lo que no lo es.
Tiene que incluir un parámetro medible (como temperatura, concentración máxima) aunque
también pueden ser valores subjetivos.
Cuando un valor aparece fuera de los límites, indica la presencia de una desviación y que por
tanto, el proceso está fuera de control, de tal forma que el producto puede resultar peligroso
para el consumidor.
Estas acciones se realizan para cada PCC, estableciendo además la frecuencia de vigilancia,
es decir, cada cuánto tiempo debe comprobarse, y quién realiza esa supervisión o vigilancia.
El proceso de implantación deberá seguir las diferentes fases para una implantación óptima:
Paso Nº1 - Formar el equipo de trabajo: dicho equipo ha de ser multidisciplinario, intentando
que formen parte del mismo trabajadores de todos los departamentos involucrados en la
seguridad alimentaria (ej: producción, control de calidad, mantenimiento).
Paso Nº2 - Describir los productos: para cada producto deberemos indicar sus
especificaciones, debiendo indicar como mínimo las siguientes características: ingredientes del
producto; metodología de preparación; consumidor final al que va destinado; características de
consumo; características microbiológicas, físicas y químicas; vida útil o caducidad;
características de almacenamiento y consumidor final al que se destina.
Paso Nº3 - Identificar el uso esperado del producto por los consumidores: se deberá
indicar al consumidor al que va destinado si contiene alérgenos.
Para realizar la descripción del proceso es muy importante además de definir todas y cada una
de las actividades a desarrollar para elaborar el producto, incluir una descripción exhaustiva de
las instalaciones y de la distribución del producto a lo largo del proceso de producción.
Paso Nº6 - Identificar los puntos de control críticos (PCC) (Principio APPCC nº2)
Paso Nº7 - Establecer límites críticos para cada PCC ( Principio APPCC nº3)
Paso Nº10 - Establecer sistema de registro y archivo de datos (Principio APPCC nº6)
Paso Nº11 - Establecer un sistema verificación del sistema ( Principio APPCC nº7)
Estos requisitos previos se presentan en todas las etapas de producción de las industrias,
independientemente del sector en el que se desarrollen, e irán encaminadas a actuar como
medidas preventivas para el control de los peligros generales, dejando que el APPCC controle
exclusivamente los PCC.
A la hora de implantar un sistema APPCC, se debe tener muy en cuenta que primeramente
debemos definir estos planes de apoyo, ya los mismos nos ayudarán a aplicar medidas
preventivas para los riesgos fácilmente evitables a través de la implantación de medidas de
higiene correctas, y además nos facilita la detección de PCC.
La estructura de los planes será común para todos, debiendo responder cada uno a las
siguientes preguntas: ¿Quién es el responsable?, ¿Qué debe hacer?, ¿Cómo? ¿Cuándo? y
¿Dónde?.
Los planes de apoyo que se deberán definir para asegurar estos correctos hábitos higiénicos
serán los siguientes:
1. Plan de Formación.
2. Plan de Limpieza y Desinfección.
3. Plan de Control de Plagas
4. Plan de Buenas Prácticas de Fabricación y Manipulación.
5. Plan de Homologación de Proveedores.
6. Plan de Identificación y Trazabilidad.
7. Plan de Control de Agua.
8. Plan de Control de Residuos.
9. Plan de Mantenimiento.
10. Plan de Control y Seguimiento de Equipos de Medición (Calibración).
Con el fin de completar la documentación que debe formar parte del sistema y así poder
asegurar que existen verdaderas garantías para los productos elaborados, se deberán
establecer procedimientos de comprobación que nos ayuden a detectar posibles desviaciones
de las especificaciones para poder aplicar medidas correctoras que permitan volver a controlar
el proceso sin ser necesario rechazar el producto.
1. Observación visual.
2. Valoración sensorial.
3. Determinación físico/química.
4. Examen microbiológico.
Por último, no sería posible aplicar un APPCC adecuado sin que se apliquen prácticas
correctas de registro eficaces y precisas. Por ello se deben documentar todos los
procedimientos o planes de apoyo del sistema, y los sistemas de documentación y registro.
Deben definir de forma concreta cada operación en cuestión. Por ello definiremos de forma
pormenorizada el Plan de Control de Documentación.
Un sistema de gestión de calidad se supone que debe valorar todas las actividades
desarrolladas en una empresa para producir un producto además de cumplir la legislación que
le aplique, es por ello que cuando una empresa de alimentación desea obtener un certificado
tipo ISO 9001, debe demostrar que cumple la legislación y por ende que posee un APPCC.
Se pueden diferenciar varios sistemas, como pueden ser BRC, IFS o ISO 22000, que son
específicos para empresas alimentarias y cuya estructura contempla por una parte una serie de
requisitos higiénicos concretos de instalaciones, manipulación, transporte, etc y por otra parte
incluye directrices para implantar un sistema de gestión de calidad similar al de la familia ISO
9001.
7 Principios del HACCP Descubrí los puntos fundamentales del sistema 1. Efectuar un
análisis de peligros e identificar las respectivas medidas preventivas.
3. Establecer límites críticos para las medidas preventivas asociadas con cada PCC
Controlar (monitorear) cada PCC.
Principio 2 Determinar los puntos críticos de control requeridos para controlar los riesgos
identificados.
Principio 3 Establecer los límites críticos que deben cumplirse en cada punto crítico de
control.
Principio 5 Establecer las acciones correctivas para ser tomadas en cuenta cuando se
identifica una desviación al monitorear los puntos críticos de control.
Las fuentes para el establecimiento de límites críticos son estrictamente técnicas. Proceden de
información calificada (pueden ser de normas), o de registros estadísticos propios. Siempre
será útil una opinión experta.
Principio 5. Establecer acciones correctivas Está relacionado este principio con el hecho de
detectarse una desviación respecto a los límites
críticos.
La frecuencia. Los responsables del Plan deben revisarlo ordinariamente cada año, y
excepcionalmente cuando sea necesario (como resultado de las acciones correctivas,
o la auditoria interna).
La validación. Como revisión por personal calificado respecto a los fundamentos
científicos y técnicos del análisis de riesgos.
La calibración. Esto es, a la comprobación de la precisión de dispositivos de medición y
observación.
Las auditorias de sanidad. Pueden ser internas o externas. En el primer caso, la
conduce un grupo propio (la organización puede designar un Círculo de Sanidad para
estos efectos, sobre lo cual recibirán el entrenamiento necesario). En el segundo caso,
la auditoria la efectúa personal calificado y ajeno a la organización.
Control de documentos. Comprende la revisión, actualización y conservación de los
registros.
Para que la aplicación del sistema de HACCP dé buenos resultados, es necesario que tanto la
dirección como el personal se comprometan y participen plenamente. También se requiere un
enfoque multidisciplinario en el cual se deberá incluir, cuando proceda, a expertos agrónomos,
veterinarios, personal de producción, microbiólogos, especialistas en medicina y salud pública,
tecnólogos de los alimentos, expertos en salud ambiental, químicos e ingenieros, según el
estudio de que se trate. La aplicación del sistema de HACCP es compatible con la aplicación
de sistemas de gestión de calidad, como la serie ISO 9000, y es el método utilizado de
preferencia para controlar la inocuidad de los alimentos en el marco de tales sistemas.
DEFINICIONES
Controlar: Adoptar todas las medidas necesarias para asegurar y mantener el cumplimiento de
los criterios establecidos en el plan de HACCP.
Fase: Cualquier punto, procedimiento, operación o etapa de la cadena alimentaria, incluidas las
materias primas, desde la producción primaria hasta el consumo final.
Límite crítico: Criterio que diferencia la aceptabilidad o inaceptabilidad del proceso en una
determinada fase.
Medida correctiva: Acción que hay que realizar cuando los resultados de la vigilancia en los
PCC indican pérdida en el control del proceso.
Medida de control: Cualquier medida y actividad que puede realizarse para prevenir o eliminar
un peligro para la inocuidad de los alimentos o para reducirlo a un nivel aceptable.
Peligro: Agente biológico, químico o físico presente en el alimento, o bien la condición en que
éste se halla, que puede causar un efecto adverso para la salud.
Plan de HACCP: Documento preparado de conformidad con los principios del sistema de
HACCP, de tal forma que su cumplimiento asegura el control de los peligros que resultan
significativos para la inocuidad de los alimentos en el segmento de la cadena alimentaria
considerado.
Punto crítico de control (PCC): Fase en la que puede aplicarse un control y que es esencial
para prevenir o eliminar un peligro relacionado con la inocuidad de los alimentos o para
reducirlo a un nivel aceptable.
Sistema de HACCP: Sistema que permite identificar, evaluar y controlar peligros significativos
para la inocuidad de los alimentos.
Validación: Constatación de que los elementos del plan de HACCP son efectivos.
PRINCIPIO 1
PRINCIPIO 2
PRINCIPIO 3
PRINCIPIO 4
PRINCIPIO 5
Establecer las medidas correctivas que han de adoptarse cuando la vigilancia indica que un
determinado PCC no está controlado.
PRINCIPIO 6
PRINCIPIO 7
La finalidad del sistema de HACCP es lograr que el control se centre en los PCC. En el caso de
que se identifique un peligro que debe controlarse pero no se encuentre ningún PCC, deberá
considerarse la posibilidad de formular de nuevo la operación.
El sistema de HACCP deberá aplicarse por separado a cada operación concreta. Puede darse
el caso de que los PCC identificados en un determinado ejemplo en algún código de prácticas
de higiene del Codex no sean los únicos identificados para una aplicación concreta, o que sean
de naturaleza diferente.
Deberá formularse una descripción completa del producto que incluya información pertinente
sobre su inocuidad, por ejemplo: composición, estructura física/química (incluidos Aw, pH, etc.),
tratamientos estáticos para la destrucción de los microbios (tales como los tratamientos
térmicos, de congelación, salmuera, ahumado, etc.), envasado, durabilidad, condiciones de
almacenamiento y sistema de distribución.
El uso al que ha de destinarse deberá basarse en los usos previstos del producto por parte del
usuario o consumidor final. En determinados casos, como en la alimentación en instituciones,
habrá que tener en cuenta si se trata de grupos vulnerables de la población.
El diagrama de flujo deberá ser elaborado por el equipo de HACCP y cubrir todas las fases de
la operación. Cuando el sistema de HACCP se aplique a una determinada operación, deberán
tenerse en cuenta las fases anteriores y posteriores a dicha operación.
6. Enumeración de todos los posibles riesgos relacionados con cada fase, ejecución de
un análisis de peligros, y estudio de las medidas para controlar los peligros identificados
(VÉASE EL PRINCIPIO 1)
El equipo de HACCP deberá enumerar todos los peligros que puede razonablemente preverse
que se producirán en cada fase, desde la producción primaria, la elaboración, la fabricación y la
distribución hasta el punto de consumo.
Luego, el equipo de HACCP deberá llevar a cabo un análisis de peligros para identificar, en
relación con el plan de HACCP, cuáles son los peligros cuya eliminación o reducción a niveles
aceptables resulta indispensable, por su naturaleza, para producir un alimento inocuo.
Al realizar un análisis de peligros, deberán incluirse, siempre que sea posible, los siguientes
factores:
- la probabilidad de que surjan peligros y la gravedad de sus efectos perjudiciales para la salud;
El equipo tendrá entonces que determinar qué medidas de control, si las hay, pueden aplicarse
en relación con cada peligro.
Puede que sea necesario aplicar más de una medida para controlar un peligro o peligros
específicos, y que con una determinada medida se pueda controlar más de un peligro.
Es posible que haya más de un PCC al que se aplican medidas de control para hacer frente a
un peligro específico. La determinación de un PCC en el sistema de HACCP se puede facilitar
con la aplicación de un árbol de decisiones, como por ejemplo el Diagrama 2, en el que se
indique un enfoque de razonamiento lógico. El árbol de decisiones deberá aplicarse de manera
flexible, considerando si la operación se refiere a la producción, el sacrificio, la elaboración, el
almacenamiento, la distribución u otro fin, y deberá utilizarse con carácter orientativo en la
determinación de los PCC. Este ejemplo de árbol de decisiones puede no ser aplicable a todas
las situaciones, por lo cual podrán utilizarse otros enfoques. Se recomienda que se imparta
capacitación en la aplicación del árbol de decisiones.
Para cada punto crítico de control, deberán especificarse y validarse, si es posible, límites
críticos. En determinados casos, para una determinada fase, se elaborará más de un límite
crítico. Entre los criterios aplicados suelen figurar las mediciones de temperatura, tiempo, nivel
de humedad, pH, AW y cloro disponible, así como parámetros sensoriales como el aspecto y la
textura.
Con el fin de hacer frente a las desviaciones que puedan producirse, deberán formularse
medidas correctivas específicas para cada PCC del sistema de HACCP.
Estas medidas deberán asegurar que el PCC vuelva a estar controlado. Las medidas
adoptadas deberán incluir también un sistema adecuado de eliminación del producto afectado.
Los procedimientos relativos a las desviaciones y la eliminación de los productos deberán
documentarse en los registros de HACCP.
Cuando sea posible, las actividades de validación deberán incluir medidas que confirmen la
eficacia de todos los elementos del plan de HACCP.
Para aplicar un sistema de HACCP es fundamental contar con un sistema de registro eficaz y
preciso. Deberán documentarse los procedimientos del sistema de HACCP, y el sistema de
documentación y registro deberá ajustarse a la naturaleza y magnitud de la operación en
cuestión.
- el análisis de peligros;
- la determinación de los PCC;
- la determinación de los límites críticos.
CAPACITACIÓN