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FRANCISCO BAZAN

EXPOSICION GENERAL
DEL DERECHO PROCESAL
CIVIL PARAGUAYO

III

EL JUICIO ORDINARIO

• Resoluciones Judiciales
• Recursos
• Ejecución de Sentencias
• Procedimiento en Segunda Instancia
• Procedimiento en Tercera Instancia

Revista de Derecho y Jurisprudencia


Asunción
FRANCISCO BAZAN
Doctor en Ciencias Jurídicas.
Ex profesor auxiliar de Derecho Comercial.
Profesor en la cátedra de Derecho Procesal Civil
en la Universidad Católica de Asunción.

EXPOSICION GENERAL
DEL DERECHO PROCESAL
CIVIL PARAGUAYO

III

EL JUICIO ORDINARIO

Revista de Derecho y Jurisprudencia


Asunción
INDICE

Prefacio.... ........ ......... .. .... ........ ... ............ ...... .... .... ........... ..... 13

Capítulo Vigésimo Tercero

LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

331. La sentencia. Definiciones ......................... .. .............. 17


332. Forma de las resoluciones ........................ ................. 17
333. Las providencias .............. .. ........ .............. .. ................ 18
334. Los autos interlocutorios .. .. ....................................... 18
335. Costas ............... .. .......... ........... ............. ... ................ ... 19
336. Plazo .... ............. .-..... ........ ........ ........ ......... .. ...... .... ....... 19
337. Sentencia de primera instancia. Concepto ............... 20
338. Requisitos Extrinsecos ........ ...... .. .... ............ ....... ....... 20
339. Clasificación de las sentencias .. ...... ........ .. .. ........ ...... 21

Capítulo Vigésimo Cuarto

SENTENCIA DEFINITIVA

340. Conceptos ..... .... ...... ......... ... .... .... ........ ........................ 27
341. Requisitos .... ...... ... .... ............................................. ..... 28
342. Caracteres....... ..... ............................... ....................... 28
343. Requisitos intrínsecos ................................................ 29
343 (bis). Actuación del juez posterior a la sentencia ....... 34

Capítulo Vigésimo Quinto

RECURSOS

344. Concepto ........... ... ..... .. ...... ..... ....... ............... .... .......... . 37
345 . · . "-
DlVlSlOn . ........................ .. ............. . ................ . .......... .. 39
346. Efectos ... ..... ... ............................ ................... ............. . 39
347. Reglas comunes para todos los recursos ................. .. 39

Capítulo Vigésimo Sexto

RECURSO DE ACLARATORIA

348. Concepto ..... ............... ................................................. 43


349. Efecto del pronunciamiento de la sentencia ............. 45
350. Aclaración de oficio ............... ............... ......... ............. 49
351. Plazo para pedir y resolver la aclaratoria ............. ... 50
352. Forma de la notificación.......... .................................. 51

Capítulo Vigésimo Séptimo

RECURSO DE REPOSICION

353. Concepto.. ............. ................ ........ ....... ........ ............ ... 53


354. Improcedencia ..... .................. ......... ,........................... 54
355. Plazo dentro del cual debe deducirse.... ... .. .... ........ .. . 55
356. Procedimiento....... ....... ..................... ....... ............ ...... 56
357. Reposición y apelación en subsidio ........... ......... .. ..... 57
358. lrrecurribilidad del auto que resuelve el
. .,
recurso d e repOSlClOn ..... .... .. .. ..... .................. ... ......... . 59
358. (bis) Presentación de memor ial ......................... .. ... ... . 61

Capítulo Vigésimo Octavo

RECURSO DE APELACION

359. Plazo para interponerlo ......... ..... . ..... .... ....... .... .... ...... 64
360. Forma de interposición del recurso de apelación ..... 64
361. Forma de concesión y efecto del recurso
interpuesto ... ...... ... ..... ... .... ......... ....... .. ...... .. . ........ ..... . 65
362. Modificación de la forma de concesión o efecto .. . ..... 67
363. El recurso de nulidad se considera implícito en
el de apelación... . .... ... .... . ........... ........ ....... .... ........ .... .. 68
364. Apelación con efecto suspensivo o sin él... ............ .... 70
365. Apelación de las condenaciones accesorias .... .. .. ..... . 71
366. Remisión del expediente o actuación ............... .. .. ..... 72
367. Tribunal con asiento en distinta localidad ........... .... 72
368. Procedencia de la apelación ante la
Corte Suprema .......... .. .... ....... ......... .......... ...... ........... 73

Capítulo Vigésimo Noveno

EL RECURSO DE NULIDAD

369. Casos en que procede .. .......... .. ........................ .. ......... 75


370. Con la norma del arto 406 se evita el reenvío ... .. .. .. .. 76
371 . Casos en que procede el recurso de nulidaü .. ......... .. 77
372. Forma de interponerlo .... ....... ........ .. .. ....... .. ...... ......... 78
373. Caso en que es innecesario pronunciarla .. ... .. .......... 80
374. Costas.... .. ... .... .. ........................... ........ .. .......... .... .... ... 80
Capítulo Trigésimo

LA ACCION AUTONOMA DE NULIDAD

375. Disposición legal ....... . ......................... ......... .... .......... 83


376. Concepto ........ .................... .................. ......... .............. 84
377. Requisitos ............................... ............................. .... ... 84
378. Revocabilidad de la cosa juzgada .... .............. .. ........ .. 85
379. La cosa juzgada fraudulenta ....................... .............. 86
380. Quiénes pueden ejercer la acción autónoma
de nulidad ........ .......................................................... 86
381. Estado de indefensión .... ........ .... ........................ ........ 87
382. Procedimiento ............................................................ 88
383. Plazo para ejercer la acción autónoma de nulidad.. 89

Capítulo Trigésimo Primero

RECURSO DE QUEJA POR RECURSO DENEGADO

384. Concepto ............ ... ................ ................. .. ............ ....... 91


385. La queja por recurso denegado en el Código
Procesal Civil........ ............ .... .... .......... ...... ...... ...... ..... 92
385. (bis) Requisitos para que proceda la queja .... ......... ... 93
386. Trámite ............... . .......... . ...... ........... ....... ............. ....... 94
386. (bis) Efectos ........... ......... ............................................. 95

Capítulo Trigésimo Segundo

QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA

387. Generalidades. Disposiciones legales ....................... 97


388. Requerimiento previo y deber de urgimiento ........... 98
389. Procedimiento ...... ............................. ......................... 100
Capítulo Trigésimo Tercero

EJECUCION DE SENTENCIA

390. Generalidades ................ ..................... ..... ...... .. .... ..... . 104


391. Concepto ... .............. ... ........... .... ... ......... ... .......... ........ . 105
392. Ejecución de honorarios . Juez competente .... ........... 106
393. Requisitos de admisibilidad de la ejecución
de sentencia ...... .. ..... ... ... ........... . ..... ... ......... ..... . .......... 106
394. Embargo de bienes del ejecutado ............... .......... ... .. 107
395. Responsabilidad del oficial de justicia ........ . ............. 108
396. Ausencia del deudor . ... ... ......... ... ........ .. ............... ... ... 109
397. Bienes existentes en poder de terceros ....... . ..... .. ...... 109
398. Bienes inembargables ..................... ........ ... .............. .. 110
399. Levantamiento de oficio en todo tiempo ................... 111
400. Inhibición general de enajenar y gravar bienes ....... 111
401. Orden de la traba del embargo ... ...... ....... ................. 112
402. Embargo de inmuebles o de bienes registra bies ... ... 113
403. Cantidad líquida ............................................. ...... ... .. 114
404. Liquidación de cantidad ilíquida. ....... ... ......... ....... ... 115
405. Citación de venta ....................... .. ..... ...... .... .......... .... . 116
406. Excepciones admisibles ... ........ ...... ........... ... .. ..... ....... 116
407. Falsedad de la ejecutoria ... .. ........ ....... .... ..... ... ...... ..... 118
408. Prescripción decenal de la ejecutoria. ....... ... .. .. ...... ... 120
409. Falsedad o inhabilidad de título..... .... ... ... ...... ....... ... 120
410. Falsedad de título ... .. .......... ...................... .. .... .. ........ . 121
411. Excepción de pago .......................... ............. ............ ... 127
412. Quita, espera o remisión ........ ......... .... ............. .. ....... 128
413. Prueba de las excepciones ................ ... ...................... 129
414. Resolución ............. ......... ... .... ........... ....... ... ..... .... ....... 131
415. Cumplimiento de la sentencia de venta ........... ........ 131
416. Dinero embargo.................. ....... ....... .... .. ..... ...... ...... ... 131
417. Subasta de muebles o semovientes ........................... 132
418. Aviso. .. ....... . ......... ........ .. ..... ....... . .... ... .... .. ... .... .... ... ..... 133
419. Publicidad de apoyo ..... .............. .............. .. ........ ...... .. 133
420. Entrega de los bienes .... ................ ........ .............. ....... 133
421. Subasta de inmuebles ........ ........ ......................... ....... 134
422. Base para el remate.... ........ ....... .................... ............ 134
423. Subas as sucesivas ................ ................... ............ ....... 134
424. Liberación de los bienes ............................................ 135
425. Avisos ....... . ........... ...... ................. ............................... 135
426. Contenido de los avisos................................ .............. 135
427. Falta de postores........................................................ 136
428. Suspensión del remate. Comisión del rematador .... 136
429. Rendición de cuentas ....... .................. ........................ 137
430. Adquisición por el ejecutante ............ ......... ............... 138
431. Postor remiso ........................ .... ... ..................... ...... ... 138
432. Liquidación... .......... ....... ........ ........ .................... ......... 139
433. Preferencia ................................................................. 140
434. Liquidación en casos especiales ........ ........................ 140

Capítulo Trigésimo Cuarto

EJECUCION y EFICACIA DE SENTENCIAS DICTADAS


POR TRffiUNALES EXTRANJEROS

435. Procedencia ................................................................ 141


436. Cuando no hubiere tratado. Requisitos ................ .. .. 143
437. Sustanciación ............................................................. 144
438. Exequátur ................................................ .. .... ............ 145
439. Laudos arbitrales .................................................... .. . 145
440. Medidas cautelares .... ............ ........ ............................ 146

Capítulo Trigésimo Quinto

PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA

441. Primera actuación del tribunal de apelación ........... 149


442. Varios y distintos apelantes .......................... ............ 152
443. Forma de fundar la expresión de agravios ........ .... ... 153
444. Poderes del tribunal. Límites .... .... ........ .............. ...... 155
445. Cuestiones sobre las que puede fallar, aunque no
se hubiese propuesto ante el inferior ........................ 158
446. Mayoría e integración. Estudio de los expedientes.. 158
447. Forma de las resoluciones .............................. ........ ... 161

Capítulo Trigésimo Sexto

EL PROCEDIMIENTO EN TERCERA INSTANCIA

448. Remisión al procedimiento de segunda instancia.... 163


449. Procedencia de la apelación ante la Corte................ 164
450. Plazo para expresar agnwios .................................... 164
451. Efecto de la no presentación de los fundamentos
del recurso.................................................................. 165
452. Recursos en tercera instancia .................... .. ............. 165
453. Los recursos de aclaratoria, de reposición y los
pedidos de ampliatoria ........................ .......... .. .......... 167
454. Tribunal de Casación ...................... " .... , .... .. ...... ,....... 168

Bibliografía ........... ,.................................. .. .......................... 171


PREFACIO

A casi dos años de haber librado al público el tomo IV de la


serie de comentarios del Código Procesal Civil, lo hacemos ahora
con el tomo 111, que incluye el capítulo sobre los recursos en general
y el tratamiento de cada uno de ellos: de aclaratoria, de reposición,
de apelación, de nulidad (una breve reseña de la acción autónoma
de nulidad); y los de queja, así como el procedimiento de ejecución
de sentencia y el de segunda y tercera instancias.
Contiene a la vez el capítulo sobre ejecución de sentencia de
tribunales paraguayos y de las dictadas por tribunales extranje-
ros. Comprende igualmente otros aspectos sobre el trámite de los
recursos, según sean otorgados libremente o en relación.
Por un reiterado reclamo de nuestros generosos lectores, y la
necesidad y oportunidad de aquel momento, como ya lo hemos
señalado entonces, dimos a la luz, con antelación que puede pa-
recer apresurada, el tomo IV, que gozó de gran acogida, como la
suerte deparara también a los tomos I y 11.
En nuestro comentario no hemos trascendido el contorno de
la letra de la ley, nos hemos mantenido en una postura dependien-
te del texto de cada artículo del Código Procesal Civil, a los que por
razones de fidelidad a sus preceptos y a la precisión, hemos per-
manecido por demás fieles.
Una labor de valoración jurídica trascendente ha de ser
objeto de juristas ceñidos a temas o exposición menos generales y,
por tanto, más concretos y limitados. Se sabe que los planteos más
condensados adquieren mayor profundidad y trascendencia, que
la exhibición in extenso de un cuerpo legal, como lo es el Código
Procesal Civil. Desde luego, ni nuestro flébil conocimiento ni
nuestras escasas energías, han podido ni podrán encarar con
alguna mínima suficiencia, una valoración jurídica trascendente
del Código Procesal. En un espacio en el que, por razones históricas
y culturales, se dan coordenadas de lamentable limitación, nues-
tras posibilidades intelectuales y nuestras energías nunca podrán
ser favorecidas, ni lo esperamos desde luego. Más bien, esperamos
y comprendemos, la negación antes que el favor.
Cuando nos referimos a la falta de valoración jurídica tras-
cendente, no estamos negando la profusión de obras jurídicas que
cubre nuestro ámbito forense, y que se deben a plumas de autores
nacionales; mas una y otra cosa, evidentemente, conforman aspec-
tos diferentes.
En el presente tomo, como en los anteriores, hemos realizado
la valoración simplemente exegética de los artículos del Código,
manteniéndonos en una posición --<:omo señaláramos- ceñida al
texto. Aportamos en alguna medida, opiniones de la doctrina y
fallos de los tribunales nacionales, antiguos y actuales. En cuanto
a la jurisprudencia recogida por el jurista, tenaz y excepcional-
mente laborioso, Arquímedes Laconich, en sus tres obras cono-
cidas, hemos recogido la que traduce la posición sentada por
nuestros jueces respecto de institucionales procesales legisladas
en el Código Procesal vigente; los criterios que no han variado.
Cabe entender, desde luego, que el juicio que sostiene que por el
solo hecho de haberse promulgado un nuevo Código Procesal, ha
caído toda jurisprudencia anterior, es un criterio, indebidamente
informado y, por tanto, inexacto. Sería inválida en caso de haberse
derogado o modificado substancialmente el artículo que le susten-
ta.
La profícua producción de obras , en nuestro mundo forense,
en las que r esalta, salvo excepciones, un déficit de metodología y,
por lo mismo, de llaneza, sencillez y rigor en la exposición, no deja
de configurar una labor positiva, necesaria, para franquear el
camino hacia el rendimiento que significa un rédito, cada vez
mejor, y que con el ejercicio reiterado, puede llegar a niveles
suficientes.
Por nuestra parte, que no escapamos a la regla, pretendemos
modestamente, pero con el esfuerzo que ello conlleva, poner la
locomotora sobre los rieles, para que otros mejor condicionados y
mayormente iluminados, la pongan en march a h acia confines
trascendentes.
Cabe reiterar que la presente obra, como las anteriores , no
abriga más ambición que ser una exposición llana, un comentario
inicial del C.P.C., una primera aproximación gener al. Otra preten-
sión no guarda el autor.
CAPÍTULO VIGÉSIMO TERCERO

LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

331. La sentencia. Definiciones. 332. Forma de las resoluciones


judiciales. 333. Las providencias. 334. Los autos interlocutorios.
335. Costas. 336. Plazo. 337.Sentencia de primera instancia. Con-
cepto. 338. Requisitos extrínsecos. 339. Clasificación de las senten-
CIas.

331. La sentencia. Definiciones

Entre las innúmeras definiciones de la sentencia que exis·


ten, hemos optado por la expuesta por Couture por su brevedad
y claridad. Es el "acto procesal emanado de los órganos de la
jurisdicción, mediante el cual éstos deciden la causa o punto
sometidos a su conocimiento" (''Vocabulario Jurídico", Ed. Depalma,
Es. As., 1988, 3a reimp., págs. 537-538). Es el fallo dictado en el
proceso por eljuez o tribunal, sobre la litis sometida a su decisión.

332. Forma de las resoluciones judiciales

Las resoluciones dictadas por los jueces y tribunales pueden

17
FRANCISCO BAZAN

ser providencias, autos interlocutorios y sentencias definitivas


(art. 156, CPC). Todas tienen como requisitos esenciales la indica-
ción del lugar y fecha en que se dicten y la firma del juez y del
secretario.

333. Las providencias

Para nuestro Código, sólo tienden al desarrollo del proceso,


se dictan para darle impulso, para movilizarlo; ordenan actos de
mera ejecución y no requieren formalidades especiales ni trámite
previo (art. 157, CPC). No necesitan ser fundadas por tratarse de
resoluciones de simple trámite. Solicitada la declaración de un
testigo, si ella corresponde, eljuez provee ordenando, de plano, que
la persona propuesta como testigo deponga en el juicio, sin escu-
char previamente a la parte contraria. Llama Couture a esta
forma de decisiónjudicial, mere-interlocutoria. Genéricamente
toda decisión dictada por los órganosjurisdiccionales, es providen-
ciajudicial, sea mere-interlocutoria, auto interlocutorio o senten-
cia definitiva , desde luego con sus respectivas estructuras.

334. Los autos interlocutorios

Deciden cuestiones incidentales o que sean de simple


sustanciación, planteadas durante el curso del proceso. Cuando se
trata de incidentes, se requiere de sustanciación, vale decir,
tramitar la cuestión accesoria, dando a la parte contraria oportu-
nidad para exponer, a su vez, sus razones.
Además del lugar y fecha en que se dicten y de la firma del
juez y secretario, los autos interlocutorios deberán contener: a) los
fundamentos, es decir, deben ser motivados, el órgano jurisdiccio-
nal debe establecer el o los motivos , razones o argumentos de hecho
y principalmente de derecho en que funde su decisión judicial; b)
la decisión expresa, positiva y precisa respecto de las cuestiones
planteadas; y c) el pronunciamiento sobre costas.

18
EL JUICIO ORDIN ARIO

El fallo es resultado de la motivación fundada ; es consecuen -


cia de las consideraciones de los hechos afirm ados y probados en
la causa, en el juicio, así como respecto de la norma jurídica que
corresponde aplicar a la cuestión. De manera que el fallo expuesto
por eljuez en el auto interlocutorio debe ser clarmente expresada,
ya sea por la afirma tiva, acogiendo las pretensiones del incidentista,
o por la negativa, no haciendo lugar a lo solicitado por él.
El arto 158, inc. b) establece que el fallo debe contener
decisión expresa, positiva, en el sentido que la resolución debe ser
cierta, segura, efectiva; debe ser precisa respecto de las cuestiones
pI antead as.

335. Costas

En el auto interlocutorio, así como en la sentencia definitiva ,


el juez deberá pronunciarse sobre las costas , poniéndolas a cargo
de la parte vencida en el incidente, que deberá correr con todos los
gastos de la contraria, aun cuando ésta no lo hubiere pedido (art.
192, CPC), es decir, que eljuez puede imponerlas de oficio, a no ser
que encontrare razones para eximirla, únicamente cuando en el
incidente se tratare de cuestiones dudosas de derecho (art. 194,
CPC).

336. Plazo

El arto 162, inc. b), CPC, estipula que las interlocutorias,


cuando se trata de juez, salvo disposición en contrario, deberán
dictarse en el plazo de diez días, y cuando se trata de tribunal, en
el de quince días, desde el día de quedar el expediente en estado de
resolución. Los plazos indicados son nominales, ya que los órganos
jurisdiccionales, normalmente la dictan en plazos grandemente
excedidos, sea por recargo de trabajo, cuando no por simple
negligencia.

19
FRANCIS CO BAZAN

337. Sentencia de primera instancia. Concepto

Es la que dicta eljuez en la instancia inicial, vale decir, en la


que se inició el juicio, poniendo fin , si es definitiva, al mismo, ad-
mitiendo o rechazando la demanda del actor.
La sentencia de primera instancia se compone de tres partes,
que son: a) la relación de la causa; corresponde a los resultandos;
b) fundamentación o motivación; se refiere a los considerandos; y
c) decisión; comprende el fallo .
La sentencia, configurando instrumento público, debe ajus-
tarse a requisitos que son unos extrínsecos y otros intrínsecos.

338. Requisitos extrínsecos

a) La sentencia definitiva debe ser hecha a máquina, aunque


puede también ser manuscrita, con tinta o cinta negra fija indele-
ble, que no deberán contener ingredientes corrosivos del papel o
adulterantes de lo escrito (art. 121 del Código de Organización
Judicial). Si tiene entrelíneas, enmiendas, raspaduras o
sobreborrados, deben salvarse so penade nulidad (art.134, C. O.J.).
Debe extenderse en idioma español (art. 139, C.O.J. y arto
390, Código Civil).
b) Debe ser fechada, con la indicación del lugar y la fecha
deberá corresponder al día de la firma de la sentencia.
El requisito de la fecha es esencial (art. 156, C.P.C.) así como
la indicación del lugar y las firmas del juez y secretario. La falta
de cualquiera de dichos elementos vicia de nulidad la sentencia.
c) La sentencia definitiva, como culminación de la instancia,
debe pronunciarse dentro de los autos correspondientes, con
mención de las partes y en tres copias, una de las cuales se remite
a la Corte Suprema de Justicia, otra a Estadística, donde queda
archivada, quedando la tercera glosada al expediente en el que fue
dictada.

20
EL JUICIO ORDINARIO

d) Debe ser suscripta por eljuez con fIrma entera y autoriza-


da por el secretario, precedida con la fórmula "ante mí".

339. Clasificación de las sentencias

En una primera calificación la sentencia puede ser


absolutoria, cuando no hace lugar a la demanda y la desestima,
y estimatoria, cuando la acoge y contiene una declaración de
derecho a favor del demandante, que puede asumir tres aspectos:
ser una simple declaración de derecho; ser una declaración de
derecho juntamente con una condena al demandado (art. 159,
inc. e), C.P.C.); o ser una declaración de derecho a la vez de
producir una modifIcación en la situación jurídica existente. En
este último caso se dice que la sentencia defInitiva es constituti-
va. Veremos enseguida la característica de cada una de ellas.
a) Sentencia declarativa: En ella se declara la existencia
de una situación jurídica respecto de la cual hay duda o se discute .
Se limita a declarar el derecho y con ello basta, no requiere ni es
pasible de ejecución, para su total logro. Basta con que dé certi-
dumbre respecto de una situación o de una acción jurídica, sobre
su existencia, alcance o modalidad .
La sentencia declarativa es la que se persigue obtener con el
ejercicio de una acción declarativa, aquélla es efecto de ésta, y
cumple con su función con el hecho de declarar el derecho objetivo
aplicable al caso dudoso o discutido. Una sentencia de la índole que
venimos comentando es, por ejemplo, la que declara la condición de
heredero en un juicio sucesorio, o la que declara que H. es hijo de
P. Recae en los juicios en los que no se persigue el cum plimiento de
una obligación, sino la declaración de un derecho. De dicho tipo es
la sentencia que declara la nulidad de un acto jurídico, la falsedad
de un documento, la inexistencia de una obligación, la sentencia
que absuelve al accionado desestimando la demanda, por cuanto
declara la inexistencia del derecho que reclama el demandante

21
FRANCISCO BAZAN

como suyo, la que declara la adquisición de la propiedad por


usucapión, etc.
b) Sentencia de condena: En la sentencia de condena
recaída en los juicios ordinarios, en pimer término, eljuez declara
el derecho (p.e., hace lugar a la demanda de daños y perjuicios) y
luego impone el cumplimiento de una prestación (p.e., condena al
demandado al pago de la indemnización de los daños y perjuicios).
"Resulta evidente -indican Fenachietto y Arazi-que la conde-
na es un verdadero plus, un algo más que se añade a la función
declarativa". En el juicio de conocimiento, una vez obtenida la
declaración oficial por parte del órgano jurisdiccional, una vez
firme, la parte condenatoria de la sentencia definitiva, le da al
vencedor la posibilidad de promover el proceso de ejecución forza-
da, a fin de obtener del vencido el cumplimiento de la prestación
a que fue condenado, satisfaciendo de ese modo el derecho recono-
cido al ejecutante.
Los autores están contestes en que las sentencias de condena
son las más abundantes dictadas en la actividad jurisdiccional a
tal punto que la doctrina llegó a considerar su función peculiar,
hasta que se dejó sentado que una sentencia declarativa, p.e. una
sentencia absolutoria que declara que rechaza la demanda, absol-
viendo al demandado, cumple con sus fines concretos, reales, sin
la necesidad de la condena ni de una ejecución procesal com pulsoria
para lograr la satisfacción del derecho declarado en la resolución
judicial. La sentencia de condena es un título ejecutorio, es decir,
que da derecho de ejecución.
c) Sentencia constitutiva: W. Kisch ha establecido con
suficiente claridad las particularidades de la sentencia constituti-
va, señalando que es aquella que produce una modificación en la
situación jurídica existente o introduce una estructura nueva en
la misma. ("Elementos de Derecho Procesal Civil" (trad. L.
Prieto Castro), pág. 314).
El concepto dado por Kisch ha sido aceptado y adoptado por
la doctrina y la jurisprudencia extranjeras ("Rev. de Derecho,

22
EL JUICIO ORDlN ARIO

Jurisprudencia y Administración" (uruguaya ), t. 47 , págs. 47 y


115).
La sentencia constitutiva, como la declarativa, no requiere
de ejecución para lograr su finalidad , y con la de condena tiene de
común que es un plus, algo más que se adiciona, se suma a la
sentencia declarativa. Pues, además de declarar el derecho que
favorece al vencedor, tiene por efecto crear, modificar o extinguir
una relación jurídica existente, estableciendo un estado jurídico
nuevo, reciente.
"Este tipo jurídico de garantía, nada fácil y discutida en
doctrina -anotan Fenochietto y Arazi- puede comprender
distintos supuestos: 1) casos en que los interesados no podrían
lograr por acuerdo privado la creación o extinción de la relación
jurídica pretendida. Se incluyen principalmente en esta categoria
las vinculadas al estado de las personas (v. gr. , sentencia que
decide la adopción); 2) sentencias que producen la extinción de un
estado jurídico existente (v.gr. , la que decreta la nulidad de un
matrimonio); 3) sentencias administrativas o especificativas. Tal
ocurre cuando eljuez actúa como verdadero árbitro, fijando condi-
ciones hasta entonces no especificadas par el ejercicio de un
derecho (Couture). Así las decisiones sobre el régimen de guarda
de menores por sus padres divorciados, fijación de cuotas de
alimentos, la detez:minación de cómo debe cumplirse un legado,
quantum de honorarios, etcétera" (ob. cit., t . 1, pág. 163).
La doctrina no es de un mismo parecer ni dictamen en
relación a esta clase de sentencia. No admite, por lo general, que
corresponda a una categoría autónoma, peculiar de sentencia.
Algunos ejemplos de este tipo de sentencia son: la que
establece cómo deben distribuirse los fondos hereditarios; cómo
debe ejercerse la administración sucesoria; cómo debe cumplirse
un legado; o custodiarse los despojos mortales de un familiar
(Couture). El fallo judicial que declara que N. es hijo de M., por
una parte declara una nueva situaciónjuridica ya la vez modifica
la del hijo existente hasta entonces e initroduce una nueva estruc·

23
FRANCISCO BAZAN

tura jurídica entre padre e hijo para el futuro. El fallo constituye,


además de declararlo, un nuevo estado civil. Esto último es el plus;
el más que se adiciona a la parte declarativa del fallo.
Los autores se hallan contestes en sentar que las sentencias
constitutivas, si bien son creadoras de un nuevo estado jurídico, no
son "creadoras de derecho", porque a pesar de constituir un nuevo
estado jurídico, es declarativa, en esencia, de una ley preexistente.
"En estos casos, el derecho preexiste, indudablemente, a la senten-
cia, y el juez se apresura a declararlo" (Couture).
Couture señala como una cuarta categoría que considera
goza de autonomía, a las sentencias cautelares. Reconoce que la
doctrina es vacilante en cuanto se refiere al carácter independien-
te de tales sentencias, pero manifiesta en forma expresa que
adhiere a la tendencia de la doctrina a reconocer a las sentencias
cautelares caracteres propios, que le confieren autonomía. ''La
terminología que rige respecto de ellas es muy variada", anota. "Se
les llama, indistintamente, providencias cautelares, medidas de
seguridad, medidas precautorias, medidas de garantía, acciones
preventivas, medidas cautelares, etc." ("Fundamentos ... ", pág.
321). El C.P.C., en el Libro IV, Título XIV, incluye y se ocupa en
sendos capítulos (7 caps.) de las disposiciones generales, de los
embargos preventivos, de la inhibición general de enajenar y
gravar bienes, del secuestro, de la anotación de la litis, de la
prohibición de innovar y contratar, y de la intervención y adminis-
tración judicial.
Recogíendo nuestro derecho en forma expresa, en una larga
serie de disposiciones y en variadas modalidades, ordena
sistemáticamente las medidas cautelares que se dan mediante
sentencias cautelares, cabe dedicarle un estudio especial, por
cuanto corresponde de ese modo, conforme las modalidades de
cada derecho positivo, y del nuestro en particular. Siempre que nos
sea propicia la buenaventura en cuanto a tiempo y energía,
encararemos dicha labor en otra oportunidad.
Fenochietto y Arazi, mencionan tanlbién como un cuarto

24
EL JUICIO ORDINARlO

tipo de sentencia (además de la declarativa, de condena y consti-


tutiva) la que denomina: sentencia meramente declarativa,
dictada en caso en que no se ha violado el derecho y solo ha existido
duda, hesitación, inseguridad en las relaciones que une a las
partes. La sentencia meramente declarativa "agota por sí sola, con
la simple declaración del derecho, la situación litigiosa, no siendo
susceptible de ejecución procesal" (ob. cit., t. 1, págs. 547-548).
Cabe apreciar que tanto la sentencias declarativas como
las mere declarativas tienen por objeto la estricta declaración de
la existencia de un derecho. Por otra parte, conviene recordar que
en el fondo de toda sentencia, sea de condena, declarativa o
constitutiva, subyace una sentencia declarativa, por cuanto el
juez, primero declara el derecho acogiendo la demanda y luego en
otro apartado de la resolución impone una condena o sanción. No
puede imponer al vencido el cumplimiento de una prestación, ni
apercibirle que se prive de realizar los actos que se le prohiben, o
deshacer lo que haya construido en un sitio que no le pertenece, sin
antes declarar el derecho pertinente.

25
CAPíTULO VIGÉSIMO CUARTO

SENTENCIA DEFINITIVA

340. Conceptos

"Dícese de aquélla que recae normalmente ---eonsigna


Couture- sobre el mérito de la causa y mediante la cual se pone
fin a la instancia", Es el modo normal en que se da fin a los juicios,
Para Escribe es: "Aquella en que el juez, concluido el proceso,
resuelve finalmente sobre el negocio principal, condenando o
absolviendo al demandado", En sentido riguroso y preciso -dicen
Fenochietto y Arazi- es acto que emana del juez declarando el
derecho de los justiciables, es decir, de quienes están sujetos a ley,
Como expresa Liebman, el juez enuncia en la sentencia
definitiva "la regla jurídica concreta que debe disciplinar las
relaciones recíprocas de los sujetos que fueron partes en el proceso,
para el caso práctico deducido enjuicio", (Citado por Fenochietto
y Arazi),

27
FRANCISCO BAZAN

La sentencia definitiva enCIerra en sí la norma jurídica


determinada a que debe sujetarse, a que debe someterse las
relaciones mutuas de los sujetos que fueron partes en el juicio,
respecto del caso práctico ventilado y decidido en él. La norma
jurídica recaída en la sentencia es solo aplicable al caso resuelto en
el proceso.

341. Requisitos

El arto 159, e.p.e., menciona los requisitos que debe com-


prender la sentencia definitiva recaída en los juicios de conoci-
miento y contradictorios en general. Las sentencias pronunciadas
en los procesos voluntarios en los que se realizan actos judiciales
no contenciosos (aprobación de la cuenta particionaria; disolución
y liquidación de la sociedad conyugal; venia para la enajenación de
bienes de menores, ausentes e incapaces, expedición de segundas
copias de escrituras públicas, etc., etc.); en los juicios ejecutivos o
cuando se trate dejuicio en el que se solicita el finiquito del trámite
de separación conyugal, no cumplen, ni las necesitan, todas las
formalidades señaladas en el arto 159, e.p.e.
Conforme a la brevedad del juicio se suele abreviar algunas
de dichas formalidades, tornándolas más breves.

342. Caracteres

La sentencia definitiva tiene las siguientes peculiaridades:


a) pone fin al proceso; agota la jurisdicción del juez; b) es un acto
indivisible; c) su función no es susceptible de retractación por parte
del juez que la ha pronunciado.
Si bien, de acuerdo al arto 163, c.p. C., el mismojuez que dictó
la sentencia definitiva, puede actuar con posterioridad a la misma,
pero sin alterar lo esencial de dicha sentencia o respecto del auto
interlocutorio, en caso de que lo haya pronunciado en un incidente.
Pronunciada la sentencia, termina la competencia del juez respec-

28
EL JUICIO ORDINARIO

to de la cuestión ventilada en el juicio y no podrá sustituirla o


modificarla, a pesar de que podrá ejercer, ordenar, disponer,
resolver, regular o ejecutar algunos actos o facultades
taxativamente señalados en el arto 163, C.P. C., de los que nos
ocuparemos más adelante. La sentencia es un todo indivisible;
"una uniddad lógica jurídica".

343. Requisitos intrínsecos.

Hemos indicado que la sentencia definitiva comprende tres


capítulos: relación de la causa, fundamentos y fallo.
a) Relación de la causa. Señalada como resultandos,
término con el que habitualmente comienza la sentencia definitiva
una vez numerada y fechada y mencionado el vistos, "expresión
forense con la cual se encabezan las sentencias judiciales, para
significar que el magistrado o tribunal ha visto por sí mismo el
proceso" (Couture, ''Vocabulario ... ''). En dicho capítulo se reseña
en forma resumida en párrafos sepaIados y numerados el nombre
de los litigantes, el de sus representantes, el objeto del juicio, los
hechos expuestos, el derecho mencionado, las consideraciones de
orden legal efectuadas, los incidentes planteados; las pruebas
producidas por cada litigante, a igual que la mención de los
alegatos, todos ellos señalados sintéticamente y en el orden en que
aparece en el expediente.
Los incisos a), b) y c) del arto 159, c.p. C., son por demás
explícitos al respecto, al establecer que la sentencia definitiva
deberá contener "la designación de las partes, la relación sucinta
de las cuestiones de hecho y de derecho que constituyen el objeto
del juicio; la consideración, por separado, de las cuestiones a que
se refiere el inciso anterior. El juez deberá decidir todas las
pretensiones deducidas y sólo sobre ellas. No está obligado a
analizar las argumentaciones que no sean conducentes para
decidir el litigio". Las argumentaciones conducentes para resolver
el pleito son aquéllas a propósito para fundar el fallo respecto al

29
FRANCISCO DAZAN

litigio. Eljuez no está constreñido a ocuparse de las razones de los


asuntos que, aunque alegados por las partes, no tienen nada que
ver con el fallo que debe recaer en el proceso.
b) Los fundamentos de hecho y de derecho. El conoci-
miento personal del juez de los hechos articulados en el juicio, no
tiene relevancia en el sentido de serle suficiente para fundar en él
su decisión. Las constancias agregadas al expediente, las pruebas
de los hechos son las que le van a servir para administrar justicia
en el proceso sometido a su fallo. Los fundamentos de los hechos,
van a surgir, pues, de lo confirmado, de lo atestiguado, de lo
acreditado en el proceso y que debe hallarse incorporado en el
expediente, porque lo que no se halle en él, no existe, a pesar de la
opinión del juez y aun del conocimiento que íntimamente pudiera
tener de los hechos.
En cuanto a los fundamentos de derecho y su aplicación, debe
eljuzgadorfundar sus resoluciones definitivas o interlocutorias en
la Constitución y en la ley (art. 256, Constitución Nacional),
conforme a la jerarquía de las normas vigentes y al principio de
congruencia, bajo pena de nulidad. Vale decir que la ley debe
aplicarse atendiendo a la conveniencia y oportuniad que exige el
caso, la circunstancia, y que interesa y afecta a la situación
jurídica.
Si el magistrado no observa el principio de congruencia, ha
de perjudicar con su fallo una determinada situación jurídica que
se somete a su juicio para restaurar la armonía entre las partes y,
por tanto, su decisión podrá sufrir la sanción de nulidad.
En cuanto a la solución de la cuestión litigiosa, eljuez deberá
resolver siempre según la ley, sin que le sea permitido juzgar del
valor intrínseco o la equidad de ella (art. 15, incs. b) y c), C.P.C.).
Es facultad del magistrado la calificación de la acción y la
aplicación del derecho; las apreciaciones de las partes respecto de
la acción y de la aplicación del derecho que crean corresponder en
el caso, así como las citas de doctrina y jurisprudencia, no obligan
aljuez, y si ellas son erróneas, tiene la obligación de sustituir la ley

30
EL JUICIO ORDINARIO

O el principio mal propuesto. Incumbe, pues, al juzgador la potes-


tad de calificar jurídidicamente los hechos de la causa, y determi-
nar el derecho aplicable al caso, con prescindencia de los preceptos
invocados por los litigantes.
Lo que no puede es suplir la acción promovida, socolor de lo
que él entienda por su parte en cuanto a la calificación de la acción.
c) La decisión o parte dispositiva. Debe ser expresa,
positiva, precisa (art. 159, inc. e) C.P. C.). El juez se halla en la
obligación de interpretar la ley según su ciencia y conciencia, con
relación al caso que debe decidir, "de conformidad con las preten-
siones deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por
la ley, declarando el derecho de los litigantes y, en consecuencia,
condenando O absolviendo de la demanda o reconvención, en su
caso, en todo o en parte" (art. 159, inc. e), C.P.C.). La parte
dispositiva es propiamente la sentencia; por lo general es breve, y
la que hace cosa juzgada.
Los jueces y tribunales están obligados a dictar sentencia y
las demás resoluciones en los procesos, "dentro de los plazos fijados
en la ley. Si no lo hicieren, la Corte Suprema de Justicia los
emplazará a hacerlo dentro de un plazo perentorio, bajo apercibi-
miento de ser suspendido por quince días sin goce de sueldo. La
reincidencia en el curso del mismo año será causal de enjuicia-
miento" (art. 199, Cód. de Organización Judicial). Los jueces y
tribunales no pueden negarse a administrar justicia bajo ningún
concepto. "En caso de insuficiencia, obscuridad o silencio de la ley,
aplicarán las disposiciones de leyes análogas y los principios
generales del Derecho y tendrán en consideración los precedentes
judiciales" (art. 9°, Cód. de Organización Judicial y arto 6° del
Código Civil). Podrán aplicar leyes análogas y tendrán en conside-
ración la jurisprudencia, aunque ésta no los subordina. Eljuez no
puede dejar de fallar por insuficiencia de la ley.
d) Decisión expresa, positiva y precisa. El pronuncia-
miento del juzgador debe ser claro, sin equívocos, cierto, seguro,
conciso, puntual, exacto, de suerte a no suscitar nuevas dudas. El

31
FRANCISCO BAZAN

propósito, la intención, el fin del proceso es esclarecer un litigio


causado entre las partes, no dejarlo en incertidumbre, en perple-
jidad . Cualesquiera dudas provocarían nuevas discusiones.
e) De conformidad con las pretensiones deducidas en
el juicio. La sentencia deberá ajustarse a las pretensiones articu-
ladas en el juicio, no puede sino sujetarse a ellas, bajo pena de
nulidad. El juez debe tener en consideración lo solicitado en la
demanda, en la contestación y en la reconvención, en su caso. Su
fallo ha de reducirse a la calidad que asumen las personas que son
partes en el juicio; al objeto en discusión, y a la relación jurídica
cuestionada. La sentencia solo cabe ser pronunciada, si se acoge la
demanda, en provecho del actor, si es rechazada, a favor del
demandado. No puede conferir, aplicar el derecho a una persona
ajena a las partes, a un tercero con relación al proceso. Se ha
indicado por los autores que en tal circunstancia siquiera habría
propiamente sentencia, pues no se podría oponer ni a las partes ni
al tercero a quien por error se ha condenado. No obstante, en caso
de subragación durante la tramitación del juicio, o de sustitución
de partes, como en el caso de sucesión en que el sucesor sustituye
al causante, la sentencia será válida respecto del sucesor. Mas, en
dicha circunstancia, el sustituyente sucesor conserva la calidad
del causante sustituido.
Ahora bien, reclamada en la demanda un objeto determina-
do, el juez no puede conceder otro distinto; tampoco se puede
otorgar en la sentencia más de lo pedido, sin caer en concesión
ultra petita. "El juez deberá decidir todas las pretensiones
deducidas y sólo sobre ellas" (art. 159, inc. d), C.P. C.). En caso de
extralimitarse, la sentencia sería pasible del recurso de nulidad.
La sentencia debe recaer sobre el objeto requerido en la demanda .
Asimismo, el pronunciamiento debe guardar estricta rela-
ción con la demanda, con la causa que origina el pedido, con el
motivo o razón de la pretensión articulada en el juicio ("causa
petendi").
Alsina anota que "si el actor reclama una cosa a título de

32
EL JUICIO ORDINARIO

locador no puede el juez mandársela entregar a título de dueño".


Las pretensiones deducidas en el juicio deben ser calificadas
por el juez, según correspondiere por la ley, para declarar el
derecho de los litigantes.
f) Casos en que eljuez o tribunal puede pronunciarse
sobre lo que no fue objeto de petición. Según el arto 15, inc. d),
C.P.C., pueden darse pronunciamientos sobre lo que no sea objeto
de petición, en el juicio, cuando así lo disponen expresamente
disposiciones especiales.
En el C.P.C. se contemplan algunos casos, como el previsto
en su arto 420, que autoriza al Tribunal de alzada a resolver sobre
los intereses, daños y perjuicios, u otras cuestiones accesorias
derivadas de la sentencia de primera instancia, no obstante, no
haber sido propuestas ante el inferior, si hubiesen sido materia de
recurso. En el caso, no se considera sentencia extra petita.
g) Declarando el derecho de los litigantes. En la senten-
cia eljuez declara el derecho del litigante, y está obligado a decirlo
con total precisión, fundamentalmente cuando se refiere a un
derecho cuya existencia o inexistencia se declara, y la demanda no
se ciñe a perseguir el cumplimiento de una obligación; la
efectivización de una suma de dinero o de una condena
Ejemplo de la declaración de un derecho, es la que se da en
un juicio sucesorio al declarar la calidad de heredero, o en un
proceso en que se reclama la filiación civil, etc. En tales circunstan-
cias, el juez deberá dictar su pronunciamiento con total precisión
en lo referente al derecho cuya existencia manifiesta.
h) Condenando o absolviendo de la demanda o recon-
vención, en su caso, en todo o en parte. La sentencia será
condenatoria cuando el actor que promovió la demanda la hubiera
probado debidamente, así como su derecho a instaurarla fundada
en una acción de condena. Si sus pruebas no hubiesen sido
suficientes para acreditar lo articulado en la demanda, el acciona-
do ha de ser absuelto. Si la prueba sólo fue relevante en parte, la
condena será parcial. Alsina señala el caso en que ha prosperado

33
FRANCISCO BAZAN

en parte una excepción del demandado, circunstancia en que la


condena deberá también ser parcial.
i) El plazo que se otorgue para su cumplimiento, si la
sentencia fuere susceptible de ejecución. Aunque no esté
admitido por la ley, salvo para el desalojo (Ley N° 16/53) Yen otros
casos expresos, en los fallos se disponen plazos para el cumpli-
miento de una prestación o condena. Es a partir del cumplimiento
de dicho plazo que se opera la ejecutoria de la sentencia.
j) El pronunciamiento sobre costas. En la Ley N° 1376,
de posterior promulgación al Código Procesal Civil, se reitera el
deber del juez de pronunciarse sobre las costas del juicio, al dictar
sentencia definitiva, y aun en las resoluciones dictadas en las
cuestiones incidentales. En efeato, el arto9° de dicha ley, dispone:
"En todos los procesos, eljuez, de oficio, regulará los honorarios al
dictar resolución definitiva, procederá de igual modo en las cues-
tiones incidentales".
La sentencia definitiva por disposición del arto 159, inc. g)
C.P. C., deberá contener el pronunciamiento sobre costas. Vale
decir, entonces, que la sentencia definitiva o el auto interlocutorio
que resuelve un artículo, debe contener en la parte dispositiva el
pronunciamiento sobre costas y la regulación de los honorarios . El
juez debe regularlos de oficio, en todos los procesos y en cada
instancia.

343 (bis). Actuación del juez posterior a la sentencia

A pesar de que una vez pronunciada la sentencia, concluye


la competencia del juez, y ya no puede realizar ningún acto que
modifique el proceso ni la resolución, en su aspecto substancial, el
arto 163, C.P.C. , le permite una actuación posterior a la sentencia,
pero sin alterarla en lo esencial, en la parte verdaderamente
trascendental que tiene el pronunciamiento, el fallo. El artículo
citado no se refiere a sentencia notificada, pero en el inciso a)
consigna que podrá "ejercer la facultad que le otorga el artículo

34
EL JUICIO ORDINARIO

387", que se refiere a la aclaratoria que el juez o tribunal puede


hacer, a pedido de parte, en la resolución que ha dictado, sin
efectuar en ella variación o modificación alguna (art. 386, e.p.e .).
La aclaratoria que les permite efectuar se refiere a corregir
cualquier error material; a aclarar alguna expresión oscura, "sin
alterar lo substancial de la decisión", y a suplir (proveer y comple-
tar) "cualquier omisión en que hubiere incurrido sobre algunas de
las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio" (art. 387, inc.
c).
Todas las aclaratorias que pueden llevarse a cabo son facti-
bles aun después de notificada la sentencia. Inclusive de oficio, es
decir, por propia iniciativa, sin instancia de parte, el juez o tri-
bunal podrá aclarar sus propias resoluciones, aunque hubiesen
sido notificadas. "El error material puede ser subsanado aun en la
etapa de ejecución de sentencia" (art. 387, e.p.e.),
El arto 163, c.p. C., dispone:
"Art. 163. Actuación del juez posterior a la sentencia.
Pronunciada la sentencia concluirá la competencia deljuez respec-
to del objeto deljuicio y no podrá substituirla o modificarla. podrá,
sin embargo:
a) ejercer la facultad que le otorga el artículo 387;
b) ordenar, a pedido de parte, las medidas precautorias que
fueren pertinentes;
c) disponer las anotaciones establecidas por la ley y la
entrega de testimonios;
d) resolver acerca de la admisibilidad de los recursos y
rectificar la forma oe su concesión, de oficio o a petición de parte;
e) regular honorarios profesionales; y
f) ejecutar oportunamente la sentencia."
Además de las aclaratorias queeljuez o tribunal puede hacer
de las sent encias que han dictado, pueden ordenar, a pedido de
parte, embargo preventivo a favor de quien hubiere obtenido
sentencia favorable, aunque estuviese recurrida; puede disponer
las anotaciones establecidas por la ley, así como la entrega de

35
FRANCISCO BAZAN

testimonios (que puede ser de piezas del expediente, etc.); resolver


en lo referente a la admisibilidad de los recursos y corregir la forma
de su concesión. Lo puede efectuar de oficio o a petición de parte,
y algo de capital relevancia: ejecutar oportunamente la sentencia.
Los honorarios debe regularlos en la misma sentencia o auto
interlocutorio (art. 9, Ley N° 1376).

36
CAPÍTULO VIGÉSIMO QUINTO

RECURSOS
344. Concepto. 345. División. 346. Efectos. 347. Reglas comunes
para todos los recursos.

344. Concepto

Mediante el recurso que es un medio, una vía establecida por


la ley, según los casos, se puede conseguir que se modifique, se
revea, se revoque o se deje sin efecto la resolución judicial que se
impugna. Recurrir equivale a cuestionar, a controvertir una reso-
lución anterior por la parte a quien peljudica o no está de acuerdo
con ella.
Para J. Ramiro Podctti, mediante los recursos se puede
obtener la aclaración, integración, revocación, modificación o
anulación y sustitución de resoluciones judiciales, la justicia del
caso. (''Derecho Procesal Civil, Comercial y Laboral", t. V, Tratado
de los Recursos. Edipar S.A. Editores, Bs. AB. 1958, p. 11).
El nombrado procesalista recoge una referencia muy acerta-
da de la Corte de su país, que dice: "Recurso, ha dicho la Corte, es
todo procedimiento en virtud del cual se pretende, ante el mismo
juez o ante unjuez de alzada, que se declare nula, o se revoque, o

37
FRANCISCO BAZAN

se modifique, o se revise, o se aclare una resolución anterior" (G.F.


156, 166).
La pretensión, pues, de buscar la justicia del caso, puede
interponerse ante el mismo juez, como cuando se plantea el
recurso de aclaratoria o el de reposición, o ante un tribunal
superior, como cuando se deduce el de apelación, el de nulidad y los
de queja por recurso denegado o por retardo de justicia.
Las definiciones que hemos mencionado se adecuan suficien-
temente a los medios de impugnación que establece nuestra
legislación, teniendo presente que propiamente ninguna podría
tener carácter absoluto o de validez universal, ya que la relatividad
del concepto tiene que ver con la organización judicial y las vías de
impugnación que contemple cada legislación.
Alsina llanla recursos a los medios que la ley concede a las
partes para obtener que una providencia judicial sea modificada o
dejada sin efecto. Su fundamento reside también en una aspira-
ción de justicia, para el célebre procesalista.
Para Carnelutti,los recursos no son otra cosa que el modo
de fiscalizar la justicia de lo resuelto. ("Trat. Teórico Práctico de
Der. Proc. Civ. y Com.", t. n, Comp. Arg. de Edit., Bs. AB., 1942, p.
602).
El recurso tiene uno de sus fundamentos en la falibilidad de
la persona humana, de la que no está exenta el juez por su con-
dición de tal. Los recursos tienden a la recta administración de la
justicia, pretendiendo reparar los posibles errores deslizados en
las resoluciones judiciales, de suerte que las mismas alcancen el
mayor acierto y justicia conforme a derecho. Conceden a las partes
los medios y la oportunidad de ejercer un contralor serio sobre la
actuación deljuez. Dicha fiscalización , además de adquirir enorme
importancia, es fundamental para corregir el apartamiento del
juzgador de las normas legales.

38
EL JUICIO ORDINARIO

345. División

Los recursos se dividen en ordinarios y extraordinarios. Los


primeros en nuestro e.p.e. se otorgan en situaciones normales
durante la sustanciación del proceso y son los de aclaratoria (arts.
386, ss.); reposición (arts. 390, ss.); apelación (arts. 395, ss .);
nulidad (arts. 404, ss.); queja por recurso denegado (arts. 410, ss .);
y queja por retardo de justicia (arts. 412, ss.).
Los recursos extraordinarios se establecen por la ley en
situaciones excepcionales y en condiciones fijadas ex profeso.
Varios se conocen en el derecho comparado.

346. Efectos

El primero de ellos es que la interposición del recurso


suspende la ejecución de la sentencia. Se dice entonces que tiene
efecto suspensivo, salvo los casos en que la ley expresamente
disponga lo contrario, como en el juicio de alimentos o en las
medidas cautelares.
La ley establece un plazo para interponer los recursos, que
no siempre se deducen de igual manera, ni dentro de los mismos
términos, ni proceden siempre en las mismas situaciones, como
veremos cuando nos ocupemos de cada uno de ellos en particular.
De ahí que el vencimiento del plazo para interponerlos, produce la
caducidad del derecho para deducirlos, y su introducción en
tiempo suspende los efectos de la sentencia. El principio es que
toda resolución judicial es recurrible y la excepción es la
irrecurribilidad. En ausencia de recurso, en un litigio, la resolu-
ciónjudicial se consolida definitivamente y no se podrá recurrir de
ella posteriormente.

347. Reglas comunes para todos los recursos

a) Los recursos obedecen a diferentes reglas comunes, a

39
FRANCISCO BAZAN

pesar de su diversidad y características específicas. Un recurso


difiere del otro por el plazo, por la forma de concesión, por el
trámite.
b) En principio quienes tienen legitimación procesal para
interponerlos, son las partes. Mas, como veremos más adelante,
tam bién pueden concederse a los terceros, cuando son afectados en
sus intereses por una sentencia.
Alsina señala que "así como el interés es la medida de la
acción, el agravio es la medida en el recurso, y por eso se concede
aún a los que, no siendo partes en el proceso, sufren un perjuicio
como consecuencia de la sentencia" (ob. cit., ps. 605 y 606).
No procede conceder el recurso a la parte favorecida por la
sentencia, no podría tener interés en él desde que no es agraviada
por la resoluciónjudicial. Tampoco cuando ha habido allanamien-
to y la sentencia se funda en la conformidad que ha manifestado
quien se allana a la demanda, a un incidente o a una excepción.
Los terceros no pueden interponer r~cursos si no se incorpo-
ran al proceso, pero presentándose eT' .• Juicio, asumiendo calidad
de partes, adquieren la facultad de poder recurrir de las resolucio-
nes judiciales que incidan sobre sus intereses perjudicándolos.
La justicia nacional ha sostenido en numerosos fallos la
procedencia de la apelación para quien no es parte en el juicio. Ha
considerado que la persona que hubiere sido afectada en sus
derechos por una resolución del juez, puede -a pesar de no ser
parte en el sentido estrictamente procesal- presentarse en el
proceso y recurrir de la misma .
En varios fallos sostiene que: "Procede conceder el recurso de
apelación a quien no es parte en el juicio, si resulta indudable su
derecho para ejercer su defensa en los autos en que se dictó la
resolución que lesiona sus intereses" (A.l. N° 112, l8-VI-1953; Ac .
N"s. 48, l4-VlII-158; 6, 20-I1I-1958 Y 24, 2l-IV-1961. Trib. de Ap.
la Sala).
También se ha resuelto que: "Si bien el recurso de apelación
se concede únicamente a las partes, procede concederlo a los que

40
EL JUICIO ORDINARIO

no revisten esa calidad cuando sus derechos pueden ser afectados


por la resolución apelada" (Al. N° 403, 13-XII-1957); Y que "ade-
más del actor y demandado, en el proceso pueden intervenir
terceros, cuando con las actuaciones del mismo se afecten sus
intereses. Desde que los mismos se incorporan a la relación
procesal pueden interponer recursos, porque desde ese momento
asumen la calidad de partes" (Al. N" 207, 20-XI-1955, Trib. Apel.,
2a Sala).
c) Cuando actúan como actoras o accionadas varias perso-
nas, a la vez, el recurso deducido por una de ellas, no beneficia a
sus demás hay litis consortes. Pero cuando hay litis consorcio
necesario, o cuando existe solidaridad o la prestación a que son
con-denados las compartes es indivisible, el recurso interpuesto
por cualquiera de ellas favorece a las demás. Lo mismo ocurre
cuando los litis consortes actúan bajo una misma representación.
d) Terceros que pueden recurrir de una resolución judicial
dictada en un proceso en que no tienen calidad de partes, son: los
apoderados por citaciones (art. 281, inc. b), C.P.C.) o medidas
disciplinarias que se les apliquen; el testigo que considera imper-
tinente una pregunta que se le formula y se resiste a contestarla
(arts. 329y 330, C.P.C.); el perito podrá recurrir de las resoluciones
judiciales que se dicten con respecto a su actuación (arts. 352, 354
y 355, C.P.C.).
e) Los plazos para interponer recursos empiezan a correr
desde el día siguiente hábil al de la notificación de la resolución que
fuese a impugnarse (art. 147, C.P.C.). Alsina llama la atención
sobre la necesidad de tenerse en cuenta las formas distintas de
notificación conforme la naturaleza de cada resolución (providen-
cia' auto interlocutorio o sentencia definitiva).
f) Los plazos para la interposición son individuales para cada
parte. Vencido el término --<:¡ue es perentorio-- para interponer
los recursos, caduca el derecho para efec~uarlo, y la resolución
quedará firme, consentida.
g) Los recursos son independientes uno de otro. Pero el de

41
FRANCISCO BAZAN

nulidad puede interponerse conjuntamente con el de apelación


(art. 405, C.P.C.) y el de reposición con el de apelación en subsidio,
para el caso de que el juez o tribunal deniegue el de reposición, por
entender que no es la vía procesal pertinente (art. 394, C.P.C.).

42
CAPíTULO VIGÉSIMO SEXTO

RECURSO DE ACLARATORIA

348. Concepto. 349. Efecto del pronunciamiento de la sentencia.


350. Aclaración de oficio. 351. Plazo para pedir y resolver la
aclaratoria. 3521. Forma de la notificación.

348. Concepto

Para Couture consiste en una aclaración de sentencia.


Dicha aclaración es efectuada por el mismo juez o tribunal
que hubiere dictado la resolución, sin alterar lo substancial de la
decisión.
Para Manuel Ossorio la aclaratoria de sentencia consiste
en la corrección y adición de la misma a efectos de aclarar
cualquier concepto dudoso, corregir cualquier error material y
suplir cualquier omisión. Agrega: "Es el que se interpone ante el
juez que haya dictado la sentencia para pedirle que corrija cual-
quier error material contenido en la misma, esclarezca algún
concepto oscuro, sin alterar lo sustancial de
. la decisión, o supla
cualquier omisión en que hubiese incurrido sobre alguna de las
pretensiones deducidas y discutidas en el litigio" ("Diccionario

43
FRANCISCO BAZAN

de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales", Edit. Heliasta


S.R.L., Es. As., 1987, págs. 22 y 645).
Carlos J. Colombo lo conceptualiza del siguiente modo,
indicando a la vez su función: ''La 'aclaratoria' -que para unos es
recurso y para otros, no-- es uno de los medios por los cuales la
parte trata de obtener que la sentencia cumpla su función de
decidir el proceso de modo expreso, positivo y preciso, con arreglo
a las acciones deducidas enjuicio, depurándola de errores materia-
les, oscuridades y omisiones acerca de las pretensiones oportuna-
mente deducidas y discutidas. Esta petición tiene como contrafigura
el poder del juez de adecuar su sentencia a lo que quiso y debió
declarar y como límite -fijado por el precepto--Ia prohibición de
alterar lo sustancial de la decisión" ("Código de Procedi-
miento Civil y Comercial, Anotado y Comentado", Abeledo
Perrot, Es., As ., 1964, p. 546). Existe dificultad, anota dicho autor,
en precisar qué debe entenderse por lo substancial de la decisión,
porque en el caso no se lo puede oponer siempre como categoría
antitética, de lo puramente formal. Veremos más adelante cómo
debe entenderse la expresión "sin alterar lo sustancial de la
decisión".
"El recurso de aclaratoria-reputa Podetti- es un remedio
procesal concedido a los litigantes, para que el mismo juez, me-
diante su modificación parcial o su integración, adecúe una reso-
lución judicial a los hechos y al derecho aplicable" (ob. cit., p. 102).
¿Es un recurso la aclaratoria? Se ha señalado por los
autores que desde antiguo existe una controversia doctrinaria
respecto a si la aclaratoria es un recurso, un complemento del fallo
destinado simplemente a enmendar un defecto de expresión, o
bien un incidente en el proceso de formación de la sentencia. Se
asevera para negarle el carácter de recurso, que el pedido de
aclaratoria no constituye un medio de impugnación de la senten-
cia, por lo que su objeto y naturaleza no coinciden con los que son
propios de todo recurso (Isauro P. Frutos y Pedro Argüello, ob.
cit., t . n, págs. 121 , 122). El recurso es un medio de impugnación,

44
EL JUICIO ORDINARIO

un remedio procesal, mediante el cual se puede lograr modificaren


su sustancia o en su forma una resolución judicial.
Sentís Melendo sostiene que la aclaratoria no es un recur-
SO, desde que no participa de la naturaleza y objeto de los recursos.
En cambio, la opinión mayoritaria de los destacados procesalistas
argentinos (Jofré, Castro, Alsina, Colombo, Podetti) estudian la
aclaratoria entre los recursos y le conceden el mismo objeto y la
propia naturaleza del recurso. La conocida Ley 50 argentina la
califica expresamente de ese modo. Y nuestro Código Procesal
Civil la incorpora expresamente en el Libro n, Título IV, Capítulo
1, que trata de los recursos (arts. 386 al 389, C.P.C.).
"Estimo, pues -anota Podetti, haciéndose eco de la opinión
de sus colegas citados, y sosteniendo a la vez su propio criterio--
que la aclaratoria es un recurso, porque tiende, en algún grado, a
modificar, en su sustancia (correcciones, ampliaciones) o en su
forma (aclaración de conceptos oscuros), una resolución judicial.
Procura que se la corrija en errores materiales o en la forma de su
expresión o que se la integre, subsanando omisiones de pronuncia-
miento. Yen cualquiera de ambas hipótesis, constituye un especí-
fico remedio procesal para obtener un pronunciamiento ajustado
a derecho y a los hechos invocados y probados" (ob. cit., p_ 101).
Por no constituir un nuevo pronunciamiento se ha pretendi-
do negarle jerarquía de recurso.

349. Efecto del pronunciamiento de la sentencia

El arto 386, C.P.C., dispone: "Una vez pronunciada y notifi-


cada la sentencia, concluye la jurisdicción del juez respecto del
pleito y no puede haber en ella variación o modificación alguna".
Notificada la sentencia, se producen los siguientes efectos: a)
Concluye la jurisdicción del juez y la instancia; b) consecuente-
mente, el juez no podrá disponer ya nada respecto del pleito, yen
la sentencia no podrá introducir variación o modificación alguna.
Pero como el procedimiento es un hacer objetivo, dada la

45
FRANCISCO BAZAN

norma procesal, aunque en forma precisa, en los hechos permite


actuaciones que se proyectan más allá del precepto, sin modificar-
lo, sin variar su principio. De manera que, en puridad, no existe
una norma procesal absolutamente invariable.
Objeto de la aclaratoria. Por ello, de lo que se viene
exponiendo surge que de la resolución dictada, puede pedirse
aclaratoria al mismo juez o tribunal que la hubiere dictado. Es el
mismo juez que ha dictado el fallo, quien debe aclararlo.
Mas, el objeto de la aclaratoria debe ceñirse a corregir
cualquier error material; aclarar alguna expresión oscura, sin
alterar lo sustancial de la decisión; y suplir cualquier omisión en
que hubiere incurrido sobre algunas delas pretensiones deducidas
y discutidas en el juicio. El recurEO de aclaratoria es de aplicación
general; consecuentemente, procede en todas las instancias, y
contra las interlocutorias, pero solo respecto de la parte dispositiva.
Eljuez o tribunal que hubiese dictado una resolución, puede
disponer algunas medidas posteriores a la sentencia. Tal facultad
le está concedida expresamente y las actuaciones que se le permi-
ten están taxativamente enumeradas en el arto 163, C.P. C., que
estatuye: "Pronunciada la sentencia concluirá la competencia del
juez respecto del objeto del juicio y no podrá sustituirla o modifi-
carla".
Respecto de lo dispuesto en este apartado, cabe subrayar,
pues, que dictada la sentencia definitiva concluye la competencia
del juez respecto del pleito y que el mismo juez no podrá sustituir
ni modificar la resolución que él ha dictado, porque ha terminado
su competencia al efecto. La función de sustituir y corregir la
resolución ya dictada corresponde a la apelación, que va a hacer
posible que la sentencia pudiese ser rectificada por el superior,
pues al mismo juez no le está permitido corregir, ni modificar, ni
reformar lo que ha sido objeto de su fallo.
Sin embargo, puede disponer algunas medidas posteriores a
la sentencia. Así lo dispone el citado artículo 163, al estatuir que
podrá:

46
EL JUICIO ORDINARIO

a) ejercer la facultad que le otorga el artículo 387, C.P.C.;


b) ordenar a pedido de parte, las medidas precautorias que
fueren pertinentes (embargos preventivos; secuestros y otras
medidas cautelares);
c) disponer las anotaciones establecidas por la ley y la
entrega de testimonios (de la propia sentencia, o de adjudicación
de bienes, aun de cualesquiera pieza del expediente, etc.);
d) resolver acerca de la admisibilidad de los recursos y
rectificar la forma de su concesión, de oficio o a petición de parte.
Ante quien se interpone los recursos es ante el juez que dictó la
resolución y es el que e pronuncia respecto de la admisibilidad de
los mismos -la denegación infundada puede dar lugar al recurso
de queja ante el superior, por recurso denegado--.
El mismo juez puede rectificar la forma en que ha concedido
los recursos, sea de oficio, es decir por propia iniciativa, o a pedido
de parte.
e) Regular honorarios profesionales (quien regula los hono-
rarios profesionales en cada instancia, es el juez o tribunal que ha
dictado la sentencia definitiva o el auto interlocutorio). Conforme
al arto 9 de la Ley N° 1376 de Arancel de Honorarios de Abogados
y Procuradores, en todos los procesos, eljuez, de oficio, regulará los
honorarios al dictar resolución definitiva y procederá de igual
modo en las cuestiones incidentales. Obviamente que el juez solo
podrá cumplir con la regulación de los honorarios al dictar su fallo,
cuando en ese momento los valores ya se encuentren determinados
o se determinen en la sentencia. De lo contrario lo han de regular
posteriormente a la sentencia, y en ese caso, aun después de dictar
sentencia, podrá actuar y conservará la competencia, para regular
los honorarios profesionales. De cualquier modo, quien es compe-
tente para establecerlos en la propia sentencia, o en una actuación
posterior, es el juez que ha dictado la resolución;
f) ejecutar oportunamente la sentencia. Esa oportunidad es
desde que quedó firme la sentencia, sea porque se la ha consentido
o porque recurrida se haya confirmado en la instancia superior.

47
FRANCISCO BAZAN

Quien debe entender y actuar en la ejecución de las resolu-


ciones judiciales, es el propio juez o tribunal que las dictó.
El arto 387, C.P.C., por su parte, preceptúa: "Las partes
podrán, sin embargo, pedir aclaratoria de la resolución al mismo
juez o tribunal que la hubiere dictado, con el objeto de que:
"a) corrija cualquier error material;
"b) aclare alguna expresión oscura, sin alterar lo substancial
de la decisión; y
"c) supla cualquier omisión en que hubiere incurrido sobre
algunas de las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio.
"En ningún caso se alterará lo substancial de la decisión.
"Con el mismo objeto, el juez o tribunal, de oficio, dentro de
tercero día, podrá aclarar sus propias resoluciones, aunque hubie-
sen sido notificadas. El error material podrá ser subsanado aun en
la etapa de ejecución de sentencia".
El arto387, C.P.C., pues, confirma la competencia del juez
para proseguir actuando posteriormente a haber dictado senten-
cia definitiva, si bien, para disponer determinadas medidas expre-
samente señaladas.
La corrección de cualquier error material. El error
material debe ser evidente, patente, debe aparecer sin esfuerzo
para detectarlo; a primera vista. Un error de cálculo en la parte
resolutiva de la sentencia o del auto interlocutorio no presenta
dificultad mayor para cerciorarse del mismo; una equivocación por
parte del juez en el nombre de las partes --<:uando se hace figurar
uno que no pertenece a ninguna de ellas-; una equivocación en la
situación que ellas asuman en el juicio, como cuando por error se
hace figurar en la resolución al actor en el lugar del demandado,
o vice versa; o cuando existe claro desacuerdo entre el concepto de
la sentencia y su expresión escrita. Ejemplo: Se plantea desalojode
una finca por una determinada causal y en la decisión resolutiva,
se hace lugar a la demanda, surgiendo de la misma que se la funda
en otra causal.
Aunque el arto 387, C.P.C., repite en dos partes que en

48
EL JUICIO ORDINARIO

ningún caso se alterará lo substancial de la decisión, para A1sina,


con la corrección de un error material se varía la conclusión de la
resolución aclarada, porque para "subsanarlo deberá necesaria-
mente variar los términos de la decisión" (ob. cit., t. I1, p. 641). Para
dicho tratadista sólo el caso de oscuridad de la sentencia, una vez
salvada, no varía la conclusión.
¿Qué entienden los autores por no alterar lo substancial de
la decisión?
Anota A1sina: "La doctrina entiende, generalmente, que las
correcciones, aclaraciones o ampliaciones han de ser de tal natu-
raleza que no alteren lo sustancial de la decisión, pues lo contrario
sería admitir que eljuez pudiera tener dos opiniones distintas en
un mismo litigio o que las partes sean las llamadas a hacerle notar
injustas decisiones" (ob. cit., t. I1, p. 641).
Mediante este recurso eljuez no puede revocar sus propias
resoluciones. Sin embargo, en casos de error material o de omisión
de pretensiones deducidas y discutidas, remediados por esta vía,
necesariamente el juez varía sus decisiones.
Lo substancial de la decisión, para Colmo, es: "La unidad de
dirección lógica que ésta (la decisión) tiene, exteriorizada en la
motivación. No puede volver a valorar los presupuestos de hecho
y de derecho para otorgarles una incidencia opuesta, pero dentro
de la que es congruente, puede: a) subsanar cualquier error
puramente material en los datos consignados en la parte
dispositiva; b) aclarar conceptos oscuros decisivos para la inter-
pretación del fallo . En estas dos hipótesis el juez perfecciona la
sentencia; c) integrar el fallo, esta vez, decidiendo sobre pretensio-
nes que antes omitió. En este caso, completa la decisión" (ob. cit.,
p.547).

350. Aclaración de oficio

El e.p.c. recoge una tradiciónjurisprudencial y lo expuesto


en normas del derecho comparado.

49
FRANCISCO B AZAN

Eljuez O tribunal, sin la necesaria petición de las partes, vale


decir, de oficio, podrán aclarar sus propias resoluciones aunque las
mismas ya hubiesen sido notificadas. El error material podrá
subsanarse por el juez o tribunal, de oficio, aun en la etapa de
ejecución de la sentencia. Entendemos que tal subsanción, se
permite efectuar, en dicha etapa, por ser de capital importancia
que la sentencia ejecutada recaiga con exactitud sobre la cosa
objeto del acto jurídico, o contra quien corresponda. Tratándose de
error material, su posible reclamo no se halla constreñido por el
plazo de tres días (art. 388, e.p.e.).

351. Plazo para pedir y resolver la aclaratoria

Notificada la sentencia definitiva o el auto interlocutorio que


decide un artículo, deberá pedirse la aclaratoria dentro de tercero
día. El plazo corre obviamente desde el día siguiente hábil de la
notificación, pues, sabido es que el día de la notificación no se
incluye en el plazo.
El tiempo que el juez o tribunal dispone para resolver el
pedido de aclaratoria es de tres días, y lo debe efectuar sin
sustanciación alguna, esto es decir, sin darle trámite previo, vista
ni traslado.
Innovación queel C.P. e. introduce en el recurso que venimos
comentando, contraria a un fallo anterior (Ac. 76, 21 -X-1943);
consiste en que la interposición de la aclaratoria suspende el plazo
para deducir otros recursos , tales los de apelación, de nulidad, por
ejemplo. La medida es congruente y obvia, por cuanto en los casos
posibles de aclaratoria han de ser necesarias sus resoluciones para
conocer si existiría o no interés de recurrir de ellas por vía de
apelación o nulidad.
El arto 388, c.p.C., establece: "La aclaratoria deberá pedirse
dentro de tercero día de notificada la resolución, y deberá resolver-
se, sin sustanciación alguna, en el plazo de tres días".

50
EL JUICIO ORDINARIO

"Su interposición suspende el plazo para deducir otros recur-


sos" .
El Código de Procedimientos derogado, nada disponía res-
pecto a si el recurso de aclaratoria interrumpía o no el plazo para
apelar.

352. Forma de la notificación

La aclaratoria integra la resolución de la que se ha pedido.


Consecuentemente, la notificación de la misma se deberá efectuar
en igual forma que se hiciera de la resolución aclarada, vale decir,
que deberá ser notificada de oficio por cédula dentro de tercero día
(arts. 389 y 385), tratándose de sentencia definitiva. Sin duda,
podrá también notificarse personalmente, si la parte o partes
concurrieran por la oficina del ujier. De lo contrario ha de practicarse
en el domicilio respectivo por cédula.

51
CAPíTULO VIGÉSIMO SÉPTIMO

RECURSO DE REPOSICION

353. Concepto. 354. Improcedencia. 355. Plazo dentro del cual debe
deducirse. 356. Procedimiento. 357. Reposición y apelación en
subsidio. 358. lrrecurribilidad del auto que resuelve el recurso de
reposición. 358 (bis). Presentación de memorial.

353. Concepto

El de reposición es un recurso que se interpone a fin de que


el mismo juez o tribunal que hubiese dictado una providencia de
mero trámite o un auto interlocutorio que no causa gravamen
irreparable, los revoque o modifique por contrario imperio.
Vale decir, pues, que dicho medio técnico de impugnación
sólo procede contra providencia de mero trámite, dictada sin sus-
tanciación -la que "tiene por objeto hacer andar eljuicio"-o auto
interlocutorio que no cause gravamen irreparable, que para
Couture el gravamen irreparable es "aquél que no es susceptible
de reparación en el curso de la instancia en que se ha producido".
El arto 395, C.P. C., in fine, establece que: "Se entenderá por tal el
que no pueda ser reparado por la sentencia definitiva".

53
FRANCISCO BAZAN

Es el mismo juez o tribunal el que, volviendo sobre sus pasos,


revoca mediante una resolución contraria la recurrida.

354. Improcedencia

El recurso de reposición no procede contra las sentencias


interlocutorias que deciden artículo, como, por ejemplo, las que
resuelven una excepción o un incidente, porque ésas causan
gravamen irreparable. Contra este tipo de interlocutoria son
viables los recursos de apelación y nulidad resolubles sólo en
alzada. Si el gravamen que causan no se repara de inmediato, ya
no será susceptible subsanarlo en el curso de la instancia, ni en la
sentencia definitiva .
Lo que con el recurso de reposición se persigue es la revoca-
ción o modificación de la providencia que se considera injusta; de
manera que si ella adolece de una omisión de forma (fecha o firma
del juez o del secretario), la alegación en contra debe efectuarse
mediante el recurso de nulidad.
Alsina señala que: "Si la providencia, además de injusta,
fuese nula, bastará alegar esta última circunstancia, pues la
reposición supone una providencia válida, y por eso su interposi-
ción importa la renuncia del recurso de nulidad. Pero una provi-
dencia válida, por su forma, puede ser consecuencia de un proce-
dimiento nulo y, en ese caso, puede obtenerse su reposición
promoviendo la nulidad del procedimiento por vía de incidente"
(ob. cit., t . II, p. 608).
No cabe contra las interlocutorias que resuelven artículo,
porque con ellas termina la jurisdicción del juez respecto del
incidente. Por la misma razón no procede contra las sentencias
definitivas (Alsina).
Respecto de las interlocutorias simples (las providencias y
las que no causan gravamen irreparable) "opinan algunos autores
-señala el célebre tratadista- que no proéede la reposición, ya
que se trata de providencias de mero trámite que no resuelven

54
EL JUICIO ORDIN ARIO

situaciones procesales, ni afectan derechos de las partes y, por


consiguiente, no pueden causarles perjuicios. Así, autos como
'hágase saber', 'téngase presente', 'agréguese', en efecto, por lo
general no causan perjuicio. Pero para la interposición del recurso
no es necesario demostrar el perjuicio, es suficiente que el recu-
rrente se eonsidere perjudicado y ello será apreciado por el juez
precisamente al resolver el recurso. Por ejemplo, la agregación de
una prueba después de vencido el término puede ser improceden-
te, y el medio de obtener su eliminación es el recurso de reposición".
"Por ello nos parece más adecuado el principio de que el
recurso procede siempre que la providencia se hubiese dictado sin
substanciación, que es el criterio adoptado generalmente por la
jurisprudencia" (ob. cit., t. I1, p. 610).
Conforme el arto 390, e.p.e., quien revoque por contrario
imperio, la resolución recurrida de reposición, puede ser el mismo
juez o tribunal que la hubiese dictado, significa que no solo puede
pedirse reposición de las interlocutorias de primera instancia, sino
también de las de igual clase que hayan recaído en segunda
instancia. En ambas instancias la resolución dictada en la
revocatoria causará ejecutoria (art. 393, e.p.e.).

355. Plazo dentro del cual debe deducirse

Las reglas para la interposición del recurso de reposición, se


precisan en el arto 391, e.p.e. , que preceptúa: "Se interpondrá el
recurso dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución respectiva, y el escrito en que se lo deduzca consignará
sus fundamentos , so pena de tenerlo por no presentado". El plazo
para deducirlo, es perentorio (art. 145).
De la norma transcripta surge que:
a) el recurso debe interponerse dentro de los tres días
siguientes a la notificación de la resolución;
b) debe deducirse por escrito; y
c) en el mismo escrito en que se lo deduzca deben señalarse

55
FRANCISCO BAZAN

sus fundamentos. Si así no se hiciere se lo tendrá por no presenta-


do.

356. Procedimiento

a) Aunque el recurso se interpone corrientemente por escri-


to, también puede formularse verbalmente cuando la resolución se
dictare durante la realización de una audiencia. N o existe ninguna
formalidad para ello, solo que a la vez, en el momento de interpo-
nerse, deberá fundarse verbalmente , y resolverse en la misma
audiencia.
b) Tanto en el escrito de interposición del recurso, como
cuando se lo deduce verbalmente en una audiencia, debe fundarse
señalando el error que la providencia contenga o el perjuicio, el
agravio que le ocasiona al recurrente. Podrá acompañar, en su
caso, los documentos demostrativos, de probanza, que disponga.
El recurso de reposición se diferencia del de apelación, en que
éste no debe fundarse en el escrito de interposición, ni cuando se
deduce en forma verbal, en cambio aquél sí debe fundarse.
c) Según el texto expreso del arto 392, C.P. C., el recurso de
revocatoria no debe sustanciarse, lo que quiere decir que el juez o
tribunal, una vez interpuesto, deberá resolverlo sin más trámite,
vale decir, sin audiencia de la contraparte. No se recibirá nunca a
prueba, obviamente.
d) El arto 393, C.P.C., establece término para resolver el
recurso; eljuez o tribunal debe pronunciarse al respecto en el plazo
de cinco días, y la resolución dictada causará ejecutoria; no será
pasible de ninguna clase de impugnación.
Sin embargo, cuando esta última resolución fuere manifies-
tan1ente arbitraria por dictarse contra expresas disposiciones
legales , parece que podría ser pasible de una excepción de
inconstitucionalidad, esto si la resolución gravitara grandemente
en el trámite del proceso o causara gravamen irreparable.
No obstante, para el artículo citado, si se ha obtenido la

56
EL JUICIO ORDINARIO

revocación por el propio juez o tribunal o la denegación, el recurso


de reposición está agotado; no puede continuar más allá.
"Lo que primero im presiona, entonces -{}estaca Couture-
en materia de recursos, y de éste en especial, existe una especie de
proporción lógica entre la entidad de la sentencia y la energía del
recurso, sentencias de pequeña entidad, con pequeña posibilidad
de injusticia, recurso de pequeña expresión y de corto alcance.
"La sentencia mere-interlocutoria, providencia de trámite o
decreto de sim pIe sustanciación, no causa habitualmente perjuicio
ni inconveniente grave. Tiene por objeto hacer andar el juicio.
Salvo los casos en que el error en la providencia de trámite puede
significar un cercenamiento de garantías, la entidad de la mere
interlocutoria es escasa. Y entonces la ley le da el recurso, ese tiro
corto que consiste en tratar de que el juez, advertido de su error,
marche sobre sus pasos y revoque, por contrario imperio, su propia
resolución" ("Procedimiento, primer curso - lIT - Juicio Ordina·
rio - 2, Editorial Medina, Montevideo, p. 164).
e) El arto 393, C.P.C., establece el procedimiento en audien-
cia. Dice: "Cuando el recurso de reposición fuere deducido en
audiencia, deberá fundarse verbalmente, y resolverse en la mis-
ma". Significa que la interposición del recurso no suspende el curso
de la audiencia, sino el tiempo necesario para que el juez de
inmediato lo resuelva en la misma, considerando los fundamentos
expuestos verbalmente por el recurrente. Tanto si prospera como
si se deniega la revocatoria, la resolución causa ejecutoria; vale
decir que se agota, no va más allá el recurso.
f) El recurso de reposición es procedente en cualquier instan-
cia, por tanto las providencias dictadas por la Corte o los tribunales
de apelación, firmadas por los presidentes, son susceptibles de
reposición, sin recurso alguno.

357. Reposición y apelación en subsidio

Las reglas para la interposición del recurso de reposición y

57
FRANCISCO BAZAN

apelación en subsidio, se hallan establecidas por el arto 394,


C.P.C., que dispone: "Podrá interponerse la apelación en subsidio,
juntamente con el recurso de reposición, para el caso que éste fuese
denegado por entender eljuez o tribunal que la reposición no es la
vía procesal adecuada". En consecuencia:
a) En el caso, el juez o tribunal no se pronuncia sobre la
revocatoria, sino solo sobre la admisibilidad del recurso. Tampoco
se trata de que la reposición no prospere, de que eljuez mantenga
la providencia recurrida.
De lo que se trata es del caso en que el recurso de reposición
fuese denegado por entender el juez o tribunal que la revocatoria
no es la vía procesal que corresponde, sino la de la apelación,
porque precisamente la providencia o interlocutoria causan gra-
vamen irreparable.
Tiene que ver con el criterio del juez de si corresponde que la
de reposición es o no la vía procesal adecuada. Si entiende que la
providencia recurrida es demero trámite o que el auto interlocutorio,
en su caso, no causa gravamen irreparable, se supone que será del
criterio de que la vía procesal adecuada es la del recurso de repo-
sición, en cambio, si aprecia que la providencia o autointerlocutorio
es de los que causan gravamen irreparable, es decir, de los que no
pueden ser reparados por la sentencia definitiva (art. 395, C.P.C.)
el criterio del juez o tribunal ha de ser que la vía procesal
apropiada, apta, es la del recurso de apelación. La solución en la
disyuntiva queda, pues, a decisión del juez o tribunal que tiene a
su cargo la especie ue recurso que uebe conceuer, según entienda
que la resolución recurrida es de mero trámite, que no causa
gravamen irreparable (cabe en el caso el recurso de reposición), o
que la resolución recurrida pertenece a las que causan gravamen
irreparable, (en cuya situación corresponde como vía procesal apta
la del recurso de apelación).
b) ¿En qué momento debe interponerse la apelación en
subsidio? La norma transcripta establece expresa y claramente
que: "Podrá interponerse la apelación en subsidio, juntamente

58
EL JUICIO ORDINARJO

con el recurso de reposición ... ", no cabiendo más comentarios al


respecto, dada la simplicidad del dispositivo.
No obstante, anotaremos algunos aspectos de la cuestión que
ya no constituyen problemas de la subsidiariedad, dado que el
C.P.C. lo resuelve con absoluta nitidez.
El plazo para interponer ambos recursos juntamente, es de
tres días siguientes a la notificación de la resolución respectiva, en
escrito fundado.
La apelación subsidiaria debe ir "acom pañando" al recurso
de revocatoria y no se concibe acompañamiento independiente y
tardío. Es decir, que la apelación subsidiaria debe interponerse
conjuntamente y en el mismo plazo de tres días concedidos para
interponer el de revocatoria. (Podetti, ob. cit., p. 95). El plazo de
cinco días para apelar se reduce a tres, en el caso.
c) Para una situación que tiene, sin duda, su importancia,
Palacio anota: "Algunos fallos, con acierto a nuestro juicio, han
interpretado que aun cuando la revocatoria sehaya deducido fuera
del plazo de tres días, si ha sido acompañada del recurso de
apelación y éste resulta deducido dentro del quinto día, correspon-
de no sustanciar la primera y conceder directamente el segundo,
siempre, desde luego, que se trate de una resolución que cause
gravamen irreparable" (''Manual de Derecho Procesal Civil,
n, Abeledo-Perrot, Bs. As. , 1987, p. 78). En la circunstancia, la
apelación en subsidio se considera como apelación directa.

358. Irrecurribilidad del auto que resuelve el recurso de


reposición

El auto que resuelve el r ecurso de r eposición causa ejecutoria


(art. 392, C.P.C.).
El no otorgamiento del recurso de reposición da lugar al de
quej a por recurso denegado, pero la resolución dictada resolviendo
el recurso concedido es la que causa ejecutoria, aunque se haya
fallado sin sustanciación.

59
FRANCISCO BAZAN

Mas, cabe preguntar, ¿para cuál de las partes es irrecurrible?


Causa ejecutoria para el litigante que ha interpuesto el recurso de
revocatoria.
Sin embargo, hay doctrina que sostiene que no es así para la
contraparte de quien recurrió. Para la parte que no pidió la
reposición, es apelable si es admitida la revocatoria. Alsina dice:
"Debe entenderse, sin embargo, que la inapelabilidad es con
relación al que pidió la revocatoria, siempre que ésta fuese dene-
gada; porque si fuese admitida, será apelable para la parte contra-
ria, desde que no ha podido interponer subsidiariamente el recurso
de apelación contra un auto que no le perjudicaba" (ob. cit., p. 612).
Tenemos entonces en relación al arto 392, que establece que
la resolución recaída en el recurso de reposición es irrecurrible, las
siguientes situaciones:
a) La resolución pronunciada en el recurso de reposición,
causará ejecutoria, y por tanto, será irrecurrible, para quien lo
interpuso, en caso de que no haga lugar a la revocatoria; y b) en
cambio, será apelable para la parte contraria que no interpuso el
recurso de reposición, porque no habiéndole causado ningún
gravamen la providencia o resolución recurrida, no tenía porqué
haberla impugnado, recurrir de la misma. Vale decir, que no ha-
bría tenido antes oportunidad para deducir ningún recurso, res-
pecto de la resolución de marras, por eso para él ahora recién sería
recurrible; c) el recurrente de reposición sólo tendría interés de
apelar del auto pronunciado con motivo del recurso de reposición
que dedujo, si le fuere denegada la revocatoria; y d) por el contra-
rio, su contraparte abrigaría ese interés, sólo si fuere admitida la
reposición, es decir, si la resolución que no le perjudicaba fuese
revocada.
Todavía más en base a lo expuesto:
-Quien interpuso el recurso de reposición, tendría necesi-
dad de recurrir si se le denegó la revocatoria, y ya no podrá apelar:
la resolución causará ejecutoria para él.
-Quien no recurrió de la providencia o auto, tendrá la

60
EL JUICIO ORDINARIO

posibilidad de apelar de la resolución recaída en el recurso de


reposición si se hiciera lugar a la revocatoria.

358 (bis). Presentación de memorial

El arto 391, C.P.C., establece que el escrito en que se interpo-


ne el recurso de reposición debe contener los fundamentos del
recurso, bajo pena de tenerlo por no presentado.
Cabe entender que si el juez considera que la de reposición
no es la vía procesal adecuada, porque la resolución impugnada
causa gravamen irreparable, y sí corresponde la de apelación y
concede ésta que fue interpuesto en subsidio, no se requerirá la
presentación de otro memorial fundando los agravios del recurso
de apelación. Bastará y se atenderá, al efecto, a los fundamentos
del recurso de reposición.
Por otra parte, Fenochietto y Arazi, apoyados en lajuris-
prudencia de su país, anotan que: "Si el recurso de revocatoria no
se acompañó al de apelación en subsidio, la resolución que deniega
aquél no es susceptible de recurso de apelación, pues causa
ejecutoria" (Ob. cit., t. 1, p. 459).

61
CAPíTULO VIGÉSIMO OCTAVO

RECURSO DE APELACION

359. Plazo para interponerlo. 360. Forma de interposición del


recurso de apelación. 361. Forma de concesión y efecto del recurso
interpuesto. 362. Modificación de la forma de concesión o efecto.
363. El recurso de nulidad se considera implícito en el de apelación
364. Apelación con efecto suspensivo o sin éL 365. Apelación de las
condenacione.s accesorias. 366. Remisión del expediente o actua-
ción. 367. Tribunal con asiento en distinta localidad. 368. Proce-
dencia de la apelación ante la Corte Suprema.

El recurso de apelación es de admisión relativa. No procede


contra toda resolución dictada enjuicio. Sólo corresponde otorgar-
lo de la sentencia definitiva y de las resoluciones que decidan
incidentes o causen gravamen irreparable. Así lo dispone expre-
samente el arto 395, C.P.C. Dicho artículo define qué se entiende
por resolución que causa gravamen irreparable, sentando que se
comprende por tal el daño que no pueda ser corregido por la
sentencia definitiva.
Siendo la apelación un medio de impugnación interpuesto
ante un tribunal de alzada para cuestionar la resolución del

63
FRANCISCO BAZAN

inferior, obedece al principio de la doble instancia, y contraria-


mente a los recursos de aclaratoria y de reposición --que se
deciden por el mismo juez que dictó la resolución recurrida-
presupone en la organización judicial un tribunal superior con
potestad para confirmar, modificar o revocar, en parte o en su
totalidad, el fallo del juez de grado inferior.

359. Plazo para interponerlo

Existe un plazo expreso para interponer el recurso de apela-


ción, y que el art. 396, C.P.C., establece que será de cinco días para
la sentencia definitiva y de tres días para las otras resoluciones
(providencia y autos interlocutorios que causen gravamen irrepa-
rable). Sin embargo, dichos plazos pueden ampliarse en razón de
la distancia, lo que suele ocurrir cuando el notificado se encuentra
domiciliado a determinadas distancias, en el campo (a más de
cincuenta kilómetros para la Región Oriental y a más de veinticin-
co kilómetros para la Región Occidental). En la mencionada
circunstancia la diligencia procesal debe practicarse dentro de la
República y fuera del lugar del asiento del juzgado o tribunal. Y
quedan ampliados los plazos de cinco o tres días, según el caso, a
razón de un día por cada cincuenta kilómetros para la Región
Oriental y de un día por cada veinticinco kilómetros si se trata de
la Región Occidental (art. 149, C.P.C.).

360. Forma de interposición del recurso de apelación

El recurrente deberá limitarse a la simple interposición del


recurso. Si dicha norma transgredirse, fundamentando su apela-
ción en el mismo escrito en que deduce el recurso, eljuez mandará
devolver el escrito, previa anotación que el secretario asentará en
el expediente, con indicación de la fecha de interposición de la
apelación (art. 397, C.P.C.).
El recurso podrá interponerse por escrito o verbalmente en

64
EL JUICIO ORDINARIO

el momen to de la notificación , caso éste último que, si ocurre, se


debe hacer constar por diligencia anotada en los autos por el
encargado de la notificación.
El recurso de apelación, consecuentemente, impone, para su
procedencia, dos condiciones: a) que se lo interponga oportuna-
mente ante el a-quo; y b) que se funde luego, en la instancia de
alzada, la impugnación, en un análisis razonado de la resolución
recurrida, exponiendo el apelante los motivos que tiene para
considerarla injusta. La pieza e n que se presenta dicha
fundanlentación puede ser un memorial o una expresión de agra-
vios . En ésta el recurrente debe examinar, realizando un estudio
crítico, los fundamentos de la sentencia y concretar los errores que
a sujuicio ella contiene. Los puntos consentidos quedan confirma-
dos; por tanto, excluidos de la discusión (ver A.l. N" 20, 23 -II-1946;
Ac. N°s 1, 10-I1I-1944; 3, 15-111-1944; 34, 30-VI-1945 . Laconich,
Rep. Jurisp ., ler. tomo, Asunción, 1948).
No llenándose los requisitos del análisis razonado de la
sentencia cuestionada y la exposición de los motivos que el apelan-
te tiene para considerarla injusta, se declarará desierto el recurso.
Como se nota, la consecuencia es severa (art. 419, C.P. C.).

361. Forma de concesión y efecto del recurso interpuesto

Cuando la apelación es de sentencia definitiva se deberá


otorgar libremente. Solo puede variar esta forma si el interesado
pide que se le conceda en relación. La forma de concesión se
relaciona con el trámite que se le va a dar y va a tener el recurso
en el tribunal de alzada: el juicio, cuando el recurso fue concedido
libremente, podrá ser discutido en la instancia superior, con
expresión de agravios, traslado dela misma, contestación, agrega-
ción de documentos de acuerdo al arto 428, C.P.C., absolución de
posiciones sobre hechos que no hubieren sido objeto de esa prueba
en la instancia inferior, apertura de la causa a prueba; si se alegare
algún hecho nuevo que tiene que ver con el pleito, que hubiese

65
FRANCISCO BAZJ\,N

ocurrido O hubiese llegado a conocimiento de las partes después de


la contestación de la demanda o de la reconvención. Otro caso para
que proceda la apertura de la causa a prueba, en la instancia de
alzada, se presenta cuando por motivos no atribuibles al solicitan-
te, no se hubiese practicado la prueba que hubiese ofrecido en
primera instancia. El plazo de prueba no podrá exceder de veinte
días. Enlo demás, los medios probatorios, las formalidades con que
han de practicarse, los alegatos y lo referente a la conclusión de
causa, rigen las mismas disposiciones establecidas para la prime-
ra instancia, salvo que en cuanto a los actos de prueba llevará la
palabra el presidente del tribunal, pudiendo los demás miembros
tener la intervención que consideren oportuna, y que cuando
hubiere de practicarse alguna diligencia fuera de la sede del
Tribunal, se procederá respecto de ella con la presencia del
presidente del tribunal, o del miembro designado por él (art. 430,
C.P. C.).
Otorgándose el recurso libremente, como queda visto, el
interesado puede discutir la causa ampliamente ante el superior,
pero tiene la facultad de pedir que el recurso se le conceda en
relación , donde el Tribunal para fallar ha de tener en cuenta
únicamente las actuaciones producidas en primera instancia; sólo
podrá disponer el órgano jurisdiccional en el caso, de facultades
ordenatorias e instructorias (art. 432). Cuando el recurso se
confiere en relación, no podrán alegarse hechos nuevos, agregarse
documentos, pedirse absolución de posiciones, ni abrirse la causa
a prueua. El tribunal , para fallar, se ceñirá exclusivamente a las
actuaciones producidas en la instancia inferior.
Concediéndole la ley al interesado, a quien se le franqueó el
recurso libremente, la mayor amplitud para discutir la causa en la
instancia de alzada, puede pedir que se le conceda en relación, es
decir, puede optar por lo menos para que el recurso se le conceda
en relación.
En ambas formas se deben conceder con efecto suspensivo,
salvo disposición legal expresa en sentido contrario.

66
EL JUICIO ORDINARIO

El efecto tiene que ver con el modo que se otorga el recurso,


y cuando se lo concede con efecto suspensivo, quiere significarse
que la interposición del recurso suspende la ejecución de la
sentencia impugnada, impidiendo su cumplimiento mientras no
quede resuelta y firme . Cabe reiterar que el recurso sólo se podrá
conceder sin efecto suspensivo, en virtud de un precepto legal
expreso que así lo disponga, como cuando se recurre de la resolu-
ción que acoge la demanda de amparo, o cuando en el mismo se
decretan medidas de urgencia (art. 581, C.P. C. ), o cuando se
recurre la sentencia definitiva que hiciere lugar a los alimentos
(art. 600 C.P.C.), o cuando se trate de recursos interpuestos contra
resoluciones que conceden medidas cautelares (art. 694, C.P.C. ),
etc.
En todos los casos que el recurso se franquee, sin efecto
suspensivo, la sentencia se cumplirá sin más trámite.

362. Modificación de la forma de concesión o efecto

La revisión de si el recurso ha sido bien o mal concedido en


cuanto a la forma o efecto, las partes podrán obtener frente al
mismo juez que dictó la resolución recurrida (art. 399, C.P. C.). Es
el propio juez que se pronunció sobre una cuestión, quien podrá
rectificar el error deslizado en la resolución, si lo hubiere. La
norma del artículo 399, es aplicable sin perjuicio de la facultad que
tiene el tribunal de alzada que, a su vez, por propia iniciativa o a
petición de parte, puede modificar la forma de concesión o efecto en
que fue franqueado el recurso. La petición de modificación deberá
solicitarse dentro del día siguiente de la fecha de notificación de la
resolución que concede el recurso.
El juez rectificante deberá resolver sobre la modificación
pertinente sin sustanciación del incidente, vale decir, sin impri-
mirle trámite alguno. Ha de resolver, pues, sobre la modificación
directa e inmediatamente ante la petición de la parte que preten-
diera que el recurso ha sido imperfectamente concedido. La modi-

67
FRANCISCO BAZAN

ficación deberá disponerse conforme a derecho, dado que es la ley


la que establece la forma y el efecto en que deben ser otorgados los
recursos. La forma y el efecto en que se los deben librar son de
orden público.
El arto 417, C.P.C., concede ala vez al tribunal superior, de
oficio o a petición de parte, facultad para examinar la forma de
concesión del recurso. El tribunal superior debe investigar, antes
de entrar a estudiar el fondo del asunto, si los recursos han sido
bien o mal concedidos. El tribunal no se encuentra ligado a este
respecto ni por la conformidad de las partes litigantes, ni por la
resolución del juez a-quo, aún cuando la resolución que franquea
el recurso se halle consentida. Como ya hemos señalado, esa
revisión puede efectuarse de oficio, porque es de orden público. Tal
es lo que sienta una pacífica jurisprudencia. A.l. N°s 156, 29-VI-
1943; 369, 21 -X-1944, dictados por el Trib. Apel. Civ. y Com ., 2"
Sala y por el Acuerdo N° 27, 21-VII-1947, Trib. Apel. Civ. y Com.,
la Sala. Laconich, ob. cit., t . 1. Lo mismo no rige la preclusión
procesal, cuando se trata del examen previo que el tribunal debe
realizar para cerciorarse si el recurso ha sido interpuesto en
tiempo oportuno o si la resolución cuestionada es o no recurrible;
debe hacerlo antes de entrar a considerar las pretensiones de los
litigantes.

363. El recurso de nulidad se considera implícito en el de


apelación

"El tribunal que declare la nulidad de una resolución, resol-


verá también sobre el fondo, aun cuando no se hubiese deducido
apelación" (art. 406, C.P.C.l. En tal circunstancia se considera el
recurso de apelación implícito en el de nulidad, por cuanto la ley
así lo considera y no exige que habiéndose interpuesto recurso de
nulidad, ya se anulara la sentencia por defecto de forma o por vicio
de procedimeinto, "se hubiere deducido apelación". Con ello se
evita el reenvío que, según el régimen procesal derogado consistía

68
EL JUICIO ORDIN ARIO

en devolver el expediente al juzgado de primera instancia que le


siguiera en turno al que dictó la resolución anulada, "para que
sentencie", porque el anterior ya ha prejuzgado.
Se haya interpuesto el recurso de nulidad, independiente,
conjunta o separadamente, la ley considera implícito en él el de
apelación. Efectivamente, el arto 405, C.P.C., establece: "La inter-
posición del recurso de nulidad podrá hacerse independiente,
conjunta o separadamente con el de apelación, en el cual se lo
considerará implícito, y regirá a su respecto lo dispuesto en los
artículos 396 y 397". Queda absorbido, pues, el de nulidad en el
recurso de apelación.
También se podría decir, a estar por el arto 406, C.P.C., que
el recurso de nulidad encierra en sí el de apelación. Dicho artículo,
consigna: "El tribunal que declare la nulidad de una resolución,
resolverá también sobre el fondo, aun cuando no se hubiese
deducido apelación". Vale decir, que si el procedimiento estuviese
arreglado a derecho -si no fuere pasible de incidente de nulidad-
el tribunal al declarar la nulidad de la sentencia por cualquier otra
causa ("ausencia de fundamentación del fallo; la exposición oscura
e imprecisa que hace imposible conocer el sentido del acto; la
omisión de cuestiones esenciales no estudiadas ni decididas, como
el no tratamiento de la reconvención o de defensas planteadas por
el demandado y el pronunciamiento recaído sobre pretensiones no
propuestas por las partes (sentencia extra petita)", resolverá
también sobre el fondo del litigio.
La sentencia puede ser nula cuando ha sido dictada sin
observar las formas y solemnidades preceptuadas por la ley.
Otras causas de nulidad de la sentencia son las mencionadas
antes, e influyen fundamentalmente para tornarla nula, a pesar
de que el procedimiento estuviese arreglado a derecho y se haya
pronunciado con observación estricta de las formas y solemnida-
des ordenadas por la ley.
Declarada nula la resolución, el tribunal se pronunciará
también sobre el fondo, aun cuando no se hubiere deducido

69
FRANCISCO BAZAN

apelación. "Las cuestiones relativas a la errónea aplicación del


derecho o valoración de las pruebas son propias del recurso de
apelación", hacen al fondo de la cuestión en debate.

364. Apelación con efecto suspensivo o sin él

El efecto suspensivo del r ecurso tiene que ver con la cesación


de las inmediatas consecuencias normales de la resoluciónjudicial
recurrida. Impide su cumplimiento; suspende la ejecución de la
sentencia apelada hasta tanto sea confirmada y pase en autoridad
de cosa juzgada. Produce el efecto de suspender la jurisdicción del
juez inferior, jurisdicción que se devuelve al tribunal superior,
impidiéndole al a·quo la ejecución de su sentencia. Para que la
apelación sea otorgada sin efecto suspensivo deberá estar así
dispuesta en norma expresa y, consecuentemente, la sentencia
recurrida, no obstante el recurso interpuesto, será de cumplimien-
to inmediato; ello ocurre cuando existe de por medio una urgencia
manifiesta, necesidad de una seguridad o un interés social.
Cuando se otorga el recurso con efecto suspensivo, en la
misma providencia que lo concede se dispone que el expediente
entero sea remitido al tribunal de alzada. El envío del expediente
completo salva todo inconveniente, no acarrea ninguno para hacer
factible el conocimiento del litigio por parte del tribunal superior.
En cam bio, cuando el recurso se concede sin efecto suspensivo,
la situación varía, pues, como la sentencia deberá ejecutarse de
inmediato, antes de resolverse el recurso, se presentan di versas
posturas , según lo prevé el arto 400, C.P.C.
En tal circunstancia, se deben observar las siguientes reglas
expresamente establecidas en el artículo mencionado:
a ) Si la sentencia fuere definitiva, se remitirá el expediente
íntegro al tribunal de alzada. En el juzgado de origen deberá
quedar copia de la sentencia que ha de ejecutarse y la constancia
del domicilio constituido por las partes, a fin de conocerse dónde
habrán de practicarse las diligencias para dar cumplimiento a la

70
EL JUICIO ORDIN ARIO

resolución judicial. Respecto de la mención del domicilio de las


partes, nada expresa el arto 400, C.P. C.; en cambio, es criterio de
los autores que así se proceda por razones obvias. La copia deberá
ser sacada por Secretaría. En cuanto a las piezas que han de
copiarse serán señaladas en la misma providencia que concede el
recurso.
b) Si la resolución fuere un auto interlocutorio se está ante
un incidente resuelto, cuyo fallo se cuestiona. Quiere decir que el
proceso no finaliza y debe continuar, salvo que el incidente sea de
los que paralizan el principal.
En el caso no se remite el expediente al super ior, sino que se
debe sacar por secretaría copia de las piezas que el apelante
indicare del expediente, así como de las situaciones que el juez
considere necesario. Obviamente, dichas piezas serán aquellas
que se relacionan con el auto interlocutorio impugnado.
Igual derecho que el apelante tiene el apelado, que podrá
hacer sacar copias, por secretaria, de las piezas que interesaren a
su parte.
Dichas copias serán las remitidas por el a-quo al tribunal de
alzada, siempre que lo estimare. Pero si considera más expeditivo
retenerlas para la prosecución del juicio, así lo hará, remitiendo el
expediente original al superior. Sin duda, contando con el expe-
diente original a la vista, se podrá continuar mejor el juicio,
aunque otro tanto se podrá afirmar respecto a la resolución del
recurso. Mas, la opción que se le da al juez tiende a facilitar la
celeridad del procedimiento.

365. Apelación de las condenaciones accesorias

Las condenaciones accesorias son las que además de la


principal, se aplican en la sentencia definitiva y no puede dispo-
nerse independientemente de la fundamental que contiene el fallo
del juez. Los intereses, el daño moral, el emergente, etc., si son
reconocidas, hacen las condenaciones.

71
FRANCISCO BAZAN

Si bien, de la sentencia definitiva se debe conceder el recurso


libremente, salvo que el interesado pida que se otorgue en relación,
cuando de la sentencia definitiva recaída enjuicio ordinario, fuere
apelada únicamente lo relativo a las condenaciones accesorias, el
recurso se concederá en relación y con efecto suspensivo (art. 401,
C.P.C.). En dicha circunstancia, varía la forma de concesión del
recurso, de cuando se recurre de la resolución principal.

366. Remisión del expediente o actuación

Otorgado el recurso, debe elevarse el expediente entero o las


copias de las piezas del mismo, de lo que el apelante señalare del
expediente y de lo que el juez reputare necesario. Al efecto la ley
establece dos oportunidades: la remisión del expediente o las
mencionadas copias de las actuaciones deberá efectuarse dentro
de tercero día de concedido el recurso o de formada las piezas
separadas, en el caso que deba remitirse éstas. El envío de los
recaudos indicados debe realizarse mediante constancia y bajo
responsabilidad del secretario.
Cuando existiere modificación de la forma de concesión o del
efecto en que el recurso fue concedido, el plazo de tres días para la
remisión susodicha, se contará desde que el juez dictó resolución
rectificando el error.

367. Tribunal con asiento en distinta localidad

En caso que el tribunal tuviese su asiento en distinta locali-


dad, remitirá por correo fotocopia autenticada del expediente
completo, dentro de tercero día de otorgado el recurso o desde que
se formó el expediente con las fotocopias autenticadas; más bien,
se ha de contar el plazo a partir de la fecha en que se ha terminado
de formar el legajo con las fotocopias mencionadas, ya que recién

72
EL JUICIO ORDINARIO

entonces se podrá remitir por correo o, en su defecto, podrá ser


entregado al recurrente bajo recibo para su presentación en la
secretaría del a-quo. En el caso, sería el propio interesado en el
recurso el portador del expediente. Como queda dicho, su presen-
tación en la secretaría respectiva deberá efectuarla en el plazo que
determine el juez o tribunaL Tampoco quedará supeditado a la
voluntad de ninguna de las partes, el plazo de presentación, sino
de acuerdo al plazo que fije el juez o tribunal (art. 402, C.P. C.).

368. Procedencia de la apelación ante la Corte Suprema

Cabe señalar, primeramente, que no se da el recurso de


apelación ante la Corte Suprema de Justicia, contra las sentencias
pronunciadas en los procesos ejecutivos ni en los posesorios. En
general, no procede en todos los juicios que admiten un juicio
posterior: existen juicios sumarios especiales de los cuales puede
seguirse unjuicio ordinario posterior, para discutirse ampliamen-
te cuestiones de fondo que no se debatieron, por no permitirse en
el procedimiento sumario.
Nuestra justicia, en forma pacífica, ha sentado que no cabe
tercera instancia en losjuicios de desalojo, tampoco respecto de las
resoluciones recaídas en el proceso de ejecución de sentencia y en
los juicios ejecutivos. Actualmente en forma expresa se dispone,
por el arto 403, C.P.C., que tampoco se da la apelación ante la Corte
Suprema de Justicia de las sentencias recaídas en los procesos
posesorios, como son los interdictos.
El recurso de apelación ante dicha instancia superior se
concede contra la sentencia definitiva pronunciada por el Tribunal
de Apelación, siempre que revoque o modifique la de primera
instancia. En este último caso -dice el artículo citado- "será
materia de recurso sólo lo que hubiere sido objeto de modificación
y dentro del límite de lo modificado".
También procederá contra las resoluciones dictadas por el

73
FRANCISCO BAZAN

Tribunal de Apelación que causen gravamen irreparable, es decir,


aquel peIjuicio o agravio que proporciona una resolución judicial
y que no pueda ser reparado en la instancia en que ha sido
producido. Son también apelables ante la Corte las resoluciones
que decidan los incidentes planteados enjuicio ante el Tribunal de
Apelación.

74
CAPÍTULO VIGÉSIMO NOVENO

EL RECURSO DE NULIDAD

369. Casos en que procede. 370 . Con la norma del arto406, se evita
e l reenvío. 371. Casos en que procede. 372. Forma de interponerlo.
373. Casos en que es innecesario pronunciarla. 374. Costas.

369. Casos en que procede

En la legislación paraguaya el recurso de nulidad procede


contra las resoluciones dictadas con violación de la forma o de las
solemnidades que prescriben las leyes. Expresamente se establece
para estos dos casos (art. 404, e.p.e.). El recurso de apelación se
encuentra comprendirlo en el de nulidad, de suerte que si el
tribunal de alzada declara la nulidad de una resolución, deberá
resolver también sobre el fondo, aun cuando no se hubiere dedu-
cido apelación (art. 406, e.p.e.).
Puede también el juez, en determinadas situaciones proce-
sales, declarar de oficio, nulidades. El principio es que ningún acto
del proceso será declarado nulo si la nulidad no está advertida,
prevista por la ley (art. 111, c .p. C.). Debe hallarse específicamen-
te en la ley (especificidad), aunque podrá decretarse la nulidad si
el acto adolece de un requisito formal o material esencial, indis-

75
FRANCISCO BAZAN

pensable. Pero si el acto ha logrado su finalidad, su virtualidad, es


decir, si ha alcanzado su fin, aunque fuese viciado, irregular, no
procederá su anulación (virtualidad).
Cabe recordar que la nulidad solo será acogida, cuando ha
mediado petición de la parte perjudicada por el acto irregular, si
ella no contribuyó a él, pero también será declarada por iniciativa
del juez, cuando la ley así lo permita, como cuando la nulidad
puede ser declarada de oficio. Cuando el vicio del acto impide que
pueda dictarse válidamente sentencia definitiva (art.113, C.P.C .).
En caso de inaudiencia del demandado, por ejemplo, la nulidad
será declarada de oficio. Existen actos absolutamente irregulares,
por lo que ellos no pueden ser convalidados. Una sentencia no
firmada es inexistente. Los actos dejuez absolutamente incompe-
tente, causan nulidad absoluta. Resoluciones dictadas por unjuez
incompetente no pueden convalidarse.
La nulidad, pues, será declarada de oficio, así lo dispone la
ley, aunque no hubiese sido propuesta por la parte perjudicada por
el acto viciado , cuando éste impide que pueda pronunciarse váli-
damente sentencia definitiva. El acto irregular debe ser trascen-
dente, no debe consistir en un acto indiferente en el proceso, y el
recurrente debe manifestar el perjuicio que le causa.

370. Con la norma del arto 406 se evita el reenvío

Mediante la disposición citada se obvia el reenvío, que en el


régimen derogado procedía. Actualmente, declarada la nulidad
por el superior, ya no debe devolverse el expediente al inferior que
sigue de turno, al que ha pronunciado la sentencia anulada para
que proceda de nuevo a partir del acto anulado. Con la regla del arto
406, C.P .C., se evita el reenvío, al establecer que: "El tribunal que
declare la nulidad de una resolución, resolverá también sobre el
fondo, aun cuando no se hubiere deducido apelación". Es, pues, el
propio tribunal que resuelve sobre la nulidad declarándola, quien

76
EL JUICIO ORDINARIO

va a fallar sobre el fondo de la cuestión, aunque no se hubiese


interpuesto apelación. Ya no deberá devolver los autos al inferior
(juez que sigue en el turno), para que éste se pronuncie a partir del
acto anulado. Con la nonna del citado artículo se gana en celeridad
y en economía procesal, por cuanto se libra a las partes de la pér-
dida de tiempo y de gastos que significa la devolución del expedien-
te al inferior para que dicte nueva sentencia.

371. Casos en que procede el recurso de nulidad

Los casos en que procede el recurso de nulidad, para el


derogado Código de Procedimientos Civiles y Comerciales, tenía
lugar:
a) Contra las sentencias pronunciadas con violación de la
forma y solemnidad que prescriben las leyes, vale decir, si en la
resolución recurrida se han violado las formas y las solemnidades
ordenadas por las leyes. Entre estas últimas se hallan que la
decisión del juez debe ser expresa, positiva y precisa, debiendo
responder a las acciones instauradas, es decir a las pretensiones
deducidas en juicio (art. 159, inc. e), C.P.C.). Si el juzgado no
procede de esa manera, viola las solemnidades dispuestas por el
C.P.C. Las viola, igualmente, si su fallo carece de fundamento, de
motivación (art. 159, incisos c) y d), C.P. C.); cuando no expresara
razones para eximir de las costas al vencido (art. 193, C.P. C.), etc.
Lo mismo si se quebrantasen las exigencias de lugar, tiempo,
forma y las demás reglas establecidas en los arts. 158 y 159, C.P.C.
b) O en virtud de un procedimiento en que se hayan omitido
las formas sustanciales del juicio. En el caso, sancionaba con la
nulidad, la omisión de las formas substanciales del procedimiento.
El Código Procesal Civil vigente determina de manera específica
la forma que debe observarse en la tramitación deljuicio; el modo
en que debe cumplirse una declaración testimonial; en que debe
efectuarse una notificación, etc.
Igualmente, las etapas procesales en un juicio ordinario. La

77
FRANCISCO BAZAN

inobservancia de traslado de la demanda, apertura a prueba, etc.,


una forma substancial, importante del procedimiento pertinente,
hace procedente la nulidad.
c) El Cód. de Procedo Civ. y Como tornaba pertinente también
el recurso de nulidad por haberse incurrido en algún defecto de los
que, por expresa disposición de derecho, anulan las actuaciones.
En cambio, en el Código Procesal vigente, el recurso de
nulidad se da contra las resoluciones dictadas con violación de la
forma o solemnidades que prescriben las leyes (art. 404, C.P.C.).
Los defectos anteriores a la sentencia, surgidos en el procedimien-
to, deben ser objeto de oportuna reclamación por medio de inciden-
te (art. 117, C.P. C.). Si no se reclamaron, se convalidaron.
El artículo 404, C.P.C. ha simplificado los motivos que dan
lugar al recurso de nulidad, respecto a los previstos en el viejo
Código de Procedimientos que, en la materia ha sido más
abarcantes, aunque la redacción que presenta el actual es com-
prensiva de todos los casos que puedan presentarse por "violación
de la forma o de las solemnidades que prescriben las leyes",
referentes a las resoluciones judiciales; en cuanto a los vicios de
procedimeintos, corresponde anularlos por via de incidente.
En cuanto a la violación de las formas de las resoluciones
tendrá que ver, por ejemplo, con la omisión o inobservancia de las
que deben revestir las resoluciones judiciales, especialmente los
autos interlocutorios y las sentencias definitivas, que se detallan
en los arts. 158 y 159 C.P.C. y en lo relativo a violación de las
solemnidades prescriptas por las leyes, se refiere a las condiciones
exigidas "por la ley como necesarias para la realización de un acto
y sin las cuales éste carece de existencia jurídica o de validez
formal" (Couture).

372. Forma de interponerlo

El arto 405, C.P.C., establece: "La interposición del recurso


de nulidad podrá hacerse independiente, conjunta o separada-

78
EL JUICIO ORDINARIO

mente con el de apelación, en el cual se lo considera implícito y


regirá a su respecto lo dispuesto en los artículos 396 y 397". En
cuanto a lo último, el plazo para interponer el recurso de nulidad
será de cinco días para la sentencia definitiva y de tres días para
los autos interlocutorios y las mere-interlocutorias (providencias).
Podrá deducirse por escrito o verbalmente en el acto de la
notificación, haciéndose constar por la diligencia que asentará el
ujier encargado de la notificación. El recurrente deberá limitarse
a la simple, escueta interposición del recurso, pues si no fuese así
y se fundare el recurso, se mandará devolver el escrito, previa ano-
tación por el secretario, en el expediente, de la fecha de interposi-
ción del recurso.
En relación a la forma de interponerla, puede ser, pues, de
tres maneras.
a) Independientemente, vale decir, que es un recurso
autónomo; que no neceista de la interposición de otro para que
proceda. Puede, pues, interponerse el recurso de nulidad sin nece-
sidad de hacerlo juntamente con el de apelación, como era de exi-
gencia en el régimen derogado.
b) Conjuntamente, vale decir, con unión o concurrencia con
el de apelación. Juntamente con el recurso de apelación; lo que
anteriormente se efectuaba en el mismo escrito y en el mismo
término, como expresamente lo disponía el arto 240 del C.P.C. y C.
En este caso no ha variado la forma.
c) Separadamente, es decir, con separación del recurso de
apelación. Es posible, entonces, interponer, dentro del término de
cinco o tres días, según se trate de sentencia definitiva o de otras
resoluciones -auto interlocutorio o providencia-los recursos de
apelación y de nulidad en escritos separados, diferentes.
Ahora bien, ¿es factible interponer ambos recursos en fechas
diferentes, si bien dentro del término de cinco días si es contra
sentencia definitiva, o de tres si se trata de autointerlocutorio o de
providencia?
Pudiendo interponerse el recurso de nulidad solo, sin reque-

79
FRANCISCO BAZAN

rir del de apelación; siendo posible interponerlo separadamente


del de apelación, pareciera que nada se opone, y que en ningún
sentido pudiera depender de otro recurso para ser interpuesto, y
que podría interponerse dentro del plazo establecido por la ley,
cinco o tres días, según la especie de resolución -sentencia defi-
nitiva o auto interlocutorio o providencia- la misma en fecha
distinta, al de apelación, aunque siempre dentro de los plazos de
cinco o tres días, de acuerdo a la especie de resolución judicial.

373. Caso en que es innecesario pronunciarl&

"Cundo el tribunal pueda decidir a favor de la parte a quien


aprovecha la nulidad --{;onsigna el arto 407, C.P. C.- no la pronun-
ciará".
El recurrente de nulidad puede ser favorecido por la nulidad
ya la vez, puede el tribunal tener el criterio de decidir en la cues-
tión litigiosa a su favor. En el caso de que se presentare dicha
circunstancia, la declaración de nulidad de la sentencia perjudica-
ría, en cuanto a demora, al recurrente; por ello, es conveniente que
el Tribunal no se pronuncie sobre la nulidad, y lo haga sobre la
cuestión en debate.

374. Costas

Su imposición puede referirse a dos situaciones: a cargo del


juez o de la parte contraria a la declaración de nulidad.
a) Declarada la nulidad de una resolución, las costas deberán
imponerse a cargo del juez, total o parcialmente, según que la
nulidad sea de toda la resol ución, o de solo una parte, y ello siem pre
que el vicio que sea causa de la nulidad, le fuese imputable al
juzgador. Las costas se le cargará sin necesidad de petición de la
parte recurrente.
b) En cambio, si la parte recurrida se opusiese a la declara-

80
EL JUICIO ORDINARIO

ción de nulidad, y ésta fuere pronunciada, se le aplicará a quien se


ha resistido a que fuese decidida.
En efecto, el arto 408, e.p.e. dispone: "En los casos en que se
declare la nulidad de una resolución, las costas serán total o
parcialmente a cargo del juez, si el vicio le fuere imputable, sin
necesidad de petición de parte, salvo que la otra se hubiese opuesto
a la declaración de nulidad, en cuyo caso cargará con las costas".
Las costas que están integradas por gastos causídicos, se
Imponen a la parte vencida, sin necesidad de petición de la
contraria.

81
CAPÍTULO TRIGÉSIMO

LA ACCION AUTONOMA DE NULIDAD

375. Disposición legal. 376. Concepto. 377. Requisitos. 378.


Revocabilidad de la cosa juzgada. 379. La cosa juzgada fraudulen-
ta. 380. Quiénes pueden ejercer la acción autónoma de nulidad.
381. Estado de indefensión. 382. Procedimientos. 383. Plazo para
ejercer la acción autónoma de nulidad.

375. Disposición legal

El arto 409, C.P. C. , incorpora en nuestro régimen procesal la


institución de la acción a u tónoma de nulidad, de copioso trata-
miento en la doctr ina. De dicho modo lo incluye en el sistema
procesal patrio, comportando una innovación. Aceptando el crite-
rio general de que los códigos no deben definir ni dar un concepto
riguroso de las instituciones juridicas, la mencionada norma legal
no lo establece, si bien la misma detalla los caracteres de la acción
indicada. Efectivamente, el arto 409, C.P. C., consigna:
"Las resoluciones judiciales no hacen cosa juzgada respecto
a los terceros a quienes perjudiquen. En caso de indefensión ellos
dispondrán de la acción autónoma de nulidad, cuando la excepción
de falsedad de la ejecutoria o la inhabilidad de título fuese

83
FRANCISCO BAZAN

insuficiente para reparar los agravios que aquellas resoluciones


pudiesen haberles ocasionado".

376. Concepto

Ordenando los caracteres genéricos que contiene el precepto


transcripto, se puede arriesgar un concepto de la acción autóno-
ma de nulidad. Podrá decirse, pues, que es aquella acción de que
disponen los terceros perjudicados por las resoluciones judiciales,
cuando la excepción de falsedad de la ejecutoria o la de inhabilidad
de título no fuesen capaces para reparar los perjuicios o gravámenes
material o moral que la resolución judicial les cause, no haciendo
cosa juzgada respecto a ellos.

377. Requisitos

Del arto 409, C.P .C., se desprende que no hacen cosa juzgada
respecto de los terceros, a quienes perjudiquen las resoluciones
judiciales, siempre que se hayan encontrado en estado de indefen-
sión, y no pudieran reparar el gravamen mediante la excepción de
falsedad de la ejecutoria o de la inhabilidad de título, por no ser
ellas idóneas, aptas, para enmendar los perjuicios producidos por
dichas resoluciones .
Consecuentemente, los requisitos para que proceda la ac-
ción autónoma de nulidad, son:
a) que los accionantes sean terceros perjudicados por resolu-
ciones judiciales;
b) que en el juicio en que se dictó la resolución se hayan
hallado en estado de indefensión; y
c) que la excepción de falsedad de la ejecutoria o la de
inhabilidad de título no fuesen suficientes para remediar los
agravios que las resoluciones judiciales pudieren haberles causa-
do.

84
EL JUICIO ORDINARIO

378. Revocabilidad de la cosa juzgada

Mediante la cosa juzgada la sentencia judicial que pone


ténnino a un litigio, adquiere autoridad y eficacia, y se torna
inamovible, inmutable, no susceptible de impugnación. Ya no
puede darse contra la resolución judicial pasada en autoridad de
cosa juzgada, ningún recurso que pretendiera una revisión por el
mismo juez o en alzada de la sentencia que ha quedado finne. El
carácter fundamental de la cosa juzgada es que sea inmutable e
irreversible en otro juicio posterior. El principio sobre el que
descansa y le da sustentación, es el de la seguridad, de la que
primordial necesidad tiene la annonía y la paz sociaL Sin certi-
dumbre y la garantía que debe proveer una decisión judicial que
pone fin a una cuestión litigiosa, no podría existir la mínima
seguridad para mantener la tranquilidad y la annoníajurídica en
el seno de la sociedad.
He ahí el pivot de la cosa juzgada. Mover ese sólido funda-
mento, tornarlo vacilante, es lo que, desde antiguo, ha planteado
un difícil encuentro y un enfrentamiento entre la seguridad y la
justicia. Autor como Ibáñez Frocham, partidario de la seguridad ,
ha sentado el postulado de que "sin seguridad no hay justicia".
Otros autores, prosélitos de la justicia, sostienen que ésta debe
prevalecer en los casos de sentencias deliberadamente injustas
dictadas en procesos fraudulentos , tornando vulnerable la cosa
juzgada en beneficio de la equidad, del derecho, de la imparciali-
dad y la rectitud. Una sentencia dictada en un juicio donde se ha
violado el debido proceso, corresponde sea objeto de revisión,
aun después de haber quedado firme, siempre que haya sido
consecuencia de un fraude procesal demostrado.
Ante posiciones tan antagónicas, varios son los autores que
optan por no contraponer ambos términos: seguridad y justicia,
destacando que no son principios antagónicos, y antes bien tienen
que conjugarse con miras a la consecución y' consolidación de la
justicia, como aspiración final.

85
FRANCISCO BAZAN

Como resultado de una copiosa doctrina en pro de la acción


autónoma de nulidad se ha logrado, cada vez en mayor proyección,
darle cabida en la legislación positiva, incluyendo el Código Proce-
sal Civil patrio.

379. La cosa juzgada fraudulenta

La cosa juzgada fraudulenta tiene como consecuencia su


revocación y la restitución de la situación de los bienes del deudor
al estado anterior de la sentencia. En la circunstancia, la acción de
nulidad se dirige contra la cosa juzgada fraudulenta y es
opinión aceptada que en tal situación la cosa juzgada pierde su
inmutabilidad y que, por tanto, se la puede impugnar, siendo el
medio arbitrado para el efecto la acción autónoma de nulidad,
reconocida, hoy día, en la legislación procesal paraguaya.

380. Quiénes pueden ejercer la acción autónoma


de nulidad

No la pueden ejercer las partes, que en la eventualidad de


verse agraviad as por la resol uciónjudicial recaída en el proceso en
que intervienen como tales, disponen de los recursos para impug-
narla . El arto 409, C.P.C. menciona como titular de la acción a "los
terceros a quienes perjudiquen" las resoluciones judiciales. Dichos
terceros, antes bien, son perjudicados por la actividad fraudulenta
de las partes en el juicio.
Couture anota en sus "Estudios de Derecho Procesal Civil",
Ed. Depalma, 3" ed., Es. As., 1989, t. lII, pág. 412, que: "No cabe
duda de que la revocación de una sentencia dictada en proceso
fraudulento, sólo podría ser solicitada por un tercero. Normalmen-
te la parte no podría alegar la simulación, por aplicación del
precepto nemo auditur propian turpitudinem allegans (na-
die que alege propia causa torpe puede ser escuchado).

86
EL JUICIO ORDINARIO

381. Estado de indefensión

Los terceros tienen que no haber comparecido en el juicio,


hallarse en estado de indefensión. Pues, si comparecieren y
participaren en el proceso, la vía normal de defensa, de impugna-
ción de la resolución que les perjudicare, tendría que ser los res-
pectivos recursos.
Couture señala a la vez la situación en que los terceros han
actuado en el juicio y se ha resuelto en su contra.
"Igualmente no cabe duda -anota- de que si los terceros se
han hecho presentes en el juicio, y se ha dictado sentencia en su
contra, tampoco podrán iniciar acción revocatoria. Si no apelaron
del fallo, por virtud de su propio consentimiento; si apelaron y la
sentencia fue confirmada, por imperio de una cosa juzgada legíti-
m a ."
A la vez, aclara respecto del alcance de la acción, consignan-
do que agota sus fines al lograr la declaración de que la cosa
juzgada queda revocada, sin que ello implique precisamente que
el interés del actor se satisfaga con dicho resultado. En tal caso, a
la acción autónoma de nulidad, tendría que agregarse otras accio-
nes conexas para cumplirse las aspiraciones de quien la ha pro-
movido. El maestro uruguayo indica una serie de ejemplos.

"Es evidente, asimismo ---eonsigna al respecto--, que la


acción agota sus fines cuando ha conseguido que se declare que la
cosa juzgada ha quedado sin efecto. Pero no siempre quedará
satisfecho el interés del actor con esa revocación. Lo probable es
que (al par de lo que sucede con la acción de simulación) a la acción
principal deban agregarse otras conexas. Así, si el tercero ha
perdido la posesión mediante un proceso fraudulento, podrá acu-
mular la acción reivindicatoria; si se le ha despojado de su legíti-
ma, podría aéumular la acción de petición de herencia; .si el
demandado ha sido negligente , podrá acumular la acción
subrogatoria para defender el patrimonio del deudor, etc.

87
FRANCISCO BAZAN

"La revocación sería, en todo caso, el paso previo para las


acciones subsiguientes."
El demandado, por supuesto, ha de oponer forzosamente la
excepción de cosa juzgada, que de ser acogida, terminará con la
acción de nulidad.
"Imaginado un juicio de esta índole -ilustra el connotado
procesalista-, las cosas sucederán, probablemente, de la siguien-
te manera: el actor demandará solicitando la revocación de la cosa
juzgada; acumulará, además, las acciones de que se crea asistido
para asegurar la efectividad de su derecho. Es indudable que,
frente a este nuevo juicio, el demandado opondrá la excepción
previa de cosajuzgada. En ese caso, incumbe al actor la prueba de
que no existe cosa juzgada, pues la sentencia sólo es fruto de la
colusión o del fraude. Su prueba debe versar (en la excepción
dilatoria) tan sólo sobre ese extremo: demostrar el fraude. Si la
sentencia de primera instancia y la de segunda, confInnatoria,
acogen la excepción, eljuicio tennina y nada podrá ya pretender el
actor. Si, por el contrario, se desecha la excepción de cosajuzgada,
comenzará en ese momento el verdadero juicio. Será menester,
entonces, demostrar todos los otros fundamentos de la acción: así,
p. ej., el derecho del actor a obtener bienes que le habían sido
negados por la cosajuzgada fraudulenta; el estado civil desconoci-
do por la sentencia anterior, etc. Sólo en la sentencia defInitiva se
resolverá el fondo del derecho." (Ob. cit., t. III, ps. 413, 414).
Cuestión sugestiva e importante señalada por Couture, es
que si se opone excepción de cosa juzgada, incumbe al actor la
prueba de que no existe cosa juzgada.

382. Procedimiento

El arto 409, C.P.C., es el único que legisla acercadela acción


autónoma de nulidad, por tanto, el procedimiento, como el plazo
para ejercerla y otros aspectos procedimentales, no se contemplan

88
EL JUICIO ORDINARIO

en dicha norma. Y por fuerza ha de carecer de una reglamentación


suficiente, completa, al respecto.
Sabido es que si las contiendas judiciales no tienen estable-
cido en la ley (C.P. C.) un procedimiento determinado, especial, se
las debe someter a las normas del proceso de conocimiento ordina-
rio, conforme lo establece expresamente el arto 207, C.P.C.
El proceso en el que debe ventilarse la acción autónoma de
nulidad, pues, es el correspondiente al juicio contradictorio, a los
trámites del juicio ordinario, que ofrece las mayores garantías
para la más amplia discusión de los derechos en debate.

383. Plazo para ejercer la acción autónoma de nulidad

El Código nada dispone al respecto. Sensible carencia, por


cuanto ella abre la posibilidad de dejar vacilante la inmutabilidad,
la firmeza de la sentencia por un tiempo indeterminado, que puede
jugar según la voluntad de parte interesada, en el caso los ter-
ceros. A estar por el arto 658, inc. a) del Código Civil, dicha acción
no sería pasible de prescripción, de suerte que por el transcurso de
ningún plazo podría limitarse la posibilidad de ejercerse dicha
acción por terceros que afirmen hallarse perjudicados por una
sentencia judicial. La norma citada, dispone: "No prescriben: a) la
acción de impugnación de los actos nulos .. .".

89
CAPíTULO TRIGÉSIMO PRIMERO

RECURSO DE QUEJA POR


RECURSO DENEGADO

384. Concepto. 385 . La queja por recurso denegado en el Código


Procesal Civil. 385 (bis). Requisito para que proceda la Queja. 386.
Trámite. 386 (bis). Efectos.

384. Concepto

El de queja por recurso denegado es el que la ley otorga para


cuando el juez o tribunal denegare un recurso interpuesto en
tiempo y que debe tramitarse ante el superior. Por este medio, se
le priva al juez que negó la instancia de revisión, de suerte a no
frustrar la posibilidad de lograr la corrección de los errores en que
pudo haber incurrido en la resolución judicial recurrida.
"2198. ** Finalidad. El recurso de queja por apelación
denegada tiene por objeto estudiar sólo el aspecto procesal de la
cuestión; de si la resolución es o no apelable. Ello descarta la
posibilidad del estudio del fondo de la cuestión planteada en
primera instancia. AJ. N"s 161, 9-VI-1961 y 230, 26-VIII-1963."
(Laconich, Seg. Sup!.).

91
FRANCISCO BAZAN

"412. Cuestión por resolver en el recurso de queja por apela-


ción denegada . La única cuestión que el Trib. Ap., debe resolver en
este recurso, es si el mismo fue bien denegado, sin tener en cuenta
los fundamentos de la resolución apelada. A.1. núrtteros 320, 30-
IX-1943; 328, 30-IX-1943; 36, 27-III-1944; 62, ll-IX-1944
"413. Procedencia. Para que proceda el recurso de queja por
apelación denegada, es menester que una resolución judicial haya
sido apelada y que el Juez haya denegado el recurso. A.I. números
322, 30-IX-1943; 100, 31-V-1947.
"414. Recursos contra la providencia que deniega la apela-
ción. La providencia que deniega un recurso, es inapelable. Debe
interponerse contra la misma el recurso de queja por apelación
denegada. A. 1. N°s 316, 14-X-1941; 73, 29-IV-1942; * 33, 2-VI-
1942; * 103, 18-IV-1945." (Laconich, Rep. de Jurisp.).
"Este recurso cumple, se ha escrito, una misión de garantía
en la defensa de los derechos. Gracias a él es posible hacer efectiva
la intervención y el conocimiento de los tribunales superiores
cuando los inferiores o la autoridad administrativa competente,
han negado la apelación (también el de nulidad) interpuesta
contra las decisiones susceptibles de ser recurridas" (Fenochietto
y Arazi, ob. cit., t . l, pág. 859).

385. La queja por recurso denegado en el Código Procesal


Civil

A diferencia del régimen derogado, el actual vigente concede


la queja sin ceñirse exclusivamente a la denegación de apelación.
El Código Procesal Civil, en el Libro Il, Capítulo V, Sección 1,
admite la queja en caso del no otorgamiento de "un recurso" (art.
410, C.P.C.), De suerte que el recurso denegado podrá ser de
aclaratoria, de apelación o de nulidad, y tal circunstancia, y
cuando la resolución judicial recurrida de queja, sea recurrible, y
se haya interpuesto en tiempo, será procedente la queja,
"2201. * Procedimiento, La providencia que deniega un

92
EL JUICIO ORDINARIO

recurso es recurrible por el r ecurso de quej a por apelación denega-


da, yno por la vía del incidente de nulidad. Al. N' 267, 6-Xl-1963.
"2202. -Concedido el recurso de queja por apelación dene-
gada, procede la remisión del expediente a la Sala del Trib. Ap. que
estuvo de turno en la fecha en que se dictó la resolución apelada.
Al. N' 272, 17-VIII-1960.
"2203. ** La denegatoria de los recursos interpuestos es
requisito sine quanon para su consideración por el Trib. Ap. Al. N'
278, 2-XI-1960.
"2204. - ** La providencia que no concedió el recurso de
apelación, no es susceptible del recurso de apelación, debe el
interesado interponer el recurso de queja por apelación denegada.
Al. N' 127, 21 -V-1963.
"2205. * Gravamen irreparable. Cuando los hechos señala-
dos por el recurrente como fundamento del recurso de apelación
pueden ser ciertos y causarle gravamen irreparable corresponde
hacer lugar al recurso de queja por apelación denegada, a fin de
una m ejor ilustración sobre el punto en cuestión. Al. N°s 6, 11-11-
1953, Y 257, 1°-X-1953." (Laconich, Seg. Sup!.).
Se ha pregUntado, ¿es un recurso el de queja? Se ha señalado
que no constituye verdaderamente un recurso, tampoco un medio
de impugnación de los actos emanados de los jueces, en el caso, de
las providencias que no conceden el recurso interpuesto dentro del
plazo de ley y que corresponde de las resoluciones recurribles.
El recurrente solo tiene como propósito "que se le otorgue el
recurso denegado" (art. 410, C.P.C.).

385 (bis). Requisitos para que proceda la queja

Los elementos que deben existir par a que proceda el recurso


de queja por recurso denegado son:
a ) Que se deniegue por eljuez o tribunal un recurso que debe
tramitarse ante el superior, y que el recurrente quejoso se halle
legitimado para recurrir; debe ser parte en el juicio;

93
FRANCISCO BAZAN

b) Que el recurso denegado sea una resolución judicial


recurrible y se haya interpuesto dentro del plazo legal de cinco
días; o el que la ley fije.
c) Que se acompañe copia de la resolución recurrida y de las
actuaciones pertinentes (denegatoria del recurso). Si solo se acom-
paña una sola de dichas copias, cabe dar por inadmisible el recurso
de queja);
d) Los fundamentos de la quej a: la relación de los motivos que
hacen acogible el recurso denegado. Las razones en que se basa la
resolución que no concede el recurso, debe ser objeto de un análisis
crítico y debe acreditarse la procedencia del recurso denegado. Es
de rigor demostrar la ilegitimidad de la no concesión del recurso
interpuesto.
"2197. Falta de expresión de fundamento. El recurso de queja
por apelación denegada desprovisto de toda expresión de funda -
mentos, debe rechazarse en virtud de un elemental principio
procesal. A. 1. N" 9, 18-II-1959.
"2199 . Fundamentos. Los agravios contra la sentencia no
sirven de fundamento para obtener que el Trib. Ap. conceda el
recurso denegado, pues la recurribilidad de la sentencia es una
cuestión procesal que debe resolverse con arreglo a una norma
procesal. A.L N"s 85, 9-IV-1959; 132, 12-V-1959; 238, 5-VIII-1959;
29, 18-II-1960; 55, 8-III-1960 y 56, 8-III-1960." (Laconich, Seg.
Supl.).
e) Deberá justificarse el gravamen irreparable que ocasiona
al quejoso el no otorgamiento del recurso.

386. Trámite

El arto 411, C.P.C., dispone que: Presentada la queja en for-


ma, es decir con los requisitos indicados en el párrafo precedente
(inc. c), ante el tribunal superior, éste decidirá dentro de tercero
día, sin sustanciación alguna, "si el recurso ha sido bien o mal
concedido". El tribunal debe pronunciarse sin más trámite, pu-

94
EL JUICIO ORDINARIO

diendo, para el efecto, en caso necesario, pedir al inferior elevar los


autos a la vista. En caso de que entendiera que el recurso fue mal
denegado e hiciere lugar a la queja, ordenará tramitar el recurso
pertinente en la forma establecida en el Código. Vale decir, que si
se trata de apelación o nulidad de sentencia defmitiva, deberá
otorgarse libremente, "a no ser que el interesado pida que se
conceda en relación, y con efecto suspensivo, con excepción de los
casos en que la ley disponga que debe concederse sin efecto
suspensivo" (art. 398, C.P.C.); en cambio, si se trata de auto
interlocutorio, se concederá en relación.
Si el recurso es denegado, a la vez, por el ad quem, se
dispondrá la devolución del expediente al a-quo si hubiese sido
solicitado y elevado a la vista.

386 (bis). Efectos

En tanto el tribunal no otorgue el recurso denegado por el


superior, "no se suspende la sustanciación del proceso" (art. 410,
C.P.C.), contrariamente a lo que sucede con la interposición de los
otros recursos.
Esto es decir, que la sentencia recurrida podrá llevarse a
ejecución. Mientras el ad quem no admita el recurso, seguirá el
juicio adelante. Pero una vez concedido el mismo, suspende el
procedimiento en el juicio principal. De ahí que debe ser decidido
en la brevedad posible, lo que se prevé en el arto 411 , C.P.C., que
presentada la queja en forma, establece que el tribunal debe
resolver dentro de tercero día.
"2193. Efectos. La mera interposición del recurso de queja
por apelación denegada, no hace perder al Juez su competencia.
A.l. N° 212, 25-X-1952.
"2194. -El recurso de queja no impide la ejecutoria de las
resoluciones judiciales pues no es propiamente un recurso, sino un
arbitrio de superintendencia. A.l. N" 164, 28'-VI-1961.
"2196. -No suspende el procedimiento o el término la mera

95
FRANCISCO BAZAN

interposición del recurso, SIllO cuando el superior acuerda el


recurso. Al. N°s 212, 25-X-1952, y * 112, 10-VI-1963.
2196. ** El recurso de queja por apelación denegada, no
suspende ni interrumpe término alguno, ni impide la substancia-
ción del juicio. Sólo por imposibilidad material, cuando los autos
son remitidos al Superior el término queda suspendido o interrum -
pido. Al. N° 392, 22-X11-1961." (Laconich, Seg. Supl.).
"407. Efectos del recurso de queja por apelación denegada. El
recu rso de queja por apelación denegada, no suspende la tramita-
ción del juicio mientras el superior no conceda la apelación y
ordene la remisión del expediente. Al. N°s 97, 4-V-1944; 148, 27-
V-1944. Contra: Acuerdo N° 33, 22-VIII-1945, C.8. Justicia."
(Laconich, Rep . de Jurisp.).

96
CAPÍTULO TRIGÉSIMO SEGUNDO

QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA

387. Generalidades. Disposiciones legales . 388 . Requerimiento


previo y deber de urgimiento. 389. Procedimiento.

387. Generalidades. Disposiciones legales

Se ha escrito que la queja por retardo dejusticia, no ha dado


verdaderamente resultado. Se tiene entendido por litigantes y
abogados, que recurrir en queja resulta contraproducente, por la
persuasión de que antes que excitar la voluntad del juez en favor
de una pronta justicia, se provocaba su reacción y su animadver·
sión; la predisposición en contra del urgente. Por tal razón, en la
práctica se ha condescendido, antes que reclamar, frente a la
demora en pronunciarse el juzgador. Sin embargo, y a pesar de la
circunstancia anotada, el Código, con algunas oportunas innova·
ciones, mantiene el recurso como un medio al alcance de las partes
en el proceso, para favorecer que los litigios sean prontamente
sentenciados ; por lo menos que no permanezcan demorados
excesivamente.
Su propósito consiste en lograr del tribunal superior que
emplace al inferior a pronunciar sentencia, bajo la advertencia que

97
FRANCISCO BAZAN

la ley contempla en el arto 416, C.P.C., en cuanto a sanción para el


juez o tribunal negligente.
El arto 199 del Código de Organización Judicial, establece
que: "Losjueces y tribunales dictarán sentencia ydemás resolucio-
nes dentro de los plazos fijados por la ley. Si no lo hicieren, la Corte
Suprema de Justicia los emplazará a hacerlo dentro de un plazo
perentorio, bajo apercibimiento de ser suspendido por quince días
sin goce de sueldo. La reincidencia en el curso del mismo año será
causal de enjuicianliento".
Losjueces y tribunales, pues, en caso de desidia y abandono,
podrán ser sancionados con suspensión sin goce de sueldo, y en
caso de incurrir en semejante demora, sin justa causa, en el curso
del mismo año, serán pasibles de enjuiciamiento. Como se observa,
la sanción es mucho más grave que en el Código derogado, que la
reducía a una multa intrascendente. Tales los motivos por los que
el quejoso se gana la animosidad y ojeriza del juez, en la emergen-
CIa.
El arto 412, C.P.C., prodiga normas que obligan a los apode-
rados a solicitar pronto despacho a los jueces y tribunales, con
relevantes sanciones de carácter económico y suspensión en el
ejercicio de la profesión.

388. Requerimiento previo y deber de urgimiento

El arto 412, C.P.C., exige que el plazo de que disponen los


jueces y tribunales para dictar resolución haya vencido para "ser
requerido por cualquiera de los interesados en el proceso". Antes
de haber transcurrido los cuarenta o sesenta días que tienen los
jueces de primera instancia y los tribunales de alzada (art. 162,
C.P.C., inc. c), es improcedente sean requeridos para dictar sen-
tencia. Se necesita que hayan transcurrido dichos plazos para
proceder al urgimiento, que podrá efectuarlo cualquiera de los
interesados en el proceso: las partes, o en caso de tener represen-
tantes, sus apoderados.

98
EL JU ICIO ORDINARIO

"El apoderado está obligado a pedir pronto despacho a los


jueces o tribunales, y si no obtuviere pronunciamiento, deberá
reiterar el pedido dentro de los diez días siguientes". Como surge
de la disposición del art. 412, C.P. C., al apoderado no le está per-
mitido permanecer indefinidamente a la expectativa de la resolu-
ción que debe dictar el juez o tribunal. Está constreñido por la ley
a realizar dos urgimientos: un primer requerimiento luego de
vencer el plazo legal para que el juez o tribunal se pronuncien,
siempre que se hallen pendientes de hacerlo, y no dictaren la
correspondiente resolución por dejadez o abandono, vale decir, sin
justa causa. El segundo urgimiento lo debe efectuar el abogado
representante de la parte, "si no obtuviere pronunciamiento"
dentro de los diez días siguientes a la primera amonestación. "El
incumplimiento de este deber será sancionado con multa equiva-
lente a diez días de salario mínimo legal establecido para activida-
des diversas no especificadas en la Capital, cuando se omitiere el
primer urgimiento, y con suspensión por tres meses en el ejercicio
de la profesión, cuando se omitiere el segundo" (art. 412, C.P.C .).
Esto en cuanto a la obligación del apoderado de pedir pronto
despacho.
En defecto de la actividad del juez o tribunal, en el sentido de
no dictar resolución, el apoderado tiene otra obligación: la de
acudir en queja ante el superior, excepto cuando el tribunal
retrasado sea la Corte Suprema de Justicia. En caso de inobser-
vancia de dicho deber, el apoderado deberá sufrir "la pena de
suspensión de seis meses en el ejercicio de la profesión", Se ::3upune,
en el caso, que quien deberá hacer efectiva la responsabilidad del
apoderado remiso, es la parte interesada, lesionada en su patrimo-
nio pecuniario o moral, por la desidia de su mandatario.
El control del cumplimiento del deber que los jueces y
tribunales tienen de dictar sus resoluciones dentro del plazo legal,
corresponde efectuarlo a la Corte Suprema de Justicia, a través del
informe que los jueces y tribunales deberán elevarle trimestral-
mente, consignando el número de los juicios iniciados y finiquita -

99
FRANCISCO BAZAN

dos, con indicación de sus carátulas y de las resoluciones y


sentencias dictadas (art. 197 del Código de Organización Judicial).
Respecto a lo precedentemente expuesto, cabe remitirse al arto
412, C.P.e.

389. Procedimiento

Al ocurrir en queja, el interesado deberá hacerlo al tribunal


superior, porque lo que se pretende es provocar un pronunciamien-
to para que el inferior negligente dicte sentencia. Naturalmente
que no podrá el quejoso recurrir al propio juez o tribunal reacio,
renuente.
Con el escrito presentado al superior, deberá adjuntarse
copias de los dos urgimientos previos realizados. Las copias deben
presentarse en papel común (art. 413, C.P.C.).
"Presentada la queja, el superior recabará informe al infe-
rior, quien deberá producirlo dentro del día siguiente, manifestan-
do la causa que le impide dictar resolución" (art. 414, C.P.C.).
Cabe observar que el inferior debe producir su informe, de
inmediato, sin demora, dentro del día siguiente, lo cual se explica
lógicamente, debido a la premura de la situación, a la necesidad de
que se dicte resolución en la brevedad.
Eljuez o tribunal puede alegar para justificar su retraso, una
causa justa. Razón legítima puede consistir en la imposibilid, d
fisica en que se halle el juez y el recargo de ocupación acreditaao
mediante el informe trimestral que ordena elevar el arto 197 del
Código de Organización Judicial, a la Corte Suprema de Justicia.
"No mediando justa causa, el superior dispondrá que el
inferior dicte resolución dentro del plazo de diez días, que empeza-
rá a contarse desde la comunicación respectiva", que le haya
cursado el superior al intimarle al inferior a que dicte sentencia
dentro del plazo de diez días.
Ahora bien: "Si la justa causa consistiere en recargo de

100
EL JUICIO ORDINARIO

trabajo, el tribunal deberá fijar el plazo dentro del cual el inferior


dictará resolución" (art. 415, C.P.C.).
Lógicamente, el plazo a detenninarse en esta última even-
tualidad, ha de resultar mayor a diez días, sin por ello excederlo en
demasía.
Si el juez o tribunal no satisfaciera la orden del superior, se
verá expuesto a sufrir la sanción prevista en el arto 199 del Código
de Organización Judicial, transcripto en el parágrafo 387.

101
CAPíTULO TRIGÉSIMO TERCERO

EJECUCION DE SENTENCIA

390. Generalidades. 391. Concepto. 392. Ejecución de honorarios.


Juez competente. 393. Requisitos de admisibilidad de la ejecución
de sentencia. 394. Embargo de bienes del ejecutado. 395. Respon-
sabilidad del oficial de justicia. 396. Ausencia del deudor. 397.
Bienes existentes en poder de terceros. 398 . Bienes inembargables.
399. Levantamiento de oficio en todo tiempo. 400. Inhibición
general de enajenar y gravar bienes. 401. Orden de la traba del
embargo. 402. Embargo de inmuebles o de bienes registrables. 403.
Cantidad líquida. 404. Liquidación de cantidad ilíquida. 405.
Citación de venta. 406. Excepciones admisibles. 407. Falsedad de
la ejecutoria. 408. Prescripción de la ejecutoria. 409. Falsedad o
inhabilidad de título. 410. Falsedad de título. 411. Excepción de
pago. 412. Quita, espera oremisión. 41;J. Prueba de las excepciones.
414. Resolución. 415. Cumplimiento de la sentencia de venta. 416.
Dinero embargado. 417. Subasta de muebles o semovientes. 418.
Aviso. 419. P ublicidad de apoyo. 420. Entrega de los bienes. 42l.
Subasta de inmuebles. 422. Base para el remate. 423. Subastas
sucesivas. 424. Liberación de los bienes. 425. Avisos. 426. Conteni·
dorle los avisos. 427. Falta de postores. 428. Suspensión del remate.
Comisión del rematador. 429. Rendición de cuentas. 430. Adquisi.
ci6n por el ejecutante. 431. Postor remiso. 432. Liquidación. 433.
Preferencia. 434. Liquidación en casos especiales.

103
FRANCISCO BAZAN

390. Generalidades

Las resoluciones ejecutables contempladas por el C.P.C.


pueden ser la sentencia judicial o la arbitral. La primera se dicta
por los jueces y la segunda la pronuncia el tribunal arbitral.
Vencido el plazo establecido para el cumplimiento de una u otra,
son pasibles de cumplimiento forzado (art. 519, C.P.C.).
Mediante el proceso de ejecución se puede perseguir el
cumplimiento compulsivo de:
1. Una sentencia consentida (si el condenado en el juicio no
interpone recurso contra la misma) o ejecutoriada (vale decir
cuando contra ella no proceden recursos legales que hagan viables
su revisión, sea porque haya transcurrido el plazo procesal para
interponerlos o porque la ley no lo autorice: se trata entonces de
sentencias irrecurribles expresamente establecidas en la ley. La
recurribilidad es la regla; la excepción la irrecurribilidad, razón
por la que debe constar expresamente en la ley).
2. Transacciones o acuerdos homologados judicialmente, que
por el carácter que revisten son pasibles de ejecución forzada .
3. Cobro de honorarios que fueron regulados en concepto de
costas. El arto 11 de la Ley N° 1376, establece que los honorarios
regulados dan acción al profesional para exigir el pago. Al efecto
debe procederse por la vía de ejecución de sentencia (art. 520, inc.
c) del C.P.C.
4. Multas procesales dispuestas por el juez o tribunal.
5. Títulos ejecutivos. Para éstos el Código establece un
procedimiento de ejecución típico, que es el juicio ejecutivo.

La ejecución, que siempre procederá a instancia de parte,


deberá realizarse de conformidad con las reglas que se establecen
en los arts . 519 a 531 del C.P.C., dado que el Estado se halla
interesado tanto en garantizar el interés del acreedor como en la
protección del deudor frente a cualquier probable exceso en el
cumplimiento por parte del ejecutante.

104
EL JUICIO ORDINARIO

En ningún caso la ley permite la ejecución forzada y que


pueda significar el empleo de violencia contra la persona del
deudor. El objeto del proceso de ejecución no es más que la
diligencia, el trámite o procedimiento de concretar la voluntad de
la ley.
El Título V del Libro lII, que trata de la ejecución de
resoluciones judiciales, incluye la ejecución de sentencias de
tribunales paraguayos; la ejecución y eficacia de sentencias dicta-
das por tribunales extranjeros.
En el tomo IV de esta obra, se incluyen el juicio ejecutivo; la
ejecución hipotecaria y la ejecución prendaria y la ejecución por
obligación de dar cosa cierta mueble.

EJECUCION DE SENTENCIA

391. Concepto

El proceso de ejecución de sentencia tiene por objeto y


finalidad concretar, materializar el cumplimiento del derecho que
ha sido reconocido en una sentencia judicial. Dicha resolución
puede imponer una obligación de dar, de hacer o de no hacer, y el
cumplimiento de todas ellas puede lograrse a través del procedi-
miento de ejecución. También procede la ejecución de laudo arbi-
tral (art. 519, C.P.C.).
La ejecución es procedente solo respecto de sentencias judi-
ciales, por ello los árbitros no pueden imponer sus laudos - les
falta el imperium para ordenar su cumplimiento--. Consecuen-
temente, ante el incumplimiento del laudo arbitral, deben solicitar
al juez, a quien hubiera correspondido entender, en caso de no
haberse comprometido el litigio a fallo arbitral. Según el arto 521,
C.P.C., será competente para la ejecución el juez de la causa; no
obstante, el interesado podrá ocurrir ante el de otra competencia
territorial si así le conviniere en razón del objeto de la ejecución.
La justicia nacional ha sentado que la ejecución del fallo no

105
FRANCISCO BAZAN

importa un nuevo juicio, sino la continuación del sentenciado; de


ahí que sea competente el juez de primera instancia que hubiere
dictado la sentencia. (Laconich, Seg. Supl., Caso N" 150, Ej . de
Sent.). No obstante, el C.P.C. permite presentarse ante el juez de
otro lugar siasí conviniere por hallarse allí el objeto de la ejecución.
"122. Juez competente. Es Juez competente el que dictó la
sentencia. No obstante si se promoviere ante otro Juez de la misma
competencia, no habría violación de ningún principio doctrinal ni
constitucional, y esto ocurre frecuentemente sin que de ello deri-
ven inconvenientes. Nada impide que la ejecución se promueva
ante otro Juez de distinta jurisdicción, salvo el caso del lugar
convenido para el cumplimiento. A.1. N" 379, 17-XII-1951."

392. Ejecución de honorarios. Juez competente

En la ejecución de honorarios el juez competente es el que


entendió en la regulación de los mismos. Si eljuez de la regulación
cesó en sus funciones por algún motivo, será competente el juez de
la causa en que se originaron los honorarios . En su defecto, será
competente el juez en lo civil y comercial del lugar del domicilio,
cabe entender, el del demandado (art. 521, C.P.C.).

393. Requisitos de admisibilidad de la ejecución de


sentencia

Para que las resoluciones sean ejecutables deben hallarse


consentidas, firmes O ejecutoriadas y vencido el plazo fijado para
su cumplimiento. Otro requisito es que debe mediar indefectible-
mente instancia de parte, requerimiento del interesado en la
materialización del cumplimiento del derecho reconocido en la
sentencia judicial o en el laudo arbitral.
"123. Ejecutoriedad ipso {acto. Si el auto es inapelable, su
ejecutoriedad se produce ipso {acto. N o es necesario dejar transcu-

106
EL JUICIO ORDINARIO

rrir ningún término para que pueda ejecutarse. Acuerdo N° 18, 14-
VI-1951.

394. Embargo de bienes del ejecutado

La sentencia puede condenar al pago de cantidad líquida; al


pago de cantidad ilíquida; a hacer o no hacer, o a la entrega de cosa.
El Código Procesa! Civil dispone distintos procedimientos para la
ejecución de sentencias, según las obligaciones que imponen, dado
que el contenido de las mismas puede ser diverso, como hemos
señalado.
Cantidad líquida. El arto 522, C.P.C., establece que se
entenderá que hay condena a! pago de cantidad líquida siempre
que de la sentencia surja el monto de la liquidación, aun cuando no
estuviere expresado en cifras, vale decir, que la liquidación debe
ser factible de determinarse fácilmente, según los datos obrantes
en la propia sentencia.
Si la sentencia condenare al pago de cantidad líquida y
determinada -dispone el arto 522, C.P.C.-, o hubiere liquidación
aprobada y firme', a instancia de parte se procederá a! embargo de
bienes del ejecutado, de acuerdo con las reglas establecidas para
el juicio ejecutivo. Es decir, que si el juez hallare que la sentencia
o el laudo reúnen los requisitos para ser ejecutables, librará
mandamiento de embargo. No se requiere la intimación de pago,
pues, la notificación de la sentencia lo suple. El mandamiento de
embargo será por la cantidad líquida que resultare, más intereses
y costas (art. 450, C.P.C.l.
El mandamiento de embargo deberá entregarse al oficia! de
justicia en el día, correspondiéndole a! secretario dicha obligación.
En el mandamiento respectivo deberá incluirse siempre la facul-
tad de allanar domicilio y la autorización para solicitar el auxilio
de la fuerza pública en caso necesario. La ley pretende que el
embargo no se frustre por voluntad del condenado o del obligado
que, de lo contrario, con la simple clausura de su domicilio o del

107
FRANCISCO DAZAN

local de su actividad, o la resistencia física de su parte, a la


diligencia del embargo, podría evitar la realización del mismo.
El embargo deberá practicarse aun cuando el obligado no
estuviere prespnte, dejándose constancia de ello (art. 451 , C.P.C .).
En la ejecución de sentencia, se ha señalado que no se
requiere la intimación de pago al ejecutado, pues en el caso, la
notificación de la sentencia equivale a dicho requerimiento y suple
a la intimación. De modo que el oficial de justicia, en posesión del
mandamiento deberá practicar el embargo, sin previa intimación
de pago, procediendo a inmovilizar bienes suficientes para cubrir
la cantidad establecida en la orden emitida por el juez.

395. Responsabilidad del oficial de justicia

En la circunstancia de practicar el embargo, el oficial de


justicia no deberá excederse en el monto de los bienes embargados,
bajo pena de responsabilidad personal (art. 451 , C.P.C.). El arto
172, C.O.J., dispone que el oficial de justicia responde criminal o
civilmente por el cumplimiento irregular de sus obligaciones, sin
perjuicio de las sanciones que le pueda imponer la Corte Suprema
de Justicia, que puede llegar a la cesación en sus funciones.
Son responsabilidades de dicho auxiliar de la justicia, las
siguientes, que se registran en el arto171 del C.O.J. : a) diligencia ,
en la mayor brevedad posible, en el orden que reciban, los manda-
mientos expedidos por los jueces. Deberán observar est rictamente
las normas procesales; b) devolver debidamente diligenciado el
mandamiento dentro de los tres días contados de la fecha de su
practicamiento, so pena de ser sancionado por la Corte Suprema
de Justicia; c) depositar en el día en el Banco Central las sumas de
dinero recibidas y designar depositarios responsables de los bienes
embargados; d) comunicar a los Registros Públicos dentro de las 24
horas los embargos de los bienes registrables para su inscripción,
exigiendo el pertinente comprobante; e) rescatar por ordenjudicial
los expedientes de poder de las partes o de ter ceros; f) ejecutar

108
EL JUICIO ORDINARJO

puntualmente y con exactitud las órdenes de los jueces; y g)


solicitar, en caso de necesidad, el auxilio de la fuerza pública y el
allanamiento de domicilio, para cumplir con los deberes de su
cargo. Toda omisión de las obligaciones propias de sus funciones,
lo hacen criminal o civilmente responsable. Debe evitar, por
ejemplo, bajo pena de su responsabilidad personal, excederse en el
monto de los bienes embargados.
Por lo demás, el oficial de justicia debe dar estricto cumpli-
miento a la devolución del mandamiento debidamente diligenciado
dentro de los tres días a contar desde el practicamiento del
embargo; debe depositar en el día en el Banco Central las sumas
de dinero recibidas y designar depositario responsable de los
bienes embargados y comunicar dentro de las 24 horas a los
Registros Públicos para su inscripción los embargos registrables,
exigiendo el pertinente comprobante.

396. Ausencia del deudor

Si en el momento de practicarse el embargo, no se hallare


presente el deudor, lo mismo deberá llevarse a cabo el mismo,
dejándose constancia de dicha circunstancia. En tal caso, se le
notificará, personalmente o por cédula, dentro de los tres días de
la traba, al deudor, el embargo trabado.

397. Bienes existentes en poder de terceros

Puede suceder que se embargaren bienes del deudor que se


hallen en ese momento en poder de terceros, o créditos del ejecu-
tado que se hallaren en un Banco, en una institución financiera o
en alguna empresa. Siendo así, se deberá notificar el embargo, en
el día, personalmente o por cédula, a los terceros tenedores delos
bienes o a los que deban hacer el pago (art. 452, C.P. C.).

109
FRANCISCO BAZAN

398. Bienes inembargables

No se trabará embargo en ninguna circunstancia:


a) en el lecho del deudor, su mujer e hijos, en las ropas y
muebles de indispensable uso en el hogar, incluyendo heladera,
cocina, ventilador, radio, televisor e instrumentos musicales fami-
liares, máquina de coser y lavar y los instrumentos necesarios
para la profesión, arte u oficio que ejerza el dueño de tales bienes,
salvo que el crédito corresponda al precio de venta de ellos. De la
última parte de lo expuesto, surge que son inembargables los
instrumentos musicales aun cuando no fuesen simplemente fami-
liares, que sería el caso cuando dichos instrumentos fuesen em-
pleados en el ejercicio de una profesión, arte u oficio. Serán sí
embargables cuando el crédito rec1amado corresponda al precio de
venta de los susodichos muebles e instrumentos.
b) Tampoco son embargables los sepulcros. Lajurispruden-
cia argentina ha construido un régimen para los casos de conflic-
tos, estableciendo que la propiedad del sepulcro llega a ser común
entre varias personas. Sus propietarios se hallan en estado de
indivisión forzosa . Ni aun la mayoría puede decidir la venta; se
requiere la unanimidad, aunque cada comunero puede enajenar
su cuota parte a miembros de la familia o a extraños. La indivisión
forzosa cede, sin embargo, cuando la partición es posible hacerla
en especie, sin que el sepulcro sufra desmedro ni vea obstaculizado
su destino. Pero sí será pasible de embargo si el crédito correspon-
de a su precio de venta, a su construcción o suministro de materia-
les para dicho efecto.
c) Igualmente son inembargables los honorarios profesiona-
les, comisiones, sueldos, salarios y pensiones, que podrán ser
afectados solo hasta el veinticinco por ciento, salvo que se disponga
otra cosa por leyes especiales. Tales emolumentos no podrán ser
objeto de ejecuGión sino en la proporción en que pueden ser
embargados.
d) Los créditos de pensiones alimentarias y litis expensas,

110
EL JUICIO ORDINARIO

también son inembargables, dado que responden a necesidades


primarias de sus beneficiarios y les son indispensables.
e) Los bienes públicos y las rentas públicas se hallan excep-
tuados de embargo; y
f) Los demás bienes excluidos de embargo por la ley (art. 716,
C.P. C.)., como, por ejemplo, el bien inmueble registrado como bien
de familia, que además de ser inembargable, no puede ser enaje-
nado ni ejecutado por deudas del propietario posteriores a su
sometimiento a dicho régimen salvo que se trate de obligaciones
contraídas con anterioridad a la constitución del bien de familia,
o que adeudare impuestos y tasas el inmueble, o que se reclame el
pago de mejoras introducidas en el inmueble y que aumenten su
valor (art. 2076, Código Civil).

399. Levantamiento de oficio en todo tiempo

El embargo indebidamente trabado sobre alguno de los


bienes exceptuados, podrá ser levantado, a pedido del deudor, de
su cónyuge o hijos, y aun de oficio, aunque la resolución que lo
decretó se hallare consentida (art. 717, C.P.C.). Se recoge aquí una
corriente jurisprudencial de larga data, que admite el levanta-
miento del embargo sin tercería. Aun eljuez, por propia iniciativa,
puede disponer dicho levantamiento, sin instancia de parte.

400. Inhibición general de enajenar y gravar bienes

Puede haber lugar a embargo, pero el mismo no poder hacer-


se efectivo, sea por no conocerse bienes del deudor, sea por no
cubrir los bienes habidos el importe del crédito reclamado. En tal
circunstancia, podrá solicitarse contra el deudor la inhibición
general de enajenar o gravar sus bienes. La medida dispuesta por
eljuez a petición del interesado deberá ser inscripta en el registro
respectivo (art. 718, C.P.C.), y surtirá efectos desde la fecha de su
anotación (art. 719, C.P.C.), no precisamente desde la de la

111
FRANCISCO BAZAN

resolución judicial. Contrariamente a la preferencia en favor del


primer embargante, la anotación de la inhibición no concede
preferencia alguna sobre las anotadas con posterioridad.
Mientras dure la medida de inhibición, el interdictado no
podrá disponer de su patrimonio en perjuicio de la satisfacción del
derecho de sus acreedores, vale decir, que el inhibido no podrá
enajenar ni gravar los bienes que tuviere al tiempo de la medida
o que adquiere con posterioridad a la misma (art. 719, C.P.C.).
Por lo demás, la inhibición deberá dejarse sin efecto solo
cuando el deudor presentare a embargo bienes suficientes para
cubrir el importe del crédito reclamado, o diere fianza suficiente.

401. Orden de la traba del embargo

Se deberá proceder de conformidad con las normas estable-


cidas para el juicio ejecutivo (art. 522, C.P.C.). Cabe remitirse,
pues, a los arts . 454 y 710, C.P.C.
El artículo señalado establece un orden para la traba de em-
bargo' lo que sustrae al acreedor de imponer caprichosamente lo
que él exigiere, cuando fuere a causar perjuicio grave al deudor,
siempre que hubiese otros bienes para la traba .
De modo que si el embargo haya de trabarse en bienes
muebles que corresponden a establecimientos industriales, a
fábricas o cualquier otra planta o instalación que los necesite para
su funcionamiento, a pesar de la medida practicada, deberán
dejarse en el sitio donde se encuentran, no podrán retirarse del
lugar donde se hallen, ni desviarse del destino que tengan.
Sin embargo, el acreedor podrá tener interés en la conser-
vación de los bienes embargados y aún más: podría temer degra-
daciones de los mismos. En el primer caso, para vigilar la
conservación, tiene derecho a proponer al juez un interventor, al
efecto.
En cambio, es optativo deljuez, cuando se temiesen degrada-
ciones en los bienes, designar otro depositario que no sea el dueño

112
ELl UICIO ORDINARIO

de los bienes, ya que el depositario provisional, en cuyo poder


deberán dejarse los bienes embargados, siempre deberá ser el
deudor, si no hubiese inconveniente y que los bienes no se hallasen
en poder de un tercero y éste no pidiere el nom bramiento a su favor
(art. 455, C.P.C.l.
El juez, antes del canlbio de depositario, cuando Re temiesen
degradaciones en los bienes, está obligado a la comprobación del
estado y del uso que se le da a los mismos.
Cuando las cosas embargadas fuesen de difícil o costosa
conservación, o cuando hubiere peligro de pérdida o desvaloriza-
ción de los bienes embargados, el depositario a cuyo cargo estén
éstos, deberá poner el hecho oportunamente en conocimiento del
juez, quien a su vez, lo hará saber a las partes. Si el acreedor o el
deudor lo solicitare, previa vista a la contraparte por un plazo
breve que el juez determinará según la urgencia del caso, podrá
ordenar la venta de dichos bienes, disponiendo la forma más
conveniente, abreviando los trámites pertinentes y habilitando
días y horas, al efecto. Además del depositario, que en el momento
podrá ser un tercero, la denuncia de que los bienes trabados son de
dificil o dispendiosa conservación, lo podrá efectuar igualmente
cualquiera de las partes.
Formulada la denuncia -intimado judicialmente el deposi-
tario para la entrega de los objetos embargados-, deberá ponerlos
a disposición del juez dentro del segundo día de haber sido
conminado a ello. Si no lo hiciere, sin causa justificada, el juez
remitirá los antecedentes a la justicia penal, para el procesamien-
to del depositario omiso y de su sanción si correspondiere (art. 455
y 713, C.P.C.l, conforme a la pena prevista en el Código Penal,
establecida para el caso.

402. Embargo de inmuebles o de bienes registrables

Cuando se tratare de inm uebles ode otros bienes registra bies:


automóviles, aeronaves, buques, etc., no hay necesidad de consti-

113
FRANCISCO DAZAN

tuirse ante el bien a embargarse, es suficiente su anotación en el


Registro respectivo, en la forma y con los efectos establecidos por
la ley (arts. 456, C.P.C. y 335 y s.s. de la Ley N° 879, C.O.J.).
Ordenado el embargo, los oficios pertinentes para la inscrip-
ción, deberán ser librados dentro del segundo día de la providencia
respectiva. Previo al embargo, es necesario se practique la intima-
ción de pago.

403. Cantidad líquida

Se entiende por cantidad líquida la cantidad determinada


numéricamente. Un monto consignado en cifras significa una
cuantía cierta. Para nuestro Código basta que de la sentencia se
infiera el monto de la liquidación, aun cuando no estuviere expre-
sado numéricamente, para que se entienda que hay condena al
pago de cantidad líquida y proceda el embargo de bienes, de acuer-
do a las normas previstas para el embargo en el juicio ejecutivo,
que hemos expuesto precedentemente, pudiendo ejecutarse ésta,
sin esperar a que se liquide la que no estuviere expresada en
números.
El arto 522, C.P.C., dispone: "Si la sentencia condenare al
pago de cantidad líquida y determinada o hubiere liquidación
aprobada y firme, a instancia de parte se procederá al embargo de
bienes de conformidad con las normas establecidas para el juicio
ejecutivo".
Se entenderá que hay condena al pago de cantidad líquit a
siempre que de la sentencia se infiera el monto de la liquidacióll,
aun cuando no estuviere expresado numéricamente.
Si la sentencia condenare a una misma parte al pago de una
cantidad líquida y de otra ilíquida, podrá procederse a la ejecución
de la primera sin esperar a que se liquide la segunda".
Aunque en la sentencia no constare condena de cantidad
líquida, se podrá proceder al embargo y ejecución, cuando hubiese
liquidación aprobada y firme.

114
EL JUICIO ORDINARIO

404. Liquidación de cantidad ilíquida

Cuando la sentencia condenare al pago de cantidad ilíquida,


. el vencedor deberá presentar la liquidación correspondiente, den-
tro de diez días contados desde que aquella fuere ejecutable, esto
es decir, desde que la sentencia haya estado ejecutoriada, desde
que la sentencia haya quedado firme. Si el vencedor no lo hiciere
dentro del plazo señalado, podrá hacerlo el vencido. En la liquida-
ción que practique uno u otro se incluirán el capital, intereses y
costas, que componen gastos deljuicio y honorarios regulados. Sea
que la liquidación la presente el acreedor o el condenado al pago de
cantidad ilíquida, deberán hacerlo teniendo en cuenta la base que
en la sentencia se hubiese fijado. Dicha base surgirá de los ele-
mentos que conste en la sentencia de condena.
Presentada la liquidación se correrá traslado a la otra parte
por cinco días (art. 523, C.P.C.), que deberá notificarse por cédula
o personalmente (art. 133, inc. h). En caso de ser impugnada, se
tramitará la oposición conforme al procedimiento establecido para
los incidentes.
En cambio', expresada su conformidad por el deudor --{)
transcurrido el plazo de cinco días del traslado, sin que se lo hu-
biere evacuado--, se procederá a embargar bienes del deudor por
la suma que resultare de la liquidación, en forma prescripta para
la ejecución de sentencia de condena al pago de cantidad líquida
(art. 524, C.P.C.).
Habíamos señalado que la liquidación expuesta por el acree-
dor podía resultar en la conformidad o en la impugnación por parte
del condenado al pago. En el primer caso eljuezla aprobará, siendo
la sentencia aprobatoria inapelable, porque está sustentada en la
conformidad del deudor. Se procedería entonces a la ejecución por
la suma que resultare de la liquidación. En caso de objeción, el juez
aprobará la liquidación presentada por el acreedor en todo lo que
el deudor no acreditase ser excesivo o inexácto, debiendo actuar
siempre conforme a derecho, y estando de acuerdo la liquidación

115
FRANCISCO BAZAN

con las bases fijadas en la sentencia. Si hubiese diferencia con


dichas bases, el juez podrá reformar la liquidación.
De lo expuesto surge que el acreedor no está obligado a
comprobar la exactitud de los rubros que aparecen en su liquida-
ción, pues el deudor al evacuar el traslado que se le corre de la
misma, podrá im pugnarla. Puede ocurrir también que el ejec utado
manifieste simplemente que la liquidación y estimación del acree-
dor no concuerdan con las bases establecidas en la sentencia;
siendo este el caso en el que el juez debe pronunciarse sobre la
exactitud de la liquidación, conforme a derecho, pudiendo modifi-
carla.

405. Citación de venta

Una vez trabado el embargo sobre bienes del condenado por


la sentencia, se le cita a éste para la venta que equivale a la citación
para oponer excepciones, pues en esa oportunidad se le hace saber
al deudor que si dentro de tres días no opusiere excepción legítima,
se llevará adelante la ejecución (art. 525, C.P. C.), a remate.

406. Excepciones admisibles

Taxativamente establece el arto 526, C.P.C., que son admisi-


bles solamente las siguientes excepciones: a) falsedad de la ejecu-
toria; b) prescripción decenal de la ejecutoria; c) falsedad r inhabi-
lidad de título; dl pago; y el quita, espera o remisión. T( da otra
defensa, en consecuencia, debe ser rechazada, sin más trámite en
la vía ejecutoria. Así, en la justicia argentina se ha declarado
improcedente la excepción de incompetencia, la de falta de
personeria, la de litis -pendencia. Al respecto, anota H. Alsina: Ud)
Sin embargo, entendemos que debe hacerse un distingo. En la
ejecución de sentencia no puede oponerse defensas fundadas en
hechos anteriores al fallo, porque importaría reabrir la discusión
y desvirtuar los efectos de la cosa juzgada; pero ello no obsta, como

116
EL JUICIO ORDINARIO

hemos visto, que el juez subsane la omisión o corrija los errores


materiales de la sentencia cuando con ello no se altere lo funda-
mental de la decisión. El arto 527, C.P.C. patrio, establece: "Las
excepciones deberán fundarse en hechos posteriores a la sen tencia
o laudo".
En la etapa ejecutoria no corresponde oponer defensas basa-
das en hechos anteriores al fallo. La ejecución de sentencia se lleva
a cabo fundada en una resolución que ha pasado en autoridad de
cosa juzgada, es decir, firme. Si ello se admitiera, equivaldría a
reabrir el debate cerrado con la sentencia ejecutoriada. Se altera-
ría los efectos de la cosa juzgada, que ha terminado con la
competencia deljuez en el litigio en que ha recaído la sentencia en
ejecución. No es posible revivir una instancia ni una competencia
que han concluido respecto del objeto del juicio ya sentenciado.
El juez, solo podrá disponer, en una actuación posterior a la
sentencia, lo que le permite el arto 163, C.P.C., al que nos referimos
en el parágrafo N° 343 (bis). Lajusticia nacional, desde antiguo se
ha pronunciado en dicho sentido, así como el propio Código
Procesal Civil, en su arto 527.
"120. Hechos posteriores. Si después de ejecutada la senten-
cia que dio lugar al interdicto de recobrar, ocurrieron hechos que
volvieron a modificar la situación creada, deben éstos motivar una
nueva demanda y no ventilarse en los autos en los cuales ha
terminado la competencia del Juez con la ejecución de la sentencia.
Al. N° 37, 15-III-1951".
"121. - * No cabe suspender la ejecución de una sentencia
firme, ante la simple promoción de una demanda ordinaria enca-
minada a restarle eficacia. La ley establece en forma taxativa los
medios de oponerse a la ejecución de la sentencia, entre los cuales
no figura el adoptado ni la posibilidad invocada de un inminente
riesgo para el ejecutado. Al. N" 67, 12-IV-1951. Laconich, Primo
Supl.).
"La excepción de incompetencia de jurisdicción puede ser
procedente cuando la sentencia se ejecuta ante unjuez que no es

117
FRANCISCO BAZAN

el mismo que la pronunció, ni corresponde al domicilio del deman-


dado, si el ejecutante. prefiriese apartarse deljuicio de acuerdo con
los principios enunciados anteriormente. La excepción de falta de
personería puede también ser procedente cuando el ejecutante ha
perdido su capacidad procesal por un hecho sobreviniente o los
poderes del nuevo representante.son insuficientes.
Por último, la jurisprudencia ha admitido igualmente la
excepción de compensación, como hemos de verlo más adelante."
(Tratado Teórico-Práctico de Derecho Procesal Civil y
Comercial, t. IIl, págs. 97-98, Bs. AB ., 1943).
La enumeración de las excepciones que pueden oponerse, en
la vía ejecutoria, expuestas por el arto 526, C.P.C., es taxativa. La
disposición citada dice expresamente: "Sólo serán admisibles las
siguientes excepciones". Consecuentemente, debe ser rechazada,
sin más trámite, cualquier otra defensa que se alegare y que no
estuviese comprendida entre las contempladas en el artículo
citado.
La citación para oponer excepciones debe disponerse por el
juez aunque no mediare solicitud del ejecutante, pues es una
medida que mira al favor del deudor -inmovilizado por el embar-
go de sus bienes- y no del ejecutante.

407. Falsedad de la ejecutoria

Tanto lajurisprudencia extranjera como lajusticia nacional,


han sentado que esta excepción tiene su fundamento en la falsedad
material o en la adulteración material de la sentencia, o de la copia
de la misma, o en que la firma del juez no es auténtica.
La excepción de falsedad se ha sentado en varios fallos de
nuestra justicia, se refiere, específica y concretamente, a la ejecu-
toria, es decir, a la ejecutoria que surge de una sentencia inim-
pugnable. Por consiguiente, puede fundarse la falsedad de la
ejecutoria en que la sentencia es falsa, el original o el testimonio
(copia) con el cual se ejecuta o que no se encuentra ejecutoriada

118
EL JUICIO ORDINARIO

(Laconich, Seg. Sup!. , casos N"s 555, 558, 559, 560, 561). Cuando
falta algunos de los requisitos del título ejecutorio, se da la
falsedad.
"Tal, por ejemplo, -señala Palacios- el de que no haya
transcurrido el plazo fijado por la sentencia para el cumplimiento
de la condena, o el de que se pretenda según la ejecución contra
quien no resulte deudor de acuerdo con los términos de la senten-
cia, y carezca, por tanto, de legitimación procesal pasiva" (Ma-
nual ... , Abeledo-Perrot, t. II, pág. 169, Bs. As., 1987).
"554.- * Si se pretendiera ejecutar la sentencia en contra de
un tercero, éste puede invocar la inexistencia de ejecutoria en su
contra (Podetti). Ac. N° 8, 14-1II-1958." (Laconich, Seg. Sup!.). El
mismo autor dice que la excepción sería admisible si se negase
autenticidad a la firma del juez o se adujese que han sido adulte-
radas las cantidades de la condena o los términos de la decisión.
"555.- Sólo puede fundarse en la falsedad material de la
sentencia, en la adulteración de la misma o de la copia o en que no
son auténticas las firmas atribuidas al Juez. Ac. N" 83, 16-IX-1959.
"556.- ** Es procedente la excepción de falsedad de la
ejecutoria si el ejecutante no ha puesto en conocimiento de la parte
ejecutada la liquidación del costo del empedrado, a los efectos de
optar entre el pago al contado o en forma fraccionada. La ejecución
es improcedente porque el ejecutado no se encontraba en mora, por
no haber transcurrido el plazo señalado en los apartados 2°, 3° y 4°
de las condiciones establecidas en el documento que establece las
bases y condiciones para el pago de empedrado expedido por la
Municipalidad de la Capital. Ac. N" 29, 7-VII-1960.
"557. - ** En la ejecución de sentencia no pueden oponerse
defensas fundadas en hechos anteriores al fallo porque im portaria
reabrir la discusión y desvirtuar los efectos de la cosa juzgada. Ac.
N° 75, 26-XlI-1960.
"558. - ** La excepción de falsedad se refiere, específica y
concretamente, a la ejecutoria, es decir, a la éjecutoria que surge
de una sentencia inimpugnable. En consecuencia puede fundarse

119
FRANCISCO BAZAN

en que la sentencia es falsa, el original o el testimonio con el cual


se ejecuta, o que no se encuentra ejecutoriada. Ac. N° 38, 24-VI-
1961.
"559.- ** Esta excepción debe fundarse en la adulteración
o falsificación de la sentencia, en todo o en parte. Ac. N° 38, 24-VI-
1961."
"550. - La sentencia es inhábil como título ejecutivo cuando
se pretende ejecutar a persona extraña aljuicio. Ac. N" 82, 20-XII-
1963.
"551.- * Excepción de falsedad de la ejecutoria. Esta expre-
sión debe fundarse en la adulteración o falsificación de la senten-
cia. A.l. N" 327, 18-XlI-1953." (Laconich, Seg. Supl.).
"561.- La excepción de falsedad debe fundarse en la adulte-
ración en todo o en parte, de la sentencia. Ac. N° 82, 20-XlI-1963.

408. Prescripción decenal de la ejecutoria

Esta defensa se refiere a la prescripción de la ejecutoria


operada por no haber sido ejercida dicha vía en el plazo de diez
años. El derecho para hacer uso de esta vía es un derecho personal,
y como tal, prescribe, transcurrido dicho plazo fijado por el arto
659, inc. d) del Código Civil, aplicable al caso a falta de otro texto
legal. El C.P.C. aclara suficientemente al consignar que la pres-
cripción es decenal. Las acciones personales prescriben a los diez
años, siempre que no tengan fijado otro plazo por la ley.

409. Falsedad o inhabilidad de título

Son otras defensas oponibles en la ejecutoria. Las excepcio-


nes de falsedad o inhabilidad de título no se contemplaban en el
código procesal derogado y por tanto no eran procedentes en la
ejecución de sentencia (Ac. N° 27, 25-VII-1947, Trib. Apel., la
Sala). En cambio, en el C.P.C. vigente son admisibles, según el art o
526, inc. c).

120
EL JUICIO ORDINARIO

Son dos excepciones distintas, aunque consten en un solo


inciso, que han tenido diferentes consideraciones, así como una
copiosa jurisprudencia.

410. Falsedad de título

La falsedad de título es diferente de la falsedad de la


ejecutoria. Esta se funda, p.e., en la inexistencia de una sentencia
firme, así como en la adulteración total o parcial de la resolución
judicial que se ejecuta. En cambio, existe falsedad de título cuando
se ejecuta a un tercero, que nada tiene que ver en la relación que
somete al deudor a una ejecución del acreedor.
La falsedad de título se da cuando el documento en que se
funda la ejecución es falso en parte o en su totalidad. Puede
también ser auténtico, pero adulterado, falsificado, en la fecha, en
la cantidad, en la firma, etc., en detrimento del ejecutado. Puede
adolecer de enmendaduras, raspados, interlineados, agregados,
etc., que no se hallan con la salvedad pertinente.
¿En qué consiste la falsedad? En la alteración material del
título (sentencia, A.I.); en las formas externas de lo escrito; se
refiere a las condiciones extrínsecas del título, no a la causa de la
obligación.
La justicia nacional se ha pronunciado al respecto en forma
unánime y conteste:
"1082. -* Esta excepción excluye la simulación. Esta es
independiente de la falsedad del documento, porque se refiere a
una alteración fisica de lo escrito, mientras que la simulación es
una alteración intelectual. Ac . N° 85, 13-X-1953.
1083. -La excepción de falsedad se refiere de manera
exclusiva a las condiciones extrínsecas del título; por eso en modo
alguno autoriza a analizarla causa de la obligación. A. 1. N° 18, U-
U-1957.
1085. -** La falsedad intrínseca nó es admitida como
excepción, sino la extrínseca o material que debe surgir del propio

121
FRANCISCO BAZAN

texto del título obligacional que se demanda, como cuando se lo ha


adulterado en peIjuicio del ejecutado. Ac. N° 7, 27-VI-1957.
"1086. -** Cuando se alega falsedad de título, debe buscarse
en el documento que sirve de base a la ejecución la prueba de tal
circunstancia. La falsedad debe referirse a las condiciones extrín-
secas del documento y no a la causa de la obligación , o a la
legitimidad del derecho reclamado. AJ . N° 3, 10-II-1958.
"1087. -* No puede prosperar la excepción de falsedad
fundada en la circunstancia alegada de que al pagaré que se
ejecuta, le fueron estampadas la fecha de su otorgamiento y la de
su vencimiento, con posterioridad a la entrega de la letra. Si el
deudor consintió en suscribirlo y entregarlo dejando en blanco la
parte que corresponde a esas enunciaciones, resulta lógico pensar,
cuando menos en lo que al venciniiento se refiera, que su fijación
quedó librada a la voluntad del acreedor. Por lo demás, la firma
puede ser dada en blanco, antes de la redacción por escrito, y
después de llenado el acto por la parte a la cual se ha conferido,
hace fe , siendo reconocida la firma" (Art. 1016 C.C., 402 C.C.
actual). Ac. N"s 2, 14-II-1958 y 70, 17-XII-1958.
"El hecho de que el ejecutante hubiese llenado el documento
con posterioridad, insertando el nombre y el domicilio del firman-
te, no es causal para dar fundamento a la excepción de falsedad,
reservada a otro tipo de adulteraciones, sea de la firma, sea de la
fecha del vencimiento, sea del monto de la obligación u otra parte
principal del documento. " (Ac. y Sent. 16 del 25 de marzo de 1987;
TApel Civil y Com., 3" Sala; Gaceta Judicial N° 19, p. 347).
1090. -** La falsedad se refiere a la falsificación o adulte-
ración material del documento, en su totalidad o en parte, tomán-
dose sólo en consideración las formas externas del mismo; no
puede fundarse en la ilegitimidad, falsedad o inexistencia de la
causa, siendo improcedente alegar que se trata de ua documento
simulado, que la deuda no es legítima, cuestiones que deben
ventilarse en el juicio ordinario que puede promover el ejecutado
para obtener reparación. Ac. N"s 5-20-II-1958 y 71, 20-X-1958.

122
EL JUICIO ORDINARIO

1091. -Esta excepción procede cuando el documento que


sirve de base a la ejecución es total o parcialmente falso, o cuando,
siendo verdadero, se lo ha adulterado en perjuicio del ejecutado, de
suerte que no puede fundarse en la ilegitimidad, falsedad o
inexistencia de la causa, no siendo tampoco dable alegar que se
trata de un documento simulado o que la deuda noes legitima o que
se ha violado alguna ley para su otorgamiento, porque en juicio
ejecutivo no cabe discutir la causa de la obligación. Ac. N" s 84, 15-
XI-1958 y 48, 3-VIII-1961.
1092. -* La excepción de falsedad de título, fundada en la
existencia de una causa ilícita, la usura, es inadmisible en juicio
ejecutivo. Sólo debe considerarse la falsedad extrínseca, directa-
mente vinculada con las formas externas, salvo que la ilicitud de
la causa o de la falsedad, surja prima facie de la documentación
agregada. Al. N" 52, 27-IV-1959.
1093. -No procede abrir la causa a prueba cuando la
falsedad alegada se funda en la ilicitud del contrato, pues no se
refiere, en tal caso, a la falsedad extrínseca del título ejecutivo,
única que puede dar lugar a la apertura a prueba. Al. N° 141, 20-
V-1959.
1094. -** La excepción de falsedad alegada por tener
relación con la causa de la obligación, no puede ser discutida en el
juicio ejecutivo; consiguientemente, no puede ser materia de
prueba, razón por la cual es innecesaria la apertura a prueba. Al.
N°s 115, 17-VI-1959 y 151, 11-VII-1959.
1095. -* Si la fecha del vencimiento de la obligación está
adulterada y no existe en el documento una salvedad respecto a la
enmienda, es procedente la excepción de falsedad, sin que corres-
ponda establecer dentro del juicio ejecutivo la fecha exacta de la
obligación, porque el título debe ser hábil ab initio. Ac. N" 48, 18-
VIII-1959.
1096. -Esta excepción sólo puede fundarse en la adultera-
ción material del documento, en su totalidad b en parte, debiendo
tomarse en consideración las formas externas del mismo, teniendo

123
FRANCISCO BAZAN

en cuenta la naturaleza abstracta de la letra, ajena en absoluto a


toda relación causal. Ac. N" 86, 21-IX-1959." (Laconich, Seg.
Supl. págs. 203 al 207).
"637. Falsedad. Los autores y la jurisprudencia están de
acuerdo en que la excepción de falsedad se refiere únicamente a las
condiciones extrínsecas del documento, y se fundan para llegar a
esta conclusión, en la teoría de la acción ejecutiva, la cual 'es
independiente de la relación substancial y se acuerda al poseedor
de un título ejecutivo, con prescindencia de toda consideración
sobre la legitimidad del derecho que se pretende hacer valer'.
Acuerdos N°s 6, 7-III-1942; 45, 11-VIII-1944; 16, 22-IV-1947.
(Laconich, Rep. de Jurisp., p. 212).
Alsina anota: "La falsedad procede cuando el documento
que sirve de base a la ejecución· es total o parcialmente falso,
cuando, siendo verdadero, se lo ha adulterado en perjuicio del
ejecutado". Agrega: "La ley se refiere a la falsedad del título y no
de la obligación que éste constata ... ". "Así lo ha entendido la
jurisprudencia al declarar que la excepción de falsedad sólo es
procedente cuando se alega la falsedad material del documento"
("Tratado Teórico-Práctico ... ", t. lII, pág. 198). En igual sentido
Palacio, Fenochietto y Arazi, Podetti, etc.
La inhabilidad de título se configura cuando el título no es
de los que traen aparejada ejecución;' cuando el documento no
contiene suma líquida; cuando a la fecha de la promoción de la
ejecución, no es exigible; cuando se intenta ejecutar contra quien,
según el título, no es el obligado (falta de acción); cuando no se
justifica que se ha cumplido la condición, etc. "El título ---dice
Alsina- puede ser verdadero y, no obstante, proceder la excep-
ción de inhabilidad por no reunir las condiciones necesarias para
que sea viable la ejecución" (Ob. cit., pág. 199).
La justicia paraguaya, respecto a esta excepción, se ha
pronunciado en la siguiente forma:
"1104. -* No puede prosperar la inhabilidad de título
fundada en vicios del procedimiento anteriormente existentes,

124
EL JUICIO ORDINARIO

pero ya superados o consentidos. Ac. W 72, 5-X-1954.


1105. -No desconocida la obligación ni la firma del deudor,
ni impugnado el documento que sirve de base a la ejecución, debe
declararse ineficaz la defensa de inhabilidad de título, si concu-
rren respecto del documento todas las demás condiciones de la
acción ejecutiva. El documento es inhábil cuando no es de los
enumerados en el Art. 399 del Cód. Pto. Civ., o no contiene una
obligación de dar suma líquida o exigible, o el que pretende
ejecutar, no es el titular del mismo, o se pretende ejecutar contra
quien no resulta del título ser el deudor de la obligación. Ac. N° 4,
24-11-1955.
11 06. -Esta excepción debe fundarse en vicios o deficiencias
que se refieran a las condiciones externas del título, capaces de
suprimir su fuerza ejecutiva. Ac. W 4, 24-11-1955.
1107. -Si el deudor opone bajo la denominación de inhabi-
lidad de título, una excepción fundada en la caducidad de la letra,
aunque haya usado la denominación del Art. 422, inc. 4° del Cód.
Pto. Civ., la excepción debe ser admitida, por cuanto en realidad se
ha operado la caducidad expresamente mencionada en el Art. 676
del Cód. Como Ac. N° 38, 20-VlI-1955.
1108. - La eficacia del título de la ejecución debe provenir
de su propia virtualidad formal y no de justificaciones ulteriores .
Cualquier elemento de juicio que se aportare a los autos como
medio probatorio es inócuo en cuanto a la fuerza ejecutiva de
aquél. A.I. N" 228, 16-IX-1955.
1110.- La causa de la obligación no puede ser discutida
dentro del proceso especial compulsivo; por eso, en presentándose
su discusión tiene que quedar necesariamente diferida para ser
ventilada y resuelta dentro del correspondiente juicio ordinario.
Ac. N" 102, 30-XlI-1955.
1112. - El hecho de completar los espacios en blanco en los
papeles de comercio negociables, está dentro de lo legal y corriente,
y dem uestra la conformidad de quien los entregó en tales condicio-
nes para ser llenados posteriormente mediante la enunciación de

125
FRANCISCO BAZAN

la fecha de vencimiento o de otros datos que integran el documento.


No puede prosperar la excepción de inhabilidad de título fundada
en tales circunstancias. A.1. N° 321, 20-XI-1956.
1114.- La alegación del ejecutado de que la obligación que
se ejecuta tiene causa ilícita por ser negocio usurario, no puede
considerarse en eljuicio ejecutivo que impide examinar la causa de
las obligaciones. A.1. N"s 10, 2-IV-1958, y 48, 3-VIIl-1961.
1116.- ** Esta excepción no puede fundarse en los antece-
dentes de la obligación, en los actos que le han dado origen,
trayéndose a colación la causa fuente de que emerge. Sólo puede
alegarse para fundarla en no ser el título de los que se refiere el Art.
399 del cód. Pta. Civ. y no reunir los siguientes que la ley
determina para traer aparejada ejecución: crédito en dinero por
cantidad líquida y exigible. Ac. N"s 5, 20-11-1958; 37, 18-V-1963 y
70, 23-IX-1963.
1117.- Es procedente la excepción de inhabilidad de título
si se ha omitido la preparación de la acción ejecutiva y el consi-
guiente reconocimiento de la firma del deudor, trámite esencial y
fundamental para promover la acción ejecutiva de documentos
que no traen aparejada ejecución. N o suple a estas omisiones las
manifestaciones del deudor formuladas al oficial de justicia en
ocasión de diligenciar el embargo preventivo. Ac. N° 3,17 -IlI-1958"
(Laconich, Seg. Sup!., págs. 205 al 207).
"1183.- * Cuando se invoca una espera, se debe acompañar
con el escrito de excepción el documento en el cual conste; en caso
de que el excepcionante no lo tuviera en su poder, debe señalar con
la máxima precisión el Registro Público u oficina en la cual se
encuentre. Ac. N° 68, 31-X-1957.
1184.- * No habiéndose presentado instrumento público ni
documento privado que documente la espera alegada, es proceden-
te el rechazo de la excepción. Ac. N° 11, 5-IV-1957.
"209. * Excepción de inhabilidad de título. La fuerza ejecu-
tiva de un documento debe nacer directamente de éste y no de los
elementos de juicio que posteriormente se aporten alas autos. La

126
EL JUICIO ORDINARIO

ejecutoriedad del título debe constar plenamente al iniciarse la


demanda, debe ser hábil ad-initio, sin depender de justificaciones
ulteriores. Lo contrario conduciría a que el ejecutante, con poste-
rioridad a la iniciación deljuicio, pudiera completar lajustificación
de la habilidad del título con pruebas que debió suministrar al
promover la acción, situación no permitida en esta clase dejuicio,
caracterizada por la celeridad de su tramitación, y porque el
ejecutado al excepcionar, no podría tener presente dichas compro-
baciones que hacían al derecho del actor. Acuerdo N° 8, 5-IV-1950.
210. - * El título ejecutivo ha de contener en el momento de
promoverse la acción, todos los requisitos que le confieren ese
carácter. De otra manera, dejaría de serlo, y no autorizaría el
procedimiento ejecutivo. Acuerdo N" 8, 15-IV-1950.
211. - * La determinación de la habilidad y, de consiguiente,
la de inhabilidad de un título, se hace en base al examen formal
del documento. Ello es perfectamente lógico, porque la acción
ejecutiva se desvincula de la relación jurídica substancial: su
fuerza compulsiva no arranca de ésta, sino del título mismo. Nada
se debe investigar que no conste del título mismo, éste es el único,
el total punto de apoyo de la acción. Acuerdo N" 60, 18-XII-1950".

411. Excepción de pago

Con el pago la obligación fenece, queda extinguida. El pago


debe referirse a la condena establecida en la sentencia cuya
ejecución se ha promovido. Debe tratarse de un pago total para que
la ejecución se paralice. Si se trata de un pago parcial, la ejecución
debe seguir por el saldo. El arto 527, C.P.C., establece que las
excepciones en la ejecución de sentencias "se probarán por las
constancias del juicio o por documentos que se acompañarán al
deducir la excepción, con exclusión de otro medio probatorio".
El Código, como se puede observar, es terminante al respec-
to; las pruebas no podrán rendirse en ninguna otra etapa, ni
podrán ser tomadas en cuenta si no se acompañaron al oponerse

127
FRANCISCO BAZAN

la excepción. A la vez, debe constar en documentos o surgir prima


facie , en forma concreta de las constancias del juicio.
"-El cheque carece de fuerza cancelatoria y el acreedor no
está obligado a aceptarlo.
-El pago debe ser hecho al acreedor y no a un tercero" (La
Ley, Trib. Apel. 3" Sala, Ac. y Sent. N° 102, 1986, año 9, N° 4).

412. Quita, espera o remisión

Son tres excepciones; la primera consiste en la renuncia que


el acreedor hace de una parte de la deuda a favor del obligado. Se
trata de la reducción de una porción de la obligación que, por
propia voluntad, efectúa el acreedor.
La espera se refiere al plazo. El acreedor dispone un apla·
zamiento en el cumplimiento de la obligación a favor del deudor,
otorgándole un plazo mayor que el fijado al establecerse la obliga-
ción; en el caso, mayor que el plazo que se ha determinado por el
juez en la sentencia.
"La excepción de espera solo procede cuando esté documen·
tado por escrito y cuando del escrito que se presenta surge en forma
clara, que el acreed orla ha concedido." (La Ley, 1979, año 2, N° 1.
TApel. Civil. y Com., sala 2, Asunción, mayo 24·978. Ac. y Sent.
núm. 43).
La remisión, por su parte, se refiere a la renuncia total del
crédito, realizada por el acreedor en beneficio del ejecutado. En la
situación, la remisión se opera con la devolución del documento de
obligación, o en caso de tratarse de carga o condena que consta en
una sentencia, con una manifestación hecha por escrito, debe
basarse en hechos cumplidos con posterioridad a la sentencia o
laudo (art. 527, C.P. C.) (como en la quita y espera) y no debe
consistir en simples promesas.

128
EL JUICIO ORDINARIO

413. Prueba de las excepciones

No se admiten más medios de prueba que las constancias del


juicio o documentos que se acompañarán al oponerse la excepción,
"con exclusión de otro medio probatorio". "Si no se acompañaren
los documentos, el juez rechazará la excepción sin sustanciarla",
dispone en forma concluyente el arto527, e.p.c. y agrega que "la
resolución será irrecurrible".
Nuestra justicia se ha pronunciado sobre las excepciones
mencionadas, sosteniendo que:
"206. - Es improcedente la apertura a prueba de la excep-
ción de espera si al interponerla no se ha invocado ni acompañado
documento alguno. Al. N° 45, 26-IV-1950" (Laconich , Primo
Supl., pág. 42).
1190.- La jurisprudencia elaborada en torno a esta excep-
ción no ha permitido que la claridad de la noción conceptual de la
espera sea obscurecida por elementos equívocos de interpretación
dudosa o incierta; por donde se ha establecido que la espera debe
surgir de prueba documental, exigiéndose cuando menos un prin-
cipio de prueba por escrito, y que la voluntad de esperar debe ser
expresa y claramente estipulada. Ac. N° 32, 23-VI-1958.
1191.- * Debe justificarse con prueba instrumental y no
existiendo principio de prueba por escrito, es inadmisible cual-
quier prueba testimonial para justificarla. Ac. W 4, 27-I1-1959.
1192.- No basta la alegación por parte del ejecutado sino
que es necesario probar por escritura pública o por documento
privado judicialmente reconocido, por tratarse de un plazo que el
actor acuerda a su deudor para el cumplimiento de su obligación,
de suerte que debe resultar dicha excepción clara y expresamente
documentada. Ac. W 86, 21-IX-1959.
1193.- * Es evidente que la espera ha de estar documenta-
da, y que dicha documentación debe acompañarse con el escrito
con el cual se opone la excepción, por lo mismo que importa una
modificación del convenio primitivo. Al. N" 136, 8-VI-1960.

129
FRANCISCO BAZAN

1194.- La espera que autoriza a oponer la correspondiente


excepción es la voluntaria concesión de un plazo para el pago de la
deuda, hecha por el acreedor, debiendo ser probada por escritura
pública o documento privado judicialmente reconocido, que deben
acompañarse en oportunidad de plantearse la excepción. Ac. N°s
42, 20-VII-1960; 63, 2-IX-1961; 7, 8-III-1962; 15, 27-I1I-1962 y 81,
16-XII-1963.
1195.- ** La espera debe estar expresamente convenida,
por escrito y no debe dar lugar a dudas su concesión voluntaria por
el acreedor; o también objetivada en recibos de sumas de dinero por
intereses adelantados correspondientes al servicio del capital
hasta la fecha que corresponda dichos intereses. Ac. N°s 22, 25-IV-
1962 y 40, 29-V-1963.
1196.- ** La espera debe asentarse en un instrumento
público o privado otorgado por el acreedor, judicialmente recono-
cido, no bastando la simple promesa y tampoco cabe su prueba
cuando se menciona su otorgamiento verbal, porque siendo una
modificación del contrato original, sólo cabe su otorgamiento en la
forma dicha. Ac. N" 39, 27-VII-1962.
1197.- * Corresponde rechazar la excepción de espera
opuesta si el acreedor negó terminantemente haberla concedido y
en autos no se agregó prueba alguna capaz de poner de manifiesto
su existencia. Ac. N° 48, 14-IX-1962.
1198.- ** Al oponerse la excepción de espera, debe
acompañarse la prueba por escrito emanada del acreedor. Si bien
es cierto que se admite también indicar el lugar en que se encuen-
tra el documento probatorio ---<)ficina pública- debe tener esa
manifestación del ejecutado visos de veracidad. Al. N° 259, U-X-
1962.
1199.- * El recibo de pago de intereses por adelantado,
implica el otorgamiento de una prórroga del plazo de la obligación
por todo el tiempo que los intereses fueron cobrados . Ac. N° 57,28-
VIII-1963 .
1201.- ** Remisión. Remisión de la deuda es condonación

130
EL JUICIO ORDlN ARIO

de la misma, no siendo suficiente la manifestación del deudor para


que proceda, si no la reconoce asimismo el acreedor, o si en caso de
negarla éste, aquél presenta los documentos de crédito que le
fueron devueltos en señal de ello. A.I. N° 236, 30-IX-1959"
(Laconich, Seg. Sup!., págs. 222, 223).

414. Resolución

No habiéndose opuesto excepciones dentro del plazo legal de


tres días, luego de trabado el embargo (art. 525, C.P.C.), lógica-
mente nada obstará para mandar continuar la ejecución. No
habiendo mediado defensa, la resolución deljuez de llevar adelan-
tela ejecución noes pasible de recurso alguno, considerando, desde
luego, que para recurrir de la sentencia, en el caso, se requiere de
las condiciones previstas en el arto 472, C.P.C.
En cambio, si se oponen excepciones, el juez deberá correr
traslado por tres días al ejecutante y una vez evacuadas, mandará
continuar la ejecución si no hiciere lugar a las excepciones y si las
hallare procedentes, rechazará la ejecución y ordenará el levanta-
miento del embargo.

415. Cumplimiento de la sentencia de venta

Consentida la sentencia por no haber recurrido de ella el


ejecutado, o una vez que haya quedado firme o ejecutoriada por
haber sido confirmada en alzada, se procederá para darle cumpli-
miento según las reglas establecidas para hacer efectiva la senten-
cia de remate (art. 530, C.P .C.), hasta hacerse pago al acreedor.
Nos referimos alas mismas enel Capítulo VIII, del tomo IV, de esta
obra; no obstante, diremos aquí algunos conceptos al respecto.

416. Dinero embargado

"Cuando lo embargado fuese dinero ---dispone el arto 475,

131
FRANCISCO BAZAN

C.P.C.- una vez firme la sentencia, el acreedor practicará la


liquidación del capital, intereses y costas, de la que se dará
traslado al ejecutado. Aprobada la liquidación, se hará pago
inmediato al acreedor del importe que de ella resultare". En el
caso, en ausencia de necesidad de llevar a cabo remate alguno,
porque lo embargado es dinero efectivo, se realizará el pago
inmediatamente de aprobada la liquidación. Esta es una liquida-
ción final, distinta a la mencionada en el arto 522, C.P.C., que
incluye, además del capital, los intereses irrogados hasta la fecha
en que se le efectúa realmente al acreedor, además de las costas
correspondientes al procedimiento o etapa de ejecución de la
sentencia.

417. Subasta de muebles o semovientes

En el arto 476, C.P. C., se establece que si el embargo hubiese


recaído sobre bienes muebles o semovientes, se ordenará su venta
en remate, sin base y al contado, por martillero público, que los
jueces designarán, ajustándose a la lista de la matrícula, debiendo
seguir el orden con que figurasen en dicha lista hasta completarla,
para volver a repetir la lista (art. 162, C.O.J .).
En la resolución que ordena la venta se mandará al deudor
que manifieste, dentro del plazo de cinco días, si los bienes se
hallan prendados o embargados. Si se encontraren prendados
deberá señalar el nombre y domicilio del acreedor y el monto del
crédito; mas si estuviesen embargados, deberá indicar el juzgado
y secretaría en los que radica el expediente y carátula del mismo.
Todos estos datos, desde luego, son necesarios para el juez de la
causa que deberá comunicar a los jueces embargantes la providen-
cia que decrete la venta y para citar a los acreedores prendarios con
anticipación no menor de cinco días a la fecha del remate, para que
tomen la intervención a que tengan derecho.
Los bienes embargados son pasibles de secuestro, a fin de ser
entregados al rematador público para su exhibición y venta.

132
EL JUICIO ORDINARIO

Cuando existan muebles registrables (automóvil, tractor, etc.), se


requerirá informe sobre las condiciones de dominio y gravámenes
de los mismos, a los registros correspondientes (Dirección General
de los Registros Públicos).

418. Aviso

La fecha de realización del remate debe anunCIarse por


avisos que se publicarán por tres días, en un diario de gran
circulación. En los edictos debe transcribirse en forma resumid a la
resolución que ordena el remate (arts. 477 y 142, C.P.C.).
La publicación deberá hacerse con anticipación de cinco días
a la fecha de realización del remate. En los avisos se indicarán las
cosas a sacarse a la venta pública, y en su caso, la cantidad, el
estado, y el lugar, día, mes, año y hora del remate, así como el
juzgado y secretaría donde se tramita el proceso; igualmente el
número del expediente y el nombre de las partes (art. 477, C.P.C.).

419. Publicidad de apoyo

A la publicidad obligatoria, precedente, se podrá agregar


cualquier otro medio de anuncio y difusión, que los interesados
deseen efectuar, a su costa (art. 478, C.P.C.).

420. Entrega de los bienes

Pagada la totalidad del precio de los bienes subastados, y


aprobado judicialmente el remate, el martillero público procederá
a hacer entrega al comprador de los bienes adquir idos por éste en
el acto de la subasta.
El rematador deberá depositar en el Banco en que se efec-
túan los depósitos judiciales, Banco Central del Paraguay, el
importe obtenido en la subasta, dentro de las veinticuatro horas.
De ese importe, se le debe hacer pago inmediato al acreedor.

133
FRANCISCO BAZAN

421. Subasta de inmuebles

Para la subasta de inmuebles se deberá designar rematador


público, en la misma forma que para la venta de muebles y
semovientes (art. 162, C.O.J.).
Eljuez solicitará certificado del Registro Público referente a
los gravámenes y embargos que reconozcan los inmuebles y
ordenará al ejecutado que en el plazo de tres días presente los
respectivos títulos de propiedad, bajo advertencia de que si no
hiciere, se sacará a su costa copia de dichos documentos.
Una vez cumplidas las gestiones mencionadas, el juez dis-
pondrá el remate de los inmuebles (art. 480, C.P. C.).

422. Base para el remate

Cuando se trata de subasta de inmuebles se debe ordenar el


remate con una base que puede fijarse tomando en cuenta la
valuación fiscal, que podrá acreditarse con la boleta de pago del
impuesto inmobiliario, y cuando no se disponga de dicho recaudo,
el valor-base podrá determinarse por medio del informe de dicha
oficina, excepto cuando se fije por leyes especiales (art. 481,
C.P.C.). Para bancos y financieras en ejecuciones hipotecarias y
prendarias, la base es el valor de la deuda si no fuese inferior al
valor fiscal (art. 73, Ley N" 417).

423. Subastas sucesivas

Tratándose de la venta de varios inmuebles, el juez podrá


disponer el remate en diferentes fechas, suspendiéndose las ven-
tas cuando el precio alcanzare a cubrir el capi tal, intereses y costas
requeridos por el ejecutante (art. 482, C.P.C.).

134
EL JU ICIO O RDINARIO

424. Liberación de los bienes

Aun después de realizado el remate, pero antes de ser pagado


el saldo del precio, el ejecutado podrá rescatar, recobrar los bienes
subastados, depositando el monto del capital, intereses y costas,
más una suma equivalente al doble de la seña, a favor del
comprador. Es una opción en pro del dueño de los bienes remata-
dos, que muestra la voluntad de efectivizar la obligación que se le
impone en la sentencia, satisfaCIendo a la vez una cantidad igual
al doble de la seña, a favor del comprador de los bienes sacados a
remate, además del equivalente al capital, intereses y costas.

425. Avisos

La subasta, tratándose de inmuebles, se anunciará en un


diario de gran circulación, durante cinco días, con anticipación de
ocho días a la fecha del remate. El juez podrá abreviar el plazo de
la publicación, si se tratare de un bien raíz de poco valor (art. 484,
C.P. C.).

426. Contenido de los avisos

En los avisos se determinará el nombre del ejecutante, el


nombre del propietario, el número de finca, cuenta corriente
catastral o padrón en su caso , la localidad y la dirección y nombre
actual de la~ calles de los inmuebles urbanos a ser subastados; y
cuando se tratare de inmuebles rurales, el pueblo, localidad ,
paraje o compañía donde radicaren los bienes; so pena, en caso de
incumplimiento, de la cancelación de la matrícula de rematador,
de la pérdida de la comisión que le correspondiere y la nulidad del
remate (art. 168, C.O.J.).
Además de especificar el inmueble, se deberá señalar su
superficie y linderos , la base de la subasta, las condiciones de la
venta, estado de ocupación, lugar, día, mes, año y hora de realiza-

135
FRANCISCO DAZAN

ción del remate, yjuzgadoy secretaría donde se tramita el proceso,


número del expediente, nombre de las partes y horario dentro del
cual se podrá examinar los títulos de propiedad. También se
deberá indicar el monto de las expensas comunes correspondien-
tes al último mes y la deuda por tal concepto, cuando se tratare de
un bien sujeto al régimen de propiedad hori:<onLal (por pisos o
departamentos).
Podrá efectuarse publicidad adicional, por cualquier otro
medio (pasacalles, carteles, diarios, radiofónico, televisivo, etc.
(arts. 168 e.o.J. y 485, c.p. C.).

427. Falta de postores

El primer remate puede frustrarse por falta de postores. Si


ello ocurriere el ejecutante puede pedir: a) un nuevo remate, con
una reducción de la base en un vemticlllco por ciento, o b) que se
le adjudiquen los bienes por las dos terceras partes de la base de
la subasta.
y se ordenará la venta sin base, si no obstante la red ucción
hecha para el segundo remate. no se presentaren licitadores (art.
486, e.p.e.). Estos, en el caso de optar por la compra, deberán
entregar al rematador el im porte de la comisión (sobre el monto de
la adjudicación. el dos por ciento por propiedades raíces y el cuatro
por ciento por muebles y semovientes); de los gastos de remate
(locomoción, publicidad , etc.), yel diez por ciento en concepto de
seña, importe que será depositado a la orden del juez, dentro del
día siguiente, en el Banco en que se efectúan los depósitosjudicia-
les (art. 487, e.p.e.).

428. Suspensión del remate. Comisión del rematador

Si se suspende la subasta, el peticionante de la suspensión


deberá consignar la suma que el juzgado fije para el reembolso al
rematador de los gastos de publicaCión , transporte de las cosas , si

136
EL JUICIO ORDINARIO

los hubiere, más el cincuenta por ciento de la comisión que le


hubiese correspondido de haberse llevado a cabo la subasta (art.
167, C.O.J.). La misma comisión le corresponderá al martillero si
la venta hubiese fracasado por falta de postores, si se adjudicare
el bien al ejecutante, tomándose como base para el cálculo de la
comisión, el monto por la que se le adj udica. En cambio, si se trata
de bienes muebles o semovientes, la media comisión se determina-
rá tomando como base el monto del crédito reclamado. Si existiere
urgencia para ordenar la suspensión, el juez podrá establecer
provisoriamente el monto de los gastos de publicación y transporte
de las cosas, si las hubiere, a objeto de que, previo depósito de la
cantidad pertinente, se ordene la suspensión.

429. Rendición de cuentas

El rematador deberá rendir cuentas de la subasta dentro de


los tres días de realizada. Si no lo hiciere, sin justa causa, se le
impondrá una multa que no podrá ser mayor de la mitad de la
comisión (art. 489, C.P.C.).
El comprador deberá constituir domicilio dentro del asiento
del juzgado, a fin de no tenérsele por constituido en la secretaría
deljuzgado o tribunal y no tenérsele por notificado automáticamente
de los actos procesales, los días martes o jueves inmediatamente
subsiguientes a aquél en que fueron dictadas las resoluciones
judiciales.
Deberá depositar en el Banco en que se hacen los depósitos
judiciales el precio de lo rematado, dentro de los cinco días de
aprobada la subasta. Y podrá requerir la indisponibilidad de lo
depositado hasta que se le otorgue la escritura correspondiente y
se le ponga en posesión del inmueble comprado, libre de ocupantes,
siempre que la demora no la cause él. Del precio se podrá disponer
para el pago de los gastos de escrituración y de los impuestos.
Si la compra se realiza en comisión, el comprador deberá
indicar, dentro del plazo de cinco días, el nombre y domicilio de su

137
rRANCISCO BAZAN

comitente, en presentación firmada por ambos; de lo contrario, se


lo tendrá , en vez del comprador, al comitente por adjudicatario
definitivo, y quedará fijado el domicilio de éste en la secretaría del
juzgado o tribunal y automáticamente notificado (arts. 491 y 48,
C.P.C.).

430. Adquisición por el ejecutante

En tal caso, el ejecutante sólo estará obligado a pagar el


excedente del precio de compra que sobrepase su crédito y si el
excedente no alcanzare a cubrir los impuestos y costas del juicio,
deberá consignar además la suma que faltare al efecto.
El art. 493, C.P. C., respecto de la escrituración, dispone: "La
escritura será extendida por el escribano que designe el juez a
pedido del ejecutante. Si no compareciere el ejecutado, el juez
firmará la escritura en su nombre".
Para la escrituración se levantarán los embargos e inhibicio-
nes, comunicándose a los jueces que los decretaron. Los embargos
quedarán transferidos sobre el precio. Este quedará embargado
para responder por el crédito que dio motivo a la medida cautelar
(art. 494, C.P.C.). En cambio, la anotación de la litis, si existiere,
subsistirá.

431. Postor remiso

Si la venta no se concretarP. por causa debida al postor, a


quien se hubiese adjudicado el inmueble subastado, se ordenará
un nuevo remate, con la reducción de la base, en un veinticinco por
ciento, debiendo responder el licitador reacio por dicho porcentaje,
así como por los intereses irrogados luego del primer remate y por
las costas causadas por su renuencia. Sejustifica, sin duda, que el
postor que demora el cumplimiento de su obligación de depositar
en el Banco Central del Paraguay el precio del bien adquirido en
la subasta, sea responsable de los conceptos indicados, además de

138
EL JUICIO ORDINARIO

la pérdida de la cantidad entregada como seña. Pues su desidia


incide negativamente sobre los intereses de los intervinientes en
el juicio. Hecha la liquidación de la reducción del veinticinco por
ciento de la base, de los intereses acrecentados y de las costas
ocasionadas por el remate frustrado por su negligencia, la
efectivización de los mismos podrá concretarse por el procedimien-
to de ejecución de sentencia (art. 495, c.p. C.).
Para el perfeccionamiento de la venta, se requieren: a) la
aprobaciónjudicial del remate, y b) abonar, dentro de cinco días de
tal aprobación, el precio del inmueble subastado, aunque el com-
prador haya solicitado su indisponibilidad hasta el momento de
otorgársele la escritura pertinente (art. 496, c.p. C.).
Para plantear la nulidad de la subasta existe el plazo de cinco
días, a partir de su realización, con traslado por igual plazo a cada
uno: al ejecutante, ejecutado, martillero y adjudicatario (art. 497,
e.pe.).
Pagado el precio, si el ocupante del inmueble fuese el ejecu-
tado, procederá contra él el desalojo, con orden librada por el
mismo juez de la ejecución, que determinará un plazo no mayor de
quince días, bajo advertencia de lanzamiento.
Si se tratare de terceros ocupantes ajenos al procedimiento
de ejecución, no procederá el desalojo, en primer término por ser
extraños a dicho procedimiento, o porque podría, p.e., tener la
calidad de poseedor. Si el comprador no pudiese obtener la pose-
sión, en el plazo de treinta días, podrá renunciar a la compra y
recuperar el precio del Banco en que lo haya depositado, natural-
mente mediante la respectiva orden judicial (arts. 499 y 500,
c.p. C.).

432. Liquidación

El ejecutante deberá presentar la liquidación del capital,


intereses y costas. Si no lo efectúa en el plazo'de cinco días, desde
que se pagó el precio o desde de la aprobación del remate, lo podrá

139
FRANCISCO BAZAN

hacer el ejecutado. En cualquiera de ambas circunstancias el juez


deberá dar traslado a la otra parte por el plazo que él fijara, y en
caso de silencio de su parte, al respecto, el traslado ha de ser por
el término de cinco días (art. 146, C.P.C.). Evacuado el traslado, el
juez deberá resolver aprobando o modificando la liquidación,
conforme a derecho, no precisamente según las pretensiones de las
partes, cuando ello no se ajustare a la ley, aunque no se haya
observado la liquidación presentada.
Aprobada la liquidación se pagará al acreedor. El ejecutado
podrá exigir, para que el ejecutante reciba el capital e intereses,
que preste fianza, a las resultas del juicio ordinario que fuere a
instaurar. La fianza quedará cancelada, sin necesidad de declara-
ción expresa, en caso de que el ejecutado no promoviese dicho juicio
de conocimiento dentro del plazo .de treinta dias, a partir de la
fecha en que la garantía se concedió.

433. Preferencia

Las cantidades depositadas responderán al ejecutante, a


excepción de lo que corresponde a las costas, o al pago de otro
crédito privilegiado, que puede ser hipotecario o prendario, o
preferente por corresponder a una ejecución o embargo anterior
(art. 502 , C.P. C.).

434. Liquidación en casos especiales

Cuando las cuentas "fueren muy complicFlnas O de lenta y


difícil justificación o requieren conocimientos especiales, serán
sometidas a la decisión de uno O tres peritos, según la importancia
del asunto". Liquidaciones a efectuarse por contadores, ingenie-
ros , arquitectos u otros profesionales calificados que tuviesen que
r ealizar avaluaciones complejas, previo examen y estudios de de-
terminados objetos que demandasen conocimientos técnicos, pro-
pios. El o los peritos, deberán ser designados por eljuez, de oficio.
El plazo para dictaminar los peritos, lo establecerá el juez (art.
53 1, e .p.e.).

140
CAPÍTULO TRIGÉSIMO CUARTO

EJECUCION y EFICACIA DE SENTENCIAS


DICTADAS POR
TRIBUNALES EXTRANJEROS

435 . Procedencia. 436. Cuando no hubiere tratado. Requisitos. 437 .


Sustanciación. 438. Exequátur. 439. Laudos arbitrales. 440. Medi-
das cautelares .

435. Procedencia

Para que tenga fuerza ejecutoria una sentencia extranjera,


dentro del territorio nacional, vale decir, para que tenga autoridad
de cosajuzgada y se permita su ejecuciónjudicial, deberá ajustarse
a los términos de los tratados celebrados con el país de que
provengan, siempre, desde luego, que existan tratados celebrados
con el país donde tuvo su origen la sentencia. Tallo que expresa-
mente dispone el arto 532, e.p.e.
La República del Paraguay tiene celebrado al respecto el
Tratado firmado en Montevideo el 11 de enero de 1888, aprobado
por ley nacional, el 3 de setiembre de 1889, conocido por ello en el

141
FRANCISCO B AZAN

país como Tratado de Montevideo del año 1889. El Tratado es de


Derecho Procesal Internacional y lo suscribieron las Repúblicas de
Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay.
Los artículos 5°, 6° y 7° de dicho Tratado establecen:
"TITULO II. Del cumplimiento de los exhortos, sentencias y
fallos arbitrales:
Art. 5°. _ Las sentencias y fallos arbitrales dictados en
asuntos civiles y comerciales en uno de los Estados signatarios,
tendrán en los territorios de los demás, la misma fuerza que en el
país en que se han pronunciado, si reúnen los requisitos siguien-
tes :
a) Que la sentencia o fallo haya sido expedido por tribunal
competente en la esfera internacional;
b) Que tenga el carácter de ejecutoriado o pasado en autori-
dad de cosa juzgada en el Estado en que se ha expedido;
c) Que la parte contra quien se ha dictado, haya sido legal-
mente citada y representada o declarada rebelde, conforme a la ley
del país en donde se ha seguido el juicio;
d) Que no se oponga a las leyes de orden público del país de
su ejecución.
Art. 6°._ Los documentos indispensables para solicitar el
cumplimiento de las sentencias y fallos arbitrales, son los siguien-
tes:
a) Copia íntegra de la sentencia o fallo arbitral;
b) Copia de las piezas necesarias para acreditar que las
partes han sido citadas;
c) Copia auténtica del auto en que se declare que la sentencia
o laudo tiene el carácter de ejecutoriado o pasado en autoridad de
cosa juzgada, y de las leyes en que dicho auto se funda.
Art. 7°. _ El carácter ejecutivo o de apremio de las senten-
cias o fallos arbitrales, y el juicio a que su cumplimiento dé lugar,
serán los que determine la ley de procedimientos del Estado en
donde se pide la ejecución".
La Constitución, los tratados, convenios y acuerdos interna-

142
EL JUICIO ORDIN ARIO

cionales aprobados y r atificados, entre otros , integran el derecho


positivo internacional (art. 137, Constitución Nacional).
Reunidos los requisitos establecidos en los artículos
transcriptos, se ejecutarán las sentencias según lo que determine
la ley de procedimientos del Estado en donde se pide la ejecución,
tanto de las sentencias como de los fallos arbitrales (art. 7°,
"Tratado ... ".

436. Cuando no hubiere tratado. Re quisitos

Si no existiere tratado con el país donde se originaron y de


donde provienen las sentencias, serán ejecutables, siempre que se
cumplan los siguientes requisitos previstos en el
"Art. 452. Procedencia.- La sentencias dictadas por los
tribunales extranjeros tendrán fuerza ejecutoria en los términos
de los tratados celebrados en el país de que provengan.
Cuando no hubieren tratados, serán ejecutables si concurren
los siguientes requisitos:
a) que la sentencia, con autoridad de cosa juzgada en el
Estado en que fue pronunciada, emane de tribunal competente en
el orden internacional y sea consecuencia del ejercicio de una
acción personal o de una acción real sobre un bien mueble, si éste
ha sido trasladado a la República durante o después del juicio
tramitado en el extranjero;
b) que no se halle pendiente ante un tribunal paraguayo una
litis con el mismo objeto y entre las mismas partes;
c) que la parte condenada, domiciliada en la República,
hubiese sido legalmente citada y representada en el juicio o
declarada rebelde conforme a la ley del país donde se sustanció el
proceso;
d) que la obligación que hubiere constituido el objeto del
juicio sea válida según nuestras leyes;
e) que la sentencia no contenga disposiciones contrarias al
orden público interno;

143
FRANCISCO BAZAN

D que la sentencia reúna los requisitos necesarios para ser


considerada como tal en el lugar en que hubiere sido dictada, y las
condiciones de autenticidad exigidas por la ley nacional; y
g) que la sentencia no sea incompatible con otra pronuncia-
da, con anterioridad o simultáneamente, por un tribunal paragua-
y.
O"

437. Sustanciación

El pedido de ejecución de sentencia pronunciada por un


tribunal extranjero, se debe efectuar ante el juzgado de primera
instancia, que se halle de turno en el momento que se solicite.
"Antes de resolver -consigna el arto 534. C.P. C.- el juez
correrá traslado a la persona condenada en el fallo, por el plazo de
seis días, debiendo notificársele por cédula, y al Ministerio Fiscal,
por igual plazo.
"En caso de oposición, se aplicarán las normas de los inciden-
tes.
"Si se dispusiere la ejecución solicitada, ésta se tramitará
conforme a las disposiciones del Capítulo 1 de este Título."
Consecuentemente, la ley exige un trámite previo, que una
vez cumplido permitirá que se aplique en el país las sentencias
dictadas por tribunales extranjeros.
Recibida la solicitud, el juez deberá dar participación a la
persona condenada en el fallo, corriéndole traslado del mismo por
el plazo de seis días, que se le notificará por cédula. Por igual plazo
le deberá correr traslado al Ministerio Fiscal.
En caso de que la persona condenada en la sentencia se
opusiere a la misma, se deberá tramitar la cuestión por el proce-
dimientodelos incidentes, vale decir, de acuerdo alodispuestopor
los artículos 180 a l 191, C.P.C ..
Una vez evacuados los respectivos traslados, por la persona
aludida en la sentencia y porel agente fiscal, y en caso de oposición,
recibida la prueba o vencido el plazo sin que ninguna de las partes

144
EL JUICIO ORDINARIO

la hubiese ofrecido, eljuez, sin más trámite, dictará resolución. En


todo lo demás, como se ha señalado, son de aplicación las normas
referentes a los incidentes. Si se acogiere la ejecución solicitada,
ella se tramitará conforme las reglas establecidas para la ejecu-
ción de sentencia.

438_ Exequátur

Cuando no existe tratado celebrado con el país en donde se


dictó la sentencia en cuya ejecución hay interés, se requiere
previam ente el exequátur, que consiste en la autorización para
que se dé cumplimiento en el país a sentencias dictadas por
tribunales extranjeros, una vez llenadas determinadas condicio-
nes , porque, como señala Alsina, "no es posible que un Estado
permita la ejecución en su territorio de la sentencia dictada por un
juez de otro Estado sin verificar si se han respetado las garantías
mínimas establecidas por sus propias leyes para la defensa de los
derechos ante la justicia".
Constatado por el juez de primera instancia que se han
cumplido los requisitos previstos por los artículos 532 y 533 ,
C.P. C., concederá el exequátur.
Por otra parte, cuando en un juicio "se invocare la autoridad
de una sentencia extranjera, ésta sólo tendrá eficacia una vez
observados los requisitos del arto532, C.P.C., que harán posible la
concesión del exequátur" (art. 535, C.P.C.).

439. Laudos arbitrales

Si existe tratado celebrado con el país de donde procedan,


tendrán fuerza ejecutoria, autoridad de cosa juzgada que permita
su ejecución judicial, según los términos de dicho tratado.
"A falta de tratados -dispone el arto 536, C.P. C.- las
tendrán si en el Estado de que provienen tienen la misma autori-
dad que las sentencias de tribunales judiciales, en cuyo caso serán

145
FRANCISCO BAZAN

aplicables las disposiciones de este capítulo", vale decir,las dispo-


siciones destinadas a la ejecución de las sentencias dictadas por
tribunales extranjeros.

440. Medidas cautelares

Los jueces paraguayos deben dar cumplimiento a las medi-


das cautelares que les fueren solicitadas por jueces extranjeros,
cuando se cumplieren las condiciones que las hagan procedentes .
Ellas son: a) que correspondan conforme al derecho paraguayo.
Por ejemplo, si la obligación en la que se funda la medida cautelar,
no es válida según nuestras leyes, no podría dar lugar a ninguna
clase de interdicción; y b) que el peticionante diere contracautela,
conforme al arto693, inc. c) c.p.C., que dispone: "Quien solicite una
medida cautelar deberá, según la naturaleza de ella: otorgar
contracautela para responder de todas las costas y de los daños y
perjuicios que pudiere ocasionar si la hubiese pedido sin derecho,
salvo aquellos casos en que no se la requiera por la naturaleza de
la medida solicitada".
La persona que actuare con beneficio de litigar sin gastos o
eximida de dicha obligación por el e.p.e., se halla exenta de dar
caución (art. 707, inc. b), e.p.e.).
El arto 537, e.p.e. es concluyente y las razones son obvias al
respecto, en relación a las medidas cautelares pedidas por jueces
extranjeros, por cuanto una medida de dicha índole significa un
acto de compulsión contra una persona o sus bienes, y en ello ha de
jugar el interés fundamental del derecho de la parte afectada por
la medida y aun el orden público interno del país, que no debe
infringirse impunemente. En toda ejecución de sentencias dicta-
das por tribunales extranjeros, entra en juego, sin duda, a la par
de un requerimiento de concreción de justicia, la soberanía y la
jurisdicción del país donde se va a ejecutar la sentencia pronuncia-
da en otro.
Las medidas cautelares se dictan con anterioridad a la

146
EL JUICIO ORDINARI O

declaración de voluntad y de antemano, muchas veces, a la


intervención de la parte dem andada, y por tanto, a su posible
defensa; se dictan para asegurar, anticipadamente, la eficacia de
la resolución a pronunciarse en el juicio. Se sabe que pueden ser
pedidas y diligenciadas antes o después de radicada la demanda,
si es de antemano, sin intervención del afectado por la medida, ya
que no es indispensable que éste previamente reconozca el derecho
que se invoca, ni la sentencia que lo declare. La medida, sin duda,
incide en desmedro de la disponibilidad del patrimonio del afecta-
do por ella. Se justifica plenanlente, entonces, que se exija contra-
cautela para responder de todas las costas y de los daños y per-
juicios que pudiere ocasionar la medida al titular de los bienes o a
su persona, en el caso de haberse solicitado sin derecho el pedido
proviniente de un tribunal extranjero.
Consecuentemente, se halla justificada mayormente la
con tracautela, como condición para disponer la medida precautoria,
cuando el pedido proviene de un tribunal extranjero. La especie y
monto de la fianza deberá ser graduada, ajustada prudentemente
por el juez o tribunal , teniend o en cuenta la mayor o menor vero-
similitud del derecho y la circunstancia del caso. No sólo podrá ser
prestada por la parte ejecutante; podrá ser suministrada también
por tercero (art. 704 C.P.C.).

147
CAPÍTULO TRIGÉSIMO QUINTO

PROCEDIMIENTO EN
SEGUNDA INSTANCIA

441. Primera actuación del tribunal de apelación. 442. Varios y


distintos apelantes. 443. Forma de fundar la expresión de agraVlos.
444. Poderes del tribunal. Límites. 445. Cuestiones sobre las que
puede fallar, aunque no se hubiesen propuesto ante el inferior . 446.
Mayoría e integración. Estudios de los expedientes. 447. Forma de
l as resoluciones.

441. Primera actuación del tribunal de apelación

Elevado el expediente al superior, si el recurso se hubiere


concedido, la primera acción del tribunal ha de consistir en
examinar la forma en que fue concedido el recurso, ya que el
superior no se encuentra obligado por el modo en que el inferior lo
hubiese otorgado y puede, de oficio o a petición de parte, modificar-
lo de acuerdo a lo que corresponde por derecho, sea libremente o en
relación (art. 417, C.P.C.).
"1827. Examen previo. El Trib. Ap., antés de entrar a consi-
derar las pretensiones de los litigantes, debe examinar si el

149
FRANCIS CO BAZAN

recurso o el incidente han sido interpuestos en tiempo oportuno; él


es de orden público, y el principio de la prec!usión procesal no
puede ser soslayado ni objeto de conformidad por las partes para
dejarlo sin efecto, porque ello conspiraría contra la economía
procesal ya que las causas se eternizarían, lo que iría en desmedro
de la Administración de Justicia. Ac. N°s ** 12, 31-V-1957; ** 25,
15-Vl-1957; ** 34, 16-X-1957; ** 7, 20-II-1958; 6, 20-I1I-1958; **
15, 22-I1I-1958; 57, 21 -IV-1958; ** 24, 23 -IV-1958; * 89, 31-V-
1958; ** 133, 4-VIII-1958; ** 133 bis, 4-VIII-1958; 264, ll -Xl-
1958; ** 27 , 22-V-1959; ** 55, 8-X-1959; ** 69, 9-X-1959; ** 71, 12-
Xl-1959; ** 74, 17-XI-1959; ** 10, 13-II-1960; * 204, 24-VlII-1961;
261, 24-VlII-1961 ; * 292, 17-Xl-1961; * 341, 29-XlI-1961; * 102, 12-
V-1962; ** 232, 24-IX-1962; ** 225, 9-X-1962; ** 275 , 22-X-1962;
** 335 , 24-XII-1962; 243, 17-IX-1963 y 261, 16-IX-1963".
(Laconich, Seg. Sup!. p. 335).

"346. Examen previo si el recurso ha sido bien o mal concedi-


do. El Trib. Ap. debe investigar, antes de entrar a estudiar el fondo
del asunto, si los recursos han sido bien o mal concedidos. El
Tribunal no se encuentra ligado a este respecto por la conformidad
de las partes litigantes, ni por la resolución del Juez de primer
grado, aun cu ando ella se encuentre consentida. Esa revisión
puede hacerse de oficio, porque es de orden público. A.l. N°s * 156,
29-VI-1943; * 369, 21-X-1944; Acuerdo W 27, 21-VII-1947"
(Laconich, Rep. Jurisp. , p. 121).
Pueden presentarse diversas situaciones respecto a 1" form"
en que se concedió el recurso y a lo que pretendiesen las partes.
Puede resultar de la observación del expediente, que el
apelante no tiene carácter de parte; que el recurso se interpuso
fuera de plazo; o que se haya impugnado una resolución judicial
irrecurrible; situaciones éstas que hacen a la improcedencia de
concesión de recursos . El tribunal superior puede disponer mal
concedido los mismos , sea que se le haya solicitado por la parte
inter esada para que no se concedan, o de oficio, por propia inicia-

150
EL JUICIO ORDINARIO

tiva del superior, ya que no se encuentra obligado por la forma en


que se hubiese otorgado.
Otras situaciones se presentan cuando el recurrente entien-
de que el recurso otorgado en relación debió serlo libremente,
forma que abre en segunda instancia mayor amplitud para la
discusión y revisión de la resolución impugnada.
Por la forma el recurso puede ser otorgado libremente o en
relación, forma que tiene que ver con el trámite que es diferente
según se conceda. Por el modo, tiene que ver con los efectos que
pueden ser, con efecto suspensivo (se suspende los efectos de la
sentencia y su inmediata ejecución), y sin él (en cuyo caso se puede
disponer por el juzgado seguidamente su ejecución).
El arto 399, C.P. C., dispone que el mismo juez que otorgó el
recurso, a petición de parte que entienda que el recurso ha sido mal
concedido, en cuanto a su forma o su efecto, podrá rectificarlo, si
ello se solicitare dentro del día siguiente. Su resolución será
pronunciada sin más trámite, de plano. "Esta norma -dice dicho
artículo-- regirá sin perjuicio de la facultad otorgada al tribunal
superior", que no se encuentra obligado por la forma en que se
hubiere otorgado el recurso y puede modificarlo, de oficio o a
petición de parte , conforme a derecho (art. 417, e.p.c.).

A continuación incluimos notas de jurisprudencia que no ha


variado, y que en algunos casos ha llegado a fundamentar y
recogerse en norma positiva expresa en el Código Procesal Civil.
"1893. * R ecurso mal concedido. Procede declarar mal conce-
dido el recurso si el inferior lo concedió a quien no era parte ni
ejerce la representación de ninguna de las partes. A.l. N° 74, 30-
IV-1953."
"1894. R eformatio in peius. El Trib. Ap. , carece de competen-
cia para modificar la sentencia recurrida en perjuicio del apelante,
si no media también apelación de la contraparte. Ac. N° 10, 20-111-
1961; A.I. N" ** 101, 27-IX-1957." (Laconich, Seg. Supl., p. 346).
"484. Mejora de apelación. No puede el apelante solicitar

151
FRANCISCO BAZAN

mejora de apelación, si ésta ha sido mal concedida por el a-quo. Al.


N' 13, 25-II-1947."
"485. -Si el Juez concedió el recurso en relación, correspon-
diendo hacerlo libremente, procede que el Trib. Apl. , a petición de
parte, modifique la forma en que fue concedido. Al. N°s 92, 29-V-
1942; 119, 30-V1-1942; 162, 12-V1II-1942; 163 , 12-VlTT-1942; * 5,
7-III-1944; * 148, 10-V1-1946." (Laconich, Rep. Jurisp., p. 152).
"404. Recurso concedido libremente debiendo haberlo sido en
relación. Si el recurso debe concederse en relación, y el inferior lo
otorgó libremente, el Trib. Apl., de oficio, o a petición de parte, debe
substanciar el recurso con observancia de la disposición legal que
rige la forma de concesión. Al. N°s 83, 5-IV-1940; 116, 23-IV-1940;
158, 7-V-1940; 243, 30-V1-1940; 389, 4-IX-1940; 472, 23 -X-1940;
491, 31-X-1940; 492, 31-X-1940; 526, 12-XII-1940; 29, 21 -IV-1941;
53, 18-III-1943; 108, 21-IV-1943; 235, 3-V1II-1943; 1:.430, 18-XII-
1943; 14, 17-III-1945; 193, ll-V1II-1945; 249, 27-IX-1945; * 346,
18-X-1945; 312, 30-XI-1945; * 410, 19-XII-1945; * 9, 9-II-1946;
338, 29-X-1946; 61, 31-1II-1947; * 164, ll-V1I-1947." (Laconich,
Rep. Jurisp. p. 130).

442. Varios y distintos apelantes

Si los apelantes fueren varios, el plazo corre para cada uno


de ellos , en forma independiente, y empezará a transcurrir el
término para expresar agravios desde la respectiva notificación
del recurso otorgado a cada recurrente.
"Si distintas partes hubieren apelado de la misma resolu-
ción, sus recursos se sustanciarán por separado", consigna el arto
418 , e.p.e. Es decir que se le dará trámite individual, por no ser
plazo común el que tiene cada impugnante de la resolución.

152
ELlUICIO ORDIN ARIO

443. Forma de fundar la expresión de agravios

Los artículos 424, 425 Y 426, C.P.C., disponen:


"Art. 424. Expresión de agravios. Cuando el recurso se
hubiere concedido libremente, en el mismo día en que los autos
llegaren al Tribunal, el secretario dará cuenta de ello al Presidente
y éste ordenará que el recurrente exprese agravios dentro de diez
y ocho días.
Del escrito de expresión de agravios se dará traslado por
igual plazo al apelado.
"Art. 425. Deserción del recurso. Si el recurrente no expresare
agravios en el plazo establecido, la resolución impugnada quedará
firme para él, sin necesidad de petición ni declaración judicial
alguna, debiendo ordenar de oficio el tribunal la devolución del
expediente a primera instancia.
"Art. 426. Falta de contestación de la expresión de agravios.
Si el recurrido no contestare el escrito de agravios dentro del plazo
señalado, no podrá hacerlo en adelante y la instancia seguirá su
curso,"
Procesalmente, los artículos transcriptos, son por demás
elocuentes. Desde décadas atrás existe criterio formado respecto a
la índole que debe revestir la expresión de agravios. Tanto la
doctrina como la jurisprudencia y actualmente el propio Código
Procesal Civil da un concepto de ella.
El arto 419, C.P.C. establece: "El recurrente hará el análisis
razonado de la resolución y expondrá los motivos que tiene para
considerarla injusta o viciada. No llenándose esos requisitos se
declarará desierto el recurso".
La justicia nacional se ha pronunciado en forma conteste al
respecto, en reiteradas ocasiones.
"347. * Expresión de agravios. Concepto. En el escrito de
expresión de agravios, el recurrente debe examinar los fundamen-
tos de la sentencia y concretar los errores que a su juicio ella
contiene. Los puntos consentidos quedan excluidos de la discusión.

153
FRANCISCo.BAZAN

A.l. W 20, 23-Il-1946; Acuerdos Ws 1, 10-IlI-1944; 3, 15-IIl-1944;


34,30-VI-1945."
"1821. - No conteniendo el escrito presentado la crítica de
la resolución apelada, con la mención de los errores contenidos en
ella y que han podido lesionar sus derechos, no puede ser conside-
rado como expresión de agravios; por lo que procede declarar
abandonado el recurso, con costas. A.l. N°s 389, 18-XI-1959 Y 412,
24-XI-1960"
"1829.- ** La facultad de revisión del Trib. Ap. se circunscribe
a la medida de los agravios del apelante. Las partes o capítulos del
fallo en revisión que no fueron objeto de crítica pormenorizada o
análisis razonado, punto por punto y una demostración de los
motivos que se tienen para considerar que él es erróneo, constitu-
yen capítulos firmes e inamovibles fuera de discusión. Ac. N° 13,
18-I1I-1958.
"1830. - Con sujeción a los principios preceptivos que
gobiernan el recurso de apelación, la corrección de los errores de
juicio del magistrado inferior se propone a l Trib. Ap. mediante la
expresión de agravios, debiendo darse por consentidos los puntos
de derecho resueltos y no objetados expresa o tácitamente por el
recurrente. Ac. N°s 78, 17-X-1957 y 69, 23-X-1958.
"1831. - El recurso de apelación debe fundarse en un error
de juicio del sentenciador, contenido en la sentencia, no siendo
válido referirse por vía de agravios a objeciones formuladas con
anterioridad, cuando la resolución todavía no había sido adoptada:
no hRy agravios fllÜlroS . Ac. N°s 28, 10-VI-1958 y 19, 23-ITJ-1959.
"1832. - ** El escrito para ser considerado t al debe contener
una crítica fundada en las apreciaciones del sentenciador, vertidas
en la sentencia apelada y el señalamiento de los errores que la
misma contiene. Ac. N°s 30, 4-X-1957; 41, 25-VI-1958; 4, 11-IlI-
1959; 64, 27-X-1959 y 66, 4-X-1959.
"1833 . - El escrito de alegato y el de expresión de agravios
cumplen funciones procesales específicamente diferentes, ésta
importa la crítica del pronunciamiento y aquél la conclusión

154
EL lUICIO ORDINARIO

fundada en el análisis del mérito de las pruebas aportadas en


apoyo de la pretensión sostenida. De ahí que para fundar el recurso
de apelación no puede el apelante remitirse a lo expuesto en su
alegato. Ac. N° 19, 23-I11-1959.
"1834. - La expresión de agravios no es una simple fórmula
carente de sentido, sino un análisis razonado de la sentencia,
punto por punto, y una demostración de los motivos que se tiene
para considerar que ella es errónea. Ac. N° 4, 19-II-1960.
"1835 . - La expresión de agravios debe ser una exposición
jurídica para demostrar la injusticia de la sentencia, puesto que no
se trata de simples fórmulas, sino que debe contener el análisis
razonado de la sentencia y la demostración de sus errores. Ac. N°
48,3-VIII-1961.
"1836. - No constituye expresión de agravios que abra la
competencia del Trib. Ap. cuando el escrito presentado por el
recurrente es una simple reproducción del alegato y no consten en
él en forma clara y detallada, los motivos que ha tenido para
estimar injusto elfallo recurrido. Ac. N° 54, 7-IX-1962. (Laconich,
Seg. Sup!.).
El art. 419, C.P.C., se puede observar, aplica una severa
sanción al disponer que si no se efectúa el análisis razonado de la
resolución y no se expresa las causas que determinan la injusticia
o los vicios de la resolución recurrida, "se declarará desierto el
recurso", vale decir, abandonada la impugnación, quedando, en
consecuencia, firme la sentencia recurrida.

444, Poderes del tribunal. Límites

El arto 420, C.P.C., dispone: "El tribunal no podrá fallar sobre


cuestiones no propuestas en primera instancia, ni tampoco sobre
aquello que no hubiese sido materia de recurso, sin peIjuicio de lo
dispuesto en el artículo 113.
"No obstante, deberá resolver sobre los intereses, daños y

155
FRANCISCO BAZAN

perjuicios, u otras cuestiones accesorias derivadas de la sentencia


de primera instancia".
Se hallan, pues, limitados los poderes del tribunal de alzada
en dos fases:
a) No podrá ser objeto de sus consideraciones ni revisión, las
cuestiones no planteadas ni resueltas en primera instancia, y b)
tampoco podrá pronunciarse sobre aquello que no hubiese sido
materia de recurso.
No habiendo agravio no hay apelación, se ha escrito. Por ello
se ha dicho que así como el interés es la medida de la acción, el
agravio es la medida del recurso. ''El juez de la apelación, -anota
Couture- conviene repetir, no tiene más poderes que los que
caben dentro de los límites de los recursos deducidos. No hay más
efecto devolutivos que el que cabe dentro del agravio y del recurso:
tantum devolutum quantum apelatum, esto es decir, que el
supervisor entiende sólo de lo que se apela.
En cuanto al objeto a ser considerado y lo que ha de ser
asunto de revisión, el superior debe reducirse a las cuestiones
articuladas en primera instancia. Vale decir, que el tribunal de
alzada no podrá fallar en segunda instancia sobre ningún capítulo
que no se hubiere propuesto a la decisión del inferior, según se
disponía a texto expreso en el arto 267, del Código de Procedimien-
tos derogado.
Al respecto, las decisiones de nuestros tribunales se hallan
contestes con la letra de la ley. En reiterados fallos se ha sostenido:
"474. * Cuestiones sobre las cuales no puede fallar el Trib. Ap.
El Trib. Ap., no puede fallar sobre ningún capítulo que no se
hubiere propuesto a la decisión del inferior, salvo intereses, daños
y perjuicios, y cualesquiera otras prestaciones accesorias posterio-
res a la sentencia definitiva de primera instancia. Tampoco puede
pronunciarse sobre cuestiones que no hayan sido materia de
pronunciamiento en la instancia inferior. A.l. N° 293, 25-VIII-
1944.
"475. - * El Trib. Ap. no está obligado a fallar sobretodos los

156
EL JUICIO ORDlN ARIO

puntos que las partes propongan, sino sobre las que en su concepto
deciden el litigio. Acuerdo N" 35, 11-VII-1945." (Laconich, Rep.
Jurisp., p. 150).
Se conocen sentencias "citra petita", que es el fallo que omite
el pronunciamiento sobre la cuestión principal o algunas de las
pretensiones claramente articuladas por las partes (Manuel
Ossorio, "Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales",
Ed. Heliasta, Bs. As., 1989).
"334. Puntos sobre los cuales omitió pronunciarse el inferior.
No procede decretar la nulidad de la sentencia por falta de decisión
expresa sobre las cuestiones fundamentales planteadas, si no ha
mediado un pedido de aclaración para salvarlas en la misma
instancia. Acuerdos N"sB, 7-II1-1942; 73, 16-XI-1943; * 11, 21 -IV-
1945; 16, 16-V-1945; 3, 29-III-1947.
"335. - * Es imprescindible deducir recurso de aclaratoria
para que la alzada pueda considerar, por vía de apelación y
nulidad, una cuestión omitida en primera instancia. Acuerdos N°s
2, 12-III-1946; 16, 16-V-1946.
"348. * Omisión de pronunciamiento del inferior sobre deter-
minada cuestión. La omisión de pronunciamiento del inferior
sobre determinada cuestión no puede ser reparada por vía de
apelación, si el interesado no ha deducido oportunamente el
recurso de aclaratoria. Acuerdo N° 2, 12-II-1946" (Laconich, Rep.
Jurisp.).
La sentencia "extra petita" se pronuncia sobre cuestión no
planteada por las partes; en cambio la sentencia "ultra petíta"
concede a una de las partes, más de lo pretendido por ella en la
demanda o reconvención (Ossorio, "Diccionario ... ".
"430. Fallo "ultra petita". Es nula la sentencia que falla ultra
petita. Acuerdos N°s 66, 25-X-1941; 56, 14-IX-1946 (Laconich,
Rep. Jurisp.).

157
FRANCISCO BAZAN

445. Cuestiones sobre las que puede fallar, aunque no se


hubiesen propuesto ante el inferior

Aunque no se hubieren planteado ante el a-qua, el tribunal


de alzada puede decidir sobre los intereses, daños y perjuicios y
cualesquiera otras prestaciones accesorias posteriores a la senten-
cia definitiva de primera instancia.
Una cuestión accesoria de dicha índole son las costas. Estas
se deben aunque no se hayan solicitado. El arto 192, e.p.e.,
establece que : "La parte vencida en el juicio deberá pagar todos los
gastos de la contraria, aun cuando ésta no lo hubiere solicitado".
Nada se opone a que el tribunal falle respecto a las costas. Respecto
de la regulación de los honorarios , que significan parte de las
costas, existe mandato expreso de la ley, de que: "En todos los
procesos, el juez, de oficio, regulará los honorarios al dictar
resolución definitiva .. ." (art. 9, Ley N° 1376/88, sobre Arancel de
Honorarios de Abogados y Procuradores).

446. Mayoría e integración. Estudio d~ los expedientes

"Las resoluciones del tribunal serán pronunciadas por ma-


yoría absoluta de votos", dispone el arto 421 , e.p.e. ¿Qué se
entiende por mayoría absoluta de un tribunal integrado por tres
miembros? Tal no significa otra cosa que la mayoría es dominante:
donde dos votos frente a un voto disidente (que es la minoría)
determina el criterio que ha de prevalecer en un tribunal colegia-
do. Se asimila a una mayoría simple, de la mitad más uno. Pues si
se reunieran los votos de los tres integrantes, en forma conteste,
se configuraría la unanimidad. El arto 37 del e.o.J., se refiere a
que para dictar sentencia los tribunales deberán actuar con el
número total de sus miembros (integración) y sus decisiones
de berán fnndars e en la opinión coincidente de la m ayoría de los
mismos , aunque los motivos de dich a s opiniones sean distintas.

158
EL JUJCIO ORDIN ARI O

Alude tan solo a la mayoría, que es como procede en los


hechos los tribunales del país. Solo tiene en cuenta "el mayor
número registrado en la votación de una sentencia".
En cuanto a la integración del tribunal de alzada, no es otra
cosa que la necesidad de dar .a un tribunal colegiado (cuerpo
constituido en comunidad) el número de jueces necesario para
emitir sentencia, y que se efeciúa cuando no cuenta con tal núme-
ro, sea por ausencia de algunos de sus miembros o por impedimen-
to (enfermedad), recusación, inhibición o excusación, por cualquie-
ra de las causales contempladas en el arto 20, C.P.C., o que sim-
plemente se trate de razones que le impongan abstenerse de co-
nocer en el juicio, fundadas en motivos graves de decoro o delica-
deza (art 21 , C.P .C.).
El arto 421 establece la forma en que debe integrarse el
tribunal de alzada (ad quem), al disponer según los artículos
transcriptos seguidamente.
"En caso de discordia, se usará igual procedimiento, previa
exclusión por sorteo del miembro del Tribunal que será sustitui-
do", consigna finalmente la norma citada.
De la sustitución dejueces, funcionarios y empleados,
se ocupa el e.o.J., en sus artículos 200 al 205.
"Art. 200. - En los casos de ausencia, impedimento, recu-
sación o inhibición de los jueces y funcionarios judiciales, éstos
serán sustituidos en primer término por los de igualjerarquía y de
la misma competencia, o en su defecto, de otras. La sustitución se
hará conforme a las siguientes reglas:

a) los magistrados de la Corte Suprema de Justicia serán
sustituidos por los Miembros de los Tribunales de Apelación y del
Tribunal de Cuentas, y sucesivamente, por los Jueces de Primera
Instancia y los Abogados designados en la forma establecida en el
artículo siguiente;
b) los Miembros de los Tribunales de Apelación y del Tribu-
nal de Cuentas por Jueces de Primera Instancia y los abogados
mencionados;

159
FRANCISCO BAZAN

c) los Jueces de Primera Instancia por los abogados de re-


ferencia;
d) el Fiscal General del Estado por los Agentes Fiscales y los
mismos abogados. Los Agentes Fiscales por los funcionarios del
Ministerio de la Defensa Pública;
e) los funcionarios de la Defensa Pública por los abogados
citados que reem plazarán igualmente en último término a los
Agentes Fiscales;
D los Jueces de Paz Letrada en la Capital, serán sustituidos
unos por otros y, en su defecto, por los abogados previstos en el
artículo siguiente.
Los Jueces de Paz Letrada de las Capitales Departamenta-
les por los Jueces de Instrucción, si los hubiere, y sucesivamente
por los abogados mencionados; y,
g) los Jueces de instrucción en las Capitales Departamenta-
les por los Jueces dePaz Letrados, oen su defecto, por los abogados
mencionados anteriormente. Los demás Jueces de Instrucción por
los Jueces de Paz en lo Criminal, y éstos en la forma establecida
para la Justicia de Paz.
Art. 201. - La Corte Suprema de Justicia designará anual-
mente a veinte abogados matriculados en la Capital, con cinco
años de ejercicio profesional como mínimo a fin de reemplazar a los
Jueces y funcionarios impedidos en los casos previstos en este
Código.
En las circunscripciones judiciales del interior los Tribuna-
les de Apelación designarán diez abogados de la matrícula a los
mismos efectos.
La designación se hará por sorteo eliminatorio.
Art. 202. - Los presidentes de los Tribunales serán reem-
plazados por el Miembro que designe el respectivo Tribunal.
Art. 203. -Los Jueces de Paz de la Capital se reemplazarán
unos a otros de conformidad a lo que disponga la reglamentación
de la Corte Suprema de Justicia, y los del Interior por otro titular
de la misma población o por el suplente, y en ausencia, o impedi-

160
EL JUICIO ORDIN ARIO

mento de éste , por el Juez de Paz Titular o su plente d e la población


más cercana.
Art. 204. - Los Secretarios serán reemplazados unos por
ot ros en el orden de turno, dando preferencia a los de la misma
jerarquía y fuero.
Art. 205. - Las controversias que or iginen la sus ti tución de
Jueces y funcionarios judiciales de la Capital, serán resueltas por
la Corte Suprema de Justicia. En el Interior, las resolverá el
Tribunal de Apelación de la misma circunscripción judicial, siem-
pre que no se trate de contiendas de competencia.
Las que se produzcan en la sustitución de otros empleados,
serán resueltas por el Tribunal o Juez que entienda en el juicio."
(C.O.J.).
El estudio del litigio, obviamente se realizará por los miem-
bros del tribunal, que se informarán personalmente de los expe-
dientes antes de celebrar acuerdo para dictar resolución (art. 422).
¿En qué consiste el acuerdo? En la reunión ojuntade los integran-
tes del tribunal colegiado, a fin de deliberar, debatir, considerar,
consultar y resolver los asuntos traídos a su conocimiento y de-
cisión.

447. Forma de las resolucione s

Las providencias no difieren en cuanto a forma de las


dictadas por los jueces de primera instancia, solamente que las
debe dictar el presidente del Tribunal, que es quien la debe firmar
con el secretario.
En cuanto a los autos interlocutorios, no necesita que cada
uno de los miembros del tribunal exprese su opinión particular. La
resolución puede redactarse en forma impersonal, indeterminada
en cuanto a que no precisa que cada uno individualice su dictamen
y su voto. Mas , sí es de rigor que sean firmados por todos los
miembros del tribunal.
Las sentencias tienen su forma propia: requieren necesaria-

161
FRANCISCO BAZAN

mente que cada uno de los miembros emita su opinión o su


adhesión aljuiciodeotromiembroque normalmente es preopinante
y que resulta del sorteo que a su fin se verifica. La votación de las
cuestiones de hecho y de derecho, comienza por el miembro que
resultó del sorteo mer..cionado. Las sentencias definitivas dictadas
por el Tribunal de alzada tiene, a diferencia de las dictadas por un
juez unipersonal , un exordio que contiene la fecha, lugar donde se
pronuncia la resolución, los nombres de los miembros reunidos en
la Sala de Acuerdo del Tribunal, el expediente traído a acuerdo a
fin de resolver los recursos interpuestos contra la sentencia defi-
nitiva dictada por el juez de primera instancia, y la mención del
análisis del caso sometido a estudio del cuerpo colegiado. Lo
resuelto, por lo dicho, se dispone por Acuerdo y Sentencia y es de
rigor que sea firmado por todos los miembros del tribunal, con sus
firmas enteras, y la del secretario.
En caso de producirse disidencia, es decir, desacuerdo de
opiniones, la misma debe constar en la resolución: la transcripción
completa de la opinión o juicio del miembro disidente, con su firma
completa (art. 423, C.P.C.).

162
CAPÍTULO TRIGÉSIMO SEXTO

EL PROCEDIMIENTO EN
TERCERAINSTANClA

448. Remisión al procedimiento de segunda instancia. 449. Proce-


dencia de la apelación ante la Corte. 450. Plazo para expresar
agravios. 451. Efecto de la no presentación de los fundamentos del
recurso. 452. Recursos en tercera instancia. 453. Los recursos de
aclaratoria) de reposioión y los pedidos de ampliatoria. 454. Tribu-
nal de Casación.

448. Remisión al procedimiento de segunda instancia

Se trata de la instancia suprema. Se le aplica el procedimien-


to establecido para la segunda instancia, con las modificaciones de
plazo que seguidamente se indican y la obligación de constituir
domicilio en la Capital, donde la Corte Suprema de Justicia tiene
su único asiento, cuando la impugnación se efectúa desde alguna
de las circunscripciones judiciales del interior. El recurrente en el
acto de efectuarlo y la contraparte dentro del quinto día de
concedido el recurso, so pena de que la parte que no cumpliere con
tal exigencia legal, quedará notificada por ministerio de la ley. De

163
FRANCISCO BAZAN

acuerdo al arto 48, C.P.C., se determina que al omiso se lo tendrá


con domicilio constituido en la secretaría del juzgado o tribunal y
automáticamente notificado de los actos procesales que correspon-
dan, en la forma y oportunidades previstas por el arto131, C.P.C.,
que establece la notificación automática de las resoluciones en
todas las instancias el día martes o jueves subsiguientes a aquel
en que fueron dictadas, o el siguiente día hábil, si alguno de ellos
fuere feriado.

449. Procedencia de la apelación ante la Corte

El arto 403, C.P.C., se refiere a este punto. Establece: "El


recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia se conce-
derá contra la sentencia definitiva del Tribunal de Apelación que
revoque o modifique la de primera instancia. En este último caso
será materia de recurso sólo lo que hubiere sido objeto de modifi-
cación y dentro del límite de lo modificado. Contra las sentencias
recaídas en los procesos ejecutivos, posesorios y, en general, en
aquellos que admiten un juicio posterior, no se da este recurso.
Procederá también contra las resoluciones originarias del
Tribunal de Apelación que causen gravamen irreparable o decidan
incidente. "
La sentencia definitiva del tribunal que se recurre, no debe
guardar conformidad en todas sus partes con la de primera ins-
tancia, o debe haber sido revocada en todas sus partes.

450. Plazo para expresar agravios

Recibido el expediente en grado de apelación, la Corte Su-


prema de Justicia dictará la providencia de autos, resolución que
significa que en ningún caso se admitirá la apertura a prueba en
esa instancia, como tampoco la alegación de hechos nuevos. Con
dicha providencia se manifiesta y notifica por el supremo tribunal
que, agregados los escritos de fundamentación del recurso y de

164
EL JUICI O ORDI NARIO

contestación del recurrido, el expediente se pone al despacho para


dictar la respectiva resolución.
El plazo para expresar agravios es de nueve días de notifica-
da la providencia de autos, si se tratare de sentencia definitiva y
de cinco días, si se refierese a auto interlocutorio. Los mismos
plazos que el recurrente, tiene el recurrido; de nueve o cinco días,
según el caso (S.D. o A.I.) para contestar el escrito en que se funda
el recurso, y del que se le debe correr traslado.

451. Efecto de la no presentación de los fundamentos del


recurso

La expresión de agravios es de capital importancia en el


trámite de los recursos, pues, si no se cumpliere con dicha carga
procesal, el efecto para el recurrente es por demás grave, porque
ante tal eventualidad será declarado desierto el recurso y, conse-
cuentemente, devueltos los autos al a-quo. Lo que significa que la
resolución queda firme para el recurrente (art. 437 , C.P.C.).
En cambio, si el recurrido no contestare el traslado de la
expresión de agravios dentro del plazo de cinco o tres días, según
sea sentencia definitiva o auto interlocutorio la resolución objeta-
da, seguirá su curso la instancia (art. 438, C.P.C.), hasta pronun-
ciarse la Corte Suprema de Justicia modificando o revocando la
resolución atacada, o confirmándola, lo que equivale a rechazar el
recurso.

452. Recursos en tercera instancia

Obviamente, siendo la Corte suprema de Justicia la última


instancia del Poder Judicial, de la sentencia que pronuncie no
puede existir recursos de apelación, de nulidad, ni de quejas, por
denegación de apelación o retardo de justicia. Consecuente con
dicha situación, el arto 45 de la derogada Ley de Organización de
los Tribunales, disponía en forma expresa: "Contra la sentencia

165
FRAN CISCO BAZAN

del Superior Tribunal de Justicia, (que así se denominaba la Corte


Suprema de Justicia) no habrá recurso".
La Corte Suprema de Justicia, por ser la instancia suprema,
en los asuntos que resuelve en apelación, como para los que origi-
nariamente es competente, como, p.e., en las acciones y excepcio-
nes para declarar la inconstitucionalidad de las leyes y la inapli-
cabilidad de las disposiciones contrarias a la Constitución N acio-
nal, así como de las sentencias definitivas o interlocutorias, decla-
rando la nulidad de las que resulten contrarias a la Carta Magna;
en los recursos de habeas corpus; en los pedidos de exoneración del
servicio militar obligatorio; en las contiendas de competencia
entre los tribunales y juzgados inferiores o entre éstos y los
tribunales militares o los funcionarios del Poder Ejecutivo; etc.
(art. 28, 1, del C.O.J.), no reconoce una instancia superior, en
consecuencia, sus resoluciones no son susceptibles de los recursos
que deban sustanciarse en una instancia superior a ella, que no
existe en jerarquía en el Poder Judicial.
Mas , no por ello sus pronunciamientos han de estar siempre
e indefectiblemente libres de errores en el juzgamiento de las
cuestiones sometidas a su decisión, o de vicios de procedimiento o
de la forma de sus propias resoluciones. Estas pueden padecer
asimismo de algún error material, acaso de cierta expresión oscura
o de alguna omisión respecto a las pretensiones deducidas y
discutidas en el litigio, contingencias que la ley ha contemplado
expresamente, al reconocer, para el efecto, el recurso de aclaratoria,
que, como es sabido, debe resolverse en la propia instancia y por el
mismo tribunal ante el cual se deduzca. Las cuestiones referentes
a la errónea aplicación del derecho que son propias del recurso de
apelación, ya no podrán ser revisadas mediante este recurso,
tampoco por un tribunal de mayor grado. No podrán ser atacadas
de nulidad sus resoluciones mediante el recurso de nulidad.

166
EL JUICIO ORDINARIO

453. Los recursos de aclaratoria, de reposición y los pedi-


dos de ampliatoria

Pero a pesar de ser el Tribunal de más elevado abolengo, sus


decisiones deben tener alguna suerte de fiscalización, reconocién-
dolo así la ley, que en forma expresa ha previsto los recursos de
"laratoria, de reposición, como también los pedidos de ampliatoria
en la sede de la Corte Suprema de Justicia.
El arto 28, 1, inc. h), dispone al respecto: "La Corte Suprema
de Justicia, conocerá: h) de los recursos de reposición y aclaratoria,
y de los pedidos de ampliatoria interpuestos contra sus decisio-
nes" .
De suerte que contra las resoluciones dictadas por la Corte
Suprema de Justicia, solo caben los siguientes recursos: a) el de
reposición, contra sus decisiones, vale decir, no solamente contra
las providencias de mero trámite y contra los autos interlocutorios
que no causen gravamen irreparable, sino que dicho recurso, en la
tercera instancia, procede aun contra las sentencias pronunciadas
por el Tribunal de mayor jerarquía del Poder Judicial, que pueden
ser revocadas por contrario imperio. Esto es decir, que el propio
tribunal que ha dictado una resolución la puede revocar por
motivo, fundamento y mandato opuestos, contrarios a la derogada;
b) el de aclaratoria, que como el Código lo establece, permite que
el juez o tribunal que ha dictado la resolución, corrija cualquier
error material deslizado en ella; aclare alguna expresión oscura,
sin alterar lo sustancial de la decisión, o supla cualquier omisión
en que hubiere incurrido sobre algunas de las pretensiones dedu-
cidas y discutidas en el litigio (art. 387, C.P .C.); y c) los pedidos
de ampliatorias. No es propiamente un recurso, mas es una
petición de ampliación de sentencia que no se refiere precisamente
a suplir una omisión en que el tribunal fuese a incurrir respecto de
algunas de las pretensiones articuladas y debatidas en el juicio.
Puede consistir en la petición o requerimiento complementarios
sobre determinada cuestión esencial del pleito callada en la

167
FRANCISCO BAZAN

sentencia. Por ejemplo, cuando no se hace mención en la resolución


de las costas, o de los frutos, o de los daños y perjuicios. En el caso
de una petición de ampliatoria, antes que el pedido de proveer
o completar una omisión, se está ante una solicitud de ampliación
de sentencia. La ley expresamente concede competencia a la Corte
Suprema de Justicia, para conocer en tales circunstancias, con las
facultades expresadas. Es evidente que si el Código de Organiza-
ción Judicial (art. 28, inc. h), otorga algunos recursos, éstos se
hallan restringidos porque los que tendrían que sustanciarse y
resolverse en una instancia de alzada, ya no encuentran posibili-
dad, en razón de ser la Corte Suprema de Justicia la de mayor
grado, y por tanto, la máxima en la jerarquía judicial.

454. Tribunal de Casación

En la legislación nacional no se halla contemplado el Tribu-


nal de Casación, pero no obstante, la Constitución Nacional
reconoce el recurso de casación, destinado a la Corte Suprema de
Justicia (art. 259, inc. c) para conocer y resolver en dicho recurso,
en la forma y medida que establezca la ley. Tal ley, hasta la fecha
no se ha sancionado y hasta el presente no existe ningún tribunal
encargado de unificar la jurisprudencia. La Corte Suprema de
Justicia, sólo podría conocer al respecto cuando se promulgue la
ley respectiva.
La principal finalidad de la Casación, se dirige a preservar
la correcta apreciación y aplicación de la ley y la unificación de la
jurisprudencia. Las respectivas Cámaras en ocasiones dictan sus
fallos apoyadas en O sosteniendo doctrinas diferentes, pronun-
ciando sentencias definitivas que contradicen la doctrina más re-
cibida, establecida por algunas de las cámaras Existen autores que
consideran que sin unificación no existe garantía en cuanto a
seguridad jurídica. Tal el propósito de la Casación.
Alsina señala que: "El recurso de casación (del latín, cassare,
quebrar), es de carácter extraordinario, porque se reputa que los

168
EL JUICIO ORDINARIO

intereses de las partes están suficientemente garantidos en las


instancias inferiores, por las leyes procesales" (ob. cit., t. II, pág.
664).
A lo que tiende el recurso de casación es a recobrar el pleno
imperio de la ley, su auténtico sentido y aplicación, por lo que
corresponde a una función pública, que atiende dicha fmalidad,
antes que los intereses de las partes. El interés público siempre
trasciende el interés privado, si bien por los logros de aquél, se
beneficia éste. Tampoco constituye una tercera instancia, por
cuanto en la casación ya no tienen espacio las discusiones de
hechos ni la realización de nuevas pruebas. No se falla allí sobre
el fondo de los juicios ya sentenciados.
"Por lo general--escribe Manuel Ossorio-- el recurso de
casación se limita a plantear cuestiones de Derecho, sin que esté
permitido abordar cuestiones de hecho, y naturalmente, tampoco
el tribunal de casación puede entrar en ella" (Diccionario ... ).
Como ya indicamos, su principal finalidad consiste en la unifica-
ción de la jurisprudencia.
El "Proyecto de Código Procesal Civil y Exposición de
Motivos" del año 1973, incorpora el recurso de casación, por
entender, se dice en la Exposición de Motivos", "sobre todo necesa-
rio como correctivo a la disparidad de nuestra jurisprudencia en
cuestiones de grave importancia ..." (pág. 74).
En el Capítulo V, del Título IV, del Libro II, se incluyen diez
y seis artículos, que en la oportunidad del estudio de la ley que ha
de regular el recurso de casación, que se prevé en el arto 259, inc.
c) de la Constitución, se deberá prestarles la atención adecuada.

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