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LAS PARTES EN EL PROCESO

Es quien reclama y frente a quien se reclama la satisfacción de una pretensión.


En todo proceso, intervienen dos partes: una que pretende en nombre propio o
en cuyo se pretende la actuación de una norma legal, denominada actora, y otra
frente a la cual esa conducta es exigida, llamada demandada.

La presencia de esas dos partes en el proceso es una consecuencia del principio


de contradicción, de donde se deduce que en los llamados procesos voluntarios
no podemos hablar de actor o demandado, dado que las pretensiones son
coincidentes. En estos procesos, el concepto de parte debe ser reemplazado por
el de "peticionarios", es decir, aquellas personas que en interés propio, reclaman,
ante un órgano judicial, la emisión de un pronunciamiento que constituya, integre
o acuerde eficacia a determinado estado o relación jurídica.

El concepto de parte es estrictamente procesal y esa calidad está dada por la


titularidad activa o pasiva de una pretensión y es totalmente independiente de la
efectiva existencia de la relación jurídica sustancial, sobre cuyo mérito se
pronunciará la sentencia.

Cuando el proceso se inicia, al juez se le presentan meras hipótesis, simples


afirmaciones, no hechos comprobados; y es precisamente para llegar a
comprobar si realmente existe el derecho alegado y si ese actor está o no
legitimado, que se instruye el proceso.

Pueden ser parte todas las personas tanto físicas como de existencia ideal, o
sea los entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones. Las
personas jurídicas, por su propia naturaleza deben actuar por intermedio de sus
representantes legales o estatuarios.

Una misma persona puede tener en el proceso la calidad de parte actora y


demandada, como ocurre en el caso de la reconvención.

Carnelutti, distingue la parte en sentido material o sustancial de la parte en


sentido formal o procesal.

Son parte en sentido material o sustancial los sujetos de la relación jurídica


sustancial. Por ejemplo, el comprador y vendedor en el contrato de compra-
venta; el que produce el daño y quien lo sufre, en el caso de responsabilidad
extracontractual.

Son parte formal o procesal los sujetos que ejerciten el derecho de acción y de
contradicción en el proceso, es decir, el demandante y el demandado.

De lo anotado es posible establecer una perfecta distinción entre el que pide la


tutela jurisdiccional y aquel en favor de quien se pide la tutela. Algo más, en el
derecho sustantivo se hace también una distinción entre la parte acreedora (en
términos abstractos y genéricos) y la parte deudora (también en los mismos
términos) , diferente, lógicamente, de lo que ocurre en el aspecto procesal.
Normalmente el acreedor en la relación material coincide con la posición que
adopta quien es parte demandante y el deudor con la que adopta la posición de
quien es parte demandada en la relación procesal. Por ello la importancia de
determinar las partes en la relación jurídica material y, luego, las partes en el
proceso correspondiente, para poder explicar la presencia de la Relación jurídica
procesal que nuestro ordenamiento procesal civil exige como condición para la
validez y eficacia del proceso como instrumento jurisdiccional. Empero, debemos
señalar que el concepto de parte se utiliza con más frecuencia en el ámbito
procesal, de modo que parte en el proceso es quien reclama y contra quien se
reclama la satisfacción de una pretensión procesal. Los terceros incorporados al
proceso suelen considerarse como parte en el proceso, dependiendo de la
naturaleza del interés con que se incorporan a él.

LAS PARTES EN EL PROCESO CIVIL

Normalmente en el proceso civil hay dos partes: La parte demandante y la parte


demandada, que pueden, ser personas naturales, personas jurídicas,
patrimonios autónomos, etc. Cada parte, por otro lado, puede estar constituida
por una o más personas, dando lugar a la figura procesal del litis consorcio. La
idea de parte excluye la de terceros. Podemos conceptuar que es parte aquel
que, en su propio nombre o en cuyo nombre se pide, invoca la tutela
jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de la
voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo; también es parte aquel contra
quien se formula el pedido. De lo anotado es posible establecer una perfecta
distinción entre el que pide la tutela jurisdiccional y aquel en favor de quien se
pide la tutela. Algo más, en el derecho sustantivo se hace también una distinción
entre la parte acreedora (en términos abstractos y genéricos) y la parte deudora
(también en los mismos términos), diferente, lógicamente, de lo que ocurre en el
aspecto procesal. Normalmente el acreedor en la relación material coincide con
la posición que adopta quien es parte demandante y el deudor con la que adopta
la posición de quien es parte demandada en la relación procesal. Por ello la
importancia de determinar las partes en la relación jurídica material y, luego, las
partes en el proceso correspondiente, para poder explicar la presencia de la
Relación jurídica procesal que nuestro ordenamiento procesal civil exige como
condición para la validez y eficacia del proceso como instrumento jurisdiccional.
Empero, debemos señalar que el concepto de parte se utiliza con más frecuencia
en el ámbito procesal, de modo que parte en el proceso es quien reclama y contra
quien se reclama la satisfacción de una pretensión procesal. Los terceros
incorporados al proceso suelen considerarse como parte en el proceso,
dependiendo de la naturaleza del interés con que se incorporan a él.

CAPACIDAD PROCESAL

La capacidad procesal, es decir, la legitimatio ad processum, sólo la tienen


aquellas personas naturales que por sí mismas pueden intervenir en el proceso;
más preciso, aquellas personas que se hallan habilitadas por la ley para hacer
valer sus derechos por sí mismas planteando la demanda, contradiciéndola y
realizando determinados actos procesales.

La capacidad procesal normalmente se adquiere a los 18 años de edad, pues


ésta constituye una forma de ejercitar los derechos civiles (Art. 422 CC). Sólo las
personas naturales tienen capacidad procesal, en atención a que ésta importa
intervención personal y directa en el proceso.

El Código Procesal Civil, recogiendo el concepto anotado, señala que tienen


capacidad para comparecer por sí en un proceso las personas que pueden
disponer de los derechos que en él se hacen valer, así como aquellas a quienes
la ley se lo faculte (Art. 58, primer párrafo, CPC). La pregunta que surge a
continuación es: ¿Quiénes pueden disponer válidamente de los derechos que en
un proceso se discuten? La respuesta, formulada genéricamente, es que para
disponer de tales derechos válida- mente se debe tener capacidad de ejercicio
de los derechos civiles, que como lo establece el Código Civil (Art. 422 CC) se
adquiere a los 18 años de edad, con la salvedad que dicho numeral señala.

El mismo Código Procesal Civil prevé que tienen capacidad para conferir
representación designando apoderado judicial-se entiende dentro de un proceso
o fuera de él para hacerlo valer en el proceso-las personas que también pueden
disponer de los derechos que en él se debaten (Art. 582, primer párrafo, CPC)
.Es que para conferir poder dentro del proceso se supone que e1 representante
(quien va a conferir poder) se ha apersonado válidamente al proceso, lo que
importa que quien confiere representación tiene capacidad procesal.

Cuando el Código prevé que las demás personas deben comparecer al proceso
por medio de representante legal (Art. 58, primer párrafo, CPC), se refiere a
aquellas personas que no tienen capacidad procesal, aludiendo a aquellas que
no pueden comparecer al proceso por sí mismos. Como ejemplo señalamos el
caso dc las personales físicas que no pueden ejercitar válidamente sus derechos
civiles, el caso de las personas Jurídicas las que son entes ideales, etc.

LA REPRESENTACIÓN EN EL PROCESO

En términos genéricos, la representación importa la celebración de negocios


jurídicos en nombre de otra persona y que sus efectos son vinculantes para el
representado. La representación se ha establecido para satisfacer necesidades
humanas. Si no existiera este instituto la actividad del hombre reduciría el
patrimonio de los incapaces, por ejemplo, no sería pasible de negocios jurídicos.
Mediante la representación se suple la falta de capacidad de ejercicio de 1os
derechos civiles de las personas. Nuestro ordenamiento civil establece que el
acto jurídico puede ser realizado mediante representante y que la facultad de
representación la otorga el propio interesado o la confiere la ley (Art. 1452 CC).

En el orden procesal, toda persona, natural o jurídica, o entes singulares como


los patrimonios autónomos, tienen derecho para intervenir en el proceso para
defender sus intereses en controversia. Pero hay casos en los cuales el titular
del derecho en litigio en el proceso no tiene capacidad procesal (no ha cumplido,
por ejemplo, los 18 años de edad la persona natural en estos supuestos, terceras
personas señaladas por la ley son las que intervienen en nombre y
representación de los inca- paces. Estamos aquí frente a la denominada
representación legal.

En cambio, hay supuestos en los cuales la persona titular de un derecho en


controversia en el proceso, no obstante tener capacidad procesal, por múltiples
razones, puede ponerse en la situación de no poder intervenir personalmente en
el proceso, el caso en el cual perfectamente puede delegar en terceras personas
su representación, de modo que estas Intervengan en representación del
litigante. En estos casos estamos frente a la denominada representación
voluntaria. Finalmente, hay también supuestos en los cuales el Juez es quien
designa al representante, como el caso de la designación del curador procesal;
en este caso estamos frente a la denominada representación judicial autorizada,
naturalmente, por la ley.

Para la válida intervención de los representantes en el proceso, éstos deben


acreditar fehacientemente su calidad de tales, pues, de lo contrario, el Juez debe
rechazar su participación o, en su caso, la parte contraria tendrá perfectamente
la facultad de cuestionar la intervención del que invoca una representación. El
padre del hijo menor de edad demandante, que ejerce la patria potestad, por
ejemplo, acreditará su representación en el proceso presentando la partida de
nacimiento del menor; el representante de una sociedad comercial podrá
acreditar su personería con la presentación de su estatuto. Tratándose de la
representación voluntaria, quien se apersona al proceso en nombre de alguna
de las partes, acreditará su personería presentando el poder conferido en la
forma señalada por la ley, por ejemplo, la escritura pública que contenga el poder
conferido. Finalmente, tratándose de la representación judicial, para el
nombramiento del representante deben cumplirse determinados requisitos y
trámites que el ordenamiento procesal determina; sólo así tendrá válida
representación.

CONCEPTO DE ACUMULACIÓN

Teóricamente se considera que una relación jurídica procesal clásica unitaria y


supone la presencia de dos partes (demandante y demandado) y en cada parte
se encuentra una sola persona y una sola pretensión. Sin embargo, en la realidad
se aprecian relaciones jurídicas más complejas en las que aparecen en cada una
de las partes más de dos personas (como demandantes o como demandados) y
más de una pretensión; entonces surge la institución procesal de la acumulación.

Podemos definir la acumulación como una institución procesal que se presenta


cuando hay más de una pretensión o más de dos personas (como demandantes
o como demandados) en un proceso. Esta institución, ha sido regulada por hacer
efectivo el principio de economía procesal y evitar la expedición de fallos
contradictorios.

CLASIFICACIÓN

Podemos clasificar la acumulación en:

ACUMULACIÓN OBJETIVA: Existe acumulación objetiva cuando en el proceso


se demanda más de una pretensión.

V.gr.: Resolución de contrato más indemnización por daños y perjuicios.

a) Acumulación Objetiva Originaria: Esta institución se presenta cuando existen


más de dos pretensiones en la presentación de la demanda. Para la procedencia
de esta clase de acumulación de pretensiones se requiere, que dichas
pretensiones no sean contradictorias entre sí, salvo que se propongan en forma
alternativa, o subordinada. Uno de los elementos indispensables para la
procedencia de la acumulación, es que exista conexidad entre dichas
pretensiones.

Existe conexidad entre las pretensiones, cuando se presentan elementos


comunes entre las distintas pretensiones a acumularse o por lo menos elementos
afines entre ellas.

La acumulación de pretensiones objetiva, es originaria, cuando en una demanda


se proponen dos o más pretensiones y es sucesiva, cuando se proponen o se
integran otras pretensiones después de iniciada la demanda, generalmente las
pretensiones que integran al ampliar o modificar la demanda.

En la Ley se permite la acumulación sucesiva de pretensiones especialmente las


que integran los terceros legitimados que integran sus propias pretensiones en
el curso del proceso. En cuanto a las accesorias, puede integrarse aún hasta el
día en que se produzca la audiencia de conciliación.
Requisitos.-

Son requisitos de la acumulación objetiva de pretensiones, las siguientes

1) Que las pretensiones sean de competencia de un mismo Juez.

2) No sean contrarios entre sí, salvo que sean propuestas en forma subordinada
o alternativa.

3) Que sean tramitables en una misma vía procedimental.

En la ley se establece las excepciones en la aplicación de estos requisitos de la


acumulación de pretensiones.

La indebida acumulación de pretensiones genera la improcedencia de la


demanda, por estar considerado como un requisito de fondo de la demanda.

ACUMULACIÓN OBJETIVA ORIGINARIASUBORDINADA.

En ella se presentan pretensiones que tienen una relación de principal o


subordinada, el desamparo de una conduce al Juez a pronunciarse respecto a
otra. La relación de subordinación debe ser expresada por el demandante (de lo
contrario se puede declarar improcedente la demanda por lo establecido en
inciso 7 del artículo 427º del C.P.C.).

Sería por ejemplo pretensión principal, la entrega de un vehículo por haber


comprado y pagado gran parte del precio, y si se desestima la entrega del
vehículo, la pretensión subordinada sería, que se le devuelva el dinero entregado
a cuenta de la compra. Si se desestima la entrega del vehículo, el Juez tiene que
pronunciarse obligadamente sobre la devolución del dinero entregado a cuenta
del precio de compra, ya que no puede quedarse con el dinero que se entregó

ACUMULACIÓN OBJETIVA ORIGINARIA ALTERNATIVA.

En este caso, el demandante, en su demanda propone dos pretensiones, de tal


manera que el demandado, tiene la facultad de elegir cuál de las pretensiones
debe cumplir; si el demandado no ejerce la facultad de elegir la pretensión a
cumplir, el demandante es quien elige, en la ejecución de la sentencia.

Por ejemplo, sería acumulación de pretensiones alternativa, el pedido de la


resolución de un contrato de compra-venta, por no haberse pagado más del 50
% del valor del bien o alternativamente el pago del saldo adeudado. A pesar de
ser pretensiones contrarias, están planteadas en forma alternativa y el Juez,
puede amparar ambas pretensiones y en ejecución de sentencia, existiría
facultad de elegir cuál de las pretensiones deben cumplirse por el demandado.

ACUMULACIÓN OBJETIVA ORIGINARIA ACCESORIA.

El demandante propone varias pretensiones, advirtiendo que una de ellas tiene


la calidad de principal y las otras son pretensiones que dependen de la propuesta
como principal, y por esta razón toman el nombre de accesorias.

El Código permite la acumulación de procesos, cuando existe conexidad, que en


doctrina se conoce también con el nombre de conexión impropia, es decir, deben
existir elementos fines entre pretensiones distintas; y no la conexión propia
presente entre pretensiones que derivan del mismo título o causa.

Por ejemplo, en una demanda pueden proponerse, como pretensión principal,"


Petición de Herencia" y si los bienes producen renta, puede proponerse como
pretensión accesoria, el pago de "Frutos" de los bienes en la proporción que
corresponde al demandante y si se actuó de mala fe, como pretensión accesoria,
puede proponerse la de cobro de daños y perjuicios. Si el Juez, ampara la
pretensión principal, también ampara las pretensiones accesorias.

Como principio general, las pretensiones como requisito legal de la demanda, es


parte integrante de ella. Sin embargo, como excepción establece, que las
pretensiones accesorias, puede integrarse y acumularse a la pretensión
principal, hasta antes del saneamiento procesal.

En este sentido, por ejemplo, el artículo 1985 del C.C prevé una accesoriedad
legal, que no requiere ser propuesta expresamente, por tratarse de una norma
imperativa; es el caso del pago de los intereses cuando se trata de la
responsabilidad extracontractual, sobre el cual el Juez obligatoriamente debe
pronunciarse aun cuando no se haya demandado expresamente.

Tratándose de pretensiones que tiene que ver con la separación de cuerpos y


de divorcio por causales, el Código Procesal Civil prevé una acumulación
originaria y accesoria de pretensiones estableciendo que pueden acumularse a
la pretensión principal de separación o de divorcio las pretensiones sobre
alimentos, tenencia y cuidado de los hijos, suspensión o privación de la patria
potestad, separación de bienes gananciales y las demás relativas a derechos u
obligaciones de los cónyuges o de éstos con sus hijos, o de la sociedad
conyugal, que directamente deban resultar afectadas como consecuencia de la
pretensión principal.[8] Este tipo de acumulación supone que no existe proceso
fenecido sobre separación por causales o divorcio. En este caso de acumulación
no son de aplicación las reglas referidas a la competencia del Juez y a la vía
procedimental como requisitos de la acumulación objetiva.

Es posible la acumulación de pretensiones accesorias que tuvieran decisión


ejecutoriada (decisión firme) a condición de que soliciten su variación.

La pretensión accesoria prevista expresamente en la Ley, se considera


tácitamente integrada al proceso y el Juez debe pronunciarse sobre ella. Por
ejemplo, en el Art. 1321 del Código Civil, establece: Queda sujeto a
indemnización de daños y perjuicios, quien no ejecuta sus obligaciones por dolo
o por culpa. Si la pretensión es el cumplimiento de la obligación, los daños y
perjuicios se integran al proceso tácitamente y el Juez debe pronunciarse en la
sentencia. En otros muchos casos en la ley sustantiva en forma expresa se
regulan los daños y prejuicios y otras pretensiones accesorias.

b. ACUMULACIÓN OBJETIVA SUCESIVA

Se presenta cuando se incorporan al proceso pretensiones procesales con


posterioridad a la presentación, admisión y notificación con la demanda.

Se produce en los siguientes casos:

Cuando el demandante, amplía su demanda, con una o más pretensiones.- En


este caso, se produce la acumulación de pretensiones, es decir, la que contiene
la demanda y la que contiene la reconvención.

Cuando el demandado reconviene (Art. 88, inc 2, C.P.C.)

Acumulación de procesos (Art. 88, inc 3, C.P.C.)


ACUMULACION SUBJETIVA

Supone la presencia de más de dos personas dentro de un proceso ya sea como


demandantes, como demandados. El litisconsorcio, en realidad, implica una
acumulación subjetiva por la presencia de más de una persona en la calidad de
demandantes o demandados.

V.gr.: Una demanda de reivindicación dirigida contra tres copropietarios.

La acumulación subjetiva puede ser a su vez:

 Activa: Sin son varios demandantes.


 Pasiva: Sin son varios demandados.
 Mixta. Cuando son varios demandantes y demandados.

Un proceso, además, puede contener una acumulación objetiva subjetiva, es


decir más de una pretensión y más de dos personas.

a) Acumulación Subjetiva Originaria: Esta institución surge si con la presentación


de la demanda, se advierte la presencia de dos o más demandantes o
demandados.

b) Acumulación subjetiva Sucesiva: Se presenta si después de la interposición


de la demanda, aparecen más demandantes o demandados. Puede darse el
caso de concurrencia de un tercero.

En la acumulación subjetiva puede suscitarse dos figuras:

 Si la pluralidad de sujetos en el proceso son demandantes o demandados


ambos, si configura el litisconsorcio.
 Si la pluralidad de sujetos en el proceso no son demandantes ni
demandados, entonces estamos ante la intervención de terceros.

LITISCONSORCIO

Concepto litisconsorcio: El significado etimológico de la palabra Litisconsorcio,


proviene de los siguientes vocablos: "litis" que significa conflicto o litigio, "con"
significa junto y "sors" es suerte, lo que viene a significar litigar conjuntamente o
junto con, que implica compartir la misma posición de partes y en la mayoría de
los casos la misma actividad procesal.
Para PARRA QUIJANO: "Esta palabra traduce o denota la presencia de varias
personas en el proceso, unidos en determinada situación. Se podría afirmar que
todas las legislaciones y doctrinas admiten la existencia de varias personas en
la situación de demandante o demandado"

Para MONROY, el litisconsorcio es una acumulación subjetiva y como tal, puede


ser originaria o sucesiva. "La necesidad de su tratamiento legislativo, separado,
surge del hecho que la personas que conforman una parte en calidad de
litisconsortes, pueden tener en su interior, relaciones distintas y heterogéneas".

El litisconsorcio implica la presencia de varias personas como partes, que por


diversas obligaciones, derechos o intereses comunes, están vinculadas en el
proceso adoptando determinada posición y solicitan el pronunciamiento del
órgano jurisdiccional por medio de una decisión lógica y jurídicamente única,
materializada en una resolución debidamente motivada.

En doctrina se define el litisconsorcio como figura típica de pluralidad de partes


vinculadas en el proceso, lo que podría llevamos a confusión en la concepción
de los términos jurídicos ya que sería más adecuado referimos a un proceso con
dualidad de partes. "La dualidad de partes no significa que solo dos personas
hayan de actuar siempre como tales en un proceso, una en calidad de actor y
otra en la de demandado, sino que en cada una de esas posturas pueden figurar
varios sujetos formando una parte única pero compleja".

A.IMPORTANCIA DEL LITISCONSORCIO

El litisconsorcio por ser un instituto procesal que permite una acumulación


subjetiva .Permite la presencia de varias personas como parte que ,por
obligaciones directas o intereses comunes , están unidos en una determinada
posición y piden al órgano jurisdiccional el pronunciamiento de una decisión
lógica Por lo tanto " la regulación de este instituto jurídico en nuestro actual
Código Procesal Civil tiene como propósito principal la preeminencia de los
principios procesales de celeridad , economía e inmediación , y es a través de
estos principios rectores del proceso que se va evitar la expedición de sentencia
contradictorias que atentan contra el principio de economía procesal.
B.NATURALEZA JURÍDICA Y CARACTERÍSTICAS

Está centrada en el "interés común" o "interés jurídico relevante" que vincula a


las personas que van a actuar conjuntamente en calidad de parte. Situación
fáctica que implica una comunidad de suertes o de actuación procesal de las
partes vinculadas por la relación jurídica sustancial o material.

En doctrina se enuncia dos caracteres fundamentales del litisconsorcio: La


unidad de la relación jurídica y autonomía de los sujetos procesales, de tal
manera que los actos de unos ni aprovechan ni perjudican a los otros, salvo
cuando las disposiciones que regulan la relación jurídica sustantiva al efecto
están previstas expresamente, tal como ocurre con las obligaciones solidarias,
pero entonces ya no deriva de su calidad de litisconsorte sino de su calidad de
sujeto activo o pasivo de la obligación. La regulación en nuestro actual Código
Procesal Civil de éste instituto jurídico tiene como propósito principal la
preeminencia de los principios procesales de celeridad, economía e inmediación,
y es a través de estos principios rectores del proceso que se va a evitar la
expedición de sentencias contradictorias que atentan contra el principio de
economía procesal.

C.REQUISITOS PROCESALES DEL LITISCONSORCIO

Apoyándonos en las palabras de ALZAMORA VALDEZ, nos indica que para que
se produzca el litisconsorcio deben cumplirse determinados requisitos
procesales:

a) Que las relaciones entre los intervinientes estén regulados dentro de la misma
clase del proceso; y

b) Que concurran los presupuestos procesales de capacidad de las partes y


competencia del órgano jurisdiccional.

En lo atinente a los requisitos de carácter procesal, estos van a afectar a los


sujetos del proceso vinculados por la relación jurídico sustancial, que deberán
tener capacidad para ser parte material y procesal, contener los denominadas
condiciones de la acción, así como unidad e indivisibilidad; en cuanto al juez,
éste debe reconocer las acciones que correspondan a cada litisconsorte, y debe
de procurarse la ausencia de motivos de abstención y recusación.
Por ende, existirá litisconsorcio en tres casos:

 Cuando en un proceso hay varias personas como accionantes o


demandados;
 Cuando concurren al proceso terceros que reúnen los requisitos
indicados;
 Cuando existe acumulación de procesos con partes distintas y exista
comunidad de pretensiones entre alguna de ellas.

En el proceso únicamente podrán existir dos partes, el demandante y el


demandado, donde se derivan situaciones procesales que varían según la
circunstancia.

Los que ocupan una misma posición en el proceso se encuentran en un estado


de litisconsorcio, siendo así, ―puede haber varios actores frente a un
demandado (litisconsorcio activo) o un actor frente a varios demandados
(litisconsorcio pasivo) o varios actores frente a varios demandados (litisconsorcio
mixto).

Ahora bien, el litisconsorcio es un estado entre varias personas que ocupan una
misma posición en el proceso, se ha planteado que éste se conforma al
comienzo del pleito mediante la acumulación subjetiva de acciones, aunque el
litisconsorcio puede surgir durante el desarrollo del proceso, bien sea, por la
intervención de un tercero, por el fallecimiento de una de las partes cuando deja
varios herederos, etc.

Afirma Piero Calamandrei que ―el fenómeno se estudia sobre todo, en relación
al proceso de cognición y a la competencia; pero hay ejemplos destacados de él
en el proceso de ejecución, en el cual se constituye el concurso de los
acreedores en la quiebra.

CLASES DE LITIS CONSORCIO

Cuando se comienza a hablar de litisconsorcio, en primer plano se debe hacer


la clasificación más general tomando en cuenta ―la posición que cada parte
asume en el proceso‖249 la cual nos indica que el litisconsorcio se clasifica en:
 Litisconsorcio activo: ―Si figuran en el litisconsorcio varios actores contra
un solo demandado.
 Litisconsorcio pasivo: ―Si figuran varios demandados en contra de un
solo actor.
 Litisconsorcio mixto: ―Si frente a una pluralidad de actores se encuentra
una pluralidad de demandados.

EL LITIS CONSORCIO NECESARIO

Cuando la ley expresamente ordena la integración de los sujetos de derecho so


pena de invalidez de la actuación surtida en el fallo de primera instancia. Todo
aquel que esté vinculado en el proceso debe intervenir, debido a que la relación
jurídica que existe en ellos no permite que puedan separarse.

Existen múltiples casos en que varias personas deben obligatoriamente


comparecer dentro de un proceso, ora en calidad de demandantes, bien como
demandados, por ser requisito necesario para adelantar válidamente el proceso
dada la nulidad inescindible con la relación de derecho sustancial en debate; de
no integrarse la parte con la totalidad de esas personas, es posible declararse la
nulidad de la actuación a partir de la sentencia de primera instancia, inclusive, lo
cual pone de presente que ésta irregularidad solo afecte la validez del proceso
de la sentencia de primera instancia en adelante, debido a que hasta antes de
ser proferida la misma es posible realizar la integración del litisconsorcio
necesario.

Esto con la finalidad de que haya una única sentencia para las partes
involucradas en la relación jurídica procesal.

EL LITIS CONSORCIO VOLUNTARIO O FACULTATIVO

Cuando la pluralidad de partes corresponde a una pluralidad de relaciones


controvertidas y una pluralidad de acciones acumuladas en el mismo proceso.
La acumulación está aquí impuesta por razones de oportunidad inferida de la
conexión que vincula entre sí las distintas causas acumuladas. Siendo así, puede
que en cierto momento las causas reunidas se separen para que cada uno de
los sujetos procesales vuelva a ser objeto del proceso por separado, aunque el
juicio continúe siendo único hasta el fin sin tener que dar por las diferentes
causas una decisión diferente. ―El litisconsorcio facultativo se distingue luego
en propio e impropio.

EL LITIS CONSORCIO VOLUNTARIO PROPIO O IMPROPIO

Litisconsorcio propio.

Cuando los efectos de la sentencia afectan de manera uniforme a todos los


litisconsortes por expresa disposición legal.

Supuestos:

 Patrimonio autónomo cuando es considerado como parte demandada,


debe emplazarse a todos sus conformantes.
 Separación de cuerpos y divorcio por causal.
 Acción contestatoria de la paternidad o maternidad.
 Filiación planteada por el hijo.
 Interdicción.
 Tercería excluyente de propiedad o de derecho preferente.
 Acción petitoria de herencia.
 Partición judicial.
 Retracto contra el enajenante y el adquirente del bien que se intenta
retraer.

Litisconsorcio impropio.

Cuando los efectos de la sentencia afectan de manera uniforme a todos los


litisconsortes por la naturaleza de la pretensión, la cual hace obligatoria la
constitución del litisconsorcio necesario, pues los efectos de la sentencia van a
afectar a los sujetos que participaron en la relación jurídica sustantiva.

Supuestos:

 Acción revocatoria contra el deudor y el adquirente que cometieron fraude


del acto jurídico.
 Acción de simulación.
 Rescisión de contrato.
 Resolución de contrato.
En el litisconsorcio facultativo, el proceso aparece único a pesar de que sean
varias las causas contenidas en él; pero se pueden distinguir tantas relaciones
procesales cuantas sean las causas.

EFECTOS PROCESALES DEL LITIS CONSORCIO

Afirma Hugo Alcina que en general para todas las clases de litisconsorcios deben
existir los siguientes efectos:

 En el desarrollo de la relación procesal se pone de manifiesto la


autonomía por los distintos efectos que produce el litisconsorcio entre las
partes.
 Las excepciones y defensas deben ser consideradas individualmente,
pues ellas ni mejoran ni empeoran la situación de las partes.

Litisconsorcio necesario:

a. Para conciliar o transigir se requiere la conformidad de todos los litisconsortes.

b. Existe una pretensión o varias de la cual son titulares varias personas que
corren la misma suerte, de tal manera que la sentencia tiene los mismos efectos
para todos los litisconsortes.

c. Ya que es un solo proceso, los términos para interponer recursos y correr


traslados son los mismos para todos. El traslado de la demanda es separado
cuando no haya un apoderado.

d. Los actos que impliquen disposición del derecho en litigio deben provenir de
todos los litisconsortes para que el acto sea eficaz.

e. En materia de nulidades, por falta de capacidad, representación, citación o


recusaciones, el saneamiento de la nulidad o el vicio sólo puede efectuarlo la
persona en quien recae. Las demás puede alegarlas cualquiera y deben ser
saneadas por todos.

f. Las excepciones propuestas por uno o por algunos de los litisconsortes,


favorecen a los restantes.

g. Los recursos interpuestos favorecen o perjudican a todos por igual.


h. Cuando hay condena contra los litisconsortes, sin que nada se diga, se
entiende que se pagarán las costas por partes iguales, salvo disposición en
contrario.

Litisconsorcio facultativo:

a. Para conciliar o transigir se requiere la conformidad de todos los litisconsortes,


bastando que uno de ellos lo realice para que el proceso concluya para él.

b. La sentencia se pronuncia por la situación jurídica de cada litisconsorte.

c. La interposición del recurso sólo beneficia al litisconsorte que lo interpuso.

TERCEROS EN SENTIDO PROCESAL Y MATERIAL

La situación jurídica de los terceros en relación con el proceso no siempre es igual.

221

Hay muchos que nada tienen que ver con el litigio que en aquél se ventila o con las
pretensiones sobre que verse el de jurisdicción voluntaria entonces son terceros tanto en
sentido procesal como en el material.

Otros, en cambio, son sujetos (únicos o concurrentes) de esa relación jurídica sustancial o del
interés que en la causa se controvierte, sea como pretendientes o afectados con la pretensión,
sin estar presentes ni representados ni sustituidos en el proceso, y entonces, a pesar de ser
partes en sentido material o sustancial, no lo son del proceso.

Existen varias clases de terceros:

TERCEROS PRINCIPALES (accesorios) y TERCEROS SECUNDARIOS (mal denominados adhesivos


sino más bien deberían denominarse coadyuvantes)

TERCEROS que intervienen como terceristas y como litisconsortes.

Terceros cuya intervención es necesaria o simplemente voluntaria.

Terceros con interés personal en el proceso (excluyente o concordante con una de las partes).

Directos o indirectos; o

Con interés familiar o social

2. INTERVENCIONES ADHESIVAS Y LITIS CONSORCIAL

Quien tenga con una de las partes determinada relación sustancial, a la cual no se extiendan
los efectos jurídicos de la sentencia, pero que pueda afectarse desfavorablemente si dicha
parte es vencida, podrá intervenir en el proceso como coadyuvante, de ella, mientras no se
haya dictado sentencia de única o segunda instancia.
El coadyuvante podrá efectuar los actos procesales permitidos a la parte que ayuda, en cuanto
no estén en oposición con los de ésta y no impliquen disposición del derecho en litigio.

Podrán intervenir en un proceso como litis consortes de una parte y con las mismas facultades
de ésta, los terceros que sean titulares de una determinada relación sustancial a la cual se
extiendan los efectos jurídicos de la sentencia, y que por ello estaban legitimados para
demandar o ser demandados en el proceso.

La intervención adhesiva y litisconsorcial es procedente en los procesos de conocimiento,


mientras no se haya dictado sentencia de única o de segunda instancia, desde la admisión de
la demanda. La solicitud de intervención deberá

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contener los hechos y los fundamentos de derecho en que se apoya, y a ella se acompañarán
las pruebas pertinentes.

Cuando en el acto de su intervención el litisconsorte solicite pruebas, el juez las decretará si


fueren procedentes y las considera necesarias.

Si estuviere vencido el término para practicarlas o lo que restare de éste no fuere suficiente,
otorgará uno adicional hasta de diez días.

Si el juez estima procedente la intervención, la aceptará de plano y considerará las peticiones


que hubiere formulado el interviniente.

La intervención anterior a la notificación del demandado, se resolverá luego de efectuada ésta.


El auto que acepte o niegue la intervención es apelable.

3. INTERVINIENTES AD – EXCLUDENDUM

Los terceristas o intervinientes Ad excludendum, son principales autónomos con intereses


opuestos a ambas partes. (Proceso de conocimiento o ejecutivos –tercerías-)

La actuación procesal dentro del proceso es independiente de las partes.

Quien pretenda, en todo o en parte, la cosa o el derecho controvertido, podrá intervenir


formulando su pretensión frente a demandante y demandado, para que en el mismo proceso
se le reconozca. La oportunidad de tal intervención precluye con la sentencia de primera
instancia.

El interviniente deberá presentar demanda con los requisitos legales, que se notificará a las
partes o a sus apoderados como dispone el artículo 205 y de ella se dará traslado por el
término señalado para la demanda principal. El auto que acepte o niegue la intervención, es
apelable en el efecto devolutivo.

Si el término de prueba estuviere vencido y en la demanda del interviniente o en las


respuestas de las partes se solicitare la práctica de pruebas, se fijará uno adicional que no
podrá exceder de aquél, a menos que demandante y demandado acepten los hechos alegados
y éstos sean susceptibles de prueba de confesión.

La intervención se tramitará conjuntamente con el proceso principal, y con ella se formará


cuaderno separado.
En la sentencia que decida sobre la demanda inicial se resolverá, en primer término, sobre la
pretensión del interviniente.

Cuando en la sentencia se rechace en su totalidad la pretensión del interviniente, éste será


condenado a pagar al demandante y demandado, además

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de las costas que correspondan, multa de mil a diez mil pesos y a indemnizar los perjuicios que
les haya ocasionado la intervención, que se liquidarán mediante incidente.

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