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1 Definición
La ideología de género no nace en el Perú. Esta se opone a la base biológica contradiciendo los
hechos de la realidad. Es una noción falsa de que uno puede construir su propio sexo.
Glosario de género del Instituto Nacional de las mujeres de México (edición 2007)
Identidad de género: percepción individual y personal como se asume la persona así mismo.
Expresión de género: como la persona es asumida por los demás según los patrones culturales externos.
Orientación sexual, según Asociación americana de psicología: capacidad de sentir atracción hacia otro
género y la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con otras personas. Existen más de 60
tipos de orientaciones sexuales.
1.5- Antecedentes
Nace de un feminismo marxista. Desde Engels ya se decía que para que la mujer se incorpore a la vida
laboral – industrial, tendría que salir de la familia, es decir que se destruyera la familia capitalista.
Surge en el Renacimiento (siglos XV Y XVI), como período de transición entre la Edad Media y la Edad
Moderna, en donde ya se hacía notar la desigualdad entre el hombre y la mujer como también el papel
relegado socialmente de ella. Esta irá consolidándose a causa de las nuevas condiciones sociales, políticas
y económicas derivadas de las revoluciones de inspiración liberal del siglo XVIII, Francia y EEUU, pero antes
en Inglaterra.
Esta primera ola reclamará por el acceso a la ciudadanía, el derecho a la participación política y a la
educación, reservada solo para los hombres. El contexto filosófico será afín a este discurso. Voltaire
postulará la igualdad de mujeres y hombres. Diderot les dirá “Os compadezco” y denuncia que a lo largo
de la historia han sido tratadas como imbéciles. Montesquieu a favor de la mujer dirá que tiene todo lo
que se necesita para tomar parte en la vida política. Condorcet publica en 1790 el texto “Sobre la admisión
de las mujeres al derecho de ciudadanía, donde concluye que los principios democráticos inaugurados
caben a todos por igual.
Es con la obra de Mary Wollstonecraft, “Vindicación de los derechos de la mujer”, que se tomará como
sustento fundacional de este movimiento, enfocado en la igualdad de inteligencia entre hombres y
mujeres así como la reivindicación de la educación femenina.
Esta ola se enmarca a finales de la década de los 60; en Francia, el mayo del 68; en México, el octubre del
68 y una serie de luchas en diferentes partes del mundo, se pensaba que la sociedad capitalista estaba en
crisis y en su fase final. En este contexto surgen movimientos de mujeres que se encuentran en contra del
capitalismo, contra el militarismo, contra las desigualdades. El movimiento hippie con su lema “haz el amor
y no la guerra” planteaba una transformación de las relaciones sexuales, como nunca antes la gente ejercía
su libertad de expresión y de acción. Los estudiantes leían a Marx siendo la época de oro de la izquierda.
Los antecedentes de la teoría de género se encontrará en la obra de Margaret Mead, “Adolescencia, sexo
y cultura en Samoa”, en donde observa que la adolescencia de las personas en Samoa se desarrolla de
forma diferente que a la de EEUU, comienza a darse cuenta que las actitudes de las personas están ligadas
a la cultura y los referentes sociales, económicos y políticos. Establece una comparación entre ambas
culturas concluyendo la importancia del ambiente social para la conducta del hombre y la mujer. Pone
como ejemplo el tránsito natural y evolutivo de la adolescencia en Samoa, sin tanta frustración en
comparación con las occidentales. La falta de grandes conflictos en esta sociedad, produce que no existan
personalidades tan fuertes, innovadoras y creativas.
Margaret Mead se consolida como pionera feminista en antropología con su libro de 1947, “Sexo y
temperamento en tres sociedades primitivas”. Realizó una investigación en tres sociedades con diferencias
culturales marcadas; los Arapesh, los Mudungumur y los Tchambuli. Los primeros hombres o mujeres
desarrollaban una personalidad maternal en cuanto al cuidado de los niños, lo que para nosotros sería un
rasgo femenino. Los segundos, ambos, se comportaban agresivamente, de personalidad dominante y
violenta. Los últimos tienen una personalidad en la que son las mujeres las dominantes y emocionalmente
frías, mientras el hombre es sometido y dependiente. De este trabajo antropológico, la autora concluye
que si las actitudes como, la pasividad, sensibilidad y de cariño consideradas, en nuestra cultura occidental,
típicamente femeninas, son asignadas al sexo masculino en una cultura y tanto a hombres y mujeres en
otra, no hay razón para relacionarlas con el sexo, deduciéndose que la naturaleza humana se moldea de
maneras diferentes en función de las condiciones culturales vigentes. A estos dos trabajos le seguirían
otros, tratando de explicar el papel de la mujer en las diferentes culturas así como también las diferencias
sexuales.
Simone de Beauvoir con su libro, “El segundo sexo”, dotó de conceptos desde el campo de la filosofía
existencialista al movimiento feminista. Expone como los hombres con sus discursos perpetúan el
patriarcado, justificando la condición subordinada de la mujer, a través de sus instituciones porque son los
que las gobiernan, por eso dice ella, que la iglesia, la escuela, la familia sirven para ser continuadores de
este modelo.
Esta será el feminismo culturalista, radical y/o neomarxista responsable de la germinación de la llamada
“Ideología de género”. Este movimiento feminista se desenvuelve en el campo de la cultura actual y
pretende con engaños atraer más adeptos a su causa aún no claras ni homogéneas. De esta se desprenden
varias corrientes, por ejemplo los que luchan por la legalización del aborto, el matrimonio civil, la adopción
de menores por homosexuales o lesbianas. Debido a lo señalado, es que esta propuesta es controversial
y polémica ya que pone a la sociedad en general en bandos opuestos. Cada vez más son las voces de las
propias mujeres que se levantan en contra de ese movimiento que pretende incluirlas sin consultarlas,
como por ejemplo, recientemente la autora y filósofa Christina Hoff Sommers declara que “la tercera ola
se construye con mentiras”, y que el objetivo de esta no es el de generar una igualdad de género entre
hombres y mujeres como abogaba el feminismo al principio, sino que se basa en un movimiento
antihombre.