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CONDUCTA DE PPK VISTA DESDE EL PUNTO DE VISTA ETICO

Hoy en Perú y en el mundo se exige a los profesionales de la inversión a tratar con sumo
cuidado lo que se conoce como conflicto de intereses; tema de relevancia y exigencia en
nuestro país para quienes orientan su vida profesional al mundo de las inversiones.

Lo mencionado en el párrafo anterior tiene mucho que ver con lo que aconteció en la
coyuntura política de nuestro país, este es el tema sobre conflicto de intereses, el cual ocupa
uno de los códigos de ética y estándar de conducta profesional por parte de funcionarios de
alto rango.

Considero que el debate sobre la crisis política actual en el Perú se encuentra entre dos
conceptos: por un lado, lo ético-moral; y por otro lado, lo jurídico-legal. En efecto, lo que
acontece en nuestra patria tiene que ver con un tema ético-moral más que con lo referente a lo
jurídico-legal. La vacancia no significa juzgar al presidente de la república como corrupto,
para ello se debe seguir un debido proceso y disponer de la información y pruebas suficientes
que nos lleve a tal conclusión, y hoy no es posible llegar a tal conclusión.

En el plano político de nuestro país el tema va por el lado de lo ético. Un problema que
enfrentó y sigue enfrentando el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) está relacionado al
conflicto de intereses, tema ético de conciencia y transparencia en sus actos. Respecto a los
códigos de conducta ética sobre inversiones, el CFA Institute, entiende como conflicto de
intereses a todo asunto de importancia que podría razonablemente dañar la objetividad e
independencia del profesional. Por tanto, el CFA recomienda que el analista y/o asesor
debiera hacer lo que se denomina disclosure (revelación) de los hechos que pueden interferir
en sus deberes y obligaciones con sus clientes (para el caso de un presidente su “cliente” es su
país).

Correspondía a PPK, en su campaña a la presidencia de la república y posteriormente cuando


fue elegido, hacer el debido disclosure sobre las actividades de su empresa individual con el
Estado peruano, debido a que aquella había realizado actividades para con Odebrecht y
recibido ingresos de ella; incluso aunque él no hubiese recibido dividendos de ella, los
ingresos de esta se realizaron durante el periodo en que él fue Ministro de Estado y pudieron
interferir en la objetividad e independencia de sus decisiones. El argumento de PPK respecto
que él no tenía información de la gestión de su compañía individual resulta poco razonable, y
éticamente no es aceptable, ya que si bien se puede delegar a un tercero que realice las
funciones de gerencia sobre la firma, la responsabilidad y las consecuencias de los actos no
son delegables; además, va contra toda racionalidad sustentada por la ciencia económica
desde su fundación, donde el empresario individual busca maximizar su utilidad con fines de
incrementar la riqueza de la empresa de su propiedad.

Existen algunos argumentos falaces; por ejemplo, que un accionista de un banco, no tiene por
qué conocer lo que hace la gerencia de éste y sólo le puede interesar recibir sus ingresos por
dividendos; este tipo de justificación no tiene sentido; cuando un inversionista compra pocas
acciones de un banco que cotiza en bolsa, él estará siempre muy atento de lo que le sucede a
dicha firma aunque como accionista minoritario no tome las decisiones en la compañía. De
otra parte, la comparación no es adecuada, y aquí lo falaz, una cosa es ser accionista único de
una firma individual y otra es ser accionista de una gran firma corporativa, eso es muy claro
para un profesional de la economía.

Otro argumento, falaz resulta de manifestar que la contratación se dio entre dos entes privados
(la compañía de PPK y Odebrecht), este argumento cae por si mismo, el asunto tiene que ver
con la interferencia (potencial conflicto de interés) y el disclousure que se debió realizar, sea
la relación entre ambos entes directa o indirecta respecto al Estado e intencional o no
intencional.

De otro lado tenemos que Kuczynski contribuyó grandemente a su debacle, a su ocaso


político, por muchas razones, desde luego algunas venían de atrás y no las conocíamos bien.

Los vínculos del exmandatario con el caso Odebrecht hacían indefendible su conducta. A
diferencia de la primera vez, en esta segunda ocasión sí merecía ser vacado de la Presidencia
y es por ello que prefirió renunciar antes de pasar a ser vacado.

Hoy día sabemos que fue beneficiario económico directo de decisiones que tomó como
funcionario, independientemente de si fueron delitos o no, esos son temas técnicos que
tendrán que discutirse en la vía judicial, pero desde el punto de vista ético absolutamente
inaceptables.

Considero que PPK hizo un cálculo político errado al otorgar el indulto al expresidente
Alberto Fujimori, condenado por violación de derechos humanos y debido a esta decisión
terminó siendo rehén de un sector en el que no se podía confiar.

Pareciera claro que buena parte de nuestros políticos ha procurado medrar en base a las
grandes obras de infraestructura. Ello no solo revela la pobre catadura moral de nuestros
representantes, salvo honrosas excepciones, sino también un efecto en la ciudadanía: cada sol
o dólar derivado a la corrupción es dinero que se ha dejado de gastar en el bienestar de los
ciudadanos.

Creo que resulta imprescindible que los gremios empresariales hagan una reflexión sobre el
tema. Durante años, se supo de las inconductas de estas empresas y, sin embargo, se trabajó
con y por ellas. Queda claro que la frontera entre lo público y lo privado es difusa tanto para
funcionarios como para empresarios y gestores de intereses. Asimismo, es evidente que se
requieren mecanismos de acompañamiento a los Códigos de Ética que, hasta el momento,
parecen ser solo meros documentos declarativos, sin sanciones claras. Y, sobre todo, es
preocupante la falta de interés por la institucionalidad y las reformas políticas y judiciales que
el país requiere.

De lo expuesto se desprende que los ciudadanos tenemos que volver a pensar en nuestra
relación con nuestras autoridades. Durante años, hemos tolerado colectivamente nociones
como “roba pero hace obra”. Estamos viendo las consecuencias de dicha conducta nociva y
sus efectos en la confianza en las instituciones y en la política. Es momento de recomponer
nuestros vínculos con la honestidad.

Finalmente tenemos claro que los actos que realiza una persona pueden ser éticamente
incorrectos, pero no necesariamente son legalmente sancionables. Necesitamos políticos no
sólo con educación sino con valores, con principios, con ideología, un profesional que sepa
administrar nuestras riquezas.

Creo que los estrategas de estos políticos apelan a las secuelas de una sociedad que está en
franca descomposición ética y moral, producto no sólo de gobiernos que fueron incapaces de
sacudirnos de la pobreza y la esclavitud dejada por la conquista, sino porque en la propia
célula básica de la sociedad, la familia, los valores y la educación están en situación, por decir
lo menos, crítica.

Entonces, como supuestamente todos estamos manchados por el pecado original de la


degradación humana y somos potencialmente mentirosos, embaucadores, rateros, violadores y
asesinos materiales e intelectuales, no podemos darnos el lujo de indignarnos por algo de lo
cual ya somos parte, porque, repiten, lo tenemos en el ADN.

En mi mente aún reina la conducta y los valores éticos y morales fundidos por mi abuela y mi
madre: “Hijo, seremos pobres pero dignos, limpios y con valores”. Una sentencia ética y
moral que aún se conserva en millones de hogares pero que, valgan verdades, en otros
millones (tal vez sean la mayoría), no suena ni truena. Y esa base de la sociedad es sobre la
cual estos personajes de quinta tratan de capturar el poder para seguir aniquilando lo que resta
de los valores, la ética y moral de una sociedad que se encuentra en cuidados intensivos.

Si existe un consenso que sin educación no alcanzaremos el nivel máximo de bienestar como
sociedad, también seamos conscientes que con la mentira y el engaño, no llegaremos ni a la
esquina. Dejemos la actitud hipócrita del lamento y el de dejar las cosas como están. El
cambio está en nosotros mismos. Nadie nos regala la riqueza espiritual, porque ésta se
consigue con la prédica de nuestro ejemplo.

Por tanto, en este contexto, como hombres nuestra trascendencia se encuentra en la herencia
que dejamos, ofrezcamos pues una semblanza de ser hombres libres por la verdad y dignos de
sí ante Dios y las generaciones que esperan de nosotros.
LINCOLN DESDE EL PUNTO DE VISTA ETICO

Con sólo consultar el diccionario, ya en su primera acepción, se define Etica, como la parte
de la Filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Ateniéndonos solo a
esta definición, la Ética es considerada, por muchos, sinónimo de Filosofía moral, y por lo
tanto una parte de la Filosofía encargada del estudio de conductas morales.

Estas dos palabras, ética y moral, están relacionadas con el comportamiento de las personas
en sociedad. Yo creo que la diferencia está en que la moral es un conjunto de normas, y la
ética es la explicación de esas mismas normas.

Es decir, la moral me dice qué debo y qué no debo hacer cuando mi interés es mantener la
convivencia, y la ética me explica por qué debo obedecer a lo que me dicta la moral.

En conclusión, la moral es un conjunto de normas que adoptamos entre todos y todas sin
escribirlas en ninguna parte y que nos indican lo que se cree correcto o incorrecto, y la ética
explica de dónde nacen esas normas y cuál es su propósito.

De otro lado tenemos los valores, que son ideas que las personas llevamos muy adentro y que
hemos formado a partir de nuestras ganas de convivir en paz. Son ideas que van cambiando al
mismo tiempo en que va cambiando la comunidad, y se van adaptando a las nuevas
costumbres y necesidades con el propósito de mantener la convivencia y fortalecer el
entendimiento entre las personas.

Haciendo un poco de introducción a la película tenemos que el presidente Abraham Lincoln


es uno de los más queridos y respetados. Durante su presidencia dirigió al país sobre hechos
históricos de primera magnitud como la Guerra de Secesión, también conocida como Guerra
Civil, y el fin de la esclavitud.

La biografía de Lincoln es bien conocida, desde su humildísimo nacimiento a su asesinato en


un teatro.

Lincoln siempre consideró que la esclavitud era deplorable llegando a declarar que “si la
esclavitud no es errónea, entonces nada es erróneo”. Sin embargo, Lincoln era un moderado,
consideraba que los nuevos territorios no debían permitir esa institución deplorable y que
algún día la esclavitud desaparecería del país.

Desde el punto de vista actual, sus opiniones podrían ser consideradas racistas. Lincoln era
partidario de que los negros libres abandonasen Estados Unidos y reconocía que la actitud de
la población blanca del Norte era en favor de eliminar la esclavitud pero no la de otorgar los
mismos derechos a los negros.

También reconocía realísticamente que la inmensa mayoría de la población blanca


consideraba a los africanos americanos como inferiores y no tan inteligentes como ellos. Sin
embargo, como Presidente recibió y atendió a líderes negros en la Casa Blanca y éstos, aún
reconociendo sus limitaciones en relación a la población negra, le mostraron públicamente su
apoyo.
Su gran reputación como persona honrada está más allá de cualquier duda. Y ello a pesar de
haber trabajado durante años como abogado corporativo y de defender los intereses de los
grandes empresarios del ferrocarril. Su integridad se extendió a sus años como legislador en la
Asamblea estatal de Illinois y como miembro de la Cámara de Representantes de los Estados
Unidos. Y por su puesto a su etapa como Presidente.

Lo mismo no puede ser dicho de su esposa Mary Todd a la que se acusó de incurrir en
grandes gastos durante sus años como Primera Dama y a intentar esconderlos de un modo no
ético.

Mediante la Proclamación de Emancipación el presidente Lincoln estableció que a partir del 1


de enero de 1863 todos los esclavos en los territorios rebeldes serían, para siempre, libres.
Más que liberar esclavos inmediatamente, la Proclamación sirvió para cambiar mentalidades,
tanto entre los blancos, que comenzaron a aceptar un hecho, como entre los negros, a los que
dio esperanza de un futuro mejor.

La película, dirigida por Steven Spielberg y titulada escuetamente “Lincoln”, se centra en los
meses que transcurren desde la propuesta de Lincoln para que el Congreso apruebe dicha
enmienda y su aprobación, aunque en la parte final se extienda hasta el asesinato del
presidente, por cierto el primer magnicidio de la historia de aquel país. El meollo de la acción
se concentra en las negociaciones llevadas a cabo por Lincoln y los miembros del Gobierno y
del Partido Republicano para conseguir la mayoría necesaria para lograr sacar adelante su
propuesta de enmienda, incluidos los sobornos a cambio de empleos públicos y presiones de
todo tipo para alcanzar sus objetivos.

La película plantea un dilema ético recurente: ¿El fin justifica los medios? ¿Hay que
mantenerse firme en los valores por encima de todo? ¿Hay causas superiores que exigen dejar
los principios a un lado?

Hay que destacar la seguridad en sí mismo que transmite el personaje de Lincoln y la


capacidad para rodearse de personas mejores que él, “a las que escucha con atención”.
También su capacidad para negociar con flexibilidad. “Cuando estás al frente de una
organización igual tienes que hacer cosas que no te gustan, siempre desde la legalidad, pero
que se justifican por un bien superior”.

Señalamos como destacable la capacidad para dejar a un lado los valores si lo justifica una
causa superior. La cuestión es saber discernir cuál es esa causa superior. En la película
Lincoln prima la aprobación de la 13ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, por
encima de la posibilidad de firmar un acuerdo de paz que termine con la sangría de la Guerra
de Secesión, porque está convencido de que la abolición de la esclavitud no sólo llevará
consigo el fin de la guerra como consecuencia inmediata (y así fue) sino que sentaría un
precedente histórico de consecuencias para las siguientes generaciones. También destacamos
el equipo de trabajo del que se rodeó. “Lo mejor de un equipo es la diversidad de opiniones,
no la autocomplacencia. Hay que dejar que los demás te digan lo que no quieres escuchar
porque ahí puede estar la clave del futuro”.

Destacaremos como principal virtud del personaje su capacidad y el liderazgo inspirador del
que hace gala a través de anécdotas.
A continuación desarrollo algunas escenas resaltantes de la película debidamente analizadas:

La primera escena de la película es muy significativa, pues define la importancia del eje
ideológico sobre el que gira toda la trama: Una batalla de la Guerra Civil de Estados Unidos,
se muestra la bandera de Estados Unidos mientras soldados negros combaten y aplastan,
literalmente, con las armas, cuerpo a cuerpo, con las manos y con las botas, a los sureños.
Aquí se definen los roles: los sureños son los “malos” de la película; los del norte (y los
negros, por supuesto) son los “buenos”, tomando en cuenta el principio de que la historia la
escriben los vencedores, como es el caso de este episodio de la historia de Estados Unidos.

En la segunda escena se manifiesta el rencor histórico de los negros, cuando uno de ellos le
explica a Lincoln que los mataron a todos, pues no los quieren vivos.

Los soldados se sienten orgullosos de pelear por lo que consideran su propia causa y se crea la
visión de una confianza plena, pues uno de los soldados negros se queja de que no son
tratados iguales. En las palabras del negro se resume la lucha: la búsqueda de la igualdad, que
al mismo tiempo es la justificación ideológica de la guerra. Para reafirmar esta justificación
más adelante en diferentes escenas se mostrarán retratos de negros en los que se refleja el
sufrimiento de los esclavos.

Después de explicarse los motivos ideológicos de la guerra, aparecen en el entorno intimista


de la Casa Blanca primero su esposa Mary Todd y luego el hijo menor. Aquí se muestra de
nuevo al Lincoln paternal, al Lincoln amoroso con su hijo.

En contraposición, el hijo mayor de Abraham Lincoln, Robert, tiene una relación tormentosa
y distante con su padre, lo que también ocurre en algunos pasajes con Mary Todd, quien
padece depresiones psicológicas por haber sufrido la muerte de uno de sus hijos. En la escena
donde Mary Todd reclama a su esposo la muerte de su hijo, se ve al Lincoln humano,
impotente ante el dolor que él mismo ha sufrido pero debe callar para mostrar fortaleza.

Un aspecto muy interesante es el de los tres encargados de las negociaciones con los
congresistas demócratas, quienes para ello se valen del estudio del lenguaje corporal de los
prospectos para definir quiénes pueden ser susceptibles de ser “convencidos” mediante
ofrecimientos de trabajo.

Y por parte de Abraham Lincoln, para tratar de convencer a su propio gabinete les argumenta
que la aprobación de la 13ª. Enmienda es un asunto de dignidad humana, no sólo por los que
ahora viven o están muriendo en la guerra, sino por el futuro de Estados Unidos, por los que
aún no han nacido.

Los políticos se debaten entre ideas conservadoras y machistas: Veían a los negros como seres
inferiores ante Dios y el hombre, sin derechos porque no eran ciudadanos. Se cuestiona no
sólo el posible voto a los negros, sino la perspectiva de tener en el futuro a congresistas
negros y otorgar el voto a la mujer, temas impensables en esa época.

Más adelante, en una escena el congresista Stevens argumentará que lo que se discute no es
un asunto de igualdad humana, sino puramente legal, un asunto de igualdad ante la ley.
Un importante mensaje ideológico se representa cuando los tres enviados de la Confederación
son recibidos nada más y nada menos que por un soldado de color, que es el que les indica
subir al vehículo que los transportará al lugar donde deberán aguardar a las negociaciones.

Muy significativa es también la presencia de hombres de color el día de aprobación de la 13ª


Enmienda, recibidos como iguales por los republicanos como testigos de tan relevante hecho
histórico.

¿Dónde termina la historia real y verdadera y dónde comienza el mito?

Parece que persona y mito son uno mismo. Lincoln es presentado como un ser casi divino, sin
mácula. Todos pueden tener mentes torcidas, a todos se les permite tener malos pensamientos
o ideales, menos él.

Una escena muy significativa es cuando el congresista Stevens regresa a su casa tras la
aprobación de la 13ª Enmienda y es recibido por una mujer de color. Fue una sorpresa ver
más adelante que en realidad se trataba no de su sirviente, sino de su pareja sentimental.
Representa la unión de ambas razas, la convivencia que habrá en el futuro de la nación, pero
que sin embargo en la realidad tardó muchos años en concretarse.

En otra escena Lincoln recorre un campo de batalla, observa los cadáveres. Un sureño yace
sin vida a un lado de la bandera confederada. En ese momento un soldado de la Unión pasa a
caballo con la bandera de Estados Unidos en un punto más alto que la insignia del Sur. Es la
representación del vencedor sobre el vencido.

Casi al final, cuando Lincoln abandona la Casa Blanca para acudir con su esposa al teatro
Ford, donde ocurrió el atentado, la escena muestra a la figura de Lincoln alejándose a lo largo
del pasillo seguido por la mirada del mayordomo negro; su mirada melancólica es como la de
un niño que se queda desamparado, que ve cómo va perdiendo a su padre conforme su silueta
se diluye lentamente en el horizonte.

Abraham Lincoln murió abatido por un disparo a manos de una conspiración de sureños, que
se oponían a la libertad de los esclavos negros, pues esta acción cambió para siempre social y
económicamente al sur. Pero cuidando la grandeza del presidente Lincoln mostrada a lo largo
del filme, no se muestra el momento del atentado, sino hasta cuando se encuentra postrado en
la cama y muere.

El mensaje de la escena final de la película es la anticipación del futuro del país: la caridad y
unión que se debe mostrar en la reconstrucción de la nación, es la visión ideológica de un país
concebido por ellos mismos para dominar y ser potencia.

Abraham Lincoln es considerado un padre para Estados Unidos; el presidente que logró unir a
una nación que presentaba profundas divisiones políticas, sociales y económicas entre el norte
y el sur.

Su legado permitió lograr la igualdad de derechos ciudadanos para la gente de color y


permitió que más de siglo y medio después Estados Unidos pudiera tener un presidente de la
raza negra: Barack Obama.
A mi criterio, el Presidente Lincoln si encontraba en la firma de la Decimotercera enmienda
un fin totalmente justificable, la oportunidad de imponer el modelo económico en el que creía
y por el cual se unirían las veinticuatro provincias para conformar un gran País y consolidar
su sueño de Unión.

Concluyo entonces que las motivaciones que llevaron al Presidente Abraham Lincoln no
fuero éticas ni morales, fueron totalmente económicas y políticas. Se presentó como el
defensor de una gran causa, pero en el fondo, era un líder convencido de sus convicciones,
que para llegar a cumplirlas, utilizó el soborno, la presión moral, la entrega de cargos políticos
y prevendas económicas.

Finalmente no podemos desconocer que el Presidente Lincoln entendía la realidad de los


negros o esclavos, que se solidarizaba y los escuchaba, que en el desarrollo de su liderazgo
utilizó leyes que permitían a estos luchar para lograr su libertad y que les dio la gran
oportunidad de llegar a ser ciudadanos con los derechos básicos. De hecho, gran parte de los
combatientes de los Estados de la Unión eran negros que luchaban para obtener su libertad.

El Presidente Lincoln si encontraba en la firma de la Decimotercera enmienda un fin


totalmente justificable, la oportunidad de imponer el modelo económico en el que creía y por
el cual se unirían las veinticuatro provincias para conformar un gran País y consolidar su
sueño de Unión. Concluyo entonces que las motivaciones que llevaron al Presidente Abraham
Lincoln no fuero éticas ni morales, fueron totalmente económicas y políticas. Se presentó
como el defensor de una gran causa, pero en el fondo, era un líder convencido de sus
convicciones, que para llegar a cumplirlas, utilizó el soborno, la presión moral, la entrega de
cargos políticos y pre-vendas económicas. Finalmente no podemos desconocer que el
Presidente Lincoln entendía la realidad de los negros o esclavos, que se solidarizaba y los
escuchaba, que en el desarrollo de su liderazgo utilizó leyes que permitían a estos luchar para
lograr su libertad y que les dio la gran oportunidad de llegar a ser ciudadanos con los derechos
básicos. De hecho, gran parte de los combatientes de los Estados de la Unión eran negros que
luchaban para obtener su libertad.

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