Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
MERCANTIL
Este principio se comprende o se formaliza al momento en que una parte del proceso, sea
la activa, pasiva e inclusive un tercero, desean presentar una pretensión, alegación, prueba
o instancia correspondiente en el proceso y en dicho momento procesal procedente
pueden hacerlo, presentando opciones al juez y en valoración de todas y en detrimento de
unas el juez debe aceptar una o más de las opciones. Todas las alegaciones que son propias
de cada uno de los periodos preclusivos en que se divide el proceso deben plantearse en
forma simultánea y no sucesiva de manera tal que en el supuesto de rechazarse una de
ellas, pueda obtener un pronunciamiento favorable sobre la otra u otras. Art. 76 en
relación al Art. 80 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Se entiende por tal principio, la división del proceso en una serie de momentos o periodos
fundamentales, que algunos han calificado de compartimientos estancos, en los cuales se
reparte el ejercicio de la actividad de las partes y del juez de manera que determinados
actos deben corresponder a determinado periodo, fuera del cual no pueden ser ejercitados
y si se ejecutan no tienen valor. Por principio de preclusión debe entenderse entonces
como las diversas etapas del proceso las cuales van clausurándose concluyéndose
sucesivamente impidiendo el regreso a etapas y momentos procesales ya extinguidos o
consumados. De esta forma se evita el discrecional retroceso a etapas ya cumplidas lo que
significaría una enorme inseguridad jurídica
El Artículo 143 del Código Procesal Civil y Mercantil nos habla sobre los plazos
procesales y nos dice “Los plazos conferidos a las partes para realizar los actos procesales
son perentorios e improrrogables, salvo disposición en contrario”. Este artículo nos dice
que por regla general los plazos son de tipo improrrogable y esta palabra hace referencia
a que los plazos no pueden ser ampliados sin justa causa.
El Articulo 144 del Código procesal civil y mercantil nos explica sobre la Indicación o
fijación de plazo y en su Inciso 2° especifica “Si se ordenare a una parte la realización de
una actuación procesal respecto de la cual la ley no prevé plazo o termino, se deberá
practicar sin dilación, o en el plazo más breve posible, que fijará el tribunal, con
indicación de las consecuencias de la omisión o retraso en la realización del acto.
Cumpliendo así el principio de celeridad procesal porque este ordenamiento jurídico eso
busca que se lleve a cabo todo acto procesal en el tiempo más breve posible para cumplir
otro principio que está ligado al de celeridad procesal y este es el Principio de Economía
Procesal.
5. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA.
La congruencia es un principio procesal que hace a la garantía del debido proceso, que
marcan al Juez un camino para poder llegar a la sentencia, y fijan un límite a su poder
discrecional. La congruencia aquí se manifiesta en la adecuación entre lo pedido y la
decisión judicial contenida en la sentencia. Ésta debe estar referida exclusivamente a las
partes intervinientes, referirse al objeto o petición (desalojo, escrituración,
incumplimiento contractual, etcétera) y a la causa (fundamentos) concretos en litigio, sin
considerar aspectos o probanzas que las partes no hayan aportado. Art. 218 C.P.C.M.
Este principio es muy similar al principio de Dirección y ordenación del proceso ya que
este principio trata de que se resuelva la pretensión por la vía más adecuada tal como lo
dice el Art 14 del Código Procesal Civil y Mercantil “El juez deberá conducir los procesos
por la vía procesal ordenada por la ley”.
En nuestro Código Procesal Civil y Mercantil a partir del Libro Segundo encontramos los
diferentes tipos de procesos que van desde los Declarativos (Común y Abreviado) hasta
los Procesos Especiales (Ejecutivo, Monitorios, Posesorios y de Inquilinato). De igual
forma la fase impugnativa corresponde a diferentes órganos jurisdiccionales así de la
apelación conocerá el tribunal superior, así también será otro el tribunal que conozca de
la casación.
El cumulo de pruebas del proceso forma una unidad independientemente de quien las
haya aportado a juicio, y como tal debe ser examinada y apreciada por el juez quien deberá
cotejarlas entre sí, determinando su concordancia o discordancia a fin de que su
convencimiento surja de la verdad que se deriva de las pruebas en su conjunto.
Establece que todas las pruebas son del proceso, por lo que cualquiera de las partes puede
valerse de ellas.
Una de las manifestaciones concretas de este primer momento está dado por el deber de
los jueces de posibilitar el acceso de las partes al juicio, sin restricciones irrazonables, y
de interpretar con amplitud las leyes procesales en cuanto a la legitimación, pues el
rechazo de la acción en virtud de una interpretación restrictiva o ritualista importa una
vulneración al principio a la tutela judicial efectiva.
También los podemos relacionar con el artículo 1 del Código Procesal Civil y Mercantil
“Todo sujeto tiene derecho a plantear su pretensión ante os tribunales, oponerse a la ya
incoada, ejercer todos los actos procesales que estime convenientes para la defensa de su
posición y a que el proceso se tramite y decida conforme a la normativa constitucional y
a las disposiciones legales.
La duración de la tramitación del proceso no debe perjudicar al vencedor, por lo cual los
efectos de la sentencia se deben retrotraer al momento del inicio de la controversia.
Permite a las partes esenciales del proceso aceptar por bien hecho algún acto procesal
omitido, siempre que no perjudique a la otra parte o a un tercero.
Sana Critica, libre convicción o convicción sincera significan, es cierto que el magistrado
no está sometido a ataduras o preconceptos legales que le fijen a priori el valor de la
prueba, pero la apreciación que haga sobre este valor debe ser razonada o exteriorizada.
La Sana Critica es una remisión a criterios de lógica y de experiencia, por acto valorativo
del Juez.
Recibe en Derecho, el nombre de cosa juzgada cualquier asunto que luego de haber sido
objeto de resolución por parte de los organismos judiciales competentes, haya llegado a
una resolución (sentencia) por parte de los jueces de última instancia, lo que no permite
que entre la misma parte y por idéntico objeto la cuestión controvertida sea objeto de un
nuevo juzgamiento. Quien es nuevamente demandado por igual objeto y por igual actor,
puede oponer la cosa juzgada como excepción perentoria.
La cosa juzgada responde al principio “non bis in idem” que ya los romanos en su antiguo
derecho habían incorporado a sus procesos judiciales, y permitía oponer la excepción de
exceptio rei iudicatae para detener la acción.
Tal como lo dice nuestro ordenamiento jurídico en el Art.230 del Código Procesal Civil
Mercantil “La cosa juzgada se extiende a las pretensiones de la demanda y de la
reconvención y comprenderá todos los hechos anteriores al momento en que hubieran
prelucido las alegaciones de las partes.
Art. 231 del Código Procesal Civil y Mercantil, en este artículo nos habla sobre los efectos
de la cosa juzgada en otro proceso “La cosa juzgada impedirá, conforme a la ley, un
ulterior proceso entre las mismas partes sobre la misma pretensión.
El Articulo 52 del Código Procesal Civil y Mercantil nos dice en su Inc 1° “Los jueces o
magistrados se abstendrán de conocer de un asunto cuando se pueda poner en peligro su
imparcialidad en virtud de sus relaciones con las partes, los abogados que las asisten o
representan, el objeto litigioso, por tener interés en el asunto o en otro semejante, así como
por cualquier otra circunstancia seria, razonable y comprobable que pueda poner en duda
su imparcialidad frente a las partes o la sociedad” Asimismo este mismo artículo nos da
la facultad de recusar si nos damos cuenta de alguna anomalía dentro de la imparcialidad
del juez que sabemos que perjudicara su sana crítica ante el litigio.
La motivación será completa y debe tener en cuenta todos y cada uno de los elementos
facticos y jurídicos del proceso, considerados individualmente y en conjunto, con apego
a las reglas de la sana critica”.
Por tal se entiende el resultado de la aplicación del principio del mismo nombre. Cuando
el elemento correspondiente del órgano jurisdiccional tiene que resolver lo ha de hacer
teniendo el conocimiento de unos hechos a proporcionar por las partes (actos de
alegación; actos de prueba) y de la norma aplicable, si bien el de ésta estará con carácter
general a su cargo. En términos generales, cuando el juez, al dictar sentencia, o cuando
quien sea ha de resolver, debe tener los datos necesarios para hacerlo. Si los tiene, no se
debe plantear más problemas. Es más, no se tiene que preguntar qué datos han sido
aportados y probados por cada parte. Le debe ser indiferente. Los datos han llegado
(obviamente su conocimiento privado no debe ser el vehículo de la llegada de los hechos),
y están probados. Se ha producido la llamada «adquisición procesal». Art. 312. Código
procesal Civil y Mercantil.
Este principio está contemplado en el Código Procesal Civil y Mercantil, art. 3, en el cual
se detalla que las formalidades previstas por la ley son imperativas, o de estricto
cumplimiento, y en cuanto a la analogía ahí detallada, se considera que cuando se trate de
aspectos meramente formales, de los cuales no hay una regulación específica en el
apartado de los recursos, se puede aplicar siempre y cuando se integran aspectos de la
misma ley; por ejemplo, respecto a las notificaciones, estas no se detallan en el
procedimiento de los recursos, y en todo procedimiento son importantes ya que son el
medio de dar a conocer las providencias judiciales a las partes, en ese caso, se puede
invocar disposiciones relativas a la forma de llevar a cabo estos actos de comunicación,
los cuales se encuentran desde el art. 170 CPCM.
Consiste en que las partes esenciales y accesorias del proceso tienen a su cargo y
responsabilidad para que el proceso no se paralice y concluya dentro los plazos legales.
Ejemplos:
POR LAS PARTES. Un proceso se inicia con la demanda (CPC, 327) y en 15 días la otra
parte debe responder si no quiere que la pretensión del actor sea tomado como cierta
(CPC, 345) o en su caso puede reconvenir (CPC, 345, 348).
POR EL JUEZ. Éste, tiene a su cargo el impulso procesal (CPC, 2) y la dirección del
proceso (CPC, 87, 347; CC, 1321), fija los puntos que las partes deben probar (CPC, 371,
376) y ordena de oficio declaraciones de testigos, dictámenes, etc. (CPC, 378).
POR LA LEY. El modo de impulsión legal del proceso está implícitamente establecida
en los plazos y términos procesales que da la ley para realizar un acto procesal. (CPC,
139, 148)
Esta regla exige que el juzgador este en relación directa con los sujetos que actúan en el
proceso. Este principio tiene trascendencia en materia de pruebas e implica la autoridad
física de la autoridad que dirige la actividad de procesar y de la que resolverá el asunto.
En otras palabras, podemos decir, que por el principio de inmediación el órgano
jurisdiccional obtiene el conocimiento a través del contacto con los sujetos de la relación
procesal para así adquirir el material necesario que le permita pronunciar una resolución
del caso. El principio de Inmediación pertenece al sistema Oral por el cual el juez recibe
en audiencia las pruebas, en el sistema escrito este principio se reduce a escuchar por pate
del juez la lectura de las pruebas. En el procedimiento Oral la inmediación opera de
manera eficaz al requerir contacto con el juez con los medios de prueba, lo que facilita a
aquel un mejor conocimiento de los hechos controvertidos. Articulo 8 CPCM. ((Echandia,
Hernando D.Ob cit pag, 46 dice “El autor que solo puede llegarse a una sentencia justa si
el juez tiene comunicación y contacto inmediato con las partes y con las pruebas que
deben producirse en su presencia.) Articulo 3 CPCM y Artículos 14, 15,16 y 17. De la
Constitución de El Salvador.
En términos generales, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución
o dispongan la ejecución de alguna diligencia procesal sin que previamente hayan tenido
oportunidad de ser oídos quienes pudieran verse afectados por tales actos. Art. 4 Código
Procesal Civil y Mercantil.
El principio de legalidad de las formas excluye la posibilidad de que las partes convengan
libremente los requisitos de lugar, tiempo y forma a que han de hallarse sujetos los actos
procesales, requiriendo, por lo tanto, que aquellas se atengan a los requisitos que
determina la ley.
Este principio está contemplado en el Código Procesal Civil y Mercantil, art. 3, en el cual
se detalla que las formalidades previstas por la ley son imperativas, o de estricto
cumplimiento.
Aplicación a un caso no previsto en la ley, de una norma extraída de la misma ley (CPC,
1, II: “analogía legis”) o del ordenamiento jurídico (CPC, 193:” analogía iuris”).
Si bien la ley permite la analogía ya que no le permite al juez excusarse de fallar bajo
pretexto de falta, o insuficiencia de la ley..., debiendo pronunciar según la equidad...” no
debe abusarse de la analogía porque destruye el Principio De Legalidad Procesal,
procesando con normas creadas por el juez luego del hecho sometido a su conocimiento.
A lo más que debe llegar el juez es a la Interpretación Analógica, que consiste en extender
una norma jurídica que regula un determinado hecho a otro semejante no previsto en ella.
Los jueces son responsables de sus actos penal y civilmente (CPC, 5, 205; LOJ, 1 inc. 9).
Por ejemplo, penalmente por prevaricato (CP, 173), por cohecho pasivo (CP, 173 bis) y
otros delitos (CP, 174, 177)
Es un axioma jurídico en virtud del cual el juez no puede juzgar con ley establecida
posteriormente a la pretensión del accionante, a no ser que le favorezca. Este principio
está muy relacionado con el de seguridad jurídica y con el de uira novit curia, siendo
prácticamente lo mismo o abarcando muchas cosas iguales.
El principio de legalidad procesal civil nos dice que no se puede llevar a cabo un proceso
o litigio sin antes tener una regulación establecida y determinada en el código procesal
civil y mercantil de dicha pretensión.
Instancia, en una definición simple, es la prosecución del juicio desde la demanda hasta
que el juez lo decide o desde que se introduce un recurso hasta que el tribunal lo resuelve.
Instancia es aquella etapa procesal en la cual un tribunal puede revisar tanto los hechos
materia de un proceso, como el derecho aplicable al caso de que se trate. La primera
instancia de un asunto por regla general corresponde que sea conocida por un tribunal
unipersonal; el recurso de apelación es aquel medio por el cual se abre la segunda
instancia del juicio, permitiendo que un tribunal superior efectúe una segunda revisión
del asunto a través de un procedimiento más simple.