Вы находитесь на странице: 1из 4

TEMA 3: LA PROVIDENCIA DIVINA

Aunque Dios ha dado a su creación una bondad y perfección propias, esta no ha salido de la Trinidad
ya perfecta, sino que ha sido puesta en el mundo “en estado de vía”. Toda la creación es perfectible
mientras se encuentre sujeta a la temporalidad.
La tradición cristiana ha llamado desde siempre Providencia al cuidado peramente que mantiene Dios
con sus criaturas. Dios que ha sido el causante original de todo cuanto existe no ha abandonado su
creación, sino que la acompaña hasta que llegue al fin que Él ha establecido desde siempre. Sin
embargo, aunque Dios cuida de toda su creación, destaca el desvelo amoroso con el que guía y
acompaña a los hombres.
La Providencia en la Sagrada Escritura
La Sagrada Escritura nos da testimonio de que la solicitud de la divina providencia es concreta e
inmediata. Se ocupa de las cosas pequeñas y las grandes. La Palabra de Dios afirma este poder supremo
de Dios sobre todos los acontecimientos.
 Nuestro Dios está en los cielos y en la tierra, todo cuanto quiere lo realiza (sal 115,3)
 Si Él abre, nadie puede cerrar; si Él cierra, nadie puede abrir (Ap 3, 7)
 Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero solo el Plan de Dios se realiza (Pr 19, 21)
La Sagrada Escritura, especialmente los salmos, suelen atribuir a Dios directamente todos los
acontecimientos, sin hacer mención de las causas segundad. Así quiere manifestar que la dirección del
mundo depende absoluta y principalmente de Dios.
La Providencia y las causas segundas
Dios es Señor y autor de sus designios, pero para realizarlos, frecuentemente se sirve del apoyo de las
criaturas. Esto no significa que Dios se limitado o débil, o que requiera necesariamente de la ayuda de
lo creado. Por el contrario, manifiesta la grandeza y bondad de Dios, que, no satisfecho con dar el ser
a sus criaturas, les da la dignidad de actuar por sí mismas y de participar de sus obras.
Dios concede a los hombres incluso el poder de participar libremente en su providencia confiándoles
el poder de “someterla” y dominarla (cfr. Gn 1, 26-28). Dios da a los hombres el poder de completar
la obra de la creación y perfeccionar su armonía para su bien y el del prójimo.
Dios actúa en las obras de sus criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas.
Esto, lejos de limitar al hombre o reducirlo, lo enaltece, pues su propio Creador solicita su colaboración.
La confianza filial en las manos de Dios
Jesús pide un abandono filial en la providencia del Padre que cuida de las más pequeñas necesidades
de sus hijos.
La Providencia de Dios abarca también la historia de la humanidad
A pesar de que Dios cuida personalmente de cada criatura, su Providencia no se reduce a un ámbito
personal e individual. Todo el mundo es importante para Dios. Su cuidado es personal y universal.
Dios ha previsto para el hombre unos planes determinados de encuentro con Él. Por eso los cristianos
llamamos a la historia humana como historia de salvación, pues Dios actúa constante y
permanentemente en la historia buscando que el hombre llegue al fin para el que ha sido creado.
La Providencia divina alcanza los confines de la creación
La presencia providente de Dios lo abarca todo. Nada es incompresible u oculto para Dios, todo lo
conoce, porque lo invade todo. Todos los seres pasan bajo su mirada, incluso aquellos que se han
rebelado contra Él viven gracias al poder de Dios. No hay un lugar en la tierra que no repose en la
voluntad de Dios.
El sentido cristiano de la providencia
La doctrina de la Providencia es desarrollada, ante todo, en el Antiguo Testamento, pero, no por ello,
la predicación de Jesucristo es ajena a esta doctrina. La doctrina neotestamentaria apunta a una
Providencia más directa y humana.

TEMA 4: EL PROBLEMA DEL MAL EN LA CREACIÓN


Una de las principales objeciones contra la doctrina de la providencia es la existencia del mal en el
mundo, no solo a nivel personal sino también a nivel social.
El mal, un problema multiforme en la vida del hombre
No es difícil ubicar el mal en el mundo, con facilidad nuestra sensibilidad lo reconoce. Sin embargo,
el mal no se presenta siempre de una misma forma, tiene multiformes maneras de manifestarse.
Antes de ingresar en nuestra disertación es necesario aclarar de qué tipo de mal vamos a tratar. San
Agustín clasifica el mal en tres tipos:
 Mal ontológico: NO EXISTE
 Mal de la naturaleza: catástrofes, desastres naturales.
 Mal físico: No siempre es ocasionado por el hombre.
 Mal moral: Consecuencia del mal uso de la libertad humana, que, por diversas razones, prefiere
su propio bien al querido por Dios.

Al hablar del mal, en esta materia, nos referiremos al mal moral.

Los ángeles y los hombres …pueden desviarse. De hecho, pecaron. Y fue así como el mal moral
entró en el mundo. Incomparablemente más grave que el mal físico. (CEC 311)
El comienzo del mal, según la Sagrada Escritura
El relato del Génesis y el mal en el mundo
El libro del Génesis es el primero que hace notar la presencia del mal. Al comienzo de la vida del
hombre, aparece el mal bajo el personaje de una serpiente. A pesar de ser criatura, y, por tanto,
dependiente de Dios, hace referencia al diablo que busca empujar la creación en una dirección distinta
del Creador. El texto del Génesis nos revela al mal como un ser personal, no es una mera abstracción
o fuerza misteriosa, sino un ser personificado.
No es fácil entender en toda su hondura este misterio del mal primigenio, anterior incluso a la realidad
del pecado de los hombres. El hombre no inventa el mal, pero si se deja seducir sin considerar la
trascendencia de este acontecimiento en la historia de la humanidad.
El texto del Génesis, nos habla de la primera tentación y de la primera rebelión del ser humano ante su
Creador y la Creación. No es un pecado debido a la concupiscencia, sino una negación fría y orgullosa
de la razón que quiere separase de los planes de Dios.
El pecado como origen de todos los males
Ya desde el inicio de la Creación, el hombre tenía conciencia de su íntima y profunda relación con
Dios. Pero ante el mal que se presenta con intención falsa, el hombre sucumbe sin un especial esfuerzo
por rechazar la tentación. El hombre genera un cambio radical en su vida, se separa de Dios para unirse
solo a las criaturas. Invirtiendo el orden natural de lo creado.
TEMA 5A: LOS ÁNGELES
Las criaturas creadas por Dios presentan una gran variedad de naturalezas. Contemplamos seres inertes,
otros con facultades sensibles y corporales, y también seres inmateriales, que llamamos ángeles.
En tanto que criaturas puramente espirituales, los ángeles tienen inteligencia y voluntad: son criaturas
personales e inmortales (Cfr. Lc 20, 36) CEC 333
La existencia de los ángeles en verdad de fe
La existencia de seres espirituales, no corporales, que llamamos ángeles es una verdad de fe. No
cuestionable, fundado en el testimonio de la S.E. y la Tradición Apostólica.
Quiénes son los ángeles
Son criaturas dotadas de un ser personal, entienden y quieren, pero, a diferencia del hombre, son
puramente espirituales. No poseen corporalidad.
Naturaleza y misión de los ángeles
Jesucristo y los ángeles
Cristo es el centro de la vida angélica, los ángeles viven a su servicio y colaboran con Él en su misión
de salvar a toda la humanidad. Ya desde el Antiguo Testamento los ángeles preparan el camino para la
llegada de Cristo y, desde la encarnación hasta la ascensión, colaboran con Él en su vida terrenal.
Los ángeles en la vida de la Iglesia
Además de servir a Jesucristo en su misión redentora, los ángeles se ponen al servicio en la vida de los
discípulos de Cristo, o más exactamente, en la vida de la Iglesia.
No faltaron motivos para que los ángeles interviniesen en la vida de la Iglesia naciente, pues a los
primeros cristianos no le faltaron dificultades imponentes en su seguimiento a Cristo. Estas dificultades
hicieron posible que la Iglesia primitiva experimentara la presencia real, continua y de asistencia de
los ángeles.
Por otro lado, la Iglesia en su liturgia nos enseña a entrar en comunión de alabanza con los ángeles, a
a unirse a su manifestación de adoración, a venerarlos y a pedir su auxilio e intercesión.
La asistencia sobrenatural de los ángeles
Durante toda la Historia de la Salvación observamos a los ángeles participando de la obra de Dios: la
preparan, actúan en ella y acompañan luego de ella a los hombres. Pero, es sobre todo en el Nuevo
Testamento cuando los ángeles ocupan un lugar especialísimo en la historia cristiana, especialmente
en la Anunciación.
En general, Dios se sirve de los ángeles para manifestar sus designios y llevarlos adelante en medio de
la historia humana. Muchas veces son ellos quienes mueven la inteligencia y la voluntad del hombre
hacia el cumplimiento del Plan de Dios.
Cabe hacer mención aquí de los ángeles custodios, doctrina avalada unánimemente por la Tradición
Apostólica. Desde el comienzo de la vida humana hasta su muerte, los cristianos viven protegidos y
cuidados por la custodia de los ángeles que Dios ha puesto al servicio de los hombres.
La lucha de los demonios en la Historia de la Salvación

5B: EL MUNDO VISIBLE


TEMA 6: EL HOMBRE
También encontramos es la creación, y un poco inferior a los ángeles, a los hombres. Después de que
el libro del Génesis nos relata toda la creación, se centra en el hombre, como punto más elevado de
toda la obra creadora de Dios.
El relato del Génesis y la creación del hombre
El hombre, unidad de cuerpo y alma
La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico
expresa esta realidad cuando afirma que “Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus
narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente” (Gn 2, 7) Por tanto, el hombre en su
totalidad es querido por Dios. CEC 362
Ante todo, es necesario saber que el hombre es un ser compuesto, como todas las criaturas que, por
haber sido creadas, poseen una estructura compuesta. La composición del hombre es muy especial,
pues posee un alma y un cuerpo, es decir, tiene en sí a la vez, una realidad espiritual y otra material
formando un mismo ser.
Propiedades del alma humana:
 Inmortal
 No es producida, sino creada directamente por Dios.
 Sede de las potencias superiores del hombre: entendimiento, voluntad, etc.

Dignidad del cuerpo y del alma


Dios es creador del cuerpo y del alma, pero, al ser el alma superior, es el lugar privilegiado de encuentro
entre Dios y el hombre. Sin embargo, por esto el cuerpo no queda infravalorado, también por medio de
él nos relacionamos con el Creador. No le es lícito al hombre despreciar el cuerpo sino usarlo para
alabanza de Dios, como expresión del alma.
El alma, por ser inmortal, puede subsistir sin el cuerpo; esto no es posible para el cuerpo que necesita
del alma para existir. Cuando estos dos elementos se separan del hombre se produce la muerte.
Inmortalidad del alma y destino eterno del hombre
Además, la fe de la Iglesia enseña que las almas de los que han fallecido pasan a un juicio particular y
allí son premiados o condenado de acuerdo a su vida. De todas formas, el hombre no está completo sin
su cuerpo, por eso, la escatología cristiana nos enseña que los cuerpos de los difuntos resucitarán al
final de los tiempos.
Estado original del hombre en la creación
El Génesis nos habla de la felicidad como característica esencial de la vida humana antes que se
desarrolle el pecado original. Dios quiere que todos los hombres sean felices, aunque estos encuentran
en el pecado la dificultad principal para llegar al destino que Dios les ha preparado. La felicidad de
nuestros primeros padres era consecuencia de la unión íntima y de gracia que tenían con Dios Creador.
Dios creó al hombre en un estado de justicia y santidad original que les procuraba la felicidad. Esta
santidad y justicia hace referencia a la vida divina de la que el hombre participó antes del pecado
original. El alma humana, en su creación, había sido elevada a la condición sobrenatural de la que se
derivaban diversas propiedades y beneficios (salud, bienestar, felicidad, etc) para el hombre, los cuales
perdió con el pecado original.

Вам также может понравиться