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LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES

1. Concepto.
2. La trilogía de los procesos.
3. Clasificación de los procesos constitucionales según su contenido.
4. Clasificación de los procesos constitucionales según el Tribunal Constitucional.
5. El Código Procesal Constitucional.
————————————————–

Si bien es cierto que la Constitución del 93 nos habla de garantías constitucionales, sin
embargo este concepto desde el punto de vista técnico es restringido, pues solo
involucra a los denominados procesos de la libertad que tienen como objetivo la
protección de los derechos fundamentales, quedando de esta manera excluidos los
denominados procesos orgánicos que tienen como finalidad la defensa de la
Constitución a través de la aplicación de los principios de primacía e inviolabilidad de
la Constitución y de la jerarquía de las normas jurídicas. Incluso en el mismo texto
constitucional al referirse de forma particular a cada uno de los procesos lo hace con la
denominación “acción”, situación, que con mucha sutileza e inteligencia, el Código
Procesal Constitucional utiliza y reafirma la demoninación de “proceso”.
Sin embargo, debemos señalar que la Constitución del 93, en su artículo 200 al
referirse a las garantías constitucionales, agrupa tanto a los denominados procesos de
la libertad y a los procesos orgánicos. En esta enumeración de garantías no se hace
referencia al proceso de conflictos de competencia, que es un proceso orgánico,
estando más bien presente en el artículo 200, inciso 3, como una atribución del
Tribunal Constitucional; por eso, hace bien el Código Procesal Constitucional, en
denominarlo proceso competencial. En esa misma línea podríamos decir, que tampoco
esta considerado como proceso o garantía constitucional la Acusación Constitucional,
si bien es cierto aparece en los artículos 99 y 100 de la Constitución, pero a diferencia
del proceso competencial, este no es considerado como proceso por el Código
Procesal Constitucional, a pesar de tener las características propias de un proceso
constitucional, como es el de estar consignado por la Constitución, de defender la
Constitución y de tener naturaleza procesal.
Por tal situación, y antes de desarrollar cada uno de los procesos constitucionales
vigentes en nuestro ordenamiento constitucional, es necesario precisar sobre el
concepto de proceso constitucional, determinando su naturaleza, características,
alcances y estableciendo su clasificación. Asimismo, y en virtud de que el Código
Procesal Constitucional es la que regula los procesos constitucionales, lo menos que
podemos y debemos hacer, es fijar el significado que tiene este, no solo desde el
punto de vista técnico, sino también de su importancia para la justicia constitucional
peruana, máxime si le reconocemos como el primer Código vigente en su género a
nivel mundial.
1. CONCEPTO
La primera preocupación que tenemos, referida a precisar el concepto de proceso,
parte del hecho, que no pocas veces, por no decir la mayoría de veces, se ha utilizado
indistintamente para referirse al proceso constitucional, utilizando las denominaciones
de “acción”, “recurso”, “juicio” o “garantía”. En el Perú, por ejemplo es común utilizar la
denominación de acciones de garantías constitucionales, comprendemos que ella
parte por la utilización que realiza la Constitución del 93, situación que se ha
generalizado en el léxico jurídico de los abogados y magistrados.
Lo cierto es, que con el avance del derecho procesal y específicamente con el avance
de la teoría del proceso, ha quedado establecido, por así decirlo, que cuando se habla
de proceso, se trata de un conjunto de actos jurídicos procesales que están articulados
entre sí de forma coherente, el mismo que se desarrolla ante el órgano jurisdiccional
competente, aplicando las normas jurídicas vigentes, al existir una pretensión o
pretensiones que son invocados por los justiciables, en procura de su plena
satisfacción, situación que debe conducir a restablecer la paz social y la justicia.
Si bien es cierto, este concepto es amplio, pues involucra a los diversos tipos de
procesos, llámese civil, penal, laboral, administrativo, constitucional, etc., sin
embargo, para llegar a un concepto propio de proceso constitucional, es importante
determinar algunos de sus elementos, que en la practica se constituyen en
condicionantes para su existencia, es decir perfilan su identidad o naturaleza
permitiéndole diferenciarse de los otros tipos de procesos.
Estos elementos que caracterizan el proceso constitucional son los siguientes:
a) El de ser un proceso con rango constitucional, es decir debe estar prescrito en la
constitución o reconocido constitucionalmente, en otras palabras la fuente de su origen
se encuentra en la propia constitución, y no simplemente en una ley;
b) El de ser un proceso autónomo, con dinámica e identidad propia, que no sea parte
de un proceso distinto, como ocurre por ejemplo con los “incidentes constitucionales”;
c) El de ser un proceso que tiene objeto propio, como es el de resolver controversias
en materia constitucional, es decir resolver conflictos entre una norma constitucional y
una norma jurídica de menor jerarquía, resolver conflictos tendientes a la protección de
los derechos fundamentales, y resolver conflictos de competencia entre órganos
públicos.
De esta manera podemos establecer que el proceso constitucional, es:
Desde la perspectiva de Nestor Pedro Sagües, proceso es aquel encargado de
velar, en forma inmediata y directa, por el respeto del principio de supremacía
constitucional o por la salvaguarda de los derechos constitucionales, y cuyo
reconocimiento puede corresponder a un Tribunal Constitucional, al Poder
Judicial o a ambos.
2. LA TRILOGIA DE LOS PROCESOS
Como señala Domingo García Belaunde, debemos a RAMIRO PODETTI haber
diseñado por vez primera lo que venía desde atrás ; es decir, que existe una trilogía
estructural del proceso, formada por la acción, la jurisdicción y el proceso. Esta
trilogía que ALCALÁ-ZAMORA denomina trípode desvencijado, ha atravesado un
sinfín de tribulaciones, empezando con su propia conceptuación, sobre la que existen
bibliotecas enteras. Pero, simplificando algo la problemática, y sólo con fines utilitarios,
podemos hacer las siguientes precisiones: la acción, la jurisdicción y el proceso.
a) Acción, es la capacidad de recurrir a los órganos del Estado en procura de la
satisfacción de pretensiones; cuyos titulares son, generalmente, los particulares, pero
que pueden serlo otros órganos del Estado, de acuerdo con lo que establezca la ley.
La acción es de carácter abstracto y tiene como sujeto a la persona que en tal virtud
puede movilizar los mecanismos judiciales del Estado.
b) Jurisdicción, es la capacidad de resolver las pretensiones de las partes,
envueltas en un litigio. Se atribuye a los órganos que tienen la misma misión de llevar
a cabo el desarrollo de tales pretensiones
c) Proceso, es el camino dialéctico a través del cual se desarrolla la jurisdicción, y en
donde se defienden las pretensiones o intereses en juego. Se configura de acuerdo
con lo que cada legislación en especial contempla. (Los procesos constitucionales no
son uniformes, y dependen de la legislación de cada país).

3. CLASIFICACION DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES SEGÚN SU


CONTENIDO
Las garantías que reconoce la Constitución son seis, sin embargo el Código Procesal
Constitucional agrega uno más, que en total suman siete procesos constitucionales;
las mismas que tienen dos finalidades distintas:
El primer grupo de procesos defiende los derechos constitucionales y tienen
como finalidad esencial reponer el derecho violado a la situación previa a la
violación, o eliminar la amenaza de violación de un derecho de esta naturaleza.
Estas garantías son tres: 1) El Hábeas Corpus, que procede contra el hecho u
omisión por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona que vulnera o
amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales conexos con ella. 2) El
Amparo, introducida por la Constitución de 1979, es aquel proceso que protege los
demás derechos reconocidos en la Constitución que no estén vinculados a la libertad
individual. 3) El Hábeas Data, tiene por finalidad garantizar el derecho que tiene toda
persona, para obtener la información que requiere de cualquier entidad pública; y a
que los servicios informáticos no suministren información que afecten la intimidad
personal y familiar.
El segundo grupo de procesos persigue como finalidad defender la jerarquía
normativa del orden jurídico y resolver los conflictos de competencia entre
órganos públicos. Estas garantías son cuatro: 1) El proceso de
Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tengan rango de Ley –1.
Leyes, 2. Decretos Legislativos, 3. Decretos de Urgencia, 4.Tratados, 5.Reglamentos
del Congreso, 6.Normas Regionales de carácter general, 7.Ordenanzas Municipales-.
La finalidad de la acción de inconstitucionalidad es garantizar la primacía jurídica de
la Constitución, esto es, que se deje sin efecto la norma contra la cual va dirigida,
produciéndose un efecto análogo a la derogación, declarando si son
inconstitucionales o no ,por la forma o por el fondo las leyes y normas jurídicas con el
rango de ley. 2) El proceso de La Acción Popular que procede contra los
reglamentos , decretos y resoluciones de carácter general que puedan haber sido
emitidas por el Poder Ejecutivo o las normas administrativas que puedan haber sido
dictadas por instituciones públicas que infrinjan la Constitución o la ley. La finalidad de
la garantía de Acción Popular es impugnar la validez de las normas generales con
jerarquía inferior a la ley, es decir a quitar validez a la norma frente a la cual se
interpone la acción interpuesta que fuere declarada fundada produce efectos
análogos al de una derogación. 3) El Proceso de Cumplimiento, que la ejerce
cualquier persona contra el acto de la autoridad o funcionario público renuente a
acatar una norma legal o un acto administrativo que está obligado a cumplir. 4) El
Proceso Competencial que procede cuando alguno de los poderes del Estado o de
las entidades públicas toma decisiones que no le corresponden o rehuye actuaciones
que son propias de su competencia, interfiriendo en las atribuciones de otros órganos
que las tienen asignadas por la Constitución o las Leyes Orgánicas.
Si bien es cierto que la Constitución del 93 nos habla de garantías
constitucionales, sin embargo este concepto es corregido y superado por el
Código Procesal Constitucional al denominarlo adecuadamente procesos
constitucionales. Precisamente la Constitución de 1993 trata sobre las Garantías
Constitucionales en el Título V en el artículo 200 hasta el 204. Las garantías son
procesos o instrumentos excepcionales de carácter procesal que son utilizadas por
quienes creen que se han violado o vulnerados sus derechos fundamentales – a su
libertad individual, a su libertad de conciencia y de creencia, a su libertad de
expresión, a su derecho al trabajo, a la propiedad y herencia, a su nacionalidad, etc; o,
cuando los actos de los poderes u órganos del Estado o de los particulares, infringen
la estructura del orden jurídico.
Estos procesos son: a) Procesos de la libertad, b) Procesos orgánicos, y c)
Procesos supranacionales.

A) Procesos constitucionales de la libertad


Son los instrumentos jurídicos procésales que tienen como finalidad esencial reponer
el derecho violado a la situación previa a la violación, o eliminar la amenaza de
violación de un derecho fundamentales consagrado en la Constitución para asegurar
la vigencia , respeto, y efectividad de estos derechos de carácter constitucional. Estas
garantías son tres:
1) El Hábeas Corpus, que procede contra el hecho u omisión por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona que vulnera o amenaza la libertad individual o los
derechos constitucionales conexos con ella.
2) El Amparo, que fue introducida por la Constitución de 1979, que es aquella acción
que protege los demás derechos reconocidos en la Constitución que no estén
vinculados a la libertad individual.
3) El Hábeas Data, que tiene por finalidad garantizar el derecho que tiene toda
persona, para obtener la información que requiere de cualquier entidad pública; y a
que los servicios informáticos no suministren información que afecten la intimidad
personal y familiar.
B) Los procesos constitucionales orgánicos
Defienden la estructura del orden jurídico, su jerarquía y coherencia; resuelve los
conflictos de competencia entre órganos del Estado; la eficacia de las disposiciones
legales y de los actos administrativos y; el juzgamiento de los altos funcionarios
públicos. Estos procesos son cinco:
1) El proceso de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tengan
rango de Ley –1. Leyes, 2. Decretos Legislativos, 3.Decretos de Urgencia,
4.Tratados, 5.Reglamentos del Congreso, 6.Normas Regionales de carácter general,
7.Ordenanzas Municipales-. La finalidad de la acción de inconstitucionalidad es
garantizar la primacía jurídica de la Constitución, esto es, que se deje sin efecto la
norma contra la cual va dirigida, produciéndose un efecto análogo a la derogación,
declarando si son inconstitucionales o no ,por la forma o por el fondo las leyes y
normas jurídicas con el rango de ley.
2) El proceso de La Acción Popular que procede contra los reglamentos , decretos
y resoluciones de carácter general que puedan haber sido emitidas por el Poder
Ejecutivo o las normas administrativas que puedan haber sido dictadas por
instituciones públicas que infrinjan la Constitución o la ley. La finalidad de la garantía
de Acción Popular es impugnar la validez de las normas generales con jerarquía
inferior a la ley, es decir a quitar validez a la norma frente a la cual se interpone la
acción interpuesta que fuere declarada fundada produce efectos análogos al de una
derogación.
3) El Proceso de Cumplimiento, que la ejerce cualquier persona contra el acto de la
autoridad o funcionario público renuente a acatar una norma legal o un acto
administrativo que está obligado a cumplir.
4) El Proceso Competencial que procede para resolver conflictos de competencia
entre los órganos del Estado (Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial), o entre los
Estados Federados y el Federal; entre el Central y las regiones o de las regiones
entre sí.
5) La acusación constitucional o el juzgamiento de los altos funcionarios del Estado
y, como sucede en los casos de Alemania y de Chile, el problema de los partidos
políticos con ideologías reñidas con la existencia de un régimen constitucional.

C) Los procesos constitucionales supranacionales


En ella se encuentran contenidos los diversos instrumentos procésales de carácter
regional y universal de los que pueden valerse las personas que se consideran
lesionadas en los derechos que la Constitución reconoce, a fin de hacer valer sus
derechos fundamentales en la esfera internacional ante los tribunales de
competencia regional o universal, constituidos según los tratados internacionales o
convenios de los que el Perú es parte, si es que agotada la jurisdicción interna, el
afectado considera que sus derechos vulnerados no han tenido la reparación que les
correspondía en las sentencias que los tribunales peruanos emitan.
En el Perú, agotada la vía interna , la persona lesionada en sus derechos puede
recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a través de la Comisión
Americana de los Derechos Humanos de la OEA; o también se puede recurrir ante el
Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El reconocimiento de la
jurisdicción y competencia de los tribunales internacionales es una garantía adicional
para la defensa de los derechos humanos; porque los derechos humanos son
vulnerados por decisiones o estrategias políticas y los organismos judiciales internos
quedan imposibilitados de brindar la garantía judicial debida o simplemente están
conformados por magistrados que son dependientes del poder político.
El artículo 205 de la Constitución Política vigente reconoce expresamente la
jurisdicción constitucional supranacional y su incorporación a la legislación nacional
está prevista en su artículo 55 que señala que: “los tratados celebrados por el Estado
y en vigor forman parte del derecho nacional”. El artículo 55 de la Constitución recoge
el principio de incorporación de los tratados al Derecho interno, de manera tal que una
vez celebrados, ingresan al sistema jurídico peruano, con el rango de ley si la
aprobación proviene del Congreso y de decreto supremo si la aprobación viene del
Ejecutivo. La afirmación que señala que: los tratados “forman parte del derecho
nacional”, quiere decir, que son legislación interna obligatoria, y los organismos
políticos y jurisdiccionales peruanos están obligados de velar por su cumplimiento.
Esta afirmación incluye el reconocimiento de la jurisdicción y competencia de los
tribunales internacionales de defensa de los derechos humanos y el cumplimiento del
Estado peruano de las sentencias que dichos tribunales emitan.
4. CLASIFICACION DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES SEGÚN EL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En atención al objeto de protección de cada uno de ellos, según el Tribunal
Constitucional, existen tres clases de procesos constitucionales:
a. Procesos de tutela de derechos.- Tienen por objeto la tutela jurisdiccional de los
derechos constitucionales y son los siguientes: proceso de hábeas corpus, amparo,
hábeas data y proceso de cumplimiento (acción de cumplimiento).
b. Procesos de control normativo.- Tienen por objeto proteger jurídicamente la
primacía de la Constitución respecto a las normas que tienen rango de Ley, en el caso
del proceso inconstitucionalidad, y de la primacía de la Constitución y de la ley
respecto al resto de normas de jerarquía inferior a la ley, en el caso del proceso
de acción popular. En ambos procesos, es el orden jerárquico de las normas
(principio de jerarquía de las normas) de nuestro sistema jurídico el que constituye el
objeto de protección de esta clase de procesos.
c. Proceso de conflicto competencial.- Tiene por objeto la protección de las
competencias que la Constitución y las leyes orgánicas atribuyen a los poderes del
Estado, órganos constitucionales y a los gobiernos regionales y locales
(municipalidades). Está comprendido únicamente por el proceso de conflictos
constitucionales o de atribuciones.

CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL


A) Definición de Código Procesal Constitucional
 Código es una palabra que procede del latín “codex”.
 Código es un documento que reúne leyes de un Estado, relativas a una rama
jurídica determinada, en un cuerpo orgánico, sistemático y con unidad
científica. Asimismo, se puede definir como la ley única que, con plan, sistema
y método, regula alguna rama del derecho positivo.
 El Código Procesal Constitucional es el documento que organiza, articula y
sistematiza los procesos constitucionales del Estado peruano, en un cuerpo
único y coherente. Con su entrada en vigencia se centraliza la totalidad de los
procesos constitucionales, quedando derogados las normas procesales
vigentes hasta ese entonces, que en total sumaban 14 normas.
 Es considerado como el primer Código Procesal Constitucional de alcance
nacional de Latinoamérica
B) Alcances sobre el Código procesal Constitucional
 El CPC fue publicado en el Diario Oficial el Peruano el 31 de mayo de 2004, a
través de la Ley Nº 28237, entrando en vigencia el 1 de diciembre del mismo
año.
 El Código consta de XIII títulos, de siete disposiciones finales y de dos
disposiciones transitorias y derogatorias.
 Regula los procesos constitucionales de hábeas corpus, amparo, hábeas data,
cumplimiento, inconstitucionalidad, acción popular y los conflictos de
competencia, previstos en los artículos 200 y 202 inciso 3) de la Constitución.
 El Código señala que “Son fines esenciales de los procesos constitucionales
garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales”.
 Los procesos constitucionales se desarrollan con arreglo a los principios de
dirección judicial del proceso, gratuidad en la actuación del demandante,
economía, inmediación y socialización procesales.
 Los procesos constitucionales son de conocimiento del Poder Judicial y del
Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución, en
sus respectivas leyes orgánicas y en el presente Código.

HABEAS CORPUS
Ricardo Velásquez Ramírez

Antecedentes históricos del Habeas Corpus


A decir por Domingo García Belaunde, el Habeas Corpus, como garantía
constitucional de la libertad, es una institución muy antigua cuya aparición
en Inglaterra parece remontarse al siglo XII. Aunque, más antes, se conocía de ésta
figura en la antigüedad griega y en Roma. Pero, es en Inglaterra del siglo XII en que se
reconoce una serie de derechos y libertades; ejemplo que más tarde seguirían
nuestros pueblos americanos. El primer país que introdujo la figura del Habeas Corpus
en nuestra región fue Brasil en su Codigo Penal de 1830 y más concretamente en
su Codigo de Procedimientos Penales de 1832.
Sin embargo, es importante hacer referencia a la antigüedad, pues lo encontramos en
las leyes de Solón, en el Decreto de Erucrates, en el Juramento de Andocides e
ncluso más propiamente en el famoso instituto romano
del Homini Libero Exhibendo, que era una acción civil privilegiada para los
ciudadanos romanos libres. También rastrea esta institución a favor de la Libertad en
la edad media y moderna, así lo vemos en las cartas de los Fueros de Leon Castilla,
Navarra, Vasconia, Cataluña y Aragon en los Siglos XI y XII; especialmente se
encuentran en las exigencias que hicieron los barones ingleses a favor de sus
derechos al tiránico Juan Sin Tierra en la célebre Carta Magna de 1215, cabe decir
que este documentos es uno de los más importantes y reconocidos históricamente,
aunque no por ello deba olvidarse a la Bula de oro de 1222, del rey de Hungría Andr´s
II; a la primera carta de Baviera de 1311; a la Gran Ordenanza de los Estados
Generales de Francia en el año 1357, todas ellas prepararon la célebre Petition
of Rightsde 1628 y el Agreement of the People de 1647, que no eran otra cosa que
la reafirmación de los derechos de libertad de la nobleza extendida ya a la burguesía;
estos documentos culminaron finalmente en la reglamentación que el Rey
Carlos III de Inglaterra llevó a cabo en el año 1679 por medio del Acta de Hábeas
Corpus en la cual los súbditos ingleses obtuvieron garantías de libertad para sus
personas, las mismas que serían detalladas luego de diez años, en la denominada Bill
of Rights de 1689, que abrió camino a las Declaraciones de Derechos de las Colonias
Americanas y sobre todo a la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789. Y desde entonces el resto es historia conocida.
Antecedentes nacionales del Habeas Corpus
En el Perú, como Estado, el sentido del Hábeas Corpus ha estado presente desde que
nace la República, en el Estatuto Provisorio de San Martín el 8 de octubre de 1821,
pues se advierte en la Octava Sección lo siguiente: “Todo ciudadano tiene igual
derecho a conservar y defender su honor, su libertad, su seguridad, su propiedad y su
existencia y no podrá ser privado de ninguno de estos derecho, sino por el
pronunciamiento de la autoridad competente, dado conforme a las leyes, el que fuera
defraudado de ellos injustamente podrá reclamar ante el gobierno esta infracción”.En
ese orden de ideas el Reglamento Provisorio promulgado el 15 de Octubre de 1822
por José de La Mar prescribía en su Artículo 5°:“Sólo podrá mandar arrestar o poner
preso a alguna persona e individuo, cuando lo exija la salud pública pero certificada la
prisión remitirá al reo con su causa a disposición del juzgado o tribunal
correspondiente dentro del término de24horas”. Años más tarde, 21 de octubre de
1897, se cautela la libertad personal contra las detenciones arbitrarias mediante Ley,
es decir que su nacimiento es eminentemente legal. Posteriormente, el tratamiento
al habeas corpus es enriquecido por las leyes 2223 y 2253 de 1916. Y será recién con
la Constitución de Leguía de 1920, en la que de manera concluyente y por primera
vez aparecerá el vocablo latino de Hábeas Corpus en su Artículo 24 se lee: “Nadie
podrá ser arrestado sinmandamiento escrito del juez competente o de las autoridades
encargadas de conservar el orden público, excepto infraganti delito, debiendo ser
puesto el arrestado dentro de 24 horas a disposición del juez que corresponda.
Los ejecutores de dicho mandamiento están obligados a dar copia de él siempre que
se les pidiera. La persona aprehendida o cualquier otra podrá interponer conforme a
Leí/, el recurso de Hábeas Corpus por prisión indebida”. Cuarenta años más tarde en
1961 se expide la Ley N° 2223 que establece las garantías individuales.
Finalmente, el 8 de diciembre de 1982, se publica la Ley 23506 de Hábeas Corpus y
Amparo, culminando así un largo proceso histórico de lucha por la libertad.
En la actual Constitución Politica de 1993, se regula al Habeas Corpus en el Artículo
200º inciso 1) que a la letra dice lo siguiente:
“Son garantías constitucionales:
1) La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos”.
Asimismo, también es regulado el Hábeas Corpus por el nuevo Codigo Procesal
Constitucional, promulgado por la Ley 28237 y publicado el 31 de Mayo del 2004.
Sostiene, Alberto Borea que, la experiencia judicial de los Hábeas Corpus en el Perú
a un nivel práctico antes que teórico, ha sido asumir una interpretación restringida de
la libertad individual, en particular de la libertad física, seguridad personal y libertad de
tránsito, básicamente; a pesar que el artículo 12 de la Ley de Hábeas Corpus,
establece los supuestos de procedencia de dicha garantía, habiendo quedado
desprotegida la libertad en la mayoritaria jurisprudencia nacional en los casos
vinculados, al derecho a la vida en las demandas por detenidos-desaparecidos, a la
integridad física, psíquica y moral; a no ser incomunicados; y a la excarcelación en el
caso de reo absuelto, entre otros.
César Landa, manifiesta que sin embargo con la entrada en funcionamiento del
Tribunal Constitucional, la jurisprudencia en materia de protección de la libertad
personal y derechos conexos a ella, fue mayoritariamente tutelar. Coincidimos con
César Landa, pues observamos que en el año 2003, a través de múltiples sentencias
el Tribunal, ha asumido y definido su posición en defensa de los derechos
fundamentales y de sumo intérprete de la Constitución.
El Habeas Corpus contra resoluciones judiciales
Es un hecho que, la libertad personal como derecho fundamental no tiene carácter
absoluto e irrestricto pues admite que en ciertas circunstancias pueda ser restringido
en contraposición a intereses sociales más importantes. Pero, esta restricción
traducida en una medida coercitiva dictada por el órgano competente en el marco de
proceso penal debe cumplir con determinados requisitos previstos en nuestra
legislación procesal penal y de condiciones esenciales que deben asistir a la
detención personal, tales como: excepcionalidad, provisionalidad, proporcionalidad y
subsidiariedad.
El Proceso de Habeas Corpus contra Resoluciones Judiciales toma en la actualidad
importancia en nuestro contexto, sobretodo con ocasión de procesos penales
instaurados en contra de ex – funcionarios estatales a quienes, en muchos casos, se
les priva del derecho a la libertad persona y que no en pocos casos, cuestionan las
decisiones judiciales en su contra por considerarlas arbitrarias.
El hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su libertad a
una persona, no significa que esta decisión no pueda ser objeto
de control constitucional alguno, esto es parte también del debido proceso al que todo
ciudadano sometido al órgano jurisdiccional tiene derecho. La libertad se ve afectada
cuando, entre otros motivos, una persona es privada de ésta por una resolución
judicial arbitraria. Es arbitraria porque no respetó un debido proceso penal, lo cual
hace al mismo, un proceso irregular.
Definición del Habeas Corpus
El Hábeas Corpus proviene de una expresión latina que significa “traedme el
cuerpo” y que en síntesis puede decirse de él que es la suprema garantía del derecho
a la libertad que asiste a toda persona detenida o presa de manera arbitraria o sin la
formalidad legal para que su detención sea vista inmediata y públicamente por un juez
o tribunal, a fin que, luego de oírlo, se decida si su detención es o no legal y si debe
levantarse o no.
El Hábeas Corpus es una acción de garantía constitucional que procede contra todo
acto u omisión de funcionario, autoridad o particular que vulnera o amenaza la libertad
individual y los derechos íntimamente relacionados a ella, con excepción de aquellos
tutelados por la Acción de Amparo. En el nuevo Código Procesal Constitucional
peruano a entrar en vigencia en diciembre del 2004 se le denomina “Proceso de
Hábeas Corpus”, en contraposición a la denominación de Acción de Habeas Corpus
de la Ley 23506.
Para el maestro García Belaunde el Hábeas Corpus es “Una acción en garantía de la
libertad personal frente al poder público, cuando éste le afecta en alguna forma y
siempre que la afectación implique una ilegalidad”. Asimismo, señala que el Hábeas
Corpus es un instituto de Derecho Publico y Procesal, por tener origen y
fundamento en la Constitución misma y estar destinado a la protección de la garantías
conocidas en la doctrina como derechos públicos subjetivos. El Hábeas Corpus
constituye así un remedio, o sea, un medio para restablecer algo.
Víctor Ortecho Villena afirma que: “es una acción de garantía constitucional sumaria
entablada ante el juez penal o ante la Sala Penal Superior, dirigida a restituir la
libertad que ha sido vulnerada o amenazada, por actos u omisiones provenientes
de autoridades, funcionarios o particulares”
Walter Díaz Zegarra afirma que el Hábeas Corpus “es un proceso constitucional que
tiende a hacer respetar la libertad personal, que en su origen estaba dirigido contra los
abusos de poder de autoridades. Hoy en día los abusos no solo provienen de
autoridades sino también de particulares que ostentan algún tipo de poder”.
El profesor argentino Néstor Pedro Sagués, citado por Ortecho Villena en su Obra:
“Jurisdicción y Procesos Constitucionales”, señala que: “…lo cierto es que resulta el
instrumental más elemental y contundente para asegurar la libertad
personal contra los abusos del poder” y continua diciendo: “(…) las excelencias el
Habeas Corpus – por algo ciertamente es tan apreciado- deriva del bien jurídico que
sustancialmente tutela, esto es, la libertad ambulatoria. Sin ésta – extinguida o
restringida- poco puede hacer el hombre. El Hábeas Corpus, en otras palabras es
una suerte de garantía fundante, en el sentido que posibilita, merced a la obtención
a la libertad corporal, la práctica de las restantes libertades humanas. De ahí que sea
la herramienta básica de todo habitante y el mecanismo jurídico más odiado por el
despotismo.”
Finalidad del Habeas Corpus
La finalidad principal del Hábeas Corpus es el restablecimiento de la libertad
personal vulnerada o amenazada; es decir, volver al estado anterior a la privación de
libertad de la persona.
Ivan Noguera Ramos señala que el Hábeas Corpus persigue dos finalidades:
una Inmediata, es decir reponer el derecho violado o vulnerado y, la
segunda: Mediata que es sancionar penalmente a los responsables.
En nuestra opinión, la finalidad del Hábeas Corpus es detener la violación de
un derecho constitucional o impedir que la amenaza de violación del mismo se
cometa (libertad personal y conexos). El Hábeas Corpus no consiste en determinar
la responsabilidad penal de la persona a favor de quien se interpone, como
dijimos, por medio de este proceso sólo se verifica si existe amenaza o afectación de
la libertad individual y, en caso que esta se verifique, ordenar se repongan las cosas al
estado anterior de la violación o amenaza de violación.
Caracteristicas del Hábeas Corpus
Así como el proceso de Hábeas Corpus persigue una finalidad como garantía
constitucional que protege la libertad de las arbitrariedades del poder, ésta se
compone de caracteristicas importantes que parten de su propia naturaleza y aquellas
que le atribuye la legislación procesal constitucional a modo de reglas generales de
aplicación.
4.1.- Sumariedad.-
Es decir, goza de un procedimiento rapido, fulminante, inmediato, bajo
responsabilidad. El carácter sumario de este procedimiento, exige la preferencialidad
por parte de los jueces, claro esta, bajo su responsabilidad.
4.2.- Subsidiaridad.-
Debido a que si no existe recurso alguno o si se agotó todo recurso en defensa de la
libertad personal vulnerada, el Hábeas Corpus se convierte en el único instrumento de
defensa de esta libertad constreñida por una resolución que a decir de Cesar Landa,
no se ajusta al derecho constitucional.
4.3.- Informalidad.-
A través de Hábeas Corpus se debe determinar si existió o no la violación al derecho a
la libertad y por ser este procedimiento sumario, debe ser lo menos complejo posible,
pues en juego está la libertad de un procesado o denunciado. Inclusive, en este tipo de
procedimientos, la acción se puede presentar verbalmente ante el juez penal.
4.4.- Reglas aplicables al procedimiento del Hábeas Corpus. (Artículo 23º de la Ley
23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo).
a.- No caben recusaciones en el procedimiento.
b.- No caben Inhibiciones por parte del juez penal que conoce del asunto.
c.- No caben aplazamientos de las diligencias a realizarse.
d.- No interviene el Ministerio Público, a no ser que sirva para coadyuvar al agraviado.
e.- Los jueces deben habilitar día y hora para llevar a cabo las diligencias, así se trate
de día no hábil.
Clasificación del Hábeas Corpus
El Proceso de Habeas Corpus no se reduce solamente a restituir la libertad individual,
sino que tiene un alcance mucho mayor en el Derecho Constitucional y en Derecho
Procesal Constitucional; es así que contiene distintas variantes que podemos
clasificarlas de la siguiente manera:
5.1. Hábeas Corpus Reparador.-
Se dirige contra detenciones calificadas de arbitrarias y se da bajo tres
supuestos: Primero: Las producidas fuera de los supuestos del Mandato Judicial
(escrito y motivado) o de flagrante delito, o tambien de la llamadad “ cuasiflagrancia”.
Segundo: La que pese a producirse dentro del Mandato Judicial o flagrante delito se
prolonguen por encima de las 24 horas mas el termino de la distancia en el caso de
delitos comunes o de 15 dias mas el termino de la distancia en el caso de delitos
calificados y Tercero: Las ordenadas por funcionarios distintos a los jueces o por
jueces que carecen de competencia y las que se ejecutan por personas distintas a la
policia.
5.2.- Hábeas Corpus Restringido.-
Procede cuando se trata de actos restrictivos que sin implicar detención afectan la
libertad de manera continua, pues esta se ve restringida. Acá no se aprecia privación
de libertad, pero sientorpecimiento.
5.3.- Hábeas Corpus Correctivo.-
Se postula a fin de suprimir las condiciones de maltrato o mejorar la situación de
aquella persona cuya libertad está ya restringida, por ejemplo, cuando a través de
este medio, los internos en establecimientos penitenciarios pretenden mejorar su nivel
de permanencia denunciando condiciones infrahumanas.
5.4.- Hábeas Corpus Preventivo.-
Se postula de esta manera cuando existe amenaza a la libertad individual, debiendo
merituarse conforme a los requisitos de probabilidad o certeza y de inminencia. Cesar
Landa señala que procede esta figura: “cuando se amenace de manera cierta y
concreta la libertad personal, la libertad de tránsito o la integridad personal”.
Asimismo, señala que “La amenaza real es un asunto de casuística, que debe valorar
el juez, en base al principio constitucional de la presunción de inocencia, a la
interpretación extensiva de la presunción de la defensa de la libertad y a la
interpretación restrictiva de la limitación de la misma”.
5.5.- Hábeas Corpus Traslativo
Procede ante la demora en la tramitación de los procesos judiciales o a fin de
excarcelar a quien se le mantiene indebidamente detenido no obstante haber
cumplido su condena.
5.6.- Hábeas Corpus Innovativo
Permite tutelar residualmente el derecho reclamado, no obstante haberse convertido
en aparentemente irreparable. Se trataría no precisamente de una reparación total
sino más bien de una de carácter parcial.
5.7.- Hábeas Corpus Instructivo
Cuando una persona detenida y desaparecida por una autoridad o particular que
niega la detención y por ello es imposible ubicarla, se ocasiona a la persona afectada
la violación de sus derechos a la libertad, a la comunicacion, defensa, integridad fisica
e incluso derecho a la vida.
Tiene como objeto individualizar al presunto responsable para proceder a denunciarlo.
6.- Competencia en el proceso de Habeas Corpus
El factor Competencia es uno de los más importantes elementos del proceso de
Hábeas Corpus. En efecto y de acuerdo a la ley de Amparo y hábeas corpus actual,
está facultado para conocer de las acciones de Hábeas Corpus cualquier juez penal
del lugar donde se encuentre el detenido o del lugar donde se haya ejecutado la
medida o del lugar donde se haya citado. Si se trata de detención arbitraria,
atribuida a la orden de un juez, la acción se interpondrá ante la Sala Penal, la que
designará a otro juez penal, quien decidirá en el término de 24 horas.
7.- Causales de Improcedencia del Proceso de Hábeas Corpus.
Si bien es cierto el proceso de Hábeas Corpus no supone la existencia de condiciones
para su procedimiento, sí es necesario que los recurrentes y magistrados tengan en
cuenta los casos en que no procede el Hábeas Corpus; y, así tenemos que no procede
el Hábeas Corpus cuando:
a.- El recurrente tenga instrucción abierta o se halle sometido a juicio por los hechos
que originan la acción de garantía.
b.- La detención que motiva el recurso ha sido ordenada por juez competente dentro
de un proceso regular; y,
c.- El recurrente sea prófugo de la justicia, desertor de las Fuerzas Armadas o Policía
Nacional, o evasor de la conscripción militar, o militar en servicio arrestado por sus
jefes o esté cumpliendo pena privativa de libertad ordenada por los jueces.
8.- Procedimiento.-
El procedimiento en las acciones de Hábeas Corpus se desarrolla dependiendo de que
se trate de una detención o de un acto en contra de la libertad personal diferente a la
detención:
a.- En caso de detención: Interpuesta la acción ante el Juez Penal de turno, éste debe
constituirse de inmediato, o cuando menos en el día al lugar de la detención y disponer
que la autoridad responsable presente al detenido y explique su conducta.
Comprobada la detención arbitraria, el juez penal pone en libertad al detenido, dando
cuenta a la Sala Penal respectiva. La Ley 23506 también establece que de no ser
suficiente la sumaria investigacion, el Juez citará a quienes ejecutaron la violación
para que expliquen las razones y resolverá de plano.
b.- En caso de lesiones a otros aspectos de la libertad personal: El Artículo 18ª de la
Ley 23506, establece que el Juez debe citar a quienes ejecutaron la violación a fin que
expliquen los motivos de ésta y resolverá en el término de un día natural.
En cualquiera de estos dos procedimientos, proceden recursos impugnatorios, como el
de apelación contra una sentencia de primera instancia o Recurso
Extraordinario contra una sentencia de Vista expedida por la Sala Penal superior.
Las Resoluciones que recaen en este tipo de procedimientos contienen un mandato
especial de protección a la libertad. Ortecho Villena señala que: “Deben ejecutarse
tan pronto como queden consentidas o ejecutoriadas ya que, de no ser así, no
cumpliría su mision de restablecer la libertad en el tiempo más breve posible“.
9.- El Habeas Corpus en el Código Procesal Constitucional.
El Código Procesal Constitucional, recientemente promulgado el 28 de Mayo del
2004 y publicado el 31 del mismo mes y año constituye un gran salto en la defensa de
los derechos fundamentales por quienes imparten justicia en el Perú. Presentado el
nuevo Código, ante el propio Tribunal Constitucional, como defensor y supremo
intérprete de la Constitución, consagra un conjunto de normas que actualiza y en
muchos casos innova los procedimientos establecidos en las leyes 23506, 24968,
25398 y 26301, principalmente.
Es importante destacar que el Código, acerca de la interpretación de los
derechos constitucionales, establece:
“El contenido y alcances de los derechos constitucionales protegidos por los procesos
regulados en el presente Código deben interpretarse de conformidad con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, los tratados sobre derechos
humanos, así como de las decisiones adoptadas por los tribunales internacionales
sobre los derechos humanos constituidos según tratados de los que el Perú es parte”.
Consideramos que este precepto será de gran utilidad para resolver los procesos
constitucionales que se presenten, pues de esta manera la justicia peruana seguirá los
cánones o estándares regionales e internacionales de defensa de los derechos
fundamentales.
La Acción de Hábeas Corpus en adelante se denominará “Proceso de Hábeas
Corpus” y su tramitación será con algunas diferencias como:
1- En cuanto a la procedencia del Hábeas Corpus, el Artículo 4º
(Procedencia respecto a Resoluciones Judiciales) establece en su
segundo parrafo: “El Hábeas Corpus procede cuando una resolución
judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela
procesal efectiva”.
2- Respecto a la competencia del juez que conocerá dicho proceso.
la demanda de Hábeas Corpus se podrá interponer ante cualquier
juez penal (lo que ya no hace necesario que sea exclusivamente el juez
penal de turno el que sea competente) y no será necesaria la autorización
de abogado en el escrito de demanda.
3- Otra novedad es la referida al trámite en los casos de “desaparición
forzada“, que tendrá un procedimiento “especial”, tipificado en el artículo
32º.
4- Asimismo, el legislador hace una distinción en cuanto al trámite del
Hábeas Corpus en caso de detención arbitraria (Artículo 30º) y
en “casos distintos” (artículo 31º). En este punto, consideramos que el
término “detención arbitraria” podría traer algunos problemas de
interpretación por el Juez, en el sentido de qué tipo de detención es
arbitraria y cuál no es detención arbitraria?. En que casos estamos ante
una detención arbitraria? Y, por último, quién y con qué criterio se
diferenciará los supuestos de “casos distintos” a detención arbitraria?.
5- En cuanto a las normas de procedimiento, el nuevo Código (Artículo 33º)
enfatiza aspectos, tales como: inciso 7) El Juez o Sala designará un
defensor de oficio al demandante, si lo pidiera e, inciso 8) Las actuaciones
procesales son improrrogables. Finalmente y no por ello menos
importante, es la innovacion del Código respecto a la enumeración de los
derechos protegidos, pues el inciso 15 del artículo 25º establece “El
derecho a que se observe el trámite correspondiente cuando se trate del
procedimiento o detención de las personas, a que se refiere el artículo 99º
de la Constitución”. El artículo 99º se refiere a la Acusación Constitucional
de la Comisión Permanente ante el Pleno del Congreso a los funcionarios
que gozan de la inmunidad del antejuicio político. Da la casualidad que es
precisamente en este aspecto en el cual la Comisión Permanente del
Congreso actual ha cometido irregularidades y arbitrariedades, que en
muchos casos sin el menor fundamento legal acusa al funcionario,
políticamente y sin el menor reparo, ante el Pleno afectando las garantías
mínimas del debido proceso.

CAPITULO III
Resoluciones Judiciales Arbitrarias y Afectación a la Libertad Personal
1.- Alcances Constitucionales de la Libertad Individual.-
La Constitución Politica del Estado establece en el su Artículo 2º, inciso 24) el derecho
de toda persona a la libertad y a la seguridad personales. El derecho a la libertad
individual es un derecho subjetivo, en cuanto garantiza que no se afecte
indebidamente la libertad fisica de las personas, esto es, su libertad locomotora, ya
sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias. Este concepto ha
sido recogido por el Tribunal Constitucional en diversas sentencias sobre la materia.
Además, el Tribunal en la Sentencia Nº 1091-2002-HC/TC de fecha 12 de Agosto del
2002, señala que el Hábeas Corpus procede frente a cualquier supuesto de privación
de libertad, independientemente de su origen, y de la autoridad, funcionario o persona
que la haya ejecutado.
La protección al derecho a la libertad individual esta reconocida por la Declaración
Universal de Derechos Humanos (Artículo 9º) y la Convención Americana de Derechos
Humanos (Artículo 7.1), en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades
Fundamentales (Artículo 5.1), entre otros Acuerdos Internacionales.
Si bien es cierto el derecho a la libertad individual es un derecho esencial e
importante, no es absoluto puesto que puede limitarse su ejercicio por contraponerse
a valores de mayor nivel para la sociedad. Los límites al ejercicio de este derecho
pueden ser “intrínsecos”, si se deducen directamente de la naturaleza y
configuración del derecho en cuestión; o, “extrínsecos”, si se deducen de la inserción
de los derechos en el ordenamiento jurídico, y su fundamento reside en la necesidad
de proteger otros bienes o derechos constitucionales.
2.- Limites al Derecho a la Libertad Individual: El Mandato de Detención Judicial.-
La detención judicial preventiva es el apremio que dicta el juez penal contra un
procesado a fin de asegurar los fines del proceso penal. Asegura también su presencia
y evita que ésta no eluda la acción de la justicia o entorpezca la actividad probatoria.
La privación o limitación al ejercicio del derecho a la libertad, al ser anterior a la
sentencia dictada en el proceso, es un tipo de medida cautelar. Si bien las medidas
cautelares son medidas que tienden a asegurar los fines del proceso, dichas medidas
toman el nombre de coerción procesal, porque en ellas se hace uso de la
fuerza pública” para lograr garantizar el exito del mismo. El Tribunal Constitucional se
ha pronunciado en el sentido de que se trata de una medida cautelar. El Tribunal
señaló que: “en la medida en que la detención judicial preventiva se dicta con
anterioridad a la sentencia condenatoria, es en esencia una medida cautelar”
3.- Caracteristicas de la detencion provisional
3.1.- Excepcionalidad de la detención.-
Es decir, que la detención, limitativa del derecho a la libertad individual no debe ser la
regla general dentro de un proceso. Esta se debe dictar en
situaciones excepcionales y ajustándose estrictamente a la naturales y objeto del
proceso. Y asi se establecio en el foro interno, sino también en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, Artículo 9º, que señala: “la prisión preventiva de las
personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general”.
El juez penal debe observar detenidamente los supuestos que establece el Artículo
135º del Código Procesal Penal, y que estricta y necesariamente deben concurrir
para que proceda una detención preventiva:
1. Supuestos de Peligro Criminal: Que existan suficientes elementos
probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor
o partícipe del mismo; y, que la sanción a imponerse sea superior a los
cuatro años de pena privativa de libertad.
2. Supuestos de Peligro Procesal: Que existan suficientes elementos
probatorios para concluir que el imputado intenta eludir la acción de la
justicia o perturbar la actividad probatoria, y que en algunos casos no son
debidamente evaluados por el juez. Tales fines deben ser evaluados en
relación a distintos elementos que en el proceso penal, puedan
presentarse; y además en relación con los valores morales del procesado,
ocupación, bienes, vínculos familiares y otros que, “razonablemente”, le
impidan ocultarse o salir del país o sustraerse a una posible sentencia
efectiva.

3.1.- Subsidiaridad de la Detención.-


El Tribunal Constitucional ha manifestado que: “En la medida en que la detención
judicial preventiva se dicta con anterioridad a la sentencia condenatoria, es en esencia
una medida cautelar. No se trata de una sanción punitiva, por lo que la validez de su
establecimiento a nivel judicial, depende de que existan motivos
razonables y proporcionales que la justifiquen. Por ello no puede solo justificarse en
la prognosis de la pena a la que, en caso de expedirse sentencia condenatoria, se le
aplicará a la persona que hasta ese momento tiene la condición de procesado, pues
ello supondría invertir el principio de presunción de inocencia por el de criminalidad”.
Lo razonable es contrario a lo arbitrario y la razonabilidad le informa al juez de su
obligación de justificar por qué ordena una detención preventiva y no otra medida
cautelar.
3.3.- Provisionalidad de la Detención.-
La detención judicial preventiva debe ser una medida provisional o temporal; es decir
que se mantenga mientras permita lograr los fines del proceso y mientras no hayan
desaparecido los motivos o razones que sirvieron para su dictado. El Tribunal
Constitucional ha señalado en extensa jurisprudencia que una vez removidos estos
motivos o razones, el contenido del derecho constitucional a la libertad personal
y el principio de presunción de inocencia exige que se ponga fin a la
detención, pues sino esa detención se asimilará más a una sanción punitiva, al no ser
éste el objeto de la detención preventiva, deviene en arbitraria la decisión judicial.
La temporalidad y excepcionalidad de la detención no debe estar ligada al plazo que
demande la tramitación de un proceso penal, pues en algunos casos son de hasta
dieciocho y treinta y seis meses dependiendo a su complejidad; tiempo durante el cual
la persona sometida al aparato judicial puede llegar a estar detenida por un tiempo
igual sin que existan razones jurídicas para estar en tal situación. Y resalto esto pues
observo con mucha preocupación que en algunos procesos por corrupcion a
determinados ex – funcionarios, ya no subsisten la razones que fundaron su
detención, sin embargo continúan detenidos sin que se haya demostrado
fehacientemente responsabilidad alguna. Observo también que algunos jueces
declaran estos procesos penales como de “naturaleza compleja” a fin que la detención
sea extendida vulnerando de esta manera en mi opinión el derecho a la libertad
individual e inclusive, vulnerándose también el Principio de Inocencia que debe asistir
a todo procesado y que en muchos casos poco o nada se respeta.
3.4.- Proporcionalidad de la Detención.-
Asimismo, la subsistencia de la detención preventiva debe estar conforme a los
limites que el Principio de proporcionalidad le impone al juzgador; es decir, que la
medida se encuentre conforme con los fines para la cual fue dictada. Este
principio recibe también el nombre de “Prohibición en Exceso” y obliga a considerar la
gravedad de la consecuencia penal a esperar, de forma tal que la pérdida de la libertad
como consecuencia de la detención preventiva solo sea posible cuando resulta
esperable una pena privativa de libertad efectiva.
Al respecto de la proporcionalidad de la detención, el Tribunal Constitucional en la
sentencia 1260-2002-HC/TC cita lo establecido por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos:
“Sobre el particular, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido
que: “tanto el argumento de seriedad de la infracción como el de severidad de la pena
pueden, en principio, ser tomados en consideración cuando se analiza el riesgo de
evasión del detenido. La Comisión considera, sin embargo, que debido a que ambos
argumentos se inspiran en criterios de retribución penal, su utilización para justificar
una prolongada prisión previa a la condena produce el efecto de desvirtuar la finalidad
de la medida cautelar, convirtiéndola prácticamente en un sustituto de la pena privativa
de libertad. La Proporcionalidad que debe existir entre el interes general de la
sociedad en reprimir el delito y en el interes del individuo en que respeten sus
derechos fundamentales se rompe en perjuicio de este último, a quien se le impone un
mayor sacrificio”.
4.- Afectación a la Libertad Individual por Resoluciones Judiciales Arbitrarias.
La libertad de un procesado se ve afectada cuando, entre otros motivos, es privado de
ésta por una resolución judicial arbitraria. Es arbitraria porque no respetó un debido
proceso penal, lo cual hace al mismo, un proceso irregular. Por tanto y compartiendo
la opinión del constitucionalista César Landa, será de competencia de los magistrados
constitucionales, el cuestionamiento de las resoluciones judiciales que afecten la
libertad personal emanadas de un procedimiento irregular. “El Tribunal Constitucional
se ha referido en reiteradas oportunidades, estableciendo que constituirá un
procedimiento irregular cuando un juez haya privado o restringido a una persona de su
libertad individual, en un proceso judicial, violando los principios y derechos
constitucionales, tales como: a la presunción de inocencia (art. 2-24-e), al juez natural
(art. 139-1) y al debido proceso, y a la tutela jurisdiccional (art. 139-3)”.
Asimismo, Samuel Abad Yupanqui, señala que: “la jurisprudencia ha interpretado la
expresión “procedimiento irregular”, como sinónimo de un “debido proceso”. Es
decir, si una resolución judicial no ha emanado de un debido proceso procede
acudir a las llamadas “acciones de garantía”. En consecuencia, si se vulnera en
forma manifiesta la libertad individual en un proceso judicial “irregular” o “indebido”,
procede acudir al hábeas Corpus”.
La sentencia que ampara una acción de Hábeas Corpus es producto de un conjunto
de actos realizados por el juzgador constitucional, siendo en mi opinión, imprescindible
la constatación y verificación que éste haga de la legitimidad de la decisión de
detención, de la subsistencia de las razones que justificaron la misma, de la existencia
o no de los supuestos de peligro criminal y peligro procesal. Asimismo, debe verificar
la concurrencia de las características propias de la detención, tales como la
excepcionalidad, subsidiaridad, proporcionalidad y provisionalidad o temporalidad.
Finalmente, el hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su
libertad a una persona, no significa que esta decisión no pueda ser objeto de
control constitucional alguno, esto es parte también del debido proceso al que de todo
ciudadano sometido al órgano jurisdiccional tiene derecho.

Conclusiones.
La Institución del Hábeas Corpus, como garantía constitucional de la libertad, se
adopta en el Perú por ley del 21 de Octubre de 1897; es decir que su nacimiento es
eminentemente legal. Posteriormente, el tratamiento al habeas corpus es enriquecido
por las leyes 2223 y 2253 de 1916, para tener consagración constitucional recién
en la Constitución de 1920.
El Hábeas Corpus es un instituto de Derecho Publico y Procesal, por tener origen y
fundamento en la Constitución misma y estar destinado a la protección de la garantías
conocidas en la doctrina como derechos públicos subjetivos
Si bien es cierto el derecho a la libertad individual es un derecho esencial e
importante, no es absoluto pues puede ser limitado en su ejercicio por contraponerse
a valores de mayor nivel para la sociedad. Los limites al ejercicio de este derecho
pueden ser “Intrínsecos”, si se deducen directamente de la propia naturaleza y
configuración del derecho en cuestión; o, “Extrínsecos”, si se deducen de la inserción
de los derechos en el ordenamiento jurídico, y su fundamento reside en la necesidad
de proteger otros bienes o derechos constitucionales
La detención judicial, limitativa del derecho a la libertad individual no debe ser la regla
general dentro de un proceso. Esta se debe dictar en situaciones excepcionales y
ajustándose estrictamente a la naturaleza y objeto del proceso
Lo razonable es contrario a lo arbitrario y la razonabilidad le informa al juez de su
obligación de justificar por qué ordena una detención preventiva y no otra medida
cautelar.
La detención judicial preventiva debe ser una medida provisional o temporal; es decir
que se mantenga mientras permita lograr los fines del proceso y mientras no hayan
desaparecido los motivos o razones que sirvieron para su dictado.
El Hábeas Corpus no consiste en determinar la responsabilidad penal de la
persona a favor de quien se interpone, como dijimos, por medio de este proceso
sólo se verifica si existe amenaza o afectación de la libertad individual y, en caso que
esta se verifique, ordenar se repongan las cosas al estado anterior de la violación o
amenaza de violación.
El Proceso de Habeas Corpus contra Resoluciones Judiciales toma en la actualidad
importancia en nuestro contexto, sobretodo con ocasión de procesos penales
instaurados en contra de ex – funcionarios estatales a quienes, en muchos casos, se
les priva del derecho a la libertad personal y que no en pocos casos, cuestionan las
decisiones judiciales en su contra por considerarlas arbitrarias.
La libertad de un procesado se ve afectada cuando, entre otros motivos, es privado de
ésta por una resolución judicial arbitraria. Es arbitraria porque no respetó un debido
proceso penal, lo cual hace al mismo, un proceso irregular.
El Juez Constitucional tiene la delicada responsabilidad de defender la libertad como
derecho fundamental inherente a la persona humana sobre cualquier juez que ve en la
detención el único medio existente para asegurar los fines de un proceso.
El Código Procesal Constitucional, recientemente promulgado el 28 de Mayo del
2004, constituye un paso importantísimo en la defensa de los derechos fundamentales
por quienes imparten justicia en el Perú.
El Código hace una distinción en cuanto al trámite del Hábeas Corpus en caso de
detención arbitraria (Artículo 30º) y en “casos distintos” (artículo 31º). En este
punto, consideramos que el término “detención arbitraria” podría traer
algunos problemas de interpretación por el Juez, en el sentido de qué tipo de
detención es arbitraria y cuál no es detención arbitraria?. En que casos estamos ante
una detención arbitraria? Y, por último, quién y con qué criterio se diferenciará los
supuestos de “casos distintos” a detención arbitraria?.
El Juez que conoce del Hábeas Corpus debe verificar el cumplimiento de requisitos
de orden sustantivo (supuestos de peligro criminal) y procesal (supuestos de peligro
procesal) para que la detención no sea arbitraria o ilegal. Asimismo, el Juez debe
verificar la concurrencia de las características propias de la detención
(Excepcionalidad, Subsidiaridad, Proporcionalidad y Provisionalidad o temporalidad),
pues si estas no se cumplen la detención es ilegal también, no tendría razón de
mantener vigente una detención ya que de esta manera se vulnera el derecho a la
libertad individual.
El hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su libertad a
una persona, no significa que esta decisión no pueda ser objeto de
control constitucional alguno, esta condición también conforma a la garantía del debido
proceso.

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PROCESO DE AMPARO
Por: Ricardo Velásquez Ramírez

Definición del Amparo


El Amparo es un proceso constitucional de la libertad de origen mexicano, que esta
reconocido por la Constitución del 93 como Garantía Constitucional, el mismo que
tiene por objeto la protección de los derechos constitucionales, frente a la vulneración
o amenaza de éstos por cualquier autoridad, funcionario o particular, con excepción de
aquellos derechos que son protegidos por el habeas corpus (libertad individual y
derechos conexos) y el habeas data (derecho de acceso a la información pública y
derecho a la autodeterminación informativa).
Finalidad del Amparo
El Proceso Constitucional de Amparo tiene como finalidad esencial la protección
efectiva de los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, o disponiendo el
cumplimiento de un mandato legal o de un acto administrativo.
Si luego de presentada la demanda cesa la agresión o amenaza por decisión
voluntaria del agresor, o si ella deviene en irreparable, el Juez, atendiendo al agravio
producido, declarará fundada la demanda precisando los alcances de su decisión,
disponiendo que el emplazado no vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que
motivaron la interposición de la demanda, y que si procediere de modo contrario se le
aplicarán las medidas coercitivas previstas en el artículo 22 del Código Procesal
Constitucional, sin perjuicio de la responsabilidad penal que corresponda.
Derechos que protege el Amparo
El artículo 37 del CPC consigna los derechos que son protegidos por el Amparo, los
mismos que son:
1) De igualdad y de no ser discriminado por razón de origen, sexo, raza, orientación
sexual, religión, opinión, condición económica, social, idioma, o de cualquier otra
índole;
2) Del ejercicio público de cualquier confesión religiosa;
3) De información, opinión y expresión;
4) A la libre contratación;
5) A la creación artística, intelectual y científica;
6) De la inviolabilidad y secreto de los documentos privados y de las
comunicaciones;
7) De reunión;
8) Del honor, intimidad, voz, imagen y rectificación de informaciones inexactas o
agraviantes;
9) De asociación;
10) Al trabajo;
11) De sindicación, negociación colectiva y huelga;
12) De propiedad y herencia;
13) De petición ante la autoridad competente;
14) De participación individual o colectiva en la vida política del país;
15) A la nacionalidad;
16) De tutela procesal efectiva;
17) A la educación, así como el derecho de los padres de escoger el centro de
educación y participar en el proceso educativo de sus hijos;
18) De impartir educación dentro de los principios constitucionales;
19) A la seguridad social;
20) De la remuneración y pensión;
21) De la libertad de cátedra;
22) De acceso a los medios de comunicación social en los términos del artículo 35 de
la Constitución;
23) De gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida;
24) A la salud; y
25) Los demás que la Constitución reconoce.
De igual manera, es importante hacer referencia que el artículo 38 del mismo CPC
señala que no procede el amparo en defensa de un derecho que carece de
sustento constitucional directo o que no está referido a los aspectos
constitucionalmente protegidos del mismo.

Procedencia del Amparo


El artículo 200 de la Constitución, en su numeral 2, sostiene que procede el Amparo,
contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que
vulnera o amenaza los derechos constitucionales, con excepción de aquellos derechos
que son protegidos por el habeas corpus y el habeas data.
Improcedencia del Amparo
No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas
de procedimiento regular.

Improcedencia liminar
En el artículo 47 del CPC manifiesta que si el Juez al calificar la demanda de amparo
considera que ella resulta manifiestamente improcedente, lo declarará así expresando
los fundamentos de su decisión. Se podrá rechazar liminarmente una demanda
manifiestamente improcedente en los casos previstos por el artículo 5 del CPC.
También podrá hacerlo si la demanda se ha interpuesto en defensa del derecho de
rectificación y no se acredita la remisión de una solicitud cursada por conducto notarial
u otro fehaciente al director del órgano de comunicación o, falta de este, a quien haga
sus veces, para que rectifique las afirmaciones consideradas inexactas o agraviantes.
Si la resolución que declara la improcedencia fuese apelada, el Juez pondrá en
conocimiento del demandado el recurso interpuesto.

INADMISIBILIDAD
El artículo 48 del CPC establece que si el Juez declara inadmisible la demanda,
concederá al demandante tres días para que subsane la omisión o defecto, bajo
apercibimiento de archivar el expediente. Esta resolución es apelable.

El Amparo durante los regímenes de excepción


El Artículo 137 de la de la Constitución dispone que al igual que el hábeas corpus, el
amparo no se suspende durante la vigencia de los regímenes de excepción (estado de
emergencia y estado de sitio). En esa misma línea y desarrollando lo establecido por
la Constitución, el CPC, en su artículo 23, señala que cuando se interponen en
relación con derechos suspendidos, el órgano jurisdiccional examinará la razonabilidad
y proporcionalidad del acto restrictivo, atendiendo a los siguientes criterios:
1) Si la demanda se refiere a derechos constitucionales que no han sido suspendidos.
2) Si tratándose de derechos suspendidos, las razones que sustentan el acto
restrictivo del derecho no tienen relación directa con las causas o motivos que
justificaron la declaración del régimen de excepción.
3) Si tratándose de derechos suspendidos, el acto restrictivo del derecho resulta
manifiestamente innecesario o injustificado atendiendo a la conducta del agraviado o a
la situación de hecho evaluada sumariamente por el juez.
Legitimación activa
Las personas que están legitimadas o capacitadas para interponer el proceso de
amparo son:
– El afectado o agraviado
– El representante procesal del afectado, sin necesidad de inscripción de la
representación otorgada.
– Tratándose de personas no residentes en el país, la demanda será formulada
por representante acreditado, siendo suficiente el poder fuera de registro
otorgado ante el Cónsul del Perú en la ciudad extranjera que corresponda y
la legalización de la firma del Cónsul ante el Ministerio de Relaciones
Exteriores, no siendo necesaria la inscripción en los Registros Públicos.
– Cualquier persona cuando se trate de amenaza o violación del derecho al
medio ambiente u otros derechos difusos que gocen de reconocimiento
constitucional, así como las entidades sin fines de lucro cuyo objeto sea la
defensa de los referidos derechos.
– La Defensoría del Pueblo, en ejercicio de sus competencias constitucionales.
Legitimación pasiva
Se interpone el proceso de amparo contra cualquier autoridad, funcionario o persona,
que vulnera o amenaza los derechos constitucionales, a excepción de aquellos
derechos protegidos por el hábeas corpus y el hábeas data.
PROCURACIÓN OFICIOSA
De igual manera, el CPC, en su artículo 41 nos habla de la procuración oficiosa, en el
sentido de que cualquier persona puede comparecer en nombre de quien no tiene
representación procesal, cuando esta se encuentre imposibilitada para interponer la
demanda por sí misma, sea por atentado concurrente contra la libertad individual, por
razones de fundado temor o amenaza, por una situación de inminente peligro o por
cualquier otra causa análoga. Una vez que el afectado se halle en posibilidad de
hacerlo, deberá ratificar la demanda y la actividad procesal realizada por el procurador
oficioso.
Requisitos de la Demanda
El artículo 42 del CPC sostiene que la demanda escrita contendrá, cuando menos, los
siguientes datos y anexos:
1) La designación del Juez ante quien se interpone;
2) El nombre, identidad y domicilio procesal del demandante;
3) El nombre y domicilio del demandado, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 7°
del presente Código;
4) La relación numerada de los hechos que hayan producido, o estén en vías de
producir la agresión del derecho constitucional;
5) Los derechos que se consideran violados o amenazados;
6) El petitorio, que comprende la determinación clara y concreta de lo que se pide;
7) La firma del demandante o de su representante o de su apoderado, y la del
abogado.
En ningún caso la demanda podrá ser rechazada por el personal administrativo del
Juzgado o Sala correspondiente.

P L A Z O D E I N T E R P O S I C I Ó N D E L A D E M A N D A D E A M PA R O
El artículo 44 del CPC establece que el plazo para interponer la demanda de amparo
prescribe a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el
afectado hubiese tenido conocimiento del acto lesivo y se hubiese hallado en
posibilidad de interponer la demanda. Si esto no hubiese sido posible, el plazo se
computará desde el momento de la remoción del impedimento.
Tratándose del proceso de amparo iniciado contra resolución judicial, el plazo para
interponer la demanda se inicia cuando la resolución queda firme. Dicho plazo
concluye treinta días hábiles después de la notificación de la resolución que ordena se
cumpla lo decidido.
En el mismo artículo señala que para el cómputo del plazo se observarán las
siguientes reglas:
1) El plazo se computa desde el momento en que se produce la afectación, aun
cuando la orden respectiva haya sido dictada con anterioridad.
2) Si la afectación y la orden que la ampara son ejecutadas simultáneamente, el
cómputo del plazo se inicia en dicho momento.
3) Si los actos que constituyen la afectación son continuados, el plazo se computa
desde la fecha en que haya cesado totalmente su ejecución.
4) La amenaza de ejecución de un acto lesivo no da inicio al cómputo del plazo.
Sólo si la afectación se produce se deberá empezar a contar el plazo.
5) Si el agravio consiste en una omisión, el plazo no transcurrirá mientras ella
subsista.
6) El plazo comenzará a contarse una vez agotada la vía previa, cuando ella
proceda.
Agotamiento de las vías previas
Antes de interponer una demanda de amparo se debe agotar las vías previas. Sin
embargo, excepcionalmente, tal como dispone el artículo 46 del CPC, no serán
exigibles el agotamiento de las vías previas, en los siguientes casos:
1) Cuando una resolución, que no sea la última en la vía administrativa, es ejecutada
antes de vencerse el plazo para que quede consentida;
2) Cuando, por el agotamiento de la vía previa la agresión pudiera convertirse en
irreparable;
3) Cuando la vía previa no se encuentra regulada o ha sido iniciada
innecesariamente por el afectado.
4) Cuando no se resuelve la vía previa en los plazos fijados para su resolución.
Juez Competente
El artículo 51del CPC establece que son competentes para conocer del proceso de
amparo, a elección del demandante, el Juez civil del lugar donde se afectó el derecho,
o donde tiene su domicilio el afectado, o donde domicilia el autor de la infracción.
Si la afectación de derechos se origina en una resolución judicial, la demanda se
interpondrá ante la Sala Civil de turno de la Corte Superior de Justicia respectiva, la
que designará a uno de sus miembros, el cual verificará los hechos referidos al
presunto agravio. La Sala Civil resolverá en un plazo que no excederá de cinco días
desde la interposición de la demanda.
Reconvención, abandono y desistimiento
Por otro lado, el artículo 49 del CPC, sostiene que en el amparo no procede la
reconvención ni el abandono del proceso, sin embargo considera que es
procedente el desistimiento.
ACUMULACIÓN DE PROCESOS Y RESOLUCIÓN INIMPUGNABLE
Según el artículo 50 del CPC, cuando un mismo acto, hecho, omisión o amenaza
afecte el interés de varias personas que han ejercido separadamente su derecho de
acción, el Juez que hubiese prevenido, a pedido de parte o de oficio, podrá ordenar la
acumulación de los procesos de amparo. La resolución que concede o deniega la
acumulación es inimpugnable.
Acumulación subjetiva de oficio
El artículo 43 del CPC sostiene que cuando de la demanda apareciera la necesidad de
comprender a terceros que no han sido emplazados, el juez podrá integrar la relación
procesal emplazando a otras personas, si de la demanda o de la contestación aparece
evidente que la decisión a recaer en el proceso los va a afectar.
Impedimentos
El artículo 52 del CPC manifiesta que el Juez deberá abstenerse cuando concurran las
causales de impedimento previstas en el Código Procesal Civil. En ningún caso será
procedente la recusación.
El Juez que intencionalmente no se abstiene cuando concurre una causal de
impedimento, o lo hace cuando no concurre una de ellas, incurre en responsabilidad
de naturaleza disciplinaria y penal.
Trámite
En artículo 53 del CPC establece que la resolución que admite la demanda, el juez
concederá al demandado el plazo de cinco días para que conteste. Dentro de cinco
días de contestada la demanda, o de vencido el plazo para hacerlo, el juez expedirá
sentencia, salvo que se haya formulado solicitud de informe oral, en cuyo caso el plazo
se computará a partir de la fecha de su realización. Si se presentan excepciones,
defensas previas o pedidos de nulidad del auto admisorio, el Juez dará traslado al
demandante por el plazo de dos días. Con la absolución o vencido el plazo para
hacerlo, quedan los autos expeditos para ser sentenciados.
Si el Juez lo considera necesario, realizará las actuaciones que considere
indispensables, sin notificación previa a las partes. Inclusive, puede citar a audiencia
única a las partes y a sus abogados para realizar los esclarecimientos que estime
necesarios. El Juez expedirá sentencia en la misma audiencia o, excepcionalmente,
en un plazo que no excederá los cinco días de concluida esta.
Si considera que la relación procesal tiene un defecto subsanable, concederá un plazo
de tres días al demandante para que lo remedie, vencido el cual expedirá sentencia. Si
estima que la relación procesal tiene un defecto insubsanable, declarará improcedente
la demanda en la sentencia. En los demás casos, expedirá sentencia pronunciándose
sobre el mérito.
Los actos efectuados con manifiesto propósito dilatorio, o que se asimilen a cualquiera
de los casos previstos en el artículo 112 del Código Procesal Civil, serán sancionados
con una multa no menor de diez ni mayor de cincuenta Unidades de Referencia
Procesal. Dicha sanción no excluye la responsabilidad civil, penal o administrativa que
pudiera derivarse del mismo acto.
Intervención litisconsorcial
El artículo 54 del CPC sostiene quien tuviese interés jurídicamente relevante en el
resultado de un proceso, puede apersonarse solicitando ser declarado litisconsorte
facultativo. Si el Juez admite su incorporación ordenará se le notifique la demanda. Si
el proceso estuviera en segundo grado, la solicitud será dirigida al Juez superior. El
litisconsorte facultativo ingresa al proceso en el estado en que este se encuentre. La
resolución que concede o deniega la intervención litisconsorcial es inimpugnable.
Contenido de la Sentencia fundada
El artículo 55 del CPC sostiene que la sentencia que declara fundada la demanda de
amparo contendrá alguno o algunos de los pronunciamientos siguientes:
1) Identificación del derecho constitucional vulnerado o amenazado.
2) Declaración de nulidad de decisión, acto o resolución que hayan impedido el pleno
ejercicio de los derechos constitucionales protegidos con determinación, en su caso,
de la extensión de sus efectos.
3) Restitución o restablecimiento del agraviado en el pleno goce de sus derechos
constitucionales ordenando que las cosas vuelvan al estado en que se encontraban
antes de la violación.
4) Orden y definición precisa de la conducta a cumplir con el fin de hacer efectiva la
sentencia.
En todo caso, el Juez establecerá los demás efectos de la sentencia para el caso
concreto.

C O S TA S Y C O S T O S
El artículo 56 fija que si la sentencia declara fundada la demanda, se interpondrán las
costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona
demandada. Si el amparo fuere desestimado por el Juez, este podrá condenar al
demandante al pago de costas y costos cuando estime que incurrió en manifiesta
temeridad.
En los procesos constitucionales el Estado sólo puede ser condenado al pago de
costos.
En aquello que no esté expresamente establecido en la presente Ley, los costos se
regulan por los artículos 410 al 419 del Código Procesal Civil.
APELACIÓN
El artículo 57 del CPC precisa que la sentencia puede ser apelada dentro del tercero
día siguiente a su notificación. El expediente será elevado dentro de los tres días
siguientes a la notificación de la concesión del recurso.
Artículo 58.- Trámite de la apelación.-
El artículo 58 del CPC establece, el superior concederá tres días al apelante para que
exprese agravios. Recibida la expresión de agravios o en su rebeldía, concederá
traslado por tres días, fijando día y hora para la vista de la causa, en la misma
resolución. Dentro de los tres días siguientes de recibida la notificación, las partes
podrán solicitar que sus abogados informen oralmente a la vista de la causa. El
superior expedirá sentencia dentro del plazo de cinco días posteriores a la vista de la
causa, bajo responsabilidad.
Pronunciamiento del Tribunal Constitucional
Responsabilidad del agresor
Ejecución de Sentencia
El artículo 59 del CPC manifiesta, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 22° del
CPC, la sentencia firme que declara fundada la demanda debe ser cumplida dentro de
los dos días siguientes de notificada. Tratándose de omisiones, este plazo puede ser
duplicado.
Si el obligado no cumpliera dentro del plazo establecido, el Juez se dirigirá al superior
del responsable y lo requerirá para que lo haga cumplir y disponga la apertura del
procedimiento administrativo contra quien incumplió, cuando corresponda y dentro del
mismo plazo. Transcurridos dos días, el Juez ordenará se abra procedimiento
administrativo contra el superior conforme al mandato, cuando corresponda, y
adoptará directamente todas las medidas para el cabal cumplimiento del mismo. El
Juez podrá sancionar por desobediencia al responsable y al superior hasta que
cumplan su mandato, conforme a lo previsto por el artículo 22 de este Código, sin
perjuicio de la responsabilidad penal del funcionario.
En todo caso, el Juez establecerá los demás efectos del fallo para el caso concreto, y
mantendrá su competencia hasta que esté completamente restablecido el derecho.
Cuando el obligado a cumplir la sentencia sea un funcionario público el Juez puede
expedir una sentencia ampliatoria de carácter normativo que sustituya la omisión del
funcionario y regule la situación injusta conforme al decisorio de la sentencia. Para
efectos de una eventual impugnación, ambas sentencias se examinarán unitariamente.
Cuando la sentencia firme contenga una prestación monetaria, el obligado que se
encuentre en imposibilidad material de cumplir deberá manifestarlo al Juez quien
puede concederle un plazo no mayor a cuatro meses, vencido el cual, serán de
aplicación las medidas coercitivas señaladas en el presente artículo.

Artículo 60.- Procedimiento para represión de actos homogéneos.-


El artículo 60 del CPC manifiesta que si sobreviniera un acto sustancialmente
homogéneo al declarado lesivo en un proceso de amparo, podrá ser denunciado por la
parte interesada ante el juez de ejecución.
Efectuado el reclamo, el Juez resolverá este con previo traslado a la otra parte por el
plazo de tres días. La resolución es apelable sin efecto suspensivo.
La decisión que declara la homogeneidad amplía el ámbito de protección del amparo,
incorporando y ordenando la represión del acto represivo sobreviniente.

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