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INTRODUCCIÓN:

En la actualidad, el tomate riñón es la hortaliza más cultivada en el mundo, por su


contenido nutricional y su demanda en la dieta diaria. Se lo puede cultivar a campo
abierto y en invernadero, desde el nivel del mar hasta una altura de 3 200 msnm; es
decir, en zonas tropicales, valles y en zonas andinas en condiciones de invernadero.

El tomate riñón es uno de los cultivos más importantes en invernadero, por ser una
hortaliza de consumo masivo, su popularidad aumenta debido a su alta producción y
rentabilidad. Sin duda, esta alternativa es un rubro significativo en la economía actual
de las familias campesinas.

Sin embargo, la escasa experiencia de los agricultores, en el manejo de esta nueva


tecnología, originó varios problemas como: mal manejo de fertilidad, variedades de
tomate no aptas para la zona, riego por gravedad, mal manejo del microclima y alta
incidencia de plagas y enfermedades, que estuvieron a punto de provocar la
desaparición total de esta actividad económica.

Considerando estos fenómenos, se desarrolló un conjunto de actividades tendientes a


tecnificar la explotación del cultivo de hortalizas bajo invernadero e incrementar la
producción, mediante la introducción de innovaciones tecnológicas adaptadas a las
circunstancias socioeconómicas de los agricultores.

El tomate es una hortaliza rica en vitaminas A, B, C, PP y K; en minerales como


fósforo, calcio, zinc, magnesio, potasio, sodio y manganeso; en bioflavonoides, en
licopeno y tiene propiedades antioxidantes. Además, una pieza de este vegetal
(mediano, de 150 gramos), cuenta con tan solo 35 calorías y 0% colesterol, sodio y
grasa saturada. Al consumirlo crudo contribuye a mejorar estados de deficiencia de
vitamina C o ácido ascórbico, tuberculosis pulmonar, anemia y constipación. Combate
infecciones. Ayuda a disolver el ácido único. Aplicar una rodaja de tomate ayuda a
desinflamar las picaduras de insectos, forúnculos o abscesos. Las gárgaras con jugo de
tomates mezclado en partes iguales con agua caliente se utilizan para aliviar el dolor de
garganta; un remedio mágico para quienes exigen al máximo sus cuerdas vocales, por
ejemplo cantantes o locutores. El jugo de tomates tiene un efecto relajante y antiarrugas,
aplicado externamente sobre los rostros fatigados.

CONTENIDO:

El tomate puede presentar básicamente dos hábitos de crecimiento: determinado e


indeterminado. La planta indeterminada es la normal y se caracteriza por tener un
crecimiento extensivo, postrado, desordenado y sin límite. En ella, los tallos presentan
segmentos uniformes con tres hojas (con yemas) y una inflorescencia, terminando
siempre con un ápice vegetativo. A diferencia de esta, la planta determinada tiene tallos
con segmentos que presentan progresivamente menos hojas por inflorescencia y
terminan en una inflorescencia, lo que resulta en un crecimiento limitado.
ORIGEN DE LA ESPECIE

El origen del género Lycopersicon se localiza en la región andina que se extiende desde
el sur de Colombia al norte de Chile. Probablemente desde allí fue llevado a
Centroamérica y México donde se domesticó y ha sido por siglos parte básica de la
dieta. Luego, fue llevado por los conquistadores a Europa. Durante el siglo XVI se
consumían en México tomates de distintas formas y tamaños e incluso rojos y amarillos
y para entonces ya habían sido traídos a España y servían como alimento en España e
Italia.

CLASIFICACIÓN BOTÁNICA

 Reino: Plantae
 División: Magnoliophyta
 Clase: Magnoliopsida
 Orden: Solanales
 Familia: Solanaceae
 Género: Solanum
 Especie: S. lycopersicum
 Nombre científico: Solanum lycopersicum

CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA

Sistema radicular: El sistema radicular alcanza una profundidad de hasta 2 m, con una
raíz pivotante y muchas raíces secundarias. Sin embargo, bajo ciertas condiciones de
cultivo, se daña la raíz pivotante y la planta desarrolla resulta en un sistema radical
fasciculado, en que dominan raíces adventicias y que se concentran en los primeros 30
cm del perfil.

Tallos: Los tallos son ligeramente angulosos, semileñosos, de grosor mediano y con
tricomas (pilosidades), simples y glandulares.

Hoja: Las hojas son compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados, lobulados y
con borde dentado, en número de 7 a 9 y recubiertos de pelos glandulares. Las hojas se
disponen de forma alternada sobre el tallo

Tallo: Eje con un grosor que oscila entre 2-4 cm en su base, sobre el que se van
desarrollando las hojas, tallos secundarios e inflorescencias.

Flores: La flor del tomate es perfecta. Consta de 5 o más sépalos, de igual número de
pétalos de color amarillo dispuestos de forma helicoidal y de igual número de estambres
que se alternan con los pétalos. Los estambres están soldados por las anteras y forman
un cono estaminal que envuelve al gineceo y evitan la polinización cruzada. El ovario es
bi o plurilocular. Las flores se agrupan en inflorescencias denominadas comúnmente
como “racimos”,. La primera flor se forma en la yema apical y las demás se disponen
lateralmente por debajo de la primera, alrededor del eje principal. Las inflorescencias se
desarrollan cada 2-3 hojas en las axilas (RAMOS, G. 2010)

Fruto: baya bi o plurilocular que puede alcanzar un peso que oscila entre unos pocos
miligramos y 600 gramos. Está constituido por el pericarpio, el tejido placentario y las
semillas.

CLASIFICACIÓN DE ESTE CULTIVO

VARIEDADES

Dentro de esta especie se registran las siguientes variedades botánicas: Vr. Commune o
vulgare; de hojas pequeñas, frutos con numerosos lóculos lisos y poco surcados; V r.
Cerasiforme, de hojas pequeñas, frutos globulares de pequeño tamaño, con pocos
lóculos, a este grupo pertenecen los cultivares Cherry o Tomatoes; Vr. Pyriforme, con
frutos aperados normalmente con dos lóculos; Vr. Validum, de porte erecto, compacto y
desarrollo menor; Vr. Grandiflorum, de hojas anchas y planas con pocos foliolos. Los
cultivares de Tipo Commune son los más importantes que se cultivan en el mundo.

CICLO DEL CULTIVO

El desarrollo del cultivo comprende dos fases: una vegetativa y otra productiva. La fase
vegetativa se inicia desde la siembra en el semillero, seguido de la germinación, la
emergencia y el trasplante a campo, el cual se realiza con un promedio de tres a cuatro
hojas verdaderas, entre 30 a 35 días después de la siembra y a partir del trasplante hasta
el inicio o aparición del primer racimo floral. La fase reproductiva se inicia desde la
formación del botón floral, que ocurre entre los 30 y 35 días después del trasplanté, el
llenado del fruto, que dura aproximadamente 60 días para el primer racimo, iniciándose
la cosecha a los 90 días, con una duración de tres meses para una cosecha de 8 a 10
racimos. En total la fase reproductiva tiene una duración de 180 días aproximadamente
(FAO, 2002)

ZONAS DE CULTIVO DE TOMATE RIÑON


La producción de tomate riñón en el Ecuador se lleva a cabo alrededor de varias
provincias. En el año 2000, la región Costa tuvo una producción de aproximadamente
21.500 toneladas, lo que representa el 56 % de la producción nacional, la región
Interandina alcanzó aproximadamente las 16.300 toneladas y el Oriente obtuvo 550
toneladas que representan el 1 %. La producción del tomate riñón en la región Costa,
está básicamente centrada en tres provincias: Guayas, Manabí y El Oro; en la Sierra
tenemos principalmente a la provincia de Imbabura, seguida por Loja y Azuay, sin dejar
de mencionar a las provincias de Carchi, Cañar, Chimborazo y Pichincha que también
representan un porcentaje de la producción nacional.
REQUERIMIENTOS DEL CULTIVO

REQUERIMIENTOS DE NITROGENO, FOSFORO,POTASIO, AZUFRE


(Kg/Ha)Y MATERIA ORGANICA PARA TOMATE RIÑON

Análisis del N (Kg/ha) P2O5 K2O S (Kg/ha) Materia


suelo (Kg/ha) (Kg/ha) organica
(Ton/ha)

BAJO 400-600 150-200 400-750 60-80 30

MEDIO 250-400 80-150 200-400 40-60 20

ALTO 100-250 40-80 60-200 0-40 10

Fuente:INIAP, E.E. Santa Catalina, 2000

REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el


funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente
relacionados y la actuación sobre uno de estos incide sobre el resto.

-Temperatura: es menos exigente en temperatura que la berenjena y el pimiento.


La temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20 y 30ºC durante el día y entre 1 y
17ºC durante la noche; temperaturas superiores a los 30-35ºC afectan a la fructificación,
por mal desarrollo de óvulos y al desarrollo de la planta en general y del sistema
radicular en particular. Temperaturas inferiores a 12-15ºC también originan problemas
en el desarrollo de la planta.

A temperaturas superiores a 25ºC e inferiores a 12ºC la fecundación es defectuosa o


nula.
La maduración del fruto está muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la
precocidad como a la coloración, de forma que valores cercanos a los 10ºC así como
superiores a los 30ºC originan tonalidades amarillentas.

No obstante, los valores de temperatura descritos son meramente indicativos, debiendo


tener en cuenta las interacciones de la temperatura con el resto de los parámetros
climáticos.

-Humedad: la humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades


relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el
agrietamiento del fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta,
abortando parte de las flores. El rajado del fruto igualmente puede tener su origen en un
exceso de humedad edáfica o riego abundante tras un período de estrés hídrico.
También una humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.

-Luminosidad: valores reducidos de luminosidad pueden incidir de forma negativa


sobre los procesos de la floración, fecundación así como el desarrollo vegetativo de la
planta. En los momentos críticos durante el período vegetativo resulta crucial la
interrelación existente entre la temperatura diurna y nocturna y la luminosidad.

-Suelo: La planta de tomate no es muy exigente en cuanto a suelos, excepto en lo que se


refiere al drenaje, aunque prefiere suelos de textura franco-arcilloso-arenoso y arcilloso-
arenosa, ricos en materia orgánica. No obstante se desarrolla perfectamente en suelos
arcillosos enarenados. En cuanto al pH, los suelos pueden ser desde ligeramente ácidos
hasta ligeramente alcalinos cuando están enarenados. Sin embargo, es aconsejable
suelos ligeramente ácidos con un pH comprendido entre 5,8 y 6,5. Es la especie
cultivada en invernadero que mejor tolera las condiciones de salinidad tanto del suelo
como del agua de riego.

-Fertilización carbónica: la aportación de CO2 permite compensar el consumo de las


plantas y garantiza el mantenimiento de una concentración superior a la media en la
atmósfera del invernadero; así la fotosíntesis se estimula y se acelera el crecimiento de
las plantas.

Para valorar las necesidades de CO2 de los cultivos en invernadero necesitamos


realizar, en los diversos periodos del año, un balance de las pérdidas derivadas de la
absorción por parte de las plantas, de las renovaciones de aire hechas en el invernadero
y las aportaciones proporcionadas por el suelo a la atmósfera del mismo.

Del enriquecimiento en CO2 del invernadero depende la calidad, la productividad y la


precocidad de los cultivos. Hay que tener presente que un exceso de CO2 produce daños
debidos al cierre de los estomas, que cesan la fotosíntesis y pueden originar
quemaduras. Los aparatos más utilizados en la fertilización carbónica son los
quemadores de gas propano y los de distribución de CO2.

CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO

LABORES PRE-CULTURALES

Análisis del suelo: El mejor suelo para el cultivo de tomate es el suelto de textura
silícea arcillosa y rico en materia orgánica, con pH entre 5,5 y 7,02. No tolera el
encharcamiento. Lo más destacable en cuanto al suelo es que se trata de una especie con
cierta tolerancia a la salinidad. De ahí que admita el cultivo en suelos ligeramente
salinos o el riego con agua algo salitrosa. (AGRIPAC, 1999).
Preparación del suelo

Esta hortaliza cultivada en invernadero tolera mejor las condiciones de salinidad, tanto
del suelo como del agua, pero es muy sensible al encharcamiento.

Por lo menos 15 días antes del trasplante, es necesario arar, cruzar y nivelar el suelo,
para dejarlo suelto, mullido, libre de terrones, y facilitar la realización de camas para el
cultivo. Cuando los suelos son arcillosos conviene incorporar cascarilla de arroz o
cascajo (10 sacos en 100 m2), a fin de mejorar la estructura del suelo, es decir, dejarlo
más suelto para que puedan penetrar las raíces y se facilite el drenaje de los excesos de
humedad. Durante esta labor, es aconsejable tomar muestras para realizar un análisis de
suelo, con el propósito de conocer los niveles de nutrientes que existen en el terreno y,
de acuerdo a los resultados, satisfacer los requerimientos del cultivo. (AGRIPAC,
1999).

Surcado

Previo al trasplante, se construyen los surcos, tensando una piola a una distancia de 1,20
m entre surcos; siguiendo esta señal, con un pico o azadón, se abre un pequeño surco de
5 a 10 cm de profundidad, allí se incorpora la materia orgánica descompuesta y el
fertilizante de fondo. Se mezclan bien estos ingredientes, a fin de evitar su contacto con
las raíces de las nuevas plantas y provocar quemaduras que pueden acabar con ellas.

Finalmente, se hacen hoyos de 5 cm de profundidad junto a cada gotero, allí se deposita


1 kg de tierra negra u otra que no haya tenido el tomate riñón como cultivo. Este
material al estar limpio de enfermedades impide que las plantas nuevas mueran luego
del trasplante. (AGRIPAC, 1999).

Preparación de las camas

Resulta crucial realizar la preparación de la cama para incorporar la técnica del


acolchado. Las camas deben tener 0,6 m de ancho por 0,15 m de altura, el largo depende
de la longitud del invernadero, el ancho del camino debe ser de 0,60 m. Aunque esta
actividad encarece los costos de producción, éstos se compensan por el incremento de la
productividad.

Las camas pueden estar o no cubiertas por una lámina de plástico, sin embargo, al
hallarse elevadas sobre el nivel del suelo, generan una zona radical más definida. Estas
camas se pueden espaciar de acuerdo con las exigencias de riego y la densidad de
siembra. Las configuraciones pueden variar considerablemente.

Se utilizan láminas de plástico de color negro, blanco y negro, gris, o café, y sirven para
controlar las malas hierbas, reducir la evaporación del agua, proporcionar una barrera
protectora que previene el contacto directo entre los frutos y el suelo y la subsiguiente
pudrición de éstos. Asimismo, aumentan la temperatura del suelo permitiendo a la
planta una mayor absorción de nutrientes.
Abonamiento y fertilización de fondo

Una práctica que proporciona buenos resultados es la incorporación, en surcos o camas,


de materia orgánica descompuesta a razón de 2 000 a 6 000 kg por 1 000 m2 de
invernadero. Si se quiere obtener una buena producción, no se puede prescindir de esta
actividad; si únicamente se incorpora fertilización química, el resultado será una
producción insignificante.

Asimismo, es importante aportar fertilizantes químicos como fertilización de fondo,


para complementar las necesidades de nutrientes que requieren las plantas en su etapa
inicial; los aportes restantes se pueden realizar por medio del fertirriego.

 Sulfato de amonio: 20 – 40 kg/1 000 m2


 Superfosfato triple: 50 – 80 kg/1 000 m2
 Sulfato de potasio: 20 – 40 kg/1 000 m2

Sin embargo, esta cantidad depende de los resultados del análisis del suelo, que
determinan la dosis más adecuada a utilizar.

Acolchado plástico

En el mercado existen plásticos de varios colores y medidas. El más utilizado es la


lámina de polietileno de color negro y gris, de 1 m de ancho y calibre 3. Esta lámina se
coloca manualmente, después de formar camas de cultivo, es decir, una vez que se ha
incorporado materia orgánica, y colocado la tierra negra y el sistema de riego por goteo.

El acolchado impide el contacto de las primeras hojas y frutos con el suelo, y previene
el crecimiento de plantas ajenas al cultivo. Con la incorporación del sistema de
acolchado, se incrementa la producción de 2 a 3 kg/planta con relación al cultivo sin
acolchado, lo que compensa la inversión realizada. El incremento de la producción se
debe al aumento de la temperatura del suelo, fenómeno que permite a la planta asimilar
nutrientes y agua. Es recomendable emplear plásticos fotodegradables o recoger los que
no lo son, para llevarlos a una planta de reciclado. No se deben quemar.

LABORES CULTURALES DEL CULTIVO

La densidad de plantación determina la radiación solar que recibirá el cultivo y cómo la


aprovechará para el desarrollo de las plantas. Las distancias más utilizadas entre hileras
y plantas son las siguientes:

 1,0 x 0,20 m = 50 000 plantas por hectárea


 1,10 x 0,30 m = 33 333 plantas por hectárea
 1,20 x 0,30 m = 27 777 plantas por hectárea

La distancia de siembra más utilizada es 1,20 m entre hileras y 0,30 m. No obstante, hay
que adaptarse a la estructura del invernadero, al sistema de riego empleado y a la
colocación del tutoreo.
Por ello se recomienda utilizar los sistemas más sencillos para abaratar los costos, no
solo en el sistema de riego, sino en el número de plantas a utilizar, siempre que no
influya en la productividad del cultivo.

Trasplante

Para un procedimiento exitoso se endurecen las plantas manteniéndolas sin irrigación


por tres días antes del trasplante, así:

 A raíz desnuda: el más común, las plántulas al sacarse del semillero se colocan
en baldes con agua, barro y urea (una cucharada por galón) para consérvalas
frescas aunque no se recomienda este sistema debido a que la planta sufre un
estrés por efecto del corte de su raíz principal, las altas temperaturas ocasionan
muertes por deshidratación y se produce un retardo de 10 a 15 días para entrar
en cosecha.
 Con pilón de tierra: es conveniente emplear un plantador que extraiga del suelo
un volumen de tierra similar al que ocuparan el cepellón.

Poda

La poda como la actividad que tiende a eliminar los tallos laterales, lo que trae
consecuentemente una producción más precoz y de frutos más grandes (Guzmán, 1987).

Poda de formación: Al mes se realiza la primera poda en uno o dos tallos. En la poda a
un tallo se eliminan todos los brotes axilares del tallo principal, y solo se deja el
crecimiento indefinido de la guía principal; luego se pueden elegir estas opciones:

 Despuntar.
 Dejar sin despuntar y luego bajar el eje principal, formando rollo en el suelo.
(Rodríguez, 2001).

En la poda a dos tallos, se deja crecer uno de los brotes axilares (a partir de la segunda o
tercera hoja tras la primera inflorescencia); con ello se dispone de dos guías o tallos (el
principal y el nacido de brotes axilares).

El aumento del número de tallos-guía incide en el tamaño del fruto (menor tamaño con
más guías). La densidad de plantación debe adecuarse al tipo de poda previsto,
ampliándose el marco de plantación si se trabaja con dos guías. La labor de poda se
realiza 30 días después del trasplante, es decir, con la aparición de los primeros brotes
axilares.

Poda de mantenimiento: Cada semana se eliminan los brotes axilares que crecen en
los tallos seleccionados.
Poda de hojas: A partir del cuarto mes, con la ayuda de una tijera o desgajándolas
manualmente, se inicia la poda de las hojas bajeras. Es importante desinfectar los cortes
con Vitavax (20 gramos y 1/4 litro de agua), con la ayuda de una brocha.

Esta labor permite obtener frutas con mayor rapidez y uniformidad en el color. La
supresión de hojas enfermas (deshojado) es una faena habitual, especialmente, en los
híbridos de crecimiento indeterminado. Esta actividad mejora la iluminación, aireación
y, en consecuencia, la sanidad.

Es aconsejable entresacar hojas escalonadamente y nunca en gran cantidad; eliminar


primero las hojas bajeras que tocan el suelo, luego hasta el primer racimo, dejándolo al
descubierto cuando la fruta tenga determinado su tamaño. Posteriormente, se deshoja
conforme se cosecha y crece la planta.

Poda de flores y aclareo de frutos: Normalmente las variedades de tomate presentan


racimos con un número alto de flores que puede fluctuar entre 4 a 20; por lo que
conviene podarlas dejando de 6 a 8 inflorescencias. Esto permite tener una fruta de
mejor tamaño y calidad. Asimismo, si ya se han formado frutos, se eliminan dejando el
número indicado. Además, cuando crece un brote vegetativo a continuación del racimo
floral, se lo elimina para permitir el desarrollo de los frutos. (Nuez, 1995).

Es importante la supresión temprana de flores y frutos defectuosos, así se evita que


compitan con los normales. Estas prácticas homogenizan y aumentan el tamaño de los
frutos restantes y mejoran su calidad. (Nuez, 1995).

Cultivares vigorosos de crecimiento indeterminado, la planta puede alcanzar longitudes


que superan los 10 m, pero solo los 2 ó 3 m terminales mantienen hojas, flores y frutos
(Nuez, 1995).

Tutoraje

Esta labor proporciona una mejor aireación del cultivo, facilita el control fitosanitario y
permite obtener frutos más limpios y sanos.

En su etapa inicial de crecimiento, el tomate es una planta herbácea; el tallo se lignifica


parcialmente en etapas posteriores, pero la debilidad de su cuello exige el empleo de
tutores.

Conviene realizar el sistema de tutoreo en forma independiente al invernadero; sin


embargo, muchos agricultores aprovechan la misma estructura y la sobreponen. De
hacerlo así, conviene asegurar bien los extremos con soportes o contravientos. (Nuez,
1995).

Sobre cada hilera de tomate se colocan 1 ó 2 filas de alambre galvanizado número 10 ó


12, a 2,80 m de altura. Esta labor facilita una mejor aireación del cultivo, y el control de
plagas y enfermedades.
El tutoreo consiste en prestar soporte a la planta, para mantenerla recta y evitar que las
hojas y, sobre todo, los frutos rocen el suelo. Con piola plástica se ata la zona basal de la
planta (anudado o sujeto mediante lazos), con el otro extremo del hilo se sujeta a un
alambre horizontal situado a determinada altura por encima de la planta (2,80 m sobre el
suelo). Conforme la planta crece, se va liando o sujetando al hilo tutor hasta que la
planta alcance el alambre. Este sistema mejora la aireación del cultivo, facilita las
operaciones de tratamientos fitosanitarios, y asegura obtener frutos más limpios y sanos.

Deshierba y aporques

La lucha contra las malas hierbas debe llevarse a cabo aplicando una estrategia que
combine las labores mecánicas, los tratamientos herbicidas y las escardas manuales. Es
de gran importancia los primeros rascadillos cuando la planta es aún pequeña ya que se
consigue romper la costra del terreno aireando éste y lográndose una mejor oxigenación
de las raíces. (Rodríguez, 1995)

Riego

El riego es esencial para asegurar altos niveles de producción. La elección de un sistema


de riego depende de la disponibilidad de agua, clima, economía y de las preferencias
personales. El más utilizado es el sistema riego por goteo acompañado de fertirrigación.

En este tema es más difícil dar una norma generalizada, por las grandes diferencias
climáticas y de suelo que presentan las diversas zonas. Por ello se ofrece una guía para
llevar lo más técnicamente posible. (León, 1980)

PLAGAS Y ENFERMEDADES DEL TOMATE

Análisis científico: Las plagas y enfermedades son una amenaza permanente para los
agricultores y los productores de hortalizas, ya que ocasionan pérdidas económicas por
eso hay que realizar varios controles que permitan evitar la presencia de estos
organismos.

Análisis personal: Para evitar el ataque de plagas y enfermedades se debe mantener el


cultivo libre de malezas y si existe dicha presencia es necesario realizar un control ya
sea cultural, biológico o químico.

CONSUMO DEL TOMATE

Este vegetal se puede comer crudo, en salsas, frito, en zumos, tostado, cocido, o como
se te ocurra. Es muy delicioso y a su vez, refrescante y nutritivo. Según varias
investigaciones, el tomate es superior a cualquier fármaco que conozcas, ya que
previene el infarto y el cáncer.

RECETAS
CREMA DE TOMATE

Ingredientes:

 2 tomates riñón
 1 zanahoria amarilla
 1 presa de pollo
 ½ cebolla perla
 1rama de cebolla blanca
 1 poquito de tomillo
 3 cucharadas de harina ya

Preparación:

Poner a cocinar los tomates cuando estén suaves licuarlos y tenerlos en un recipiente,
mientras tanto ponga a cocinar el pollo luego ponga ajo , cebolla blanca y perla cuando
ya esté cocinado el pollo agregar el jugo de tomate que lo licuó con la zanahoria, luego
tostar el harina por un momento para luego licuarlo con un poco de agua y soltarlo en el
caldo meciéndolo hasta que espese poner también un cubito de pollo magi, al final
poner un poco de tomillo en el caldo; darle el último hervor y apagar y servir con papas
fritas, canguil, o pan tostado.

RECETA DE TOMATES RELLENOS DE CARNE PARA LLEVAR

Ingredientes (2 personas):

• 2 tomates
• 100 gr de carne picada
• 1/2 cebolla
• 1 diente de ajo
• un poco de pan
• leche (para remojar el pan)
• aceite de oliva
• 1/2 cucharadita de azúcar
• una pizca de sal

Elaboración de la receta de Tomates rellenos para llevar:

1. Corta una rodaja por la parte superior de cada tomate y resérvala para utilizarla a
modo de tapa. Con cuidado, vacía los tomates con una cuchara y reserva la
pulpa. Coloca los tomates boca abajo para que se escurran.
2. Por otro lado, pon la leche en un plato hondo y añade el pan. Deja que se
remoje, escurre el pan y reserva.
3. Pica la cebolla y el diente de ajo.
4. Pon un chorrito de aceite de oliva en una sartén y rehoga el ajo, la cebolla, la
carne picada y la pulpa del tomate. Sazona. Añade el pan remojado en leche y
media cucharadita de azúcar. Mezcla y retira del fuego.
5. Rellena los tomates y ponles la tapa de tomate reservada. Colócalos en una
bandeja de horno y mételos en el hornoprecalentado a 200ºC durante 15-20
minutos.
6. Saca del horno y sirve.

RECETA DE TOMATES RELLENOS DE VERDURA Y QUESO TIERNO

Ingredientes (4 personas):

• 2 tomates
• 100 gr. de judías verdes
• 150 gr. de queso
• 100 gr. de jamón serrano
• 100 gr. de cecina
• 1 vaso de leche
• 1 cucharada de harina
• aceite virgen extra
• sal

Elaboración de la receta de Tomates rellenos de verdura y queso tierno:

1. Limpia los tomates, córtalos por la mitad. Vacíalos con una cucharilla. Tira las
pepitas y reserva la carne.
2. Pica el jamón y saltéalo en una sartén con aceite. Agrega las judías verdes y el
calabacín picados en taquitos. Rehoga brevemente e incorpora la pulpa de los
tomates. Trocea el queso en dados y añádelos al salteado. Rellena los tomates y
cocínalos en el horno a 200ºC durante 10 minutos.
3. Para la bechamel, pon un poco de aceite en una cazuela, agrega la harina y
rehoga brevemente. Vierte la leche poco a poco y cocina hasta que espese.
Sazona y espolvorea con un poco de perejil picado. Retira los tomates del horno,
nápalos e introduce nuevamente en el horno para gratinar.
4. Pica los espárragos verdes en taquitos y rehoga brevemente en una sartén con un
poco de aceite. Incorpora la cecina cortada en taquitos y saltea.
5. Sirve medio tomate relleno por ración y adorna con el salteado de espárragos y
cecina.

COSECHA

RECOLECCIÓN

La cosecha de frutos para el consumo en fresco se realiza en forma manual, para ello se
utilizan cestos (canastas) o baldes plásticos, en los que se depositan los frutos;
posteriormente se vacían en una lona extendida sobre el suelo en una bodega a la
sombra. Allí se apilan hasta su posterior limpieza, selección y colocación en cajas de
madera. Los frutos se cosechan rojos, pintones y de todos los tamaños; no se debe dejar
madurar demasiado, ya que el tomate muy rojo pierde precio en el mercado, debido a su
corto período de duración en poscosecha.

Durante la recolección de los frutos de tomate, es aconsejable extraer los frutos con
pedúnculo, esta característica, además de mejorar la presentación de venta en el
mercado, permite diferenciar de los tomates cosechados a campo abierto.

Análisis científico: La cosecha del tomate se realiza de forma manual, se cosechan los
más rojos y de todos los tamaños.

Análisis personal: La cosecha del tomate es indispensable ya que nos ayuda al secado
y limpieza de los frutos, se debe tener en cuenta las características que tiene la planta al
momento de realizar la cosecha.

POSTCOSECHA

Limpieza: Para una mejor presentación comercial e higienización de los frutos en el


mercado, es necesario eliminar la suciedad existente en la epidermis de los tomates con
una franela humedecida en agua. Esta suciedad puede tener diverso origen: tierra, polvo,
restos de tratamientos, hojas, microorganismos, etc.

Selección: Para comercializar los tomates conforme a las normas de calidad, es


necesario seleccionar y clasificar. Estas actividades pueden realizarse manualmente,
separando los tomates en diferentes grupos de acuerdo al tamaño y color del fruto. Es
decir, los rojos y los pintones se clasifican en cajas separadas, para facilitar su
conservación. Para el efecto se separan los más gruesos (primero), los medianos
(segundo), los siguientes (tercero) y finalmente los pequeños (cuartos).

Envasado: Generalmente, el envasado se realiza en cajas de madera, con una capacidad


entre 38 y 40 libras; se deben llenar con una pequeña colma de 3 a 4 cm por encima del
nivel de la caja. Los cajones para el transporte de la fruta deben ser rígidos, puesto que
deben soportar el movimiento en carreteras difíciles.

Almacenaje: Los híbridos cultivados en invernadero presentan frutos consistentes, y se


pueden conservar durante siete días sin sufrir problemas de pudrición.

Análisis científico: La poscosecha es importante ya que es un periodo desde la


recolección del tomate del invernadero hasta que son consumidos en estado fresco o son
utilizados en un proceso de transformación del producto.

Análisis personal: La poscosecha nos permite tener un manejo adecuado antes de


comercializar el tomate, ya que este producto debe estar fresco y libre de plagas y
enfermedades.

COMERCIALIZACIÓN
En la comercialización del tomate, el factor determinante es la aceptación por parte del
consumidor. Éste exige un tomate de buen tamaño, forma y color; asimismo, un cierto
grado de madurez, frescura, sabor y aspecto, desplazando a un segundo plano el valor
nutritivo y el precio.

Un factor adicional de aceptación por parte del consumidor, que está ligado a la
evolución de la maduración, es la firmeza y consistencia de los frutos que es percibida
por el tacto entre los dedos y durante la masticación.

Análisis científico: Si no se realiza una comercialización del producto se tendrá


pérdidas económicas y los productores no tendrán ningún beneficio.

Análisis personal: La comercialización es importante ya que nos ayuda a obtener


beneficios económicos siempre y cuando tengamos un destinatario al cual ofrecer
nuestro producto.

Estacionalidad de la producción

La estacionalidad de la producción constituye un factor de indudable importancia


económica en el análisis de la oferta, pues ha determinado las corrientes comerciales
tradicionales de tomate destinado al consumo fresco. Como es conocido, la oferta de
tomate se mantiene durante todo el año, de este modo se disminuyen los problemas que
plantean la fuerte concentración de la producción en un reducido período de tiempo.

Tradicionalmente, en Ecuador, se distingue un período de producción bien definido,


sobre todo en zonas de clima cálido y en valles, donde se cultiva únicamente en épocas
de verano, al finalizar la época invernal. El verano favorece el desarrollo de esta
actividad, ya que hay menos riegos de enfrentar problemas de carácter climático; el
tomate cultivado a la intemperie es bastante susceptible a los efectos de fuertes lluvias y
como consecuencia de esto aparecen enfermedades y plagas.

No obstante, en las zonas andinas y en condiciones de invernadero, puede ser cultivado


durante todo el año. Es recomendable no hacer coincidir el ciclo de producción con las
fechas de siembra en zonas templadas y a campo abierto, para evitar la saturación de
productos en el mercado y la consecuente reducción de los precios de venta.

Generalizando la estructura temporal de la oferta, hemos podido observar una


concentración de la producción en el verano, entre julio y enero. Por tal razón, la
siembra en los invernaderos ubicados en las zonas andinas debe efectuarse entre
septiembre y noviembre. Los transplantes hechos en estos meses permiten iniciar
cosechas en febrero y marzo, épocas en las que no existe abundancia del producto en el
mercado. De esta manera el agricultor puede vender a un buen precio. Sin embargo, se
puede cultivar durante todo el año en pequeñas superficies, a fin de mantener la relación
con los clientes.

CONCLUSIONES
 En la actualidad, el tomate riñón es la hortaliza más cultivada en el mundo, por
su contenido nutricional y su demanda en la dieta diaria. Se lo puede cultivar a
campo abierto y en invernadero, desde el nivel del mar hasta una altura de 3 200
msnm; es decir, en zonas tropicales, valles y en zonas andinas en condiciones de
invernadero.
 El tomate riñón es uno de los cultivos más importantes en invernadero, por ser
una hortaliza de consumo masivo, su popularidad aumenta debido a su alta
producción y rentabilidad.

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