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Adiestrar la mente (I)

‘Pese a nuestro deseo profundo de ser felices, ¿por qué constantemente nos topamos con el
sufrimiento y el dolor?

Desde la perspectiva budista el motivo responde a que tenemos determinados modos


esencialmente defectuosos de percepción y de relación con nosotros mismos y con el mundo.
En la base de lo antedicho se encuentra lo que el budismo identifica como las cuatro
perspectivas falsas:

- La primera, consiste en considerar eternos, permanentes e inmutables los acontecimientos y


cosas que, en realidad, son transitorios y pasajeros.

- La segunda, consiste en considerar placenteros y verdaderas fuentes de felicidad los


acontecimientos y las cosas que, en realidad, son fuentes de insatisfacción y sufrimiento.

- La tercera, consiste en que a menudo asimilamos como puras y deseables cosas que, en
realidad, son impuras.

- La cuarta perspectiva falsa, se refiere a nuestra tendencia a proyectar la noción de que tienen
existencia real acontecimientos y cosas que, en realidad, carecen de dicha autonomía.

Básicamente, las perspectivas defectuosas de la realidad conducen a modos falsos de


relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos, y éstos, a su vez, llevan a la confusión, la
miseria y el sufrimiento.’

Adiestrar la mente (II)

‘El grado hasta el cual somos capaces de disciplinar nuestra mente determina si somos felices o
sufrimos.
El estado de ánimo disciplinado –el estado de ánimo espiritualmente transformado– conduce a
la felicidad, mientras que el indisciplinado está bajo el influjo de las acciones y provoca
sufrimiento.’

Adiestrar la mente (III)

‘Tu vida y la de los demás están tan interconectadas que la idea de un “yo” totalmente distinto e
independiente carece de sentido.

Al margen de la realidad, hasta ahora hemos alimentado en nuestro interior todo un complejo
de pensamientos de amor propio. Creemos en algo que apreciamos mucho y lo consideramos
precioso, semejante a la esencia de nuestro ser, lo que está acompañado por la intensa creencia
en nuestra existencia en tanto individuos con realidad independiente.
La convicción de que existe un yo considerablemente real y la celebración de los intereses
propios a costa de los demás son los dos pensamientos y emociones principales que hemos
alimentado en nuestro seno durante muchas vida. ¿De qué ha servido? ¿Qué beneficios
produce? ….no ha contribuido a que llegáramos muy lejos.’
Adiestrar la mente (IV)

‘Si desplazamos nuestro centro de nosotros mismos a los demás y al mundo en general y
dirigimos nuestra atención a las crisis, las dificultades, los sufrimientos, etcétera, que padece el
mundo, comprobamos que muchos de los problemas son consecuencia directa o indirecta de
estados de ánimo negativos e indisciplinados.
¿De dónde proceden? Responden a la explosiva combinación entre egocentrismo y la creencia
en nuestra existencia independiente.
Si dirigimos nuestra atención al mundo en general empezamos a apreciar las consecuencias
enormemente destructivas de esta forma de pensar.

Estas actitudes no resultan útiles ni siquiera desde una perspectiva personal egoísta. Tendríamos
que preguntarnos qué beneficios extraemos, en tanto individuos, de nuestro egocentrismo y de
la creencia en nuestra existencia como yo independiente.
Basta reflexionar a fondo para darse cuenta de que apenas se obtienen beneficios. A decir
verdad, estas convicciones son fuente de sufrimientos y miserias incluso a nivel individual.’

Adiestrar la mente (V)

‘En virtud de nuestra prolongada habituación a las tendencias negativas y a la falta de


diligencia para aplicar los antídotos necesarios, emociones y pensamientos aflictivos surgen
espontánea y enérgicamente en nosotros. Son tan intensos que a veces nos dejamos llevar por
las tendencias negativas.
Debemos fijarnos en qué momento aparecen als tendencias negativas para contenerlas en
cuanto surjan. De esta manera no nos arrastrarán, podremos mantenernos en guardia y guardar
las distancias. Así no las reforzamos y nos ahorramos el estallido de emociones fuertes y las
palabras y los actos negativos que conllevan.’

Adiestrar la mente (VI)

‘Desde una perspectiva pragmática, para que alguien desarrolle la compasión sincer hacia los
otros debe tener una base sobre la que cultivarla. Dicha base es la capacidad de concectar con
nuestros propios sentimientos y cuidar de nuestro bienestar.
Si cada individuo no es capaz de hacerlo, ¿cómo puede tender la mano a los demás y
preocuparse por ellos?
Cuidar de los otros supone saber cuidar de uno mismo.’

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