Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El tomate riñón es uno de los cultivos más importantes en invernadero, por ser una
hortaliza de consumo masivo, su popularidad aumenta debido a su alta producción y
rentabilidad. Sin duda, esta alternativa es un rubro significativo en la economía actual
de las familias campesinas.
CONTENIDO:
El origen del género Lycopersicon se localiza en la región andina que se extiende desde
el sur de Colombia al norte de Chile. Probablemente desde allí fue llevado a
Centroamérica y México donde se domesticó y ha sido por siglos parte básica de la
dieta. Luego, fue llevado por los conquistadores a Europa. Durante el siglo XVI se
consumían en México tomates de distintas formas y tamaños e incluso rojos y amarillos
y para entonces ya habían sido traídos a España y servían como alimento en España e
Italia.
CLASIFICACIÓN BOTÁNICA
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae
Género: Solanum
Especie: S. lycopersicum
Nombre científico: Solanum lycopersicum
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA
Sistema radicular: El sistema radicular alcanza una profundidad de hasta 2 m, con una
raíz pivotante y muchas raíces secundarias. Sin embargo, bajo ciertas condiciones de
cultivo, se daña la raíz pivotante y la planta desarrolla resulta en un sistema radical
fasciculado, en que dominan raíces adventicias y que se concentran en los primeros 30
cm del perfil.
Tallos: Los tallos son ligeramente angulosos, semileñosos, de grosor mediano y con
tricomas (pilosidades), simples y glandulares.
Hoja: Las hojas son compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados, lobulados y
con borde dentado, en número de 7 a 9 y recubiertos de pelos glandulares. Las hojas se
disponen de forma alternada sobre el tallo
Tallo: Eje con un grosor que oscila entre 2-4 cm en su base, sobre el que se van
desarrollando las hojas, tallos secundarios e inflorescencias.
Flores: La flor del tomate es perfecta. Consta de 5 o más sépalos, de igual número de
pétalos de color amarillo dispuestos de forma helicoidal y de igual número de estambres
que se alternan con los pétalos. Los estambres están soldados por las anteras y forman
un cono estaminal que envuelve al gineceo y evitan la polinización cruzada. El ovario es
bi o plurilocular. Las flores se agrupan en inflorescencias denominadas comúnmente
como “racimos”,. La primera flor se forma en la yema apical y las demás se disponen
lateralmente por debajo de la primera, alrededor del eje principal. Las inflorescencias se
desarrollan cada 2-3 hojas en las axilas (RAMOS, G. 2010)
Fruto: baya bi o plurilocular que puede alcanzar un peso que oscila entre unos pocos
miligramos y 600 gramos. Está constituido por el pericarpio, el tejido placentario y las
semillas.
VARIEDADES
Dentro de esta especie se registran las siguientes variedades botánicas: Vr. Commune o
vulgare; de hojas pequeñas, frutos con numerosos lóculos lisos y poco surcados; V r.
Cerasiforme, de hojas pequeñas, frutos globulares de pequeño tamaño, con pocos
lóculos, a este grupo pertenecen los cultivares Cherry o Tomatoes; Vr. Pyriforme, con
frutos aperados normalmente con dos lóculos; Vr. Validum, de porte erecto, compacto y
desarrollo menor; Vr. Grandiflorum, de hojas anchas y planas con pocos foliolos. Los
cultivares de Tipo Commune son los más importantes que se cultivan en el mundo.
El desarrollo del cultivo comprende dos fases: una vegetativa y otra productiva. La fase
vegetativa se inicia desde la siembra en el semillero, seguido de la germinación, la
emergencia y el trasplante a campo, el cual se realiza con un promedio de tres a cuatro
hojas verdaderas, entre 30 a 35 días después de la siembra y a partir del trasplante hasta
el inicio o aparición del primer racimo floral. La fase reproductiva se inicia desde la
formación del botón floral, que ocurre entre los 30 y 35 días después del trasplanté, el
llenado del fruto, que dura aproximadamente 60 días para el primer racimo, iniciándose
la cosecha a los 90 días, con una duración de tres meses para una cosecha de 8 a 10
racimos. En total la fase reproductiva tiene una duración de 180 días aproximadamente
(FAO, 2002)
REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS
LABORES PRE-CULTURALES
Análisis del suelo: El mejor suelo para el cultivo de tomate es el suelto de textura
silícea arcillosa y rico en materia orgánica, con pH entre 5,5 y 7,02. No tolera el
encharcamiento. Lo más destacable en cuanto al suelo es que se trata de una especie con
cierta tolerancia a la salinidad. De ahí que admita el cultivo en suelos ligeramente
salinos o el riego con agua algo salitrosa. (AGRIPAC, 1999).
Preparación del suelo
Esta hortaliza cultivada en invernadero tolera mejor las condiciones de salinidad, tanto
del suelo como del agua, pero es muy sensible al encharcamiento.
Por lo menos 15 días antes del trasplante, es necesario arar, cruzar y nivelar el suelo,
para dejarlo suelto, mullido, libre de terrones, y facilitar la realización de camas para el
cultivo. Cuando los suelos son arcillosos conviene incorporar cascarilla de arroz o
cascajo (10 sacos en 100 m2), a fin de mejorar la estructura del suelo, es decir, dejarlo
más suelto para que puedan penetrar las raíces y se facilite el drenaje de los excesos de
humedad. Durante esta labor, es aconsejable tomar muestras para realizar un análisis de
suelo, con el propósito de conocer los niveles de nutrientes que existen en el terreno y,
de acuerdo a los resultados, satisfacer los requerimientos del cultivo. (AGRIPAC,
1999).
Surcado
Previo al trasplante, se construyen los surcos, tensando una piola a una distancia de 1,20
m entre surcos; siguiendo esta señal, con un pico o azadón, se abre un pequeño surco de
5 a 10 cm de profundidad, allí se incorpora la materia orgánica descompuesta y el
fertilizante de fondo. Se mezclan bien estos ingredientes, a fin de evitar su contacto con
las raíces de las nuevas plantas y provocar quemaduras que pueden acabar con ellas.
Las camas pueden estar o no cubiertas por una lámina de plástico, sin embargo, al
hallarse elevadas sobre el nivel del suelo, generan una zona radical más definida. Estas
camas se pueden espaciar de acuerdo con las exigencias de riego y la densidad de
siembra. Las configuraciones pueden variar considerablemente.
Se utilizan láminas de plástico de color negro, blanco y negro, gris, o café, y sirven para
controlar las malas hierbas, reducir la evaporación del agua, proporcionar una barrera
protectora que previene el contacto directo entre los frutos y el suelo y la subsiguiente
pudrición de éstos. Asimismo, aumentan la temperatura del suelo permitiendo a la
planta una mayor absorción de nutrientes.
Abonamiento y fertilización de fondo
Sin embargo, esta cantidad depende de los resultados del análisis del suelo, que
determinan la dosis más adecuada a utilizar.
Acolchado plástico
El acolchado impide el contacto de las primeras hojas y frutos con el suelo, y previene
el crecimiento de plantas ajenas al cultivo. Con la incorporación del sistema de
acolchado, se incrementa la producción de 2 a 3 kg/planta con relación al cultivo sin
acolchado, lo que compensa la inversión realizada. El incremento de la producción se
debe al aumento de la temperatura del suelo, fenómeno que permite a la planta asimilar
nutrientes y agua. Es recomendable emplear plásticos fotodegradables o recoger los que
no lo son, para llevarlos a una planta de reciclado. No se deben quemar.
La distancia de siembra más utilizada es 1,20 m entre hileras y 0,30 m. No obstante, hay
que adaptarse a la estructura del invernadero, al sistema de riego empleado y a la
colocación del tutoreo.
Por ello se recomienda utilizar los sistemas más sencillos para abaratar los costos, no
solo en el sistema de riego, sino en el número de plantas a utilizar, siempre que no
influya en la productividad del cultivo.
Trasplante
A raíz desnuda: el más común, las plántulas al sacarse del semillero se colocan
en baldes con agua, barro y urea (una cucharada por galón) para consérvalas
frescas aunque no se recomienda este sistema debido a que la planta sufre un
estrés por efecto del corte de su raíz principal, las altas temperaturas ocasionan
muertes por deshidratación y se produce un retardo de 10 a 15 días para entrar
en cosecha.
Con pilón de tierra: es conveniente emplear un plantador que extraiga del suelo
un volumen de tierra similar al que ocuparan el cepellón.
Poda
La poda como la actividad que tiende a eliminar los tallos laterales, lo que trae
consecuentemente una producción más precoz y de frutos más grandes (Guzmán, 1987).
Poda de formación: Al mes se realiza la primera poda en uno o dos tallos. En la poda a
un tallo se eliminan todos los brotes axilares del tallo principal, y solo se deja el
crecimiento indefinido de la guía principal; luego se pueden elegir estas opciones:
Despuntar.
Dejar sin despuntar y luego bajar el eje principal, formando rollo en el suelo.
(Rodríguez, 2001).
En la poda a dos tallos, se deja crecer uno de los brotes axilares (a partir de la segunda o
tercera hoja tras la primera inflorescencia); con ello se dispone de dos guías o tallos (el
principal y el nacido de brotes axilares).
El aumento del número de tallos-guía incide en el tamaño del fruto (menor tamaño con
más guías). La densidad de plantación debe adecuarse al tipo de poda previsto,
ampliándose el marco de plantación si se trabaja con dos guías. La labor de poda se
realiza 30 días después del trasplante, es decir, con la aparición de los primeros brotes
axilares.
Poda de mantenimiento: Cada semana se eliminan los brotes axilares que crecen en
los tallos seleccionados.
Poda de hojas: A partir del cuarto mes, con la ayuda de una tijera o desgajándolas
manualmente, se inicia la poda de las hojas bajeras. Es importante desinfectar los cortes
con Vitavax (20 gramos y 1/4 litro de agua), con la ayuda de una brocha.
Esta labor permite obtener frutas con mayor rapidez y uniformidad en el color. La
supresión de hojas enfermas (deshojado) es una faena habitual, especialmente, en los
híbridos de crecimiento indeterminado. Esta actividad mejora la iluminación, aireación
y, en consecuencia, la sanidad.
Tutoraje
Esta labor proporciona una mejor aireación del cultivo, facilita el control fitosanitario y
permite obtener frutos más limpios y sanos.
Deshierba y aporques
La lucha contra las malas hierbas debe llevarse a cabo aplicando una estrategia que
combine las labores mecánicas, los tratamientos herbicidas y las escardas manuales. Es
de gran importancia los primeros rascadillos cuando la planta es aún pequeña ya que se
consigue romper la costra del terreno aireando éste y lográndose una mejor oxigenación
de las raíces. (Rodríguez, 1995)
Riego
En este tema es más difícil dar una norma generalizada, por las grandes diferencias
climáticas y de suelo que presentan las diversas zonas. Por ello se ofrece una guía para
llevar lo más técnicamente posible. (León, 1980)
Análisis científico: Las plagas y enfermedades son una amenaza permanente para los
agricultores y los productores de hortalizas, ya que ocasionan pérdidas económicas por
eso hay que realizar varios controles que permitan evitar la presencia de estos
organismos.
Este vegetal se puede comer crudo, en salsas, frito, en zumos, tostado, cocido, o como
se te ocurra. Es muy delicioso y a su vez, refrescante y nutritivo. Según varias
investigaciones, el tomate es superior a cualquier fármaco que conozcas, ya que
previene el infarto y el cáncer.
RECETAS
CREMA DE TOMATE
Ingredientes:
2 tomates riñón
1 zanahoria amarilla
1 presa de pollo
½ cebolla perla
1rama de cebolla blanca
1 poquito de tomillo
3 cucharadas de harina ya
Preparación:
Poner a cocinar los tomates cuando estén suaves licuarlos y tenerlos en un recipiente,
mientras tanto ponga a cocinar el pollo luego ponga ajo , cebolla blanca y perla cuando
ya esté cocinado el pollo agregar el jugo de tomate que lo licuó con la zanahoria, luego
tostar el harina por un momento para luego licuarlo con un poco de agua y soltarlo en el
caldo meciéndolo hasta que espese poner también un cubito de pollo magi, al final
poner un poco de tomillo en el caldo; darle el último hervor y apagar y servir con papas
fritas, canguil, o pan tostado.
Ingredientes (2 personas):
• 2 tomates
• 100 gr de carne picada
• 1/2 cebolla
• 1 diente de ajo
• un poco de pan
• leche (para remojar el pan)
• aceite de oliva
• 1/2 cucharadita de azúcar
• una pizca de sal
1. Corta una rodaja por la parte superior de cada tomate y resérvala para utilizarla a
modo de tapa. Con cuidado, vacía los tomates con una cuchara y reserva la
pulpa. Coloca los tomates boca abajo para que se escurran.
2. Por otro lado, pon la leche en un plato hondo y añade el pan. Deja que se
remoje, escurre el pan y reserva.
3. Pica la cebolla y el diente de ajo.
4. Pon un chorrito de aceite de oliva en una sartén y rehoga el ajo, la cebolla, la
carne picada y la pulpa del tomate. Sazona. Añade el pan remojado en leche y
media cucharadita de azúcar. Mezcla y retira del fuego.
5. Rellena los tomates y ponles la tapa de tomate reservada. Colócalos en una
bandeja de horno y mételos en el hornoprecalentado a 200ºC durante 15-20
minutos.
6. Saca del horno y sirve.
Ingredientes (4 personas):
• 2 tomates
• 100 gr. de judías verdes
• 150 gr. de queso
• 100 gr. de jamón serrano
• 100 gr. de cecina
• 1 vaso de leche
• 1 cucharada de harina
• aceite virgen extra
• sal
1. Limpia los tomates, córtalos por la mitad. Vacíalos con una cucharilla. Tira las
pepitas y reserva la carne.
2. Pica el jamón y saltéalo en una sartén con aceite. Agrega las judías verdes y el
calabacín picados en taquitos. Rehoga brevemente e incorpora la pulpa de los
tomates. Trocea el queso en dados y añádelos al salteado. Rellena los tomates y
cocínalos en el horno a 200ºC durante 10 minutos.
3. Para la bechamel, pon un poco de aceite en una cazuela, agrega la harina y
rehoga brevemente. Vierte la leche poco a poco y cocina hasta que espese.
Sazona y espolvorea con un poco de perejil picado. Retira los tomates del horno,
nápalos e introduce nuevamente en el horno para gratinar.
4. Pica los espárragos verdes en taquitos y rehoga brevemente en una sartén con un
poco de aceite. Incorpora la cecina cortada en taquitos y saltea.
5. Sirve medio tomate relleno por ración y adorna con el salteado de espárragos y
cecina.
COSECHA
RECOLECCIÓN
La cosecha de frutos para el consumo en fresco se realiza en forma manual, para ello se
utilizan cestos (canastas) o baldes plásticos, en los que se depositan los frutos;
posteriormente se vacían en una lona extendida sobre el suelo en una bodega a la
sombra. Allí se apilan hasta su posterior limpieza, selección y colocación en cajas de
madera. Los frutos se cosechan rojos, pintones y de todos los tamaños; no se debe dejar
madurar demasiado, ya que el tomate muy rojo pierde precio en el mercado, debido a su
corto período de duración en poscosecha.
Durante la recolección de los frutos de tomate, es aconsejable extraer los frutos con
pedúnculo, esta característica, además de mejorar la presentación de venta en el
mercado, permite diferenciar de los tomates cosechados a campo abierto.
Análisis científico: La cosecha del tomate se realiza de forma manual, se cosechan los
más rojos y de todos los tamaños.
Análisis personal: La cosecha del tomate es indispensable ya que nos ayuda al secado
y limpieza de los frutos, se debe tener en cuenta las características que tiene la planta al
momento de realizar la cosecha.
POSTCOSECHA
COMERCIALIZACIÓN
En la comercialización del tomate, el factor determinante es la aceptación por parte del
consumidor. Éste exige un tomate de buen tamaño, forma y color; asimismo, un cierto
grado de madurez, frescura, sabor y aspecto, desplazando a un segundo plano el valor
nutritivo y el precio.
Un factor adicional de aceptación por parte del consumidor, que está ligado a la
evolución de la maduración, es la firmeza y consistencia de los frutos que es percibida
por el tacto entre los dedos y durante la masticación.
Estacionalidad de la producción
CONCLUSIONES
En la actualidad, el tomate riñón es la hortaliza más cultivada en el mundo, por
su contenido nutricional y su demanda en la dieta diaria. Se lo puede cultivar a
campo abierto y en invernadero, desde el nivel del mar hasta una altura de 3 200
msnm; es decir, en zonas tropicales, valles y en zonas andinas en condiciones de
invernadero.
El tomate riñón es uno de los cultivos más importantes en invernadero, por ser
una hortaliza de consumo masivo, su popularidad aumenta debido a su alta
producción y rentabilidad.