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Una de las personas que aceptó mi invitación es Noemí Quéhé que va a desarrollar
alguna de las cuestiones planteadas en este Seminario, va a trabajar el caso de Wolfson
y de Artaud del libro de Deleuze Crítica y Clínica.
Noemí Quéhé
Voy a continuar a partir de los puntos planteados en la clase anterior con respecto al
'negativismo'.
Freud en el artículo La Negación dice que en la psicosis el negativismo hace las veces
de la negación, es decir que ahí en donde la negación no se pone en juego en la psicosis
se pone en juego el negativismo.
El punto del cual voy a partir es la relación del negativismo con la desintrincación
pulsional, no va uno sin el otro.
¿Qué es la desintrincación pulsional?
En primer lugar pone en juego y produce una disociación del código y del mensaje.
En Freud en el Caso Schreber que también retoma Lacan, aparece esta puesta en juego
de la desconexión en lo que hace al código y al mensaje, y algo que se tendría que
presentar en quiasma, en cruce, se presenta como en líneas paralelas, por un lado el
código y por otro lado el mensaje, y es de este modo que en el Caso Schreber se
encuentra una especie de aparición del diccionario sin autor, que serían los mensajes
sobre el código.
Por un lado, se pone en juego el sujeto sin señalar ningún atributo al respecto, por
ejemplo: "ahora voy a ..." y queda en suspenso la frase, o sea que se manifiesta en su
desenlace al código.
Por otro lado, hay una aparición del código como si fuera un diccionario sin autor.
En el Caso Schreber aparecían claramente las dos cuestiones.
Entonces, la desintrincación pulsional se podría pensar también como una desconexión,
o un desanudamiento en lo que hace a la palabra y al cuerpo, o a la demanda y la
pulsión.
A mí entender, otra manera de nombrarla sería un desanudamiento de demanda y de
pulsión, en donde Freud ubica la desintrincación respecto de Eros y Tánatos, y va a
plantear que la palabra equivale a la Cosa.
Es muy interesante como trabaja esta cuestión Gérard Pommier en el libro La lógica de
la psicosis donde dice que efectivamente para que se produzca el encadenamiento
significante y este encadenamiento significante sea una protección respecto de lo real,
tiene que haber algo en donde haya una caída de goce respecto de la palabra. O sea, si
una palabra equivale a la Cosa, en el sentido en que el goce que porta en sí hace que se
transforme en una especie de espejo de la misma Cosa, no es posible el encadenamiento
significante, es en la pérdida del goce sonoro que se puede producir el encadenamiento
significante, y entonces, el significante realmente funciona como tal; si esto no es
posible, entonces, la palabra va a ser casi un equivalente de la Cosa y no va a haber
ninguna pérdida del goce sonoro.
En los casos de psicosis, por ejemplo, se podría decir que las palabras, o las letras, se
encadenan literalmente (o no se encadenan) como perlas de un collar, es decir que las
palabras funcionan exactamente como objetos, tal como hace Wolfson.
El trabajo que el niño va haciendo cuando desanuda o separa lo que sería la Cosa de la
palabra, es un trabajo en donde va haciendo esa pérdida de goce. Por ejemplo, cuando
dice que el perro hace miau y que el gato hace guau, esa desconexión respecto al sonido
que hace con cada animal va realizando este despegamiento en lo que se refiere a la
Cosa en sí, a la palabra que la nombra y pueda ir adquiriendo este tipo de juego que se
ubica en la significación desplegando todos sus valores metafóricos y las sustituciones
necesarias.
En el momento de caer ese goce sonoro, al mismo tiempo se divide y se anuda
simbólico y real, y es en ese punto en donde el significante va a funcionar como tal.
Si en la psicosis no se produce esa posibilidad de caída del goce sonoro y por lo tanto el
enlazamiento de una palabra a otra en la cadena significante, el problema que se va
producir es que va a quedar capturado en una tendencia a la nadificación que va a
desencadenar el mecanismo del negativismo.
Otra cuestión que indica Pommier al respecto es que si alguien es capturado en el orden
de la significación puede existir, o sea se pueda poner en juego allí como sujeto.
Entonces, ¿cómo hacer lugar a la existencia luego de ser capturado en el campo del
Otro?
Hay dos posibilidades.
Una sería, negar el origen del Código, es decir su alteridad, dando lugar al sujeto y al
mensaje, a la enunciación, o sea que el sujeto mismo va a tener un lugar en donde
alojarse.
La otra posibilidad, sería negar los significantes.
Si no es posible negar el origen, la alteridad del Código, lo que se pone en juego es la
negación de los significantes y esto es lo que se produce en la psicosis, y que claramente
se vé en el ejemplo de Wolfson.
La pregunta sería ¿de qué depende que se pueda negar o no el origen?
Va a depender del tipo de atribución que se haya puesto en juego en esa captura por el
código. Es decir si en esa demanda en que queda capturado se trata de una metáfora de
la falta en el Otro, entonces, el pecho va a significar un don de amor. Entonces, el pecho
va a poder ser sustituído en su momento por el chupete, o por la palabra, o por el dedo,
o por el pedacito de colcha, etc., y de esta manera se pone en juego una sustitución.
Cuando el seno no es una metáfora de la falta en el Otro, por ejemplo si alguien es
demandado como boca, es decir, que hay una solidificación, o una fijeza respecto de esa
demanda en tanto se solicita al otro como órgano, esto no va a hacer posible, no se va
poder ubicar esa demanda como algo en relación a la falta que posibilite luego la
sustitución.
Me parece interesante esta cuestión respecto de la esquizofrenia, de la cual se trata en el
Caso de Wolfson, porque el esquizofrénico es tomado como órgano.
En el Seminario X La angustia Lacan comenta que algunos alumnos habían realizado un
trabajo de investigación recopilando datos de las madres que habían tenido hijos
esquizofrénicos. Les preguntaban qué habían sentido respecto de su hijo cuando estaban
embarazadas del mismo. Las respuestas, en su mayoría, apuntaban a que no había una
imaginarización, una posibilidad de futuro respecto de ese bebé en el sentido que no
podían imaginarlo sino como un órgano más como podía ser cualquier otro de su
cuerpo. Una de las referencias que planteaban las madres era que no podían tejer
escarpines porque no podían pensar cómo podía ser su cuerpo, la respuesta era 'cómo
voy a tejer si no lo conozco'.
En este sentido da cuenta de lo que es el grado de reducción simbólica, de la
imposibilidad de hacer algún grado de ficción, en donde ya dice de la dificultad que se
va a presentar posteriormente respecto del enlace de lo simbólico.
Se podría considerar que esta cuestión es la misma que por otra vía está trabajando
Anabel cuando, en las clases anteriores, se refería a Das Ding, a la Cosa, y a la distancia
respecto de la Cosa. Es decir, una cuestión es que haya relación con los objetos, en tanto
no hay objetos, y en ese sentido Anabel decía que porque hay una aproximación al
objeto en el mismo momento y simultáneamente se pierde el objeto, y es lo que pone en
juego la función de Das Ding. De hecho Freud se refiere a que cuando no se hace un
acercamiento respecto de los objetos y los procesos de pensamientos se hacen muy
abstractos se tiende a pensar como esquizofrénicos.
¿Qué es lo que sucede respecto de la Cosa, de Das Ding, en el caso de la esquizofrenia?
A mí me parece que se trata de una disfunción de Das Ding, es decir que no hay
posibilidades de distanciamiento pero al mismo tiempo tampoco la hay de acercamiento.
Se podría decir de otra manera, que realmente es observable en la esquizofrenia que
todo lo simbólico es real, y es esto lo que sucede cuando se plantea que trata a las
palabras como cosas.
En relación con esto también, por ejemplo, en los algunos delirios aparece la
imposibilidad de encontrar un lugar en la enunciación que haga posible su alojamiento
como sujeto, sería éste 'no encontrar lugar'. Así aparecen temáticas delirantes,
especialmente en la esquizofrenia, respecto de vivirse como un extraterrestre o como de
otra raza, pero en donde se destaca el 'no encontrar un lugar' o el 'estar por fuera del
universo'.
Cuando no hay lugar de alojamiento en el Otro y no hay apropiación de los
significantes, este desanudamiento o esta forma de funcionamiento de la palabra, hace
que la pulsión funcione enloquecidamente.
En el caso Wolfson se vé claramente como esto se pone en juego cuando él se hacía
quemaduras con cigarrillos intentando buscar algún borde o algo que dejara marca en el
cuerpo; también, por ejemplo, se encuentra en bulimias o anorexias, feroces pasajes al
acto absolutamente inesperados, o se presenta una insensibilidad en el cuerpo, con
cortes, quemaduras, etc..
Anabel trabajó esta cuestión en el libro Esquizia y necesidad de discurso en relación a
cómo queda el cuerpo en la esquizofrenia en donde los órganos no funcionan como un
organismo, es decir que el órgano al no tener su función y no estar marcado funciona
enloquecidamente. Éstas serían algunas de las manifestaciones que se conocen como
hipocondríacas o alucinaciones en las que el cuerpo queda como 'por afuera'.
En la hipocondría, como en el Caso de Bartleby, encontramos la agramaticalidad en la
que esa pérdida constante de la atribución lleva casi hasta la desaparición de la
gramaticalidad, señal de un modo de funcionamiento de la hipocondría en Bartleby. Se
trata de una resistencia al funcionamiento de lo orgánico en el organismo, de la toma de
su lugar del órgano, que hace también a una cuestión moral.
Ahora, continuo con el trabajo de Deleuze cuando plantea que el libro El esquizo y las
lenguas, es de un autor norteamericano y el libro está escrito en francés. Deleuze pasa a
nombrar los motivos que son bastantes evidentes.
La primera cuestión es el carácter impersonal de todo lo que desarrolla Wolfson en este
texto. El 'impersonal' Deleuze lo toma en dos sentidos, por un lado en lo que hace al
vaciamiento, y por otro lado en esta pérdida de identidad en donde se nombra a alguien
o a algo como en un experimento científico.
Entonces, Wolfson utiliza una serie de nominaciones para sí, por ejemplo: 'el joven
estudiante de lenguas'. En ese sentido también utiliza una grafía especial, modifica
sacando la letra 'h' a la palabra 'hombre' y la u a "esquizofrénico",escribiendo: "el ombre
joven esqizofrénico".
Lamentablemente no he conseguido el libro para trabajar (que aún no está traducido),
sería muy interesante tener el texto en sí, porque por ejemplo Deleuze dice que hay
páginas y páginas donde un sólo término es desglosado de diversas maneras.
El hecho es que Wolfson no cuenta en la cuenta de lo que va a contar, y se trabaja a sí
mismo como el objeto de un experimento científico.
A mí entender esta cuestión es lo que Lacan ubica cuando plantea "la rigurosidad
psicótica", es decir que se refiere a éste descontarse de la cuenta, tomarse y trabajarse
como un experimento científico.
Lacan cuando trabaja "la rigurosidad psicótica" hace referencia a una paciente que tenía
un delirio con su marido, ella escribió una carta dirigida al juez y a su psiquiatra, en la
cual decía que tenían que castigar ferozmente a su marido por todas las maldades que
ella entendía que él le había hecho, y aclaraba que ella no lo deseaba, ni tenía un interés
especial, sino que en tanto ella lo había dicho estaba empeñada su palabra y no le
quedaba otra posibilidad que hacerlo.
En este mismo sentido, recuerdo un paciente que en una oportunidad comentaba que
cuando la novia quería dejarlo él le había dicho que si lo dejaba se iba a suicidar. La
novia no escucha lo que él le dice, lo deja en un momento determinado, y él dice que no
era que realmente quería suicidarse, no tenía ningún interés especifico en suicidarse, ni
era algo que él sentía deseos de hacer, sino que él había dicho que iba hacer eso y tenía
que hacerlo. Es decir, que no contaba qué podía pasarle a él siquiera, sino que esto había
que cumplirlo paso por paso como un experimento.
Anabel Salafia: O sea que no era por la pérdida que le significaba a él esta persona, la
novia.
Noemí Quéhé: Voy a considerar la fórmula que planteé antes y que desarrolla Deleuze,
hay muchas más fórmulas.
Noemí Quéhé: En el texto empieza a plantear una cuestión en relación a las palabras
sopladas, en el sentido de serle sacadas, robadas, a lo que opone las palabras de buena
inspiración, con el término 'soufflé'.
En algunos textos siguientes va delimitando una cuestión respecto del robo de la
existencia y del cuerpo.
Artaud realiza todo un desarrollo hasta llegar a lo que él llama: 'la invención del cuerpo
sin órganos'. Aquí Deleuze ubica unas ecuaciones que se podrían considerar del mismo
tipo de las ecuaciones que planteaba para Wolfson. Es decir, que en el numerador que
corresponden a los objetos parciales en Wolfson, por ejemplo ubica las letras - órgano,
el organismo - chapuceado, la escritura - porquería.
En el caso de: el organismo chapuceado, es el antecedente del porqué llega a la posición
de que su cuerpo para que no le sea extraído, robado, tiene que haber un cerramiento del
mismo. Artaud entiende que a partir de los orificios pulsionales le podría ser extraído su
cuerpo para lo cual el único modo de defenderse sería un cerramiento del cuerpo,
Artaud dice: "El cuerpo es el cuerpo y es sólo, no hay necesidad de órganos. El órgano
que acepta lo extranjero en mí cuerpo, es siempre órgano de mis perdiciones. El órgano
siempre funciona como boca, la reconstitución en mi carne sigue entonces el cierre de
mi cuerpo. Abrir la boca es ofrecerse a los miasmas, entonces, nada de boca, nada de
lengua, nada de dientes, nada de laringe, nada de esófago, nada de estómago, nada de
vientre, nada de ano. Yo reconstruiré al hombre que soy."
En ese sentido esta necesidad de esa reconstitución de un cuerpo sin órganos, en la vía
de un cuerpo purificado, se opondría a lo que sería ese organismo que habría sido
'chapuceado', 'cochineado', 'souffleado'. En un texto dice: "El gran souffleur sería Dios".
Cuando plantea esta necesidad de cerramiento de su cuerpo termina en esta posición del
cuerpo sin órganos.
Diana Averbuj: Se encontraron entre sus cosas escritos que son completamente
coherentes, lúcidos, inclusive anticipatorios de lo que en aquella época alguien podría
imaginar que iba a llegar a pasar, con respecto al capitalismo, el ejército, la guerra, es
notable; y de pronto empieza a escribir imágenes gigantescas y después vuelve otra vez
a escribir cosas lúcidas.
Noemí Quéhé: Sí, es lo que citaba del texto de Dérrida, en donde hace referencia a esto,
a la trascendencia de Artaud en el lazo, en la historia.
Anabel Salafia: Me parece que no son cosas que siente, quizás son cosas que
experimenta lógicamente.
Lacan en varios textos dice: "Lo que nos aparece más claramente es que un ser viviente
no siempre sabe muy bien que hacer con uno de sus órganos. Después de todo quizás
sea un caso particular de la puesta en evidencia por el discurso analítico del lado
embarazo que tiene el falo.", 'el falo' viene a jugar esta función desconocida del órgano,
Lacan dice: "que haya un correlato entre eso, como lo subrayé al principio de este
discurso, y lo que se promueve de la palabra es todo lo que podemos decir".
Me parece que lo que sucede con Artaud es que es lógicamente experimentado por él.
Teniendo en cuenta que está la cuestión del 'souffleur' que es Dios, hay algo que de su
corporeidad y de su naturaleza humana, en términos significantes, le es soplado incluso
por el parasiquismo respecto de la subjetividad tiene el organismo.
Artaud es alguien que se ha dado cuenta que el organismo parasita lo que estaría en el
orden de la subjetividad. Artaud dice: "Me voy a convertir en el hombre que soy".
En ese sentido el parasitismo en el organismo existe y el poner algún agente como aquel
que sustrae algo, que sería relativo a la existencia, es un razonamiento muy lógico, muy
razonable.
Sí hay una gran diferencia entre Wolfson y Artaud, por otra parte este mismo acceso a
esta lógica puede implicar percepciones, pero Artaud encuentra la lógica de la cuestión.
Por ejemplo, el esquizofrénico siente que no entra el aire por la nariz, o como corre su
sangre por sus venas, se trata de encontrar una lógica en la esquizofrenia.
Wolfson hace intentos de procedimientos porque tiene que haber una lógica que
responda a eso.
Me parece que hay en juego una universalidad en el caso de Artaud, hay una lógica, hay
una topología.
Para poder hacer estas diferencias habría que profundizar en el aspecto topológico de la
cuestión.
En ese sentido también está Joyce, ¿por qué Joyce no es un esquizofrénico?
Hay un nudo acá, que se sostiene. Me parece que el asunto es que el nudo puede
sostenerse al mismo tiempo que el sujeto en cuestión se vuelve loco.
En el caso de Joyce o en otros hay procedimientos logrados, y procedimientos no
logrados. Es en ese sentido es que está la cuestión de la Negación y de la Negatividad en
la base, porque siempre se rinde a una lógica, fracasada o lograda. En el caso de Artaud
es una lógica lograda, a sus expensas, puede ser a expensas de su salud mental.
Noemí Quéhé: En el último período hay situaciones donde él mismo enuncia la muerte
de su propia muerte; donde se cambia el apellido y se empieza a llamar con el apellido
de la madre; incluso cambia, de haber sido ateo pasa a ser absolutamente religioso.
Y después de eso hay una producción impresionante. Desde el momento que sale de su
internación y hasta su muerte sigue produciendo.
Anabel Salafia: Me parece que quedaría pendiente para otra clase, que no es sostenible
la analogía entre Artaud y el esquizofrénico que hace Deleuze, no se podría resolver por
analogía.
Participante: Cuando dice nada de boca, nada de nada, etc., ¿no hay un intento de
negativismo?
Anabel Salafia: Se podría entender de esa manera. En ese sentido cuando dice 'nada' no
quiere decir que es el Negativismo. Tiene que ver con la lógica de los agujeros que me
parece que hay que trabajar con detalle. Es por eso que es también una topología.
Ahora, la cuestión de 'nada' respecto de los agujeros no es una cuestión que
automáticamente se pueda trasladar a lo que es del orden de la demanda.
Cuando Artaud plantea 'el nada de...' no me parece un procedimiento negativista, en el
sentido del negativismo.
En este sentido tampoco es un intento personal de privación, en realidad tiene que ver
con una cuestión de la lógica de la Negación. Es decir, con el vacío simbólico del cual la
Negación surge. Lacan, en ese sentido, dice que lo simbólico puede estar tanto en los
vacíos como en los plenos. Sabemos que el 'pas' de la Negación surge de un vacío.
Lacan con respecto a esta cuestión dice que el esquizofrénico se empeña en reiterar ese
paso, paso cuyo origen no se podría encontrar sino míticamente; y es ahí cuando dice
que para el esquizofrénico todo lo real es simbólico. El esquizofrénico reitera el 'ne pas'
y reitera de esa manera ese paso. En este sentido el ejemplo de Bartleby es el más
apropiado, es el intento de negar, negar en el sentido de reorganizar una lógica que
responda por ese vacío que está fuera del lenguaje.
Me parece importante considerar en ese sentido que es esto lo que Deleuze cree que el
psicoanálisis ignora. Se podría pensar que tiene razón si se refiere a los tiempos
anteriores a Lacan, y después también. O sea, que tiene razón por la ignorancia de los
psicoanalistas, pero no porque el psicoanálisis lo ignore.
Teniendo en cuenta la función del agujero, la situación topológica de la nada, como
negación absoluta, la función del vacío, la función del agujero, para Artaud parece estar
muy claro. En ese sentido no es una lucha simple, como es evidente en el caso de
Wolfson, respecto de la demanda materna. En Artaud no, es respecto de la metafísica.
Es decir, de todo lo que es en el discurso la relación cuerpo y alma; es resolver la
mentira que encierra la división cuerpo y alma, que es la base de la medicina.
Mientras que en el caso de Wolfson está de una manera más limitada, tratando de dar
aliento a algo que funciona desde la lengua materna como una demanda infinita.
Me parece que algo de esa cuestión hay en Artaud, pero también hay una trascendencia,
una universalidad, una dimensión del problema completamente diferente.
Diana Averbuj: Me acordaba recién que en la Conferencia del '26 Freud dice que el
psicótico no alcanza el objeto sino la sombra del objeto, como un aplanamiento, hay
pérdida de una dimensión. En lugar de las tres dimensiones sería que el objeto para el
psicótico tendría sólo dos. En ese sentido es mucho más evidente en Wolfson que en
Artaud.
Fin cassette
... impersonal, sino que se trata de una función que se puede describir perfectamente
matemáticamente, y no es eso, es una lógica.
Me parece que ni Artaud, ni Joyce, ni ninguno de estos autores constituyen lo que se
puede llamar 'un caso', en cambio Wolfson es claramente 'un caso clínico', y además
tiene una trascendencia por el hecho de escribir. Me refiero con escribir con vocación de
escritor, escritor en el sentido de hacer procedimientos lingüísticos.
La cuestión de cuerpo y alma podría ser tanto para Artaud como para Wolfson, pero me
parece que hay una capacidad genial de resolver la cuestión en Artaud.