INTRODUCCION

Desde tiempos remotos se han realizado prácticas en laboratorios que involucraban

procedimientos de medición, en las que los métodos experimentales utilizados se tornaban

poco precisos y exactos, esto se debía a la falta de herramientas sofisticadas y a la falta de

métodos más elaborados, que permitieran el buen desarrollo de la actividad experimental.

Actualmente, y con el desarrollo tecnológico, se han desarrollado tanto herramientas como

métodos o técnicas sofisticadas que permiten una mayor precisión y exactitud en las medidas,

sin embargo, se siguen generando errores o también denominados reductos, pero a

comparación de generaciones estos han disminuido hasta el término de ser aceptables.

Pero, realmente ¿Cómo se realiza una buena medición? Y ¿bajo qué condiciones se debe

realizar?

Uno de los aspectos más importantes al momento de realizar una medición y que se debe

tener en cuenta es la incertidumbre, y es necesario identificar y comprender que el resultado

nunca va a ser absoluto, es decir siempre va a haber una mínima imprecisión. Por otra parte,

para poder obtener esa mínima impresión de la que se habla se ha sugerido realizar más de

una medición, ya que esto permite un análisis crítico frente a los datos que se van obteniendo,

favoreciendo el desarrollo de la medición.

Adicional a esto, se sabe y se ha demostrado que las condiciones de la medición pueden

alterar de manera drástica la misma, como puede que la favorezca, es por esto que se han

desarrollado métodos y técnicas en las cuales se especifican las condiciones favorables en las

cuales se debe desarrollar la medida, así como las herramientas que se deben emplear; de

estas últimas se debe tener sumo cuidado, ya que pueden generar otros tipos de errores

denominados errores de equipo de medición.

El constante uso de los métodos mencionados ha permitido la generalización de las unidades

de las medidas, con las cuales se identifican y expresan estas.